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LEYENDA DE YEMANJÁ
Sus símbolos el abebé, un abanico redondo de metal plateado con la figura de una
sirena o un pez, y el axé, una piedra blanca venida de las profundidades, que se
guarda en una porcelana azul, rodeada de otros elementos de mar. Danza con un
abanico de metal blanco en las manos imitando el movimiento de las aguas y el
vaivén de las olas del mar.
Domina la creatividad y a la madre natura. Ella manda sobre cada criatura del
océano, y trae las lluvias para nutrir la tierra. Dado que el océano es análogo a las
aguas que nutren la vida en el vientre de la mujer, Yemaya también reina sobre la
fertilidad. Es por eso que es a ella a quien se le ruega cuando se tiene problemas
con el embarazo. Como madre, tiene la gloria de ser comprensiva con sus hijos. Se
le toma como invocadora de la femineidad. Posee las características propias de la
Luna.
Cuenta la leyenda que se casó dos veces, primero con Orumlia (Señor de las
adivinanzas), y después con Olofìn Odudua, rey de Ifè, con quién tuvo diez hijos,
aunque en total se le atribuyen quince (todos dioses). Cuentan que un día, después
de discutir con su marido, que había vuelto borracho, y después que este se
burlara de los grandes pechos de Yemanyá, ella lo abandonó dirigiéndose hacia las
tierras del oeste. Odudua envió entonces a su ejército a capturarla. Al verse
rodeada, Yemanyá rompió contra el piso una garrafa con una sustancia que su
padre le había dado para defenderse. Se formó entonces un gran río que llevo a la
Diosa hacia el Mar, residencia de su padre.
Desde entonces se ha reconocido a Yemanya como Diosa del Mar, mientras que su
padre es el Dios de ríos y lagos de agua dulce.
La ofrenda que más se le da son las rosas blancas que le gustan mucho
Afirmaciones de la Diosa:
“Me entrego a la corriente de la vida”.
“Me transporto a donde necesito estar”.
“Rendirse no es abandonar o darme por vencida”.
“Pido ayuda para hacer lo que necesito”.
“Me abro a algo mas grande”.
“Me rindo a la apertura y la confianza en mi vida”.
“Fluyo en amor y en confianza”.
ORACION a IEMANJÁ!:
Salve Iemanjá! Iemanjá, madre del mundo,
fuerza que mantiene a la creación, señora de
todos los bienes, aliento de la propia vida.
Madre magnánima de todas las madres, el mar
es tu símbolo, la sal es tu marca, te pido tu
protección y ayuda madre querida (hacer el
pedido). Junto a tu Bendición Eterna. Odoiá
Iemanjá. OMIO IEMANJA.
Ah, Linda Madrecita de las Aguas, no permitas que el mal entre en nosotros.
Y ayúdanos a prender la hoguera del discernimiento en nuestros corazones…
Para que quememos nuestras necedades e ilusiones.
Paz y Luz.