Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Introducción
Cuando conocemos de Dios y él nos atrae a sus pies, no sabemos cómo orar o no
entendemos algunas de las cosas que la Biblia enseña, a veces nos cuesta concentrarnos
cuando estamos en la Iglesia; pero no es algo que sea muy difícil en el sentido que es el
mismo Dios a través de su Espíritu el que nos ayuda a tener estas practicas que nos llevan
a conocerle más a él y quien nos hace sentir que somos responsables de crecer en él y
buscar su reino para conocer su voluntad para nuestras vidas.
Se entiende por disciplina un hábito que establece una persona, en este sentido, podríamos
decir que son hábitos que nos acercan más a Dios y permiten que tengamos un crecimiento
espiritual.
Así como un atleta se entrena y sus acciones se vuelven casi automáticas, las
disciplinas espirituales también nos hacen dependientes de Dios.
1) Oración:
Es importante porque es una mandamiento de Dios (1 Tes.5:17 Orad sin cesar)
El suplicante debería orar según el ejemplo de Cristo: "Pero no sea como yo quiero,
sino como tú" (26:39). "Si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye"
(1 Jn. 5:14).
Demasiado a menudo "qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el
Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles" (Ro. 8:26). Se deben
ofrecer oraciones especiales por los enfermos (Stg. 5:14, 15), con sinceridad de
corazón, con la fe sencilla de que, a su propio tiempo y manera, Dios proveerá lo
que sea mejor. Así, él puede atender nuestro pedido o negarlo; y puede proveer algo
mejor o hacernos esperar la respuesta hasta una mejor ocasión.
3) Adoración: Podemos rendir las cargas a Él y que el obre. (Cita donde el pueblo es
librado de sus enemigos por medio de la alabanza).
4) Congregarse:
Es un mandamiento
Hebreos 10: 25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre,
sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Humillación.
Isa. 58: 6-11
2 Tim. 3: 16-17 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para
redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios
sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Conclusión:
Promesa de Dios:
Jer. 29:13 y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro
corazón.