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El despertar cívico

Alberdi y Sarmiento sabían que para impulsar la modernización no bastaba


con el mero trasplante de instituciones exitosas al suelo argentino, comprendían
que estas vivirían si formaban parte de la cultura de los ciudadanos argentinos. Los
miembros de esta generación conocían el pensamiento de Alexis Tocqueville en su
libro la democracia en América, los mexicanos habían copiado el texto
constitucional de su vecino, pero sus valores y costumbres seguían siendo los
mismos que la época de la colonia. Fue precisamente el autor francés quien influyo
en los miembros de esta generación, porque sus observaciones sobre la sociedad
democrática estadounidense ofrecían un cuadro sobre las características de ese
país.
Incluso Mitre sostuvo que, en 1870, diario la NACION, que este fue el libro
cabecera de esa generación. Incluso Sarmiento intento emular el propósito de
Tocqueville con su libro FACUNDO. Sarmiento veía en ese libro de Tocqueville
lo que podía llegar a ser el porvenir en América
Sarmiento en su libro facundo, desarrolla una visión cerrada, xenófoba,
autoritaria y arraigada en las tradiciones hispánicas heredadas de los tiempos
coloniales. El caudillo representado por la figura de Juan Facundo Quiroga resume
el espíritu del adalid de la Barbarie. La civilización otrora recluida en las ciudades
se encuentra moribunda por el accionar de los caudillos
Solo cabe desplazar a rosas para comenzar una nueva empresa civilizadora
que retome el espíritu de la revolución de mayo. La tradición hispánica no había
dejado como en las 13 colonias de nueva Inglaterra, instituciones representativas,
derechos individuales o juicios por jurados. Sino su herencia fue el caudillismo, el
localismo extremo. Había que arraigar aquellas instituciones democráticas al suelo
argentino
Alexis de Tocqueville señaló el rol de las costumbres arraigadas en la
sociedad de USA y se traducían en instituciones que se consideraba fundamentos
de la libertad. Por eso no es casual que encontremos a Mitre, Sarmiento y
Guillermo Rawson creando este tipo de instituciones, creando la sociedad
protectora de animales, la junta de historia y numismática, sociedad de
beneficencias y socorros mutuos
Para Tocqueville las asociaciones eran parte del vigor de la sociedad civil y
un poderoso contrapeso ante la presión de ambiciones despóticas. La asociación
voluntaria es el espacio donde los individuos convergen generando hábitos
civilizados y pacíficos de debate, cooperación e independencia, en el que se educan
para las democracias
Allí se perfilan nuevos liderazgos, que quiebran las antiguas relaciones
jerárquicas de la sociedad estamental. En las asociaciones voluntarias nace la
confianza entre las personas, fundamental activo de las sociedades libres. Esto
remplaza el antiguo y caduco sistema de las corporaciones medievales.
Este espíritu asociacionista se despertó tras la caída del gobernador Rosas
donde surgieron diversas entidades con propósitos de ayuda mutua, sociedades
profesionales, clubes políticos. Importantes canales de expresión de iniciativas
cívicas e impulsaban mejoras para vida cotidiana. Los inmigrantes franceses fueron
los primeros en crear estas entidades como la ‘’societe philantropique de la Union
et Secour Mutuels 1854 seguido por la de españoles en 1856 llamada ‘’La
viguesa’’ y en 1857 la sociedad española de socorros mutuos
Los animaba el objetivo de brindarse auxilio para la niñez, invalidez,
asistencia de viudas y enfermos, huérfanos y promoviendo la creación de
bibliotecas. Estas sociedades se vinculaban al acontecer político no solo de las
naciones de origen sino también de los avatares de la vida argentina prestando su
concurso a los partidos existentes, particularmente al que inspiraba Bartolomé
Mitre, muy ligada ala comunidad italiana.
1914 había medio millón de personas asociadas voluntariamente en estas
entidades de socorros mutuos. Se genero en Argentina una cultura de cooperación
entre los habitantes, desarrollo de diarios revistas, periódicos que fuero ganando
autonomía
Algo similar aguardaban los desarrollos de los municipios, pero no pudieron
crecer por la tendencia centralizadora los gobiernos provinciales y el federal.
Domingo Sarmiento fue miembro del concejo municipal de buenos aires entre
1856-1857, desde donde procuro enaltecer el papel de las autoridades locales
Para Sarmiento un gobierno representativo debia acompaniarse de una
ciudadanía instruida, capaz de comprender sus derechos. La obsesión por la
educación
Pero en su gobierno como el nuestro, donde el pueblo es el poder soberano,
donde la voluntad del pueblo es la ley de la tierra, donde cada acto de gobierno
puede llamarse con propiedad un acto del pueblo, es esencial que el pueblo sea
ilustrado. Debe poseer inteligencia y virtud, para percibir lo que es justo y virtud
para hacer lo que es justo. Nuestra republica puede decirse que esta fundada en la
inteligencia y la virtud. Por esta razón dijo con mucha propiedad el ilustrado
Montesquieu que en una Republica se requiere toda la fuerza la educación.

Sarmiento y Alberdi reflexionaron en torno a las costumbres, arribando a


conclusiones similares, aun cuando disintieron sobre otras cuestiones como los
medios y las velocidades de los cambios. Ambos eran partidarios de atraer
inmigrantes al suelo argentino para que contagiaron con sus hábitos industriosos y
costumbres liberales a los criollos. El pensador tucumano consideraba esencial, no
solo traer las locomotoras inglesas, sino pedazos vivos de la cultura europea, es
decir maquinistas
Tenían diferencias, Alberdi sostuvo que había que partir de una libertad
imperfecta, de la republica posible para sentar las bases de lo que el futuro, llegaría
ser la republica verdadera. Contar los elementos humanos existentes incluyendo a
los caudillos provinciales, incluyendo aquellos gobernadores que habían apoyado a
Rosas y que después de caseros hicieron lo mismo con Urquiza
‘’Si porque es incapaz de orden constitucional una parte de nuestro país
queremos anonadarla, mañana diréis que es mejor anonadarla toda y traer en su
lugar poblaciones de fuera acostumbradas a vivir en el orden y libertad. Tal
principio os llevaría por lógica a suprimir toda la nación argentina hispano
colonial, incapaz de republica y a suplantarla de un golpe por una nación
argentina anglo republicana, la única que estará exenta de caudillaje. Ese será el
único medio de dar principio por la libertad perfecta, pero si queréis constituir
vuestra ex colonia hispano argentina es decir, esa patria que tenéis y no otra,
tenéis que dar principio por la libertad imperfecta.

Alberdi ponía el acento de sus reflexiones en los mecanismos


constitucionales para la limitación del poder, asegurando con la declaración de
derechos y garantías las salvaguardas necesarias para que los habitantes pudieran
por sus propios medios el porvenir en un marco de libertad
Sabia que la sola redacción de la constitución no era garantía suficiente para
preservar el orden de libertad, y propuso para eso que la Argentina celebrara
tratados internacionales para reasegurar el libre comercio y por consiguiente la
amplia gama de derechos y la propiedad privada.
Mitre y Sarmiento le sumaron mas fuertemente las ideas de Tocqueville.
Para sarmiento, mitre y otras de su generación, debía actuarse consiguiente en el
ámbito público de la política gubernamental, a la para que, fortaleciendo la
sociedad civil, a través de la prensa y las asociaciones voluntarias, estos establecen
nexos de sociabilidad entre los individuos para canalizar inquietudes, resolver
problemas y apaciguar las pasiones a través de la ayuda reciproca
Este despertar de civismo debía ser acompañado por la creación de las
instituciones que caracterizaban a las sociedades libres, como juicios por jurados-
que fue debatido en el congreso durante la presidencia de Sarmiento con el impulso
del ministro de justicia Nicolas Avellaneda, sin llegar a su implementación y darle
a vidas las municipalidades. Mitre afirmo en los debates parlamentarios por el
juicio por jurados, afirmo que ‘’la institución del jurado es un dogma para todo el
pueblo libre’’.
A su vez Sarmiento impulso el primero proyecto para establecer el régimen
electoral de circunscripción uninominales, para alentar la participación local en los
comicios legislativos en 1869. No eran partidarios de gobierno oligárquicos o
minorías selectas, sino firmes promotores de una ciudadanía activa la cual se iba
educar a través de la misma participación.
En ese sentido no nos debe sorprender que la Union Civica Radical el
partido que nacio en 1891 con un programa liberal clásico, se haya denominado
‘’conservador’’ en el sentido de retornar a los tiempos de sarmiento, mitre y
avellaneda, en contraposición al Juarismo y Roquismo.

Importante leer los discursos parlamentarios para saber cómo


pensaban. Francisco Barroetaveña entre 1894/98. Elevo su voz desde el
congreso para la independencia de este, la descentralización administrativa,
limitación del poder del estado y el libre cambio y alertar los peligros del estado
providencial citando los conceptos de Alberdi, Sarmiento, Mitre y Avellaneda y de
otros autores como Tocqueville y Bastiat. La poderosa corriente del pensamiento
liberal de la generación del 1837 no se agoto en sus propagadores sino tambien
actores del radicalismo, el conservadurismo roquismo y el socialismo argentino
que actuo dentro del estadio de derecho, incluso en gente renombrada como
Antonio Bermejo, ministro de la corte suprema desde 1903-1929

LA ARGENTINA UNIFICADA DESPUES DEL PAVON


La presidencia de Mitre se malogro por las insurrecciones de caudillos del
norte argentino, como el chacho penaloza y Felipe Varela y por la intervención
argentina en la guerra del Paraguay- Mitre fue el general de los ejércitos de la triple
alianza. Durante la presidencia de Sarmiento concluyo con la guerra contra el
régimen paraguayo, pero debió hacer frente a las rebeliones del caudillo lopez
jordan en entre ríos, el asesino de Urquiza.
Una cuestión de trascendencia para el porvenir de los argentinos fue el
debate en torno a la codificación, cuyas consecuencias hoy sentimos a través de
normas que regulan casi todos los ámbitos de la vida, sin permitir un desarrollo
espontaneo del derecho
Alberdi llamo la atención de sus contemporáneos al oponerse a la legislación
entonces vigente en derechos civiles, comercial, minería cuyas raíces hispano
coloniales se contraponían con el espíritu de libertad de la constitución
En su criterio, la obra de los legisladores debía consistir en derogar las
normas anteriores y no en codificarlas, tal como lo estaban haciendo Dalmacio
Velez Sarfield.
Alberdi proponía dictar leyes lentamente por parte del nuevo congreso, pero
no establecer el sistema de normas del código, pues este resultaba mucho más
difícil de reformar. A la par los jueces emitían su sentencia de acuerdo a aquella
legislación que se heredaba de los tiempos pre constitucionales, sin atender a su
contradicción con respecto a los derechos individuales.
La tradición reglamentarita, monopolista y exclusivista , por ejemplo en los
fallos de la corte suprema del periodo 1863-1871 se utilizó la reglamentación de
las colonias incorporadas por la provincias.
Alberdi no se reconciliaría con sus antiguos camaradas de ruta en la lucha
contra Rosas, aunque sea Sarmiento quien tome la iniciativa de recibirlo en su
ultimo retorno a la Argentina. Durante la guerra de la triple alianza fue un acérrimo
opositor y esto se pudo ver en su famoso libro el Crimen de la guerra.
Mitre y Sarmiento también se distanciaron durante el periodo presidencial
del primero. Incluso aunque sarmiento fue embajador argentino en EEUU. Mitre
desde el parlamento y desde el diario la nación, fundado en 1870, fue la voz
opositora a la presidencia de Sarmiento.
Esto no significaba que hubieran cambiado su norte de ideas y valores.
Bartolomé Mitre encabezo en 1874 una revolución, derrotada entre otros por Julio
A Roca, que llegara a general en el campo de batalle de ese año para impedir el
ascenso de Nicolas Avellaneda a la primera magistratura de la nación

Nicolas Avellaneda 1837-1885, el joven ministro de instrucción pública que


a los 38 años llego a la primera magistratura, debió afrontar la revolución mitrista
de 1874 y al final de su mandato al gobernador bonaerense Carlos tejedor.
Avellanada fue profesor de economía política donde se destaca que enseño autores
como A Smith, Jean Baptiste Say y Juan Bautista Alberdi a quien cita con
frecuencia en sus discursos.
Durante su presidencia debió enfrentar una grave crisis financiera a la que
respondió con austeridad y aumento de impuestos aduaneros, erróneamente por
esta medida se lo ubica entre los promotores del proteccionismo económico. No
obstante, de la lectura de los discursos de avellaneda y por el juicio de sus
contemporáneos, se puede ver que concibió este aumento como un recurso
transitorio, puramente fiscal y no como medida de protección a las empresas, sus
convicciones hacia el libre comercio eran fuertes. La participación del estado en el
PBI era del 7% no alteraba el progreso de la economía argentina. Fue uno de los
creadores de la liga de los gobernadores para gestar su candidatura presidencial,
para ellos formo el Partido Nacional, que permitió vertebrar el sistema roquismo y
el Partido Nacional se fusiono con el Autonomista del fallecido Adolfo Alsina, el
conocido PAN.
Avellaneda se separo de Sarmiento y Mitre por la discusión de la ley de
educación que impulso el presidente Roca y su inteligente y mordaz ministro
Eduardo Wilde, enfrentándose al positivismo tan en boca aquellos años.
Los primeros presidentes debieron administrar la republica con escasos
recursos, en un país que iniciará su progreso económico en los decenios siguientes.
Es desde 1852-1870 podemos advertir una primera época que se puede denominar
la fundación de la republica en la que se echaron los cimientos de la organización
constitucional.
Entre 1870 y 1880 este orden republicano se vio perturbado, pero no
jaqueado, por las ultimas correrías de López Jordán en la Mesopotamia, pero sobre
todo por las rebeliones de 1874 y 1880, atribuibles a fallas del sistema
institucional, como era el sistema electoral que impedía el acceso a las minorías al
congreso y la ausencia de una capital para la nación.
Cabe denominar a este periodo como de integración, en el que ya
desaparecerán los viejos caudillos tradicionales dispuestos a derrumbar la
organización constitucional y desaparecen las fantasías cesionistas.
Entre 1880 y 1902 nos hallamos ante una gran expansión económica de la
Argentina, el periodo de la modernización y entre 1902-1928 el de lo apertura en lo
político
Ya durante la segunda presidencia de Yrigoyen hasta la implantación de la
dictadura nacionalista de 1943 es posible ver un deterioro institucional y abandono
cada vez mas acelerado de aquellos principios que orientaron la generación de
1837 y sus sucesores.
La inmigración masiva por la que tanto bregaron estos hombres tuvo su
inicio durante la primera presidencia de Roca. Pero las perturbaciones políticas y
económicas durante la etapa fundacional provocaron que muchos emigraron a sus
países de origen como ocurrió durante la crisis de 1890 y la época de Juárez
Celman.
Los inmigrantes hallaron las condiciones propicias de las que tanto insistió
Alberdi, con derechos civiles iguales a los argentinos nativos y hasta podían
participar en la vida municipal como concejales
Sarmiento igualmente demostró cierta decepción por el escaso espíritu
cívico de esta inmigración en la que tantas esperanzas había depositado para
genera una republica virtuosa. Algo que por su historia no traían los inmigrantes
que prevalecieron, mas que nada del meridional de Europa. La critica era porque
los habitantes septentrionales tenían los hábitos que se querían arraigar.
La generación de 1837 y los pensadores, no querían implantar un sistema
oligárquico. Este sistema se había querido extirpar y se había personificado en el
rosismo.
Su idea de modernidad significaba la libre circulación de las ideas, las
personas, mercancías una Argentina que recibiera de brazos abiertos a todos
aquellos que quisieran poblarlos. De movilidad social ascendente porque de otro
modo no lograrían atraer a los inmigrantes ni sacar de su espacio autoritario y
asfixiante a la población nativa.
El progreso cívico, económico y cultural debía ser obras de los individuos y
los gobernantes se ocuparían de preservar el orden jurídico para que cada habitante
buscara su propio camino de prosperidad
El apoyo que aun despertaba Juan Manuel de Rosas en el plebiscito para
otorgarle la suma del poder público y la simpatía que en algunas regiones
despertaba, en el interior, los levantamientos de los caudillos eran elementos de
peso. Incluso en situaciones donde se preocupaban por fortalecer todas las
prevenciones para mantener el orden constitucional, como fue el sofocamiento de
la revuelta del chacho Peñaloza, pero a diferencia de los tiempos de rosas estas
situaciones excesivas fueron denunciadas por la prensa y oposición.

La democracia limitada, no por la calificación del sufragante, puesto que el


voto era universal y masculino, se ira ampliando por el constante aumento de los
propietarios y la alfabetización, dos ejes democratizadores con el transcurso de los
decenios. El comercio era un causa civilizadora y pacificadora en las personas y la
preocupación por la instrucción
Estos autores buscaban incrementar la cantidad de propietarios, esto
aseguraba un importante sector de sostenedores del orden republicano y
ciudadanos con espíritu de independencia a iniciativa, menos propensos a sumarse
a aventuras demagogas y caudillos.
Gracias a los derechos y garantías consagrados en la constitución, pudieron
acceder a la propiedad como fruto de su esfuerzo, siendo la mayoría de los
propietarios en capital federal y la provincia de santa fe y casi la mitad de los de la
provincia de buenos aires eran inmigrantes. La inversión extranjera contribuía a la
elevación de estos nuevos propietarios, al ganar salarios más altos.
Esta generación de pensadores fue denostada por plumas neo fascistas y
admirador de las dictaduras

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