Deberes del abogado

Introducción
El desempeño de los profesionales del Derecho, así como en las diferentes profesiones,
requieren de principios básicos que posibiliten una comunicación efectiva y oportuna
entre el cliente y el profesional a cargo de un caso en específico. En el siguiente foro se
mencionan algunos deberes jurídicos que debe cumplir un abogado frente a sus clientes.

Análisis
Uno de los principales deberes del abogado frente a su cliente o patrocinador es la
confidencialidad o secreto profesional, que en nuestra sociedad, se lo puede concebir
como un deber, como un derecho y como una obligación de guardarlo. Es decir, el
cliente le ha proporcionado información relevante, que como profesional no debe
divulgarlo, ya que se pondría en riesgo al cliente. En este sentido, el Art. 503 del Código
Orgánico Integral Penal y el Art. 335 del Código Orgánico de la Función Judicial,
explícitamente, prohíben la divulgación de hechos, documentos o instrucciones que
puedan comprometer a los clientes, esto es, que coloquen en peligro el secreto
profesional. Asimismo, la Constitución de la República del Ecuador, en su artículo 83,
establece la obligación de los abogados patrocinadores de ejercer su profesión con ética
y no divulgar la información confidencial de sus clientes. Sin embargo, el abogado que
sea objeto de un ataque grave e injustificado de su cliente, estará dispensado de la
obligación de guardar el secreto profesional y podrá revelar lo indispensable para su
defensa (Moreira, 2005).

Otro factor importante, como deber jurídico, es la pericia de un abogado. Sería antiético
hacerse cargo de un caso para el que no tiene la experticia y pericia para llevarlo a cabo.
Por lo tanto, es indispensable la capacitación constante, debido a que la ciencia del
derecho es dinámica y cambiante, es decir evoluciona, de manera paralela, a los
cambios sociales (Moreira, 2005).

Por otro lado, y de acuerdo con Fernández (2012), la honestidad es uno de los valores
que estructuran el comportamiento profesional, virtud que significa comportarse con
integridad, apegado a la realidad y en función de la verdad. Por ello, el buen abogado, es
realista y objetivo en su asesoramiento y no ocultará jamás la verdad a su cliente, a
quien informará con realismo con el fin de no crear falsas expectativas. De esta forma,
siendo honesto, se ganará la confianza y el respeto necesario para actuar en el ejercicio
profesional.

Siguiendo la misma línea, la diligencia en la abogacía se sustenta en una conducta por la

que el profesional se compromete a desempeñar su función con la máxima atención,
eficacia y responsabilidad, de tal modo que el cliente se sienta asesorado en todo
momento, enterado de que el abogado llevará a cabo las gestiones necesarias para el
mejor desarrollo del caso, conduciendo a una conducta manifestada en una doble
perspectiva: la atención al cliente y la ejecución del servicio (Courture, 2015).

Asimismo, la transparencia que no significa revelar secretos o información sensible, de

carácter competitivo, sino la práctica efectiva a mostrar los principios de acción y las
decisiones del abogado para que exista un control social y canales de comunicación con
el cliente. En definitiva, acercar el funcionamiento y filosofía del abogado al ciudadano
(Gayo, 2015).

Y por último, la fraternidad y respeto recíproco entre abogados, sin que influya en su
comportamiento la antipatía de las partes; deben ser empáticos con sus colegas y
proporcionar alternativas de solución frente a inconvenientes momentáneos cuando por
causas que no les sean imputables, como ausencia, duelo o enfermedad o fuerza mayor,
estén impedidos para prestar sus servicios (Courture, 2015): es una cuestión de
reciprocidad profesional.

Conclusiones

El profesional del Derecho requiere observar un comportamiento en el ejercicio de su

profesión, frente a los sujetos a los que habrá de prestarles sus servicios intelectuales.
En ese sentido, el abogado debe obrar con pericia y veracidad, con honradez y fidelidad,
con eficacia y diligencia, aun en las más justas defensas, no debe usar medios
irregulares, como: uso de falsos instrumentos, sobornar a testigos, perjudicar en la
absolución de posiciones, etc. El futuro abogado, desde su formación, debe ir
perfeccionando cada uno de los deberes jurídicos y morales con el fin de evitar irrumpir
la ética profesional que caracteriza a los abogados, aunque, claro está que la práctica es
el mejor moldeador de un profesional en todas las áreas.
Bibliografía:
Código Orgánico de la Función Judicial (2009). Art. 335. 22 de mayo de 2015
(Ecuador).
Código Orgánico Integral Penal (2014). Art. 503. 10 de febrero de 2014 (Ecuador).

Constitución de la República de Ecuador (2008). Art. 83. 13 de julio de 2011 (Ecuador).

Courture, E. (2015). Deberes del abogado: El derecho se aprende estudiando, pero se ejerce
pensando. [Archivo PDF].
http://ual.dyndns.org/biblioteca/Etica_Profesional_Abogado/Pdf/Unidad_05.pdf

Fernández, O. (9 de febrero de 2012). La honestidad, santo y seña del abogado. Legal

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blog-manual-interno-de-gestion/la-honestidad-santo-y-sena-del-abogado-2012-
02-09/#:~:text=El%20Abogado%20debe%20actuar%20siempre,dignidad%20de
%20toda%20la%20profesi%C3%B3n%22.
Gayo, M. (17 de junio de 2015). Transparencia, un nuevo reto para la Abogacía.
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https://www.legaltoday.com/gestion-del-despacho/estrategia/transparenci
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%20ciudadano.
Moreira, M. (4 de noviembre de 2005). Valores morales del abogado y su vinculación
con el ejercicio de los derechos humanos. DerechoEcuador.com.
https://www.derechoecuador.com/valores-morales-del-abogado-y-su-
vinculacion-con-el-ejercicio-de-los-derechos-humanos