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NATACION 4to.

SEMESTRE 1/2020

TAREA 3: Los beneficios de la natación y sus gestos motores o funcionales en


pacientes o personas con trombosis.
Nombre Completo: ……Mancilla Quispe Jose Armando……..

Jhasmani Jhonatan Aro Jiménez ……….

TROMBOSIS
La enfermedad tromboembólica venosa (ETV) en cualquiera de sus formas (trombosis
venosa profunda o embolismo pulmonar) es un proceso caracterizado por la coagulación
de la sangre en el interior de las venas (trombosis), con las consecuencias resultantes del
desplazamiento y fijación en el pulmón de la totalidad o de un fragmento del coágulo
(embolia).

No debe confundirse con la presencia de varices, ya que, aunque éstas pueden ser causa
de ETV, consisten en dilataciones venosas en las que no siempre existe un trombo que
obstruye la luz de la vena. La localización típica de las trombosis venosas son las venas
de la pantorrilla y del muslo.
La trombosis venosa es la tercera causa de muerte cardiovascular después del infarto
agudo de miocardio y el ictus. Sin embargo, se puede prevenir y tratar.
El pronóstico a largo plazo del paciente que ha sufrido un episodio de ETV puede
complicarse debido a la aparición de trombosis recurrentes, a pesar del tratamiento
anticoagulante, y a la presencia del síndrome postrombótico, caracterizado por
insuficiencia venosa crónica, que condiciona problemas circulatorios y alteraciones en
la piel de la extremidad que puede ulcerarse y presentar gangrena.
Síntomas
Existen síntomas locales, principalmente el dolor localizado en el trayecto venoso de la
pierna, que aumenta con la flexión dorsal del pie; el edema de la extremidad que es
blando y progresa desde la raíz del miembro afecto, en el que existe sensación de
pesadez y un cierto grado de impotencia funcional, y aumento del calor local en la
extremidad.
En ocasiones existen síntomas generales, como fiebre, aumento de la frecuencia
cardiaca y síntomas respiratorios, como tos, disnea y ocasionalmente hemoptisis como
manifestaciones de una embolia pulmonar.
Los síntomas más habituales son:
Dolor de la extremidad afectada.
Edema.
Sensación de pesadez.
Aumento de calor local en la extremidad.
Tratamiento
Nuevos fármacos anticoagulantes
La detección precoz y la prevención son fundamentales para disminuir las secuelas que
puede producir a medio y largo plazo la enfermedad tromboembólica venosa.
Prevenir la ETV es luchar contra los factores de riesgo. Si el proceso incide
especialmente en pacientes cardiacos, post-operados, neoplásicos, infectados, etc., será
precisamente en ellos en los que debemos instaurar la profilaxis.
Las principales medidas preventivas son, en primer lugar, medidas físicas y, en segundo
farmacológicas. Entre las primeras serán beneficiosas todas las medidas que favorezcan
el retorno venoso, como elevar los pies de la cama, movilización precoz, así como los
distintos modelos de vendajes, compresión neumática y medias elásticas; todo ello para
aumentar el flujo de las venas profundas de las piernas.
Las medidas farmacológicas están indicadas principalmente en pacientes con riesgo
elevado para ETV. Se han empleado numerosas sustancias como aspirina, heparina y
otros anticoagulantes, pero en la actualidad el método de elección es la administración
por vía subcutánea de un preparado de heparina de bajo peso molecular, ya que se ha
demostrado que estas sustancias son muy eficaces en la reducción de complicaciones
derivadas de la ETV en pacientes con factores de riesgo.
Trombosis en adultos mayores
La ETV es más frecuente cuanto mayor es una persona. La formación de trombos en las
venas de las piernas, capaces de extenderse hacia el corazón y desprenderse y originar
una embolia pulmonar, es un proceso que el envejecimiento favorece de forma evidente.
La mayoría de las personas con ETV en los países desarrollados tiene más de 65 años de
edad, hecho que conlleva un aumento extraordinario del número de casos de pacientes
de edad avanzada con ETV; problema que se incrementará exponencialmente en un
futuro muy cercano.
A medida que aumenta la edad, aumenta también la gravedad de la ETV. Es decir, con
más frecuencia sus trombosis venosas son más extensas, más a menudo la enfermedad
debuta como una embolia de pulmón y estas embolias pulmonares de los pacientes
mayores suelen ser más graves que las de los más jóvenes.
En los pacientes de edad avanzada el principal factor desencadenante de la ETV es
la inmovilización prolongada, generalmente en relación con procesos degenerativos
osteoarticulares, pérdidas de fuerza secundarias a ictus cerebrales, entre otros, y con
mucha frecuencia con demencia.
Los pacientes mayores con ETV presentan muy a menudo enfermedades crónicas
asociadas, que al mismo tiempo dificultan el diagnóstico de la ETV; con cierta
frecuencia sus síntomas se solapan, se confunden o se malinterpretan y agravan su
pronóstico.
Una misma embolia pulmonar puede dar muy pocos síntomas en una persona de 30
años o resultar gravísima en un paciente de 80 que padece del corazón o de los
pulmones.
Los tratamientos con medicamentos anticoagulantes presentan un riesgo mucho más
elevado de complicaciones hemorrágicas en estos pacientes, circunstancia que el
médico siempre debe tener en cuenta a la hora de prescribirlos.
Sin embargo, la edad avanzada, por muy avanzada que sea, por sí misma, nunca debe
ser una contraindicación para el empleo de fármacos anticoagulantes. En todos los casos
debe valorarse individualmente el riesgo-beneficio de la utilización de estos fármacos.
Es fundamental la prevención en estas personas, que debe realizarse ante situaciones de
riesgo de ETV, por lo general mediante la administración de inyecciones subcutáneas de
heparina de bajo peso molecular.
Actividad física: Todo son beneficios
Cualquier tipo de ejercicio es bueno cuando se adapta a las circunstancias de cada uno.
Caminar es el más barato, pero no hay que olvidarse de nadar, ir en bicicleta, jugar a la
petanca o, incluso, bailar
Hacer ejercicio durante las vacaciones de verano es una gran idea, pero los beneficios
del ejercicio físico se empiezan a notar a partir de un par de meses, lo cual subraya la
razón de seguir practicando ejercicio una vez finalizadas las vacaciones. Si se deja de
hacer ejercicio, todos los beneficios conseguidos desaparecen en un par de meses. La
actividad física regular y periódica es importante, como también lo es aumentar
gradualmente la intensidad del ejercicio.
TROMBOSIS
Las trombosis son un tipo de dolencia realmente molesta si no se trata como es
necesario. El pasar mucho tiempo sentado o acostado y en general el no practicar
ningún tipo de deporte pueden acrecentar este problema. En cambio, la práctica de
deporte o ejercicio físico puede repercutir de forma significativa en las trombosis. A
continuación, te presentamos algunos puntos por lo que resulta muy interesante el
practicar deporte si sueles tener este problema.
Beneficios del deporte para prevenir trombosis
Si pasas demasiado tiempo quieto y sin hacer ejercicio puedes llegar a desarrollar un
gran número de problemas o a agravarlos, como por ejemplo si padeces de trombosis.
Antiguamente se solía recetar reposo en cama si habías tenido cualquier tipo de
trombosis, sobre todo las más graves, pero en la actualidad, se entiende que la
movilidad, el ejercicio y el deporte son claves para lograr prevenir y ayudar a curar este
tipo de problemas.
Aunque en un principio habrá que reposar, tan pronto como se recupere algo de
movilidad se debe empezar a hacer ejercicio. Cuando empiecen a hacer deporte, los
pacientes notarán una gran mejoría, verán como el dolor se reduce y la inflamación baja
bastante. Además, como se trata de un problema que podría cronificar se, sin duda el
ejercicio es muy interesante para prevenir cualquier síntoma, sobre todo para las
pantorrillas. Así, si se hace ejercicio el riesgo de poder llegar a padecer otra trombosis
fuerte se reducirá al máximo, porque la circulación de las personas enfermas mejorará
muchísimo.
Si ya se tiene este tipo de problema, se debe saber que primero se debería tratar como es
debido, antes de comenzar a practicar ejercicio. A partir de aquí, y cuando se recupere la
movilidad, se podrá empezar con ejercicios o deporte básico, como por ejemplo caminar
de forma ligera todos los días, empezando por un kilómetro y aumentando poco a poco,
hasta llegar a los diez, siempre teniendo en cuenta la condición física de cada persona y
las recomendaciones de su doctor. Además, «este tipo de deporte se debería reforzar con
ejercicios para reforzar toda la musculatura de las piernas y así lograr que la circulación
fluya todavía mejor
Está comprobado que todas las personas que han empezado a hacer deporte después de
empezar con un tratamiento han tardado muchísimo menos tiempo en recuperarse. Más
tarde, cuando un paciente ya se haya recuperado de una trombosis profunda, y sobre
todo si ha estado haciendo ejercicio durante este período para mejorar su estado de
salud, desde luego no debería dejarlo.
Natación beneficios
Siempre hemos oído que la natación es el deporte más completo, y lo es porque es un
ejercicio aeróbico en el que se ven implicados dos tercios de los músculos del cuerpo,
potenciando la fuerza, la resistencia y la flexibilidad. Además, se puede practicar a
cualquier edad, el riesgo de lesiones es menor y su práctica habitual tiene beneficios
para el cuerpo a medio y largo plazo. Lo mejor es que se adapta a los distintos niveles
de forma, ideal para quienes están empezando y ejercicio muy completo para deportistas
habituales, ya sea en piscina o en aguas abiertas.
Vamos a ver algunos de estos beneficios:
1. Produce bajo impacto sobre los huesos y articulaciones
Al sumergir nuestro cuerpo en el agua para la práctica deportiva, éste “pesa menos”, se
rige por el principio de la flotabilidad y no recibe el impacto del asfalto o superficies
duras al que hace frente en otros deportes. De esa forma, las articulaciones se desgastan
menos y se preservan mejor.
2. Mayor flexibilidad y elasticidad
Al nadar utilizamos la mayoría de los grupos musculares de nuestro cuerpo, tanto el tren
superior como el inferior además de tronco y cabeza, por lo que las articulaciones están
más flexibles y los músculos se tonifican y fortalecen, sobre todo los de la espalda. Por
eso es un ejercicio muy recomendado para quienes sufren hernias, lumbalgias o
problemas de caderas.
3. Quema grasas
En óptimas condiciones y según la intensidad a la que se practique, con la natación se
pueden quemar entre 500 y 600 calorías por hora. Por ello es habitual que se incorpore
en las rutinas de quienes comienzan un programa de pérdida de peso.
4. Combatir enfermedades crónicas como el asma, la diabetes o el colesterol
Al ser un ejercicio aeróbico, de intensidad baja pero que se desarrolla durante periodos
de tiempo más largos, ayuda a bajar los niveles de colesterol en sangre y produce mayor
sensibilidad a la insulina, disminuyendo los niveles de glucosa en sangre.
5. Mejora del sistema respiratorio y aumento de la capacidad pulmonar
Aprender a respirar es el primer paso para disfrutar de la natación, con cada brazada y
con cada toma de aire se favorece al sistema respiratorio.
6. Beneficios neuronales y cognitivos
Al nadar ponemos en marcha los dos hemisferios cerebrales y los cuatro lóbulos del
cerebro lo que parece que conllevar a mayor cognición, además, se producen enlaces
neuronales y mayor activación del cerebro que recibe más oxígeno.
7. Beneficios cardiorespiratorios
La natación mejora el consumo de oxígeno hasta un 10% y el corazón puede impulsar la
sangre hasta un 18% más. Esto revierte en una mejor circulación ya que disminuye la
frecuencia cardíaca, mientras que los ejercicios respiratorios implican un aumento de la
resistencia cardiorespiratoria.
8. Beneficios psicológicos
Al sumergirnos en el agua y concentrarnos en la respiración se produce un efecto
inmediato: el cuerpo se relaja y se reduce la sensación de estrés, además mejoran los
síntomas de la depresión.
Como ya comentamos en el artículo sobre la euforia del corredor, con la práctica
deportiva se liberan endorfinas que potencian una actitud positiva, la sensación de
bienestar se apodera del deportista y se liberan tensiones.
Natación para combatir la influencia venosa
Durante el día pasamos muchas horas seguidas en una misma postura (ya sea en pie o
sentados), dificultando la circulación venosa y provocando que las piernas sufran mucha
más presión. Por lo tanto, practicar ejercicio con regularidad es muy importante para
evitar que la sangre se acumule y lograr que fluya mejor hacia el corazón.
El agua fría será un buen aliado a la hora de nadar. El contacto con el agua fría se
produce en las piernas una venoconstricción y se contrarresta la venodilatación. El agua
fría también ayuda producir un mejor efecto de drenaje en las piernas gracias a la
presión del agua, que contrarresta la presión venosa.
La natación es un gran deporte para mejorar el retorno venoso y se puede practicar en
piscinas cerradas o en aguas abiertas para los más valientes. Además, no solo ayudara a
mejorar la circulación venosa; nadar produce menor impacto sobre los huesos y
articulaciones, mejora la flexibilidad y fortalece el sistema respiratorio.
BIBLIOGRAFIAS
https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/trombosis

https://www.cuidatusvenas.org/la-natacion-un-buen-deporte-para-combatir-la-insuficiencia-
venosa/

https://www.saludmasdeporte.com/natacion-beneficios/

https://trombo.info/tercera-edad/#:~:text=La%20ETV%20es%20m%C3%A1s
%20frecuente,envejecimiento%20favorece%20de%20forma%20evidente.

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