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Suelo (ingeniería)

Desde el punto de vista de la ingeniería, suelo es el sustrato físico sobre el que se realizan las
obras, del que importan las propiedades físico-químicas, especialmente las propiedades
mecánicas. Desde el punto de vista ingenieril se diferencia del término roca al considerarse
específicamente bajo este término un sustrato formado por elementos que pueden ser
separados sin un aporte significativamente alto de energía.

Se considera el suelo como un sistema multifase formado por:

sólidos, que constituyen el esqueleto de la composición del suelo

fase líquida (generalmente agua)

fase gaseosa (generalmente aire) que ocupan los intersticios entre los sólidos.

Pueden distinguirse tres grupos de parámetros que permiten definir el comportamiento del
suelo ante la obra que en él incide:

los parámetros de identificación

los parámetros de estado

los parámetros estrictamente geomecánicos.

Entre los parámetros de identificación son los más significativos la granulometría (distribución
de los tamaños de grano que constituyen el agregado) y la plasticidad (la variación de
consistencia del agregado en función del contenido en agua). El tamaño de las partículas va
desde los tamaños granulares conocidos como gravas y arenas, hasta los finos como la arcilla y
el limo. Las variaciones en la consistencia del suelo en función del contenido en agua
diferencian también las mencionadas clases granulométricas principales.

Los parámetros de estado fundamentales son la humedad (contenido en agua del agregado), y
la densidad, referida al grado de compacidad que muestren las partículas constituyentes.

En función de la variación de los parámetros de identificación y de los parámetros de estado


varía el comportamiento geomecánico del suelo, definiéndose un segundo orden de parámetros
tales como la resistencia al esfuerzo cortante, la deformabilidad o la permeabilidad.

La composición química y/o mineralógica de la fase sólida también influye en el


comportamiento del suelo, si bien dicha influencia se manifiesta esencialmente en suelos de
grano muy fino (arcillas). De la composición depende la capacidad de retención del agua y la
estabilidad del volumen, presentando los mayores problemas los minerales arcillosos. Estos
son filosilicatos hidrófilos capaces de retener grandes cantidades de agua por adsorción, lo que
provoca su expansión, desestabilizando las obras si no se realiza una cimentación apropiada.
También son problemáticos los sustratos colapsables y los suelos solubles.

De manera genérica, es usual hablar de movimiento de suelos incluyendo en el concepto el


trabajo con materiales, como rocas y otros, que sobrepasan la definición formal.

Proceso de formación

Según el proceso de formación, el suelo puede ser:

Sedimentario. En este tipo de suelo, las partículas se formaron en un lugar diferente, y fueron
transportadas y se depositaron en otro emplazamiento;

Residual. Este suelo se ha formado por la meteorización de las rocas en el mismo local donde
ahora se encuentra, con escaso o nulo desplazamiento de las partículas;

Relleno artificial. Estos son construidos por el hombre para los más diversos fines.

Suelos sedimentarios

Para explicar la formación de los suelos sedimentarios deben considerarse las tres fases del
proceso de: (I) La formación del sedimento; (II)Transporte de los sedimentos III) El depósito de
los sedimentos.

Formación de sedimentos
El principal modo de formación de los sedimentos lo constituye la meteorización física y
química de las rocas de la superficie terrestre. En general las partículas de limo, arena y grava se
forman por la meteorización física de la roca, mientras que las partículas arcillosas son
formadas por procesos de alteración química de las mismas. La formación de partículas
arcillosas a partir de las rocas puede producirse, por combinación de elementos en disolución o
por la descomposición química de otros minerales.

Transporte de los sedimentos

Los sedimentos pueden ser transportados por uno de los cinco agentes siguientes: agua, aire,
hielo, gravedad y organismos vivos. La forma de transporte afecta los sedimentos
principalmente de dos formas: a) modifica la forma, el tamaño y la textura de las partículas por
abrasión, desgaste, impacto y disolución; b) produce una clasificación o graduación de las
partículas.

Depósito de los sedimentos

Después de que las partículas se han formado y se han transportado se depositan para formar
el suelo sedimentario. Las tres causas de este depósito en el agua son: la reducción de la
velocidad, la disminución de la solubilidad y el aumento de electrolitos. Cuando una corriente
desemboca en un lago, océano, o un gran volumen de agua, pierde la mayor parte de su
velocidad. Disminuye así la fuerza de la corriente y se produce una sedimentación. Cualquier
cambio en la temperatura del agua o en su naturaleza química puede provocar una reducción en
la solubilidad de la corriente, produciéndose la precipitación de alguno de los elementos
disueltos.

La tabla resume algunos de los efectos de los cinco agentes citados sobre los sedimentos.
- Agua Aire Hielo Gravedad Organismos
Ligeros
efectos de
Reducción por disolución, abrasión
Considerable
ligera abrasión en Considerable Impacto por el
Tamaño abrasión e
superficie, abrasión e reducción considerable transporte
impacto
impacto en el arrastre. directo por
organismos
vivos.
Elevado Partículas
Forma y Redondeo de arena y Angulosas,
grado de angulosas y -
redondez grava no esféricas
redondeo planas

Arena: liza pulimentada El impacto


Textura brillante produce Superficies Superficies
-
superficial superficies estriadas estriadas
Limo: escaso efecto mates
Muy
Clasificación
Considerable considerable Muy escasa Nula Limitada
por tamaño
(progresiva)

Suelos residuales

Los suelos residuales se originan cuando los productos de la meteorización no son


transportados como sedimentos, sino que se acumulan en el sitio en que se van formando. Si la
velocidad de descomposición de la roca supera a la de arrastre de los productos de la
descomposición se produce una acumulación de suelo residual. Entre los factores que influyen
en la velocidad de alteración de la naturaleza de los productos de la meteorización están el
clima (Temperatura y lluvia), la naturaleza de la roca original, el drenaje y la actividad bacteriana.

El perfil de un suelo residual puede dividirse en tres zonas: a) la zona superior, en la que existe
un elevado grado de meteorización, pero también cierto arrastre de materiales; b) la zona
intermedia en cuya parte superior existe una cierta meteorización, pero también cierto grado de
deposición hacia la parte inferior de la misma; y, c) la zona parcialmente meteorizada que sirve
de transición del suelo residual a la roca original inalterada.
La temperatura y otros factores han favorecido el desarrollo de espesores importantes de
suelos residuales en muchas partes del mundo.

Los espesores de los suelos residuales pueden alcanzar espesores considerables:[1] ​

Sudeste de EE. UU. 6 a 23 m


Angola 8m
Sur de la India 8 a 15 m
África del Sur 9 a 18 m
África Occidental 10 a 20 m
Brasil 10 a 25 m

Depósitos artificiales

En los dos apartados anteriores se ha comentado la formación de depósitos de suelo por la


naturaleza. Un depósito hecho por el hombre se denomina terraplén o relleno. El terraplén
constituye realmente un depósito sedimentario en el que el hombre realiza todos los procesos
de formación, de una forma controlada para alcanzar resultados previamente definidos. El suelo
se extrae, por excavación o voladura de un determinado yacimiento cuyo material cumple con
las especificaciones pre-establecidas; se transporta mediante un vehículo que puede ser un
camión, una vagoneta, un bulldozer, o por medio de barcazas o tuberías y se deposita en el lugar
predeterminado. El material puede dejarse tal como cae, o puede acomodarse y compactarse,
para alcanzar las características mecánicas deseadas.

Alteraciones de los suelos después de su formación

El especialista en suelos, al concebir un proyecto, debe proyectar las estructuras no solamente


para las propiedades del suelo al comienzo de la obra sino que también para toda la vida útil de
la misma. El tamaño y la forma de un depósito determinado, como las propiedades mecánicas
del suelo que lo componen, pueden presentar grandes variaciones de manera muy significativa.
Muchas de estas variaciones se producen independientemente de la actividad humana,
mientras que otras se deben a la presencia de la obra. El suelo no es inerte, sino que es bastante
activo y muy sensible a las condiciones de su entorno.
Presiones
Véase también: Presión lateral del suelo

En general un aumento de la presión sobre un elemento de suelo produce un incremento de la


resistencia al esfuerzo cortante, una disminución de la compresibilidad y una reducción de la
permeabilidad; los efectos contrarios se producen si las presiones disminuyen. Los cambios
producidos por la reducción de la presión suelen ser menores que los producidos por un
incremento de presiones de igual magnitud. El suelo se comporta por lo tanto como un cuerpo
no perfectamente elástico.

Durante la formación de un suelo sedimentario la presión total a una cota determinada continúa
aumentando al ir creciendo la altura de la capa de suelo sobre el punto considerado. Así pues,
las propiedades de un suelo sedimentario a una determinada profundidad están cambiando
continuamente a medida que se va formando el depósito. La eliminación de las tierras
superiores, por ejemplo por efecto de la erosión, da lugar a la reducción de las presiones. Un
elemento de suelo que está en equilibrio bajo la máxima presión que ha experimentado en toda
su historia se denomina normalmente consolidado, mientras que un suelo en equilibrio bajo una
presión inferior a la que lo consolidó se denomina sobre consolidado.

Tiempo

El tiempo es una variable que interviene en los demás factores que contribuyen a las variaciones
del comportamiento del suelo (en especial las presiones, la humedad y las condiciones del
medio). Para apreciar las variaciones los efectos complejos de una variación de presiones, el
agua debe ser expulsada o absorbida por el elemento del suelo. Debido a la permeabilidad
relativamente baja de los suelos de grano fino, se requiere un cierto tiempo para que esta agua
escape o penetre en tales suelos. Por otro lado el tiempo es un factor evidente en las reacciones
químicas, como las que se producen en los procesos de meteorización.El tiempo
meteorológico, o atmosférico, se define como el estado de la atmósfera en un determinado
momento. Se toma en cuenta la humedad (absoluta y relativa), la temperatura y la presión, en un
determinado lugar y momento. Como cada uno de los instantes son más o menos prolongados
en el tiempo, y en extensión, se le denomina tipo de tiempo.

Agua
El agua puede tener dos efectos perjudiciales sobre el suelo. En primer lugar, la sola presencia
del agua disminuye las fuerzas de atracción entre las partículas arcillosas. En segundo lugar, el
agua intersticial puede, en determinadas situaciones particulares, soportar los esfuerzos
aplicados, modificando así el comportamiento del suelo.

Una muestra de arcilla, que puede tener una resistencia similar a la del cemento pobre cuando
seca, puede convertirse en fango al sumergirse en agua. Así pues, el aumento de la humedad en
un suelo reduce, por lo general, la resistencia del mismo.

Las condiciones del agua intersticial pueden variar por causas naturales y por intervenciones
andrógenas. Entre las causas naturales está la variación anual de precipitaciones, y por ende de
la humedad en el suelo. En la estación seca, a causa de las pocas precipitaciones el nivel
freático disminuye, en oposición a esto, en el período lluvioso, la abundancia de agua provoca
una elevación del nivel freático. Esta variación de humedad en el suelo produce una variación
significativa de las propiedades del suelo a lo largo del año.

Por otro lado, muchos procesos constructivos modifican las condiciones del agua freáticas, y
consecuentemente provocan variaciones importantes en las características de los suelos.

El contenido de humedad influye en las propiedades físicas de una sustancia: en el peso, la


densidad, la viscosidad, el índice de refracción, la conductividad eléctrica y en muchas otras.

Entorno o ambiente

Existen varias características del entorno de un suelo que pueden tener una influencia
importante en el comportamiento mecánico de este. Entre estas características están la
naturaleza del fluido intersticial y la temperatura.

Por ejemplo una arcilla sedimentaria o compactada puede haberse formado con un fluido
intersticial de una cierta composición química y a una determinada temperatura, pero ambos
factores pueden variar a lo largo de la vida del depósito. Un ejemplo clásico es el de la arcilla
marina, depositada en agua con un elevado contenido de sales: 35 g de sal por litro de agua, en
las condiciones marinas típicas. Las arcillas marinas han sufrido frecuentemente
levantamientos tectónicos por lo cual se encuentran por encima del nivel del mar, y el agua que
se filtra a través de las mismas tiene un contenido en sales muy inferior al agua del mar. Así a lo
largo del tiempo se produce una disminución lenta y gradual de la sal contenida en los poros del
sedimento arcilloso, de forma que al cabo de muchos miles de años de lavado o lixiviación, el
fluido intersticial puede ser muy diferente del original que existía en el momento de la formación
del sedimento. La reducción del contenido de los electrolitos del agua en torno a las partículas
del suelo puede reducir la fuerza neta de atracción entre las mismas. En otras palabras el
arrastre de la sal de entre los poros puede reducir la resistencia al corte del terreno.

Suelos y agricultura

Los suelos que pueden utilizarse para el cultivo se dice que son fértiles. Esto significa que el
suelo es lo suficientemente rico en los nutrientes necesarios como para permitir el crecimiento
sostenido de las plantas y árboles útiles para el ser humano.La capacidad real de un suelo para
mantener tal crecimiento se denomina productividad u depende de que el suelo sea fértil y de
que tenga una estructura y consistencia adecuada que permita trabajarlo con facilidad. El arado
airea el suelo, permite la circulación de agua y facilita el crecimiento de las raíces de las plantas.
A pesar de que las precipitaciones sena adecuadas, algunos suelos, son improductivos porque
drenan demasiado rápido, esto es, son demasiado permeables. Otros suelos pueden ser
estériles debido a que son impermeables.

Referencias

1. G.F. Sowers. "Engineering Properties of Residual SoilsDerived from Igneous and


Metamorphics Rocks.
T.W.Lambe, R.V. Whitman. Mecánica de suelos, (La formación de suelos). 1997.

Vicente Pérez Alama. Materiales y procedimientos de construcción (Mecánica de suelos y


cimentaciones). 2004

James R. Craig, David J. Vaughan, Brian J. Skinner Recursos de la Tierra: Origen, uso e
impacto ambiental. 2006. Madrid España.

Véase también

Suelo

Estructura del suelo

Expansividad de suelos

Universidad Nacional de Colombia. Mecánica de los Suelos 2002) (http://www.bdigital.unal.ed


u.co/1864/)
Datos: Q6135187

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Última edición hace 2 años por Enriquepomares

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