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IMPUESTO A LA RENTA
Introducción.-
Se denominan rentas “empresariales” a aquéllas que tienen su fuente productora
en la “empresa”, es decir, en la combinación de “capital” y “trabajo” que, como
señala J. R. García Mullín1, produce utilidades distintas y posiblemente superiores
a las que generan cada una de esas fuentes de manera independiente.
Desde un punto de vista teórico, la fuente “empresa” está vinculada con cualquier
actividad de tipo comercial, mercantil, industrial o, en general, cualquier actividad
que comporta predominantemente un interés por obtener una mayor ventaja
económica y por la que se asume, en consecuencia, el riesgo de invertir un
capital. De allí que la fuente “empresa” sea considerada como el resultado de
combinar las fuentes “trabajo” (actividad) con “capital” (inversión en riesgo).
En nuestro país2, todas las rentas que califican como empresariales y que sean
de fuente peruana son consideradas de tercera categoría para efectos del
Impuesto a la Renta. Están sujetas a una imposición cedular y afectas a una tasa
proporcional de 29.5%, es decir, se gravan con un régimen propio e
independiente que conlleva que, en ningún caso, sean acumuladas a las rentas
de otras categorías que un contribuyente puede obtener. 3
Decreto Legislativo N° 774 aprobado por el D.S. N° 179-2004-EF y todas sus normas
modificatorias posteriores. En el presente texto se le encontrará referido únicamente como “la
Ley”.
3 Durante los ejercicios 2015 y 2016 la tasa del régimen empresarial fue 28%.
obligación de pagar el referido impuesto. La declaración y pago del impuesto se
realiza durante los cuatro primeros meses del año siguiente a aquel en que se
produjeron las rentas gravadas, aunque durante el curso del año en el que se
fueron generando dichas rentas existe la obligación de efectuar anticipos o pagos
a cuenta del impuesto a la renta.
determinado valor, así como relacionados al número de empleados que tengan, los que no
podrán ser más de 10.
8 En estricto, este régimen también puede ser aplicable, por excepción, a determinados
perceptores de rentas de cuarta categoría. En efecto, está previsto que puedan acogerse al
Nuevo RUS también las personas naturales domiciliadas no profesionales que perciban rentas
de cuarta categoría únicamente por actividades de oficios.
Es de notar que también existen actividades empresariales que no permiten acogerse al Nuevo
RUS, en términos generales estas actividades son similares a aquellas excluidas del RER.
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que es un impuesto ideado para facilitar el cumplimiento de las obligaciones
tributarias al sustituir al pago del Impuesto a la renta e Impuesto general a las
ventas. En efecto, los contribuyentes del Nuevo RUS satisfacen sus obligaciones
tributarias que corresponderían al Impuesto a la renta y al IGV, únicamente con el
pago que corresponde a este régimen, pago que es fijado en función del monto
de sus ingresos y de sus compras. Como nota característica, quienes tributan en
el Nuevo RUS están prohibidos de emitir facturas u otros comprobantes que
permitan ser usados con fines de gasto o crédito tributario, solo pueden emitir
boletas de ventas pues dicho régimen está diseñado pensado en quienes
realizan operaciones con consumidores finales.
9 El Nuevo RUS está regulado por el Decreto Legislativo Nº 937 y modificatorias, entre ellas,
las introducidas por Decreto Legislativo Nº 1270 de diciembre pasado.
10 A notar que no existe una restricción similar en el caso del RER, régimen al que sí pueden
sea que sea de su propiedad o que la explote bajo cualquier forma de posesión.
13 Estos montos no pueden exceder cada uno de S/.8,000, de lo contrario no pueden tributar en
el Nuevo RUS. Dicho de otro modo, si en un mes se excede el monto máximo de ingresos o
adquisiciones establecidos para la categoría 2 (que es de S/.8,000) no pueden permanecer en
este régimen.
14 Anualmente sus ventas o sus compras no pueden exceder de S/. 96,000 (valoradas por
separado).
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rentas empresariales cumplan con el pago del impuesto a la renta mediante su
acogimiento voluntario al régimen denominado Régimen Mype Tributario15. En
este régimen los contribuyentes quedan afectos al pago del impuesto a la renta
(sobre la renta anual que debe ser determinada con arreglo a las reglas del
régimen general) con una tasa progresiva acumulativa que tiene dos tramos:
hasta 15 UIT se aplica la tasa de 10% y por el exceso, la tasa de 29.5%. Durante
el ejercicio anual, los contribuyentes de este régimen deberán efectuar pagos a
cuenta según los porcentajes preestablecidos.16
Los cuatro regímenes descritos (Régimen general, RER, Nuevo RUS y Mype
Tributario) coexisten en nuestro sistema como alternativas para los
contribuyentes con pocos ingresos. Cada uno de ellos tiene ventajas y
desventajas por lo que se deja a cada caso concreto el establecer su
conveniencia.
15 El Régimen Pyme Tributario fue creado por el Decreto Legislativo Nº 1269 de diciembre
2016.
16 Los pagos a cuenta se determinan con el porcentaje del 1% si los ingresos netos anuales no
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En principio, y de acuerdo a la fuente generadora de las rentas incluidas en este
régimen, es materia gravable todo aquello que provenga de la realización de una
actividad empresarial. Con tal fin, no cabe hacer distingo entre quiénes la realicen
y, en tal sentido, es considerado contribuyente de este régimen todo aquél que se
dedique a dicha actividad sea persona natural, persona jurídica o cualquier otro
ente colectivo.
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prevista en el artículo 16 de la Ley) o la sucesión indivisa (de acuerdo a lo
dispuesto por el artículo 17 de la Ley).
Son también rentas de tercera categoría, según la Ley, las demás rentas que
obtengan las personas jurídicas, cualquiera sea la categoría a la que debieran
atribuirse19. Esta disposición tiene dos alcances:
que obtengan las personas jurídicas a que se refiere el Artículo 14° de esta Ley y las empresas
domiciliadas en el país, comprendidas en los incisos a) y b) de este artículo o en su último
párrafo, cualquiera sea la categoría a la que debiera atribuirse.
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eventuales rentas gravadas de estas personas jurídicas, serán calificadas
como de tercera categoría en tanto sean de fuente peruana.
Por otro lado, de acuerdo con la Ley generan rentas de tercera categoría,
además de las actividades propiamente empresariales, las siguientes:
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existe una preeminencia de la condición de “persona jurídica” por encima del tipo
de actividad que genera los ingresos. Como ya se ha visto, además, cualquier
renta de una persona jurídica aunque no tuviese origen empresarial, tributará bajo
las rentas del régimen general.
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Ello ocurre, por ejemplo, en el supuesto previsto en el artículo 4 de la Ley en el
que se señala que de producirse la enajenación de tres inmuebles en el curso de
un año, los resultados que se obtengan a partir de la tercera enajenación estarán
gravados como operaciones habituales y, por tanto, sujetos al régimen
empresarial
22No confundir estos tres casos con las enajenaciones de inmuebles que le producen a la
persona natural ganancias de capital. Estas últimas son rentas de segunda categoría; en
cambio, las enajenaciones de inmuebles en esos tres casos, son rentas de tercera categoría.
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En tales supuestos, por tanto, no se exige que la persona califique como
“habitual” para gravar estas operaciones: basta con que las realice una sola vez
para que tenga la obligación de pagar el impuesto bajo el régimen de las rentas
empresariales.
Ahora bien, si tales ingresos son obtenidos por una empresa, se mantiene la
regla, es decir, que el íntegro del ingreso será considerado renta bruta de tercera
categoría.
No sucede igual cuando la operación que ha dado origen a la renta ha sido una
enajenación, sea ésta haya sido de mercaderías, de bienes producidos por el
enajenante, de los activos fijos con los que realiza su actividad, o incluso si se
trata de los casos especiales de enajenación de bienes realizadas por personas
naturales que se trató en el punto anterior.
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debidamente sustentado (generalmente, en un comprobante de pago) a
efectos que pueda ser descontado del ingreso neto.
23“Artículo 57: A los efectos de esta Ley el ejercicio gravable comienza el 1 de enero de cada
año y finaliza el 31 de diciembre, debiendo coincidir en todos los casos el ejercicio comercial
con el ejercicio gravable, sin excepción.”
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del impuesto es un elemento intrínseco al fenómeno productivo de la renta que
queda circunscrito a un ejercicio anual para efectos de determinar el impuesto
que corresponderá pagar a una empresa.
Ahora bien, la renta neta anual gravada con el impuesto es aquella que resulta
después de haber deducido los gastos en los que se hubieran incurrido en el
año, por tanto, tanto ingresos como gastos están sometidos a la regla según la
cuál, los únicos relevantes para determinar la renta neta anual gravada y el
consecuente impuesto a pagar, son aquellos que pertenezcan a dicho ejercicio
gravable.
Dichas así las cosas, el aspecto temporal adquiere vital relevancia para efectos
de poder determinar si una renta pertenece o no a un ejercicio en particular y si
afecta directamente el monto final del impuesto por pagar. Por tal razón, no
puede quedar librado a la decisión del contribuyente decidir el momento que
una renta ya puede ser considerada como producida pues ello conllevaría el
poder de alterar o manipular los resultados que deben resultar gravados en un
año.
24El criterio del devengado en el impuesto a la renta no es una creación del derecho tributario
sino el recojo de una regla contable preexistente.
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El artículo 57 de la Ley no contiene una definición del criterio de lo devengado,
como tampoco lo hace ningún otro artículo ni el reglamento. En doctrina y
jurisprudencia existe consenso en que el devengo se produce cuando:
Bajo dicho marco se debe tener presente que una renta o, en su caso un gasto,
corresponden al ejercicio gravable en que surge el derecho a su cobro o la
obligación de su pago. La Ley, no obstante, podrá agregar en determinados
algunos requisitos formales para la procedencia del gasto.
En efecto, este principio debe ser entendido en el sentido que, antes de proceder
a la deducción de un gasto, se debe verificar su vinculación con las actividades
empresariales. Todo monto que va a reducir la base imponible del Impuesto a la
Renta debe encontrar justificación en el hecho que lo que se busca con dicho
gasto es la realización de la actividad empresarial y por ende obtener mayores
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beneficios. En otras palabras, la regla sustantiva para que un gasto pueda,
efectivamente, ser restado de la renta bruta empresarial es que este debe
haber sido causado u originado en la actividad empresarial.
Dicha cláusula contiene dos reglas precisas para poder identificar qué gastos
podrán disminuir la base imponible del impuesto a la renta: a) se fundan en la
necesidad de la actividad empresarial; y, b) no deben estar expresamente
prohibidos por la Ley.
Por ello, debe quedar claro que el mencionado artículo 37 ha regulado de modo
expreso los gastos sobre los que ha dispuesto límites, condiciones,
tratamientos especiales o restricciones, mas no se trata de una lista cerrada de
los gastos que podrán ser admitidos como deducibles pues, para que así
ocurra lo fundamental será que respondan al principio de causalidad. En efecto,
es preciso remarcar que no es necesario que un gasto esté expresamente
mencionado en la Ley para que proceda su deducción, lo importante es que
exista y que se pueda acreditar el nexo causal que lo liga con la actividad
empresarial del contribuyente.
“Para efecto de determinar que los gastos sean necesarios para producir
y mantener la fuente, estos deberán ser normales para la actividad que
genera la renta gravada, así como cumplir con criterios tales como
razonabilidad en relación con los ingresos del contribuyente, generalidad
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para los gastos a que se refieren los incisos l) y ll) de este artículo; entre
otros.”
De este último párrafo se desprende que la causalidad del gasto se mide por la
relación de necesidad que existe entre la marcha de la actividad empresarial y
la erogación efectuada, pero además, vienen en ayuda para esclarecer dicha
necesidad, los criterios de normalidad y razonabilidad del gasto y, en su caso,
su generalidad.
- Gastos necesarios: Será deducible todo gasto que tenga como finalidad
producir la renta gravada o mantener la fuente productora. Son deducibles,
por ejemplo, las remuneraciones del personal, los alquileres pagados por
bienes inmuebles o muebles, las regalías por uso de intangibles, el pago
por servicios públicos, etc.
Para evitar que sean utilizados con fines de evasión y aun cuando son
gastos que pueden ser perfectamente sustentados, la Ley limita, por
ejemplo, las deducciones por gastos de representación, por intereses, las
remuneraciones a los miembros del Directorio, los gastos de viaje y
viáticos, los gastos realizados en el extranjero, entre otros.
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facturas27. Los gastos que no puedan sustentarse adecuadamente (por
constar en boletas de venta o tickets emitidos por contribuyentes que
tributan en el Nuevo RUS) quedan limitados a un monto deducible
equivalente al 6% de los gastos que sí están debidamente acreditados. Tal
límite no puede exceder de 200 UIT en el ejercicio gravable28.
Los bienes del activo de una empresa (excepto inmuebles) que caen en
obsolescencia o desuso también pueden dar lugar a una deducción
equivalente al íntegro del valor que quedaba por depreciar o, a opción del
contribuyente, se puede continuar con la depreciación hasta agotarla29.
costo aquellos sustentados con Boletas de Venta o Tickets que no otorgan dicho derecho,
emitidos sólo por contribuyentes que pertenezcan al Nuevo Régimen Único Simplificado -
Nuevo RUS, hasta el límite del 6% (seis por ciento) de los montos acreditados mediante
Comprobantes de Pago que otorgan derecho a deducir gasto o costo y que se encuentren
anotados en el Registro de Compras. Dicho límite no podrá superar, en el ejercicio gravable,
las 200 (doscientas) Unidades Impositivas Tributarias.”
29 Artículo 43 de la Ley.
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La amortización, por su parte, es un concepto equivalente al de
depreciación pero utilizado para los bienes intangibles de duración
limitada. La amortización aceptada tributariamente es aquélla
correspondiente al precio pagado por dichos intangibles, pudiendo ser
considerada como gasto y aplicado a los resultados del negocio en un
solo ejercicio o amortizarse proporcionalmente en el plazo de 10 años.
Por su parte, el artículo 44 de la Ley señala de modo expreso los gastos que no
pueden ser deducidos de la renta bruta, entre los que se cuentan, por ejemplo,
aquellos originados en gastos personales, en sanciones administrativas,
intereses moratorios pagados en aplicación del Código Tributario o los gastos que
no estén debidamente sustentados, entre otros. Así, desde el punto de vista de
la sustancia o naturaleza del gasto, será la causalidad de su origen –entendida
en los términos detallados del artículo 37- lo que decida su procedencia como
deducible o no, para efectos del impuesto a la renta, a menos que estuviera
expresamente excluido por disposición del artículo 44.
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efectos de la determinación de dicho impuesto: uno será su devengo en el
ejercicio gravable y el segundo, que cumpla con el principio de causalidad30.
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La jurisprudencia (entre ellas la RTF Nº 5732- 1-2005 y más recientemente la RTF Nº
03682-1-2015) ha convalidado un elemento adicional exigible al gasto deducible del impuesto a
la renta, y es el que este sea fehaciente. Es de notar que en los artículos 37 y 44 no hay
referencia alguna a la fehaciencia, dicho criterio encuentra razón en las tareas fiscalizadoras de
SUNAT y en la necesaria obligación de los contribuyentes de poder contar con todos los
resguardos y documentos que acrediten la veracidad de los gastos que aducen. Ello resulta
lógico en tanto no solo basta alegar la ocurrencia de un gasto sino que se debe poder
demostrar que la operación que sustenta el gasto realizado (por ejemplo el haber requerido un
servicio) es real y efectivamente se ha producido.
31 Siempre tomando en consideración las exclusiones que pudieran haber por rentas inafectas
o exoneradas.
32 Excepcionalmente, en aquellos casos en que debido a razones ajenas al contribuyente no
hubiera sido posible conocer un gasto de la tercera categoría oportunamente y siempre que la
Administración Tributaria compruebe que su imputación en el ejercicio en que se conozca no
implica la obtención de algún beneficio fiscal, se podrá aceptar su deducción en dicho ejercicio,
en la medida que dichos gastos sean provisionados contablemente y pagados íntegramente
antes de su cierre.
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- Si durante el ejercicio no solo se han obtenido ganancias sino que
determinadas actividades u operaciones del contribuyente generaron
pérdidas, estos resultados deben ser compensados con las ganancias
que, por otras actividades también generadoras de rentas de tercera
categorías, se hayan obtenido durante el ejercicio. A la renta neta de
tercera categoría se le denomina “renta neta empresarial”33
- A las rentas netas de fuente peruana se les deben sumar las rentas
netas de fuente extranjera que los contribuyentes hayan obtenido
durante el ejercicio34, ya que de acuerdo a la base jurisdiccional del
impuesto, los contribuyentes domiciliados en el país deben tributar por
sus rentas de fuente mundial.
- Con este fin, los contribuyentes deben compensar entre sí los resultados
que arrojen sus fuentes productoras de renta extranjera y solo si hay
renta neta, proceder a adicionarlas a las rentas locales. Las pérdidas
que los contribuyentes pueden obtener por actividades en el extranjero
no pueden ser compensadas con sus rentas locales o, lo que es lo
mismo, para determinar la base imponible del impuesto, solo cuentan los
resultados positivos o beneficios obtenidos en el extranjero.
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con los resultados positivos que se obtuvieran por actividades empresariales
desarrolladas en el extranjero.
36Se tiene lo que se denomina un sistema de “balance doble”, uno que contiene el resultado
contable y otro que tiene el tributario, resultado este último sobre el que se pagará el impuesto
del año.
37 Dicho de otro modo, los diferentes resultados se producen puesto que la contabilidad
responde principalmente a un principio de prudencia con el que deben ser establecidos los
resultados empresariales, mientras que con las normas de determinación del impuesto a la
renta el legislador busca aproximarse del modo más cierto posible a la riqueza gravada como
expresión de capacidad contributiva del sujeto, en este caso, la empresa.
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renta imponen38. De este modo, se consigue la base imponible o de cálculo del
impuesto a la renta empresarial.
Arrastre de pérdidas39.-
38 El reglamento de la Ley contiene la única norma que alude de modo directo a la posibilidad
de que existan diferencias entre lo contable y lo tributario.
“Artículo 33º.- DIFERENCIAS EN LA DETERMINACION DE LA RENTA NETA POR LA
APLICACION DE PRINCIPIOS DE CONTABILIDAD GENERALMENTE ACEPTADOS
La contabilización de operaciones bajo principios de contabilidad generalmente aceptados,
puede determinar, por la aplicación de las normas contenidas en la Ley, diferencias temporales
y permanentes en la determinación de la renta neta. En consecuencia, salvo que la Ley o el
Reglamento condicione la deducción al registro contable, la forma de contabilización de Las
operaciones no originará la pérdida de una deducción.
Las diferencias temporales y permanentes obligarán al ajuste del resultado según los registros
contables, en la declaración jurada
39 Artículo 50 de la Ley.
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compensado transcurrido ese lapso, no podrá arrastrarse a los
ejercicios posteriores.
Los contribuyentes del régimen general del impuesto a la renta deben realizar
mensualmente pagos anticipados del impuesto utilizando uno de los dos sistemas
previstos en la Ley40.
Ambos sistemas son similares, en tanto utilizan como base de referencia el total
de los ingresos netos devengados en cada mes que obtienen los
contribuyentes. En otros términos, en el régimen general los pagos a cuenta son
siempre equivalentes a una porción de los ingresos netos del mes.
40 Artículo 85 de la Ley.
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La utilización de uno u otro sistema no constituye una opción para el
contribuyente. Muy por el contrario, cada sistema se aplica de modo excluyente y
de acuerdo a las características o situación del obligado a efectuarlos.
1. Sistema del coeficiente: Para los contribuyentes que tuvieron renta neta
el ejercicio anterior; es decir, para aquéllos que pagaron impuesto a la
renta en el último ejercicio.
El coeficiente puede ser variado en el curso del ejercicio, sobre la base del
estado de ganancias y pérdidas al 31 de julio. El nuevo coeficiente se
aplica a los pagos a cuenta que restan realizar en ese año (de agosto a
diciembre).
El porcentaje puede ser suspendido a partir del pago a cuenta del mes de
febrero, marzo, abril o mayo, de acuerdo con los requisitos específicos que
establece la Ley. Asimismo, el porcentaje podrá ser variado a partir del
pago a cuenta del mes de mayo por el coeficiente que se obtenga de
dividir el monto del impuesto calculado entre los ingresos netos que
resulten del estado de ganancias y pérdidas al 30 de abril.
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Declaración anual del impuesto y saldo por regularizar.-
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