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3.7. TASA DE EROSIÓN PERMISIBLE.

La pérdida de suelo es el suelo desprendido de una pendiente determinada. La


producción de sedimentos es el volumen de suelo depositado en un punto que está
bajo evaluación. En términos generales, podría adoptarse la definición dada por
Wischmeier y Smith (1978) para el concepto de Tolerancia de Pérdidas de Suelo:
“máximo nivel de erosión del suelo que permite un elevado nivel de productividad
del cultivo, sostenible económica e indefinidamente”.
La principal dificultad que emerge de esta cuestión, es la acotación del máximo nivel
de erosión permisible, el cual a su vez está condicionado por la tasa de formación
del suelo; Johnson (1987) reporta algunos estimativos de la tasa de formación del
suelo, desde distintas ópticas: bajo condiciones ideales de manejo del suelo, éste
podría formarse a una tasa de una pulgada en cerca de 30 años, es decir, cerca de
0,8 mm año–1 (Hudson,1971); bajo condiciones naturales, la tasa de formación
podría ser de una pulgada en un rango que oscila entre300 y 1.000 años (Pimentel
et al, 1976); bajo prácticas agrícolas normales, la tasa de formación puede ser de25
milímetros en 100 años (0,25 mm año–1). Por su parte, Morgan (1986) considera
que una tasa de formación adecuada para un suelo agrícolamente productivo, es
del orden de 0,1 mm año–1, equivalente a 0,1kg m–2 año–1 (1 ton ha-1 año-1),
asumiéndose una densidad del suelo de 1 Mg2 m–3 y basándose en estimativos de
meteorización de las rocas.

3.8. VARIACIÓN TEMPORAL Y ESPACIAL DE LA EROSIÓN.

El total de sedimentos recogidos en cada recolector y en cada evento es secado y


pesado, calculándose el promedio de exportación por unidad de superficie en cada
parcela (gm-2). Los valores se consideran como estimaciones de la exportación
neta producida en las superficies definidas en el área de trabajo, desconociéndose
los efectos internos de remoción y transporte por salpicadura y arroyada. Para
comprobar la gradación espacial y temporal de los efectos de la superficie protegida
sobre la producción de sedimentos, los resultados obtenidos en las parcelas y
eventos de precipitación deben ser sometidos a la prueba no paramétrica de rangos.

3.9. REPERCUSIÓN DE LA EROSIÓN DEL SUELO EN LAS


PROPIEDADES FÍSICAS Y QUÍMICAS

Impacto en las propiedades físicas


La mezcla de materiales dentro de los horizontes superficiales del perfil, en terrenos
erosionados que son cultivados, origina un horizonte superficial Ap, con aportes de
material proveniente del horizonte B del pedón original. El material proveniente del
horizonte B, en suelos maduros, es rico en arcillas, de poca fertilidad, con bajo
contenido de materia orgánica y capacidad de almacenamiento de agua,
características que le son transferidas al horizonte superficial (Frye et al., 1982,
Mokma et al., 1996).
McDaniel y Hajek (1985) encontraron que el contenido de arcilla en la superficie de
suelo incrementó desde 8 a 16% cuando éste fue erosionado moderadamente, el
cambio en la distribución del tamaño de las partículas afectó la relación agua-aire
del suelo, alterando muchos de sus procesos sistémicos. Por otro lado, existen
estudios que han reportado un incremento en la retención del agua en el horizonte
superficial de un suelo erosionado (Lowery et al., 1995).
La proporción porosa del suelo es otra de las propiedades fuertemente afectadas.
Como consecuencia de la dispersión y movilización de partículas dentro del perfil,
disminuye la cantidad de macroporos debido al taponamiento de estos. Asimismo,
se han encontrado diferencias morfológicas notorias en el color de los horizontes
afectados por la disminución en su espesor, cambios que implican colores
visiblemente más claros en los horizontes Ap que han sido sometidos a ensayos de
remoción de suelo (Tanaka y Aase, 1989, Gollany et al.,1992, Rhoton y Lindbo,
1997).

Impacto en las propiedades químicas y biológicas


La pérdida de materia orgánica producto de la erosión del suelo es debido
principalmente al transporte de sedimento por escorrentía; la remoción del suelo
disminuye el contenido de carbono orgánico en las capas superficiales, reduciendo
la capacidad de almacenamiento de agua, la diversidad de organismos y la
agregación de partículas.

La conexión entre la reducción de la materia orgánica producto de la erosión con


otros efectos dentro del suelo es amplia, destacándose un incremento de la
densidad aparente del suelo y una marcada disminución en la permeabilidad,
aireación y capacidad de abastecimiento de agua, entre otros (Chonghuan y Lixian,
1992). Esta relación es aún más estrecha con las propiedades químicas y biológicas
del suelo, ya que la materia orgánica es la principal fuente natural de nitrógeno (N)
disponible en el suelo, contiene alrededor del 65% del fosforo (P) total, y provee
cantidades significativas de azufre y otros nutrientes esenciales para el crecimiento
de la planta (Bauer y Black, 1994).
Así como la M.O. constituye la principal fuente de nutrientes en el suelo en estudios
de campo en los que no se realizan aplicaciones de fertilizantes (Florchinger, 2000),
existe una fuerte influencia de esta propiedad sobre las concentraciones de
nutrientes en suelos erosionados (Eck, 1987, Florchinger et al., 2000).
La erosión reduce la fertilidad del suelo, removiendo físicamente sus nutrientes
mediante el arrastre de partículas de los horizontes superiores; no obstante, existe
también un efecto indirecto en la disponibilidad de nutrientes, que se desencadena
producto de la alteración del nicho ecológico de los organismos del suelo.

3.10. AGENTES DE LA EROSIÓN

Los factores que afectan la erosión y la sedimentación están en función del tipo de
erosión en cuestión. Sin embargo, como regla general, se puede decir que la erosión
que ocurrirá en un suelo específico va a depender directamente de ciertas variables,
las cuales se enumeran a continuación (Morgan, 2005):
✓ Clima

✓ Vegetación

✓ Hojarasca

✓ Tipo de suelo

✓ Topografía

✓ Velocidad del flujo

✓ Uso de la tierra

3.11. MECANISMOS DE LA EROSIÓN HÍDRICA

El fenómeno de erosión del suelo por el agua se exterioriza bajo dos formas
fundamentales cuyo mecanismo varía.

Ataque del suelo en superficie.


Implica dos fases:
o Formación de elementos susceptibles de ser arrastrados por el agua.

o Arrastre y transporte de estos elementos.

En el curso de estas dos fases intervienen tres acciones:


• Acción de las precipitaciones

• Acción por escorrentía

• Acción del hielo y el deshielo

Ataque del suelo en su perfil.


La segunda circunstancia, no menos importante, es la que resulta, en medios de
relieve acentuado, de la saturación de una capa de suelo por encima de un horizonte
impermeable más o menos profundo.

3.12. EROSIÓN POR LA GOTA DE LLUVIA

Es la que tiene lugar como consecuencia del impacto de la gota de lluvia sobre el
terreno.
Aunque la velocidad de impacto depende del tamaño de las gotas, la velocidad del
viento y la turbulencia, bajo condiciones normales su diámetro máximo es de
alrededor de 6 mm, con una velocidad de impacto de aproximadamente 9 m s-1.
Estos impactos rompen los agregados haciendo saltar las partículas, dejándolas
expuestas y disponibles para ser arrastradas por el agua. Está claro que antes que
el flujo precanalizado o canalizado se alcance, el impacto de las gotas es la causa
más importante de desprendimiento de suelo, particularmente en regiones en que
las lluvias no generan escurrimientos. Este tipo de erosión hídrica precede y
condiciona a los demás, y su repercusión puede ser enorme, ya que al romper los
agregados del suelo, elimina la principal resistencia que presenta el suelo a la
erosión.

3.13. EROSIÓN POR ESCURRIMIENTO

La escorrentía se desarrolla desde el momento en que el suelo deja de absorber la


totalidad de la lluvia que cae sobre él, siendo responsable el arrastre de las
partículas.
Cuando el agua escurre por la superficie del suelo no es frecuente que lo haga en
forma de una lámina continua.
En general, las más pequeñas rugosidades o asperezas del terreno provocan la
formación de multitud de venas de agua que escurren aproximadamente siguiendo
la línea de máxima pendiente. Estas venas al tener una pues, una capacidad de
arrastre y una potencia bruta de transporte de partículas sólidas.

3.14. FORMAS DE LA EROSIÓN HÍDRICA

Se reconocen 5 tipos principales de erosión hídrica:


❖ Erosión por salpicadura (splash erosion)

❖ Erosión de flujo precanalizado (sheet erosion)

❖ Erosión de canalículos (rill erosion)

❖ Erosión de cárcavas (gully erosion)

❖ Erosión de riberas (streambank erosion)

3.15. ESTIMACIÓN DE LA PÉRDIDA DE SUELO POR EROSIÓN


3.15.1. POR MEDICIÓN DIRECTA

La medición directa de los cambios en el nivel del suelo resulta adecuada cuando
la erosión está localizada, los índices de erosión son elevados y la posición de la
erosión es predecible, como en las tierras en pendiente deforestadas, o los pasos
del ganado a través de los pastizales. Esa medición no suele ser adecuada para las
pérdidas de suelo de tierras cultivables debido a que el nivel de la superficie se verá
afectado por el cultivo y los animales; sin embargo, se han estudiado cambios a
corto plazo en zonas de cultivo de papas en surcos en Australia (McFarlane, Delroy
y van Vreeswyk 1991). Los cambios se pueden medir: a) en una dimensión con
respecto al nivel de la superficie en un punto, o b) en dos dimensiones, para obtener
un perfil o sección transversal, o c) en tres dimensiones para mediciones
volumétricas de surcos o cárcavas.

3.15.2. LA ECUACIÓN UNIVERSAL DE PÉRDIDA DE SUELO


(EUPS).
La Ecuación Universal de Pérdida de Suelo (EUPS) es un modelo diseñado para
estimar la pérdida de suelo promedio de la erosión bajo condiciones especificadas
y para un tiempo prolongado. La EUPS agrupa numerosas interrelaciones de
parámetros físicos y de manejo que influyen en la tasa de erosión en seis factores
principales cuyos valores pueden ser expresados numéricamente para un sitio
específico y que multiplicados entre sí dan por resultado una estimación de la
cantidad de suelo perdido por unidad de superficie (ha) y tiempo (año) (Becerra,
2005), éste modelo tiene la siguiente expresión:
A= R K L S C P
Donde:
A= Pérdida de suelo en ton/ha año
R= Factor de erosividad de la lluvia
K= Factor de erosionabilidad del suelo
LS= Factor de longitud y grado de pendiente
C= Factor de cultivo o cobertura vegetal
P= Factor de prácticas mecánicas

3.15.3. POR ESTIMACIÓN NUMÉRICA (LA EUPS)

Existen modelos empíricos desarrollados para estimar escurrimientos superficiales,


como los siguientes:
a) cálculo de volumen medio escurrido.
b) cálculo del escurrimiento máximo instantáneo mediante:
b1) la fórmula racional
b2) la fórmula racional modificada
b3) método de las curvas numéricas
b4) método de huellas máximas
3.15.3.1. USOS Y LIMITACIONES DE LA EUPS

La Ecuación Universal de Pérdida de Suelo (EUPS), USLE por sus siglas en inglés,
se diseñó como una herramienta de trabajo para los conservacionistas (Figueroa et
al. 1991) y es un modelo empírico o indirecto. Se buscaba con esta ecuación que el
cálculo de la pérdida de suelo se estandarizara a la vez que resultara más sencillo;
sin embargo existen limitaciones en su uso ya que la ecuación se desarrolló con
datos de parcelas experimentales en condiciones de longitud y pendiente
controladas, además que considera lluvias, cobertura vegetal y tipo de suelo
uniformes y todo en el contexto de Estados Unidos. También es de señalar que la
EUPS está basada en la capacidad de las gotas de lluvia para desprender partículas
de suelo y no brinda información certera acerca de la producción de sedimentos ni
su deposición dentro de la cuenca (McKay 2008).

3.15.3.2. ÍNDICES DE EROSIVIDAD DE LA LLUVIA

La erosividad de la lluvia, definida como la capacidad potencial de esta para causar


erosión, es medida por medio de los índices de erosividad. Los índices más
importantes y de aplicación geográfica más amplia son: EI30, KE>25, Alm, Ram y
Fournier (Wischmeier, 1959; Hudson, 1981; Lal, 1979; Roose, 1979; Arnoldus,
1980, respectivamente) aunque existen varios más con aplicaciones locales
exitosas.
El EI30 fue propuesto por Wischmeier (1959) y es definido como el producto de la
energía cinética total de la lluvia (E) por la intensidad máxima en 30 minutos (I30).
Mide el efecto en que la erosión por salpicamiento y la turbulencia del flujo se
combinan con el escurrimiento para remover del terreno partículas del suelo
separadas de este. Este proceso es conocido como erosión laminar. Su cálculo se
realiza con la siguiente ecuación.
E I30= (Ec) (I30)
Donde:
EI30= índice de erosividad para un evento (MJ.mm/ha.hr)
Ec= Energía cinética total de la lluvia (MJ/ha)
I30= Intensidad máxima de la lluvia en 30 min (mm/hr)

La energía cinética de la lluvia se obtiene con la ecuación:


Donde:
ej = es la energía cinética para el intervalo de tiempo j (MJ/ha
mm)
pj = es la cantidad de lluvia en el intervalo de tiempo j (mm)
n = es el número de intervalos con diferente intensidad, durante un mismo evento
El cálculo de ej en unidades del sistema internacional se hace usando la ecuación
(Wischmeier y Smith, 1978; Foster, et.al., 1981).

Donde:
Ij = intensidad de la lluvia en el intervalo j (mm/hr)
Ij = pj * (60)/tj
tj = tiempo del intervalo j (minutos)
ej y pj ya fueron definidos.

3.15.3.3. CÁLCULO DE LOS FACTORES DE LA EUPS

Para la estimación de erosión potencial, se aplica la multiplicación de los factores


R, K, L, S y C, el valor obtenido nos indica el número de toneladas por hectárea y
por año, que potencialmente se pueden perder, y estas son clasificadas de acuerdo
a su nivel de afectación:
3.16. MÉTODO DE VARILLAS MARCADAS.
Este método es útil solo en
terrenos no cultivados, consiste
en clavar firmemente una serie
de varillas sobre el terreno,
distribuidas en cuadriculas, cada
varilla es marcada al nivel de la
superficie para referencia
posterior. Después de un
periodo establecido se registra la
distancia desde la primera
marca de la varilla hasta el nivel
actual de la superficie del suelo,
el promedio de esas será el
espesor del suelo perdido
expresado en ton/ha. Año
(Becerra, 2005).

3.17. CUBICACIÓN DE CÁRCAVAS.

Este método consiste en cuantificar el volumen vacío de suelo, esto es, el volumen
faltante de suelo que fue arrastrado durante el proceso erosivo en la cárcava. Para
ello se requiere medir la superficie de una serie de secciones transversales en la
cárcava, las que multiplicadas por la longitud del transecto del cual son
representativas, proporcionan el volumen de material perdido por erosión, ese
volumen puede ser también expresado en toneladas (Becerra, 2005).

3.18. PARCELAS DE ESCURRIMIENTO.


Las parcelas o lotes de
escurrimiento constituyen uno de
los métodos más precisos para
cuantificar la pérdida de suelo. El
método consiste en colectar el
escurrimiento y los sólidos
arrastrados que se generan en
una pequeña parcela de forma
alargada en el sentido de la
pendiente, la escorrentía es
separada del terreno adyacente
colocando láminas de asbesto en
cuya parte inferior se colecta y es conducida por tubería a un tanque de
almacenamiento (Becerra, 2005).

3.19. EL FACTOR DE EROSIVIDAD POR LA PRECIPITACIÓN


PLUVIAL, R.

Este factor representa la capacidad de la lluvia para producir erosión. Se calcula en


base a la energía cinética de la precipitación, que es en definitiva la energía capaz
de desagregar el suelo en las partículas individuales que posteriormente serán
transportadas por la salpicadura o por la escorrentía.
De forma similar a otras variables representativas del clima de una zona (como la
cantidad de lluvia), el valor del factor R es anual y se determina por suma de los
valores Ri de cada una de las precipitaciones ocurridas en la zona durante el año.
El cálculo de Ri se realiza a partir de la energía e intensidad de las precipitaciones
de la zona:
R= Ri, siendo i = nº de tormentas ocurridas en un año
Ri= EI30 siendo
R= factor erosividad
E= energía cinética de la tormenta
I30= intensidad máxima registrada durante un intervalo de lluvia de una duración de
30´

E= f(I) (ecuación de carácter empírico), donde


E es la energía cinética de la lluvia
I es la intensidad de la precipitación (mm/h)
l factor R calculado de esta forma responde a las características físicas de la lluvia:
a mayor tamaño de gota mayor masa y mayor velocidad de caída; a mayor masa y
velocidad, mayor energía cinética de impacto; a mayor energía cinética de impacto
mayor desagregación; y, finalmente, a mayor desagregación más pérdidas de suelo.
Para determinar el factor R de una zona es imprescindible conocer la intensidad de
las tormentas que allí se producen, información registrada en la banda de un
pluviógrafo o del hietograma de la tormenta Figura 1.

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