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EXPOCISION DE MECANICA DE SUELOS

COLAPSO

1. Introducción

Algunos suelos presentan una estructura metaestable cuando los partículas que lo
forman establecen entre si vínculos mediante agentes cementantes, vínculos que
aportan una resistencia temporal a pesar de los vacíos significativos que hacen parte
de la fábrica y que pueden deformarse volumétricamente.

El colapso es un fenómeno que ocurre en suelos porosos no saturados y con estructura


metaestable y es detonado por el aumento en el grado de saturación y/o en las
tensiones que soporta el mismo suelo, provocando el ablandamiento o la remoción de
los vínculos que unen las partículas y su colapso hacia los poros vacíos (tal como se
observa en la Fig, 1), lo que se refleja en un cambio repentino del volumen del suelo y
en la pérdida de la resistencia al corte del material.

El colapso en los suelos metaestables se define como la disminución rápida de


volumen del suelo producto de las siguientes situaciones:

 El incremento en el contenido de humedad: Esta


condición puede causar deslizamientos o movimientos
entre las partículas, ya que anula o vuelve susceptible a
las fuerzas intergranulares que sirven de contacto entre
ellas, es decir, la saturación disminuye las presiones
efectivas lo que afecta a la resistencia al corte teniendo
una incidencia directa en la disminución de volumen.
 Alta concentración de tensiones: La acumulación de
tensiones en los contactos entre las partículas dan lugar
a una rotura o colapso estructural.
 Disolución de puentes de unión por inundación: Esta
situación se presenta en limos yesíferos y en suelos
tipo loess, lo que causa disminuciones de volumen
considerables.
 Área humedad: El tamaño del área que se ve sometida a
incrementos de humedad influye proporcionalmente en la
magnitud del colapso, debido a la heterogeneidad del
terreno que causa variaciones locales en características
del suelo tan importantes como su minerología, peso
unitario y cementación.

EFECTOS COLAPSO

Los efectos producidos por el fenómeno del colapso


representan un problema para las obras civiles, al potenciar el
desarrollo de fisuras y grietas en estructuras por
asentamientos diferenciales, el deslizamiento de taludes, la
ruptura de terraplenes, el hundimiento de las bancas en la
vía, daños en el pavimento entre otros problemas; de ahí la
importancia de su estudio de manera que se logre estimar su
ocurrencia y tomar las medidas pertinentes a fin de minimizar
su impacto.

La magnitud del colapso y su velocidad dependen de la


mineralogía, del porcentaje de saturación, del índice de
vacíos, de los iones absorbidos, de los tipos de iones y sus
concentraciones en el agua que está en los poros, de la
historia de esfuerzos, y las sobrecargas aplicadas) y de la
estructura del suelo [2]. Las altas temperaturas y
precipitaciones de las regiones tropicales contribuyen a la
generación de una amplia variabilidad de suelos residuales
con propiedades geotécnicas particulares, que propicien la
ocurrencia de ciertos fenómenos como el de colapso.

Son varios los métodos propuestos a partir de la evaluación


de algunos de los parámetros físicos de los suelos para le
estimación cualitativa del potencial de colapso de un suelo.
ESTA  TABLA  presenta un resumen de las propuestas
implementadas para determinar dicho potencial.

Los ensayos edométricos han sido los más utilizados en el


laboratorio para evaluar la posibilidad de ocurrencia de
colapso. Existen dos maneras de realizar estos ensayos:
ensayos edométricos simples o ensayos de doble edómetro.

El ensayo de doble edómetro analizado en este trabajo,


consiste en la realización de dos ensayos edométricos (norma
ASTM D2435-11 [4) paralelamente en la misma muestra de
suelo, una en condición de humedad natural y la otra en
condición saturada. El propósito de este trabajo es establecer
cuál de los métodos existentes puede dar una mejor
aproximación al resultado de índice de colapso por el ensayo
de doble edómetro.

estimación cuantitativa del índice de colapso propuesto por


[1] que se muestran en las ec. (1) - (3):
PREVENCIÓN DE DAÑOS

Para que se desencadene el colapso de un suelo tienen que concurrir


dos circunstancias:

 Que el suelo tenga la potencialidad de colapso, determinada


mediante los ensayos y el reconocimiento geotécnico pertinente.

 Que se den las condiciones de contorno adecuadas, tales como


cambios de humedad, inundación o concentración de tensiones.
Por tanto, para prevenirlo habrá que:

 Realizar una identificación geotécnica adecuada, que permita


definir si estamos o no en presencia de suelos colapsables. Para ello
es preciso disponer de un estudio geotécnico lo más completo posible,
ya se trate de un estudio geotécnico para un gran edificio o para una
vivienda unifamiliar.

 Minimizar la posibilidad de que se desarrollen las condiciones de


contorno a las que antes hacíamos referencia. (como cambios de
humedad, inundación o concentración de tensiones.)

 Adoptar medidas constructivas acordes al riesgo que representa


la presencia del suelo colapsable (saneamiento flexible y colgado,
drenajes adecuados, tipología de cimentación adecuada,
preferentemente cimentaciones profundas ejecutadas sin agua de
perforación, que superen los niveles colapsables y con consideración
de rozamiento negativo, acerados amplios, mejoras de terreno, etc.)
Un corrimiento de tierra (llamados erróneamente alud o aluvión en algunas partes)
es el desplazamiento de una masa grande de tierra que se desprende por
una vertiente o ladera, precipitándose por ella.

rudimentario, rudimentaria
Cómo se pronuncia
1. adjetivo
Que se limita a los rudimentos o aspectos más básicos y elementales.
"una rudimentaria polifonía a tres voces"

cíclico, cíclica
Cómo se pronuncia

adjetivo
1. 1.
Que se repite regularmente cada cierto tiempo.

LICUACION
La mal llamada licuefacción (licuación1 es su término correcto) de
suelo describe el comportamiento de suelos que, estando sujetos a la
acción de una fuerza externa (carga), en ciertas circunstancias pasan
de un estado sólido a un estado líquido, o adquieren la consistencia de
un líquido pesado. Es un tipo de corrimiento, provocado por
la inestabilidad de un talud. Es uno de los fenómenos más dramáticos
y destructivos y, además, más polémicos y peor explicados que
pueden ser inducidos en depósitos por acciones sísmicas.
Es más probable que la licuación2 ocurra en suelos granulados sueltos
saturados o moderadamente saturados con un drenaje pobre, tales
como arenas sedimentadas o arenas y gravas que contienen vetas de
sedimentos impermeables.3
Durante el proceso en que actúa la fuerza exterior, por lo general una
fuerza cíclica sin drenaje, tal como una carga sísmica, las arenas
sueltas tienden a disminuir su volumen, lo cual produce un aumento en
la presión de agua en los poros y por lo tanto disminuye la tensión de
corte, originando una reducción de la tensión efectiva.
La licuación de los suelos es un proceso observado en situaciones en
que la presión de poros es tan elevada que el agregado de partículas
pierde toda la resistencia al corte y el terreno su capacidad soportante.
Se producen en suelos granulares:

 Arenas limosas saturadas


 Arenas muy finas redondeadas (loess)
 Arenas limpias
 Rellenos mineros

Análisis[editar]
Condición de un suelo para que sea licuable[editar]
Seed and Idriss (1982) consideran que un suelo puede licuar si:

 El porcentaje en peso de partículas <0,005 mm es menor del


15%
 LL<35
 w/LL>0,9
A este criterio se le conoció como criterio chino.
Cálculo[editar]
Los estudios de la licuación sísmica de Seed (1966) llevaron a postular
las siguientes condiciones:

 Si la presión de poros inducida por la acción dinámica o cíclica


del terremoto alcanza el valor de la presión de confinamiento, el
suelo alcanzará el estado de licuación inicial
 Si la arena sometida a acción cíclica alcanza el 20% de
deformación se alcanzará la licuación total.
La susceptibilidad a la licuación de suelos puede estimarse por
diferentes métodos, aunque los más utilizados son los basados en los
trabajos desarrollados por Seed e Idriss6 y Youd e Idriss.7 Estos
métodos establecen que el suelo licua cuando la tensión tangencial
cíclica (CSR, cyclic shear stress ratio, en inglés) producida por un
sismo es mayor que la resistencia tangencial del suelo (CRR, cyclic
resistance ratio, en inglés). El cálculo de CSR y CRR se define en las
normativas técnicas de cada país mostrando pequeñas adaptaciones
particulares a cada región o caso de aplicación. 8

Estudio[editar]
El limitado conocimiento relativo a este fenómeno se debe en gran
parte a dos factores:

 Dificultad en observar sus características en condiciones reales.


 Complejidad del fenómeno, pues para además de ser el
resultado de una acción sísmica de carácter altamente variable,
induce en el suelo un comportamiento fuertemente no
lineal e histerético, con fuerte degradación de las características
mecánicas del suelo de cada ciclo determinada por la generación
de presiones neutras en la muestra bajo acción sísmica.
Uno de los problemas fundamentales es el conocimiento rudimentario
sobre los mecanismos de rotura y deformación asociados al fenómeno
de la licuación, lo que limita el uso de ensayos elementales para
estudiarlo.

 No existe una definición única para el fenómeno de la licuación.


 Una definición general y cualitativa para este fenómeno, capaz
de producir grandes deformaciones en el terreno y de las
estructuras en él existentes, asociado a gran degradación de las
características mecánicas de los suelos granulares debido a la
generación o migración del exceso de presión neutra resultante de
la acción cíclica producida por sismos en condiciones por lo menos
parcialmente no drenadas.

EFECTOS
La licuación puede causar daño a estructuras en varias maneras. Los
edificios cuyos cimientos están directamente en la arena que se licúa
experimentan una pérdida de apoyo repentina, que resulta en el
asentamiento drástico (asentamiento absoluto) e irregular
(asentamiento diferencial) del edificio. La licuación causa
asentamientos irregulares en el área licuada, y esto puede dañar los
edificios y romper los cables de servicio público subterráneos donde
los asentamientos diferenciales son grandes. Las tuberías de
distribución de agua y gas y otros ductos pueden flotar y desplazarse
hacia la superficie. Forúnculos de arena pueden entrar en erupción en
los edificios a través de bocas de conexión de servicios, con lo que el
agua puede ingresar y dañar la estructura o sus sistemas eléctricos.
La licuación del suelo también puede causar colapsos de plataformas.
Las áreas de recuperación ambiental de suelo (rellenos sanitarios) son
propensas a la licuación porque muchas son recuperadas con relleno
hidráulico, y a menudo se asientan sobre suelos blandos que pueden
amplificar la sacudida de los terremotos. La licuación del suelo fue un
factor importante en la destrucción del Distrito Marina de San
Francisco durante el terremoto de Loma Prieta en 1989.
La mitigación del daño potencial debido a la licuación forma parte del
campo de la ingeniería geotécnica.

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