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ENSAYO FILOSÓFICO

Alumna: María José Gazañoli


Grupo:2°E profesorado
Especialidad: Sociología
Centro: IFD María Orticoechea
Año: 2022
Docente: Alison Camejo

“Atenas se convirtió en el hogar de la educación y del buen gusto, el país de los


oradores y los filósofos”
Rosseau, discurso sobre las ciencias y las artes.

El siguiente trabajo trata de argumentar posturas, por un lado está Sócrates, el cuál
sostenía que la verdad era algo que no se podía enseñar, llevando a cabo su enseñanza
por medio del diálogo sosteniéndo que la verdad se descubre por medio de un proceso
mayéutico, alegando además que tanto el bien y la razón son inmutables, referencia que
se hace al llamado “Universalismo moral”.
Sócrates era un hombre ateniense que no participaba activamente en la política, pero
igualmente, a la sombra de lo que era ésta, se consideraba un “Tábano de Atenas” o
mejor dicho un provocador en política.
Por otro lado tenemos como personaje contrario a Protágoras, personaje sofista.
Los sofistas eran personas que poseían un saber enciclopédico, usando el discurso
(cerrado) o el agón (debate), eran personas que cobraban por enseñar (muy parecido a lo
que hoy en día estamos acostumbrados en cuanto a la formación docente), y por tanto
sus enseñanzas estaban dirigidas a quienes deseaban conecer el arte político. Por ende
buscaban el razonamiento más capáz de emocionar a su audencia, igualmente su
discurso buscaba crear consenso democrático y fundar la ley en la ciudad.
Podemos observar que en el texto de Platón, se hace referencia en medio de un diálogo,
que los sofistas eran extranjeros, los cuáles llegaban a Atenas a causa de que ésta era en
la época, una gran potencia, siendo recibidos por la sociedad como consejeros políticos.
Como finalidad los dofistas pretendían enseñar la virtud, eran interesados en el poder y
no en la verdad, criticando con certeza la tradición religiosa del lugar.
Social y políticamente así como también económicamente, la estructura de Atenas del
siglo V a.c, se encuentra sumergida en muchos logros, principalmente en lo que tiene que
ver con temas políticos, pues estando en su esplendor democrático, ésta ciudad se ve
gobernada asi misma, tomando poseción todos sus ciudadanos varones adultos.
Atenas es ejemplo para otras ciudades griegas, tomando como ejemplo la política debido
al buen funcionamiento de su democracia.
Es en ésta época que nace la necesidad de resolver inetrrogantes y es entonces que los
sofistas llegan con la promesa de dar esas respuestas.
En el original la palabra “sophistes” significa maestro en sabiduría, ellos eran personas
que diambulaban de un lugar a otro y con su conocimiento participaban en la política
cobrando por sus lecciones. Capacitados en muchas disciplinas como ser; astronomía,
geometría, aritmética, fonética, música y pintura. Enseñaban la areté el cuál era
requerimiento para estar a la altuar de las situaciones sociales y políticas surgidas en la
época.
Sócrates nacido en el año 470 a.c, se dedicó a enseñar y a filosofar, no interesándole
preguntas como la “physis”, cuestión interesante para su antecesor Anaxágoras y otros
filósofos anteriores, pues su preocupación era la conducta degradada de sus ciudadanos,
por ende su foco central sería la curiosidad inteletual en el ser humano y en su capacidad
de conocer.
Personaje contemporáneo de los sofistas, motivo por el que muchos creyeron que era un
sofista más, siendo él exactamente lo contrario.
Al contrario de los sofistas, Sócrates nunca intervino en las cuestiones políticas, no era
autor ni pronunciador de discursos, tampoco nunca escribió nada, él no se consideraba
maestro de nadie, pues sostenía que su dedicación era “conversar con quien quería
conversar con él”.
Sócrates sostenía que la sabiduría se logra por medio del intercambio vivo de la
conversación, haciéndose preguntas y buscando por medio de la interacción respuestas a
ellas. Fué de esa forma que enseñó a pensar, a buscar la verdad y a saber que es posible
enseñar.
En lo que respecta a los sofistas, éstos formaban parte del período que se conoce como
la Ilustración griega, período donde el hombre entra en cuastionamiento desde la
dimensión ética-política reemplazando la antigua pregunta de los presocráticos sobre la
realidad física.
En la escena política y social de Atenas, el auge de la democracia en la ciudad trae
consigo la indagación sobre la posibilidad que llevaría construir el mundo de lo humano,
con la afirmación de que una actución directa y activa de los ciudadanos traerá consigo la
idea de que pueden forjar el destino de la polis.
En consecuencia toda ésta cuestión de la polis, arrastraba consigo nuevos problemas,
para los cuáles se necesitaba otro tipo de educación, la cuál se denomina humanista,
aparejando con ésta problemas éticos y políticos, los cuáles estaban depositados en la
vida de los ciudadanos atenienses.
Tanto la ilustración como el humanismo, son cambios generados en el pensamiento
griego, como consecuencia de la llegada de los sofistas en la sociedad, en la política y en
la pedagogía de la polis ateniense.
Tanto la ilustración como el humanismo, como disciplinas, eran logradas a causa de una
comprensión de la dimensión de pesamiento griego, porque ningún movimiento intelectual
surge de la nada, sino que para tales surgimientos es importante tener presente los
hechos sociales e históricos que arraigan tales surgimientos, los cuáles le permiten a la
sociedad estar abiertos a nuevas propuestas y enseñanzas.
En consecuenia de ésto, los sofistas sólo podrían comprenderse si se tenían encuenta
las transformaciones intelectuales, sociales y políticas de Atenas, dando espacio a los
sofistas para que actúen con libertad.
Era en éste ambiente que aparecieron los sofistas en Atenas, planteando los problemas
de la democracia los cuales no eran del ámbito natural, sino que eran inclinados a lo
social y a lo humano, donde se requería para la solución el parendizaje de una nueva
“téchne” la cual ministrara al ciudadano de un conocimiento práctico que le permitiera
participar en la actividad democrática del lugar.
Tres fueron las características que propiciaron al movimiento de la ilustración en el cual
los sofistas intercedieron de forma activa y directa, primero se hablaría de la separación
entre el saber mítico y religioso, en segundo lugar, la revuelta que se da en lo que
respecta a la mirada de los problemas intelectuales, y por último el vínculo directo en
cuanto a la participación que los sofistas tuvieron en aspectos tales como el movimiento
educativo, cambiando así la educación aristocrática por un orden intelectual y en
consecuencia de los tres se desembocaría en la conciencia que adquiere el sofista por su
propia profesión.
Por otra parte las obras de Sócrates son conocidas por medio de las obras de Platón, el
cual fué uno de sus mayores discípulos, es en éstas obras que se encuantran las ideas
socrásticas narradas en forma de diálogo, contadas por él mismo, ya que Sócrates no
dejó nada escrito, y en cuánto a sus enseñanzas, éstas eran transmitidas oralmente, no
dejando rastro de obras escritas.
Teniendo en cuenta que el diálogo es una característica del método socrástico, su
dimensión de oratoria/ argumentativa es totalmente diferente de la retórica sofista
conocida como el arte de convencer. Usando tal método, Sócrates le abría los ojos a sus
adversarios mostrándoles que nada sabían y así éstos comenzarían con la búsqueda del
saber.

¿QUÉ SE PUEDE CONOCER?, Y EN CONSECUENCIA.... ¿ QUÉ SE PUEDE


ENSEÑAR?....

Es desde Sócrates que se manifiesta un interés por acercarse de forma íntima a los
ciudadanos, en el intento que éstos se preocupen por la “areté”, dándoles la iniciativa a
tomar prtida por conocer su fortalecimiento en cuánto al saber o de lo contrario la
conciencia del no saber, dónde también surgiría la inquietud por guardad su alma y la de
los demás.
Contraria a esta idea los sofistas afirmaban que era por medio de la paideia que se podía
llegar a ser más virtuoso, pues era ésta la que permitía la transmisión de saberes útiles
que conforman y contribuyen a la formación, tomándolo también como herramienta para
potenciar habilidades.
Propongo en éste apartado indagar en la naturaleza de la virtud, ya que el tema central
de éste apartado sería “que se quiere enseñar”, para eso propongo colocar a la virtud en
el carácter de ciencia, indagando superficialmente en el areté.
El areté es un concepto el cual se refleja en la obra de Platón, entre lo cual se señala
entre otras cosas, como uno de los problemas más importantes y significativos en el
estudio filosófico de Platón. Tomando éste como punto de partida ya que la noción de
areté así como su acrecamiento conceptual está en el diálogo de Protágoras.
La palabra areté se traduce como virtud, el cuál está estrechamente relacionado con lo
moral, definido como un conjunto de normas y costumbres que son consideradas buenas.
Para los griegos el areté, era considerado como una categoría transversal en un
cuestionamiento por la práctica educativa, contemplando así a varios ámbitos de
comprensión e interpretación tomados en cuenta según su temporalidad.
En éste contexto a modo de ejemplo, cabe mensionar que la influencia de los epopeyas
de Homero tuvieron una gran participación en acuánto a la transmición de valores y
traducciones, dando lugar a la representación de ideal de hombre y de sociedad,
colocando en contexto imaginarios colectivos aerca de la areté.
Socialmente en la época surge un cambio, en el momento que surge la “polis” con
nuevas formas de vida urbana, dando lugar a nuevos modos de comprender el mundo.
Es en esa polis donde se instauran lugares en los que se colocan en tela de juicio el
modo de gobierno y por ende el nacimiento de la discución y debate a cerca de cuáles
son las leyes y el futuro político de la ciudad, recibiendo éstos lugares el nombre de ágora
y también el reconocimiento como centros de reflexión filosófica.
Pero es en la Grecia de Sócrates y de Platón que el areté se desviaría a un nuevo
significado el cuál estararía en íntima vinculación con la conciencia ética.
Es entonces la areté la armonía, el quilibrio entre el saber actuar en el mundo sensible y
una purificación constante de sí, la cuál es adquirida por medio de la reflexión constante y
la discución filosófica.
La arté era lo más importante que tenían los griegos en cuánto a posesión, es por eso
que buscaban diversas formas para introducirla en sí mismos.
Por otra parte la paideia, alcanzaría conceptos tales como la cultura, la tradición, la
literatura, el mito de logos, la excelencia y la virtud, construyendo así éste concepto desde
otra mirada como ser la educación y/o la formación. Si la trajéramos a los tiempos
actuales, sería propia de nuestra formació como educadores, sin importar la especialidad,
arte, ciencia o letras.
Sería también de suma importancia no pasar por alto la transmisión de saberes, a lo que
Sócrates por medio de la reflexión y práctica de valores, lo llamaría saber moral.
En un sentido más general se llega a afirmar que la paideia, serviría para fortalecer la
areté en los ciudadanos, y así conducirlos por las vías necesarias para alcanzar el ideal,
sería conveniente para ésto que se busque los medios necesarios.
Es partiendo de ésto que se comenzaría a debatir entre las dos posturas, por un lado
tiene lugar la postura de Sócrates, siendo filósofo y en otro estaría la figuara de
Protágoras, el cuál es considerado el sofista.
Es también a causa de las posturas sostenidas anteriormente como eje central de tema,
que cabería señalar que Sócrates en el diálogo expone su malestar a lo que considera
sofista, en cuánto a que él los considera como “mercaderes del conocimiento”. Ésto es a
causa de que los sofistas cobraban por sus lecciones, dando lugar a el escándalo por
medio de algunos ciudadanos, es importante tener en cuenta que “el hecho de que los
sofistas vivieron de la educación es también un signo de los tiempos. Esta era “importada”
como una mercancía y expuesta al mercado” (Jaeger p.273).
Éste hecho provocó una incomodidad en Sócrates, porque él sabe que lo que se ofrecía
tenía un valor comercial, por encima de un saber cualquiera y no a uno argumentado.
Interesante es lo que nos anuncia Platón en medio de la dialéctica que Sócrates lleva a
cabo en Protágoras, dándonos una visión peyorativa de la que lleva el ser sofista.
El concepto que Sócrates tiene de los sofistas es que son personas superficiales, en
cuanto a que cobran por sus enseñanzas compitiendo por toma de estatus en función del
saber.
Con eso lo que mostraba era que existía una competencia intelectual la cual estaba a la
venta.
La diferencia que existe entre Sócrates y los sofistas es clara.
Lo que se debe tener en cuenta más allá de la disputa, es el acto educativo que engloba
la cuestión, éste debe ser un acto “educativo reflexivo”, es decir, llevar a la luz aquello en
virtud de lo cual se realizen los esfuerzos.
El filósofo aquí cumple el papel de investigador, el cuál es el buscador de argumentos
sólidos pues es impulsado al deseo del saber, es por eso que al filósofo no le interesa
embellecer el discurso para agradar a quienes no quieren saber, por último es una de las
críticas que ellos le hacen a los sofistas, pues ellos sí en verdad quieren acercarse a la
areté.
Sócrates deja en evidencia en el diálogo que en realidad no tiene nada que ver que el
sofista reciba dinero por su enseñanza, pues deja claro que si ellos cumplieran con lo
prometido – hacer virtuosos a los hombres- hasta él mismo pagaría por ello. Lo que le trae
molestia a Sócrates, es que son mercaderes porque cambian su saber para agradar al
comprador, no comprometíendose con la función de hacer más virtuosos a ningún
hombre.
De éste modo en éste famoso diálogo de Platón, se deja en evidencia varios puntos
importantes para reformular el nuevo valor, sería en medio de un debate acerca de la
posibilidad o imposibilidad de enseñar la virtud.
También nos brinda la oportunidad de pensar en cuál es el lugar que ocupa la
racionalidad práctica de la filosofía. Porque el punto de partida se dá en la disputa entre
lso filósofos y los sofistas, a causa del derecho de educar a los jóvenes, ésto muestra
como la competencia entre autoridades marca la educación de la época.
Se puede, con ésto, considerar que tanto los sofistas como Sócrates (filósofo) eran
celosos del pensamiento, aunque no están dispuestos a dar el lugar de privilegio a su
interlocutor, (scielo, 2013).
Ésta sería una postura antropológica fundamentando la concepción política y educativa
de Protágoras, en la disputa que se dá por la posibilidad o imposibilidad de enseñar virtud,
es Protágoras que presenta, en forma de mito, un conjunto de premisas que sirven de
base para tal convicción en cuánto a la posibilidad de enseñar virtud, tomando en cuenta
el mito, el cuál Protágoras se expresa de una manera reveladora, y aclara la postura
política democrática, no aristocrática de la virtud, la cuál está en la base de su
pensamiento sobre la aducación y la vida política.
El mito narra cuándo los dioses crearon los linajes mortales, confiando a Epimeteo y a
Prometeo la tarea de distribuir entre ellos las distintas ciudades. Epimeteo, el cuál no era
muy entendido, sugiere en tono de insistencia a Prometeo que le dejara realizar la tarea y
que luego corraborase su trabajo. Cuándo estaba Epimeteo entretenido con su tarea, éste
distribuye todas las cualidades entre las distintas razas mortales y en cuanto se dió
cuenta, los hombres estaban desvalidos, desnudos, sin calzado y sin abrigo. Prometeo en
el momento que se dió cuenta, trata de impedir la desaparición de la raza, robando la
sabiduría artística de Hefesto y Atenea el fuego, entregando éstos elementos a los
hombres. En otras palabras le concede el don de la técnica del trabajo, asegurando así
que los hombres vivirían, pero lo que no pudo robar fué la política de Zeus.
Ésta situación hace que los hombres, aunque se esfozaran con todo su ingenio e
intelecto, harían que perdieran la batalla contra los animales y dejaran en descubierto sus
propios esfuerzos por su asociación y construcción de ciudades, ésto haría que
permanecieran dispersos y que se mataran entre ellos.
La cuestión era que para los sofistas, todo hombre libre participa de la virtud política.
Es sobre todo ésta situación que los sofistas como Protágoras sellan sus bases para la
supremacía del lenguaje.
El uso bien empleado de una orietariedad, la cual es puesta en acción, arraiga con ella la
capacidad de hacer mención a frases y palabras decisivas con un fundamento
comprobable en los momentos justos, ésto también surgía en la vida privada.
Para los sofistas de la ápoca, el lenguaje no era algo que formara parte de la expresión
individual, sino que era algo que determinaba la capacidad del hombre de actuar en
sociedad.
El lenguaje entonces, era visto como manifestación de la racionalidad en sentido práctico,
es que la racionalidad era un elemento importante en el momento del debate y la
conversación.

-Dime Hipócrates, ahora intentas ir hacia Protágoras, y pagarle dinero como sueldo por
cuidar de tí.
¿Qué idea tienes a quien vas a ir, o de quien vas a hacerte?

Luego de experesado, sus aportes a la educación, por un lado Sócrates y por el otro los
sofistas, se vuelve interesante posicionarnos en la pregunta central de éste trabajo,...
¿qué se puede conocer?, y en consecuencia, ¿qué se puede enseñar?.
A lo largoo del trayecto como estudiantes, vemos nos relacionamos con distintos tipos de
docentes, los cuáles tratan de transmitirnos sus conocimientos, ideas y saberes.
Es notorio ver, cómo a lo largo de la vida, éstos saberes y conocimientos forman parte de
nuestra rutina, adoctrinándonos para nuestra formación y logrando, de cierta forma una
libertad en nuestro inetelecto.
Algo debemos tener claro, como decía Sócrates; “Sólo sé que no se nada”, o como
afirmaba Paulo Freire; “ Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo”.
Éstas dos posturas, la antigua tan vigente y la contemporánea tan acertada, nos lleva a
pensar en lo que sabemos, ¿sabemos tanto a tal punto de poder transformar ese
conocimiento transmitido en algo que damos por cierto que es el conocimiento de lo que
está bien o mal?, son cuestiones que a lo largo de la vida van formando parte de nuestro
andar, son interrogantes que de cierto modo, son acertados en cuanto al fortalecimiento
de nuestro caminar intelectual, porque de eso se trata, de dar lugar a la duda para
introducir la crítica a través de ella.
La importancia que Sócrates le dá al alma en el diálogo, es la misma importancia que
debemos dar nosotros mismos, no sólo al alma sino que también a todo nuestro ser, pues
es el alma el poseedor de toda sabiduría y es el cuerpo nada más que un vaso que
transporta el ama.
Tener en cuenta, que cosas escuchamos y de quiénes las escuchamos, aportaría en
nuestra vida una profunda sabiduría en cuanto al discernimiento en el momento de
nuestro accionar.
Estamos rodeados de personas que durante el trayecto, nos transmiten conocimientos y
valores, pero es nuestra responsabilidad tomar tales elementos o dejarlos.
Es importante tener presente que si realmente hacemos lo que nos apaciona, nos deja de
importar las cantidades en cuanto a lo monetario, y comenzamos a preocuparnos por la
cualidad que éste puede generar para nuestra vida personal y profesional, afectando
éstas dos a nuestro inetelecto.
Tomando en cuenta las posturas mencionadas es interesante traer ejemplosa nuestro
tiempo actual, como ser el hecho de la competitividad que existe en el medio educativo,
donde muchas veces nosotrso como docentes, nos vemos reflejados en los sofistas o en
Sócrates en cuanto a sentir celos de nuestro conocimiento, no siendo algo muy recurrente
pero real.
Otro punto importante que se asemeja a la realidad actual, es el hecho que así como en
el mito, la sociedad actual en cuanto a la educación tiene una cierta similitud con lo que
acurrió en esa narrativa. No sólo en el ámbito social sino que también en el ámbito socio-
educativo, vemos como es el sitema que nos manipula y toma libertad en lo que tiene que
ver con la distribución de tareas en las que se ven afectadas la cualidades de los
docentes y en consecuencia de cierta manera eso afecta a los estudiantes.
En base a eso creo que es importante tener en cuenta, no sólo la primera parte de la
cuestión sino que también la segunda, en cuanto a quien o quienes son los responsables
de la transmisión de conocimientos, un tema que no es menor, y merece un tiempo de
reflexión.
Por que no pasa solamente por la vía de donde va dirigido la retribución económica sino
que es nuestra obligación tener conciencia por medio de la información que destino toma
ésta, es aquí que toma protagonismo la crítica personal en cuanto a la necesidad de que
quiero enseñar, es importante tener presente nuestro contexto, social, económico, político
y cultural, para la toma de decisiones.
Las cuales no serán menores en el momento de la elección de que vía llevará a nuestro
propio éxito, para eso es importante tener en cuenta que es el alma el portador de la
sabiduría, como afirmaba Sócrates: “En cambio, lo que estimas en mucho más que el
cuerpo, el alma, y de lo que depende el que seas feliz o desgraciado en tu vida”, es el
alma el portador de la sabiduría y de ella depende lo feliz o desgraciada que será nuestra
vida.
Bibliografía:

filosofía.net
redalyc.org
scielo.org
material proporcionado por la docente

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