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VUELVE A TU PRIMER AMOR

Introducción. Estamos concluyendo un año más y estamos a pocos días de iniciar un nuevo año. Un año
más que pasa es un año menos en el total de todos los años que Dios nos ha dado para vivir. En este año sin
dudas que hemos hecho muchas cosas para el Señor, y muchas también que hemos dejado de hacer y el
Señor lo sabe todo. Lo que nos toca analizar en todo es la motivación con la que hemos hecho todas las
cosas, el motor que nos ha conllevado a realizar los pequeños o grandes esfuerzos. Hoy quiero meditar
juntamente con ustedes con uno de los textos más extraordinarios y confrontadores que Dios comunica a una
de las Iglesias cristianas más representativas de los primeros siglos. En muchas oportunidades creo que
hemos leído el mensaje de Dios a la Iglesia de Éfeso, y también son muchos los mensajes que hemos oído
sobre el llamado de Dios a volver al primer amor.
A medida que pasan los años, debemos de analizar nuestra vida en todo lo que hacemos como hijos de Dios.
No es ley, pero es lo que siempre sucede en los matrimonios. Los primeros años de matrimonio son vividos
llenos de amor, de emoción, tratando de complacer al ser amado en todo. Pero a medida que pasan los años
el esposo actúa por el sentido del deber y el compromiso. Siguen los años y muchas veces es la
responsabilidad sobre los hijos. Pero no hay es amor apasionado, no hay ese amor con el que se conocieron,
no hay ese apasionamiento.
De una manera comparativa es lo que sucede en la vida cristiana, cuando uno se entrega a Señor está en su
primer amor, hace todas las cosas de una manera apasionada. No hay reparos en los sacrificios que se tiene
que hacer, en el tiempo que se tiene que dar. Pero cuando pasa el tiempo uno se deja llevar por el sentido del
deber, por el compromiso, por obediencia al líder, o porque tienen miedo a las reprensiones que les pueda
dar, más no por amor.

I. LA IGLESIA DE ÉFESO.
Éfeso era una de las ciudades más importantes de Asia Menor, no era la capital pero tenía una importancia
más destacada que la capital. Era la ciudad en donde estaba concentrada el culto a Diana, una estatua según
se creía había venido de Júpiter. Toda esa vida religiosa era corrupción total y una ganancia tremenda para
los que hacían estatuillas. Allí se practicaba la prostitución sagrada, Éfeso era uno de los centros más
terribles en donde se concentraba todo tipo de inmoralidad. El negocio de estatuillas era muy cotizado. Sin
embargo allí se desarrolló una de las Iglesia más florecientes, una que con el tiempo sin duda envió muchos
misioneros al mundo conocido de ese tiempo.
A. Un liderazgo de primera clase.
1. Pablo. (Hch. 19). Éfeso es la única Iglesia que tuvo el gran
privilegio de tener por dos años como pastor a uno de los más grandes apóstoles, a Pablo. Pablo predicó de
una manera incansable, de manera que todos los judíos y gentiles escucharon el evangelio. Allí, en ese lugar
de perdición, de inmoralidad, en la zona rosa del mundo, allí floreció una de las Iglesias más grandes de los
tres primeros siglos. Allí sucedió uno de los más grandes avivamientos de la Iglesia cristiana, la
manifestación del poder de Dios fue extraordinario, de manera que Pablo tocaba paños o delantales y la
gente se lo llevaba a sus enfermos y los enfermos sanaban, aun los endemoniados eran liberados. Allí
sucedieron las conversiones más extraordinarias, los brujos y hechiceros quemaban sus libros de magia, sin
importar el costo que hayan tenido.
Es a la Iglesia de Éfeso que Pablo escribe una de las cartas más profundas en contenido. Es una disertación
magistral sobre lo que es el evangelio y lo que implica en la vida cotidiana.
2. Timoteo. Un gran hombre de Dios, educado por su abuela y su madre, hijo espiritual de Pablo,
dirigido
por Pablo. Sin duda que Pablo tuvo muchos colaboradores, muchos pastores que ponía en las Iglesias que
establecía. Pero es a Timoteo que escribe dos cartas pastorales llenas de consejos de cómo debería dirigir la
Iglesia.
3. Juan. El último de los Apóstoles, el discípulo amado, Juan el teólogo. Tuvo la oportunidad de
hacerse cargo de la Iglesia en tiempos muy adversos. Un hombre de gran fe, de gran valentía. Dice la
tradición que a Juan le pusieron en un perol de aceite hirviendo para que muera, pero no murió y por ello lo
desterraron a la Isla de Patmos.
Sin duda que Éfeso fue una Iglesia privilegiada, una Iglesia que con la dedicación de estos grandes hombres
de Dios llegó a ser grande y poderosa.
B. Una Iglesia trabajadora, hasta el cansancio. En este caso, la palabra trabajo no se refiere a lo que
es hoy para nosotros, trabajar haciendo templos, o arreglando locales. El trabajo en la Iglesia de los primeros
siglos era un trabajo de evangelización, de discipulado. Allí se cumplía al pie de la letra el mandato del
Señor Jesús: id y haced discípulos. Los líderes y los creyentes, todos estaban involucrados en ese quehacer
en fin de llevar el mensaje del evangelio a toda criatura. Es por ello que en el libro de los hechos
encontramos que se hizo un gran disturbio, cuando Demetrio el que hacía los templecillos de Diana vio
amenazado su negocio. Ya no iba a haber ganancia para sus trabajadores. Es decir que las conversiones de la
gente fue el de un gran número. En nuestra ciudad hay Iglesias de todo tipo, en ellos están de los que
declaran Huánuco para Cristo y el Perú para Cristo. Desde cuantos años se viene diciendo eso. Pero saben
cuántas cuadrillas de negritos han aparecido en los últimos años, saben que cantidad de cerveza se vende, de
cigarros, de droga. Cuantos pandilleros han aparecido en este nuevo año. La Iglesia de Éfeso fue una
amenaza para el sistema de su tiempo, tuvieron miedo de que sus negocios queden en bancarrota.
Pero también el arduo trabajo era el ayudar a los necesitados. Había viudas a las que se les debería sostener,
y Pablo da instrucciones acerca de eso en su carta a Timoteo.
Finalmente la Iglesia de Éfeso soportó persecución con paciencia, sin desmayar, sin retroceder, antes bien
abriéndose brecha en medio de las dificultades.
C. Una Iglesia firme doctrinalmente.
Has probado a los que dicen ser apóstoles y no lo son, y los has hallado mentirosos. Una Iglesia celosa por la
sana doctrina, con gran discernimiento. Hay que recalcar que parte de su arduo trabajo es la enseñanza de la
Palabra. Imagínese ser instruidos por Pablo, Timoteo, por Juan. El trabajo no fue sólo de los líderes,
también de la congregación que daba de su tiempo, de sus fuerzas, dejaba sus quehaceres cotidianos para
aprender más de las enseñanzas de Cristo. Hechos nos dice que una de las cualidades de la Iglesia primitiva
era que perseveraban en la doctrina. Se esforzaban por aprender más de la Palabra. Esa iglesia instruida por
la Palabra, y dotada de gran discernimiento descubrió que había falsos apóstoles intentando entrar a destruir
a la Iglesia. Pablo los advirtió de eso, que después de su partida vendrían lobos rapaces, a lo cual la Iglesia
estuvo preparada.
Hoy en día, con todas las facilidades que hay, el pueblo de Dios tiene una gran ignorancia Bíblica, y mucho
más carece de discernimiento. En nuestros últimos tiempos el pueblo evangélico en el mundo ha sido objeto
de la infiltración de lobos rapaces, infiltrados, que muy pocos se han dado cuenta. Katerin Kulman, Benny
Hin, Cash Luna, y muchos más han sido entrenados para introducirse en el pueblo evangélico y confundirlo.
Alberto Rivera, exsacerdote Jesuita dice que la Iglesia católica por medio de la orden de los Jesuitas entrena
ciertos personajes, con grandes conocimientos sobre el ocultismo y la hipnosis, al fin de introducirlos en las
Iglesias Evangélicas y ser los héroes de la supuesta unción del Espíritu Santo, por sobre todo con el
movimiento del G12. En lo cual muchas Iglesias evangélicas han caído.
Éfeso descubría a los falsos, eso era porque conocía la Palabra, pero también tenía el discernimiento del
Espíritu.
II. LA REPRENSIÓN DE CRISTO. Tengo contra ti que has dejado tu primer amor. Estas
palabras sin duda habrán causado conmoción a los cristianos de Éfeso. Cómo es posible que con todo lo que
son y lo que están haciendo reciban una reprensión de tal magnitud. Sin duda, que Jesús que conoce los
corazones no se puede equivocar, su juicio es justo, Él ve las cosas como nosotros no lo podemos ver. Que
implica haber dejado tu primer amor.
A. Cumplimiento del deber, pero sin amor. De acuerdo a algunos comentaristas, la Iglesia de Éfeso
poco a poco se fue institucionalizando, fue tomando un orden organizacional, de manera que lo que en un
principio se hacía por amor, ahora se hacía por cumplir con la responsabilidad. Hace un mes atrás se me
ocurrió escribir en el face algo chistoso: A veces me da ganas de quedarme a ver el partido y no ir al culto,
pero luego me acuerdo que soy el pastor y se me pasa. Hoy en día sin duda enfrentamos esa situación,
tratamos de cumplir el deber y nada más. Muchas veces nosotros los pastores estamos en el culto y
predicamos por el hecho de tener el cargo, más no por amor a Cristo. Si no tuviéramos el cargo, quizá ni
vendríamos al culto. El hermano “X” o “Y” viene al templo por el hecho de cumplir una responsabilidad,
porque es el maestro, porque es presidente, o porque lo delegaron una responsabilidad. Si bien es cierto la
Biblia nos dice que tenemos que comportarnos como buenos soldados de Cristo, pero no implica obedecer a
como dé lugar, de buena o de mala gana. Dios quiere que lo poco o lo mucho que yo haga lo haga por amor.
No por cumplimiento del deber, no por el cargo que tengo, sino porque el amor de Cristo me constriñe,
porque amo a Dios.
Pablo en 1Corintios 13 dice que no importa que dé todos mis bienes para los pobres, no importa si aún
entrego mi cuerpo para ser quemado por causa de la verdad y no tengo amor de nada sirve.
B. Asumir responsabilidades para gloria personal.
Por otro lado, hay un gran problema hoy en día que hay muchas cosas que hacemos con el fin de recibir el
aplauso del pueblo. Voy temprano para que el me digan que soy puntual, dono algo a la Iglesia y estoy
esperando que me aplaudan. Muchas veces sucede con nosotros los pastores que nos preparamos con el
mejor sermón para que los hermanos digan, que buen mensaje ha dado hoy el pastor. Los músicos tocan,
pero no para alabar a Dios, sino para que sean admirados por la gente.
Muchas cosas de las que hacemos como Iglesia en conjunto, a veces creo que lo hacemos para gloria
personal y no para gloria de Dios, y Él lo sabe.
Hay algo que me puse a pensar, con todo el trabajo que hemos hecho, el arreglo hasta cierto punto le ha
cambiado la cara a la Iglesia del Nazareno de Huánuco. Pero es realmente porque amamos a Dios, o para
sentirnos más cómodos, o para decir tenemos un templo más lindo que los hermanos de otra Iglesia.
Dios estará satisfecho con todo lo que hemos hecho, sin duda que sólo Dios lo sabe.
C. Cuando en el nombre de la doctrina se falta al amor.
Sin duda que hoy en día hay una gran preocupación por la sana doctrina, cada uno cree que lo que enseña es
la sana doctrina. El mormón cree estar en lo correcto, el testigo de Jehová también, el pentecostal,
asambleísta, de la alianza, nazarenos, etc. El asunto es que por mantener la sana doctrina, que no está mal,
pero muchas veces faltamos al amor fraternal, al amor que debemos mostrar al hermano. Muchas veces los
ofendemos, nos burlamos, criticamos, los despreciamos. Hay una línea muy delgada entre odiar el pecado y
odiar al pecador.
Éfeso, posiblemente en ese afán de mantener la sana doctrina, dejo de amar a los demás.

Hoy quiero invitarte a meditar en todo lo que haces, dentro y fuera de la Iglesia. Con tu ofrenda y diezmo
que das, lo haces porque amas a Dios, por obligación, o porque piensas que si no diezmas se muera de
hambre el pastor. Cuando no vienes al culto, o cuando vienes por cumplir, lo haces porque en realidad amas
a Dios. En todo lo que hacemos, que esa pregunta esté presente en todo lo que hacemos: es porque amo a
Dios, es porque estoy enamorado de Dios, o es porque simplemente así estoy acostumbrado.
III. LA EXHORTACIÓN DE CRISTO.
A. Recuerda de dónde has caído. Recuerdas los días de tu conversión. Recuerdas con que amor ibas al
templo,
que no importaba la distancia, que no importaba el sacrificio que tenías que hacer para estar ocupado en las
cosas de Dios. Caminabas horas, en lluvia, en calor, sin luz, pero tu meta era agradar en todo a Dios, eso era
tu motivo principal. Que no esperabas que el pastor te diga hazlo, tú lo hacías por iniciativa propia. Yo
recuerdo esos tiempos cuando íbamos caminando visitar otras Iglesias, cuando íbamos a predicar a otros
lugares sin importar las condiciones del tiempo. Recuerdas cuando no faltabas al culto de oración, al estudio
bíblico, recuerdas cuando estabas en los ayunos.
B. Arrepiéntete. Cambia de parecer, aflige tu corazón, llora de dolor porque y no estás agradando a
Dios. Porque la motivación con la que haces las cosas no honrando a Dios.
C. Haz las primeras obras. Vuelve a hacer las cosas con la motivación que tenías al principio. Vuelve
a tu vida de oración, de alabanza. Ayuna, haz vigilia, recuerdas que la navidad lo pasabas en el templo, y
que la reunión en la familia era después, que preferías celebrar el año nuevo en la Iglesia y luego tu reunión
familiar. Lo que hoy pasamos no es problema de falta de tiempo, no es la familia, el problema es nuestro
corazón, es que ya no hay ese primer amor.
D. Si no quitaré el candelero de ti lugar.
Hay una seria advertencia en estas palabras. El candelero servía para alumbrar durante la noche, era una
lámpara de los tiempos antiguos. Jesús nos dijo que nosotros somos la luz del mundo, y Pablo nos manda
brillar en medio de una generación maligna y perversa. Es decir que la Iglesia de Éfeso, a pesar de todo
podía brillar, pero si no se arrepentía dejaría de ser relevante, dejaría de brillar. Gracias a Dios, la Iglesia de
Éfeso se arrepintió, 300 años más tarde todavía era una Iglesia fuerte.
Lo que Dios nos dice hoy, es vuelvan a su primer amor. Arrepiéntase, vuelvan a hacer las primeras obras,
sino se apagarán para siempre, dejaran de brillar, ya no más podrán ser una Iglesia relevante.
Queremos ser una Iglesia que honre a Dios, que sea relevante, que sea de impacto a la gente. Volvamos a
Jesús, Él nos puede llenar de su amor, Él puede hacernos brillar. No hay nada imposible para Él.

CONCLUSIÓN

Dios hoy te dice una vez más que vuelvas a ese primer amor con el que lo conociste. Que dejes a un lado a
costumbre, el hacer las cosas por responsabilidad y nada más, el vivir de una manera mediocre. Dios quiere
que lo ames, de lo contrario todas las cosas que hagas no van a ser agradables a Dios, de nada va a servir.
Tos ofrendas, tus diezmos, tu asistencia al culto, el desempeño de tus responsabilidades, serán como un
címbalo que retiñe, será pura bulla y nada más.
Hoy te invito a revisar tus motivaciones, que es lo que te conlleva a dar prioridad a tu trabajo y no a las
cosas de Dios, lo haces porque estas apasionado por Dios. Que motivaciones te conllevan a llegar tarde al
culto, o veces a no venir. Que es lo que te conlleva a no leer tu Biblia, a ni siquiera orar, a ser sólo un
cristiano nominal. Dios quiere avivar ese fuego en tu corazón, Él puede derramar su amor de una manera
abundante, de manera que lo puedes amar.

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