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Teología Wesleyana de Santidad - J.

Kenneth Grider 1
(OFC)

Teología wesleyana de santidad

J. Kenneth Grider

(Spine)

Teología wesleyana de santidad

Grider

(CNP logo)
Teología Wesleyana de Santidad - J. Kenneth Grider 2
Teología wesleyana de santidad

J. Kenneth Grider

Prefacio por Thomas C. Oden

(CNP LOGO)
Casa Nazarena de Publicaciones
Kansas City, Missouri, E.U.A.
Teología Wesleyana de Santidad - J. Kenneth Grider 3
(Copyright page)

Todos los derechos quedan reservados conforme a la ley


CASA NAZARENA DE PUBLICACIONES
P.O. Box 419527
Kansas City, MO 64141

ISBN

Diseño de cubierta:
(Cover design, please provide name of artist)

Título original:
A Wesleyan-Holiness Theology

Traducido por:
José Pacheco, Edgar González y Gladys de Aparicio

Impreso en los Estados Unidos


Printed in U.S.A.

(Lower left-hand corner)


Teología Wesleyana de Santidad - J. Kenneth Grider 4
A mi esposa, Virginia,quien supo, antes que
yo, que debía especializarme en la teología,
quien siempre me ha animado en mi trabajo
y ha sido de mucha ayuda en esta obra,
Cy a mis estudiantes.
Teología Wesleyana de Santidad - J. Kenneth Grider 5
Contenido
Acerca del autor
Lo que otros dicen
Prólogo
Prefacio
Reconocimientos
1. Qué es la teología
2. La naturaleza de la teología
3. La perspectiva para hacer teología: El realismo bíblico
4. La autoridad escrita de la teología
5. La existencia y naturaleza de Dios
6. El Dios tripersonal
7. La doctrina cristiana de la creación
8. El misterio del mal
9. La doctrina de nosotros mismos
10. La doctrina del pecado
11. La Persona de Cristo
12. El significado de la expiación
13. La tumba vacía
14. La primera obra de gracia
15. La segunda obra de gracia: La entera santificación
16. La segunda obra de gracia: El bautismo del Espíritu de Cristo
17. La segunda obra de gracia: Toques de error
18. La iglesia
19. Los sacramentos de la iglesia
20. Los medios de gracia
21. Las últimas cosas como última palabra
Bibliografía
Indice de temas
Indice de personas
Indice de referencias bíblicas
Acerca del autor

J. Kenneth Grider trae un rico trasfondo de investigación y


logro eruditos a esta magnum opus de su carrera.
El Dr. Grider obtuvo el título de Ph.D. en teología en la
Universidad de Glasgow, Escocia; hizo estudios postdoctorales en
teología y literatura en la Universidad de Oxford, Inglaterra, y
estudios teológicos en la Escuela de Teología de Claremont. Tiene
los títulos de M.A. (1950) y M.Div. (1948, summa cum laude) de la
Universidad de Drew; B.D. (1947) del Seminario Teológico
Nazareno; y Th.B. (1944), A.B. (1945) y D.D. (1991) de la
Universidad Nazarena Olivet.
El Dr. Grider fue uno de los traductores de la New
International Version of the Bible. Su nombre aparece en muchas
publicaciones de la serie Who's Who (Quién es quién), incluyendo
Who's Who in America (Quién es quién en los Estados Unidos, 43.a-
46.a ediciones bianuales). En 1966 su alma mater le otorgó el
premio al Exalumno Ministro del Año, y en 1985 el Seminario
Teológico Nazareno le otorgó el premio quinquenal de Mención al
Mérito.
Es autor de Gibraltars of the Faith (1983, Gibraltares de la
fe); Born Again and Growing (1982, Nacido de nuevo y en
crecimiento); Entera santificación: La doctrina distintiva del
wesleyanismo (1991); Taller My Soul (1965, Más alta mi alma); y
Repentance unto Life (1964, Arrepentimiento para vida), obras
publicadas por Beacon Hill Press of Kansas City.*

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*Entera santificación fue publicada en español por la Casa
Nazarena de Publicaciones.
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El Dr. Grider ha contribuido en muchas obras de referencia:


AComentario de Ezequiel@ en el Comentario Bíblico Beacon (Casa
Nazarena de Publicaciones, 1984); ACommentary on Zechariah@ en
Wesleyan Bible Commentary (Baker Book House, 1969); y el ensayo
general sobre los 16 libros proféticos en The Biblical Expositor
(Holman, 1960). Sus artículos de referencia también han aparecido
en la revisión de Eerdmans de la International Standard Bible
Encyclopedia (William B. Eerdmans Publishing Co., 1979); Baker's
Dictionary of Theology (Baker Book House, 1960) y su revisión; y
Wycliffe Encyclopedia of the Bible (Zondervan Publishing House,
1975). Además, fue uno de los dos redactores asociados de una
importante obra de referencia, el Diccionario Teológico Beacon
(Casa Nazarena de Publicaciones, 1995), y escribió 77 de sus
artículos.
El Dr. Grider ha escrito capítulos para numerosos simposios
y es autor de muchas series de lecciones de escuela dominical
para adultos. Varias revistas han publicado docenas de poemas con
su firma. Cientos de artículos suyos han aparecido en
publicaciones como Christianity Today, Pulpit, Decision, Action y
The Wesleyan Theological Journal. Fue redactor administrativo de
The Seminary Tower por 36 años, y dirigió una reunión mensual de
diálogo teológico por 40 años.
Ha dado conferencias en varias universidades y ha presentado
monografías en reuniones nacionales y regionales de sociedades
eruditas en teología y ética. Es miembro de la American
Theological Society y de la Wesleyan Theological Society, y ex
miembro de diversas sociedades eruditas, incluyendo la American
Academy of Religion.
El Dr. Grider posee la distinción de ser el profesor que ha
trabajado más tiempo en la facultad del Seminario Teológico
Nazareno, 38 años. Enseñó en la Universidad Nazarena Olivet de
1993-1995; continúa trabajando en esta institución como
distinguido profesor visitante de religión.
8
14
La Primera Obra de Gracia

El término Aredención@ significa Acomprar de nuevo@. Por medio de


Cristo, Dios nos compra de nuevo y nos libra de nuestra
esclavitud al pecado y a Satanás. Lo realiza en dos pasos de
crisis:1 Las dos obras de gracia. Estas obras entonces se
cultivan y promueven mediante diversos medios de gracia: Oración
y meditación, lectura de la Biblia, la Santa Cena, adoración,
compañerismo cristiano, y servicio cristiano, entre otros.
En este capítulo trataremos sobre la primera obra de gracia.
Después dedicaremos tres capítulos a la segunda obra de gracia2
Cla doctrina distintiva de la tradición wesleyana.
Subsecuentemente, dedicaremos un capítulo a los medios de gracia.
La frase Aprimera obra de gracia@ es quizá la forma más
apropiada teológicamente de referirse a lo que sucede en la
primera crisis de la experiencia de redención. La justificación,
la regeneración o el nuevo nacimiento, la santificación inicial,
la reconciliación y la adopción, son elementos que se refieren
sólo a un aspecto de este milagro de la gracia redentora. La
frase Aprimera obra de gracia@ incluye todos esos términos.
Las experiencias mencionadas ocurren al mismo tiempo, pero
son sucesivas lógicamente. Las estudiaremos en orden, después de
considerar la gracia preveniente y el arrepentimiento como
preparatorios para ellas. Por supuesto, la fe es el catalizador
de todas ellas.

La Gracia Preveniente como Prerrequisito


La gracia preveniente, con la que Dios inicia en el ser
humano, como dijo Juan Wesley, el primer rastro de deseo de lo
divino, es prerrequisito para el arrepentimiento y la primera
obra de gracia. Sin ella no habría arrepentimiento ni fe
justificadora Cni la primera obra de gracia.
Tanto los calvinistas como los arminianos enseñan que Dios
debe iniciar el proceso por el que un ser humano se arrepiente y
cree, aunque los ultra-calvinistas creen que Dios no llama a los
que no son electos con la seriedad suficiente como para que sean
salvos.
La Gracia Preveniente en el Arminianismo. Jacobo Arminio
enseñó que incluso antes de la conversión todos poseemos la
Acapacidad de decidir@ Ces decir, de actuar en forma justa o
pecaminosa. Pero creía que nuestra naturaleza moral es
pecaminosa, y que por nosotros mismos no podemos ejercer esa
capacidad para efectuar actos justos. Acerca de la naturaleza
caída del ser humano Arminio escribió:
En este estado, el libre albedrío del hombre hacia
el verdadero bien no sólo se halla lastimado, mutilado,
enfermo, torcido y debilitado, sino también preso,
9

destruido y perdido. Y sus facultades no sólo están


debilitadas e inutilizadas a menos que reciban ayuda de
la gracia, sino que no tiene facultades algunas excepto
aquellas impulsadas por la gracia divina. Porque Cristo
dijo: ASin mí nada podéis hacer@Y La mente, en este
estado, está oscurecida, destituida del conocimiento
salvador de Dios, y, de acuerdo con el apóstol, es
incapaz de realizar lo relacionado con el espíritu de
DiosY Correspondiendo exactamente a esa oscuridad de
la mente, y la perversidad del corazón, se encuentra la
debilidad máxima de todas las capacidades para realizar
el verdadero bien, y omitir la comisión de lo malo.3
En apoyo de lo anterior, cita Mt. 7:18; 12:34; Jn. 6:44 y
8:36. Después de citar Jn. 8:36, de que sólo son libres aquellos
que el Hijo ha hecho libres verdaderamente, dice: ADeducimos,
entonces, que nuestra voluntad no está libre de la primera caída;
es decir, no está libre para hacer el bien, a menos que sea
liberada por el Hijo mediante su Espíritu@.4
Aun cuando Arminio era maestro de divinidades en la
Areformada@ Universidad de Leiden, no estaba de acuerdo con Juan
Calvino, quien había enseñado hacía dos generaciones que la
gracia de Dios es absolutamente soberana Crecibida
irresistiblemente por los elegidos. Arminio creía que, al ser
capacitada por la gracia preveniente, la persona no regenerada
puede creer en Cristo para recibir el perdón. Por supuesto, el
ser humano debe creer o, de lo contrario, él o ella puede
perderse eternamente. Pero el creer siempre se debe a la ayuda de
Dios, iniciada desde el principio por la obra del Espíritu.
Arminio negaba que al apoyar el libre albedrío, enseñaba que
necesitamos hacer algo para merecer nuestra salvación. El libre
albedrío para aceptar a Cristo no se puede ejercer sin la ayuda
de Dios, por lo que no tenemos ningún mérito al aceptar la
primera obra de gracia.
Así como Arminio, Juan Wesley enseñó que nosotros emitimos
el voto para decidir si seremos salvos o condenados. Sin embargo,
por nosotros mismos no podemos emitir ese voto afirmativo, porque
la voluntad caída es libre por naturaleza sólo para hacer lo
malo.5
La negación del pecado original, según Wesley, equivalía a
ser pagano. Su punto de vista de la caída de la raza humana era
un poco extraña para muchos de nosotros, ya que creía que el ser
humano perdió la imagen de Dios por completo. El dijo que por el
pecado de Adán Aperdimos la imagen moral de Dios@.6 Incluso hasta
llegó a decir que tenemos la imagen de Satanás. Si la declaración
daba la impresión de ser muy extrema, la imagen por lo menos no
lo era. Por ello Wesley estaba en lo correcto al decir que la
salvación comienza con la gracia preveniente, Aincluyendo el
primer deseo de agradar a Dios, el primer destello de luz
10
respecto a su voluntad, y el primer leve rastro de convicción de
haber pecado contra El@.7 Y también estaba en lo correcto al
decir que la gracia preveniente Ano es natural, sino un don
sobrenatural de Dios, por sobre todas las otras capacidades
naturales con que fue dotado [el ser humano]@.8
Por nuestro estado caído y por la gracia preveniente de
Dios, Wesley pudo expresar: ANi la fe ni la salvación son
productos del ser humano, >pues es don de Dios=; son un don
gratuito, inmerecido; la fe por la que sois salvos, así como la
salvación, las otorga por propia voluntad y placer. El hecho de
que creáis, es un resultado de su gracia; y que, al creer,
vengáis a ser salvos, es otro. >No por obras, para que nadie se
gloríe=@.9 Bien se le puede cuestionar si se refería a que la fe
por sí misma debería considerarse como un don. Pero si sólo quiso
decir que sin la ayuda de Dios no podemos creer, entonces estaba
en lo correcto.
El don de la fe, para Wesley, no significa un don impuesto
sobre el ser humano ya sea que lo tuvieran o no. en muchos
pasajes de sus escritos enseña que todo ser humano que se
confronta con una decisión moral Atiene en sí mismo la voz
decisiva@.10 El evangelista Bud Robinson así lo creía y solía
decir: ADios votó en mi favor, el diablo en mi contra, y yo emití
por mí mismo el voto decisivo@.
La Gracia Preveniente en Las Escrituras. De acuerdo con la
Palabra de Dios, nosotros como seres caídos somos pecadores
esclavos de nuestro Apadre el diablo@ (Jn. 8:44), esclavos del
pecado (Ro. 6:16-17), incapaces de hacer lo que dicta nuestro
intelecto (7:15), estamos perdidos y sin esperanza (Ef. 2:12), y
somos Adignos de lástima@ (1 Co. 15:19) Ca menos que se nos dé
ayuda sobrenatural, externa.
Las Escrituras también contienen las buenas noticias de que
está a nuestro alcance ese tipo de ayuda que necesitamos.
Al judío que menosprecia a los gentiles por sus iniquidades,
Pablo le recuerda que, sin la gracia de Dios, es igual de
pecador: APues tú, que juzgas, haces lo mismo@ (Ro. 2:1).
Entonces agrega: ASu benignidad te guía al arrepentimiento@ (v.
4). Refiriéndose al gentil Cornelio y a su familia, en Hch. 11:18
leemos: A(De manera que también a los gentiles ha dado Dios
arrepentimiento para vida!@. El término Adado@ que aquí se usa, se
traduce del verbo griego que significa Adar, donar, presentar...
conceder@. En 2 Ti. 2:25 se usa un término relacionado, cuando
Pablo insta a Timoteo a corregir a los que se oponen al
evangelio, Apor si quizá Dios les conceda que se arrepientan para
conocer la verdad@. Otra enseñanza afín, relacionada con el
arrepentimiento, se encuentra en Hch. 5:31, donde Pedro y los
apóstoles declaran: ADios ha exaltado con su diestra por Príncipe
y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento@. Dios da el
arrepentimiento al ser humano, se lo concede a su corazón
11
dispuesto.
En Hebreos se demuestra que Dios toma parte en el
arrepentimiento del ser humano, aunque no en forma abrumadora,
donde el escritor dice que quienes habiendo conocido a Cristo
continúan rechazándole, es imposible que, si Arecayeron, sean
otra vez renovados para arrepentimiento@ (6:6). La implicación es
que si Dios obra para su arrepentimiento, pero si persisten en no
responder, El no puede forzarlos a que respondan.
Algunos pasajes de las Escrituras que contienen la palabra
Avolverse@ demuestran que Dios nos vuelve hacia Sí mismo. O si se
piensa que Dios lo efectúa sin nuestra cooperación, veamos
algunos pasajes para demostrar que somos vueltos a El.
Ezequiel exhorta: A(Convertíos, pues, y viviréis!@ (18:32);
APero si el impío se aparta de todos sus pecados que cometió...
de cierto vivirá: no morirá@ (v. 21).
Y Oseas, quien conocía mucho acerca del amor de Dios, sabía
también que el amor no suprime sencillamente toda la rebelión
humana. El exhortó: AVuélvete a tu Dios@ (12:6).
Joel, hablando en nombre de Dios, dice: AConvertíos ahora a
mí con todo vuestro corazón, con ayuno, llanto y lamento. Rasgad
vuestro corazón y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová,
vuestro Dios, porque es misericordioso y clemente@ (2:12-13).
Cristo mismo pidió la respuesta humana, al advertir: ASi no
os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de
los cielos@ (Mt. 18:3).
Pero también otros pasajes demuestran que Dios nos capacita,
por si no nos volvemos a El. El Salmo 80 es rico en este sentido.
En el versículo 3 leemos: A(Dios, restáuranos! (Haz resplandecer
tu rostro y seremos salvos!@
La palabra Arestáuranos@ también se usa en los versículos 7
y 19. En Sal. 85:4 se encuentra otra oración similar:
ARestáuranos, Dios de nuestra salvación@.
Uno de los pasajes en los que más vívidamente se describe la
participación de Dios en nuestro arrepentimiento es el de Jer.
31:18-19, en donde dice Efraín en forma de oración: AConviérteme,
y seré convertido, porque tú eres Jehová, mi Dios. Después que me
aparté, me arrepentí@.
El pecador no se arrepiente sólo porque se le amontona
evidencia para demostrarle que debe hacerlo. El rico quería
regresar a la tierra para predicarle a sus cinco hermanos, y
Abraham le dijo: ASi no oyen a Moisés y a los Profetas, tampoco
se persuadirán aunque alguno se levante de los muertos@ (Lc.
16:27-31). Pablo no pudo convencer al Rey Agripa (Hechos 26:28).
E incluso Jesús, el mismo Hijo de Dios, no pudo persuadir a un
joven muy rico (Lc. 18:18-25). Jesús dijo a los judíos: APorque
si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió
él. Pero si no creéis a sus escritos, )cómo creeréis a mis
palabras?@ (Jn. 5:46-47). El impulso del Espíritu Santo Cel
12

llamado, el ímpetu, el lamento, la convicción, la capacitación


con poderC es necesario para que el ser humano se arrepienta y
se vuelva rápidamente a Dios.
Si le amamos, se debe a que El nos amó primero (1 Jn. 4:19).
Si nos acercamos a El, se debe a que ha estado obrando en
nosotros (Jn. 6:44). Su Espíritu Ano contenderá... con el hombre
para siempre@ (Gn. 6:3), pero sí contiende lo suficiente como
para que el ser humano responda.
En teología, en los credos y en las Escrituras, se implica
profundamente la verdad de que el pecador necesita arrepentirse y
de que Dios como Redentor lo sigue con ese propósito.

El Arrepentimiento Como Preparación


El arrepentimiento, el cambio de modo de pensar acerca del
pecado que incluye la disposición de obedecer y servir a Dios,
prepara a la persona para la primera obra de gracia. Es como el
campesino que prepara el campo con el arado y, cuando ya está
listo, siembra la semilla.
Pasos en el Arrepentimiento. Se puede decir que el
arrepentimiento tiene tres pasos por lo menos: Convicción de
pecado, lamento o remordimiento, y un cambio de modo de pensar
por el que nos volvemos del pecado hacia Dios.
1. El Espíritu Santo nos hace sentir inquietos en nuestra
desobediencia a Dios. Una vez convictos, reconocemos la
Aenormidad del pecado@, su Atremenda impiedad@, según la
fraseología de A. M. Hills. Comenzamos a asumir la actitud de
Dios hacia el pecado. Vemos el pecado por lo que es al ser
despertados por la convicción.
Juan Wesley dice, en relación con el pecador bajo
convicción: ASu gozo se evapora como una nube; los placeres en
los que antes se deleitaba, ya no lo deleitan. Ya no le son
gratos al paladar: los detesta y le causan náuseas; le son una
carga pesada@.11 Junto con Carlos Wesley tal persona podría
cantar:
Culpable estoy en tu presencia;
Siento en mí el furor de tu ira.
Es justo sólo esperar la sentencia;
Es justo C(pero a tu Hijo mi ser sólo mira!
Junto con la convicción de pecado con frecuencia ocurre un
pensamiento Aprecursor@, aunque sea pasajero, de que es posible
el descanso.
Martín Lutero dijo que Ael orgulloso no le encuentra sabor a
la gracia, porque sus pecados aún no le saben amargos@.12 Cuando
los pecados de una persona le saben amargos, mediante la
convicción, el Espíritu ha estado obrando para inquietar a la
persona impasible, convenciendo al rebelde.
2. El segundo paso en el arrepentimiento es el lamento, o
incluso el remordimiento. Job se lamentaba por lo que había sido
13
y era. Al ver a Dios como en un destello, se aborreció a sí
mismo: ADe oídas te conocía, mas ahora mis ojos te ven. Por eso
me aborrezco y me arrepiento en polvo y ceniza@ (42:5-6).
Esdras, el profeta escriba, expresó profundo remordimiento
por el pecado. Profundamente perturbado por los pecados de
Israel, cayó de rodillas delante del Señor y oró: ADios mío,
confuso y avergonzado estoy para levantar, oh Dios mío, mi rostro
hacia ti, porque nuestras iniquidades se han multiplicado sobre
nuestras cabezas y nuestros delitos han crecido hasta el cielo@
(Esd. 9:5-6). El lamento o remordimiento de Esdras fue ocasionado
por pecados ajenos y no los propios, pero es ese mismo tipo de
remordimiento que fructifica cuando el rebelde se vuelve del
pecado para servir a Dios.
Sin embargo, aun cuando el lamento o remordimiento es un
paso en el arrepentimiento, no es idéntico a éste. En relación
con este tema, Ralph Earle escribió: ACon frecuencia se usa hoy
el término >arrepentimiento= para referirse a una demostración
emotiva de tristeza. Pero el arrepentimiento sincero es más
profundo que eso, y va acompañado de un cambio radical de actitud
hacia la vida, aborrecer sus pecados y deliberadamente alejarse
de ellos@.13
Pablo demuestra que el arrepentimiento es más que simple
lamento, remordimiento o tristeza piadosa por el pecado: AAhora
me gozo, no porque hayáis sido entristecidos, sino porque
fuisteis entristecidos para arrepentimiento@ (2 Co. 7:9).
Evidentemente, puede uno sentirse triste por haber pecado sin
haberse arrepentido. Pablo agrega: ALa tristeza que es según Dios
produce arrepentimiento para salvación... pero la tristeza del
mundo produce muerte@ (v. 10). La Atristeza del mundo@ es lamento
por las consecuencias del pecado, debido a que la sociedad
demandará su pago correspondiente, o porque se ha quebrantado la
salud. La Atristeza que es según Dios@ es lamento por haber
pecado y porque se ha desobedecido a Dios y no se le ha agradado.
Esta tristeza es la que conduce al arrepentimiento, bajo la que
se propone uno dejar el pecado y servirle a Dios.
El lamento y remordimiento de Judas fue Atristeza del
mundo@. Cuando vio que Cristo fue condenado, Adevolvió
arrepentido las treinta piezas de plata a los principales
sacerdotes y a los ancianos, diciendo: CYo he pecado entregando
sangre inocente@ (Mt. 27:3-4). Experimentó Aremordimiento@, pero
no se volvió a Dios en busca de perdón. Al contrario, trató de
escaparse de su angustia mediante el suicidio. Su Atristeza del
mundo@ sólo le acarreó muerte.
El lamento y remordimiento, o Ala tristeza que es según
Dios@, conduce al arrepentimiento; de ahí que se les llame pasos
o elementos en el proceso total de arrepentimiento. Quizá O. A.
Curtis no se vaya al extremo al declarar que Ala contrición del
corazón@, cuando Ael Espíritu Santo@ es capaz de Aquebrantar el
14

endurecido corazón del ser humano@, constituye Ael corazón mismo


del arrepentimiento cristiano@.14
3. El tercer paso importante en el arrepentimiento consiste
en volverse del pecado con la resolución de obedecer y servir a
Dios. Esta es la verdadera esencia del arrepentimiento, por lo
que estudiaremos sus dos términos del Antiguo Testamento y tres
del Nuevo de los que traduce como tal.
Palabras Bíblicas que se Traducen Como Arrepentimiento. En
el Antiguo Testamento se usan dos palabras para referirse al
Aarrepentimiento@. Una de ellas, nahum, expresa su aspecto
emocional. Esta palabra hebrea básicamente implica dificultad en
la respiración; de ahí que originalmente significaba Ajadear,
suspirar, gemir@. Naturalmente pasó a significar Alamentarse,
afligirse, o arrepentirse@. En algunas versiones se traduce como
Aarrepentirse@ y se refiere por lo general a lo que hace Dios. En
ocasiones Dios también se arrepiente, es decir, se lamenta por
nuestro pecado.
La otra palabra del Antiguo Testamento que se traduce como
arrepentimiento es shubh, que por lo general se usa para expresar
la idea del verdadero arrepentimiento. Con frecuencia los
profetas hacían un llamado al arrepentimiento. Tiene que ver con
Aun cambio radical de actitud hacia el pecado y hacia Dios@.15 Con
frecuencia se usa para referirse a la persona que se vuelve del
pecado a la justicia (Dt. 4:30; Neh. 1:9; Sal. 7:12; y Jer.
3:14). También con frecuencia, se refiere al desencanto de Dios
con los seres humanos (Ex. 32:12 y Jos. 7:26). En ocasiones se
traduce como Avolverse@, en particular en las siguientes citas: 1
S. 7:3; Sal. 90:13; e Is. 21:12; 55:7, ya sea que se refiera a
Dios o a nosotros mismos.
En el Nuevo Testamento se usan tres palabras para referirse
al arrepentimiento. Una de ellas, metamelomai, signigica
literalmente Apreocuparse, lamentarse@. Como en el caso de nahum,
expresa el elemento emocional del arrepentimiento. Esta
preocupación, inquietud o lamento puede culminar en
arrepentimiento genuino o sencillamente en remordimiento (Mt.
21:29, 32; 27:3).

La segunda palabra, epistrefo, significa Adar la vuelta@, o


Avolver@, o bien Air hacia@. En Hch. 9:35 y 1 Ts. se refiere a la
transición espiritual del pecado hacia Dios.
La versión de la Vulgata Latina, usada extensamente por los
católicos romanos, traduce esta palabra como Aejercer
penitencia@. Comentando sobre esta traducción, Byron DeMent dice:
APero >penitencia=... significa dolor, lamento, inquietud, en
lugar de un cambio de pensamiento y propósito. Por tanto, el
cristianismo latino se ha corrompido por el grave error de
presentar la pena o dolor por sobre el pecado en lugar del
abandono del pecado como la idea principal del arrepentimiento en
15

el contexto del Nuevo Testamento@.16


La tercera palabra que se usa en el Nuevo Testamento es
metanoeo. Se usa en Mt. 3:2; Mc 1:15; y Hch. 2:38. Equivale al
hebrero shubh, y se refiere al arrepentimiento genuino, un cambio
de modo de pensar hacia el pecado. Es un compuesto de dos
términos griegos, meta y nous (Amente@). Cuando se usa meta como
prefijo de una palabra, significa Adespués@. Pero con frecuencia
en ese mismo caso significa Acambio@. Cuando somos examinados por
un médico, revisa nuestro metabolismo. En este caso, meta
significa Acambio@ CAlos cambios químicos de las células vivas
por las que se provee energía a los procesos vitales y
actividades y nuevo material es asimilado para reparar lo
desgastado@, según el diccionario Webster. Cuando es prefijo de
noia, derivado de nous, que significa Amente@, el compuesto
significa, literalmente, Acambio de mente@.
Por esa razón las Escrituras se refieren en ocasiones al
arrepentimiento de Dios. El cambia de mente, de opinión, en
cierto sentido. Sus promesas (p. ej., 2 Cr. 7:14) y sus castigos
(como en Jon. 3:9 y 4:2) están condicionados a nuestra respuesta
a su voluntad. Si el pueblo se humilla, Dios Ase arrepiente@
Ccambia su mente o intención hacia ellos.18
Por lo general, cuando una persona se arrepiente,
experimenta un cambio de vida radical. Pero en ocasiones, cuando
se refiere a nosotros mismos, lleva el sencillo significado
original de un cambio de modo de pensar, sin implicar ninguna
agonía del alma. En Mt. 21:29 se da un caso como ese, en el que a
un joven se le pide que trabaje en una viña y al principio dice
que no, Apero después, arrepentido, fue@ Cla NVI (Nueva Versión
Internacional) traduce así: APero después cambió de opinión, y
fue@.
Básicamente, entonces, la palabra Aarrepentimiento@, ya sea
que se refiera a Dios o al ser humano, tiene que ver con un
cambio de mente o modo de pensar. Sin embargo, cuando se refiere
al ser humano, por lo general significa un cambio de modo de
pensar para dejar el pecado y hacer lo que Dios dice.
Hacia una Definición. Si se cambian los planos de la
construcción de un puente, también cambiará el puente. El
arrepentimiento es como cambiar el plano por el que uno está
ordenando su vida. Con el nuevo plano, la vida será totalmente
diferente. Todo será transformado, ambiciones, ideales,
aspiraciones, deseos, escala de valores.
En todo este cambio, participa crucialmente nuestro libre
albedrío. Si así no fuera, entonces el arrepentimiento significa
sencillamente el cumplimiento preciso de un plan de Dios
predeterminado y absoluto. Después de discutir varios términos
bíblicos sobre Aarrepentirse@ y Aarrepentimiento@, DeMent dice:
ALas palabras empleadas en el hebreo y el griego subrayan la
voluntad, el cambio de opinión, o de propósito, porque un cambio
16
hacia Dios completo y sincero implica tanto la conciencia de la
naturaleza del pecado como la culpa personal (Jer. 25:5; Mc.
1:15; Hch. 2:38; 2 Co. 7:9-10). La demanda de arrepentimiento
implica el libre albedrío y la responsabilidad individual@.19
Ante estos tres elementos del arrepentimiento, podemos
definirlo como un cambio de actitud bajo el que el ser humano se
vuelve del pecado a Dios, con el propósito de obedecerle y
servirle.
Su Relación con la Regeneración. Las Escrituras son ambiguas
acerca de la relación del arrepentimiento con la regeneración.
Por ejemplo, el Evangelio Según San Juan nos habla del nuevo
nacimiento, pero no se usan ni una sola vez los términos
Aarrepentirse@ ni Aarrepentimiento@. Los Evangelios Sinópticos,
por el contrario, se refieren al arrepentimiento 25 veces por lo
menos, pero nunca a nacer de nuevo.
Algunos teólogos identifican el arrepentimiento con la
regeneración. James Denney (1856-1917) escribió: ASe le llama
arrepentimiento cuando se considera desde el punto de vista del
pecador, y de su responsabilidad e iniciativa en el mismo; se le
llama regeneración cuando se considera desde el punto de vista de
Dios, bajo el que le pertenece a El la iniciativa de la gracia@.20
Estamos de acuerdo con el concepto de Denney sobre el
arrepentimiento cuando declaró: ASignifica que entramos en la
mente de Cristo en relación con el pecado, que vemos en ella su
verdad como El la vio, que nos sentimos tristes por el pecado
como El se sintió triste; que lo rechazamos como El lo rechazó;
todo lo cual forma parte de lo que significa el
arrepentimiento@.21 Pero Denney agrega que no precede a la
salvación: ANo nos arrepentimos primero de nuestros pecados y
luego vamos a Cristo@.22
Juan Calvino identificó el arrepentimiento con la
regeneración. En su obra teológica principal, la cual revisó
cuidadosamente nueve veces, escribió: APor tanto, en una palabra,
interpreto el arrepentimiento como regeneración@.23
Sin embargo, aun cuando al comparar el Evangelio Según San
Juan con los Sinópticos se sugiera que el arrepentimiento y la
regeneración sean idénticos, un estudio de todo el material
bíblico sugiere lo contrario: que el arrepentimiento es la
preparación para la regeneración. Jacobo Arminio enseñó que el
arrepentimiento precede a la fe para creer. Según su punto de
vista, este es el orden de la conversión: (1) La confianza de que
Dios está dispuesto a recibir a la persona si ésta se arrepiente;
(2) arrepentimiento, y (3) fe en Cristo, por la que
penitentemente el ser humano reconoce sus pecados y confía en
Dios para recibir perdón y un corazón nuevo.
Juan Wesley sustentaba la misma posición. Declaró que
necesitamos arrepentirnos antes de que podamos creer en el
evangelio.
17

H. Orton Wiley también sustentaba ese punto de vista: AEl


arrepentimiento conduce de inmediato a la fe salvadora, que es a
la vez la condición y el medio de la justificación@.24
Algunos pasajes aislados parecen indicar que el
arrepentimiento es todo lo que se necesita para que una persona
esté bien con Dios. En Mt. 3:11 Juan el Bautista dice: AYo a la
verdad os bautizo en agua para arrepentimiento@. Aquí se puede
entender el arrepentimiento como culminación, no como preparación
para algo más, como la regeneración. Otro pasaje similar es el de
Lc. 13:3, 5, donde Jesús exhorta: AAntes si no os arrepentís,
todos pereceréis igualmente@. De nuevo, no se implica que el
arrepentimiento sea la preparación de algo más.
En 2 P. 3:9 dice respecto a Dios: ANo queriendo que ninguno
perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento@. De nuevo
aquí parece que el arrepentimiento es la experiencia salvadora
misma, no la preparación para ella. Aparentemente en sí mismo es
lo que evitará que el ser humano perezca.
Sin embargo, otros pasajes de la Biblia hacen diferencia
entre el Aarrepentimiento@ y el Aperdón de pecados@, en el que el
primero conduce al segundo: AY él fue por toda la región contigua
al Jordán predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón
de pecados@. Lucas 3:3 es un pasaje paralelo que contiene la
misma distinción.
En Lc.24:46-47 se hace clara distinción entre el
arrepentimiento y el perdón: AAsí está escrito, y así fue
necesario que el Cristo padeciera y resucitara de los muertos al
tercer día; y que se predicara en su nombre el arrepentimiento y
el perdón de pecados en todas las naciones@. Esta es una
exhortación a predicar el arrepentimiento y el perdón de pecados.
La Versión Popular traduce este versículo así: AQue se vuelvan a
Dios, para que sus pecados les sean perdonados@, lo cual también
aclara que el perdón es subsecuente al arrepentimiento y depende
de éste.
En otros pasajes del Nuevo Testamento también se enseña que
el arrepentimiento es distinto y precede al perdón y a la
regeneración. En Hch. 5:31, APedro y los apóstoles@ explicaron: AA
este, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador,
para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados@. De nuevo,
aquí el perdón va después del arrepentimiento.
Cuando Simón el Mago ofreció dinero a fin de recibir Ael don
de Dios@, por el que el Espíritu Santo caería sobre cualquier
persona a la que él le impusiera sus manos, Pedro, exhortándolo,
dijo: AArrepiéntete, pues, de esta tu maldad y ruega a Dios, si
quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón@ (Hch. 8:20,
22). El arrepentimiento prepararía el camino para el perdón.
En 2 Co. 7:10 leemos: ALa tristeza que es según Dios produce
arrepentimiento para salvación@. Este es el proceso: Tristeza que
es según Dios; arrepentimiento; salvación Cen ese orden
18
sucesivo.
Cuando Pedro describió su labor evangelística en el caso de
Cornelio y su familia, los judíos que le escuchaban exclamaron:
A(De manera que también a los gentiles ha dado Dios
arrepentimiento para vida!@ (Hch. 11:18). La Avida@ fue
subsecuente al arrepentimiento. Fue algo más.
En resumen, entonces, todos estos argumentos bíblicos en los
que se iguala el arrepentimiento con la regeneración son dignos
de respeto. Pero cuando se toma en consideración todo el material
bíblico, parecería más apropiado y más verdaderamente bíblico
enseñar que el arrepentimiento es preparación para la primera
obra de gracia. Ahora pasaremos a discutir los elementos
concomitantes de la primera obra de gracia: Justificación,
regeneración, santificación inicial, reconciliación, y adopción.

Justificación
Ese es un término legal, que se usa con frecuencia en las
Escrituras para referirse a lo que Dios hace como juez al
perdonarnos. Cuando nos perdona, nos declara sin culpa. Nos
absuelve de la culpa que nuestros actos de pecado nos habían
acarreado. Nos declara libres de culpa. Este no es un caso de
ficción legal; nos declara exentos de toda culpa porque en
realidad nos ha extendido perdón total de nuestros pecados.
Los calvinistas han tenido la tendencia de interpretar el
significado de los verbos de dikaiosune como Aser declarado
justo@. Los arminianos, quienes creen profundamente no sólo en la
justicia imputada sino también en la justicia impartida, han
tenido la tendencia de interpretar estas palabras como Ahacerlo a
uno justo@.25
Nosotros los arminianos creemos que Dios como Juez, cuando
nos perdona, en realidad nos hace justos por la impartición de
justicia a nosotros, y creemos que muchos pasajes de las
Escrituras apoyan esta interpretación. En Ro. 8:4 dice: APara que
el requisito de la ley se cumpliera en nosotros, que no andamos
conforme a la carne, sino conforme al Espíritu@ (La Biblia de las
Américas). Este versículo enseña que en forma real se nos imparte
cierta justicia, de modo que se cumpla Ael requisito de la ley@
en nosotros.
Los calvinistas enseñan en general que sólo Cristo cumple la
ley, y que somos de Cristo, de modo que su justicia se nos
imputa, y somos reconocidos como justos cuando en realidad no lo
somos. Les gusta citar Ro. 3:10-12, que dice:
No hay justo, ni aun uno;
No hay quien entienda.
No hay quien busque a Dios;
Todos se han desviado, a una se hicieron inútiles;
No hay quien haga lo bueno,
No hay ni siquiera uno (LBdlA).
19

La primera parte de este pasaje es una descripción del


nabal, del vano, del necio, del que vive como si Dios no
existiera. El pasaje describe a la persona que necesita la gracia
justificadora de Dios; no está describiendo a personas
justificadas. Los arminianos comprenden que no podemos por
nosotros mismos cumplir las expectativas divinas, por algún tipo
de Areserva@ de justicia que Dios nos da. Con todo, comprendemos
que mientras Cristo continúe morando en nosotros y guardándonos,
en realidad somos justos. Como dijo Pablo: APor tanto, habiendo
sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio
de nuestro Señor Jesucristo@ (Ro. 5:1, LBdlA).

Regeneración
Este es el acto de la gracia de Dios por medio del cual,
lógicamente después de ser perdonados, somos hechos de nuevo,
renacidos, nacidos otra vez. Literalmente, Jn. 3:7 dice: AOs es
necesario nacer de nuevo [de arriba]@, anothen.
Esto fue lo que Jesús le dijo a Nicodemo, miembro del
sanedrín judío. Nacer de la carne (físicamente) es una cosa, pero
Alo que nace del Espíritu@ (Jn. 3:6, LBdlA), es otra. Si no
ocurre tal nacimiento, dice Jesús, el ser humano Ano puede ver el
reino de Dios@ (v. 3).
Pablo toca este tema en Efesios: AEstabais muertos en
vuestros delitos y pecados@ (2:1). Incluyéndose él mismo con
ellos, dice: APero Dios, que es rico en misericordia, por su gran
amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados,
nos dio vida juntamente con Cristo@ (vv. 4-5).
Pablo se refería a la regeneración cuando escribió: ADe modo
que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas
pasaron; todas son hechas nuevas@ (2 Co. 5:17).

Santificación Inicial
Esta es santificación, en el sentido de limpieza que ocurre
en forma concomitante con la primera obra de gracia. Constituye
la limpieza de la depravación adquirida Cla propensión a actos
de pecado que se forma en nosotros debido a los actos de pecado
que hemos cometido.
Cuando se comete un acto de pecado repetidamente, la persona
se acostumbra a ello cada vez más. Le es más fácil cometerlo cada
vez que lo hace, y a la vez va perdiendo la conciencia del mismo
cada vez que lo comete.
Por ello, en parte, tratamos de ganar a los niños para
Cristo. En estudios realizados hace unos años, se descubrió que
la mejor edad para la conversión es la de 13 años. Al crecer e ir
madurando, la depravación adquirida se intensifica tanto que le
es más difícil al pecador rendirse ante la gracia salvadora de
Dios.
Aun cuando no en todas las orientaciones teológicas se
20

enseña la santificación inicial, las Escrituras apoyan su


enseñanza. Por ejemplo, leemos en Tito acerca del lavamiento de
la regeneración: APero cuando se manifestó la bondad de Dios,
nuestro Salvador, y su amor para con la humanidad, nos salvó, no
por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su
misericordia, por el lavamiento de la regeneración@ (Tit. 3:4-5).
Y Pablo dice en Ef. 5:25-26: AMaridos, amad a vuestras mujeres,
así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por
ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento
del agua por la palabra@. Aquí se refiere a una santificación
subsecuente a una limpieza anterior ocurrida en la regeneración
Climpieza ocurrida Aen el lavamiento del agua por la palabra@.
Esta es la limpieza propiamente llamada santificación inicial.
La santificación inicial no es una limpieza parcial como
dicen algunos, mientras que la limpieza de la entera
santificación es total, plena. Es más bien una limpieza entera,
plena, completa, de la depravación adquirida (no heredada) que
resulta de nuestros actos de pecado. Esta nos capacita para
romper con la vida antigua de pecado. Si no fuera por la
santificación inicial, aún tendríamos la propensión a los actos
pecaminosos del pasado de modo que no podríamos observar una vida
justificada, libre de desobediencia. Cuando somos justificados,
pero no santificados por completo, tenemos la tendencia hacia
actos de pecado tanto por nuestra naturaleza corporal como por el
pecado original interior. Pero la esclavitud de la depravación
adámica es quebrantada, y somos limpios de la depravación
adquirida. De modo que, por la continua ayuda de Dios, nos es
posible practicar la vida cristiana. No somos establecidos en esa
vida mientras que el pecado original nos incline a pecar, pero de
acuerdo con Gl. 5:17, somos capacitados para no pecar contra
Dios. En ese pasaje Pablo dice: APorque el deseo de la carne es
contra el Espíritu... Pero si sois guiados por el Espíritu, nos
estáis bajo la ley@.
La santificación inicial, que ocurre en la conversión,
constituye la base para que a los cristianos se les denomine
regularmente Asantos@, los hagioi, en el Nuevo Testamento. Como
sugiere Alan Richardson, los hagioi son sinónimos con los
cristianos.26 Y George A. Turner escribe: AAgioi se aplica a todos
los creyentes@.27 Por esta razón a los corintios se les llama
Asantos@ y son incluidos entre los Asantificados@ en 1 Co. 1:2.
Algunos han dicho que la santificación inicial tiene
relación con la separación de un cristiano para el uso de Dios y
carece de significado moral. Por ejemplo, Clarence Tucker Craig
dice que los Asantificados@ de 1 Co. 1:2 no tienen Asignificado
moral específicamente@.28 Pero seguramente tiene tal significado,
puesto que es limpieza de la depravación adquirida que a la vez
le da al creyente un nuevo comienzo. Como dice Wilbur T. Dayton:
AHay un sentido en el que la santificación inicial puede ser
21

tratada bajo los términos de la regeneración y la conversión como


un comienzo fresco, limpio con nueva vida y propósito@.29 El
participio perfecto en este pasaje, hegiasmenois, Aindica una
condición que ha sido llamada a existir y que consecuentemente
existe@.30

Reconciliación
El pecado, como es bien sabido, enajena al ser humano. Lo
separa de sus semejantes, así como de Dios mismo. Paul Tillich
consideraba el pecado como enajenador esencialmente, y no se
equivocaba en esa aseveración.31 Cuando ofendemos a los demás,
por lo general nos separamos de ellos tanto por nuestra parte
como por la de ellos. Necesitamos reparar daños, pedir perdón,
antes que se restablezca la relación interrumpida.
Lo mismo es cierto en nuestra relación con Dios. Por
desobediencia a su voluntad conocida, al decidir que tomamos
nuestro propio rumbo, al levantar nuestro puño de rebelión, nos
separamos de El. De igual manera, por su santidad, El se separa
de nosotros, y su justa ira pende sobre nosotros como rebeldes.
Pero cuando nos perdona, nos absuelve de nuestra culpa y nos
da vida de lo alto en Cristo, cambia la situación. Ya no
ofendemos la santidad de Dios. Su justa ira es propiciada cuando
la expiación de Cristo se aplica a nosotros personalmente.
Jesucristo es el Asolo mediador entre Dios y los hombres@ (1
Ti. 2:5), y por su gracia salvadora ha derribado la pared que nos
separaba del Padre Santo Cpero no de su amor. Por ello Pablo
escribió en Ef. 2:13-16 (Versión Popular):
Pero ahora, unidos a Cristo Jesús por la sangre
que él derramó, ustedes que antes estaban lejos han
sido acercados. Cristo es nuestra paz. El hizo de
judíos y de no judíos un solo pueblo, al destruir el
muro de enemistad que los separaba. En su propio
cuerpo, Cristo puso fin a la ley que consistía en
mandatos y reglamentos, y formó de los dos pueblos un
solo pueblo nuevo, unido a él. Así hizo la paz. Por su
muerte en la cruz, Cristo dio fin a las luchas entre
los dos pueblos, y los puso en paz con Dios, haciendo
de ellos un solo cuerpo.

Adopción
La adopción es otro elemento concomitante de la primera obra
de gracia. Ya perdonados, nacidos de nuevo, limpios de la
depravación adquirida, sanos de toda hostilidad, somos adoptados
en la familia de Dios como hijos. Por ello Pablo dice: APues no
habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en
temor, sino que habéis recibido el Espíritu de adopción, por el
cual clamamos: *(Abba, Padre!+. El Espíritu mismo da testimonio a
nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios@ (Ro. 8:15-16). El
22

término AAbba@ viene del arameo, sin duda el idioma que Jesús
hablaba. Se usaba como expresión de cariño, como el término
Apapi@ en nuestro idioma. En la reconciliación nos acercamos
tanto al Padre Santo que podemos llamarle APapi@.
Juan también expresa hermosas palabras sobre nuestra
adopción en la familia de Dios como sus hijos: AMas a todos los
que lo recibieron, a quienes creen en su nombre, les dio potestad
[o privilegio] de ser hechos hijos de Dios@ (Jn. 1:12).
En otra parte Juan escribe: AMirad cuál amor nos ha dado el
Padre, para que seamos llamados hijos de Dios@ (1 Jn. 3:1).
Pasaremos ahora a estudiar la segunda obra de gracia.
23

Notas bibliográficas

1. La glorificación es algo así como un tercer momento


especial de la gracia redentora, que se recibirá en la segunda
venida de Cristo, primero los justos que ya partieron y luego los
justos que aún vivan. En ese momento nuestro cuerpo mortal será
redimido (Ro. 8:23).
2. Si una persona muere mientras está en la experiencia de
la primera obra de gracia, gozará de bendición eternamente. La
segunda obra de gracia, o entera santificación, es importante en
muchas formas, como lo veremos. En forma significativa nos ayuda
a mantener el estado de justificación. Con todo, no cambia
nuestro destino eterno.
3. The Writings of Arminius, red. y trad. James Nichols y W.
R. Bagnall (Grand Rapids: Baker Book House, 1956), 1:526-527.
4. Ibid., 528.
5. Véase la obra de Burtner and Chiles, Compend of Wesley=s
Theology, 132-133.
6. Wesley, Works 6:223.
7. Ibid., 509.
8. Burtner and Chiles, Compend of Wesley=s Theology, 151.
9. Wesley, Works 5:13.
10. Ibid. 6:281.
11. Véase la obra de Burtner and Chiles, Compend of Wesley=s
Theology, 152.
12. Jaroslav Pelikan, red., Luther=s Works (St. Louis:
Concordia Publishing House, 1958), 14:166.
13. Ralph Earle, AMark@, en el Evangelical Commentary (Grand
Rapids: Zondervan Publishing House, 1957), 29.
14. Curtis, The Christian Faith, 354.
15. Byron H. DeMent, ARepentance@, en The International
Standard Bible Encyclopaedia (ISBE), red. James Orr (Grand
Rapids: William B. Eerdmans Publishing Co., 1955), 4:2558.
16. Ibid.
17. Webster=s New International Dictionary, 3.0 ed., véase
Ametabolism@.
18. La inmutabilidad de Dios, desde el punto de vista
bíblico, no significa que Dios no dobla esquinas, sino que aun
cuando dobla muchas de ellas, no cambia en su amor por los
pecadores, en su deseo de que Atodos procedan al arrepentimiento@
(2 P. 3:9).
19. DeMent, ARepentance@, ISBE 4:2559.
20. James Denney, The Christian Doctrine of Reconciliation
(Nueva York: Hodder and Stoughton, 1917), 313.
21. Ibid., 324-325.
22. Ibid., 16.
23. Juan Calvino, Institutes of the Christian Religion
24

(Institutos de la Religión Cristiana), red. J. T. McNeill, trad.


F. L. Battles (Filadelfia: Westminster Press, 1960), 3:iii, 9.
24. Wiley, Christian Theology 2:364.
25. El Nuevo Testamento de la Nueva Versión Internacional
sencillamente usa Ajustificar@, como la RV en Gálatas. Merrill C.
Tenney dirigió a un pequeño comité traductor de la NVI que había
traducido los verbos dikaiosune regularmente como Adeclarar justo
a uno@. Al participar en un comité intermediario de siete
miembros, el autor de este libro presentó un argumento en favor
de algo más fuerte, sugiriendo que los arminianos wesleyanos
creemos que el significado debería ser Ahacerlo justo a uno@.
Incluso George Eldon Ladd, del Seminario Teológico Fuller, había
sostenido en su teología del Nuevo Testamento que Dios no declara
una ficción Cde modo que Adeclarar justo a uno@ más o menos
significa Ahacer justo a uno@. Edwin Palmer, presidente del
comité, le pidió a este escritor que estudiara el tema y que
sugiriera traducciones en las que estuviéramos de acuerdo, y
después de un estudio especial se sugirieron los términos
Aabsolver@ o Aexculpar@. Pero el comité central de traductores no
aceptó ninguno de los dos. Resultado: La NVI sencillamente
traduce Ajustificar@, y los lectores deben decidir lo que
significa la palabra.
26. Alan Richardson, An Introduction to the Theology of the
New Testament (Nueva York: Harper and Row, 1958), 289.
27. George A. Turner, The Vision Which Transforms, 116.
28. Clarence Tucker Craig, AThe First Epistle to the
Corinthians, Introduction and Exegesis@, en Interpreter=s Bible
10:16.
29. Wilbur T. Dayton, AInitial Sanctification and Its
Concomitants@, en The Word and the Doctrine, comp. Kenneth E.
Geiger (Kansas City: Beacon Hill Press, 1965), 208.
30. F. W. Grosheide, ACommentary on the First Epistle to the
Corinthians@, en New International Commentary of the New
Testament (Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing Co.,
1953), 23 y ss.
31. Creo que Tillich se equivocó al decir que tal
distanciamiento ocurrió al principio, primitivamente, cuando
fuimos creados, puesto que fuimos creados finitos y por tanto en
estado caído Calejados del Creador por la forma en que fuimos
hechos, lo cual cayó por su peso tan pronto como fuimos lanzados
a la corriente de la historia.
Holiness-Grider, cap. 15 335
_ 500

15
La Segunda Obra de Gracia:
Entera Santificación

En los siguientes tres capítulos discutiremos en detalle la


segunda obra de gracia, porque esta es la doctrina distintiva de
la orientación wesleyana de santidad. Esta segunda obra de gracia
se obtiene por fe, es subsecuente a la regeneración, es
ocasionada por el bautismo con el Espíritu Santo, y constituye
limpieza de la depravación adámica así como capacitación con
poder para testificar y la vida santa.
En este primer capítulo sobre la entera santificación
estudiaremos (1) la nomenclatura, (2) las bases para las dos
obras de gracia, (3) los componentes de la experiencia, (4) su
carácter instantáneo, (5) cómo recibir y retener la experiencia,
(6) el testimonio del Espíritu, (7) carnalidad y humanidad, y (8)
su diferencia del hablar en lenguas.

Nomenclatura
Se ha usado una variedad de términos para referirse a la
segunda obra de gracia, en parte apropiados, pero por otra,
inapropiados.
Perfección o Perfección Cristiana. La perfección es un
término bíblico, ciertamente. Debemos ir adelante a la
Aperfección@ (Heb. 6:1). Cristo nos exhorta a ser Aperfectos@ (Mt.
5:48) como nuestro Padre que está en los cielos, quizá
demostrando amor a nuestros enemigos (v. 44). También se
registran otras referencias a ser perfectos (Flp. 3:15; 1. Co.
2:6).
Aparte de su significado contextual, como en Mt. 5:43-48,
ser perfecto significa haber obtenido la madurez1 de adulto pleno
en la vida cristiana por ser limpios del pecado adámico. Así como
el metal puro es perfecto, los creyentes somos Aperfectos@ cuando
nuestra naturaleza humana ha sido limpiada de la infección
conocida como naturaleza carnal (véase Ro. 8:1; 1 Co. 3; Gl.
5:17, 24).
La conducta que emana de una naturaleza humana purificada
aun puede ser incongruente con la más alta voluntad de Dios para
nosotros. No somos hechos perfectos en el sentido de ya no
cometer errores o faltas. Como Wesley fue forzado a explicar con
frecuencia, este tipo de perfección es consistente con
Adebilidades@ de diversos tipos.
Aun cuando la Aperfección@, entonces, es apropiada, la cual
se usa con frecuencia en las Escrituras, es a la vez inapropiada
porque sugiere a los extraños una vida perfecta en su sentido
pleno posible.
Holiness-Grider, cap. 15 335
_ 511

Amor Perfecto. Este término se ha tomado particularmente de


1 Juan, en donde leemos: ATodo aquel que confiese que Jesús es el
Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios@ (4:15). Esta
puede ser una referencia a la primera obra de gracia Cla
conversión. Quizá Juan se refiera a la entera santificación al
agregar: AY nosotros hemos conocido y creído [)Acaso algo más
allá de la conversión?] el amor que Dios tiene para con nosotros.
Dios es amor, y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios
en él. En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que
tengamos confianza en el día del juicio, pues como él es, así
somos nosotros en este mundo@ (vv. 16-17). Entonces Juan le llama
a este tipo de amor Aamor perfecto@:AEn el amor no hay temor,
sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor
lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido
perfeccionado en el amor@ (v. 18).
Sin embargo, la frase Aperfecto amor@ es un tanto confusa
para muchas personas y por ello tiene cierto grado de
inapropiada. Aparentemente le dan el significado de que nuestras
expresiones de amor a Dios y a los demás son perfectas Caunque
sólo queremos decir que tal amor no está mezclado con
motivaciones carnales, no busca lo suyo.
La Segunda Bendición. Esta es otra frase apropiada e
inapropiada a la vez. Es apropiada, puesto que la entera
santificación se recibe en verdad subsecuentemente a la
conversión. Es apropiada porque se refiere a un tipo especial de
Abendición@. Pero es inapropiada porque se han asociado con la
frase dos problemas especiales. Uno de ellos es el intento
frecuente de apoyar la designación por el uso de 2 Co. 1:15, en
el que Pablo habla de una segunda bendición o Adoble alegría@. J.
A. Wood, en la segunda edición de su obra El Amor Perfecto,
escribió:
El apóstol también enseña esta Asegunda bendición@
o Adoble alegría@ en 2 Corintios 1:15: AY en esta
confianza me propuse ir primero a vosotros para que dos
veces recibierais bendición@ [nota al margen: Asegunda
gracia@] (LBdlA). La palabra original, traducida aquí
como Abendición@, o Abeneficio@ (NVI), se traduce como
gracia 131 veces en el Nuevo Testamento, y nunca más
como Abeneficio@, excepto sólo en este caso, y en LBdlA
se corrige insertando la traducción Agracia@ al margen.2
En la misma época del Movimiento de Santidad, Beverly
Carradine adoptó esta interpretación de charin aquí. Incluso
sugirió que los traductores de la Versión del Rey Santiago habían
errado porque pasaron por alto esta Atierna experiencia de un
corazón santo@.3
Aun cuando es correcto que el griego charis casi siempre se
Holiness-Grider, cap. 15 335
_ 522

traduce como Agracia@, esa traducción no encaja en este contexto.


Pablo claramente se refiere a un segundo beneficio derivado de
una segunda visita a los corintios. Pablo había sido pastor de
esa iglesia por 18 meses; de seguro ya les había explicado la
segunda obra de gracia. La traducción de la NVI es sana:
AConfiando en esto [de su aprecio a él], yo había pensado
visitarlos primero a ustedes para que recibieran un doble
beneficio. Planeaba visitarlos mientras pasaba camino de
Macedonia, y a verlos otra vez a mi regreso de Macedonia, para
que pudieran ayudarme a seguir el viaje a Judea@ (vv. 15-16).
El párrafo que sigue a esta alusión a un segundo beneficio
sugiere que, por lo menos en gran parte, la congregación había
experimentado la entera santificación: AY el que nos confirma con
vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios@ (2 Co. 1:21). A
la entera santificación se le llama propiamente la gracia
estabilizadora, basados especialmente en 1 Ts. 3:13, y esta
referencia a Pablo y sus lectores como ya establecidos puede
también referirse a la segunda obra de gracia. Sus siguientes
palabras parecen confirmar este punto de vista: AEl cual también
nos ha sellado y nos ha dado, como garantía, el Espíritu en
nuestros corazones@ (2 Co. 1:22). El sellado es un elemento
concomitante de la segunda obra de gracia, ya que Pablo dice a
los efesios: AHabiendo creído en él [la conversión], fuisteis
sellados con el Espíritu Santo de la promesa@ (1:13). Cuando
Pablo dice que Dios Anos ha dado, como garantía, el Espíritu@ (v.
22), indudablemente se refiere a la segunda obra de gracia
recibida mediante el bautismo pentecostal con el Espíritu Santo.
Esta experiencia es una Agarantía@ (Ef. 1:14, LBdlA), un anticipo
del cielo Cuna probadita del cielo en nuestro camino hacia allá.
Debido a que algunos en el movimiento de santidad han usado
exageradamente la frase Asegundo beneficio@ de 2 Co. 1:15, la
otra frase, Asegunda bendición@ ha presentado un problema
especial Calgunos se han burlado de la frase, diciendo que han
experimentado una segunda bendición, y otra tercera, y muchas
otras bendiciones. Los enemigos del movimiento de santidad se han
gozado atacando esta nomenclatura en sí misma como medio para
atacar la doctrina.
La Segunda Obra de Gracia. Esta frase es similar la Asegunda
bendición@, pero es mucho más preferible. Es una de las frases
más apropiadas para referirse a esta doctrina distintiva del
wesleyanismo. Esta designación tiene la ventaja de ser general y
puede incluir todos los elementos concomitantes de esta
experiencia. El bautismo con el Espíritu Santo, la limpieza del
pecado original, la capacitación con poder, el sellado
Celementos concomitantes de esta obra de graciaC, son incluidos
todos, puesto que ninguno de ellos es tratado en forma singular
Holiness-Grider, cap. 15 335
_ 533

en la nomenclatura.
Sin embargo, esta designación tiene algunas desventajas.
Para comenzar, es tan general que carece de contenido específico
en cuanto lo que se logra con esta segunda obra de gracia. Otra
desventaja radica en que los pentecostales en general también
creen en la segunda obra de gracia en la que ellos, como
creyentes, son Abautizados en el Espíritu Santo@ y hablan en
lenguas. En este sentido Frederick Dale Bruner escribe: ADesde el
punto de vista de la historia de la doctrina, parece ser que de
la búsqueda del metodismo-movimiento de santidad de una
experiencia instantánea de santificación, de una >segunda obra de
gracia= después de la justificación, el pentecostalismo centró su
aspiración en un bautismo en el Espíritu Santo experimentado
instantáneamente después de la conversión@.4
Puesto que el pentecostalismo enseña también una segunda
obra de gracia, el contenido de la cual es diferente, en
particular al no incluir la limpieza del pecado original, sino el
hablar en lenguas, surgen algunas desventajas al referirse a la
doctrina distintiva del wesleyanismo como la segunda obra de
gracia.
Amor. Este es otro de los términos apropiados e inapropiados
a la vez para referirse a la entera santificación, preferido por
Mildred Wynkoop por sobre todos los demás, quien incluso título
su principal obra A Theology of Love (una teología del amor). En
su prefacio dice: AEste es un libro acerca del amor@.5 Al percibir
que Wesley Aigualó la santidad con el amor@6, como en realidad lo
hizo, Wynkoop sugiere que el interés básico de Wesley se centra
en Aamar a Dios y al prójimo@; y ella está de acuerdo con ello.7
La tesis de su libro expresa que Ael amor es el elemento dinámico
del wesleyanismo@.8 Dice además: AEn lugar de que Wesley
represente una teología de la santidad, seríamos más fieles a su
enseñanza principal si le llamamos una teología del amor@.10
Con todo, el término Aamor@ tiene sus desventajas para
referirse a esta experiencia. Como señala Wynkoop, Aamor es una
palabra equívoca@.10 También dice: AAmor es una >palabra vana=, a
la que se le ha quitado su promesa de cumplimiento por aquellos
que la han traicionado al no cumplir lo que prometen@.11 AAmor@
tiene variados significados para diversas personas, uno de los
cuales es precisamente lo opuesto a la santidad Cexperiencia
sexual fuera del matrimonio.
Santidad Cristiana. Este es particularmente un nombre
apropiado para la entera santificación si deseamos apelar a otros
creyentes con un nombre inofensivo para esta doctrina. )Quién no
cree en la importancia de la santidad cristiana?
El nombre no deja de apelar a la gente, pero es
particularmente inapropiado, porque no tiene parámetros como en
Holiness-Grider, cap. 15 335
_ 544

el caso de Aamor@. Tiene un sentido general tan amplio como el


Océano Pacífico.
Santidad. Este término también es adecuado e inadecuado a la
vez. Por más de 100 años se ha conocido a los wesleyanos como el
pueblo de santidad. Las denominaciones wesleyanas se han conocido
como las iglesias de santidad, y a sus pastores como clérigos de
santidad. La vida y obra de estas iglesias se ha conocido como el
Movimiento de Santidad.
Sin embargo, aun con todo esto a su favor, el término no es
apropiado del todo. Uno de los factores menores en su contra
radica en que todos los grupos de creyentes creen en la santidad
en algún sentido. Otro factor aun mayor es que, técnicamente,
nosotros los wesleyanos con frecuencia le damos un significado
más amplio al término Asantidad@ que al de entera santificación.
En el uso popular son sinónimos. Pero en el campo técnico, la
santidad comienza en la primera obra de gracia como lo dijo
Wesley propiamente (o incluso en la gracia preveniente); y
continúa, al ir creciendo en la gracia, después de la entera
santificación.
Santidad Escritural. Este término está sujeto a la misma
crítica de Asantidad@. El significado de Asantidad@, unido al de
Aescritural@ es el mismo que se le da por sí mismo. Al incluir la
palabra Aescritural@ sencillamente se le da relevancia a la
principal fuente de la doctrina.
La Segunda Bendición de Santidad. De todos los términos que
incluyen Asantidad@, este es quizá el preferible. Sugiere que
esta obra de gracia se recibe subsecuentemente a la primera obra
de gracia, y define la Asantidad@ de modo tal que describe
acertadamente la tradición wesleyana.
En el Movimiento de Santidad, se ha asociado ampliamente con
los wesleyanos que no usan un enfoque muy académico, y esa es su
desventaja principal. Es la designación de un Averdadero
creyente@ que sugiere Asoy leal@, Asoy ultraortodoxo@. Este tipo
de indicación de lealtad y ortodoxia es apropiado sólo en
ocasiones.
Canaán. ANuestra Canaán@ (o la experiencia de la Tierra de
Canaán, con su sinónimo Tierra de Beulah) es otro de esos
términos adecuados y no adecuados a la vez para la entera
santificación. ACanaán@ es el uso poético de un evento mencionado
con frecuencia en las Escrituras. De acuerdo con esta metáfora,
la liberación de los israelitas de su esclavitud en Egipto
tipifica nuestra liberación de la esclavitud al pecado y a
Satanás en nuestra conversión; y el cruce del río Jordán con su
entrada en la tierra de Canaán tipifica no la muerte, sino la
entrada en la experiencia de la entera santificación. Las
analogías contienen cierto elemento de plausibilidad. La
Holiness-Grider, cap. 15 335
_ 555

liberación de manos de un amo cruel es verdad en la conversión, y


la herencia o posesión de elementos positivos también lo es en la
entera santificación.
Sin embargo, la designación no tiene nada exegéticamente
atractivo. Este tipo de analogía no le resultaría convincente a
alguien que aún no crea en las dos obras de gracia. Por el
contrario, muchos interpretan la entrada de Israel en Canaán en
forma muy diferente. Los evangélicos calvinistas consideran el
cruce del Jordán por parte del pueblo de Israel como tipo de
nuestra muerte física, y para ellos Canaán es el cielo.
Hebreos 2C4, que menciona Canaán, se usa para apoyar la
interpretación de Asantidad@. Sin embargo, para los creyentes
ajenos al movimiento de santidad los pasajes no les son nada
atractivos. Una exégesis y exposición cuidadosas de otros
pasajes, tales como 1 Tesalonicenses, serían mucho más
convincentes.
El Segundo Reposo. Este término también ha sido tomado de
Hebreos 2C4, y es exegéticamente más convincente de la enseñanza
de la entera santificación que la analogía de Canaán. Esta
nomenclatura es adecuada porque Hebreos 2C4 llama a los
creyentes a dicho reposo. El descanso es Asegundo@, subsecuente a
la conversión. El escritor a los Hebreos dice: APor tanto, queda
un reposo para el pueblo de Dios, porque el que ha entrado en su
reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.
Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga
en semejante ejemplo de desobediencia@ (4:9-11). Evidentemente,
esta exhortación es para creyentes, lo cual se presta para la
metáfora de la entera santificación como experiencia
estabilizadora.
Pero a la vez el Asegundo reposo@ tiene sus desventajas. No
sería tan convincente para los extraños como lo serían, por
ejemplo, Hch. 8 o 1 Ts. 3:10 (estudiados con 3:13; 4:3; 5:23).
Wesleyanismo. Este término, también, tiene sus ventajas y
desventajas. En su uso nos asociamos con la enseñanza distintiva
de una persona ampliamente reconocida de la herencia de la fe del
pasado. Y no es necesario estar de acuerdo en todos los sentidos
con Wesley para ser asociado con él. Los que pertenecemos al
Movimiento de Santidad quizá nos llamemos propiamente wesleyanos,
aun cuando estamos de acuerdo con los padres de la iglesia
primitiva, del Oriente y del Occidente, en que la entera
santificación se obra por el bautismo con el Espíritu Santo Cen
desacuerdo con Wesley.
La desventaja de llamar Awesleyanismo@ a la entera
santificación radica en que algunas personas podrían pensar que
el uso del término lleva en sí acuerdo total con lo que él hizo.
Otra desventaja sería la acusación que algunos podrían hacer de
Holiness-Grider, cap. 15 335
_ 566

que se sigue más bien a una figura humana sobresaliente en lugar


de seguir a Cristo, y de que se consideran sus escritos tan
dignos de autoridad como las Escrituras.
Bautismo con el Espíritu Santo. Esta frase fue usada para
referirse a la segunda obra de gracia por Juan Fletcher y Joseph
Benson en tiempos de Wesley, y el Movimiento de Santidad
Norteamericano, pero Wesley nunca la usó.
El uso de la frase tiene la ventaja de identificar los
medios por los que ocurre la entera santificación. También es de
ventaja relacionar la frase con pasajes tales como Mt. 3:11-12.
Otra ventaja radica en su larga relación con la doctrina de la
entera santificación en el Movimiento de Santidad, que le presta
la ventaja de la familiaridad.
Por otro lado, una de las desventajas es que el
pentecostalismo usa una frase un poco diferente CAel bautismo en
el Espíritu Santo@C para referirse a algo muy diferente. Sus
seguidores en general no creen que este bautismo limpia del
pecado original, y enseñan que se recibe la evidencia inicial del
hablar en lenguas, o que se le da ese mismo don para ejercerlo
subsecuentemente.
Pureza de Corazón. Esta frase no es de uso tan amplio como
otras designaciones. Es apropiado, porque la entera santificación
limpia lo que Wesley llamaba Ael pecado interior@ Cel pecado del
corazón, del cual, como Jesús dijo, emanan actos de pecado (Mc.
7:23). El pueblo de santidad ha señalado una de las
Bienaventuranzas como base de la enseñanza en las Escrituras:
ABienaventurados los de limpio corazón, porque verán a Dios@ (Mt.
5:8). Søren Kierkegaard dijo que Ala pureza de corazón consiste
en desear sólo una cosa@.12 Aparentemente Pablo estaba
experimentando pureza de corazón cuando escribió: AHermanos, yo
mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago:
olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que
está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo
llamamiento de Dios en Cristo Jesús@ (Flp. 3:13-14).
Sin embargo, el término puede parecer como demanda extrema
de la experiencia; y nosotros podríamos usar nuestra convicción
de la pureza de corazón como excusa para justificar actitudes o
acciones no semejantes a las de Cristo.
La Plenitud de la Bendición. Esta frase sugiere una nota
positiva y es inofensiva para los extraños.
Sin embargo, también es un tanto inadecuada. Para algunos
puede sugerir que la primera obra de gracia es sólo parcial.
Donald Metz no aclara del todo el panorama al llamar la
santificación inicial Asantificación parcial@ a diferencia de la
entera o plena santificación, que los creyentes pueden recibir
después.13 La justificación, la regeneración, la santificación
Holiness-Grider, cap. 15 335
_ 577

inicial, etc., son obras completas en sí mismas. La tendencia


adquirida hacia actos de pecado que se acumula debido a esos
actos es limpiada en la santificación inicial a tal grado que
somos capacitados para romper con la vida de pecado.
Al llamar la entera santificación Ala plenitud de la
bendición@ quizá relacione también esta enseñanza de santidad con
algunos grupos que hablan en lenguas, porque existe una
asociación de hombres de negocios llamada El Evangelio Completo,
la cual ejerce fuerte influencia Csurgió de la denominación
Cuadrangular de Aimee Semple McPheerson, en la que se promueve un
Aevangelio completo@ con cuatro elementos: salvación, el bautismo
en el Espíritu, sanidad, y la segunda venida de Cristo.
Santificación. Esta designación tiene la ventaja de que la
mayoría de la gente la entiende en algún grado por lo menos. La
mayoría de los creyentes creen en una santificación de cierto
tipo, que por lo general ocurre gradualmente. ASantificación@
también tiene la ventaja de ser un término bíblico de uso
frecuente. Pero es necesario refinar el término, en particular al
usar Aentera@, ya que las Escrituras usan la palabra para
referirse a la santificación de diezmos, el día de reposo, el
templo, así como a personas; e incluso en el caso de personas se
usa en el sentido de apartar para un oficio especial o en
matrimonio, y en otras ocasiones en el sentido de ser purificado
del pecado Cy purificación del pecado, incluso, es gradual en
ocasiones y en otras es instantánea.
Entre el pueblo de santidad, la Asantificación@ es un
sinónimo popular de Aentera santificación@. Wesley mismo, quien
en ocasiones advirtió a sus seguidores sobre el uso de Aentera
santificación@ en lugar de Asantificación@ si se estaban
refiriendo a la Asegunda bendición@, no siempre se apegó a esa
regla. Con frecuencia hablaba de Asantificación@ cuando, según el
contexto, se estaba refiriendo a Aentera santificación@.
Entera Santificación. Ante todo lo expuesto, esta frase
quizá sea la preferible por sobre todas las otras designaciones
de la enseñanza distintiva del wesleyanismo. Quizá sea preferible
por sobre todas las frases discutidas anteriormente Cy otras no
discutidas como Ala vida más elevada@,14 Ala vida más profunda@,
Alibertad bíblica del pecado@,15 entre otras.1
La frase Aentera santificación@ tiene varios puntos a su
favor. Es quizá la designación más ampliamente usada dentro del
Movimiento de Santidad. Juan Wesley mismo la usó con frecuencia y
exhortó a usarla, estableciendo así una tradición dentro del
metodismo y el Movimiento de Santidad generalmente. La
designación de esta obra de gracia como Aentera santificación@
también tiene la ventaja de sugerir su aspecto más significativo:
la limpieza del pecado original.
Holiness-Grider, cap. 15 335
_ 588

Además, puesto que Asantificación@ es un sustantivo, al


llamar a esta gracia Aentera santificación@ también nos indica
que es un estado. Como estado, tiene en sí la condición de una
relación constante con Dios, dentro de la cual es capacitad uno
para crecer espiritualmente. Como estado, es más que una serie de
tipos de acción similares Cacciones, por supuesto, con
integridad moral. Y como sustantivo, Asantificación@ no puede ser
verbo como en el caso de otras designaciones, como Aamor@. Esta
característica específica le permite a uno subrayar que es un
estado o condición. Al mismo tiempo, no se le debe restar
importancia al amor, al que Pablo le dio la categoría de la mayor
de todas las virtudes cristianas (1 Co. 13:13). El amor como
virtud, incluyendo actos de amor, es la forma más sublime para
expresar el estado de la entera santificación.
Esta designación es bíblica. Se usa en 1 Ts. 5:23. Pablo se
dirige a creyentes cristianos, después de haberles dicho que
deseaba suplir lo que les faltaba en su fe (3:10): AQue el mismo
Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser
Cespíritu, alma y cuerpoC sea guardado irreprochable para la
venida de nuestro Señor Jesucristo@. La palabra traducida como
Asantifique@ está en el tiempo aoristo, lo cual sugiere que
cuando se cumpla este deseo, u oración, sucederá sin referencia a
tiempo, en forma completa, y no gradualmente Cde otra manera se
hubiera usado el tiempo presente. La frase Apor completo@ (Adel
todo@, nota marginal en LBdlA; Aperfectamente@, Versión Popular),
del griego holoteleis, sólo se usa aquí en todas las Escrituras.
Es una palabra compuesta, de holos y telos, y significa en forma
literal Atotalmente-completamente@. Martín Lutero la tradujo al
alemán de manera que, en castellano, sería Aperfectamente@. La
entera santificación perfecta, por la que aquellos creyentes
serían conservados Asin defecto alguno@ (VP), es tan inclusiva en
su eficacia limpiadora que incluiría su Aespíritu, alma y cuerpo@
Cque significa todo lo que somos.
El pasaje de 1 Ts. 5:23 se refiere a una limpieza perfecta
del pecado original, porque esta oración se hizo claramente en
favor de los creyentes (véase el cap. 1), que ya habían sido
limpios de su depravación adquirida mediante la primera obra de
gracia. Enseña que la limpieza de aquellos creyentes era más que
la supresión o neutralización del pecado original como se enseña
por lo general en círculos reformados y en el keswickanismo.17
La traducción de la RVR95 en este versículo, el más
estratégico en todo el Nuevo Testamento, es tan satisfactoria
para el pueblo de santidad como algunas otras versiones. Es en
realidad Ael mismo Dios@ quien nos santifica, y no nosotros
mismos. Nosotros nos consagramos, pero Dios nos santifica. Y
LBdlA incluso agrega una nota al margen, Adel todo@.
Holiness-Grider, cap. 15 335
_ 599

Otro versículo clave es el siguiente: AQue él afirme


vuestros corazones, que os haga irreprochables en santidad
delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor
Jesucristo con todos sus santos@ (1 Ts. 3:13).
La palabra Aafirme@ es preferible por sobre la traducción un
poco más vaga de la NVI: Afortaleza@. El verbo traducido como
Aafirme@ está en el tiempo aoristo y no en el presente, lo cual
sugiere que no se refiere a madurez gradual.
También la frase Airreprochables en santidad delante de Dios
nuestro Padre@ es preferible por sobre la de la NVI:
AIrreprochables y santos en la presencia de nuestro Dios y
Padre@. La primera sugiere que la santidad es un estado CAen
santidad@; y Adelante de Dios@ sugiere mejor que dicho estado
puede lograrse en esta vida, mejor que la traducción de la NVI.18
Pero la frase Aentera santificación@ tiene desventajas. (1)
Se refiere específicamente a solo uno de por lo menos cinco
elementos concomitantes de la segunda obra de gracia Cla
limpieza del pecado original. (2) Es abstracto y no concreto Ca
diferencia del Abautismo@, por ejemplo, cuando se le llama el
bautismo con el Espíritu Santo a la segunda obra de gracia. (3)
AEntera@ puede sugerir, en particular a los extraños, que Dios ya
no necesita ayudarnos continuamente en nuestro proceso de
madurez. La pureza no es madurez. (4) Tampoco la frase da la idea
obviamente que la entera santificación no es sencillamente un
estado, sino un estado relacional Cpara expresar ese aspecto
relacional se prefiere el uso de los términos Aamor@ o Aamor
perfecto@.
Aun cuando se presenta lo apropiado y lo inapropiado en
todos los términos o frases usados para designar la enseñanza
distintiva del wesleyanismo, quizá ante todo lo expuesto la frase
Aentera santificación@ sea la que ofrezca más ventajas.

Bases Para las Dos Obras de Gracia


El catolicismo romano y el pentecostalismo (incluyendo el
neopentecostalismo, que se inició en 1958) enseñan dos obras de
gracia, como los que sustentamos la tradición wesleyana de
santidad. Todos estos grupos de cristianos enseñan que se
experimentan dos momentos especiales en la vida, cuando se
reciben las experiencias de crisis en el camino hacia la
redención final.
Para el catolicismo romano, la regeneración ocurre en el
momento del bautismo en agua (de infantes o mayores), y en la
confirmación, ceremonia en la que el obispo impone las manos
sobre un creyente, quien recibe purificación del pecado, en la
que dice: ARecibid el Espíritu Santo@. Paul M. Bassett claramente
ha apoyado esta aseveración después de mucha investigación, en
Holiness-Grider, cap. 15 336
_ 600

particular en los escritos de los padres de la iglesia orientales


y occidentales.19
Richard Quebedeaux, en The New Charismatics (1976), y
Frederick Dale Bruner, en A Theology of the Holy Spirit (1970),
han demostrado que los pentecostales enseñan dos obras de gracia.
Para los pentecostales, sólo aquellos que ya son creyentes pueden
recibir el bautismo Aen@ el Espíritu Santo. Algunos calvinistas
también sustentan esta enseñanza, incluyendo el finado Harold
John Ockenga. Lloyd Ogilvie, presbieriano, dice que después de la
conversión los creyentes necesitan recibir el Espíritu Santo,
como los cristianos de la iglesia primitiva de acuerdo con el
libro de Hechos.
Las bases de apoyo para la doctrina de las dos obras de
gracia difieren entre los grupos de creyentes que los sustentan,
pero son similares. Veamos las bases principales bajo la
tradición wesleyana de santidad.
La Base Sicológica. Nuestra estructura mental sicológica
difiere tanto en la apropiación de las dos obras de gracia que
difícilmente se pueden recibir las dos experiencias al mismo
tiempo.
La estructura mental sicológica para recibir la primera obra
de gracia es la de un rebelde arrepentido que se acerca a Dios en
busca de perdón. Esta persona es un pecador desobediente, no un
hijo de Dios, pero desea serlo; no es cristiano, pero desea
serlo. Cuando el Padre es abordado de esta manera, lo transforma
de rebelde en hijo Cporque el Justo, Jesucristo, murió por los
injustos y fue resucitado de entre los muertos.
Cuando somos creyentes, cristianos, personas ya perdonadas,
y le pedimos la entera santificación a Dios, nuestra estructura
mental sicológica es muy diferente. No nos arrepentimos de
nuestros pecados y nos volvemos de ellos, puesto que ya lo hemos
hecho. Nos rendimos a Dios como sus hijos, dispuestos a darnos
por completo a la causa de Dios. Nos disponemos a que Dios nos
use. Como nacidos de nuevo, deseamos que la depravación adámica
sea purificada por el bautismo con el Espíritu Santo, de modo que
podamos servir a Dios en una relación establecida y que El nos
use en servicio a otras personas. Nuestra estructura mental es
muy diferente de la del inconverso que pide perdón; y seguramente
sería casi imposible asumir al mismo tiempo las dos estructuras
mentales apropiadas para recibir las dos obras de gracia. Ambas
obras de gracia pueden recibirse durante el mismo período de
oración; pero este caso sería más factible para la persona que ha
caído de la gracia justificadora y santificadora que está en
proceso de volver a Dios. Con todo, las obras de gracia serían
distintas cronológicamente hablando.
La mayoría diferimos de Melvin Dieter, del Seminario
Teológico Asbury, quien dice: AEl punto crítico de esta
Holiness-Grider, cap. 15 336
_ 611

experiencia purificadora no tiene que ser cronológicamente


distinta de la justificación y el nuevo nacimiento, pero
lógicamente es distinta en el proceso continuo de la salvación@.20
El punto de vista de Dieter es como el de Mildred Wynkoop, quien
escribió (lo que incorrectamente ella cree que también era el
punto de vista de Wesley): ANo cree uno primero para
justificación y, después, cree para santificación@.21 Y también,
incorrectamente, dice ella: AWesley creía que la justificación y
la santificación eran dos aspectos de una sola verdad, no
separadas por el tiempo o la experiencia@.22 Esta declaración es
incorrecta porque Wesley enseña que son Aseparadas@ tanto por el
Atiempo@ como por la Aexperiencia@. Wesley sugirió que quizá no se
concebían como separadas por el tiempo, pero dijo que no sabía de
algún caso de simultaneidad.
Las Sagradas Escrituras enseñan que la justificación y la
entera santificación son Acronológicamente distintas@. Esta es la
enseñanza oficial de la Asociación Cristiana de Santidad y de
todas sus denominaciones afiliadas. De hecho, no fue sino hasta
los escritos de Wynkoop que todo el Movimiento de Santidad
enseñaba unánimemente dos obras de gracia distintas en la
redención. E incluso Wynkoop a menudo lo enseña claramente, como
en su obra A Theology of Love. Lo mismo Dieter, incluso en el
mismo capítulo del simposio que citamos anteriormente.
La Base Teológica. La principal base teológico de la
doctrina se encuentra en los dos tipos de pecado de los que nos
libran las dos obras de gracia Cactos de pecado y la depravación
adámica.
Los actos de pecado, de desobediencia contra la voluntad
conocida de Dios, son perdonados en la primera obra de gracia, la
justificación. Dios, como juez, nos perdona.
Pero además de cometer actos de pecado, todo ser humano
entra en el mundo con la desventaja de la depravación adámica.
Este pecado no necesita perdón, porque ya hemos nacido con él
(véase Ro. 5:12-21; 1 Co. 15:21-22). Nos somos culpables del
mismo; nunca seríamos condenados eternamente sólo por ese pecado,
como dijo Wesley. Pero como un estado necesita ser limpiado,
Aexpulsado@, como Wesley solía decir, ser Adestruido@ (Ro. 6:6).
esto ocurre en la segunda obra de gracia, cuando a los creyentes
se les concede libertad de pecado (Ro. 6:18; 8:1-2); cuando el
cuerpo de pecado, el estado de pecado, es destruido; cuando la
depravación adámica, a la cual Pablo se refiere con frecuencia
como a la sarx, es Acrucificada@ (Gl. 5:24); cuando los creyentes
son Acircuncidados con circuncisión no hecha por mano de hombre,
sino por la circuncisión de Cristo, en la cual sois despojados de
vuestra naturaleza pecaminosa@ (Col. 2:11).
La Base Escritural. Esta base puede compararse con una
Holiness-Grider, cap. 15 336
_ 622

sombrilla muy grande: abarca todos los aspectos de la doctrina.


Sin embargo, para el propósito de nuestro estudio, sólo
consideraremos unos cuantos versículos de apoyo representativos.
1. Pasajes de las dos Obras. Un número de pasajes bíblicos
enseñan ambas obras de gracia en un solo versículo, los cuales
son, en general, los que más difícilmente se pueden rebatir.
a. Mt. 3:11. Juan el Bautista dijo: AYo a la verdad os
bautizo en agua para arrepentimiento, pero el que viene tras mí,
cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo.
El os bautizará en Espíritu Santo y fuego@. En este pasaje, que
se encuentra también en Mc. 1:7-8, Lc. 3:16-17, y Jn. 1:26-27, se
mencionan ambas obras de gracia en un breve escrito. El bautismo
en agua de Juan, que simbolizaba arrepentimiento, es la primera
obra de gracia; y el bautismo subsecuente con el Espíritu Santo
que Cristo efectuaría lleva a cabo la segunda obra de gracia. El
Aarrepentimiento@ en los Evangelios Sinópticos es lo mismo que
Acreer@ en el Evangelio Según San Juan, como se demuestra en el
capítulo 14. En el bautismo de Cristo, de acuerdo con Juan,
ocurre una limpieza radical Cdel pecado original. La frase Ay con
fuego@ del versículo 11, así como la promesa del 12 de que
Aquemará la paja en fuego que nunca se apagará@, habla de esta
limpieza.23
Esa limpieza es consistente con muchas otras referencias a
la limpieza efectuada en el Pentecostés. Ezequiel dijo:
AEsparciré sobre vosotros agua limpia y seréis purificados de
todas vuestras impurezas, y de todos vuestros ídolos os limpiaré.
Os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de
vosotros. Quitaré de vosotros el corazón de piedra y os daré un
corazón de carne. Pondré dentro de vosotros mi espíritu, y haré
que andéis en mis estatutos y que guardéis mis preceptos y los
pongáis por obra@ (36:25-27). Sin duda Malaquías también
profetizó sobre la limpieza del Pentecostés cuando habló del
ASeñor@, Ael mensajero@ que Avendrá@:AEl se sentará para afinar y
limpiar la plata: limpiará a los hijos de Leví, los afinará como
a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia@
(3:1, 3).
Jesús se refirió a la limpieza del Pentecostés en diferentes
ocasiones. En una de ellas, en el último día de la Fiesta de los
Tabernáculos, dijo: AEl que cree en mí, como dice la Escritura,
de su interior brotarán ríos de agua viva@. Luego explica Juan:
AEsto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyeran en
él, pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no
había sido aún glorificado@ (Jn. 7:38-39). Jesús también usó el
símbolo del bautismo, que implica limpieza en sí mismo, cuando
dijo a sus discípulos, un poco antes del Pentecostés: ASeréis
bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días@ (Hch.
Holiness-Grider, cap. 15 336
_ 633

1:5). Y cuando Jesús pidió en oración, Asantifícalos@ (Jn. 17:17,


la cual fue contestada en el Pentecostés, el significado del
término era más bien Alímpialos@, o Apurifícalos del pecado@,
porque los discípulos ya habían sido santificados en el sentido
de ser apartados para el uso de Dios como ministros.
Por lo demás, al describir lo que ocurrió primero a los
discípulos en el Pentecostés y después a la familia de Cornelio,
Pedro dijo que Dios Aninguna diferencia hizo entre nosotros y
ellos, purificando [katharisas, habiendo limpiado] por la fe sus
corazones@ (Hch. 15:9).
b. Ro. 5:1-5. Este pasaje también enseña ambas obras de la
gracia redentora. El versículo 1 habla de justificación, que se
recibe Apor la fe@ y produce Apaz para con Dios@, provista Apor
medio de nuestro Señor Jesucristo@.
Los versículos 2-5 hablan de la segunda obra de gracia.
Pablo continúa diciendo: APor quien también [esta palabra,
Atambién@, no se encuentra en algunos manuscritos antiguos, por
lo cual no se incluye en la NVI] tenemos entrada por la fe [la
frase Apor la fe@ tampoco se encuentra en algunos manuscritos
antiguos, aunque sí la registra la NVI] a esta gracia en la cual
estamos firmes@(v. 2). Sobre varias bases, los versículos 2-5
parecen ser una referencia a la segunda obra de gracia: (1) La
palabra adicional Atambién@ del versículo 2 sugiere que esto va
más allá de la justificación; (2) la frase adicional Apor la fe@
del versículo 2 sugiere algo que va más allá de la justificación
recibida también por la fe como la entera santificación (véase
Hch. 15:8-9; 26:18); (3) se le llama la gracia Aen la cual
estamos firmes@ (v. 2), ligándola así con la entera santificación
como la gracia estabilizadora (véase 1 Ts. 3:13); y (4) sigue
adelante diciendo que ésta se recibe mediante el bautismo
pentecostal con el Espíritu: AEl amor de Dios ha sido derramado
en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado@ (v.
5).
c. Ro. 6:6. Aquí también se mencionan las dos obras de
gracia. Pablo dice: ASabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue
crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea
destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado@. Pablo está
diciendo que recibimos la primera obra de gracia para ir adelante
y recibir la segunda. La frase Anuestro viejo hombre@ es una
buena traducción de ho palaios hemon anthropos. Se refiere a lo
que éramos antes de la regeneración. Ese viejo hombre fue
Acrucificado@, dice Pablo, a fin de que (hina) Ael cuerpo del
pecado@, el estado de pecado, el pecado original, Asea destruido@.
d. Ef. 1:13. Pablo dice aquí: AEn él también vosotros,
después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de
vuestra salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en El con
Holiness-Grider, cap. 15 336
_ 644

el Espíritu Santo de la promesa@ (LbdlA). Los lectores de la


epístola ya habían oído el evangelio y habían creído Cla primera
obra de gracia. Después de oír y creer fueron Asellados en El con
el Espíritu Santo de la promesa@. Ese Espíritu Santo de la
promesa es el prometido por Ezequiel (36:25-27), Joel (2:28),
Juan el Bautista (Mt. 3:11) y Jesús mismo (Hch. 1:4-5) Cpasajes
antes citados. Ser sellados significa que por esta segunda obra
de gracia fueron (1) establecidos en Cristo, habiendo sido
limpiados del pecado original; (2) aprobados por Dios, puesto que
había sido destruida la depravación adámica; y (3) pasaron a ser
posesión de Dios en un sentido más profundo que en la
justificación Cel sello antiguo significaba aprobación (como al
presente en cierto grado), y propiedad (como hoy se simboliza en
una carta).
e. Ef. 5:25-27. En este pasaje, de nuevo Pablo se refiere
claramente a las dos obras de gracia, si se lee en el griego o en
algunas de las versiones bíblicas más recientes. Pablo dice aquí:
ACristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para
santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por
la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia
gloriosa, que no tuviera mancha ni arruga ni cosa semejante, sino
que fuera santa y sin mancha@. Aquí tenemos un participio
aoristo, katharisas. Los participios aoristos casi siempre
expresan acción anterior en tiempo a la acción del verbo
principal de una frase. Por tanto, Pablo está diciendo que,
Ahabiendo limpiado@ a la iglesia en la santificación inicial, o
regeneración, Cristo después la santificó [verbo principal] para
presentársela a sí mismo como santa. En algunas versiones
traducen el pasaje sin tomar en cuenta el participio aoristo,
Asanta, limpiándola@ (NVI), lo cual oscurece las dos obras de
gracia. La versión LBdlA, sin embargo, traduce también
Ahabiéndola purificado@, con que la regeneración se ubica antes
de esta santificación. La NVI traduce sin tomar en cuenta el
significado usual de un participio aoristo, diciendo que Cristo
se dio a sí mismo Apara hacerla santa, limpiándola por el
lavamiento del agua mediante la palabra@.
f. Stg. 4:8. Este pasaje bien puede referirse a ambas obras
de gracia: APecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble
ánimo, purificad vuestros corazones@. Las Amanos@ se refieren a
los actos, los hechos de los Apecadores@, y necesitan ser limpios
en el Alavamiento de la regeneración@ (Tit. 3:5). Y el corazón,
del cual dijo Jesús que salen los actos de pecado (Mc. 7:21-23),
necesita ser limpio, como lo fueron los corazones de los 120 en
el día de Pentecostés (Hch. 15:8-9).
Obviamente Santiago está hablando aquí de dos obras de
gracia. Describe el pecado original como una condición de sus
Holiness-Grider, cap. 15 336
_ 655

lectores. Se les acusa de preferir la Aamistad del mundo@ (4:4).


Son envidiosos (4:2), y combaten y pelean (v. 2; 1 Co. 3). Mas
para todo ello hay un remedio: APero él [Dios] da mayor gracia@
Cquizá esta sea una referencia a la entera santificación (4:6).
Entonces exhorta: ASometeos, pues, a Dios@ (v. 7), lo cual puede
ser una exhortación a la consagración. La consagración, como
preparatoria para la entera santificación, quizá sea el
significado de sus palabras: AAcercaos a Dios, y él se acercará a
vosotros@, después de lo cual agrega el pasaje bajo estudio:
APecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo,
purificad vuestros corazones@. La persona regenerada,
ciertamente, es de doble ánimo, ya que no sólo habita el Espíritu
en su interior, sino también la naturaleza carnal (Glt. 5:17). Y
la limpieza del corazón, la segunda obra de gracia, es la
respuesta al doble ánimo.
2. Otros Pasajes. Otros pasajes de las Escrituras un poco
más extensos también enseñan las dos obras de gracia. Sólo
mencionaremos unos cuantos aquí, puesto que este estudio de la
entera santificación como un todo es más bien un estudio de todos
ellos.
a. Pasajes de Hechos. En Hechos encontramos varios pasajes
de este tipo y también se discutirán detalladamente en el
siguiente capítulo. Bajo la predicación de Felipe en Samaria,
mucha gente creyó y fueron bautizados en agua. Pero después
cuando llegaron Pedro y Juan, Aoraron por ellos para que
recibieran el Espíritu Santo... Entonces le imponían las manos y
recibían el Espíritu Santo@ (8:12-17).
Varios otros pasajes semejantes enseñan dos obras de gracia;
por ejemplo, los capítulos 9; 10C11; y 18:27C19:6. Es necesario
discutir aquí este último. Ciertos discípulos habían Acreído@ y
habían sido Abautizados@ (en agua). Juan el Bautista efectuaba la
ceremonia del bautismo. De acuerdo con Pablo, Juan había dicho
Aal pueblo que creyeran en aquel que vendría después de él, esto
es, en Jesús el Cristo@ (19:4). El versículo 5 dice: ACuando
oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús@
(19:5). Esto se refiere a que oyeron a Juan el Bautista, no a lo
que Pablo les acababa de decir. Este no es un registro de un
rebautismo. Pablo les impuso las manos, y Avino sobre ellos el
Espíritu Santo@ en toda su plenitud pentecostal.
b. 1 Tesalonicenses. En esta epístola se enseña con certeza
dos obras de gracia. Pablo escribió esta carta a creyentes. Los
llama Ahermanos@ 14 veces en los cinco capítulos. Da gracias a
Dios por ellos en forma especial, acordándose Asin cesar... de la
obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra
constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo@ (1:2-3).
Les dice además que habían recibido el evangelio (v. 6), que
Holiness-Grider, cap. 15 336
_ 666

estaban dando testimonio (v. 8) y que esperaban Ade los cielos a


su Hijo@ (v. 10).
Con todo, algo les faltaba en su fe (3:10) Cen particular
su entera santificación. En 3:13 Pablo escribe: AQue él
fortalezca [afirme] sus corazones para que sean irreprochables y
santos en la presencia de nuestro Dios y Padre@ {NVI}. Y en 4:3
agrega: ALa voluntad de Dios es vuestra santificación@. Y un poco
más adelante dice: AQue el mismo Dios de paz os santifique por
completo@ (5:23).
Lo que falta debe ser suplido, no gradualmente, puesto que
no se usa el tiempo presente, sino en forma completa y sin
relación con tiempo y secuencia. La palabra griega que se usa en
3:10, traducida como Acompletemos@, y en la NVI como
Aproporcionarles@, está en el tiempo aoristo, que denota acción
completa, decisiva, o instantánea. Y la palabra Aafirme@ del
3:13, o Afortalezca@ en la NVI, también está en el tiempo
aoristo, con lo que se sugiere que ser Airreprochables en
santidad delante de Dios nuestro Padre@ se logrará en una
experiencia completa del favor de Dios. De igual manera, el verbo
de 5:23, Asantifique@, está en el tiempo aoristo. En ese mismo
versículo, la frase Apor completo@, es decir, Aos santifique por
completo@, o Adel todo@ (LBDLA, nota al margen), se traduce del
griego holoteleis, palabra compuesta que significa Atotalmente-
completamente@. Esto se refiere a una limpieza completa del
pecado en lugar de un apartamiento completo Cel otro
significado, en algunos otros contextos (1 Co. 7:14), de la
palabra Asantifique@.

Componentes de la Experiencia
La doctrina y experiencia de la entera santificación puede
considerarse desde diversas perspectivas.
Separación para el uso de Dios. Este componente debe
estudiarse desde muy temprano en la vida cristiana. La palabra
hebrea kdsh, que se traduce como santidad, se usa 830 veces en el
Antiguo Testamento. Aparentemente significa Acortar@, Aseparar@, o
quizá Aelevar@.
Probablemente esta palabra que se traduce como Asantidad@,
que básicamente significa Aseparación@, Aoriginalmente no tenía
asociación ética@.24 El hecho de que a las prostitutas de los
templos de las culturas paganas se les llamara Asantas@ apoya
esta aseveración.
En el uso mismo en el pueblo de Israel, algunos apoyan
cierto contenido ético desde tiempos primitivos en la aplicación
de kdsh a personas y animales usados como sacrificios (véase 2
Cr. 29:5, 15-19; también Lv. 22:21-25; Dt. 15:21; Mal. 1:8).
Turner concluye: AEn cada uno de los 800 lugares o más en
Holiness-Grider, cap. 15 336
_ 677

los que se usa algún tipo de raíz en el Antiguo Testamento el


significado de separación es permitido; en muchos casos se
demanda@.25
La palabra o verbo equivalente en el Nuevo Testamento para
Asantidad@, hagiadzo, Ahacer santo@, incluye en su significado
Aseparar@, mientras que sus 28 casos significan frecuentemente,
más bien, limpiar del pecado.
La separación para el uso de Dios es evidentemente el
significado de J. 17:19, donde Jesús dice: APor ellos yo me
santifico a mí mismo@, porque El no tenía pecado (2 Co. 5:21). No
necesitaba santificación en el sentido de purificación del
pecado. Como humano, sin embargo, necesitaba apartarse para ser
usado por Dios el Padre, especialmente al ir a la cruz por
nosotros.
Un caso de uso similar de una palabra relacionada se
encuentra en el Padre Nuestro: ASantificado sea tu nombre@ (Mt.
6:9). Le estamos diciendo a Dios que deseamos apartarlo,
separarlo, de todo aquello que toca nuestra vida. Como dice E. F.
Walker: ACuando Pedro exhorta a >santificad a Cristo como Señor en
vuestros corazones= (1 P. 3:15, LBdlA), significa que debemos
darle al Señor Jesucristo el lugar supremo en el trono de nuestro
ser CAPara que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que
no honra al Hijo no honra al Padre, que lo envió@ (Jn. 5:23)@.26
Otros derivados de Asantificar@ con el significado de
separación se encuentran también en Jn. 10:36 y 1 Co. 7:14.
Limpieza del pecado original. Este es quizá el componente
más básico de la segunda obra de gracia.
Juan Wesley enseñó una limpieza radical del pecado original
en la entera santificación, la cual ha sido la enseñanza general
del Movimiento de Santidad. Wesley hablaba del Aamor que llena el
corazón, expulsando [no sólo suprimiendo] el orgullo, la ira, el
deseo, la obstinación@.27 Wesley también escribió mucho acerca de
la destrucción del cuerpo del pecado.
J. A. Wood, en su obra ahora clásica, El Amor Perfecto,
enseñó claramente la limpieza radical del pecado adámico mediante
la entera santificación. En su edición revisada escribió:
En la gracia de la justificación, los pecados,
como actos de transgresión, son perdonados. En la
gracia de la [entera] santificación, el pecado, como
enfermedad, es expulsado, de modo que el corazón es
hecho puro. En la naturaleza del caso, la erradicación
del pecado en principio del corazón humano completa el
carácter cristiano. Cuando se perdona la culpa en la
justificación, y toda la inmundicia es eliminada en la
entera santificación, de modo que sólo la gracia habite
en el corazón y nada más contrario a ella, entonces se
Holiness-Grider, cap. 15 336
_ 688

alcanza la condición moral a la que las Escrituras le


dan el nombre de perfección, o entera santificación.28
Wood con frecuencia usa palabras como Aerradicar@,
Aexterminar@ y Aextirpar@ a fin de expresar la forma en que la
gracia de dios trata el pecado original.
Se puede agregar el testimonio de muchos escritores de
santidad más recientes, como George Allen Turner, J. Glenn Gould,
W. T. Purkiser, Richard S. Taylor, y S. S. White, todos los
cuales han enseñado claramente que la limpieza real y radical del
pecado original es un componente de la segunda obra de gracia.29
El Bautismo con el Espíritu Santo. Puesto que dedicaremos
todo un capítulo a este tema, aquí lo tocaremos sólo brevemente.
El bautismo con el Espíritu Santo efectúa o lleva a cabo la
entera santificación. En este bautismo el Espíritu Santo es
derramado sobre el creyente. Entonces el Espíritu Santo ocupa
todo el ser del creyente.
Capacitación con poder. Aun cuando el Movimiento de Santidad
ha subrayado el aspecto de limpieza del pecado original, también
hemos sabido que el poder es asociado con el bautismo con el
Espíritu Santo. Hechos 1:8 dice: APero recibiréis poder cuando
haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo
último de la tierra@.
El Movimiento de Santidad bien podría darle más importancia
de la que hasta le ha dado a este aspecto del Pentecostés. Y se
puede decir que se refiere a poder para dar testimonio de Cristo.
Es mucho más que poder para observar una vida santa.
Jesucristo desea que demos testimonio de El. Por ello nos
dará el poder para contarle al mundo, en términos más o menos
convincentes, quiénes somos, y nos ayudará al tratar de guiarlos
hacia El.
Sello. La entera santificación también es descrita en las
Escrituras como sello Cen cierto sentido en 2 Co. 1:21-22 y Ef.
4:30, pero claramente en Ef. 1:13-14.
En el primer caso, Pablo relaciona la confirmación o
estabilidad y el sello con el don del Espíritu Santo: AY el que
nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios,
el cual también nos ha sellado y nos ha dado, como garantía, el
Espíritu en nuestros corazones@ (2 Co. 1:21-22).
Aun cuando Pablo menciona el sello en Ef. 4:30, en Ef. 1:13-
14 trata claramente el tema: AEn él también vosotros, después de
escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra
salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en El con el
Espíritu Santo de la promesa, que no es dado como garantía de
nuestra herencia@ (LBdlA).
Algunos eruditos bíblicos del Movimiento de Santidad, como
Holiness-Grider, cap. 15 336
_ 699

George A. Turner, asocian el sello con la primera obra de gracia,


pero la mayoría (como H. Orton Wiley y S. S. White) lo han
relacionado con la entera santificación. Debe observarse que los
lectores de la epístola ya habían escuchado el evangelio de
salvación, habían creído, y habían sido Asellados en El con el
Espíritu Santo de la promesa@.
Como se ha observado ya, el sello es un símbolo que sugiere
propiedad Cque el creyente es verdaderamente propiedad de Dios,
así como una carta sellada es propiedad del que la expide. El
sello también sugiere aprobación, así como el sello en un diploma
de graduación. Después de que el creyente se rinde por completo a
Dios (Ro. 12:1-2), pasa de verdad a ser posesión de El (Glt.
5:24); y después que el pecado original es expulsado, recibimos
la aprobación de Dios en un sentido más profundo que cuando
nuestros pecados fueron perdonados en la justificación.
Un Estado Creciente de una Relación Correcta. Los teólogos
relacionales, como Mildred Wynkoop, sostienen correctamente que
el pecado original y su contraparte, la santidad, son asuntos
relacionales. El pecado original constituye una tendencia hacia
actos de pecado, debido al alejamiento de Dios. Y la santidad,
también, es relacional, en parte como el remedio para el
enajenamiento que produce el pecado.
Algunos han sugerido que causa confusión considerar el
pecado original y la santidad como estados. Esos críticos desean
evitar la implicación de que el pecado original y la santidad son
sustantivos en naturaleza Ces decir, que se pueden pesar, medir,
son fenómenos sustanciales. Sin embargo, llamarlos estados no
implica del todo que sean estáticos o sustantivos. En cuanto al
pecado original podemos usar términos para su limpieza como
Aeliminación@ o Adestrucción@ sin sugerir que el pecado original
es físico o cuantitativo en naturaleza.
Se pueden presentar numerosas declaraciones de varios
escritores de santidad para apoyar el punto de vista de que la
entera santificación es tanto un estado como una relación, y que
es, por sobre todo, un estado de crecimiento. Sólo cuando el
recalcitrante pecado original es expulsado puede darse el
crecimiento cristiano hacia una madurez rica y fructífera.
Perfección. La perfección es otro componente de la entera
santificación, pero sólo en cierto sentido. No somos perfectos en
nuestro juicio ni en conducta ética. Somos perfectos en el
sentido en que un metal es perfecto cuando se le eliminan
sustancias extrañas y queda sólo lo que es esencialmente. Cuando
somos limpios de la naturaleza carnal, somos perfectos en el
sentido que poseemos una naturaleza humana pura Cuna naturaleza
humana que ya no está contaminada por la carnalidad. A los
creyentes se les exhorta a ir adelante hacia la perfección (Heb.
6:1) y a ser perfectos como nuestro Padre que está en los cielos
Holiness-Grider, cap. 15 337
_ 700

es perfecto (Mt. 5:48).


La perfección en ocasiones designa el estado resucitado
(Flp. 3:11-12). Aparentemente se usa como sinónimo de
pneumatikoi, los espirituales, a diferencia de los cristianos
carnales (1 Co. 3:1 y ss.). De seguro Pablo celebró reuniones
especiales con los hoi teleioi, los Aperfectos@, de acuerdo con
la correspondencia a los Corintios (1 Co. 2:6, 12; 14:16, 23).
Estos son creyentes que han recibido limpieza del pecado adámico
mediante el bautismo del Espíritu de Cristo.
Puesto que la palabra traducida como Aperfección@ puede
también traducirse como Amadurez@, según la NVI en Flp. 3:15, H.
Orton Wiley estaba en lo correcto al decir que significa madurez,
no en el sentido del carácter cristiano, sino en el sentido
físico y mental de llegar a la edad adulta Casí como un joven
obtiene madurez o mayoría de edad a los 21 años.30
En algunas ocasiones el Nuevo Testamento usa la palabra
Aperfección@ para referirse a Aconducta perfecta@, como en
Santiago 3:2. Esta perfección no es posible en esta vida.
En el movimiento de santidad, cuando hablamos de
Aperfección@, nos referimos a aquellas personas cuya naturaleza
carnal ha sido expulsada de su corazón, de modo que la naturaleza
no contiene mezcla de lo humano y lo carnal. En este sentido
Pablo se incluye a sí mismo, y por lo menos a algunos de los que
dirigió su carta, como entre los perfectos, en Flp. 3:15 (véase
también 1 Jn. 4:16-18).
Una Experiencia Estabilizadora. Con frecuencia a la entera
santificación se le ha llamado Ala gracia estabilizadora@,
basándose significativamente en 1 Ts. 3:13: AQue él afirme
vuestros corazones, que os haga irreprochables en santidad
delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor
Jesucristo con todos sus santos@. Se basa parcialmente en Ro.
5:1-2, donde Pablo se refiere a la gracia, recibida
subsecuentemente a la justificación, en la que una persona es
capacitada para afirmar su corazón Ces decir, permanecer firme
en la fe.
El creyente que ha sido santificado por completo también
puede caer por completo de la gracia salvadora. Pero de igual
manera, tal persona es capacitada para no caer de la gracia.
El Componente del Amor. El amor es otro elemento
constituyente de la entera santificación. La segunda obra de
gracia nos hace posible que amemos a Dios y a los demás con todo
nuestro corazón, mente, alma y fuerzas (Dt. 30:6; Mt. 22:36-39).
Wesley realzó este aspecto de la experiencia de la entera
santificación, llamando con frecuencia Aamor perfecto@ la segunda
bendición. Apreciaba mucho 1 Juan, y la citaba frecuentemente
debido a su insistencia sobre el amor y el amor perfecto (1 Jn.
Holiness-Grider, cap. 15 337
_ 711

4:8). Mildred Wynkoop ha aclarado esta posición.


El Componente Social. Juan Wesley mismo inició muchos
ministerios de ayuda social. Abrió un banco de crédito. Practicó
la medicina. Publicó literatura cristiana a bajo costo, pensando
en la gente pobre. En su última carta alentaba a Wilberforce a
seguir la lucha contra la esclavitud legalizada en Inglaterra.
George A. Turner escribe, en lo que bien podría ser una
declaración extrema, que Ahistóricamente, el hijo mayor del
metodismo, el Ejército de Salvación, inmediatamente comenzó a
ofrecer >sopa, jabón y salvación=, pero se daban tiempo para
celebrar la >Reunión de Santidad= cada semana@.31
Antes de la mitad del siglo XIX y un poco más tarde, de
acuerdo con investigaciones de Timothy L. Smith,32 Donald
Dayton,33 entre otros, los adherentes de la tradición metodista
de santidad iban a la vanguardia del abolicionismo, el feminismo
y los movimientos de temperancia y abstinencia. En ese tiempo en
el Colegio Oberlin, personalidades destacadas del Movimiento de
Santidad como Charles G. Finney, Asa Mahan y otros, abogaban por
la liberetad de los esclavos y los derechos de las mujeres. Quizá
el Colegio Oberlin fue el primero en Estados Unidos en aceptar
mujeres como alumnas; también admitió a personas de la raza
negra, protegió a esclavos fugitivos, y abogó por cambiar una ley
en Ohio en la que se demandaba el retorno de los esclavos
fugitivos a sus supuestos amos.
Phineas F. Bresee dejó el metodismo a fines del siglo XIX a
fin de trabajar en una misión para menesterosos. Al año siguiente
dejó la misión y fundó la Iglesia del Nazareno del West en Los
Angeles, California Centre los pobres. El gran interés social de
Bresee lo impulsó a planear, por sobre todo, el inicio de obras
de santidad en las grandes ciudades estadounidenses. Estaba más
interesado en esa labor que en apoyar misiones mundiales.
Existe mucha evidencia de que el pueblo de santidad jamás se
ha dormido en lo que respect a problemas sociales. Las
denominaciones de santidad han emitido declaraciones oficiales
sobre asuntos sociales como relaciones raciales, aborto y
drogradicción. Bajo los auspicios de obras de santidad se
promueven numerosos ministerios en los barrios pobres de las
ciudades Cy desde 1992, 50 en la más grande de las
denominaciones de santidad, la Iglesia del Nazareno.
Los cristianos de iglesias wesleyanas de santidad
sustentaban principios de liberación mucho tiempo antes de que
Rubén Alves, protestante liberal, fundara la teología de
liberación como tal con un artículo decisivo en 1964, a quien se
le unieron en 1968 los teólogos católicos romanos Gustavo
Gutiérrez y Leonardo Boff. Pero en nuestra tradición nunca hemos
promovido la violencia (a menudo descrita como contraviolencia)
ni la revolución, a diferencia de los adeptos de la teología de
Holiness-Grider, cap. 15 337
_ 722

la liberación quienes promueven ambas, incluso oponiéndose a la


Biblia con su sobrenaturalismo y su lema: AGuarden sus biblias,
tomen sus rifles y únanse a la revolución@.
El Interés por las Misiones Mundiales. Este es otro
componente de la enseñanza de la entera santificación. Las
diversas denominaciones de santidad han sostenido ministerios de
misiones mundiales en gran escala y en ocasiones hasta muy
onerosos Calgunos de ellos onerosos porque difícilmente podían
sostener su labor de misiones mundiales, por lo que se vieron
impulsados a unirse o ser absorbidos por otra denominación de
santidad debido a ello en parte.34
La total consagración para el uso de Dios, a fin de recibir
y mantener la entera santificación, se manifiesta tanto en
disposición para el servicio misionero como la ofrenda
sacrificial en apoyo de esos ministerios.
Su Carácter de Alejamiento del Mundo. Este es el último
componente de la doctrina de la entera santificación que
discutiremos. A semejanza del movimiento de reforma de Montano de
los siglos II y III, y los movimientos monáticos de la Iglesia
Católica Romana, el pueblo de santidad ha proclamado un estilo de
vida de alejamiento del mundo. El Club Santo de la Universidad de
Oxford, fundado por Carlos Wesley a quien se le unió después su
hermano Juan, promovía tales procedimientos de vida santa que a
sus miembros se les comenzó a llamar Ametodistas@, porque
metódicamente se sometían a una fuerte disciplina espiritual y de
servicio cristiano.
En Estados Unidos el Movimiento de Santidad ha sostenido una
larga historia, y en ocasiones no muy envidiable, de alejamiento
del mundo. Se ha prohibido el uso del alcohol como bebida
embriagante y el tabaco, así como también el teatro, el cine, la
música y el baile. El pueblo debía ser santo Aen su vida y su
apariencia@ Csu Aapariencia@ se relacionaba con la forma de
vestir. En la investigación de Donald W. Dayton se muestra que se
alentaba la sencillez en el vestir a fin de dar más dinero para
la evangelización y ayudar a los menesterosos.
Pasemos ahora a considerar otro aspecto principal de la
doctrina de la entera santificación: su carácter instantáneo.

Su Carácter Instantáneo
Tanto Juan y Carlos Wesley como los escritores del
Movimiento de Santidad enseñaron, y los presentes escritores de
santidad enseñan, que la entera santificación es una obra
instantánea. Wesley mismo enseñó la santificación gradual, por la
que aparentemente se refería a una limpieza gradual del pecado
original. Y George A. Turner y Mildred Wynkoop enseñan a su vez
que, además de la entera santificación instantánea, se sigue otra
Holiness-Grider, cap. 15 337
_ 733

santificación gradual en la que el pecado original es purificado


poco a poco.
Casi todos los escritores del Movimiento de Santidad, sin
embargo, han seguido la posición de Adam Clarke Cquien por lo
menos en ocasiones enseñaba que la entera santificación, así como
la regeneración, es instantánea y no gradualC aunque muchos de
ellos han usado la frase Asantificación gradual@ o Asantificación
progresiva@ para dar a entender sólo nuestra preparación gradual.
Daniel Steele, H. Orton Wiley, S. S. White, W. T. Purkiser,
Richard S. Taylor, y muchos otros escritores de santidad han
asumido este punto de vista.
La entera santificación se recibe instantáneamente porque
(1) en las Escrituras se usan símbolos Ainstantáneos@ (bautismo,
sello, circuncisión) para describir la forma de recibirla; (2) se
recibe por la fe; (3) se usan los tiempos aoristos del griego; y
(4) su recepción es análoga a recibir la regeneración.
Los Símbolos Instantáneos. Se usan por lo menos tres
símbolos instantáneos en la Biblia para describir la forma en que
se recibe la entera santificación: el bautismo, el sello y la
circuncisión.
1. El Bautismo. Este es el más significativo de estos
símbolos y se usa en conexión con el bautismo de Cristo con el
Espíritu Santo. Los 120 creyentes mencionados en Hch. 1 serían
Abautizados con el Espíritu Santo@ (v. 5), lo cual ocurrió en el
Día de Pentecostés. El símbolo del bautismo sugiere su carácter
instantáneo. Nadie es bautizado gradualmente.
2. Sello. Los tres usos especiales de la figura del sello (2
Co. 1:22; Ef. 1:13; 4:30) que mencionamos anteriormente, se
refieren a la entera santificación; y el acto de sellar se
efectúa instantáneamente.35
En 2 Co. 1:21-22 Pablo dice: AY el que nos confirma con
vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual también
nos ha sellado y nos ha dado, como garantía, el Espíritu en
nuestros corazones@. Esta es una referencia al Pentecostés,
cuando fueron bautizados con el Espíritu Santo. Y puesto que esta
relacionado con ser establecido o afirmado (1 Ts. 3:13),
aparentemente es una descripción de la segunda obra de gracia.
Dios nos establece dándonos el Espíritu.
3. Circuncisión. En Colosenses, Pablo usa la figura de la
circuncisión como analogía de la entera santificación: AEn él
también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha por
manos, al quitar el cuerpo de la carne mediante la circuncisión
de Cristo@ (2:11, LbdlA). Lo que Pablo está diciendo aquí es que
el estado o condición o principio de la carne es circuncidado.
Dice que el pecado adámico, el pecado original, es eliminado
decisivamente CexpulsadoC como la piel del varón en la
Holiness-Grider, cap. 15 337
_ 744

circuncisión. En un momento está intacto; al siguiente ya no lo


está.
Pablo usa la misma figura en Ro. 2:29: AEs judío el que lo
es ineriormente, y la circuncisión es la del corazón, por el
Espíritu, no por la letra@ (LbdlA). Esta circuncisión interior,
del corazón, Apor el Espíritu@, es una referencia al Espíritu
derramado en el Pentecostés. (5:1-5).
Estas referencias a la circuncisión están de acuerdo con la
circuncisión del corazón prometida en Dt. 30:6, que resulta en
amar totalmente a Dios. No es uno circuncidado gradualmente. Se
efectúa instantáneamente en un momento, en un acto decisivo.
Otros símbolos y términos usados para referirse a la segunda
bendición que sugieren su carácter instantáneo incluyen Aungió@
(2 Co. 1:21), Acayó@ (Hch. 10:44), y posiblemente Acrucificado@
(Glt. 5:24) y Allenos@ (Hch. 2:4). Las palabras Aderramaré@ de
Hch. 2:17 y Aderramara@ de 10:45, pueden tomarse como actos
instantáneos, porque el Abautismo@ se usa en ocasiones como
sinónimo de ellas (Mt. 3:11 y Hch. 1:4-5).
La fe Como el Medio. La entera santificación se recibe por
la fe; de ahí su carácter instantáneo. Si fuera por obras, sería
gradual Cy sólo gradual, nunca instantáneo. Si fuera por obras,
nunca se completaría. En la teología reformada, que enseña la
santificación gradual mediante disciplinas devocionales, se
entiende que la santificación nunca se alcanza durante esta vida.
Wesley estaba en lo correcto al enseñar que la entera
santificación se recibe por la fe y no por obras. Así como somos
justificados solo por la fe, somos santificados por completo solo
por la fe. Lutero enseñó que somos justificados solo por la fe;
pero él también enseñó que somos santificados gradualmente por
disciplinas piadosas. Por ello Wesley solía decir que nadie más
había enseñado tan bien acerca de la justificación como Lutero,
pero tampoco nadie había enseñado tan mal acerca de la
santificación como él.
El Nuevo Testamento enseña claramente que la entera
santificación se recibe por la fe. En Hch. 15:8-9 Pedro dice: AY
Dios... ninguna diferencia hizo entre nosotros [en el
Pentecostés] y ellos [Cornelio y su familia], purificando por la
fe sus corazones@. En resumen, en el Pentecostés se efectuó la
limpieza de sus corazones del pecado adámico Apor la fe@. En el
testimonio de Pablo de su llamamiento a predicar también se
declara que la santificación se recibe por la fe (26:18). Fue
enviado a los gentiles, Apara que reciban, por la fe que es en
mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados@. La
santificación no se recibe en el momento de la muerte, sino en
esta vida, no gradualmente, sino en forma instantánea Cpor la
fe.
Holiness-Grider, cap. 15 337
_ 755

El Tiempo Aoristo del Griego. Este tiempo del griego del


Nuevo Testamento, con todas las reservas del caso que emplean en
sus estudios los eruditos en griego más cuidadosos, en algunos
contextos también apoya el carácter instantáneo de la entera
santificación.
En cualquiera de sus modos, el tiempo aoristo denota lo
puntual (reltivo al punto). J. H. Moulton, en su Grammar of the
New Testament Greek, da un excelente resumen del significado del
tiempo aoristo como puntual. Dice que denota acción puntual, que
Arepresenta el punto de entrada (de ingreso, como balein en
Adéjalo volar@, basileusai en Aven al trono@), o de culminación
(efectivo, como en balein Agolpe@), o considera una acción total
sencillamente como ocurrida en el pasado, sin distinguir ningún
paso en su progreso (constante, como en basileusai en Areinar@, o
como cuando un escultor dice de su obra: Aepoiesen ho deina@
AFulano la hizo@)@.36
Es decir, ya sea que el aoristo tenga el carácter de ingreso
(a menudo llamado también inceptivo), o efectivo, o constante, es
puntual. Como puntual, en sí mismo no tiene ninguna referencia
especial a tiempo. Como dice Robertson, un escritor usa el
aoristo Asi no le interesa incluir el elemento de duración@.37 Y
agrega: ASi desea uno subrayar la idea de la acción lineal por un
lado o el estado de culminación por el otro, no se debe usar este
tiempo [el aoristo]@.38 Por esta razón, en relación con los verbos
para Asantificar@, y otros verbos del Nuevo Testamento griego
relacionados con la entera santificación (por ejemplo,
Acompletemos@ en 1 Ts. 3:10 y Aafirme@ en el v. 13), el que un
aoristo sea inceptivo (de ingreso) o efectivo o causativo, debe
decidirse sobre la base del contexto.
Ante lo anterior, las personas que no creen en una segunda
obra de gracia tienen la tendencia de decir que la acción
denotada por un participio aoristo ocurre al mismo tiempo que la
acción del verbo principal de una frase. En ese caso, Hch. 11:17
se traduce: APor tanto, si Dios les dio a ellos [en la casa de
Cornelio] el mismo regalo que nos dio a nosotros que creímos en
el Señor Jesucristo, )quién era yo para pensar que podría
oponereme a Dios?@ (NVI). Esta traducción hace del Pentecostés el
momento en que fueron justificados los 120 ya designados como
Ahermanos@ (Hch. 1:15). El participio aoristo, pisteusasin, se
traduce como si su acción ocurriera al mismo tiempo de la acción
del verbo principal CAdio@.
Pero la LBdlA (traducida en su mayoría por eruditos que no
creen en dos obras de gracia) da la impresión de que los 120
habían creído antes del Pentecostés y de que su Pentecostés fue
una segunda obra de gracia. ASi Dios les dio a ellos el mismo don
que también nos dio a nosotros después de creer en el Señor
Holiness-Grider, cap. 15 337
_ 766

Jesucristo, )quién era yo para poder estorbar a Dios?@ Los


traductores de LBdlA, tanto aquí como en otros lugares, traducen
pisteusasin como si su acción ocurriera antes de la acción del
verbo principal Csin duda creían que esta era la traducción de
acuerdo con el contexto.
El tiempo aoristo en ocasiones se usa en el Nuevo Testamento
para referirse a lo que, en sí mismo, implica duración. Leemos
que el templo fue Aedificado@ (aoristo) de acuerdo con Jn. 2:20,
y sabemos que su construcción tardó 46 años. El escritor
sencillamente lo vio como construido, sin considerar el tiempo
que duró, por lo que el escritor escogió el tiempo aoristo.
El tiempo aoristo ha sido usado en ocasiones por los
escritores de santidad para apoyar el carácter instantáneo de la
entera santificación. Daniel Steele fue quizá el primero en usar
el tiempo aoristo en este sentido. El hablaba del mismo como Ael
tiempo relámpago@, y casi estaba en lo correcto con esa
expresión. No indica duración; es puntual, y se ilustra
adecuadamente con un puntito, como dijo A. T. Robertson. Pero
Steele no trató el aoristo con suficiente cuidado y condujo a un
uso descuidado del mismo como argumento de apoyo del carácter
instantáneo de la entera santificación.
A la vez, aun cuando se citen todos los otros posibles
significados del tiempo aoristo, sigue siendo un apoyo exegético
del carácter instantáneo de la entera santificación en diversos
contextos.39
Análogo a la Regeneración. Así como la primera obra de
gracia es instantánea, también lo es la segunda.
Adam Clarke, principal erudito del metodismo en tiempos de
Wesley, inició una larga tradición de controversia en el uso de
esta analogía. Es más o menos el apoyo que ofrece la lógica.
Sería usado más bien por los adherentes del Movimiento de
Santidad que para tratar de convencer a los extraños.
Contraste Entre Wesley y Clarke. Juan Wesley enseñó que
antes de la entera santificación se da una santificación gradual
de carácter preparatorio. En ocasiones daba la idea de que esa
santificación gradual significab una disminución gradual también
del pecado original. Hablaba de Amuerte gradual del pecado@.40 En
la misma obra, La Perfección Cristiana, la cual revisó al final
de su vida, de modo que lo tomáramos como su pensamiento ya
maduro, sugiere que la entera santificación es análoga a una
muerte física lenta; y eso bien puede significar que el pecado
original se iba disminuyendo gradualmente. El dijo: AUn hombre
puede estar muriendo por un tiempo; pero propiamente hablando no
muere sino hasta que el alma se separa del cuerpo... De la misma
manera, puede estar muriendo al pecado por un tiempo; pero no
está muerto al pecado sino hasta que éste se separa de su alma@.41
Holiness-Grider, cap. 15 337
_ 777

Un poco más adelante en La Perfección Cristiana escribe: ANo


necesito, por tanto, reafirmarme vez tras vez... de que el ser
humano es perfeccionado en amor hasta el último, de que Dios
efectúa una obra gradual en el alma, o de que, generalmente
hablando, pasa un largo tiempo, incluso años, antes de que el
pecado sea destruido@.42 Dice más adelante que la fe Aes tanto la
condición como el instrumento del mismo. Cuando comenzamos a
creer, entonces comienza la santificación. Y al aumentar la fe,
aumenta la santidad, hasta que somos creados de nuevo@.43 Si la
santificación puede Acomenzar@, y si puede aumentar al aumentar
la fe, entonces estamos hablando de un proceso de santificación
gradual. Y Wynkoop así lo cree. Comentando sobre esas palabras de
Wesley, ella dice: AEn este pasaje el aspecto de proceso de la
santificación se indica claramente@.44 George Allen Turner también
interpreta a Wesley de esta manera. El dice:
En la enseñanza wesleyana la regeneración es el
lado positivo de la justificación y es instantánea,
mientras que la santificación es la obra gradual del
Espíritu en transformación interior, aunque llega el
momento cuando este proceso puede ser consumado
instantáneamente en respuesta a la fe. Si
Aregeneración@ significa un nuevo comienzo y
Asantificación@ el proceso de hacerlo santo a uno,
entonces se puede decir que las das son distintas.45
Para abundar más sobre el tema, resalta el hecho de que
Wesley le escribió a su hermano Carlos animándolo a Arealzar las
bendiciones instantáneas@, y agregó: AEntonces tendré más tiempo
para mi llamado peculiar, subrayar la obra gradual@.46
Adam Clarke, joven contemporáneo de Wesley, consideraba el
tema en forma diferente: AEn ninguna parte de las Escrituras se
nos exhorta a buscar la santidad gradatim [grdual]. Debemos ir a
Dios tanto en busca de purificación instantánea y completa de
todo pecado como también de perdón instantáneo. No existe ni el
perdón gradatim ni la purificación seriatim [en serie] en la
Biblia@.47 Clarke evidentemente admitiría que se espera mucho
crecimiento en la gracia después de la entera santificaión, pero
no le llamaría santificación gradual. Entonces agrega: ANo es
sino hasta que el alma es purificada de todo pecado que puede
propiamente crecer en la gracia, y en el conocimiento de nuestro
Señor Jesucristo@.48
El Movimiento de Santidad Siguió a Clarke. En cuanto al tema
de la santificación gradual, el Movimiento de Santidad se apegó
al punto de vista de Clarke como el bíblico, y no al de Wesley.49
1. J. A. Wood, por ejemplo, metodista que aparentemente
había creído, incorrectamente, que estaba simplemente enseñando
la doctrina de Wesley, enseñó, con Clarke, sólo la santificación
Holiness-Grider, cap. 15 337
_ 788

instantánea Cno gradual. En la edición de 1861 de El Amor


Perfecto escribió: ALa hermosa analogía en las condiciones y
experiencia de regeneración y entera santificación, favorece la
idea de una santificación instantánea similar a la
regeneración@.50 Puesto que ambas se reciben por fe, tanto a la
entera santificación como obviamente a la regeneración se les
adscribe un carácter instantáneo. Wood ilustra diciendo que,
incluso Aasí como el alma no deja el cuerpo por partes@,51 tampoco
el pecado oiriginal es expulsado en partes. En la misma edición
Wood dice: AEl que busca obtener la entera santificación en forma
gradual en realidad está buscando algo menos que entera
santificación ahora; es decir, no busca la entera santificación
del todo@.52 Wood continúa: ALa búsqueda de una pureza gradual
imposibilita la obtención de la entera santificación. Y es así
porque excluye las condiciones de entera santificación. La fe que
es la próxima condición de la entera santificación sólo puede
ejercerse en conexión con la renunciación a todo pecado, y
completa sumisión a Dios@.53
En la revisión de 1880 de El Amor Perfecto, dice: AEl hecho
de que el pecado innato es una unidad, un principio de maldad o
mancha que infecta nuestra naturaleza, y no puede ser expulsado
en partes, como tampoco su contrapare, el principio de vida en
Cristo puede ser impartido gradualmente en nuestra regeneración,
constituye evidencia de que la santificación es instantánea@.54
3. C. W. Ruth presentó argumentos contra la santificación
gradual: AEnseñar que la obra divina de santificación en la
purificación y limpieza del corazón de todo pecado es obra
gradual sería lo mismo que admitir que un corazón puede ser un
poco santo, más santo y totalmente santo, de modo que sería muy
difícil saber en cuál grado de santidad se puede ubicar la
experiencia individual@.56
E. F. Walker es tan claro como cualquiera de los demás sobre
el crecimiento, pero rechazó la santificación gradual. En su
estudio exegético de la oración de Jesús, Asantifícalos@, enseñó
que la entera santificación es instantánea y no gradual.
La palabra santifícalos en el texto griego de Jn.
17:17 está en el tiempo aoristo y en el modo
imperativo. Esta circunstancia es prueba concluyente de
que la obra de santificación por la que Jesús oraba no
podía ser gradual, sino que debía ser instantánea y
completa... El modo imperativo con el tiempo aoristo
exhorta a hacer o ser algo, a la vez y completamente.
La palabra santifícalos está en el modo imperativo y el
tiempo aoristo y significa Asantifícalos instantánea y
completamente@. Jesús no le pidió al Padre que
santificara a sus discípulos por medio de un proceso
Holiness-Grider, cap. 15 337
_ 799

gradual, sino por un acto instantáneo. Si esa oración


fue contestada en alguna ocasión, y creemos que sí lo
fue en el Día del Pentecostés, los discípulos fueron
hechos santos en un momento. Podían crecer en la gracia
antes y después de su santificación, y sin duda lo
hicieron. Pero de pronto, en el aposento alto, el
Espíritu Santificador realizó su obra en ellos. Y esta
sigue siendo la ley del Espíritu de vida en Cristo
Jesús: crecimiento en santidad, pero santificación
instantánea.57
Presenta argumentos contra la santificación gradual en forma
ingeniosa diciendo que haría del crecimiento una condición
necesaria para la experiencia:
)Acaso es el crecimiento una condición? Si así
fuera, nuestra santificación dependería de la medida de
nuestra madurez en la vida cristiana. En ninguna parte
la Biblia enseña que debemos obtener esta experiencia
por medio de desarrollo gradual. Ciertamente los
creyentes deben crecer en estatura santa, pero no
pueden crecer de ni más que el pecado. La santificación
es la obra de la libre gracia de Dios.58
5. Thomas Cook, en Inglaterra, también estaba enseñando
contra la santificación gradual y usando argumentos y analogías
similares a los del Movimiento de Santidad Estadounidense. Aun
cuando dice, causando un poco de confusión, que Ala santidad es
tanto una crisis como un proceso@,59 y cita al Obispo Moule
diciendo: AEs una crisis con miras hacia un proceso@,60 se opone a
la santificación gradual. Distingue entre la Apureza@ y el
Acrecimiento@, obsernado que uno es negativo y el otro positivo.
Explica: AEl alma no puede crecer más en pureza, como tampoco el
crecimiento de una planta en sí no puede matar o destruir el
gusano que le carcome la raíz@.61
Así como no hay grados en la regeneración, tampoco los hay
en la entera santificación, según Cook: ANo hay grados de perdón:
es total, perfecto y completo@. Y continúa: ADe la misma manera,
mientras que el aspecto negativo de la santidad es la
purificación del corazón de todo lo carnal Cy esta es una obra
total, completa y entera, sin grados ni gradualismoC también
existe un aspecto positivo de la santidad@.62
6. S. S. White subrayó hizo hincapié en el carácter
instantáneo de la entera santificación y se opuso a la
santificación gradual. Ya que hizo un estudio tan a fondo,
presentaremos sus diversos elementos de apoyo para su naturaleza
puntual.
a. Lo apoya por experiencia propia: AEl que esto escribe
recibió la bendición en un momento. Tardé cierto tiempo en llenar
Holiness-Grider, cap. 15 338
_ 800

las condiciones; pero cuando lo hice, Dios obró inmediatamente@.63


b. La Ateoría del crecimiento en lo relacionado con la
entera santificación@, dice él, Aen realidad significa
naturalismo@.64 Cree que puesto que Aes llevada a cabo
directamente por Dios mismo@,65 no se necesita ningún tipo de
gradualismo.
c. Puesto que la regeneración es instantánea, como casi todo
mundo está de acuerdo, y ambas son Amilagros espirituales@,
entonces la segunda obra de gracia es tan instantánea como la
primera.66
d. El tiempo aoristo también era significativo para White:
AEl escritor no hubiera usado este tiempo [en particular se
refiere a Jn. 17:17, Asantifícalos@] si hubiera tenido el
propósito de subrayar el proceso o el crecimiento@.67
e. Dice que, puesto que Ael pecado innato es una unidad
física... no puede ser expulsado en partes@.68 Y continúa: ASi hay
que eliminarlo, debe ser expulsado del todo en un instante@.69
f. No puede uno crecer Ahacia la gracia@, dice él, Ani la
gracia de la regeneración ni de la entera santificación@.70 Pero
aclara que Ahay cierto crecimiento antes y después de cada una de
estas experiencias de crisis@.71
En su libro Eradication, en el que apoya incluso el uso de
este término así como lo que significa, escribe: ALa entera
santificación resulta en una integración de la personalidad que
se da, no por crecimiento o desarrollo, sino por la erradicación
del principio contrario del pecado, con el que es afligido cada
miembro de la raza caída de Adán@.72
7. H. Orton Wiley está de acuerdo en que recibimos la
santificación inicial en la conversión: ALa regeneración... es la
impartición de vida santa por naturaleza; y cierta santidad
inicial o limpieza de la culpa y la depravación adquirida es
concomitante con ella@.73 Además de esa santificación inicial, el
creyente puede recibir entera santificación, mas para Wiley no
existe santificación gradual: AAhora bien, esta santidad que ya
se ha iniciado [en la santificación inicial] debe ser
perfeccionada por la limpieza del pecado innato en un solo
instante@.74
75
8. Richard S. Taylor habla de Asantificación progresiva@.
Pero sólo en el sentido de Ael establecimiento progresivo del
carácter cristiano@.76 Aclara que la santificación progresiva Ano
es un aumento de... santidad esencial al grado de pureza@.77 En
otra parte, refiriéndose a la verdad de que los creyentes deben
Acrecer en la gracia@ (2 P. 3:18), dice: AEl intento es que sea un
crecimiento en la santidad, no crecimiento hacia su
realización@.78 Explica que Ahay un crecimiento en la santidad,
sin que tal crecimiento constituya un crecimiento de la
Holiness-Grider, cap. 15 338
_ 811

santidad@.79 Dice, además: ASólo en un sentido podemos hablar


propiamente del desarrollo en la santidad. Esto tiene que ver con
nuestro crecimiento en amor, cuando el amor es considerado como
80
un elemento de la santidad@.
9. W. T. Purkiser también ve el tema de esta manera: AAsí
queda el tema claramente ante nosotros. La entera santificación,
como la entiende el pueblo de santidad, no admite grados@.81 Y
continúa diciendo: AEs... perfecta y completa en su tipo@.82 AEsto
no significa@, explica él, Aque no haya crecimiento en la gracia
antes y después de la santificación. Lo que significa es que la
santificación, como acto de Dios, es instantánea, y no se produce
por crecimiento o disciplina propia o control progresivo de la
naturaleza carnal@.83
Estas referencias no abarcan a todos los escritores
destacados del Movimiento de Santidad que siguieron a Clarke en
lugar de Wesley en la enseñanza de que la entera santificación es
instantánea y no gradual. Son suficientes, sin embargo, para
mostrar que en realidad así ocurrió.

Cómo Recibir y Retener la Experiencia


Una cosa es estudiar la entera santificación Cy otra,
experimentarla.
Dios en su bondad hizo provisión para esta limpieza-
capacitación con poder, pero no nos la impuso basado en su
soberanía, así como tampoco imputa incondicionalmente la primera
obra de gracia. La condición principal para recibir ambas obras
de gracia, de parte nuestra, es la fe. En el caso de la primera,
se trata de fe precedida peculiarmente por arrepentimiento; en el
caso de la segunda, es fe precedida por consagración.
Falla del Método de Palmer. Phoebe Palmer le enseñó al
Movimiento de Santidad de mediados del siglo XIX un método de
tres pasos para recibir la entera santificación que se hizo muy
popular y se sigue enseñando hasta el presente. La técnica de
Palmer consistía en (2) poner uno su todo en el altar, (2)
comprender que Cristo es el altar, y (3) comprender que, puesto
que las Escrituas dicen que el altar santifica la ofrenda,
entonces somos santificados por completo. Palmer basó su método
particularmente en Mt. 23:19.
Hay por lo menos dos problemas en esta técnica de Palmer
ampliamene usada.84 En primer lugar, existe la tendencia de poner
su fe en un pasaje de las Escrituras en lugar del Dios santo y
personal que ayudó e inspiró a los escritores bíblicos. Para
nosotros los wesleyanos, que creemos en una justicia impartida,
lo más importante de todo es que Aestá allá@ en las Escrituras se
convierta en lo de Aaquí y ahora@ de la experiencia. En oración
guiamos a los creyentes hacia la fe en Dios que produce este
Holiness-Grider, cap. 15 338
_ 822

resultado.
Pero más importante aun, en lo inadecuado del método de
Palmer, es el mal uso de las Escrituras. El pasaje que usó es una
cita de Ex. 29:37: ADurante siete días harás expiación por el
altar y lo santificarás; será un altar santísimo: cualquier cosa
que toque el altar quedará santificada@. Obviamente, aquí no se
refiere a creyentes en proceso de ser limpios de pecado, sino a
la dedicación o apartamiento de objetos físicos y de animales
para el uso de Dios. Aquí, claramente, según la NVI, se refiere a
ese tipo de santificación, porque Ael altar es el que hace
sagrada la ofrenda@. Y si es Asagrada@ o Asacratísisma@ (La Nueva
Biblia, Latinoamérica), es obvio que se refiere a objetos físicos
y animales, porque las personas no pueden ser hechas Asagradas@.
APasos@ Para Recibir la Entera Santificación. Ninguna
técnica puede garantizar que se recibe la experiencia. Recibimos
la entera santificación cuando Dios nos la imparte, no cuando nos
apegamos a una fórmula o técnica para recibirla. Sin embargo, los
métodos o técnicas que se apeguen correctamene a la Biblia y a la
teología se pueden aplicar eficazmente. A continuación ofrecemos
algunos pasos para recibir la entera santificación que puedan
constituirse en cierta técnica.
1. El primer paso es la comprensión de lo que se ofrece.
Puesto que existen dos tipos de pecado, como un acto cometido y
como contaminación racial adámica, la economía de la redención
incluye dos etapas especiales en las que los dos tipos de pecado
son rectificados: los actos son perdonados, y el estado es
purificado.
Aun cuando por lo general en la fe cristiana el corazón con
frecuencia actúa antes que la razón, al grado de que, como dijo
Agustín, Acreemos a fin de saber@, un conocimiento
considerablemente amplio de la economía de la gracia de Dios es
idealmente un requisito previo de la entera santificación.
2. En segundo lugar y un paso en cierto modo similar,
consiste en prepararse para recibirla. Por un lado, una persona
puede leer pasajes de las Escrituras que aclaren y exhorten a la
experiencia.85
Otra forma de prepararse para la entera santificación radica
en la lectura de literatura de santidad.86
Otra forma importante de preparación también es la
eliminación de estorbos para la experiencia. El estorbo
particular de este escritor era la ambición de llegar a ser
escritor de ficción, o novelas. Sólo hasta que rendí esa ambición
a Dios pude recibir la experiencia por fe. Incluso las ambiciones
legítimas deben rendirse a Dios, porque El quizá desee dirigir a
la persona por otro rumbo o cambiárselo por completo.
Otro estorbo puede referirse a asuntos económicos. La
Holiness-Grider, cap. 15 338
_ 833

persona tiene que estar dispuesta a sacrificarse, a la negación


propia.
Otro estorbo más puede radicar en que una o más personas
ejercen influencia impositiva sobre la vida del creyente. Dios
espera que rompamos ciertos lazos personales y que reforcemos
otras relaciones de ese tipo.
Un estorbo más podría radicar en la falta de visión sobre la
necesidad de la purificación del pecado adámico. Un creyente en
el momento de su primer amor quizá no sienta la necesidad de
buscar otra experiencia especial de la gracia redentora. Muchos
creyentes han descubierto que sólo con el paso del tiempo, y el
aumento de las exigencias de la vida, han sentido la necesidad de
la limpieza del estado de depravación adámica.
3. Un tercer Apaso@ para recibir la entera santificación se
halla en la consagración, la rendición de nosotros mismos a Dios
para que nos use donde, como y con quien El quiera. En la
consagración ofrecemos una Arespuesta total@ a Dios, donándonos a
nosotros mismos como sus hijos para su servicio. Pablo exhorta a
este tipo de consagración en Ro. 12:1: APor tanto, hermanos, os
ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestos
cuerpos [nosotros mismos] como sacrificio vivo, santo, agradable
a Dios, que es vuestro verdadero culto@. El término griego de
Apresentéis@, paristemi, está en el tiempo aoristo. Se refiere a
una presentación total y completa, de una sola vez. Debemos,
entonces, ofrecer nuestros Acuerpos@, que probablemente
signifique todo nuestro ser, incluyendo, por ejemplo, nuestros
talentos y capacidades, nuestras ambiciones, posesiones, seres
amados, nuestro futuro. La frase Asacrificio vivo@ significa que
debemos vivir diaria y anualmente el sacrificio a Dios de todo lo
que somos y lo que seremos.
4. La fe es el paso final y más crucial para recibir la
entera santificación. En realidad, este es el único paso siempre
necesario, mientras que los otros sólo tienen grados diversos de
validez en el proceso de recibirla.
Por lo menos en dos pasajes de las Escrituras se sugiere que
la fe es lo que esencialmente produce la entera santificación.
Pedro, resumiento lo acontecido en el Pentecostés de la casa de
Cornelio, dice: AY Dios, que conoce los corazones, les dio
testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros; y
ningun diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la
fe sus corazones@ (Hch. 15:8-9). Más adelante en Hechos, Pablo
dice que Cristo lo llamó a predicar a los gentiles Apara que
abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la
luz... para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de
pecados y herencia entre los santificados@ (26:18).87
La fe que produce la entera santificación no es instantánea.
Holiness-Grider, cap. 15 338
_ 844

Es cierto que muchos creyentes oyen la predicación de santidad,


siguen adelante para recibir la segunda bendición Csin traumas,
sin dilación.
Otros, sin embargo, oran pero no entran en la experiencia de
la entera santificación. En ocasiones buscan sin encontrar. Quizá
les estorbe una comprensión limitada o incorrecta, o una
consagración incompleta. A tales personas no se les debe impulsar
a profesar la experiencia, sino a continuar su búsqueda hasta que
Dios se las conceda.
La fe que produce la entera santificación es carácter de
duración. La fe es una confianza expectante, profunda, y
obediente que, cuando Dios dice que hemos llenado las condiciones
entonces actúa, nos santifica por completo.
La exégesis apoya el carácter de duración de la fe. Jesús
dijo: ADe cierto os digo que si tenéis fe y no dudáis...@ (mt.
21:21). El verbo Adudáis@ está en aoristo, lo cual significa que
no debe uno dudar en nada. La palabra Afe@ es un sustantivo, la
cual, por supuesto, no tiene tiempo. Pero su verbo auxiliar,
Atenéis@, tiene tiempo, el presente. Esta es una prueba exegética
de que la fe puede tener carácter de duración Cde que la fe es
un estado o condición que puede durar por un período indefinido
de tiempo.
La forma en que se usa la Afe@ en las Escrituras, en cientos
de pasajes, también sugiere que tiene duración. Jesús exhortó al
pueblo: ATened fe en Dios@ (Mc. 11:22), la cual debió de haber
sido fe continua, porque Atened@ en este pasaje está en el tiempo
presente del griego. La fe puede Aaumentar@ (Lc. 17:5). Esteban
era un varón Alleno de fe@ (Hch. 6:5). También se menciona Ala
obediencia de la fe@ (Ro. 1:5) y Alas pisadas de la fe@ (4:12). Es
algo que puede Apermanecer@ (menei, tiempo presente), de manera
sostenida (1 Co. 13:13).
Esta confianza expectante, obediente, que puede ser eficaz
sólo por un instante antes de la entera santificación, también
puede serlo por dos minutos, o dos días, o dos semanas, o más.
Cuando llenamos las condiciones de Dios y nos santifica por
completo, la fe en que El lo hará se transfigura en conocimiento
de que lo ha hecho. Cuando haya ocurrido, el Espíritu Santo nos
confirmará, probablemente en ese mismo momento, que hemos
experimentado lo que hemos experimentado.

El Testimonio del Espíritu


Después de recibir por fe la gracia de la entera
santificación, el Espíritu Santo nos testifica directamente de
que la obra se ha completado. Algunos escritores de santidad han
sugerido dicho testimonio del Espíritu con frecuencia se recibe
tiempo después. Beverly Carradine creía que había recibido el
Holiness-Grider, cap. 15 338
_ 855

testimonio tres días después de su entera santificación. Samuel


Logan Brengle creía que había recibido el testimonio del Espíritu
dos semanas despues de su entera santificación.
Puesto que nuestra experiencia no necesita ser interpretada,
no es neceesariamente presuntuoso sugerir que tales personas no
estén en lo correcto. De seguro se les da algún tipo de
testimonio del Espíritu directamente en el momento de su entera
santificación. )Cómo podría ocurrir algo tan significativo como
el bautismo con el Espíritu Santo y fuego sin saberlo nosotros?
)Y por qué se nos negaría recibir el testimonio?
Hechos 15:8-9 parece sugerir que, junto con el acto de
purificación del corazón, el Espíritu Santo da testimonio de lo
que ha ocurrido. La NVI traduce: ADios, que conoce el corazón,
mostró que los aceptaba al darles el Espíritu Santo, lo mismo que
a nosotros@. La RVR95 usa el verbo Adándoles@, dereivada de dous,
participio aoristo de didomai, y puede ser traducido Ahabiendo
dado@. El uso de un participio aoristo, además de la forma en que
se redacta el pasaje, parece sugerir que este testimonio del
Espíritu fue recibido inmediatamente después de que se les dio el
Espíritu de esta manera.
Tal testimonio inmediato parece también ser implicado cuando
dice Pablo: AY nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo,
sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que
Dios nos ha concedido@ (1 co. 2:12). Haber Arecibido... el
Espíritu@ puede ser una referencia al bautismo de Cristo en el
Espíritu. Y aquí, el Espíritu nos ayuda Apara que sepamos lo que
Dios nos ha concedido@, en lo cual se incluye la entera
santificación. Y parece que nos ayuda a saberlo inmediatamente
después que ocurre Cno se sugiere ninguna dilación.
El escritor a los Hebreos enseña el testimonio del Espíritu
en la entera santificación Cquizá inmediatamente: AY así con una
sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. El
Espíritu Santo nos atestigua lo mismo@ (10:14-15).
Las numerosas veces que se usa el verbo Asabemos@ en 1 Juan
también ofrecen significativo apoyo, particularmente al leer: AEn
esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que
nos ha dado@ (3:24). Tampoco aquí se dice nada acerca de
dilaciones en su testimonio.
Juan Wesley hizo hincapié en el testimonio del Espíritu
tanto para la justificación como para la entera santificación.
Escribió sermones acerca de ello y lo discutió en La Perfección
Cristiana, en cartas y en otros escritos. Exhortó a los creyentes
a esperar el testimonio del Espíritu inmediatamente después de su
entera santificación. En una carta fechada en 1757, escribió: Aun
fruto [de la perfección cristiana] que se da en el mismo instante
(por lo menos generalmente) es un testimonio directo, positivo
Holiness-Grider, cap. 15 338
_ 866

del Espíritu de que se ha consumado la obra@.88


Wesley enseñó que además del testimonio directo del Espíritu
a nuestro corazón, también existe un testimonio indirecto de los
Afrutos@ de nuestra vida. Pero el testimonio directo es de primer
orden. Dijo que no debíamos Adescansar en ningún supuesto fruto
del Espíritu@, sino más bien buscar la entera santificación, y
seguir buscando, hasta que el Espíritu Santo haya dado testimonio
de la tracia en nuestro corazón.89
Wesley también enseñó, como se enseña por lo general en el
Movimiento de Santidad, que el testimonio del Espíritu, como
impresión directa sobre nuestra conciencia, pueda diluirse y
desvanecerse. Pero dijo que al madurar hasta el grado de llegar a
ser Apadres en Cristo@, de seguro experimentaremos esa conciencia
con menos fluctuación.

Cómo Retener la Entera Santificación


Los wesleyanos creen que incluso los que han sido
santificados por completo pueden caer de la gracia redentora de
Dios si pecan voluntariamente. Sin embargo, la entera
santificación, como la Agracia estabilizadora@, aumenta la
posibilidad de que retengamos nuestra condición espiritual. El
pecado original lo aleja a uno de Dios, por lo que el creyente
está mejor capacitado para observar la vida cristiana después que
la depravación adámica ha sido destruida.
El establecimiento o la afirmación en la gracia mediante la
entera santificación se enseña en las Escrituras, y uno de los
pasajes principales es 1 Ts. 3:10-13 Ccomo ya se ha observado
anteriormente. En ese pasaje el apóstol Pablo, escribiendo a los
creyentes, dice: AEl mismo Dios y Padre nuestro... dirija nuestro
camino a vosotros... Que él afirme vuestros corazones, que os
haga irreprochables en santidad delante de Dios nuestro Padre@
(vv. 11, 13). La palabra Aafirme@ se traduce del griego sterixai,
en tiempo aoristo, que sugiere establecimiento o afirmación
completa, no gradual. Si se hubiera tenido la intención de
referirse a establecimiento gradual, se hubiera usado el tiempo
presente.
Otros verbos que giran en torno de éste, y que se relacionan
con el mismo asunto, también están en el tiempo aoristo. El verbo
Acompletemos@ (Aproporcionarles@, según la NVI) en 3:10 está en el
aoristo, así como también Acrecer y abundar@ en los vv. 11-12.
Pablo espera que obtengan un nuevo grado completo y especial en
su amor, no un proceso gradual en el mismo.
Romanos 5:1-2, como ya se mencionó anteriormente, también
apoya la idea del efecto estabilizador de la santidad: APor
tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con
Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por medio de quien
Holiness-Grider, cap. 15 338
_ 877

también hemos obtenido entrada [admisión] por la fe a esta gracia


en la cual estamos firmes@ (LBdlA) Aun cuando las palabras
Atambién@ y Apor la fe@ no se encuentran en los manuscritos
griegos más antiguos, su inclusión ayuda al contexto; y sí se
encuentran en otros manuscritos respetados. Este pasaje parece
referirse a un beneficio subsecuente a la justificación, en el
cual es uno establecido.
La experiencia de Pedro también apoya el bautismo con el
Espíritu Santo como la gracia estabilizadora. Antes de su
Pentecostés, Pedro negó a Cristo. La historia de su fracaso es
familiar (véase Jn. 18:17, 25-27).
Después que el Pentecostés lo había limpiado y capacitado
(Hch. 2:1-4; 15:8-9; 1:8), Pedro se convirtió en el discípulo más
valiente. Aun cuando fue encarcelado, golpeado y finalmente
martirizado (de acuerdo con la tradición), Pedro se puso de pie y
habló en favor de Cristo con santo arrojo.
Los escritores sobresalientes del Movimiento de Santidad han
tratado extensamente el tema de esta Agracia estabilizadora@,
porque han considerado que este es uno de los resultados claves
de la entera santificación en la vida del creyente. Porque
después de que es expulsado el pecado original, la propensión
adámica a actos de pecado, al creyente se le ayuda inmensamente a
llegar a establecerse en su vida cristiana. Thomas Cook dijo que
aun cuando Ala seguridad absoluta no encaja en este mundo@, con
todo, Ala santidad asegura la condición más segura posible en la
tierra@.90
Asa Mahan declaró que Ala permanencia y el poder son las
características sobresalientes@ del bautismo con el Espíritu
Santo.91
J. A. Wood, en su obra de amplia circulación El Amor
Perfecto, dijo: APara retener la justificación tenemos que vivir
obedientemente, lo cual puede hacerse con más facilidad con un
corazón puro [mediante la entera santificación] que con un
impuro. Ante todo lo dicho, la vida religiosa más fácil es la más
plena y la menos obstaculizada@.92
No mucho tiempo después, en 1905, C. W. Ruth escribió acerca
de la experiencia de santidad que Aaun cuando la posibilidad de
caer de la gracia no es eliminada, su riesgo se reduce al
mínimo@.93
Aunque la entera santificación se conoce propiamente como la
gracia estabilizadora, puede perderse Cy la primera obra de
gracia también. De ahí la necesidad de aprovecharse de los medios
de gracia formales e informales Cpara asegurar que la persona
madure y dé fruto, a fin de que sea Asalva@ finalmente
perseverando Ahasta el fin@ (Mc. 13:13).
Holiness-Grider, cap. 15 338
_ 888

Carnalidad y Humanidad
Entre el pueblo de santidad siempre se ha discutido la
distinción entre la carnalidad y la humanidad en actitudes y
actos.
Aunque nadie pretende comprender plenamente lo que es la
carnalidad, a diferencia de lo que es esencialmente humano y de
las aberraciones adquiridas del ser humano, haremos algunas
observaciones sobre lo que hace y lo que no es.
Elementos de la Carnalidad. La carnalidad no se evidencia
necesariamente por hostilidad, ira o nerviosismo, por lo que una
persona puede sonrojarse y distar mucho de equilibrio
interpersonal. Tal reacción puede surgir de temperamento natural.
Puede surgir de justa ira, como la acción de Jesús, Amirándolos
en torno [hombres sin compasión] con enojo@ (Mc. 3:5, LBdlA)
Puede surgir de resentimiento hacia un padre o un miembro de la
iglesia debido a experiencias aberradoras durante la niñez o la
juventud. Puede surgir de nerviosismo debido a problemas físicos
o emocionales. En el momento de nuestra entera santificación,
cuando es expulsado el pecado original, somos limpios de la
inmundicia resultante del mal papel de representación de nosotros
que hizo Adán. Wesley creía, incorrectamente, que el cambio en
nuestra entera santificación es Ainmensamente mayor que el
operado cuando se es justificado@.94 Aun cuando la limpieza de la
carnalidad es tan significativa, no elimina lo esencialmente
humano, como el temperamento, el impulso sexual, ni las
deficiencias que nos aquejan durante esta vida (por ejemplo,
prejuicios).
La carnalidad no es en sí misma sujeta a culpa. Debido a un
beneficio incondicional de la expiación, el Adon@ mencionado en
Ro. 5:15-17, que se da a todos, la culpa del pecado de Adán ha
sido eliminada Caunque la depravación en sí, la inclinación al
pecado, es purificada sólo cuando los creyentes son bautizados
con el Espíritu Santo. En apoyo de este punto de vista, H. Orton
Wiley dice: ADe ahí que la condenación que abrumaba a la raza
humana por el pecado de Adán sea eliminada por el sacrificio de
Cristo. Por ello entendemos que ningún hijo de Adán es condenado
eternamente, ni por la ofensa original, o sus consecuencias. Por
tanto... no se le adscribe culpabilidad al pecado original@.95
Aquí nos estamos refiriendo a la carnalidad como el pecado
que permanece en el creyente después de la justificación Cel
estado de pecado que inclina al creyente hacia actos de pecado
(pero no los causa). No se debe considerar como alguna sustancia
física, por supuesto, sino como un estado relacional Cen el que,
estando privado de ayudas especiales del Espíritu Santo, nos
alejamos de Dios y nos inclinamos hacia actos de pecado.
Aun cuando la Acarnalidad@ pueda sugerir a algunos que es
Holiness-Grider, cap. 15 338
_ 899

simplemente ese aspecto de la inmundicia adámica que se relaciona


con el cuerpo, la palabra se usa en las Escrituras para incluir
la inmundicia total que hemos recibido de la raza caída en Adán.
Por ello Pablo llamó Acarnales@ a los creyentes corintios que
estaban llenos de envidia, pleitos y estaban divididos en bandos
(1 Co. 3:3).
Aun cuando la palabra Acarnal@esun derivado del griego
sarx, y aun cuando sarx tiene muchos significados, incluyendo el
cuerpo, se usa con frecuencia, particularmente en los escritos de
Pablo, en un sentido ético como lo opuesto de estar en el
Espíritu. De ahí que leemos en Kittel: APara Pablo, la
orientación a el pneuma o a la sarx es la actitud total que
determina todo... La vida es determinada como una totalidad por
la sarx o por el pneuma@.96 Los que Aviven según la carne no
pueden agradar a Dios@ (Ro. 8:8); pero se implica que sí pueden
los que viven Asegún el Espíritu@ (v. 9). Alguien puede vivir
Aconforme a la carne@ (v. 13); y con todo, aquellos que Ason de
Cristo@, los verdaderos cristianos, Ahan crucificado la carne con
sus pasiones y deseos@ (Glt. 5:24).
Juan Wesley se refería a la carnalidad con muchos términos.
La llamó Aorgullo, egoísmo, incredulidad@.97 En particular si se
trata de creyentes, la llamaba Ainclinación a caer de la gracia@,
Ael pecado en el creyente@, Ainclinación a alejarse de Dios@.98
En el incrédulo, la carnalidad es la corrupción total de
nuestra naturaleza Cdepravación total, que surge de la
privación, por causa de la caída de Adán, de ciertos ministerios
del Espíritu Santo.99 Algunos teólogos wesleyanos han enseñado
que sólo la naturaleza moral del hombre, y no la naturaleza
racional o la naturaleza física, sufrió debido a la caída.
Algunos se han acercado al pelagianismo al adscribir la
posibilidad de libre albedrío y buenas obras a nosotros aparte de
la gracia.100 En este sentido se han alejado de Pablo, Arminio y
Wesley.101
El Ser Humano y sus Aberraciones. Los prejuicios, una de las
deficiencias con las que batallamos toda la vida, no es anulada
cuando la mente carnal es expulsada en la entera santificación.
Veamos el prejuicio racial, por ejemplo. No lo hemos
heredado de Adán; tampoco hemos nacido con él. Lo adquirimos de
acuerdo con nuestro medio ambiente en el que nos desarrollamos.
El apóstol Pedro abrigaba prejuicios contra los gentiles, y
después de su entera santificación en el Pentecostés lo demostró
muy bien al negarse inicialmente a visitar a Cornelio (Hch. 10).
Fue necesaria una visión reveladora especial para convencerlo de
Aque a nadie llame común o impuro@ (Hch. 10:28), y de que ADios no
hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del
que lo teme y hace justicia@ (vv. 34-35).
Holiness-Grider, cap. 15 339
_ 900

Incluso con esa visión no se aseguró que Pedro se


comportaría en su vida consistentemente bajo presiones sociales.
Aún estaba sujeto al intimidante deseo de sencillamente agradar a
la gente. Por ello, más de 14 años después del incidente de la
casa de Cornelio, Pablo tuvo que ayudarlo en este sentido: APero
cuando Pedro vino a Antioquía, lo reprendí cara a cara, porque
era de condenar, pues antes que llegaran algunos de parte de
Jacobo, comía con los gentiles; pero después que llegaron, se
retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la
circuncisión@ (Glt. 2:11-12). Y Pablo agrega: ADije a Pedro
delante de todos: *Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y
no como judío, )por qué obligas a los gentiles a vivir como
judíos?+@ (v. 14, LBdlA).
Si el Pentecostés no eliminó el prejuicio racial de Pedro
contra los gentiles, ni su extremado deseo de agradar a los
demás, entonces suponemos que nuestro Pentecostés tampoco nos
eliminara tales aberraciones. Los prejuicios raciales, de clases
sociales y de géneros no se eliminan automáticamente cuando somos
santificados por completo. Son corregidos después bajo la
continua dirección del Espíritu Santo.
Incluso la homosexualidad, como tendencia, tampoco es
eliminada cuando la persona se convierte o es santificada por
completo. Bien puede ser asunto de aprendizaje. Incluso con toda
la ayuda que pueda recibir, sólo se tiene éxito en un porcentaje
muy bajo de personas Cun estudio llevado a cabo en 1993, sugirió
una cifra de cerca de 2 por ciento, en lugar de como 10 por
ciento, como se había sugerido en un estudio previo.102 No puede
ser característica de la carnalidad, porque si así fuera todas
las personas la experimentarían. Cuando la carnalidad es
eliminada, por tanto, la homosexualidad como tendencia puede o no
puede ser corregida. Quizá le plazca a Dios efectuar ese tipo de
milagro especial en cierta persona incluso cuando elimine la
tendencia hacia el uso de drogas en el momento de su entera
santificación. Pero ser cambiado a heterosexual, de modo que ya
no experimente más la atracción hacia la persona de su mismo
género como en el caso de los heterosexuales, no ocurre
necesariamente en la conversión o la entera santificación. De
nuevo, la persona es capacitada por la presencia plena del
Espíritu Santo para ordenar la vida como dirija Dios.
Entre las aberraciones humanas que no pueden ser tratadas en
detalle aquí está la inclinación hacia el tabaco, el alcohol, y
otras drogas. Son deseos adquiridos y no necesariamente
expulsados en la conversión o cuando se elimina la depravación
adámica. Si tales deseos permanecen después de la santificación
inicial, o incluso después de la entera santificación, somos
capacitados para no implementar esos deseos. Somos capacitados
para no usar tabaco, alcohol u otras drogas, pero quizá no le
Holiness-Grider, cap. 15 339
_ 911

sean repugnantes a la persona que ha tenido los hábitos en la


forma en que probablemente le sean a otros.
La entera santificación es una santificación, una limpieza,
completa. No permanece carnalidad, o pecado original, para
depravar nuestras facultades, para inclinarnos hacia actos de
pecado. La carnalidad ha infectado, como en el caso de una
fiebre, nuestra naturaleza entera, incluyendo el cuerpo, la
razón, la voluntad y las emociones, y es eliminada enteramente.
Este estado o condición de una tendencia, una inclinación hacia
la vida de pecado, es crucificado, destruido, expulsado (término
usado por Wesley). Con todo, la entera santificación no es una
panacea; no necesariamente corrige los desórdenes resultantes de
experiencias aberrantes ocurridas durante esta vida. Además,
quedan muchos otros problemas sicológicos. físicos y sociales que
no se corrigen con la entera santificación Caun cuando entonces
obtenemos la ayuda de la presencia interna del Espíritu Santo en
un crecimiento en la gracia mediante la cual puede haber una
disminución gradual de estos problemas. Sólo la glorificación los
expulsará por completo; pero incluso entonces, no seremos dioses.
Observaciones Finales. )Qué debe creer entonces el pueblo
wesleyano de santidad acerca de la carnalidad y la humanidad
Cincluyendo las aberraciones humanas adquiridas tales como
prejuicios? Debemos diferenciar entre la carnalidad y la
humanidad mejor de lo que lo hemos hecho en ocasiones. Por
carnalidad queremos decir pecado original, y debemos comprender
que consiste de una depravación que afecta todos los aspectos de
la naturaleza humana: razón, voluntad, emociones, el cuerpo.
Además, tenemos que ubicar en el área humana todo lo
esencial de la naturaleza humana como tal Cpor ejemplo, el
impulso sexual, el deseo de ser apreciado, el deseo de
autoprotección, los diversos tipos de temperamento. La infección
carnal de ellos es limpiada en nuestra entera santificación, pero
aún permanecen.
En la entera santificación somos limpios de cualquier
inmundicia espiritual con la que entramos en este mundo. Pero no
somos necesariamente limpios de aberraciones mentales,
emocionales o físicas, aprendidas o adquiridas. El Espíritu
Santo, después de nuestra entera santificación, vive en nosotros
plenamente, es decir, sin que le estorbe ningún pecado interno
(Ro. 5:2-5). Y nos ayuda a no desobedecer a Dios voluntariamente
debido a tales aberraciones, a liberarnos de ellas más y más
Chasta la glorificación, cuando la liberación será completa o
total.

La Entera Santificación y el Hablar en Lenguas


El Movimiento Wesleyano de Santidad engendró el movimiento
moderno de hablar en lenguas. Con todo, es quizá el grupo que
Holiness-Grider, cap. 15 339
_ 922

menos simpatiza con el hablar en lenguas de entre los grupos


principales del cristianismo. Son varias las bases para esa falta
de simpatía.
Tuerce su Esencia. La enseñanza principal del pueblo que
habla en lenguas es el bautismo en o con el Espíritu Santo, pero
tuercen su esencia. No enseñan que produce la limpieza del pecado
original. Para ellos es una segunda obra de gracia, pero una
entera santificación. Es capacitación con poder cuya evidencia es
el hablar en lenguas.
Los neopentecostales, también conocidos como carismáticos,
tuercen la esencia también, negando que el bautismo con el
Espíritu Santo limpia el pecado original. Y realzan los diversos
dones del Espíritu como resultado de ese bautismo Clas lenguas
son de menor importancia en relación con los otros dones a
diferencia del pentecostalismo como tal.103
Socava el Significado de la Biblia. Ya tenemos un cuerpo de
revelación escrita mediante profetas y apóstoles. Tiene
autoridad, es confiable, adecuado, muy comprensible. Acudimos a
las Sagradas Escrituras en busca de aliento, instrucción, entre
otras cosas. Los mensajes que se dan en las reuniones de los que
hablan en lenguas, cuando sus sonidos son Ainterpretados@, sin
duda por creyentes bien intencionados, por lo general son
positivos, hermosos, inspiradores. Pero también encontramos esos
mensajes en nuestra Biblia, y se nos dieron mediante profetas y
apóstoles que fueron inspirados autoritativamente de maneras que
hoy nadie necesita ser inspirado. El Espíritu Santo unge a
personas que hablan en nombre de Cristo para aclarar las
Escrituras; pero ya no se necesita revelación directa,
posapostólica, de palabra por palabra Ccomo para una
congregación. Y si Dios decidiera dar ese tipo de revelación, se
socavaría el lugar y la autoridad de las Escrituras.
Realza Extremadamente lo Milagroso. En el movimiento de
hablar en lenguas también se le da un realce exagerado al
elemento de lo milagroso. Enseña que ocurre un milagro por el que
se nos da un idioma divino y celestial; y dicen que ocurre otro
milagro cuando es necesario saber el significado de lo dicho por
medio de interpretación.
Pero nuestra fe esta basada en la tierra firme de una
historia particular que narran los Evangelios y Hechos, e
interpretan las epístolas. Jesús ridiculizó a los fariseos que
continuamente buscaban señales Ces decir, milagros. Jesús dijo:
ALa generación mala y adúltera demanda (Apide@, NVI) señal, pero
señal no le será dada, sinos la señal de profeta Jonás. Como
estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches,
así estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra tres
días y tres noches@ (Mt. 12:39-40). Jesús estaba diciendo que el
milagro próximo a ocurrir era su resurrección de entre los
Holiness-Grider, cap. 15 339
_ 933

muertos. En ese milagro espectacular basamos nuestra fe


cristiana.
Los milagros siguen ocurriendo, pero los creyentes basan su
fe en los eventos sobrenaturales por los que Jesucristo entró en
este mundo y salió del mismo. Los que creemos en la encarnación y
resurrección no necesitamos milagros adicionales como para
ampliar la base de nuestra fe. Algunos sospechamos que tal
interés en lo milagroso socava los milagros en los que se funda
nuestra fe.
Tiene la Tendencia de Socavar la Fe. Si algo tan abierto
como hablar en sílabas ininteligibles fuera la evidencia del
bautismo con el Espíritu, o un don del Espíritu, podríamos
recibir evidencia abierta, visible y audible de nuestra
aceptación y de ser bautizados con el Espíritu. No necesitaríamos
confianza obediente para nuestra justificación y nuestra entera
santificación. Tendríamos cierto tipo de prueba visible
científicamente de ser justificados ante Dios y de ser bautizados
con el Espíritu Cmuy diferente del testimonio interno del
Espíritu. Si es necesario darle a la fe tales pilares para que se
sostenga, difícilmente podemos seguirle llamando fe.
Satisface al Pueblo Como Sustituto. Una de las razones
importantes de por qué piadosos creyentes encuentran satisfacción
en el hablar en lenguas radica en que sirve para el mismo
propósito de satisfacción sicológica de la mantra en la práctica
errónea de la meditación trascendental oriental. La mantra es una
palabra secreta del sánscrito que en sí misma no significa nada
para el devoto. Cuando los creyentes se dejan arrastrar a la
práctica de expresar sílabas ininteligibles, les ayuda a
comprender que en realidad están dispuestos, como dijo Pablo que
estaba, a ser Ainsensatos por causa de Cristo@ (1 Co. 4:10). Esa
misma disposición, sin duda, es la razón por la que cristianos
bien intencionados dicen que encuentran satisfacción al hablar en
lenguas. Muchos de nosotros más bien haríamos algún otro tipo de
cosas no mundanas, con satisfacción interior como fruto Ccomo
obras de amor por las que no somos remunerados ni reconocidos.
No Está de Acuerdo con las Escrituras. La razón principal
por la que el Movimiento de Santidad nunca ha simpatizado con la
práctica de hablar en lenguas del pentecostalismo primitivo, o el
más reciente neopentecostalismo, radica en que no está de acuerdo
con lo que enseña la Biblia.
En principio de cuentas, parecería extraño que una maldición
por el orgullo de los constructores de la Torre de Babel (Génesis
11) fuera la confusión de su idioma, si en realidad Dios se
proponía después usar las sílabas ininteligibles como don del
Espíritu Santo en tiempos del Nuevo Testamento. En realidad, Dios
parece estar más interesado en comunicar su voluntad que en
esconderla Csi así no fuera, )por qué entonces los pueblos
Holiness-Grider, cap. 15 339
_ 944

reunidos en el Pentecostés con diversos idiomas y de muchas


partes oyeron los sermones en su propio idioma (Hch. 2)?
Si las lenguas constituyen un don de Dios en realidad (1 Co.
12C14), varios factores sugieren que este don constituye la
forma en que Dios ayuda en el uso de idiomas verdaderos. Para
comenzar, el don debe ejercerse en la iglesia sólo si está
presente alguien que pueda interpretar ese idioma (1 Co. 14:2-
28). Si se tratara de algún tipo de idioma milagroso, celestial,
)cómo puede uno confiar antes de hablar en una lengua de ese tipo
que estará presente alguien para interpretar su significado? Por
otro lado, asumiendo que es un idioma verdadero, podría uno
confiar en que con anticipación se proveerá algún intérprete de
ese idioma. Supongamos que, en una ciudad tan cosmopolita como lo
era Corinto, una persona no podría hablar el griego que entendía
la mayoría de la congregación, pero sí hablaba latín, y que había
alguien presente que pudiera traducir del latín al griego. Tanto
su discurso en su idioma natal o aprendido, como la capacidad de
la otra persona para traducir del latín al griego bien podrían
llamarse Adones@, aun cuando no se les dieran milagrosamente de
pronto y de la nada.
Siguiendo con el tema, las Escrituras con frecuencia
presentan al Espíritu Santo como Aquel que ilumina, que, no como
autor de sonidos ininteligibles. Nos guía a Atoda la verdad@ (Jn.
16:13), especialmente en lo relacionado con Cristo (14:26;
16:13). Aclara todo lo difícil de entender (Jn. 16:14-29). Da a
los que hablan en nombre de Cristo palabras clara y útiles para
comunicar a la congregación. Nos ayuda a interpretar el
significado de las Escrituras (2 P. 1:19-21). En realidad, si las
lenguas como don tuvieran que ver con sílabas ininteligibles
el Espíritu Santo se estaría contradiciendo u oponiéndose a Sí
mismo. Se estaría oponiendo a los dones que reparte a otras
personas, a las personas mismas, especialmente su ayuda para
profetiza y enseñar.
Aparentemente Pablo consideraba las Alenguas@ como problema;
y era un solo problema en una sola iglesia Cla iglesia
problemática de Corinto. Se refirió al tema en forma
despreciativa, diciendo: APrefiero hablar cinco palabras con mi
entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil
palabras en lengua desconocida@ (1 Co. 14:19).
Cuando dice: ADoy gracias a Dios que hablo en lenguas más
que todos vosotros@ (v. 18), sólo está hablando en forma
diplomática (10:33). No estaba diciendo que hablaba con mayor
frecuencia en las sílabas ininteligibles a las que habían
recurrido ellos. Estaba usando tacto, y diciendo que por su
habilidad de hablar en varios idiomas estaba hablando con mayor
frecuencia en esos idiomas de lo que ellos lo estaban en sílabas
ininteligibles. El uso de esos otros idiomas aprendidos lo
Holiness-Grider, cap. 15 339
_ 955

llevaba a cabo fuera de la iglesia, quizá al comunicarse con la


gente en las ciudades que visitaba. Implica esto cuando dice:
ADoy gracias a Dios porque hablo en lenguas más que todos
vosotros; sin embargo, en la iglesia prefiero hablar cinco
palabras con mi entendimiento [con sentido, usando su propio
idioma], para instruir también a otros, antes que diez mil
palabras en lenguas@ (14:18-19, LBdlA).
La Biblia declara que el amor es más importante que el mejor
de los dones espirituales, y la esencia de las Escrituras es el
amor cristiano (1 Co. 12:31C13:13).
Estas son, pues, varias bases por las que el Movimiento de
Santidad no simpatiza con ese fenómeno tan interesante pero
divisivo del siglo XX, el hablar en lenguas en éxtasis y sin el
mismo (en el neopentecostalismo).
Repetimos, seguramente las personas que pertenecen a ese
movimiento son creyentes bien intencionados. Y son personas para
quienes la fe no es simplemente un asunto marginal, sino de mucho
significado para ellas. Su gran crecimiento se debe sin duda a su
deseo profundo de servir a Dios, a su apelación en gran parte a
personas ordinarias, y a su hincapié en la expresión emocional, e
incluso física y audible, en los cultos de adoración.
El bautismo con el Espíritu Santo es otro aspecto de la
doctrina de la entera santificación que apenas tocamos en este
capítulo. Ahora enfocaremos nuestra atención a estudiarlo y le
dedicaremos todo un capítulo, en parte porque este aspecto de la
doctrina ha estado en el centro de la controversia en años
recientes.

Notas bibliográficas

1. Obsérvese la traducción de Flp. 3:15 en LBdlA en su nota


al margen, como Amaduros@. Además, H, Orton Wiley, en su Epístola
a los Hebreos (Kansas City: Casa Nazarena de Publicaciones), 203
???????????, sugiere que los hoi teleioi, los perfectos, son
personas maduras Cno en el sentido de riqueza espiritual que
resulta del crecimiento, sino en el sentido de que a los 21 años
de edad una persona es madura por haber llegado a la edad adulta
plena.
2. J. A. Wood, Perfect Love (El Amor Perfect, CNP), ed. rev.
(Pasadena, CA: John A. Wood, 1880), 197.
3. Beverly Carradine, The Second Blessing in Symbol
(Louisville, KY: Picket Publishing Co., 1896), 21.
4. Frederick Dale Bruner, A Theology of the Holy Spirit
Holiness-Grider, cap. 15 339
_ 966

(Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing Co., 1970), 37.


5. Wynkoop, A Theology of Love, 9.
6. Ibid., 10.
7. Ibid., 16.
8. Ibid., 21.
9. Ibid. Tanto siente Wynkoop que está en acuerdo con Juan
Wesley que al terminar yo de leer recientemente su libro quedé
con la impresión de que quizá en ninguna ocasión en este libro
adscribe falta alguna al fundador del metodismo en ningún aspecto
de la doctrina.
10. Ibid., 9.
11. Ibid.
12. Véase Søren Kierkegaard, Purity of Heart Is to Will One
Thing: Spiritual Preparation for the Feast of Confession, trad.
Douglas V. Steere (Nueva York: Harper and Brothers, 1958).
13. Véase Metz, Studies in Biblical Holiness, 112.
14. Véase la obra de W. E. Boardman, The Higher Christian
Life (Boston: Henry Hoyt, 1871).
15. Véase la obra de Henry Brockett, Scriptural Freedom from
Sin (Kansas City: Nazarene Publishing House, 1941).
16. Véase la obra de Hannah Whitall Smith, El Secreto de la
Vida Cristiana Feliz (Kansas City: Casa Nazarena de
Publicaciones). Esta obra clásica, el libro de santidad más
ampliamente usado, tiene que leerse cuidadosamente para descubrir
que el Asecreto@ es la experiencia de la entera santificación.
17. Este es claramente un producto británico del Movimiento
de Santidad de Estados Unidos que se inició a fines del siglo
pasado, con frecuencia sin auspicio del metodismo, sino
reformado. Frederick Bruner dice que Acuando nació en Estados
Unidos a través de la actividad de Finner, Asa Mahan, Walter
Palmer y esposa... y otros, el movimiento de santidad se exendió
hasta Inglaterra, donde nació la Convención Keswick en 1875".
Bruner, A Theology of the Holy Spirit, 44.
18. Un comité traductor inicial, dirigido por Merrill C.
Tenney había traducido amemptos como Asin tacha@ en 1 Ts. 5:23, y
el autor de este libro usó tratados lexicográficos, así como el
contexto de la vida futura de Judas 24, para convencer al comité
de que votara en favor de cambiar Asin tacha@ por Airreprochables@
o Airreprensibles@. La frase Asin tacha@ de Judas 24 se traduce de
amomous (en lugar de amemptous de 1 Ts. 3:13). También se puede
traducir Airreprensible@, como traduce LBdlA. Pero el contexto de
la vida futura del pasaje de Judas particularmente se presta para
traducirla como Asin tacha@. Podemos ser irreprensibles en esta
vida, Asin tacha@ o falta sólo en la vida futura.
19. Véase la obra de Paul M. Bassett y William M.
Greathouse, Los Fundamentos Históricos, vol. II de Explorando la
Holiness-Grider, cap. 15 339
_ 977

Santidad Cristiana (Kansas City: Casa Nazarena de Publicaciones,


1988).
20. Melvin Dieter, et. al., Five Views on Sanctification
(Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1987), 18.
21. Wynkoop, A Theology of Love, 20.
22. Ibid.
23. El fuego se usa en ocasiones como símbolo bíblico de
limpieza, en lugar de juicio. Si se desea más apoyo detallado
para este punto de vista, véase la obra de Willard Taylor, AThe
Baptism with the Holy Spirit: Promise of Grace or Judgement?@
Wesleyan Theological Journal 12 (Primavera de 1977): 16-25
(citado de aquí en adelante como WTJ).
24. Véase la obra de George Allen Turner, The More Excellent
Way, 22. Turner cita a Rudolph Otto en su obra The Idea of the
Holy (Londres: Oxford University Press, 1923), 6, 25. A. C.
Knudson, en su obra Religious Teaching of the Old Testament,
ofrece apoyo sustancial para este punto de vista, aunque él y
otros necesitan ser estudiados por los evangélicos con la
comprensión de que trabajan bajo el punto de vista de la
Hipótesis Documental.
25. Turner, The More Excellent Way, 22.
26. Edward F. Walker, Sanctify Them, rev. por J. Kenneth
Grider (Kansas City: Beacon Hill Press of Kansas City, 1968), 20-
21. En este libro, en esta relación, también leemos: ALa Biblia
usa santifícalos en sentido de santificar, honrar, glorificar,
pero ese no es el significado del pasaje bajo estudio en este
librito (Jn. 17:17)@. Los pasajes en los que se usa santificar en
el sentido de reverenciar son Is. 5:16; 29:23; y Ez. 36:23.
27. Wesley, La Perfección Cristiana, 84?????????.
28. Wood, El Amor Perfecto, 34 ??????????.
29. Turner, The Vision Which Transforms, 238; J. Glenn
Gould, The Whole Counsel of God (Kansas City: Beacon Hill Press,
1945), 56; W. T. Purkiser, Sanctification and Its Synonims:
Studies in the Biblical Theology of Holiness (Kansas City: Beacon
Hill Press, 1961), 43; Richard S. Taylor, Explorando la Santidad
Cristiana, vol. III, 161-163???????????; y S. S. White,
Eradication Defined, Explained, Authenticated (Kansas City:
Beacon Hill Press, 1954).
30. Véase la obra de H. Orton Wiley, La Epístola a los
Hebreos (Kansas City: Casa Nazarena de Publicaciones, 1997),
203????????????.
31. Turner, The Vision Which Transforms, 312-313, 259.
32. Véase la obra de Timothy L. Smith, Revivalism and Social
Reform Iglesia del Nazareno Mid-Nineteenth Century America (Nueva
York: Abingdon Press, 1957).
33. Véase el libro de Donald Dayton, Discovering an
Holiness-Grider, cap. 15 339
_ 988

Evangelical Heritage (Nueva York: Harper and Row, 1976).


34. La Misión de Santidad Internacional de Inglaterra fue
uno de esos grupos. Al autor de este libro, mientras estudiaba y
enseñaba en Escocia (1950-1952), le pidió el superintendente
general en jurisdicción de la Iglesia del Nazareno, Dr. Hardy C.
Powers, que investigara por qué esa denominación deseaba unirse a
la Iglesia del Nazareno Cen la investigación se comenzó a
destacar un oneroso programa de misiones mundiales. Ese mismo
factor influyó en la unión de la Misión Pentecostal en 1915, y la
Iglesia de Santidad El Calvario, de Inglaterra, en 1955.
35. Varias referencias al Asello@ en el Nuevo Testamento no
se relacionan con la entera santificación. En Apocalipsis se
registran 16 de ellas. Otras en 1 Co. 9:2 y 2 Ti. 2:19.
36. J. H. Moulton, A Grammar of the New Testament Greek,
vol. I: Prolegomena (Edinburgh: T. and T. Clark, 1906), 109.
37. A. T. Robertson y W. H. Davis, A New Short Grammar of
the Greek New Testament (Nueva York: Richard S. Smith, 1931),
295.
38. Ibid.
39. Las fuentes útiles para refinar la posición de este
escritor previamente asumidas en Entera Santificación, sobre el
significado del tiempo aoristo en el carácter instantáneo de la
entera santificación, son (1) Randy Maddox, AThe Use of the
Aorist Tense in Holiness Exegesis@, WTJ 16, (Otoño de 1981): 106-
108; y (2) monografía de junio de 1988, AThe Instantaneousness of
Entire Sanctification...@, por Andy Johnson, uno de mis
estudiantes.
40. Wesley, La Perfección Cristiana, 61????????.
41. Ibid., 62.??????
42. Ibid., 90.??????
43. Wesley, Obras 8:279.
44. Wynkoop, A Theology of Love, 109.
45. Turner, The Vision Which Transforms, 156.
46. Wesley, Works 12:130, he agregado lo que va en cursiva.
47. Adam Clarke, Entire Sanctification (Louisville, Ky.:
Pentecostal Publishing Co., s. f.), 38.
48. Ibid.
49. Mildred Wynkoop es la principal excepción. Ella cree que
se trata de una crisis, cuando escribe: AEl segundo >momento= es
un cambio de rumbo crucial, a medio camino, que >asegura= la
brújula rumbo a la Estrella de la Mañana@ (A Theology of Love,
347). También dice: ACualquier cosa que sea el pecado, la
salvación Cser digno de DiosC sería la destrucción de la semilla
del pecado, aquí y ahora, donde es una realidad@ (153). Y agrega:
AEl wesleyanismo ha estado convencido de que es apropiado en
cierta forma, hablar de una segunda crisis en relación con la
Holiness-Grider, cap. 15 339
_ 999

santificación@ (338). Y sobre la santificación, dice: ATiene en


sí misma elementos de crisis y proceso@ (306). Con todo, Wynkoop
enseña, como Wesley, que la santificación es también un proceso
gradual: ALa santificación integra totalmente en la voluntad de
Dios cada elemento de la personalidad@ (201).También ella
considera la santificación como Alimpieza y a la vez discipulado@
(306). Este tipo de santificación necesariamente tendría que ser
gradual. Ella aclara que es gradual cuando dice: ALa
santificación es el >brote= de la justificación@ (201).
50. J. A. Wood, El Amor Perfecto, 75????????????.
51. Ibid., 76.????????
52. Ibid., 55.???????
53. Ibid.?????????
54. Wood, El Amor Perfecto, 92.????????????????
55. Daniel Steele, Milestone Papers (Nueva York: Eaton and
Mains, 1878), 65-66.
56. C. W. Ruth, Entire Sanctification (Kansas City: Nazarene
Publishing House, 1939), 17-18.
57. Walker, Sanctify Them, 55.
58. Ibid., 56.
59. Thomas Cook, New Testament Holiness (Salem, Ohio: Schmul
Publishers, 1978), 43.
60. Ibid.
61. Ibid., 42.
62. Ibid., 46. Algunas cosas, dice Cook, no lo ubican
necesariamente en oposición a la santificación gradual. Por
ejemplo, escribe: ANo queremos decir instantáneo en el mismo
sentido de un relámpago, o una explosión de pólvora, sino en el
sentido en que la muerte es instantánea. >Un hombre puede estarse
muriendo por largo tiempo, pero llega el momento en que muere@
(ibid., 40).
63. Stephen S. White, Five Cardinal Elements in the Doctrine
of Entire Sanctification (Kansas City: Beacon Hill Press, 1948),
29.
64. Ibid.
65. Ibid, 90.
66. Ibid.
67. Ibid., 27-28.
68. Ibid., 28.
69. Ibid.
70. Ibid., 31.
71. Ibid.
72. White, Eradication, 74.
73. Wiley, Christian Theology 2:446.
74. Ibid.
75. Richard S. Taylor, Cómo Predicar la Santidad (Kansas
Holiness-Grider, cap. 15 440
_ 000

City: Casa Nazarena de Publicaciones, 1996), 55.????????????


76. Ibid.
77. Ibid.
78. W. T. Purkiser, Richard S. Taylor y Willard H. Taylor,
Dios, Hombre y Salvación (Kansas City: Casa Nazarena de
Publicaciones, s. f.), 493.
79. Ibid., 492.
80. Ibid., 494.
81. W. T. Purkiser, Conceptos en Conflicto Sobre la Santidad
(Kansas City: Casa Nazarena de Publicaciones, )fecha?), 30-
31.???????????
82. Ibid., 31.
83. Ibid.
84. Véase puntos de vista contrarios en la obta de H. Ray
Dunning: ASanctificationCCeremony vs. Ethics@, The Preacher=s
Magazine, otoño de 1979, 10-12; Richard S. Taylor, Explorando la
Santidad Cristiana, vol. III, 179-182???????; y Grider, Entera
Santificación, 116-117.??????????
85. Véase la sección de este capítulo titulada ALos
Fundamentos Bïblicos@, ?????págs.????
86. Naturalmente recomiendo el libro escrito por este autor,
Entera Santificación. Entre otros recomendaría los volúmenes I al
III de Explorando la Santidad Cristiana Cel segundo volumen,
sobre la historia de la doctrina, deberá leerse quizá después. El
libro de Harry E. Jessop, Foundations of Doctrine in Scripture
and Experience (Chicago: Chicago Evangelistic Institute, 1938)
también sería útil, junto con el de Samuel Logan Brengle, Ahelps
to Holiness (Londres: Salvationist Publishing and Supplies,
1896). El libro de Charles Ewing Brown, Meaning of Sanctification
(Anderson, Ind.: Warner Press, 1945), y el de Stephen S. White,
Five Cardinal Elements in the Doctrine of Entire Sanctification,
así como el de Wesley, La Perfección Cristiana.
87. La evidencia en cuanto a manuscritos para otra
referencia a la fe como medio para obtener la segunda obra de
gracia es suficiente como se incluye en la traducción de Ro. 5:2
de Lbdla.
88. Juan Wesley, The Letters of the Rev. John Wesley, ed.
John Telford (Londres: Epworth press, 1941), 3:213.
89. Véase Wesley, Works 5:133-134.
90. Cook, New Testament Holiness, 16.
91. Asa Mahan, The Baptism of the Holy Ghost (Nueva York: W.
C. Palmer, Editor, 1882), 30.
92. Wood, El Amor Perfecto, 130.?????????????
93. C. W. Ruth, Bible Readings on the Second Blessing
(Salem, Mass.: Convention Book Store, 1905), 61.
94. Wesley, La Perfección Cristiana, 61.????????? Cuestiono
Holiness-Grider, cap. 15 440
_ 011

a Wesley en este punto, porque ser justificado cambia nuestro


destino eterno, y porque en este momento pasamos de muerte a
vida, y porque entonces somos hechos hijos de Dios por adopción.
Incluso el poder del pecado innato sobre nosotros, p. ej., la
esclavitud al pecado original, es quebrantado en la
justificación. En la entera santificación el pecado original es
eliminado.
95. Wiley, Christian Theology, 2:135.
96. Schweitzer, TDNT 7:135.
97. Juan Wesley, ADel Pecado en los Creyentes@, Sermones,
vol. I (Kansas City: Casa Nazarena de Publicaciones, s. f.), 190.
98. Ibid.
99. El Espíritu Santo mora en los creyentes, de acuerdo con
Glt. 5:17, junto con la sarx; pero el incrédulo, lejos de la
gracia preveniente, está muerto para Dios, debido a la
carnalidad. El pecado original no es ni siquiera parcialmente
limpio en la regeneración, y, con todo, sus efectos en un
creyente no son tan graves como en el incrédulo.
100. Por ejemplo, Hills, Fundamental Christian Theology
1:356-364; White, Essential Christian Beliefs, 27-32.
101. Véase la discusión sobre el pecado original en el
capítulo 10.
102. Algunas opiniones de autoridad calculan, sin embargo,
un porcentaje tan alto como de 10 a 15 por ciento. Véase la obra
de Norman Pittenger, AA Theological Approach to Understanding
Homosexuality@, Religion in Life 43 (Invierno de 1974): 441.
103. Otra diferencia importante entre los neopentecostales y
los pentecostales radica en la práctica del éxtasis. Los
pentecostales tradicionalmente alaban a Dios en forma repetida
hasta que logran un estado de éxtasis, en el que comienzan a
hablar en lenguas. A esta práctica se le ha llamado expresión
extática. Los neopentecostales no necesitan tal éxtasis. Bien
pueden llegar a una casa, muy agitados por haber estado jugando,
sentarse a la mesa, y sencillamente decidir que darán gracias a
Dios por los alimentos en lenguas en lugar de usar su idioma
común.
Holiness-Grider, cap. 16 440
_ 022

16
La Segunda Obra de Gracia:
El Bautismo de Cristo con el Espíritu

Las denominaciones y organizaciones auxiliares de la iglesia


dentro del Movimiento Wesleyano de Santidad enseñan que la entera
santificación se recibe a través del bautismo con el Espíritu
Santo.
La Asociación Cristiana de Santidad enseña: ALa entera
santificación es una experiencia de crisis subsecuente a la
conversión que resulta en un corazón limpio de todo pecado y
lleno [sinónimo de Abautizado@] con el Espíritu Santo@. La
Sociedad Teológica Wesleyana enseña similarmente que además del
Anuevo nacimiento@ hay una Aobra de Dios subsecuente en el alma,
una crisis, por la fe, por la que el corazón es limpio de todo
pecado y lleno [bautizado, Mt. 3:11; Hch. 1:4-5; 2:4] con el
Espíritu Santo@.1
Los padres de la iglesia de los primeros siglos de la era
cristiana, tanto de oriente como de occidente, enseñaron que la
entera santificación se efectúa por el bautismo de Cristo con el
Espíritu Santo. Paul M. Bassett2 lo ha demostrado en sus amplias
investigaciones al respecto. Bassett muestra con mayor cuidado
que cualquier otra investigación previa que los padres en
general, tanto los de oriente que escribieron en griego como los
de occidente en latín, enseñaron que la entera santificación se
recibe mediante el bautismo con el Espíritu Santo.
En el calvinismo por lo general se enseña que el bautismo
con el Espíritu Santo ocurre al momento de nuestra justificación,
y la enseñanza de Juan Wesley era semejante. Estudiaremos
entonces la posición de James Dunn como típica del calvinismo
seguida por el punto de vista similar de Robert Lyon, erudito
wesleyano de santidad. Finalmente demostraremos que la enseñanza
del Movimiento de Santidad es la bíblica.

El Punto de Vista Calvinista de Dunn


Dos libros de reciente publicación de autores calvinistas
eruditos asumen el punto de vista de que el Pentecostés es
inicial Cque efectúa lo que los wesleyanos llamarían la primera
obra de gracia. Frederick Dale Bruner, en su Theology of the Holy
Spirit, dice: ALos apóstoles consideraban el Pentecostés como...
la fecha de su conversión@.3 El otro libro de importancia que
sustenta este punto de vista es el que escribió James D. G. Dunn,
Baptism in the Holy Spirit.4 Presenta argumentos en favor de
asociar el Pentecostés con la regeneración Cno con una segunda
obra de gracia.
Conclusiones Generales de Dunn. Dunn dice que quienes
Holiness-Grider, cap. 16 440
_ 033

sustentan el punto de vista del Pentecostés como subsecuente a la


regeneración emplean más el Evangelio Según San Juan que otro
libro. Incluso dice: AEl autor del cuarto Evangelio pudo haber
creído que el bautismo en el Espíritu de los apóstoles fue
distinto de su regeneración y subsecuente a la misma@.5
Aun cuando Dunn admite que Jn. 3:5, versículo relacionado
con el bautismo en agua, quizá apoye el punto de vista del
Pentecostés como segunda obra de gracia,6 personalmente considera
el Pentecostés como productor de la conversión: ANo fue sino
hasta el Pentecostés que los 120 se convirtieron en cristianos@.7
Dice, además: AConvertirse en cristiano, entonces, equivale a
recibir el Espíritu de Cristo. Los que los pentecostales [y los
intérpretes de santidad] tratan de separar en dos obras de gracia
es en realidad un solo acto divino@.8
Según Dunn, el Pentecostés, no la encarnación ni la muerte y
resurrección de Cristo, inició la nueva dispensación:
En verdad, para los cristianos de la iglesia
primitiva el don del Espíritu constituyó la diferencia
decisiva que marcó el fin de la antigua dispensación y
el inicio de la nueva (Mc. 1:8; Jn. 7:39; Hch. 2:17,
33; 19:2; Ro. 8:9; 2 Co. 3:3, 6:8; Heb. 6:4). Los
Apostreros días@ no comenzaron para los discípulos sino
hasta el Pentecostés (Hch. 2:17). Sólo hasta entonces
entraron en la dispensación distintivamente cristiana y
en la experiencia distintivamente cristiana del
Espíritu.9
El Punto de Vista de Dunn en lo Relacionado con Pablo.
Mientras que nosotros, los que pertenecemos al Movimiento de
Santidad por lo general intrepretamos que Pablo se convirtió en
el camino a Damasco y fue lleno o bautizado con el Espíritu Santo
tres días después en Damasco, Dunn interpreta que la conversión
de Pablo ocurrió tiempo después: ALa conversión de Pablo se llevó
a cabo cuando le llamó Señor a Jesús, fue lleno del Espíritu y
sus pecados fueron lavados; entonces, sólo entonces, se le puede
llamar cristiano@.10
Dunn cree, además, que Hch. 22:16 muestra que Pablo no se
convirtió en el camino a Damasco, sino después, cuando Ananías lo
visitó. Con todo, de seguro significa que Pablo debió de haberse
bautizado para simbolizar y dramatizar y dar testimonio del
lavamiento de sus pecados que le había ocurrido tres días antes.
Dunn sostiene un punto de vista diferente: ADe acuerdo con
Ananías Pablo todavía tenía que tomar el paso que aseguraría su
dedicación y perdón. No tenemos registro alguno de que Pablo haya
tomado ese paso decisivo antes de su bautismo; pero sí tenemos la
narración de Ananías exhortándolo a tomar ese paso Cel
lavamiento de sus pecados por invocar el nombre del Señor Jesús
Holiness-Grider, cap. 16 440
_ 044

(2:21; 9:14, 21; Ro. 10:13-14)@.11


El Punto de Vista de Dunn Acerca de Cornelio. Aun cuando
entiendo que Cornelio ya se había convertido cuando Pedro lo
visitó, y antes Ael Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían
el discurso@ Hch. 10:44), Dunn dice que Cornelio se convirtió
sólo cuando Ase derramara el don del Espíritu Santo@ (v. 45).
Dunn escribe: AAquí, al fin, entonces, el bautismo en el Espíritu
es el acto de Dios de aceptación, de perdón, de limpieza y
salvación, y no algo aparte de o más allá de lo que convirtió a
Cornelio en cristiano@.12
El Punto de Vista de Dunn Sobre los Samaritanos. Puesto que
Dunn cree que Ael don de Dios del Espíritu es lo que convierte al
ser humano en cristiano, y, en última instancia, nada más@,13 se
enfrenta a un problema especial al interpretar lo que le ocurrió
al pueblo de Samaria de acuerdo con la narración de Hechos 8.
Según Lucas, después que Felipe Ales predicaba a Cristo@ (v. 5),
ellos Acreyeron@ y Ase bautizaban hombres y mujeres@ (v. 12). La
noticia llegó hasta Jerusalén, y Pedro y Juan, Auna vez llegados,
oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo@ (v. 15).
Los apóstoles Ales imponían las manos y recibían el Espíritu
Santo@ (v. 17).
Dunn le llama Aadivinanza@ a todo esto, pero insiste en que
no hubo conversiones en Samaria antes de la llegada de Pedro y
Juan y de que fueran bautizados con el Espíritu: ALa verdadera
forma en que el Nuevo Testamento debe leer es: Debido a que el
Espíritu aún no había descendido sobre ellos las condiciones no
se habían dado aún [para la conversión]. Por ello Lucas le da
mucha importancia al hecho de que los samaritanos recibieron el
Espíritu... (vv. 15-20)@.14
Dunn batalla un poco aquí y termina sugiriendo,
sencillamente, que Ala dedicación de los samaritanos fue
defectuosa@, y que no se convirtieron sino hasta la llegada de
los apóstoles:
)Acaso eran creyentes los samaritanos antes de la
llegada de Pedro y Juan? Aparentemente la predicación
de Felipe no fue diferente de la registrada en otras
partes de Hechos. La respuesta de los samaritanos
aparentemente había sido totalmente satisfactoria. Y
sus bautismo fue cristiano plenamente. Sin embargo, por
varias razones creemos no sólo que su respuesta y
dedicación fueron defectuosas, sino también que Lucas
tuvo la intención de que los lectores lo supieran.15
Punto de Vista de Dunn Sobre los Efesios. De nuevo, aun
cuando los Adiscípulos@ (Hch. 19:1) en Efeso, que ya habían
creído (v. 2), y que ya eran cristianos de seguro cuando Pablo
los visitó, e incluso que ya había venido Asobre ellos el
Holiness-Grider, cap. 16 440
_ 055

Espíritu Santo@ (v. 6) como segunda obra de gracia CDunn sostiene


un punto de vista diferente: ALos doce efesios son, por tanto,
ejemplos subsecuentes de personas que no estaban lejos del
cristianismo, pero que no eran cristianos todavía porque les
faltaba el factor vital Cel Espíritu Santo@.16
Dunn se ve forzado a decir: AEs verdad que en Hechos la
palabra mathetai por lo general se traduce como >cristianos=, pero
en 19:1 este uso es singular@.17 Y de acuerdo con Dunn, el
participio aoristo, pisteusantes, traducido como Acuando
creísteis@, no se usa aquí para expresar acción que ocurre antes
de la acción del verbo principal. Le llama Aun aoristo
coincidental@18 Cque expresa acción que ocurre al mismo tiempo de
la acción del verbo principal, que es Arecibisteis@. Pero )por
qué el uso de un aoristo coincidental?, porque, para Dunn, Ade
acuerdo con la doctrina de Pablo el ser humano recibe el Espíritu
cuando cree@.19 Mas aquí, obviamente la teología determina la
exégesis.

El Punto de Vista Wesleyano de Lyon


En un artículo intitulado AEl Bautismo y el Bautismo del
Espíritu en el Nuevo Testamento@,20 Robert Lyon asume una posición
básicamente idéntica a la de James Dunn: de que los bautismos con
el Espíritu Santo registrados en Hechos produjeron la primera
obra de gracia, no la segunda. (Lyon cree en dos obras de gracia
como creía Juan Wesley).
Punto de Vista de Lyon Sobre la Experiencia Samaritana. Lyon
dice que cuando los samaritanos Arecibieron@ el Espíritu Santo
después de la llegada de Pedro y Juan, esa Afue la culminación de
su conversión@.21 Aunque admite que esta es Ala más difícil de
todas@ las narraciones en Hechos, finalmente dice: ADe una cosa
estamos seguros, de que, cuando... ellos >recibieron= el Espíritu
Santo esa fue su primera experiencia del Espíritu y no se les
puede contar como la segunda experiencia@.22
Punto de Vista de Lyon Sobre la Conversión de Pablo. De
nuevo, Lyon dice que Ala visita de Ananías a Pablo representa la
culminación de la conversión de éste, momento en el que fue lleno
con el Espíritu, es decir, recibió el Espíritu@.23 Lyon está de
acuerdo con James Dunn y Juan Wesley24 en cuanto al momento de la
conversión de Pablo.
Punto de Vista de Lyon Sobre Cornelio. Por lo demás, Lyon
interpreta que Cornelio no se convirtió sino hasta que el
Espíritu Santo Acayó@ sobre él y los demás (Hch. 11:15). Muestra
que los tres verbos empleados para describir lo ocurrido a
Cornelio: Acayó@, Aderramó@ y Arecibieron@ son expresiones
equivalentes, y las últimas dos Afueron empleadas para describir
el evento del Pentecostés@.25 Lyon dice de esta y otra evidencia:
Holiness-Grider, cap. 16 440
_ 066

AEsto claramente iguala la experiencia de Cornelio con lo


ocurrido en el Pentecostés. Y fue ciertamente la conversión de
Cornelio y su incorporación en el cuerpo de Cristo... Es el
relato de un comienzo, no de una segunda bendición@.26
Punto de Vista de Lyon Sobre los Efesios. Lyon entiende,
también, que los efesios se convirtieron cuando, bajo la ayuda de
Pablo, Avino sobre ellos el Espíritu Santo@ (Hch. 19:6). Aquí
surgen algunos problemas, admite, porque a estas personas ya se
les llamaba Adiscípulos@ y ya habían creído. El escribe: AAunque
no negamos que encontramos ambigüedades aquí, lo que nos parece
más bien que tenemos aquí es el relato de la conversión de
discípulos de Juan el Bautista (o de un >tipo de movimiento de
preparación= similar) que habían sido preparados [anteriormente]
para el evangelio@.27

Punto de Vista de Juan Wesley


Juan Wesley enseñó que el bautismo con el Espíritu Santo
ocurre al tiempo de nuestra justificación.28
Sin embargo, el historiador Timothy L. Smith trata de
mostrar que Wesley entendía más bien que el bautismo con el
Espíritu Santo produce la entera santificación. El punto de vista
de Smith se publicó en dos artículos: uno en el Wesleyan
Theological Journal, AHow Juan Fletcher Became the Theologian of
Wesleyan Perfectionism 1770-1776",29 y el otro en Preacher=s
Magazine, AThe Doctrine of the Sanctifying Spirit in John Wesley
and Juan Fletcher@.30
Reinterpretación de Timothy Smith. Smith dice que Wesley
quizá precedió a Fletcher en la interpretación del Pentecostés
como segunda obra de gracia: AEn sus primeros escritos y
predicación, sin embargo, quizá Fletcher no haya enseñado, como
Wesley lo hizo después de 1740, el segundo momento de la gracia
santificadora, ni haya sostenido la experiencia de los apóstoles
en el Pentecostés como modelo de la misma@.31
De acuerdo con Smith, Wesley estuvo de acuerdo con la
predicación de Benson y Fletcher de que los 120 discípulos de
Cristo experimentaron la entera santificación cuando fueron
Allenos con el Espíritu Santo en la mañana del día de
Pentecostés@.32 Si se entiende, por otra parte, que Wesley
consideró como justificación lo les ocurrió en ese día Ano está
de acuerdo con el tenor de la larga historia de la enseñanza de
Wesley@.33 Smith dice esto en respuesta a la aparente asociación
de Wesley del Pentecostés con la justificación, en una carta del
28 de diciembre de 1770, dirigida a Joseph Benson: ASi ellos [los
estudiantes del Colegio Trevecca] quieren llamarle >recibir el
Espíritu Santo=, pueden hacerlo: sólo que la frase en ese sentido
ni es bíblica ni apropiada, porque todos >recibieron el Espíritu
Holiness-Grider, cap. 16 440
_ 077

Santo= cuando fueron justificados@.34


Smith le resta valor al significado obvio de la declaración
de Wesley, debido a otra carta escrita a Benson siete días
después. En esa carta, Wesley no discute el Pentecostés, sino
otro tema totalmente diferente: ACreo que quien ha sido
perfeccionado en amor, o lleno con el Espíritu Santo, propiamente
se le puede llamar padre@.35 Puesto que este es quizá el único
lugar en el que Wesley parece igualar la experiencia de ser
Aperfeccionado en amor@ con ser Alleno con el Espíritu@, y puesto
que directamente contradice lo que le escribió a Benson siete
días antes, y puesto que se opone directamente a varios
comentarios de Wesley sobre Hechos en sus Explanatory Notes upon
the New Testament, interpreto Aperfeccionado en amor@ como la
forma de Wesley de referirse a la entera santificación; y
considero la frase Ao lleno con el Espíritu Santo@ una forma
cortés de referirse a la entera santificación en palabras que
Benson (y Fletcher) podían usar. Suena como si hubiera agregado,
para aclarar, Acomo usted y el Sr. Fletcher dirían, llenos con el
Espíritu Santo@.36
La Enseñanza de Wesley en las ANotas@. Smith cita muy poco
los comentarios de Wesley en sus Explanatory Notes upon the New
Testament, y este es mi problema particular en cuanto al estudio
de Smith. No toma en cuenta la inflexible evidencia contraria en
los comentarios de Wesley sobre los pasajes de Hechos en las
Notes.37
En esas notas sobre el texto de Hechos, Wesley sencillamente
pasa por alto lo que serían buenas oportunidades de relacionar
pasajes con su doctrina de la perfección cristiana Csi en verdad
la comprendió en esta forma como lo afirma Smith. Los comentarios
de Wesley sobre pasajes que el Movimiento de Santidad ha
considerado como relacionados con la perfección cristiana, pero
que los relaciona más bien con la primera obra de gracia.
En Hch. 1:4-5 leemos: AY estando juntos, les ordenó
[Jesús]... esperad la promesa del Padre, la cual oísteis de mí,
porque Juan ciertamente bautizó con agua, pero vosotros seréis
bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días@.38
Wesley no comenta nada acerca de Ala promesa del Padre@. Su
comentario sobre Aseréis bautizados con el Espíritu Santo, lo
conecta con la justificación: AY lo mismo a todos los verdaderos
creyentes, hasta el fin del mundo@. Smith dice que, para Wesley,
el momento de recibir el Espíritu Santo ocurre en la conversión,
pero ser bautizado con o lleno con el Espíritu Santo ocurre en el
momento de la entera santificación. Esta declaración no emana de
los comentarios de Wesley sobre Hch. 1:4-5.
Es interesante que Wesley no hizo ningún comentario sobre
Hch. 2:4: ATodos [los 120, en el Pentecostés] fueron llenos del
Holiness-Grider, cap. 16 440
_ 088

Espíritu Santo@. Esta sería una omisión muy extraña si


considerara el ser lleno con el Espíritu como recibir la entera
santificación.
Comentando sobre Hch. 2:38 en donde Pedro dice que después
de arrepentirse, y después de ser bautizados en agua sus oyentes
recibirían Ael don del Espíritu Santo@, Wesley dice que el don
del Espíritu Santo significa, no entera santificación, sino Alos
constantes frutos de la fe, incluso la justicia, y paz, y gozo en
el Espíritu Santo@.
De igual manera, Wesley no relaciona Hechos 8:15 con la
entera santificación de los samaritanos. Más bien comenta
vagamente sobre la frase Ael Espíritu Santo@:A)En sus dones
milagrosos, o sus gracias santificadoras [obsérvese el plural]?
Probablemente en ambas@.
Más significativo aún, Wesley implica que Pablo no se
convirtió en el camino a Damasco, sino tres días después cuando
Ananías lo visitó y le dijo: AHermano Saulo, el Señor Jesús... me
ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu
Santo@.39 Comentando sobre los Atres días@, Wesley exclama:
A(Temporada muy importante! Aparentemente estaba pasando por los
dolores de parto del nuevo nacimiento@. Lo único que implican las
Notes aquí, es una carta escrita en 1758 al Rdo. Sr. Potter
claramente. Wesley escribe: ANo parece que haya sido una
conversión repentina [de Pablo]@.40 Wesley continúa: ADespués de
haber visto esto [la luz], >quedó ciego por tres días=... Y,
probablemente, durante todo ese tiempo, Dios estaba obrando
gradualmente en su corazón, hasta que >se levantó y fue
bautizado, fue hecho limpio de sus pecados, y fue lleno con el
Espíritu Santo=@.41 Esta es una descripción muy clara de la
posición de Wesley Cque la experiencia de ser lleno con el
Espíritu Santo ocurre en la conversión.
Los comentarios de Wesley en sus Notes sobre Hch. 10:44 son
de mucho significado: AEl Espíritu Santo cayó sobre todos los que
oían el discurso@. Wesley dice: AEllos estaban consagrados a
Dios, como las primicias de los gentiles. Y Dios dio una
evidencia clara y satisfactoria de que los había aceptado tanto a
ellos como a los judíos@. La palabra Aaceptado@ es otra forma de
decir Arecibido en el favor@oAjustificado@.
Las notas de Wesley sobre Hch. 10:47 desaprueban la posición
de Smith de que, para Wesley, recibir el Espíritu se refiere a la
conversión, mientras que ser bautizado con o lleno con el
Espíritu se refiere a la entera santificación, porque en
comentarios sobre ese versículo, Wesley usa indistintamente
Abautismo@ con el Espíritu Santo y Arecibir@ el Espíritu Santo.
La Enseñanza de Wesley a Través de Himnos. Juan Wesley
relacionó claramente el bautismo del Espíritu de Cristo con la
Holiness-Grider, cap. 16 440
_ 099

justificación, no con la entera santificación, en el uso que daba


a los himnos, por medio de los cuales tenía la intención plena de
enseñar la doctrina cristiana. Sólo uno de los 32 himnos
pentecostales de su hermano Carlos, del himnario de ellos
ampliamente usado, Hymns of Petition and Thanksgiving for the
Promise of the Father, o bien Hymns for Whitsunday, se incluye en
los 78 himnos seleccionados por Juan como de Aredención plena@,
es decir, de santidad, o entera santificación.42 Por lo demás, el
himno seleccionado contenía ocho estrofas; y las únicas tres
estrofas expresamente escritas sobre el Pentecostés se omitieron
del himno al usarlo Juan para la división sobre la entera
santificación del himnario de 1780. Varios otros de los 32 himnos
pentecostales se usan en la colección de 1780, pero no se
incluyen en la división de la Aredención plena@ sobre entera
santificación.
Ken Bible llevó a cabo un estudio de esos dos himnarios,
junto con otros de los hermanos Wesley, y publicó su
investigación en el artículo: AThe Wesley=s Hymns on Full
Redemption and Pentecost: a Brief Comparison@.43 Bible concluye
que Juan Wesley no entendía que la entera santificación se recibe
mediante el bautismo con el Espíritu Santo: AEs obvio, sin
embargo, que un cuidadoso examen de sus himnos [Carlos y Juan]
despierta graves duda sobre cualquier conexión directa entre el
Pentecostés y la redención plena en su pensamiento@.44

El Punto de Vista del Movimiento


de Santidad Estadounidense
No fue sino hasta la publicación del libro A Theology of
Love, de Wynkoop en 1971, y el Wesleyan Theological Journal de
1979, que el Movimiento de Santidad Estadounidense, siguiendo la
dirección de los padres de la iglesia primitiva y de Juan
Fletcher, había enseñado casi universalmente que la entera
santificación se recibe por el bautismo con el Espíritu Santo.
Anticipación en los Padres de la Iglesia Primitiva. Como se
mencionó anteriormente, la investigación de Paul Bassett muestra
que los padres orientales y los occidentales de los primeros
siglos enseñaron que la entera santificación se recibe por el
bautismo con el Espíritu Santo. Mostró que, de acuerdo con la
enseñanza Católica Romana, el bautismo en agua es un tipo de
primera obra de gracia regeneradora, y la confirmación, cuando el
Espíritu Santo se recibe en forma especial, es una obra, recibida
instantáneamente, de limpieza del pecado y a la vez de
capacitación con poder.
Bassett observa que, al principio, la confirmación (que en
aquel entonces no se le llamaba así), ocurría durante el servicio
de bautismo, pero subsecuente a éste; después fue separada del
Holiness-Grider, cap. 16 441
_ 100

bautismo (por lo general de infantes) por varios años (como al


presente, en el catolicismo romano). La recepción del Espíritu
Santo era una segunda experiencia, subsecuente a la regeneración,
que según se entendía ocurría en el bautismo.
Bassett cita a Tertuliano para mostrar que el bautismo era
seguido inmediatamente por la unción con aceite, la imposición de
las manos, y la invocación del Espíritu. AEntonces@, dijo
Tertuliano, Asobre el cuerpo ya limpio y consagrado, desciende
del Padre, el Espíritu Santo@.
Bassett comenta: AAquí queda claro, y de mucha importancia
para comprender la doctrina de la en, la distinción entre el acto
del bautismo y el de recibir el Espíritu Santo en su plenitud@.45
Nuestro autor entonces dice que ACipriano, escribiendo en la
siguiente generación... señala el mismo punto incluso con mayor
claridad en algunas cartas@.46 Entonces Bassett cita a Cipriano
diciendo: AAquellos que son bautizados en la iglesia son llevados
ante los obispos de la iglesia, luego, por medio de nuestras
oraciones y la imposición de nuestras manos, reciben el Espíritu
Santo y son hechos perfectos por el sello del Señor@.47
Bassett pregunta: A)Cuán consciente estaba la iglesia
primitiva de las implicaciones teológicas, de experiencia, de su
liturgia bautismal? )Acaso tenía la intención, por estas dos
partes de la liturgia, expresar dos >obras de gracia= íntimamente
relacionadas pero teológicamente distintas?@ su respuesta:
ACiertamente, su sensibilidad hacia los símbolos, compartida por
las culturas que los rodeaban, parece argumentar en ese
sentido@.48
Tertuliano y Cipriano fueron padres de la iglesia
occidentales, pero el mismo tipo de enseñanza se desarrolló en
general en el oriente también. Bassett escribe: AIreneo, quien
era claramente un tradicionalista en asuntos como esos,
probablemente también comprendió el bautismo como expresión del
carácter >subsecuente= e >instantáneo= en relación con la venida
del Espíritu en plenitud sobre los que se bautizaban@.49 Cita a
Irineo diciendo: APor la efusión del Espíritu, el ser humano se
convierte en espiritual y perfecto. Esto es lo que le da la
imagen y semejanza de Dios@.50 Sobre Clemente de Alejandría,
Bassett escribe: AQueda claro que esta perfección se recibe
instantáneamente, y aparentemente es dada subsecuentemente a la
regeneración@.51 En cuanto a Orígenes, dice que Ano es injusto
decir que consideró la santificación como actividad distinta de
la gracia divina Ces decir, distinta de la justificación@.52
Entonces Bassett agrega: AY la considera como dada al creyente en
un momento distinto de aquel en que se da la justificación@.53
Bassett cree que Gregorio de Nisa, quien escribió On
Christian Perfection, es el que más se acerca a la doctrina de
Holiness-Grider, cap. 16 441
_ 111

Wesley de la entera santificación de entre todos los padres de la


iglesia orientales.54 Sin embargo, escritos atribuidos a Macario
el Egipcio (posiblemente escritos por Gregorio de Nisa) son
incluso más similares a la enseñanza de Wesley, y aun más que
Wesley mismo a la comprensión del Movimiento de Santidad sobre la
entera santificación. En esos escritos se considera la entera
santificación como producto de la plenitud del bautismo con el
Espíritu Santo. Bassett cita a Macario diciendo que Aesta unción
[con aceite, después del bautismo] era aparentemente el punto en
que se era lleno con el Espíritu Santo, el momento de la entera
santificación, litúrgicamente expresado@.55 Bassett continúa: ANo
importa cuánto crecimiento en la gracia le espere a uno en el
futuro, aquí estaba la purificación esencial del cristiano, su
perfección en justicia@.56 Bassett también considera que él
enseñaba que Amas allá de la santificación y la perfección
significada litúrgicamente, existe una obra de gracia
santificadora y perfeccionadora más completa y profunda@.57 Esto
Aelimina la entera santificación del ritual@,58 que se hace, por
supuesto, en el Movimiento de Santidad. ARescata@auna persona
Adel pecado interno, llenándola con el Espíritu Santo@,59 como
dice Macario y como enseña el Movimiento de Santidad.
Anticipaciones en Gran Bretaña. En Inglaterra, la enseñanza
del Movimiento de Santidad Estadounidense sobre la entera
santificación, recibida mediante el bautismo con el Espíritu
Santo ya se anticipaba desde tiempos de Juan Wesley.
Sólo una ligera anticipación se encuentra en Adam Clarke, el
distinguido exégeta del metodismo primitivo. Clarke aparentemente
consideraba la relación entre el Pentecostés y la entera
santificación muy semejante a Juan Wesley, excepto por uno o dos
pasajes aislados. Leo Cox escribe: AAdam Clarke... realzó la obra
de la entera santificación como >mayor efusión del Espíritu
Santo=@.60 Sin duda alguna asoció la obra de purificación de todo
pecado con el descendimiento pentecostal del Espíritu Santo@.61
Con todo, Clarke no hace ningún hincapié en esta interpretación.
Sus comentarios en su Commentary sobre Hch. 2:1-8 y otros pasajes
de Hechos nunca asocian el bautismo con el Espíritu Santo con la
entera santificación. De hecho, Clarke claramente distancia el
descendimiento del Espíritu Santo sobre el pueblo de Samaria de
la Asantificación@. Dice que Ano fue para la santificación de las
almas de los creyentes: ya la habían obtenido al creer en Cristo
Jesús@.62
En su libro Entire Sanctification, Clarke no asocia la
entera santificación con el bautismo con el Espíritu Santo. En un
ensayo, sin embargo, hace una referencia aislada al AEspíritu
Santo@, pero no como tema central: ADios prometió su Santo
Espíritu para ssantificar y limpiar el corazón, de manera que
Holiness-Grider, cap. 16 441
_ 122

fuera destruido todo orgullo, ira, egoísmo... y todo lo contrario


a su propia santidad... El es también el Espíritu santificador...
y como tal condena a destrucción completa toda la mente carnal@.63
Juan Fletcher, colaborador cercano de Wesley, en su largo
tratado de la APerfección Cristiana@ como el último de sus Checks
to Antinomianism, vincula el bautismo del Espíritu conn la entera
santificación.
Fletcher estuvo de acuerdo con Wesley sobre este tema. Trató
de probarle a Wesley la validez de asociar el bautismo con el
Espíritu Santo con la entera santificación, pero Wesley no se
convenció.64
El Movimiento de Santidad Estadounidense aclararía esa
enseñanza.
Enseñanza Previa al Movimiento de Santidad. Thomas Webb
(1724-1796), capitán del ejército británico que se convirtió bajo
la predicación del Sr. Wesley y llegó a ser predicador local, fue
uno de los progenitores de la enseñanza del bautismo del
Espíritu. Fue estacionado en Nueva York como en 1766, y se
convirtió en Ael primer apóstol del metodismo en América@.
La siguiente cita de un sermón de Webb sobre el Día de
Pentecostés contienen una declaración de su enseñanza: ALas
palabras del texto fueron escritas por los apóstoles después que
habían experimentado el acto de justificación. Pero, como ven,
amigos míos, eso no fue suficiente para ellos. Deben recibir el
Espíritu Santo después de ello. De igual manera ustedes. Deben
ser santificados. Pero no lo son. Son sólo cristianos en parte.
No han recibido el Espíritu Santo. Lo sé@.65
La metodista británica Hester Ann Rogers, cuya obra Memoirs
and Letters circuló ampliamente entre el metodismo americano a
principio de los años 1800, relalta su lucha para recibir la
entera santificación como sigue: ASeñor, clamo a ti, (que este sea
el momento de mi salvación plena! Bautízame ahora mismo con el
Espíritu Santo y el fuego de amor puro: ahora mismo Acrea en mí,
oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de
mí=. Entra ahora en tu templo, y echa fuera el pecado para
siempre. Limpiame ahora mis pensamientos, deseos e inclinaciones
de mi corazón, y déjame amarte perfectamente@.66
Después de esta cita, Allan Coppedge dice: AClaramente en su
pensamiento la experiencia del bautismo con el Espíritu Santo era
idéntico a la salvación plena, y la amplia distribución de su
historia sólo hizo que los metodistas estadounidenses estuvieran
más dispuestos a ver una íntima relación entre los dos
conceptos@.67
Quizá lo más importante de todo sea la amplia circulación en
Estados Unidos, en ese tiempo, de la obra de Juan Fletcher Last
Check, en la que enseñó la entera santificación como bautismo del
Holiness-Grider, cap. 16 441
_ 133

Espíritu Cpero sin extensa aclaración.


Significativamente en ese tiempo, algunas personas extrañas
al metodismo comenzaron a adoptar esta enseñanza, incluyendo la
Iglesia Presbieriana Cumberland, formada en 1810.
Merrill Gaddis dice de ellos:
La predestinación calvinista nunca antes fue hecha
a un lado tan completamente como la hicieron los
evangelistas de esta denominación, ni el estudiante de
hoy puede detectar alguna diferencia Cdesde el punto
de vista de la sicología religiosa y los resultados
morales prácticosC entre el Abautismo del Paracleto@de
Cumberland y su capacitación con poder por un lado, y
la segunda bendición wesleyana o Aentera santificación@
por el otro.68
Además de los Cumberland, también los Presbiterianos de la
Nueva Luz, organizados en la misma región en 1803, enseñaban de
esta manera.
El Movimiento de Santidad: Período Primitivo. El Movimiento
de Santidad Estadounidense comenzó como por el año 1835. En ese
año Phoebe Palmer recibió su entera santificación y comenzó un
ministerio laico que la convirtió en una de las promotoras de la
enseñanza de la santidad.
En 1835, también, se abrió el Colegio Oberlin, en el que se
educaron hombres y mujeres para el ministerio de santidad,
incluyendo su implementación social. Asa Mahan fue el primer
rector, y Charles G. Finner su primer maesro de teología
sistemática.
1. La Estratégica Contribución de Finney. Esta se publicó en
artículos y Acartas@ en el Oberlin Evangelist y, en cierto grado,
en su Systematic Theology.
En sus ALetters to Ministers of the Gospel@, publicada en el
Oberlin Evangelist, escribe claramente sobre el punto bajo
discusión. En una carta dice: AEl bautismo del Espíritu Santo
es... universalmente prometido... a los cristianos@; y Aesta
bendición debe buscarse y recibirse después de la conversión@.
Dice que los nuevos convertidos deberían ser Abautizados en la
muerte misma de Cristo... y resucitados a una vida de santidad en
Cristo@. También dice: AEstoy profundamente preocupado de que no
haya suficiente interés en dirigir a un convertido hacia la
búsqueda piadosa del >bautismo con el Espíritu Santo, después que
ha creído=@. Y confiesa que su propia Ainstrucción a los
convertidos, en este sentido, ha sido muy defectuosa@.69
Finney enseña entera santificación pentecostal muy
claramente en estas Acartas@, pero su Systematic Theology
contiene muy poca enseñanza de este tipo. En esa obra principal
la implica, pero no la aclara. Enseña que las promesas de
Holiness-Grider, cap. 16 441
_ 144

Asantificación@ fueron cumplidas por el bautismo con el Espíritu


Santo en el Pentecostés. Al discutir la entera santificación de
los creyentes, dice que Apara que una promesa de santificación
tenga alguna validez para nosotros, debe adscribírsele algún
tiempo... de modo que adoptemos una actitud de espera de su
cumplimiento... La promesa de Cristo a los apóstoles respecto al
descendimiento del Espíritu en el día del Pentecostés, puede
ilustrar el significado@.70
En otra área de Systematic Theology, todavía bajo el tema de
Asantificación@, Finney implica, pero no lo dice expresamente,
que la recepción de Ala plenitud del Espíritu@ es lo que nos hace
Aperfectos@ a diferencia de personajes del Antiguo Testamento:
AEllos [los patriarcas] no recibieron la luz y la gloria de la
dispensación cristiana, ni la plenitud del Espíritu Santo. Y en
la Biblia se asegura que >ellos sin nosotros=, es decir, sin
nuestros privilegios, >no podían ser hechos perfectos=@.71
2. La Importancia de S. S. Smith. Stephen Sanford Smith
(1797-1871 no fue muy conocido, pero sobre la enseñanza de que la
entera santificación es ocasionado por el bautismo con el
Espíritu Santo fue muy estratégico.
S. S. Smith fue ministro congregacional que vivió en
Massachusetts. Publicó un artículo estratégico en Guide to
Christian Perfection (enero, 1841) intitulado APower from on
High@, basado en Lc. 24:49: AQuedaos vosotros en la ciudad de
Jerusalén hasta que seáis investidos de poder desde lo alto@.
En este sermón Smith dice: ALos 120 bautizados con el
Espíritu Santo en el día de Pentecostés, previamente habían
>nacido de Dios=@.72 Y agrega: AEvidentemente el don del Espíritu
Santo al que se alude aquí [en Jn. 7:39] es el poder desde lo
alto mencionado en el texto, y como se evidencia no se trataba de
la regeneración@.73
Sobre este don de poder dice: AEra una medida y plenitud de
la influencia divina que transformó el carácter moral total de
los receptores@.74
En una nota de pie Smith escribe: ADe las palabras de Cristo
se hace evidente que el bautismo con el Espíritu Santo era un
poder santificador, según Juan 7:38 C>El que cree en mí, como
dice la Escritura, de su interior brotarán ríos de agua viva=@. Y
en la misma nota de pie: APablo también nos asegura que este
bautismo fue una influencia santificadora@, y agrega que la
persona, por tanto, se convierte en Aun vaso santificado@,75 y que
Atodo poder y facultad de su alma queda bajo sujeción a la
voluntad de Dios@.76 Dice además que el bautismo produce Aamor
perfecto@.77
George Peck escribió abundantemente en el área de la
perfección cristiana, pero en ninguna parte ofrece una amplia
Holiness-Grider, cap. 16 441
_ 155

explicación de la entera santificación mediante el bautismo con


el Espíritu Santo. Dentro de un artículo de 34 páginas, sin
embargo, donde discute cómo se debe Aobtener@ la perfección
cristiana, dice algo específico sobre el asunto de la entera
santificación del bautismo del Espíritu: AEs especialmente
indicado como la obra del Espíritu Santo al llamársele bautismo
del Espíritu Santo, santificación del Espíritu, etc. Este punto
de vista de nuestros autores [se refiere a Fletcher y a otros
metodistas] consiste en que la obra es efectuada y sustentada por
la agencia directa del Espíritu de Dios sobre el alma@.78
El Obispo Hamline, metodista, escribió un extenso testimonio
titulado ABautismo@, publicado en 1843 en el Ladies= Repository
(del que era redactor), y lo volvió a publicar en 1846 en Guide
to Holiness Cel nuevo nombre de Guide to Christian Perfection.
Escribió su testimonio en tercera persona y dedicó varias páginas
a una cuidadosa narración de su experiencia de entera
santificación, la cual dijo que había ocurrido por el bautismo
con el Espíritu Santo.
3. La Contribución de Phoebe Palmer. Esta evangelista laica
y escritora metodista, a mediados del decenio 1850 consideraba la
entera santificación como producto del bautismo con el Espíritu
Santo. En una carta a su hermana en 1859, le dijo que ella había
enseñado Ala capacitación de poder, el bautismo pleno del
Espíritu Santo, como la necesidad indispensable, o absoluta, de
todos los discípulos de Jesús@. La contribución de la Sra. Palmer
a la doctrina y experiencia de la entera santificación en
términos generales fue mucho más significativa que su
contribución al tema específico de que la segunda obra de gracia
ocurre mediante el bautismo del Espíritu.
4. Significado Estratégico de Asa Mahan. Asa Mahan publicó
The Baptism of the Holy Ghost en 1870, libro de suma importancia
sobre este aspecto de la doctrina de la entera santificación.
Su objetivo principal en ese libro consistió en mostrar que
el bautismo del Espíritu es una segunda obra de gracia. Subrayó
la capacitación con poder, pero enseñó, aunque fuera escasamente,
que el bautismo limpia de pecado.
Mahan creía, como muchos creen hoy, que recibimos el
Espíritu en la conversión, pero no en su plenitud bautismal. Esta
era la forma en que interpretaba 1 Co. 12:13, en donde leemos:
APorque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un
cuerpo, tanto judíos como griegos, tanto esclavos como libres; y
a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu@. Entonces
agrega: AEl Espíritu Santo había dado a los discípulos
>arrepentimiento para vida= y >estaba con ellos= como presencia
santificadora, había hecho un templo de sus cuerpos, y los había
>bautizado en un cuerpo= antes del Pentecostés@.79
Holiness-Grider, cap. 16 441
_ 166

5. La Limpieza, Según J. A. Wood. J. A. Wood enseñó que la


entera santificación se obra mediante el bautismo con el Espíritu
Santo y que es también capacitación con poder. Pero más
significativo aun, afirmó que en ese momento se lleva a cabo
nuestra limpieza de pecado.
Wood escribió sobre el tiempo Aen que el alma es bautizada
con el Espíritu Santo, el pecado es destruido totalmente, y el
amor, puro, perfecto amor, invade todo el corazón@.80
Aparentemente en ese tiempo se estaban fortaleciendo las
bases para la enseñanza de que la entera santificación es
producida mediante el bautismo con el Espíritu Santo. Para 1885,
casi era universalmente aceptado en el Movimiento de Santidad. A.
M. Hills escribió acerca de esta enseñanza en ese tiempo:
Estamos ya preparados para dar una definición
formal de la santificación o santidad bíblica, que
probablemente aceptarían los 300 maestros y
predicadores de la Asociación Nacional de Santidad de
Estados Unidos...: La entera santificación es una
segunda obra de gracia definida obrada mediante el
bautismo con el Espíritu Santo en el corazón del
creyente subsecuente a la regeneración, recibida
instantáneamente por fe, por la cual el corazón es
limpio de toda corrupción y lleno del perfecto amor de
Dios.81
Sobre esta definición, John Peters observa: AEsta definición
ejercía cierta fuerza semejante a la del Credo de los Apóstoles
dentro del movimiento de santidad. Estaba limitada porque era la
primera formulación de un tema específico bajo controversia y fue
eficaz en el sentido de que expuso lo incierto y eliminó el
descontento. Esta era la fraseología con la que se presentaba la
doctrina, y su fuerza radicaba en su intensidad@.82
6. Daniel Steele. Este fue el escritor del Movimiento de
Santidad más erudito y respetado. Desde principios de la década
de 1870 comenzó a diseminar el concepto de que el bautismo con el
Espíritu Santo produce la entera santificación.
En su obra Love Enthroned, enseñó vigorosamente que el
bautismo con el Espíritu Santo efectúa una entera santificación
real, Aal estilo metodista@:AEs inevitable llegar a la conclusión
de que el bautismo del Espíritu Santo incluye la extinción del
pecado en el alma del creyente y su parte negativa y menor, y la
plenitud del amor invade su corazón como su parte positiva y
mayor; en otras palabras, incluye la entera santificación y la
perfección cristiana@.83
Para Steele, una de las Apruebas@ especiales de que el
bautismo del Espíritu es Asinónimo de entera santificación@
radica en que Ala alusión incidental de Pedro en Hch. 15:8-9, de
Holiness-Grider, cap. 16 441
_ 177

que el Espíritu Santo descendió sobre Cornelio y su familia en su


oficio como Santificador, >purificó por la fe sus corazones=@.84
El Movimiento de Santidad: Período Intermedio. El período
desde 1885, hasta los exégetas y teólogos de santidad que aún
viven o fallecidos recientemente, puede considerarse como el
período intermedio del Movimiento de Santidad.
1. Sus Características. Durante este período intermedio se
usó ampliamente el nombre APentecostal@ para describir la
doctrina de la entera santificación. El nombre se aplicó a muchas
de las nuevas denominaciones que se estaban formando. También se
usaba en títulos de publicaciones periódicas. En las revistas de
santidad era común leer acerca de reuniones, testimonios y grupos
pentecostales dentro de las iglesias locales.
2. Sus Escritores. Phineas Bresee, fundador de la Iglesia
del Nazareno en el oeste de Estados Unidos, enseñó que el
bautismo del Espíritu efectúa la entera santificación. Ya desde
1894, Bresee había contribuido con un capítulo intitulado
ABautismo con el Espíritu Santo@ en un simposio redactado por
William Nast con el título The Double Cure.85 Bresee dijo: ANo es
necesario advertir que los días presentes son los del bautismo
con el Espíritu Santo@.86 Y agregó: AEste bautismo con el Espíritu
Santo le imparte poder al alma@,87 pero siguió más allá del
pensamiento sobre la capacitación con poder para afirmar que
también produce purificación del corazón. Esto dijo:
Purificó sus corazones. Esta fue la declaración de
Pedro en el concilio de Jerusalén, diciéndoles cómo
Dios los dirigió, y justificó su visita a Cornelio, un
gentil, por el hecho de que el Espíritu Santo cayó
sobre él y todos los que allí estaban congregados, como
lo había hecho en el principio, y no hizo ninguna
diferencia entre ellos CApurificando por la fe sus
corazones@C declarando evidentemente que el bautismo
con el Espíritu Santo purifica el corazón.88
Al año siguiente Bresee fundó la Iglesia del Nazareno
Cdenominación que Anació con el bautismo con el Espíritu Santo en
sus labios@.89
El discurso de Bresee a la Asamblea General Nazarena muestra
cuán significativa era para él este aspecto de la doctrina:
Las llamas del Pentecostés en las que nació esta
iglesia aún no comienzan a extinguirse... La
santificación de creyentes mediante el bautismo con el
Espíritu Santo por nuestro Señor resucitado, dando
poder para testificar de El, no ha cesado... Aun existe
entre nosotros en todas partes la profunda convicción
de que la verdad dispensacional radica en que
Jesucristo bautiza con el Espíritu Santo, limpiando,
Holiness-Grider, cap. 16 441
_ 188

llenando y capacitando con poder... El resultado es que


nuestro pueblo vive, en su mayoría, en la gloria del
Pentecostés.90
Hablando en esos mismos término, William McDonald dice: ASi
el bautismo del Espíritu Santo purificó los corazones de los
primeros discípulos de esa depravación que persistió entre ellos
y en ellos, incluso después que habían sido llamados, aceptados y
comisionados por Jesús, entonces debe hacernos lo mismo a
nosotros. El Pentecostés nos espera, como a ellos@.91
Dougan Clark, cuáquero, en su excelente libro The Theology
of Holiness, también enseña en forma similar:
AY Dios, que conoce los corazones, les dio
testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a
nosotros; y ninguna diferencia hizo entre nosotros y
ellos, purificando por la fe sus corazones@.
Evidentemente aquí el principal de los apóstoles nos da
a entender que el don del Espíritu Santo, y la
purificación de los corazones por la fe, son
experiencias coinstantáneas e idénticas. Y si es así,
el Espíritu Santo, quien es una persona divina, y no
una simple influencia, debe ser el agente eficaz en la
purificación del corazón, es decir, El mismo, por su
divina energía, nos santifica por completo.92
Típicamente A. M. Hills, al igual que el Movimiento de
Santidad, comprendía que la entera santificación ocurre mediante
el bautismo con el Espíritu Santo.93 Además de enseñarla de
muchas formas positivas, se lamentaba el descuido por parte Alas
denominaciones evangélicas principales en Estados Unidos@, y
agregó: ALa verdadera causa de nuestra debilidad es: >El descuido
del Pentecostés=. Los seguidores de Cristo han cesado
generalmente de refugiarse en la recámara secreta a buscar con
oración importuna el BAUTISMO CON EL ESPÍRITU SANTO@.94 También
deploró el descuido de las organizaciones Oberlin-Keswick de la
enseñanza de limpieza, diciendo: AExiste cierto tipo de maestros
religiosos que sublimizan el Pentecostés, pero menosprecian la
experiencia. Impulsan el bautismo con el Espíritu Santo, pero
niegan su eficacia para limpiar el corazón del pecado innato@.95
También E. P. Ellyson asociaba el Pentecostés con la entera
santificación: ALa expiación ha provisto una experiencia
subsecuente en la que existe limpieza total del estado de pecado.
Esa limpieza forma parte de la obra del bautismo con el Espíritu
Santo@.96
El teólogo principal del Movimiento de Santidad, H. Orton
Wiley, explica: AEl bautismo con el Espíritu Santo... debe
considerarse bajo un aspecto doble; primero, como muerte a la
naturaleza carnal; y segundo, como la plenitud de vida en el
Holiness-Grider, cap. 16 441
_ 199

Espíritu@.97 Y agrega: APuesto que la entera santificación es


efectuada por el bautismo con el Espíritu Santo, de igual manera
tiene un doble aspecto Cla limpieza del pecado y la devoción
total a Dios@.98 En su Systematic Theology, de 1,468 páginas,
Wiley dedica menos de una página al Abautismo con el Espíritu
Santo@, bajo un encabezado con el mismo título. Sin embargo,
enseña con frecuencia la entera santificación por el bautismo del
Espíritu en otras partes de su obra. Por ejemplo: ANada puede ser
más evidente que la verdad de que el bautismo con el Espíritu
Santo efectúa una limpieza interna y espiritual que es más
profunda que el bautismo de Juan. Uno era para la remisión de
pecados, mientras que la otra para la expulsión del principio de
pecado@.99 Dedicó muchos editoriales a este tema a principio de
los años 30 como redactor del Herald of Holiness (El Heraldo de
Santidad).
S. S. White escribió ampliamente sobre ese tema. Decía que
la entera santificación y el bautismo del Espíritu Ason
simultáneos Cidénticos en tiempo, pero no necesariamente en
significado@.100 Y escribió: ALa causa eficaz [referencia a
Aristóteles, ya que White era tanto filósofo como teólogo] de la
entera santificación es el bautismo de Jesús con el Espíritu
Santo@.101
White consideraba a Cornelio como Auna persona salva@ (Hch.
10:2, 22), quien después Arecibió el bautismo con el Espíritu
Santo@ (v. 44). Y relacionó aquel Pentecostés de Cesarea con la
limpieza de pecado, explicando: ACuando el Espíritu Santo cayó
sobre Cornelio, su corazón fue purificado o santificado@ (15:8-
9).102
Acerca de la oración sumopontificial de Cristo en Juan 17,
escribió: AEl Pentecostés como se describe en Hechos 2 es la
respuesta a la gran oración sumopontificial de Jesús por la
santificación de sus discípulos (Jn. 17). Si ese no fuera el
caso, no tendríamos razón de creer que la oración de Cristo fue
contestada en alguna ocasión@.103
Charles Ewing Brown, erudito de la Iglesia de Dios
(Anderson, Indiana), en el libro The Meaning of Sanctification,
dedica un capítulo al bautismo con el Espíritu Santo.
Hablando de los diversos APentecosteses@ en Hechos, Brown
escribe: AEn cada uno de esos casos existe razonable evidencia de
que las personas así bautizadas con el Espíritu Santo fueron
seriamente convertidos Ceran creyentes regenerados
verdaderamente@.104
Brown (a diferencia de muchos otros) está consciente de que
Alos primeros teólogos wesleyanos se desviaron... de modo que no
le dieron la importancia apropiada al bautismo con el Espíritu
Santo@.105 Y agrega: ATenían la tendencia de interpretar la
Holiness-Grider, cap. 16 442
_ 200

santificación como experiencia de crisis, ciertamente, pero


usaron la mayoría de sus textos de otras partes del Nuevo
Testamento@.106 Brown dijo que Ala descripción bíblica de ese
bautismo con el Espíritu Santo la presenta específicamente como
purificación del corazón@.107 Aquí está pensando especialmente en
Hch. 15:8-9.
el Movimiento de Santidad: Período Reciente. Varios factores
caracterizan el Movimiento de Santidad en el período reciente.
Uno de ellos consiste en que estamos disfrutando de mejor
investigación de eruditos, y la literatura es más sustancial. La
literatura no sólo es más erudita sino también mucho más bíblica
Cincluso exegéticamente bíblica.
Algunos de los escritores wesleyanos de santidad más
significativos del período reciente tienen la tendencia de
preferir a Juan Wesley por sobre los del Movimiento de Santidad
en cuanto al tema de si el bautismo con el Espíritu Santo efectúa
la entera santificación. Mildred Wynkoop es una de ellas. En su
extensa Theology of Love nunca relaciona el bautismo con el
Espíritu Santo con la entera santificación, e incluso hace
algunas declaraciones derogatorias sobre esa relación. Sobre el
Pentecostés y la oración en la que Jesús pidió la santificación
de los discípulos en Jn. 17:17, escribió: AAunque en teología se
tienen la tendencia de relacionarlos, es interesante observar que
en cuanto a algún pasaje bíblico específico se refiere, la
experiencia pentecostal no puede ser una respuesta a la oración
de Jesús en Juan 17".108 Y continúa: ADe hecho, la santificación
como tal, nunca se identifica directamente con la venida del
Espíritu en ese día@.109
La enseñanza wesleyana de santidad más reciente, sin
embargo, ha consistido en que el bautismo del Espíritu produce la
segunda obra de gracia. Esta es la enseñanza, por ejemplo, de
George A. Turner, W. T. Purkiser, Richard S. Taylor, y Donald
Metz, cuyos puntos de vista trataremos más adelante.
George A. Turner se alinea con el punto de vista del
Movimiento de Santidad en general, de que la entera santificación
es efectuada por el bautismo del Espíritu.110
Turner escribe: AEl Pentecostés no se presenta como
iniciación en el discipulado; más bien produce purificación (Hch.
15:9) y capacitación de poder (Hch. 1:8) a las personas ya
discipuladas o convertidas@.111 Presenta argumentos sobre la
necesidad de los discípulos, quienes ya eran cristianaos, de ser
limpios, cuando escribe: AA pesar de que sus nombres ya estaban
escritos en el cielo por lo que les llamaríamos convertidos antes
del Pentecostés, aún daban muchas evidencias de Ala naturaleza
antigua@. Demostraron actitudes mundanas tales como intolerancia,
orgullo, egoísmo, prejuicios raciales, y temor. Después del
Holiness-Grider, cap. 16 442
_ 211

Pentecostés el contraste fue muy marcado@.112


Uno de los recientes escritores de santidad más
significativos, el ya finado W. T. Purkiser, escribió: AEn una
palabra, el bautismo y la consecuente plenitud del Espíritu son
los medios por los que se obra la entera santificación@.113
Purkiser agrega: AEstamos convencidos de que el Nuevo
Testamento da abundante garantía para asumir que el bautismo con
el Espíritu Santo y la entera santificación son dos aspectos de
la misma obra de la gracia divina en los corazones de los
cristianos@.114
Richard S. Taylor ha asumido este punto de vista desde hace
mucho tiempo. En la sección titulada ALa Santidad y el Espíritu
Santo@ de su simposio Dios, Hombre y Salvación, la trata
ampliamente.
En forma resumida dice: AEstas provisiones incluyen tanto la
regeneración como la entera santificación, así como dirección y
disciplina para unir la entera santificación con el bautismo con
el Espíritu Santo. Este bautismo es distinto del nacimiento del
Espíritu y subsecuente a él@.115 el bautismo del Espíritu efectúa
una limpieza profunda, porque, dice él: AAsí como el fuego es más
purificante que el agua, el fuego del Pentecostés habla de una
purificación interna más allá de la expiación del bautismo con
agua (ver Is. 6:6-7 y Hch. 15:8-9).116 No se le dificulta
comprender que los discípulos ya eran cristianos antes del
Pentecostés. El dice: AHay clara evidencia de que Jesús consideró
que sus discípulos ya habían experimentado lo que El pidió para
Nicodemo (ver Jn. 14C17)@.117 Comprende que el Espíritu nos
bautiza en Cristo en la regeneración (1 Co. 12:13) y que Cristo
bautiza a personas regeneradas con el Espíritu Santo como una
segunda obra de gracia.118
Nada puede ser tan claro como su declaración: ACuando las
personas son santificadas por completo, son bautizadas con el
Espíritu Santo, y cuando son bautizadas con el Espíritu Santo,
son santificadas por completo@.119
Donald Metz, en su libro Studies in Biblical Holiness, no
toca este tema a profundidad, pero asume la misma posición que ha
dominado la enseñanza del Movimiento de Santidad. Metz escribe:
AEl bautismo en o con el Espíritu Santo trae una experiencia
espiritual llamada entera santificación@.120

La Enseñanza de las Escrituras


Después de haber estudiado los punto de vista de Dunn, Lyon
y Wesley, junto con la enseñanza de los padres de la iglesia y el
Movimiento de Santidad Estadounidense, es importante demostrar
que la enseñanza del Movimiento de Santidad es Escritural.
La Biblia enseña que el Pentecostés en sí mismo, y después
Holiness-Grider, cap. 16 442
_ 222

los Pentecosteses en Hechos, no fueron ocasiones de conversión de


aquellas personas, sino cuando los creyentes cristianos (ya
convertidos, justificados, regenerados) fueron santificados por
completo Chechos limpios del pecado original y capacitados con
poder para la vida santa y el servicio cristiano.
El Pentecostés Para los 120 fue una Segunda Obra. Robert
Lyon, comentando sobre Hch. 2:38, sugiere que APedro prometió a
sus oyentes [en el Pentecostés] la misma experiencia que habían
presenciado en el descendimiento original@. Pero de seguro Pedro
estaba hablando en término que nosotros, los adherentes del
Movimiento de Santidad, llamamos dos obras de gracia, una
subsecuente a la otra. Incluyendo las palabras teológicas de
importancia que pasó por alto Lyon, el texto dice: AArrepentíos,
y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para
perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo@.
Después Ctuvo que ser después, ya que se hablaba de miles de
personasC fueron bautizados en agua, expresamente Apara perdón de
los pecados@. Esto significa que el bautismo en agua, subsecuente
a su arrepentimiento, sería un símbolo de que sus pecados ya
habían sido perdonados Cel elemento del agua era símbolo de la
limpieza de la regeneración (Hch. 22:16; Tit. 3:5). Finalmente,
después de la coma, Pedro dice: AY recibiréis el don del Espíritu
Santo@. Esta experiencia sería subsecuente a su arrepentimiento
y, también, en este caso, a su bautismo en agua. Quizá este
pasaje no sea tan claro en cuando a vocabulario sistemáticamente
teológico; pero clara y enfáticamente describe una exhortación a
las obras de gracia, una subsecuente a la otra.
La Evidencia de Romanos 4. Pablo aclara en Ro. 4 que la
justificación se podía experimentar mucho tiempo antes del
Pentecostés. De ahí que los 120 Ahermanos@ (Hch. 1:15-16)
pudieron haber sido ya creyentes antes de la muerte y
resurrección de Cristo. Pablo dice: ACreyó Abraham a Dios y le
fue contado por justicia@ (4:3). Pablo cita aquí Gn. 15:6, en
donde se declara también que Abraham estaba justificado o era
justo. Pablo aparentemente no sabe nada acerca del
dispensacionalismo que separa a las personas de pre-Pentecostés
de la justificación por la fe, porque tiempo después de la muerte
y resurrección de Cristo, usa a Abraham como ilustración de la
forma en que sigue siendo uno justificado.
Pablo sabía, por supuesto, cuando estaba escribiendo la
Epístola a los Romanos, que todos debemos creer Aen aquel que
levantó de los muertos a Jesús@ (4:24). Pero el punto aquí radica
en la enseñanza de que Abraham y los lectores de Pablo fueron
justificados por la fe y no por obras.
2. La Enseñanza en Hebreos. En todos sus contrastes entre
los dos pactos, Hebreos muestra que las personas eran
Holiness-Grider, cap. 16 442
_ 233

justificadas por la fe bajo el antiguo pacto. Hebreos 11 dice que


Apor fe@ uno tras otro de los personajes del Antiguo Testamento,
desde Abel hasta Abraham, Moisés y otros, Aalcanzaron promesas@
(v. 33) en aquellos tiempos y agradaron a Dios. Declara también
que Ael mundo no era digno@ de aquellos hombres (v. 38), y que
muchos Afueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de
obtener mejor resurrección@ (v. 35) Cde modo que, evidentemente,
serán raptados junto con los creyentes de la era pos-Calvario.
Aquellas personas no tenían la revelación de Cristo y sólo
sabían que había una promesa de mejores días. Pero fueron
justificados, y en realidad vivían por la fe. La ley en sí era
Ala sombra... no la imagen misma de las cosas@ (10:1); pero eso
no significa que su relación justificada con Dios era sólo una
sombra y no la realidad. Era tan real como lo es nuestra
justificación, y todos Aalcanzaron buen testimonio mediante la
fe@ (11:39).
Si ellos, incluso Abraham, fueron justificados antes de la
muerte y resurrección de Cristo, podemos asumir que los 120
Ahermanos@ (Hch. 1:15) podían ser justificados antes del
Pentecostés.
La Enseñanza del Evangelio Según San Juan. Jesús exhortó a
Nicodemo a nacer de nuevo diciendo: AEl que no naciere de nuevo
no puede ver el reino de Dios@ (Jn. 3:3). Y agregó: ANo te
maravilles de que te dije: *Os es necesario nacer de nuevo+@ (v.
7). Jesús no le dijo que debía esperarse hasta el Pentecostés
para nacer de nuevo. Incluso parece exhortar a Nicodemo a nacer
de nuevo ahí mismo, porque dice: APero no recibís nuestro
testimonio@ (v. 11).
Es bien sabido, también, que en este Evangelio se habla
mucho de la vida eterna, que de seguro era otro nombre para la
conversión, o la primera obra de gracia. Entonces, ya la gente
poseía la vida eterna desde entonces. Juan el Bautista dice: AEl
que cree en el Hijo tiene vida eterna@ (3:36). Se recibe cuando
uno cree, que es precisamente lo que uno hace a fin de recibir
perdón o justificación.
Juan el apóstol habla de personas que Acreyeron@. El dice:
AMuchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él@
(4:39). Creyeron porque una mujer samaritana, que le había pedido
a Cristo Aagua que salte para vida eterna@ (vv. 14-15), la había
bebido y les había dado testimonio. )De qué estamos hablando
aquí, entonces, si no es de regeneración, el nuevo nacimiento,
conversión?
Y no se podía sugerir en forma más clara la regeneración que
cuando Jesús dijo después, usando el tiempo presente: AY esta es
la voluntad del que me han enviado: que todo aquel que ve al Hijo
y cree en él tenga vida eterna; y yo lo resucitaré en el día
Holiness-Grider, cap. 16 442
_ 244

final@ (6:40). Entonces agrega: ADe cierto, de cierto os digo: El


que cree en mí tiene vida eterna@ (v. 47).
En el capítulo 15 los discípulos representan las ramas de la
vid, lo cual, también, sugiere el nuevo nacimiento, la primera
obra de gracia. Jesucristo se preocupaba particularmente que
ellos Apermanecieran@ en El, frase que aparece cinco veces en los
vv. 4-10.
En el capítulo 17 tenemos la oración extendida de Cristo por
sus discípulos, y de nuevo parecen ser personas en la primera
obra de gracia. El puede decir que son Amíos@ y que Ahe sido
glorificado en ellos@ (v. 10). Ora al Padre para que sean
guardados (v.11), no para que sean regenerados. Son personas que
el Padre dio a Cristo (v. 9), y Cristo los había guardado (v.
12). Y Ael mundo los odió porque no son del mundo@ (v. 14). Ya
habían creído, por lo cual dijo: APero no ruego solamente por
estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra
de ellos@ (v. 20). Su oración: ASantifícalos en tu verdad: tu
palabra es verdad@ (v. 17), fue contestada en el Pentecostés. La
palabra traducida como Asantifícalos@ está en el tiempo aoristo,
lo cual sugiere el tipo de evento completo y puntual como lo fue
el Pentecostés cuando recibieron un Abautismo@ con el Espíritu
Santo.
La confesión de Tomás, A(Señor mío y Dios mío!@ (20:28),
sugiere que la regeneración ya se había efectuado antes del
Pentecostés. De seguro esta es la confesión de un creyente en
todo el sentido de la palabra. Incluso se hizo después de la
resurrección, y en parte debido a la resurrección de Cristo.
El Apoyo de los Sinópticos. Aquí el pueblo recibió el perdón
de pecados; se arrepintieron y creyeron; su vida fue diferente y
fueron comisionados.
Las personas que se arrepintieron y fueron bautizadas bajo
la predicación de Juan el Bautista recibieron el nuevo
nacimiento. Juan llamó al arrepentimiento, un cambio de opinión
básico por medio del que comenzamos a edificar nuestra vida de
acuerdo un plano diferente. AArrepentíos, porque el reino de los
cielos se ha acercado@ (Mt. 3:2), les dijo a todos. No deseaba
servicio sólo de labios sin que estuviera el corazón de por
medio, por ello los exhortó: AProducid, pues, frutos dignos de
arrepentimiento@ (v. 8). Aclaró también que estaba proclamando a
Jesús. En realidad, en cierto sentido, les dijo que les estaba
ofreciendo un primer paso en la redención, bautizándolos en agua,
y que Jesús mismo, después, les ofrecería un paso subsecuente en
la redención, bautizándolos con el Espíritu Santo (v. 11).
Jesús también demandó arrepentimiento: A(Arrepentíos, porque
el reino de los cielos se ha acercado!@ (Mt. 4:17). Los que se
arrepentían eran llamados Asal@ y ya eran Aluz del mundo@ (5:13-
Holiness-Grider, cap. 16 442
_ 255

14), y glorificaban al Padre por sus Abuenas obras@(v. 16). Jesús


les dio instrucciones como miembros de su círculo de que debían
Aamar@ a sus Aenemigos@ (v. 44), Apara que seáis hijos de vuestro
Padre que está en los cielos@ (v. 45).
Cualquier persona podía recibir perdón de Dios antes del
Pentecostés, una de las formas en que el Nuevo Testamento habla
de la primera obra de gracia. Jesús dijo: APor tanto, si
perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a
vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis sus
ofensas a los hombres, tampoco vuestro Padre os perdonará
vuestras ofensas@ (Mt. 6:14-15).
En los Sinópticos se encuentran datos similares, incluyendo
la transformación de María Magdalena (Lc. 8:2); pero estas
referencias nos bastan por ahora para apoyar el punto de que
muchas personas recibieron la primera obra de gracia antes del
Pentecostés.
Dos Obras de Gracia en Samaria. El avivamiento de Samaria
descrito en Hch. 8:1-25, es uno de los pasajes claves de la
enseñanza de las dos obras de gracia. Lucas nos dice que
Aentonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les
predicaba a Cristo@(v. 5). Muchos que lo habían oído predicar
creyeron en Cristo y recibieron el bautismo en agua (v. 12, una
clara descripción de la conversión). Lucas nos dice, además:
ACuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria
había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a
Juan; los cuales, una vez llegados, oraron por ellos para que
recibieran el Espíritu Santo, pues aún no había descendido sobre
ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el
nombre de Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el
Espíritu Santo@ (vv. 14-17).
Entonces, claramente dice aquí que ya habían creído antes y
habían sido bautizados en el nombre de Cristo; y que después de
llegar los apóstoles, recibieron el Espíritu Santo CApues aún no
había descendido sobre ninguno de ellos@.
Las dos Obras de Gracia Según Pablo. A Pablo le ocurrió una
experiencia revolucionaria en el camino a Damasco. Su vida dio un
giro total Cde ser el principal perseguidor del cristianismo a
representante comisionado de su antiguo enemigo, Cristo.
También ocurrieron manifestaciones extensas de ese cambio
revolucionario. El Cristo resucitado se le apareció y conversó
con él. Muchos comentaristas, de cualquier posición doctrinal,
están de acuerdo en que la conversión de Pablo ocurrió en el
camino a Damasco.
Pablo fue llamado a predicar a Cristo allí mismo. Su
llamamiento ocurrió antes de que Ananías lo visitara, porque el
Señor le dijo a Ananías: AVe, porque instrumento escogido me es
Holiness-Grider, cap. 16 442
_ 266

este para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, de reyes


y de los hijos de Israel@ (Hch. 9:15). La palabra Aescogido@ se
traduce del griego ekloges, relacionado con la salvación. Se usa
para referirse al remanente de Israel que disfrutaba de la gracia
de Dios en Ro. 11:5-7.
Pablo le llama ASeñor@, kurie, a Cristo dos veces (Hch. 9:5;
22:8). En el segundo caso, si no en ambos, es reconocida la
soberanía divina de la voz desde el cielo. Pablo pregunta: A)Qué
haré, Señor?@ (22:10). Es muy significativo que la forma de
ASeñor@ usada en ambos pasajes sea idéntica a la empleada en el
caso de Ananías, Acristiano bien reconocido@, quien en 9:10, en
plena obediencia, dice: AHeme aquí, Señor@.
Pero más significativas aún son las palabras de Ananías:
AHermano Saulo, el Señor Jesús... me ha enviado@ (9:17). La
sugerencia de Dunn de que la palabra Ahermano@ se usa para
sugerir uniformidad de raza, la judía, es demasiado ya. Ananías
está saludando a Pablo como hermano cristiano en la fe. Pablo
necesitaba oír esas palabras de aceptación, ya que había sido el
principal enemigo de los cristianos.
Si Ananías hubiera ido a Pablo con el fin de ayudarlo a ser
justificado, a creer, a convertirse en cristiano, )por qué no
dicen nada los relatos acerca de ello? Al contrario, nos dicen lo
opuesto, de que a Pablo se le llama hermano, probablemente
hermano cristiano. No hay nada en el relato que sugiera
conversión. Ananías dice que el Señor Jesús lo había Aenviado
para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo@(9:17).
Ananías le dijo a Pablo: AAhora, pues, )por qué te detienes?
Levántate, bautízate y lava tus pecados invocando su nombre@
(22:16). El bautismo en agua no limpia de pecado. Aquel Ahermano@
cristiano recibiría el bautismo para simbolizar y testificar de
la limpieza de sus pecados que ya había ocurrido.
Cornelio ya era Convertido. Se debe admitir que Lucas no
aclara del todo si Cornelio ya era cristiano cuando, sobre él (y
otros gentiles) Ase derramara el don del Espíritu Santo@ (Hch.
10:45); pero la evidencia así lo sugiere fuertemente.
Por un lado, en el v. 2 dice que Cornelio era eusebes, que
significa Areverente, ferviente, devoto, religioso@.121 También se
traduce como Apiadoso@. La misma palabra se usa en 2 P. 2:9 para
referirse a los Apiadosos@, a quienes Ael Señor sabe librar de
tentación@. Son lo opuesto de los Ainjustos@. Un derivado de esta
palabra, eusebia, se usa para referirse a la Apiedad@ de Pablo y
otros cristianos en 1 Ti. 2:2. Una forma adverbial, eusebos,
describe a aquellos que están decididamente Aen Cristo Jesús@,
porque Pablo escribe: ATodos los que quieren vivir piadosamente
en Cristo Jesús padecerán persecución@ (2 Ti. 3:12). Ciertamente,
también puede describir a los fieles adoradores de un Adios
Holiness-Grider, cap. 16 442
_ 277

desconocido@ (Hch. 17:23), pero la referencia a Cornelio encaja


mejor en el uso para designar a creyentes cristianos.
Cuando a Cornelio se le llama Ajusto@ en Hch. 10:22, tenemos
entonces una sugerencia más fuerte de que se trata de un creyente
cristiano. Es un derivado de dikaiosune, la palabra regular para
justificación en el Nuevo Testamento. Esta misma palabra, con el
artículo definido ho dikaios, el Justo, incluso se aplica a uno
de los títulos distintivos de Cristo en Hechos (3:14; 7:52; y
22:14). Es una de las palabras especiales del Nuevo Testamento
para referirse a lo que Dios es, Ajusto@, y para aquello en lo
que nos convierte por la Afe de Jesús@ (Ro. 3:26). El hecho de
que sus siervos así llamaban a Cornelio no le resta fuerza a
nuestro argumento. Al contrario, lo refuerza. Orígenes, el padre
de la iglesia, probablemente estaba en lo correcto al identificar
a Cornelio como el centurión mencionado en Lucas 7, a cuyo siervo
sanó Cristo, y quien dio una sinagoga a los judíos Cpor lo cual
quizá toda la nación judía tenía a Cornelio en muy alta estima.
Cornelio era Apiadoso y temeroso de Dios con toda su casa@
(Hch. 10:2). Esto significa que reverenciaba a Dios y que
procuraba que hicieran lo mismo su familia y todos sus siervos.
Además, Ahacía muchas limosnas al pueblo@ (v. 2). Esto no
prueba que era creyente, pero es una de las cualidades de un
creyente.
El Aoraba siempre a Dios@ (v. 2), y sus oraciones eran
contestadas Clo cual no ocurre si no se tiene fe.
Su disposición a oír y (por implicación) a obedecer la
Palabra de Dios es característica de creyentes, no de inconversos
(v. 33).
Dios le dio una Avisión@ especial y la visita y ministración
de un Aángel@ (vv. 3-7).
De seguro que Pedro incluiría a Cornelio y le estaba dando
la seguridad de su aceptación ante Dios cuando le dijo: ADe este
dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él crean
recibirán perdón de pecados por su nombre@ (v. 43).
Y es importante preguntar: si Cornelio aún no había sido
perdonado, )qué le pasaba a nuestro Dios lleno de gracia? Si
según el profeta, una persona por torpe que sea no se extraviará
(Is. 35:8), )en qué había errado este hombre Atemeroso de Dios@
como para no ser justificado, con todo su esfuerzo de buscar y
agradar a Dios?
)Cuál es el mínimo de comprensión intelectual necesario para
que pueda uno aceptar a Cristo? )Es acaso una milésima de lo que
es un creyente maduro? Si somos Ajustos@, como dice la Biblia que
era Cornelio, eso es suficiente, de seguro, para comprender que
somos justificados.
La traducción de Dunn del participio aoristo pisteusasin en
Holiness-Grider, cap. 16 442
_ 288

Hch. 11:17 ubica el Pentecostés como el momento en que Pedro y


otros Acreyeron@, o fueron convertidos. Lo mismo argumenta para
la conversión de Cornelio en el tiempo de su bautismo con el
Espíritu. La RVR95 traduce: ASi Dios, pues, les concedió también
el mismo don que a nosotros que hemos creído en el Señor
Jesucristo...@ Pero LbdlA, cuya traducción fue más cuidadosa en
apegarse al griego, traduce pisteusasin en la forma en que
normalmente se traducen los participios aoristos: ASi Dios les
dio a ellos el mismo don que también nos dio a nosotros, después
de creer en el Señor Jesucristo, )quién era yo para poder
estorbar a Dios?@. Este uso indica que su acto de creer fue
anterior a su bautismo con el Espíritu Santo.
Dunn y otros también aducen obtener base teológica para su
punto de vista de que el Pentecostés equivale a conversión, en el
texto siguiente: A(De manera que también a los gentiles ha dado
Dios arrepentimiento para vida!@ (v. 18). Pero yo lo veo en forma
muy diferente. Estamos de regreso en Jerusalén, tiempo después, y
a Pedro se le ha llamado a dar cuentas de su participación en la
obra del evangelio entre los gentiles. No están habland
específicamente del bautismo de Cornelio con el Espíritu Santo.
Acusaban a Pedro porque había compartido a Cristo con los
Aincircuncisos@yhabía Acomido con ellos@ (v. 3). No están
hablando del bautismo de Cornelio con el Espíritu. Más bien
cuestionaban la extensión del evangelio de la gracia perdonadora
de Dios a un gentil.
Algunos escritores de santidad interpretan que Cornelio no
era cristiano sino hasta la visita de Pedro a él, pero que fue
justificado inmediatamente antes de la venida del Espíritu Santo
sobre él en su plenitud bautismal. Ralph Earle enseña que
Cornelio se convirtió en cristiano justo antes de ser bautizado
con el Espíritu Santo.122 La palabra Asalvo@deHch. 11:14 no
requiere esta interpretación. Es un término mucho más amplio que
Ajustificado@, Aperdonado@ o Aregenerado@, como se usa con
frecuencia en las Escrituras (Mc. 16:16; Hch. 2:21; 16:31; 1 Co.
3:15).
Las dos Obras de Gracia en Efeso. En Hch. 19:1-7 no se
refiere tan convincentemente a Ados obras de gracia@ como en 8:1-
25, pero es casi tan claro. Narra la ocasión en que Pablo
encontró en Efeso a ciertos discípulos bautizados que aún no
habían Arecibido@ Co ser llenos conC el Espíritu Santo, y
entonces lo recibieron.
Creemos que, bajo ciertas bases, la venida del Espíritu
Santo sobre ellos fue subsecuente a su conversión.
Pablo les llama mathetai, discípulos, palabra común del
Nuevo Testamento para referirse a creyentes cristianos. Si se
refiriera a que eran discípulos de alguien más, como Juan el
Holiness-Grider, cap. 16 442
_ 299

Bautista, y no de Cristo, no se hubiera usado esa palabra


específicamente.
Ya habían creído. Pablo les preguntó: A)Recibisteis el
Espíritu Santo cuando creísteis?@ (Hch. 19:2). De nuevo tenemos
aquí un participio aoristo, pisteusantes, Ahabiendo creído@ (o
Acuando creísteis@). Por lo general, el participio aoristo
expresa acción previa a la acción del verbo principal de una
oración o frase. En realidad, este es el sentido de la
traducción: AHabiendo creído, )recibisteis el Espíritu Santo?@
Estaban familiarizados con el ministerio de Juan el Bautista,
pero no habían oído del derramamiento del Espíritu prometido por
Cristo. Entonces lo oyeron Cy lo recibieron en su capacitación
de poder pleno para limpiar como los 120 en el Pentecostés.
A aquellos discípulos de Efeso se les llamaba Ahermanos@
según Hch. 18:27, en donde leemos que Alos hermanos lo animaron
[a Apolos]@. No se necesita leer mucho el Nuevo Testamento para
darse cuenta de que se usa la palabra Ahermanos@ para referirse a
los Acristianos@.
Lucas narra que Afueron bautizados en el nombre del Señor
123
Jesús@ (v. 5). Y sus palabras siguientes fueron: AY habiéndoles
impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo@ (v.
6). Para ser candidatos al bautismo, de seguro ya eran creyentes,
como dice la narración. Después de creer, entonces, fueron
bautizados; y después de su bautismo, el Espíritu Santo Avino
sobre ellos@.124
Ciertamente, las Sagradas Escrituras no enseñan que el
bautismo con el Espíritu Santo de Cristo se recibe en la primera
obra de gracia. Sólo le ocurre a personas justificadas, de modo
que se le puede llamar apropiadamente la segunda obra de gracia.

Notas bibliográficas

1. Véase la obra de A. F. Harper, Holiness Teaching Today,


vol. VI de Great Holiness Classics (Kansas City: Beacon Hill
Press of Kansas City, 1987), 391-402, para una lista de las
enseñanzas oficiales de estas y otras 14 organizaciones de
santidad de habla inglesa.
2. El Fundamento Histórico, vol. II de Explorando la
Santidad Cristiana, 1-108.
3. Bruner, A Theology of the Holy Spirit, 195.
4. James D. G. Dunn, Baptism in the Holy Spirit (Louisville,
KY: Westminster/John Knox Press, y Londres: SCM Press, Ltd.,
1970).
5. Ibid., 195. Reproducido de Baptism in the Holy Spirit,
por James D. G. Dunn. Derechos Reservados 1970, SCM Press,
Holiness-Grider, cap. 16 443
_ 300

publicado en EUA por The Westminster Press. Usado con permiso de


Westminster/John Knox Press. En la misma obra Dunn escribe: APara
el pentecostal [y el pueblo de santidad] el cuarto Evangelio es
de importancia especial, ya que le muestra claramente que los
discípulos fueron regenerados antes del Pentecostés y habían
recibido el Espíritu antes del Pentecostés@.
6. Ibid., 204.
7. Ibid., 53
8. Ibid., 96.
9. Ibid., 46-47
10. Ibid., 78.
11. Ibid.
12. Ibid., 82.
13. Ibid., 68.
14. Ibid.
15. Ibid.
16. Ibid., 88.
17. Ibid., 84.
18. Ibid., 87.
19. Ibid.
20. WTJ 14, No. 1 (Primavera, 1979): 14-26.
21. Ibid., 19.
22. Ibid.
23. Ibid.
24. Véase las Explanatory Notes sobre Hch. 9:9, de Wesley.
25. Lyon, WTJ, 20.
26. Ibid.
27. Ibid.
28. Leo Cox dice: AEsta enseñanza de Wesley pudiera parecer
extraña para algunos que insisten en que el Espíritu Santo es
dado subsecuentemente a la regeneración en el momento de una
>segunda bendición=, pero en este concepto Wesley está de acuerdo
con la mayoría de la enseñanza reformada@. El Concepto de Wesley
Sobre la Perfección Cristiana (Kansas City: Casa Nazarena de
Publicaciones, fecha??????????), 122. ???????
29. WTJ 15, No. 1 (Primavera, 1980): 68-87.
30. Este artículo del Preacher=s Magazine ignora la
evidencia negativa en los comentarios de Wesley sobre Hechos en
sus Explanatory Notes upon the New Testament. Smith escribe: AEn
cuanto al vocabulario del Pentecostés y al hecho de que ocupó un
lugar preponderante en su pensamiento [de Juan y Carlos Wesley]
sobre la santificación, a pesar de la interpretación de pasajes
relacionados con el derramamiento del Espíritu en el libro de
Hechos que aparecen en las Notes on the New Testament de Juan
Wesley en 1743, queda muy claro basado en su respuesta a los
testimonios ampliamente conocidos sobre la salvación plena que
Holiness-Grider, cap. 16 443
_ 311

registró en su diario durante el año 1762". En esa Arespuesta@


Wesley escribió: AHace muchos años mi hermanos solía decir con
frecuencia: >El día de tu Pentecostés no ha llegado en su
plenitud, pero no dudo que vendrá. Entonces oirás de muchas
personas santificadas con la misma frecuencia que escuchas hoy de
personas justificadas=. Y cualquier lector libre de prejuicios
podrá observar, que ya ha venido en su plenitud@. Con todo,
incluso una lectura casual de esta Arespuesta@ de Wesley al
avivamiento que estaba ocurriendo de ninguna manera contradice la
enseñanza en las Notes de que el Pentecostés (incluso para los
120) y los Pentecosteses siguientes fueron casos de conversión.
El APentecostés@ que esperaba Wesley no era solamente la entera
santificación de los creyentes. Era claramente un Pentecostés en
el sentido del derramamiento de un avivamiento, en el que las
personas serían justificadas y santificadas por completo Cy
cuando, dice Carlos Wesley, Aoirás de muchas personas
santificadas con la misma frecuencia que escuchas hoy de personas
justificadas@.
31. Smith, WTJ 15, No. 1, 70.
32. Ibid., 72.
33. Ibid.
34. Ibid., 71
35. Ibid., 72
36. Smith usa la aparente ecuación de Wesley de ser
Aperfeccionado en amor@ y ser Alleno con el Espíritu Santo@ como
argumento especial contra la cómoda interpretación de Ael último
descubrimiento del Sr. Fletcher@. Wesley le había dicho a Joseph
Benson, en una carta del 9 de marzo de 1771, que Benson sería
bienvenido como predicador en las sociedades si se Aabstuviera de
hablar de la salvación universal y del último descubrimiento del
Sr. Fletcher@. Mientras que Smith interpreta el Aúltimo
descubrimiento@ como probable indicación de Ala continua mala
interpretación de Wesley del punto de vista de Fletcher sobre la
regeneración@ (Preacher=s Magazine, SeptiembreCNoviembre de 1979,
56), creo que es probablemente una referencia a la reciente
declaración de Fletcher de la perfección cristiana como producto
del bautismo del Espíritu.
37. También esta es la enseñanza de Wesley en los otros
escritos, como Herbert McGonigle muestra en un excelente artículo
en WTJ 8 (Primavera de 1973): 61-72. McGonigle muestra que en las
Notes, en cartas, en sermones y en su libro La Perfección
Cristiana, Wesley dice muy poco acerca del bautismo con el
Espíritu, y casi nunca usa ese término, pero cuando lo usa, lo
relaciona con la justificación y no con la entera santificación.
38. Wesley, Notes, Hch. 1:4-5.
39. Ibid., Hch. 9:17.
Holiness-Grider, cap. 16 443
_ 322

40. Wesley, Works 9:93.


41. Ibid.
42. En 1780, Juan Wesley seleccionó 525 himnos de ocho
himnarios previos que él y su hermano Carlos habían publicado
para el uso de las sociedades metodistas Chimnario que sirvió a
los metodistas hasta bien entrado el siglo siguiente. Se
intitulaba A Collection of Hymns for Use of the People Called
Methodists. Representaba los miles de himnos escritos en su
mayoría por Carlos Wesley y editados después por Juan. En el
prefacio de ese himnario, Juan Wesley declara: ALos himnos no han
sido compilados en forma descuidada, sino catalogados
cuidadosamente bajo encabezados apropiados@. Y en el mismo dice
que Aes, en efecto, un pequeño cuerpo de divinidad experimental y
práctica@.
43. WTJ, Otoño 1982, 79-87.
44. Ibid., 86. Mi propia opinión es que Carlos relacionó las
dos, pero no así Juan.
45. Paul M. Bassett, en la obra de él con William M.
Greathouse, Explorando la Santidad Cristiana 2:39.(??????????)
46.Ibid. ???
47. Ibid.???
48. Ibid., 41.???
49. Ibid., 47.???
50. Ibid., 49.???
51. Ibid., 57.???
52. Ibid., 66.???
53. Ibid.???
54. Ibid., 108.???
55. Ibid., 71.???
56. Ibid.???
57. Ibid.???
58. Ibid.???
59. Ibid.???
60. Leo Cox, El Concepto de Wesley Sobre la Perfección
Cristiana, 133 (???????). Aquí Cox cita a John L. Peters, en su
libro Christian Perfection and American Methodism (Nueva York:
Abingdon Press, 1956), 107.
61. Cox, El Concepto de Wesley Sobre la Perfección
Cristiana, 133 (???????). Como referencia Cox cita a Adam Clarke,
en su obra The Holy Bible with a Commentary and Critical Notes
(Nueva York: Abingdon Press), 5:682-683.
62. Clarke, Commentary 5:682-683.
63. Clarke, Christian Theology, ed. Samuel Dunn (Nueva York:
T. Mason y G. Lane, 1840), 162-163.
64. Véase el artículo de Donald W. Dayton, AThe Doctrine of
the Baptism of the Spirit: Its Emergence and Significance@, WTJ
Holiness-Grider, cap. 16 443
_ 333

13 (Primavera de 1978): 116.


65. Véase el artículo de John A. Knight, AJohn Fletcher=s
Influence on the Development of Wesleyan Theology in America@,
WTJ 13 (Primavera de 1978): 23. Véase también el artículo de
Coppedge, AEntire Sanctification in Early Amereican Methodism,
1821-1835", WTJ, 1978.
66. Véase el artículo de Thomas Coke, The Experience and
Spiritual Letters of Mrs. Hester Ann Rogers (Londres: Milner and
Somerby, s.f.), 14, citado en Coppedge, WTJ, 1978, 46.
67. Coppedge, WTJ, 1978, 46.
68. Merril E. Gaddis, AChristian Perfectionism in America@
(disertación doctoral, University of Chicago, 1929), 297-298.
69. Oberlin Evangelist, mayo 6, 1840.
70. Charles G. Finney, Lectures on Systematic Theology
(Oberlin, Ohio: James M. Fitche, 1847), 210.
71. Ibid., 386.
72. S. S. Smith, APower from on High@, en Guide to
Perfection, ed. Timothy Merritt y D. S. King (Boston: T. Merritt
y D. S. King, 1840-1841), 147.
73. Ibid., 148.
74. Ibid., 150.
75. Ibid.
76. Ibid., 152.
77. Ibid.
78. George Peck, AChristian Perfection@, Methodist Quarterly
Review, ed. George Peck (Nueva York: G. Lane y P. P. Sanford,
1841), vol. XXIII, 3.1 sermón, 1:151.
79. Mahan, Baptism of the Holy Ghost, 60.
80. Wood, El Amor Perfecto, 4 ??????
81. Véase el libro de A. M. Hills, Scriptural Holiness and
Keswick Teaching Compared (Salem, Ohio: Schmul Publishing Co.,
1983), 29.
82. Peters, Christian Perfection and American Methodism,
162.
83. Daniel Steele, Love Enthroned (Apollo, Tenn.: West
Publishing Co., 1951), 66.
84. Ibid., 67.
85. Phineas Bresee, ABaptism with the Holy Ghost@, en el
libro The Double Cure, ed. William Nast (Chicago: Christian
Witness Co., 1894).
86. Ibid., 327.
87. Ibid., 335.
88. Ibid.
89. Floyd T. Cunningham, en una monografía para una clase de
Doctrina de Santidad en el Seminario Teológico Nazareno de Kansas
City.
Holiness-Grider, cap. 16 443
_ 344

90. E. A. Girvin, A Prince in Israel (Kansas City:


Pentecostal Nazarene Publishing House, 1916), 199.
91. William McDonald, Another Comforter (Boston: McDonald,
Gill, 1890), 55.
92. Dougan Clark, The Theology of Holiness (Boston: McDonald
an Gill Co,, 1893), 165.
93. Quizá Finney, Hills y Wiley fueron los tres teólogos más
significativos de la historia del Movimiento de Santidad. Hills
era alumno de Finney en Oberlin y se relacionó por mucho tiempo
con Wiley en la obra nazarena. Hills publicó su libro clásico
sobre la santidad en 1897, y su Fundamental Christian Theology: A
Systematic Theology, en 1931. El primero ha sido quizá el libro
sobre santidad más usado por los nazarenos, ya que por mucho
tiempo formó parte del curso ministerial. Su obra sobre teología
sistemática sustituyo la de Miley, Systematic Theology en el
curso ministerial del cuatrienio 1932-1936, hasta que apareció el
primero de tres volúmenes de H. Oeron Wiley. titulado Christian
Theology, en 1941.
94. A. M. Hills, Pentecost Rejected and the Effects on the
Churches (Cincinnati: Office of the God=s Revivalist, 1902), 5.
95. Ibid., 30.
96. E. P. Ellyson, Bible Holiness (Kansas City: Beacon Hill
Press, 1952), 69.
97. Wiley, Christian Theology 2:323-324.
98. Ibid., 324.
99. Ibid., 444.
100. White, Five Cardinal Elements in the Doctrine of Entire
Sanctification, 73.
101. Ibid., 75.
102. Ibid.
103. Ibid.
104. Brown, The Meaning of Sanctification, 104.
105. Ibid., 115.
106. Ibid.
107. Ibid.
108. Wynkoop, A Theology of Love, 321.
109. Ibid. Con todo, seguramente, las Escrituras contienen
mucho que relaciona la limpieza con el Pentecostés (Ez. 36:25-27;
Mal. 3:1-3; Mt. 3:11-12; Jn. 7:37-39; Hch. 15:8-9).
110. Turner, The Vision Which Transforms, 149 y ss.
111. George A. Turner, Christian Holiness (Kansas City:
Beacon Hill Press of Kansas City, 1977), 73.?????????????
112. Ibid., 74.
113. Purkiser, Sanctification and Its Synonims, 25.
114. Purkiser, Conceptos en Conflicto Sobre la Santidad,
64.??????????
Holiness-Grider, cap. 16 443
_ 355

115. Richard S. Taylor, Dios, Hombre y Salvación, 528.


116. Ibid., 514.
117. Ibid., 511.
118. Ibid., 518.
119. Richard S. Taylor, Vida en el Espíritu (Kasnas City:
Casa Nazarena de Publicaciones 19..?????), pág. ??????
120. Metz, Studies in Biblical Holiness, 111.
121. The Analytical Greek Lexicon (Nueva York: Harper and
Brothers, s.f.), 176.
122. Consúltese la exégesis de Ralph Earle, AThe Acts of the
Apostles@, en The Evangelical Commentary (Grand Rapids: Zondervan
Publishing House, 1959), 136-137, 154; también su exégesis en el
Comentario Bíblico Beacon (Kansas City: Casa Nazarena de
Publicaciones, 19?????) 7:382??????????, en el que se refiere a
Adam Clarke como apoyo; además, su libro Conozca la Iglesia
Primitiva (Kansas City: Casa Nazarena de Publicaciones, 19?????),
49: ACornelio y sus compañeros estaban tan completamente listos a
recibir el mensaje que cuando oyeron de creer en Jesús
inmediatamente creyeron y fueron salvos. Pero en sus corazones
había tanta hambre por toda la voluntad de Dios y estaban tan
entregados a El que pronto fueron llenos del Espíritu Santo en el
mismo servicio@.
123. en Hechos no se practicaba el bautismo en nombre de las
tres Personas de la Trinidad. Se efectuaba sólo en Ael nombre del
Señor Jesús@. El Evangelio Según San Mateo, que en 118:19 da la
fórmula de la Trinidad, no se había escrito todavía. Después que
fue escrito y diseminado, se celebraban los bautismos bajo la
fórmula de la Trinidad Ccomo casi universalmente se ha celebrado
a través de la historia del cristianismo.
124. Este es el orden de Hechos 8: creer, bautismo en agua,
luego bautismo con el Espíritu Santo. Este es el orden común en
el Nuevo Testamento, aunque no siempre ha sido claro del todo.
Holiness-Grider, cap.17 1
_

17

La Segunda Obra de Gracia:

Errores Leves

Dentro del movimiento de santidad han surgido un buen número

de errores y errores leves sobre la doctrina y experiencia de

la entera santificación. Con frecuencia han surgido de una

teología laica que se ha extendido ampliamente dentro del

movimiento, aunque algunos de ellos han sido promovidos

incluso por eruditos profesionales.

En el presente discutiremos muchos de esos errores y

errores leves, con la conciencia de que el presente escritor

quizá también esté en error en algunos puntos y necesitará

corrección. Es necesario discutir estos errores como medios

para comprender mejor la doctrina y experiencia de la

santidad.

Podríamos agregar un segundo propósito a este capítulo

que consiste en demostrar la importancia del discernimiento

teológico al leer literatura de santidad y participar en la

vida del Movimiento de Santidad -en particular en su

adoración y práctica.

En el Ambiente Teológico

En el ambiente teológico, varias enseñanzas de santidad

tienen por lo menos algunos errores leves.


Holiness-Grider, cap.17 2
_

Entera Santificación en el Purgatorio. Constituye un

error aseverar que los católicos romanos enseñan que la

entera santificación se recibe en el purgatorio. Juan Wesley

mismo sugirió este error en su obra de amplia circulación La

Perfección Cristiana: AAlgunos dicen: >Esta [perfección

cristiana] no se podrá obtener sino hasta que hayamos sido

refinados por el fuego del purgatorio=@.1

Muchas personas han repetido el error de Wesley en libros

y revistas. En 1974, P. P. Belew escribió en su libro The

Case for Entire Sanctification: AOtro punto de vista,

sostenido por la Iglesia Católica Romana, consiste en que el

creyente es santificado después de la muerte por las amables

llamas del purgatorio@.2

Esa no es la enseñanza de los católicos romanos. Ellos

enseñan que la culpa del pecado original es purificada cuando

la persona recibe el bautismo en agua. Enseñan también que es

uno bautizado o lleno con o recibe el Espíritu Santo en la

ceremonia de la confirmación, que se administra por lo

general como 10 años después que el infante ha sido

bautizado, lo cual es similar al bautismo del Espíritu de la

doctrina de santidad. De acuerdo con su enseñanza, en el

purgatorio ocurren dos tipos de limpieza -limpieza penal por

los pecados veniales no tan serios, y castigo temporal por

los pecados mortales.

Santidad o Infierno. Algunos han enseñado que si los


Holiness-Grider, cap.17 3
_

creyentes no son santificados por completo, irán a la

perdición eterna en el más allá.

Juan Wesley escribió un tratado muy extenso sobre el

pecado original, y enseñó, apropiadamente, en el mismo y en

todos sus escritos, que nadie irá al infierno sencillamente

por el pecado de Adán.3 Se debe a que la culpa que llevábamos

por el pecado de Adán nos fue quitada por los méritos de

Cristo. Wesley dice: APor los méritos de Cristo, todo ser

humano es librado de la culpa del pecado actual de Adán@.4

H. Orton Wiley estaba en lo correcto al decir que el don

gratuito de Dios de Romanos 5 se ofreció a todo ser humano,

eliminado así la culpa -pero no la depravación- adquirida por

el pecado de Adán. Gracias a este beneficio racial de la

expiación de Cristo, si somos justificados a la hora de

nuestra muerte, iremos a la bendición eterna -el pecado

original fue limpiado para tal persona, quien ha estado

caminando en la luz.

George D. Watson enseñaba la santidad o el infierno: AEl

perdón y la pureza se reciben por separado, como actos

específicos de fe receptora... se retienen por medio de

constante sumisión... ambos constituyen requisitos para una

vida feliz, útil, y ambos son absolutamente esenciales para

la admisión en el cielo@.5

Algunos lo han entendido de esta manera por su

interpretación, en parte, de Heb. 12:14: ASeguid la paz con


Holiness-Grider, cap.17 4
_

todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor@.

Santificación, en este pasaje, probablemente no se refiera a

la entera santificación, sino a la santidad que comienza en

la regeneración y se mantiene durante toda la vida cristiana.

Una persona cuidadosa no enseña santidad o infierno. Tal

enseñanza implica que si morimos en estado justificado pero

no santificados por completo, iremos al castigo o infierno

eterno. Es la justificación, no la entera santificación la

que cambia nuestro destino eterno. Si somos justificados y

andamos en la luz, la sangre de Cristo nos limpiará del

pecado original en forma imputada -como en el caso de

infantes, niños pequeños, y retrasados mentales.6 La entera

santificación es imperativa para nuestro establecimiento en

la vida cristiana. No es una necesidad en la forma en que lo

es la justificación.

Confusión de Motivos. La entera santificación no purifica

nuestros motivos, como se ha enseñado con frecuencia en el

Movimiento de Santidad. La carnalidad, el pecado original, es

purificado en la segunda obra de gracia, lo cual significa

que nuestros motivos no son pecaminosos. Con todo, no son

necesariamente puros -ni necesariamente buenos, aceptables,

aprobados por Dios.

Los motivos son bases internas, plataformas de

lanzamiento, para lo que hacemos. Pueden derivarse de la

naturaleza carnal; pero también de la naturaleza humana.


Holiness-Grider, cap.17 5
_

Mientras que se deriven de la naturaleza humana, en aquellos

que han sido santificados por completo, pueden o no ser

Apuros@ o apropiados.

La entera santificación no nos deshumaniza. En círculos

de santidad siempre se ha enseñado de esta manera. Esto

significa que los diversos deseos humanos, los Ainstintos@

siguen siendo básicamente lo que eran anteriormente, pero

ahora purificados de su infección carnal.

Nuestra humana naturaleza, nuestros deseos Ainstintivos@

quizá nos motiven interiormente a ir en un rumbo que no sea

lo que Dios desearía para nosotros. Después de la entera

santificación, entonces, nuestros motivos ya no son carnales.

Son puros en ese sentido, pero sólo en ese sentido. En el

sentido más amplio de ser puros -aceptables a Dios- quizá no

lo sean. El crecimiento en la gracia quizá necesite ocurrir

antes de que nuestra humanidad sea sujeta más y más bajo la

soberanía de Cristo.

Considerar la Entera Santificación como la Experiencia

Limpiadora. Al llamar la entera santificación la experiencia

limpiadora, implicamos que no hay limpieza en la primera obra

de gracia. Pero en la conversión ocurre una santificación

inicial, la limpieza de la inclinación hacia actos de pecado

que crece en nosotros por nuestros actos de pecado. Cuando

Dios perdona nuestros pecados pasados, nos limpia de esa

inclinación adquirida hacia ellos. Esa limpieza es el


Holiness-Grider, cap.17 6
_

Alavamiento de la regeneración@ (Tito 3:5).

Declarar que Jesús Salva y el Espíritu Santifica. Con

frecuencia se escuchan testimonios en los que se incluye esta

declaración. Se implica que Jesús efectúa en nosotros la

primera obra de gracia y el Espíritu Santo la segunda.

Dar ese testimonio no constituye un grave error, pero no

es correcto cien por ciento. Cada una de las tres Personas de

la Trinidad participa en ambas obras de la gracia de Dios.

Tomemos la primera obra de gracia. Jesucristo hizo

provisión para el perdón de nuestros pecados por su muerte y

resurrección. El Espíritu Santo convence de pecado y nos

acerca a Dios mediante la proclamación del evangelio. Y el

Padre nos perdona cuando nos arrepentimos de nuestros pecados

y creemos en Cristo.

En la segunda obra de gracia Jesucristo bautiza a los

creyentes con el Espíritu Santo, efectuando así la entera

santificación. El Padre desea nuestra santificación y limpia

a sus hijos.

Debido a que la Trinidad entera participa en ambas obras

de gracia, es incorrecto en cierto sentido decir que Jesús

salva y que el Espíritu Santo santifica.

ADel Espíritu@, en Lugar de ACon el Espíritu@.Un error

teológico leve se observa cuando la gente habla del bautismo

Adel@ Espíritu en lugar de Acon@ el Espíritu Santo. En la

historia de los primeros años del Movimiento de Santidad, se


Holiness-Grider, cap.17 7
_

extendió mucho el uso de la frase Adel@ en lugar de Acon@ el

Espíritu Santo. Jack Ford, en su obra What the Holiness

People Believe, publicado tan recientemente como en 1954, usa

esa terminología, y también ha aparecido en escritos más

recientes de distinguidos eruditos de santidad.

Si usamos Ade@, estamos diciendo que este es el bautismo

del Espíritu Santo. Si usamos Acon@, estamos diciendo que es

el bautismo de Cristo.

La Palabra de Dios usa Acon@ (Mt. 3:11 [nota de pie] Mc.

1:8; Jn. 1:33).

Errores en el uso de Ciertos Términos. Varios términos de

amplio uso dentro del Movimiento de Santidad tienen por lo

menos un error leve.

1. Propia Voluntad. No es del todo correcto llamar al

pecado original Apropia voluntad@, (terquedad u obstinación).

La expresión sugiere que incluso después de la conversión

nuestra voluntad se opone a la voluntad de Dios. Sugiere

cierta degradación de la primera obra de gracia. Bertha Munro

usa otro término más aceptable, Avoluntarioso@, y que es

preferible porque implica un estado, lo que es el pecado

original.

2. Rebelión. Este término es similar al anterior. Y

también, como en el caso anterior, sugiere cierto menosprecio

por lo que Dios realiza en nosotros en la primera obra de

gracia. El creyente no se haya en estado de rebelión después


Holiness-Grider, cap.17 8
_

de su arrepentimiento y justificación.

En los idiomas bíblicos hebreo y griego se usan muchas

palabras genéricas, metafóricas y de actos concretos para

referirse al pecado -y los actos más serios de todos son

aquellos de rebelión. La rebelión es característica de los

enemigos de Dios, no de los hijos de Dios que se han

arrepentido y han sido justificados.

3. El uso de ARendirse@ en Lugar de AConsagrarse@. Se ha

usado mucho el verbo rendirse como sinónimo de consagración.

A los creyentes, que ya son hijos de Dios, se les exhorta a

rendirse a Dios y a permitirle que los santifique por

completo. Con ello también se menosprecia el arrepentimiento

y la regeneración. Rendirse se refiere al acto de un rebelde.

Consagrarse, más bien, a un acto de un hijo de Dios.

El verbo Aceder@ es sinónimo aceptable de Aconsagrarse@,

aunque está más relacionado en significado con lo que debe

hacer un rebelde que con la consagración.

4. La Crucifixión del Yo. Al pueblo de santidad se le ha

dicho muchas veces que en la entera santificación el yo es

crucificado. Se citan Gálatas 2:20, 5:24 y 6:14 para apoyar

esta declaración, pero estos pasajes seguramente significan,

no tanto que el yo es crucificado, sino que la infección

carnal del yo es crucificada. La mente carnal, que se ha

adherido como barnacla al yo (como sugiere Romanos 7), es

crucificada, pero el yo es mejorado -es mejor que cuando


Holiness-Grider, cap.17 9
_

estaba infectado.

En la Interpretación de las Escrituras

Efesios 5:18. Este es un buen pasaje para exhortar a

personas que ya han sido bautizadas y selladas con el

Espíritu Santo de la promesa (1:13-14) a seguir en la vida

llena del Espíritu. No es un texto para exhortar a los

creyentes a ser santificados por completo, pero con

frecuencia se usa con ese fin.

Generalmente se traduce como Ased llenos del Espíritu@,

pero el tiempo presente del verbo Allenos@ no está muy claro.

La traducción Aestad siendo llenos@ es más precisa, pero no es


muy literaria.

Filipenses 3:12. Es bien sabido de todos que Pablo dice

no ser perfecto en este versículo, pero luego en el 15 se

incluye entre los perfectos. En el 12 dice: ANo que lo haya

alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, para

ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por

Cristo Jesús@. Pero luego, casi en los mismos términos, dice:

AAsí que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos@.

Se ha asumido erróneamente que Pablo no se estaba

refiriendo a una conducta perfecta, sino a un corazón

perfecto. Sin embargo, a lo que se refiere aquí es más bien a

la perfección de la resurrección final mencionada en el

versículo 11.
Holiness-Grider, cap.17 10
_

Romanos 6:6. Otro leve error tan extendido como cualquier

otro en relación con una interpretación inadecuada de las

Escrituras es la identificación de lo que Pablo llama Aviejo

hombre@ con el pecado original.

Sin duda se refiere a la vida antigua, en un estado no

regenerado, una persona en la condición previa a la

conversión, en contraste con el Anuevo@ hombre, fruto del

nuevo nacimiento, una persona regenerada.

Los escritores de santidad, al igualar el Aviejo hombre@

con el pecado original, están repitiendo el mismo error de

Adam Clarke y Juan Wesley. Clarke dice: AEncontramos que el

viejo hombre, del que se habla aquí y en Ef. 4:22 y Col. 3:9,

se refiere o es exactamente lo mismo que... pecado innato o

contaminación de nuestra naturaleza como consecuencia de la

caída@.7

Mucho tiempo antes, ya Juan Wesley había asumido esa

misma posición. En sus Notas, en Ro. 6:6, dice acerca de

Anuestro viejo hombre@: ACoetáneo con nuestro ser, y tan

antiguo como la Caída; nuestra naturaleza mala; una fuerte y

hermosa expresión de esa depravación total y corrupción por

la que la naturaleza se extiende sobre el ser entero, sin

dejar una sola parte sin infectarla@.8

En Ro. 6:6, si el Aviejo hombre@ es el pecado original, y

si Ael cuerpo del pecado@ es el pecado original, entonces en

este versículo se declara que nuestro pecado original es


Holiness-Grider, cap.17 11
_

crucificado a fin de que el pecado original pueda ser

destruido. Sin embargo, si nuestro Aviejo hombre@ se refiere a

nuestra vida anterior a la regeneración, en contraste con la

nueva vida en Cristo (v. 4), entonces Pablo está diciendo que

somos regenerados a fin de que podamos ser santificados por

completo.

En los versículos 4 y 5 Pablo está hablando de la

regeneración; y en el 6 tanto de la regeneración como de la

entera santificación. Dice en el v. 4 que Asomos sepultados

juntamente con él para muerte por el bautismo@ y resucitados

para que Aandemos en vida nueva@. Así somos Aplantados@ (v. 5)

en Cristo. Entonces, en el v. 6, Pablo dice que Dios

crucifica nuestra antigua forma de vida, regenerándonos, a

fin de seguir adelante y destruir el estado del pecado

original.

Efesios 4:19-25. Pablo resume aquí lo que le ha ocurrido

a sus lectores. Habían Aoído@ el llamado de Cristo, y habían

Asido por él enseñados, conforme a la verdad@ que en cuanto Aa

la pasada manera de vivir@ debían despojarse Adel viejo hombre@

y vestirse Adel nuevo hombre@. Aquí el viejo hombre del que se

habían despojado no es el pecado original, sino la vida

anterior a la regeneración.

El Aviejo hombre@ está conectado íntegramente con su

Apasada manera de vivir@. Entonces, el viejo hombre, es la


vida no regenerada que se caracteriza tanto por el pecado
Holiness-Grider, cap.17 12
_

original como por actos de pecado.

Además, este viejo hombre se contrasta con el Anuevo

hombre@, y de seguro se refiere al que resulta del nuevo

nacimiento. Entonces, el viejo hombre es el ser humano, el

yo, anterior al nuevo nacimiento y que se caracterizaba por

el pecado.

La palabra Asantidad@ aparece en Ef. 4:24 en muchas

traducciones y probablemente ha inclinado a algunos a

conectar el despojamiento del viejo hombre con la entera

santificación. Pero esa palabra se usa con frecuencia en las

Escrituras sin referencia a la entera santificación. Se usa

para referirse a casi cada parte del proceso de redención.

Colosenses 3:9. En este versículo tanto la naturaleza

carnal como los actos de pecado son conectados con el Aviejo

hombre@, el cual sugiere de nuevo que la frase se refiere a la

vida no regenerada en lugar de referirse simplemente al

pecado original. Pablo habla de quitarse hechos carnales como

Aira, enojo, malicia@, así como de Apalabras deshonestas@

(3:8). Y luego agrega: ANo mintáis los unos a los otros,

habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos@ (v. 9).

Si en este pasaje el Aviejo hombre@ fuera una referencia al

pecado original, Pablo estaría diciendo: APueden mentir cuanto

quieran mientras que sean regenerados, pero no después de ser

limpios del pecado original. Por tanto, puesto que el pecado

original ya ha sido eliminado, en una segunda obra de gracia,


Holiness-Grider, cap.17 13
_

dejen de mentirse los unos a los otros@. Si el Aviejo hombre@


se refiere a la vida anterior a la regeneración, Pablo está

diciendo: ATienen ustedes ahora un corazón nuevo, Las cosas


viejas han pasado, y todas son hechas nuevas. Vivan, por

tanto, como personas regeneradas, y >no mintáis los unos a los

otros= puesto que os habéis despojado de la vida antigua >con

sus hechos= o >malos hábitos= (LBdlA)@.

Interpretaciones Extremas de las Escrituras

Como a fines del siglo pasado y bien entrado el presente,

la literatura del Movimiento de Santidad ocasionalmente

reflejó interpretaciones extremas de las Sagradas Escrituras.

Interpretaciones Extremas Sobre Sanidad. Algunas personas

del pueblo de santidad comenzaron a enseñar puntos de vista

extremos sobre la sanidad física. Aun cuando todas las

manifestaciones de la gracia de Dios para nosotros, en un

sentido muy amplio, se deben a la expiación de Cristo, se va

uno al extremo al decir que puede uno esperar ser sanado de

la misma forma en que un pecador espera ser salvo de sus

pecados o un creyente ser santificado por completo.

Que los Santificados son los 144,000. Otra interpretación

extrema la sustentó Carradine al enseñar que los 144,000

redimidos mencionados en Apocalipsis se refieren a Aaquellos

que han sido santificados en esta vida@:

Creemos firmemente que los 144,000 se refieren


Holiness-Grider, cap.17 14
_

a aquellos que fueron santificados en esta vida,

esperando no la hora de la muerte para recibir una

obra de gracia, la cual Cristo está dispuesto a

realizar en el momento presente. Cuando recordamos

lo que cuesta obtener esta bendición -el ridículo,

la oposición, la persecución, y el rechazo

eclesiástico que invariablemente implica- no nos

sorprende que los que sufren obtengan una distinción

que no se concede a todos los que están en el


9
cielo.

Interpretaciones no Eruditas. Destacaremos tres de éstas:

1. Dos Pactos, dos Obras. Cuando Beverly Carradine basó

su enseñanza de las dos obras de gracia, en parte, en el

hecho de que hay dos pactos, el Antiguo Testamento y el

Nuevo, echó mano de una interpretación extrema y no muy

erudita. Sobre los dos pactos escribió: AEstos dos pactos

abarcan todo lo que Dios hace por el alma en la tierra, y

describen precisamente las dos obras de gracia, la

regeneración y la santificación@.10

Hay dos dispensaciones, y el Espíritu Santo fue derramado

sobre los creyentes poco después de haber comenzado la

segunda dispensación. Sin embargo, ambas obras de gracia

pudieron haber ocurrido en la dispensación del Antiguo

Testamento -aunque raramente se hace referencia a la entera

santificación en tiempos del Antiguo Testamento. Isaías 6


Holiness-Grider, cap.17 15
_

bien puede ser una de esas referencias.

2. Que las Lenguas son Obra de Satanás. Algunos miembros

del pueblo de santidad enseñan que el hablar en lenguas es

obra de Satanás, incluyendo a W. B. Godbey, quien escribió:

AEl falso Movimiento de Lenguas constituye la obra más

grandiosa que Satanás jamás haya realizado en nuestros días

para imitar la obra del Espíritu Santo, apropiársela y

capitalizarla@.11

Godbey usó muy poco las Escrituras, la historia o la

teología al oponerse a las Alenguas desconocidas@.

Principalmente apela a su propia investigación y

observaciones.

3. Morrison, Sobre Romanos 7. H. C. Morrison interpretó

Romanos 7 como descripción de una persona regenerada.

Aparentemente no sabía que Jacobo Arminio había escrito más

de 250 páginas sobre ese capítulo, bajo la posición o punto

de vista de que describe allí a una persona Ano regenerada,

pero alumbrada@ -con lo que inició una larga, estable y casi

unánime tradición de tal interpretación en el arminianismo-

wesleyanismo.

La excéntrica erudición de Morrison se demuestra también

en lo que escribió sobre Ael hombre interior@ de Romanos 7. De

acuerdo con el apóstol Pablo, todos tenemos un ser interior,

a diferencia del hombre exterior o cuerpo. Morrison escribe:

Obsérvese aquí que el hombre interior se


Holiness-Grider, cap.17 16
_

deleita en la ley de Dios. El pecador no tiene

hombre interior sino el Aviejo hombre@, y puede usted

estar seguro de que ese Aviejo hombre@ no se deleita


en la ley de Dios. El hombre interior mencionado

aquí es la persona regenerada, el nuevo hombre,

impartido por la gracia de Dios al pecador penitente

por la gracia regeneradora, en el momento de su

justificación. Este nuevo Ahombre interior@, se

deleita en la ley de Dios, pero el Aviejo hombre@ que

permanece en la naturaleza combate o se opone al

nuevo hombre, y cuando éste hace el bien, el Aviejo

hombre@ (el mal) está presente con él, para

estorbarle en la realización de sus buenas

intenciones.12

Declaraciones Extremas Acerca de la Experiencia

La segunda obra de gracia, la entera santificación, no es

una panacea universal. En ocasiones el pueblo de santidad ha

sugerido demandas extremas de la experiencia de la santidad.

ANunca sin Consolación@. J. A. Wood se fue al extremo al

decir que Ael alma santificada nunca está sin consolación@.13

Aun cuando nunca estamos sin la presencia del Consolador, en

ocasiones nos sentiremos sin ninguna consolación. Siempre

experimentaremos traumas de la vida en los que nos sentiremos

sin ninguna consolación. Aun cuando estemos experimentando


Holiness-Grider, cap.17 17
_

una vida plena de entera santificación, pasaremos en

ocasiones por lo que los místicos llaman Ala noche oscura del

alma@. Para experimentar Aconsolación@, tenemos que echar mano

de los diversos medios de gracia: La lectura de la Biblia, la

adoración, la Santa Cena, entre muchos otros.

Conquista de la Impaciencia. El mismo escritor incluye la

Aimpaciencia@ como uno de los Afrutos del pecado innato@.14 Si

así fuera, cuando los creyentes fueran limpiados del pecado

innato, quedarían libres de la impaciencia. Pero tal

declaración no es realista.

La paciencia se incluye en el Afruto del Espíritu@ en Gl.

5:22, pero la impaciencia no aparece en la lista de las Aobras

de la carne@ en los vv. 19-21. La paciencia se desarrolla en

la vida llena del Espíritu. La impaciencia puede brotar de la

naturaleza humana, incluso de la purificada, con sus

instintos e impulsos legítimos.

Su Quietud Queda Intacta. Wood dice también acerca de los

santificados por completo que Ala quietud de su espíritu queda

intacta, y nunca les falta la paz@.15 De nuevo, esta

declaración no es realista. En la justificación quedamos en

paz con Dios como Juez, y en la entera santificación

recibimos la paz de Dios. Con todo, no siempre ni

invariablemente estaremos consciente de tal paz.

Cuando una persona es abandonada por su cónyuge, cuando

pierde su empleo injustamente, cuando pierde uno a un hijo en


Holiness-Grider, cap.17 18
_

un accidente, cuando se enfrenta uno a una tragedia, )quedará

uno en completa paz? Si así fuera, seríamos autómatas o

robots -no seres humanos. Las Escrituras no hablan sobre

ninguna obra de gracia que efectúe tales maravillas

existenciales como esta.

Libres de Deseos Impropios. Juan Wesley contribuyó a la

comprensión incorrecta al afirmar que el santificado ya no

experimenta deseos impropios. R. T. Williams, en su libro

Temptation: A Neglected Theme,16 enseñó correctamente que los

deseos impropios son consistentes con la vida cristiana

devota. Enseñó que el pecado es cometido sólo cuando desea

uno implementar un deseo de lo pecaminoso.

El deseo de lo impropio, cuando la voluntad no está de

acuerdo con tal deseo, ocurre con frecuencia en la vida

santa. Algunos pasos que pueden conducir al pecado no son

pecaminosos. Entre esos pasos se incluyen (1) la atención que

se presta a lo impropio; (2) el deseo de lo que ha llamado la

atención; (3) un impulso prevolicional hacia lo que se desea;

y (4) finalmente el juicio de la persona que enciende la luz

roja de advertencia de peligro. Si, en ese punto, no queremos

hacer lo que hemos deseado, no hemos pecado.

Libertad de Todo Prejuicio. J. O. McClurkan enseñó puntos

de vista extremos sobre la libertad de los prejuicios: AEl

corazón santificado es limpio absolutamente de todo...

prejuicio racial. La santidad profundiza, endulza y amplía la


Holiness-Grider, cap.17 19
_

naturaleza hasta que cada hombre de todas y cada una de las

secciones, nacionalidades y color o condición es amado como

hermano. No hay norte o sur, judío o griego, bárbaro o

santificado@.17

Sin embargo, puesto que los prejuicios raciales,

educacionales, culturales y otros se adquieren por el medio

ambiente, no son aspectos del pecado adámico y no son

necesariamente eliminados en la entera santificación. Pedro

aún abrigaba prejuicio contra los gentiles mucho tiempo

después de su Pentecostés y fue a la casa del gentil Cornelio

sólo después que recibió una triple visión para que fuera.

Dios le ayudó a ese apóstol nativo de Capernaum, y puede

ayudarnos a nosotros en ese renglón también. Aun cuando El es

soberano y puede efectuar una liberación milagrosa, su ayuda

en cuanto a relaciones raciales se recibirá con toda certeza

mediante la madurez espiritual.

Produce Integración Personal. Existe una profunda

integración que ocurre cuando la condición dividida del

regenerado, por su mente carnal, es disuelta mediante la

expulsión de esa mente. La experiencia le ayuda al creyente

para una dimensión especial de integridad. Frank Carver está

profundamente correcto al decir que Ael uso bíblico de la

palabra >santidad= puede usarse como sinónimo de integridad.

Hay un sentido profundo en el que la santidad es para Dios lo

que la integridad es para el hombre@.18 Carver está en lo


Holiness-Grider, cap.17 20
_

correcto cuando habla de Alealtad exclusiva hacia Dios@,19 de

Agracia no adulterada@,20 y de Auna sola confianza@.21 Sin


embargo, sería exagerado decir, como dicen muchos, que la
santidad es la experiencia integradora y luego dar formas

específicas, extremas en las que la integración de la

experiencia se produce por la entera santificación. Donald

Metz, en su libro Studies in Biblical Holiness, enseña más de

lo que se garantiza en este sentido. Dice que la entera

santificación resulta en Aun sentido de respeto propio y


22
autovaloración@. Sin embargo, un concepto bajo de sí mismo no

es fruto del pecado adámico. Ese pecado, como por lo general

hemos dicho, es una fuente en lugar de ser orgullo. Un

concepto bajo de sí mismo se debe a experiencias degradantes

de la niñez, y aun cuando la entera santificación pueda

ayudar a una persona a vencer ese daño, no resulta

simplemente en el remedio de ese tipo de desviaciones.

Metz dice también que la integración resulta en Auna

personalidad consistente que se muestra en todas las

relaciones@.23 De seguro, esto es demasiado.

Metz dice también que también habrá Aausencia de

conflictos espirituales internos@.24 Si esto significa que

nunca habrá dudas espirituales, es diferente de la forma en

que muchos líderes de santidad han representado la

experiencia de la santidad. Si en realidad se tratara de

ausencia de todo conflicto interno, )cómo entonces pueden


Holiness-Grider, cap.17 21
_

ocurrir las tentaciones, o una caída de la gracia, o

experimentar alguna noche oscura del alma?


25
Incluso el asunto de Aservicio libre de egoísmo@ es algo

que seguramente se deriva de un sentido creciente de

responsabilidad cristiana mediante crecimiento en la gracia,

en lugar de ser uno de los Aresultados@26 de la entera

santificación.

La Limpieza del Subconsciente. E. Stanley Jones, quien ya

está con el Señor, quizá el predicador de santidad de más

renombre de nuestro siglo, enseñó erróneamente este punto.

Enseñaba que en la entera santificación el subconsciente -lo

que algunos llamamos inconsciencia- es purificado.

En testimonio solicitado en un estudio completo y

excelente de la entera santificación publicado en un folleto

por Charles Ewing Brown, The Meaning of Sanctification, Jones

escribió: AVivimos en dos mentes -la consciente y la

subconsciente. La subconsciencia es el lugar de residencia de

los instintos motores: el yo, el sexual, y el gregario... En

la conversión se introduce en la mente consciente una nueva

vida, una nueva lealtad, un nuevo amor. Pero el subconsciente

no obedece a esta nueva vida... Se proudce allí un choque@.27

Jones dice además que Ala obra del Espíritu Santo se

desarrolla principalmente, o quizá enteramente, en el área de

la subconsciencia@.28 Y agrega: ADescubrí que si me entregaba a


El... El me limpiaría hasta en esas profundidades... Entonces
Holiness-Grider, cap.17 22
_

me entregué y acepté el don por la fe@.29

Todo esto suena hermoso, pero entra en el dominio de la

sicología y no en el área de la Biblia y la teología; sugiere

igualar el subconsciente con el pecado original. Y esto no

puede ser. Entramos en el mundo con el pecado original, pero

no con el subconsciente. El subconsciente, con todo el

respeto que se le tiene en las escuelas, se relaciona con

aquello que entra en nuestra mente durante esta vida -con

frecuencia mediante experiencias aberrantes. De ahí surgen

nuestros sueños. Ahí están miles de miles de recuerdos. Por

ello con frecuencia abrigamos sentimientos hostiles

involuntarios hacia figuras de autoridad. Ahí residen los

prejuicios raciales cuando volicionalmente intentamos no

abrigar prejuicios.

La entera santificación limpia del pecado original, pero

no necesariamente corrige las desviaciones derivadas de

experiencias aberrantes por las que hemos pasado en esta

vida. Estas se van corrigiendo conforme crecemos en la

gracia. Se corregirán plenamente sólo cuando nuestra

mortalidad se haya vestido de inmortalidad -sólo cuando los

santificados sean glorificados.

Notas

1. Wesley, La Perfección Cristiana, pág. 3??????


Holiness-Grider, cap.17 23
_

2. P. P. Belew, The Case for Entire Sanctification

(Kansas City: Beacon Hill Press of Kansas City, 1974), 24.

3. Véase este extenso tratado sobre la doctrina del

pecado original según Wesley, Obras 9:196-464.

4. Ibid. 8:277.

5. George D. Watson, A Holiness Manual (Boston: Christian

Witness co., 1882), 51.

6. Si en nuestros años de responsabilidad consciente,

hemos rechazado a Cristo y luego hemos enfermado mentalmente

para el resto de nuestra vida, probablemente iremos a la

presencia de Dios sin ser justificados. Pero un caso tal

sería muy raro, ya que no se neecesita mucho esfuerzo del

cerebro para volverse uno a Dios y recibir perdón. Incluso un

rebelde en estado de coma ya moribundo podría tener la

capacidad suficiente para arrepentirse y creer.

7. Clarke, Comentario de la Santa Biblia, III, pág. 338.

8. Wesley, Notas, 540.

9. Beverly Carradine, The Second Blessing in Symbol

(Louisville, Ky.: Pickett Publishing Co., 1896), 223-224.

10. Ibid., 87.

11. W. B. Godbey, Baptism of the Holy Ghost (Greensboro,

N.C.: Apostolic Messenger Office, s. f.), 19.

12. H. C. Morrison, Baptism With the Holy Ghost

(Louisville, Ky.: Pentecostal Publishing Co., 1900), 24.

13. Wood, El Amor Perfecto, ed. rev. (Chicago: S. K. J.


Holiness-Grider, cap.17 24
_

Chesbro, 1880), 126.

14. Ibid.

15. Ibid.

16. R. T. Williams, Temptation: A Neglected Theme (Kansas

City: Beacon Hill Press, 1920).

17. J. O. Mcclurkan, Zion=s Outlook 7 (Febrero 1901):

Véase la obra de Timothy L. Smith, Called Unto Holiness, vol.

I (Kansas City: Beacon Hill Press, 1962), 183, para otras

muchas referencias al punto de vista de McClurkan.

18. Frank Carver, ABiblical Foundations for the

>Secondness= of Entire Sanctification@, WTJ 22, No. 2 (Otoño de

1987): 8.

19. Ibid.

20. Ibid., 16.

21. Ibid., 17.

22. Metz, Studies in Biblical Holiness, 254.

23. Ibid.

24. Ibid.

25. Ibid.

26. Ibid.

27. Véase a Brown, The Meaning of Sanctification, ii.

28. Ibid.

29. Ibid.
Holiness-Grider, cap.18 1
_

18

La Iglesia en sí Misma

La iglesia de Jesucristo, más antigua que cualquier

universidad, dinastía o gobierno, es la institución más

significativa de la sociedad. De hecho, así como la Biblia es

más que el mejor de los libros, la iglesia es más que la

mejor de las instituciones sociales de este mundo. Fue creada

por la gracia de Cristo, su cabeza, es dirigida por el

Espíritu, adora a Dios en la Palabra y por medio de los

sacramentos, participa en el cumplimiento de la Gran

Comisión, y es singularmente significativa.

En este capítulo discutiremos una definición de la

iglesia, su necesidad misma, su fundación, su naturaleza, y

su unidad. Después continuaremos con la iglesia y la Palabra

de Dios, la iglesia y el ministerio del Espíritu, el

ministerio de la iglesia, y la relación de la iglesia con el

estado.

Definición de la Iglesia

No se encuentra ninguna definición de la iglesia en los

escritos de los padres apostólicos, ni de Oriente ni de

Occidente.1 Ninguno de los concilios ecuménicos emitió alguna

definición, ni se encuentra en los tres credos más antiguos

(el de los Apóstoles, el Niceno, y el Atanasiano). De hecho,


Holiness-Grider, cap.18 2
_

no se escribió ningún tratado sobre lo que es la iglesia sino

hasta el siglo XIV, cuando John Wycliffe escribió De

ecclesiae (acerca de la iglesia).

La palabra griega raíz empleada en el Nuevo Testamento

para Aiglesia@ es ekklesia, que significa literalmente Alos

llamados fuera@. En la Septuaginta, se refiere a Israel como a

una ekklesia, con el significado de que fueron llamados a

salir de entre muchas naciones del mundo. En el Nuevo

Testamento, la palabra se refiere a los creyentes que han

sido llamados a salir del mundo.

La palabra Aiglesia@, por tanto, originalmente se refería

al pueblo y sólo mucho tiempo después se le dio la

connotación del edificio en el que se reunía el pueblo de

Dios en el nombre de Cristo.2 La palabra se usa 115 veces en

el Nuevo Testamento. En 112 de esas ocasiones se refiere a la

iglesia como pueblo, ya sea local o universalmente. En los

otros tres casos, en Hch. 19:32, 39 y 41, son referencias

sencillamente a un grupo de adversarios de la iglesia que

objetaban al ministerio de Pablo en Efeso.

La Necesidad de la Iglesia

La iglesia no es una necesidad racional, sino práctica.

Ello se debe a que, aun cuando nacer de nuevo es un asunto

intensamente privado, nunca es un asunto netamente privado.3


4
Cuando ocurre, son afectadas muchas otras personas.
Holiness-Grider, cap.18 3
_

Al nacer de nuevo, entramos en la comunidad de creyentes

conocida como la iglesia. Pasamos a ser miembros del cuerpo

de Cristo. Y si como nacidos de nuevo deseamos seguir en

nuestra relación con Cristo, es prácticamente necesario que

formemos parte de una iglesia local. En esa Aardiente

comunión@ llamada la iglesia, el creyente recibe alimento

espiritual, instrucción, experiencias de adoración

santificadas, y de evangelización muy satisfactorias.

La fundación de la Iglesia

Tres puntos de vista sobresalen en la fundación de la

iglesia. (1) La iglesia fue fundada cuando Dios llamó a

Abraham a salir de su parentela y le prometió que bendeciría

a las naciones a través de él (Gn. 12:1-3). (2) Jesús fundó

la iglesia y colocó a Pedro como su cabeza terrenal -punto de

vista católico romano. Este es también básicamente el punto

de vista de Wolfhart Pannenberg, quien está interesado en una

fusión de la iglesia un tanto elástica con un papa y cierto

tipo de cuerpo gobernante central. Pannenberg ha sugerido que

la iglesia se fundó cuando Jesús instituyó la eucaristía. (3)

La iglesia fue fundada en el Pentecostés, punto de vista

sustentado generalmente por el protestantismo.

En este capítulo trataremos los primeros dos puntos de

vista como anticipaciones de la iglesia; y el último como el

momento de la fundación de la iglesia.


Holiness-Grider, cap.18 4
_

Anticipaciones en el Antiguo Testamento. William Robinson

rastrea la fundación de la iglesia hasta el llamamiento de

Abraham: AEn ese momento la iglesia de Dios -el santo Israel

de Dios- comenzó a existir@.5 Aun cuando no se puede decir del

todo, junto con Robinson, que la iglesia se fundó en ese

momento, ese evento constituyó una importante anticipación de

la misma.

Cuando Israel fue llamado a salir de entre las naciones

(2 Cr. 6:3), así como en el Nuevo Testamento la iglesia es

llamada a salir del mundo, también esa fue una anticipación

de la iglesia.6 Tenemos, por tanto, al Israel del Antiguo

Testamento y al AIsrael de Dios@ (Gl. 6:16) en el Nuevo

Testamento. Tenemos al pueblo de Dios, Israel, en el Antiguo

Testamento y a Alos elegidos... de Dios@ (1 P. 1:1) como la

iglesia en el Nuevo Testamento. Se dice mucho acerca de los

sacerdotes en el Antiguo Testamento, y en el Nuevo Testamento

todos somos Asacerdotes@ (Ap. 1:6). La iglesia en Ro. 9:27 es

el remanente justo del que había profetizado Isaías (10:22).

Así como en el Nuevo Testamento la iglesia es la esposa

de Cristo, Israel es la esposa de Yaveh. Sobre ella dice el

Señor: ASucederá en aquel día... que me llamarás Ishi -mi

marido, nota marginal@ (Oseas 2:16, LbdlA); y le dice a ella:

ATe desposaré conmigo para siempre@ (v. 19). Y así como Cristo

es la vid y sus discípulos las ramas o pámpanos en tiempos

del Nuevo Testamento (Juan 15:1-8), Israel era también la


Holiness-Grider, cap.18 5
_

viña de David. AIsrael es una frondosa viña@ (Oseas 10:1). Y

en una alegoría, Ala casa de Israel... se convirtió en una vid

que hizo sarmientos y echó mugrones@ (Ez. 17:6).

La anticipación del Antiguo Testamento de la iglesia del

Nuevo Testamento se encuentra también en muchos nombres y

frases que denotan la iglesia. Leemos acerca de la casa de

Abraham, de Jacob y/o de Israel (Gn. 14:14; Ex. 19:3; Lv.

10:6; Sal. 114:1; Is. 2:5). Estos pasajes son similares a los

del Nuevo Testamento. Leemos que el AHijo del Altísimo...

reinará sobre la casa de Jacob para siempre@ (Lc. 1:32-33).

En el Antiguo Testamento leemos acerca de la casa de Dios

o del Señor (Gn. 28:17-22; Ex. 23:19, etc.). Estos pasajes

son muy frecuentes en Reyes y Crónicas y en Jeremías. Pasajes

similares se usan en el Nuevo Testamento (Mt. 12:4; 17:3, 15;

Heb. 10:21). Un dato interesante en esta conexión se

relaciona con el nombre del tabernáculo, que literalmente

significa Atabernáculo de reunión@. Yaveh prometió: AEn el cual

me reuniré con vosotros [los sacerdotes] para hablaros allí.

Allí me reuniré con los hijos de Israel, y el lugar será

santificado con mi gloria. Santificaré el Tabernáculo de

reunión... Así conocerán que yo soy Jehová, su Dios... para

habitar en medio de ellos@ (Ex. 29:42-44, 46). Este pasaje es

similar a lo que dijo Cristo: APorque donde están dos o tres

congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos@

(Mt. 18:20).
Holiness-Grider, cap.18 6
_

Las anticipaciones de la iglesia en el Antiguo Testamento

también se registran en su anhelo y esperanza del Mesías -el

Deseado de las naciones, una Luz para alumbrar tanto a judíos

como gentiles; el que muere por todos en tiempos del Nuevo

Testamento, que resucita de entre los muertos, y se convierte

(especialmente para Pablo) en la gran Cabeza de la iglesia.

Anticipaciones en las Palabras y Acciones de Jesús. Los

católicos romanos tienen un interés especial en las palabras

de Jesús: AY yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre

esta roca edificaré mi iglesia@ (Mt. 16:18). Sostienen que

Pedro -como primer obispo de Roma- fue la roca sobre la que

Cristo edificaría su iglesia. Los protestantes por lo general

interpretan que la roca sobre la que Cristo edificaría su

iglesia era la confesión que el apóstol acababa de hacer -que

Jesús es Ael Cristo, el Hijo del Dios viviente@ (v. 16). Debe

destacarse también que Jesús dijo: AEdificaré mi iglesia@

-como si la fuera a fundar después, como en el Pentecostés.

Sin embargo, aparecieron claras anticipaciones de la iglesia

durante los años de la encarnación de Cristo.

1. En el reino de Dios/de los cielos. Jesús hizo

referencia a la iglesia sólo dos veces (Mt. 16:16-18; 18:17),

y es sorprendente que use ese término antes del Pentecostés.

Incluso algunos eruditos conservadores, como Bernard Ramm,

creen que Jesús en realidad usó una palabra aramea diferente

y que el inspirado Mateo la tradujo al griego como Aiglesia@


Holiness-Grider, cap.18 7
_

porque para ese entonces significaba Aiglesia@.7 La forma

característica de Jesús para referirse al pueblo de Dios

consistía en hablar del reino de Dios o reino de los cielos.

En Mateo, que fue escrito para los judíos, que muy poco

usaban el término Dios, Jesús les habló del reino de los

cielos, y no del reino de Dios; pero extrañamente también

habló de la iglesia.8

El reino ya se había acercado; ya estaba Adentro@ del

pueblo (Lc. 17:21), y eso era precisamente lo que el pueblo

estaba Aesperando@ (Mc. 15:43) y a donde el pueblo entraría

después del juicio (Mt. 25:34). En ocasiones se usa para

referirse a lo que precede a la iglesia, en otras a lo que

ocurrió durante la era de la iglesia (Hch. 28:23), y en otras

más al cielo mismo, donde Dios se sienta en su Atrono@y reina

(Ap. 22).

El punto consiste en que la forma característica de Jesús

para referirse al pueblo de Dios no consiste en llamarlos

iglesia, sino en decir que ellos están en el reino -con este

uso se anticipaba a la iglesia.

2. En los que ya Habían Sido Llamados Fuera. También se

anticipa la iglesia cuando Jesús se refiere a sus discípulos

diciendo que Ano son del mundo@ (Jn. 17:14). La palabra griega

ekklesia significa precisamente ser Allamado fuera@.

3. En las Expectaciones de Jesús de Servicio Ilimitado.

C. J. Cadeaux dice: ANingún monarca con ejércitos invencibles


Holiness-Grider, cap.18 8
_

a su disposición y mando pudo haber pedido de sus súbditos

más ilimitado sacrificio en su servicio@.9 Jesús esperaba que


sus discípulos se negaran a sí mismos y le siguieran (Mt.

16:24), así como Pablo esperaba que los miembros de la

iglesia hicieran lo mismo (Ro. 6:13; 12:1-2).

El Pentecostés Como la Fundación de la Iglesia. Un número

de factores apoyan la interpretación de que la iglesia fue

fundada en el Pentecostés.

1. Al Pueblo de Dios se le Llamó Entonces la Iglesia. La

palabra Aiglesia@ se encuentra sólo dos veces en los

evangelios, y en una de esas referencias Jesús dice que

después la edificaría (Mt. 16:18; 18:17). Antes del

Pentecostés, se decía que el pueblo de Dios estaba en su

reino (como ya se destacó anteriormente), ser discípulos,

haber creído o recibido vida eterna, o lo que fuera.

2. El Pentecostés fue Ael Comienzo@ de Algo. De acuerdo

con Pedro, Acayó el Espíritu Santo sobre@ la familia de

Cornelio Acomo también sobre nosotros al principio@ (Hch.

11:15). Ese Aprincipio@ obviamente era el Pentecostés (vv. 16-

17). La referencia a un Aprincipio@ bien podía hablar del

inicio de la dispensación en la que el Espíritu Santo se

derramaría sobre todo ser humano, como Joel (2:28) lo había

profetizado. Ala vez bien pudo haberse referido al inicio de

la iglesia.

3. Ya se Poseía la Plenitud del Espíritu. Otra base para


Holiness-Grider, cap.18 9
_

considerar la iglesia como fundada en el día del Pentecostés

radica en el hecho de que la iglesia ya poseía el Espíritu

Santo en su plenitud bautismal de purificación del corazón

(Hch. 15:8-9) y poder para testificar (1:8). Antes del

Pentecostés, el Espíritu Santo cayó sobre creyentes sólo en

casos aislados, por razones especiales. De esa manera

descendió sobre profetas del Antiguo Testamento. Y Juan el

Bautista estaba Alleno del Espíritu Santo aun desde el vientre

de su madre@ (Lc. 1:15). Y Joel había profetizado: ADespués de

esto derramaré mi espíritu sobre todo ser humano, y

profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros

ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.

También sobre los siervos y la siervas derramaré mi espíritu

en aquellos días@ (2:28-29).

El Pentecostés marcó el comienzo de una dispensación en

la economía de la gracia de Dios. Y de seguro la iglesia no

pudo haber sido lo que era entonces, y lo es hoy, sin ser

llenos del Espíritu.

4. Explosión de Evangelismo. También comprendemos que la

iglesia fue fundada en el Pentecostés, porque entonces el

evangelismo fue como una explosión.

En la mañana del día de Pentecostés, fueron convertidos

3,000 oyentes (Hch. 2:41); muy pronto otros miles también se

sumaron a los creyentes cristianos (4:4). Y de pueblo en

pueblo, aquellos primeros creyentes evangelizaron a los


Holiness-Grider, cap.18 10
_

gentiles y a los judíos y así trastornaron casi todo el mundo

entero (17:6).

Los 120 fueron capacitados para testificar, y de

inmediato tuvieron éxito en su evangelización. Si la

evangelización forma parte de la esencia misma de la iglesia,

y si todos sus obreros necesitan ser bautizados con el

Espíritu y con ello llenos de poder para evangelizar,

entonces quizá la iglesia nació en el Pentecostés.

5. La Crucifixión y Resurrección de Cristo ya Habían

Ocurrido. La iglesia se compuso de personas que creían

salvíficamente en esos eventos.

Sólo hasta después de la muerte y resurrección de Cristo,

y después de la capacitación del Pentecostés, el evangelio

pudo ser presentado a todas las personas en su realidad y

atractivo. Y desde el Pentecostés en adelante, la iglesia se

ha compuesto de personas que con fe miran en retrospectiva

hacia la crucifixión y resurrección. Por ello Clarence Tucker

Craig dice: AAquellos que creían que Dios había resucitado a


10
Cristo de entre los muertos componían la iglesia@.

6. La Santa Cena ya se Había Instituido. Mientras que el

bautismo en agua ocurrió tanto antes como después del

Pentecostés, la Santa Cena, instituida por Jesús, fue

observada por sus seguidores sólo hasta después del

Pentecostés. Y la Santa Cena forma parte integral de la


11
existencia misma de la iglesia. A través de la Santa Cena,
Holiness-Grider, cap.18 11
_

los creyentes participan en el cuerpo de Cristo -la iglesia.

Por ello Pablo pregunta: ALa copa de bendición que bendecimos,

)no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que

partimos, )no es la comunión del cuerpo de Cristo?@ (1 Co.

10:16). Entonces agrega: ASiendo uno solo el pan, nosotros,

con ser muchos, somos un cuerpo, pues todos participamos de

aquel mismo pan@ (v. 17). Participar significaba formar parte

del cuerpo de Cristo, la iglesia.

7. Entonces Hubo Organización. Antes del Pentecostés, la

organización institucional de creyentes no existía. Los 12

apóstoles ya habían sido seleccionados, y tres de ellos,

(Pedro, Santiago y Juan) se destacaron como líderes

especiales dentro del grupo. Pero su liderazgo era espiritual

más que institucional. Después del Pentecostés, pronto

comenzó la organización como institución. De inmediato,

fueron seleccionados siete diáconos (Hch. 6:1-6).

La iglesia impuso sus manos sobre Bernabé y Saulo, y los

envió como misioneros a evangelizar. Y durante los viajes

misioneros, nombraron a ancianos para encargarse de las

iglesias locales que fundaban. La palabra Aanciano@ se deriva

del griego presbyteros, de la cual obtenemos la palabra

castellana Apresbítero@. Aquellos ancianos o presbíteros

también recibían el nombre de episkopoi, que significa

Asupervisores@ (Hch. 20:17, 28, nota marginal en LbdlA). Otros

detalles de la organización de la iglesia se mencionan e


Holiness-Grider, cap.18 12
_

implican en diversos escritos del Nuevo Testamento, en

particular en las epístolas pastorales.

Sobre esta base, entonces, la iglesia aparentemente se

inició en el Pentecostés. Antes de ese evento, como dice

George Ladd, era más bien Ael círculo de los discípulos de

Jesús como iglesia incipiente@.12 Y Ladd dice también: ALos

discípulos antes del Pentecostés deben considerarse sólo como

una iglesia en embrión@, porque Aestrictamente hablando, la

ekklesia había nacido en el Pentecostés cuando el Espíritu

Santo había sido derramado sobre el reducido círculo de

judíos discípulos de Jesús, constituyéndolos en el núcleo del

cuerpo de Cristo@.13

La Naturaleza de la Iglesia

La iglesia es una organización-organismo divinamente

ordenada sobre cuya naturaleza podemos aprender por lo menos

en tres formas: (1) por un estudio de analogías del Nuevo

Testamento, metáforas o designaciones de la iglesia; (2) por

la reflexión sobre su naturaleza mediante categorías

diseñadas por la teología misma, pero basadas en las

Escrituras; y (3) por destacar su unidad.

Analogías Bíblicas de la Iglesia. El Nuevo Testamento

contiene en todo como 80 analogías menores de la iglesia.

Pablo habla de Ala iglesia del Dios viviente, columna y

defensa de la verdad@ (1 Ti. 3:15). Es Alabranza de Dios,


Holiness-Grider, cap.18 13
_

edificio de Dios@ (1 Co. 3:9). También le llama a la iglesia

Apan@ (5:7-8; 10:16-17), una Aviña@ (9:7), un AOlivo@ (Ro.

11:13-24), Amiembros de la familia de Dios@(Ef. 2:19), y Ala

familia de la fe@ (Gl. 6:10).14

Las analogías principales de la iglesia incluyen la

esposa de Cristo, el cuerpo de Cristo, y el nuevo y verdadero

Israel.

1. La Esposa de Cristo. La Biblia nunca define en

realidad a la iglesia como la esposa de Cristo, pero lo

implica en varios lugares. Quizá la más clara implicación se

encuentra en 2 Co. 11:1-2, en donde dice Pablo: AOs he

desposado con un solo esposo, para presentaros como una

virgen pura a Cristo@. Claramente se presenta aquí a Cristo

como el Esposo, y a la iglesia, como a la esposa recién

desposada.

En Ef. 5:22-32 también se implica que la iglesia es la

esposa de Cristo: AAsí que, como la iglesia está sujeta a

Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en

todo@ (v. 24). La figura de Cristo como el esposo de la

iglesia se sugiere además en la amonestación de Pablo:

AMaridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la

iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla@

(vv. 25-26). Pablo sugiere que Cristo, como esposo, se

preocupa sacrificialmente por su esposa, la iglesia. Incluso

usa la figura de Auna sola carne@ de la unión misteriosa del


Holiness-Grider, cap.18 14
_

matrimonio para referirse a la relación de Cristo con la

iglesia: APor esto dejará el hombre a su padre y a su madre,

se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne. Grande es

este misterio, pero yo me refiero a Cristo y a la iglesia@

(vv. 31-32).

En Ap. 19:7-8 se encuentra una implicación

neotestamentaria clara y significativa de que la iglesia es

la esposa de Cristo. Poéticamente Juan exclama: AGocémonos,

alegrémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas

del Cordero y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha

concedido que se vista de lino fino, limpio y

resplandeciente@.

En este pasaje Cristo es el Cordero; la iglesia, la

esposa. El vestidos de Alino fino, limpio y resplandeciente@,

sugiere la limpieza redentora que la iglesia ha recibido. El

siguiente versículo dice: AEl ángel me dijo: *Escribe:


Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas

del Cordero+@. Evidentemente, la iglesia ya es la esposa de

Cristo en esta tierra, pero la Acena de las bodas@ para

celebrar el matrimonio será un evento futuro.

2. El Cuerpo de Cristo. Esta es quizá la analogía o

metáfora más significativa de la iglesia en el Nuevo

Testamento. Aparece 19 veces y sólo en las epístolas de

Pablo; como tal es la más frecuente. Pablo se refiere a la

iglesia tres veces como Ael cuerpo de Cristo@ (Ro. 12:5; 1 Co.
Holiness-Grider, cap.18 15
_

12:27; Ef. 4:12). Tres veces usa la frase del sacrificio del

cuerpo de Cristo en la cruz (Ro. 7:4; 1 Co. 10:16; 11:24). En

otros 13 lugares usa la palabra Acuerpo@ para referirse a la

iglesia (1 Co. 10:17; 12:12 [2 veces], Ef. 1:23; 3:6; 4:4,


15
16; 5:30; Col. 1:18, 24; 2:19; 3:15). Este uso impulsó a

George Ladd a decir: AEl cuerpo de Cristo es la metáfora

paulina más distintiva para referirse a la iglesia@.16

La analogía del cuerpo de Cristo sugiere varias verdades

teológicas. La primera es la unidad en medio de la

diversidad. Pablo dice: AAdemás, el cuerpo de Cristo no es un

solo miembro, sino muchos@ (1 Co.12:14). Luego, pasando del

cuerpo físico a lo metafórico, dice: AVosotros, pues, sois el

cuerpo de Cristo y miembros cada uno en particular@ (v. 27). Y

continúa diciendo que Aa unos puso Dios en la iglesia,

primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros@ y


otros más (v. 28); pero en medio de la diversidad de oficios

y dones, hay unidad Casí como en nuestro propio cuerpo

físico.

La metáfora del cuerpo también sugiere que la iglesia no

es simplemente una organización, sino un organismo. Admitimos

y observamos que, significativamente, la iglesia es una

organización. Pero también es un organismo. Y como tal, no se

le puede ir agregando como a una simple organización, de modo

que se cuenten 30 congregaciones en lugar de 29. Su

crecimiento se produce gracias a la transformación interna


Holiness-Grider, cap.18 16
_

Casí como el cuerpo cuando ingiere alimentos. Esa

transformación interna es el nuevo nacimiento, y cuando éste

ocurre la iglesia crece.

Como el cuerpo de Cristo, la iglesia extiende su

encarnación, su humillación como Verbo hecho carne, en

nuestro mundo presente. Los creyentes llenos de fe, amor y

esperanza en la iglesia de Cristo constituyen su presencia

como cuerpo en el mundo. La iglesia encarna su amor por la

humanidad. Los creyentes son los testigos de Cristo a su

servicio. Representan a Cristo hasta el tiempo en que

ocurrirá la parousia.

Así como Cristo ministra y habla a través de su cuerpo,

la iglesia, también sufre en ella. )Acaso no dijo Pablo: AA

vosotros os es concedido a causa de Cristo, no solo que

creáis en él, sino también que padezcáis por él@ (Flp. 1:29)?

Y en Colosenses dice Pablo: AAhora me gozo en lo que padezco


por vosotros y cumplo en mi carne lo que falta de las

aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia@

(1:24). Lo que falta de las aflicciones de Cristo está lejos

de nosotros en tiempo y espacio Cde modo que tenemos la

tendencia de olvidarlo y descartarlo. Pero cuando la iglesia,

como el cuerpo de Cristo presente, se enfrenta al mundo y

sufre por causa del prójimo, entonces llama su atención.

3. El Verdadero Israel. Esta analogía es de extrema

importancia teológica, ya que une el Antiguo Testamento con


Holiness-Grider, cap.18 17
_

el Nuevo Testamento, y a Israel con la iglesia Clo cual

significa, entre otras cosas, que la iglesia es el nuevo y

verdadero AIsrael de Dios@ (Gl. 6:16). De entre los muchos

pueblos de tiempos del Antiguo Testamento, Dios escogió a uno

de ellos, a Israel, para que fueran los recipientes de su

pacto de amor llamándolos, redimiéndolos, sustentándolos y

juzgándolos. Sin embargo, Israel, como heredero de las

promesas de Dios, no es la nación como un todo, sino como un

remanente fiel, creyente, dentro de la nación (Ro. 2:28-29;

9:6-8). El verdadero Israel es un olivo en el cual tanto

judíos como gentiles fueron injertados (Romanos 11) Cla

iglesia. Juan se refiere a la iglesia como Aa la señora

elegida@ (2 Jn 1). Pablo implica que los creyentes que eran

gentiles por nacimiento, Aen cuanto a la carne@ (Ef. 2:11)

ahora sostienen Ala ciudadanía de Israel@ (v. 12). A Pedro le


gustaba decirle a los cristianos que eran el pueblo de Dios,

como Israel lo era: APero vosotros sois linaje escogido, real

sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios...@ (1 P.

2:9).

Estas son, entonces, unas cuantas de las muchas

analogías, o imágenes o metáforas, menores y principales, de

la iglesia en el Nuevo Testamento, todas las cuales son de

suma importancia teológica. A través de ellas comprendemos la

naturaleza de la iglesia.

Afirmaciones Teológicas Sobre lo que es la Iglesia. Es


Holiness-Grider, cap.18 18
_

necesario considerar, al reflexionar sobre la naturaleza de

la iglesia, numerosas declaraciones teológicas sobre lo que

es la iglesia, basadas estratégicamente en las Sagradas

Escrituras.

1. La comunidad de creyentes. Esta es una idea peculiar

del protestantismo: el sacerdocio de todos los creyentes se

implica en esta afirmación. Esencialmente era lo que entendía

Martín Lutero sobre lo que debía ser la iglesia Casí como

Karl Barth en nuestro siglo.17 En este caso el uso de la

palabra Acreyentes@ se refiere en particular al pueblo que

cree en la muerte y resurrección de Cristo como la base de su

redención y que ha sido justificado por la fe. La palabra

Acomunidad@ sugiere la singularidad que se obtiene en la

iglesia, de acuerdo con las Sagradas Escrituras. Además, esta

palabra está de acuerdo con la gran cantidad de declaraciones

bíblicas sobre la iglesia que sugieren referencia a seres

humanos Cel laos, el laicado.

2. La comunidad salva y salvadora. Esta afirmación

sugiere, por un lado, que esta comunidad es Asalva@. Incluso

la Sociedad de Amigos, quienes afilian a Alos niños como

miembros asociados@, enseñan que la membresía por nacimiento

no los incorpora en el cuerpo de Cristo. Sólo Amediante la

experiencia del nuevo nacimiento@ puede uno ser miembro del

cuerpo de Cristo.18
Holiness-Grider, cap.18 19
_

Notas

1. George Florovsky dice: ALos padres no prestaron mucha

atención a la doctrina de la iglesia, precisamente porque la

realidad gloriosa de la iglesia estaba abierta a su visión

espiritual@. Bible, Church, Tradition: An Orthodox View

(Belmont, Mass.: Nordland Publishing Co., 1972), 57.

2. Por los primeros tres siglos, aunque el cristianismo

no era la religión oficial del imperio romano, a los

cristianos no se les permitía edificar ni poseer templos. No

fue sino hasta después del gran cisma del protestantismo que

se comenzó a usar la palabra Aiglesia@ como sinónimo de una

denominación dada.

3. Véase la discusión de todo esto en la obra de John S.

Whale, ALife in the Spirit: The Christian Doctrine of the

Church@, en Christian Doctrine (Nueva York: Macmillan

Publishing Co., 1941).

4. Whale dice que Ade acuerdo con los físicos, la

estrella más distante es afectada cada vez que mi hijo lanza

su osito de felpa lejos de él@ (Ibid., 124). Whale dice

también que el acto más privado que podemos realizar es

morirnos, pero que no podemos hacerlo sin afectar a otras

personas -y si, en nuestro orgulloso egocentrismo, tratamos

de aislarnos de los demás, nos relacionamos con ellos

negativamente.

5. Robinson, Biblical Doctrine of the Church, 121.


Holiness-Grider, cap.18 20
_

6. ALuego el rey se volvió y bendijo a toda la

congregación de Israel, mientras toda la congregación de

Israel estaba de pie@ (2 Cr. 6:3). Aquí la LXX usa la palabra

ekklesia para Acongregación@ (o Aasamblea@, en LbdlA).

7. Este tipo de desarrollo probablemente no sea

inconsistente con el punto de vista de inspiración verbal o

el dinámico. El Espíritu Santo entonces estaría inspirando al

escritor a usar Aiglesia@, porque eso quiso decir Jesús, aun

cuando haya usado, en el arameo, algún término menos preciso

o fuerte. Ramm dice: AEn general, los >materiales de la

iglesia= son adiciones, interpretaciones, revisiones de

materiales originales, y exageraciones no intencionadas que

se agregaron a la tradición oral y a documentos entre el

tiempo de los apóstoles y la escritura del Nuevo Testamento@.

Este material se ha tomado del artículo AContemporary Theology

and >Church Material=@, Christianity Today 16, No. 22 (11 de

agosto de 1972): 11.

8. El uso de Acielos@ en Mateo, en lugar de ADios@ forma

parte integral del asunto discutido en la nota de pie

anterior. En el arameo, Jesús bien pudo haber usado ADios@, y

en Mateo bien pudo haberse usado la palabra Acielos@ en lugar

de ADios@ como guía inspirada del Espíritu Santo. En ambos


casos, la frase significa lo mismo.

9. C. J. Cadeaux, The Historic Mission of Jesus (Nueva

York: Harper and Bros., 1941), 77.


Holiness-Grider, cap.18 21
_

10. Clarence Tucker Craig, AThe Church of the New

Testament@, en Man=s Disorder and God=s Design 1:34-35.

11. Si se dice que es necesario para la existencia de la

iglesia, entonces el Ejército de Salvación no sería iglesia

-ni tampoco lo serían las diversas denominaciones cuáqueras.

12. George Eldon Ladd, A Theology of the New Testament

(Grand Rapids: William B. Eerdman Publishing Co., 1974), 111.

13. Ibid., 347

14. En los evangelios, antes de que la iglesia naciera

(lo cual probablemente ocurrió en el Pentecostés), se

encuentra un gran número de alusiones previas a la iglesia

acerca del pueblo de Dios que se deben considerar como

referencias a la iglesia. Los fieles son la Asal@ (Mt. 5:13),

una red de pescar (Lc. 5:1-11; Jn. 21:1-14), etc.

15. Algunos libros declaran que Pablo usó 20 veces la

analogía del Acuerpo@ para referirse a la iglesia. Este autor

cuenta solo 19.

16. Ladd, A Theology of the New Testament, 545.

17. Véase la obra de Karl Barth, AThe Living Congregation

of the Living Lord Jesus Christ@, en su libro Man=s Disorder

and God=s Design, 67-76.

18. Consúltese Constitution and Discipline for the

American Yearly Meetings (New York: The Friends Book and

Tract Committee, 1901), 2:2; Discipline of Kansas Yearly

Meeting of Friends (Wichita, KS: Day=s Print Shop, 1940), 2:2.


Holiness-Grider, cap.18 22
_

19. Véase la obra de F. X. Lawlor, AMembership in the

Church@, en la New Catholic Encyclopedia (New York: McGraw-

Hill Book Co., 1967), 9:637.

20. Ladd, A Theology of the New Testament, 545.

21. Whale, Christian Doctrine (Cambridge: Cambridge

University Press, 1941), 19.


19
==========

Los Sacramentos de la Iglesia

Los dos sacramentos, el bautismo y la Cena del Señor, son medios

especiales para recibir la gracia de Dios. Son más que ritos o

meros rituales.

La Necesidad de los Sacramentos

Los dos sacramentos son necesarios sobre muchas bases. Por

un lado, las palabras no siempre serán suficientes para expresar

lo que experimentamos. Es por eso que necesitamos la música y

el arte. Y es así que necesitamos ambos sacramentos para

expresar los significados centrales de la fe cristiana más allá

del lenguaje y a través de actuaciones. Como Goethe dijo, lo

sublime no se puede expresar; sólo se puede actuar.

Los sacramentos también son necesarios para enfocar nuestra

fe y hacerla clara a la gente. La música no lo logra, porque

Cristo nuestro Señor no instituyó eso. Por la misma razón, el

arte no es suficiente.

El agua como símbolo fue seleccionada por Cristo para

ayudar a enfocarnos en su muerte y resurrección. El bautismo,

sin importar el modo, simboliza nuestra muerte a la vida

anterior y nuestro resucitar a la novedad de vida en Cristo.

1
Por eso Pablo dijo: “Porque somos sepultados juntamente con él

para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó

de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros

andemos en vida nueva” (Ro 6:4).

Cuando recibimos el pan y el vino de la Comunión, simboliza

el cuerpo roto de Cristo y su sangre derramada; y siendo que

hemos de hacer esto “hasta que él venga” (1 Co 11:26), el acto

enfoca nuestra fe también sobre la esperanza que tenemos de la

segunda venida de Cristo en poder y gloria.

Los sacramentos son necesarios, también, porque fueron

instituidos por Cristo mismo. Siendo que nuestra fe está

enraizada en la historia, una historia particular, no estamos en

la libertad de decidir las cosas que traerán un enfoque especial

a nuestra fe. Cristo ya hizo esto, de una cierta manera en un

cierto tiempo en la historia, como nuestro Señor y Salvador, la

Cabeza de la Iglesia.

Así que hablamos del bautismo y la Cena como instituidos

dominicalmente —instituidos por nuestro Señor mismo. Aun los

católicos romanos, quienes finalmente llegaron a tener siete

sacramentos, dicen que sólo estos dos fueron instituidos

dominicalmente.

Para los protestantes, que aceptan sólo la Escritura como

autoritativa para doctrina y práctica, sólo los sacramentos

2
instituidos por Cristo son considerados válidos.1 Cristo

claramente instituyó la Cena del Señor. Hizo arreglos para que

se observara, y él la observó con sus discípulos (Lc 22:7-20).

Cristo no instituyó abiertamente el bautismo. Pero Karl

Barth probablemente esté correcto al observar que lo instituyó

(1) al ser bautizado él mismo (Mt 3:13-17; Mc 1:9-11; Lc 3:21-

22); y (2) por la Gran Comisión de bautizar (Mt 28:19).

Así que los dos sacramentos, el bautismo y la Cena del

Señor, son necesarios porque (1) nuestra fe necesita ser

dramatizada en los actos rituales, (2) ellos traen enfoque a

nuestra fe, y (3) Cristo mismo los instituyó, y nosotros no

estamos en libertad de remplazarlos con otros “enfoques” de

nuestra fe.

Su Relación a la Predicación

Los sacramentos son como la poesía, mientras que la

predicación es similar a la prosa. Los sacramentos están

incandescentes de significado de la manera que la buena poesía

lo es, pero ese significado no se deletrea como en la

predicación. El significado de los sacramentos pudiera no

entenderse, así como el significado de la poesía también. Lo

que la predicación declara, los sacramentos dramatizan. La

predicación es la palabra proclamada de Dios, mientras que los

sacramentos constituyen la palabra visible de Dios.

3
Su Relación a los Símbolos

Varios símbolos importantes son mencionados en el Nuevo

Testamento, pero son de menos significancia que los sacramentos.

Uno de esos símbolos es lavar los pies.2 Varias

denominaciones protestantes lo practican y casi lo ven como un

sacramento.

Jesús lavó los pies de sus discípulos (Juan 13:1-17) y

dijo: “Pues si yo, el Señor y Maestro, he lavado vuestros pies,

vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros,

porque ejemplo os he dado para que, como yo os he hecho,

vosotros también hagáis”. Luego añadió también, “Si sabéis

estas cosas, bienaventurados sois si las hacéis” (v. 17).

Algunos han leído esto como la institución de una ordenanza que

debe hacerse como una práctica continua. Pero hay una razón

gigantesca de por qué la Iglesia en general no lo ha entendido

de esta manera: la Iglesia del Nuevo Testamento no lo entendió

así. En ninguna parte de los Hechos o las Epístolas se pide que

laven los pies. En ninguna parte se practica con regularidad.

Sólo una vez se hace referencia a ello, y aquí es un acto de

hospitalidad, no un ritual religioso (1 Ti 5:9-10). El bautismo

y la Cena del Señor son ampliamente practicados y recomendados

en Hechos y las Epístolas, pero no el lavar los pies.

Al otro extremo del espectro de lavar los pies, en su

4
relación a los sacramentos, está el beso santo. Este fue

ciertamente un símbolo practicado en los tiempos del Nuevo

Testamento. Pablo amonesta a los romanos (Ro 16:16), a los

corintios (1 Co 16:20; 2 Co 13:12), y a los tesalonicenses a

“saludad a todos los hermanos con beso santo” (vea 1 Ts 5:26).

Y Pedro dice: “Saludaos unos a otros con un beso de amor” (1 P

5:14). Aunque fue recomendado por estos apóstoles, en su mayor

parte ha sido abandonado por el protestantismo evangélico. El

beso de paz, sin embargo, todavía es parte de ciertos ritos en

resurrección. El que haya sido recomendado, pero en gran parte

abandonado, debe servir para demostrar que los cristianos de hoy

no siguen cada recomendación singular de las Escrituras del

Nuevo Testamento. 3

Otro símbolo del Nuevo Testamento es la imposición de

manos. Fue hecho para bendecir a los niños (Mc 10:15); en

relación con las sanidades (5:23; 6:5); para que la gente

recibiera al Espíritu Santo (Hch 8:17; 19:6); para apartar

personas para el trabajo cristiano (6:6; 13:3). Es un símbolo

ampliamente practicado en estos días.

El levantar las manos es otros de estos símbolos. Fue

hecho como una bendición. Leemos de Jesús: “Después los sacó

fuera hasta Betania y, alzando sus manos, los bendijo” (Lc

24:50).

5
A los ministros se les ha dado el oficio de pronunciar

bendiciones finales o de bendecir. Entre los evangélicos, sin

embargo, algunos son muy tímidos o muy “poco ritualistas” para

recibir y usar esta autoridad.

Levantar las manos también se hizo en súplicas, de acuerdo

a 1 Ti 2:8: “Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar,

levantando manos santas”. Levantar las manos es hacer algo

físico, y cuando algo físico se hace, seguido es una ayuda para

la fe.

Un símbolo más, todavía, del Nuevo Testamento es dar la

diestra de compañerismo. Los líderes de la iglesia de

Jerusalén, tan judíos en sus intereses, ofrecieron la diestra de

compañerismo a Pablo y a Bernabé, quienes habían estado llevando

el evangelio a los gentiles, y fue hermosamente significativo

(Gl 2:9). Hoy, los pastores seguido ofrecen su diestra de

compañerismo a las personas que están siendo recibidas a la

membresía de la iglesia.

Otro símbolo del Nuevo Testamento es ungir con aceite (Stg

5:14), todavía amplia y propiamente practicado, con el

precedente y autoridad bíblicos para ello generalmente citados.

Todos estos símbolos, y otros símbolos del Nuevo Testamento

que no han sido discutidos, son similares a los sacramentos en

ciertas formas, y sin embargo son significativamente diferentes.

6
Los símbolos, como los sacramentos, son actos visibles que

ayudan a la fe. Tanto en los símbolos como en los sacramentos,

lo tangible o el gesto significa algo más que ello mismo, algo

diferente a ello.

Pero los símbolos del Nuevo Testamento y los dos

sacramentos también son diferentes, en varias maneras. Los

símbolos son menos obligatorios que los sacramentos. Por

ejemplo, la imposición de manos se practica dos veces para

recibir el bautismo con el Espíritu Santo, pero en otras

ocasiones el bautismo del Espíritu sucede sin mención de la

imposición de manos. El símbolo de imponer las manos no era

necesariamente obligatorio.

La vida está llega de obligaciones con varios grados de

intensidad. Comparados con los símbolos más allá del Nuevo

Testamento, y con aquellos del Nuevo Testamento, la obligación

de recibir los dos sacramentos es altamente intensificada. Es

como la obligación de salvar la vida de un amigo, aunque pudiera

involucrar algún riesgo al bienestar propio o aun la vida de uno

mismo. Es como la obligación a mantener los votos

matrimoniales.

También, los símbolos son diferentes de los sacramentos,

como C. Ryder Smith sugiere, porque los símbolos sólo asumen una
4
relación, pero los sacramentos la declaran. Al recibir los

7
sacramentos, declaramos a todos y a cada uno que somos de

Cristo.

Una tercer diferencia es que los sacramentos son más

esenciales a la continuidad de la Iglesia que los símbolos.

Algunos de los símbolos han sido abandonados o en gran parte

abandonados, prueba que los símbolos no son vistos como

esenciales a la continuidad de la Iglesia. Abandona los

símbolos, y todavía tienes la Iglesia que tenías antes.

Abandona los sacramentos, y es cuestionable si tienes Iglesia.

Los sacramentos, más que los símbolos, son parte de la esse

de la Iglesia, su mismo ser. Los protestantes pudieran titubear

en decir simplemente que los sacramentos son de la esse de la

Iglesia, porque esto negaría que aquellos que no participan,

tales como los cuáqueros o los miembros del Ejército de

Salvación, son parte de la Iglesia de Cristo. Con toda

seguridad se puede decir que los sacramentos pertenecen a la

esencia de la Iglesia mucho más seguro que los símbolos.

Los sacramentos más pronto, más universal, y soberanamente

entregan gracia a las personas que los símbolos. Esto no

significa admitir un sacerdotismo, el punto de vista que la

gracia es automáticamente entregada por los sacramentos sin

importar la actitud del que lo recibe. Significa decir que

cuando recibimos un sacramento, realmente recibimos la gracia de

8
Dios, y Dios realmente entra en pacto para extendernos la ayuda

que necesitamos.

Otra diferencia más entre los símbolos y los sacramentos

deben mencionarse: el mero formalismo es peor con respecto a los

sacramentos que con los símbolos. El mero formalismo se alcanza

cuando la forma religiosa observada no expresa la experiencia

religiosa actual. Es malo cuando un símbolo se usa sin

sinceridad. Entonces Judas puede besar a Jesús de una manera

teatral y traicionarlo con el mismo símbolo que usó. Es

totalmente malo, es demoniaco, cuando los sacramentos se reciben

sin sinceridad. Sería totalmente serio, por ejemplo, si un

hombre y una mujer, en una aventura adúltera sin tener intención

de volverse a Dios, reciben la Comunión en una iglesia local con

sus cónyuges para seguir aparentando que son creyentes. Esto es

el por qué Pablo le dice a los corintios que cuando comen y

beben los elementos de la Comunión indignamente comen y beben

“juicio” para sí mismos (1 Co 11:29).

El Bautismo

El bautismo cristiano con agua es iniciador. Cuando se

administra a los infantes y a otros niños pequeños, los inicia

en un pacto de gracia preveniente, y anuncia y asegura que ellos

son miembros del reino de Dios —la esfera donde Dios reina a

través de su ayuda providencial frecuente y con milagros

9
ocasionales. Cuando se administra a los creyentes, el bautismo

asegura a la Iglesia y al mundo que el que ha sido bautizado ha

recibido a Cristo como Salvador y Señor, habiéndose arrepentido

y creído en el evangelio.

La gente que no cree en el bautismo de infantes tiende a

definir el bautismo como una señal externa de una obra de gracia

interna. Para aquellos que creen en él —como lo hacen la

mayoría de las tradiciones cristianas principales— es apropiado

definir el bautismo como una señal externa de un estado de

gracia interno. Es así porque los infantes no han recibido una

obra de gracia, pero están en un estado de gracia preveniente y

están en el reino de Dios, como Jesús enseña (Mc 10:13-16).

Siendo que el bautismo es uno de los dos sacramentos de la

Iglesia, es mejor, en realidad, poner la palabra “sacramento” en

la definición en lugar de “señal”. Así el bautismo se puede

definir como un sacramento que asegura externamente que el que

se bautiza está en un estado interno de gracia.

La importancia del bautismo. Pablo dijo, “No me envió

Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio” (1 Co 1:17).

Sin embargo, se lo dijo a una iglesia que estaba dividida por

los pleitos, cada grupo reclamando un líder diferente. Pablo

estaba feliz que él no había contribuido combustible para sus

pleitos al bautizar muchos de ellos (vea vv. 14, 16). Este

10
pasaje no sugiere que para Pablo el bautismo mismo no tiene

importancia. Pablo mismo fue bautizado y bautizó a otros. Juan

el Bautista le puso mucha importancia al bautismo de agua. A

aquellos que se arrepentían felizmente los bautizó.

El bautismo fue ampliamente practicado en tiempos del Nuevo

Testamento por Juan el Bautista, por los discípulos de Jesús,

por Pablo un poco, y por varias otras personas, de acuerdo al

Libro de Hechos. Además de esto, tenemos del mismo Cristo un

estricto mandamiento de bautizar. Jesús dijo, “Por tanto, id y

haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el

nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt 28:19).

Un pasaje suena como si el bautismo es necesario para la

salvación. Jesús dijo: “De cierto, de cierto te digo que el que

no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de

Dios” (Jn 3:5). Este “nacer de agua” de seguro que es una

referencia al bautismo de agua, siendo practicado y enfatizado

por Juan el Bautista en el período temprano del ministerio

público de Jesús (vea vv. 22ss.). Sin embargo, este mismo

capítulo de Juan declara varias veces que una persona recibe

vida eterna a través de creer, sin que se haga mención del

bautismo. Jesús dice, “De cierto, de cierto te digo que el que

no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios” (v. 3). De

nuevo: “para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino

11
que tenga vida eterna” (v. 15). Y el verso más familiar de la

Biblia dice, “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su

Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda,

sino que tenga vida eterna” (v. 16).

1. Su importancia histórica. El bautismo es importante no

sólo bíblica sino también históricamente. A través de todos los

siglos, casi todos los grupos cristianos lo han creído y

practicado. El bautismo es enfatizado en la Didache, también

llamada Las Enseñanzas de los Doce, que data de entre los

últimos años del primer siglo y mediados del segundo. Los

padres, en el Oriente y el Occidente, también lo enfatizan, como

lo hicieron los Reformadores, Juan Wesley, y otros, hasta el

tiempo presente. Sólo los Cuáqueros y el Ejército de Salvación,

entre los grupos ampliamente reconocidos dentro del

cristianismo, no bautizan.

2. Su importancia teológica. Además de los apoyos

bíblicos e históricos para el bautismo, claro, tiene apoyo

teológico. El bautismo afirma la importancia de lo físico y del

acto concreto —a distinción de lo que es meramente conceptual.

El uso del agua en el bautismo es congruente con el

entendimiento cristiano que todo el universo y todo lo que hay

en él ha sido creado por Dios y no debe rebajarse ni rechazarse.

El bautismo es apoyado teológicamente, más y similarmente,

12
porque ocurren en un tiempo y lugar, y esto va con nuestra fe

cristiana, la cual está enraizada en eventos de la historia.

El bautismo es apoyado teológicamente, también, porque va

de acuerdo al énfasis de pacto de nuestra fe judeocristiana. En

el bautismo, de infantes o creyentes, el Dios que hizo pactos

con Abraham y David y otros en tiempos del Antiguo Testamento,

hace un pacto con los que se bautizan y extiende su gracia a

ellos de formas especiales.

También el bautismo es apoyado teológicamente porque es uno

de los medios por el cual recibimos la gracia de Dios. Como

será discutido en el siguiente capítulo, la lectura de la

Biblia, la oración, la adoración, el compañerismo cristiano,

etc., todos son medios de cómo recibimos la gracia de Dios; y el

bautismo —un sacramento— es un medio muy especial que Dios ha

ordenado para extendernos su gentileza.

El Asunto del Modo. El modo del bautismo con agua —si ha

de administrarse por aspersión, inmersión o afusión— ha sido un

asunto de debate entre los cristianos por siglos.

1. Aspersión. De los tres modos, este es el que menos

apoyo tiene. Uno de los pocos pasajes de la Escritura citados

en apoyo de aspersión es Lucas 7:24, en donde Jesús pregunta,

respecto a la obra de Juan el Bautista, “¿Qué salistes a ver al

desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?” La “caña”, aquí,

13
es muy posible que sea una referencia a Juan mismo, pero algunos

han tomado la palabra literalmente y han sugerido que Juan metía

un junco en el Jordán y regaba o rociaba agua en la gente con

él. La interpretación es inverosímil.

De acuerdo a algunas autoridades, la práctica de rociar

se puede trazar sólo hasta el siglo XII. Es posible que

rociar principia como una pequeña variación de la práctica del

derramamiento.

2. Inmersión. En este modo el que se bautiza es sumergido

en el agua —generalmente una vez, aunque algunos grupos lo

sumergen tres veces, cada vez en el nombre de una Persona

diferente de la Trinidad.

Numerosos pasajes escriturales se ofrecen para apoyar la

inmersión, pero ninguno es incontestablemente sólido. Entre los

más fuertes de estos es Ro 6:4, en donde Pablo dice, “porque

somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo,

a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria

del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva”.

Ser “sepultados” con Cristo pudiera indicar el ser metido

completamente debajo del agua. Sin embargo, “sepultados” va más

naturalmente con muerte que con un sumergimiento momentáneo en

el agua. Es enteramente posible que el bautismo por

derramamiento indica que el que se bautiza simbólicamente muere

14
a la vida previa y, por nacer de nuevo, resucita a novedad de

vida en Cristo.

Otro pasaje usado como apoyo de la inmersión es la

referencia a “muchas aguas” en Juan 3:23, que habla del bautismo

de Juan. Sin embargo, “muchas aguas” no necesariamente indica

que había suficiente agua para sumergirse. Si la gente se

estaba parada en el agua hasta la cintura y se le derramaba agua

sobre sus cabezas, como lo hacían de acuerdo al arte cristiano

que data desde temprano en el siglo tercero de nuestra era, una

considerable cantidad de agua sería necesaria.

De acuerdo a Marcos 1:10, Cristo “subía del agua” después

de su bautismo, un pasaje favorito de los inmersionistas. Las

palabras pudieran indicar, sin embargo, que después de haber

estado en el agua hasta la cintura, Jesús “subía del agua”

saliendo del Jordán a la ribera —la cual siempre estaba más alta

que el nivel del agua.

El significado literal de la palabra griega baptidzÇ también

se ha usado ampliamente en apoyo de la inmersión. La palabra

significa “mojar”, y esto pudiera indicar sumergir en el agua.

Sin embargo, no necesariamente significa sumergir, como veremos

en nuestra discusión de afusión.

3. Afusión. Este modo tiene mucha garantía bíblica,

histórica y teológicamente. Bíblicamente, tiene un fuerte

15
apoyo. No estamos seguros que la Escritura apoya el rociar o la

inmersión como el modo, pero estamos seguros que el bautismo del

Espíritu se describe como un derramamiento. Y esto pudiera

implicar que el bautismo con agua también era un derramamiento.

Joel (2:28) había profetizado que el Espíritu Santo sería

“derramado”. Luego Juan el Bautista dijo que Cristo

“bautizaría” con el Espíritu Santo (Mt 3:11-12). Y Jesús dijo:

“No salgáis de Jerusalén, sino esperad la promesa del Padre [en

Joel], la cual oísteis de mí, porque Juan bautizó con agua, pero

vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no

muchos días” (Hch 1:4-5). Aquellas promesas de Juan y Jesús

fueron cumplidas en el Pentecostés, cuando el Espíritu Santo fue

“derramado”. Así Pedro en el Pentecostés citó a Joel: “En los

postreros días —dice Dios—, derramaré de mi Espíritu sobre toda

carne... en aquellos días derramaré de mi Espíritu” (2:17-18).

Una conexión incuestionable se hizo entre el derramamiento

profetizado y el bautismo prometido.

Posibles apoyos indirectos al bautismo por derramamiento se

encuentran en otros ciertos pasajes de la Escritura. Uno es la

historia de Hechos 16:33 de la conversión y bautismo del

carcelero de Filipo y toda su casa a mediados de la noche. El

bautismo ocurrió inmediatamente a la conversión a Cristo —es

posible que en la cárcel o en sus cercanías. Parece inverosímil

16
que hubiera suficiente agua a la disposición para una inmersión.

Esto es también verdad del bautismo de 3,000 en el Día de

Pentecostés. Algunos eruditos cuestionan si se obtuvo el

permiso judío para bautizar en las reservas de agua en Jerusalén

en un tiempo cuando las autoridades se oponían a los discípulos

de Cristo. Y es cuestionable si hubieran encontrado algún

volumen de agua que hubiera sido lo suficientemente grande para

bautizar tantas personas por inmersión.

Históricamente, el bautismo por afusión tiene considerable

apoyo. El catolicismo romano sólo bautiza por afusión, y su

pueblo entiende que afusión ha sido siempre el modo usado en esa

iglesia. A causa de su largo uso por el segmento mayor de la

cristiandad, el bautismo por afusión tiene el apoyo histórico

más grande de cualquiera de los tres modos.

Teológicamente, la afusión también es sostenible. Nuestro

bautismo cristiano con agua de alguna forma nace de la práctica

judía. Sin embargo, los judíos, para purificar con agua, no

ponían a la persona o a un objeto en el agua, porque eso hubiera

contaminado el agua en lugar de limpiar a la persona u objeto.

En lugar de ello, los judíos derramaban agua sobre lo que estaba

siendo purificado. Siendo que la ceremonia del bautismo

simboliza una limpieza, derramar parece ser una ceremonia

teológicamente apropiada.

17
Cualquiera que sea la administración, el bautismo es

válido. Aquellos asuntos sobre los cuales la Escritura no nos

ofrece directrices claras no deben dividir a los cristianos.

El Bautismo Infantil. Si los infantes (y los niños

pequeños, de edades que no son responsables) deben recibir el

bautismo cristiano ha sido amplia y calurosamente disputado

desde que principió el protestantismo. Mucho antes de esta

fecha, se opuso Tertuliano. Martín Lutero dejó el refugio del

castillo de Wartburg temprano en 1522, arriesgando su vida, para

contender con algunos en el movimiento de la Reforma que se

oponían al bautismo infantil. Esta gente pronto llegó a ser

conocida como Anabaptistas, esto es, los que rebautizan (a

personas bautizadas como infantes). Históricamente, ellos

encabezan la fuente de la tradición protestante bautista —en

donde el bautismo sólo se administra a los creyentes.

Argumentos a favor y en contra del bautismo infantil serán

presentados aquí. De nuevo, esta pregunta, como aquella del

modo del bautismo, no debería dividir a los cristianos tan

decisivamente como seguido ha sido el caso.

1. Argumentos en contra del bautismo infantil. Sobre

todo, se argumenta que el bautismo infantil no se enseña

expresamente ni se practica en el Nuevo Testamento. Se

argumenta que las cuatro casas enteras que fueron bautizadas

18
(Hch 16:15, 33; 18:8; 1 Co 1:16) pudieran no haber tenido ningún

infante o niños pequeños. También se argumenta que el

arrepentimiento y la fe se requieren en la Escritura, antes de

ser bautizado, y que esto excluye a los infantes reciban el

bautismo.

También se argumenta que la Gran Comisión llama a

discipular antes de bautizar, lo que implica que los candidatos

para el bautismo tienen que ser lo suficientemente adultos para

aprender la doctrina cristiana. Los que bautizan infantes, sin

embargo, señalan que este es un tipo de mandamiento misionero.

Se relaciona a nueva gente que llegaría a ser discipulada y

luego recibida al bautismo. No dice que los niños no deben

bautizarse.

Ciertos argumentos históricos en contra del bautismo

infantil también se han ofrecido por aquellos que se oponen. Se

sugiere que no es del todo seguro que el bautismo infantil se

practicaba ampliamente en los primeros siglos de nuestra era.

Muchos Anabaptistas, durante la Reforma, fueron

martirizados por su oposición al bautismo infantil.

También, la Convención Bautista del Sur, la denominación

protestante más grande en los Estados Unidos, y otros grupos

bautistas no creen en bautizar a los infantes.

Teológicamente, algunos se oponen al bautismo infantil con

19
algunas bases. Aquellos que fueron bautizados como infantes o

de pequeños pudiera asumir que no necesitan nacer de nuevo. De

igual manera, asumiendo que son ya cristianos, no buscan ser

creyentes. Además, siendo que los católicos romanos entienden

que la culpa del pecado original se limpia con el bautismo

infantil, aquellos que no creen esto no practican tal bautismo.

Sin embargo, Pelagio, que no creía en el pecado original para

nada, declaró que él no sabía de ningún hereje tan impío que no

creyera en bautizar a los infantes.

2. Argumentos a favor del bautismo infantil. Los que

están a favor del bautismo de niños argumentan a su favor

principalmente sobre la base de la Escritura. Los apoyos

escriturales más particulares para el bautismo infantil y de

niños pequeños son los bautismos de cuatro casas enteras que se

describieron en el Nuevo Testamento. Lidia “junto con su

familia” fueron bautizados (Hch 16:15). El carcelero de Filipo

“con todos los suyos” fueron bautizados (v. 33). También

“Crispo, alto dignatario de la sinagoga, creyó en el Señor con

toda su casa” y “eran bautizados” (18:8). Y Pablo dice:

“También bauticé a la familia de Estéfanas” (1 Co 1.16).

Los bautismos de familias, fortalecidos por el uso de tales

adjetivos como holos (completo) y pas (todo) y hapartes (entero,

una forma fuerte de pas), fuertemente implica que los infantes

20
fueron bautizados en estas ocasiones. Las familias eran

solidarias entonces, y las decisiones del padre establecía

asuntos importantes para todos los otros miembros de la familia.

Esto se había sostenido en el judaísmo por mucho tiempo, y se

sostenía en la comunidad gentil del primer siglo.

La palabra oikos, para casa, es aun más inclusiva que la

palabra griega para familia, genos. Incluye infantes y otros

niños pequeños de esclavos y siervos. Las casas de personas

tales como Lidia y el carcelero de Filipo posiblemente incluían

esclavos o siervos, o ambos. Y Lidia y el carcelero deben haber

empleado y es posible que hayan tenido, en su familia natural

inmediata, niños de años sin responsabilidad.

Existe una fuerte posibilidad matemática que había niños

pequeños en las cuatro casas enteras de quienes se escriben

bautismos en el Nuevo Testamento. La planeación familiar era

imposible entonces; además, los niños eran considerados como

bendiciones de Dios o los dioses, y planear en el sentido de

evitar los embarazos, hubiera sido poco común.

Algo de apoyo para el bautismo infantil son las palabras de

Jesús: “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis,

porque de los tales es el reino de Dios” (Mc 10:14). Si son del

Reino, por qué no proclamar esto por bautizarlos, siendo que el

propósito del bautismo —en parte— también es asegurar identidad

21
con el reino de Cristo, la Iglesia.

Significativo para todo este asunto es el hecho que el

Nuevo Testamento pinta la vida de una Iglesia misionera. Una

primera generación de creyentes de trasfondos paganos estaba

entrando a la Iglesia y estaba siendo bautizada. No había

pasado suficiente tiempo para que se levantaran preguntas sobre

los infantes siendo bautizados varios años después que los

padres habían sido bautizados. Jeremias, quien ha investigado

por completo los materiales primitivos tan cuidadosamente como

cualquiera, está convencido que las referencias al bautismo

infantil del Nuevo Testamento no son más explícitas porque la

Iglesia de este tiempo estaba en una situación misionera.

También debe notarse que el bautismo infantil es la

contraparte del Nuevo Testamento a la circuncisión del Antiguo

Testamento. Igualmente como Dios entraba en un pacto con el

infante varón que era circuncidado en el octavo día de su vida,

Dios entra en pacto para ofrecer ayudas especiales al infante

que es bautizado.

Esto lleva a la sugerencia que el bautismo infantil afirma

la doctrina de la gracia preveniente —tan importante como

doctrina para el arminiano-wesleyano.

Debería mencionarse también que un alto porcentaje de los

cristianos en todos los siglos ha defendido el bautismo

22
infantil. Inclusive argumenta a favor del bautismo infantil que

muchos de los relativamente pocos que no creen en él sienten la

necesidad de introducir la dedicación infantil en lugar de

aquél. Y extrañamente, aunque dicen que no creen en el bautismo

infantil porque no lo encuentran enseñado en la Escritura, ellos

enseñan y practican la dedicación infantil —el cual, de seguro,

ningún erudito en el mundo diría que fue enseñado o practicado

por los cristianos de los tiempos del Nuevo Testamento.

La Cena del Señor

Este sacramento será tratado desde varios puntos de vista:

(1) la enseñanza bíblica sobre él, (2) la historia de la

doctrina, (3) la Comunión restringida y abierta, (4) las teorías

de la Santa Cena, y (5) observaciones sobre la Cena —incluyendo

una declaración sobre su significancia.

La Enseñanza Bíblica. Existe una considerable enseñanza en

el Nuevo Testamento y en el Antiguo Testamento sobre la que se

basa la doctrina y práctica de la Cena del Señor.

1. Las fuentes del Nuevo Testamento son los Evangelios

Sinópticos, Hechos y 1 Corintios. En todos los Evangelios

Sinópticos tenemos menciones a la Cena del Señor, especialmente

de su institución (Mt 26:26-29; Mc 14:22-25; Lc 22:14-20).

Hechos se refiere a la Cena del Señor algunas veces, de

manera algo vaga, en sus referencias al “partimiento del pan”

23
(2:42, 46; 20:7, 11).

La única Epístola que menciona la Cena del Señor es 1

Corintios, en donde 10:15-17 se refiere a “la copa... que

bendecimos” (v. 16), demostrando que el ejemplo de Cristo fue

seguido en este aspecto (Mc 14:22). A causa de este pasaje,

también, llamamos al sacramento la Comunión. Pablo pregunta,

“¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?”

2. Las fuentes del Antiguo Testamento incluyen su

enseñanza general sobre los sacrificios, porque en relación con

la Cena el Nuevo Testamento emplea ciertas palabras que el

Antiguo Testamento usa con respecto a los sacrificios: por

ejemplo, “cuerpo”, “sangre”, “pacto”, “derramar”, “por

vosotros”, “por muchos” (vea Ex 24:6-8; Lv 2:2, 9, 16; 4:5-7,

34; 17:11, 14; 24:7; Nm 10:10; Heb 9:11-28; 10:4-10, 19-20).

La fuente específica del Antiguo Testamento para la

doctrina y la práctica de la Cena del Señor es la Pascua. Tal

parece que la Cena del Señor fue instituida apenas después del

banquete pascual (vea Lc 22:7-19) y que la Cena interpreta la

importancia del verdadero cordero pascual, Cristo.

Desarrollo Histórico. Varios asuntos caracterizaron la

doctrina y la práctica de la Cena del Señor en la Iglesia de los

primeros siglos. Era un tiempo de acciones de gracias

sencillas, que explica por qué se le llama seguido la Eucaristía

24
(de eucharisteÇ, que significa “yo doy gracias”). Tan temprano

como el segundo siglo, se mezclaba agua con el vino cuando se

administraba. Esto ha sido practicado por mucho tiempo para

simbolizar el hecho que el agua, al igual que la sangre, fluyó

del costado de Cristo. Durante los primeros siglos la Cena, que

bien pudo haberse recibido cada día del Señor cuando se reunían

los cristianos (vea Hechos 20:7), era llevada a los enfermos que

no podían estar presentes en las iglesias domésticas.

1. Dos puntos de vista primitivos diferentes.

Principiando con el segundo siglo (si no en el primero o aun en

el Nuevo Testamento mismo), dos clases de interpretaciones de la

Cena principiaron a aparecer. Algunos veían los elementos como

sufriendo alguna clase indefinida de cambio: Irineo, Cirilo de

Jerusalén (ca. 315-86 d. C.), Ambrosio en el cuarto siglo, y

Gregorio el Grande en el sexto siglo. Esta tradición se

ensanchó hasta que, en el noveno siglo, Paschasius Radbertus

enseñó la transubstanciación por primera vez. Enseñó que la

substancia del pan y el vino era transformada en el cuerpo y

sangre actual de Cristo aunque la apariencia de los elementos

permanece sin ningún cambio.

El punto de vista que los elementos tienen significados

simbólicos fue promovido por algunos de los padres primitivos y

los teólogos primitivos medievales. Orígenes fue uno de ellos.

25
Aun Agustín, que veía los elementos como señales de algo más —de

la muerte y resurrección de Cristo— también está entre estos.

Rabanus Maurus y Juan Scoto Erigena en el siglo noveno abrazaron

el punto de vista simbólico, en contra de la creciente tendencia

de la iglesia hacia el cambio místico e inclusive la

transubstanciación.

Ciertos refinamientos de la doctrina y práctica de la Cena

ocurren en este tiempo. Los niños, que en los siglos primitivos

habían recibido la Comunión, ahora se les negó. Se temía que

pudieran derramar o de otra manera profanar los elementos, ahora

considerados como la Deidad y dignos de adoración. El vino

también ahora fue retirado de los laicos, debido en parte a la

vulnerabilidad de ser profanado. Poco después que Lutero se

opuso a estos desarrollos, el Concilio de Trento (1546-63) los

reafirmó en el Catolicismo Romano.

2. La doctrina pre-reforma de Wicliff. John Wicliff se

opuso a la transubstanciación en un tratado sobre el asunto,

publicado en 1380. Él la veía como idólatra y como

filosóficamente inaceptable porque sentía que enseñaba la

aniquilación de la materia. No es claro qué enseñó

positivamente, pero más o menos anticipó el punto de vista de

consubstanciación de Lutero.

3. El punto de vista de Lutero. Martín Lutero sostuvo lo

26
que más tarde llamó consubstanciación. Enseñó que Cristo está

literalmente presente en, con y debajo de los elementos, pero

que su substancia no es transformada. Lutero dijo que Cristo

está presente en los elementos del pan y el vino de la manera

que el calor está presente en un atizador al rojo vivo. Sentía

que la transubstanciación era un invento de los “payasos torpes”

de los tiempos medievales, quienes básicamente estaban siguiente

al “maestro pagano y ciego”, Aristóteles —que había distinguido

entre la substancia de una cosa y su apariencia. “Este es mi

cuerpo” (Lucas 22:19) era tomado literalmente por Lutero; pero

no a la manera del sentido literal enseñado por el Cuarto

Concilio Laterano (1215), el cual hizo primero oficial la

transubstanciación para la iglesia romana. Lutero exigió que la

copa regresara a los laicos. Se opuso a misas privadas,

diciendo que siendo que la Escritura la llama “comunión” (1 Co

10:16), más de una persona debería estar presente para la

comunión del sacramento. La comunión referida en la Escritura,

sin embargo, denota nuestro compañerismo con Cristo, no nuestro

compañerismo unos con otros.

4. El punto de vista de Ulrich Zwinglio. En el otro

extremo de la transubstanciación está el punto de vista del

reformador suizo Zwinglio (1484-1531). En su Commentary on True

and False Religion (Comentario sobre la religión verdadera y

27
falsa), argumentó en contra del punto de vista que “es”, en

“Este es mi cuerpo”, debe tomarse literalmente. Incorrecto,

desde el punto de vista exegético, él creía que “este” no se

refiere al pan. Pero es de importancia cuando dice que “es”

debería tomarse metafóricamente, basado sobre el hecho que,

cuando Jesús dijo “Yo soy el pan” (Juan 6:35), “Yo soy la vid”

(15:1), y otras declaraciones de “yo soy”, quería que se tomaran

estos metafórica y no literalmente.

5. El punto de vista de Juan Calvino. Calvino escribió

extensamente sobre la Cena del Señor, oponiéndose al punto de

vista católico, de Lutero y de Zwinglio. Él creía con Zwinglio

que los elementos eran simbólicos, y con Lutero que Cristo

estaba realmente presente. Pero estaba en desacuerdo con

Lutero, porque creía que Cristo, realmente presente, no lo

estaba literal sino espiritualmente presente. Lo que Calvino

enfatizó era la nutrición de esta comunión con el Cristo que

estaba así presente.

6. El punto de vista de Wesley. Wesley fue un anglicano

toda su vida y en general aceptó su enseñanza oficial sobre la

Eucaristía. El anglicanismo se opuso a los puntos de vista

literalistas de la transubstanciación y consubstanciación y

afirmó la significación memorial de la Cena y la presencia

espiritual de Cristo. Wesley se opuso al punto de vista

28
sacerdotal de que el beneficio se recibe aun si la persona que

está recibiendo los sacramentos no es receptiva a la gracia de

Dios. Enseñó que la Cena es una ordenanza “convertidora” cuando

la persona no convertida la recibe en obediencia y con un

corazón receptivo.

Wesley enseñó que debe recibirse con frecuencia, y sostuvo

esto por referirse al dicho de Pablo de “todas las veces que la

bebáis” (1 Co 11:25). Algunos estudios de su diario y otras

fuentes han sugerido que él recibió la Cena casi cada cuatro o

cinco días a través de su ministerio.

Wesley interpretó la precaución de Pablo sobre recibir la

Comunión indignamente (1 Co 11:27) de acuerdo al contexto del

pasaje. Pablo hacía referencia a algunos que no compartían su

alimento con los necesitados, y algunos que estaban “borrachos”

mientras recibían la Comunión. Una persona inconversa cuyo

corazón está abierto a Dios no comería ni bebería condenación al

recibir la Cena. Al contrario, ayudaría al inconverso a ser

salvo.

Los puntos de vista eucarísticos de Wesley, prestados en

formas básicas del punto de vista del anglicanismo tipo

Zwinglio-Calvino, llegaron a ser influencias sobre el metodismo

y numerosas denominaciones de santidad. Sin embargo, muchos de

ellos difieren de Wesley en un aspecto especial: no es para

29
ellos una ordenanza o sacramento “convertidor”; se invita a

participar sólo a los convertidos.

Comunión Cerrada y Abierta. En algunas denominaciones, la

Santa Comunión se niega a los que no son miembros, mientras que

en otras está abierta para todos los cristianos que estén

presentes.

1. La Comunión Cerrada es defendida como la mejor manera de

salvaguardarse en contra de recibir los elementos indignamente.

Sólo los miembros considerados activos y en buena relación son

admitidos a la Cena.

2. La Comunión Abierta se practica en muchas iglesias. Un

número de apoyos escriturales se pueden citar en soporte de la

Comunión abierta. Uno es Juan 10.16: “Tengo, además, otras

ovejas que no son de este redil”. Otro es Lucas 9:50: “El que

no es contra nosotros, por nosotros es”. Aquí, la persona de un

grupo diferente de creyentes no es considerada como estando en

contra de Cristo sino considerada como una que trabaja a favor

de Cristo.

Se argumenta otro apoyo escritural de la probabilidad que

no se practicaban en los tiempos del Nuevo Testamento tener

listas de membresía de la iglesia.

La Comunión abierta también se sostiene por el énfasis de

la Biblia sobre el amor por todos los demás. Si amamos a otros,

30
se puede asumir que no los vamos a excluir de la mesa del Señor

si profesan ser cristianos.

La Comunión abierta también tiene apoyo, uno que es más

teológico que bíblico como tal. Uno es el entendimiento que los

creyentes son el Cuerpo de Cristo sea que son miembros o no de

una iglesia local dada.

Otro apoyo teológico es que siendo que Cristo instituyó la

Cena del Señor antes de la fundación de la Iglesia en el

Pentecostés, ser miembro de un dado grupo, en el sentido

eclesiástico de membresía a la iglesia, no es necesario para el

propósito de participar en la Comunión.

Otro apoyo teológico es que la regeneración hace a uno

cristiano, no la membresía de la iglesia (en buena o malas

relaciones). La regeneración, por tanto, debe hacer a uno una

persona propia para participar de la Comunión.

También hay apoyos históricos y eclesiásticos para una

Comunión abierta. Ciertas tradiciones cristianas han practicado

la Comunión abierta, y esto ha llegado a ser una clase de apoyo

por ella.

También existe lo que pudiera llamarse un apoyo práctico en

favor de la Comunión abierta. En un sentido práctico, se acerca

a lo ridículo el excluir a los creyentes cristianos de la

comunión con Cristo y otros creyentes en la mesa del Señor. Los

31
cristianos que oran juntos, leen las Escrituras juntos, y

escuchan sermones juntos deben ser capaces de recibir la

Comunión juntos.

Es desafortunado si no ridículo, en el contexto de la

iglesia local, cuando a un cristiano visitante se le prohíbe

recibir la Comunión con los adoradores regulares. En el mismo

servicio en donde un evangelio universal se predica, se edifican

barreras a la Comunión ¡en el nombre de Cristo!

Las Teorías de la Santa Cena. Un resumen de las

principales teorías de la Cena del Señor está en orden.

1. La Transubstanciación es la enseñanza oficial católica

romana, que durante la administración de la Eucaristía, la

substancia (pero no la apariencia) de la Comunión, el pan y el

vino son transformados en el cuerpo y sangre literales de

Cristo.

2. La Consubstanciación es el punto de vista que el cuerpo

y la sangre de Cristo están en, con y debajo del pan y el vino

de la Cena. Mira la presencia de Cristo como literal. Se

entiende que el Cristo físicamente acompaña, o se une a los

elementos. Es el punto de vista de Martín Lutero.

3. El punto de vista memorial es que el punto principal de

la Cena es conmemorar, recordar, enfocar una y otra vez en

nuestras mentes, los eventos que sucedieron hace mucho tiempo de

32
la crucifixión y resurrección. Su propósito principal es las

palabras de Cristo “Haced esto... en memoria de mí” (1 Co

11:25). Todos los cristianos deben ver esto como uno de los

entendimientos correctos de la Cena. Si hemos de recibirla en

memoria de Cristo, ciertamente tiene una significancia memorial.

Sin embargo, la Cena no es exclusivamente un memorial.

Exige poca o ninguna fe hacer un memorial de un evento. El

punto de vista de “Él está aquí”, no la teoría del “Nosotros

estamos aquí”, es la que exige fe de nosotros. Exige la fe dada

por Dios creer que Cristo, real y espiritualmente, está presente

con nosotros y que nosotros estamos teniendo comunión con él (1

Co 10:16).

4. El punto de vista de la presencia espiritual es que, a

través de la fe, Cristo está espiritualmente presente con

nosotros en la Cena. El punto de vista ciertamente tiene

aprobación escritural en 1 Co 10:16, en donde Pablo dice: “La

copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la

sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del

cuerpo de Cristo?”

Observaciones sobre la Cena. Los evangélicos deberían

considerar la Cena como un sacramento, y no como un mero rito

u ordenanza. No debemos minimizar la significación de este

sacramento sólo porque creemos en la justificación por la fe.

33
La frase “Este es mi cuerpo” (Lucas 22:19), el texto más

controversial en la teología de la Cena del Señor, no debe

tomarse literalmente, sino simbólicamente. Aquí la palabra del

griego del Nuevo Testamento para “este” es neutra y por lo tanto

está en concordancia en género con el sustantivo sÇma, “cuerpo”.

La palabra, pues, no se refiere a que el pan es el cuerpo de

Cristo, porque la palabra griega para pan, artos, es masculina.

La gente que escribía griego difícilmente usaría un pronombre

neutro en lugar de un sustantivo masculino como nosotros hoy no

usaríamos “él” de una mujer o “ella” de un hombre.

Evidentemente, Jesús no está diciendo que “este” pan es mi

cuerpo; pero como Carlstadt en el tiempo de Lutero dijo, él pudo

haber señalado su propio cuerpo y dicho: “Este es mi cuerpo”,

dado por vosotros. Y si Cristo ya está físicamente presente,

¿por qué se nos dijo que observáramos el sacramento hasta que él

regrese corporalmente?

Nosotros los evangélicos wesleyano pudiéramos hacer la Cena

un sacramento “convertidor” en un sentido un poco diferente de

Wesley. Administrándolo sólo a las personas convertidas,

pudiéramos animar a los inconversos a confesar sus pecados y

aceptar el perdón de Dios mientras la Cena se está sirviendo —y

luego ellos pudieran recibirla, apropiadamente, como creyentes.

Recibir la Cena del Señor es una manera muy apropiada por

34
el cual un creyente cristiano crece en gracia. Este crecimiento

ocurre porque, en la Cena, tenemos comunión con Cristo; porque,

en la Cena, participamos de un pacto; porque, en la Cena,

recibimos la fortaleza de Dios, mientras el Espíritu Santo nos

ministra en nuestra apertura alerta, obediente y anhelante. El

crecimiento ocurre también porque nuestra atención se centra, en

la Cena, en los eventos de Cristo a través de los cuales hemos

recibido y recibiremos redención. Nuestras mentes se enfocan en

este tiempo en la encarnación, crucifixión y resurrección de

Cristo.

Nuestras mentes dan un salto hacia adelante, también, en la

Cena. Volvemos a tener esperanza de nuevo, en este tiempo, en

la segunda venida de Cristo que finalizará nuestra redención.

La Cena nos ayuda porque actuamos nuestra fe en un drama

ritualista, y las formas rituales pueden ser benéficas en

extremo si realmente expresan nuestras creencias y experiencia.

La Cena es benéfica, además y similarmente, porque emplea

lo físico para expresar nuestra fe. Somos un pueblo que cree

que Dios mismo creó todo el mundo y esa materialidad es útil

para nuestra fe en lugar de ser un estorbo —como un platonismo

idealista. La Cena encaja bien en nuestra fe que afirma las

doctrinas de la creación, Encarnación y Resurrección.

35
Notas
1
Los católicos romanos aceptan la Escritura y la tradición

como autoritativas.
2
Para esta presentación, el autor está prestando de C. Ryder

Smith, The Sacramental Society (Londres: Epworth Press, 1927).


3
Otra de éstas es la ordenanza de Pablo a Timoteo de “usar

un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes

enfermedades” (1 Ti 5:23).
4
Vea a C. Ryder Smith, The Sacramental Society, 109ss.

36
20
===========

Los Medios de Gracia

Los varios medios de gracia a través de los cuales ocurre el crecimiento espiritual son

especialmente importantes para la teología wesleyana y de santidad.

Por un lado, en el entendimiento de esta tradición teológica, un creyente puede

caer de la gracia. El tomar pasos para evitar esto, por lo tanto, es urgente. También, este

tipo de teología está interesada en la disciplina hacia una vida santa. La santidad de

corazón debe resultar en una vida santa. Siendo que esto es así, se enfatizan los varios

medios de recibir la gracia continua de Dios para vivir ese tipo de vida.

Se discutirá los medios directos e indirectos de gracias, y los medios directos

recibirán más de nuestra atención.

Los medios directos de gracia son los medios formales y establecidos: la oración,

la meditación, la lectura de la Biblia, la Cena del Señor, la adoración (incluyendo

escuchar la Palabra de Dios a través de la predicación), la reunión cristiana y el ayuno.

A través de ellos, la gracia de Dios se nos canaliza inmediatamente en distinción de

algo mediado. Ellos son, bíblica e históricamente, las formas señaladas y practicadas a

través de las cuales Dios extiende su multifacética ayuda a nosotros.

Los medios indirectos de gracia son las prácticas que, hechas con la ayuda de los

medios directos de gracia, en sí mismos son medios de gracia para nosotros. Ejemplos
son

1
la disciplina cristiana, el servicio cristiano en general y el sufrimiento cristiano. Se

podrían incluir otras prácticas, pero sólo estas serán discutidas.

Los Medios Directos

La gracia continua de Dios es necesaria si hemos de mantenernos en nuestra

posición redimida y vivir vidas santas. Los varios medios directos de gracia ahora

recibirán nuestra atención.

La oración. Esta es una prioridad. Orar a Dios pudiera ser inclusive una

necesidad que sentimos más profundamente que leer las Escrituras.

1. La iniciativa está con Dios. Él nos llama a tener comunión con él. Ofrece

audiencia consigo en todos los lugares, actividades y tiempos. Crea en nosotros el

deseo de tener comunión con él.

2. Posturas en la oración. Una postura ampliamente practicada es arrodillarse.

Con ella reconocemos la grandeza de Dios y nuestra calidad de criaturas. Es una

postura mencionada seguido en las historias de oración de la Escritura.

Estar de pie mientras se ora también se practica ampliamente. También recibe

frecuente mención en la Escritura. De la manera que nos ponemos de pie para mostrar

respeto por ciertas personas, en ocasiones nos ponemos de pie al dirigirnos a Dios en

oración, para demostrarle nuestro respeto.

Sin embargo, éstas no son las únicas posturas propias de la oración. En un

compañerismo entre amigos con Dios, pudiéramos sentirnos en libertad de tener

comunión

con él mientras estamos sentados, acostados, pescando, corriendo, o en cualquier otro

2
tiempo cuando tener comunión con él nos es natural.

3. Invocamos al Padre. Muy pocas personas invocan al Espíritu Santo. Claro,

escucha nuestras oraciones dirigidas a él, y en algunas liturgias, existen oraciones

dirigidas a él.

Pero mucho más seguido la gente se dirige a Jesucristo en oración. Pudiéramos

estar más propensos de hacerlo porque él se ha identificado más de cerca con nosotros a

través de la Encarnación.

Idealmente, debemos dirigir nuestras oraciones a Dios el Padre. Todas las

oraciones a Jesús están dirigidas al Padre, y él nos enseña a orar al Padre en su nombre.

El apóstol Pablo y otros escritores del Nuevo Testamento dirigen todas sus oraciones al

Padre. Una posible excepción es la oración de una línea de Esteban, la cual pudo

haberse dirigido a Cristo (Hechos 7:59). La otra posible excepción es donde leemos en

Ap 22:20, el penúltimo verso de la Biblia, A(Ven, Señor Jesús!@

La oración al Padre debe hacerse en el nombre de Jesús o por causa de Jesús. Con

esto reconocemos que nosotros somos indignos de acercarnos al Padre y no merecemos

su ayuda. También significa que Jesús es digno, y que a través de su mediación

tenemos audiencia con Dios el Padre.

El oficio del Espíritu Santo es promover en nosotros el orar y guiarnos sobre qué

decir al Padre (Ro 8:26).

4. La alabanza precede a la petición. Después de invocar al Padre, es bueno

reconocer su dignidad, adorarle y alabarle por su ayuda pasada y presente antes de

hacer cualquier

petición. A la medida que maduramos, oraciones completas pudieran dedicarse a alabar

3
y adorar a Dios, sin petición alguna.

Cuando se hacen las peticiones, seguido serán peticiones de ayuda para glorificar

más adecuadamente su santo nombre, en lugar de hacer peticiones para una vida más

placentera para nosotros. La amistad se marchitaría y moriría si pedimos favores de un

amigo cada vez que nos encontramos. Dios es una persona, con intelecto, sentimientos y

voluntad. Y aunque él es infinito, sus expectativas en el compañerismo personal no son

muy diferentes, en naturaleza, de las nuestras.

5. Oramos a una persona. Mientras oramos debemos pensar conscientemente de

Dios como una persona. El no es una idea abstracta del Bien. Si él no fuera una

persona, no podría escuchar y responder a nuestras oraciones.

6. La oración es como un recordatorio gentil. La oración no doblega la voluntad de

Dios a nuestras voluntades. Su propósito es lo opuesto Ctraernos a nosotros en línea con

lo que él quiere. Y nosotros estamos fuera de línea, de seguro, si tratamos de presionarle

para que actúe a nuestro favor.

Mucha gente dice que Dios está obligado de hacer algo por lo que un pasaje de la

Escritura declara. El cristiano maduro huye de tales intentos de manipular al Padre, de

controlarle, de arrinconarle, de sugerirle que él tiene obligaciones hacia nosotros. En

otras palabras, la oración no es para presionar a Dios sino es más como un gentil

recordatorio.

7. La pregunta de vellones. Los vellones, con los cuales le pedimos a Dios que

suceda algo que nos capacite conocer su voluntad, a lo menos son cuestionables.

Gedeón utilizó

este método, pero eso fue mucho más antes de Belén y el Pentecostés, y antes de que

4
tuviéramos toda la Biblia como nuestro guía. No estamos obligados a sacar nuestros

vellones sólo porque una persona lo hizo, aunque vivió antes de que Dios se revelara a

través de Cristo y a través de las Escrituras del Nuevo Testamento.

En ocasiones convertimos en una clase de vellón Auna puerta abierta@. Los

cristianos seguido dicen que si Ala puerta se abre@, la considerarán como una señal que

pueden cruzarla. La Apuerta abierta@ pudiera ser una oferta de trabajo. )Y qué? El

Espíritu Santo, las Escrituras, el consejo de otros cristianos y aun de profesionales no

cristianos, nuestros mejores pensamientos, y otros factores, todos deben figurar de una

manera significativa cuando hacemos decisiones sobre las ofertas de trabajo.

8. Regularidad en la oración. Alguna clase de regularidad en nuestras oraciones es

un factor significativo. Los cristianos más probados han encontrado que la regularidad

en la oración es importante. Daniel oraba con regularidad: Ase arrodillaba tres veces al

día, oraba y daba gracias a Dios como solía hacerlo antes@ (6:10).

En los tiempos de oración regulares, pudiéramos encontrarnos orando de la

misma manera cada vez. Si una oración establecida encaja a nuestra situación, no es

una vana repetición orarla diariamente por algún tiempo.

Lo que llamamos el Padrenuestro sugiere la validez de ello. Jesús enseñó a sus

discípulos una clase de fórmula de oración. Su uso repetido ha sido benéfico a su

pueblo por siglos.

Orar temprano en el día de una manera regular también es de ayuda. Ha sido la

práctica que ha satisfecho a muchos, al levantarse en la mañana, agarrar sus Biblias y


listas

5
de oración, luego leer, orar de una manera general, e interceder por las varias personas y

preocupaciones.

9. Nuestras mejores palabras. Cuando oramos, es bueno utilizar nuestras mejores

palabras. Dios, claro, no entona su oído para escuchar pequeños defectos en las palabras

que estamos usando cuando le oramos. Sin embargo, siendo que respetamos a Dios

mucho más que a cualquier persona profesional, decir una oración tan bien como somos

capaces de hacerlo, pudiera ser una manera de implementar nuestros sentimientos de

respeto y honor a él. Nos ayuda el que pongamos todo nuestro ser en la oración,

incluyendo nuestro intelecto. Y orar de una manera articulada en privado nos ayuda a

expresar en público oraciones mucho más significativas y más efectivas.

10. El lugar de la intercesión. La intercesión por otros es profundamente

importante. Las referencias a la intercesión son numerosas en el Antiguo Testamento.

Abraham intercedió por Sodoma (Gn 18:23-33). La bendición de Jacob sobre los hijos de

José es de esta naturaleza (48:8-22). Moisés seguido fue un intermediario entre los

israelitas idólatras (Ex 32:31-32). Samuel, herido pero tierno, oró toda la noche por Saúl

(1 S 15:11).

Seguido se anima y practica la intercesión en el Nuevo Testamento. Cristo nos

enseña a orar por aquellos que nos hacen mal (Mt 5:44). Le dijo a Pedro, Ayo he rogado

por ti, para que tu fe no falte@ (Lc 22:32). En Juan 17 tenemos una larga oración de Jesús

por sus discípulos. En Hechos, la joven Iglesia oró por Pedro (12:5-12) y por Bernabé y

Saulo (13:3).

Los cristianos oraban unos por otros en los tiempos del Nuevo Testamento. Pablo

recordaba a sus lectores que él estaba orando por ellos, y seguido les pidió que oraran por

6
él. Como Daniel Steele dijo, seguido se ponía a orar en cada Epístola que escribía.

11. Por qué oramos tan poco. Jesús, quien se supone necesitaba orar poco, oraba

tanto; mientras que nosotros, que necesitamos orar mucho, oramos tan poco.

Profundamente anhelamos el compañerismo de Dios en oración, y sin embargo seguido

no le damos la atención que debe recibir a la oración.

Muchos cristianos oran con tan poca frecuencia porque no se dan cuenta que orar

es tan crucial como un medio de gracia. Algunos no se dan cuenta qué privilegio es.

Quizás tendemos a orar poco, además, porque no conceptualizamos adecuadamente lo

que está ocurriendo mientras oramos: la situación de doble sentido involucrada y la

atención individual que Dios nos da.

Quizás pudiera ser que tendemos a orar poco porque, por falta de práctica,

todavía no hemos llegado a ser maestros en ella. Cuando llegamos a ser mejores en la

oración, entendiendo qué está sucediendo, nos damos cuenta qué estratégica es, y

sabiendo cómo expresar nuestra alabanza y peticiones, encontraremos la oración más

satisfactoria, y oraremos más seguido.

Meditación. El otro lado de la moneda en la oración es la meditación. Ella,

también, es un medio directo para recibir la gracia de Dios.

Ha llegado a ser tan extraño para muchos de nosotros el sentarnos relajados y

quietos y contemplar a Cristo, el sendero directo a Dios el Padre. W. L. Walker, en un

artículo sobre la meditación en la antigua International Standard Bible Encyclopedia

(Enciclopedia estándar internacional de la Biblia), escribió: ALa falta de meditación es una

7
enorme falla en nuestra vida moderna@.

Hace mucho tiempo un salmista oró: A(Sea... grat[a]... la meditación de mi

corazón delante de ti, Jehová!@ (19:14). En otro salmo leemos: ADulce será mi meditación

en él@ (104:34). Bien conocido a los cristianos es el pasaje en Salmo 1 donde leemos de la

persona justa que Amedita de día y de noche@ en la ley de Dios (v. 2).

En la meditación no andamos buscando respuestas, como lo hacemos en la

oración; andamos buscando a Dios. En la oración hablamos y Dios escucha; en la

meditación, Dios habla y nosotros escuchamos.

En la meditación no somos tan específicos como en la oración. Los anhelos sin

especificación por Dios se apropian en la meditación. Abren nuestras almas hacia el

lado del cielo tan ampliamente que, el Dios viviente y personal arriba es capaz de

revelar aspectos de sí mismo a nosotros.

El corazón del cristiano, que está practicando el arte de la meditación, se abre a

Dios tan ampliamente que las revelaciones de Dios que son recibidas, no sabe cómo

procesarlas la razón. Los conceptos pudieran no venir todos de preceptos; muchos

pudieran ser revelaciones directas del Dios viviente. Tales revelaciones vienen a

personas abiertas que tienen sus capacidades abiertas para recibir manifestaciones de

Dios que la razón no es capaz de reconocerlas.

Cuando estas revelaciones especiales son de Dios, serán consistentes con las

revelaciones especiales que otros cristianos abiertos han recibido. Y no estarán en

conflicto

con lo que la Escritura nos dice.

8
De la manera que es de ayuda el mantener nuestras bocas tapadas y nuestros

oídos abiertos cuando hablamos con amigos, igualmente es verdad cuando hablamos

con Dios. Si la oración es una calle de doble sentido, y lo es, necesitamos mantener

quietud en meditación, alertas a lo que Dios nos contestará al impresionar sus

pensamientos en nuestra conciencia más profunda.

Lectura de la Escritura. Un tercer medio de gracia es la lectura de la Escritura.

Necesitamos alimentarnos de la Escritura toda nuestra vida. Como Juan Wesley, la

polilla bíblica, enseñó, no se le da a una persona un paquete de santidad sino que uno

continúa en la vida santa sólo a la medida que esa vida es dinámicamente nutrida; y es

nutrida en parte por la Escritura.

1. Aplicando su significado. Si lo que la Biblia dice corre en contra de la manera en

que hemos entendido las cosas, debemos considerar lo que dice, leerla en otra versión, o

ver lo que un comentario dice sobre el pasaje particular. Cuando el significado es

determinado, debemos adaptarlo a nuestras vidas.

Si la Biblia parece que se contradice a sí misma, necesitamos seguir leyendo,

confiados que finalmente se explicará a sí misma. Los pasajes que son claros en su

significado nos ayudarán a entender aquellos que no lo son.

El Espíritu que mora en todos los creyentes nos guiará a toda verdad (Juan 16:13).

Así que leemos la Biblia en oración, pidiéndole al Espíritu que nos guíe en entenderla y

aplicarla a nuestras vidas.

Tomamos en consideración que la Biblia fue escrita hace mucho tiempo y en un

9
lugar lejano, por gente que algunos consideran raros en su sabiduría espiritual.

Sabemos que fue escrita por gente que tuvo revelaciones cercanas de Dios. Por ejemplo,

fue escrita antes que se desarrollaran las medicinas científicas y las operaciones, y se

requerieron milagros más asombrosos si hubiese de suceder en algo alguna curación.

De nuevo, la Biblia fue escrita en un tiempo cuando la mujer raramente era

educada, raramente trabajaba fuera del hogar, y generalmente no votaba y no era dueña

de propiedad. Esperamos, por tanto, interpretar el significado de la Biblia sobre el lugar

de la mujer de acuerdo a aquellos tiempos, y de acuerdo a lo que Dios dice en la

Escritura a la gente de todos los tiempos. Su enseñanza Apara todos los tiempos@, que

determina el lugar de la mujer hoy, está en pasajes como Gl 3:28: AYa no hay judío ni

griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer, porque todos vosotros sois uno

en Cristo Jesús@. Esto suena como una declaración de derechos iguales escrito en las

postrimerías del siglo XX.

2. Qué versión leer. Este es un asunto de alguna importancia. Casi cualquiera de

ellas será de ayuda, pero algunas nos encajarán mejor que otras.

Si sentimos que el lenguaje en el que nos habla Dios debería ser exaltado,

pudiéramos optar por las estándares antiguas Cla Versión del Rey Santiago. Si sentimos

vívidamente que el Dios de Navidad todavía está cercano a nosotros, pudiéramos

querer una que esté al día, con los pies sobre la tierra, versiones que hablan

cotidianamente. Una de ellas es la traducción de J. B. Phillip. Otra de estas es La Biblia

al Día. Su traductor,

Kenneth Taylor, seguido clarifica pensamientos que son un poco oscuros en otras

10
traducciones. En ocasiones, sin embargo, él y Phillips se toman demasiada libertad con

el texto original. Sus Atraducciones@ muy seguido son paráfrasis.

Una versión de la Biblia hecha por un grupo grande tiene menos posibilidades de

errar en su significado, que la traducción o paráfrasis de una sola persona. En una

versión, varios comités de traducción tienen que votar en cada palabra y oración. Existe

menos posibilidades que la mayoría estén de acuerdo sobre un significado incorrecto.

Esta es una de las razones de por qué versiones tales como la Versión Revisada

Estándar y la Nueva Biblia Inglesa son buenas. La Nueva Biblia Estándar Americana y la más

reciente Nueva Versión Internacional fueron ambas hechas por eruditos que testifican

haber nacido de nuevo por la gracia de Dios. Estas versiones se leen claramente, y uno

puede depender bastante que sus traducciones son correctas.

Cualquier versión que seleccionemos, al leerla, sentimos que escuchamos la voz de

Dios y vemos sus obras.

3. Los Salmos son especiales. Los Salmos nos encuentran en las partes más

profundas de nuestra existencia, y hablan una clase de lenguaje del corazón universal.

Los Salmos contienen quizás los discernimientos más profundos, más verdaderos, más

luminosos que alguna vez se hayan expresado sobre la manera en que debemos ver

nuestra existencia como criaturas. Ellos contienen visiones que sostienen, firmes y

profundas de la vida que se vive bajo la soberanía de gracia de Dios. Juan Calvino se

refería a tales asuntos como estos cuando llamó a estos pedazos de gloria Auna anatomía

de todas las partes del alma@. Las dudas, los temores, la penitencia, la confianza, las

acciones de gracias, la alabanza

11
Ctodos estos están en esta literatura del corazón. Nuestras almas se funden con las

almas de aquellos escritores de los salmos.

Su ayuda ha sido importante por más de 3,000 años de historia judía y cristiana.

Los Salmos fueron usados en la adoración del antiguo Templo por unos 1,000 años,

seguido siendo cantados por un coro de 150 voces, acompañados por numerosos

cuernos de carneros y trompetas.

En la Ultima Cena, apenas antes de salir al Getsemaní, Jesús recibió fortaleza para

la tormenta que se avecinaba al cantar un salmo con los 11 apóstoles.

Es probable que estos cantos hebreos ayudaron a Pablo y Silas, encarcelados y

bien asegurados en Filipo. A la media noche irrumpieron con Ahimnos de alabanza@

(Hch 16:25, NASB), posiblemente basados en los Salmos, y Dios irrumpió al liberarlos.

Los cristianos primitivos, impávidos en medio de la persecución, escondieron los

Salmos en sus corazones. La gente que escribió el Nuevo Testamento los citó con

frecuencia. De las 287 citas del Antiguo Testamento que aparecen en el Nuevo

Testamento,

116 son del Salterio.

Los mártires a través de los siglos seguido fueron alentados por los Salmos

durante sus últimos momentos. Juan Huss, condenado a muerte en 1415 por el

Concilio de Constancia por Aenseñanzas incorrectas@, caminó rumbo a su muerte

recitando el Salmo 31. Una parte de él lee: ATú eres mi roca y mi castillo; por tu nombre

me guiarás y me encaminarás... En tu mano encomiendo mi espíritu; tu me has

redimido, Jehová, Dios de verdad@ (vv. 3, 5).

12
En tiempos de tribulación, Martín Lutero, el fundador del Protestantismo, vuelve

a los Salmos y allí encuentra su fortaleza Arenovada como las águilas@.

Samuel Terrian escribió: ANingún otro libro de himnos y oraciones ha sido usado

por tanto tiempo y por hombres y mujeres tan diversos@.1 Y T. H. Robinson declaró:

ANinguna parte del Antiguo Testamento ha ejercido tan amplia, tan profunda o tan

permanente influencia sobre la vida del alma humana@.2

Los protestantes angloparlantes cantaron sólo los Salmos por un largo tiempo,

convencidos que en los servicios de adoración todas las palabras cantadas deberían

venir de las Sagradas Escrituras. Después, se cantaron paráfrasis de los Salmos.

Cuando finalmente se permitieron otros himnos, muchos de ellos estaban basados en los

Salmos.

Los pensamientos en los Salmos son tan cálidos como el brillo del sol, tan

humanos como un infante, tan personales como el saludo de los vecinos más cercanos.

Ellos son experiencias vivas escritas con palabras incandescentes. La gente que es

sensitiva a las obras maravillosas de Dios aquí es movida a las profundidades, de tal

manera que piensan los altos pensamientos sobre Dios como aquel que los cuida y es un

refugio.

En los Salmos, de seguro, tenemos el corazón de la religión del Antiguo

Testamento. Desde los apóstoles en adelante hemos atesorado correctamente esta

historia del corazón de Israel como una parte integral de nuestra herencia cristiana,

porque encontramos en ellos un lenguaje de lágrimas y música y visión, de donde los

aleluyas y los amenes nacen. Encontramos en ellos una historia del corazón israelita,

que habla con una relevancia

peculiar al corazón del cristiano que crece y florece y da frutos. De una manera especial,
13
junto con la Escritura en general, ellos son un medio de gracia.

La Cena del Señor. Un medio de gracia más directo y selecto es la Cena del Señor,

discutida ampliamente en el capítulo anterior. Nuestras experiencias más altas sólo se

pueden dramatizar, y la Cena del Señor nos ayuda a actuar nuestra fe.

Un siquiatra insta a los pastores, que entrena en un seminario luterano, a ver por

cuanto tiempo pueden guardar silencio cuando primero visitan a una persona que ha

perdido a un ser amado. La expresión sobria, el choque de manos, los ojos sosteniendo

por un momento los ojos de la persona enlutada Cesta dramatización del cuidado es lo

que insta el siquiatra. En tiempos como estos, no se puede expresar lo más exaltado.

Cuando nosotros los cristianos recibimos la Cena del Señor, lo más sublime se

está actuando. Nos preparamos para lo más sublime por una meditación sobre la

Comunión, por la liturgia incluyendo oraciones audibles, y por la lectura de la Escritura.

Pero cuando llegamos a lo más sublime, no decimos nada. Ponemos en nuestras bocas

el pan y levantamos y bebemos el vino en silencio, actuando nuestra fe en la redención

de los pecados provisto por la muerte y resurrección de Jesucristo.

En la Cena nuestro Señor está presente. El Cristo del Calvario, resucitado y

ascendido, se sienta con nosotros en la Cena. Nos acompaña y nos fortalece para las

luchas de la vida.

El crecimiento en gracia no ocurre en la ausencia de la fe. No está involucrado

nada automático, mas hay beneficios espirituales para el comulgante que cree. Cristo

ordenó la

Cena para que fuera un medio periódico de crecimiento del cristiano lleno de fe y

14
esperanza.

Adoración. Este es otro medio de gracia directo importante.

1. La experiencia de asombro. Cuando adoramos, estamos reconociendo Ala

dignidad@ en un ser que está muy por encima de nosotros. Cuando adoramos,

estamos en una contemplación de la Trinidad que nos deja asombrados. Cuando

adoramos, expresamos nuestro instinto religioso en penitencia, alabanza y gozo santo

ante Dios nuestro Creador y Redentor. La adoración seguido es, como alguien ha dicho,

un Amovimiento rápido y resuelto del alma, intensa como una llama que salta@.

La palabra principal para Aadoración@ en el Antiguo Testamento denota la idea de

inclinarse o postrarse uno mismo. Esta idea se encuentra a lo menos en 95 pasajes del

Antiguo Testamento. La palabra para Aadoración@ del Nuevo Testamento, encontrada

en numerosas ocasiones, también conlleva la idea de inclinarse o postrarse uno mismo

en el piso.

Nuestros tiempos tienden a hacer menos la esfera del misterio y el asombro.

Necesitamos tener cuidado no sea que traigamos a Dios a nuestro nivel y finalmente lo

eliminemos por completo. Existe un sentido en el que el Dios de Belén no está más allá

de un latido del corazón de nosotros que somos de Cristo. Pero Dios todavía es Dios.

Existe un área de protección que rodea al ser de Dios, más allá del cual las criaturas, en

nuestra contemplación, no podemos pasar. Y sin el misterio insondable no existe la alta

fe. Esa es la razón de por qué Pablo pregunta: Alo que alguno ve, )para qué esperarlo?@

(Ro 8:24).

Con la profundización del sentido de asombro vendrá una profundización de raíces de

15
donde creceremos un poquito más alto y llegaremos a ser más firmes en nuestra fe.

2. La Presencia prometida. Cuando adoramos al Dios del misterio insondable, en

realidad él nos sale al encuentro cuando vamos al lugar de encuentros.

Cuando Jesús vino, enseñó la importancia de encontrar a Dios en espíritu en

cualquier lugar que fuera el lugar de adoración. A la mujer samaritana le dijo: APero la

hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu

y en verdad, porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es

Espíritu, y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que lo adoren@ (Jn 4:23-

24).

De acuerdo a la Escritura, Dios ha prometido encontrarse con su pueblo cuando

se congrega para adoración (Ex 29:42-46; Mt 18:20). La adoración es una calle de

doble sentido en donde el Dios viviente y amante, que es la clase de Dios que el cristiano

creciente necesita, demuestra ser la clase de Dios que el cristiano que crece tiene.

En el servicio de adoración católico romano, generalmente llamado misa, en

ocasiones hay sermón y en ocasiones no. En el protestantismo en general, sentimos que

hemos sido traicionados si no escuchamos un sermón cuando nos reunimos con otros

cristianos crecientes en un servicio de adoración.

3. El sermón mismo. El sermón es un medio importante de gracia. La predicación

es Atotalmente un oficio de gracia@. Esto es así porque el Espíritu Santo aparta a ciertas

personas como los proclamadores de Dios. Esta es la razón de por qué el Espíritu Santo

guía a tales personas a través de años de preparación. Esto es así porque el Espíritu

dirige

a la iglesia cuando autoriza a la persona preparada. Esto es así por que el Espíritu
enciende

16
al proclamador de Dios con un fuego escondido. Esto es así porque él mora en el

corazón del que adora cuando él o ella se sientan en el santuario y escucha la Palabra de

Dios declarada Calerta a Dios todo el tiempo.

En general el sermón se basa en un pasaje de las Sagradas Escrituras, pero aplica

la Palabra de eras antiguas a la era presente y a aquellos de todas las edades que están

presentes.

Por muchos siglos, la predicación ha jugado un papel significativo en la sociedad

en su totalidad. Los profetas del Antiguo Testamento fueron los predicadores más

primitivos, y varios de ellos fueron más importantes en su tiempo que los reyes. En los

tiempos del Nuevo Testamento la gente de la iglesia escuchaba sermones en un sentido

más formal que la gente de la era del Antiguo Testamento. Y en los siglos después del

Nuevo Testamento, el sermón ha sido escuchado y respetado, basado como

generalmente ha sido en la autoridad apostólica de los escritores del Nuevo Testamento.

Lutero y otros establecieron la Reforma, significativamente, por predicar a grupos

de cristianos reunidos. En el siglo XVIII la predicación de Juan Wesley, George

Whitefield, y otros avivaron la iglesia y probablemente evitaron una revolución en

Inglaterra. Los sermones figuraron prominentemente en la abolición de la esclavitud en

Estados Unidos.

El oyente concibe al predicador como llamado por Dios y por la iglesia a este

tiempo y lugar particulares.

El servicio público, con el sermón en su centro o cerca al centro, ayudará a los

cristianos a crecer a pasos agigantados que de otra manera no sería posible.

17
La Asamblea Cristiana. Nuestro crecimiento puede aumentar por reunirnos con

otros cristianos.

Aprendemos de Hechos 15 que los cristianos primitivos se reunieron en Jerusalén

en una convención especial para resolver un asunto inquietante. La pregunta era si la

gente podía ser cristiana sin guardar las regulaciones judías. Ellos reconocieron la

justificación por fe sola e impusieron unas cuantas regulaciones. Sin esa asamblea, el

cristianismo hubiera llegado a ser una secta del judaísmo en lugar de una fe mundial.

Aun Jesús recibió fortaleza en reunirse y tener compañerismo con pequeños

grupos de amigos. Tenía, claro, los 12 apóstoles, y 3 de los 12 CPedro, Jacobo y JuanC

eran sus colaboradores más especiales. No debemos olvidar, tampoco, la pequeña casa

en Betania a donde Jesús le encantaba descansar y tener comunión con María, Marta y

Lázaro.

Las pequeñas clases en que Wesley dividió sus sociedades metodistas es un

notable ejemplo de cristianos buscando el crecimiento espiritual a través de asambleas

de pequeños grupos.

El cristiano que quiere crecer en gracia hará bien en reunirse con otros cristianos y

hablar con ellos sobre la vida cristiana y el servicio cristiano.

El consultar a otros cristianos sobre decisiones importantes es sabio. Otros

pueden, seguido, ver todo el asunto con una objetividad más grande. Por ejemplo, otras

personas pudieran ser capaces de ver que alguien a quien nos estamos inclinando como

un posible compañero para el matrimonio, pudiera ser una persona inadecuada Co

particularmente

adecuada. Esto es verdad también en asuntos importantes como decisiones sobre la


carrera

18
o inversiones.

El Espíritu ha dotado a ciertos cristianos con discernimiento. Es sabio reunirnos

con ellos.

El buscar consejo de otros inclusive es una marca de humildad cristiana, la

práctica de lo cual ayuda a uno a crecer en gracia. Al consultar admitimos que no

somos autosuficientes y que necesitamos la ayuda de otros.

El ayuno. A diferencia de la oración y la lectura de la Escritura, ayunar es un

medio de gracia más a decisión nuestra. No es obligatorio para todos en la Escritura.

Algunos en el pueblo de Dios ayunan, mientras que otros no. Pablo seguido lo

hizo (2 Co 6:5; 11:27), como lo hicieron otros (Hch 13:2; 14:23). No sabemos si algunos

de los honrados personajes del Nuevo Testamento ayunaron.

Jesús ayunó una vez por 40 días (Mt 4:2) pero no ayunaba regularmente.

Inclusive fue acusado de ser glotón (11:19). No esperaba que sus discípulos ayunaran

mientras él estaba con ellos en la carne, pero dijo que ayunarían después (Mc 2:20).

Martín Lutero sostuvo que ayunar no es un medio para ser justificado, pero sí un

medio por el cual el justificado recibe gracia continua de Dios. El ayuno, insistía, no

debe forzarse, sino debe ser voluntario.

Juan y Carlos Wesley incluyeron el ayuno o ayunos parciales como una regla

general para las sociedades metodistas primitivas. Juan Wesley dijo que Dios había

escogido el ayuno Aen todas las épocas@ como Aun medio para evitar su ira, y obtener

cualquier bendición@ a la medida que eran necesarias.3

19
1. Propósito del ayuno. Ayunamos, pues, porque Cristo y otros nos han dado un

ejemplo en esta forma de abnegación. Ayunamos en ocasiones para expresar la tristeza

por las consecuencias de hacer el mal. Durante el Exilio los judíos instituyeron cuatro

días de ayuno anuales para conmemorar los eventos relacionados con su subyugación a

Babilonia. Cuando el mundo se les caía encima, ellos ayunaron.

Ayunamos cuando necesitamos guianza especial. Después que Cornelio había

ayunado (Hch 10:30), se le dijo que enviara por Pedro Cquien le ayudó de una manera

significativa. Ayunamos mientras oramos por la efectividad de aquellos que la iglesia

envía a favor de la obra del Reino. La iglesia en Antioquía ayunó y oró antes de enviar a

Pablo y Bernabé a su obra misionera (13:2). Ayunamos para dramatizar la importancia

de lo sagrado sobre lo secular. Ayunamos, también, como una ayuda para la oración;

Juan Wesley llama a esto una Arazón muy fuerte para ayunar@.4

Además de todos estos beneficios espirituales así llamados del ayuno, con sus

bases bíblicas e históricas, los beneficios físicos no deben olvidarse. La pérdida de peso

en las personas que están en sobrepeso es una ventaja obvia. Añadido a este beneficio

está el rejuvenecimiento de las funciones del cuerpo, que muchas autoridades sobre la

salud creen que resulta del ayuno de tres o más días.

2. Precauciones sobre el ayuno. Este medio de gracia necesita ser tomado con

precaución, especialmente con respecto a los motivos. El ayuno no debe hacer para

impresionar a otros de nuestra devoción a Cristo. Cuando ayunamos, de hecho, no

debemos parecer que estamos ayunando (Mt 6:16-18).

20
El ayuno es fútil si se hace simplemente para sufrir, porque Dios no está

interesado en tales cosas.

Los Medios Indirectos

Después de haber discutido los medios directos para recibir la gracia de Dios, tres

medios indirectos serán considerados.

Disciplina. En la tradición wesleyana, influenciados por el pietismo y el Sr.

Wesley mismo, la disciplina ha sido un medio indirecto importante de gracia. Wesley

dice que propiamente casó el interés católico romano en las disciplinas de la vida santa,

con el énfasis de Lutero sobre la justificación por la fe. La consideración de la disciplina

aquí será restringida a nuestros cuerpos, nuestra habla, nuestros temperamentos y las

cosas de esta vida.

1. Nuestros cuerpos. El apóstol Pablo testifica: Agolpeo mi cuerpo y lo pongo en

servidumbre@ (1 Co 9:27). Aunque el cuerpo humano es el producto del genio creativo

de Dios, seguido ocasiona acciones que son menos que cristianas. Un cristiano que

desea madurez espiritual debe preocuparse en mantener un nivel saludable de peso.

2. Habla. Si disciplinamos nuestra habla, no expresaremos cada pensamiento que

cruza nuestras mentes. Nos refrenamos del chisme. Aprendemos a ser descriminativos

en nuestro humor, al no repetir historias o chascarrillos que denigran a otros. Pueden

venirse a nuestra mente en el momento de un dolor repentino o una desilusión las

maldiciones, especialmente si estábamos acostumbrados a usar estas palabras

habitualmente antes de llegar a ser cristianos. La lengua disciplinada nos evitará usarlas.

21
3. Temperamentos. Algunos cristianos, por el temperamento, pero también por un

patrón establecido en su vida anterior a través de la influencia de otros, son propensos a

escalas altas o bajas en sus emociones. O accionan demasiado o reaccionan demasiado.

Asuntos sin mucha importancia puede desatarlos o deprimirlos. Sin embargo, a la

medida que esos cristianos maduran en la gracia de Dios, la disciplina de sus

temperamentos puede ser medio indirecto de gracia.

4. Cosas materiales. El uso sabio y el gozo de las cosas materiales son cruciales al

crecimiento espiritual. El tratar de competir con los ricos es una obsesión que tienen

muchos. Los lujos llegan a ser necesidades para nosotros cuando el vecino los tiene.

Aunque la filosofía de Juan Wesley sobre el dinero era Agana todo lo que puedas,

ahorra todo lo que puedas, y da todo lo que puedas@, la filosofía financiera de muchos

hoy es (1) agarra todo lo que puedas, (2) guarda todo lo que agarras, y (3) guarda todo lo

que guardas. Wesley tenía una de las entradas más grandes en toda Inglaterra, pero

vivió frugalmente y usó casi todo su dinero para la obra de Cristo. Cuando sus

entradas aumentaron, todavía vivía con más o menos la misma cantidad que usaba

cuando era un estudiante en Oxford y sus entradas eran pocas.

Leemos en Santiago: AY si un hermano o una hermana están desnudos y tienen

necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: *Id en paz,

calentaos y saciaos+, pero no le dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, )de qué

aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, está completamente muerta@ (2:15-17).

Con

todo el reconocimiento que los programas del gobierno (que seguido son resultado de la

22
fe cristiana) ahora ayudan a muchos de los necesitados, nosotros los cristianos de seguro

no estamos cuidando lo suficiente.

Ha surgido un culto a la afluencia dentro de la Iglesia. Se afirma que, si Jesús

estuviera aquí, él usaría las ropas más finas y manejaría el carro más caro CAun Cadillac

amarillo@, dijo uno de los adherentes. Esta es una distorsión del cuadro bíblico que

dibuja a un carpintero sencillo de la insignificante Nazaret.

Cuando millones mueren de hambre, y cuando el mundo no ha sido

evangelizado, debemos rechazar las voces que defienden un culto a la afluencia, y vivir

de las palabras de Jesús que demandan sacrificio.

Del Sr. promedio americano después de dos guerras, Henry Steele Commager

escribió: ASu cultura todavía es predominantemente material, su pensamiento

cuantitativo, su genio inventivo, experimental y práctico@.5

Muy en alto en la galería de arte en Kansas City están grabadas las siguientes

palabras en la piedra: AEl alma tiene una necesidad más grande del ideal que de lo real@.

Esas palabras no están cinceladas suficientemente profundo en la parte de enfrente de

nuestras mentes.

En su In One Ear (En un oído), Eric Sevareid sugiere que la amenaza real de la

humanidad no es el comunismo o los insectos, ni siquiera los cantos comerciales Csino

las cosas.

Nadie quiere acusar simplemente a las cosas que producen comodidad Ca lo


menos

no son muchos los que quieren hacerlo. Lo que tiene que retarse es el lugar prioritario

23
dado a las cosas. Cuando 800 se enlistan en administración de negocios en una

universidad americana grande y sólo 8 en humanidades, algo está terriblemente mal en

el alma de la nación.

La respuesta de la Biblia a esta enfermedad es el desarrollo de una perspectiva

vertical. Pablo enfatiza esta perspectiva vertical cuando amonesta: ASi, pues, habéis

resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba,... no en las de la tierra@ (Col 3:1-2). Tal

disciplina nos librará de la tiranía de las cosas. El estilo de vida más simple y sacrificial,

que hará posible otros servicios cristianos, indirectamente llegará a ser un medio de

gracia para nosotros.

El servicio. Un resultado del servicio a Cristo es que creceremos en gracia.

A)A qué horas principia el servicio?@ preguntó un visitante a la persona que

estaba a su lado, cuando el Espíritu no parecía mover a nadie a que rompieran el silencio

de plata de una reunión cuáquera.

Vino la respuesta suave: AEl servicio principia cuando se acaba la reunión@. El

servicio a los pequeños y a los perdidos de este mundo debe principiar después que

nosotros los que adoramos, con los tendones de nuestras almas estirados por la

asistencia a la iglesia, dejamos la iglesia y caminamos a los caminos ocupados del

pueblo.

Aquellos que entran a la capilla del Seminario de Gosén en Indiana ven las

palabras: AJesús es Señor@. Cuando abandonan la capilla, miran en la parte de atrás

de ella el mandamiento: AId, y haced discípulos a todas las naciones@.

Una traducción de Hechos 8:4 dice que los cristianos primitivos iban a todas partes

24
Achismeando el evangelio@ Chaciendo a Cristo el tópico de conversación en cada pueblo.

)Por qué no? Él es el Salvador cautivante y convincente que atrae a todos los pecadores

a sí mismo.

Muchos cristianos tienen suficiente religión para hacerlos decentes, pero no la

suficiente para hacerlos dinámicos. Se dice que las organizaciones, incluyendo a las

iglesias, tienden a pasar por tres pasos: (1) cuando aquellos relacionados con ella

trabajan para el sueño, (2) cuando trabajan para la organización misma, y (3) cuando

trabajan para preservar su lugar en la organización. El crecimiento continuo de los

cristianos en la Iglesia es imperativo si el paso del sueño debe mantenerse. Y el paso del

sueño se obtiene cuando los miembros de la iglesia ven que la Iglesia existe

importantemente para aquellos que todavía no están en ella.

Pensando en mi propia necesidad de crecer en gracia a través del servicio, me

encontré orando algo como lo que sigue:

Padre, yo soy tu pan. Quiébrame y pásame alrededor del pobre y del

necesitado de este mundo.

Yo soy tu toalla. Empápame con lágrimas y conmigo lava los pies de la

gente que está cansada de caminar y trabajar.

Yo soy tu luz. Llévame a donde las tinieblas son densas, allí para brillar y

dejar que Cristo brille.

Yo soy tu pluma. Escribe conmigo cualquier palabra que tú desees, y pon

como en placa la palabra donde los pequeños y los perdidos de este mundo la

25
puedan ver y leer y ser ayudados por ella.

Yo soy tu sal. Riégame en todas las cosas que tú quieras para el pueblo, de

tal manera que mi fe y amor y esperanza dé sabor a sus experiencias.

Yo soy tu agua. Derrámame en la gente que tiene sed de ti pero todavía no

saben que es de ti de quien tienen sed. Derrama en ellos la confianza que tú me

has ayudado a poner en ti. Derrama en ellos el testimonio interno que está en

mí. Derrama en ellos la promesa que pronto la sequía del verano pasará y

los refrescantes ríos de agua correrán sobre ellos.

Yo soy tuyo, Señor Dios. Usame en lo que quieras, cuando tú quieras,

donde tú quieras, para quien tú quieras, aún si significa que se me den

responsabilidades que son considerables y costosas.

El sufrimiento. Crecer una pulgada más alto en carácter y en logros a través del

sufrimiento o a pesar del sufrimiento seguido ha sucedido. El sufrimiento, cuando se le

responde en triunfo y creativamente, puede ocasionar que un cristiano crezca en gracia.

Jesucristo Aa través del sufrimiento aprendió la obediencia@ (Heb 5:8) y sufrió

hasta lo máximo por la redención de la raza humana.

Pablo le dijo a la iglesia de Colosas que cuando nosotros los cristianos sufrimos,

completamos lo que hace falta en el sufrimiento de Cristo (1:24). Dios no quiere

directamente cada enfermedad, pero tiene una voluntad en cada enfermedad. Su

voluntad, de seguro, es que reaccionemos creativamente en tiempos de pruebas.

Estos, entonces, son medios importantes de gracia: los directos como la oración, la

26
meditación, la lectura de la Escritura, la Cena del Señor, la adoración, la asamblea

cristiana y el ayuno; y los indirectos tales como la disciplina, el servicio y el sufrimiento.

Si entramos en estos medios de gracia, abiertos y alertas a Dios, recibiremos

gracia, y creceremos de maneras considerables.

1. Los medios de gracia son demostrablemente efectivos cuando nuestros

intereses y preocupaciones llegan a ser amplios en visión. A la medida que maduramos

en gracia, llegamos a estar más interesados en la gente que no se relaciona con nosotros

inmediata y significativamente por la familia o el trabajo. Llegaremos a estar más

interesados en compartir el evangelio fuera de nuestra iglesia local, sin perder interés

allí.

2. Además, a la medida que recibimos los medios de gracia, estaremos menos

satisfechos con la calidad de los servicios que estamos presentando a Cristo en su Iglesia

y anhelaremos con fervor servirle más efectivamente. Llegaremos a ser más

responsables y nos sentiremos menos amenazados por las críticas de nuestra actuación.

3. La efectividad de los medios de gracia se demuestra en una habilidad creciente

en controlar nuestras emociones. Cuando estamos heridos, trataremos con paciencia y

perdón entender las acciones y reacciones de otros. El servicio a ellos llegará a ser más

importante que defendernos de ellos. Nuestras heridas serán reales, pero no controlarán

nuestras respuestas.

4. Además, los medios de gracia instalarán en nosotros algunas velocidades de

respaldo que estarán listas en cualquier tiempo. Admitiremos más fácilmente nuestros

errores y pediremos disculpas más rápido por herir a otros.

27
5. Todavía aún más, nuestro entendimiento del ideal de la vida cristiana

probablemente cambiará. La definición y expresión de la fe cristiana llegará a ser menos

negativa y más positiva.

6. También, nuestro conocimiento de Dios y su Palabra crecerá y cambiará. La

teología folclórica que aprendimos, quizás de personas que tenían ideas raras, tenderá a

ir desapareciendo. Descubriremos bases adicionales para creer las enseñanzas cristianas

honradas por el tiempo.

En un sermón sobre los medios de gracia, Wesley incluye algunas precauciones

que todavía son aptas. Nos recuerda que los medios no son fines. No existe poder

residiendo en los medios que automáticamente produzcan la gracia y el crecimiento en

nosotros, sin importar en dónde estén nuestros corazones. Escribe: AAl usar todos los

medios, buscamos a Dios solo. En y a través de cada cosa externa, busca singularmente

el poder de su Espíritu,

y los méritos de su Hijo@.6

28
Notas

1Samuel Terrian, The Psalms and Their Meaning for Today (Nueva York: Bobbs-
Merrill

Co., 1952), vii.

2T. H. Robinson, The Poetry of the Old Testament (Londres: Gerald Duckworth and

Co., 1947), 107.

3Wesley, Works 5:351.

4Ibid.

5Henry Steele Commager, The American Mind (Nueva York: Yale University Press,

1950), 410.

6Wesley, Works 5:201, vea 185-201.

29
21
===========

Las Ultimas Cosas como la Ultima Palabra

La profecía respecto al orden de los eventos en los últimos días no ha sido un asunto de

gran interés a la tradición wesleyana de santidad por dos razones principales. (1) La

Biblia no es muy clara sobre muchos de estos asuntos. Es clara que Cristo regresará,

por ejemplo, pero la relación de la Segunda Venida a otros eventos no es tan clara. (2)

La gente wesleyana de santidad está mucho más interesada en la gracia redentora y la

vida santa. El designio de Dios para el cierre de la historia estará lleno de bendiciones

para su pueblo, en cualquier tiempo o cualquier manera que se desarrolle.

Un número de asuntos que se relaciona a la escatología, sin embargo, será

discutido al concluir este volumen de teología cristiana. Estos son (1) la muerte como el

último enemigo, (2) el Armagedón, (3) la Tribulación, (4) el Anticristo; (5) el milenio, (6)

la Segunda Venida, (7) el destino, y (8) las últimas cosas como la última palabra.

La Muerte como el Ultimo Enemigo

La Escritura mira a la muerte como Ael último enemigo@ (1 Co 15:26). Es un

resultado del pecado humano: Aen Adán todos mueren@ (v. 22); Ael pecado entró al

mundo por un hombre y por el pecado la muerte @ (Ro 5:12). Evidentemente, si

nuestro representante, Adán, no hubiera pecado, no tendríamos que morir físicamente.

La enseñanza común en la teología cristiana es que, excepto por el pecado, hubiéramos

sido

1
trasladados a la siguiente vida (sin morir), como se ve que sucedió en el caso de Enoc (Gn

5:24) y Elías (2 R 2.11). A causa de que la muerte es indeseable, Jesús lucha en el Jardín
de

Getsemaní la noche antes de su crucifixión (Mt 26:38-39; Mc 14:34-36; Lc 22:41-44).

Oscar Cullmann gráficamente contrasta las muertes de Sócrates y Jesús para

demostrar que el punto de vista cristiano de la muerte es opuesto al punto de vista

griego. Cullmann escribe: APlatón nos demuestra cómo Sócrates va a su muerte en

completa paz y compostura... Sócrates no puede temer a la muerte, porque en realidad

le liberará del cuerpo... La muerte es el gran amigo del alma@.1 Jesús se acerca a su

muerte, sin embargo, con una gran tristeza (Marcos 14:33). Cullmann dice: ALa muerte

para él no es algo divino; es algo temerario@.2

Aun para los cristianos, desde la perspectiva humana, la muerte en realidad da

temor. Es un resultado del pecado y es nuestro último enemigo. Aun así, el Padre ayudó

a Jesús a enfrentarla, y Dios ha ayudado a los cristianos en todas las épocas a enfrentarla.

Nuestro Mejor Amigo tiene el poder sobre nuestro peor enemigo, como nos asegura la

resurrección de Cristo.

Armagedón

Un asunto mal entendido ampliamente es Armagedón, una palabra usada sólo

una vez en la Biblia (Ap 16:16). Nadie sabe si la referencia es a una localidad (Jerusalén

misma, o la montaña cercana de Megido), un evento (una batalla), o la oposición

perenne al pueblo de Dios durante todo el tiempo. Apocalipsis dice: ASon [tres]

espíritus de demonios, que hacen señales y van a los reyes de la tierra en todo el mundo

para reunirlos

2
para la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso@ (v. 14). Así que, los Areyes

malos de todo el mundo@ serán reunidos en contra de Israel, y esto es Armagedón.

Es probable que, sin nombrarlo AArmagedón@, en Ezequiel y Zacarías, se refiera a

esta Abatalla@. Ezequiel dice: AVendrás [Gog, de la tierra de Magog] de tu lugar, de las

regiones del norte, tú y muchos pueblos contigo, todos ellos a caballo, una gran multitud

y un poderoso ejército; y subirás contra mi pueblo Israel@ (38:2, 15-16). Zacarías dice:

APorque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén@ (14:2).

Aunque muchos escritores populares están seguros que sucederá una Batalla de

Armagedón literal, estas referencias sin lugar a dudas se refieren a la oposición continua

a Israel y la Iglesia. Sabemos que mucho material de Ezequiel, Zacarías y Apocalipsis

deben entenderse simbólicamente. En el contexto inmediato de la referencia de Zacarías,

por ejemplo, se nos requiere que interpretemos el significado como simbólico. Allí

leemos: AEn aquel día [de la batalla]... El monte de los Olivos se partirá por la mitad, de

este a oeste, formando un valle muy grande; la mitad del monte se apartará hacia el

norte, y la otra mitad hacia el sur@ (14:4). Si algunas referencias a esta batalla tienen

que interpretarse simbólicamente, quizás la batalla misma debe entenderse de esa

manera.

La Tribulación

Los premilenialistas entienden que las referencias de la Biblia a la tribulación, o a

la Tribulación, se refiere especialmente a un período de siete años de oposición al pueblo

de Dios. Ellos se dividen sobre si el Rapto de la Iglesia sucederá antes que principie (el

punto de vista pretribulacionista), a la mitad (el punto de vista midtribulacionista), o

3
después de los siete años (el punto de vista postribulacionista; vea Mt 24:21; Ap 2:22; 3:10;

7:14).

El escritor presente entiende que la tribulación aludida en la Escritura

generalmente se refiere a la oposición temprana a los judíos y después a la Iglesia, y que

parece haber una intensificación de esta oposición apenas antes del regreso de Cristo

Cpero no tan definida una intensificación que no estemos esperando que el regreso de

Cristo ocurra en cualquier tiempo.

El Anticristo

Esto se refiere a una o más figuras que se levantan en contra de Cristo. Los

cristianos por muchos siglos han dicho que esta persona o aquella es evidentemente el

Anticristo Cy todas se han demostrado equipadas. Martín Lutero, en El Papado en Roma,

dijo que el papa era el Anticristo, que cuando el tratado fue escrito, 1520, era el Papa

León X. Hitler, Mussolini, Stalin, y aun Saddam Husein, en nuestro siglo, han sido

designados como siendo posiblemente el Anticristo, y esas identificaciones se han

demostrado incorrectas (vea 2 Ts 2:1-12; 1 Jn 2:18; 4:3; 2 Jn 7; Mt 24:5, 24; Mc 13:22; Lc

21:8).

Sólo Juan usa el término actual (1 Jn 2:18, 22; 4:3; y 2 Jn 7). Claramente, Juan, al

usar el plural Aanticristos@, en ocasiones significa cualquiera que se opone

abiertamente a Cristo. El dice: AHijitos, ya es el último tiempo. Según vosotros oísteis

que el Anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos@ (1 Jn 2:18). Juan

también identifica como Ael engañador y el anticristo@ a cualquier persona que niega que

AJesucristo ha venido en

carne@ (2 Jn 7). El Ahombre de pecado@ de Pablo (2 Ts 2:3) parece, quizás, ser una figura
de

4
oposición particular que se Alevanta... haciéndose pasar por Dios@ (v. 4). Pudiera ser que

todas las figuras de oposición son anticristos y que una figura particular de ellas se

levantará antes del regreso de Cristo.

El Milenio

El milenialismo es uno de los asuntos más controversiales dentro del movimiento

evangélico reciente.3 La controversia gira alrededor de (1) si Cristo reinará literalmente

sobre la tierra por 1,000 años; (2) la relación entre la segunda venida de Cristo y este

milenio; (3) si el regreso de Cristo estará dividido entre el Rapto y la Revelación, con la

Tribulación en medio de ellos; (4) si hay dos resurrecciones, la primera de los justos

antes del milenio y la segunda de los malos después del milenio; (5) si habrá redención

después del Rapto para Israel; (6) si habrá dos clases de reinos, uno sobre Israel y el otro

sobre la Iglesia; y (7) si, como los dispensacionalistas enseñan, el Templo será

reedificado y se ofrecerán de nuevo los sacrificios por el pecado, aunque Hebreos 8C10

de seguro enseña que Cristo llegó a ser el Sacrificio de una vez por todas por el pecado.

Las Teorías Milenarias. Se han sostenido tres teorías milenarias principales: el

premilenialismo, el amilenialismo y el posmilenialismo. Están basados en

interpretaciones de varias escrituras, pero muy en particular Ap 20:1-7:

Vi un ángel que descendía del cielo... Prendió al dragón, la serpiente

antigua, que es el Diablo y Satanás, y lo ató por mil años. Lo arrojó al

abismo, lo encerró y puso un sello sobre él, para que no engañara más a las

naciones hasta que fueran cumplidos mil años. Después de estos debe ser

5
desatado por un poco de tiempo.

Vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de

juzgar. Y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús

y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su

imagen, ni recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos, y vinieron y

reinaron con Cristo mil años. Pero los otros muertos no volvieron a vivir

hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección.

Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la

segunda muerte no tiene poder sobre estos, sino que... reinarán con él

[Cristo] mil años.

Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión.

Con este pasaje especial en mente, junto con otros numerosos pasajes relacionados,

las tres teorías milenarias principales serán discutidas, y se le dará numerosos apoyos a

un tipo de amilenialismo o posmilenialismo, aquí llamado milenialismo realizado.

1. Premilenialismo. Este es el punto de vista que la segunda venida de Cristo

ocurrirá antes de un reino terrenal literal de 1,000 años de Cristo con su pueblo resucitado

y glorificado. Desde muy temprano se le llamó chiliasmo y fue aceptado por muchos

padres de la iglesia y por los montanistas. Pero cayó en mala reputación porque (1) la

anticipada Segunda Venida no sucedió; (2) Orígenes y otros espiritualizaron el asunto

del milenio; y (3) Agustín influenció a la iglesia (hasta después de la Reforma) con su

punto

de vista amilenial.

6
Sin embargo, fue resucitada después de la Reforma (el siglo XVI), entre algunos

de los anabaptistas, y tiene muchos adherentes al cierre del siglo XX.

Un problema con el premilenialismo es su tendencia al pesimismo: que las cosas

se irán poniendo peor y peor hasta que Cristo regrese. Este punto de vista tiende a

desanimar la implementación del gobierno real de Cristo en el mundo por el

evangelismo y los programas de mejoría social.

El punto de vista milenial al que la Escritura se opone más claramente es al

premilenialismo dispensacional, principiado por J. N. Darby en Inglaterra en los 1830s y

popularizado por C. I. Scofield en la Biblia de Referencia Scofield de 1909. Este punto de

vista divide a los judíos y los gentiles, sosteniendo que Dios todavía tiene

escenarios de redención diferentes para los dos grupos. Sus adherentes no entienden

que la Iglesia es el nuevo y verdadero Israel. En lugar de eso, ellos ven a la Iglesia

como un esquema interino de Dios, inventado sólo después que Israel rechazó a

Cristo como su Mesías. Espera que otro Templo sea edificado cuando el milenio

principie, con sacrificios por el pecado ofrecidos de nuevo y el sacerdocio del Antiguo

Testamento será instituido de nuevo. En el Rapto, la Iglesia será arrebatada, y siete

años de tribulación darán inicio, la última mitad de los cuales serán severos en extremo.

Sin embargo, durante este tiempo muchos de los judíos se convertirán a Cristo y

saldrán predicando a Cristo el Mesías, y multitudes de personas que no serán

arrebatadas en el Rapto, dada esta segunda oportunidad, aceptarán a Cristo

Ctantos, de hecho, que será un avivamiento como la

Iglesia jamás ha visto en toda su historia. Y esto, después que el Espíritu Santo en general

7
sea retirado puesto que ha estado con la Iglesia y se ha ido con la Iglesia en el Rapto.

También, esto ocurrirá al tiempo cuando el Anticristo está dominando con poder.

Otro problema con el premilenialismo dispensacional es su enseñanza de dos

venidas de Cristo: una, el Rapto, para arrebatar a los santos; otra, siete años después, la

Revelación, cuando regrese con los santos para establecer su reino de 1,000 años sobre la

tierra. Esto hace que la Iglesia quede exenta del período de la Tribulación; sin embargo,

de seguro, Dios no exenta a los cristianos de aquello; en lugar de eso, él nos sostiene en

nuestros tiempos de tribulación.

2. Amilenialismo. Esta es la teoría que no debemos esperar un reino terrenal literal

de 1,000 años de Cristo después de la Segunda Venida.

Básicamente, esta posición ha sido tomada porque las referencias al milenio son

interpretadas simbólica y no literalmente. Los amilenialistas difieren algo sólo sobre qué

significa el milenio simbólicamente. La mayoría de ellos dicen que se refiere al dominio

presente de Cristo en el mundo, durante la Era de la Iglesia Centre el primer

advenimiento de Cristo y su segunda venida. Se entiende que la resurrección de Cristo es

especialmente lo que ata a Satanás. Los amilenialistas también enseñan que para los

muertos en Cristo, y especialmente para los martirizados a que se refiere Ap 20:1-7,

Satanás ya está atado, porque aquellos la han hecho de la Iglesia militante a la Iglesia

triunfante. Todos los amilenialistas enseñan, junto con todos los posmilenialistas, que el

Juicio y el destino final Clas determinaciones del cielo y el infierno C sucederán

inmediatamente después de la

segunda venida de Cristo.

8
3. Posmilenialismo. Este es el punto de vista que, después de un milenio histórico

de duración indefinida, Cristo regresará a someter al Anticristo y Satanás y a juzgar a

todos los humanos Cquienes entonces, inmediatamente, entrarán a sus destinos eternos

en el cielo o el infierno. Algunos posmilenialistas creen que ya estamos en el milenio;

pero muchos, incluyendo muchos eruditos en el Movimiento de Santidad de Estados

Unidos a mediados del siglo XIX y el más reciente Loraine Boettner (quien escribió The

Millennium en 1958) han dicho que, aunque el evangelio está teniendo éxito más y más,

todavía no estamos en este reino histórico de Cristo referido como el milenio. De nuevo,

aunque algunos posmilenialistas no son tan atrevidos como para creer que el evangelio

tendrá éxito en casi convertir a cada uno en todo el mundo, su punto de vista común

(incluyendo de nuevo aquel de Loraine Boettner) es que tal éxito sucederá en realidad.

El apoyo de la Escritura a este punto de vista confiado en la cristianización del

mundo es tomado tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Ellos encuentran

convincente tales pasajes como Sal 47:2 C APorque Jehová, el Altísimo, es temible, rey

grande sobre toda la tierra@ y Sal 72:7-8, 11: AFlorecerá en sus días justicia... (Dominará de

mar a mar... ! Todos los reyes se postrarán delante de él; todas las naciones lo servirán@.

Es interesante que no son capaces de ofrecer tanto apoyo del Nuevo Testamento

como del Antiguo. Usan Hechos 15:16-18, que cita al Antiguo Testamento; pero aquí sólo

se dice que Dios trabajará de tal manera que Ael resto de los hombres busque al Señor@.

El apoyo principal del Nuevo Testamento es la muerte de Cristo como la propiciación

por

los pecados de todo el mundo (Jn 3:16; 8:12; 2 Co 5:19; 1 Jn 2:2; 4:10).

9
4. Argumentos a favor del milenialismo hecho realidad. Después de mucho estudio, el

escritor presente apoya un tipo de punto de vista posmilenial-amilenial, al cual

llamaremos milenialismo realizado. Este ve al milenio como todo el tiempo de la Era de

la Iglesia entre las dos venidas de Cristo, durante el cual Cristo verdaderamente reina

sobre los muertos en Cristo ahora en el estado intermedio y especialmente sobre los

muertos mártires (vea Ap 20:1-7), y más o menos sobre todo el mundo, porque Satanás es

sólo un soberano herido debido a la resurrección de Cristo y el descendimiento del

Espíritu Santo en Pentecostés. La palabra Arealizado@ se usa con Amilenio@ para afirmar

que ya estamos en un milenio real, un reinado real de Cristo sobre un reino. El

posmilenialismo pudiera ser el más apropiado de todos los términos para expresar el

punto de vista de este escritor, porque indica que el milenio es real e histórico y que la

segunda venida de Cristo ocurrirá al cierre de este reinado de Cristo, este milenio. Sin

embargo, el término Aposmilenialismo@ ha sido apropiado por muchas personas que lo

enseñan incorrectamente en dos puntos importantes: que el milenio todavía no ha

principiado, y que, cuando principie y a la medida que continúe, todo el mundo llegará

a cristianizarse.

Muchos posmilenialistas han entendido que el milenio todavía no principia. Henry

Cowles, profesor en el Colegio de Oberlin en Ohio y editor del Oberlin Evangelist,4 escribió

23 ensayos sobre el milenio para esa revista principiando en 1841, impulsando la

implementación de las enseñanzas de Jesús. Esto iniciaría el milenio Cdespués que la

Segunda Venida, la resurrección, el juicio, y la separación eterna de personas al tormento

10
y a la bendición ocurrieran. Este escenario tipo Cowles era la enseñanza común del

Movimiento de Santidad Americano del siglo XIX. El escritor presente entiende que el

milenio, de duración indefinida, principió con el evento de Cristo, y en particular con la

resurrección de Jesús y con el Pentecostés como la risible primitiva implementación del

reino de Dios.

También, muchos posmilenialistas enseñan ilusoriamente que, casi al punto de

cada persona, todo el mundo aceptará a Cristo como Señor y Salvador antes de que la

Segunda Venida ocurra. Loraine Boettner, por ejemplo, quien, como Cowles, no entiende

que el milenio ya ha dado principio, dice:

Este proceso al final de cuentas se completará, y antes de que Cristo

venga de nuevo veremos un mundo cristianizado. Esto no significa que

todo pecado será erradicado. Siempre habrá cizaña entre el trigo hasta el

tiempo de la cosecha Cy la cosecha, nos dice el Señor, es el fin del mundo...

Pero significa que los principios cristianos de la vida y conducta llegarán a

ser los estándares aceptados en la vida pública y privada.5

a. Un apoyo en favor del mileniasmo realizado es que ve a Cristo como ya

reinando sobre un reino, de tal manera que no estamos esperando un reino terrenal

futuro Cy esto claramente es bíblico. El reino de Dios no cesó después que la Iglesia

había principiado en el Pentecostés; continuó. El último verso de Hechos, por ejemplo,

declara de Pablo: APredicaba el reino de Dios y enseñaba acerca del Señor Jesucristo,

abiertamente

y sin impedimento@ (28:31).

11
b. Otro apoyo del milenialismo realizado es que un punto de vista similar

a este se sostuvo casi universalmente por cristianos desde el tiempo de Agustín, en el

siglo V, hasta después de la Reforma, en el siglo XVI.

c. El punto de vista también explica lo que se dice sobre el reino de Cristo

sobre los mártires muertos en Ap 20:1-7. Allí se habla, no de todos los muertos

redimidos, sino sólo los muertos martirizados: AY vi las almas de los decapitados por

causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios@ (v. 4). AY vivieron@, dice Juan,

que se pudiera referir a la bendición de estar alertas en el paraíso, y Areinaron con Cristo

mil años@ (v. 4). Cuando cruzaron al otro mundo en triunfo, Avivieron@ con

agradecimiento y principian a Areinar con Cristo@ como personas redimidas. Para ellos,

Satanás está completamente atado, incapaz de hacerles a ellos ningún daño más. Su

reinado con Cristo por mil años parece referirse a sus reinados victoriosos como los

mártires muertos durante toda la era milenial Ccuando, sobre la tierra, el Cristo

resucitado continúa reinando y suprimiendo a Satanás.6

El punto de vista propuesto aquí es similar a la de los amilenialistas en su

entendimiento que el milenio es mucho más que mil años en duración (2 P 3:8).

d. Este entendimiento también anima la acción social cristiana, como lo hizo

Jesús y Santiago y Pablo. Esto es preferible a la negligencia premilenialista de los

programas de acción social, basados sobre sus presuposiciones que supone que las cosas

empeorarán más hasta la Segunda Venida.

e. El tipo de milenialismo que se está discutiendo aquí también es

12
consistente con la esperanza que la Segunda Venida de Cristo puede ocurrir en cualquier

tiempo. Si el reinado real de Cristo principió con su resurrección, el milenio se puede

concluir en cualquier tiempo Cpermitiendo la posibilidad de la Segunda Venida en

cualquier tiempo.

f. Otro apoyo más para este escenario es que ve a la Iglesia como el

verdadero Israel y como la heredera de las promesas hechas a Israel. No entiende que

Israel será tratado de una manera y los gentiles de otra, sino que todos tienen que aceptar

a Cristo antes de la Segunda Venida como el único camino de salvación.

g. Un punto fuerte a favor del milenealismo realizado es que anima la

proclamación del evangelio. Si el evangelio va a florecer más y más, en lugar de menos

y menos como en el premilenialismo, esto anima a todo esfuerzo de proclamar a Cristo

Aen donde quiera que el sol / sus continuas jornadas corra@ (Isaac Watts).

h. Este escenario también permite la enseñanza bíblica que habrá

tribulación; la oposición del anticristo al evangelio; y la caída de muchos justos antes de

la Segunda Venida (Mt 24:12; 2 Ts 2:3-4; Ap 7:14).

En Estados Unidos y otras culturas al final del siglo XX, se puede ver el

florecimiento del evangelio junto con una amplia oposición. La fe evangélica está

teniendo éxito como nunca antes, pero también la dependencia de las drogas, la

pornografía y la vulgaridad pública están en juego como nunca antes. Todo esto está

dentro del horizonte del milenialismo realizado, que reconoce que la Escritura enseña

tanto el aumento de la efectividad del evangelio como el empeoramiento de la sociedad

13
antes del regreso de Cristo.

i. Este escenario, también, ve el tiempo de la prueba como terminando

cuando ocurra la Segunda Venida, mientras que algunos premilenialistas del corte

dispensacionalista entienden que la redención de muchas personas sucederá después de

lo que llamamos Segunda Venida.

j. Una ventaja muy importante de esta visión es que hace compacto dentro

de un breve tiempo la Segunda Venida, la subyugación de todo poder extraño, el juicio,

y la separación final de las personas al cielo y al infierno. Mientras que un sólo pasaje de

la Escritura se puede interpretar como enseñando que habrá una resurrección de justos y

una resurrección posterior de malos (Ap 20:6), numerosos pasajes claramente enseñan

que habrá sólo una resurrección de ambos, al tiempo de la segunda venida de Cristo, y

que el juicio sucederá de inmediato. Dn 12:2 habla solamente de una resurrección

general, y no se menciona allí de ningún milenio que precederá al juicio. Leemos:

AMuchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados: unos para vida

eterna, otros para vergüenza y confusión perpetua@. De igual manera, la parábola de

Jesús sobre la red no tiene resurrecciones separadas y no existe un espacio milenial

entre el fin del trabajo del Reino y el juicio. Allí leemos:

Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red que, echada

al mar, recoge toda clase de peces. Cuando está llena, la sacan a la orilla, se

sientan y recogen lo bueno en cestas y echan fuera lo malo. Así será el fin

del mundo: saldrán los ángeles y apartarán a los malos de entre los justos,

14
y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes (Mt

13:47-50).

Una resurrección general y juicio inmediato claramente se enseñan en Juan 5:28-29,

en donde Jesús dice: ANo os asombréis de esto, porque llegará la hora [(un tiempo!]

cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno

saldrán a resurrección de vida; pero los que hicieron lo malo, a resurrección de

condenación@.

Jesús también dice: ACuando el Hijo del hombre venga... serán reunidas delante de

él todas las naciones; entonces apartará los unos de los otros@ (Mt 25:31-32). A algunos

les dirá: AHeredad el reino@, y a otros: AApartaos de mí, al fuego eterno@ (vv. 34, 41). Y

Pablo dice que Aha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de

injustos@ (Hch

24:15).

Pablo también dice que el juicio ocurrirá cuando Cristo regrese Cno un reino

terrenal de mil años. En 1 Co 15:23ss., refiriéndose al tiempo de Asu [de Cristo] venida,@

dice Pablo: ALuego el fin, cuando entregue el Reino al Dios y Padre, cuando haya

suprimido todo dominio, toda autoridad y todo poder. Preciso es que él reine hasta que

haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies@.

k. Esta visión concuerda también con los escritores del Credo de los

Apóstoles. Este más antiguo de los credos ecuménicos no nos ofrece pista alguna del

milenio entre la Segunda Venida y el Juicio. En este credo simplemente afirmamos que

Cristo Avendrá a juzgar a los vivos y a los muertos@ Cno a establecer un reino de mil años

15
y luego a juzgarnos.

l. Esta visión también es consistente con las enseñanzas comunes de Juan

Wesley y el Movimiento de Santidad Cquienes fueron un poco más posmilenialistas que

amilenialistas (los términos fueron inventados apenas hace unas cuantas generaciones),

pero cuyos puntos de vista, en general, son consistentes con el milenialismo realizado.

En el sermón de Juan Wesley sobre los cristianos como sal, de Mateo 5, bosqueja una

estrategia para el cambio social gradual que es consistente ya sea con el posmilenialismo

o con el milenialismo realizado.7 Wesley creía que la iglesia debería establecer la santidad

en la sociedad, incluyendo la abolición de la esclavitud y la pobreza.8 El fue lo que

Reinhold Niebuhr llama Atransformacionista@. Vivía sencillo y trabajaba arduamente

para el cambio social.9

Adam Clarke también era de esta persuasión. Comentando sobre Ap 20:2, dice:

ASin embargo, no hay duda que la tierra está en un estado de mejoría moral progresiva;

y que la luz de la verdadera religión está brillando más copiosamente en todas partes, y

que brillará más y más hasta la perfección del día@.10

La Segunda Venida

Aunque existe espacio para el debate sobre la relación de la segunda venida de

Cristo a tales asuntos como la Tribulación y el milenio, casi todos los cristianos en todas

las épocas han entendido que Cristo regresará a esta tierra. Esta casi completa

unanimidad se ha logrado porque la Escritura está repleta de enseñanza sobre el asunto.

Su Promesa. Numerosos pasajes de la Escritura contienen la promesa de la segunda

16
venida de Cristo. Jesús dijo: AVoy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me voy y os

preparo lugar, vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde yo esté, vosotros

también estéis@ (Juan 14:2-3). En la Ascensión, los ángeles dijeron: AEste mismo Jesús, que

ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como lo habéis visto ir al cielo@ (Hechos

1:10-11). El escritor a los Hebreos dice: AAsí también Cristo fue ofrecido una sola vez

para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez@ (9:28). Pablo dice

que Aaguardamos la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro

gran Dios y Salvador Jesucristo@ (Tito 2:13).

Su Manera. Pablo ofrece una de las predicciones más detalladas de la Escritura,

sobre la manera de la segunda venida de Cristo en 1 Ts 4:16-17: AEl Señor mismo, con voz

de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo. Entonces

los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que

hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al

Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor@.

El retorno de Cristo evidentemente será literal y físico. Cristo retornará Aasí como

lo habéis visto ir@ (Hechos 1:11), y él ascendió en un cuerpo físico resucitado. También

leemos: AHe aquí que viene con las nubes: Todo ojo lo verá, y los que lo traspasaron@ (Ap

1:7). Seguramente, no todo ojo de los creyentes en toda nuestra tierra redonda verá un

regreso físico. Esto pudiera significar que todo ojo en la vecindad lo hará, y que todos

aquellos que estén en la vecindad pueden verlo.

Su Propósito. La Segunda Venida tendrá dos propósitos principales. Uno es nuestra

17
glorificación. Hebreos dice que Aaparecerá por segunda vez, sin relación al pecado [como

en su primer venida], para salvar a los que lo esperan@ (9:28). La gente que lo espera es

creyente, ya salvados del pecado. La salvación que les trae es glorificación; recibiremos

todos inmortalidad, Ala redención de nuestros cuerpos@ (Ro 8.23). En realidad, el mundo

creado entero será redimido en este tiempo (vv. 19-21). Esto parece significar que el aire

contaminado y la tierra y el agua serán limpiados. Pedro pudiera estarse refiriendo a

esto cuando dice: APero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche. Entonces los

cielos pasarán con gran estruendo, los elementos ardiendo serán deshechos y la tierra y

las obras que en ella hay serán quemadas@ (2 P 3:10). Y esto pudiera ser el por qué

Juan dice: AEntonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la

primera tierra habían pasado@ (Ap 21:1).

El otro propósito especial de la Segunda Venida es el juicio. Cuando la Segunda

Venida suceda, el Juicio sucederá inmediatamente. Como se notó en el estudio arriba

sobre el milenialismo, Jesús no sabe nada de un reino milenial que principiará sólo

después de la Segunda Venida. El Reino principió con la predicación de Juan el Bautista

y él mismo, y es tanto presente como futuro. Así Jesús dice: APorque el Hijo del hombre

vendrá en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces [(no después de mil años!]

pagará a cada uno conforme a sus obras@ (Mt 16:27; vea también 25:33-41).

Como con Jesús, también con Pablo. Pablo no sabe nada de un reino de mil años

con Cristo entre la Segunda Venida y el Juicio. Pablo dice: AAsí que no juzguéis nada

antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las

18
tinieblas y manifestará las intenciones de los corazones. Entonces, cada uno recibirá su

alabanza de Dios@ (1 Co 4:5). Cuando Ael Señor venga@, el Juicio sucederá. Pablo implica

lo mismo cuando dice: ATe suplico encarecidamente delante de Dios y del Señor

Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su Reino@ (2

Ti 4:1). Para Ajuzgar a los vivos y a los muertos@ parece ser la razón de su

Amanifestación@. Pero no habrá un reinado de mil años entre la aparición y el Juicio,

como todos los premilenialistas enseñan.

Judas, citando a Enoc, también enseña que Cristo juzgará al mundo y que el Juicio

seguirá inmediatamente a la Segunda Venida: AVino el Señor con sus santas decenas de

millares, para hacer juicio contra todos@ (14-15). Tan claro como las palabras pueden

decirlo, Cristo regresará para juzgar a cada uno Cno para reinar mil años y luego juzgar

a cada uno.

Su Tiempo es Desconocido. Los antiguos montanistas estaban convencidos que la

Segunda Venida sucedería tan pronto que desanimaban el matrimonio y prohibían las

segundas nupcias para los viudos. Otros grupos e individuos, a través de los siglos,

también han puesto fechas para la Segunda Venida y se han demostrado equivocados.

Martín Lutero creía que la Segunda Venida sucedería dentro de los siguientes cien años

Cun tipo de poner fechas.11 William Miller, quien inició a los adventistas, dijo que

sucedería en 1844 Cy se demostró equivocado. Los Testigos de Jehová dijeron que

sucedería en 1914, y todavía dicen, extrañamente, que sucedió en ese año. Aún Billy

Graham declaró hace muchos años que él creía que la Segunda Venida sucedería dentro

19
de los siguientes 10 años Cy se demostró que estaba equivocado.

Todo este asunto de andar poniendo fechas, incluyendo el poner una fecha dentro

de un dado número de años, claramente no es bíblico. De acuerdo a Jesús: APero el día y

la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre. Pero como en los

días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre @ (Mt 24:36-37).12

No podemos fechar la Segunda Venida con las señales de su cercanía que la

Escritura menciona Csi asumimos que las señales de Mateo 24 se refieren a la Segunda

Venida y no a la caída de Jerusalén. Ocurrirá después que el evangelio haya sido

predicado a todas las naciones (Marcos 13:10), pero no podemos decir cuándo eso ha

sucedido o cuándo la extensión necesaria ha sucedido. Además, la Escritura seguido

habla libremente sobre el éxito del evangelio. En Marcos 16:20, que no se encuentra en

ninguno de nuestros manuscritos más antiguos, leemos que los discípulos Asaliendo,

predicaron en todas partes@. Y en Hechos 2:5 se dice que Avivían entonces en Jerusalén

judíos piadosos, de todas las naciones bajo el cielo@, y no le llega cerca a toda nación

cuando son enumeradas en versos 8-11.

No sabemos cuando ocurrirá la segunda venida de Cristo. Las señales de su

cercanía no son muy definidas, y muchas de las señales de Mateo 24 probablemente son

señales de la caída de Jerusalén en el año 70 d. C. En la intención del Padre, solo él sabe.

La nuestra es estar listos, esperar con expectación, y, mientras tanto, ayudar a Cristo en

la edificación su reino en los corazones de la gente.

El Destino

20
El destino tiene que ver a donde vamos después que nuestra vida en la tierra se

acabe, y cómo será nuestra existencia allí. Los dos lugares de eterno destino, para los

protestantes, son el cielo y el infierno. Los católicos romanos generalmente enseñan un

tercer destino, el limbo, donde van las personas no bautizadas que mueren en sus años

de irresponsabilidad. Los católicos romanos también creen en el purgatorio, un lugar

temporal de castigo. Los protestantes en general creen en el estado intermedio, en

donde tanto los justificados como los finalmente impenitentes esperan el Juicio (después

del cual, entrarán ya sea al cielo o al infierno).

El Estado Intermedio. Este es el estado para todos, entre la muerte y el juicio. Jesús

le dijo al ladrón que estaba siendo crucificado con él: AHoy estarás conmigo en el paraíso@

(Lucas 23:43). El paraíso, un lugar en donde Cristo está presente, es un nombre bíblico

para el lugar en donde los justos van inmediatamente a su muerte (vea también 2 Co

12:4; Ap 2:7). Los justos, allí, ya están en bendición, de acuerdo a Lucas 16:19-31; y para

el hombre malvado en had‘s (Hades), no gehenna (Gehenna), el castigo por el pecado ya

ha principiado.

El Purgatorio. Los católicos romanos creen en este como un lugar para el castigo

temporal antes de la entrada de una persona al cielo. Jerónimo, en la Vulgata latina,

tradujo metanoeite como Ahacer penitencia@, en lugar de Aarrepentíos@ (Mt 3:2; Mc 1:15).

Esto ocasionó que, entre los católicos romanos, se entendiera que hacer buenas obras es

la esencia del arrepentimiento. Al no creer, por tanto, en ser justificado por la fe sola,

ellos

enseñan que la gente será castigada por pecados menores en las llamas del purgatorio, y

21
por los pecados mortales en el infierno.

Numerosos Aabusos@, como Lutero los llamó, se levantaron en conección con la

doctrina del purgatorio. La compra de indulgencias acortaría la estancia de una persona

en el purgatorio, y a los que compraban no se les requería que se arrepintieran

verdaderamente.

Aniquilacionismo. Esta es la creencia que los malos serán castigados por extinción.

Arnobio en el siglo IV es el único padre de significación que asumió este punto de vista

Cdiciendo que los malos serán castigados de acuerdo al grado de su maldad y luego

aniquilados.

Un tipo de aniquilacionismo se ha enseñado en tiempos recientes por algunos de

los personalistas modernistas como E. S. Brightman. Ellos enseñan que algunas de las

personas no resucitan, en esta vida, al nivel de personas, y que tales personas no

continuarán existiendo después que esta vida se acabe.

El Universalismo. Este es el punto de vista que todos serán redimidos a un estado

de bendición en la próxima vida. Históricamente, a lo menos han existido tres clases

mayores de universalismo. Uno se basa en el punto de vista metafísico cíclico que todo

lo que sale de Dios finalmente regresa a él. Platón había enseñado un punto de vista

cíclico que influenció aún a pensadores cristianos. Lo que fluye de Dios siempre tiene

que regresar a él. Orígenes dijo que el fin siempre es como el principio, que es decir

casi lo mismo. Esta forma de universalismo fue enseñado por Juan Escoto Erigena, quien

enseñó

que toda la naturaleza (toda la realidad) está dividida en cuatro aspectos. Ellos son (1) la

22
naturaleza que crea y no es creada (Dios como alpha); (2) la naturaleza que es creada y

crea (los humanos); (3) la naturaleza que es creada y no crea (el mundo físico); y (4) la

naturaleza que no es creada (Dios como omega).13 Desde este punto de vista toda la

existencia está unificada. Es un tipo de panteísmo; y en tales puntos de vista, el infierno

eterno se excluye, y todas las personas llegan a ser redimidas.

Otro tipo de universalismo es la clase abelardiana, en la cual todos serán salvos

porque el amor de Dios no permitirá que suceda otra cosa. Como le encantaba decir al

universalista Nels F. S. Ferré, Dios Ano tiene hijos problemáticos permanentes@.

Un tercer tipo de universalismo es aquel de Karl Barth (que negaba ser

universalista). El enseñó que, a causa de Cristo, Dios tiene un Así@ que decir a cada uno.

El Juicio. Con la segunda venida de Cristo, el Juicio ocurrirá Ccomo se notó

anteriormente. Entonces los justos serán recompensados y los malos castigados. En

ocasiones se le llama el Gran Juicio del Trono Blanco a causa de su descripción en Ap

20:12-13:

Y vi los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios. Los libros

fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida. Y

fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros,

según sus obras. El mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y

el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados cada

uno según sus obras.

Tanto los justos como los malos estarán allí, lo cual también se indica en la

23
descripción del Juicio por Jesús en Mt 25:32-33. Pablo implica que todos estarán allí,

cuando dice: APorque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de

Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo,

sea bueno o sea malo@ (2 Co 5:10; vea también Is 66:16; Jer 25:31; Jl 3:12; Jn 12:48; Hch

17:31; Ro 2:16; Heb 9:27).

Una función importante del Juicio será decidir grados de recompensas y castigos.

Otra función importante será la transferencia de los justos y los malos de sus respectivos

estados intermedios de bendición y tormento a los estados eternos del cielo o del

infierno.

El Infierno. Los finalmente impenitentes, con grados de castigos que se les dará en

el Juicio de acuerdo a la gravedad de sus pecados, serán despachados al castigo eterno

del infierno.

1. La enseñanza clara de la Escritura. El Antiguo Testamento no es muy claro sobre

esto. Allá los malos son castigados durante esta vida; a su muerte ellos van al sheol más

bajo y más sombrío que los justos. Quizás solamente Daniel, entre los escritos del

Antiguo Testamento, enseña el castigo eterno. Dice: AMuchos de los que duermes en el

polvo de la tierra serán despertados: unos para vida eterna, otros para vergüenza y

confusión perpetua@ (12:2).

Pero el Nuevo Testamento habla claramente sobre el castigo eterno de los muertos

malos, y ninguno lo enseña más claro que Jesús. Excepto Santiago (3:6), Jesús es el único

que usa el término gehenna Cla palabra para infierno que siempre se refiere al castigo

eterno (vea Mt 5:22, 29, 30; 10:28; 18:9; 23:15, 33; Mc 9:43, 45, 47; Lc 12:5). Jesús también
usa

24
otras expresiones que indican castigo eterno. Al describir el Juicio, él dice que Ael Rey@

dirá a los malos: AApartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y

sus ángeles@ (Mt 25:41). Añade: AIrán estos al castigo eterno y los justos a la vida eterna@

(v. 46; vea también 8:12; 10:28; 13:41-42; 24:51).

Pablo también enseña el castigo eterno. Refiriéndose al Ajuicio de Dios@ que sigue

inmediatamente al regreso de Cristo, dice: AEsto es demostración del justo juicio de Dios...

en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios ni obedecen al

evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Estos sufrirán pena de eterna perdición, excluidos

de la presencia del Señor@ (2 Ts 1:5, 8-9; cf. Ro 2:1-16). Y de acuerdo a Juan, el malo entra

a la Asegunda muerte @, que evidentemente es lo mismo que gehenna, porque la describe

como Ael lago de fuego@ (Ap 20:14). ALa muerte segunda@ implica lo irrevocable del

castigo, aunque la palabra Aeterna@ no se encuentra aquí.

2. Argumento en contra del infierno y respuestas. Se argumenta ampliamente que el

Dios de amor no proveería ni permitiría un lugar de castigo eterno para aquellos que

rehúsan someterse a él durante esta vida. Esto, sin embargo, sacrifica la santidad de Dios

a su amor, lo cual nunca hace la Escritura. El amor no mata al criminal, pero la justicia sí

lo hace. Decir, por lo tanto, que no hay infierno eterno porque Dios es un Dios de amor

es olvidar dos cosas a lo menos: que él es más básicamente un Dios de santidad; y que el

Dios santo es justo al igual que amante. Cuando se peca en contra de la santidad infinita

y se rechaza la gracia, la justicia decreta castigo que es eterno.

Otro argumento teológico que seguido se presenta en contra del infierno eterno es

25
que es irracional o ilógico. Esto es, no es razonable imponer el castigo eterno por el

pecado temporal. Sin embargo, lo que es razonable no es un interés especial de la

Escritura. Que uno puede desobedecer a Dios por décadas y ser perdonados en un

instante no es razonable. La ley del karma del budismo es razonable: todos los hechos,

buenos y malos, funcionan su justa recompensa moral. El perdón de los pecados no es

razonable, como muchos otros entendimientos cristianos tampoco lo son: respuestas a las

oraciones, la eficacia de los sacramentos, la concepción virginal de Cristo, su encarnación,

su resurrección física, nuestra esperada resurrección, los ángeles y los demonios, etc.

El cielo. Aquellos que han muerto en un estado redimido y aquellos que estén

viviendo una vida redimida al tiempo de la Segunda Venida gozarán el gozo

eternalmente en el cielo.

1. Cómo será. Excepto por Apocalipsis, la Escritura nos dice poco sobre el cielo, y

muchas de sus descripciones deben entenderse simbólicamente. En Ap 21:10-27, las

Adoce puertas@, Acon doce ángel en las puertas@ (v. 12), pudiera significar que la gente

entrará desde muchas direcciones y trasfondos; el Amuro@ (v. 14) pudiera significar que

no todos serán admitidos. El que es una Aciudad de oro puro@ (v. 18) pudiera significar

que será un lugar de rara belleza. No tendrá templo, Aporque el Señor Dios

Todopoderoso es su templo, y el Cordero @ (v. 22); y no tendrá o necesitará un Asol@ o

Aluna@, y Aallí no habrá noche@, porque Ala gloria de Dios la ilumina@ (vv. 23-25). El

hecho que está en la forma de un cubo (v. 16) pudiera ser una manera simbólica de decir

que será un lugar perfecto.

2. Actividades en el cielo. La Escritura enseña claramente que en el cielo estaremos

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involucrados en numerosas actividades Cactividades que exigirán nuestras facultades

más altas en maneras crecientemente aumentadas, sin lugar a dudas. Por un lado,

habrá ministerios gubernamentales. Los Aespíritus de los justos hechos perfectos@ (Heb

12:23) ocuparán la Aciudad del Dios vivo@ (v. 22), y la gente asistirá en gobernar la

totalidad. Como Jesús enseñó, el buen siervo, que ha sido Afiel en lo poco@ sobre la

tierra, tendrá Aautoridad sobre diez ciudades@ en el cielo (Lucas 19:17). Al siervo a

quien se le había dado cinco talentos y que había Aganado cinco más@ se le dice: ABien,

buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de

tu señor@ (Mt 25:20-

21). Quizás nuevos cantos deben escribirse y cantarse en el cielo (Ap 5:9). Los

Aredimidos de la tierra@, también, aprenderán un Acántico nuevo@ (14:3). Así que,

mientras los redimidos continuamente adoran a Dios en el cielo, quizás ellos adorarán

en parte con actividades como estas.

3. Grados de recompensas. Aunque la justificación es por fe y no por buenas obras,

hay grados de recompensa en el cielo basados en nuestra lista de servicio. Esta es una

enseñanza clara de la Escritura. Todos, en aquel día, serán juzgados Apor las cosas que

están escritas en los libros@ (Ap 20:12). Jesús dijo: A(Vengo pronto!, y mi galardón

conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra@ (22:12).

Sobre estas recompensas, unas cuantas observaciones se necesitan hacer. Una es

que sin lugar a dudas nosotros estaremos alegres con cualquier recompensa que

recibamos, y la recompensa encajará peculiarmente a nosotros, adaptadas a nuestra

felicidad más intensa. Otra es que las recompensas pudieran no conformarse a nuestras

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expectativas. Por ejemplo, aquellas dos mujeres que oraron para que D. L. Moody

pudiera venir a la Gran Bretaña para evangelizar, pudieran recibir mucha recompensa

por la obra de esa campaña como también Moody. De nuevo, las recompensas pudieran

estar basadas en parte en nuestra capacidad de recibirlas, y también sobre lo que

hicimos a la luz de nuestras oportunidades.

Nuestra redención será tan completa, y el cielo tan lleno de amor, que los grados

de recompensas no serán una ocasión para la envidia.

El adagio ANo te lo puedes llevar contigo@ es correcto cuando se relaciona a las

posesiones terrenales. Evidentemente, a causa de la clara provisión de las recompensas

en el cielo, y porque reyes Cy se presume de otrosC traen sus honores a ella, seremos

capaces de llevar con nosotros varios tipos de records de servicio.

Las Ultimas Cosas como la Ultima Palabra

Se requiere que sobre un número de asuntos escatológicos los creyentes caminen

por fe, porque no existe enseñanza clara en la Escritura sobre ellos. Sin embargo, la

Escritura es clara sobre el asunto de la última palabra. Es clara en enseñar que el eschaton

ha aparecido y que el eschaton, las últimas cosas, es en lo principal Cristo, quien en sí

mismo es las últimas cosas y la última palabra que se nos hablará por el Dios creativo,

redentivo y que habla.

En los tiempos del Antiguo Testamento el Atodavía no@ estaba siempre en el aire.

Los videntes de aquellos tiempos levantaron sus cansados ojos a la aurora de un día

especial, cuando un río de redención siempre ampliándose y profundizándose fluiría del

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Templo (vea Ezequiel 47) para refrescar, volver a llenar, y redimir a los que responden en

todas las naciones.

Finalmente, entonces, en la plenitud del tiempo, en nuestra Ahora más fina@,

sucedió Calgo que dividió todo nuestro recordado pasado en a. C. y d. C. El eschaton, las

últimas cosas como la última palabra, había aparecido y había hablado, y nosotros le

llamados Cristo CJesús el Cristo.

Al presente anticipamos la segunda venida de Cristo, y anticipamos cualquier cosa

que nuestro buen Dios en todo su poder y en toda su amante amabilidad pudiera

derramar sobre aquellos justos a través de Cristo. Pero en este lado de Belén y el Calvario

y la tumba vacía y la Ascensión, y en el tiempo de su intercesión por nosotros a la diestra

del Padre, la Iglesia no espera ninguna palabra nueva de Dios. La última palabra fue

dicha por Cristo Cy a través de los Evangelios que narran los eventos salvíficos de Cristo,

a través de Hechos que cuenta de la predicación primitiva de Cristo, y a través de las

Epístolas que interpretan el significado de todas estas cosas. Los cultos que se aberran

pueden reclamar nuevas revelaciones, pero los cristianos saben que la última palabra fue

dicha cuando la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros y murió por nosotros y fue

levantado por la fuerza poderosa del Padre Cy cuando los apóstoles y otros testigos

oculares de aquellos eventos fueron inspirados por el Espíritu para escribir las Escrituras

del Nuevo Testamento, añadiendolas a la palabra de Dios en el Antiguo Testamento.

)Las últimas cosas? Sí, con sus seguridades e inseguridades. )La última palabra?

Como la

pongas, sí. Y eso es todo.

29
Notas

1 Oscar Cullmann, Inmortality, ed. T. Penelhum (Belmont, Calif.: Wadsworth

Publishing Co., 1973), 60.

2 Ibid., 62.

3 Donald Bloesch escribió: AAparte de la inerrancia bíblica ninguna doctrina ha

causado una división más grande en el cristianismo evangélico en el día presente que la

del milenio @. Essentials of Evangelical Theology (Nueva York: Harper and Row, 1979),

1:189.

4 Para una explicación sostenida por figuras significativas de la tradición

metodista, especialmente en el Movimiento de Santidad Americano del siglo XIX, vea a

Donald W. Dayton, Theological Roots of Pentecostalism (Grand Rapids: Francis Asbury

Press of Zondervan Publishing House, 1987), 143ss.

5 Loraine Boettner, The Millennium (Philadelphia: Presbyterian and Reformed

Publishing Co., 1958), 38.

6 Sobre el punto de vista que esto no se refiere a los mártires muertos, sino a todos

los creyentes que han muerto y a su resurrección física, tienes dos resurrecciones. Una

interpretación de este tipo sería válida posiblemente, basado sólo en el pasaje de Ap

20:1-

7. Sin embargo, el intérprete tendrá problemas con el resto de los pasajes de la Biblia que

se refieren a nuestra resurrección física Cque no hace distinción entre la resurrección de

los justos y la de los malos.

7 Ralph Thompson dice: AAunque Juan Wesley no enfatizó el posmilenialismo, sus

escritos revelan que tendía a pensar consistentemente con ese cuadro de referencia@.

30
(AEschatology,@ en A Contemporary Wesleyan Theology, ed. Charles W. Carter [Grand
Rapids:
Francis Asbury Press, 1983], 2:1119.)

8 Para un estudio sobre el punto de vista de Wesley, vea a Leon Hynson, AThe

Kingdom of God in the Theology of John Wesley@, WTJ, nos. 1-2 (Spring-Fall 1988):46.

9 Arias, quien sugiere que Wesley no creía con Agustín que el Reino llega a ser la

Iglesia, sostiene la idea que la doctrina de Wesley de la gracia preveniente pudiera ser su

reino de Dios Cese tipo de gracia que es mucho más amplia que la Iglesia, de la manera

que el reino de Dios lo es. Vea a Mortimer Arias, AThe Kingdom of God@, WTJ 23, nos. 1-

2 (Spring-Fall 1988):33

10 Adam Clarke, Clarke=s Commentary (Nashville: Abingdon-Cokesbury Press), 6:1054.

11 ALos últimos días están a la puerta, y creo que el mundo no durará otros cien

años@. Citado en Hugh Thompson Kerr, Jr., ed., A Compend of Luther=s Theology

(Philadelphia: Westminster Press, 1943), 245.

12 Sucede una cosa extraña en el contexto de este pasaje. El pasaje pudiera referirse

a la caída de Jerusalén, lo cual sucedió en el 70 d. C., ya que Jesús dice que Ano pasará

esta generación hasta que todo esto acontezca@ (Mt 24:34). Ese evento en realidad fue Ael

fin del siglo@ (v. 3), porque el Templo entonces fue destruido, y fue el fin de cientos de

años de ceremonialismo del Templo. En realidad, el Ano quedará aquí piedra sobre

piedra@ (v. 2) de Jesús parece referirse a la caída de Jerusalén Cdescrita por Josefo, quien

estaba presente durante el sitio romano, como una destrucción completa.

13 Frederick Copleston, S.J., Augustine to Scotus, vol. 2 de A History of Philosophy

31
(Londres: Search Press, 1976), 116.

32

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