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LA CORUÑA ROMANA
Y ALTOMEDIEVJIJ
SIGLOS 1 - XII
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José M4 Bello Diéguez
LA CORUÑA ROMANA
Y ALTOMEDIEVAL
SIGLOS 1 - XII
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104
Edición conjunta de
VÍA LÁCTEA EDITORIAL y
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.. Ayuntamiento de
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LOS PRIMEROS CONTACTOS incorrecto sería obviar estos datos por encajar
mal con los esquemas que habitualmente veni-
En los últimos siglos anteriores a nuestra era el te- mos manejando. Sirven, sobre todo, de nuevo re-
rritorio coruñés formó parte del mundo castreño, cordatorio de la fragilidad de nuestras conclusio-
COfl poblados en Nostián, Elviña y probablemente nes y de aviso a los navegantes para extremar el
la zona Los Cas- cuidado a la bús-
tros-Castrillón; queda de nuevos
más dudosa re- datos en futuras
sulta la existencia investigaciones.
de un Brigan- Más eviden-
tium prerromano cias tenemos pa-
asentado en el ra momentos al-
actual núcleo ur- go posteriores,
bano. entre los siglos II
De los tem- y 1 a.C., que nos
pranos contactos señalan un pro-
de este territorio gresivo incre
Borde de Cerámicas
cerámica con el mundo del Sur peninsular pueden ser tes- mento de los contactos marítimos, ahora ya con campanien-
púnica
aparecido al
timonio los fragmentos de ánforas grecoitálicas y el mundo romano, al tiempo que parecen indicar ses halladas
en la calle
pie de la púnicas recogidos durante el dragado del Muelle con claridad el comienzo de la actividad en lo Alfonso IX y
Torre de en la plaza
Hércules. del Centenario. Asimismo presenta características que posteriormente será el núcleo urbano coru- Cánovas
púnicas un fragmento de borde de plato con de- ñés. Estos nuevos datos los proporcionan unas Lacruz.
coración rojo vinoso hallado por Monteagudo al producciones cerámicas de la Campania italiana
pie de la Torre de Hércules en el año 1945. Se- [cerámicas campanienses] que, nacidas hacia el
gún opinión del profesor H. Schubart [com. siglo y a. de C. como imitaciones de las cerámi-
pers.] puede tratarse de una producción propia cas griegas, pronto adquirirán su personalidad
del área de Cádiz, situable con todas las reservas propia y dominarán el mercado con sus vasos y
hacia el siglo III antes de Cristo. Esta pieza, única platos barnizados en negro hasta mediados del
hasta el momento en el territorio coruñés, abre siglo 1 antes de Cristo.
vías a la investigación más que resuelve proble- Cerámicas campanienses han aparecido en
mas. Estamos nuevamente en que un grano no Elviña pero también, lo que para nosotros tiene
hace granero, y tan arriesgado sería afirmar ba- ahora mayor interés, en el área de la Ciudad Vie-
sándonos en tan escasa evidencia la existencia ja hasta ahora vacía; en concreto, conocemos
de unos contactos comerciales regulares, incluso campanienses procedentes de la calle Alfonso IX
con algún tipo de asentamiento foráneo, como en las proximidades del Gobierno Militar
. .1 - 1* 1
-
[recogidas durante una obra por S. Correa] y de zona de La Coruña se rindiesen sin más por el
la plaza Cánovas Lacruz frente a La Solana [exca- estruendo de las naves de César. Más bien se
vación de X.L. Vázquez]. En este último caso, las puede suponer que su presencia no tuvo un ca-
campanienses estaban acompañadas por frag- rácter bélico, sino que se integró en los contac-
mentos de ánforas tipo Dressel 1, recipientes uti- tos que ya venían siendo habituales, quizá inclu-
lizados para el transporte de vino procedente de so con la fundación de un pequeño asentamien-
Italia durante el siglo 1 a. de C., de los que tam- to colonial. El relato de la rendición es explica-
bién han aparecido ejemplares en las faenas de ble como propaganda política y como una justifi-
dragado del puerto; todo ello hace sospechar cación de César ante los que financiaron una
que en dicho siglo podía haber ya en el núcleo aventura pretendidamente militar que se salda
urbano de La Coruña, concretamente en la Ciu- sin una sola baja.
dad Vieja, un pequeño asentamiento romano de En cualquier caso, los restos romanos halla-
nueva planta destinado a servir de base de las dos en La Coruña se incrementan a partir de me-
comunicaciones marítimas con el Noroeste pe- diados del siglo 1 antes de Cristo, lo que indica
ninsular en un momento en que este territorio una intensificación del tráfico marítimo a partir
estaba comenzando a ser conocido. de la época de la visita de César.
También se conocen cerámicas campanien-
ses de las proximidades de la Torre de Hércules,
lo que llama la atención, junto con la cerámica EL MITO DE LAS GUERRAS CÁNTABRAS
meridional a la que ya hemos hecho referencia,
hacia la posibilidad de que el enclave en que Si desde la época de César puede haber entrado
hoy se alza el monumento haya podido ser utili- Galicia en la órbita comercial y militar romana, el 4
zado como lugar de vigilancia o señalización dominio efectivo del territorio por parte de Ro-
mucho antes de la construcción del faro que co- ma parece haberse realizado al compás de las 1
nocemos. Quizá, si la suerte acompaña, las exca- Guerras Cántabras, que tuvieron lugar oficial-
vaciones que en este momento se realizan pue- mente entre el 26 y el 24 antes de Cristo [si bien 1
dan aportar alguna precisión en ese sentido. la existencia de numerosas revueltas entre los
En este contexto de relaciones marítimas ca- pueblos del Norte de la Península las prolongó 1
be interpretar el viaje de César en el año 61 a. de de hecho hasta el 19 a.C.] y en cuya primera fase
C., al que hemos hecho referencia en el volumen participó el propio Octavio Augusto.
anterior, como una búsqueda tanto de botín, en La historiografía gallega tradicional ha venido
un momento en el que sus deudas ascendían a considerando que los Galaicos estuvieron en es-
cuantiosas sumas, como del prestigio de explo- tas guerras al lado de Cántabros y Astures frente
rar y rentabilizar las tierras del Norte peninsular.. a Roma, hasta el punto de convertir la batalla del
No es fácilmente creíble que los habitantes de la Monte Medulio, al que se situaba en las proximi- 4
12 LA CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDIEVAL
13
dades de Tuy, en un episodio nacional de lucha
En este marco, cabe la posibilidad de que el
por la libertad de la Galicia castreña.
puerto coruñés haya jugado un papel como fonde-
Hoy todo esto está en duda. Dejando aparte
adero de la flota romana que hostigó a cántabros y
la proyección al pasado de legítimas opciones
astures desde el mar mientras el ejército avanzaba
políticas del presente, se debe reconocer que las por el interior. La moneda de Publio Carisio, legado
fuentes clásicas de Augusto en la
no citan para na- Lusitania y co-
da al pueblo ga- mandante del
llego de enton- ejército occiden-
ces, que del tal, que parece
Monte Medulio
haber sido encon-
se desconoce la trada al pie de la
ubicación [hoy se Torre de Hércules
tiende a situarlo
en 1945, podría
en el Bierzo, en
corresponder a
territorio astur, ese hecho, al
como mucho en
Moneda con tiempo que re-
la represen- los límites con el galaicol, y que la abundante fuerza la posibilidad, ya comentada, de que la pe- Quinado de
tación de la
presencia en Galicia de monedas con la repre- P. Carisio de
caetra. nínsula de la Torre hubiese servido de lugar de se- las proximi-
sentación de la caetra [pequeño escudo redondo ñalización naval desde épocas anteriores a la cons-
dades de la
Torre de
utilizado por las poblaciones indígenas], sin duda Hércules.
trucción del faro que hoy se conserva.
acuñadas en territorio galaico —probablemente
Lo fundamental de las guerras Cántabras para
en Lugo— durante las guerras cántabras, hace
Galicia es que, tras su conclusión, se verificó la
pensar en la temprana adopción de costumbres
definitiva integración del territorio gallego en el
romanas en un marco de buena relación que ve-
espacio romano. La fundación por parte del pro-
nía fraguándose progresivamente a partir de los
pio Augusto de las ciudades que pronto van a ser
contactos marítimos. capitales de conventos jurídicos [Lucus Augusti
Más bien parece que las poblaciones castre- —Lugo— y Bracara Augusta —Braga--], el esta-
ñas, fundamentalmente las del área costera, antes
blecimiento de unidades militares que desde
que enfrentarse con el poder de Roma pudieron
época flavia serán dependientes de la Legio VII
haber actuado parcialmente como base occiden- Gemina [con sede en León, a la que da su nom-
tal para los ejércitos romanos durante la guerra,
bre] en el territorio gallego, la consolidación de
sin que esto quiera negar la existencia de episo-
las comunicaciones y transportes tanto por tierra
dios bélicos aislados en cualquier caso no gene-
[con el trazado de vías que unen los centros neu-
ralizables.
rálgicos del país] como por mar [y en este aspec-
14 LA CORUÑA ROMANA Y P.LTOMEDIEVAL
Al tratar el territorio de Galicia, Ptolomeo cita, el sustantivo apoç. Sin embargo, a esto se opo-
con sus coordenadas, "En el gran puerto de los ne además del cambio de categoría gramatical, el
galaicos lucenses, Flavium Brigantium". Esta cita, número relativamente grande de letras que no
bien conocida, ha dado lugar a numerosos inten- coinciden y el que el griego tupoç no se utiliza-
tos de reducción del Flavium Brigantium a locali- ba en la época clásica como nombre común, y
dades actuales, menos, naturalmente, como adjetivo, lo que ten-
dividiéndose los dría que ser para calificar al sustantivo Bpiyuv—
autores entre los tLov" [1947: 6411. Partiendo de la inexistencia del
partidarios de si- Flavium, Monteagudo se queda con la lectura
tuarlo en Betan- Fravium e intenta situarlo en la actual aldea de
zos y los que op- Bravío.
tan por la actual Abandonamos voluntariamente los problemas
Coruña. Volvere- que plantea este último y peculiar intento de re-
mos luego sobre ducción, por otra parte no aceptado por la crítica
este asunto. Ev. Barreiro 1986:401, y seguimos con lo que está-
Lo que en es- bamos. Coincidimos plenamente con Monteagudo
tos momentos nos a la hora de dudar que en origen existiese el Fla-
Hispania
según interesa más que la localización del Brigantium vium comunmente admitido, y a sus sólidos argu-
Ptolomeo
[mapa de es el calificativo de Flavium, aceptado por casi mentos añadimos algunas consideraciones más
1552]. todos los autores, que lo explican como un acto que, por sí solas y una a una, no tendrían valor
de agradecimiento a Vespasiano por haber con- probatorio, pero que pueden reforzar los argu-
cedido el estatuto municipal a la ciudad. Tendría- mentos ya vistos. No deja de ser curioso que la de
mos, pues, en Coruña [o en Betanzos] un munici- Ptolomeo sea la única referencia al Flavium Bri-
pio de época flavia. gantium; en ninguna de las fuentes posteriores
La única voz discordante que conocemos es vuelve a aparecer el Flavium, citándose simple-
la de Luis Monteagudo, autor por otra parte del mente Brigantium o Brigantia; sin embargo, otras
estudio más riguroso de la obra de Ptolomeo re- ciudades conservan el apelativo, como Interaco-
ferida a Galicia, objeto de su tesis doctoral. Sos- nium Flavium citado en el Itinerario de Antonino.
pecha Monteagudo que en el original ptolemaico Tampoco el Flavium dejó huellas en la toponimia
no debería figirar tal Flavium, pues "es curioso posterior [del Brigantium se conserva el recuerdo
que ninguno de los códices atestigüen la palabra en el nombre de Bergantiños = Brigantinos],
cNuoutov [Flavium], sino que la mayoría tienen mientras en otros lugares sí lo hace, como en Iria
paoviov [Fravium], uno 'Ipaaiov y varios Flavia o Chaves [de Aquae Flaviael. Es también
paouiov, lo cual pudiera explicarse suponien- extraño el orden en que aparecen las palabras
do que detrás del adjetivo <I>pctovLov se esconde Flavium Brigantium, pues el adjetivo imperial
20 L4 CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDIEVAL 21
suele ir como cognomen, en segundo lugar, como sibilidad de que detrás de las distintas formas en
en Beigidum Flavium, Iria Flavia, Aqucse Flamae, que la misteriosa palabra aparece en los códices
Interamnium Flavium, Gaiica Flavia o Arae Fla- estuviese el griego tapoç [farol, en parte dándole
viae esto es así hasta el punto que son numerosos la vuelta a los argumentos que él mismo emplea. Si
los autores actuales que, al referirse a nuestro ca- es verdad que <Dapo9 no se empleaba en griego
so, emplean el como sustantivo, también lo es que sí se empleaba
nombre Brigan- en latín Pharos, femenino con acusativo en Pha-
tium Flavium, rum. Ptolomeo no conoció la Península directa-
que sería lo co- mente, y menos todavía el territorio gallego, un fi-
rrecto, pero que nisterre lejano y difuso; se nutrió, para su obra, de
no es lo que dice textos anteriores y de noticias e informaciones de
Ptolomeo [es ver- navegantes. ¿Puede caber la posibilidad de que
dad que existen una noticia, posiblemente llegada a través de terce-
dos casos más en ras personas, de un Pharum Brigantium, se trans-
Ptolomeo y en forme al llegar a Ptolomeo [o a través de los nume-
Galicia en que el rosos copistas posteriores] en un Frauium Brigan-
orden es inverso: tium? Quizá no sea tan descabellado si tenemos en
Mapa de
Galicia (de Flavia Lambrisy Flavionavia; pero curiosamente' cuenta que la palabra Faro no se usaba en griego y
1600]
se trata de dos ciudades que aún no han sido loca- que quizá el faro estuviese recién construido y fue-
basado en
Ptolomeo. lizadas hoy, a pesar de que por el Flavio debieron se aún poco conocido.
haber sido importantes, lo cual es más que sospe- La corrupción es posible, y más todavía du-
choso, y además sus nombres corresponden a ríos rante el proceso de copias medievales. Porque el
en ambos casos, el Lambre y el Navia; simplemen- asunto es complicado: Ptolomeo recibe nombres
te apuntamos la posibilidad de una confusión, en latín, los traduce o transcribe al griego, es co-
desde el propio Ptolomeo, de fluvium por fla- piado en manuscritos en su tiempo, luego en el
vium]. mundo bizantino, luego por monjes medieva-
Por todo ello creemos que se debe poner les... De ahí "lo intrincado y resbaladizo del pro-
cuando menos en duda la existencia del Flavium blema, dado el gran número de variantes que
aplicado a Brigantium, y con él todas las conclu- presentan tanto los nombres geográficos como
siones históricas que de él se derivaban, como la las cifras que los fijan, en códices y ediciones"
categoría de municipio, que debe quedar en sus- [Monteagudo 1947:6101.
penso hasta que algún testimonio epigráfico nos Si fuese admisible considerar el Brigantium
permita mayores precisiones. como un genitivo plural de la tercera declina-
Pero puestos a considerar hipótesis, creemos ción, en lugar de como un nominativo o acusati-
que Monteagudo rechazó demasiado pronto la po- vo de la segunda, el posible Pharum Brigantium
22 L4 CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDIEVAL 23
adquiriría un nuevo sentido, al ser traducible co- rum Brigantium, tendríamos ahí la primera cita
mo "Faro de los Brigantes". de la actual Torre de Hércules, lo que sería cohe-
Puede ser que en territorio ártabro existiese rente con el momento que habitualmente se su-
algún grupo diferenciado conocido con el nom- pone para su construcción, en el tránsito de los
bre de Brigantinos —como postula Monteagudo siglos 1-II d.c.
[1947]— o Brigantes —como quiere C. Torres Y, por otra parte, sería también col- rente con
[1982]—. Puede ser, pero no sabemos si es: los el hecho de que, cuando Roma desaparezca, el
tales Brigantes o Brigantinos no aparecen en nin- único nombre que permanecerá hasta el siglo XII
guna de las fuentes textuales ni epigráficas, por es el de Faro Bregancio, que finalmente se sim-
lo que no pasan de ser una especulación, quizás plificará en Faro. Pero esto, más adelante.
acertada.
Los Brigantes que conocemos con seguridad
están en Inglaterra, ocupando la región al Sur del El Itinerario de Antonino
Muro de Antonino, entre el estuario de Humber al
E y el río Mersey al W, con capital en Eboracum Otra de las fuentes textuales de interés es el Itine-
[actual York]. En conflicto con Roma cuando me- rarium provinciarum Antonini Augusti, llamado
nos desde el 50 d.C., son un quebradero de cabe- más frecuentemente Itinerario de Antonino. Se
za para el Imperio hasta su derrota definitiva a trata de una relación de mansiones [estableci-
manos de Antonino Pío a mediados del siglo II mientos de descanso en medio de una calzada,
d.c. Los Brigantes son el problema de Britannia, en los que el viajero podía comer y pernoctar tras
esa Britania en cuya ruta se alza, como luego vere- una jornada de viaje] acompañadas de las distan-
mos, el altissimam pharum sirviendo de atalaya y cias que las separan, a través de diversas rutas
señal, tal como cuenta Orosio. que cubren la totalidad del Imperio Romano; no
¿Puede venir todo de ahí? Un faro que se cons- figuran, ni mucho menos, la totalidad de las vías
truye para señalar el punto de recalada de las naves existentes, sino una selección realizada con crite-
que hacen la ruta de Inglaterra, las que llevan mate- rios que nos resultan desconocidos. No están cla-
rias y hombres al país de los Brigantes, el Faro de ros tampoco ni el autor, ni el momento, ni la fina-
los Brigantes. ¿Puede haber dado su nombre el faro lidad de su redacción, habiéndose sugerido mu-
a la ciudad? Brigantium, como hemos visto, era un chas respuestas parcialmente contradictorias. Las
nombre familiar en el mundo romano, y más aún a que hoy parecen obtener más consenso entre los
los legionarios y tropas auxiliares, acostumbradas a investigadores pasan por considerar una redac-
desplazarse desde las fronteras del Rhin y el Danu- ción privada, hecha en los primeros años de Dio-
bio a las de Siria o Mauritania. cleciano [ca. 285 d.C.] aunque refundida en el s.
De ser correcta la hipótesis de que el Flavium IV, con una finalidad de tipo práctico, posible-
Brigantium de Ptolomeo era en realidad un Pha- mente comercial; se rechazan así las hipótesis tra-
,-.- y.—v VV
24 LA CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDIEVAL 25
dicionales que consideraban que el Itinerario era Como ya hemos apuntado al comentar a Pto-
una publicación oficial que recogía de forma sis- lomeo, los autores se han dividido a la hora de
temática la red de calzadas del Imperio, con obje- reducir el Brigantium a Betanzos o a La Coruña.
tivos fiscales, militares, de obras públicas o de co- Mientras el texto de Orosio que liga Brigantium
rreo, redactada a comienzos del siglo III por or- al faro romano de la Torre de Hércules, y que
den de Caracalla [Roldán 1975:20 ss.]. Pero nada veremos más
está perfectamente demostrado. abajo, es el prin-
Se conoce el Itinerario a través de veinte ma- cipal argumento
nuscritos de distintas épocas, lo que conlleva las para postular la
inevitables discrepancias tanto en el nombre de identificación
las mansiones como en los números que señalan con La Coruña,
las distancias, producto de interpolaciones y las distancias
errores en las sucesivas transcripciones y copias. que figuran en el
Con todo, la comparación crítica entre ellos así Itinerario son el
como con otras fuentes ha logrado una síntesis mayor respaldo
de un apreciable grado de exactitud. de los partida-
Para Galicia se señalan tres vías, la XVIII, que rios de Betanzos. Vías
unía Braga con Astorga; la XIX, que unía Braga Las distancias vienen medidas en millas [m.p. romanas de
Galicia [de
con Lugo por el interior, y la XX, que unía Braga = millia passuum], para las que se considera un Roldán].
con Lugo por la costa. Es esta última, la vía XX valor actual de 1.480 metros por milla, o en sta-
llamada per loca maritima, la que presenta para dia, con un valor de 1/8 milla por estadio. Entre
nosotros un interés particular por cuanto una de Luco Augusti [Lugol y Brigantium hay 35 millas
sus mansiones recibe el nombre de Brigantium. /XVIII+XVIIJ, equivalentes a 51,8 Km., cantidad
El texto es el siguiente: muy inferior a la distancia real entre La Coruña y
Lugo, que viene siendo hoy de casi el doble.
ítem per loca marítima a Bracara Asturicam us- Dejemos en claro antes de seguir que, al
que: margen de las dudas que pueda plantear la
Aquis Celenis m.p. CLXV identificación con Coruña, lo que parece hoy
Vico Spacorum stadia CXCV fuera de dudas es que Brigantium no es Betan-
Ad Duos Pontes stadia CL zos, dado que no hay argumento alguno que
Glandimiro stadia CLXXX permita defender esta postura: el paso del nom-
Atricondo M.P. XXII bre romano al actual es filológicamente inviable,
Brigantium M.P. XXX las distancias del Itinerario tampoco coinciden,
Caranico m.p. XVIII y no se conocen restos arqueológicos que per-
LucoAugusti m.p. XVII mitan suponer una población romana de cierta
26 LA CORUÑA ROMANA y ALTOMEDIEVAL 27
finitiva Ea la que puede corresponder la actuali- ria, etc. pone de relieve el gran dinamismo cultu-
zación nunc luliobriga, "ahora en lulióbriga"] ral de la Gallaecia de los siglos 1V-y, se configura
del capítulo XLII parece realizarse muy a finales como el primer ejemplo de historia universal de
del siglo IV. Ambas fuentes coinciden en señalar fundamento teológico cristiano providencialista
el fin del siglo IV para el abandono de Cidadela [López Pereira 1989 y 19931.
por parte de la Cohors 1 En su descripción de las partes de Hispania,
Celtiberorum; probable- Orosio dice lo siguiente al referirse al cuadrante
mente haya que vincular noroccidental:
este movimiento de tro-
pas con los trastornos de Secundus angulus circium intendit, ubi Brigan-
fin de siglo inmediata- tia Gallaetiae ciuitas sita altissimam pharum et
mente anteriores a la defi- inter pauca memorandi operis ad speculam Bri-
nitiva invasión de los pue- tanniae erigit.[Orosio 1,2,71-721.
blos germanos que dará
al traste con el Imperio [El segundo ángulo [de Hispania] está orientado
Romano a principios del hacia el cierzo, donde la ciudad galaica de Brigan-
siglo Vd.C. tia eleva como atalaya de Britania su faro altísimo y
digno de mención entre muy pocas cosas].
distancia. Proviene de la confusión de specula tija con su vecina Britania. El "mirar" la una hacia
[=atalaya] por speculum [=espejo], tal como seña- la otra —que se entendió por "verse"— y la ho-
ló ya Florián de Ocampo en épocas tan tempra- mofonía de sus nombres —Hiberia, Hibernia—
nas como el siglo XVI. acortaron distancias entre ellas y establecieron
La misma confusión, junto con las referencias vínculos eponímicos y genealógicos entre sus
que Orosio hace de que gentes y lugares, en la mejor tradición del méto-
la isla de Irlanda mira ha- do etimológico isidoriano" LMoralejo 1992:1661.
QRiENTkí L.j DE LA TDN1E DE I4EE
VLESF\?L Ai''LA ENTRADA DEL% cia Brigantia [Hibernia ín- Téngase en cuenta que Orosio fue uno de los au-
EKT.' )E Lt CcBVN
sula inter Britanniam et tores más influyentes en el pensamiento europeo
Hispaniam sita ... huius medieval; baste como prueba el hecho de que se
partes priores intentae conserven más de 300 manuscritos de sus obras
Cantabrico oceano Bri- y de que haya sido traducido al anglosajón y al
gantiam Gallaeciae civi- írabe en fechas tan tempranas como los siglos IX
tatem], mal entendidas y X [López Pereira 1992:4171.
como que la ve, se super-
ponen al esquema irlan-
dés de relatos de viajes La crónica del cruzado Osborne y el puerto ro-
místicos por mar [Alonso mano
19911 para fraguar la le-
yenda de lib y Breogán El último de los textos no procede de época ro-
La Torre de inana sino plenamente medieval. Se trata de la
Hércules en recogida en el Lebor Gabala Erenn o Libro de las
época
invasiones, tal como señala en un magnífico artí- crónica, en forma epistolar, de los cruzados in-
romana,
según culo el Prof. Serafín Moralejo: "Si la trama básica gleses que tomaron Lisboa en 1147. Aunque el
Comide.
de la revelación de una isla desconocida y del asunto central del texto no es ahora de nuestro
viaje hacia ella es genuinamente irlandesa, su interés, al describir una de las etapas del viaje se
instrumentación en la leyenda de Ith es de inspi- refiere a la existencia en Faro [La Coruña] de un
ración hispánica y hasta galaica; no sólo porque puente de piedra de veinticuatro arcos que se in-
lo sea la torre brigantina, sino porque lo es la troducía en el mar que, según el estudio del pro-
fuente —Orosio— a través de la cual se la cono- fesor Alberto Balil [1980], pudiera tratarse de los
cía. En efecto, los estudios de A.G. Van Hamel y restos del antiguo puerto romano, todavía visi-
de R. Baumgarten han puesto de manifiesto lo bles en época medieval:
mucho que debe esta leyenda a la interpretación,
tan literal como imaginativa, de ciertos pasajes de Hinc iterum navi,gantes devenimus Ortigiam.
Orosio e Isidoro acerca de la posición correlativa Exin ad turrem Faris, quae ohm a Julio Caesare
de Hispania, con Brigantia por vértice, e Hiber- constructa admirandi operis ut ibidem redditus
* 0 1' 4 4 y lo
34 LA CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDIEVAL
35
et causae interminabiles totius Britanníae et Hy- de cantería sobre las cuales se tendían platafor-
berniae et Hyspaniae quasi in meditullio com- mas de madera". Ejemplos abundantes existen en
mearent. Est enim adeó sita inter meridionalem el mundo romano, tanto de muelles formados
et occidentalem plagam ut prima sit littoris ap- por una plataforma construida sobre troncos o
pulsio recto tramite a Britannia venientium. Ibi vigas que se hincan en el fondo, como de mue-
veró Pons lapideus ex multis arcubus ostenditur, lles de pilae descritos por Vitrubio y existentes
in mare protensus, ex quibus XXIIIJ0r arcus en los puertos de Puteoli, Mesmo y tal vez Ale-
quae ante biennium non apparuerant jam ap- jandría, con representaciones plásticas de época
b parent. en pinturas, mosaicos, vidrios y lucernas.
En la actualidad no conocemos restos del
[Desde aquí de nuevo llegamos a Ortigiam. De puerto romano coruñés; es muy posible que, de
allí a la torre de Faro, la cual en otro tiempo fue haber existido, se encuentre hoy bajo las instala-
construída por Julio César como obra digna de ciones de La Solana.
ser admirada, para que allí mismo, casi en medio, Y también es cierto que la crónica de Osbor-
acudiesen todos los tributos y las interminables ne no puede tomarse al pie de la letra en muchos
causas judiales de Bretaña, Hibernia e Hispa- de sus detalles, en los que se mezclan temas to-
nia. Está situada en efecto entre la región meri- mados de la mitología y de la erudición libresca
dional y occidental, de modo que es la primera con observaciones de la realidad. Pero, como
costa a la que arriban los que vienen en línea afirma Balil[1980:170], "la descripción de Osborn
recta desde Britania. En verdad allí se extiende podrá considerarse, de nuevo, fantástica, pero no
un puente de piedra de muchos arcos, tendido cabe dudar que la construcción que describe tie-
hacia el mar, del cual los veinticuatro arcos que ne un claro equivalente en la arquitectura por-
antes del bienio no eran visibles, ahora se mues- tuaria romana".
tran].
ta finales del siglo IV con una unidad militar de estos textos de nula originalidad, y que se repi-
nombre Cobors ¡ Celtiberorum; que formó parte, ten tanto en ambientes urbanos como rurales.
directamente o más probablemente mediante un Otra situación tenemos al analizar el soporte
ramal secundario, de la via XX per loca maríti- de las inscripciones. En los tres casos se trata de
ma que unía Braga con Lugo por la costa pasan- lápidas, placas de piedra con uno o más espacios
do por Glandimiro [posiblemente Bradomil]; y rectangulares ah
que construyó, como atalaya en la ruta marítima sados y rodeados
de Britannia, un altísimo faro que a principios de molduras en
del siglo y estaba en funcionamiento. los que se graba
Para conocer más hemos de enfrentarnos con el texto; el hecho
otro tipo de fuentes, más enraizadas en la vida de que todas
cotidiana de las gentes pero de más difícil lectu- presenten la par-
ra; comenzaremos por las epigráficas, para las te posterior sin
que contamos con la reciente y completa actuali- regularizar indica
zación realizada por Pereira Menaut [1991]. Este claramente que
tipo de fuentes, en los que la ciudad de La Coru- estaban destina-
ña ha resultado pródiga, resultan de interés por das a ser empo- Lápida
cuanto al contenido del texto de la inscripción se tradas en la pared de un edificio funerario, del funeraria de
La Coruña.
que hasta ahora no se conocen restos. Pero la
añade la información suministrada por el objeto
mera deducción irrefutable de su existencia pasa-
que la porta; están, así, a caballo entre las fuentes
exclusivamente textuales y las puramente arque- da nos habla de un ambiente urbano de usos
ológicas. Dos tipos de inscripciones, de diferente propiamente romanos, muy distinto del mundo
carácter, encontramos en la ciudad: funerarias y rural galaico-romano en el que los epígrafes fu-
votivas. nerarios se graban en estelas que se hincan verti-
Las tres inscripciones funerarias coruñesas, calmente en la tierra señalando la sepultura. Es
un primer indicio de una población plenamente
datables a partir del sil d. C. y procedentes de la
zona de la Ciudad Vieja en la que fueron reutili- romanizada.
Esta impresión se refuerza al estudiar la ono-
zadas en las antiguas murallas o en pavimentos,
mástica de difuntos y dedicantes, en la que no
presentan textos muy normativizados. Suelen co-
menzar con la consagración a los Dioses Manes encontramos ni un solo nombre indígena. Al me-
nos uno de los difuntos había alcanzado la plena
[D.M.S.=Dis Manibus Sacrum], seguida del nom-
bre del difunto, su edad de fallecimiento, el nom- ciudadanía, pues emplea la tría nomina [el nom-
bre del dedicante y una despedida, muchas ve- bre completo, compuesto por praenomen, no-
ces en abreviatura [H.S.E.=Hic Situs F.M. Poca in- men y cognomen, que sólo podía ser utilizado
formación podemos extraer en consecuencia de por los ciudadanos romanos]: Gajo Arruntio Se-
38 IA CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDIEVAL 39
reno. El nombre Arruntio, al igual que el de su iuinium, actual Coimbra] Lusitano, en cumpli-
mujer Flaccinia Severa y los que figuran en las miento de una promesa". Con gran probabilidad
1 otras inscripciones funerarias [Patruinus y Ares], tenemos ahí el nombre del arquitecto que cons-
1
son muy escasos no sólo en Galicia sino en el truyó la Torre de Hércules. No se trata ya sólo
1 conjunto de la Península Ibérica, lo que apunta de un elemento foráneo muy romanizado, sino
1 a personas veni- (le un técnico altamente
1 das de fuera, en cualificado [y de verdad,
algún caso [Ares] 110 sólo de rango: ahí está
1
40 LA CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDIEVAL 41
p
42 LA CORUÑA ROMANA Y ALTOMF»IEV 43
ber actuado en impuestos o en el puerto], si bien ma parte, sólo se pueden excavar superficies de
sigue quedando firme que se había dedicado a escasas dimensiones, lo que no suele permitir
tareas de la administración imperial, y en cargos una comprensión cabal de las estructuras frag-
de importancia, tal como el mero hecho de dedi- mentarias que, en el mejor de los casos, se en-
car las estatuas permite afirmar. Hay en Brigan- cuentran. Por otra, pocas veces aparecen terrenos
tium, por tanto, oficinas administrativas de cierto tU) removidos,
rango, y tal vez una statio del portorium; pero es- pues los fenóme-
te último "tal vez" lo decimos ahora con menos ii0s propios del
seguridad. desarrollo urba-
no, con demoli-
ción de edificios,
LAS FUENTES ARQUEOLÓGICAS nuevas cimenta-
ciones —y no es
Si por las fuentes textuales hemos sabido del V.11 0 que en un
.
conocer alguno de sus nombres —que eviden- ciones de todo tipo —pozos, aguas potables, Cánovas
Lacruz [de X.
cian su alto grado de romanización así como su aguas residuales, electricidad, teléfonos—, etc., Vázquez].
procedencia exótica al menos en algunos ca- remueven el terreno dando lugar a una gran
sos— y profesiones —un arquitecto y dos escla- variedad de intrusiones e inversiones de estratos
vos y tal vez un liberto que ocupaban cargos en que convierten cada sondeo en un pequeño
la administración imperial—. Asimismo los obje- fragmento de un enorme rompecabezas casi in-
tos que sirven de soporte de las inscripciones - comprensible. Tan sólo una minuciosa excava-
lápidas funerarias, aras y pedestales de estatua— ci()n y el consiguiente registro permiten ir acumu-
nos indican la existencia de costumbres plena- lando datos parciales con los que, andando el
mente romanas en las que no es posible ver ras- tiempo, se puede pensar en reconstruir un pano-
go alguno de indigenismo. rama global.
Para poder avanzar más en el conocimiento Las fuentes arqueológicas, además, tienen un
de la antigua Brigantia no nos queda más recur- notable grado de opacidad a la hora de su inter-
so que las fuentes arqueológicas. Pero éstas tie- pretación. Tras una excavación podemos encon-
nen un carácter diferente. La actividad arqueoló- tramos con una serie de estructuras [fosos, tum-
gica, ya de por sí lenta y costosa, presenta en las bas, muros, pavimentos, etc.] y de objetos [cerá-
ciudades un panorama aún más complicado. Por micos, metálicos, líticos, orgánicos, etc.] que son
44 LA CORUÑA ROMANA Y ALTOMEOZEVAL 45
muestra directa de la actividad humana. Pero el Posteriormente otros eruditos, como Andrés
salto del objeto al hombre individual y de éste al Martínez Salazar y Angel del Castillo, recuperaron
cojunto social presenta grandes dificultades. De objetos aparecidos en diversos puntos de la ciudad
ahí que muchas veces el resultado de la investi- y su puerto, como ánforas, tégulas, monedas, lápi-
gación arqueológica se quede en un mero trata- das y las aras y pedestales de la Iglesia de Santiago.
do de "cacharrología" en el que se presentan las Fstos hallazgos,
formas de los objetos y su evolución a lo largo que con su divul-
M tiempo pero no se llega a la comprensión ni a gación en la
la interpretación de la sociedad que produjo es- prensa local crea-
tos objetos; más por las dificultades —a veces au- ron un positivo
ténticas imposibilidades salvo que concibamos la estado de opi-
arqueología como una variedad de literatura de nión en los am-
creación— que por el deseo del investigador. bientes ciudada-
Así pues, tan sólo a largo plazo pueden espe- nos menos refrac-
rarse resultados importantes de la actividad ar- larios a la cultura,
queológica urbana. En La Coruña, con todo, va- sentaron las ba-
mos teniendo ya un corpus documental que, co- ses para la poste- Inscripción
mo luego veremos, nos permite alguna aproxi- rior actuación de la Comisión Provincial de Monu- de la Torre
de Hércules,
mación a la realidad física de la ciudad y a las mentos, que reunió durante su existencia una inte- recuperada
formas de vida de sus habitantes [Bello/Vázquez resante colección que formó el fondo fundacional por Comide.
V V V lw V
46 L' CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDIEVAL 47
Set/as, tropezó una piqueta con un cacharro que arqueológica fue dado por José MI Luengo Martí-
al romperse, yació un chorro de monedas. nez en 1949, con la actuación llevada a cabo en la
Acudieron los obreros al lugar del hallazgo. En confluencia de las calles Real y Riego de Agua, en
el ángulo de una vieja pared que se trataba de des- la que se documentó la existencia de restos que
montar, aparecían los restos de una o dos ollas de hoy interpretamos como de edificaciones proba-
barro, repletas de piezas antiguas, en su mayoría blemente altoimperiales y
de cobre. Las monedas fueron distribuídas, según de una necrópolis tardo-
se dice, entre los autores del hallazgo, el dueño de rromana y tal vez altome-
la finca y algunos vecinos, y cierto número de dieval, con tumbas fabri-
ellas, con varios pedazos de la vaso o vasos que cadas con tégulas y con
las contenían, han llegado a manos de un distin- losas de piedra. Hasta ha-
guido amigo nuestro, que procede a su estudio. ce pocos años éste fue el
Parece que se trata de cerca de un millar de único punto de apoyo só-
monedas, muchas de ellas de cobre, romanas, lido para el estudio de la
de la época del Bajo Imperio. época romana en nuestra
El hallazgo es importante, pues viene a aña- ciudad.
dir un nuevo dato a los que acreditan recuerdos Lamentablemente el
de la civilización romana en la Acrópolis coru- ejemplo y las recomenda-
ñesa: unido a la aparición de las aras romanas ciones de Luengo no fue-
de la iglesia de Santiago, de la que se hallófren- ron seguidos, y se abrió Excavación
te a la cárcel, durante las obras de alcantarilla- un largo período de sistemática destrucción de de Luengo
en la calle
do, de varios molinos de mano y tégulas y de restos arqueológicos al compás de las obras ciuda- Real.
otras monedas y restos característicos de ollas y danas. En algún caso se recuperaron los restos,
ánforas, vienen a confirmarse las opiniones sus- pero sin poner los medios necesarios para su ex-
tentadas acerca de la existencia de la antigua cavación y registro con métodos adecuados. Por
urbe romana en nuestra Ciudad Alta. ejemplo, existe constancia de la aparición y consi-
Por eso es conveniente que cuantos posean guiente extracción sin método arqueológico de
alguna parte de estos hallazgos, dén cuenta de restos de la necrópolis tardorromana durante la
ello a las personas entendidas que se ocupan en construcción, en 1961, del edificio que ocupa el n
estos asuntos, a fin de que puedan tomar nota 26-28 de la calle Real, en el que aparecieron tégu-
de todos los elementos de juicio para estudios de las formando sepulturas que contenían restos hu-
tan grande interés histórico. manos, así como un mortero de piedra decorado y
un cuerno de ternera.
El salto de la mera recolección de objetos a la Con la llegada de Luis Monteagudo a la direc-
puesta en práctica de los métodos de excavación ción del Museo Arqueológico de la ciudad rena-
ció el interés por el estudio del subsuelo de la ocasiones firmadas para mayor vergüenza por
misma, con el apoyo de numerosos colaborado- técnicos en otras áreas, fueron vertidas en los
res que continuaron trabajando después del tras- medios locales; pero la excavación de María Pita
lado forzoso de Monteagudo a Santiago. La etapa representa ya un hito en la historia de la arqueo-
de los años 70 y comienzos de los 80 viene así logía en nuestra ciudad, sus resultados suponen
caracterizada por un sólido punto de partida, y su ejecución sigue
algunas activida- siendo todavía un modelo a seguir en muchos lu-
des programadas gares.
[excavación en La situación actual, en la que la actividad ar-
las antiguas mu- queológica urbana comienza a ser habitual en la
rallas de la calle ciudad, parte de un proyecto de investigación
Maestranza, pros- que, con el título Estudio del pasado de la ciu-
pecciones suba- dad de La Coruña y su hinterland a partir de
cuáticas del sus restos materiales, fue elaborado en 1988 por
puerto] y el se- cuatro arqueólogos coruñeses y que, avalado por
guimiento volun- d Museo Arqueológico y asumido por el Ayunta-
Excavación
tarista de las illiento, "se constituyó en un programa a largo
en la Plaza obras que se ejecutaban en zonas potencialmen- Plazo [ ... ] con un claro objetivo de incentivar la
de María
Pita. te arqueológicas, casi siempre en combinación actividad arqueológica en la ciudad y de coordi-
con el Museo Arqueológico. nar, de forma abierta, las posibles actuaciones ar-
La construcción del aparcamiento subterrá- queológicas futuras" [Bello/Fuente/Naveiro/Váz-
neo de la plaza de María Pita en 1986 supuso un R' e.p.]. El proyecto sirvió de base a abundan-
nuevo salto cualitativo y el nacimiento de la ar- tes intervenciones arqueológicas, promovidas y
queología urbana en La Coruña. La excavación financiadas en su mayor parte por el Ayunta-
del área fértil de la plaza, abordada por el Ayun- miento coruñés. Pero al propio tiempo la apari-
tamiento coruñés con dirección de Juan Naveiro de una dinámica arqueológica con unos
López con la colaboración técnica de la Universi- P1.intos de referencia claros permitió la coordina-
dad de Santiago y el Servicio de Arqueología de ('ion con otras actuaciones promovidas por dife-
la Xunta de Galicia, suministró datos que aún rentes instituciones [Xunta de Galicia, Diputación
hoy son fundamentales para la comprensión de I'rovincial, Ministerio de Obras Públicas], evitán-
nuestro pasado romano. El ambiente de crispa- dose la dispersión de esfuerzos, materiales y do-
ción creado en torno a los aparcamientos forzó a cumentación.
la recién nacida arqueología urbana a hacerse re- Y así estamos hoy en materia de arqueología.
pentinamente adulta y guardar un prudente si- Pasemos, pues, una breve revista a los enclaves
lencio ante las auténticas barbaridades que, en que han proporcionado datos significativos sobre
-l-- - ---.
San Diego [hoy muelle un suelo habitacional, con restos de un hogar e construccio-
nes romanas
indicios de diversas actividades artesanales [mo-
del Centenario] y la de la en María Pite
lino circular, pondus ¿de telar?]. Las estancias (de Naveiro].
Peña de las Animas [Ló- 4
Ánfora más pequeñas fueron utilizadas desde un princi-
pez Gómez 19801.
1 Itálica de la
Bahía de La
La mayor concentración de materiales roma- pio como vertederos de cocina y de todo tipo de
Coruña (de materiales desechados. Precisamente estos ma-
López nos se dio en la zona del Parrote, en la que di-
1 Gómez].
versos autores coinciden en situar el antiguo teriales, entre los que se encuentra una nutrida
representación de las cerámicas finas romanas,
puerto romano [Balil 19801, recuperándose frag-
p apuntan a una datación, para el momento de
mentos de cerámica común, de ánforas itálicas e
b ocupación más intenso, entre el último tercio
hispánicas [entre los siglos 1 a.C. y II d.C.], y de
del s.l y principios del s. II d.C." [Naveiro
molinos de piedra.
1988:41].
La Plaza de María Pita. Con motivo de la
construcción del actual aparcamiento subterrá- Calle de la Maestranza. El jardín adosado al
muro de las Bárbaras en la calle Maestranza fue
neo, a finales de 1985 se llevó a cabo el sigui-
objeto en 1977 de una excavación dirigida por
miento arqueológico de las obras. La mitad Sur
Salvador Correa Corredoira en la que se pusie-
de la plaza estaba ocupada por la cimentación
ron al descubierto restos de la antigua muralla
de la ampliación de las defensas de la Ciudad
• ',,-, ,
,p ,i , mr -y, ' y, -y, -
54 LA CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDIEVAL 55
, w-
56 LA CoRUÑA Rorw'A Y ALTOMEDIEVAL 57
ron, mezclados con huesos, conchas y restos hierto por una capa deposicional de acumula-
constructivos [tégulas, ladrillos y fragmentos de ción lenta de desechos materiales y orgánicos,
estuco, algunos moldurados o con restos de pin- entre los que se distinguen en una primera visión
tura], varios miles de fragmentos cerámicos de restos de mejillón, ostra, vieira, berberecho, lapa,
características similares a los del suelo de ocupa- caracolas, peces [destacando la maragota] y hue-
ción del otro ex- sos de animales. Entre los
tremo del solar, y materiales, similares a los
que pueden ser aparecidos en el sondeo,
datados entre los se encuentran también
siglos II y iv d.c. Fragmentos de estuco pm-
En un nivel infe- lacio y moldurado, lo que
rior a esta área permite afirmar la exis-
deposicional y tencia en las proximida-
cubierto por ella des de un edificio bajoim-
apareció un mu- penal de plenas caracte-
ro de mamposte- rísticas romanas decorado
ría asentado en con relativo lujo, del que
Pez de
hueso arena de playa de características constructivas si- hasta ahora no se han de-
encontrado
en la casa milares a los de la Plaza de María Pita [Bello tectado restos in situ, pe-
Martelo. 1991:79]. ro que puede relacionar-
Excavación
Los resultados de esta pequeña intervención se con la segunda fase de la estructura de capta- en la casa
Martelo [de
aconsejaron la ampliación de la excavación a las ción y decantación de agua de la que luego ha- Lesión].
áreas adyacentes en una superficie de unos 15 blaremos.
en la que se observó una estratigrafía similar Solar n2 18 de la calle de la Franja. Las obras
a la ya estudiada [Lestón 19911. El muro construi- (le demolición interior del edificio anteriormente
do sobre arena de playa pudo seguirse en una existente permitieron la realización de unas catas
longitud de unos seis metros, presentando una (le sondeo que pusieron en evidencia la existen-
planta ligeramente curva y una altura uniforme cia de un nivel con materiales romanos así como
de unos 50 cm., que parece corresponder a su al- una pequeña construcción con sillares de buen
tura original; se trata probablemente de un muro tamaño, algunos de ellos articulados en ángulo
de delimitación de un espacio más que de restos recto.
de una edificación, construido en algún momen- Al compás de las obras de adaptación del so-
to del Alto Imperio a juzgar por la sigillata en- lar para convertirlo en oficinas municipales se
contrada en su zanja de cimentación. Al igual pudo ampliar la intervención anterior. Los restos
que en el sondeo previo, el muro estaba recu- inmuebles encontrados se revelaron como parte
t
9 ,' y 'y ' w 'y w' v
58 LA CORUÑA ROMANA Y AI.TOMEIMEVAL 59
cionaría entonces para captación del agua que se arreglo del enlosado de la plaza, durante los años
almacénaría y decantaría en la. inferior. de 1989 y 1990 se llevó a cabo una intervención
En un segundo momento, ya en época ba- (le urgencia —dirigida por X. Vázquez al igual que
joimperial [s. Iii-iv d.c.], la estructura sufre una las dos que siguen— en la que se detectaron res-
profunda transformación: se retira la losa de pie- tos de cuando menos cinco estructuras constructi-
dra, se recrecen las paredes laterales de ambas pi- vas diferentes, entre los que cabe destacar los de
letas que quedan separadas mediante una losa muros romanos asociados a materiales de la mis-
vertical, se cubre con opus signinum el fondo de ma época. Algunos de éstos son de notable anti-
la superior, y se costruye la arqueta y la salida de güedad, como los fragmentos de ánforas Dressel 1
aguas de ésta. El agua se capta ahora en la pileta o los de cerámica campaniense, que documentan
inferior donde se almacena y decanta y, alcanza- la presencia romana en el lugar cuando menos en
do un cierto nivel, pasa a la superior por cuya ar- el siglo 1 a. de C. Restos de tégulas con mortero
queta y canalización se distribuye. pintado hablan de una construcción, posiblemen-
A partir de los s. y-VI la estructura pierde su te bajoimperial, que tendría en sus paredes un sis-
funcionalidad, pues aparecen cegadas la arqueta y tema similar a los tubuli para calefacción o al me-
- - - - - - ., .- a
60 L4 CORUÑA ROMANA Y ALTOMEOIEVAL
61
nos para aislamiento térmico. De un momento
de residuos materiales y orgánicos a modo de
anterior debe ser la acumulación de conchas de
vertedero. Los restos constructivos, en mampos-
un tipo de molusco, Thais Haemastoma, que
tería, corresponden en este caso a una edifica-
quizá pueda haber servido para producir púrpu-
ción, configurando una estancia rectangular que
ra, un tinte muy apreciado por la población ro-
quizá tenga que ver con la primera fase de la es-
mana. Otros ob-
tructura hidráulica de la que ya hemos hablado.
jetos, como una
Entre los materiales del vertedero posterior, pa-
fíbula de charne-
ralelizahies con el área deposicional de la Casa
la tipo Aucissa o
Martelo, figuran restos de terra sigilla hispánica
alfileres de bron-
de buena época y tardía, platos de barniz rojo
ce, documentan
imitación pompeyano, cerámicas grises lisas y
nuevamente las
COfl decoración de retícula bruñida, vidrios,
costumbres ro-
molinos circulares, restos orgánicos, etc., así co-
manas de la po-
mo algún fragmento de terra sigillata focense
blación de la an-
tardía [llamada antes Late Roman C y posterior-
tigua Coruña.
mente Phocoean Red Slip Ware] que fuerza a
Los resultados
Conchas de prolongar la vida de este vertedero hasta los si-
Thais de esta intervención, al igual que las que siguen,
Haemasto. glos V-VI d.C., época de la producción de este
ma. están en proceso de estudio preliminar; las con-
tipo cerámico.
clusiones, fruto de una primera impresión obte-
nida durante la excavación o tras una somera ins-
Solar n2 60 del Riego de Agua. En el nivel in-
pección de los materiales [Bello/Vázquez 19941,
ferior aparece un muro de mampostería de bue-
4 han de ser tomadas por lo tanto como hipótesis
na factura, asentado directamente en la roca y
de trabajo pendientes de la necesaria verifica-
cubierto por arena de playa. Sobre ésta existen
ción; con todo, no dejan de ser razonables indi-
restos de un edificio posterior, hipotéticamente
cios que ponen de manifiesto el estado actual de
l)ajoimperial, con tres pavimentos de opus signi-
la investigación aunque hayan de ser utilizados
num superpuestos y asociados a fragmentos de
con la debida prudencia.
estuco pintados con motivos vegetales y a una
estructura que parece formar parte de un baño;
Solar n2 9-11 de la calle de la Franja. La ex-
nuevamente nos encontramos con un edificio de
cavación permitió detectar una estratigrafía para-
cierto lujo y de gusto plenamente romano. Sobre
lela a la que hemos visto en la Casa Martelo: res-
la edificación se encontró un buen número de
tos de construcciones altoimperiales que se
tumbas de diversos tipos [de sección triangular a
asientan directamente sobre la arena de playa y
dos aguas tanto de tégulas como de ladrillo, de
a las que se superpone un estrato de deposición
sección rectangular con paredes de ladrillo y cu-
4
1
-w
da da ak ab ila— da
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64 LA CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDIEVAL 65
ciones, que presentan una gran variedad de for- tiempo como una cerámica de lujo, pero la gran
mas y decoraciones. El período álgido de su fa- difusión constatada en las últimas décadas, que
bricación es el siglo 1 de nuestra era, pero en al- alcanza plenamente a las comunidades indígenas
gunos alfares [como en los de Melgar de Tera, en en proceso de romanización, ha hecho ver que
Zamora, del que pueden proceder algunos de los estas cerámicas son mucho menos escasas de lo
coruñeses] continúa su que parecía. Por
producción cuando me- ello hoy se consi-
nos hasta el siglo III d.c. dera que, sin que
Quizá la cerámica más llegue a ser una
característica de este peri- vajilla de lujo,
odo sea la llamada terra parece haber si-
sigillata, que a veces lleva do el componen-
impreso el sello [sigillum] te fundamental
del alfarero, de donde vie- (le la vajilla de
ne su nombre. Se trata de mesa de uso ha-
producciones, lisas o de- bitual de los gru-
coradas mediante molde, pos sociales más Terra
cubiertas por un caracte- acomodados y de la vajilla de fiesta de la pobla- sigillata
Drag. 29, de
rístico barniz rojo brillan- ción más desfavorecida. la Plaza de
te, que se ponen de moda Se recuperaron también fragmentos de reci- María Pb.
Vasos de
paredes en todo el mundo romano a partir de mediados pientes de vidrio, entre otros de una botella de
tinas (de
del siglo 1 a.C. en sustitución de las campanienses base cuadrada, pero en su mayor parte el grado
Naveiro).
de barniz negro. Las primeras sigillatas itálicas [fa- (le fragmentación no permite reconstruir formas.
bricadas en Arezzo, por lo que a veces se les lla- Durante el Bajo Imperio aparecen nuevas
ma aretinas] se imitarán en el siglo 1 d.c. en la Ga- producciones cerámicas. En cerámica común
lia [sigillata sudgálica] y a partir de mediados de destacan las ollas grises a torno con decoración
este siglo en Hispania [terra sigillata hispánica], (le retícula bruñida. Son vasijas globulares, de
donde los talleres riojanos establecidos en las boca que se abre directamente desde el hombro
proximidades de la actual Nájera han sido los mediante un borde exvasado oblicuo con labio
principales suministradores de la población coru- planoconvexo, con pastas grises muy depuradas
ñesa. En terra sigillata hispanica han aparecido y a veces en hojaldre. La panza, muy prominen-
muchas formas, que pueden agruparse en platos te, es de mayor diámetro que la boca y sobre to-
EDrag. 15/17 y 361 y tazas o boles, lisos [Rit. 8 y do que el fondo, plano y muy estrecho. Suelen
Drag. 24/251 y decorados EDrag. 27, 29, 35 y 371. Presentar líneas acanaladas horizontales que en-
La terra sigillata fue considerada durante mucho marcan la decoración, consistente en un friso de
1
66 LA CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDIEVAL
Íó.vVVV y Y uw W# Y Y w 5 5 5 5 -,
70 L& CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDIEVAL 71
des de la actual Rosaleda, apunta a la posibilidad 18, no parecen pertenecer a viviendas sino que
de que el habitat romano, o tal vez la necrópolis, tienen más bien una doble función de delimita-
se prolongasen por los Cantones en lugar de ter- ción de un espacio y de contención de tierras.
minar en la calle Real; la ausencia de datos impi- Por su vinculación con el pozo-aljibe es posible
de precisar más, y señala la necesidad de supervi- que el espacio acotado por estos muros corres-
sar las futuras ponda al propio
obras que pue- de esta estructu-
dan producirse ra, que debió ha-
en esta zona. ber suministrado
El trazado de agua a una o va-
los muros vincula- rias de las edifi-
bles a estructuras caciones existen-
habitacionales, tes al otro lado
que en ocasiones de la calle de la
forman estancias Franja, hacia
rectangulares, res- donde se dirigen
Fragmentos
ponde a un es- las canaletas de Opus
de la tégula quema hipodámico [que sigue una retícula ortogo- canalización de agua limpia. vittatum del
pozo-aljibe
de La
Rosaleda. nal en la que las líneas maestras son paralelas que Desconocemos por completo la ubicación de de la calle de
se cruzan en ángulo recto] típicamente romano, la necrópolis correspondiente a esta época al- la Franja
n9 18.
orientándose según la disposición de las calles ac- toimperial, en la que se debió emplear la costum-
tuales, sin que se haya encontrado hasta ahora nin- bre romana de incineración con posterior deposi-
gún resto de vivienda de planta circular o elíptica. ción de las cenizas en una urna cerámica, y en la
Para su construcción se utilizó un aparejo de mam- que sin duda existieron edificios funerarios, como
postería irregular no concertada, en el que se reuti- se puede deducir de las placas o lápidas que ya
lizan en ocasiones elementos como fragmentos de hemos visto. Los lugares de aparición de éstas,
molinos circulares. En algún caso, sin embargo, se reutilizadas en obras en el exterior de la tradicio-
emplean aparejos de mayor calidad, como en el nal Ciudad Vieja, nos dan la única pista, muy am-
muro del nivel inferior de Riego de Agua n 60, o bigua, que permite pensar que la necrópolis pu-
sobre todo el opus vittatum [sillarejo concertado do encontrarse en la zona alta de la ciudad, en el
bastante regular] del depósito inferior del pozo-alji- exterior del recinto habitado.
be de la Franja n2 18, correspondiente también a es- También de la Ciudad Vieja proceden las aras
tos momentos. y pedestales de estatua que revelan un culto a los
Los únicos muros con planta ligeramente cur- dioses típicamente romanos e incluso al empera-
va, en la Casa Martelo y en su inmediata Franja dor divinizado. En este caso, su concentración
72 1.4 CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDIEVAL 73
• l • Y ' Y ' v- •w - w w
74 LA CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDIEVAL 75
nía que la rampa o escalera, que envolvería en mismos; en cualquier caso nos ponen de mani-
helicoide el núcleo hoy existente, estaría cerrada fiesto la existencia de edificaciones de buena fac-
por un muro perimetral exterior que le serviría tura, con cuidado por la decoración interior. En el
de apoyo. Riego de Agua 60 estas sucesivas reformas vienen
La Torre es el máximo exponente de la vincu- evidenciadas por la existencia de tres pisos super-
lación de la ciudad con el puestos de opus
mar entendido como ve- siRninum de de-
hículo de comunicación. sigual calidad, al
Tal como exponía Paulo tiempo que un
Orosio, el papel de la to- pequeño frag-
rre parece haber sido el mento de pila,
de señalar la presencia de también en opus
la ciudad, en un punto signinum, perte-
crucial de la ruta hacia las neciente a un ba-
Islas Británicas, a las na- ño o terma priva-
ves que viajaban en alta da, habla de los
mar, así como el de servir gustos refinados Cerámica
de atalaya de vigilancia y gris con
observación de esa ruta aljibe de la Franja 18 se modifica durante el Bajo de la
Interior
marítima. Imperio, dotándose de un más sofisticado sistema callo
Tabernas.
romano de la Durante el Bajo Imperio la ciudad parece ex- de decantación y distribución de agua.
Torre de
Hércules. perimentar ciertas transformaciones. Sin que po- El área urbana habitada durante el Bajo Impe-
damos precisar en demasía, se observan ciertos rio parece ser, en líneas generales, la misma que
muros que quedan cubiertos por capas, de sedi- en el período anterior [persiste la duda de la posi-
mentación de origen antrópico, como en la Casa ble prolongación por la calle Real y los Cantones],
Martelo y en Riego de Agua 60. Ciertos de estos desde la confluencia de las calles Riego de Agua y
vertidos combinan materiales bajoimperiales [sigi- Real hasta la plena Ciudad Vieja, de cuya calle Ta-
llatas tardías, ollas grises de retícula bruñida, va- bernas proceden no sólo las noticias de princi-
sos ocres piriformes, vidrios] y posteriores [sigilla- pios de siglo que antes veíamos, sino también
ta focense tardía] con restos de elementos cons- fragmentos de cerámicas grises con retícula bru-
tructivos decorativos [placas de mármol, estucos ñida y de sigillatas claras africanas; en la calle
pintados y moldurados] que, por su escasa canti- Dársena, por su parte, han sido encontrados frag-
dad y por la ausencia de escombros masivos, pa- mentos de sigillata focense tardía. Todo esto no
recen provenir más de arreglos y modificaciones encaja bien con la imagen de desorden y deca-
de los edificios que de la ruina y derrumbe de los dencia que habitualmente se asocia con los siglos
ir
77
76 L& CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDIEVAL
III y IV d.C., y puede ser una indicación de que rición del comercio y del éxodo de los cargos de
las sociedades del occidente del Imperio habían la administración, del que tenemos constancia en
adquirido en estos siglos su propia y autónoma el caso del tribuno de la Cohors 1 Celtiberorum
articulación económica, mucho menos depen- trasladado al final del siglo IV. Poco a poco, la
diente de la capital imperial de lo que lo había si- pequeña urbe comercial se fue eclipsando, al
do en momentos altoimperiales. Así puede enten- compás del fenómeno general de desaparición
derse la variación de los productos de comercio, del mundo urbano, hasta convertirse en una al-
centrados en el siglo IV en producciones africa- dea medieval, el locum qui dicitur Farum Bre-
nas que, vía Coruña, llegan hasta Inglaterra, cantium con que aparece en el cronicón del
mientras desaparecen los anteriores productos Obispo Sebastián medio milenio después.
mediterráneos.
Durante los siglos y y VI la situación no pare-
ce modificarse en gran medida, si bien se detecta
una progresiva retracción de la ciudad hacia las
zonas altas de la Ciudad Vieja, ocupándose lenta-
mente la zona de la Pescadería con necrópolis
que siguen el rito cristiano: tumbas orientadas de
Este a Oeste y sin ajuar. Las producciones focen-
ses de esta época pueden haber sido traídas por
mercaderes bizantinos, conocidos epigráfica-
mente en Mérida. El Mediterráneo, en los mo-
mentos finales del Imperio y después de la desa-
parición de éste en su parte occidental, sigue
siendo [o vuelve a ser] vehículo de comercio y
comunicación, como lo atestiguan los viajes de
Egeria, Orosio o San Martín Dumiense.
Cierto es que todo ello languidecía, y los via-
jes debían hacerse cada vez menos, como cuanti-
tativamente son menores los materiales importa-
dos en esta época. La desaparición de La Coruña
romana no parece haber sido traumática, como
consecuencia de una invasión; al menos no se
han detectado hasta ahora niveles de destrucción
y saqueo. Más bien cabe suponer una progresiva
reducción de población, al compás de la desapa-
w w w w u w w - -
Capítulo IV
UN LARGO TIEMPO DE SILENCIO
[SIGLOS V - IX]
80 L4 CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDIEVAL 81
ta el siglo XIII. Sin embargo, algunos indicios romano, habiéndose prestado escasa atención a
permiten hoy dudar de este supuesto vacío. los materiales medievales que aguardan todavía un
En primer lugar, el propio término locus que, estudio detallado. Poco o nada podemos precisar,
como acabamos de ver, se emplea habitualmente por lo tanto, sobre este período a partir de las ex-
con el sentido de lugar habitado. Pero también cavaciones urbanas.
los restos arque- Con todo, se puede
ológicos de la afirmar que la desapari-
necrópolis del n ción de la ciudad para
60 del Riego de convertirse en un peque-
Agua, con suce- ño núcleo rural es lo nor-
sión y superposi- mal para estos siglos no
ción de tumbas sólo en Galicia sino en to-
que van desde do el occidente medieval.
las típicas tardo- El colapso del Imperio Ro-
rromanas de té- mano trajo consigo la pér-
gulas hasta las dida de los mecanismos
Cerámica
propiamente me- que posibilitaban una uni-
paleocristia- dievales de sarcófagos monolíticos, lo que pare- dad en lo económico, lo
na encontra-
da al pie de ce indicar la continuidad de enterramiento [y por jurídico, lo político y lo
la Torre de
Hércules.
lo tanto de previa habitación de vivos] en tiem- cultural, dando lugar a
Cerámica
pos altomedievales. tendencias atomizadoras en todos los aspectos de medieval [de
Es posible que haya otros restos, fundamental- la vida colectiva. Y aunque en nuestro caso existen Suárez et
al.].
mente cerámicos, que puedan evidenciar la pervi- síntomas de que las redes comerciales con el mun-
vencia del habitat en tiempos posteriores a los pro- do atlántico y norteafricano habían alcanzado un
pios de la te7ra sigillata focense tardía y de las ce- cierto grado de desarrollo autónomo al margen de
rámicas grisespaleocristianas. El problema estriba la intervención directa de Roma —lo que pudo
en que, por una parte, mientras se van conociendo permitir la pervivencia de la ciudad, incluso en
ya con cierto grado de precisión las características progresiva decadencia, durante un cierto tiempo—
de las cerámicas de los siglos XI-XIII y las de los la continuidad de estas relaciones no debió so-
momentos bajomedievales, las producciones de brevivir más de dos o tres siglos, al menos con ca-
los primeros siglos de la Edad Media no están to- rácter habitual. Las circunstancias no fueron parti-
davía suficientemente tipificadas [Suárez/Gime- cularmente favorables, con los sucesivos dominios
no/Fariña 1989:2871; por otra, en que el interés de de suevos y visigodos y la posterior invasión mu-
las investigaciones arqueológicas en el territorio sulmana a principios del siglo VIII que, aunque só-
coruñés estuvo centrado hasta ahora en el período lo conllevó una breve presencia de los nuevos do-
84 LA CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDWVAL
85
minadores en el territorio gallego, dio la puntilla Aun sin prejuzgar la intención del clérigo
definitiva al antiguo orden de las cosas. compostelano redactor del Cronicón quien, se-
En todos los lugares la Iglesia fue la heredera gún Barreiro [1986:74] "posiblemente tenía la in-
del Imperio, manteniendo la antigua estructura tención de favorecer a su episcopado en el con-
administrativa adaptada ahora a la organización tencioso abierto con otros obispos para la recu-
eclesiástica. En medio de un mundo autárquico y peración de algunas iglesias o territorios que el
ruralizado, si algunas —pocas----- ciudades sobre- obispo compostelano reclamaba", la excesiva
vivieron a la crisis fue fundamentalmente por el distancia cronológica —cinco siglos— que media
establecimiento en ellas de sedes episcopales, y entre la presunta donación de Miro y el texto que
aun en estos casos muchas de las funciones urba- nos la da a conocer es suficiente para no tomar la
nas desaparecieron también. Los restantes centros noticia como verdad histórica comprobada; má-
urbanos de época romana, que no fueron escogi- xime cuando en el llamado Parroquial Suevo,
dos por la Iglesia para sede de sus dignidades, su- que sí pertenece a la época, no se cita a Faro co-
cumbieron paulatina pero inexorablemente, con- mo circunscripción eclesiástica.
virtiéndose en aldeas cuyos habitantes convivían Sin embargo, la noticia —no necesariamente
con las ruinas, todavía visibles, de las antiguas cierta— no se contradice con lo que vamos cono-
ciudades de las que en muchos casos hasta el ciendo. Téngase en cuenta que una diócesis no te-
nombre se perdió con el paso del tiempo. Tal nía en tiempos medievales el significado de hoy;
aconteció con la antigua Brigantia. no era una sede obispal, sino uno de las circuns-
Hemos dicho que no existe noticia alguna so- cripciones en que se subdividía el territorio a car-
bre La Coruña entre los siglos y y IX, y ahora de- go de un obispo, algo así como una parroquia ac-
bemos matizar esa afirmación; pues si bien es tual aunque de tamaño considerablemente mayor.
cierto que no se conocen documentos ni textos Una diócesis, en aquel tiempo, implicaba simple-
elaborados en esa época, también lo es que el mente la existencia de una iglesia. En La Coruña
Cronicón Iriense, escrito en el siglo XI, cita a Fa- podría suponerse ese templo a partir de la necró-
ro como una de las diócesis que el rey Miro otor- polis de Riego de Agua 60; y la importancia de la
ga a la sede episcopal de Iria en el año 572. El ciudad, que a finales del siglo VI no debía haber
texto literalmente reza: desaparecido aún completamente, podría justificar
la elección de esa iglesia como centro delegado
-. Mirus Rex Sed¡ suae Hiriensi contulit Dioce- del poder obispal. Nuevamente debemos quedar-
ses, scilicet Morratium, Salinensem, [..J Bregan- nos con la duda, al menos mientras no se conclu-
tinos, Farum[1' [Romero 1991:121 yan los estudios arqueológicos actualmente en
curso, y siempre con la esperanza de que futuras
[El Rey Miro confirió a su sede iriense diócesis, es excavaciones urbanas puedan arrojar más luz so-
decir, Morrazo, Salnés E ... ], Bergantiños, Faro...] bre esta época oscura.
Capítulo y
HACIA EL FIN DEL MllENIO
[SIGLOS IX - XI
88 L& CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDIEVAL 89
Gegionis ciuitatis adueniunt et inde ad locum eis intulit uellum; ibique multa agmina eorum
qui dicitur Farum Brecantium perrexerunt. interfecit et nabibus igni consumsit. Alia uero
Quod ut conperit Ranimirus iam factus rex, pars qui ex eis remanserunt mare se receperunt
misit aduersus eos exercitum cum ducibus et et prouintia Beticam peruenerunt [Cronica Ro-
comitibus, et multitudinem eorum interfecit tense, 23, 12-181.
bac naues igni conbusit. [Ad Sebastianum, 23,
12-17]. [Por el mismo tiempo el pueblo de los norman-
dos, antes desconocido para nosotros —un pue-
[Y así, en tiempo posterior, llegan las flotas de blo pagano e infinitamente cruel—, vino con una
los normandos por el Océano septentrional a la armada a nuestras tierras. Ante su llegada, el ya
costa de la ciudad de Gijón, y de allí siguieron dicho rey Ramiro congregó un gran ejército, y en
al lugar que se llama Faro de Brigancio. Cuando el lugar que se llama Faro de Brigancio les plan-
lo supo el ya nombrado rey Ramiro, envió con- tó batalla; allí dio muerte a gran cantidad de ellos
tra ellos un ejército con sus generales y condes, y sus naves las aniquiló por el fuego. Pero otra
y aniquiló a una multitud de ellos y quemó por parte que de ellos quedó se refugió en el mar y
el fuego sus naves]. [Gil/Moralejo/Ruiz, llegó a la provincia de la Bética].
1985:217]. IGil/Moralejo/Ruiz 1985:pp. 2161.
90 LA CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDIEVAL 91
Estos textos nos ponen en contacto con uno atacaron Nantes e inmediatamente después
de los problemas que las poblaciones costeras de Rouen, Chartres, Hamburgo, llegando a tomar
Galicia, al igual que las del resto de la fachada París en el 845. En estas mismas fechas descien-
atlántica europea, sufrieron durante la Alta Edad den a Bretaña y, aún más al Sur, a la Península
Media, singularmente entre los siglos IX y )U: las Ibérica.
continuas raz- La primera razzia do-
zias, a veces sim- cumentada en territorio
plemente de des- hispánico es la que nos
trucción y sa- narra la Crónica Ad Se-
queo pero otras hastianum, en la que los
con asentamien- vikingos son derrotados
to temporal de en Faro Bre8ancio por el
los invasores, de monarca asturiano Rami-
los entonces lla- ro 1. Tras su fracaso en La
mados norman- Coruña, los vikingos se
dos. Estos nor- dirigieron al Sur, atacan-
Normandos mandos, a los do Lisboa, Cádiz y Sevilla,
en el tapiz que hoy llamamos vikingos, no deben ser con- hasta ser definitivamente
de Bayeux.
fundidos con los habitantes del Ducado de Nor- derrotados por Abderra-
mandía; estos últimos, si bien descendientes de mán II. Reconstruc-
piratas nórdicos, se habían convertido al cristia- Han sido señaladas nuevos ataques al territo- ción hipoté-
tica de la
nismo e integrado plenamente en la sociedad oc- rio gallego en los años 854 y 866, en el reinado Torre
cidental, hasta el punto de que defendían al terri- de Ordoño I. La Coruña, Farum Bregancio, de- romana [de
Hauschlldj.
torio francés precisamente de los ataques vikin- bió verse afectada en estas últimas incursiones,
gos, procedentes de Escandinavia EOrrling/ Puig pues el Faro era sobradamente conocido y pron-
1991:75]. to marcó la entrada marítima a la sede del Após-
Los vikingos practicaban ya sus saqueos en la tol, pero también en muchos otros episodios de
"Ruta de Occidente" desde finales del siglo VIII, saqueo, no documentados aunque con gran pro-
si bien por lo general restringidos a las islas britá- habilidad existentes reiteradamente durante estos
nicas mientras el Imperio Carolingio mantuvo en siglos en los que los vikingos están presentes en
pie el sistema defensivo costero de Carlomagno. la Península Ibérica en diversas ocasiones. Sabe-
Pero con la división del Imperio por el tratado de mos por ejemplo que entre el 858 y el 862 los vi-
Verdún [843] tras la muerte de Luis el Piadoso, kingos saquean poblaciones mediterráneas como
comenzaron las incursiones vikingas a gran esca- Algeciras y Orihuela en su marcha hacia Baleares
la en el continente europeo; el mismo año 843 para posteriormente remontar el Ebro hasta ile-
92 LA CORUÑA ROMANA y ALTOMEDIEVAL
93
gar a Pamplona. Es lícito pensar que, aunque las In comisso de faro ecclesia sce. marie in con-
fuentes guarden silencio, La Coruña se pudo ha- duzo. sca. eulalia in carolio. scm. petrum in le-
ber visto afectada por su situación de escala es- taonio. scm. tirsum in oseyro. In bergantinos
tratégica en la ruta hacia y desde el Atlántico scm. vicentium ad artiles. scm. Romanum in vi-
Norte.
llanio. scm. martinum in Oçça. scm. mametem
El constante peligro vikingo, que fue tomado in seavia
por varios autores como causa suficiente para su-
poner la completa desaparición medieval de La El texto nos habla de un comisso de faro en el
Coruña cuya población se habría trasladado hacia que se encuentran varias iglesias [no necesaria-
el interior de la ría fundando el Burgo de Faro en mente todas las existentes en el comisso]: sce.
el actual emplazamiento de El Burgo, pudo tener marie in conduzo [hoy lugar de Conduzo, en la
que ver con la definitiva decadencia de la antigua parroquia de Santa María de Rutis, en Vilaboa],
ciudad, o más bien suponer una dificultad para el scm. petrum in letaonio [actual Ledoño], scm. tir-
desarrollo del núcleo coruñés altomedieval; tal vez sum in oseyro [Oseiro, en Arteixo], y la más difícil
tengan también parte los vikingos en las transfor- de localizar sca. eulalia in carolio, que según
maciones de la Torre de Hércules que incluyen la Monteagudo se correspondería con un terreno
destrucción del muro perimetral exterior. Pero la llamado hoy agra de Santa Baya, próxima al río
permanencia de una pequeña población en La Co- de Carollo, ambos situados entre Ledoño y Sésa-
ruña parece atestiguada por algunos restos arqueo- mo en el ayuntamiento de Culleredo.
lógicos —como una lápida funeraria de un famu- La primera cuestión que debemos abordar es
lus Dei confesus de principios del siglo X, apareci- la de la autenticidad del texto, que ha sido pues-
da durante las obras de construcción del Instituto ta en duda por algunos autores [García Alvarez
"Eusebio Da Guarda" y dada a conocer por Angel 1975, Barreiro 19861, a partir de la según su crite-
del Castillo—, así como por algunos documentos rio temprana fecha para la aparición de un com-
que veremos a continuación. misso en el territorio gallego [desde López Ferrei-
ro siempre se interpretó que el documento era
del año 8301 , y del hecho de que el texto se haya
EL DOCUMENTO DE TiucriNo conservado en una recopilación de finales del
XIII o principios del XIV, no en documento origi-
El primero de ellos es un documento, incluido en nal.
el Tumbiio compostelano, en el cual un domi- Sin embargo, el medievalista F. López Alsina
nus Tructinus, que actúa como delegado de un [1988:158 ss.] ha abordado en extenso este asun-
príncipe Alfonso, asigna una serie de sesenta y to, y con una sólida argumentación [en la que
cinco iglesias a la sede de Iria, ocupada a la sa- destacan el hecho de que los distritos que se
zón por el obispo Ataúlfo. mencionan en el documento responden mejor a
, y
94 LA CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDIEVAL 95
la realidad administrativa del siglo IX que a las de tos, algunas fórmulas con raíces clásicas como la
los siglos posteriores; el empleo, para identificar de emancipación, las diferencias raciales, la exis-
las iglesias, de formas arcaicas que caen en desu- tencia de fortunas territoriales no de nueva crea-
so después del año 1000; y la propia forma de ción, la circulación en pleno siglo X de denarios
transmisión del documento, recogido en un códi- romanos y sueldos suevos, "y las que podría se-
ce menor elaborado por guir alegando, se explican sin esfuerzo porque la
iniciativa particular mien- dominación islámica en la región no duró un
tras está ausente de las re- cuarto de siglo y no fue muy intensa y firme. Y, a
copilaciones oficiales, con su vez, justifican la temprana aparición en el país
lo que se esfuma el móvil de commissa y comitatus y su relativa abundan-
de la presunta falsifica- cia" [Sánchez-Albornoz 1976: 4481, por lo que
ción] deja bien sentada la "no sorprende por ello que hallemos ya mencio-
autenticidad básica del nado commissa en documentos de Alfonso III
documento, al que se de- del 886" [Ibid.].
be absolver de las acusa- En el siglo X se generaliza la aparición de los
ciones de adulteración. El commissa en las escrituras gallegas, hasta el pun-
mismo autor establece la to de que permiten establecer la geografía admi-
fecha del documento ori- nistrativa del país; pero, para estos últimos, Sán-
ginal, corrigiendo la de chez Albornoz advierte "que la consideración de
830 que había propuesto tales commissa como unidades geográficas y
Alfonso III el
Magno. López Ferreiro, y fijándola en su lugar en el año probablemente como distritos administrativos es
868 con argumentos que se nos antojan incontes- muy anterior a las fechas en que aparecen docu-
tables. mentados" [1976:4491.
Aceptando por lo tanto la validez del docu- Si los commissa de las escrituras del siglo X
mento de Tructino y su nueva fecha, tenemos son de formación muy anterior, y si no sorpren-
que en el año 868 existe el Comisso de Faro. Un de la mención de un commissum en un docu-
commisum es una institución de tradición hispa- mento de Alfonso III del año 886, no encontra-
no-goda, con significado de distrito administrati- mos razón alguna para dudar de la existencia
vo, que pervive exclusivamente en el territorio del commisso de Faro en tiempos del mismo
gallego [al contrario de lo que ocurre en Castilla] monarca, aunque la fecha del 868 sea de los co-
al igual que otros muchos rasgos e instituciones mienzos de su reinado, salvo que se pretenda
anteriores a la invasión islámica que, como las que los commissa sean una creación administra-
que pueden observarse en la toponimia, la fisca- tiva del rey Magno en lugar de una pervivencia
lidad de raíces romanas, el sistema de explota- de una tradición anterior, cosa que creemos na-
ción agraria con abundancia de esclavos y liber- die postula.
y y
96 LA CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDUVAL
97
Ahora bien, el hecho de que exista el com- mo vemos, lo que se ha propuesto para nuestro
misso de Faro no significa que fuese gobernado caso coruñés.
por un conde, como pretendió Murguía. El ejerci-
cio de la autoridad sobre el distrito administrati-
vo que era el commisso, al igual que pasará a LAS DECANÍAS DE LA SEDE IRIENSE
partir del siglo X con su sucesor el comitatus, no
requiere la presencia de un comes, sino que pue- De los comienzos del siglo X se conoce un diplo-
de ser desarrollada por un tenente o imperante, ma de Ordoño II, hijo de Alfonso III, en el cual
delegado regio laico o eclesiástico al que el rey restituye a la sede de Iria [al menos de forma no-
conceda tal potestad. El commisso de Faro es, en minal, pues ya entonces Santiago comenzaba a
el siglo IX, tierra de realengo, aunque eso no ser la sede efectiva] una serie de decanías que
conlleve la existencia de un conde de Faro. habían recibido los obispos de Tuy y Lamego,
Pero si existe commisso de Faro es porque para su mantenimiento, desde la invasión musul-
1 existe Faro, la actual Coruña, que por lo tanto no mana. La explicación que se da en este diploma
estaba despoblada, aunque hubiese perdido el del año 915, en traducción de López Ferreiro, es
carácter ciudadano para convertirse, con toda la siguiente: /
probabilidad y conforme a los tiempos que corrí-
Por los muchos pecados de los hombres, fue Espa-
1
an, en una población de carácter rural y marine-
ro, el locus qui dicitur Farum Brecantium de la ña disipada y poseída con pesada mano por los
sarracenos. Muchos de los cristianos sucumbieron
1
Crónica Ad Sebastianum, escrita también duran-
te el reinado de Alfonso III. a los golpes de la espada, y los que se salvaron,
Y tampoco debe sorprender que la sede de huyeron a la costa del mary habitaron en caver-
un commisso esté establecida en un lugar de ca- nas entre las rocas. Y como la sede de Iria era la
rácter rural, pues eso era precisamente lo habi- última y más occidental entre todas las sedes, y
tual en un momento en el que las ciudades brilla- por su gran distancia apenas fue inquietada por
ban por su ausencia. Volviendo a Sánchez-Albor- los impíos, algunos de los obispos que se habían
visto precisados a abandonar sus iglesias lúgubres
1
noz, muchos "Commissa o comitatus por carecer
de algún centro urbano de alguna importancia y viudas en poder de los invasores, acudieron al
prelado de la dicha sede de Iría. El cual, por reve-
1
fueron inicialmente distritos rurales, incluso
cuando recibieron nombre de una población co- rencia al apóstol Santiago, los acogió con gran
mo Burgos, Oca, Mijangos, Lantarón, Cerezo, Ca- benignidad, y ordenó que tuviesen tierras o deca-
rrión, Saldaña, Monzón... Algunas de éstas llega- nías para su sustentación, hasta que el Señor, mi-
ron a ser ciudades pero ninguna de ellas había rando a la aflicción de sus siervos, les restituyese
alcanzado significación demográfica al filo del la heredad que había sido de sus abuelos y bisa-
año 900" [1976:452]. No es nada excepcional, co- buelos. "[García Alvarez 1975:671.
-w 'Y- w •V' -v
a ——
98 LA CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDIEVAL
99
Lo que hace el diploma real es devolver ala testades que hoy llamaríamos ejecutivas [inclu-
sede de Iria, una vez que el avance astur hacia el yendo la presidencia de los concilios o asamble-
Sur posibilita la restitución de las antiguas sedes as de hombres libres, así como las responsabili-
obispales, las decanías que estaban en poder de. dades fiscales y militares] y judiciales. Cada com-
los arzobispos de Lamego [Trasancos, Labacen- misso responde por lo general a un territorio en-
gos, Nemancos, Céltigos y Carnota] y Tuy [Nen- marcado por límites naturales bien establecidos
dos, Faro, Bergantiños y Soneira]: [ríos, líneas de montañas], con una superficie de
unos 400 Km2 como media, lo que le permite ser
haec Sedes Hiriensis, quae est confuncta loco recorrido por un hombre en un solo día; esta mi-
Patroni nostrijacobi Apostoli;fines suos ab omni croparcelación del territorio parece responder "a
integritate custodiat, et contineat, sicut ab anti- la necesidad de que cualquier habitante del con-
quis Patribus praescriptos cognovimus, id est, dado pueda desplazarse al centro del commisso y
Trasancos, Labacencos, Nemancos, Celticos, et regresar en el día a su residencia ... Se compren-
Carnota, quam obtinuit Episcopus Lamacensis; de la coincidencia de tamaño entre condado y ar-
necnon Nemitos, Faro, Brecantinos, et Somnaria ciprestazgo, porque, al fin y al cabo, tenente del
quam obtinuit Episcopus Tudensis ... " commi.sso y arcipreste tienen que regir un territo-
rio que les resulte abarcable físicamente" [López
Este hecho debe ser encuadrado en el intento Alsina 1988:2211.
del obispo Sisnando de reorganizar la sede de A comienzos del siglo X, el locus llamado Fa-
Iria ahora ya con capital efectiva en Santiago, s- ro Brecancio o simplemente Faro ejerce este do-
tableciendo definitivamente los distritos eclesiás- ble papel de cabeza de distrito administrativo ci-
ticos, con gran probabilidad adaptados a los lími- vil Ecommisso] en tierra de realengo, gobernada
tes de los commiisa, lo que ya se podía advertir por un delegado regio, y de sede de una circuns-
en el documento de Tructino. Estos distritos per- cripción eclesiástica en la que existen varias igle-
durarán durante la Alta Edad Media, frente a la sias, no necesariamente pertenecientes al obispa-
mayor variabilidad del diseño de fronteras de las do.
circunscripciones civiles, y serán la base de la or- Y así va a seguir, sin que conozcamos más va-
ganización en arciprestazgos del siglo XII [López riaciones que las que derivan del paso de deter-
Alsina 1988:1671. minadas iglesias y villas de unas manos a otras -
Esta reorganización eclesiástica es paralela a por ejemplo, la villa de Orria [hoy Orro] y la igle-
la articulación del territorio para las necesidades sia de Carolio pasan a manos del monasterio de
de gobierno. El poder del rey se ejerce, como ya Sobrado en el 952 [Loscertales 1976:1361, año de
hemos visto, a través de una serie de distritos ad- su fundación—, hasta mediados de siglo, cuando
ministrativos, los commissa, al frente cada uno nuevas necesidades políticas provocarán la apa-
de los cuales se halla un delegado regio con po- rición de nuevas soluciones de gobierno.
100 LA CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDIEVAL 101
y y w w * 19
Capítulo VI
DEL AÑO MIL
A LA FUNDACIÓN DE LA CIUDAD
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EL FARUM PRECANTIUM EN LOS ALREDEDORES DEL Faro Precancic, el cual siempre fue entregado
di
AÑO i.m. por los reyes, y también por nosotros, para que
desde ahora y sin interrupción esté a disposición
Los años anteriores y posteriores al cambio de de la causa del Señor Apóstol Santiago, después Al
milenio vendrán marcados por nuevas incursio- de que los Condes lo han poseido por acuerdo
nes normandas y musulmanas [razzia de Alman- de nuestros abuelos y padres con su Comiso, el 01
zor en el 997, saqueo de Tuy por normandos en cual ha tomado su origen del mismo faro, desde
el 1015, etc.], que harán proseguir la política de todo lo que está detrás de la parte del Beato San-
establecimiento de numerosas construcciones tiago, y después de que lo ha poseido el Beato y
defensivas por todo el territorio gallego. "Duran- Santo de Dios el Obispo Rosendo. Añadimos to-
te el siglo X y el primer tercio del siglo XI los tex- davía la ciudad construida por los antiguos en
tos nos mencionan por primera vez las fortalezas sus limites, no lejos del mismo faro, y también las
de Honestum, Aveancos, Aranga, San Jorge, Ca- casas de familias libres].
netum, Cedofeita, Lobeira, La Lanzada, entre
otras, o la adquisición de un significado militar Ya hemos comentado el sentido que tiene esta
del Farum Precantium" [López Alsina 1988:2251. donación a Santiago, que renueva la anterior he-
u
A éste se refiere un diploma del año 991 en el cha al obispo San Rosendo, en el marco de una
que el monarca Vermudo II otorga al obispo de mayor articulación política y militar para cuya con-
u
Santiago el Faro y su commisso: secución los monarcas leoneses se apoyan en la
sede compostelana. Este mismo carácter se sigue
Adicimu.s etiam aparte Mari Oceani Pinnamfa- observando en el posterior refrendo de la dona- u
bricatam ab antiquis hominibus Farum Precan- ción que hace el rey Alfonso y en el año 1019:
tium, quod Regibus semperfuit deditum vel nobis, u
ut amodo et deinceps sitparti Dominijacobi Apos- Octavum testamentum domini Veremudi princi-
toli secundum illud obtinuerunt Comites de con- pis depenna de Faro cum suis comitatibus et ca-
sensu avorum, et parentum nostrorum cum suo satis elbominibus de alumenariis, quomodo in
Comzsso, quod de ipso faro sumpsit exordium ab cartis resonat.
omni integritate post partem B. Jacobi, et secun-
dum illud obtínuit Beatus et Sanctus Dei Rudesin- [Octavo documento del señor príncipe Vermudo,
dus Episcopus. Adicimus adhuc Cimtatem ab anti- de la penna de Faro con sus condados y casatas
quisfabricatam per suos terminos non procul ab y hombres de las luminarias, del modo que se re-
zso faro, etiam et casatas ingenuatizas. pite en las escrituras]. Iw
[Añadimos además, del lado del Mar Océano, la Además de los contenidos ya existentes en el
Pinnam fabricada por los hombres antiguos, el documento anterior, nos encontramos aquí con
1
106 LA CORUÑA ROMANA Y ALTOMrnEVAL 107
-
108 LA CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDIEVAL 109
Por último, la civitatem ab antiquis fabrica- de viajar. Llegado a la isla obtiene un estado de
tam ... non procul ab ipso faro parece referirse a beatitud, siendo alimentado por medios sobrena-
las ruinas de la antigua ciudad romana de Bri- turales durante siete años, al cabo de los cuales
gantia —nombre que a todas luces se había olvi- un ángel le ordena tres veces emprender el re-
dado—, deshabitada en las proximidades del año greso. Incapaz de abandonar la bienaventuranza
mil, pero cuyos restos resultaban todavía visibles lograda, Trezenzonio permanece en la isla y su-
para los ojos de la población de esa época. Este fre el castigo a su desobediencia: su cuerpo se
fenómeno de persistencia de las ruinas de anti- llena de llagas y su vista se apaga hasta quedar
guas ciudades romanas no es nada extraño en casi ciego. Ante su desgracia, implora y obtiene
época medieval, sino que "en la décima centuria el perdón divino, y en una barca gobernada por
debieron existir a flor de tierra los restos de mu- mano divina regresa a Galicia. La arribada tiene
chas de ellas.... Como advierte Sánchez-Albor- lugar cerca del punto de partida, pero las cir-
noz, '¡con cuántos muñones de viejas ciudades cunstancias han cambiado, pues durante los siete
tropezarían los hombres de entonces!'." [García años en la isla bienaventurada habían transcurri-
Alvarez 1975:591. do trescientos en el mundo real: "Avanzando
desde allí por la costa del mar ... llegué al faro ya
en parte destruido. Encontré la ciudad de Cesa-
EL RELATO DE TREZENZONIO rea casi completamente derruida, y Galicia que
había dejado despoblada de nuevo poblada aun-
El estado semirruinoso de la Torre se ve confir- que con pocos habitantes. Y así llego a Tuy en
mado en un relato, recuperado por el profesor busca de Adelfio, obispo de la ciudad, que me
Díaz y Díaz [1985] —según el cual fue escrito a había educado liberalmente como un padre a su
principios del siglo XI, aunque la más antigua co- hijo ilustrándome desde mis tiernos años". Así
pia conservada sea del siglo XIII— que puede in- termina el relato.
formamos a la vez del nombre con el que la po- A pesar de la escasa atención que las compo-
blación medieval conocía las ruinas de la antigua siciones narrativas altomedievales prestan al
Brigantia, según ha puesto de manifiesto Mora- mundo de lo cotidiano, en este caso el autor del
lejo [1992]. relato de Trezenzonio ofrece referencias concre-
En esquema, la narración consiste en lo si- tas de la realidad del momento en que escribe,
guiente: Un tal Trezenzonio llega a Galicia y la confirmándonos la parcial destrucción del Faro
encuentra despoblada tras la invasión musulma- Bregancio. Como sostiene Moralejo [1992:1661,
na. En su camino observa una alta construcción, "el faro brigantino proporciona un marco de re-
el Farum Brecantium, a la que se acerca y sube; ferencia estrictamente histórico para una ruptura
en su cima hay un espejo en el que por tres ve- fabulosa del tiempo real. En una Galicia devasta-
ces ve una lejana isla, a la que le entran deseos da por la invasión islámica, sólo el faro perdura-
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110 LA CORUÑA ROMANA Y ALTOMEDIEVAL 111
ba como monumental vestigio de un pasado más dactada en tiempos de Gelmírez. Nos cuenta ésta
venturoso; a la inversa, en la incipiente repobla- cómo el castillo de Faro cambia de manos en va-
ción de Galicia y en la ruina del faro y de la anti- rias ocasiones, alguna de ellas de forma violenta.
gua ciudad de Cesarea, encuentra Trezenzonio la En posesión de la reina doña Urraca durante la
medida del tiempo real transcurrido durante su prisión de Gelmírez, pasa por voluntad de ésta a
aventura". uno de sus nobles, a
El nombre de Cesarea se encuentra también, quien se lo arrebata por
asociado al Faro, en un texto procedente del có- la fuerza el hijo del conde
dice Rotense y recogido por Díaz y Díaz al igual Pedro Fróilaz, Bermudo;
que el anterior. En este nuevo caso se habla de de éste lo recupera Gel-
un tal Septemsídoro, padre de Cesario, qui fecit mírez hacia el año 1121,
Zesarea et Faro; este texto, escrito entre los si- tras amenazas y asedios,
glos X y XI, reafirma la relación entre ambos to- contando con la media-
pónimos, lo que parece indicar que el nombre ción del hermano de Ber-
Cesarea se refiere, hacia el año mil, a la civitatem mudo, Fernando Pérez de
ab antiquisfabricatam ... non procul ab isofa- Traba, fiel vasallo del ar-
ro que cita el documento de Vermudo II. No se zobispo. Será este Fer-
trata de que la ciudad se hubiese llamado así en nando quien obtenga el
época romana; más bien habrá que buscar la castillo tras un período en
procedencia y el sentido del nombre "en una ge- que está bajo la custodia La reina
ografía libresca en su origen como en su fin, con de Pedro Crescóniz, arcediano de Santiago; pero Doña Urraca
(del Tumbo
la que se querría prestigiar las anónimas rui- al marcharse Fernando a Portugal entrega el cas- Adela
nas"EMoralejo 1992:1641. tillo a su cuñado el conde Munio Peláez, quien Catedral de
Santiagol.
pasado un tiempo se ve obligado a devolverlo a
Gelmírez.
DEFARUMPRECANTIUM A CRUNIA Permuta Gelmírez el castillo de Faro en 1126
con el rey Alfonso VII, a solicitud de éste, a cambio
Nuevamente, desde los comienzos del siglo XI, la tierra de Tabeirós. Es tal vez este episodio el que
entramos en un largo vacío de información que nos da informaciones más valiosas acerca del casti-
finalizará, a comienzos del XIII, con la creación llo y su significación, pues se nos dice que el arzo-
del municipio de Crunia por Alfonso IX. bispo accedió a la petición del rey "porque el castro
Muy pocas menciones de la ciudad encontra- del Faro estaba demasiado lejos del señorío de San-
mos en este período. Las primeras, que se cen- tiago, y casi ninguna utilidad [sino el solo nombre]
tran en la ahora fortaleza de la Torre de Hércu- reportaba al arzobispo, antes bien, todos los años
les, proceden de la Historia Compostelana, re- tenía que gastar mucho con los caballeros estipen-
. y
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AáL _ _ _ a a - £ •1
diarios en vigilarlo y guardarlo" [Historia Composte- Y nada más sabemos sobre Faro', la siguiente
lana, Libro 2, Capítulo 821. mención oficial a nuestra ciudad, ya con su ac-
Finalmente, en fecha incierta pero posterior, tual nombre de Coruña, la encontraremos en los
aparece nuevamente el castillo en manos de Ro- documentos de Alfonso IX, quien en 1208 dice
drígo Pérez de Traba, otro hijo de Pedro Fróilaz, que construye una nueva población en el lugar
quien lo dona nuevamen- de Coruña, cerca de la torre de Faro, para la utili-
te a la iglesia de Santiago, dad de su reino: quia uero pro utilitate regni mei
si bien con la condición de novam construo populationem in loco qui dici-
conservarlo durante toda tur Crunia, apud turrim de Faro', esta es la parti-
su vida en feudo. da de nacimiento de la actual ciudad, baluarte re-
Para nada aparece en alengo en la Galicia nobiliaria, y de esto ya no
la Compostelana la Coru- trataremos aquí.
ña de entonces, salvo ba- Hoy por hoy, debemos admitir nuestro desco-
jo la forma genérica y mu- nocimiento acerca de lo que era Crunia y de
cho más amplia de Tierra cuándo nace con este nombre. Por la fórmula, si-
de Faro', así consta en un milar a la que hemos visto a comienzos de la
documento del Papa Pas- Edad Media, loco qui dicitur Crunia, cabe supo-
cual II en el que, en el ner que ha sustituido al Farum Brecantium de
año 1110, confirma las entonces, conservando el mismo carácter de pe-
posesiones del arzobispo queño núcleo de población. Pero nada sabemos
Alfonso VII
[del Tumbo santiagués, entre las que se incluye dicha Tierra ni podemos conjeturar acerca de cuándo se co-
A de la
Catedral de
de Faro [Libro 1, Capítulo 361. menzó a utilizar el nuevo nombre.
Santiago]. Conocemos sin embargo algunos documentos Para acrecentar más nuestra confusión, en la
de carácter privado, procedentes de la segunda Crónica del Pseudo Turpin, uno de los libros de
mitad del siglo XII, en el que aparece el nombre que se compone el Códice Calixtino, recopilado
de Faro [que no debe ser confundido con el Bur- a mediados del siglo XII, se cita a Crunia como
go de Faro, actualmente El Burgo, que en estos una de las ciudades que según el relato fueron
momentos adquiere una cierta pujanza]; por estos reconquistadas a los árabes por Carlomagno:
documentos podemos saber el nombre de alguno
de los tenentes del territorio. Gómez Gundissavi es Urbes et maiores villae quas tunc adquisivit in
senior in Trava et in Faro en 1168, apareciendo Gallecia, ita vulgo dicuntur: Visunia, Lamego,
nuevamente en 1169, con el nombre de Gomez Dumia, Colimbria, Lugo, Aurenas, Yria, Tuda,
Gundisalvi, como dominante in Tra.stamar et in Midonia, Brachara metropolis, civitas Sanctae
Faro [Romero 1991:171; en 1195 el tenente es el Mariae, Vimanara, Crunia, Compostella, quam-
Archidiaconus Petrus Uele [Ibid:22]. vis tunc temporis parva [Barreiro 1986:861.
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.s. a
[Las ciudades y pueblos más grandes que enton- Sin pretensión de emitir una opinión autoriza-
ces adquirió en Galicia se denominan vulgar- da sobre un tema ajeno a nuestra especialidad, sí
mente así: Viseo, Lamego, Dumio, Coimbra, Lu- queremos señalar que no nos parece que en este
go, Orense, Iria, Tuy, Mondoñedo, Braga, la me- nuevo texto se haya eliminado la mención a La-
tropolitana; la ciudad de Santa María de Gui- mego como propone Barreiro; antes al contrario,
maráes, Coruña, Compos- nos parece encontrarla disfrazada bajo la forma
tela, aunque todavía pe- 1 "Visunilia mecum", carente de sentido en sí mis-
queña entonces]. [Traduc- ma, pero interpretable como una mala transcrip-
ción de A. Moralejo, 4111. ción de "Visunia, Lamecum" EViseu, Lamego].
1 Esta constatación, por una parte, refuerza la hi-
En otros códices que pótesis de que también Ervinia pueda ser una
transmiten el mismo rela- corrupción procedente de Crunia; por otra, su-
to, sin embargo, se pro- giere la existencia de un texto anterior a las dos
1
duce "la eliminación de versiones que hemos visto, en el cual Lamego es-
Lamego E ... ] y la sustitu- taría citado como Lamecum.
ción de Crunia por Ervina En cualquier caso, parece quedar claro que a
que en un códice aparece 1 mediados del siglo XII alguien ha incluido a Cru-
como Erunia"EBarreiro nia en una relación de ciudades. Crunia, por
1986:871. Interpreta este consiguiente, existía, y parece que, al menos a
autor que "el Erunia que los ojos del autor, debía ser un núcleo con más
Alfonso IX vitalidad en sus características urbanas que el
[del Tumbo aparece en algunos códices puede ser un simple
Adela error de transcripción lo que motivaría la poste- que en principio hemos supuesto al locus qui di-
Catedral de
Santiago]. rior evolución hacia una Ervinia cada vez más citur Crunia de los posteriores documentos de
alejado de la Crunia primitiva. Más difícil de ex- Alfonso IX.
plicar es la eliminación" Elbid:881. El texto de esta La posible explicación de este hecho cae de
segunda serie de códices es el siguiente: momento en el terreno de las hipótesis. Barreiro
1
[1986:88] sugiere una repoblación impulsada por
Urbes et maiores villae quas tunG adquisivit in Fernando II hacia los años 1164-1166. Cabe supo-
Galetia, ita vulgo dicuntur: Visunilia mecum, ner también que en esta revitalización del antiguo
1
Dumia, Colimbria, Lucum, Aurenias, Yria, Tu- Brigantium, ahora nuevo núcleo Crunia, haya
da, Mindonia, Brachara metropolis, civitas jugado un papel importante el tráfico marítimo,
Sanctae Mariae, Wimanara, Ervina, Compostela una vez eliminados los peligros normando y mu-
quamvis tunc temporis parva [Ibid:87]. sulmán. ¿Es posible que, en la segunda mitad del
siglo XII, Crunia haya experimentado un impor-
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4,
4,
ÍNDICE
4,
7
Capítulo 1 4,
LA PRESENCIA DE ROMA
Los primeros contactos 4,
El mito de las guerras cántabras
15
Capítulo II
EL ASENTAMIENTO ROMANO DE LA CORUÑA
Las fuentes textuales
El Flavium Brigantium de Ptolomeo
• El Itinerario de Antonino
o La Notitia Dignitatum
• La cita de Orosio: Brigantia, Coruña y la Torre de
Hércules
• La crónica del cruzado Osborne y el puerto romano
Las fuentes epigráficas
Las fuentes arqueológicas
• El nacimiento de la arqueología urbana
• Intervenciones de arqueología romana en la ciudad
o Los materiales muebles
67
Capítulo III
BRIGANTIUM: UN INTENTO DE SINTESIS
79
Capítulo IV
UN LARGO TIEMPO DE SILENCIO [5. V-1X]
87
Capítulo y
HACIA EL FIN DEL MILENIO ES. IX-X]
Los Normandos
El documento de Tructino
Las decanías de la Sede Iriense
Las transformaciones del siglo X
103
Capítulo VI
DEL AÑO MIL
A LA FUNDACION DE LA CIUDAD
El Farum Precantium en los alrededores del año mil
El relato de Trezenzonio
De Farum Precantium a Crunia
117
BIBLIOGRAFIA Esta obra se terminó de
imprimir en el mes de
Diciembre de 1994