Está en la página 1de 202
if Jatlanticas: pr c 2 Sentre: Et propésito de la primera parte de este trabajo es ef estudio de las antiguas leyendas irlandesas del Libro de las Invasiones que relecionan a Galicia con lands; principalmenta Ia famosa leyenda de Broogan y sus descendiontes que desde fas costas del norte de Galicia navegaron hasta irianda y se hicieron duefos de Ja isle. A continuacién presentamos una serie generat de hellezgos arqueotégicos en conexiin con et tema de las releciones atlanticas entre Galicia ¥ las isles Britsnicas. En determinades épocas de ta Prehistoria existid entre estos paises una relecién cultural, Estas relaciones solamente s¢ pudieron efectuar 2 través de un contacto maritime entre Galicia y las Islas Briténices (I\, “Uno de los aspectos més claramente evidente de la Prehistoria en las castas def Occiden- te europeo, es la abundancia de testimonios erqueolégicos acerca de ias intensas ‘relociones martimas entre Ja Peninsula Ibérica, Sretafa, Cornualies, ‘lance, Gales y Escocia" (2). Finalizamos este trabajo con el estudio de los sistemas y medios de navege- sién que se conocian en los tiempos prehistbricos, @ Jos que nos referimos al hablar de las relaciones atlémicas, para centrarnos finalmente en el estudio de fas primitives embarcaciones de cvero que se emplearon en las costas atlénticas ‘europeas durante la Prehistoria y , gracias 2 las cuales, se hicieron posibles gran parte de Jas relaciones entre Galicia y las isles Britsnicas. Nos detenemos espe- ciadmente en et andilisis de tas embarcaciones del petroglito de Borna (Meira. Ris de Vigo), 2 las que consideramos como uno de las testimonios més importantes de la existencia de las embarcaciones de cuero en las costas de! noroeste de la Poninsule, CAPITULO P ERO LAS ANTIGUAS LEYENDAS IRLANDESAS DEL LIBRO DE LAS INVASIONES Y LA LEYENDA DE BREOGAN Se conocen en Irlanda y también en Galicia ciarto nimero de leyendas sobre diferen- ‘es tomas, cuyae semojanzaa con realmente notables y que mereceria cada una de elias un ‘estudio aparta (3). Estas semejanzas existen igualmente entre determinadas leyendas breto- ‘nas y algunas de Cornualles (4|. El andlisis y el estudio de los elementos que componen ‘todas estas leyendas, es un tema de verdadero interés e importancie, que contribuiria @ une mejor comprensién de la mentalidad primitiva y del deserrollo de la civilizacion prehistorica ‘en estos paises, de le cual no existe ningin testimenio escrito. Ante la avidencia de estas semejanzas en las leyendas y ante los testimonios arqueologicos que existen, no se puede ‘negar que muchas de estas leyendes debieron surgit provocadas por verdaderos aconteci- rmientos histéricos y sobre todo coma consecuencia de fos contactos que en la Antigiedad cexistieron entre fas Islas Briténicas, Bretafia y Galicia. Sin duda alguna, muchas leyendas pueden atrbuirse a los pueblos celtas que poblaron estos paises, aunque los origenes de algunas podrian remontarse a la Edad del Bronce, De todas estas loyendas iandosas, son las histérieas las que mis puntos oscuros podrian aclaramnos acerca de las relaciones atlanticas entre Galicia y las Islas Briténicas, @ ineluse podrian revelarnos algo sobre la identidad de alguno de los pueblos que motivaron ‘estas relaciones, esi como también diversos espectos de su cultura, Irlanda, debido positlemente a su situacién googrética, apenas fue visitada por los romanos; por |o que la influencia de Roma en esta isia fue minima, conservando su poblacién celta su independencia de hecho hasta finales del XII. Por esto precisaments se conservan antiguas leyendas y tradiciones en este pais, que han sufrido muy pocas transfor- ‘maciones y que han Wegado hasta nuestros dias conservando ain ceracteristicas de la civilizacién céitica y, gracias a las cuales, se sabe algo sobre sus instituciones, su literatura y sobre su antigua lengua. Genereimente, las leyendas irlandeses se clasifican por orden ‘sronolégico en los siguientes grupos: Ciclo Ultonian 0 Coronian, Ciclo Ossiaric o Fenian; y un gran niimero de cuentos y leyendas que es dificil de clasificar dentro de un contexto historico, €1 Ciclo de las Leyendas Mitoldgicas © sobre las linvasiones, comprende las siguiente secciones: 1." La llegada de Partholan a Irlanda. 2." La invasién do Nemed. 3." La invasion de los Firboigs. 4. La invasién de los Tuatha De Danan o pueblo de la diosa Dana. 5." La invasién de los Milesios desde Espofie y su conquista del pueblo de Dana (6). ‘Las layendas del “Libro de las Invasiones”. En el manuscrito en el que se conservan todas estas antiguas leyendas, ot Lebor Gabéla Erenn 0 Libro de 1as Invasiones, se menciona la llegada a Ilanda de nueve ‘pequefios grupos invasores anteriores a los Milesios. Uno de estos grupos, el de Cessai, rnecesité nueve dias de nevegacién para llegar desde Espafa a Irlanda, arribando a esta isla en ol mes de Mayo en una embarcacién de cusro (6). Es muy significative el que muchos de los pueblos invasores que llegaron a Irlanda, procedieran de Espafa de acuerdo con esias leyendas. Més adelante comentaremos esto Invasion. La primera gran invasion que sufrié Irlanda, fue la del pueblo de Partholan, que también procedia de Espafia y, al igual que Cessair, Partholan tardé nueve dias en hacer la travesia en su embarcacién de cuero (7), en la que iban ocho tripulantes; cuatro hombres y cuatro mujeres (8). Después, debido a una plaga, Irlanda qued6 desieria durante varios afuos. Invasion. [Mas tarde legaron os Nemedios 0 hijos de Nemed, procedentes de Grecia y de Ezcitia; pueblo ya més adelantado quo al anterior, pero que fue sometida por los Fomorios, ‘a los que se suponia como procedentes de Africa y que eran grandes navegantes y piratas, temidos ademas por su gigantesca estatura, aunque algunos eran granjeros pacificos y sabian construir torres. Los Nemedios, al no poder enfrentarse a las fuerzas de los Fomorios, decidieron pedir ayuda a los “nobles de Grecia, Estos les enviaron un ejército poderoso, que destruyé las torres de los Fomorios, Después de una serie de luchas, de pestes y del efecto debastador de una gran marea que inundé todo, los supervivientes decidieron some- terse a los Fomarios. Sin embargo, muchos no se resignaron @ este sometimiento y ‘acordaron abandonar la isla. Se dividieron asi en tres grandes grupos: uno retorné a Grecia; el otro marché al norte de Europa, y el tercero, al mando de! caudillo Briton Mael (que segin la tradicién dio lugar al nombre de Gran Bretafia), so establecié en Escocia, donde vivieron en paz hasta Ia llegada de ios Pictos. 3." Invasion. Doscientos afios después del regreso de estos Nemedios a Grecia, otto nuevo grupo de Nemedios —pero shore ya con otro nombre: el del pueblo de los Firboigs— log’ « Inlande. Al parecer, el nombre de Firbolgs significa los “hombres de las bolsas de cuero 0 zurrones' (Q|. De acuerdo con otra antigua leyenda, los firbolgs vivien esclavizados bajo la tirania de fos griegos que los obligeban a transportar tierra de tos valies fértles @ las zones rocosas, para poder tener asi nuevos campos de cultivo. Pero un dia los Firbolgs decidieron liberarse de la tirania de los griegos. Con las bolsas de cuero, on las que transportaban la tierra, construyeron unas embarcaciones y en ellas navegaron haste Irlanda. La siguiente invasi6n fue Ia del pueblo de Dano, los Tuatha De Danann, os decir, o! pueblo de la diosa Dana; también identificade con la diosa Brigit, de gran tradicién en Inlande y cuyos atributos en el siglo VI pasaron a Santa Brigida, Asimismo, su nombre se ‘encuentra en algunas inscripciones de ta Glia, como "’Brigindo” y en diferentes inscripcio- nes latinas descubiertas en Inglaterra (10). Era este un pueblo muy intelgente y habil, ‘sconocedor, ademas, de las ciencies y artes del druidismo. De acuerdo con la leyenda, procedia también de Grecia, igual que los Nemedios, aunque mucho més culto que éstos y ‘sonsiderado por ello como un pueblo superior de somidioses. Los Tuatha De Danan srejeron consigo a Irlanda vabosos tesoros, entre tos cuales se cuenta que venia fa famosa “Piedra del Destino", sobre la que eran coronados todos las reyes celtas. Una de las == leyendas medievales dice que dicha piedra fue llevada desde Galicia a Iriends (11). En ol siglo XIll Eduardo | la traslad a la abadia de Westminster para ser colocada en el trono real, en el ‘que fueron coronadas todos los reyes ingleses. También nos cuenta la leyenda que los Tuatha De Danann poseian un caidero de metal, que tenia la propiedad de dar de comer a toda una tribu sin llegar @ vaciarse. E aspecto més interesante de la leyenda es la noticia ‘que nos da acerca de las armas que los Denann poseian: espadas y lanzas més ligeras y afiladas que las de los Firbolgs, porque los Danann eran unos expertos artifices del metal. ‘Cuente le leyende que et aurfice de los Danann hizo un visjo a Espafa para comprar oro, porque sabia que en este pais habia minas auriteres (12). Los Firbolgs no pudieron vencer a los Danann que invadian sus territorios, por lo cual decidieron retirarse hacia las costas ‘occidentales de ta isla, invasion. La leyenda de Breogan. La Uitima invasion que suffié Iranda, de acuerdo con la leyenda, fue la invasién de los Milesins, que se habian establecido en el noroeste de Espafia en tomo a la ciudad de Brigentia, ciuded que, segin ls leyenda irlandesa, habia sido construida por ol caudito Breogan, al igual que una torre para su defensa (13). La verida de los Milesios a Irlanda fue motivada por un curiosisimo episodio relatado en el "Libro de las Invasiones”, y que tracucimos aqui por considerario un testimonio muy interesante sobre las relaciones atlinticas entre Galicia e Irlanda. “Ith, el hijo de Breogan, fue el primero que vio Irianda. Una clara noche de invierno: subio él solo hasta lo alto de le torre de Breogan y comenz6 @ otear el horizonte del mar hacia el nordeste, hasta que divisé en la lejania a Irlanda, Bajd inmediatamente a comunicar ‘8 su gente lo que habla visto, Brego, hijo de Breogan, dijo que lo que acababa de ver no era tierra, sino alguna nube del cielo, e intenté quitarle esta idea de la cabeza. Pero Ith no se 44oi6 disuadir; ech6 su embarcacién al agua y naveg6 hasta Irianda” (14i, Los Tuatha De Danann recibieron hospitalariamente @ Ith; pero al cabo de unos dias, ante la admiracién quo Ith sentia por Irlanda, los Dansnn empezaron a temer que Ith decidiera quedarse definitivamente en la isla y aduefarse de ella, por to que decidieron matarle, Sus compafieros, sin embargo lograron recuperar el cuerpo sin vida de Ith, y con él egresaron en sus embarcaciones @ Galicia, donde los Milesios, al ver lo que los Danann habian hecho @ Ith, decidieron vengarse e invadir Irlanda. De este modo se organize una -expedicién muy numerose compuesta por guorreros y sus familias. Algunos murieron duran: 1 la travesia, pero 1a mayoria llegd finaimente a irlanda @ principios det mes de Mayo: Después da algunos episodios sin mayor importancia con los Danann, los Milesios se apoderaron definitivamente de Irenda, dereotendo a los Danann, que tuvieron que abando- rrat fa isla, Cuenta le leyenda que ef druida Amergin que acompafiaba 2 jos Milesios en calidad de sabio y consojero, prorrumpié en unos misteriosos varsos. al poner pie sobre el ‘suelo de Iranda, Versos que se conservan en el “Libro de las Invasiones” y que citemos {aqui por el encanto que poseen y por ser un interesante testimonio de la mentalidad de este ‘pueblo celta: Yo soy ol viento on al mar, Yo soy la ola en el Ooeano, Yo soy el estruendo del mar, Yo soy un toro en siete combates, Yo soy un buitre sobre los riscos, Ae Yo soy una gota de rocio, Yo soy la flor més hermosa, Yo soy audaz como un jabeto, Yo soy un salmén en la corriente, Yo soy un lago en la llanure, Yo soy una montafia humana, Yo soy la vor de la ciencia, Yo soy un arma afilada, Yo soy el dios que azuza el fuego de la mente humana. Quin es el que sueviza les asperezas de una montaria? 2Quién es el que predice las fases de la Luna y el lugar donde se pone el Sol? zQuién llama al ganado de la casa de Tetis? ZA quit sonrie el ganado de Tetis? 2Quién es el ejército? zquién es el dios que reconstruye le fortaleza destruida? Encantemientos sobre una lanza? 2Encantamientos del viento? (15) 1. ©. Bowen, Britain and the Britich Sass (The Irish Sea Province in Archeology snd History. altado por Corakt Moore. Cambrian Archaeotogicel Association. Cardi, 1970} 2=E G. Bowen. The Travels of the Caltic Saints ("Antiquity", vol. XVI, Pag, 16. 1844 3.—Lady Wilde. Ancient Lagends, Mystic Charms, and Suparstitions of Iraland London (888. Reprin- ted by O'Gorman Led. Galway 1670. Lady Gregory. Visions and Beliefs in the Wast af fraland \1." ‘eiein 1922. 2.* edicidn 1970. Colin Smythe. Gerrards Cross) 4.—Aobert Hunt. Cornish Legends (Tor Mark Press. Truro, 1969, 1. edicidn 1871). Conmish Folk-Lore Tor Mark. Truro, 1989. 1.* edicién 1871). cornish customs and Superstitions \Tor Mark. Tru¢a, 1969). Popular Romances of the West of England (Folk-Lore, vol i. (B65), José Marla Castrovieio. Apari- ‘clones en Gallela (Porto y Cia. Fditores. Santiago de Compostela 1965). Xetds Taboods Chivte. Etno- gratia Galege \Gelavie. Vigo, 1972). Leandro Ceré ANerefos. As Lendas Tradiconaes Galeges (Mu ‘seu de Etnogralia e Histéri, Porto). Carreras Candi. Geografia General del Reino de Gaucla, José ‘Marla Gonzblez Reboredo. El Folklore de los castros gallegos. (Universidad de Santiago de Compos- ‘tala. 1970, E.-T. W. Rolleston, Myths end Legends of the Celtic Race. (George G, Hecap. London, 1911. Pigi ras 99,90) 8. —Lebor Gabala Erann. Port ll, Edtedo y treducide por Stewart Macalister \rish Texts Society. Vol. 35 ‘Dublin 1939. Pgs. 181, 221 y Part i vol. XXXIX, 1940. pda. 5). 2. —tebor Gabala Erenn. Op. cit. Vi 38 Port It. Section IV &—Lebor Gabala Frenn, Op. cit. Vol. 38. Part it. Section IV Pg. 6 9.—T. W. Rolleston. Myths and Legends of the Celtic race Op. cit. London 1911) 10.7. W, Rlleston. Op. ot, Pg. 102 1__W, Douglas Simpson. Dunstattnege Gastle and the Stone of Destiny. (Giver and Bord. Ednburgh 1958. Pigs. 101 104). Leandro Carré Alvarelcs. As Lendas Tradizonaes galegas (Museu de Einogre- ‘fae Historia, Porto. Pég. 126) 12.—F. L. Cuevillas mencione este leyende citande 2 O,Curr;: Man and Customs of tho Ancient Irish (Pag. 210), cada por Murgula en Galicia (Pig. 130, note 3); chads per Curvilas en Lax Joyas Cax- renas (Mada 1951. Pag. 8 18.—Labor Gabate Erann. Op. cit. Vol. XXXV. Dublin 1999. Part il, Section ii The Early History of the Good (PA. 27) 4.—tebor Gabata Erenn. Op. ct, Vol XLV. Patt V, Dulin 1956. texto del mamuscrit es el sguieme: “Rib mac Breogain tra, éide tuair Erinn ar ts; J. dolsié a enue, glan-tescor golem, f m- lach Th Gir Breogain, gabais ag fegad in mara sar thusid co lote, co faca h vad Exim. Imt aet ‘arsin {for ¢ ilo mdochum a br sichar rail. atféta J dibside in n I sin atcornaire. Adubsir: Brequ rac Breo- gain n Br bo th & etir, acht ba n a nime atconnaire, bai ic tairmese dia frss: ocus ni 10 thairmese Tih ‘tir. Tucside a ving for maiz, xe éleie dochum a Eien.” Texto traducido af inglés por Stewart Macals- er: “As for Ith s. Breogan, it was he who found trend at the ftst. He came along, on a clear winter's ‘evening on to the top of Breogan’s Tower, and he began te spy out the sea for to the north-east. til he ‘saw Jeland away trom him. He goes round beck thereafter 10 hie other brethren, and tals them what he had seen, Brege s.8re0gan said that what he had zaen wos ne land at al, but a cloud of the shy, and ‘he was for hindering him trom going thither; but ft he could in a0 wise hinder, ith) launched ts sho ‘en the sea and sailed to treland”. (Pags. 11, 12, 131. ‘15. —tabor Gabala Erann. Op. cit. Vol. XLIV. Dublin 1956. Part V: Section VII. En le abrs de Robert Gra- ves, The White Goddess se encuentra una interesante mterpretacién de este povrra Faber & Faber. Londen 1971) ULO SEGUNDO ESTUDIO SOBRE EL ORIGEN DE LAS LEYENDAS DEL LIBRO DE LAS INVASIONES & ro 2 i Hemos visto en resumen cSmo las leyendas irlandesas relatan las diversas invasiones: quo sufrié Irlanda. A la mayoria de los pusbios invasores s¢ les hace proceder de Espafia en ‘estas leyendas, aunque sus origenes se sitven en el Meviterréneo. Se ha intentado ver le raz6n de esto en la semejanze que existe entre los nombres de Hibernia @ Iberia (16), lo que pudo haber hecho creer a los monjes que copiaron el Libro de las Invasiones que habia ‘existido en ép0cas anteriores una relacién entre estos dos peises, puesto que el propdsito principal de los autores dol Libro de las Invasiones era ol buscar una rolacién entre la ‘poblacidn irlandesa primitiva y los relatos biblicos del Antiguo Testamento sobre jos orfgenes de los pueblos. Es natural que el pueblo irlandés se preccupase por conocer su pasado: la ‘cuestion esté en saber hasta qué punto estas leyendas del Libro de las Invasiones se deben a la imaginacién de los monjes irlandeses en sus intentos por relacionar la historia jdandesa con ef Antiguo Testamento, y qué aspectos de cllas 2e deben a la tradicién popular, que sin duda conservo recuerdos de algunos acontecimentos historicos de su pasado. Algo se ha escrito sobre este tema, por lo que esti fuera det propésite de este ‘abajo el analizar detenidamente todas les leyendas de las invasiones. Solamente nos intoresa aqui el releto de la venida de Ith a Irlanda desde las costas de Brigantia, por ser la leyende irlandese més importante en relacién con el tema de los contactos entre Galicia @ Manda Todas les invasiones que sufrio Irlanda procedian del Continente europeo; de le Peninsula lbérica la mayoria de éllas, y del Mediterrineo, como punto de origen de escs pueblos, que evidentemente debian de ser grandes navegantes pues para atreverse @ efec- ‘uar la navegaciOn hasta las costes irlandesas tenian que estar muy avezados con las cosas dol mar. Los numerosos restos arqueciégicos encontrados en |randa perteneciontes a distimtas civilzaciones demueswran ciaramente que el mar nunca fue un obstéculo que impidiera los contactos de esta isla con el Continente y viceversa, En la antigiedad les costes irlandiesas fueron frecuentades por navegantes del Continente, sobre todo a partir de la culture de los megalitos. Estas relaciones atlanticas se continuaron a lo largo de toda la Edad del Bronce y do la Edad det Hierro; on esta Spoca les Islas Briténicas sufrieron una sete de invasiones procedentes de cistintos lugares del Continente, invasiones provocades or la aparicién de los celtas. Sin embargo, hasta el siglo Ill a. de C. no se efectuaron invasiones numerosas de grupos ctiticos, aunque se puede decir que ya desde ol siglo Vill habia habido invasiones de grupos protoceltas procedentes del Continents y pertenecientes {a cultura Hallstatt; pero su influencia en esa bpoca fue muy pequefia. En Irland la cultura ‘celta, debido posiblemente al hecho de estar aislada, acquirié pronto unas caracteristicas que (a diferenciaron en varios aspectos de la cultura correspondiente en inglsterra y en ol Continente, De todos modos, las relaciones merftimas entre Irlanda y @l Continente se siguieron mantenienda sin interupcién durante todos los afios de la civilizacion celta, Hay ‘umerosos testimonios arqueolégicos que demuestran la existencia de estes relaciones, El ‘Atlantica nunca fue un obstéculo para los contactos entre estos paises; se podria decir que =13- ‘ue ef mar en realidad el que hizo posible la expansion de la cultura megalttica hacia e none ‘de Europa, al igual que las navegaciones de los pueblos celtas. Sabemos que la civilizacion ‘cttica se conservé en Iranda mucho més tiempo que en Inglaterra, debido @ que nunca fue invadida por los romanos. Hasta la llegada del Cristianismo a Irlanda en el siglo V, la culture cbltica del periode de la Téne no habia sufrido influencias de otras culturas, Por allo, toda la Iiteratura irlandesa medieval contiene carecteristicas muy peculiares que sin duda alguna se eben a la influencia de culturas anteriores. A estas caracteristicas circunstancias histéricas ‘debemos afiadir el hecho de que el pueblo irlandés es bestante conservador y reacio a todo ‘to de influencias extrafias, como en cierto modo los ingleses. De ahi que muchas leyendas, ‘radiciones orales y creencies populares contengan elomentos de a civilizacién céitica 0 incluso precéttica (17), Los piimeros monjes que se dediceron a recoger las historias y leyendes de Irlands, e= de suponer que intanteran cristianizar los hechos y narraciones que olan de la gente. Pero prescindiondo de las alteracionos que esto haya supuesto en la tradicién oral irlandesa, se pueden apreciar, sin embargo, infinidad de aspectos de las leyendas y relatos que evidente- mente nos remiten a una época anterior a la medieval. EI manuscrito irlandés Lebor Gebéle Erenn o Libro de las invasiones de une vision legendaria de la primitive historia de Iranda, Pero debsjo de su aspecto de leyenda, debsjo do las fantasias que en él 20 narren, hay algo que no fue producto de Ia imaginacién de sus ‘autores, sino la versién exagerada 0 transformada por la tredicion oral de sucesos que realmente acaecieron en irlands. Homero escribié su visién de la guerra de Tioya, utilizando para ello leyendas y noticias oreles trensmitides de una generacién @ otra, de episodios que hablan sucedido varios cientos de afios antes. Los sucesos que nos narra Homer en su poem, ocurrieron en el sigio Xil a. de C.; sin embergo, hesta el sigio Vill Homera no ‘compuso su obra. Por ello, es de suponer que hasta esa fecha se mantuvo vivo el recuerdo do los opizodios de la guerra de Troya. A la vista de esto, no nos parece tan extrafio que el Libro de las Invasiones se pueda referir a hechos que realmente ocurrieron. Los sucesos hist6ricos acaecidos en la época de las invasiones céiticas en Irlanda, fueron convertidos en ‘mitos por los poetas y bardos que transmitian oraimente de unos a otros sus conocimientos ¥y que luego recitaban ante el pablico, ante ta sociedad campesina irlandesa aferreda @ viejas creencias que el cristianismo no logré borrar. El pueblo irlandés, mientras que por un lado ‘sdmirabe y recurria al poder de los santos cristianos, por otro lado no renunciaba e sus creencias en las hadas, los duendes y las brujas. “Es importante ver que desoués de la Intoduccién de la nueva fe, la literatura (ya fuera crstiana 0 no) siguié siendo tipicamente iandesa. Se conservé la organizacién de los bardos de la corte, las grandes reuniones sociales como la feria de Carman y de Tailtin (comparable al festival Olimpico de los {griegos) el pueblo en general continu participando de la vida ertistica @ intelectual de las clases altas" (18), En Inglaterra, la primera invasion de pueblos a los que se puede considerar como celtas, tuvo lugar en ol siglo V a. de C. Posteriormente, en ol siglo Ill 8. de C., 68 produjaran nuevas invasiones de celtas. Durante la primera parte del sigio | a. de C., la invasién de los celtas beigas. Con respecto a Irlanda, es mis dificil precisar una eronologia sobre la fecha de la llegads de los primeros celtas @ la isla. Llegeron en sucesivas invasiones, y no se sabe si ‘2 presenteron como conquistadores o como pacificos emigrentes. Por ahora se supone que fue solamente a partir del siglo Ml a. de C. cuando llegeren los celtas a Irlanda. Al monoe ‘esto es lo que en la actualidad nos permiten asegurer los testimonios arqueologicos, sin Plantearnos dudas. De todos modos, se cree que antes de esta fecha dabieron afectuarse ya algunos asentamientos de tribus celtas procedentes del Continente, Técito (Tac. Agr- 24,3) ‘alata que el general romano Agricola habia tenido la intencién de invadir Inanda, contando ‘solamente con la ayuda de muy pocos scldados, puesto que opinaba que le conquiste de ‘esta isla era muy facil, De haberse llevado adelante el pian de Agricola, sin duda los romanos habrian invadido Inlenda sin grandes dificultades. Pero le idea de Agricola no se llev6 a la practice y ls isla no sutrié mas invasiones haste el siglo IX, cuando los vikingos ‘empezaron a asolar sus costas. Finalmente, algunos efios después, en el siglo XI! llegaron los anglo-normandas. Como consecuencia de este aistamiento en que estuvo Irlanda duran- +e tantos siglos, se conservaron casi intactas las tradiciones y cultura de la poblacion céltica haste muchos afios despuss de haber sufrido la infiuencis del Critianismo (18). EI manuscrito irlandés Lebor Gabéla Erenn o Libro de las Invasiones fue escrito con la intencion de hacer una recopilacién de todos los sucesos bistéricos acoecidos on Irlanda desde el Diluvio. La primera redaccign de este libro debié hacerse en e| siglo Vill 20). Nennius en su Historia Britonum |aiio £26 d. de C.) manifiesta que conocia ya el relato de las invasiones que habla sufrido irlanda: “De este modo he sido informado por los hombres més cultos de Irlanda", dice al hablar de la historia de este pais (21). Myles Dillon (22) asegura que el Libro de las Invasiones se puede atribuir por lo menos a! siglo Vill, y, después de analizar todos los textos y referencias existentes sobre el, llega a la conclusién de que este libro fue en principio escrito en latin; aunque no descarta la posiblidad de que sus fuentes procedan de fechas muy anteriores @ la mencionade, Poco tiempo después de ‘su aparicién, se hicieron varias revisiones del manuscrita y se affadieron nuevos textos. El manuscrito més antiguo en el que se conservan algunos pasajes del Libro de Ine Invasio- nes, es el Libro de Leinster, perteneciente al afio 1160. Algunos autores suponen que ‘exist también un Libro de las Invasiones referido 2 Inglaterra; pero los hechas a los que '8@ refiere este libro ingles, son posteriores a los que aqui tatamos y, por ello, quedan fuera de nuestra investigacién (23) La version det Lebor Gabala Erenn que se conoce hoy dia, data del afio 1691 y fue ‘ealizada por un monje llamado Michael O'Ciery en el monasterio de Lisgoole, de la diécesis de Clogher (en Fermanagh, Ilanda), En el prefacio de su manuscrito O’Clery menciona una ‘serie de razones por las que Se encargé de la tarea de “purificar, recopilar y escribir de nuove la antigua y famosa crénica, conocida con el nombre de Libro de las Invasionas (24). Su propdsito principal fue el recopiler todo lo escrito sobre las vides y las genealogies de los santos de Irlanda; tarea que no se podia realizer sin consultar el Libro de las Invasiones, por ser “ta fuento original de la historia de los santos y los reyes da Irlanda, de sus nobles y sus gentes”’ (25). Tembién en el prefacio de este libro, O'Clery se lamenta de que hombres conocedores del latin y del inglés hubioran comenzado en su época @ traducit 8 Libro de la Invasiones, sin conocer lo suficientemente bien el gaélico. Para evitar que estas traducciones susceptibles de errores pudieran concluirse, decidié "con el permiso de sus supetiores, purificar y recopilar el Libro de las Invasiones y consulter todos los escritos ‘que sobre 6! existieran’’ (26). O'Ciery menciona a continuacién todas las versiones que conulté de eéte libro para redectar su manuscrito, de les cuales desafortunadamente no se conocen nada mas que un pequetio fragmento en el lio Leabhar-na-h-Uidhré, una copie imperfecta en el Libro de Ballymote y los manuscritos de Lecain y Leinster (27). Se conservan 187 hojas del Libro de Leinster. Le edicién més moderne de este maruscrito fue publicada por Best, Bergin y O'Brien (R, |. Best, 0, Bergin and M, A. O'Brien, The Book of Leinster; § fescs. Dublin 1954-67). En 1880 A. Atkinson roalizé una publicscién de este manuscrito, que se edito en Dublin (R. Atkinson, The Bock of Leinster. Dublin 1680) (25). En este manuscrito de Leinster hay una tecopilacién da textos muy diferentes: historias de reyes y Arboles genealégicos, sagas, anécdotas, leyendas y nombres de lugeres (29), De todos estos textos nas interesa solamente el referido a las invasiones, por ser el que est telacionado con Galicia. Vamos a intentar ver si fueron ciertos los relatos que en é! se narran sobre las invasiones que llegaron a Irlanda desde Galicia. La escritura ogémica Nos preguntamos si la tradicién oral podria haber conservado ol recuerdo de algunas de las invasions, posiblemente las de los celtas, haste que finalmente los primeros monjes cristianos recopilaron estes tradiciones y redactaron él Libro de las Invasiones: y, si esto fue asi realmente, gvinieron dichas invasiones desde Espafia? Para poder responder a esta ‘pregunta, debemos intentar averiguar antes desde cuando se conoce en Irlanda la escritura. El afabeto que utilizaron lot monjes para escrbir las exénicat de Iranda, estaba compuesto de caracteres latinos con ciertas variantes. Es de suponer, por lo tanto, que los introductores de la escritura en irianda fueran los primeros monjes que se establecieron en ella proseden- 18s de Inglaterra. Pero en Irland existia también un antiguo sistema de escriture, conocida ‘con el nombre de alfabeto Ogam (Figura I), que consistia en una serie de linees de distirta longitud trazadas @ embos lados de las aristas de las piedras, con excepeién da algunos ‘caracteres Ogam que han aparecido en manuscritos, como, per ejemplo, en el Libro de Ballymote, gracias al cual se ha podido descifrar esta escritura con la ayuda también de ‘otros signos Ogam que se descubrieron en unes piedras juntamente con su traduccién on Jatin. La mayoria de las piedras con caracteres Ogam son lépidas sepulcrales, en las que se ‘hace constar al origen familar del difunto . Este tipo de escritura se empezé a utilizar en el siglo III d, de C., aunque 2s posible que hubiera sido utiizado antes de la 6poca cristiana por los poetas 6 bardos que cantaban las historias de Irlanda y que conocian de memoria los Grboles genealégicos de los héroes, En un entiguo manuscrito irlandés conocido con el nombre de Brehon Laws, se cuenta que los poetas utiizaban tablilas de madera en las que ‘esoribian sus relatos (30), O°Curry sugiore que en estas tabillas <0 osoribia con caractores Ogam. O'Curry encontr6 esta noticia sobre las tabillas utllizadas por los poets, en un ‘manuscrito iriandés de la biblioteca del Trinity College (Dublin). Kuno Meyer ha editado este ‘menuscrito (vease Revue Celtique, vol. Xill, Pag. 221. También Kuno Meyer, Hibernica Minoica, Pag, 84) (31), De todos modos, no ersomos quo con earacteres Ogam eo haya escrito alguna vez ol Libro de las Invasiones, aunque no negamos lé posibilidad de que si se hubleran escrito en tablilas de madera muchas de las largas listas de nombres que sa mancionan en el libro; Jo ‘cual faciiteria la tarea de los poetas que tenian que memorizar extensas narraciones, que se transmitian oraimente de generacién en generacién. Douglas Hyde opina que no se puede decir nada con seguridad sobre la voracidad histérica de los hechos que so rolatan on las leyerdes irlandesas referidas a acontecimientos ocurridos antes del siglo IV d. de C., porque piensa que slo en el caso de haber existido testimorios escritos se poarlan recordar suicesos ‘que acaecieron muchos cientos de afios antes, como, por ejemplo, el hecho de que en los Anales de Ulster, libro que trata sobre la historia de Irlanda desde el afio 444, paro escrito fon ol siglo XV, se mencionen una serie de eclipses y cometas que se vieron entre los afioa ‘496 y 884; y Cuyas referencias coinciden exactamente (incluso en el dia y la hora) con los CBloulos de los astrénomos aciuales que comprobaron la veracidad de estas remotas noticias (32), Es evidente que de no haber existido testimonios escritos acerca de esis fenémenos celestes, la tradicién oral no podria haber conservado su recuerdo durante tantos aos. Las invasiones a las que se refiere el Libro de las Invasiones, ocurrieron muchos ‘afios antes de que se conociera la escritura en Ilands; al menos por ahora no se ha descubiento ningun testimonio arqueciégice que nos permita atirmar que en irlanda se -conocia ya la escritura antes del siglo lil d. de C. Se sabe que los celtas de la Galia conocian Figura 1 Escrtura ogamica en dos lapidas tunerarias procedentes de Kerry (inlanda). (Museo de Arqueologia de Cork. trianda). ‘1 alfabeto griego. César menciona que los druidas de la Gala to utiizaban en determinadas ocasiones. Con respecto a Irlanda, no se conoce atin ningiin testimonio arqueoligico o texto ‘que nos permita suponer que aout los druidas también conocian el elfabeto griogo. Le Tineratura irlandesa est llena Ue aiusiones a los druidas, pero ninguna referencia sobre ellos ‘es tan antigua como la que da César en su obra De Bello Gallico (Vi, 14). En los libros irlandeses. los druidas aparecen mencionados como embajadores, ins- tmuctores de 1a juventud, poetas y sabios. Eran, por lo tanto, los hombres cultos de los ‘celtas; los cuales transmitian sus conocimientos a sus discipulos, a los que cbligaban 2 momerizar toda su ciencia; lo que suponie un gran esfuerzo de aprendizsje que durabe varios anos (33). Al igual que los druidas de la Galia, los druldas de Irlanda hacian memorizar a sus discipulos las historias y los origenes de su raza; transmitiéndose asi orslmente de generacién en generecion todos sus conocimientos. No estaba permitido el improvisar narraciones o el aiterar los relatos tradicionales. incluso en nuestros dias, las comunidades gaélicas irlandesas edvierten y comenten cualquier cambio 9 alteracién de los relatos tradicio- fnales que se pueda producir al narrarlas, puesto qye estén tan familiarizados con ellos como os propios narradores. Sin embargo, no fue sino hasta la llegada del Cristianismo, cuando parece que se registro por escrito la tradicion oral (34). 18. Thomas # O'Rahily. The Goidele and Their Prodevossors (Proceedings of the British Academy, val. A 1990, Pg, 300) IJ. M. Dolargy. The Gaelic Story-Telter \Proceedings of the Bitish Academy, vol. XXXI. Landon, 1345. Pig. 361 18. Allrod Nuit and Kuno Moyer. Tha Caltie Doctrine of Re-Bicth (Publshod by David Nutt in the Staind. Landon 1897. Pig. 2051. Ver también J. E Caerwyn Willams The Court Past in Mediovel Ireland (Proceedings of the British Academy, vol LVM. 1977) 19.—Proinsias Mae Cana. Colic Mythology (The Hamivn Publishing Group Ltd. Londan, 1970. Pég. 121 20.-T. F. O'Rei, Early trish History and Mythology (Dublin Institute ter Advanced Studles. Dubin 1940) 21.—F. Lot. Nennius et L'Historia Brtonum (Paris 1994, Pig. 158. Referencia de Myles Difon, Lebor Gabale Erann (The Journal of the Royal Society of Antiquares of lrelend, vol. LXXXVI. 1966; Pig. 62-731. 2.—Mhles Dilton. Op. ot 23.~Peter C. Bartrum, Was there 3 British “Book of Conquest” (The Bulltn of the Board of Ceitic Stu des, vel. XXIN. University of Wales Press. Cardiff 1970) 2M. Eugooo O'Cunry. Lectures an the Manuscript Materials of Ancient Irish History (Dubin 1861. Pig, 169, Publlshed by Dutty) 25, ~bugene O'CUNY. Op. of. P89, 170 (Palabras de O"Cery en Wf prefacio ae su manuscato} 20. Bugene O'Cusry Op. ch Pig, 170 27. —Bugene O'Cury. Op. ch. Pig, 17 28 Kathoon Hughes. Early Cheistian Irland: Introduction to the Sources (The Sources of History, Lon ‘don, 1972: Pig. 104) 29, Ver Kathown 0p. ot. Pg. 27%, v también A. Flower The trish Tradition Oxford. 1947 671 y O'Suliven Vil 1966: 7) BD. —Dougias Helo A Utarary History of treland (I. Fisher Unwin. London, 1901; Pig. 117) Douglas Hyde On. ct. Pig. 177 2 Douglas Hd. On. ait. Pig. 117 8. Ceaw De Bato Galea cin Batheca Oxonensis Serptorum Casicoren. Oxon i 14 Orv es a belo abeise consuerunt, neque tibuta una cum religuis pendunt; riftae vacstoner (que rem Pabene mrmuntater, Tans excited praers et sus sponte mut in disciptinem convent e¢ 2 parenbus, rovieuntur gnu it rumrerum versuuen edscere devour. Haque ences on rut Ax permanent. Neque as esse existiment we fies made, cur in reels fere Fetus publics privatque rations, Graces ters utantur, 1d rv duabus de caus istuese vien- tur quod neque in vulgum dlsciainam effort velit neque 08 di discunt tens confieos ris merm>- oe stucere; quod fore plerisque accidt wt praesilo Nterarun in pardscordo 2c memoriarn ‘omit. In prime hocvelune porsuadere, ron intavre aninas sed ab alis post mertem transie ad ales, Aitqua hoe maximo ad vrttarn encitr puter, metu mors neglecto, Multspresteres de siderbus atque ‘serum mot, de mand ae terrain megntudine, de rerum nature, de deorum immortals vi ac potes- Tate dispetant et verti tadunt H. -Anne Ross. Evanydey Lite of the Pagan Caits (Carousel London, 1970, Pag. 170) 10.—Thomas F. O’Rahily. The Goidels and Their Predecessors (Proceedings of the Britsh Academy, vol, XA, 1936, Pg, 360 oaae Delray. The Gaelic Story-Teller (Proceedings of the British Academy, vel. XXX! London, 1945 35) 18.—Aifred Nutt and Kuno Moyer. The attic Dectrine at Re-Birth (Published by David Nutt in the Strand. ‘London 1897. Pig. 2051 Ver wmbien J. E: Caernyn Wiliams The Court Poat in Medieval Iretend (Proceedings of the British Academy, vol. LVM 1971) 19.—Proinsias Mc Cana. Caltie Mythology |The Hamhn Publishing Group Ltd. Landon, 1970. Pig. 12) 20.-T. F O'Rahily. Earty ish History and Mythology |Dublin Instiute for Advanced Studies, Dublin 1946) 21. -F. Lot. Nennius et Liston Brtonum \Peris 1994, Pg. 158. Referencie de Myles Dillon. Lebor Gabale ‘Erenn \Tre Journal of the Royal Society of Antiueries of treland, vol. LXXXVI. 1966; Pig. 273). 22.—Myles Dillon. Op. cit 23.~Peter C. Bartrum. Was there @ British “Book of Conquest” (The Buifetin of the Board of Colic Stu hes, vol, XXIN. University of Wales Press. Cardiff 1872) 24 —Figene O'Cuny. Lectures on the Manuscript Materials of Ancient hsh Histary (Dublin 186. Po 10. Pbtaod by Dut 24 -gene OCu) Op. ot: Pe. 170 Paboes ob Cry en pret su anise) 26 Figen Ory Ops Ap. 170 22 -figone Ory Op ts Pp. 172 ‘28 Kaien Hashes. arty Cristian Irland: ried th Sauces (he Stee of Hon, Lin ‘in 15 Pag 18 23 Ver Katee Mighn. Op Pl 7% y tin R Planar The ih Trion Oto 197.67 Siuhen ance vn asa " 30 —Douplas Hyde. A Literary History of Ireland (1. Fisher Unwin. London, 1901; Pig. 177) (31. Douglas Hyde, Op. cit. Pig. 117 52 —Douglas Hyde. Op. cit. Pig. 117 Gey can Sek manners seen oo wr nee ee mis ties penance eres a eet tee cen anew Alon eee reise cn art Nt i x rm rie ‘abue, publics picataqus rtionitus, Graco ittrs utartur. 1d mihi duabun de caus instuasse vider ‘uz, qd neque in valgum disci efter valine nage a0s dui dscurt hers confses mus meme ‘ae store; quod Fore pleragie sce 1! praesrhe in 2c. ‘rerattant. In pros hoc volunt persuade, nar intetre anit sed b als post mortem tarsi 20 a0, 2toue hoe manine ad wrtutert excita putant. mtu TOTS | ‘Mita praeterea de siden stave ‘sara ot de anh eran. "de rerum nature, de deoruen menor v ae pote: 34 “Anne Foss. Everyday Ute of the Pagan Cefts (Carousel. London, 1970. Pag. 170, CAPITULO TERCERO TESTIMONIOS ARQUEOLOGICOS SOBRE LAS RELACIONES PREHISTORICAS ENTRE LA PENINSULA IBERICA Y LAS ISLAS BRITANICAS tas de espadas, en copes de of como las encontredas en Porstoria, cerca de Pylot, fechadas on el 1500 a. de C. Este mismo tipo de decoracion fue utiizaco mas tarde por ios coltas, Giyn Daniel sefala también que la gran tumba de Maes Howe, en las Orkneys, poses el mismo sistema de construccién que e empleado en Alcalé, en el sur de Portugal (36). Es interesante seRalor iguoimente la comejanza entre los petrogifos de Gatcia y los do Irlande y Bretafa, lo cual indica una relacion entre estos lugares. “La distribucion de los petroglfos irlandeses, bretones y gallegos es costera y coincide en Irlanda y en Galicia con las zonas metaliferas” (37). Sean P. O’Riordain también opina que Jos petrogifos irlandeses conecides con el nombre de “Arte Gallego", que se encuentran en su mayoria en el suroeste de Irlanda, se debieron a los buscadores de minerales que desde Galicia se trasladaron a trlanda (38), “En Irlanda existen dos grupos distintos ce grabades rupesires: uno, el de los pozos y circulos grabados en la roca, y el otro, el de los laberintos. El primer ‘grupo ofrece estechas afinidades con los grabados rupestres del norte de Portugal y Galicia, siendo frecuentes en el sur de Irienda (sur de Kerry), extendigndose hacia oriente (Wicklow), como si fueran obra de un pueblo maritime buseador de minorales, pues ambas zonas son metaliteras y costeras” (39). ‘También en algunos lugares de Escancinavia (en el sur) los petroglios galiegos y atlanticos aparecen mezclados con los tipicos de Escandinavia. La distribucién de los petro- alifos del Atlntico coincide en fas lslas Briténicas y on Escandinavia con los itinerarios de los constructores de megalitos, Aunque el noroeste es la patria de los petrogifos, y de aqui se extencieron a irlande, Islas Briténicas y Escandinavia, su origen hay que buscarlo en el area mediterranea. (40). Eoin Mac White que se ha ocupade con detenimiento de! estudio de les relaciones atlanticas, sefiala también la semejanza entre determinados petioglifos gallegos e irlandeses en relacién con la cultura megalitica que cree, al igual que Glyn Daniel, que procedia det Mediterréneo y que @ través de fa Peninsule Ibérica se trasladé @ Bretafie e Inlanda; y que fue esta cultura la que introdujo el conocimiento de fos metales en Irlanda (41), Alrededor del afio 1700 2, de C. se desariollé en of sur de Inglaterra a culture ‘Wessex. E! famoso arquediogo Stuart Piggott sugiere que esta cultura surgio primero en la Bratafia; otros opinan que en Europa Central. Por su parte el arquadlogo australiano Gordon Childe propone una teoria mas simple y al parecer mas logica: la de que la cultura Wessex se desarrolé en Ia llanuira de Salisbury (sur de Inglaterra) como consecuencia de la prosperi- dad akanzada por la cultura anterior, of pueblo Beaker, Lo més noteble de la culture Wessex, aparte de sus grandes conocimientos sobre astronomia, consecuencia de los cuales fue la construccién de Stonehenge, son las relaciones internacionales que esta cultura mamtuvo, como se deduce de Jos hallazgos arqueoldgicos encontrados en sus tumbas; ‘cuentas de loza vitrea egipcias, hachas irtandesas, collares escoceses y una serie de objetos procedentes de Europa Central y del Egeo (42). En una de las grutes de Aleobara (Aoberg, 1921, 86) se enconte un pufal cue pertenece al tipo con estries tan frecuente en las sepulturas de pufiales de Bretafia y también de la cultura Wessex. Los pufiales dibujados en ‘un grabado curioso cerca de Sentiago de Compostela (Castro de Conxas) son también de un ‘ipo de Bretafia y Wessex (43). Monteagudo cree ver también una semejanza entre estos. ppufiales y las dogas irlandesas del Bronce Ill (44), Une de los petroglfos gallegos més curiosos es of laberinto de Mogor, de la villa marinera de Marin (Pontevedra), que se asemeja al de las monedas cretenses que parecer representar el laberinto de Knossos (45). Karl Kerenyi cree que el laberinto de Mogor, de tipo 49) am On a Figura 2 Hacha palstave de bronce, con dos anillos Se fecha en el afo 7.000 a. de C. Procede de! centro de Gales. Es uno de los pocos ejemplares de hachas palstave de bronce con dos anillos que 69 han encontrado en las Islas Briténicas (Cardiff. National Welsh Museum). Tagliatello, esti relacionado con la aruspicina de Mesopotamia y Babilonia, donde fue coneebido debide a los auspicios que se hacian al observar las entrafias de los animales sacrificados (46), Monteagudo fecha este tipo de laberinto en el Bronce |V (900-600 a. de C.) (47), Este mismo tipo de labetinto se encuentra en lrianda, en Holywood (Wicklow) muy cerca de la costa sureste (48) y también en Tintagel {en la costa norte de Comualles), lugar donde se eupone que vivié 0} legandario rey Arturo (49), Es muy significative la distribucién costera de este tipo de laberinto. Si los constructores de megalitos se trasladaron por mar, ‘como parece que asi lo hicieron realmente porque la distribucién de los miles de megalitos induce a pensar en una expansién costere desde el Mediterraneo hasta Escandinavia, emtonces nos encontramos ante uno de los hechos mas grandes de la historia de la avogacibn, Margaret Davies en su estupendo trabajo sobre la cistribucién de los monumentos ‘megaliticos, sefiaia que los primeros navegantes de esta cultura que se erriesgaron a navegar “por las peligrosas aguas del Atlantic, debieron de aprender muy pronto, con la experiencia, la importancia que tienen en le navegacién costera ol conocimiento de las mareas y sobre todo la direccion de las corrientes marinas, uno de los factores principales que condiciona~ bban | rumbo de esos primitives navegantes. De este modo, Margaret Davies demuestra ‘que a distiibucién de los monumentos megaliticos en las costas del Mar Irlandés y del Canal del Norte, fue provocada por la infiuencia de estos féctores de la naturaleza que determin- ‘on Ia ruta de los primitivos navegantes (60). €, G. Bowen sefala la importancia que tiene, ‘en un estudio sobre las navegaciones primitives, la distibucién cartogréfica de los hellazgos ‘arqueolégicos en conexién con un mismo tino de cultura (51) Pare poder legar # habler de los contactos celtas entre iianca y Galicia, es necesario sefalar antes algunos testimonios mas acerca de estas primitivas relaciones. En Irlanda se ‘empez6 a utilizar el metal por primera vez alrededor del afio 1800 a. de C. (52). El primer ‘metal que se conocié alli fue el cobre, levado posiblemente desde la Peninsula ibérice por os constructores de megalitos. Posteriormente se exploté el cobre y el bronce irlandés. E ‘oro también se debid de conocer en Irland al mismo tiempo que el cobre. Uno de’ los primeroe objetos de oro que se fabricaron en Irlands, fueron las Winules, que se fechan en el afio 1600 a, de C. De esta @poca son las encontradas en ta bahia de Harlyn (Cornualles! junto con un hacha plana también de esta época (53). Las kinulas también se han eneontra- do en Galicia y Portugal (54) y en Palestine se han encontrado anillos de oro irlandeses pertenecientes a la Edad del Bronce (56). Otro testimonio indudable de las relaciones entre Irlanda y Galicia con los Hamadas hachas de talén de bronce, que iguabmente se han ‘encontrado en otras partes de Europa; pero el ejempiar con dos arilios es tipico de Irlenda, Cornualles, Devon y Galicia (56). H. N. Savory sugiere que este tipo de hacha debio originarse en Gelicia, dado que se hen encontrado pocos ejemplares fuere de Galicia y Portugal (57). Raftery dio un gran impulso al estudio de las relaciones de Itanda con | Continente, ‘con la publicacién en el afio 1951 de su libro Irlanda Prehistérica. Sugiere que el conoci- miento de loz metales fue introducido en irlands procedente de la Peninsula Ibérica, y ve ‘semejanzas entre las hachas de talon inlandesas de pala rectangular, tipicas en el sur, y sus correspondientas en la Peninsula Ibérics (58). Otra de las armas utilizadas en la Edad del Bronce en varios paises europeos, pero. principalmente en Irlanda, ora ia alabarda o puitel, que iba provisto de un lergo mango de madera ¢ modo de pica. Ei 40% de los ejemplares conocidos de este tipo de alabarda han sido encontrados en Irlanda (en total més de 150), lo cual sugiere que Irlanda fue al pais Figura 3 Calero dé bronce encontrado en el Tamesis, (Museo Britdnico) Caldero de Bronce (National Welsh Museum donde se empled por primera vez y que de alii so distribuyé a otros paises. Sin embargo, ‘algunos arquedlogos opinen que se originé primero en la Peninsula Ibérica, torando como modelo ejemplares de silex, y que desde aqui se llevé 2 Irlanda (£9). De todos modos, a ‘opinién més ecepteda sobre este probleme, o quo oste tipo de alabarda so origin6 en el ‘contro de Alemania y que desde alli se dstribuyd @ otros paises, siguiendo les rutes ‘comerciales a Ianda, Peninsula ibética, Italia, etc.; sunqua es cierto también que dos de ‘estas alabarcas enconirades en Irlanda se asemejen # las hispenas (60). Monteegudo menciona una relacién mas entro ol noroeste hispano ¢ Irlenda al final del Bronce IV, Cree que los circulos concéntricos hendides y herraduras concéntricas de Galicia e Irlands son probablementa representaciones muy esquemiticas del escudo Herzs- prung (61), Los escudos Herzsprung son escudos de forma redonda, que se pueden clesifi- car en dos tipos: el tipo Vy el tipo U, esto depende del disefio de su decoracion. Todos los encontrados en tierras grieges pertonocen al tipo V. Los escudos Herzsprung encontrados en la Peninsula Iberica, tienen la decoracién de la V en e! centro. En Irlande se encontraron dos de estos escudos, ambos llevan la decoracién V; se asemejan al tipo espaficl @ inducen @ penser que proceden de ld misma ruta comercial que llegaba a la Peninoule Ibérica desde of Egeo. El escudo tipo V se difundié en el afo 700 a. de C. desde Grecia a la Peninsula Ibérica ¥y do aqui debié ir a Iranda (62), C, Hawkes menciona un caldero de bronce, que se ha encontrado en varios lugares, pero principalmente en Irlanda. Estos calderos, que tembién se han encontrado en Inglaterra, pertenecen al final de la Edad del Bronce y, @ diferencia de los cubos, tienen el fondo redondeado; pero estén hechos de léminas de bronce y tienen argollas para facilitar su transporte. Hencken y Leeds opinan que estos calderos procedian de Grecia, aunque poco tiempo después de su importacién en Irlanda se hicieron copias de ellos. A le vista de la istribucién de elgunes de estos sjemplares encontrados en la costa occidental de Francia, ‘en Santander y en Hio (Pontevedra) no cabe dude que venian a través de la ruta atlintica 183). En las antiguas leyendas escocesas, galesas e irtandesas, se atribuye a los calderos un ‘gran valor; algunos poseen virtudes magicas 0 poderes sobrenaturales. En o! Libro de les Invasiones se cuenta que Ia tribu de los Tuatha De Danann habian traido de Grecia, entre varios importantes tesoros, unos cakderos @ los que se atribufa un gran valor econdmico y ‘magico; lo cual es muy curioso, pues nos plantea la duda de si este relato pudo haber sido ‘motivade por la ruta comercial que existié con el Mediterréneo a finales de la Edad cel Bronce, evidenciede por estos testimonias arqueolégicos. Hawkes opine que el hecho do que en las leyendas idlandesas se considere a los calderos como objetes dotados de ‘propiedades sobrenaturales, se debe el gran aprecio en que eran tenidos ya en ol mundo del ‘Mediterraneo antes de que se conocieran en Irlanda. En la Antigieded los calderos se utilizaban originalmente para hervir agua; mas tarde adquirieron en el Este del Mediterréneo un valor simbdlico antes del primer milenio e. de C. Su aparicién en Irlanda demuestra una posible sofisticacién; quizds fueran utilizados como ofrendas funerarias, regalos 0 premios (64). No es nuestro propdsito en este libro el hacer una exposicion detallada de las caracte- Fistioas y similtudes que hay entre la cultura megalitica de las Islas Briténicas y la de Geli- cia, pues @ste es un tema bastante conocido y evidente para la mayoria de los investigado- res. Nuestra tinica intencién aqui es sefialar la existencia de estas relaciones durante la 4poca de las megalitos, de la que nos volveremos a ocupar al final do este estudio, cuando hablemos de las embarcaciones que se utiizaron durante la cultura de los megalitos para navegar por las costas atlinticas europeas. Hemos visto cémo estas relaciones se continua- on también durante la época del Bronce IV, que Monteagudo relaciona con los “‘celtoalpi- Figura 4 Ruines de |e entrada de la_muralla interior de la fortaleze Chun Castle, en Penwith, Cornualles. Figura 4 Detale de la entrada de la forteleza de Chun Castle. La anchura de la muralia es de cinco metres. ‘nos lirizados" 0 simplemente “celtoalpinos”. Es decir. un pueblo ya de origan claramente celta (65), Para Cuevilias las relaciones entre Irlanda y Gelicia durante la époce de los ‘megalitos fueron “patentes e indudables”, y menciona la posibilidad de que estas relaciones se hubieran continvado tombién durante la Edad del Hiarro ante la evidencia de ts corémice decorada con la caracteristice $, 0 estiizacién de cisne, tan abundante en los cestros de Galicia y también en Bretafia y Cornualles (66). Thurlow Leeds (67) también es de la oninién do que grupos celtas procedentes de Galicia se trasladaron hasta las costas de Cornualles, ‘en donde muchos de los poblados celtas como el de Glastonbury, o tortficaciones como le de Chun Castle (Figura 4, 4a. 4b.), se asemejan a las de Galicia, ademas de la identidad de |e decoracion de la cerdmica 0 el perecido ce las fibulas. Monteagudo cree que le cerémica ‘con decoracién de S fue levada de Galicia a Bretafa y en el siglo | a. de C. a Comualies y costa oeste de Gales (68). H. N, Savory (69) también nota le semejanza entre determinados castros gallegos, come el de Cameixe (Orensal, Meirés (Corufia) y S. Ciprian de Las (Orense) con los castros con fortificacianes de terraplén dol suroeste de Inglaterra, que se fechan en la Eded del Hierro B (200-100 a. de C.). Allen Fox y Lady Fox, que se han ‘ocupado extensamente del estudio de la arqueologia en el suroeste de Inglaterra, ven dlarisimes semejanzas entre determinades fortificaciones de colinas de Cornvalles y algunos castros gallegos (70). 8 Raftery (71) opine que el trazado de estos castros se asemela al de ‘os itlandeses de la clase Cll, es decit, @ los castros 0 fortificaciones con varias murallas detensives y situados en colinas; y los compara con el castro de Morgade en Lugo y ef de Soutelifio en Orense. Este arquediogo se lamenta de la escasa informacién que sobre los, castros gallegos poses y de lo mucho que falta por hacer en al estudio de los castros © colinas fortificadas irlandesas, muy pooos de los cuales han sido excavados. Lo cual no nos permite nada més que apuntar la necesidad de futuras investigaciones sobre este tema, En el mapa del Ordnance Survey del afio 1962 se sefiala igualmente la semejanza de los castros de Cornualles con sus correspondiantos en Galicia, asi como también la semejan- za entre los castros de los acantilados de la costa de Cormualles, que, tanto por su localizacién cuanto por su estructura, se asemejan mucho a los de Finistére y Morbihan, el territorio de los vénetos que, hasta le llegada de César, controlaban el comercio. principal: mente de estafio, entre estas dos peninsulas (72). © Los sistemas defensivos conocidos con ef nombre de “‘chevaux-de-frise-”, 0 pledras hhingadas en el suelo y colocadas unas al lado de otras pare cificultar el paso de la caballeria “efvemiga 0 de los infantes, se encuentran en Irlanda, Inglaterra y Espafta; y son citados con _ frecuencia como una de las mas importantes evidencias de las relaciones entre la Peninsule ‘oérica y las Islas Briténicas durante la primera Edad del Hierro (73), En irlanda este tipo de sistema defensive se encuentra en las fortificaciones. de Dun Aengusa, Dun Dubhchathair islas de Aran) Baliykinvarga (Clare) y Dinamo (Mayol. En las Islas de Aran, la leyenda atribuye la construccién de estas fortificaciones al pueblo de los Firbolgs (Véase Pag. 10). Los Firbolgs procedian de Grecia, de donde habian huid® forzados por la esclavitud, a la que estaban sometides. En Irlanda cuonta la loyonda que siguioron transportando tierra fértil @ Jos terrenos estériles para poderios cultivar. Todavia a principios de nuestro siglo, las gentes de Aran seguian transportando en cestos arena de las playas de la costa este, arena que luego vertian sobre los terrenos rocoses y Ja cubrian con una capa de algas y luego otra de arena, extendiendo finalmente por encima una capa de algas, La tierra asi preparada se dejabs sin cultivar durante varios meses, hasta que se endurecia lo suficiente para poder Ccutivaria (74), Algunos autores sugieren que los Firbolgs debieron de trabejar también en las minas de estafio de Cornualles (75). B. Raftery ve notables semejanzas entre Ia fortificacion de Ballykinvarga y la de Chun Castle en Comualles, que Thurlow Leeds habie estudiado, sefiaiando igualmente su parscido: —33— Figura Muralia intetior y circular do Chun Castle, en P. Comualies; y restos de los cimientos de una cosa circular adosada @ ia murala. yon * t 3 seuimin Gaayvavoeia ee gt Figura a Restos de la gian muralla interior que rodea a la fortaleza de Chun Castle. La altura actual de la muralla es de un metro. con los castro gallegos, suponiendo, por allo, que esto era debide a los colonos que desde Galicia se habian trasladado. @ Comuailes en busca posiblemente de nuevos depdsitos de estafio. Raftery ve semojanzas no sélo on ls estructura y planta de las murallas, sino también en ls forma y distribucion de las casas del interior de la fortificacién. Por otro ledo, le distribucién en Irlanda de fas fortificaciones con "‘chevaux-de-frise"" es costera y se encuen- ‘ra en ta parte occidental de la isla. Parece por ello posible que so deban a Ia llegada de gentes procedentes de la Peninsula ibérica (76). En Inglaterra se encuentran forificaciones con "‘chevaux-de-frise” en Gales y en Escocia, aunque aqui su distribucién no es costera, como. tampoco lo es en Espatie, En Galicia este sisters defensive no ere necesario debido @ su accidentada topografia. Los castros gallegos, él estar construidos en colinas, no necesitan “‘chevaux-de-frise”, Ain los casiros de mocia ladora tonfan tramos da muros, con alturs considerable y suficiente, en sus zonas més débiles. Pudiera caber la posiblidad de existir estas piedras hincadas alrededor de los pocos castros que hay en terrenos relativemente bajos y con débiles defensas, pero fa mayorie de éstos fueron precisaments los més expoliades y aprovechados para el cultvo posteriormente; con lo que estas piedras, que se encontrarian todavia 2 flor de tierrs 0 @ muy escasa profuncidad, serian eliminadas 0 utilizadas en muros Ge cerramientos de fincas cercanas. Hasta aqui, hemos mencionedo una serie general de las principales pruebas arquoolé- gicas que se conocen en relacion con los contactos que existieron entre las Islas Britanicas y Galicia. £1 estudio deterido de las evidencies que squi presentamos como pruebas de le existencia de estas relaciones, seria sin duda tema de distintos trabajos de investigacion. Para evitar salirnos de las directrices de nuestro estudio, hemos mencionado, también resumidamente, las opiniones de la mayoria de los arquedlogos, investigadores y eruditos ‘que se han ocupade dol estudio de las relaciones atlinticas entre Galicia y las Islas Briténi- cas. 'Un estudio futuro, cuando las excavaciones arqueolégicas tanto en Irlanda como en Galicia cobren mas auge, principalmente las que se efectuen en as fortficaciones celtes de ccolinas, gerd | de la civlizaci6n céltica en Galicia en relacién con Irlanda, De momento, no poderos hacer otra cosa que mencionar la necesidad de futuras investigaciones sobre estos ‘temas de apasionante interés igualmente para la arqueologie gallega y la irlandesa. ‘Mucho nos gustaria decir que una tribu celta (quizis la de Breogan! se trasladé desde Galicia a Ianda y que fue a ella precisamente a la que se deben los testimonios arqueclégi- cos celtas que mencionébamos anteriormente. Pero ante la falta de estudios més precisos ‘sobre estos temas, nos tenemos que contentar con decir que Galicia mantuvo relaciones con ‘rlanda durante los afies de la civilizacibn céltica y que la existencia de estas relaciones dié ‘ugar al nacimiento de algunas de las leyendas del Libro de las Invasiones. En Irianda hubo diferentes invasiones de celtas; unos llegaron a Irlanda procedentes de Escocia, otros procedentes del sur de Inglaterra y sin dude también desde el Continento, posiblemente desde la Bretafia (77), Quizés algun dia se pueda igualmente demostrar que hubo una invasién de coltas procedentes de Galicia. Figura 4-b Dolmen de la Colina de Chun Castle, en Penwith, Cormualles, stwado @ trescientos metros de la fortaleza celta. Figura 4-b Detalle de las «covifiasy en una de les grandes losas graniticas del dolmon de Chun Castle. 25. -trin mre Gori, Lat ft, el 34 par Pratt Peninsutor Tre. ‘oe "Vol 27 tacre 9A Pig 340, Ver tamer Colm “Coronteism and ‘arora, XL, 1967) 38. Sean P. Cronin and Gyn Dane. New Grange (Thames & Hudson. London, 164, Pigs. 97) 37. Ramin Sabine Loree Russ. Datos pare ol astulo do los do tipo aléntico Crd ‘Sr congo Necor co Acqdehin aig, Be GS 38 Sein P. O'ordtin. Antiquities ofthe Tish Countrysice Methven @ Ca. Ld London, 171, Pi 38. —Moren Arroas. £1 pobled y ls necrépolis megaiticas de los Milores Consejo Staere de rvcigncnnes Geneas, Meche 168 Pap BIN 40. -farén Sobrino Lorezo-Ruza. Datos para of estudio de os. 2 tipo aténteo, OP. ot (ip 3 es agen Arco Pg. Th Myth of The Archardiogy: vat 41 Eoin Me White. The Journal of Soci gs oe) A rerincer bet anne ave ook Seohan meee 2 Gerald $. Hawkins. Stonohanga Decoded Yontana. Coline. Landon, 1972. Pig. ‘©. Ein Mac White, Eaudios sabre les relaciones atintions de lt Peninsula Hisndnica wn la Edad“ ‘Bronce Pubicaciones del Serrnario Matnienses. "ae Historia Print de! Hombre. Dsertacones %, cna to. Sa he aot Ww Vol 200v1 lactis deer ender rane 1V Cinder sh evtow Gee au 46. ~Correras Cardi. Geogratia General del Reino de Galicia. Provincia de zp Ver tarbiin J. Serie Se Soiree oeiaca caress tot Mens ser cf mama do Creeon Wet a Pat endo atop. AX, Agee 1818 Me (4 —Kerl Kort, Labyrinth Studion (Albse Viglive. Zurich 1950, 47 Luis Monteogude. Etnologla Hispinica det Bronce 1V. Op. ct. Ph, 29) “fa vn A now sow I ron Age Rak 1,7. 0, ein, Soca of Arr obeoe l L oPog 128 Brera on a ‘wood Stone ie dural of tre Royal Sovely of Arius of land Vel VE, 1355 Page 31 60. 48. Ramin Sobrine Lorene Ruz. de datacion de 10s laberintos europeos tipo Ta- gliatole Separate do volurre LXV! da revista de Guirnares, 1958. Pigs. 12. 13 £5 Magaet Devs. The Dittasin ad the Distioution Pacer of the Monuments of the ‘900 and North Chennel Coastlands ‘Antquares Journal. VoL XXVI 1946, Pogs. 38-60) 51. G, Bowen Britain and the British Seas wriculo de! bro The Wish Sea Province in Archaeolo- see ten Beare pr bone Wm, Coroner acmcge Aamo Cx, 1 2-An of County Deven Pubicade por The Goverment af Nerthernheland To Mapas Sictoney ice. Blt, 108 ag ” 52-0. Genord. The Ancient Settlements at Harlyn Bay (The Avtquaies Journ i, 1921. Pig. 298 Ve tanbitn B. Besch Ginpwa. Relations Probietoriques entre Lande e ‘Dime dee Prinsule evique Pretstae, tore, fascice , 1830) AA. Gal y Belo, Totes En Historie do Expat. 8. Meandes ds Macc, 192 Py, 28 Bre the Buried Gods ‘Kogan Pout Londen r. Ver Wi stgea he Mstarc! Geonphr of Ea ond esse Pe © Se, te ond 125 Pigs. 09 0) 58. -C. Bore. Tin Mining in Soain, Past and Present (Hingham Wikon London, 1257, Péo, 24 2 -osph fatty, Pratistorie ireland 18. T. Bator 2, concn 161 Pig. 1} ont, det Bronce 1V Cuandenes de Etro Galego, wk XV. 4, Meme, aol Habe Galego, Magn Henckon, ‘Stiatde and Creo Trde Yirerican Jounal of Arctuacony, wl 5 “SSih Vertembtn EL sebe A Late Bronse Age Shield Maud of hood trom County Ants Tivo Stn of Archagy, wok TS 1h Page Bae 62-C. FC Hawkes. On some Buokets and Caulirons of the Bronze and Exry ron Ages (The 64 —Thomas O'Rahily. Early Irish History and Mythology Unstitute for Advanced Stucies. Dublin, 1946. Op. wit) $5. Monteegudo. Etnalogia Hispdnica del Bronce IV (Op. ct. Pég. 310) 85.—Flerentino Lopee Cuevilas. La Ovstrimnida y sus relaciones meritimas (Cuadernos de Estudios Go- legos. Santiago de Compostela, vol. XXIV 1953: Pig. 49) {67.—Thurlow Leeds, Excavations at Chun Castle, in Penwith, Corwal \Archasologia, vol 76; 1927) 68.-L, Monteegude. Ftnologie Hispdnica dat Bronce IV (Op. cit. Pig. 944) 69.—H, N, Savory. Spain end Portugal. The Prehistory of the Iberian Peninsule (Thames & Hutson. London, 1968. Pig. 266) 70.—Ailves Fox. Hi-Slope Forts and Releted Earthworks in South West England and South Wales Jour, vel. 10%. 1952 y también cel misma autor ver South-Western Hill Fort \en 1s Sore eotade por 5. 3. Prre en 1968, Probleme of the ren Age la Sutharn Britain ‘71.—Bomry Reftory. Itith Hill-Forts an la obra The Iron Aga in the Irish Sea Province (Council for British “Archaeology. Research Report 8, Londen, Eadlitedo por Charles Thomas. Pig. 37 y siguientes) 72.—Ordnance Survey. Map of Southein Britain in the Iron Age Chessington Surrey, 1962, Pag. 101 Ver tambitn Christopher Hawkes Mill-Forts (Antiquity, vol. V. 1937. Pég. 76) ‘7. —Pater Harbison, Wooden and Stone Chevaux-de-Frise in Central and Western Europe (Froces- ‘dings of the Preghistoric Society, vo, XXXVI, part. Julio 1971. Pigs, 195-221. También de este autor ver: Castros with “chevaux-de-frise” in Spain and Portugal (Medtider Mitelungen. 9-1968. Pé- _ginas, 116-147. Kero Verlag, Heidelberg.) EI castro de Vivinera (Zamora) y sus “piedras hincades” Zephyrus. Vol. XEX-XX. Salamanca 1968-1969, Pigs. 57-60) 74 Lester ©. Kim, Inishmore: an Outpost Island (The Geographical Review, vol. XVi, 1827. Pig. 389. ‘The American Geographical Society. &n la famosa pellouls de Robert Flaherty “EI hombre de Aran” ro- dada hace va bastantes afios an el Archipibiago de Aran. se ven las dficutades tremendas con las quo ‘se encuentran lor habitants de estas islas para poder sobyevivi. ae J&—W. F Stone. Caltie Scotland (Vol. | History and Ethnolagy \Edmonston & Douglas. Edimburyh, 197%; Pog. 17) » any Rattery, tian Mul-rorts (Op. ct Pig. 50) Ver también A. H, A. Hogg. Pour Spenih Hl Forts. (Antiquity, vol. XXXI. 1957; Pag. 26 y siguientes) nn z 1. Savory. The Later Prehistoric Migrstions Across the irish Sea (De obra The trish Sea Province in Archaeology and History. Edirads por Danakd Moore. Carian frchaoologicel Associa- on Cardi, 1970, Pig. 421. Ver tarbiée Stuart Pigget. Les Reledions entre "Ouest do la France ot Nes Britanniques dans fa Preplstolre \Arnales du Misl. Torre 05, N." 21. Jenvier, 1969. Towiow- |, Jacques Brard. Les Deports Bretons ot L’Age du Bronze Atlantique (Travaux cy Laboratoire Dianthrogologle Prétistorique de la Faculté des Sciences de Rares. 1965\ 23 CAPITULO CUARTO CONSIDERACIONES FINALES SOBRE EL ORIGEN DE LAS LEYENDAS DEL L/BRO DE LAS INVASIONES Y EL TOPONIMO BRIGANTIA Hemos visto cémo la arqueologia demuestra que en la Antigiedad existieron realmen- te relaciones entre ef noroeste de la Peninsula Ibérica y lat Islas Briténicas. Por consiguiente, ro se pueden considerar como tantasticas las leyendas que se narren en el Libro de las Invasiones. No discutimos que, en conjunto, el Libro de las Invasiones es una pura invencién ineraria, escrita por los primeros monjes cristianos con el propésito do relacioner la ppoblacién iriandesa con un origen bibico, haciéndola proceder de la descendencia de Noe (78); poro el hecho de que a varias de lee invasionos que suftié Irlanda, de acuerdo con icha obra, se las haga proceder de Galicia, se debe sin dude elguna al conocimiento de la ‘existencia de antiguas relaciones entre ambos paises ¥ no a una pura invencién o casualidad. De haber sido pura invencién, lo légico hubiera sido hacer proceder a las invasiones do la peninsula de Bretafa o de algdn otro lugar de la costa de la Galia, que se conocia bien, puesta qua los morjes irlandeses iban con frecuencia a la Bretafia de camino hacia Roma. En Brotafa hablan funcado varias iglesias y cenobios. Los monjes irlandeses, a través de ‘estas fundaciones, conocian perfeciamente el mundo del Mediterraneo y la historia de la civiizacién romana (78). Por esto, hubiera sido de esperar que las invasiones de Irlanda se hhubieran hecho proceder de algiin luger de la Galla como pais intermedio entre el Meiterra- noo y la Islas Brithnicas, sobre todo anta las referencias de Diodoro Siculus acerca del ‘comercio del estako que los celtas de la Gala habian mantenido con Inglaterra, resultado del ‘cual fue el intercambio de muchos productos de la Galia y del Mediterraneo por ol estafio de: ‘Cornuslles (80). Diodoro Siculus cuenta que los habitantes de Belerium (Land's End, Cornua- lies) fundian estafio y lo prepereban en bloques para exportarios a la Gallia; una vez en este ‘pais, eran llevados a lomos de caballorias hasta el puerto de Marselia (81), Como resultado de estas relaciones comerciales de la Galla con el suroeste de Inglaterra, Jos celtes Durotr- ‘ges, que vivien en Dorset y en el sur da Somerset, llegaron a aculiar monedas ce plata y de cobre, copisdas det estater de oro de Filipe da Macedonia, que se habis introducido en el ‘sur de Inglaterra desde la Galla beiga, como consacuencia de estas relaciones comerciales, & ‘comionaos del siglo | a, de C, (82). Sin embargo, en el Libro de las Invasiones no se dice nada de la Gali, ni siqulera ‘20 hebla de le Bretafie, de ninguno de sus puortes, ni antigues monumentos a pesar de que ‘esta peninsula habia tenido una gran importancia en el desarrollo de las relaciones atldnticas desde la Edad del Bronce hasta la llegada de los romanos. De acuerdo con of Libro de las Invasiones, los invasores de Irlanda se habjen establecido en el norte de Galicia, en la ciudad de Brigantia. Ith, el hijo de Breogan, el jefe celta que habia construido una gran torre ‘en Brigantia (torre de Hérculesl, fue el que habla creide divisar uné noche desde lo alto de ‘esta torre une tierra lejane, percida entre la neblina del horizonte (ver Pag.{t). y convencido de que fo que habia visto era realmente una isla, animé a su pueblo para organizer una ‘expedicién hasta ella, Y asi fue cémo el pueblo celta de Brigantia se trasiadé a Irianda para conquistarla, Pero, gcdmo sabian las monies irlandeses que escribieron el Libro de las Invasiones que en Galicia exietia una ciudad llamada Brigantia? A esta pregunta se podria responder faciimente, diciendo que por medio de las peregrinaciones irlandesas # Santiago de Compostela (83). Murguia opina que el establecimiento en Santiago del Colegio de los andeses facilité, 2 mediados dol siglo XVII, e! conocimiento de estas leyendas del Libro de las Invasiones, y que el primero en notar su importancia fue el maestro Alvarez Sotelo, as profesor de dicho Colegio, y autor de une Historia de Galicia, en la que da noticias de ‘estas leyendas (84). Cornide, por el contrario, no dio crédito a los escritores irlandeses autores dol Libro de las Invasiones. Suponia que, para aumentar ls antigiiedad de sus ascendiantes, habian |maginado viajes y hazafias en la costa de Galicia y vecindades de la Torre da Hércules (85), ‘Sin embergo, los monjes ilandeses habian venido a Galicia mucho antes dol descubsi- ‘miento del sepulero de Santiago, Desde el siglo I hasta finales del iV (d. de C,), cuando Inglaterra estaba atin bajo la ocupecién romans, en Inlanda gobernaron una serie de podero- ‘$08 reyes o caudilos que controlaban toda la isla desde su residencia en la fortaleze de Tara, Bajo la monarquia de estos reyes, los irlandeses organizaron varios intentos de concuistar la ‘costa sur de Inglaterra © incluso también legaron hasta Bretafia. Al debilitarse el poder ‘romano durante la segunda mitad del siglo IV, los irlandeses incrementaron sus incursiones ‘en la costa oecidental ingles y en Bretafa; de modo que, ya a finales del siglo IV, los ‘ilandeses controlaban la costa de Gales, Cornualies y parte de la costa norte escocesa y a ‘costa bretona, | temido rey irlandés Niall de los Nueve Rehénes (Niall of the Nine Hosta: ‘ges), cuyo poder llegaba a todos estos territorios, murié durante une expedicién que habia ‘organizaco hasta el valle del Loire (86), Como consscuencia de estas relaciones con Bretafa, ‘$0 establecié un comercio de productos irlandeses, cuero y lana principalmente, que se -cambiaban por otvas mercancias del Continente. Durante el siglo VI y Vil, Nantes, el puerto del Loire, adquirié una gran importancia comercial, debido a estas relaciones, que no sdlo se limitaron a productos de le Gala, sino también. del Mediterrinoo. Ya desde ol siglo {V tos monies irtandeses se habian estabiecido en ef Mediterréneo con la intencion de llegar hasta Palostina (87). ‘A finales dol siglo V se habia establecido en Galicia la primera fundacién de ia iglesia céltico-cristiana (88). Surgio asi la didcesis de Bretofie y et monasterio de Santa Meria de Bretofia. Pastoriza, carca de Mondofedo. Nora K. Chadwick no esti segura sobre si el establecimierto de {a iglesia céltico-cristiana de Gelicia se debié a la llegade de monjes bretones 0 de monies irlandeses, aunque posiblementa a le influencia de ambos 169). Creemos que fos monjes irlandeses habian llegado a Galicia en ei sigio V o posiblemente antes puesto que Orosio (90) menciona que en Espafia habia un gran faro en una ciuded lamada Brigantia que era visible desde el io Scena en el suroeste de Irlanda (91). Sin duda fue @ través de los comactos con Galicia, como conocieron los monjes irlandeses las obras de San \sidore. El autor irlandés de “De Duodecim Abusivis Saeculi’, que escribié probablemente entre el afio 630 y o! 650, conocia ya la obra de San Isidoro (92). Hillgarth sefiala que la obra de San Isidoro se debid conocer en Irlanda a través de Golicie y que on Ianda se conocié primero en el sur, en los monasterios Munster y de Leinster (93). San Isidoro da en su obra noticia de la existencia de Irlande, pais al que considera muy favorecido por la natureleza (94). F. O'Rahilly cree que la razén por la cual en el Libro de las Invasiones se hace proceder de Espafia a los pueblos que invadieron Iilanda, se debe a ‘que los monjes habian leido las obras de San Isidoro y de Orosio, en las que se habla de Wanda y 2 la que sitdan frente a Espafia (951. No negamos que los monjes irlandesos ‘conocian las referencias de Sen Isidore y de Orosio acerca de Irlanda; pero no creemos que fueran elias las que indujeron a los monjes a hacer proceder a las invasiones del noroeste hispano, por las razones expuestes anteriormente, y por ser las referencias de Orosio y de ‘San Isidoro acerca de Irlanda demasiado insignificantes, como para poder influir en le eomposicién del Libro de las Invasiones. Ei topénimo Brigantia ‘Otta fuente de investigaci6n nos la proporciona el topénimo “’Brigantia”, mencionado ‘on esta obra irlandesa, EI nombre primitive de esta ciudad era "'Brigantium”, y fue & partir ‘del siglo IV cuando se empez6 a utilizar la gratta Brigantia. Lo cual induce @ pensar que fue alrededor de esos afios cuando los monies irlandeses comenzaren sus relaciones con Galicia. El nombre primitivo Brigantism o Brigantis no parece haber estade en uso durante la Edad Media, fuera del compuesto "Farum Brigantium” (96). No discutitemos aqui et emplazamien- to exacto de Brigantia; para la mayora de los autores Brigantia era La Corufia (97); otros prefieren situerla hacle Betanzos. En ambos casos nos basta con saber que Brigantia estaba ‘en algiin lugar de la costa norte de Galicia. Brigantia es un topénimo de crigen celte (38). Es lune forma celta equivalent al antiguo irlandés Brigit. La forma “brig s¢ dice que significa ‘alto, elevado en sentido geogrético © iguaimente “alto” con el sentido de sagrado. En Inglaterra existen algunos topdrimos derivados de esta forma. Brigantia era asimismo una diosa celta, considerada como diosa del fuego, la sabidurfe y la fertilided, Luego, por influencia romana, edquirié ciertos atributos de la dicss Minerva (99). Segin Monteagudo el ‘Brea de disporsién on Europa de los topénimos derivados de la forma "Brigant", correspon. ‘de a los lugares por conde paseron, cejando gentes, los celtoalpinos lirizados o “celto-aipi nos" (100), e8 decir, 2 los pueblos celtas del final del Bronce IV hispano {900-600 a. de C.1. Ptolomeo en su Geografia atribuye nueve ciudades a las tribus de los Brigantinos y ‘son varias las inscripeiones conmemorativas encontradas en Inglaterra dedicadas a la diosa Brigantia, En Inglaterra las tribus de los Brigantinos ocupaban la parte sur de Escocia (101), Ei mapa més antiguo que existe de lrianda se debe a Ptolomeo (siglo Il d. de. C.); an 61, ademas se sefigian con bastante precisién ries, promontorios y algunas ciudades; se nom- bran también las distintas tribus que poblaben la isla entre las cusles se menciona a los Brigantes, que ocupaben le zona costera sureste, junto al Promontorio Sagrado (Carnaore Point) es decir, la zona de Wexford y Waterford (102). Sin duda esta tribu de Brigantes estaba relacionada con la de los Brigantinos de Inglaterra Estrabén, al describ el oecidente de la Peninsula Ibérica, dice: “Los ditimos son los Stabrol, que habitan en las caranias Gel cabo llamado Nérion, donde se une ol lado ‘occidental v el septentrional. Toda la zona alrededor de este cabo esté habiteda por pusblos coltas... Los drtabroi tienen numerosas ciudedes muy pobladas alrededor da esta bahia, 2 la que los marineros que frecuentaban sus agues liaman “Puerto de los Artabroi” (103). Los artabroi debian ocupar la zona de les rias de Betanzos, Corufa y Ferrol; y sin duda el “Puerto de los Artabroi” era la ciudad de Brigantia. Por ocupar la parte mas peligrosa de la costa del noroeste peninsular, estos artabroi debian ser unos expertos navegantes y estarian fen contacto con el resto del mundo celta de las costas atlénticas. Sorian ellos quizss los que levantaron la torre de Breogan, 0 serian sus antepasados.... No 1o sabemos. Se alza atin hoy dia la Tore de Hércules de La Conufa, como mudo testimonio de las navegaciones romanas ‘que pasaban por delante de los peligrosos promontorios galaicos rumbo a las Islas Briténi- cas. En los cimientos de esta torre 0 quizés en otro promontorio de la costa gallega, se encuentren agin die restos arqueolégicos quo nos permitan ssegurar que alli estuvo, efectivamente, la legendaria torre de Breogan del Libro de les Invasiones. Fue el océano Aténtice ef que hizo posible las relaciones pretistoricas entre Galicia y las Islas Britanicas. £1 mar fue siempre un elemento de unidn y contacto entre los pueblos y también desde los tiempos prehistérices un medio de subsistencia pera las poblaciones costeras (104). Pero, zcdmo pudieron los constructores de megelitos llegar desde Galicia hasta Inlanda, y cmo se continuaron estas relaciones hasta la llegada de los romanos? para intentar responder a esta pregunta, es necesario conocer los tipos de embarcaciones y los sistemas de navegacion que durante la prehistoria se emplearon en las costas atianticas europeas. 78.—T. G. E Pawel. The Celtic Sertiement of ireland (articuio de fa obra The Early Cultures of North West Europe pubicado por Sir Cynl Fox y Bruce Dickins | H. M, Chadwick memorial sudies. Cam bridge C. U.P. 19601 79.— Sobre esto tame ver: De Pace, M. and L. Early Christian ireland (Londen 1558). Msc Neil J. 7. The Celtic Pemitentiats and treir Influence on Continental Christianity (Poris 1923). Hughes, K. The Church in Early Iish Soctety (London 1360) Nora K. Chaduict. The Colonization of Britiany from Celtic Britain (Proceedings of the Bitish Academy, vol. LI. London 1958) Ryen, J. trish Monasti- ‘clsm, Its Origins and Early Development (Landon, 21) 90, Alleen Fox. South West Englend \Thomee 5 Hudson. London 196%. Pig. 116). Ver también de este ‘ino autor, Two Greek Silver Coins from Holne, 8. Devan (Antiqueries Journal, vol. XXX. 1960 Pig, 1521. . Hencken, Cormwall and Sielly (1982; P8g. 171) “Diodorus Siculus. V. 22 (The Loeb Classical Library. Treduccién af inglés de C. H, Cldtather, Editorial W, Heinemann Lid. Londom 1953. 62.—Aieeo Fox. South West Engler (Op. cit Pg. 116) 43, —Sore este werne ver G, Hartwell Jones Ceitle Britain and the Pilgrim Movement (The Hom, Society Of Cymmodorion, London 1912; Fag. 248 y siguientes) 34M, Murguia. Curiosidades Histéricas (Boletin de la Real Academia Galleva, afc |. Diciembre 1906, NOR Ply, 5 85.—Coride, Investigaciones sobre te fundacién y tdbrica de la Torre de Hércules. (Machid. En lo of ‘ina de Don Bento Cano, Afio 1782. Pig. 8) 56.—Walter Fitzgarald. The Historical Geography of Early Ireland (George Phiip & son Ltd. London, 1825, Page. 83-50) 87, — Walter Ftegerald, Op. cit. Pigs. 86,86. 88.—L, Duchesne. L'Eglise au VI Siecle {Paris Pig. 562 Referencio del orticulo de Nora K. Chadwick The Colonization of Brittany from Celtic Britain (Proceedings of the British Academy, vot. Li. 1968) 49,—Nora K. Chadwick. Op. cit. Pgs. 281, 282. Vor tombidn Jesds Ferro Cousolo A kirexe Subvion no S4- ‘eulo VE (Beacera Augusta, Vol. XIX, n° 14. Brage, 1952) 90.—Orosio. Libro |, Capitulo I; 71 Wubi Brigantia Gallaeciae civites sits altissinam pharum et inter paca me- ‘morenéi epers ad speculam Brtanniae erigit\, Libro J, Capitul U, 60-81 (Mibernia insula inter Britannian ‘et Hispaniam site longiore ab Africo in boream spatio ponigitur. huis partes prioresintentae Cantabrica ceano Brigantiam Gelleaciae civtatorn eb Alico sbi in circum oecurrentom spatioee intervals procul ‘spectert, 3b e0 preeciove promunturic, ubi Scenae Flunninis ostium est et Velabri Lucenigue consistant. ‘hase propior Brtannise, spat terrarum engustor, sed ceek solique temperie magis urs, # Seottonum gentious coltur, (Peull Ores. Historierwm Adversum Paganas |Bibliatheca Scriptorum Greecorvm et Romanerum Tevoneriane. Edin de C. Zangerreister. Linsive 1689). —Sebro fa loealivacién del tio Scene var Henvy Morris The Partholon Legend (The Journal of the Royal ‘Seciety of Aniquaries of heland, vol. LXVIL. 1997. Pg, 8) {2.—Kathieen Hughes. Early Christian Ireland: Introduction to the Sources (The Sources of History Ltd. London 1972. Pig. 194. Ver también JN. Hilgarth Visigothic Spain and Early Christian Ireland Proceedings of the Royal sh Academy. vol. LXIL 1962: Pags. 167-194) » igueimente del mismo autor Tho East, Visigothie Spain and the Irish \Stucia Patrstca, 1V. 1961. Page. 442456) CM, do Laie Gorcia Momoto, Le arquitecture primitive cristiana en Inglaterra y sus relaciones con ol pre‘ro- ‘ménice asturiana \Symposum sobre culture asturiena do tx Alta Edad Media. Excm. Ayuntariento de Oviedo, 1964. Pags 51-56) $2.—J.N, Milparth, Visigothie Spain and Early Christian roland (PR J, A Vol LX! 1962 Op. ot) S.—Frengoise Le foux. La Mythologie Irandaise du Livre des Conquastes (Oya. Tome XX. Decer ‘bre, 1968, Pig. 3821

También podría gustarte