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TAREA 2

MUNDO EMOCIONAL DE LAS NIÑOS, NIÑAS Y


ADOLESCENTE

CONTEXTUALIZACIÓN (ACTIVIDAD 1)

Siempre estamos en un mundo emocional. Cada pensamiento, cada acción en nuestra


vida se realiza desde un mundo emotivo. Ya sea la alegría, la desesperanza, la
resignación, la culpa, el entusiasmo, la envidia, la ilusión, no importa cuál sea la emoción
que habitemos, nos relacionamos con nosotros, con los otros o con la vida desde un
espacio en que algo nos mueve. No podemos separar nuestro mundo conversacional —
mis conversaciones internas o mis conversaciones relacionales— de mi mundo
emocional.
Cada emoción que yo vivo me predispone a una acción. Lo que decimos es que no hay
pensamiento ni acción sin emoción. Cuando miro el mundo, estoy predispuesto: o lo
amo, o me sorprende, o me asusta, o me entristece o me asombra. Y esto me lleva a
actuar. Si tengo rabia, mi predisposición podría ser a castigar al otro; el agradecimiento
podría llevarme a servir; el estar resignado podría llevarme a no moverme; mi tristeza, a
recogerme; mi miedo, a ocultarme o a salir corriendo. De cada emoción, surge una
predisposición a un movimiento determinado. La emoción —por tanto—  le da sentido y
propósito a mi actuar.

El mundo de las emociones


Las emociones son el componente más humano de las personas, lo que nos hace
diferentes al resto de animales.
Nuestra capacidad para sentir hace que aprendamos de nuestras experiencias y las
vivamos y reaccionemos de una forma u otra. Y esto lo hacemos desde bien pequeñitos.
Los niños experimentan la misma gama de emociones que los adultos, y es importante
que aprendan la función que cumple cada una de ellas, para que así no se sientan
abrumados y sean capaces de manejarlas correctamente.
Los seres humanos decimos que queremos vivir una vida feliz. Al hablar de felicidad ya
estamos apuntando a un espacio emocional. No hay forma de que nosotros podamos
concebir una buena vida si no estamos hablando del privilegio de un cierto espacio
emocional.
Cuando tengo miedo estoy dispuesto a actuar de una manera muy distinta a que si siento
tristeza. Desde la gratitud voy a enfrentar el mundo de una manera muy distinta a si estoy
en el resentimiento. ¿A qué me impulsan las emociones? A un mundo de acciones
diferentes. Y eso es central entenderlo y sobre todo conectarlo con mi experiencia.
PROBLEMATIZACIÓN (ACTIVIDAD 2)

• ¿De qué manera crees que influyen las emociones en el día a día y en los procesos de
cognición y construcción del conocimiento?

Cuando un ser humano se siente con una emoción de alegría, presta atención a aquellas
cosas que van en línea con la alegría que sentimos. Las emociones incómodas reducen la
atención y la concentración, mientras que las agradables la amplían, haciendo que
prestemos más atención a más cosas, lo que aumenta la capacidad para relacionar y
asociar elementos diferentes, entonces las emociones influyen mucho más de lo que se
piensa.
• ¿Cómo crees que se debe gestionar adecuadamente las emociones y por qué?

Las emociones forman parte de nosotros, y pese a ser necesarias y adaptativas, pueden
causarnos sufrimiento. El sufrimiento viene provocado muchas veces por la valoración
negativa que hacemos de éstas, pues intentar luchar contra ellas no es una decisión
acertada. Es mucho más saludable entenderlas, conocerlas, saber que están ahí, pero
aceptarlas como parte de nuestra existencia y nuestra experiencia, a sabiendas de que
muchas veces no son como nos gustaría que fuesen.
• ¿El docente debe abordar las emociones en el proceso educativo?

Si deseamos revalorizar el papel de las emociones en nuestra cultura escolar, la


formación de docentes es un ámbito prioritario. Para iniciar un trabajo sistemático en
este ámbito, es necesario conocer lo que ocurre cotidianamente en los estudiantes
Es muy importante el rol del docente en educación emocional, ya por imitación el
estudiante, aprende a desarrollar y a poner en práctica su propia inteligencia emocional.
El docente con sus actitudes y comportamientos, puede ofrecer un clima de seguridad,
respeto y confianza ante los estudiantes que desea educar.
¿Cómo educar las emociones?

1. Las emociones nos aportan información sobre nuestra relación con el entorno.


Experimentamos alegría o satisfacción cuando las cosas nos van bien, y tristeza o
desesperanza, cuando sucede todo lo contrario, como que experimentemos pérdidas o
amenazas. 
2. Nuestras emociones pueden ser nuestra mayor fortaleza o nuestra peor debilidad. Todo
depende de cómo las manejamos.
3. En la infancia, experimentar mociones positivas con frecuencia, favorece el posible
desarrollo de una personalidad optimista, confiada y extrovertida, sucediendo lo contrario
con la vivencia de emociones negativas.
4. Así una adecuada educación emocional, permitirá adquirir destrezas para el manejo de los
estados emocionales, reducir las emociones negativas y aumentar en buena medida, las
emociones positivas.
5. La inteligencia emocional es la habilidad que tenemos para tomar conciencia de nuestras
propias emociones o las ajenas y la capacidad para gestionarlas.
6. La Educación Emocional como asignatura.
7. ¿Sabemos los padres gestionar nuestras emociones?
8. Educar en emociones con cuentos para niños y padres.
TRANSFORMACIÓN (ACTIVIDAD 3)

Con base a la reflexión en las dos actividades iniciales, en esta sección tendrás la oportunidad
de participar en el foro. Para este efecto desarrolla tres ideas sobre el desarrollo de las
Emociones. Elabora tres preguntas del tema y compártelas para que todos puedan darnos su
punto de vista.

1.- ¿Qué papel juegan nuestras emociones en el día a día?

2.- ¿Las emociones como la tristeza o el enfado son sanas?

3.- ¿Qué papel juegan las emociones en el proceso de enseñanza-


aprendizaje?

Inteligencia Emocional Daniel Goleman


Tradicionalmente, nos hemos definido como una especie racional, con una fuerte capacidad
para controlar las emociones mediante procesos conscientes y racionales. Sin embargo, las
teorías más modernas de la psicología afirman que deberíamos darle más importancia a los
sentimientos y capacidades como la empatía y la gestión emocional. Una de las teorías más
extendidas es la de la inteligencia emocional. En ella, pioneros como Daniel Goleman
afirman que nuestras capacidades racionales no son lo más importante en nuestro camino
hacia la superación personal y el crecimiento psicológico .
Definimos la Inteligencia Emocional como la capacidad de entender las emociones ajenas,
comprender las nuestras propias y gestionar nuestros estados sentimentales. Cualidades
como la empatía, el control emocional, la motivación o las habilidades sociales forman parte
de un espectro de capacidades comprendidas dentro del nicho de la Inteligencia Emociona.

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