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PAPALLACTA
José Villacís Varas
María Elena Gordillo
Francisco Cruz Armendáriz
Antecedentes
Las fuentes que abastecen de agua al Distrito Metropolitano de Quito y las que lo
abastecerán mediante el Proyecto Ríos Orientales (PRO), se encuentran ubicadas en
Áreas Naturales declaradas de Reserva Ecológica, situación que limita y regula el
aprovechamiento de los recursos naturales, y obliga a manejarlos de manera sostenible y
sustentable, causando el menor impacto posible a fin de maximizar los beneficios
ambientales.
Las Políticas Ambientales Nacionales determinan que: “El Estado promoverá la gestión
integral de los recursos hídricos y de los humedales de los que forman parte, en el
margen de la gestión sustentable de los recursos naturales y el medio ambiente del País
a través de un enfoque de aproximación ecosistémica”. La estrategia para implementar
esta política consiste en: “Fortalecer la conservación de las cabeceras de cuencas
importantes que se encuentran dentro del Sistema de Áreas Protegidas del Estado e
identificar aquellas que no lo están a fin de buscar mecanismos para su conservación
efectiva”.
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La mencionada Norma, en el numeral 2.2 define el caudal ecológico, en el numeral 2.7
el Régimen de caudales ecológicos y, en el numeral 4.4 establece las “Normas para la
determinación del caudal ecológico y el régimen de caudales ecológicos en los sectores
hidrográficos respectivos”; 4.4.1.1 Los regulados en el caso de centrales hidroeléctricas
deberán asegurar el mantenimiento de un caudal de agua o caudal ecológico que
asegure la conservación y mantenimiento de los ecosistemas y la biodiversidad del
medio fluvial y asegure los usos consuntivos y no consuntivos del recurso, aguas abajo
en el área de influencia de la central.
Introducción
Los ríos han contribuido significativamente al progreso y desarrollo de la humanidad,
proporcionado beneficios a la sociedad dependiendo de la capacidad tecnológica del
momento histórico. El régimen hidrológico natural de los ríos ha sido alterado para
posibilitar la extracción de agua para su uso en la agricultura, generación hidroeléctrica,
abastecimiento para consumo humano e industrial.
La fuerte presión sobre los recursos hídricos, alterando el régimen natural de los ríos y
ecosistemas fluviales han limitado los bienes y servicios que proveen los ecosistemas de
agua dulce, esto ha llevado a que muchos países hayan decidido implementar un sistema
de Gestión Integral de los Recursos Hídricos GIRH, herramienta óptima para
aprovechar el agua de modo sostenible y socialmente equilibrada.
Una adecuada gestión de los recursos hídricos y de la cuenca hidrográfica debe tener
como objetivo principal el uso sostenible del recurso agua, de tal manera que no afecte
el mantenimiento de las comunidades bióticas de modo compatible con el
aprovechamiento por parte de la sociedad. Esto último se consigue mediante el
mantenimiento en los cauces de los caudales ecológicos.
El caudal ecológico, “tendrá que ser representativo del régimen natural y ser capaz de
asegurar las condiciones biológicas, y una manera de medir esta característica puede ser
la utilización de métodos basados en la biodiversidad que hay que relacionar con las
variables hidráulicas” (APROMA, 2000).
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Los Planes de Ordenamiento y Manejo de Cuencas Hidrográficas, posibilitan el
aprovechamiento racional del recurso hídrico, fundamentados en la determinación de un
Régimen de Caudales Ecológicos ó Ambientales.
Justificativos
Mediante el mantenimiento de Caudales Ecológicos, se espera que en los cursos
naturales exista una cantidad suficiente de agua que les permita prestar sus servicios
dentro del ciclo hidrológico, manteniendo las funciones esenciales de los ecosistemas.
La literatura científica aconseja que el régimen de caudales ecológicos permita
mantener un hábitat fluvial con capacidad de sostener la vida de la ribera y del medio
acuático, preservando la flora y la fauna, conservando los peces y la calidad estética del
estado de los ríos, protegiendo los tramos de interés científico o cultural.
Caudal ecológico
La literatura especializada asigna diferentes denominaciones al caudal que hay que dejar
fluir aguas abajo de un aprovechamiento hidráulico, siendo el más conocido el de
“caudal ecológico”.
Ser coherente con la distribución hidrológica de caudales que fluyen por ese
tramo, es decir, ser representativo de un porcentaje importante de los volúmenes
de agua circulantes.
Ser coherente con las variaciones estacionales de la distribución de caudales que
circulan por el tramo.
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Perseguir la conservación de las comunidades naturales del ecosistema de los
ríos en el tramo de estudio: macrofitas, macroinvertebrados, ictiofauna. El
objetivo será la conservación de las comunidades naturales.
Asegurar la conservación de la diversidad ecológica estableciendo un caudal
base, por debajo del cual las poblaciones de las especies exigentes
experimentarían riesgos de extinción.
En los tramos fluviales contaminados o degradados, permitir mejorar la
composición fisicoquímica del agua, así como de las condiciones del hábitat.
Siempre que el caudal que circula por un cauce sea capaz de mantener el
funcionamiento, composición y estructura del ecosistema fluvial que ese cauce contiene
en condiciones naturales, lo podemos denominar caudal ecológico.
El primer criterio estudia los estiajes naturales de los ríos. Las comunidades fluviales
han evolucionado sometidas a determinados tipos de regímenes de caudales, por tanto
sus ciclos biológicos y requerimientos ecológicos están adaptados a las variaciones
estacionales propias de dicho régimen, así mismo, están adaptadas a tolerar caudales
mínimos durante un estiaje más o menos largo, pueden tolerar caudales muy pequeños
durante uno o varios días, pero obviamente no pueden mantener durante periodos largos
a los que no estén adaptados.
El segundo criterio, desarrollado por Stalnaker, 1979 ; Bovee, 1982 (metodología IFIM-
PHABSIM), liga las exigencias de hábitat de las especies fluviales, con las variaciones
de las características del hábitat en función de los caudales circulantes. Es necesario
conocer los requerimientos de caudal circulante de algunas especies o de determinadas
comunidades del río, y su distribución en el tiempo, para evaluar las necesidades de
caudal con objeto de mantener sus poblaciones.
Con cualquiera de los dos criterios se obtiene caudales ecológicos básicos, los mismos
que representan estimaciones de las condiciones límites de tolerancia a la escasez de
caudal.
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admisibles en base a estadísticas hidrológicas que reflejen el régimen natural ó poco
intervenido.
A este bloque pertenece la conocida regla del 10% del caudal medio interanual como
caudal ecológico, porcentaje fijo de los aportes naturales de la cuenca vertiente al tramo
considerado. Criterio sin ninguna base científica, fue una de las primeras
aproximaciones en la obtención de caudales ecológicos.
Entre estos enfoques, el más conocido es el “Método del Perímetro Mojado”. En dicho
método se supone que la optimización de los caudales mínimos para la preservación del
hábitat de los invertebrados acuáticos, que son la base alimenticia de los peces, se
obtiene en forma inmediata al encontrar la relación entre el caudal y perímetro mojado.
El procedimiento se apoya en la representación topográfica de un tramo del río,
mediante varias secciones transversales sucesivas, en las cuales se miden las
velocidades y profundidades para diferentes caudales. Con esta información se
combinan los campos simulados de ambas variables para un rango de caudales con los
requerimientos conocidos de la ictiofauna, para obtener el campo del hábitat utilizable.
Del análisis de la relación funcional entre la superficie del hábitat y el caudal se deduce
el caudal óptimo y el caudal mínimo (70% del óptimo).
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mayores en épocas críticas y por lo tanto estos caudales, si deseamos que sean mínimos,
han de fluctuar de una estación del año a la otra.
La torrencialidad de los regímenes de los ríos (de alta montaña), captados y a ser
aprovechados en la vertiente oriental de la Cordillera Real se refleja en una fuerte
oscilación estacional, y en una importante fluctuación interanual.
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El IFIM permite obtener para distintos caudales de un río y en un determinado estado de
desarrollo de una especie que se desea preservar (especie objetivo), una medida del
hábitat utilizable por dicha especie, información utilizada para determinar la magnitud
de los caudales que deben ser sostenidos en distintas épocas del año para preservar el
hábitat adecuado para la especie objetivo. La aplicación de esta metodología implica
definir la o las especies que se desea preservar.
El régimen hidrológico del cauce, el caudal en el río en función del tiempo, son
primordiales para la aplicación del IFIM. Uno de los principales elementos utilizados en
la evaluación final de resultados es la relación entre el hábitat utilizable (área del cauce
disponible para la especie seleccionada) y el caudal circulante, tanto en condiciones
naturales como en una situación alterada por el proyecto en análisis.
La calidad del agua puede ser incorporada mediante el uso de modelos matemáticos
para agua superficial; siendo necesario recolectar información de campo que permita
caracterizar la calidad actual del curso de agua en estudio. Esta caracterización permite
seleccionar los modelos matemáticos apropiados para predecir los cambios en la calidad
del agua debidos a las diferentes alternativas que incluye el proyecto en análisis. La
información generada a partir del uso de estos modelos de simulación se utiliza para la
definición del hábitat total disponible para la especie objetivo.
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El modelo representa el tramo del río dividido en celdas elementales rectangulares, en
cada una de las cuales se presupone que la profundidad, velocidad, substrato y cobertura
son homogéneos (Figura 1.).
Para la toma de datos se define un tramo de río, representativo para el estudio (en
principio se recomienda adoptar un tramo con una longitud igual a 20 veces el ancho del
río). El tramo de estudio se simplifica mediante varias secciones transversales
representativas con el objeto de reproducir los diferentes microhábitat (celda),
mesohábitat (sección) y macrohábitat (tramo) presentes (Figura 2).
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Figura 2. División de un tramo en mesohábitats (secciones) y microhábitats (celdas). (Diez J. 2009)
Cada sección transversal se divide en celdas homogéneas, tomando en cuenta que por
cada celda no deberá fluir un caudal superior al 10% del caudal circulante. Cada sección
transversal iniciará en la orilla izquierda, desde el extremo exterior de la ribera y
continuará hasta el extremo exterior de la ribera en la orilla derecha.
En cada celda (vertical) se medirá la profundidad, la velocidad media del agua mediante
el uso de un molinete hidrométrico, se describirá la granulometría dominante del
sustrato diferenciando: limos, arenas, gravillas, gravas finas, gravas medianas, gravas
gruesas, bloques pequeños, bloques grandes, bolones y roca madre.
Para un mejor ajuste del modelo se recomienda la realización de por lo menos tres
mediciones, una con aguas bajas, otra en aguas altas y una medición intermedia.
2. Simulación hidráulica
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Figura 3. Simulación de Niveles de Superficie Libre (NSL) en una sección. (Diez J. 2009)
Figura 4. Simulación de las velocidades medias ajustadas en cada celda. (Diez J. 2009)
Por lo tanto, los resultados de una simulación hidráulica PHABSIM son de tipo
unidimensional1 (x) en los NSL y bidimensional (xz) en las velocidades.
Para esto se seleccionan las variables del medio acuático que tienen influencia directa
sobre las poblaciones y las comunidades, las cuales se afectan por la regulación de loas
caudales circulantes en el cauce. Entre las variables hidráulicas están la velocidad del
agua y su profundidad, el ancho del cauce, además se toma en cuenta el sustrato del
fondo del cauce (Figura 5).
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Figura 5. Curvas de preferencia de la trucha común (García de Jalón, 1999). (Diez J. 2009)
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El Índice de Conformidad Ponderado (ICP) puede calcularse por varios métodos, siendo
uno de los más utilizados el método multiplicativo. Este considera un efecto sinérgico,
donde el hábitat óptimo es aquel en que todas la variables son óptimas. Suponiendo que
se analizasen tres variables se calcularía como:
Donde:
Para la realización de este estudio se han considerado ríos del sistema Papallacta, los
cuales ya han sido intervenidos por la presencia de captaciones de agua. Los ríos
estudiados son: Sucus, San Juan, Tuminguina Cojanco, Tuminguina Papallacta,
Papallacta, Chalpi Norte y Mogotes. Además se ha incluido un estudio en el Río Chalpi
Grande, el cual será intervenido durante la ejecución del Proyecto ríos Orientales
(Figura 7.).
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Figura 7. Zona de estudio y ubicación de los sitios de muestreo para el estudio de Caudales Ecológicos
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Durante este año se tiene previsto realizar las siguientes actividades:
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genéricas de los órdenes de estos macroinvertebrados, se esbozará una curva de
preferencia gremial interpolada.
En relación con la información hidrológica del río Chalpi Norte, se cuenta con una serie
histórica de caudales desde mayo de 1989, compuesta por más de 100 aforos de gasto
líquido, realizados en todas las épocas del año.
Productos adicionales
Dentro de la toma de datos de campo se han realizado ocho campañas de muestreo de
marcroinvertebrados en los ríos del Sistema Papallacta, una vez realizada la
identificación de los mismos, se ha obtenido los siguientes productos:
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Bibliografía
Agirre A, Vicuña B. Conceptos básicos para la paliación del caudal Ecológico en los río
Ibéricos, ANBIOTEK.
Castro L., Carvajal Y., Monsalve E.,2006, Enfoques Teóricos para definir el caudal
ambiental”, Ingeniería y Universidad, Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá,
Colombia.
Diez Juan Manuel y otros, 2004, “Directrices para la modelación hidráulica de caudales
ambientales mediante la metodología IFIM”, IV Congreso Ibérico del Agua, Tortosa,
España.
Diez Juan Manuel, Burbano Liliana, 2006. “Técnicas avanzadas para la evaluación de
caudales ecológicos en el ordenamiento sostenible de cuencas hidrográficas”. Ingeniería
e Investigación. Colombia.
Diez Juan Manuel, Burbano Liliana, 2007, “Revisión de los modelos eco-hidráulicos
uni-dimensionales (1D) y bi-dimensionales (2D) en corrientes fluviales”, Revista
Avances en Recursos Hidráulicos, número 15, mayo de 2007, Medellín.
Diez Juan Manuel, Olmeda Sergio, 2008, “Diseño eco-hidráulico de pequeñas centrales
hidroeléctricas: evaluación de caudales ecológicos”, Medellín.
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