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CONTRATOS CIVILES

PROMESA DE CONTRATO.- La promesa es el contrato preparatorio por el que una o


las dos partes se obligan a celebrar, dentro de un cierto plazo, un contrato futuro, cuyos
elementos esenciales se determinan al efecto por escrito. Este contrato se denomina
también antecontrato, precontrato, contrato preparatorio, contrato preliminar y promesa de
contrato. A su vez, el contrato que se promete se llama contrato futuro, contrato definitivo o
contrato prometido.

COMPRAVENTA.- Nuestro Código Civil define con acierto la compraventa como el


contrato por el que “uno de los contratantes se obliga a transferir la propiedad de una cosa o
de un derecho, y el otro a su vez se obliga a pagar por ellos un precio cierto y en dinero”.

PERMUTA.- Contrato por el que cada uno de los contratantes se obliga a dar una cosa por
otra. En esta definición es oportuno destacar:
1. Que el objeto del contrato es un “daré”, esto es, la transmisión recíproca de la
propiedad de las dos cosas que se permutan entre sí.
2. Que sin embargo, dicha transmisión de propiedad, no necesariamente debe ser
contemporánea a la celebración del contrato, sino que las partes peden diferir para
un momento posterior ese efecto real.

DONACIÓN: Contrato por el que una persona, llamada donante, trasmite gratuitamente
parte de sus bienes presentes a otra persona, llamada donatario, debiendo reservarse para sí
bienes suficientes para su subsistencia y para el cumplimiento de sus obligaciones.

MUTUO.- El Código Civil define al mutuo como contrato por el que el mutuante se obliga
a transferir la propiedad de una suma de dinero o de otras cosas fungibles al mutuatario o
mutuario, quien se obliga a devolver otro tanto de la misma especie y calidad.

ARRENDAMIENTO.- Hay arrendamiento cuando las dos partes contratantes se obligan


recíprocamente, una a conceder el uso o el goce temporal de una cosa, y la otra a pagar por
ese uso o goce un precio cierto.

COMODATO.- Contrato por el cual uno de los contratantes se obliga a conceder


gratuitamente el uso de una cosa no fungible, y el otro contrae la obligación de restituirla
individualmente.

CONTRATO DE DEPÓSITO.- El depósito es un contrato por el que el depositario se


obliga hacia el depositante a recibir una cosa mueble o inmueble que éste le confía, ya a
guardarla para restituirla individualmente cuando la pida el depositante. Se requiere que la
obligación de custodia sea la principal o exclusiva, porque en otros contratos (compraventa,
arrendamiento, mandato, prenda y otros) el deber de custodia es secundario o sirve de
medio a otras obligaciones de carácter principal.

MANDATO.- Contrato por el que el mandatario se obliga a ejecutar por cuenta del
mandante los actos jurídicos que éste le encarga.
CONTRATO DE PRESTACIÓN DE SERVICIOS PROFESIONALES.- Es el contrato
por el que una persona llamada profesionista o profesor se obliga a prestar determinados
servicios calificados que requieren una preparación técnica y a veces un título profesional, a
otra persona llamada cliente que se obliga a pagarle una determinada retribución llamada
honorario.

CONTRATO DE OBRA A PRECIO ALZADO.- Es el contrato por el que una persona


llamada “empresario” se obliga a ejecutar, bajo su dirección y con materiales propios, una
obra que le encarga otra persona llamada “dueño de la obra”, la cual se obliga a pagarle un
precio global.

CONTRATO DE TRANSPORTE CIVIL.- Aquel contrato por el cual una persona que,
sin dedicarse en forma habitual a realizar el servicio para el público, se obliga a trasladar de
un lugar a otro, bajo su inmediata dirección o la de sus dependientes, por tierra, por agua o
por el aire, a personas, animales o mercaderías o cualesquiera otros objetos, a cambio de un
precio llamado pasaje o flete, según los casos.

CONTRATO DE HOSPEDAJE.- Contrato por el que una persona, llamada hospedero u


hotelero, se obliga a prestar albergue a otra persona, llamada huésped o viajero, a cambio
de una retribución, comprendiéndose o no también los alimentos y demás servicios que
origina el alojamiento. En el primer caso se trata de un alojamiento completo, y en el
segundo caso, de un alojamiento incompleto.

CONTRATOS ALEATORIOS O DE SUERTE.- Hoy en día corresponde al Derecho


Mercantil esta figura contractual, por cuanto que siempre se celebra por empresas y
además, para éstas ya no resulta aleatorio, porque la prima que paga el asegurado se
determina conforme al cálculo de probabilidades y de acuerdo con las estadísticas sobre la
frecuencia de los siniestros, de manera que como contrato en masa o de empresa, no
constituye ya en rigor un verdadero contrato aleatorio. En la actualidad dentro de nuestro
derecho civil, pueden considerarse como contratos aleatorios: el juego y la apuesta, la
decisión por suerte, la compra de esperanza, la renta vitalicia, la cesión onerosa de crédito
dudoso, la venta de una cosa o crédito litigioso. Asimismo en el D. Mercantil subsisten
como contratos aleatorios las operaciones de bolsa llamadas de “futuros”.

CONTRATOS DE GARANTÍA.- Los contratos de garantía son aquellos que


directamente sirven para asegurar al acreedor el pago de su crédito y para que confíen en el
deudor quienes contraten con él. Los contratos de garantía son de dos cláses: unos de
garantía personal y otros de garantía real.

FIANZA.- La fianza es el contrato por el que una persona, llamada fiadora, distinta del
deudor y del acreedor en una determinada obligación, se obliga con este último a pagar
dicha obligación, en caso de que el primero no lo haga. En el fondo la obligación que sume
el fiador consiste en hacerse responsable de que el deudor principal ejecute o cumpla la
obligación a su cargo, razón por la cual en este sentido podría decirse que la obligación del
fiador es una obligación de resultado.
PRENDA.- Contrato por el que el deudor o un tercero en una determinada obligación
entrega al acreedor o a un tercero un bien mueble enajenable y le concede el derecho para
hacer vender éste en caso de incumplimiento de dicha obligación y a que con su precio se
haga pago de la misma con preferencia a otros acreedores. En consecuencia el constituyente
de la prenda puede ser el deudor o un tercero y la otra parte puede ser también el acreedor o
un tercero, aunque en este último caso el contrato es más bien un depósito con respecto a
ese tercero.

HIPOTECA.- Contrato por el que el deudor o un tercero en una determinada obligación,


conceden al acreedor el derecho a hacer que se venda un determinado bien en caso de
incumplimiento de dicha obligación y a que se pague con su precio el pago de la misma con
preferencia a otros acreedores.

TRANSACCIÓN.- Contrato por el que las partes se hacen recíprocas concesiones con el
fin de terminar una controversia jurídica presente o de conjurar una futura, o sea de sustituir
una relación jurídica dudosa entre dos partes por una relación jurídica irrevocablemente
definida. Dichas concesiones recíprocas pueden consistir simplemente en el reconocimiento
o la renuncia de derechos (reales o personales) comprendidos dentro de la relación jurídica
dudosa, o bien, además, en la transmisión de derecho o cosas no comprendidas en la
relación jurídica controvertida.

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