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MÓDULO I

CARTOGRAFÍA DIGITAL
Adolfo Pérez Heras – A. Carlos Pérez Martín

IX CURSO DE CARTOGRAFÍA DIGITAL


Y SISTEMAS DE INFORMACIÓN GEOGRÁFICA
Agencia Española de Cooperación Internacional
Instituto Geográfico Nacional – Centro Nacional de Información Geográfica
Centro de Formación de la Cooperación Española
La Antigua (Guatemala). Noviembre de 2006
INTRODUCCIÓN

Puede afirmarse que en la segunda mitad del siglo pasado se han producido a
escala global los cambios más rápidos de la Historia de la Humanidad. La aceleración y
magnitud de estos cambios ha llevado a algunos autores a hablar de Revolución
Tecnológica y a compararla con la Revolución Industrial.

La dificultad de adaptación a cambios tan rápidos y trascendentales crea, a


veces, una sensación de duda que hace que se cuestionen ciertos principios que en
épocas recientes eran tenidos por axiomas.

Uno de los cambios tecnológicos más representativos se ha producido en el


mundo de la informática, afectando de manera directa o indirecta al resto de las
técnicas. Y el ámbito cartográfico no ha sido una excepción.

Por un lado, la abundancia de información numérica estructurada como base de


datos cartográficos, y explotada mediante sistemas de información geográfica permite
acelerar de modo considerable operaciones que antes resultaban costosas, como por
ejemplo el cálculo del movimiento de tierras de una gran obra civil. Pero también
habilita la posibilidad de utilizaciones de la cartografía hasta ahora insospechadas, como
puede ser la implantación en el ordenador de un automóvil de un sistema inteligente que
indique al conductor itinerarios óptimos.

Por otro lado, existe en el mercado gran cantidad de aplicaciones y maquinaría


informática encaminada a la producción de cartografía clásica. No olvidemos que la
cartografía es ciencia, técnica y arte, y su canal de comunicación por excelencia es el
mapa impreso.

El mapa impreso, si está bien concebido como producto de un análisis correcto


del tema que se quiere representar y de la utilización eficaz de las variables visuales que
en él aparecen, constituye un documento de aplicaciones tan amplias como las
capacidades de análisis del lector lo permitan. Para el hombre de la calle (el
excursionista que adquiere un mapa topográfico, el viajero que adquiere una guía de
carreteras, etc.) la cartografía impresa es el único medio que le permite comunicarse
con el objeto georreferenciable de su interés con economía, sencillez de uso y
transportabilidad.

Por consiguiente, es indispensable que hoy en día se sigan produciendo mapas


impresos. Más mapas, mejor elaborados y más baratos, utilizando todas las herramientas
a nuestro alcance.

Hasta hace pocos años, el dibujo de un mapa se efectuaba mediante técnicas


manuales de dibujo directo o grabado en plásticos, de los que se obtenían positivos para
impresión, quedando limitado el trazado automático de cartografía a la posibilidad de
dibujar elementos lineales. Para ello se utilizaban mesas trazadoras dotadas de un

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cabezal luminoso o de un útil de dibujo. Pero los últimos avances en los campos de la
informática y de las artes gráficas han permitido el tratamiento interactivo de datos
numéricos encaminado a la edición de mapas en ordenador y su posterior trazado
directo en positivos fotográficos de gran calidad, utilizables por las máquinas de
impresión offset.

Estos apuntes, material de trabajo para el curso de cartografía digital, pretenden


dar una visión general sobre los distintos aspectos de la edición e impresión de mapas a
partir de datos numéricos. No olvidando que la informática es una herramienta muy
potente, pero una herramienta al fin y al cabo, nunca un fin en sí misma, y que los
principios científicos y técnicos en los que se basa la cartografía no han variado, siendo
por el estudio y clarificación de estos principios por donde tiene que empezar cualquier
proyecto de redacción cartográfica, independientemente de los medios técnicos que se
utilicen para llevarlo a término.

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TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................................................... 1

TABLA DE CONTENIDO .............................................................................................................................................. 3

I. NOCIONES DE CARTOGRAFÍA TEÓRICA .............................................................................................................. 7

I.1 FIN QUE PERSIGUE LA CARTOGRAFÍA ......................................................................................................... 7


I.2 LAS BCN Y LOS SIG. DIFERENCIAS ENTRE BCN Y MAPA ........................................................................... 8
I.3 PARÁMETROS MATEMÁTICOS DE UN MAPA ................................................................................................ 9
I.3.1 GEOIDE Y ELIPSOIDE. DATUM. COORDENADAS GEOGRÁFICAS................................................... 10
I.3.2 PROYECCIONES. ANAMORFOSIS. COORDENADAS CARTESIANAS............................................... 12
I.3.3 ESCALA. FACTOR DE ESCALA............................................................................................................. 14
I.3.4 EL RELIEVE. CURVAS DE NIVEL. MODELO DIGITAL DEL TERRENO. SOMBREADOS................... 16
I.3.5 DECLINACIÓN. CONVERGENCIA......................................................................................................... 17
I.4 EL DISEÑO GRÁFICO COMO PARTE DEL DISEÑO CARTOGRÁFICO ....................................................... 18
I.4.1 ELEMENTOS GRÁFICOS. SIMBOLIZACIÓN......................................................................................... 18
I.4.2 ELEMENTOS VISUALES........................................................................................................................ 20
I.4.3 LOS SÍMBOLOS PUNTUALES. SU CLASIFICACIÓN............................................................................ 23
II. INTRODUCCIÓN A LA CARTOGRAFÍA DIGITAL................................................................................................. 27
II.1 CARTOGRAFÍA ANALÓGICA Y DIGITAL....................................................................................................... 27
II.2 HERRAMIENTAS INFORMÁTICAS PARA LA EDICIÓN DIGITAL ................................................................. 28
II.3 PROCESO GENERAL DE UN PROYECTO CARTOGRÁFICO ..................................................................... 30
II.4 CAPTURA DE ORIGINALES MEDIANTE BARRIDO AUTOMÁTICO............................................................. 34
II.5 VECTORIZACIÓN AUTOMÁTICA................................................................................................................... 37
II.6 CAPTURA DE ORIGINALES MEDIANTE DIGITIZACIÓN.............................................................................. 43
II.7 ELECCIÓN DEL PROCEDIMIENTO A UTILIZAR........................................................................................... 45
II.8 CODIFICACIÓN Y REFERENCIACIÓN DE LOS DATOS............................................................................... 46
II.9 EDICIÓN.......................................................................................................................................................... 47
II.10 VALIDACIÓN ................................................................................................................................................. 49
II.11 CONTROL DE CALIDAD DE POSITIVOS .................................................................................................... 51
II.12 TRAZADO LÁSER......................................................................................................................................... 51
II.13 ARCHIVO DE LA INFORMACIÓN DIGITAL.................................................................................................. 54

VI. CONCLUSIONES................................................................................................................................................. 293


VI.1 ADQUISICIÓN DE UN SISTEMA DE PRODUCCIÓN DE CARTOGRAFÍA DIGITAL ................................. 293
VI.2 REFLEXIONES FINALES ............................................................................................................................ 295
BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................................................................... 297

DIRECCIONES.......................................................................................................................................................... 298
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I. NOCIONES DE CARTOGRAFÍA TEÓRICA

I.1 FIN QUE PERSIGUE LA CARTOGRAFÍA


Se puede definir la Cartografía como el conjunto de estudios y operaciones
científicas y técnicas que intervienen en la formación o análisis de mapas, modelos en
relieve o globos, que representen la Tierra, o parte de ella, o cualquier parte del
Universo. La Asociación Cartográfica Internacional define el concepto de mapa como la
representación convencional gráfica de fenómenos concretos o abstractos, localizados
en la Tierra o en cualquier parte del Universo.

Una clasificación posible de los mapas en función de su escala y contenido sería:

Mapas generales:

- Mapas topográficos a escala grande, que describen accidentes naturales


o artificiales del terreno.
- Mapas cartográficos que representan grandes regiones.
- Mapas del mundo entero.

Mapas especiales:

- Mapas políticos.
- Mapas urbanos.
- Mapas de comunicaciones.
- Mapas científicos de diversas clases.
- Mapas económicos y estadísticos.
- Mapas turísticos.
- Mapas artísticos o publicitarios.
- Cartas para la navegación marítima y aérea.
- Mapas catastrales a gran escala.

En cualquier caso, un mapa aparece como un conjunto de dibujos, palabras


escritas y signos de muy variado aspecto, a veces muy sencillo, como un croquis
dibujado en un papel; otras muy complejo, impreso en muchos colores. Pero un mapa es
siempre el esquema de una realidad, y su formación obedece a numerosos acuerdos y
convenciones que deben conocerse para su correcta interpretación.

Los elementos que configuran la elaboración de un mapa de una determinada


realidad georreferenciable y como el posible usuario percibe esa realidad se pueden
sintetizar, según el Modelo de Ratajski, en el esquema de la figura 1. Pudiéndose decir
que el objetivo que persigue la cartografía es que el ángulo  que aparece en dicha
figura sea lo más pequeño posible.

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I.2 LAS BCN Y LOS SIG. DIFERENCIAS ENTRE BCN Y MAPA
Una BCN, iniciales de Base Cartográfica Numérica, es, en esencia, un
conjunto de datos numéricos del terreno y elementos georreferenciables que poseen
cualidades topológicas. Una BCN se estructura como una base de datos en la que cada
elemento, además de definirse por unos parámetros que nos dan su posición en un
sistema de referencia, lleva asociados los atributos numéricos que nos definen
cualitativamente el elemento en cuestión y como se relaciona topológicamente con los
demás. De esta manera, a una BCN, a través de los programas informáticos
adecuados, se le pueden hacer variadísimas preguntas de tipo geográfico o temático. Al
conjunto formado por una BCN más los programas informáticos adecuados para realizar
consultas a esta BCN y obtener respuestas se le denomina como Sistema de
Información Geográfica o SIG.

La representación gráfica de todos o algunos de los elementos que componen


una BCN puede considerarse como un mapa, si bien, desde el punto de vista
cartográfico, al tratarse de un mapa carente de simbolización, rotulación adecuada,
colorido específico, etc., el ángulo  de la figura 1 sería excesivamente grande. Los
elementos que figuran en los mapas tienen una simbolización y una rotulación
específicas, y, según la escala de representación, una generalización adecuada y una
determinada composición estética (fig. 2).

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Por todo ello no podemos decir que la representación gráfica, sin modificación
alguna, de una BCN sea un mapa fácilmente utilizable por un usuario común. Sólo a
través de programas de simbolización y edición cartográfica se podrá obtener un mapa
utilizable partiendo de la información contenida en una BCN. En la actualidad existen
programas de SIG (PLTS FOR ARCGIS) que ofrecen herramientas de edición y
simbolización cada vez más potentes permitiendo la obtención de buenos mapas a partir
de la información contenida en una BCN. De esta manera los SIG se constituyen en una
herramienta cartográfica completa.

I.3 PARÁMETROS MATEMÁTICOS DE UN MAPA

Los problemas esenciales y evidentes que afectan a la representación de la


superficie terrestre son dos. El primero está causado por la dimensión de la superficie
terrestre, que es mucho mayor que la que puede emplearse para su representación. El
segundo consiste en que la superficie d representación, si excluimos globos y
maquetas, generalmente es plana, mientras que la superficie terrestre no lo es. El primer
problema conduce al concepto de escala; el segundo se desdobla en dos
aproximaciones: los métodos de representar el relieve y los métodos de proyección
cartográfica.

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Para confeccionar un mapa partiendo de la toma de datos en el terreno la
secuencia de operaciones que conducen desde el mismo terreno hasta el mapa que lo
representa se puede sintetizar, desde el punto de vista matemático, en los apartados que
se exponen a continuación.

I.3.1 GEOIDE Y ELIPSOIDE. DATUM. COORDENADAS GEOGRÁFICAS

Todo el conjunto de medidas efectuadas para la confección de un mapa, sean del


tipo que sean, que se llevan a cabo sobre la superficie de la Tierra, están influidas por la
irregular distribución de la masa terrestre que afecta a la dirección de la gravedad y por
tanto a la determinación de la vertical de cada lugar. Debido a esto todas las
observaciones terrestres se efectúan sobre una figura irregular llamada geoide, que se
define como la superficie equipotencial respecto a la fuerza de gravedad al nivel medio
del mar, y en la que la dirección de la gravedad es perpendicular en todos los lugares.
El geoide coincide con la superficie media del mar en sus partes oceánicas y está por
debajo de la corteza terrestre en las zonas continentales. La diferencia entre la superficie
terrestre y el geoide es consecuencia de la irregular distribución de montañas y
depresiones (fig. 3).

El geoide también está afectado por el movimiento de rotación de la Tierra, que


le produce un abombamiento en la región ecuatorial y un achatamiento en las regiones
polares. Para determinar la forma del geoide es necesario medir la gravedad en
numerosos puntos de la Tierra. Las secciones del geoide son curvas irregulares aunque
aproximadamente circulares.

Pero para elaborar los mapas con precisión deberá utilizarse una superficie
geométrica regular. Las observaciones realizadas sobre el geoide habrá que transferirlas,
pues, a una figura regular que más se aproxime a él. Siendo ésta el elipsoide, figura
geométrica engendrada por la revolución de una elipse sobre su eje menor. En geodesia
clásica, para efectuar los cálculos de paso del geoide al elipsoide, se hace coincidir
tangencialmente a éste con el geoide en un punto llamado datum. A medida que
sucesivas observaciones van proporcionando un conocimiento más exacto del geoide, se
calculan elipsoides que se adaptan mejor al geoide. Hay dos opciones a la hora de elegir
un elipsoide: optar por uno que se ajuste lo más posible al geoide en la zona que
queremos representar en un mapa; u optar por un elipsoide que, aunque no se ajuste
óptimamente al geoide en la zona que nos interesa, sea el que mejor se ajusta al geoide

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en su totalidad. Está claro que la primera opción es más precisa, pero localista; mientras
que la segunda opción sacrifica la precisión en aras de una homogeneidad internacional.

Últimamente, como figuras geométricas más próximas al geoide que los


elipsoides de revolución, se han ideado los elipsoides triaxiales o de tres ejes. En estas
figuras el ecuador, en vez de un círculo, es una elipse, de la que además de conocerse la
medida de sus ejes es necesario conocer la posición de éstos. Para la determinación de
estos valores se recurre a los datos aportados por los satélites artificiales, dando origen a
la Geodesia Espacial.

Las modernas observaciones basadas en satélites artificiales GPS (iniciales en


ingles de “Global Position System”) dan como resultado coordenadas geocéntricas,
sobre un elipsoide, de los puntos en que se hace la observación. En la actualidad se está
utilizando como sistema de referencia el elipsoide WGS84 (World General System
referido al año 1984) por acuerdo de la UGGI (Unión Geodésica y Geofísica
Internacional).

Las distancias entre el geoide y los elipsoides no son grandes. En ocasiones estas
diferencias son positivas, y en otras negativas, siendo lo común que el elipsoide este por
debajo del geoide en las zonas continentales y por encima en los océanos (fig. 3). La
figura 4 representa, mediante curvas de nivel, las diferencias entre el geoide y el
elipsoide de la Unión Astronómica Internacional.

Una vez que se tengan todos los datos situados sobre un elipsoide,
se podrán referir a un sistema geográfico de localización. Está internacionalmente
aceptado el sistema formado por una red de paralelos y meridianos que permiten
determinar la posición de un punto en la Tierra mediante sus coordenadas geográficas:
latitud y longitud. Utilizando como origen de latitudes el Ecuador del elipsoide y como
origen de longitudes el meridiano de Greenwich o meridiano 0° del elipsoide.

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I.3.2 PROYECCIONES. ANAMORFOSIS. COORDENADAS CARTESIANAS

Pero un elipsoide no es una figura desarrollable en un plano. Para poder


representar una zona de la superficie terrestre en un plano con las menores
deformaciones posibles se acude al auxilio de las proyecciones cartográficas y a los
sistemas de representación cartográfica. Las primeras son las que establecen por
métodos geométricos una correspondencia biunívoca entre los puntos del terreno
proyectados sobre el elipsoide y los del mapa; los segundos son los que establecen la
mencionada correspondencia por métodos analíticos. No obstante, en el lenguaje
corriente se llama proyección cartográfica a cualquier método que represente la
superficie terrestre en un plano, ya sea de forma geométrica o analítica.

Cualquier proyección o sistema de representación cartográfica introduce


deformaciones a la hora de representar el terreno. Aunque estas deformaciones pueden
afectar a infinidad de características, como por ejemplo el paralelismo de los paralelos,
la convergencia de los meridianos, las intersecciones perpendiculares de paralelos y
meridianos, los polos representados como elementos puntuales, etc., las alteraciones
más importantes son aquellas relacionadas con ángulos, superficies y distancias.

Las proyecciones que no deforman los ángulos se denominan conformes. Las


proyecciones conformes mantienen los ángulos alrededor de puntos, o lo que es lo
mismo, las líneas en el elipsoide forman al cortarse el mismo ángulo que sus
representaciones en el plano (el ángulo de dos curvas que se cortan es el ángulo de sus
tangentes). Las proyecciones no conformes tendrán anamorfosis angular (diferencia
entre el ángulo en la proyección y el ángulo real).

Otras proyecciones conservan la superficie de cualquier figura en todas las


regiones, recibiendo el nombre de equivalentes. Las proyecciones no equivalentes
presentan anamorfosis superficial (cociente entre una superficie en el mapa y la
superficie real). Por su propia definición una proyección no puede ser a la vez
equivalente y conforme. Así, todas las proyecciones conformes presentarán regiones
similares con tamaños desiguales y todas las equivalentes deformarán la mayoría de los
ángulos.

La conservación de las distancias en las proyecciones cartográficas sólo se puede


mantener a lo largo de determinadas líneas que se denominan automecoícas, o en
direcciones que parten de determinados puntos diciéndose entonces que la proyección
es equidistante. La deformación de las distancias en zonas en que estas no se conservan
se denomina anamorfosis lineal.

Una clasificación geométrica de las proyecciones nos lleva a considerar si el


paso del elipsoide al plano se hace directamente o por intermedio de un cono o un
cilindro (fig. 5). En el primer caso se habla de proyecciones planas o perspectivas; en el
segundo, de desarrollos.

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Dentro de cada grupo se puede distinguir si se trata de una proyección
geométrica propiamente dicha, o de una representación analítica, y dentro de las
primeras si se ha proyectado geométricamente según rectas paralelas o rectas
concurrentes en un punto. También puede considerarse en el caso de las proyecciones
sobre un plano, si éste es tangente o secante en un polo del elipsoide, en un punto de su
ecuador o en un punto cualquiera. En los casos de proyecciones cónicas o cilíndricas se
podrá también distinguir si el cono o cilindro es tangente o secante a la superficie del
elipsoide (fig. 6). Análogamente, según la posición del eje del cono o del cilindro se les
llama polares, transversas y oblicuas.

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Entre la gran cantidad de proyecciones existentes cada país ha adoptado
tradicionalmente la que mejor se ajusta a su territorio, siendo muy común la utilización
de la proyección cónica conforme de Lambert. Sin embargo, actualmente, muchos
países están utilizando la proyección UTM (iniciales en ingles de Universal Transverse
Mercator). Se trata de una proyección analítica conforme sobre un cilindro tangente a un
meridiano. Pero su “universalidad” se logra empleando distintos cilindros,
correspondientes a varios meridianos, separados entre sí 6°. Esto da lugar a 60 husos de
6° de anchura. Los casquetes polares no se representan en UTM, quedando limitado el
empleo de este sistema de representación a latitudes menores de 80° (fig. 7).

Cuando se tiene una zona de la Tierra representada mediante una proyección


cartográfica, cualquier punto de la proyección se puede localizar fácilmente por su
longitud y latitud, pero como las fórmulas de la geometría plana son mucho más
sencillas que las de la geometría esférica, resulta más sencillo localizar puntos en los
mapas mediante un sistema de coordenadas cartesianas, entendiendo que estas
coordenadas se aplican a la superficie plana de la proyección y no a la superficie sobre
el elipsoide.

Cada proyección tiene su sistema de coordenadas cartesianas: “X”, “Y” con


un determinado origen, que varía según la zona representada. Por ejemplo, la
proyección UTM, dentro de cada huso de 6° (que se numeran a partir del antimeridiano
de Greenwich, en sentido de Oeste a Este), sitúa el origen de las abscisas en el Ecuador,
y el origen de las ordenadas en una recta paralela al meridiano central del huso situada a
500 kilómetros al Oeste. De esta manera, para facilitar la localización de puntos, los
mapas suelen llevar impresa la cuadricula correspondiente a su sistema de
representación cartográfico; se habla, así, de cuadricula Lambert, o cuadricula UTM.

I.3.3 ESCALA. FACTOR DE ESCALA

Como los mapas son necesariamente menores que las áreas que representan,
para poder utilizarlos hay que indicar la razón o proporción entre medidas comparables.

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En general se considera la escala de un mapa como la razón entre una distancia en el
mapa y la distancia correspondiente en la Tierra proyectada sobre una superficie de
referencia, normalmente un elipsoide. La distancia en el mapa es considerada siempre
como la unidad. La escala de un mapa puede expresarse de las siguientes formas:

- Escala numérica: es una simple fracción o razón. Puede indicarse


como 1:200.000 o 1/200.000. Ello significa que siguiendo líneas
concretas 1 mm. o 1 cm. sobre el mapa representa 200.000 mm. o
200.000 cm. respectivamente sobre el terreno (proyectado sobre una
superficie de referencia).
- Escala verbal: es una expresión verbal de la distancia en el mapa en
relación con la distancia en la Tierra (proyectada sobre una superficie
de referencia) expresadas ambas en unidades usuales. Por ejemplo, en
un mapa de escala numérica 1:200.000 se dice que 1 mm. representa
200 m.
- Escala gráfica lineal: Es una línea o barra situada en el mapa, a
menudo en la carátula explicativa o en el margen de la hoja, que se ha
subdividido para indicar las longitudes sobre el mapa de las unidades
que se utilicen para medir distancias terrestres. Normalmente un
extremo de esta barra está mucho más dividido, de modo que el usuario
pueda medir las distancias con mayor precisión (fig. 8). Pero, como
debido a la representación plana de la superficie terrestre mediante una
proyección cartográfica, la escala de un mapa no es la misma en todas
direcciones, a veces se representan, en determinados mapas, unas
escalas gráficas de tipo múltiple, que, por ejemplo, van variando según
la latitud que se considere (fig. 9).

- Escala de superficies: se refiere a la razón de superficie en el mapa con


relación a la de la Tierra (referida a una superficie de referencia). Se
suele utilizar cuando la superficie terrestre se ha pasado al plano
mediante una proyección equivalente (conserva las áreas en todas las
regiones). Se expresa diciendo que 1 unidad de superficie (cm2, mm2,
etc.) es proporcional a un número concreto de las mismas unidades
sobre la Tierra, por ejemplo 1:200.0002. También puede mostrarse
gráficamente la escala de las superficies a través de un cuadrado que
represente un determinado número de km2.

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Al no ser posible transformar la superficie terrestre en un plano sin que se
produzcan deformaciones, la escala numérica de un mapa sólo se ajusta a la realidad en
puntos concretos o a lo largo de determinadas líneas; en los demás lugares la escala real
del mapa será mayor o menor que la escala numérica. La expresión de la relación entre
la escala real y la escala numérica en un punto se denomina factor de escala. En mapas
a gran escala (cuanto más pequeño es el denominador de la escala numérica mayor es la
escala del mapa) los factores de escala se aproximan mucho a la unidad, y varían muy
poco de un lugar a otro. No obstante, en muchos mapas de gran escala se suele indicar
en su carátula explicativa o en un margen el factor de escala para el centro de la hoja.
Multiplicando el factor de escala de una determinada zona por la escala numérica del
mapa se obtiene la escala real de esa zona.

Cuando partiendo de datos numéricos se edita un mapa con el auxilio de la


informática, estos datos tienen, en el ordenador, dimensiones reales. Es decir, las
distancias entre los puntos que componen el mapa tienen las dimensiones reales del
terreno en la proyección que se esté utilizando. Esto lleva a veces a la conclusión
errónea de que, cuando se tienen los datos numéricos de un mapa dentro de un sistema
informático de edición cartográfica, no tenemos más que variar la escala del trazado del
mapa en la salida de un trazador, para tener de esta manera el mapa a cualquier escala
que se desee. Desde ahora mismo hay que dejar claro el concepto de lo que se podría
llamar “escala de los datos”, que viene a ser la precisión y abundancia con que se
tomaron los datos que compondrán el mapa, y que siempre irá en función de la escala a
que se quiere representar el terreno. De esta manera, si se tomaron datos para un mapa
que se quiere representar a escala 1 : 200.000, se podrán hacer salidas de trazador a
escalas mayores, pero ni se conservará la precisión del mapa ni habrá suficientes datos
para definir la realidad representada. Si partiendo de los mismos datos se quisieran
hacer salidas de trazador a escala menores, tampoco obtendríamos buenos resultados al
ser la cantidad de información excesiva, requiriéndose para esta operación efectuar unos
trabajos previos de generalización y selección de la información que deberá figurar en el
mapa.

I.3.4 EL RELIEVE. CURVAS DE NIVEL. MODELO DIGITAL DEL TERRENO.


SOMBREADOS

Las altitudes que figuran en los mapas están referidas al geoide y tienen como
cota cero la del nivel medio del mar en un punto concreto. Cada país ha adoptado un
determinado punto para fijar la superficie de referencia de las altitudes, siendo este un
dato que obligatoriamente tiene que
figurar en la información marginal del
mapa. A lo largo de la historia
de la Cartografía se han empleado
numerosos sistemas para representar el
relieve del terreno (normales, tintas
hipsométricas, sombreados, etc.), pero
está universalmente admitido el sistema
de puntos acotados con curvas de nivel
(fig. 9a) que son líneas que, a igual

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distancia vertical entre cada dos consecutivas, unen puntos de igual cota. La separación
vertical existente entre dos curvas de nivel consecutivas es la equidistancia, que se
adoptará, para un determinado mapa, en función de su escala y de la importancia del
relieve (a menor escala mayor equidistancia, a mayores pendientes mayor equidistancia,
y viceversa). La equidistancia es un dato que deberá figurar en los márgenes del mapa.

Las curvas de nivel proporcionan información cuantitativa (indicación métrica


de las altitudes) e información cualitativa (apreciación visual sobre las variaciones de
pendiente y la morfología del terreno). Sin embargo se requiere una cierta soltura en la
lectura de mapas para obtener claramente de un vistazo la información cualitativa
facilitada por las curvas de nivel, soltura que no se puede exigir a los potenciales
usuarios no profesionales del mapa, que constituyen la inmensa mayoría. Por ello, es
muy recomendable imprimir sobre las curvas de nivel un sombreado, que da una
sensación muy plástica de las formas del relieve y suministra información intuitiva
sobre las pendientes del terreno (no sobre su altura). En cartografía analógica estos
sombreados se hacían a mano con aguadas o aerógrafo por personas muy expertas,
capaces de analizar la morfología del terreno. Pero este sistema encarecía la elaboración
del mapa, y al depender de la subjetividad de la persona que lo realizaba no resultaba
homogéneo entre las distintas hojas de una misma serie cartográfica. La cartografía
digital ha solucionado estos problemas al permitir la obtención de sombreados de
manera automática mediante programas informáticos específicos que trabajan partiendo
del modelo digital del terreno referido a las altitudes.

A la representación numérica (digital) del territorio se la conoce como Modelo


Digital del Terreno (MDT) pudiéndosele definir como el conjunto de datos numéricos
que describe la distribución espacial continua de una característica cuantitativa del
territorio (Doyle, 1978). Esta variable continua puede ser la altitud, la temperatura, las
precipitaciones, las pendientes, etc. Los programas informáticos necesarios para realizar
los sombreados utilizan el MDT referido a la variable altitud, conocido como Modelo
Digital de Elevaciones (MDE).

En cualquier caso, la decisión de incluir un sombreado en un mapa siempre


estará supeditada a su escala y propósito.

I.3.5 DECLINACIÓN. CONVERGENCIA

Por último, los mapas a gran escala también llevarán como información en uno
de sus márgenes, o en la carátula, la indicación de la dirección del Norte Geográfico
(dirección marcada por los meridianos del mapa), la dirección del Norte magnético (la
dirección marcada por las brújulas) y la dirección del Norte de la Cuadrícula (la
dirección de las ordenadas de la cuadricula cartesiana de la proyección). Estas tres
direcciones de norte formarán entre sí unos ángulos que variarán de unas zonas a otras.
La dirección del Norte Geográfico y la del Norte Magnético, cuando no coinciden,
forman un ángulo llamado declinación magnética, que deberá figurar en el mapa
como dato para el centro de la hoja, en una determinada fecha. Y como la
declinación magnética varía con el tiempo, habrá que incluir también el valor de su
variación anual. El ángulo que forman la dirección del Norte Geográfico y el Norte de

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la Cuadrícula recibe el nombre de convergencia de la cuadricula, y será otro dato que
los mapas deberán llevar al margen (fig. 10).

I.4 EL DISEÑO GRÁFICO COMO PARTE DEL DISEÑO


CARTOGRÁFICO
Los mapas se realizan teniendo en cuenta el objetivo fundamental de transmitir
información geográfica, y los procesos de recogida de datos, elección de la escala y
proyección, simbolización y diseño gráfico, se enfocan en función de conseguir este fin,
constituyendo todos ellos el diseño cartográfico del mapa.

Dentro del diseño cartográfico el diseño gráfico es una parte vital de la


cartografía, debido a que una comunicación efectiva requiere que los diversos signos
(líneas, tonos, colores, rótulos, etc.) se hayan elegido con cuidado y presenten una
armonía de conjunto.

La cartografía automatizada y asistida por ordenador ha tenido un gran impacto


en la realización de mapas, pero con mayor fuerza en cuanto a exactitud, velocidad de
ejecución, coste, agilización de tareas tediosas y flexibilidad. Sin embargo, diversos
aspectos del diseño gráfico se han visto afectados, unas veces de modo positivo y otras
negativo. En el lado positivo, se ha conseguido una mayor flexibilidad de
procedimientos y una mayor sencillez en la realización de cambios, lo que ha facilitado
el desarrollo de prototipos y el ensayo de nuevas opciones de diseño. En el lado
negativo, debido a la dificultad de realizar una gran organización gráfica, se ha tendido
a simplificar la simbología, resultando algunos mapas bastante pobres, con un mínimo
de información geográfica asociada.

I.4.1 ELEMENTOS GRÁFICOS. SIMBOLIZACIÓN

Existen muchas formas distintas de simbolizar (es decir, codificar) los datos
geográficos, conceptos y relaciones que aparecen en un mapa, pero con el fin de
considerar como pueden utilizarse los signos para simbolizar la variedad de datos, es
útil clasificarlos. Podemos reconocer cuatro clases de elementos gráficos: Puntos,
líneas, zonas y rótulos.

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- Símbolos puntuales: son signos individuales, utilizados para representar
datos posicionales o de lugar no representables en su dimensión real a la
escala del mapa; como por ejemplo ciudades, la altura de un lugar,
edificaciones singulares, el centro de alguna distribución, o un volumen en
un lugar, como la población de una ciudad. A pesar de que un signo puntual
pueda abarcar una cierta cantidad del espacio cartográfico, siempre será un
símbolo de punto por referirse a una localización concreta.

- Símbolos lineales: son signos lineales individuales utilizados para


representar datos geográficos que tienen una realidad lineal (carreteras, ríos,
ferrocarriles, etc.), o para representar datos puntuales que tienen una misma
cualidad (las curvas de nivel son líneas utilizadas para representar puntos de
igual elevación).

- Símbolos zonales: son signos superficiales que se extienden sobre una


determinada superficie del mapa para indicar que tal región posee algún
atributo común, como por ejemplo agua, jurisdicción administrativa, un
mismo cultivo, o alguna característica que se pueda medir. Cuando se utiliza
de este modo, un símbolo zonal se extiende de manera uniforme sobre la
superficie que representa. Otro tipo de signo zonal está formado por
símbolos no uniformes, como por ejemplo una variación tonal, para
representar variaciones continuas de algún fenómeno de un lugar a otro. A
este tipo de símbolo zonales pertenecen los sombreados del relieve, que dan
una idea de las pendientes del terreno (no de su altura).

- Los rótulos como símbolos: los rótulos que aparecen en un mapa además
de cumplir una labor informativa, al designar mediante el lenguaje escrito a
los elementos del mapa, tienen también un valor muy importante como
símbolo, ya que mediante la distinta tipografía pueden dar información
cualitativa y cuantitativa de los elementos a los que nombran de manera
verbal. Por ejemplo, mediante el distinto tamaño de los rótulos se puede
indicar el número de habitantes de los núcleos de población, de la
inclinación de determinados rótulos se puede deducir si se refieren a
elementos naturales o artificiales del mapa, o con la forma de algunos
rótulos se describe la conformación del elemento al que designan, como en
el caso de los rótulos de los accidentes orográficos. Cuanto más elaborado y
complejo sea un mapa más serán los elementos a tener en cuenta a la hora
de elegir una rotulación; pero en general existen por lo menos seis puntos a
considerar:

1- El tipo de la fuente (arial, courier, etc.).


2- El estilo de la fuente (mayúsculas, minúsculas, vertical, cursiva, etc.).
3- El tamaño de la fuente.
4- E1 color de los rótulos.
5- El contraste entre rótulos y fondo.
6- La ubicación de los rótulos.

AECI 19
IGN - CENIG
La figura 11 muestra algunos ejemplos de la gran variedad de símbolos
puntuales, lineales y zonales utilizados para representar algunos tipos de datos
nominales, ordinales y de valores de intervalo.

I.4.2 ELEMENTOS VISUALES

Las tres clases de símbolos, junto con los rótulos, componen los elementos
gráficos básicos de la representación cartográfica; pero con el fin de representar los
distintos datos de un modo significativo, se debe variar el aspecto de los símbolos
mediante la utilización de lo que se podría denominar elementos visuales básicos, que
son:

- El color: el color es una percepción visual muy importante y compleja,


pero se puede decir que todos los colores vienen dados por la
combinación de tres cualidades, también llamadas dimensiones del
color: el tono, la luminosidad y la saturación.
El tono es la propiedad del color que se asocia con las diferentes
longitudes de onda de la luz. Cuando describimos algo como rojo, verde
o amarillo, estamos describiendo su tono. Algunos tonos se describen
como primarios debido a que todos los demás colores pueden ser
obtenidos mediante una mezcla adecuada de ellos. La luz azul, verde y
roja se denomina mezcla primaria aditiva, debido a que todos los demás

20 AECI
IGN - CNIG
colores pueden obtenerse mediante la combinación de la luz emitida por
estos tres colores (es el sistema que utilizan los tubos de televisión para
reproducir imágenes en color. Fig. 12). La mezcla primaria sustractiva
son elcian(azul verdoso), el magenta (rojo púrpura) y el amarillo.
Mezclando estos colores sobre un papel e iluminándolos con luz blanca
absorben o sustraen ciertas longitudes de onda; las que se reflejan hacia
el observador son las longitudes de onda restantes con las que se
obtienen los demás colores (es el sistema empleado en impresión.
Fig. 13).

La luminosidad o valor es la sensación de claridad u oscuridad de un


tono uniforme. Esta cualidad viene dada por la cantidad de color que se
aplica sobre una misma superficie, y es la que percibimos, por ejemplo,
al observar una gama de grises (fig. 14). En cada área de la gama el
tono empleado es el mismo (el negro), lo que varía de unas a otras es la
cantidad de color empleada.

La saturación, intensidad o viveza de un color es una cualidad que tiene


que ver con su pureza. Se puede decir que esta cualidad esta relacionada
con la cantidad de blanco o gris que mezclamos con un determinado

AECI 21
IGN - CENIG
tono. Al hacer esta mezcla no se puede decir que el color varíe, sin
embargo, según la cantidad de blanco o gris empleados, se obtendrán
intensidades de color distintas, mas o menos vivos o apagados (fig. 15).

- El brillo: como cualidad gráfica se refiere a la oscuridad o claridad de


un signo, ya sea este negro o de cualquier otro color.

- El tamaño: los signos varían de tamaño (diámetro, área, anchura,


altura, etc.) Normalmente, el tamaño de los símbolos va asociado a su
importancia.

- La forma: la forma es la característica gráfica proporcionada por el


aspecto distintivo de una figura regular, como por ejemplo un círculo o
un triángulo; el perfil de un área irregular, como por ejemplo un estado
o una isla; o el contorno de una característica lineal, como un río o una
zona costera.

- El espaciado: cuando se diseña un signo mediante una determinada


disposición de marcas, como por ejemplo una serie de puntos o líneas,
su espaciado puede ser variado. A veces, variando el espaciado se
pretende dar una idea cuantitativa o cualitativa del elemento
representado.

- La orientación: la orientación se refiere a las disposiciones


direccionales de una señal individual, o de las líneas paralelas
encuadradas dentro de algún elemento o referidas a los límites del
mapa.

- La ubicación: la ubicación sobre el mapa se aplica en general


únicamente a aquellos componentes que pueden desplazarse, como por
ejemplo los rótulos. Las ubicaciones de la mayoría de los símbolos
vienen obligadas por su situación en el terreno y son inamovibles.

Los elementos visuales se pueden combinar de infinidad de maneras para una


correcta comunicación de los contenidos del mapa. En la figura 16 se han agrupado
según se aplican a los elementos gráficos puntuales, lineales y zonales.

22 AECI
IGN - CNIG
I.4.3 LOS SÍMBOLOS PUNTUALES. SU CLASIFICACIÓN

Los símbolos puntuales intentan referenciar fenómenos cuyas dimensiones no


son representables a la escala del mapa. Dentro de toda la simbología de un mapa el
diseño de los símbolos puntuales constituye el mayo reto para el cartógrafo. No hay que
olvidar que los mapas son un instrumento de comunicación visual repletos de símbolos
que pueden ser observados por multitud de usuarios con diferentes procedencias,
culturas, creencias, nivel de conocimientos, etc. lo que dificulta el proceso de asociación
mental de una idea a un símbolo.

En general el grado de simbolización puntual de un mapa depende de dos


factores:

- La escala del mapa: en escalas grandes los símbolos puntuales


afectarán a elementos que tengan una localización casi puntual sobre el
terreno (pozo, vértice geodésico, entrada de una cueva, etc.), Mientras
que en escalas pequeñas podrán designar a elementos con una cierta
entidad superficial (aeropuertos, hospitales, cascos de población, etc.).
Vemos, pues, que la escala del mapa es determinante a la hora de
decidir qué elementos se tendrán que representar mediante símbolos

AECI 23
IGN - CENIG
puntuales y cuales no. Por regla general, cuanto más pequeña sea la
escala de un mapa mayor carga simbólica puntual llevará aunque la
cantidad de símbolos puntuales depende también de la utilidad que se
quiera dar al mapa

- La utilidad del mapa: la cantidad de símbolos puntuales depende


también del fin para el que se ha creado el mapa y a que usuarios va
dirigido. En un mapa topográfico técnico el grado de simbolización será
más bajo que en un mapa excursionista o turístico o temático.

El nivel de representación de un símbolo puede medirse según el grado de


asociación instantánea que el usuario del mapa tenga al ver el símbolo en cuestión: si al
observar un determinado símbolo el usuario reconoce inmediatamente el concepto
correcto que el símbolo representa, estaremos hablando de un grado de asociación alto;
por el contrario, si el usuario no es capaz de asociar símbolo y concepto, estaremos ante
un grado de asociación inexistente.

La cartografía ha establecido una clasificación que divide en tres grandes grupos


los símbolos puntuales respecto a su forma:

- Símbolos pictóricos: son los que más alto grado de asociación tienen,
ya que la tendencia a la hora de diseñar el símbolo es la de realizar
representaciones muy evocadoras del concepto original, incluso de tipo
realista (en teoría no sería necesaria una leyenda para su comprensión).
Este tipo de símbolos son recomendables para usuarios sin especial
preparación cartográfica, aunque presentan inconvenientes técnicos,
entre los cuales se encuentran una mayor complejidad de realización, un
peor comportamiento en las reducciones de tamaño y un menor factor
de precisión en la ubicación del fenómeno cartográfico.

- Símbolos geométricos: tienen un grado menor de asociación que los


anteriores (normalmente necesitan de una leyenda para ser reconocidos)
ya que reducen los rasgos significativos del fenómeno a representar a
símbolos realizados mediante formas geométricas. Este tipo de
símbolos son menos complejos, más flexibles en cuanto a procesos de

24 AECI
IGN - CNIG
reducción de tamaño y con mayor capacidad de precisión en la
ubicación del elemento representado.

- Símbolos literales: están formados por caracteres alfanuméricos,


usualmente iniciales de palabras que hacen referencia directa al
concepto que intentan representar. El problema más grave de estos
símbolos es que el concepto no está representado mediante una
abstracción simbólica, sino por un carácter que tiene todavía más
restricciones de tipo cultural que los dos anteriores grupos ya que,
evidentemente, la letra del símbolo hace referencia a una palabra en un
idioma determinado que el usuario del mapa no tiene porqué conocer.

En los mapas podemos encontrar símbolos que pertenezcan a una sola de las
categorías que se acaban de ver o símbolos que son combinaciones de todas o algunas
de ellas, por lo que el símbolo resultante disfrute y sufra de las ventajas y los
inconvenientes que cada una de las categorías le aporte.

AECI 25
IGN - CENIG
II. INTRODUCCIÓN A LA CARTOGRAFÍA
DIGITAL

II.1 CARTOGRAFÍA ANALÓGICA Y DIGITAL


Se considera cartografía analógica a los mapas obtenidos por procedimientos
gráficos, sean los que sean, y por extensión a todo el conjunto de operaciones
destinadas a la obtención de la información en soporte gráfico con la que se
confecciona el mapa. En la cartografía analógica el propio mapa impreso o los positivos
fotográficos que se emplean para su obtención constituyen los documentos finales
donde queda guardada la información cartográfica. Cualquier corrección, modificación
o puesta al día de la cartografía analógica se realiza actuando sobre los documentos
gráficos que contienen la información.

Se puede definir la cartografía digital como el conjunto de operaciones con las


que, partiendo de datos numéricos obtenidos por cualquier procedimiento, se elabora
un mapa trabajando sobre un ordenador con la ayuda de programas específicos de
diseño gráfico. En la cartografía digital todo el proceso de elaboración del mapa, desde
la captura de datos hasta la obtención de los positivos con los que se lleva a cabo la
impresión del mapa en papel, se realiza en soporte digital. Con independencia de que
de la cartografía digital se obtenga un mapa impreso en papel, toda la información del
mapa es de tipo numérico, y en este formato es como queda almacenada. Cualquier
actuación posterior sobre la información que contiene el mapa se hará sobre su formato
numérico.

De estas someras definiciones de la cartografía analógica y digital se pueden


deducir las ventajas e inconvenientes de esta sobre aquella.

Ventajas de la cartografía digital sobre la analógica:

- Eliminación de procesos laboriosos.


- Agilización de la redacción de proyectos, actualizaciones, modificación, etc.
- Velocidad de ejecución.
- Fácil manipulación.
- Indeformabilidad del mapa.
- Fácil tratamiento geométrico de la información.
- Posibilidad de un uso selectivo de la información.
- Fácil paso de la información a cualquier sistema de representación cartográfica.
- Fácil realización de copias de seguridad.
- Posibilidad de efectuar salidas del mapa en soporte digital (CD-ROM, DVD).
- Posibilidad de trasvasar datos a un Sistema de Información Geográfico (SIG).
- Fácil almacenamiento.

AECI 27
IGN - CENIG
Inconvenientes de la cartografía digital sobre la analógica:

- Necesidad de costosos equipos informáticos (“hardware”).


- Necesidad de un soporte lógico (“software”).
- Necesidad de bases de datos cartográficos en formato digital compatible.
- Necesidad de operadores con conocimientos cartográficos e informáticos.

Como puede verse las ventajas de la cartografía digital son grandes, pero hace
falta disponer de una costosa infraestructura y del conocimiento exacto de la
configuración del equipo necesario para obtener un sistema eficiente dentro de una
organización cartográfica específica.

No obstante, el fin principal de la cartografía digital sigue siendo la publicación


de mapas, ya sea en soporte digital o impresos en papel, y su apariencia, tanto en uno
como en otro soporte, no deberá diferir de la de los mapas realizados por la cartografía
analógica. Es por ello de suma importancia que las personas encargadas de la
realización digital del mapa, además de los conocimientos informáticos necesarios,
posean los mismos conocimientos cartográficos que serían necesarios para la edición
del mapa por procedimientos analógicos.

II.2 HERRAMIENTAS INFORMÁTICAS PARA LA EDICIÓN


DIGITAL
Las herramientas informáticas para la edición digital de cartografía se pueden
dividir en dos grandes apartados: los programas informáticos y la maquinaria.

Dentro de los programas informáticos hay que distinguir siete apartados:

1- Sistema operativo de los ordenadores (DOS, WINDOWS, UNIX, etc.).


2- Programas de manejo de los dispositivos y periféricos instalados o conectados
en los ordenadores (“drivers”).
3- Protocolos de comunicación de la red (TCP-IP, NFS, etc.).
4- Programas de trazado (IPLOT cliente y servidor, MAP-PUBLISHER, etc.).
5- Programas de escaneado y vectorización (IRAS-B, IRAS-C, etc.).
6- Programas de ayuda a la edición (depuradores de puntos, suavizadores de
líneas, creadores de carátulas y marcos, programas de cambios de códigos y
simbolización de elementos, programas de cambios de sistemas de
representación, etc.).
7- Programa de diseño asistido por ordenador (MICROSTATION, AUTOCAD,
ARC-INFO, etc.).

El programa de diseño asistido por ordenador que se elija para la edición digital
del mapa deberá cumplir una serie de requisitos:

a) Deberá ser métrico. Esto es, deberá de trabajar en un sistema métrico de coordenadas
planas al que se le podrá indicar las unidades de trabajo (m. dm. cm. etc.).

28 AECI
IGN - CNIG
b) Deberá ser dúctil, de manera que posea las herramientas adecuadas para adaptar el
programa a nuestras necesidades; esto es lo que se denomina como capacidad de
crear un entorno de usuario. Para ello tendrá que tener las siguientes características:

- Posibilidad de crear menús de usuario que llamen a programas


específicos para la realización de la edición del mapa en pantalla.
- Posibilidad de confeccionar los mencionados programas de edición
(UCM’s, MDL’s) que corren desde el menú. Estos programas serán
capaces de concatenar en una sola operación gran cantidad de
procedimientos propios del programa principal de diseño.
- Posibilidad de crear librerías de fuentes de texto, librerías de símbolos
(células), librerías de patrones (“patterns”) y la edición de tablas de
colores.

Una configuración de la maquinaria necesaria podría consistir en una red de


ordenadores personales conectados a un ordenador servidor de la red. Uno de los
ordenadores podría tener conectada una tableta digitizadora, y el servidor de red podría
actuar, a su vez, como servidor de trazado, llevando entonces conectado un trazador
ráster de inyección de tinta para el trazado de pruebas, un trazador y escáner ráster
foto-óptico para la realización de positivos y escaneado de originales analógicos, y una
impresora. En la figura 17 se ha representado una posible configuración en red de los
equipos necesarios para un proyecto de cartografía digital.

AECI 29
IGN - CENIG
II.3 PROCESO GENERAL DE UN PROYECTO CARTOGRÁFICO

De manera restringida se puede definir un proyecto cartográfico como el


conjunto de estudios y operaciones encaminados a la posterior realización de un
determinado mapa.

Tanto si se trata de elaborar un mapa por cartografía analógica como por


cartografía digital lo primero que se hará es elegir los parámetros matemáticos del
mapa, que serán siempre función de la utilidad que se le quiere dar. A continuación se
deberá hacer una descripción de los contenidos que se volcarán en el mapa. Y, por
último, en función de estos contenidos se efectuará la elección de la simbología
(elementos gráficos y elementos visuales).

Decididos los parámetros matemáticos, los contenidos y la simbología del mapa,


cualquier proyecto de cartografía digital pasa, en síntesis, por el siguiente proceso
general:

1- Captura y adecuación de la información de base. Se distinguen dos casos, según


la procedencia de la información:

a) Importación de la información digital disponible, bien sea


procedente de una Base Cartográfica Numérica (BCN), o de
operaciones realizadas sobre el terreno (levantamientos, restitución
fotogramétrica numérica, imágenes de satélite). Para ello se hará uso
de las unidades de intercambio de que se disponga (CD-ROM, DVD,
etc.) o a través de la red.

b) Captura de información analógica en formato digital. Hay tres


posibilidades:

- Escaneado de originales analógicos, posterior edición en pantalla del


ráster obtenido para eliminar las indeterminaciones y vectorización
automática.
- Escaneado de originales analógicos y posterior digitización en
pantalla (vectorización semiautomática).
- Digitización de originales analógicos en mesa o tableta digitizadora.

2- Formación del mapa. En algunos proyectos será necesario efectuar lo que se


conoce como trabajos de formación. Constan de dos fases:

a) Obtención de un trazado del mapa para realizar determinados


trabajos de campo.

b) Trabajos de campo. Son los trabajos encaminados a la resolución de


dudas y errores, actualización de la información original y obtención
de la toponimia que figurará en el mapa.

30 AECI
IGN - CNIG
3- Edición del mapa. Se divide en dos fases:

a) Simbolización automática. Mediante una serie de programas


externos al propio programa de diseño gráfico se efectuarán de
manera automática las siguientes operaciones:

- En algunos casos será necesario efectuar un cambio del sistema de


proyección, o cambiar de un formato en tres dimensiones a dos
dimensiones.
- También hará falta, algunas veces, depurar el número de puntos de
los elementos que componen la información cartográfica y eliminar
determinados elementos que no se desea que figuren en el mapa.
Otras veces será necesario generar puntos intermedios dentro de
elementos lineales para que queden suavizados.
- Asignación de códigos de cartografía. La información digital original
tiene asignados unos códigos numéricos que identifican
cualitativamente a los distintos elementos que la componen. Estos
códigos a veces coincidirán con los códigos que se utilizarán en el
documento de cartografía digital, pero lo normal es que cada código
original de lugar a varios códigos cartográficos. Por ejemplo, los
códigos que identifican carreteras en le documento original dan lugar
a varios códigos en el documento cartográfico, según la carretera sea
autopista, autovía, nacional, provincial, comarcal, etc.
- Simbolización automática. Lo normal es que el documento digital
original esté compuesto por puntos y líneas que tendrán un
determinado color, grosor y estilo de línea. Pero estos atributos no se
corresponden con los que deben figurar en el documento cartográfico
y habrá que resimbolizarlos de manera adecuada; las líneas
cambiaran su estilo, su grosor y su color, y a veces se expandirán en
varias líneas o serán sustituidas por patrones lineales (“patterns”), y
los puntos se sustituirán por símbolos (células).

b) Simbolización interactiva. Se llevará a cabo dentro del programa de


diseño y en el entorno de usuario del proyecto. Constituye el trabajo
de edición del mapa, propiamente dicho, en la pantalla del
ordenador. Consta de varias fases:

- Generación de exteriores. Creación del marco del mapa, la


cuadricula, la carátula y toda la información y rotulación que
figurará en los márgenes del mapa
- Tratamiento de la planimetría (hidrografía, vías de comunicación,
construcciones, etc.).
- Tratamiento de la altimetría (curvas de nivel, puntos acotados,
vértices geodésicos, etc.).
- Tratamiento de los usos del suelo. Mediante la ayuda de programas
externos al programa de diseño gráfico se conseguirá el cierre de
polígonos con el fin de lanzar los procedimientos de relleno con
patrones puntuales y colores.

AECI 31
IGN - CENIG
- Inclusión de la toponimia. Se procederá a rotular el mapa de acuerdo
con las normas del proyecto y siempre ateniéndose a las reglas de
redacción cartográfica.
- Adecuación de exteriores. La información exterior que de manera
automática se incorporó al mapa requerirá de algunas modificaciones
que habrá que realizar de manera interactiva, como por ejemplo los
rótulos legales de publicación.
- Posible incorporación de un sombreado. En algunos proyectos, para
dar al mapa una sensación de relieve, se superpone a la información
un sombreado, que se genera mediante programas específicos que
trabajan a partir de modelos digitales de elevaciones (MDE).

4- Trazado de control de calidad de la edición. Una vez completado el diseño del


mapa se efectuará en un trazador ráster de inyección de tinta un trazado en color de
la información vectorial, que se revisará para detectar los posibles errores. El
trazado se hará con la ayuda de programas específicos de trazado que incluyen la
posibilidad de utilizar tablas (TBL’s) que reasignan grosores, colores, estilos,
prioridades de trazado, etc., a los distintos elementos del mapa.

5- Corrección en pantalla de los errores detectados. La corrección de los errores se


efectuará actuando de manera interactiva sobre el fichero digital.

6- Obtención de ficheros ráster para el trazado de positivos. A partir del fichero


digital se obtendrán unos ficheros ráster para obtener positivos con un criterio de
selección de color, ya que cada positivo corresponde a un único color. Esto se
realiza con la ayuda de programas específicos que incluyen tablas de prioridades de
trazado (SPC’s) según la capa o nivel del programa de diseño en que se encuentra
la información (por lo que en cada nivel no podrá haber más de un color). Estas
tablas también incluyen la posibilidad de añadir tramas.

7- Prueba de color. Consiste en obtener, en un trazador ráster de inyección de tinta,


un trazado en color a partir de la estricta información de los ficheros ráster que se
van a utilizar en la posterior obtención de positivos. Esta prueba de color se revisará
para detectar posibles errores.

8- Corrección de los errores detectados. Se efectuaran las correspondientes


correcciones del fichero digital (editando en pantalla), si hubiera lugar a ellas,
haciendo también dichas correcciones sobre los ficheros ráster (editando en
pantalla) si las correcciones fuesen pequeñas, o generando nuevos ficheros ráster si
las correcciones son de envergadura.

9- Trazado de positivos. Se llevará a cabo en un trazador ráster foto-óptico (láser)


utilizando los ficheros ráster generados anteriormente a partir del fichero digital.

10- Envío de la información digital a una base de datos. Si hubiera lugar a ello, la
información digital, producto de la edición, se enviará a una base de datos. Pero
antes habrá que pasar a esta información unos programas que arreglen la geometría
del mapa desde el punto de vista topológico, pues puede ocurrir que determinadas

32 AECI
IGN - CNIG
acciones necesarias para la edición produzcan ciertos desarreglos indeseables para
una base de datos (troceado de elementos, desconexiones de elementos, etc.).

11- Copias de seguridad y archivo de la información digital. Se realizarán copias de


seguridad en sistemas de almacenamiento masivo, seguro y redundante, sobre
soporte magnético y/u óptico. Estos sistemas tendrán que proporcionar un acceso en
línea a la información fácil y rápido.

12- Envío de los positivos a talleres. Con los positivos se hará un pasado a plancha
para su impresión en offset.

Todo el proceso general de un proyecto de cartografía digital queda resumido en


el esquema de la figura 18.

Fig. 18

AECI 33
IGN - CENIG
II.4 CAPTURA DE ORIGINALES MEDIANTE BARRIDO
AUTOMÁTICO
La captura de datos de originales analógicos puede hacerse por técnicas de
barrido automático o por digitización manual.

La captura por barrido automático se aplica a tres tipos de originales:

- Originales de línea o tono continuo, para utilizar como substrato de


referencia o para transformar y trazar para impresión.
- Originales de línea de baja o media calidad, que en ocasiones resulta
ventajosa su digitización sobre pantalla frente a la digitización sobre
tablero.
- Originales de línea de alta calidad, en los que siempre es más rápido y
preciso proceder al escaneado y posterior vectorización automática que
realizar la digitización manual.

La captura se efectúa mediante un escáner, que en esencia es un tambor


cilíndrico sobre el que se fijan los originales y un cabezal lector luminoso que se
desplaza paralelo a la generatriz del cilindro mientras este da vueltas. El escáner permite
explorar originales, tanto de línea como de tono continuo. La apertura de barrido o
resolución (píxel) normalmente es seleccionable por el operador entre 12.5, 25, 50, 100
o 200 micras.

El escaneado se efectúa por reflexión. Un paquete de fibra óptica conduce la luz


blanca generada por una lámpara de arco al cabezal óptico. Este cabezal proyecta la luz
sobre un sector de la imagen en el tambor giratorio del escáner. La luz reflejada por la
imagen pasa a través de la ventana de exploración (cuyo tamaño hemos escogido
previamente), e incide sobre un tubo fotomultiplicador. La señal de salida del
fotomultiplicador varía en función de la reflectividad del píxel escaneado. La rotación
del tambor del escáner genera las abscisas y el desplazamiento del cabezal óptico genera
las ordenadas. Para definir el blanco puro a los circuitos del escáner, el tambor lleva una
banda de reflectancia de densidad teórica cero (fig. 19).

34 AECI
IGN - CNIG
Una vez montado el original sobre el tambor se procede a su captura por barrido,
debiéndose seleccionar previamente las siguientes variables:

- Densidad mínima y máxima. La densidad mínima, en el caso de


originales de línea, permite definir el umbral que separa píxeles
“negros” (valor 1) de píxeles “blancos” (valor 0). Este parámetro es
muy importante que se fije correctamente con el fin de evitar el
denominado “ruido” y obtener unas líneas nítidas (fig. 20). En el caso
de tonos continuos, la definición de densidades mínima y máxima
permitirá cubrir al máximo el abanico de grises posibles (256) a obtener
en el ráster (es decir, abrir el histograma).

AECI 35
IGN - CENIG
Jugando adecuadamente con la densidad pueden discriminarse elementos
finos de otros más gruesos que no se deseen escanear (por ejemplo, si se
quieren escanear las curvas de nivel directoras de un mapa, pero no se
desea escanear las normales, fig. 21).

- Resolución. Viene definida por el tamaño del píxel. Se estima como


resolución óptima la mínima que permita captar la línea más fina
contenida en el original con dos píx les. Hay que tener en cuenta que el
tamaño del fichero generado al escanear crece con el cuadrado del
incremento de la resolución, y uno de los problemas más graves es la
capacidad y velocidad de gestión. Las resoluciones bajas darán como
resultados ficheros pequeños, pero los píxeles pueden llegar a ser
excesivamente grandes. Las resoluciones altas dan como resultado
ficheros grandes, pero las líneas quedarán muy bien definidas por los
píxeles (fig. 22).

36 AECI
IGN - CNIG
II.5 VECTORIZACIÓN AUTOMÁTICA

Una vez obtenido el ráster por técnicas de barrido automático habrá que
transformar esta información a formato vectorial, al objeto de integrarla dentro del
proyecto de cartografía digital que se esté realizando.

La vectorización comprende cuatro fases:

1- Esqueletización del ráster o selección de los píxeles representativos como eje de


línea.
2- Reconstrucción de líneas.
3- Reconstrucción de topología.
4- Filtrado.

La principal dificultad radica en efectuar una esqueletizacion eficiente, siendo un


subproducto de este proceso una tabla de posiciones de nodos y extremos libres.

La reconstrucción de líneas consistirá en un seguimiento secuencial, píxel a


píxel, de todos los elementos que la fase de esqueletizacion ha considerado como ejes
de línea.

La reconstrucción de la topología se efectuará mediante la tabla de posiciones de


nodos y extremos libres.

AECI 37
IGN - CENIG
El filtrado comprende el borrado de puntos aislados, la eliminación de puntos
superabundantes y el ajuste a elementos geométricos que produzcan una definición más
compacta al tiempo que ofrecen una apariencia suavizada.

En la figura 23 se muestra, esquematizadas, las fases seguidas para la


vectorización, con topología reconstruida a partir de un original analógico.

38 AECI
IGN - CNIG
Existen tres métodos clásicos de esqueletización automática:

- Método de "recorte". Consiste en un proceso iterativo en que se va


adelgazando cada lado de la línea en un ancho de píxel por cada pasada,
hasta dejar todas las líneas de un ancho mínimo sin que se produzcan
rupturas.
El proceso de decisión examina las relaciones de conexión de cada uno
de los píxeles con sus vecinos, determinando si es un píxel significativo
que define eje de línea o no, en cuyo caso es eliminado (paso de 1 a 0).
El tiempo de ejecución es función directa del ancho de línea, debiendo
de dar tantas pasadas como la mitad del numero de píxeles de la línea
más gruesa; no viéndose afectado, sin embargo, por la longitud de las
mismas.
El problema de los puntos de confluencia de varias líneas, que en la
mayor parte de los casos presenta un ráster poco nítido con una
aglomeración de píxeles alrededor del nodo, se resuelve mal con este
método.

- Método de "inflado". Es muy parecido al método anterior: las


superficies entre líneas se van expandiendo hasta que estas no puedan
reducirse más sin producir una ruptura.
Trabaja mediante procesado secuencial de superficies, contemplando en
cada iteración solo un lado de la línea, lo que puede producir un
desplazamiento de los nodos.
Este método es más eficaz que el método de recorte cuando la
complejidad por número de intersecciones es alta.
Requiere, sin embargo, una pasada adicional una vez esqueletizado para
extraer una tabla de topología.

- Método del eje medio. Mediante el algoritmo de Rosenfeld y Pfaltz, se


asigna a cada píxel, en una primera pasada, un valor equivalente a su
menor distancia en píxeles a los bordes de línea según la dirección de la
pasada; en una segunda pasada, de dirección contraria de la primera, se
vuelve a asignar valor a los píxeles por el mismo procedimiento, pero
solo si el valor del píxel es menor al que ya tenía asignado en la primera
pasada. De este modo se consigue que los píxeles centrales, que
determinan el eje, sean los que adquieran valores mayores (fig. 24).
En otra pasada el método elimina los píxeles de valores menores,
extrayéndose de esta manera el eje.
Presenta la ventaja de su rapidez frente a los otros procedimientos
mencionados, dependiendo su velocidad, fundamentalmente, del
número de píxeles marcados (valor 1). Su inconveniente es producir
cierta incertidumbre al situar nodos gruesos.

AECI 39
IGN - CENIG
Vemos que es común a los tres métodos la baja precisión para situar los nodos
en que concurren varias líneas, en los cuales normalmente hay superabundancia de
píxeles.

En los programas comerciales, se habilitan soluciones mixtas combinando varios


algoritmos y orientaciones de barrido, ofreciendo distintas alternativas de generación
topológica y de filtrado final.

Hasta aquí hemos planteado el problema de la vectorización como el de la


reconstrucción en vectorial de una estructura de elementos lineales, cuando en cualquier
documento cartográfico no solo tenemos líneas sino también elementos superficiales,
textos y simbología.

Todo ello complica enormemente el problema, limitando la aplicación de los


programas comerciales de vectorización automática a una determinada "tipología" de
documentos, por lo general originales cuya bondad de línea es óptima (procedentes de
esgrafiados o calidad similar), y que además incorporan pocos textos y simbología.

El fichero ráster obtenido en el proceso de captura por barrido precisará de un


tratamiento para hacerlo apto a un proceso de vectorización automática. A continuación
se analizan brevemente los factores que un programa de vectorización eficaz debe
permitir considerar.

a) Ruido interior o discontinuidades de línea a rellenar. Se define como


menor que una distancia A.

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IGN - CNIG
b) Ruido exterior o zona de píxeles que aparecen activados (valor 1) y
que hay que eliminar. Se define por sus limites inferior y superior B y
C (tamaño mínimo y máximo del moteado a eliminar).
c) Textos a discriminar que tienen como limite inferior el tamaño
máximo de moteado y como limite superior la mínima longitud de
línea D.
d) Línea mayor que una cierta longitud D.

Si conseguimos con el tratamiento ráster que nuestro fichero "encaje" en esta


clasificación con cuatro parámetros A, B, C y D, el programa de vectorización será
eficaz y conseguirá vectorizar automáticamente. Si no es así, habrá muchas
indeterminaciones y el resultado será malo.

Como se trata de determinar los ejes de las líneas, hay que definir también el
grosor máximo que tienen en el ráster. Si este grosor se rebasa, habrá una
indeterminación y el vectorizador ubicará una línea en cada margen, por considerarla un
elemento sólido. Los programas de vectorización disponen de una utilidad que introduce
en estos casos una tercera línea como eje estimado, y que aceptaremos o no al realizar la
validación del resultado de la vectorización.

Como ya se ha mencionado, la vectorización solo resulta útil para aquellos


originales que pueden producir un ráster de buena calidad de línea y aun así, precisa
realizar una labor de edición importante tanto en el fichero ráster como en el fichero
vectorial obtenido. Cuanto más depurado tengamos el ráster, menor edición será
necesaria en el vectorial, y viceversa, pero esto no significa que debemos dejar el ráster
perfecto en la edición previa, y como esta edición es muy laboriosa y las herramientas
para ello no demasiado potentes debemos adoptar una solución de equilibrio para
rentabilizar el proceso. Una secuencia efectiva de trabajo podría ser la siguiente:

1- Originales de línea de alta calidad.

2- Escaneado cuidadoso, definiendo correctamente densidad y resolución.

3- En la edición ráster, nos limitamos a:

- Separar líneas tangentes.


- Aislar rótulos o borrarlos.
- No eliminar el ruido exterior. El que encaja en los parámetros lo
eliminará el proceso de realce y si no será más fácil borrarlo en
vectorial.
- No unir líneas interrumpidas si el hueco es pequeño, pues el
procedimiento lo efectúa automáticamente.

En la figura 25 quedan reflejados diversos aspectos de la edición del ráster.

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El resultado de la posterior vectorización automática puede verse en la figura 26.

La validación del resultado se llevará a cabo superponiendo el fichero ráster y el


fichero vectorial obtenido, realizando interactivamente las correcciones precisas.

II.6 CAPTURA DE ORIGINALES MEDIANTE DIGITIZACIÓN


Hemos comentado que la mayor parte de originales no son aptos para su
vectorización automática. Así pues en la mayoría de los casos, la información la
tenemos que capturar por digitización manual. Esta, a su vez, puede realizarse sobre
pantalla o sobre tablero.

La digitización manual sobre pantalla exige, obviamente, un escaneado previo.


Pero éste no precisa ser cuidadoso y se puede emplear una resolución baja de barrido,
con el ahorro en tiempo y gestión que supone. Al no exigir el ráster ninguna labor de
edición, no es necesario adquirir un programa costoso de tratamiento ráster y la
posibilidad de visualización y zum puede realizarse con una aplicación relativamente
sencilla mediante la cual el operador irá creando vectores en pantalla por el centro de las
líneas de píxeles que conforman el ráster.

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IGN - CENIG
También existen programas de digitización automática sobre pantalla asistidos
interactivamente, conocidos como programas de vectorización semiautomática. Con
ellos se comienza a digitizar en un determinado punto y automáticamente el programa
va creando un vector realizando un seguimiento del centro de las líneas ráster. Cuando
se llega a alguna indeterminación (nodo, fin de línea, etc.) el procedimiento automático
de generación del vector se interrumpe hasta que el operador resuelva por donde debe
continuar este. La vectorización semiautomática es de gran rapidez y al igual que la
digitización manual sobre pantalla no exige, ni mucho menos, una elevada calidad de
ráster ni su posterior edición.

La digitización manual sobre tablero requiere la utilización de una tableta o


mesa de digitización y un cursor, conectados a un ordenador. La mesa de digitización
consiste en una superficie plana bajo la cual se extienden dos rejillas de cables paralelos
y perpendiculares entre sí que constituyen una cuadrícula sobre la que iremos
deslizando el dispositivo de seguimiento o cursor. La cuadricula define un sistema de
coordenadas ortogonales, en base al cual la circuitería interna del tablero va a
suministrar coordenadas instrumentales al ordenador (fig. 27).

El cursor es, esencialmente, una bobina circular de hilo de cobre engastada


alrededor de una pieza de plástico transparente. En el centro de esta bobina hay grabada
una cruz filar que es la que nos sirve para hacer puntería en la toma de puntos. Todo ello
está montado en un soporte sobre el que van colocados unos pulsadores que asumirán
distintas funciones.

La digitización manual sobre tablero se puede hacer de dos modos distintos:


digitización punto a punto y digitización continua.

El modo punto a punto consiste en capturar un punto cada vez que se activa un
determinado pulsador del cursor, produciéndose el registro de dicho punto siempre a
voluntad del operador. Este modo de trabajo supone que el operador, siguiendo una

44 AECI
IGN - CNIG
línea elegida, debe pulsar en el cursor sobre todos y cada uno de los puntos que elija
como definitorios de dicho elemento cartográfico. Lo acertado de esta elección será
determinante en la calidad del trabajo de captura.

El modo continuo consiste en el seguimiento continuo del elemento cartográfico


y su registro automático pulsando un botón del cursor, únicamente al principio de la
línea, para activar el modo de registro, y al final del seguimiento, para desactivarlo. Este
sistema requiere la definición previa de una serie de parámetros, siendo los más
extendidos:

- Toma de puntos por incremento de tiempo. Cada cierto tiempo el


sistema registra un punto.
- Toma de puntos por incremento de coordenadas. El sistema registra un
punto cada vez que el cursor se mueve una determinada distancia, bien
en “X”, bien en “Y” o bien en ambas.
- Toma de puntos por intervalo mínimo entre dos puntos consecutivos. El
sistema tiene en cuenta la distancia entre el último punto registrado y el
actual en el que está situado el cursor.
- Toma de puntos según el ángulo que forman dos vectores. Estos dos
vectores son los determinados por los puntos penúltimo y último
registrados y el punto actual sobre el que se encuentra el cursor.
- Toma de puntos según la flecha que forman los dos vectores del caso
anterior.

II.7 ELECCIÓN DEL PROCEDIMIENTO A UTILIZAR


Se ha hablado de la vectorización automática, de la captura de datos por
digitización del ráster sobre pantalla (digitización manual y vectorización
semiautomática) y de la digitización clásica sobre tablero. La experiencia aconseja
someter al proceso de vectorización automática sólo aquellos originales de óptima
calidad de línea, y para el volumen restante de información decidiremos, en función de
la cantidad de puntos y la textura del dibujo, si su captura se hace sobre pantalla o
sobre tablero.

La decisión de capturar información mediante digitización en pantalla o


mediante digitización sobre tablero depende de muchos factores. En el de
incorporaciones de poca entidad (por ejemplo, una variante de carretera, parcelaciones
sencillas, etc.) recurriremos a la digitización sobre tablero, ya que no se justifica ni
siquiera la puesta en marcha del escáner. Sin embargo, las incorporaciones importantes
que van a necesitar más de una jornada de trabajo se harán por digitización en pantalla
sobre el ráster.

Otro factor importante es la textura de la información a capturar. Si se trata de


trazos geométricos que podemos digitizar con precisión punto a punto (por ejemplo, un
plano parcelario), es más rápido realizar la digitización sobre tablero. Por el contrario,
cuando la textura es más curvada que quebrada y necesariamente hay que hacer una

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IGN - CENIG
digitización en continuo, si el volumen del trabajo lo justifica, resulta más eficaz la
digitización sobre pantalla.

En cualquier caso las ventajas de la digitización en pantalla sobre la digitización


en tablero, son las siguientes:

a) No se requiere un documento ráster de calidad.


b) No es necesario editar el raster.
c) Mayor comodidad para el operador.
d) Menor error atribuible al operador, al poder ampliar a distintos
factores según la zona que se esté siguiendo. La precisión será, pues,
función casi exclusiva del escaneado.
e) Si la digitización en pantalla se realiza con un programa de
vectorización semiautomática el procedimiento es además de gran
rapidez.

II.8 CODIFICACIÓN Y REFERENCIACIÓN DE LOS DATOS

Debe quedar claro que tanto en la vectorización como en la digitización sobre


pantalla o sobre tablero, además de capturar los distintos elementos habrá que
codificarlos. En los procedimientos de vectorización y digitización en pantalla se
codificarán los distintos elementos actuando sobre el programa de diseño que se esté
empleando. En la digitización manual sobre tablero se pueden introducir los códigos a
posteriori, o se pueden ir codificando los elementos a la vez que se efectúa su captura.

Sea cual sea el método empleado en la captura de datos, estos se encontrarán en


un determinado sistema de referencia, a una determinada escala y con una determinada
orientación, o lo que es lo mismo poseerán unas determinadas “coordenadas
instrumentales”. Para poder utilizar la información capturada, esta deberá quedar
situada matemáticamente en su posición real dentro del sistema de coordenadas planas
en que se quiere trabajar, es lo que se define como “coordenadas terreno”.

Para pasar de coordenadas instrumentales a coordenadas terreno será preciso


efectuar una transformación de semejanza, que en esencia consistirá en hacer un giro,
una traslación y un cambio de escala (si el cambio de escala es distinto en el sentido de
las abscisas que en el de las ordenadas, se trataría de una transformación afín). Esto se
lleva a cabo, sea cual sea el sistema de captura empleado, mediante unos puntos de
control identificables en el documento que se quiere capturar y de los que
necesariamente conoceremos sus coordenadas terreno. Como mínimo se utilizarán dos
puntos si se trata de una transformación de semejanza, o tres si se trata de una
transformación afín; pero para poder hallar el error de ajuste de la transformación se
dará, en cualquier caso y como mínimo, un punto más de los estrictamente necesarios.
El error de ajuste de una transformación dependerá de la precisión de la toma de los
puntos de control sobre el documento a digitizar y de las deformaciones sufridas por
este documento, admitiéndose en cartografía que dicho error debe ser siempre inferior al
límite de apreciación visual (0,2 mm.).

46 AECI
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MicoStation tiene una función de digitización sobre tablero que se invoca
tecleando digi part en la ventana de comandos. Utilizar esta función requiere tener
conectada al ordenador una tableta de digitización. El programa digi part va
devolviendo instrucciones sobre la manera de actuar en la captura de los puntos de
control, realizando mediante ellos una transformación afín.

Es muy importante darse cuenta que una transformación de semejanza no sirve


para efectuar cambios de proyección, pues éstas están sujetas a deformaciones propias
de su sistema. Por ello las coordenadas terreno de los puntos que se utilizan para el
ajuste deberán estar en el mismo sistema de proyección cartográfica en el que se
encuentra la información que se desea capturar.

El procedimiento general de captura de datos analógicos y su transformación a


datos digitales queda reflejado en el esquema de la figura 28.

II.9 EDICIÓN
A pesar de ser la única fase en la que se dispone de programas ciertamente
optimizados, moviéndose en entornos amigables, quizás sea la fase más delicada de
todas. Y esto es por una razón, es la fase que precisa mayor intervención humana.

AECI 47
IGN - CENIG
Al hablar del proceso general que debe seguir todo proyecto de cartografía
digital se vio que la fase de edición consta de dos partes: la simbolización automática y
la simbolización interactiva. Tanto una como otra tienen como objetivo el conseguir que
los códigos de todos los elementos sean los adecuados y que toda la simbología y
aspecto del mapa que se está confeccionando responda a los contenidos que en su
momento se hubieran definido.

Los procedimientos más complejos (captura de bases, transformación de las


mismas, trazado láser, elección de tramas, etc.) son estudiados por ingenieros y
decididos por el director técnico, de modo que el operador se ceñirá a llevar a cabo unas
instrucciones muy estrictas, y prácticamente todo el trabajo lo realizan las máquinas. En
cambio, en la fase de edición, por mucho que intentemos normalizar y creemos menús
“a la carta”, el componente humano es muy importante y no podemos evitar que el
propio operador tome sobre la marcha ciertas decisiones que van a incidir directamente
en el resultado cartográfico. Desde la generalización de la hidrografía al utilizarla para
escalas menores, hasta la rotulación correcta del mapa, nos encontraremos con que, a
pesar de que existan instrucciones muy concretas, siempre se aportará algo de la mano
que las ejecutó. No es difícil reconocer al operador al ver su obra. Por consiguiente, si
no cuidamos en exceso esta fase, corremos el riesgo de producir representaciones que
disten mucho de acceder a la categoría de llamarse cartografía. En cartografía existen
unas normas generales que se deben cumplir. Para evitar resultados no deseados, se
debería:

1- Facilitar al máximo la labor del operador, mediante normas detalladas


y, si el proyecto es de envergadura, crear menús de trabajo con los que
al menos la codificación sea automática.
2- Familiarizar al operador con la cartografía, más que con la
informática. Preferentemente, la formación debería ser la de un
delineante cartográfico.
3- Estudiar cuidadosamente, si la instalación es en red, la estructura de
usuarios y accesos a la información, evitando interferencias y pérdidas
de tiempo por iniciativas no deseadas.
4- Gestionar el sistema automáticamente. El operador entrará en entornos
amigables dirigidos por procedimientos que contemplen las tareas de
gestión más usuales (importación y exportación de ficheros, salvar
modificaciones, etc.).
5- Resolver aquellas cuestiones que no contemplan las normas mediante
un responsable de equipo con formación cartográfica e informática
suficiente, al tiempo que supervisa los trabajos.

En definitiva, hay que eliminar al máximo toda dificultad informática y


garantizar, por la formación de los operadores y las supervisiones realizadas por
especialistas, la calidad cartográfica del trabajo.

Hemos de tener en cuenta que el contexto que se está estudiando es la edición


para producción cartográfica, y no la edición para incorporar datos a bases cartográficas,
pues son cuestiones distintas.

48 AECI
IGN - CNIG
De hecho, cuando se importa información de bases numéricas, siempre se debe
efectuar una importante labor de tratamiento interactivo para hacerlo apto a un trazado
cartográfico. Hay que incorporar toponimia, o, al menos, clasificar la original asignando
tipos y cuerpos, tenemos que generalizar de acuerdo con el objeto del mapa y debemos
realizar una armonización de conjunto. Por completas que sean las instrucciones, la
labor del operador resulta decisiva.

El objetivo de la fase de edición es la obtención de ficheros perfectamente


estructurados y con el contenido preciso, dispuesto según criterios cartográficos.

Una vez concluido el tratamiento interactivo, hay que proceder al cierre de


polígonos, única exigencia topológica para poder colorear o lanzar sobrecargas sobre
elementos superficiales.

La fase de edición quedará detallada más exhaustivamente en el Tema III


mediante el estudio de un proyecto cartográfico concreto.

II.10 VALIDACIÓN

A fin de validar la labor de edición realizada, se obtendrá un trazado de prueba


en un trazador ráster de inyección de tinta a color. Sobre esta prueba se marcarán los
reparos que hay que efectuar, y una vez corregidos el fichero entrará en la fase de
obtención de positivos en un trazador láser.

Un trazador ráster de inyección de tinta consiste, fundamentalmente, en un


compartimento que alberga un rollo de papel continuo, este papel avanza por fricción
sobre un rodillo de arrastre, mientras un carro con cuatro cartuchos de tinta (negro,
cyan, magenta y amarillo) se desplaza por un eje paralelo a la generatriz del rodillo de
arrastre. Por cada golpe de avance del papel, el carro se desplaza por el área donde hay
dibujo, y por unos microinyectores suelta la tinta que corresponde a cada píxel (Fig. 29).

AECI 49
IGN - CENIG
El trazado de prueba es una cuatricromía sobre papel. En esta prueba ya aparece
la simbolización que se ha definido en la librería de estilos o tabla de características en
función de la codificación. Deberemos especificar también una serie de recursos, como
la librería de fuentes de texto a utilizar y la librería de patrones (“patterns”) que
eventualmente lancemos. Asimismo, hay que asignar la tabla de color que utilizará el
trazador.

Hay que recordar, como se dijo anteriormente, que el objetivo de la fase de


edición es la obtención de ficheros estructurados, con el contenido preciso y dispuesto
según criterios cartográficos. Para el trazado, aprovechamos esta estructura
cuidadosamente diseñada, y su codificación será la variable de entrada a una tabla
(TBL) que dará como salida el estilo adecuado. Por ejemplo, supongamos que la traza
de una autopista está codificada como dos líneas de geometría coincidente pero con
códigos diferenciados. Mediante la mencionada tabla se puede determinar que este
conjunto de unidades de entrada nos produzca como trazado una línea de color
rojo de ocho décimas de milímetro de espesor y una línea amarilla, coincidente
geométricamente con la anterior, de cuatro décimas de espesor. A continuación,
podemos definir los enmascaramientos, de modo que la línea amarilla “pise” a la roja y
que este conjunto así formado, que nos define a la hipotética autopista, enmascare
a la hidrografía y, a su vez, ella sea interrumpida por la cartela de número de vía,
que también llevará sus correspondiente enmascaramiento del número sobre el
fondo (fig. 30).

50 AECI
IGN - CNIG
Vemos, pues, cual es el punto fuerte del procedimiento: sin alterar en absoluto la
geometría del fichero vectorial, podemos dar órdenes potentes de trazado. El fichero que
recogerá la simbología será el ráster que se creará al dar la orden de trazado, aquí los
elementos aparecerán con las dimensiones definidas e interrumpidos en las zonas en que
estén enmascarados.

El poder mantener la integridad del fichero vectorial nos abre el "camino de


vuelta" a las bases cartográficas numéricas, ya que todas las incorporaciones que
realicemos pueden ser aprovechadas para enriquecer aquellas. De esta manera el trabajo
de edición puede aprovecharse no sólo para el trazado.

Otra consecuencia es que, sin modificar el fichero vectorial, podemos obtener


varias salidas con simbologías distintas, y todo ello con gran facilidad y rapidez, lo que
nos permite tomar decisiones a la vista de varias alternativas.

II.11 CONTROL DE CALIDAD DE POSITIVOS

Para controlar cualquier posible error en la obtención de los positivos necesarios


para pasar a plancha offset, se obtendrá una prueba de color a partir de los ficheros
ráster con los que posteriormente se generarán dichos positivos. Esta prueba de color se
hará en un trazador ráster de inyección de tinta como el utilizado para obtener la prueba
de validación.

Aunque los errores de tipo cartográfico se supone que ya deberían haberse


subsanado en la prueba de validación, los errores de este tipo que se encuentren en la
prueba de color de positivos se corregirán en los ficheros ráster, si ello es posible,
entendiendo que cualquier corrección que se efectúe sobre los ficheros ráster habrá que
trasladarla al fichero digital del que proceden. Si no fuese posible la corrección de los
ficheros ráster debido a la envergadura de los errores, se procederá a repetir la obtención
de los ficheros ráster a partir del fichero digital corregido.

II.12 TRAZADO LÁSER

La obtención de positivos para su impresión en máquinas offset se lleva a cabo


en un trazador ráster foto-óptico que emplea como fuente luminosa un haz de luz láser.

Un trazador de este tipo deberá responder a las siguientes características:

1- Un formato máximo útil suficientemente grande (100 x 125 cm. o


superior).
2- Resoluciones de trazado de 12.5 25, 50 y 100 micras, seleccionable
por el operador, pudiéndose elegir entre aperturas redondas o
cuadradas.
3- Exposición por láser de argón ionizado.

AECI 51
IGN - CENIG
4- Tiempo de trazado razonable para un formato máximo (en los
trazadores más modernos es de aproximadamente 20 minutos para una
resolución a 12,5 micras).
5- Producir trazados de línea, tonos continuos y tramados tanto de tonos
continuos como de separaciones de color.
6- Permitir atenuar la intensidad de láser, para poder utilizar diferentes
tipos de película (de sensibilidades distintas).

Son tres las variables que se deben poder seleccionar previamente al trazado:

- Enfoque, que sólo se modificará cuando variemos el espesor de


película.
- Intensidad, que determinamos experimentalmente para cada emulsión.
- Resolución, que es la variable decisiva a seleccionar.

La resolución de 100 micras en ningún caso es utilizable para obtener una


mínima calidad. Con 50 micras, se pueden obtener resultados medianamente aceptables
en el caso de líneas y tonos continuos, pero en ningún caso con tramados. De modo que,
para la generalidad de los casos, las únicas aperturas aceptables son las de 12,5 (2.032
dpi) y 25 micras (1 .016 dpi).

La calidad de la trama obtenida es buena en ambos casos, si bien el punto es más


perfecto en su perfil escogiendo la máxima resolución. Ahora bien, la experiencia
demuestra que en el proceso de pasado a planchas se produce un “perfilado” del punto,
de modo que si observamos con cuentahilos la plancha litográfica, las diferencias de
calidad se han acortado. En la impresión offset esta diferencia se reduce todavía más por
el aumento de punto en la prensa y el resultado final es casi idéntico. Si consideramos
además que el trazado es cuatro veces más lento a 12,5 micras (el tambor gira a mitad
de velocidad para asegurar el posicionamiento, y debe dar el doble de vueltas), y los
ficheros de trazado son también unas cuatro veces mayores, con los problemas de
gestión que esto ocasiona, llegamos a la conclusión que la resolución de 25 micras es la
óptima para el trazado de positivos en cartografía.

En cuanto a la forma de la apertura (redonda o cuadrada), resulta más eficaz la


cuadrada porque al producir un resultado más asimétrico reduce considerablemente los
problemas de muaré.

En general, es mejor realizar los trazados sobre películas de formato máximo.


Son dos las razones:

a) El cubrir parcialmente el tambor nos obliga a poner máscaras que


desestabilizan el mismo.
b) El tiempo de trazado varía sólo muy ligeramente con el contenido, de
modo que resulta mucho más productivo trazar ficheros grandes o
bien pequeños empaquetados.

52 AECI
IGN - CNIG
Un trazador ráster foto-óptico consiste, en esencia, de tres partes
fundamentales:

- Panel de control.
- Tambor.
- Cabezal óptico.

En el panel de control se encuentran los interruptores necesarios para su


funcionamiento, tales como pantalla de mensajes que nos informa del estado del
aparato, los botones de encendido y apagado, etc. También se podrá ajustar en este
panel de control la intensidad del láser.

El tambor es el cilindro donde se coloca la película a exponer. Consta de varias


ranuras de absorción por vacío para mantener fijado el original. Durante.la exposición el
cilindro gira sobre su eje, definiendo así el sentido de las.ordenadas.

El cabezal óptico va montado sobre un soporte que se desplaza a lo largo de un


eje paralelo a la generatriz del cilindro mientras éste está girando, definiéndose de esta
manera las abscisas. En el cabezal óptico se encuentran los ajustes ópticos tales como el
enfoque, la resolución, etc. (fig. 31). Los movimientos combinados del tambor y del
cabezal óptico cubren toda el área de píxeles del dibujo.

AECI 53
IGN - CENIG
Al igual que en el trazado de prueba realizado en el trazador de inyección de
tinta, para el trazado de positivos serán necesarios una serie de recursos, tales como una
librería de fuentes de texto y una librería de patrones (“patterns”); además se habrá
confeccionado una tabla de especificaciones (TBL) para reasignar simbología si ello
fuese necesario. Pero también habrá que crear otra tabla de instrucciones especiales
(SPC) para asignar prioridades de trazado y enmascaramiento, porcentajes de las tramas
y sus angulaturas.

Los diversos aspectos de la obtención de positivos se verán en detalle más


adelante en el Tema IV, utilizando ejemplos concretos.

II.13 ARCHIVO DE LA INFORMACIÓN DIGITAL


Se utilizarán sistemas adecuados de almacenamiento masivo, seguro y
redundante de la información y con capacidad de expansión modular, que deberán
proporcionar un acceso en línea fácil y rápido a esta información.

Estos sistemas deberán permitir duplicar la información digital en cintas


magnéticas, DVD, sistema RAID de discos duros, etc.

El término RAID es un acrónimo del inglés "Redundant Array of Independent


Disks", en castellano: matriz redundante de discos independientes. RAID es un sistema
de combinación en paralelo de varios discos duros en los que se almacenan los datos de
forma redundante. Ofrece mayor tolerancia a fallos y más altos niveles de rendimiento
que un sólo disco duro o un grupo de discos duros independientes.

Una matriz RAID consta de dos o más discos duros conectados a un servidor
(donde reside el sistema operativo y de gestión) que funcionan ante él como un único
dispositivo (RAID, para el sistema operativo, aparenta ser un sólo disco duro lógico).
Los datos se desglosan en fragmentos que se escriben en varias unidades de forma
simultánea para reducir el tiempo de acceso y proporcionar redundancia de la
información.

La tecnología RAID protege los datos contra el fallo de una o varias unidades de
disco duro. Si se produce un fallo, RAID mantiene el sistema activo y en
funcionamiento hasta que se sustituya la unidad o unidades defectuosas sin necesidad de
apagar el sistema (“cambio en caliente”). RAID se encargará entonces de recuperar
automáticamente la información que contenía el disco o los discos averiados, que
estará repartida entre los demás discos de la matriz, volcándola en la nueva unidad o
unidades.

RAID emplea dos técnicas para aumentar la fiabilidad: la duplicación de datos


y la información de paridad de datos. La duplicación implica el almacenamiento de los
mismos datos en más de una unidad. De esta forma, si falla una unidad, todos los datos
quedan disponibles en la otra unidad, de inmediato. Aunque este planteamiento es muy
eficaz, también es muy costoso, ya que exige el uso de un conjunto de unidades

54 AECI
IGN - CNIG
duplicadas. El segundo planteamiento para la protección de los datos consiste en el uso
de la paridad de datos. La paridad utiliza un algoritmo matemático para describir los
datos de una unidad. Cuando se produce un fallo en un disco, se leen los datos correctos
que quedan y se comparan con los datos de paridad almacenados en todos los discos de
la matriz, reconstruyéndose los datos perdidos.

El uso de la paridad para obtener seguridad es menos fiable que la duplicación


(no se pueden estropear a la vez más de un determinado número de discos) pero, por el
contrario, es menos costoso, ya que no requiere el uso de un conjunto de unidades
duplicadas de discos.

RAID ofrece varias opciones, llamadas Niveles RAID (RAID-1, RAID-2, etc.).
Cada nivel proporciona un equilibrio distinto entre tolerancia a fallos (número de discos
que se pueden estropear a la vez), rendimiento (velocidad de acceso a los datos) y coste.
El número de discos duros en RAID y su capacidad dependerá de las necesidades de
almacenamiento y seguridad de la información. Un sistema RAID deberá ser modular,
de manera que permita con facilidad su ampliación.

Todos los sistemas RAID suponen la pérdida de parte de la capacidad de


almacenamiento de los discos para conseguir la duplicación o almacenar los datos de
paridad. RAID-1 utiliza el sistema de duplicación, y necesita un 50% de la capacidad
total de los discos para almacenar los datos y otro 50% para almacenar la información
duplicada, soportando, en según que condiciones, el fallo en varios discos a la vez.
RAID-5 utiliza el sistema de paridad de datos, necesitando un 80% del espacio total de
los discos para guardar la información y un 20% para guardar los datos de paridad, no
soportando el fallo en más de un disco a la vez. Si un sistema RAID-5 se configura
como “hot spare” (repuesto en caliente) uno de los discos de la matriz se reserva para
cuando haya un fallo en alguna unidad, de manera que toda la información recuperada
por el sistema de paridad -que se encuentra repartida por todos los discos de la
matriz- se vuelca en este disco de reserva, y así, la información del disco averiado
queda disponible de manera inmediata, sin tener que esperar para disponer de ella a la
reposición de dicho disco. Cuando más tarde se sustituya el disco estropeado por otro
nuevo, toda la información del disco de reserva pasa a este disco nuevo, quedando el
disco de reserva vacío y disponible para otro posible fallo. RAID-5 ofrece la mejor
relación entre rendimiento, fiabilidad y coste.

Los sistemas RAID profesionales deben incluir los elementos críticos por
duplicado: procesadores, discos duros del servidor, fuentes de alimentación y
ventiladores; y posibilidad de cambiar piezas averiadas sin necesidad de apagar el
sistema. De poco sirve disponer de un sistema tolerante al fallo de un disco si
después se avería, por ejemplo, una fuente de alimentación que provoca la caída del
sistema.

El sistema RAID ofrece una gran seguridad y alta velocidad de acceso. Aun así,
para una mayor seguridad será conveniente conectar una unidad de cintas magnéticas al
servidor del sistema para que periódicamente se efectúe sobre ellas el volcado de la
información que contienen los discos duros de la matriz.

AECI 55
IGN - CENIG
Un sistema básico RAID de discos duros puede responder a la siguiente
configuración:

Sistema de servidores, almacenamiento RAID de discos duros y librería de cintas


magnéticas del Plan Nacional de Ortofotografía Aerea (PNOA) del Instituto Geográfico
Nacional:

56 AECI
IGN - CNIG
VI. CONCLUSIONES

VI.1 ADQUISICIÓN DE UN SISTEMA DE PRODUCCIÓN DE


CARTOGRAFÍA DIGITAL
Los continuos y rápidos avances tecnológicos hacen que constantemente estén
saliendo al mercado nuevas máquinas y programas cada vez más capaces y versátiles.
Las plataformas son cada vez más potentes y, en consecuencia, se ha desarrollado
“software” que aprovecha al máximo las posibilidades ofrecidas por las nuevas
generaciones de equipamiento. Las capacidades de almacenamiento y seguridad se han
incrementado, y las unidades de intercambio no se reducen al disquete y a las cintas
magnéticas, pudiéndose utilizar el disco magneto-óptico de múltiples lecturas y
escrituras, los discos CD-ROM (algunos tipos -CD-ROM regrabables- con posibilidad
de sobrescribir la información que contengan) y los discos DVD regrabables de gran
capacidad.

Además, la cada vez más alta velocidad de proceso y transmisión, favorece


enormemente la gestión.

En cuanto al trazado láser, el elemento más costoso de una instalación de


producción cartográfica, han aparecido modelos muy rápidos, lo que acelera su
amortización.

Las estaciones de trabajo han ajustado mucho sus precios, al tiempo que ofrecen
mayores prestaciones.

En consecuencia, con el transcurrir del tiempo, el mercado va ofreciendo unas


condiciones cada vez más favorables en cuanto a potencias y precios.

Las condiciones técnicas que actualmente debemos valorar, a la hora de adquirir


un sistema de producción cartográfica digital, son las siguientes:

1- Sistema abierto y modular: admitirá plataformas de propósito general con


capacidad de expansión a costes razonables. Una configuración básica estará
formada por una red de ordenadores (PC’s) gestionada por un servidor. Los
ordenadores contarán con lectoras de disquetes y CD-ROM. Alguno de los
ordenadores tendrá conectada una tableta digitizadora y una impresora. También
es conveniente contar con grabadoras de CD-ROM y de DVD. A la red estarán
conectados un escáner, un trazador láser y un trazador de inyección de tinta.

2- Capacidad de proceso: ajustada de acuerdo con el software que se utilice.

3- Capacidad de gestión e intercambio: unidades de intercambio estándar y lo más


amplias posibles. Discos rápidos y de capacidad suficiente. Considerar
protocolos y velocidades de comunicación entre los componentes del sistema.

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4- Sistema de captura de datos: que sea un sistema separado del trazado.
Resoluciones básicas: 50 y 100 micras. Valorables 25 y 200. Admitirá líneas,
tonos continuos y color. Proporcionará formatos conocidos. Se valorará la
velocidad de exploración. Deberá disponerse de dos sistemas de vectorización:

a) Vectorización automática.

b) Vectorización asistida sobre pantalla.

5- Tratamiento:

a) Ráster:
- Posibilidad de transformaciones geométricas y correcciones
densitométricas.
- Comparaciones lógicas entre capas.
- Tratamiento por ítems (elementos formados por píxeles contiguos).

b) Vectorial:
- Posibilidades de codificación amplias.
- Visualización por ventanas, movimiento dinámico de estas.
- Interactividad total en el manejo y manipulación de elementos.
- Generación y manipulación de textos y simbología.
- Generación automática de polígonos.

6- Edición: El programa de diseño asistido por ordenador que se elija para la


edición digital del mapa deberá cumplir una serie de requisitos:

a) Deberá ser métrico:


- Posibilidad de trabajar en un sistema métrico de coordenadas
planas al que se le podrá indicar las unidades de trabajo.

b) Deberá ser dúctil:


- Posibilidad de crear menús de usuario.
- Posibilidad de confeccionar programas de edición.
- Posibilidad de crear librerías de fuentes de texto.
- Posibilidad de crear librerías de símbolos.
- Posibilidad de crear librerías de “patterns”.
- Posibilidad de editar tablas de colores.

7- Preparación para el trazado:

a) Amplias posibilidades de resimbolización.

b) Gestión lo mas directa posible, con volúmenes generados mínimos.

c) Posibilidad de mezclar ficheros ráster y vectoriales.

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8- Trazado de pruebas:

a) Resolución mínima: 300 dpi.

b) Posibilidad de asignar y manipular tablas de color.

c) Velocidad aceptable.

9- Trazado láser:

a) Resolución mínima: 25 micras. Se valorará disponer de 12.5 y 50.

b) Tamaño adecuado.

c) Se valorarán tiempos.

d) Posibilidad de creación de tablas de prioridades de trazado y


angulaturas de tramas.

e) Tramas estables y ausentes de muaré para todas las densidades,


resoluciones y lineaturas utilizables en cartografía y edición.

f) Posibilidad de creación de librerías de “patterns” o sobrecargas.

g) Trazado tanto de línea como de tonos continuos.

h) Tramado automático de tonos continuos.

10- Sistemas adecuados de almacenamiento masivo, seguro y redundante de la


información digital:

a) Acceso en línea fácil y rápido a la información.

b) Duplicación de la información en cintas magnéticas, DVD, sistema


RAID de discos duros, etc.

c) Posibilidad de expansión modular.

VI.2 REFLEXIONES FINALES

El desarrollo tecnológico actual pone a disposición del cartógrafo herramientas


válidas para capturar información, analizarla, estructurarla, tratarla, simbolizarla y
trazarla con calidad suficiente para ser impresa. Es decir, le permite agilizar
enormemente todas las fases de producción sin necesidad de alterar los principios
básicos de la expresión cartográfica.

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Los sistemas específicos desarrollados expresamente para la producción de
cartografía digital no están condicionados más que por la inversión que exigen. Sin
embargo, si el volumen de producción lo justifica, son altamente rentables.

Este incremento de rentabilidad nunca debe ir en detrimento de la calidad, sino


todo lo contrario: el ahorro de medios que se produce con la aplicación de la tecnología
informatizada debe invertirse en las fases de proyecto y revisión, según las normas de la
cartografía.

Resuelto, pues, el problema de la técnica cartográfica, los desarrollos que se


acometan y las vías de investigación deberán centrarse en:

1- Desarrollo de sistemas inteligentes de explotación cartográfica de bases de


datos (SIG con calidad cartográfica).
2- Estudio de Modelos de Datos.
3- Infraestructura de datos espaciales (IDE).
4- Evolución de la simbolización de la información (semiología 3D).
5- Procesos de generalización automatizados.

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BIBLIOGRAFÍA
- ELEMENTOS DE CARTOGRAFÍA. Arthur H. Robinson, Randall D. Sale, Joel L.
Morrison, Phillip C. Muehrcke. Ediciones Omega.
- CARTOGRAFÍA DIGITAL (DESARROLLO DE SOFTWARE INTERNO). J. Mena
Barrios. Ediciones RA-MA.
- LECTURA DE MAPAS. F. Vázquez Maure, J. Martín López. I. G. N.
- CARTOGRAFÍA. J. Martín López. Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos en
Topografía.
- HISTORIA DE LA CARTOGRAFÍA Y DE LA TOPOGRAFÍA. J. Martín López.
C. N. I. G.
- DESARROLLO DE ESTRATEGIAS, MÉTODOS Y HERRAMIENTAS PARA LA
AUTOMATIZACIÓN Y MEJORA DE LOS PROCESOS DE PRODUCCIÓN
CARTOGRÁFICA. Josep Eliseu Palomar Vázquez. Universidad Politécnica de
Valencia.
- CALIDAD EN LA PRODUCCIÓN CARTOGRÁFICA. F. J. Ariza López. Ediciones
RA-MA.
- CARTOGRAFÍA. E. Raisz. Ediciones Omega.
- TOPOGRAFÍA GENERAL Y APLICADA. F. Domínguez García-Tejero. Editorial
Dossat.
- GEODESIA Y CARTOGRAFÍA MATEMÁTICA. F. Martín Asín. Distribuciones
Paraninfo S. A.
- COLOR. PROYECTO Y ESTÉTICA EN LAS ARTES GRÁFICAS. Fabris-Germani.
Editorial Don Bosco.
- TRAZADO AUTOMÁTICO DE CARTOGRAFÍA. J. Cebrián. I. G. N.
- NORMAS BÁSICAS DE DISEÑO CARTOGRÁFICO. T. Rivas, J. L. Lucas. I. G. N.
- DESARROLLO DE ENTORNOS DE USUARIO. J. Iribas. I. G. N.
- TÉCNICAS DE CAPTURA POR BARRIDO. D. Momblona, I. Barredo. I. G. N.
- CAPTURA DE DATOS CARTOGRÁFICOS. A. M. Luján, S. Rodero. I. G. N.
- DISPOSICIÓN DE LA ROTULACIÓN. J. Sastre. I. G. N.
- PRINCIPLES OF DIGITAL CARTOGRAPHY. Cromley R. Prentice Halls Inc.
Englewood Clifs.
- CARTOGRAPHIC GENERALIZATION. Dan Lee. Intergraph Corporation.
- MAP PUBLISHER USER’S GUIDE. Intergraph Corporation.
- IPLOT USER’S GUIDE. Intergraph Corporation.
- MICROSTATION. DEVELOPMENT AND SUPPORT GUIDE. Intergraph
Corporation.
- MICROSTATION. USER’S GUIDE. Intergraph Corporation.
- MICROSTATION. REFERENCE GUIDE. Intergraph Corporation.

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DIRECCIONES
www.mfom.es
Ministerio de Fomento (España).
www.mfom.es/ign
Instituto Geográfico Nacional (España).
www.cnig.ign.es
Centro Nacional de Información Geográfica (España). En esta dirección de Internet se
pueden encontrar numerosos enlaces a otras direcciones de interés.
www.oan.es
Observatorio Astronómico Nacional (I.G.N. España).
www.geo.ign.es
Geodesia y Geofísica (I.G.N. España).

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