Está en la página 1de 457

Acerca de este libro

Esta es una copia digital de un libro que, durante generaciones, se ha conservado en las estanterías de una biblioteca, hasta que Google ha decidido
escanearlo como parte de un proyecto que pretende que sea posible descubrir en línea libros de todo el mundo.
Ha sobrevivido tantos años como para que los derechos de autor hayan expirado y el libro pase a ser de dominio público. El que un libro sea de
dominio público significa que nunca ha estado protegido por derechos de autor, o bien que el período legal de estos derechos ya ha expirado. Es
posible que una misma obra sea de dominio público en unos países y, sin embargo, no lo sea en otros. Los libros de dominio público son nuestras
puertas hacia el pasado, suponen un patrimonio histórico, cultural y de conocimientos que, a menudo, resulta difícil de descubrir.
Todas las anotaciones, marcas y otras señales en los márgenes que estén presentes en el volumen original aparecerán también en este archivo como
testimonio del largo viaje que el libro ha recorrido desde el editor hasta la biblioteca y, finalmente, hasta usted.

Normas de uso

Google se enorgullece de poder colaborar con distintas bibliotecas para digitalizar los materiales de dominio público a fin de hacerlos accesibles
a todo el mundo. Los libros de dominio público son patrimonio de todos, nosotros somos sus humildes guardianes. No obstante, se trata de un
trabajo caro. Por este motivo, y para poder ofrecer este recurso, hemos tomado medidas para evitar que se produzca un abuso por parte de terceros
con fines comerciales, y hemos incluido restricciones técnicas sobre las solicitudes automatizadas.
Asimismo, le pedimos que:

+ Haga un uso exclusivamente no comercial de estos archivos Hemos diseñado la Búsqueda de libros de Google para el uso de particulares;
como tal, le pedimos que utilice estos archivos con fines personales, y no comerciales.
+ No envíe solicitudes automatizadas Por favor, no envíe solicitudes automatizadas de ningún tipo al sistema de Google. Si está llevando a
cabo una investigación sobre traducción automática, reconocimiento óptico de caracteres u otros campos para los que resulte útil disfrutar
de acceso a una gran cantidad de texto, por favor, envíenos un mensaje. Fomentamos el uso de materiales de dominio público con estos
propósitos y seguro que podremos ayudarle.
+ Conserve la atribución La filigrana de Google que verá en todos los archivos es fundamental para informar a los usuarios sobre este proyecto
y ayudarles a encontrar materiales adicionales en la Búsqueda de libros de Google. Por favor, no la elimine.
+ Manténgase siempre dentro de la legalidad Sea cual sea el uso que haga de estos materiales, recuerde que es responsable de asegurarse de
que todo lo que hace es legal. No dé por sentado que, por el hecho de que una obra se considere de dominio público para los usuarios de
los Estados Unidos, lo será también para los usuarios de otros países. La legislación sobre derechos de autor varía de un país a otro, y no
podemos facilitar información sobre si está permitido un uso específico de algún libro. Por favor, no suponga que la aparición de un libro en
nuestro programa significa que se puede utilizar de igual manera en todo el mundo. La responsabilidad ante la infracción de los derechos de
autor puede ser muy grave.

Acerca de la Búsqueda de libros de Google

El objetivo de Google consiste en organizar información procedente de todo el mundo y hacerla accesible y útil de forma universal. El programa de
Búsqueda de libros de Google ayuda a los lectores a descubrir los libros de todo el mundo a la vez que ayuda a autores y editores a llegar a nuevas
audiencias. Podrá realizar búsquedas en el texto completo de este libro en la web, en la página http://books.google.com
TIS
B R I
เป็น
ehu1111...- 1111
AMMIN

Told

TUNITIN Owenta Luname

GE A
Nabun

Want .SAIN
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE

5323119689
LA RELIGION
CONSIDERADA EN SUS RELACIONES
CON

EL ORDEN POLITICO Y CIVIL


POR

EL ABATE F. DE LA MENNAIS .

PRIMERA PARTE .

5 4
2R955
1099
CON LICENCIA .

VALLADOLID, IMPRENTA DB APARICIO.


1826.
Veri Dei ignoratio est summa omnium re
rum publicarum pestis.... Itaque omnis hu .
manæ societatis fundamentum conveilit , qui
religionem convellit.
PLATON X. DA LICIBUS .

11

I
D
PROLOGO DEL TRADUCTOR .

1 Acaso
.caso con mas razon que Ho
racio podemos decir nosotros que in
cedimus super ignes cineri suppositos,
caminamos sobre volcanes, y la tierra
que pisamos está minada y socavada.
En sus tenebrosas concavidades estan
ocultos los enemigos de Dios y de los
hombres, y en ellas , á favor de las ti
nieblas, trabajan y preparan sus pla
nes para destruir , si les fuera posible,
de un solo golpe toda idea de órden,
de justicia y de virtud. Allí afilan los
puñales para acabar con todas las Mo
narquías, con todos los Reyes y Sa
cerdotes , y con todos los hombres
buenos. Es necesario estar ciegos para
IV
no ver que hay un poder , y un po
der harto formidable , oculto é invisi
ble , que lucha y combate constante
mente el poder visible de los Reyes:
satélites y agentes de este poder invi
sible son esos hombres que resisten
toda autoridad que no sea la suya , y
á quienes su orgullo no les deja su
frir yugo alguno. ¡ Desgraciada Euro
pa , y desgraciados Reyes si no abren
pronto los ojos , y no advierten que
estan amenazados de una espantosa
revolucion , cual no conocieron los
hombres !
2 Gracias al cielo que se muestra
siempre propicio con la España, como
con su nacion predilecta. Y gracias a
nuestro amado Rey que , constante en
sus desvelos por el bien general, acaba
de dar un paso muy avanzado que nos
conduzca a la felicidad ; y solo él ca
paz de cortar de raiz la hidra de la
revolucion siempre naciente.
3 Tal contemplo la instalacion del
Consejo de Estado , de quien debemos
esperar que correspondiendo a la con
fianza que ha depositado en el s . M.
(que Dios guarde) se penetrará de que
la seguridad del Trono y del Altar , y
la felicidad de la nacion , y quizá de
la Europa entera , depende de la con
solidacion ó no consolidacion del Go
bierno de España. He aquí el blanco
á donde se dirigirán las solicitudes y,
trabajos del Consejo. La legitimidad de
los Tronos es la que se ve atacada , y
el Consejo de Estado tratará de soste
nepla , bien persuadido de que desco
nocerla y ofenderla es rasgar con un
puñal las entrañas de nuestra amada
patria.
4 Tal es la confianza que inspira á
VI
la nacion el solo anuncio de su insta
lacion ; pero no nos durmamos , por
que el poder invisible extiende su do
minacion por toda la tierra , y sabe
vestirse de todos los colores. Todos los
sabios y literatos de la nacion , todos
los hombres buenos deben arrimar el
hombro , y ayudar al Gobierno con
sus luces ; rodear al Trono y defen
derle á costa de sus vidas, sino por
deber y amor , por su interés propio,
con el inexpugnable escudo de las sa
nas doctrinas , y los principios verda
deramente monárquicos y religiosos.
Guiado por estos principios, creo ha '
cer un servicio á mi Rey y patria dan
do á luz la traduccion de la obra del
célebre Abate La Mennais , bien cono
cido en el orbe literario , y tenido en
Francia por el Fenelon de estos tiem
nos. Quizá parecerá un poco difusa, y
VII
que extiende demasiado sus conses
cuencias ; pero si este es un lunar,
bien merece disculpa. Nos pinta el es
tado de la Francia con su tan celebra
da Carta , é infiere de aquí, que á su
abrigo es ateo su gobierno , ateas sus
leyes , y que ateos serán cuantos se
gobiernen por semejantes principios.
Los españoles que hemos querido
tambien gobernarnos por nosotros
mismos , y que tan caro nos ha costa
do semejante ensayo , veremos en esta
obrita el término á que nos hubieran
arrastrado con la constitucion los for
jadores de repúblicas , empeñados en
trastornar los planes de la Providen
cia. Aunque los literatos harán con
facilidad la aplicacion de los princi
pios que sienta La Mennais , con sola
su simple lectura , sin embargo , he
creido conveniente poner algunas no
VIII

tas para los menos inteligentes, con


el objeto de inspirarles el horror que
se merecen los extravios у falsas doc
trinas de los que se dicen regenera .
dores del género humano.
5 Si este mi corto trabajo merea
ciese la buena acogida que me pro
meto , acaso me empeñaré en dar á
luz otra obra, no menos interesante,
que acaba de publicar en París el
Abate La Mennais.
IX

PROLOGO DEL AUTOR.

Ya no se leen obras volumi


nosas, porque fatigan , cansan , y has
ta el espíritu humano está cansado de
sí mismo , y tambien falta el tiempo;
porque de tal manera se precipita to
do desde que se ha puesto en proble
ma la sociedad , que no es casi posi
ble fijar la atencion un momento
en ninguna cuestion por importante
que sea.
2 En el movimiento rápido que
arrastra al mundo , ya no se escucha
sino es andando ; y ¿ cómo pudiera fi
jarse la atencion por mucho tiempo
en ningun objeto , distraida sin cesar
por objetos nuevos ? Esta es la razon
que me ha determinado á publicar
sola la primera parte de este tratado,
mientras se conservan frescas ciertas
memorias , bien persuadido de que
dentro de tres meses ya nadie se acor
dará de lo que acabamos de hablar.
3 En medio de los grandes acon
tecimientos que se preparan , me apro
vecharé de la ocasion mas favorable
para dar á luz la segunda parte. No
conviene turbar indiscretamente las
meditaciones de los pueblos ilustra
dos, que han tomado el empeño de
reformar la obra de la sabiduría y
poder Divino , ni traerlos precipitada
mente de la lonja al altar, ni del mos
trador á la religion.
4 Cuento con que este escrito , dic
tado por una conviccion profunda,
chocará mucho con las opiniones en
una época en qae los hombres tienen
un tacto tan fino sobre lo que convie
ne pensar ; pero esta consideracion no
me impedirá decir lo que creo que
es verdad. No está uno obligado a
agradar , ni la Carta ha puesto esta
condicion cuando ha concedido el
derecho de publicar nuestras opinio
nes (a) ; derecho de que usaré sin
otro deseo que el de ser útil , ni otra
(a) Es necesario confesar que los france
ses son mas justos y consiguientes que las
llamadas Cortes de España. En Francia está
concedida la libertad de la imprenta , y se
escribe cuanto se quiere con las limitaciones
que prescribe la ley. En España la constitu
cion concedia la misma libertad ; pero en la
práctica solo podian escribir los revoluciona
rios, los impíos, ó por mejor decir , solo ha
bia libertad para publicar impiedades y he
regías , y desacreditar a todos los hombres de
bien . Guardáranse los verdaderos realistas
de defender en sus escritos los derechos de
la Religion y Soberanía ; la prision , las mul.
tas , y á veces la espatriacion , y aun el ase
sinato , eran el premio de su zelo. La Men
nais dice en medio de París que su gobierno
es ateo , y nadie le contexta , ni se meten
con él ; y en España los Obispos se ven pros
criptos , arrojados de sus sillas , que se decla
ran vacantes sin mas motivo que defender
los derechos de la Iglesia con moderacion y
respeto. Lo mismo sucede con otras personas.
Digno es de saberse lo que pasó con el Au
tor del Diccionario razonado manual , pu
blicado en Cadiz en el año de 1811 , que ala
baron todos , pero que pocos lo entendieron ,
XII

esperanza que la de recoger gran co


secha de injurias y calumnias.
5 Nadie mas sumiso que yo a las
por no haber penetrado el secreto que ahora
se publica ; y es , que casi no hay un artícu
lo que no designe una persona, y muchos
que representan un grupo ó cuadro compues
to , en que se comprenden muchos individuos,
segun lo dijo en Cadiz su mismo autor.
Los liberales confesaron el daño que les
hizo el Diccionario , y encargaron su refuta
cion á B. G. , que salió con su Diccionario
crítico burlesco , cuya publicacion cubrió de
luto á la nacion . Para salvarle delataron el
Diccionario manual , que corría libremente
hacía mas de un año con el mayor aplauso,
y fué declarado suversivo. Se contextó á la
censura victoriosamente , como lo confesaron
todos , y lo confesará el que lea la contex-,
tacion que está impresa ; pero los señores de
la Junta de censura confirmaron su primera
sentencia . Se apeló á la suprema , compues
ta en parte de gente mas honrada que la de
provincia , y se declaró libre y corriente ; pero
de tal modo compusieron las cosas los libe
rales, que ésta es la hora que se está aguar
dando la providencia de la junta suprema.
¿ Dónde estaba pues la tan decantada liber
tad de imprenta ? (Nota del Traductor .)
XIII
leyes del país en que vivimos; lo mis
mo fuera en Constantinopla, y lo hu
biera sido en Roma en tiempo de la
república , como en tiempo de los Em
peradores, por los mismos motivos, y
con la misma medida. No me seduce
una falsa libertad , y aun siento den
tro de mí mismo una cosa que me
pone al abrigo de la esclavitud. Siem
pre ha librado el cristianismo al hom
bre del yugo del hombre , y no hay
un cristiano que obedeciendo segun
el precepto de Dios, no pueda , y no
deba repetir aquellas hermosas expre
siones que el autor del Apologético
dirigía á los Magistrados Romanos:
Yo reconozco en el gefe del imperio
á mi Soberano con tal que no pre
tenda que le reconozca por mi Dios,
porque en esto soy libre , y no reco
nozco otro Señor que á Dios todo po
deroso y eterno , que tambien lo es
suyo ( 1)

(1 ) Dicam plane Imperatorem Dominum;


XIV
6 Y si examinando algunas de las
leyes que nos gobiernan , las he juz
gado defectuosas, ellas me autorizan
para manifestar el juicio que hago de
ellas , porque no creo que se me nie
gue un derecho de que, sea el que se
fuese , se habla con tanto enfasis. So
lamente un despotismo tímido , sospe
choso , y esclavo en sus vagas inquie
tudes de su propia tiranía , pudiera
prohibir discusiones tan graves como
sinceras sobre un objeto que nos tie
ne ocupados a todos.
7 Pero el genio del mal, temblan
'do por sus maniobras , ha sabido ha
llar otra astucia atrincherándose con
tra la verdad. “ Combatid el error,
» dijo , pero respetando las personas, ”
como dice ahora , " Sostened la reli
» gion , separándola de Dios.” Si le
4

sed quando non cogor , ut Dominum , Dei


vice , dicam . Cæterum liber sum illi. Domi
nus enim meus unus est Deus omnipotens , et
æternus , idemque est ipsius. Apolog. adv.
gentes , cap. 37.
dejamos las realidades, él nos abando
nará las abstracciones para tener el
derecho de tratarnos de soñadores y
visionarios. Ciertamente que sería li
songero no tener que establecer mas
que teorías generales ; pero no van
así las cosas en el mundo. Las socie
dades humanas viven , ó mueren , se
gun las doctrinas de los que gobier
nan , y no es posible atacar estas doc
trinas sin atacar al mismo tiempo los
discursos que las explican , y los actos
que las sancionan . Cuando se trata
pues de hechos y de discursos , se pre
sentan siempre , por mas que se haga,
los hombres ; y cuanto mayor'es su au
toridad a los ojos de los pueblos, mas
necesario es rasgar el velo que causa
su ilusion. ¡Extraña caridad sería la que
sacrificára la sociedad , el órden y la re
ligion al sombrío orgullo de unos in
dividuos corrompidos ó ciegos ! No es
este el egemplo que nos dió Jesucristo.
No hay , nihabrá jamás lenguage que
se acerque á la severidad de sus pala
XVI
bras , cuando lleno de indignacion die
vina fulminó contra los escribas у fa
riseos aquel hipócritas, sepulcros blan
queados, brillantes en lo exterior , Ć
interiormente llenos de podredumbre y
de huesos medio consumidos ( 1 ). Y aun
que en otras circunslancias le veais
lleno de dulzura , no creais que se
contradice. " Se debe, dice San Agus
» tin , reprender delante de todos las
» faltas cometidas delante de todos , y
» en secreto las faltas secretas (2). Dis
» tinguid los tiempos , y la escritura se
» conviene consigo misma. "
8 Creamos que es mas penoso ha
cer ciertos cargos que duro el oirlos.
Pero en estos tiempos, en que todo
está trastornado en el hombre , se mi.
( 1) Véase el cap . 33 del Evang , de San
Mateo .
(2) Ipsa corripienda sunt coram omnibus ,
quæ peccantur coram omnibus : ipsa corri:
pienda sunt secretius , quæ peccantur secre .
tius. Distribuite tempora , et concordat Scrip .
tura. S. Aug. serin . 82 de verbis Ev. Mach .
18 , t . 5 , col . 444.
XVII
ran con mas compasión los gritos de
los remordimientos que los gemidos
de la conciencia. Importunan sus do
lores, é irritan , y se le dice como el
salvage á su hijo : sufre y calla: pero,
ah ! que no es permitido callar! Y por
cierto que ni los intereses personales,
ni el amor propio puede empeñar
ahora á nadie en defender la religion
y la verdad , como nadie lo ignora .
Pero por lo mismo se debe saber que
cualquiera que se presenta en la are
na , sabiendo de antemano lo que le
espera, cree llenar un deber sagra
do ( a ). Poco me importan pues los
(a ) ¿ Y qué otra cosa pudo haber movido
al autor del Imparcial, el primero que en
Octubre de 1810 salió á defender en Cadiz
los derechos de la Religion y del Trono , ata
cando á las Cortes á los veinte dias de instala .
das , y á los demas escritores que le siguieron ?
¿ La adulacion ? No habia á quien adular. ¡ La
esperauza de que el Rey nuestro Señor pre
miase sus servicios . Acaso en aquel tiempo el
caụtivo Fernando estaria consentido en que
no volvería á reinar en España : luego solo
pudo ser lo que dice La Mennais. ( Tr. )
XVIII
juicios de los hombres y sus vanos
discursos. Cuando en los primeros si
glos de la fé los confesores, arrojados
en el circo á la ferocidad de las bes
tias, combatian por Jesucristo en pre
sencia del César y de los Senadores,
de los Pontífices y del pueblo , ¿ quién
no se reia de estos insensatos y de su
Dios ? A este mismo Dios anuncio yo
hoy a las naciones que le han olvida
do , y á sus gefes que le proscriben;
iy qué cosa hay quepueda impedirme
el levantar mi voz! Acaso preguntarán
¿qué quiere este Sacerdote ? ¡Qué quie
re ! lo que quería Jesus de Nazaret,
lo que querian los mártires : ¡dichoso
él si lo logra al mismo precio !
9 Mucho tiempo ha que el mundo
es el mismo , y que odia y persigue á
todo cuanto se opone á sus pasiones é
ideas. Lo mismo sucederá hasta el fin
del mundo , y ésta no es razon para
que nosotros cedamos ; antes bien será
preciso que él ceda a la verdad cuan
do llegue el dia de su triunfo , y que
ceda para siempré. Hasta las leyes fun
damentales se trastornarán entonces
algun tanto, y yo no sé que la órden
que se nos dá a favor de todas las teo
rías modernas de ateismo haya reci
bido de Dios vivo promesas de inmor
talidad.
10 Sea lo que fuére de la viveza
de nuestras expresiones en ciertos mo
mentos, deseamos que se las juzgue
por el sentimiento que las ha dic
tado. Siempre estuvo mas lejos de mí
el deseo de ofender que el desig
nio de adular á nadie : me he condu
cido , gracias al Cielo , por miras mas
altas; y si mis esfuerzos necesitasen
justificarse delante de los cristianos,
mi defensa se reduciría á estas pala
bras de un ilustre Doctor de la Igle
sia: Hay, dice el Eclesiástico, tiempo
de callar , y tiempo de hablar. Ahora
pues conviene abrir la boca despues
de un largo silencio para revelar -le
que se ignora. No temais ni la men
tira ni la calumnia, ni os degeis amea
drentar por las amenazas de los pos
derosos , ni os aflijais porque unos se
burlen de vosotros , os ultragen otros,
y os condenen los que afectando trise
teza solo tratan de armaros lazos para
seduciros y engañaros: nada os haga
titubear mientras pelee con vosotros
la verdad. Oponed al error la recta
razon , llamando en su socorro en esta
guerra santa al autor de toda santi
dad, nuestro Señor Jesucristo , por
quien es dulce ser afligido y dicha
el morir (1 ).

‫ ܀‬vi j

- | ( 1 ) San Basil. Ep. 79 y 241, t. 3, pag .


139 y 2292
LA RELIGION
CONSIDERADA EN SUS RELACIONES

CON

EL ORDEN POLITICO Y CIVIL.

CAPITULO PRIMERO.

Estado de la sociedad en Francia.

I La sabiduría antigua, amaestrea


da con la experiencia , y tradicion univer
sal de los pueblos, llegó á comprender que
ninguna sociedad humana podia formarse,
ni
perpetuarse , sila Religion no presidía
su nacimiento , y no le comunicaba aquella
fuerza divina, que , agena de las obras de
los hombres , es la vida de las instituciones
duraderas. Los antiguos legisladores veían
en ella la ley comun ( 1 ) , la fuente de las
( 1 ) Arist. Reth.
demas leyes ( 1 ) , la base, el apoyo (2) , el
principio regulador (3) de los estados cons
tituidos segun la naturaleza ó la voluntad
de una suprema inteligencia ( 4 ). En toda
república bien ordenada , decia Platon,
debe llevarse el primer cuidado el estable
cimiento de la verdadera religion ; no una
religion falsa y fabulosa, y atender á que
el Soberano se eduque en ella desde su
infancia (5 ). Estas máximas, admitidas en
todas partes como regla inmutable , fue
ron tambien en todas partes el fundamen
to de la organizacion social. De aquí " na
cía aquella importancia, á veces excesiva
á nuestros ojos, que se daba , no solo á

( 1 ) Cicer. de leg. lib. 1. cap. 4.


(2 ) Religio vera est fundamentum rei.
publicæ . Plat. lib. 4. de 'leg.
( 3 ) Omnia religione moventur. Cicer. in
Verrem .
( 4) Cicer. de legib. lib. 2. cap. 4. 'et 5 .
( 5) Prima in omni republica bene consti
tuta cura esto de vera religione , non autem
de falsa vel fabulosa stabilienda , in qua
summus magistratus à teneris instituatur.
Plat. lib. 2. de Republ,
3
las creencias públicas , sino hasta las mas
menudas ceremonias del culto . De aquí
aquella union íntima de las leyes religio
sas y políticas en la constitucion de cada
ciudad , fuese cual fuese la forma de su
gobierno. De aquí en fin el gran poder
del sacerdocio en las naciones civilizadas
como en las bárbaras. Preciso es que haya
en esto alguna cosa necesaria y conforme
á la naturaleza del hombre y de la socie
dad ,, puesto qutae en ning un tiempo ni lu
gar se presen excepcion alguna de este
hecho primitivo y permanente .
No intentamos averiguar como la
religion pudo modificar , segun las verda
des ó errores que contenía , las institucio
nes de los diversos pueblos: bástanos ha
cer observar que cuando su influencia em
pezó á aflojar , y amenazaba apagarse del
todo en Roma bajo los primeros Césares,
así en el gobierno como en las familias,
relajándose al mismo tiempo los vínculos
que unian á los hombres , cayó el imperio
en una total disolucion : viendo al instante
á este gran cuerpo lánguido y estenuado
agitarse por algunos momentos , y caer al
fin á los golpes que le dieron las naciones
44
enviadas por Dios para hacer desaparecer
de la tierra al pueblo ateo.
3 ; Egemplo para siempre memorable!
Los Romanos habian renunciado a todos
los dogmas conservadores del orden poli
tico y civil , conservando solo su nombre
para dar testinjonio de lo que fueron , La
religion, desterrada por 'sistemàs filosófi
cos , abandonó aquella sociedad , antes tan
robusta , convertida ahora en un cadáver.
Adınirado contemplaba el mundo sus gran
des ruinas, cuando de repente se levantó
otra nueva , fundada por el cristianismo , Ý
penetrada de su espíritu. Creciendo у des
arrollándose , segun las leyes : invariables
reconocidas por Jos antiguos , recibió de la
Iglesia su forma esencial, sus instituciones
y su admirable gerarqnía , como lo confier
sa Gibbon, Los soberanos Pontifices , Y los
Obispos , fueron los que', llamando á núes
tros idiotas ascendientes a la verdadera cir
vilizacion , crearon con el reinado las mo
narquías cristianas , esmerándose sin des
cansar en perfeccionarlas. En vano se bus
cará en la antigüedad nada que se parezca
á este género de gobierno , porque siendo
la expresion pública del cristianismo y de
5
las nuevas relaciones que habia estable
cido entre los hombres y la manifesta
cion , digámoslo así, social de sus precep
tos y de sus mismos dogmasi, ho podia
existir en aquella su njodelo. ji
4 Independientemente de lo que toca
á la constitucion interior del estado , las
reglas de la disciplina establecidas por la
Iglesia , la forma de sus juicios y tribuna
des tuvieron una influencia tan feliz como
dilatada sobre la legislacion civil, influen .
cia que particularmente se notó en los ca
pitulares de los primeros Reyes de Fran
cia : monumentos de sabiduría y justicia
muy poco admirados. Es verdad sin em
bargoque errores y pasiones, diversas sem
gún las épocas , pero siempre dirigidas á
rompen la unidadpolíticas, trastomando la
unidad religiosa, alteraron pocolá poco,el
espiritir de la sociedadeuropeal, desvián
dola de su direccion y conteniendo sús
progresos antes que llegára álun perfecto
desarrollo. Mientras que el cristianismo,
fundido , digámoslo así,en todas susinsti
tuciones, pudo egercer sobre ella su pode
rosa -accion , no -elejó de subsistir con la
mayor parte de los caractéres que tenia
6
de su origen : y despues de los desórdenes
causados por třes siglos de heregía , y cer
ca de uno de incredulidad , fuě necesario
para acabar de destruirla separarla violen
tamente de la religion , que la estaba pro
tegiendo contra ella misma. Verificada esta
fatal separacion , cambió por necesidad la
sociedad de naturaleza. ¿Cuál es la que
reina hoy dia en Francia ? ¿ Qué gobierno
ha reemplazado a la monarquía cristiana?
Grave cuestion ciertamente , que bien ilus
trada servirá para resolver otras muchas.
- 5. La pretendida reforma del siglo dieg
y seis, mucho antes que la revolucion fran
cesa , habia trastornado el sistema político
de Europa. En donde aquella se estableció,
allí se vió nacer al instante ó el despotis
mo , ó la anarquía. La historia no ha con
servado el nombre de ningun tirano ' mas
abominable que el del hijo de Gustavo
Wasa ( 1). De aquí es que en ninguna par
te se ha turbado mas veces el orden de la
sucesion que en Suecia: La Dinamarca,
despues de agitaciones muy prolongadas,
ha buscadosu reposo al abrigo de un po
(1) Eric. 14. J. Pul ob ?
der mucho menos arreglado por las leyes
que por las costumbres. Si el ejército de
Gustavo Adolfo , fijándose en el centro de
la Alemania , hubiese cambiado sus tiendas
por habitaciones mas estables , sería la imá
gen de la Prusia luterana , sometida desde
su nacimiento á un despotismo militar,
suavizado por la influencia de los estados
vecinos y de los tribunales del imperio.
Abrazando las provincias unidas el calvi
nismo, formaron una república turbulen
tà , avara y cruel , y el mismo pueblo , que
vendía á su Dios en el Japon , degollaba en
Europa á su gefe ( 1.), y devoraba su cora
zon palpitante. ¿ Quién mas déspota que
Henrique Octavo ? ¿ Hubo en Inglaterra
durante el gobierno de este monstruo otra
ley que su capricho ? Muere , y al momento
la mas horrorosa anarquía devasta esa tier
ra , de la que se habia desterrado el anti
guo verdadero cristianismo. Vióse en el
mundo el espectáculo de una nacion que,
renunciando à la fé en que habia vivido
basta entonces, busca en las tinieblas y en
la sangre una religion nueva , y una legis
(1) El gran Pensionario de Witt.
8
lacion tambien nueva. De la anarquía pasa
de repente al despotismo , y un malvado
ambicioso , que sabia querer y obrar , con
duce al cadalso á un principe débil , cita
la Biblia á los fanáticos , y hace que todos
dobleguen la cerviz bajo su espada.' Estą
cspada se Hevó consigo al sepulcro sin le
garla á su hijo ; y niuerto éste, quiso le
yantar la cabeza la antigua dinastía , pero
desapareció al instante para siempre.
6 Era preciso que la Inglaterra pere
ciese , o que volviese á constituirse bajo de
instituciones mas duraderas . Convinándose
lo que el tiempo habia conservado: de las
antiguas leyes y costumbres,con lo que
quedaba del cristianismo en el pueblo , re
sultó una forma de sociedad análogat rá tan
diferentes elementos, pero en el fondo
enteramente diferente de la que existia an
tes de la reforma. Esto es precisamente lo
que no ven los que , deslumbrados mas
con los nombres que con las cosas , creen
que la Inglaterra es una monarquía, por
que en esta tierra natal de las ficciones
políticas, y de todos los errores modernos,
hay un hombre que se llama Rey.
7 La monarquía inglesa espiró con
Carlos: Primero bajo la cuchilla de sus ver
dugos. Su hijo no reprodujo mas que una
vaga y triste imágen de la monarquía ; y
Jacobo Segundo , dotado de un sentido reco
to , pero sin el genio necesario para llevar
á cabo los designios que concibió, quiso
en vano restablecerla , y sucumbió. De to
dos sus esfuerzos triunfó el espíritu del
protestantismo, incompatible con la exis
tencia del verdadero realismo. El pueblo,
dejando de reconocer la autoridad supre
ma , y aun toda autoridad real en el orden
religioso, llegó á perder toda idea de so
beranía en el orden temporal. No podia
ya comprender lo que es un monarca , y
mucho menos sufrir un poder superior al
suyo. El trono para él se convirtió en una
şilla , como el altar en una inesa . Por la
fuerza misma de las cosas se vió renacer
en Europa el gobierno republicano , sin
que quedase de la monarquía y religion
eristiana mas que palabras vacías de senti
do. La Inglaterra se hizo una verdadera
república en todo el rigor de la palabra;
y la soberanía , que segun los principios
establecidos por la reforma, pertenece de
dereche á la nacion entera , se concentró
10
de hecho en un corto número de familias
propietarias, que son las solas que ocupan
los destinos у forman las dos cámaras , en
quienes reside esencialmente el poder. El
Parlamento es el verdadero Soberano , que
lo puede todo sin excepcion alguna , segun
Blackstone; todo , hasta mudar la dinastía
y la religion , como lo ha hecho, porque
no hay otra ley que su voluntad. Gobier
na por ministros , que son responsables á
el,, y no al Rey , que no puede nombrar
otros ministros que los designados por la
mayoría de las cámaras, ó los que ésta se
empeñe en sostener. La monarquía es nula
en realidad , no existiendo apenas una vana
apariencia de ella. Los negocios se discu
ten , y se deciden en el Parlamento , y los
que la constitucion deja al parecer al Rey,
dependen de los ministros que el Parla
mento hace y deshace á su gusto. Si el Rey
intentase en cualquier asunto oponerse á lo
que quiere el Parlamento , con solo negarle
los subsidios quedaría al golpe paralizado. :
8 La Inglaterra es pues realmente una
república aristocrática , y como tal tiene
todos los caracteres propios de esta clase
de gobierno : á saber , una administracion
fuerte , y á la que son indiferentes todos
los medios para llegar al objeto que se pro
pone : consejos seguidos y sostenidos de
una accion siempre vigorosa: un sistema
de engrandecimiento progresivo y conti
puado , que asegura la tranquilidad inte
rior , llevando afuera los pensamientos y
actividad del pueblo: una gran prosperi
dad material, sed de riquezas , estimacion
del oro , creencias vagas , costumbres débi
les, y en las clases inferiores una especie
de licencia que tienen por libertad.
9. Tales fueron en todos tiempos las
repúblicas aristocráticas , y tal es hoy la
Inglaterra, con cuyo gobierno se compara
continuamente el gobierno frances, que va
á buscar en aquel egemplos que le sirven
de modelo , y alguna vez de leyes. Pero
entendámonos: ¿ se quiere decir con esto
que la Francia , como la Inglaterra , no es
una verdadera monarquía ? Así es. ¿ Que
como ella , y en el mismo sentido , es una
república ? Así es tambien , pero no es cier
toque la Francia sea una república arisa,
tocrática, porque le faltan hasta los pri
meros elementos de la aristocrácia.
10 En efecto , muéstresenos en Fran
IS

cia ese cuerpo de nobleza propietaria como


la de otros paises , que posea además los
primeros empleos del gobierno, de la igle
sia , de la administracion y del egército;
ese cuerpo de nobleza privilegiada , como
lo era la nobleza francesa en 1789 , inves
tida de una multitud de derechos lucrati
vos y honoríficos, que nadie le dispute , y
que en vano se le disputaría : muéstresenos
en los códigos franceses leyes que asegu
ren la perpetuidad de las grandes familias 2

por la sucesion en ciertos cargos, particio


nes desiguales , substituciones , &c. & c .
I No hay nobleza en Francia , por
que no son los títulos , sino las funciones,
las que constituyen al noble : no bay fami
lias, propiamente hablando , porque la ley
nada hace por ellas , ni conoce mas que
individuos. Esta es , para quien quiera en
tenderlo , la diferencia que esencialmente
distingue el gobierno frances del .ingles.
12 En Francia no hay gerarquía , cla
sificacion social, rangos, ni otros derechos
reconocidos que los adquiridos por la ley
comun. 'Quitad la distincion indeleble que
resulta de la desigualdad de las facultades
naturales y su desarrollo , y se verá que
13
un poco de oro de mas ó de menos es toda
la diferencia que hay entre los hombres; y
que de ésta diferencia tan variable , y que
se hace mayor cada dia ,, depende lo que se
ha convenido en llamar derechos políticos.
13 La Francia pues es una masa de
treinta millones de individuos, en quienes
no conoce la ley otra distincion que la de la
fortuna, que no siendo fija, se hace enorme
ínterin subsista , porque entre el que pa
ga mil francos de impuestos , y el que no
paga mas que doscientos noventa y nueve,
está , como veremos luego , toda la distan
cia que separa al Soberano del vasallo.
14 Esta es la Francia considerada en
sí misma: yeamos ahora lo que es su go
bierno . Para formarse una idea exacta es
preciso responder a estas preguntas : ¿ Qué
son las Cámaras? ¿ Qué es el Ministerio ?,
¿ y qué el Rey ? Luego veremos porque se ,
ponen en este orden , y que no se pueden
poner en otro á no confundirlo todo.
15. Hemos visto , sin que pueda dudar
se de ello , que el Parlamento ingles repre
senta una aristocrácia soberana. Los pri
mogénitos de las primeras familias forman
en efecto la cámara de los pares ; y la de
3
14
los comunes se compone en la mayor par
te de los hijos menores de estas mismas fa
milias y de algunos propietarios, miem
bros tambien de la aristocrácia , porque
todas las tierras en Inglaterra son nobles ó
privilegiadas. Así es que las dos cámaras,
como que tienen los mismos intereses que
defender, y representan ambas una misma
clase de la sociedad , no son realmente mas
que dos partes , una electiva y otra here
ditaria de un solo cuerpo llamado Parla
mento , en quien reside ja soberanía .
16 Las cámaras francesas ofrecen en
este mismo sentido dos secciones de un
solo y único cuerpo , que se puede tam
bien llamar Parlamento , y cuyo nombre
recibe, segun el lenguagede las cámaras ( 1).
Es verdad que los pares poseen prerogati
vas personales que no tienen los diputa
dos, y que sus títulos y funciones son he
reditarios , pero esto' mismo hay en los in
gleses. La única diferencia está en que en
la Francia los pares no representan una
aristocrácia que no existe , ni jamás podrá
( 1 ) Discusiones parlamentarias , usos par
lamentarios , son ya voces corrientes.
15
formarse con las leyes que nos rigen . No
pueden , como los diputados, representar
mas que lo que es, es decir , una vasta de
mocracia, en la que sola la riqueza marca
sus grados, variables, como ella misma.
Fuera de esto , no bay órden que sostener,
ni intereses que defender. Es pues la cá
mara de los pares parte esencial de un sis
tema democrático , no pudiendo ser otra
cosa por mas que lo intente. Ella forma ne
cesariamente con la cámara de los diputa
dos un solo y único . cuerpo dividido en dos
secciones, que deliberan separadamente ; y
se halla tambien en las dos cámaras la mis
ma clasificacion idéntica de sus miembros;
un lado derecho , otro izquierdo , y un
centro , que siguen la naturaleza de las
opiniones adoptadas por cada uno de ellos
y que igualmente dividen la nacion.
17. Este gran cuerpo , dividido por una
especie de ficcion , pero realmente uno , co
mo el Parlamento de Inglaterra , consiente
como él los impuestos , y como él mismo
forma la ley, decimos que forma, y no que
concurre a hacerla, porque los derechos
atribuidos al Rey en este punto no son
mas que otra ficcion , como se verá luego.
16
18 El que hace la ley es el que eger
ce la soberanía (1 ); sin juzgar lo que es,
sin censurarla , ni alabarla ' , sino examinan
dola del mismo modo que pudiera exami
narse la constitucion de una república
griega , nos vemos arrastrados á esta con
secuencia, que la soberanía reside en las
cámaras. Sosteniendo el principio de la
omnipotencia parlamentaria no se hace
mas que anunciar un mismo hecho 'en di
ferentes términos.
19 Ningun Soberano , y menos un So
berano colectivo , no pudiendo gobernar
solo , puede pasar sin ministros , indispen
sables para el egercicio de ' sụ poder. El
ministerio en los ingleses no es otra cosa
que la accion pública del Parlamento , que
despide á los ministros en el momento en
que empiezan a gobernar de un modo con
trario á las miras de la mayoría de las cá
maras , sin que el Rey pueda oponerse á

( 1 ) Se pudiera añadir , " y cualquiera que


vota los impuestos es dueño de la soberanía , y
puede disponer de ella cuando le acomode. Na
die hizo esta observacion hasta Voltaire acer
ca del gobierno ingles. Ensayo sobre la His
toria general, cap. 6,1.
17
ello , por grande que sea el afecto perso
nal que les tenga , y aunque su adminis
tracion sea de su agrado. Lo mismo sucede
en Francia, en donde ningun ministro
puede conservar su destino contra la vo
luntad de una de las dos cámaras , porque
la no admision de una ley necesaria para
ría al instante al gobierno. Por esto es
máxima admitida que los ministros deben
retirarse cuando pierden la mayoría en una
ú otra cámára; y si no fuese máxima , se
ría una necesidad.
20 El ministerio es pues en Francia,
como en Inglaterra , la accion pública del
Parlamento , de una aristocrácia en Ingla
terra , y de una democrácia soberana en
Francia . (a ). : ;
(a )" ¿Y qué nombre daremos al ministerio
de España en tiempo de las cortes ? La na
cion fué testigo del alboroto escandaloso que
hubo en el congreso , y en Madrid , por ha
ber nombrado el Rey nuestro Señor Ministro
de la Guerra al Capitan General Carvajal,
que por sus prendas morales y talentos mili
tares inerecía la confianza y aprecio de S. M.
Ha visto igualmente que ponia y quitaba mi
nistros al gusto de las cortes , sin accion y
libertad para obrar de otro modo. (Tr.)
18
21 Si queremos ahora examinar que
lugar ocupa la autoridad real en este sis
tema , y lo que es en realidad , no vere
mos, examinándola atentamente , que por
su condicion pueda excitar vivas alarmas,
ni aun entre los que temen el poder ab
soluto .
22 Si nos atenemos á las palabras que
fijan la estension у límites de la prerogati
va real , hallamos que el Rey , por lo que
toca á la autoridad legislativa, propone las
leyes á la cámara , y puede dejar de premi
sentar las que las cámaras le supliquen que
proponga ( à).
23. Esta es una prerogativa que al pa
recer le dá una parte de la soberanía; pero
es preciso considerar que el Rey no tiene
el derecho de proponer ni desechar' nin
guna ley directamente, por ser legalmente
indispensable que se haga todo por media
de un ministro responsable ; y hemos visto
( a) Las córtes limitaron aun mas la -so
beranía , porque no le dejaban al Rey la fa
cultad de desechar tres veces el proyecto de
ley que le presentasen para su sancion, por
que quedaba sancionada en este caso , qui
siese ó no quisiese S. M. ( Tr.)
19
que los ministros estan en una absoluta
dependencia de las cámaras , y que caen
en el momento en que pierden la mayoría.
No pueden pues de hecho proponer ni
desechar nada sino en cuanto estan segu
ros de no oponerse á la mayoría de las
· cámaras.
24 Supongamos que queriendo el Rey
precisarlos a hacer alguna cosa que se
oponga á lo que quiere la mayoría, se re
tiren los ministros, y los reemplacen otros;
los nuevos ministros se estrellarán contra
la mayoría , ó el Rey tendrá que ceder.
¿ Dónde está pues en este caso el poder
soberano ?
25 Es verdad que el Rey puede disol
ver las cámaras (a), y disponer otras elec
ciones : éste es el término de su poder , y
éste no se extiende mas que á la mitad del
Parlamento , ó á la cámara de los diputa
dos. Supongámosla disuelta , y la cuestion
(a) Tampoco en esto obraba con libertad
el Rey , porque lejos de poder disolver las
córtes , se le obligaba en casi todas las le
gislaturas á dilatar las sesiones por meses,
y aun señalar el dia para la legislatura si
guiente . ( Tr .)
20
que se suscitó entre ella y el Rey se '80
mete al juicio de un pueblo soberano que
paga trescientos francos de impuestos : No
hay cosa mas natural en la hipótesis de un
gobierno republicano. Esta es la apelacion
al Rey en sus consejos de las antiguas mo
narquías. Siempre es necesario untribunal
supremo que decida definitivamente , por- ,
que ninguna sociedad subsistiría sin él.
26 Llega al fin una nueva cámara en
viada por el pueblo: ¿ qué hará ? lo que
quiera , no habiendo nada que pueda for
zar su voluntad , por ser el mismo cuerpo,
compuesto sí de diferentes miembros , pe
ro siempre soberana. Decidirá como le dé
la gana entre el ministerio actual у el que
le precedió , y sea cual fuese su decision ,
es imposible que dege de egecutarse rigu
rosamente , á no haber una revolucion en
el gobierno.
27 Degemos cabilaciones á un lado , y
examinemos los derechos de la autoridad
Real con respecto á la legislacion ; porque
no debemos confundir los derechos pres
critos por la constitucion del estado con
una influencia del todo diferente , fundada
en sentimientos que corresponden a otro
21

orden de cosas , y que en parte subsistian


cuando la Providencia nos trajo la familia
de nuestros antiguos Monarcas.
28 Se nos dirá que si el Rey no goza
ya del poder legislativo , le pertenece a lo
menos toda la administracion : concluye los
tratados , hace la paz , declara la guerra , da
los destinos dėl egército y de todos los otros
ramos del servicio público. Ciertamente
po ,
que este sería un gran poder aunque no
es soberanía , y no nos admiraríamos de
que el Soberano no se atreviese á confiar
á otros una autoridad tan extensa ; ¿ pero
es cierto que el Rey egerce ésta autoridad ?
no : los ministros, que se creen responsa
bles, son los que lo hacen todo en Fran
cia , como en Inglaterra, en donde nada
puede hacerse sino es por ellos: ministros
en cuya eleccion no tiene el Rey mas par
te que la firma del despacho de su nom- .
bramiento : ministros que conserva' ó des
pide segun la voluntad de las cámaras: mi
nistros puestos en todos sentidos bajo la
absoluta dependencia de las mismas , y
simples egecutores de sus órdenes.Si, por
egemplo , juzgan necesaria la guerra por
el honor é intereses del estado , para ha
cerla se necesitan dinero y hombres , y
¿ quién dá uno y otro ? el Parlamento , y
solo el Parlamento. No puede pues hacer
se la guerra sin su consentimiento : pues
del mismo modo está sometido al Rey todo
el sistema de la administracion . Los minis
tros estan ligados en todos los puntos por
sus voluntades: si chocan hoy en alguna
cosa con sus miras, sus opiniones , sus de
seos, y aun sus caprichos , mañana los
arrojarán , aun cuando el Rey no quiera.
No son pues realmente ministros del Rey,
sino ministros del Parlamento : luego el
Parlamento es el poder administrativo,
como lo es el legislativo.
29 Nos parece que el que no se dege
llevar de simples apariencias, y vea las cosas
como son en sí , no podrá negar ninguno .
de los hechos que he expuesto , ni ningu
na de las consecuencias que he deducido.
Por otra parte , nada hemos dicho que no
se haya dicho y repetido mil veces en tér
minos equivalentes en las mismas cámaras;
nada que no se lea en cuantas obras se han
publicado en estos diez años sobre el go-,
bierno representativo. Todos nuestros dis
cursos descansan sobrebases positivas, sobre
23
znáximas confesadas y reconocidas, y sobre
lo que pasa' á nuestra vista todos las dias.
30 Volviendo pues á las tres pregun
tas de ¿ qué son las Cámaras ? ¿ qué es el
Ministerio ? ¿ qué es el Rey ? respondere
mos sin detenernos.
31 Las cámarasson una asamblea demo..
crática , dividida en dos secciones, que deli
beran separadamente , y en las que reside
con la soberanía todo el poder del gobierno.
32 El ministerio es la accion pública
de las cámaras , y su agente , responsable
en todo lo que toca á la administracion.
33 El Rey es un venerable recuerdo
de lo pasado , una inscripcion arrancada
de un templo antiguo que se ha colocado
en el frontispicio de otro edificio entera
mente moderno.
34 Hemos esplicado con la claridad
posible la naturaleza del gobierno frances,
porque es imposible conocer la sociedad
actual si no se comprende antes que la
· Francia no es otra cosa que una vasta de
mocrácia. Esta es la fuente mas comun de
las ilusiones que se forman sobre lo por :
venir , de los disgustos que se experimen
tan al presente , y de las injustas quejas
24
que generalmente se hacen contra la auto
ridad real .
35 Todo gobierno tiene su carácter,
propio , y el de la democracia es una mo
bilidad continua ; todo está en él sin cesar
en movimiento ; y todo cambia con una
tērrible rapidezal gusto de las pasiones y
opiniones. No hay estabilidad en los prin
cípios, en las instituciones , ni en las leyes;
ni se conoce el poder del tiempo ni para
establecer , ni para destruir, ni para mo
dificar. Una fuerza ' irresistible arrastra y
90
cuentra en el camino , sea lo que sea , se
pisa: avanzán , vuelven atras, vuelven á
avanzar , y todo el órden social es para
ellos como un camino de paso. El poder,
lejos de dar el impulso , le recibe", y no sé
que de indefinible arrastra al pueblo y á
sus gefes. Se nota en los espíritus'una cier
ta indocilidad , y en los corazones cierto
desprecio de ódio , y desconfianza en la
autoridad , que hace que se ceda, pero no
se obedezca. Censurarlo todo es una nece
sidad , un alivio del orgullo , y tambien
una venganza: nada se perdona á los que
gobiernan , porque no habiendo quien esté
25
obligado por las leyes á gobernar, el que
se encarga del gobierno se hace garante de
que gobernarả con acierto.
36 Vale mas en las democrácias un ta
Tento mediano que uno sobresaliente , par
ticularmente si va acompañado de un ca
rácter noble. La adulacion , la bageza, y
una aparente y solapada docilidad condu
cen con mas seguridad á los empleos que
el genio y la virtud en los pueblos que se
dicen libres. Ademas de que el genio , y
aun el talento si es sobresaliente, encon
traría demasiadas dificultades у obstáculos
para grandes empresas en un estado de
mocrático. Para grandes empresas es nece:
sario tiempo y consecuencia en los conse
jos , y esta perseverancia es propia de los
gobiernos aristocráticos , que jamás se
duermen , ni se cansan , ni abandonan las
ideas que han concebido. Al contrario en
los gobiernos democráticos , en que todo
se hace á la casualidad , ó por violencia , ó
por capricho: así es que jamás tuvieron
otra gloria que la de lasarmas, ni otra
prosperidad que la de las conquistas.
37 El cristianismo creó la verdadera
monarquía , desconocida de los antiguos.
26
La democracia en un gran pueblo destrui
ría infaliblemente el cristianismo , por ser
incompatible una autoridad suprema é in
variable en el órden religioso con una au
toridad siempre variable en el orden po
lítico. El cristianismo conserva todo, fiján
dolo todo ; y la democracia destruye todo,
desordenándolo todo : estos son dos prin
cipios que chocan incesantemente en el es
tado ; un principio de unidad y estabilidad,
y un principio de division Y mudanza per
petua; y,como ninguna sociedad puede sa
fir de sus límites mientras que el princi
pio que la rige , y entró en su formacion,
subsista con toda su fuerza , se sigue que
ninguna monarquía cristiana puede dege
nerar en democracia sin que el principio
religioso haya padecido antes una grande
alteracion . La revolucion comenzada en la
Iglesia , siempre y necesariamente pasa al
estado, y éste a su vez la acaba en la Igle
sia. Así es como se han visto nacer y fun
darse en Europa con los gobiernos, ó des
póticos, ó republicanos', las religiones na
cionales ó civiles , que no son otra cosa que
un ateismo disfrazado .
38 No dejando subsistir la igualdad
27
absoluta , 6 la destruccion de toda gerar
quía social, otras distinciones que las de
la fortuna , produce una codicia estrema
da y una sed insaciable de oro , porque
por mas que se haga , los hombres quie
ren levantarse , esto es , clasificarse ; y co
mo la riqueza participa de la mobilidad
del gobierno y de la sociedad entera , lle
ga á ser la corruptora de todo en el mas
alto grado. Los deseos ilimitados y des
arreglados se precipitan sobre todo lo que
promete este oro , que es la única noble
za , el único honor y la única considera
cion ; y faltando a todos el tiempo en un
movimiento tan rápido para aprender á
poseer , todos se arrojan á los placeres con
una especie de furor. Nadie se acuerda
entonces de los suyos , ni piensa en lo por
venir : lo presente es todo para el hombre
concentrado en el envilecimiento de los
sentimientos personales , y las leyes y las
costumbres caminan de concierto a la des
truccion de la familia .
1
39 En medio de un desórden univer
sal todos buscan con ansia el destino de
bido á su mérito , á sus servicios , á sus
necesidades ó á sus ambiciones. De aquí
28
esas pretensiones sin número , las murmu
raciones, las quejas, los ódios, y un fon
do general de acrimonía y disgusto que
crece sin cesar. Para calmarle , y ofrecer
á lo menos en la esperanza un aliciente á
los deseos que devoran al pueblo , y un
obgeto fijo y presente á las pasiones que
le agitan , se le empeña, segun las circuns
tancias, en la guerra ó en las diversiones :
se le atrae á la bolsa , ó se le arroja á los
campos: se multiplican los espectáculos,
las loterías y las casas de juego ; y se le
corrompe de todos modos para ponerse al
abrigo de su corrupcion misma.
40 El sistema del crédito contenido
en ciertos límites , dirigido con prudencia ,
manejado con buen resultado , puede , aun
que nunca sin inconvenientes , ayudar al
guna vez á una nacion á veuicer obstácu
los, ở á salir de un peligro extraordinario ;
pero ni la sabiduría , reducida á sus lími
tes , ni la fuerza que se contiene , ni la
constancia que persevera en la egecucion
de un plan bien meditado , nada en una
palabra de cuanto se necesita para el éxito
de semejante sistema puede existir en nina
guna democracia . La mobilidad de los
29
hombres y de las cosas impedirá siempre
el que el crédito sea manejado con mas
método y regla que todo lo demas. Exage
rándole sobre toda medida para satisfacer
la misma codicia que excita , y convirtién
dose en un inmenso agiotage , ocupa por
un momento el lugar de una conquista y
acaba con la ruina general , que hace aun
mas inevitable una verdadera guerra ; y
puede decirse sin temor de equivocarse
que no está lejos la época en que volverá
á ver la Europa. los ezércitos franceses,
animados del mismo espíritu que hizo su
fuerza bajo la primera democracia , derra
marse en medio de las naciones ( a ); y si
llenas de espanto preguntan la causa de
esta nueva agresion , se les responderá que
hay tiempos en que los pueblos se ven
(a) No sabemos en que se funda el autor
para anunciarnos este pronóstico ; pero cree
mos poderle asegurar que se mirarán bien
los franceses para volver a entrar en España
como invasores , y mucho mas si arrasando
las plazas fueriesfronterizas, por inútiles y
perjudiciales, se les obliga á batirse cuerpo
á cuerpo , sin arbitrio para tener hospitales,
ni almacenes, ni donde guardar los prisio
4
30
precisados á buscar en los campos una
imágen de la sociedad , y una imagen de
la felicidad en la gloria .
41 No son estas solas las consecuen
cias que trae consigo el gobierno demo
crático cuando la religion no egerce en él
una primera y poderosa autoridad , lo que
jamás se ha visto sino en estados muy pe
queños, como los cantones suizos ; en cu
yo caso se convierte de hecho la democrá
cia en una verdadera teocracia . Fuera de
estos casos , extremamente raros , y cuando
permanece como ella es por su propia
esencia , la democrácia destruye las nocio 3

nes de todo derecho divino y humano ;


por cuya razon , cuando no viene tras del
ateismo , la democracia lo produce tarde ó
temprano. La soberanía absoluta del pues

neros , ni otro punto de apoyo que sus pe


chos , los árboles y los montes. ¡Ah , Carras
cal ! ¡ cuándo te olvidarán los franceses! Es
bien seguro que si Pamplona hubiese sido un
pueblo abierto , ni franceses , ni constitucio
nales españoles la hubieran entrado. El cas
tillo de Pamplona es el que ha causado la
ruina de Navarra , y quizá de toda la Espa
ña , en las dos últimas guerras. ( Tr.)
31
blo , que es doctrina pública en Inglaterra,
sin embargo de estar modificada en sus
aplicaciones por la aristocrácia del gobier
no; la soberanía del pueblo , digo , encier
ra en sí el principio del ateismo, porque
en virtud de esta soberanía , el pueblo , ó
el Parlamento que le representa , tiene el
derecho de mudar y modificar, cuando , y
como le dé la gana , la religion del país.
Este derecho, que atribuye Blackstonc sin
detenerse al Parlamento ingles, supone , ó
que todas las religiones son indiferentes,
es decir , que no hay Dios, ó si le hay
puede el Parlamento dispensar de sus
mandamientos , abolir su ley , mandar lo
que Dios prohibe, y prohibir lo que man
da, lo que es evidentemente trastornar to
da nocion de derecho divino. Y en este
caso ¿ cómo podría existir ningun otro de
recho, y sobre qué descansaría ? La razon ,
la ley y la justicia no es mas que lo que
quiere el pueblo ó el poder que le repre
senta : esto lo vieron muy bien el protes
tante Jurieu y J. J. Rousseau , que admi
tieron formalmente esta consecuencia ( a ).
(a) Tambien lo vimos nosotros desgra
32
42 De aquí se sigue claramente que le
democracia , que se nos representa como
el último término de la libertad , no es si
no el último exceso del despotismo ( a);
porque por absoluto que se suponga el
despotismo de uno solo , siempre tiene sus
límites ; pero el despotismo de todos no lo
tiene ; y ésta es la razon , porque las de
mocrácias acaban siempre por un déspota,
porque todo parece tolerable comparado
con el despotismo de aquellas.
ciadamente : desde el momento en que en Es
paña se decretó la soberanía del pueblo, se
desencadenaron todas las pasiones ¿ Y qué es.
fuerzos no se hicieron para borrar hasta la
idea de dependencia del mismo Dios , por no
poderla sufrir ? ( Tr .)
(a) Esta es una verdad que no necesita
demostrarse . La esperiencia nos ha hecho vér
que no solo han sido déspotas nuestras cor
tes , sino que tambien lo fueron los de las
galerías ; déspotas las juntas de censura , con
alguna rara excepcion ; déspotas los concur
rentes á los cafés y á las sociedades patrió
ticas ; despótas los diaristas , y déspota cual.
quiera pillo por solo decirse constitucional.
¿Cuántos no han sido víctimas , y cuántos
pueblos no han podido ni aun resollar por
tener un solo veciño liberal ? ( Tr.)
33
43 No siendo la democracia otra cosa ,
como lo acabamos de ver , que el mas alto
grado del despotismo , su accion pública
debe necesariamente presentar el mismo
carácter. Quejarse pues en Francia de la
administracion у del ministerio , gritar
contra su despotismo, es quejarse de que
la administracion sea lo que por necesidad
debe ser , y atribuir al ministerio lo que
de ningun modo depende de él. Todo go
bierno tiene sus condiciones inevitables;
pueden muy bien los hombres introducir
en él sus pasiones , sus vicios, y aun su
propia bageza, y es muy raro que degen
de hacerlo: pero jamás podrán mudar la
naturaleza de las cosas , ni impedir que la
accion de la democracia sea el despotismo,
así como no pueden impedir que de un
principio salga una consecuencia. Esto nos
conduce á nuevas consideraciones .
44 Hemos demostrado que siendo el
ministerio un simple agente y administra
dor de las dos cámaras , depende absolu
tamente de sus voluntades ; de lo que se
sigue que es tal en las asambleas democrá
ticas numerosas la mobilidad de las opi
niones, de las pasiones , de los intereses, y
34
en una palabra , de cuanto determina á
los hombres á reunirse en una voluntad
comun , que no hay mayoría de tanta du
racion que pueda dar al gobierno ni una
sombra ligera de estabilidad , si el princi
pio del gobierno y su espíritu no dan al
ministerio los medios de fijar á lo menos
por algun tiempo esta mayoría , que le es
indispensable para poderse mantener. No
bien le hubiese nombrado el Soberano, es
to es , el Parlamento , cuando trataría de
quitarle , si el ministerio no hiciese una
reaccion sobre el Soberáno por medio de
la corrupcion y soborno. Véase la In
glaterra , en que se promete y dá todo,
honores , empleos y dinero , para lograr y
conservar la pluralidad de votos: la cor
rupcion se extenderá desde el Soberano
hasta los que le nombran ; penetrará el
contagio del mal egemplo hasta en las úl
timas clases del pueblo ; y quizá será esta
la ocasion de que aprenda que la concien
cia vale alguna cosa cuando se compra y
se vende (a ).

(a) ió si vale , y mucho! la lástima es


que este comercio se ha extendido en Espa
35
45 Querer reclamar en semejante sis
tema las leyes y reglamentos; querer ba
cer valer sus servicios y títulos adquiri
dos , es pedir una estravagancia y eltras
torno total del gobierno. La justicia dis
tributiva en la administracion sería la
muerte del ministerio , entregado sin de
fensa á los ataques de todas las ambiciones.
¿ Quién le permitiría reinar para sí solo , y
recoger las ventajas de la soberanía , estan
do el Soberano , de quien es un mero
agente ,espirando en la eterna agonía del
deseo ? Es pues inevitable que gobierne en
ña hasta el extremo de vender los hombres
sus conciencias por un empleo , por supuesto
liberal; y luego han sabido volver á com
prarla con solo volver casaca. ¡ ó industria
y lo que puedes!!
Esto es tan escandaloso , y de tal manera
estan irritados los ánimos de ver empleados
á muchos de los que hicieron gran figura
durante la mil veces maldita constitucion,
que es de esperar que el Consejo de Estado
fige su atencion en este punto , consideran
do que con tales empleados es casi imposible
que pueda marchar con seguridad la monar
quía , porque nadie hace con gusto y amor
lo que le repugna. ( Tr .)
36
provecho del Soberano, y por consiguiente
despóticamente, por dos razones : primera;
porque las gracias y los favores deben darse,
justa ó injustamente , á aquellos de quienes
depende su existencia ; y la segunda, por
que el despotismo ministerial es el único
+

obstáculo que en las democrácias puede


contener algun tiempo las violencias de la
multitud , provocadas sin cesar por los que
especulan sobre sus pasiones y errores.
46 En un pueblo así constituido , la
legislacion , sometida á mil influencias va
riables, representará en grande los triun
fos sucesivos de las opiniones, é intereses
del todo contrários; en cada página se lee
rán las vicisitudes del poder , los temores
y esperanzas de los partidos, y las victo
riasde las facciones, y el gobierno no ofre
cerá sino incoerencias y caprichos, y un
flujo y, reflujo perpetuo de medidas y pro
videncias contradictorias. No se apreciarán
los destinos , sino los sueldos, y acabáron
se los servicios gratuitos. Antiguamente se
ofrecian los hombres, y ahora se vende
rán : algunas cifras esplicarán lo que pide
el estado por los destinos, y lo que se le
ofrece ; y el ministério en los artículos de
37
su vil tarifa tendrá buen cuidado de esti
pular con ellos una baja y servil obedien
cia . Todo empleo en este caso , por alto
que sea , se colocará entre el desprecio
que inspira , y la codicia que excita sin
mas razon que la de valer dinero. Habrá
tambien en ciertos casos rentas designadas
para el honor , á fin de que algunos las
pretendan . El tesoro deberá pagar los de
seos que se temen ; pagará los discursos y
el silencio (a) , y las rentas del estado se
(a ) Cierto Prebendado de Sigüenza se
presentó por Febrero de 1814 en casa del
Excmo. Señor Conde de Torre-Muzquiz , en
donde se hallaba oculto escribiendo el Pro
curador general del Rey y de la nacion , á
proponerle á nombre de los principales cori
feos de la secta que se le daría el dinero
que quisiese , y el empleo que mas le aco
modase con tal que escribiese en favor de la
constitucion ; y habiéndole respondido que
no podia escribir contra los sentimientos de
su conciencia , se marchó ; y volvió al terce
ro dia á hacerle la misma proposicion con tal
que callase. La respuesta que le dió no la
dirá el Prebendado , ni yo tampoco. Siguió
escribiendo , y á poco pasó á Valencia , des
de donde les hizo una guerra tan sangrienta
que no la olvidarán con facilidad. ( Tr.)
38
convertirán en una inmensa lotería , hácia
la que correrán todos los ambiciosos. En
este delirio universal las palabras mudarán
su valor ; las deudas se llamaran riqueza,
y se cambiarán con ansia las tierras por
un pedazo de papel; en una palabra , este
será el tiempo imaginario.
47 Un movimiento prodigioso , sin ob
geto conocido , y sin direccion constante,
tendrá á la sociedad en agitacion. En esta
instabilidad general, sintiendo cada uno de
los hombres que todo se le escapa; que
su misma familia no tiene seguridad algu
na de subsistencia, solo pensará y mirará
por sí: privados igualmente de lo por ve
nir y de lo pasado ; sin antecesores cuya
memoria le pueda ser preciosa; sin poste
ridad en que poder fundar una prudente
esperanza ; aislados en el tiempo como en
la vida , pedirán al dia presente lo que si
glos enteros conceden a los hombres en el
seno de una verdadera sociedad : todo lo
querrán á un mismo tiempo. De las estre
midades del órden social , si es que esta
palabra tiene algun sentido , se les verá
precipitarse y correr en tropel para pasar
al traves de las riquezas, las grandezas y
39
el poder. ¿ Quién se mantendrá entonces
firme? ¿ Quién no cederá al torrente de
una seduccion general? Si hay alguno de
gracias a Dios , que es el que le salvará.
La probidad , la virtud , la religion misma
se perderán en muchos que se pondrán á
discurrir con su conciencia , y á decirse que
nada debe exagerarse ; que hay obligacio
nes para con los suyos , que una excesiva
inflexibilidad acabaría de perderlo todo;
que la prudencia aconseja prestarse á las
circunstancias; que no es del momento el
bien tal como se quisiera , y que es bas
tante evitar el exceso del mal ; y creyendo
escoger entre dos males , escogerán entre
dos crímenes. La cobardía , en el lenguage
del dia , se llamará moderacion ; se darán
tristes egemplos, que servirán de modelo,
porque será preciso que en una época de
vertigo y de trastorno tenga la debilidad
su lustre y el escándalo su gloria.
48 Jamás serán mas pesados loscargos
públicos , porque se tasará hasta la luz.
En los siglos de esclavitud se pagaba el
diezmo de los frutos, y en el de libertad
se pagará el diezmo de los hombres : de
aquí nacerá otro nuevo tráfico , mayor ó
40
menor , 'mas o menos lucrativo , segun los
consumos de la guerra . Se comprarán hom
bres para volverlos á vender , sin que na
die se admire de ello : ¿ quién sabe si por
el contrario resultará de aquí un progreso
de industria que figure en el cuadro de la
prosperidad nacional?
49 En las almas habrá tal envileci
miento , que ya no se verá un sentimiento
noble ; y hasta la simple probidad se hará
incompatible con lo que el poder exigirá
de sus agentes , segun los momentos y las
circunstancias. Apuro será este para los
que anian sus empleos ; y para salir de
este embarazo separarán ingeniosamente al
hombre público del privado , de suerte que
siendo irreprensible como hombre priva
do , podrá muy bien como hombre públi
co ser con seguridad de conciencia y de
honor el último de los miserables:
50 Una vez establecida tan feliz dis
tincion , el gobierno marchará sin trabas;
cierto de ser obedecido, podrá mandarlo
todo , hasta las mas violentas vejaciones
y las prácticas mas viles. Entonces nada
se respetará ; los secretos íntimos de la
confianza у de la amistad , los secretos de
41
Jas familias, todo lo que hay de mas sa
grado en la tierra seviolará con el mayor
descaro por tranquilizar una vil descon
fianza , ó para satisfacer una infame cu
riosidad .
51 Entre tanto , como la política , li
mitada a las intrigas interiores , no es mas
que una lucha de empleos , la nacion per
derá rápidamente toda consideracion é in
Auencia en el exterior , y se verá entrega
da en manos de hombres acaudalados , y
quizá vendida á un judío si de ello puede
sacarse algun provecho.
52 Confundiéndose las especulaciones
particulares con las del estado , y multi
plicándose al infinito , se establecerá una
circulacion mucho mas activa y terrible,
creándose fortunas reales y fortunas ficti
cias por medio del crédito. La industria
apurará todas sus combinaciones para en
tretener y aumentar este movimiento ; y
hasta las ciencias vendrán en su socorro .
Se perfeccionarán los oficios y las artes , y
se inventarán otras nuevas : se sacará de
las primeras materias cuanto puedan dar
de sí, y todos los placeres que apetezcan
los sentidos : y hasta el momento en que
42
este edificio de ilusiones y locuras desapa
rezca en el abismo de una ruina universal,
se alabarán los progresos de la civilizacion
y prosperidad pública.
53 Entre tanto se debilitará visible
mente la razon ; se contemplarán con sor
presa , y como una cosa estraña , las ver
dades mas sencillas , y no será poco que
se las tolere. Los espíritus andarán á tien
tas por distintos caminos tras fantasmas
que ellos se formarán. Los unos aplaudi
rán su 'sabiduría , que nada admite que
no sea positivo , es decir , lo que se vé,
lo que se toca y deja manosear : los otros
se apasionarán de los sueños, y compade
ciéndose del género humano por su terca
adhesion á ideas que no tienen mas que
seis mil años de duracion , querrán for
zarlospor su propia felicidad ả que se ali
menten con sus inmortales abstracciones;
y todos, sean cuales fuesen sus pensamien
tos y opiniones particulares, votarán por
el abandono de la enseñanza comun de
muchos siglos. Se convendrán en que na
da de lo que fué sea ; en que el mundo
debe cambiar; que á sus luces conviene
una nueva moral , una nueva religion , y
43
un Dios tambien nuevo . Mientras este se
descubre vamos a hacer ver que en Fran
cia ha dejado el estado de reconocer al Dios
antiguo.

CAPITULO SEGUNDO .

La religion en Francia está entera


mente fuera de la sociedad politica y
civil, y por consiguiente el estado
es ateo.

I La revolucion francesa , cuyas


causas son mas antiguas que lo que gene
ralmente se cree , fué una aplicacion exacs
ta y rigurosa de las nuevas consecuencia
del protestantismo que , nacido de las tris
tes discusiones que suscitó el cisma del
Occidente , concibió a su vez la filosofía
del siglo diez y ocho. Se habia negado el
poder en la sociedad religiosa , y fué pre
ciso negarle tambien en la sociedad políti
ca , y substituir en una y otra la razon y
la voluntad de cada hombre á la razon y
voluntad de Dios , basa inmutable y uni
versal de toda verdad , de toda ley y de
44
toda obligacion. Ya desde entonces , no de
pendiendo cada uno de los hombres sino
de sí mismo , debió gozar de una plena
soberanía , y debió ser su Señor , su Rey
y su Dios. Rotos de esta manera todos los
lazos que unian á los hombres entre sí y
con su Autor, ya no quedó otra religion
que el ateismo, ni mas sociedad que la
anarquía.
2 Las horrorosas proscripciones que
en esta época de crimen ensangrentaron la
Francia ; proscripciones á que despues se
ha dado el nombre de extravios (a) , reve
laron el veneno de las doctrinas filosóficas,
cuyo triunfo , proclamado sobre ruinas , y
en los cadalsos, á donde subian diariamen
te el sacerdote y el noble , el sabio у el
ignorante ; el rico у el pobre, y hasta los
niños, parecia una orgia del infierno.
(a) Entre nosotros , los insultos , las alar
mas , los alborotos , y hasta el horrendo y
sacrílego asesinato cometido en la persona
del mártir Vinuesa en su misma prision , sin
respeto á su carácter , y sin atenderá que
estába bajo la salvaguardia de la ley , se bau
tizaron con el nombre de inocentes desaho
gos de la libertad. ( Tr.)
45
3 Tan espantosos horrores encerraban
en su mismo exceso el término de su du
racion . La matanza se detuvo , pero que
daron las doctrinas , que no han cesado
un momento de reinar (a ); y su autori
dad , lejos de debilitarse , se va legitimando
de dia en dia. Llegan ya á ser una especie
de símbolo nacional consagrado por las
instituciones públicas, y respetado por los
mismos que antes las combatieron . En el
órden político estamos aun, bajo diferen
tes formas y nombres, en una pura demo
crácia : ella gobierna y administra segun su
propio espíritu, y conforme a las máximas
del derecho filosófico que causó la revolu
cion . En todas partes se ven sus conse
cuencias con grande admiracion de los
que creen vivir en un estado cristiano bajo
un gobierno monárquico , y que equivo
( a ) Tambien en España duran las mismas
doctrinas ; y los libros prohibidos por impíos
y obscenos andau en manos de jóvenes igno
rantes y corrompidos; y acaso y sin acaso'en
manos de inugeres , en desprecio y mengua
de la autoridad Eclesiástica , que ha mandaa
do se entreguen ; ¿ y aun habrá quien diga
que no es necesaria la Inquisicions ( Tr.) -
5
46 el error en que viven , atribu
eados por
yen injustamente á la voluntad particular,
de algunos hombres lo que es resultado
natural é inevitable de los principios y de
las cosas .
4 . Buonaparte, á quien es preciso, ala ,
bar en lo bueno que hizo , puso fin con el
concordato a las persecuciones religiosas del
directorio y de la convencion , restituyó á
los católicos el libre egercicio de su culto ,
aunque por. un simple acto de tolerancia ,
ó de proteccion limitada á los individuos:
pero el estado, durante su reinado , per- ,
maneció ateo ; y en este punto nada de lo
que entonces existia ha variado .
5. En vano se ha buscado en nuestros
códigos el nombre de Dios , único monu
mento de este género en que el hombre se
presenta á mandar al hombre en su pro
pio nombre (a ). Si esta coleccion de orde
(a) Habiendo visto el autor del Diccio
nario razonado manual en casa de un dipu
tado de córtes la constitucion de España an
tes de leerse en el congreso , y notado que
po se hablaba de Dios , .puso en su Diccio
nario el artículo siguiente :
Constitucion , segun los filósofos, es cier-,
47
nanzas humanas pasa á los siglos venide
ros , sin otra noticia de nuestros tiempos,
se preguntarán asustados si se perdió en
nuestro suelo la idea de una causa supre
ma y de un soberano legislador ; y medi
tando sobre el profundo olvido en que ha
caido, se esforzarán en echar un velo aun
mas espeso sobre su memoria.
6 La carta es verdad que declara que
la religion católica es la religion del esta
do ; pero ¿ qué significan estas palabras ? y
¿ cómo veremos en ella otra cosa que el
anuncio de un solo hecho , á saber: que
el mayor número de los franceses profe
san la religion católica , cuando esta misma
arta declara tambien que el estado con
Cede igual proteccion a todos los cultos le
с

to centon 6 taracea de párrafos de Condi


llac cosidos con hilo gordo . Tan seguros es
tamos de que no será de su gusto la que for
me el augusto congreso como de que si ellos
la formasen no coinenzaría con estas pala
bras : En el nombre de la Santísima Trini
dad , Padre , Hijo y Espíritusanto,
Esto alarmó å las córtes , y se dilató ca
torce dias la lectura , en cuyo tiempo muda.
ron el principio de la constitucion . ( Tr.)
78
galmente establecidos en Francia Y los
muistros de estos diversos cultos ¡ no son
de hecho nombrados , ó á lo menos apro
bados por el estado ? ¿No reciben de él
una retribucion ? ¿No se abonan todos los
años fondos para la conservacion y cons
€rnecion de stis templos ? ¿ No gozan de
tantos privilegios como el clero católico ?
¿No son , bajo de ciertos respetos , mejor
tratados ? El estado pues que concede igual
proteccion á cultoś tan opuestos no tiene
ciertamente culto alguno: el estado que
paga ministros para que enseñen doctri
nas contradictorias ningúna fé tiene ; y el
estado que no tiene fé, ni culto alguno,
es evidentemente atéo . Estas son cosas de
masiado claras para que se puedan contes
fuera de que-las ha reconocido solem
tar ,
„nemente , en 1819 el tribunal instituido
para impedir que nuestras leyes admitan
una falsa interpretacion.
1

7 „ Se trataba de saber ( dice el Con


» servador ) si la autoridad pública podia
» exigir de cada ciudadano testimonios ex
- > teriores de respeto a la religion del es
- tado , y el abogado de la parte apelante
» sostuvo que esto sería violar la libertad
49
de cultos establecida por la carta; y que
» segun el espíritu de nuestras leyes debia
» extenderse esta libertad a todas las relir
» giones que cada uno quisiese formarse,
» sin que el estado adeptase ninguna de
» ellas. Y como se habia manifestado , con
» ocasion de una memoria publicada ani
» teriormente por el mismo abogado , que
» el ateismo legal era una consecuencia ne
» cesaria de la interpretacion que el daba
» á la carta , le ha sido preciso , por el in
» terés de su causa , confesar altamente esta
» consecuencia , y aun valerse de ella como
» de principio fundamental de la decision
que el tribunal iba á tomar. Si; ha di
» cbo, la ley en Francia es ateq , y debe
» -serto . ”
8 Todas las secciones del tribunal de
» Casacion , reunidas, y presididas por M. el
» Guarda -sellos, decidieron conforme a las
» proposieiones de M. Barrot , á pesar de
» la enérgica elocuencia del ilustre de
» fensor de Luis XVI y la viva oposicion
» de otros muchos consegeros , á los que,
» como pidiesen que se censurase la me
» moria , en que se hallaban las palabras
» que acabamos de leer , se les respon
50
» dió , ý con razon , que serian contra
» dictorios los dos decretos , con lo que
» quedó triunfante la doctrina del ateismo
» legal ( 1 )."
9 Hallábanse entonces los espíritus he
ridos de aquel carácter fiero que la revo
lucion estampó en nuestras leyes, cuando
M. de Chateaubriand escribió : El ministro
de la justicia es el que combate hoy hasta
el nombre de la religion , y separa de
nuestras transaciones políticas la ley de
Dios, sin duda por no ser necesaria para
arreglar las cosas humanas. Es natural ya
que la educacion se parezca á la reli
gion , é inútil formar hombres creyentes
con leyes ateas (2).
IO Desde este tiempo se nota alguna
calma en los espíritus: ¡ tanta verdad es,
que los hombres se acostumbran á todo!
Ya no pudiera pensarse perpetuamente en
Dios, porque es preciso pensar tambien
en sí ; y esto es precisamente de lo que
menos se cuida en nuestro siglo , en que

(1) Conservador , t. 5. cuaderno 65.


(2 ) Conserv. cuaderno 41. 1819.
51
tantos motivos hay para admirar la facili
dad con que toma y deja todas las formas
posibles
II
El espíritu de nuestra legislacion
y sus principios fundamentales causan á
veces en los que gobiernan embarazos ex
traños cuando se empeñan en conciliar
estos principios ateos con la necesidad del
órden y los votos de la parte de la nacion
que anın se conserva cristiana. Nada hay
mas instructivo que observar esta especie
de combate entre la antigua fé, la fé del
género humano , y las nuevas máximas
que la filosofia ha dado por base á la so
ciedad. Dos proyectos de ley se han pre
sentado en las cámaras en 1825 ; el und
sobre el sacrilegio , y el otro sobre las co
munidades religiosas de mugeres . Hasta
este tiempo no pudieron los tribunales cas
tigar los robos cometidos en las Iglesias,
porque , segun nuestros códigos , se consi
deraba la casa de Dios como inhabitada.
Asustado el gobierno en 1824 con el ex
cesivo número de los robos sacrilegos que
se cometian , propuso asimilarla á los lu
gares que sirven de asilo á nuestros ani
males domésticos , ó , segun la exacta ex
52
-presion de M. el Obispo de Troyes, ele
varla á la dignidad de un establo : se tuvo
buen cuidado de excluir de este proyecto
de ley la palabra sacrilegio ; y si se creyó
preciso estamparla en la ley de 1825, tam
bien es cierto que se buscará en vano en
ella el nombre de Dios, porque realmente
el sacrilegio , en sentir de los autores del
proyecto , no es un crímen contra Dios,
sino contra las opiniones, sentimientos y
creencias, de los pueblos.
12 Habiéndose tratado en la cámara
de los pares principalmente de la natura
Jeza y el grado de penas que deberian im
ponerse á los reos de sacrilegio , convengo
en que la religion no debió entrar en esta
Citestion , porque la religion tiene miseri
cordia de los que se arrepienten , y aun
de aquellos a quienes la sociedad ni pue
de , ni debe perdonar. Use de la espada el
que la ha recibido para hacer respetar á
Dios y su ley ; esta es sui obligacion , porę
que sin ella no habria órden en la tierra.
La religion no tiene verdugos; y cuando
el crimen , perseguido públicamente por
la justicia humana , é interiormente por
los remordimientos , no sabe ya á donde
53
refugiarse , la religion le abre su seno , en
donde encuentra la paz y las esperanzas
inmortales.
13 Sería sin embargo un error craso y
peligroso inferir de aquí, contra el egem
plo universal de los pueblos antiguos y
de las naciones cristianas, que la sociedad
abusa del derecho de vida y muerte que
tiene sobre sus miembros cuando castiga
con pena capital al sacrílego ; y no es poco
el trabajo que nos cuesta el comprender
como han podido pronunciarse en la cá
mara de los pares estas palabras: „ No do
»tengais mi atencion sobre la última con
» secuencia de la ley, si no quereis bacer
» me temblar. Vedla aqui toda entera : el
» sacrilego conducido al cadalso debería
» solo , y sin la asistencia de un sacerdote,
» porque, ¿ qué le diría éste ? Je diría sin
» duda : Jesucristo te perdona; y el reo le
» respondería: Sí , pero la ley á nombre de
» Jesucristo me condena ( 1 )."
14 No era ciertamente este sofismą

(1 ) Opinion de M. el Vizconde de Cha


teaubriand sobre el art. 4. del proyecto de
ley sobre el sacrilegio .
54
digno de su autor , porque un niño res
pondería, que no pudiendo el hombre con
denar justamente á muerte á otro hombre,
sino en virtud de un poder superior al
suyo , toda sentencia de muerte , como no
sea un asesinato , se pronuncia en nombre
de Dios; y que jamás convendría hablar
de Dios á ningun criminal conducido al
cadalso , á no poderle decir : solo el hom
bre te condena, vas á ser asesinado ; y por
lo mismo , puedes , sin comprometer tų ra
zon , reconciliarte con Dios y creer que te
perdona. Esto prueba lo que son las leyes
y el espíritu de las leyes y de los legisla
dores en los gobiernos ateos.
15 Notad ahora como progresa en
Francia de año en año este género de
ateismo. En 1824 se propuso que en la ley
sobre el sacrilegio solo se hablase de la res
ligion Católica, Apostólica , Romana , re
servándose el tratar en otra ley acerca de
Jos robos cometidos en las sinagogas y los
templos protestantes ; y en 1825, siendo
así que en la cámara de los pares hay tre C

ce Obispos, no hubo uno que se levantase


para reclamar esta separacion , de suerte
que se ha reconocido legalmente, y sin la
55
menor oposición , que es un verdadero sa
crilegio robar en una iglesia calvinista una
mesa , un banco , un mantel, ó una Biblia
en una sinagoga; siguiéndose de aquí que
los obgetos empleados en estos diversos
cultos no son ni mas ni menos sagrados
que los que se usan en el culto católico; y
que por consiguiente el estado considera
todos estos cultos como igualmente verda
deros , ó mas bien igualmente falsos; que
equivale a que el estado se ha declarado
nuevamente ateo. Ciertamente que no se
necesitan grandes esfuerzos para compren
der una cosa tan clara ; pero si aun se de
sea ademas la confesion positiva del go
bierno , vamos á verla.
16 En un discurso , extraordinaria
mente notable , pronunciado delante de
los diputados , ha reducido un hombre de
un mérito incontestable , y de una rara
habilidad en el raciocinio á un corto nú
mero de cuestiones , tan sencillas como
importantes , toda la controversia suscita
da con motivo de la ley sobre el Bacrilea
gio. Nadie está mas distante que nosotros
de abrazar las doctrinas de M. Roger-Co
llard ; pero debemos confesar que en un
56
siglo tan fértil en necios sofistas es una fer
licidad encontrar un adversario de ideas
conexas entre sí, que parte de principios
bien sentados, y que casi siempre admite
sus consecuencias , y con quien se puede
disputar sin disgusto.
17. Comienza a atacar el proyecto de +

ley, queriendo probar de una manera in


vencible que las disposiciones penales que
contiene son extraordinariamente inicuas,
odiosas é impías , a no ser que la ley su
ponga la verdad de los dogmas de que de
pende la realidad del sacrilegio en todos
los casos particulares; como por egemplo,
que si no es cierto legalmente que Jesu .

cristo , Dios y hombre , está presente bajo


las especies sacramentales, el suplicio que
se impone a los profanadores de las hos
tias consagradas es una espantosá atroci
dad , un delito legal, digno de la execra
cion de todo hombre que conserva algun
rastro de conciencia .
18 Pero como esta fé pública y social
excluye cevidentemente una protección
igual de todos los cultos , que parece con
funde M. Royer-Collard en su pensamien
to con la tolerancia civil , el estado, se
57
gun él, no debe adoptar ningun dogma,
ni profesar fé alguna ; y para usar de sus
mismas palabras, „ la alianza que forma
» el estado con la religion , entiéndase como
» se quiera , no podrá comprender mas que
» lo que tiene de exterior y visible, y no
» entrando en ella la verdad , la religion es
» temporal , y nada mas."
19 Para establecer esta máxima , quc
pudiera traducirse , „ el estado debe ser
» ateo , y nada mas," añade el orador: „ Se
» cree acaso que los estados tienen una re
» ligion como las personas, y una alma , y
» ộtra vida en que serán juzgados segun su
» fé y sus obras ?" ¡ Graciosa pregunta! Esta
es una de las cosas de que tantos egemplos
nos ha dado Rousseau , que suelen esca
parse á los hombres mas hábiles cuando
se empeñan en sostener algun principio
falso . Por lo demas sabe bien M. Royer
Collard que si alguna vez le ocurrió á al
guno que los estados tienen una alma y
otra vida en donde serán juzgados seguint
su fé y sus obras, no hay nadie que no
comprenda que un estado forma un ser
moral cuyas máximas , creencias y doctri
nás se expresan por actos públicos, y prin
58
cipalmente por su legislacion. Para'negar
esto sería preciso trastornar todo el len
guage humano. Si los estados no tuviesen
en este sentido una religion , tampoco ten
drian moral á lo menos obligatoria , por
que la moral no tiene sancion positiva y
dogmcitica sino es en la religion. ¿ Cómo
pues concebiríamos la idea de justicia apli
cada por el estado a las relaciones de los
hombres encre sí en la sociedad sin moral,
y moral profesada públicamente , y reco
nocida por las leyes? Nos abstendremos de
mostrar las consecuencias del error que
ahora combatimos , y sobre las que es bien
extraño que M. Royer -Collard haya cer
rado sus ojos.
20 El horror que el ateismo inspira
naturalmente le ha hecho caer en la con
tradiccion que ofrece su discurso. Está le
jos , dice , de ser atea la ley francesa. Si
no es atea , luego reconoce la existencia de
Dios , y hay á lo menos una verdad legal,
y de consiguiente es falso que la verdad no
entra para nada en la alianza del estado
con la religion , y que la ley humana no
participa de las creencias religiosas que
no conoce ni comprende. Me admira que
59
M. Royer -Collard no haya visto que ad ,
mitido este principio se destruye por los
cimientos todo su argumento contra suis
adversarios y su proyecto de ley ; porque
si confiesa que la ley puede y debeprofe
sar una sola verdad religiosa , debe y pue
de profesarlas todas : ó en otros términos;
si el estado puede tener una religion , debe
tener una , y por consiguiente la verdade
ra. Și la verdad no entra para nada en la
proteccion que nuestras leyes conceden á
los diferentes cultos , y si estas leyes no
consagran ni admiten como verdadera nin
guna creencia , yo aseguro a todos los que
entienden la fuerza y valor de las palabras
que estas leyes son atcas.
21. Si la ley reconociera alguna ver
dad religiosa, se seguiría , dice M.Royer
Collard , que todas las religiones de estado
serian igualmente verdaderas, 6 .: habria
tantas verdades como religiones, de estado,
porque , si en cada estado , añade, y bajo
» deun mismo meridiano , se mudase la ley
™ política , se mudaría con ella la verdad,
» que és su docil compañera; y todas estas
»verdades , contradictorias entre sí , son
por un mismo título la verdad inmutable
00
» y absoluta . Imposible sería llevar mas
» adelante el desprecio de Dios y de los
» hombres , y sin embargo , tales son las
» consecuencias naturales y necesarias del
»sistema de la verdad legal.”
22 Abrazamos con gusto la confesion
que contienen estas palabras, que aplica
das al sistema protestante , cuya base, co
mo se sabe , es el exámen particular , son
de rigurosa precision ; pero no es así en la
religion católica, que descansa sobre prin
cipios absolutamente opuestos. En esta in
variable religion ningun individuo crea la
verdad , ni la determina por su juicio, sino
que la recibe sin discusion de una autori
dad siempre viva , que siempre habla , es
piritual por su naturaleza , é infalible aun
humanamente , porque nada hay mas ele
vado sobre la tierra. Del mismo modo el
estado tampoco crea la verdad , ni la de
termina por su juicio , sino que, como el
individuo", reconoce esta ley inmutable de
los espíritus, y se somete á ella escuchando
lo que enseña la autoridad independiente,
universal, perpetua , que la promulga sin
interrupcion alguna: de aquí es que en
materia de religion , ni en ningun órden
61
de ideas, si se entiende bien , puede haber
dos verdades contradictorias entre sí , sino
por una violacion del principio católico : al
contrario en el sistema protestante, cada
individuo crea la verdad , ó la determina
por su juicio , de que se sigue que las ver
dades mas contradictorias entre sí son la
verdad por un mismo titulo , la verdad in
mutable , absoluta , ó que ninguna verdad
existe : lo mismo es respecto del estado.
23 Aquí se presentan con una fuerza
irresistible todas las consecuencias perfee
tamente deducidas en el discurso que es
tamos examinando , y que por sí mismas
conducen necesariamente á esta consecuen
cia, á saber: que el sistema protestante y
filosófico , de donde nacen , destruye para
los individuos, como para los estados, toda
verdad , sin excepcion alguna, y que el
ateismo absoluto , que es su consecuencia
inevitable , es tambien su fondo esencial.
24 La dolorosa ansiedad que atormen
ta al mundo , los movimientos conyulsivos
que le hacen balancear , no son otra cosa
que el resultado de la lucha suscitada en
tre el protestantismo, que ha llegado a su
último término , y la religion veatálica ; es
6
62
decir , entre el ateismo y sus consecuen
cias, manifestadas en todo , en las leyes,
en las costumbres , y la doctrina contraria
que le disputa las costumbres у las leyes.
En tal estado es imposible separar las cues
-tiones políticas de las religiosas, porque es
tan estrecha su union , que es preciso tra
tar de ellas á un mismo tiempo: esta es
una decesidad independiente de las pasio
nes y de los intereses personales, por los
que se intenta siempre esplicarlo todo.
Este es un hecho tan evidente que choca á
todo hombre capaz de observar , y que no
se ocultó á M. Royer -Collard , que dice:
*„ que así como en política se pos estrecha
» entre el poder absoluto y la sedicion re
is volucionaria , así tambien en la religion
: »nos vemos entre la teocracia y el ateismo:”
I lo que quiere decir que en vano se busca.
en política un medio entre la democrácia
absoluta 6 la anarquía , y la unidad de un
poder independiente, de quien solo puede
emanar una gerarquía social que le limite
sin destruirle: del mismo modo en yano
- buscaremos en la religion un medio entre
el ateismo' y la doctrina católica. En una
palabra , en religion y en política se trata
63
de resolver uir problema inapeable, que
consiste en hallar una autoridad que no
sea autoridad. El orgullo , que se resiste á
obedecer , no quiere reconocer la verdade
ra autoridad ; la rechaza de la política bajo
el nombre de poder absoluto, y de la reli
gion bajo el nombre de teocracia. Yo no
sé que haya experiencia mas instructiva;
pero ¿qué experiencia instruyó jamás á
los hombres ?
25 En tan extraordinaria posicion,
arrastrados los unos por las consecuencias
del principio ateo , destruyen hasta en sus
primeros elementos,la sociedad religiosa y
política que el mismo Dios unió con lazas
indisolubles ; y los otros , apretados de la
necesidad de encontrar una sociedad ver
dadera , porque solamente en ella encuen
tra el hombre la vida , se concentran for
zosamente en la única sociedad que existe
hoy , que es la Iglesia Católica, Apostólica,
Romana ; fuera de la cual no hay ni órden,
ni verdad : pero si esta tratase de levan
' tar un imperio temporal, y el sacerdote
aspirase á ser rey , sería tan extravagante
como sostener con seriedad semejante pen
samiento. La Iglesia tiene sin duda dem
64
techos en este mundo , porque Dios los
tiene , y Jesucristo ha dicho: se me ha
dado toda potestad en el cielo y sobre la
tierra (1 ); pero no reclama otra domina
cion que la espiritual,y esta nadie se la
arrebatará. Segura de sí misma , sabe que
su duracion será eterna ; que los hombres
nada pueden hacer por ella, ni contra ella;
mas ella lo puede todo para los hombres;
y sus deseos, tan calumniados, son traer á
todos á los caminos de la felicidad y de la
paz , formando de nuevo con el estado una
alianza ,no de bacienda ( 2), sino de ver
dad , de creencia , de instituciones de
у
leyes.
26 En nada pensaba menos el minis
terio que en semejante alianza , y esta sería
la acusacion que mas temiera. Respondien
do el Guarda - sellos á M. Royer -Collard,
defendió las disposiciones penales de la ley,
negando contuviese un acto de fé y que se

( 1 ) Data est mihi omuis potestas in cælo


et in terra . Math . 23. 18 .
(2) A lo menos la ley de la Real Ha
cienda no CS Discurso
atea. de Rayer
Collards
65
siguiese de ella la existencia de orrdades
legales. La legislacion , dijo , jamás ha pen
sado en otra cosa que en un acto políti
co . ( 1 ). Esta misma doctrina desenvolvió
en términos aun mas fuertes M. el Minis+
tro de negocios, eclesiásticos, á quien cito
con disgusto ; y siento con dolor tener que
citar para ser creido sus propias palabras:
vedlas aquí como las refiere un diario mi
nisterial: La carta dice que la religion Ca
tólica es la religion del estado ; y el esta
do no solo está en la multitud que la prow
fesa, sino que está en el Rey, en la fami
lia Real , y en los grandes cuerpos políti
cos y judiciarios: luego politicamente el
estado profesa la fé católica , y por conse
cuencia el dogma sobre que descansa el
de la presencia real. No se trata de saber
si la religion es verdadera , sino de saber
si es nacional (2).
27 ¡Qué ! ¡que Jesucristo esté ó no pre
sente en las bostias consagradas , basta que
el Rey, la familia Real y los grandes cuer
pos políticos y judiciarios crean la realidad
( 1 ) La Bandera blanca de 14 de Abril.
( 2) La Estrella de 14 de Abril .
66
de esta presencia para que se pueda justa
mente condenar al suplicio de los parrici ,
das á un desgraciado que , segun vos , no
haya faltado al respeto quizá mas que á un
pedazo de pan ! Y lo que es mas , jse 80s
tendrá esta doctrina por mantener el ateis
mo legal para que no se pueda decir que la
ley reconoce una verdad que encierre la
profesion de un dogma! ¡ Se temerá menos
matar politicamente a un hombre que con
fesar legalmente á Dios ! Tal es el lenguage
con que se atreven á hablar á la faz de la
Francia y de la Europa; y tales son las
máximas del ministerio en un reino lla
mado cristianísimo ( 1 ).
( 1) Quisiéramos poder citar aquí entero
el adinirable discurso pronunciado por M.
Dupplesis de Grenedan ; pero lo que no po
demos callar es el modo con que se oyó en
la cámara este discurso. Sube á la tribuna
para hacer oir en ella una voz elocuente que
sale de una conciencia incorruptible ; y unos
diputados, dejando sus bancos, se acercan á
escuchar , y otros le interrumpen con el mur,
mullo de sus conversaciones . Se para el ora
dor , mira friamente á tos que le interrum
pen , y continúa. Habla en defensa de Dios,
de la religion , de la verdad , y de todo lo
bir
28 Tampoco se reconoce ningun em
peño con Dios, y en esto van consiguientes,
en la ley sobre el establecimiento de las co
munidades religiosas de mugeres ; ley pe
nal contra la caridad y contra el sacrificio
voluntario de sí mismo en beneficio de los
demás. Acaso son menos consiguientes al
reconocer los empeños con los hombres,
que ya no se quiere ; y un movimiento de
impaciencia , dice un diario ( la Bandera
blanca ), se manifiesta en la asamblea , y se
dejan oir los gritos ; Basta ! ¡ Basta ! Los ban
cos quedan desiertos , y el orador baja de la
tribuna. Si á esto se añade que este hombre
allega á un grande talento el mas bello ca.
rácter de los tiempos modernos , se compren ;
derá bien lo que quiere decir la escena que
se acaba de referir (a ).

(a) Estos egemplares han sido diarios en


nuestras cortes : cuando hablaban los coria
feos de las sectas , silencio profundo , y vie
vos aplausos cuando acababan sus diseursos,
Pero se levantaban los diputados conocidos
por sus principios monárquicos y religiosos,
y no se oia inas que un murmullo continua
do , silvidos , y muera , muera , hasta hacer
los callar. Los Diarios de cortes están lle .
nos de estos egemplares. ( Tr.)
68
tales como los de las sociedades de comer
cio , de agricultura , artes y ciencias, y en
fin , de todas las sociedades de utilidad pú
blica , entre las que se quiere colocar a las
comunidades religiosas. ¿Sobre qué des
cansan estos empeños ? ¿ De dónde sacan la
fuerza obligatoria ? ¿ Qué poder humano
puede ligar la voluntad del hombre? ¿ Y el
deber es otra cosa que la obediencia á una
voluntad mas alta 2, a la voluntad del mis
mo Dios ? En vez pues de trastornar el
fundamento de los deberes , negándose á
reconocer las obligaciones para con Dios,
quizá hubiera valido mas aprovecharse de
ella para asegurar el principio de toda
obligacion moral , harto trastornado cierta
mente por nuestras opiniones y costum
bres. Pero al fin , admitir votos hubiera
sido abrir una brecha al ateismo legal, que
es preciso salvar ante todas cosas. No hay
pues votos , y como dijo el Ministro : el es
tado no se mezclará en eso : estas son co
sas de un órden mas elevado, que pasan
entre Dios y la conciencia . Y sin embar
go , si una piadosa muger se obliga con
Dios á guardar, segun el consejo evangé
ļico , perpetua virginidad , el estado , que
69
no se mezcla en los votos , le arrebatará los
derechos de que gozan todos los miembros
de la sociedad , estando pronto á restituír ,
selos si sale del claustro para entrar en
una casa de prostitucion. Esta es la prime
ra vez que en un pueblo , armándose las
leyes de rigor contra los mas sublimes em
peños, se asustan de la virtud ( 1 ) (a).
29 Declarada la religion por el estado
indiferente ó falsa , se la excluye tambien,

( 1 ) No es inútil notar como un rasgo ca


racterístico de la época actual que esta ley
se ha adoptado bajo dos respetos, de los cua.
les el primero la califica de irrisoria y cruel,
y el segundo de incoerente y revolucionaria ,
Solo este hecho dice mas sobre el estado de
la sociedad que volúmenes enteros de re
flexiones.
(a) En España se extinguieron de una
plumada los monasterios , y casi todos los con
ventos; y dieron permiso para que frailes y
monjas se secularizasen á su antojo , por el
gran principio de la soberanía nacional, que
no podia sufrir dependencia alguna del sumo
Pontífice ; porque , como dijo un diputado de
Andalucía , la nacion Española no sería so
berana si necesitase de bulas , ni de cosa al,
guna de la corte Romana. ( Tr.)
70
bajo de otro respeto , del orden político.
¿Qué influencia egercerá én él? ¿ Cuáles
son los derechos que se le reconocen ? nin
guno seguramente. La Iglesia , en las anti
guas monarquías cristianas , era la prime
ta de las instituciones públicas , y el clero
el primero de los órdenes del estado, por
que no se conocian en aquel tiempo fun
ciones mas necesarias, ni mas elevadas que
las suyas. El componía con la nobleza y
los diputados del comun los estados gene
rales de la nacion , y no vivia como ex
4
trangero en medio de la sociedad ( a), que
le debe todo , sus creencias, sus leyes y sus
costumbres. Propiedades que en sus ma
nos fueron siempre en gran parte el pa
trimonio de los pobres; aseguraban con su
existencia la perpetuidad de los beneficios
que derramaba al rededor de sí. Las ad
ministraba él mismo, y ¿ qué cosa mas
justa ? Una corporacion į no posee con los
( a) A esto 'tiraba el proyecto de ley so
bre el arreglo definitivo del clero ; y si ne
llegó el caso de declararle extrangero , á le
menos se oyó en el congreso la escandalosa
proposicion de que lo era la Cabeza visible
de la Iglesia . ( Tr. )..
71
pismos títulos que un particular ( a)? No
debe como éste manejar sus propios nego
cios , y disponer á su arbitrio de cuanto le
pertenece legítimamente? La loca" manía
que en nuestros dias se ha apoderado de
ciertos gobiernos de administrar y centra
lizarlo todo, es por su parte una invasion
de solas las verdaderas libertades de los
pueblos, y quizá será á la larga la mas
dura de las tiranías , porque quitando á
los hombres el cuidado de lo que unas di
rectamente les interesa para mantenerlos
bajo de una tutela ruinosa , y políticamen
te inepta , se roza continuamente con el
buen sentido, y todos los sentimientos que
forman la union de las asociaciones hu
manas .

i 30 La iglesia establecida en Inglaterra


posee inmensas rentas ; sus Obispos son
miembros datos de la cámara alta ; y van
á parar á sus tribunales como la tercera
parte de las causas que se agitan en los
( a) Primero Toreno , y luego las cortes ,
digeron que no ; y que no hubiera sido, á pe
sar de las enérgicas representaciones de los
Sefiores Obispos, si no se hubiese acabado la
maldita constitúcion . (Tr.)
tres reinos. En Francia recibe el clero un
salario , y la religioo' no está dotada. Lo
que hoy le da el estado mañana se lo pue
de quitar: ningun destino ocupa en el
cuerpo político ,y se le considera muy in
ferior á un elector que paga trescientos
francos. Sin derechos conocidos , y aun
cuando lo fuesen , sin medios para defen
derlos, ' se le ha reducido á una nulidad
completa. Obgeto de temor y de zelos para
42
el gobierno , que mas que le protege le
oprime, ni aun se le deja el libre egerci
cio de su propio gobierno. Se le cortan ,
como diremos luego , las comunicaciones
de los Obispos con su Gefe ; se ponen tra
bas 'á su jurisdiccion ; se les aisla parado
minarlos con mas facilidad , ó no se les
permite juntarse segun lo tiene ordenado
la Iglesia. No puede concebirse humilla
cion y esclavitud mas terrible. !

· 31 Si del orden político pasamos al


órden civil, tambien encontraremos allí el
ateismo, porque en Francia él es el que
dirige toda la vida humana. Nace un niño,
y se le sienta en el registro , lo mismo que
hacen á la entrada de los pueblos con los
animales sugetos al pago de derechos En
73
nada de cuanto el estado prescribe se hace
el menor recuerdo ni de la naturaleza de
esta criatura , hecha a imágen de Dios , ni
de los deberes que le esperan , ni de los
destinos que le están prometidos. Podrá
crecer sin que se haya pronunciado sobre
su cuna una sola palabra del cielo , y po
drá morir sin haber conocido otra religion
que el culto de sí mismo , otra moral que
el código criminal, ni otra divinidad que
el verdugo.
32 Sigamos á este niño en su carrera
para admirar hasta donde llega la 'terca
impiedad de la ley. Pasáronsesus prime
ros años , y se halla en edad de formar
una nueva familia , y de contraer un em
peño cuya importancia es igual á su san
tidad , y que los legisladores del mundo
entero , fieles á la tradicion universal y
primordial , protegieron cuidadosamente
contra la inconstancia del hombre , acom
pañándole con lo más augusto y solemne
que tiene la religion en sus amenazas y
promesas , en sus ritos y pompas. En todas
las naciones, aun las mas bárbaras, tuyo
siempre el matrimonio up carácter sagra
-do , sin que en ningun pueblo haya sido
74
jamás- un simple acto civil , y una pura
convencion humana garantida por el esta
do. La memoria conservada en todas par- .
„tes de su primitiva institucion enseñó a los
hombres que á solo Dios pertenece el po
der de formar un lazo misterioso , indiso
luble , que debe unir al esposo con la es
posa , como unió en su origen al padre y
á la madre del género humano . Pero en
Francia , pueblo sin Dios , hemos encarga
do á un alcalde del pueblo , que lejos del
altar haga la obra de la Omnipotencia ; que
una para siempre los destinos del hombre
con los de la compañera que ha elegido ;
que encadene los caprichos de su corazon ,
someta su voluntad á una regla inmuta
ble , forme la familia , la potestad paternal,
los deberes de los hijos , porque si no
bace todas estas cosas , el matrimonio de
que es ministro no es mas que un concu
binage legal y una verdadera prostitucion.
1 33 Acelerémonos á llegar a la última
escena del lúgubre drama de la vida en
las sociedades ateas. Consuelos , esperar
, zas , de nada de esto trata la ley; nada hay
- para ella fuera del mundo ; sus solicitudes
tocan ya su término., y. de nada debe ocu
75
parse sind es de algunos cuidados del mur
ladar. Un empleado público hace constar
la muerte , declarando que , llamado á tal
Jugar , ha visto un cadáver; se escribe en
el registro el nombre del muerto, y lo de
más lo hacen dos, enterradores. ,
34 Buscad en el universo , .no una na
cion , sino una horda de salvages degrada
da hasta este punto , y no la encontrareis .
Jamás existió antes del siglo diez y ocho
sociedad pública sistemáticamente atea ; le
gislacion que lucha consigo misma , tras
tornando el fundamento de sus deberes,
y que despojando al hombre de su gran
deza , y confundiéndolo con los brutos, no
le haga ver al nacer mas que el aumento
de su especie , en el matrimonio una escri
tura de arrendamiento de por vida , y en
la muerte la nada . Este es el término á
donde hemos llegado á fuerza de luces:
esto es lo que con tanta complacencia lla
mamos progresos de la civilizacion. Y en
tre tanto , ó Francia , ensoberbécete , le
vanta la cabeza , mira con compasion á
0608 paises bárbaros, cuyo gobierno cree
aun en Dios y profesa una religion en que
la criatura á su entrada en el mundo es
76
santificada , bendita , y colocada bajo el
amparo de la misericordia y esperanza; en
que la unión conyugal, formada en pre
sencia del Altísimo, recibe de él su augusta
consagracion , en que la muerte , consola
da por una fé sublime, no es el fin de to
das las cosas para el justo y el malvado,
sino el paso á una vida inmortal. Gra
cias á tus legisladores, tú 'te has hecho su
perior a estas preocupaciones vulgares: li
bre de la ley divina , y de las creencias del
género humano , caminas á pasos acelera
dos ácia la perfeccion social. Dentro de
poco cogeras los últimos frutos de la sabi
duría , que para animar á los hombres al
cumplimiento de sus deberes, y á los sa
crificios de la virtud , les enseña que lo
pasado no es mas que un poco de ceniza,
y lo por venir un sepulcro eterno (a )
(a) Esta doctrina era corriente entre
nuestros revolucionarios. La Triple alianza
y el Diccionario crítico burlesco se burlarga
del aparato fúnebre , y nos digeron bien á
las claras que nada habia que esperar ni tę
mer despues de la muerte : el medicastro que
escribió que el hombre era un compuesto de
afinidades químicas es bien seguro que tam
77
ULO
CAPITULO TERCERO.

El ateismo ha pasado de la socie


dad política y civil á la sociedad da
méstica .

I Bien quisiéramos esperar conal


gunas personas que creen que la Europa,
despues de tantos desvaríos , desgracias y

poco creia que el hombre era ininortal. Con


tales maestros , y semejantes doctrinas , no
es extraño el que tantos jóvenes se hayan
corrompido , y el que oigamos que tantos es
pafioles mueren impenitentes despues de la
revolucion. El año de 1811 ó 12 cayó en
Cádiz gravemente enfermo uno de los prin
cipales masones , y habiéndole mandado el
médico que se dispusiese para recibir los
santos Sacramentos , tuvieron aquellos su
junta en la misma habitacion del enfermo,
y acordaron que no los recibiera. El amo de
la casa que lo supo , les dijo que si no los
recibia plantaba al enfermo en la calle ;
entonces la junta acordó que para no causar
escándalo recibiese el Viático por politica.
Estas son las consecuencias de semejantes
doctrinas. ( Tr.)
7
78 1

crímenes , se va inclinando acercándose


á la religion. Esta conversion , si fuera real
y general , salvaría sin duda nuestra cadu
ca sociedad , que por todas partes va disol
viéndose , regenerándola; pero lisongearse
de quelas doctrinas verdaderas hacen cada
dia nuevos progresos ; que el cristianismo
va recobrando el ascendiente que tuvo so
bre los pueblos , ¿ no es fundarse mas en
deseos que en hechos? Hay hoy en las gen
tes buenas una disposicion singular para
confiar, y como una voluntad fija para es
perar, sobre motivos vagos y engañosas il

apariencias. Cuentan con el tiempo , con


tal que se le dege obrar y no se desorde
ne su accion ; y á creerlos , todo se com
pondrá con solo esperar , sin acordarse de
que quieren el reposo , porque están can
sados de combatir.
2 Es preciso dispertar á estos dormi.
dos , hiriendo sus oidos con el ruido de las
revoluciones que amenazan en el seno de
lo por venir. Sin embargo , escuchemos lo
que hombres de mucho talento pueden de
cirnos en favor de la opinion con que se
tranquilizan ,
3 Mucho se ha hablado de la marcha
79
del siglo y de la agitacion de los espíritus,
sin que nadie haya advertido un fenómeno
digno de fijar la atencion del hombre de
estado Y del legislador. En el siglo último,
los espíritus extraviados por funestas doc
trinas se dirigieron con una violencia ex
traordinaria contra la religion . Una comu
nidad célebre , que la defendía en lo inte
rior, y la extendía exteriormente , fué el
primer obgeto de sus ataques. Su poder,
su crédito y sus servicios no bastaron á
salvarla de su total ruina. A poco vino
abajo todo el edificio de la religion al gol
pe de los martillos revolucionarios , con
tal facilidad , que los destructores llegaron
á creer que no era muy sólida su funda
cion , cuando tan poco les costaba el des
truirla ; pero se detuvo aquel ímpetu irre
ligioso , que desde entonces llegó al apogeo
de su poder , ó por mejor decir, un movi
miento contrario y religioso arrastró los
espíritus á una direccion opuesta. Buona
parte conoció esto , y supo aprovecharse
de ello.
4 Desde este tiempo el espíritu reli
gioso ha ido siempre creciendo, como lo
demuestra la situacion de la Europa al
80
atento observador. ¿Cómo se puede desco
nocer su influencia en los movimientos de
la Grecia , en las turbaciones de la Irlanda,
y en esta inquietud vaga que arrebata los
espíritus á grandes meditaciones? La Euro
pa se vé agitada de un extremo á otro por
una fermentacion religiosa que se ha intro
ducido en la masa del cuerpo social, mens
agitat molem. ¿ Qué digo ? esas sociedades
secretas , tan encarnizadas contra el cris
tianismo ; esos libros impíos, que han
inundado el mundo , ¿ no prueban de una
manera invencible la tendencia religiosa,
contra la que se reuneu tantos esfuerzos?
La impiedad se fortifica, porque se vé si u

tiada en la plaza que habia conquistado, y


no se defiende sino porque se vé amena
zada. Añádanse á estas pruebas el restable
cimiento del episcopado, los concordatos
hechos con el Santo Padre , el estableci
miento espontáneo de mil y ochocientas co
munidades de mugeres; los pueblos y los
lugares llamando de todas partes á esos hu
mildes hermanos de la Doctrina cristiana,
mas numerosos hoy , y mas difíciles de su
primirse que lo fueron los Jesuitas hace
sesenta años. ¿Cómo pues dejaremos de ad
81
vertir en los prodigios del espíritu religio
so el carácter particular del nuevo siglo ( u)?
5 Alabamos , y sentimos no poder ala
bar bastante el esfuerzo del' zelo ; pero tan
brillante cuadro , reducido á su justo valor,
puede resumirse en estas pocas palabras:
La religion , objeto de un ódio no menos
activo que constante, se vé atacada én to :
das partes, y en todas defendida por los
verdaderos cristianos.
6 Bien diferente es la cuestion que
agita á la Grecia. Despues de una larga y
dura esclavitud combate por recobrar su
independencia nacional , y á fuerza de sa
crificios llegará probablemente á recon
quistarla , si las miras, demasiado interesa
das , y los viles zelos de algunas potencias
rivales no la hacen rendir de nuevo bajo
la cimitarra de los musulmanes .
7 Los irlandèses , esclavos mas ha de
dos siglos en su propio país, y nias mise
rables aun que los mismos Griegos, perse
guidos, despojados de sus bienes, asesina
( 1) Opinion de M. el Vizconde de Bonal
sobre el proyecto de ley acerca del sacrile
gio , 182 :
dos en nombre de la tolerancia , pregun
tan á sus opresores cuanto tiempo ban de
estar fuera de la ley de las naciones seis
millones de hombres á quienes no puede
dárseles en rostro con otro crímen que su
adesion inviolable á la fé de sus padres.
Este noble pueblo , indignado de sus cade
nas , y pudiendo romperlas, está dando
egemplo de una moderacion , tan digna de
admiracion como lo fueron su constancia
у firmeza : reclama por los trámites legales
una justicia demasiado tardía para el ho
nor de la Inglaterra. ¡ Feliz pueblo si logra
pasar de la condicion de proscripto á la
de vasallo sin que le cueste una sola lágri
ma , una sola gota de sangre!
8 Nada de lo que hemos visto en es
tos dos egemplos nos autoriza para pensar
que el espíritu religioso sea el carácter
particular del nuevo siglo. La inundacion
de libros impíos , los planes que todos los
dias abortan las sociedades secretas nos
conducen aun menos a esta conclusion ; y
en cuanto á los prodigios de la caridad
confieso que en donde se ven sus grandes
efectos debe haber una causa poderosa. La
hay en efecto , y es la fé y el amor que el
83
cristianismo manda é inspira; pero no nos
equivoquemos pensando que cuando se
empeña una lucha universal entre el bien
y el mal triunfará el bien , porque lo mas
que prueba esto es que en lugar de rei
nar se vé precisado á defenderse. ¿ Quién
hubiera pensado hace cincuenta años en
alegrarse por el establecimiento de una es
euela religiøsa, mirándolo como un triun
fo ? No se nota en esto la accion del cris
tianismo tanto como en las sociedades que
no son cristianas : la vista de una cruz en
un país protestante admira, y hace im
presion, pero apenas mueve la atencion
dela piedad .
9 Es tan diferente la situacion presen
te de la Europa de cuanto se ha visto has
ta ahora, que los hombres mas grandes se
engañan algunas veces , por no tener un
término de comparacion , de un modo bien
extraño en los juicios que forman. Nada
de cuanto pasa á nuestra vista se puede
comprender si desde luego no conocemos
en los dos movimientos opuestos que agi
tan al mundo la continuacion de la guerra
que el ateismo declaró abiertamente ácia
mediados del siglo pasado á su única ene
84
miga la religion Católica: y si por otra
parte no se considera que esta guerra , mas
viva ahora que lo fué jamás , ha mudado
enteramente de naturaleza , por cuanto , no
teniendo el ateismo en otro tiempo a sus
órdenes mas que soldados dispersos y casi
sin organizacion alguna , atacaba á la so
ciedad pública , entonces cristiana , sino eie
sus miembros, á lo menos en sus leyes: é
instituciones, en sus usos y máximas ; pero
hoy , señor de esta misma sociedad que ha
conquistado , ataca con todas las fuerzas
que ésta le presta la religion , defendida
únicamente por individuos aislados. Lejos
pues de que la Europa esté agitada de un
extremo á otro por una fermentacion re
ligiosa intro -lucida en la masa del cuerpo
social, este cuerpo , por el contrario , se ha
separado enteramente de la religion. Hay
ahora dos sociedades , no solo distintas, si
no armadas una contra la otra : la sociedad
de hombres sin Dios , cuyo sistema preva
lece casi en todas partes, en el gobierno y
administracion ; y la de los cristianos , uni
dos bajo la autoridad de la Iglesia , que
para mantener en la tierra una fé , un cul
to y un órden moral, se ven precisados á.
85
luchar sin intermision contra el ateismo
político y sus consecuencias. De aquí nacen
los esfuerzos del zelo , que se admiran con
razon , y de aquí tambien los grandes ma
les que produce necesariamente una opre
sion legal y una persecucion hecha en ór
den. Que en este estado se vean los espíri
tus agitados de una inquietud vaga se con
cibe bien , porque nadie está contento en
el vacío ; pero que esta inquietud los lleve
á altas contemplaciones no se creería si el
que lo afirma no tuviese derecho mas que
otro alguno á ser creido, tratándose de
contemplaciones elevadas.
10 Quizá la religion egerce hoy una
accion mas fuerte sobre la porcion de pues
blos que se mantienen verdaderamente fie
les , á causa del abatimiento á que se la ha
reducido , de los ataques que sufre, y de los
sacrificios consiguientes a la práctica sin
céra de su doctrina у mandamientos ; pero
el número de los fieles ba disminuido en
este medio siglo , y se disminuye en pro
gresion continua . Este hecho es incontesta
ble , y pudiera probarse en caso necesario
con documentos los mas positivos. El go
bierno mismo, poco sospechoso en esta
00

parte de exageracion , ha convenido , ex


poniendo los motivos del proyecto de la
ley sobre el sacrilegio , en la multitud de
impiedades cometidas por desgraciados fal
tos de fé, y ha presentado la negligencia,
el olvido y la indiferencia como el carác
ter particular de estos tristes tiempos ; que
lo mismo
fuévida que confesar la debilidad de
moral en sociedad porque
la la , ésta,
como el hombre , vive de la fé; y la reli
gion , fundamento de sus deberes , es tam
bien la única fuente de las ideas espiritua
les , y de todo lo que nos eleva sobre los
sentidos. Si se duda de esto , obsérvese
como la filosofía del último siglo , derra
mándose
por todas partes , ha introducido
insensiblemente el infame materialismo en
los espíritus- y en las costumbres , de don
de ha pasado á las leyes , á la administra
cion y al gobierno. Indiyiduos alucinados
con falsas doctrinas han corrompido el es
tado, y éste á su vez á todos los indivi
duos; porque ¿ cuál es el pueblo cuya fé E

pueda resistir á leyes ateas y á la influen


cia continua deun gobierno para quien
toda creencia es indiferente ? Cuando se le
vé pagar y proteger igualmente cultos en
87
teramente opuestos, ¿qué se quiere que
pienee la multitud que siempre se deja
arrastrar del egemplo? Incierta de lo que
debe creer , sacude de sí la incómoda prác
tica de los deberes religiosos; desierta de
la Iglesia para pasar á lugares á donde le
arrastran sus pasiones , y privada de ins
truccion , de consejos y de regla de con
ducta , cae precipitadamente en una pro
funda ignorancia , y en costumbres bruta
les. Ya no se guarda el descanso en el dia
santo , y en esto no hace mas que imitar
al mismo gobierno. La última señal de la
comunion , que existe en los pueblos en
medio de tantos y tan diferentes cultos,
ha desaparecido ( i ). Entretanto la depra
vacion crece , los lazos de familia se aflo
3 ( 1 ) La oracion de la mañana y noche se
acostumbró siempre a bordo de los navios , y
en los egércitos de las naciones cristianas;
y en Francia, en que todo lo que toca al
servicio del estado participa del ateisino del
esiado , jainás se ha podido restablecer. De
suerte que el soldado , temiendo arrodillarse ,
delante de Dios en su caserna á presencia de
otros soldados , que comunmente no llevariar
á bien tal señal exterior de religion , está ex
puesto á perder insensiblemeate la fé , per
88
jan , ó mas bien ya no se conoce ni el ma
trimonio , ni la paternidad ; un hombre
tiene su hembra y sus hijuelos ; á esto está
reducido todo , y aun comunmente no se
sabe á quien pertenecen ( 1 ). Los vicios se
propagan , y aun se hace vanidad de ellos
á la vista de todos. Ellos rodean al niño
desde la cuna , y, su espantosa desnudez no
inspira horror ni admiracion. Al sentido
moral, casi apagado , sucede una especie
de movimiento ciego que arrastra estúpi
damente á seres degradados ácia todo lo
que promete algun placer á sus groseros
apetitos; y alguna vez se desenvuelve en
ellos un instinto feroz ; tienen sed .de san
gre , y espantan al mundo con delitos
nunca oidos.
diendo el hábito de los actos de piedad que
ella manda y la conservan : y al volver á sú
choza llevará á ella con la incredulidad las
costumbres que engendra. Así es como el
mal nace del mal , y la corrupcion del go
bierno va cundiendo por diferentes modos
hasta las últimas clases del pueblo.
( 1 ) Los que conozcan cierta clase , des
graciadamente demasiado numerosa ,' de la
poblacion de París dirán si está exagerade
este cuadro .
89
11 ¿ Qué diremos de semejante socie
dad , de sus doctrinas y leyes ? ¿ Qué do
unos hombres que poseidos de no sé que
especie de vértigo precipitan á los pue
blos en este abismo , y de aquellos aun
mas criminales, que por debilidad ó por
interés se hacen apologistas, sostenes y
agentes de tan execrable desórden ? ¿ Qué
diremos; vuelvo á decir ? Nada , sino las
palabras del Espíritusanto : ¡ Desgraciados
de vosotros los corrompidos de corazon,
que porque no creeis en Dios , Dios no os
protegerá (1)! Desgraciados de vosotros los
que estableceis leyes impías y escribís la
injusticia ( 2)! Desgraciada de la nacion pe
cadora, del pueblo cargado de iniquida
des , raza perversa , hijos del crímen , que
ban abandonado al Señor ; blasfemaron del
Santo de Israel , y se retiraron de él (3 )!
¡ Desgraciados de los profetas insensatos
que siguen su espíritu y nada ven (4)!
¡Desgraciados de vosotros, que llamais al
mal bien , y al bien mal ; tinieblas á la luz,
(1 ) Eclesiast . 2. 15 .
( 2) Isai . X. 1 .
( 3) Ezec. 13. 3.
(4) Isai. ¥. 20 y 21.
90
y á la luz tinieblas! ¡Desgraciados los que
sois sabios á vuestros ojos , y alabais vues
tra prudencia (1)! ¡Desgraciados los que
teneis un corazon doble , labios criminales,
manchadas las manos , y andais por dos
caminos en la tierra ! ¿ qué harán cuando
Dios se ponga á mirarlos (2) ? ¡ Desgracia
dos de ellos, porque llega el dia , y se
acerca el tiempo de la visita !
I2 Aun no hemos manifestado mas
que una parte de la inkuencia que tiene
el estado sobre la sociedad doméstica para
corromperla . El medio mas poderoso , y
de que el genio del mal ha sacado mejor
partido para extender el reino del ateis
mo, es sin duda la educacion pública. Era
máxima universalmente recibida antes de
la revolucion que en las naciones cristia
nas pertenecía la educacion a los que Je
sucristo dijo : Id y enseñad. Los concie
lios provinciales, dice el Señor Obispo de
Amiens , las ordenanzas sinodales, los edics 1

tos de los Reyes , los decretos del Consejo


de Estado y de los Parlamentos , los dos
( 1 ) Eccles. 2. 14 y 15 .
(2) Jerem. 27.
'92
poderes del sacerdócio y del imperio re
conocieron solemnemente que la educa
cion de la infancia era derecho exclusivo
del episcopado ( 1 ). Destruido el órden
antiguo , se dieron priesa á establecer el
principio contrario para asegurar el triun
fo de la impiedad y anarquía. No habia ya
Obispos en Francia , pero habia padres , y
se les despojó de la autoridad que Dios les
dió sobre sus hijos. ¿ Y se la han restitui
do ? lejos de esto , se ha sancionado la usur
pacion del poder paternal. Escuchemos á
M. Corbiere .
13 „ La instruccion pública es entre
nosotros una institucion política , y no es
esto nuevo. Los tiempos han ido variando
sucesivamente los establecimientos y las
formas de la instruccion , aunque el prin
cipio siempre es el mismo (2). Admira
(1 ) Pastoral del Señor Obispo de Amiens
de 20 de Agosto de 1823 , hablando del es
tablecimiento de una casa de hermanos des.
tinada a la educacion de los niños del cam
po , pag. 11 .
( 2) Disc. en la cámara de lospares , ses.
del lunes 21 de Junio de 1824. Monitor de
25 de Junio de 1824.
ciertamente en boca de un abogado , que
debiera tener á lo menos alguna idea de
nuestra legislacion , una asercion tan posi
tiva. Suba solamente hasta Luis XIV , y
verá que nadie dudaba entonces de este
principio, que siempre es el mismo.” „ Es
manifiesto , decia en 23 de Enero de 1680
el Consejo de Estado ; es manifiesto que
á sola la Iglesia pertenece el conoci
miento de las escuelas. Este uso se ha se
.

guido siempre en Francia ; y hasta los ju 1

risconsultos dicen que las escuelas estan


sugetas á los eclesiásticos.”
14 Y pues el ministro lo ignora , bue
no es enseñarle que la doctrina que tanto
le agrada , y cuya antigüedad le parece tan #

venerable , es hija de la convencion , que, 1

violando todos los derechos , fué la prime


ra que se ensayó en hacer de la educacion 1

unainstitucionpolitica: proyecto dignode


sus inventores , y que es necesario valor
por esta razon para adoptarle. Pero si el
ministro quiere saber que mejor autoridad
se puede alegar despues de la suya en fa
vor de la máxima que con tanto arrojo
quiere sostener , le diremos que la de
Danton . Este profundo publicista se explie
93
.caba así en 1793. „ Es ya tiempo de esta
blecer el gran principio de que los niños
pertenecen á la república antes que á sus
padres.” Están ciertamente conformes.
Tambien M. Lainé , cuya imaginacion viva
conoce la Francia , dá á entender que se
lisongeó no poco de ver justificada su ad
ministracion con estos dos votos. Su senci
llez se manifiesta bien en estas palabras
que dirigió a la cámara de los pares : „ Di
» cha es por cierto oir decir que la ins
» truccion pública de los hombres es una
» institucion política que deben arreglar
» las leyes. Esto pudo reanimar nuestras
Þesperanzas y justos deseos , porque aun
» que en la instruccion de las mugeres no
» haya igual interés político , no deja por
»eso de tenerle ( 1).”
15 Aprovechándose de esta última
idea , que dobla el dominio de la política, el
Marques de Lally-Tolendal esplicó el justo
deseo de que la Cámara tratase de formar
prontamente ciudadanas; y en verdad que
la cosa es tan facil y tan sencilla , que si
no tenemos luego el gusto de ver el des
( 1 ) Monitor de 13 de Julio de 1824 ; ses.
de la cámara de los pares de 10 de Julio.
8
94
arrollo tan deseado de nuestras institucio
nes constitucionales , será sin duda por
mala voluntad del gobierno. No se trata
sino de que las niñas aprendan á leer en la
carta , a la que el noble Par pone en se
gundo lugar en la Biblioteca de la infan
cia , sin decirnos para que obra reserva el
primero , aunque manifiesta mucho empe
ño en que se ponga en manos de los jóve
nes , cuando se hayan familiarizado lo bas
tante con las leyes fundamentales y orgáni
cas , la Defensa de las cuatro proposiciones
de 1682 por Bosuet ( 1 ). Acaso creerán
los espíritus ligeros que esta es lectura
muy grave , y en efecto , parece muy séria
para las niñas , y aun para los muchachos;
pero tambien la Francia podrá lisongearse
de tener ciudadanas , como nunca las tuvo,

( 1 ) Deseaba el noble Par con ardor que


este egempio (el de un magistrado ingles que
enseñaba a leer á su hijo en la gran carta ) Q

se imitase por nuestras maestras , y que las


niñas encontrasen en su primer libro, sino
en primer lugar , en el segundo , las leyes
fuudainentales y la carta Real , obra de la
sabiduría , y bondad conservadora de nues
tro a.nado Soberano. Quisiera que mas tarde
95
у Jay mugeres mas fuertes de Europa , sa
bias en teología y política galicanas.
16 ". No es fuera de propósito recordar
estas extravagancias , porque manifiestan
mejor que cuanto pudiera decirse lo que
es la razon pública en los pueblos que ab
juran el cristianismo. Caen en una especie
de imbecilidad risible y espantosa , y por
primer castigo pierden el sentido.
17 Tiempo ha que nos quejamos de
la educacion que se dá en Francia á la ju
ventud , y es precisamente desde que se
ha hecho de ella una institucion politica.
La educacion es necesariamente lo que es
el estado ; sus doctrinas reinan en los cole
gios como en la sociedad , sea cual fuese
la enseñanza particular de tal ó tal maes
tro. No hay poder en lo humano capaz de

se pusiesen en sus manos las obras de Boguets


'doctor eterno de la iglesia galicana , y no
teme aquí el noble Par que se le acuse de
que confunde las lecturas de ambos sexos,
Vasallas y ciudadanas , esposas y madres de
familia , la instruccion de las mugeres , su
educacion importan hoy dia á la sociedad
mas que nunca. Monitor de 14 de Julio
de 1824 .
96
hacer que una institucion política se opon
ga en sí ó en sus efectos al principio de
que dimana , y que haya fé en las escuelas
establecidas y dirigidas por un gobierno
que profesa el indiferentismo absoluto en
1
materia de religion . De aquí nace esa es
pecie de duda contagiosa , y esa impiedad
fria y terca que se observa con horror en
la mayor parte de los establecimientos pú
blicos de educacion . Menos temibles son
aun para lo por venir los desórdenes en
las costumbres, a pesar de haber llegado á
un extremo que jamás se conoció ; porque
puede corregirse de los vicios , pero raras
veces se convierte nadie de una increduli
dad anticipada. Hemos citado hechos ter
ribles, y volvemos á asegurar de nuevo en
verdad ; y ¿ cuántos otros no pudiéramos
citar ? Dicen algunos que debieran callarse
tales hechos , pero no , no : cuando se trata
de advertir a los padres los riesgos á que
sin saberlo pueden exponer lo que mas
aman , y cuando se trata de la salvacion
de las almas, el callar es un crímen , y
aun mayor el disimular.
18
La religion no se .manda , sino se
inspira. El egemplo general, el espíritu de
las instituciones , el influjo de las leyes es
97
lo que hace su fuerza y la conserva. Por
esta razon nuestras escuelas públicas , fue
ra de algunas excepciones , no pueden de
jar de ser escuelas de impiedad , y por con
siguiente de malas costumbres. Al colocar
en un colegio al lado de una capilla cató
lica un templo calvinista , ¿ qué efecto debe
causar esta union en la fé de los discípu
los ? Protestante y católico se burlarán mu
tuamente de su culto , y no verán en la
religion otra cosa que un sueño absurdo,
ó lo mas una costumbre indiferente. Y no
se crea que se remedian los inconvenientes
de semejante sistema de educacion ponien
do á su frente á un Obispo , porque el
único resultado de tan chocante medida es
engañar algunas familias, perder algunos
niños mas, aumentar los peligros del mal,
cubriéndolos con un velo sagrado , poner
el ateismo bajo la proteccion de la misma
religion , y quizá persuadir á los opreso
res de la Iglesia que no hay condescen
dencia que no se pueda exigir y esperar de
sus ministros.
19 Corromper pues la infancia es cor
romper el porvenir entoro , es llamar los
castigos y provocar la ruina; porque ¿ cual
es el pueblo que pueda subsistir cuando
98
el fundamento de sus deberes es descono
cido del gobierno y trastornado en la so
ciedad doméstica ? Se acerca el dia en que
estas verdades eternas , como Dios , dejarán
de ser obgeto de duda y de un sarcasmo
insensato. Cuando la justicia , que nunca
muere , las haya escrito con su mano in 1

exorable en caracteres de sangre sobre una


tierra desolada, entonces se comprenderá
que el mundo está sugeto á otras leyes que
las inventadas por la razon del siglo diez
y nueve. No pasarán muchas generaciones,
antes que los hombres reciban esta terri TE
ble у última leccion . Hasta entonces serán 1

vanas todas las advertencias ; pero no por


esto dejan de entrar en los planes de la
Providencia para alumbrar á los que es
tán dotados de un corazon recto , y para
justificar la severidad de sus juicios para 1
con los demás. 1
99
CAPITULO CUARTO.

'La religion en Francia


Francia es á los
ojos de la ley una cosa que se ad
ministra .

I Todo se enlaza y encadena de tal


modo en las sociedades humanas , como en
el universo , que no es posible tratar una
cuestion de alguna importancia sin revol
ver otras muchas , sobre todo , cuando la
falta de máximas establecidas, y general
mente reconocidas , obliga a ilustrar y pro
bar hasta las verdades mas simples. Ahora
principalmente que no hay cosa sobre que
no se dude (a ); ahora , que en lugar de la
razon pública, casi enteramente apagada,
ya no existen sino opiniones, tan opuestas
(a) Estas habilidades de hacer dudar de
todo son propias de los señores pirronismo,
masonismo y jansenismo , únicas deidades que
reconoce , y á que ofrece sus inciensos el po
der invisible , de que se habla en el primer
prólogo. Ellos harán creer á los incautos que
la noche es dia , y el dia noche ; que lo amar
go es dulce , y dulce lo amargo. Un egem
100
entre sí , y tan distintas como las quimeras
que pueden ofrecerse á los espíritus aban
donados á sí mismos sin freno alguno , no
debe suponerse como admitido ningun
principio ni hecho , sino procurar desde

plo nos hará conocer esta verdad. A excep


cion de un corto número de españoles que
en las revoluciones pasadas se han manteni
do neutrales , todos los demás han descubier
to sus pechos blancos ó negros. Los unos se
armaron como pudieron en defensa del Tro
no y del Altar, y no dejaron títere con ca
beza ; Otros enristraron sus plumas , que eran
la única arma que podian manejar, y defen
dieron tan sagrados obgetos , sin que basta
sen á hacerlos callar ni las ainenazas , ni los
insultos , ni los puñales. Los de la banda
contraria resucitaron las doctrinas de los
falsos filósofos , destructoras de todo lo bue
no , y atacaron de firine los tronos y la reli
gion . Dios salvó al Rey , sacándole primero
del cautiverio de Valencey , y despues del
de Cádiz ; y parecía que esto bastaba para
que sus defensores quedasen victoriosos, cuan .
do he aquí que se presenta el pirronisino, y
propone la cuestion de si los realistas son
amantes del Rey. ¡ Cómo ! dicen los masones
y jansenistas , esas tenemos ! Pues , señor,
nosotros diremos que los realistas son faccio
sos , asesinos y enemigos del Rey, que tienen
IOI
luego , hablando con los hombres , formar 1

se con ellos una razon comun si se quiere


que á uno le entiendan . Nº es esta peque
ña dificultad , y aun cuando se logre ven
cerla , falta todavía mucho para persuadir

juntas con el título de la ancora , y que se


proponen la friolera de destronar á nuestro
amado Fernando , y basta que ellos lo digan.
Corriente , dijo el poder invisible, et ita fac
tum est. Pero , señor duende invisible , oiga
V. dos palabras. ¿Cómo es posible sostener
que son enemigos del Rey los que por su amor
se dejan degollar, sufren la expatriacion , las
prisiones , y todas las privaciones de la vida?
¿Cómo hacer creer que aman al Rey los que
le han insultado , quitádole la libertad y la
corona ? Nada oigo , dice el invisible ; en
mis dominios está prohibido todo discurso.
Pero , señor , oiga V. , que quien le habla no
es ningun escribano que viene á notificarle
algun entredicho. No oigo , no oigo , res
pondió ; yo no admito reflexiones. Princi
pios , principios , y nada de consecuencias,
que así lo acordaron nuestros patriarcas
Weishaupt y Cordocet. Pues si no es lícito
reflexionar , quédese V. con Dios , digo con
el diablo , señor duende. De esta manera so
propagan los errores , y á vuelta de algunos
años pasarán por verdades como han pasado
otros. ( Tr .)
102

y convencer. En medio de la anarquía de


creencias jamás los hombres hablaron con
mas decision , de suerte que el carácter del
presente siglo es el dogmatismo individual
y el excepticismo social.
2 De esta disposicion , señal infalible
de un profundo desórden y de una debili
dad extrema, resulta , es preciso decirlo ,
una especie de idiotismo público cual no
se encuentra en los siglos pasados. De aquí
nace esa estraña facilidad con que nos de
jamos engañar de las palabras, llamando
libertad a la esclavitud , y á la persecucion
tolerancia , de suerte que los hombres for
mados por la civilizacion filosófica no se
creen libres sino entre cadenas , y se ima
ginan de buena fé que protegen oprimien
do. En todas partes se vé esta ilusion , y se
propaga con tal rapidez que cada dia es 1
mas dificil encontrar con uno que esté
exento de ella. Por esta razon , queriendo
tratar de la religion en sus relaciones con
el orden político y civil , nos hemos visto
obligados , para que nos entiendan , á exa
minar lo que son en Francia actualmente
uno y otro. Mucho nos ayudará á com
prender las consecuencias , que no tarda
remos en presentar , un corto resúmen de
103
reflexiones que ha sido necesario manifesa
tar sobre objeto tan importante .
3 Cualquiera que sea capaz de juntar
dos ideas vé claro que , en lugar de una
monarquía cristiana que la revolucion que
agita á la Europa quisiera hacer desapare
cer hasta sus menores señales, tenemos un
gobierno democrático por esencia ; pero
que por su origen y circunstancias de su
formacion tiene un carácter particular. Nos
engañaríamos en efecto si quisiésemos com
pararle con ciertas democrácias que causas
naturales han fundado en medio de la cris :
tiandad , y que pudieran llamarse legiti
mas. No eran , es verdad , sino comunida
des independientes en que cada uno tenía
y conservaba iguales derechos : una reu
nion de familias unidas por unos mismos
intereses, y que por reglas de convencion
administraban en comun los negocios pú
blicos. La razon concibe bien semejante
forma de gobierno en un estado peque
ño en que reinan costumbres sencillas, y
mantenidas por una fé igualmente sen
cilla .
4 Pero la democracia de nuestros tiem
pos, diferente en sus principios , descansa
sobre el dogma ateo de la soberanía pri
104
mitiva y absoluta del pueblo. Nuestras
instituciones , consideradas en sí mismas , y
sobre las que nuestros charlatanes pueden
inventar frases y levantar sistemas hasta el
fin del mundo , son evidentemente conse
cuencias de este infernal dogma. Reina en
los espíritus, es el alma de la sociedad , Y
el resultado verdadero , aunque no se ad
vierte , de opiniones al parecer las mas con
1
trarias. Combinado con las ideas mezqui
nas y materiales de la política moderna y
la corrupcion moral que engendran , pro
duce en las leyes una anarquía espantosa ,
y en la administracion un despotismo que
jamás se conoció otro tan funesto у humi
Ílante . A vista de este suplicio , porque
realmente lo es , no parece sino que hay
crímenes, por los que la Justicia Divina
castiga á los pueblos sepultándolos en el
eieno.
5 No es pues la revolucion , que se
ha confundido, y quiérese aun confundir
con una horrible circunstancia de la mis
ma revolucion , otra cosa mas que el tras
torno de las doctrinas que fueron desde el
origen del mundo el fundamento de las
sociedades humanas . Y aun es menos co
nocida
por sus atrocidades y violencias que
105
por su ódio meditado al cristianismo, que
en todas partes se le presenta como el úni
co obstáculo que retarda su completa vic
toria. Esta es la razon de no cesar de per
seguirla : unas veces , dando gritos de rá
bia , la arrastra á los cadalsos , otras la
destierra de la sociedad pública , armando
contra ella con todas las formalidades de
respeto el furor de los hombres sanguina
rios, la vil astucia de los letrados , las
pasiones de la fogosa juventud , la fria
corrupcion de cierta clase de hombres que
se venden , y la ignorancia del populacho,
y hasta la misma imbecilidad dealgunas
buenas gentes , que se creen , y son real
mente religiosas, y que imperturbables en
su necia confianza en los malvados que se
burlan de su incurable inocencia , se iina
ginan que hacen un milagro y salvan la
religion cuando pronuncian contra ella un
decreto de muerte .
6 A favor de estos medios ha logrado
la revolucion excluir á Dios del estado , y
á establecer el ateismo en el orden políti
co y civil , de donde ha pasado á las fami
lias. La educacion le introduce en ellas, y
se propaga por el egemplo y la influencia
secreta y poderosa con que manda á los
106
hombres el espíritu de la sociedad en que
viven .
7 Pero en este caso ¿ qué es la religion
para el gobierno ? ¿ Y qué debe ser á sus
ojos el cristianismo? Triste es decirlo : una
institucion fundamentalmente contraria á
las suyas , á sus principios y máximas , un
enemigo, sean cuales fuesen los sentimien
tos personales de los hombres que man
dan. El estado tiene sus doctrinas , de que
constantemente saca sus consecuencias en
todos sus actos de legislacion y adminis
tracion . La religion tiene las suyas , esen '

cialmente opuestas á aquellas , de que tam


bien saca consecuencias en la enseñanza de
los deberes , de la fé , y en el egercicio del
ministerio pastoral. Hay pues una guerra
continua , pero que no podrá durar mu
cho , entre el estado y la religion ; y será
preciso que ó el estado se haga cristiano,
ó que extinga el cristianismo. Proyecto tan
insensato como execrable , y que solo in
tentarlo arrastraría la disolucion entera ý
final de la sociedad .
8 Ya vacila por todas partes, ya su
vida se va debilitando manifiestamente al
paso que se separa de la religion : y esta
espantosa separacion , que en vano nos em
107
peñaríamos en no verla , se aumenta de
año en año. En la imposibilidad actual de
pronunciar su abolicion legal se combate
su influencia , se restringe su accion , y se
la acostumbra á la esclavitud , para hacer
de ella , si es posible , desnaturalizándola,
un instrumento docil del poder. Se teme,
y con razon , entrar abiertamente en una
lucha en que la Iglesia , que no puede ser
sojuzgada, sacaría nuevas fuerzas y aceros.
Por no usar de la violencia emplean la as
tucia y la seduccion ; y únicamente buscan
el modo de acostumbrarla á la esclavitud,
lisongeándola , é intimidándola al mismo
1
tiempo. Quisiera , sí , no formar con ella
una alianza santa para que el orden y la
verdad triunfen , sino que ella misma se
refandiese en el estado tal cual es , reniun
ciando á sus creencias , y á su propio go
bierno , y á sus propias leyes; es decir,
destruyéndose á sí misma, como ha suce
dido en donde ha llegado a romperse la
' unidad católica. No disimulan en esta par-,
te los revolucionarios sus deseos, y yo
alabo su franqueža, porque á lo menos
sabe'uno á que atenerse en punto a sus
designios. El gobierno se dirige al mismo
obgeto , fingiendo combatirlos, como se ha
108
visto , ' y tendremos demasiadas ocasiones
de probarlo. Hipócrita en su lenguage pa
ra engañar á los sencillos , se niega obsti
nadamente a las reformas y mejoras nece
sarias, y á todo lo que contradiga el gran
principio del ateismo legal ; y no se ve en
él un acto que no tenga , sino por fin , á
lo menos por efecto , propagar la funesta
opinion de la indiferencia absoluta de re
ligiones, que es una de las máximas fun
damentales de nuestra derecho público.
9 En las cámaras la defienden ya co
mo un principio de la civilizacion moder
na , y de no sé que fraternidad universal
politica y religiosa, cuyo centro se dice es
París, cuyos lazos son los placeres, y que
para felicidad del género humano debe
unir para siempre , sin distincion de creen
cias , á todos los pueblos en la ópera. Los
que así hablan delante de una asamblea,
que si no es respetuosa debe serlo , pu
dieran traer a la memoria que tambien
Roma tuvo su civilizacion parecida á esta,
y que de todos los puntos del mundo cor
rian á sus espectáculos; que en ella fore
cieron las ciencias y las artes , y que una
filosofía dulce y voluptuosa reinaba con
una extremada cortesanía en su trato .
109
¿ Pero fue por esto mas feliz el imperio?
preguntadlo á la liistoria, y os dirá que la
felicidad de aquellos tiempos comenzó con
los triunviros y acabó en Nerón . - .
10, Tanto hemos bajado ya , que no es
posible bajar mas. Una nacion puede cor
romperse , y aun perecer por exceso de
corrupcion. Esto, lo hemos visto , pero es
un fenómeno nuevo , en el mundo , y sin
egemplo, el que un pueblo deseche por
sistema de sus leyes todo principio espiri
tual , toda verdad religiosa , y por consi
guiente toda verdad -moral. Sin embargo ,
aun debemos admirarnos menos de esta
prodigiosa degradacion que del orgullo
que inspira á ciertos seres , que solo me
recen el nombre de hombres porque con
servan la figura y lenguage de tales. "...
11 No dejarán de resonar en la tribu
na bellas palabras en medio de este decai
miento general de la conciencia y de la
razon ; serán correspondidas las frases cor
teses , y hasta el Trono y el Altar saldrán
regularmente á ’adornar las piadosas- aren
gas de algunos oradores, cuyo zelo mas
asustado al parecer por los errores de opi
pion que por la impiedad de las leyes,
combatirá los primeros por conviccion, y
a
IIO

votará los segundos por gusto y aficion (a ).


12 Habiendo llegado las cosas á este
punto , sería hacerse uno cómplice en dis
minuir el mal y escusar las viles condes
cendencias que nos pierden. Se debe de
cir la verdad toda entera á los que son
capaces de oirla; y sola la compasion á
los que no la quieren oir. Digámosla pues
sin rebozo. Si en esta contradiccion , de
masiado comun por nuestra desgracia , en
tre los discursos y la conducta se pro

(a) Tratándose en las cortes de Cádiz


del restablecimiento ó extincion de la Inqui.
sicion dijo un diputado de Extremadura G.
que sus padres no le habian criado para di
putado de cortes , y que por consiguiente ,
no teniendo todas las noticias y luces necesarias
para dar su dictámen sobre negocio tan gra
ve , pedia que se dilatase la discusion . Pero
sus compañeros , que mas que de la cues.
tion , se ocupaban en contar los llamados
serviles que iban saliendo del salón , crcidos
de que la insinuacion de G. sobraba para
dilatar la discusion ; cuando vieron que ellos
eran mas en número se levantaron gritando
que se dote , que se vote ; así se acordó, y G.
fué el primero que votó su extincion. Tiene
razon M. La Mennais. ( Tr .)
III
cede de buena fé , es una locura , y sino
un crímen .
13 Dos cosas nos pierden actualmente;
la una es la inclinacion que tenemos á pa
liar y justificar los actos mas deplorables
por la presuncion de los motivos que nos
bacen obrar : Fulano , se dice , es hombre
de buena intencion ; y con ella , si no se le
pide mas , puede con seguridad obrar mal.
Y este mal, por grande que sea , deja de
inspirar un justo y saludable horror, por
que no es inas que una debilidad , un ca
pricho , y de este modo se va apagando
poco a poco en las almas el sentimiento
del orden y el amor al cumplimiento de
los deberes.
14 Si esta disposicion á escusarlo todo
en favor de un partido, de una sociedad,
ó de una opinion , deprava insensiblemen
te la conciencia , acaba de perder y extra
viar el espíritu la peligrosa manía de que
rer buscar en lo pasado analogías quimé
ricas con lo presente. Lo que hoy pasa en
nada se parece á lo que ya pasó , y creer
Jo contrario es el origen de una multitud
de errores , que á fuerza de repetirse se
miran como verdades establecidas. ¿ Con
qué seriedad y confianza no se dice hoy en
II2
Francia que nuestras instituciones sou del
tiempo de Carlo Magno y Meroveo, qué
las cámaras son las asambleas del campo
de Mayo , y sus códigos una nueva edi
cion , revista y corregida de los capitula
res ? Todos los dias se oyen semejantes 'ne
cedades ; y á las ficciones políticas , que
son ya demasiado graves, se añaden las
ficciones históricas- para completar este
vasto sistema de ilusiones. No hay pueblo
cuya razon pueda 'resistir largo tiempo á
la influencia de tantas causas que incesan
temente se dirigen á turbarla y destruirla .
La misma confusion de ideas reina en
parte en la jurisprudencia , como se verá;
y si nos paramos á considerar la adminis :
tracion , ¿ qué es sino un caos de máxiiņas
y reglas sacadas de todos los gobiernos,
modificadas segun los caprichos del mo:
mento , aplicadas segun los intereses , vioi
ladas segun las pasiones, y que mireplaš
por donde quiera, nada tienen de estable
sino el despotismo , ni de inmutable sino
es la opresion ?
. 15 El materialismo infame lo ha in
vadido todo. En la sociedad solo se vé
tierra , brazos y dinero , en la ley, la res
lacion entre bolas blancas- y negras , en la
113.
justici a,' prescripciónes variables de una
Jey sorda y ciega; en el mayor n
críme un
hecho sencillo c, uya idea debe' unirse para
la seguridad comun con la del verdugo.
16 finalmente , el estado no conoce
á Dios, ni sus mandamientos ," ni la ver
dad , ni los deberes , ni nada de cuanto
pertenece al órden moral; y,aun se gloría
de su indiferencia en materia de dogmas,
y aun de ignorarlos. A sus ojos no hay po
der superior al que le gobierna ; jamás se
cleva sobre el hombre , y llama indepen
dencia a la sumision servil á sus caprichos.
Todo es bueno para el estado con talque
sę niegue una autoridad soberana de don
de émanan las demás (1), y no se obedez
ca al 'supremo Legislador , cuyo nombre
desprecia, y le es tan odioso 'el dirlo, que
le ha borrado de susleyes, á las queno
dá otro principio que la fuerza, ni otra
sancion que la muerte.
12 Resulta de tan espantosa apostasía
política que la religion , siempre amenaza
da de ser proscripta por la contradiccion
absoluta de su espíritu y doctrina con las
:
1

( 1 ) Non est enim potestas nisi à Deo. Ep.


ad Rom . XIII. 1 .
114
máximas del estado , es como un estableci
miento público concedido á la obstinacion
de las preocupaciones de algunos millones
de france ses. Por ellos se la tolera , como
se protegen por atencion a otros los espec
táculos. En el plan de hacienda figura lo
mismo que las bellas artes , los teatros y
los picaderos. Depende del gobierno , que
Ja tiene asalariada ; se arreglan sus gastos,
se determina el modo de pagarlos, se nom
bran los empleos , y esto es todo lo que
bay. Una iglesia es como cualquiera otro
edificio que hay que construir ó reparar ,
como la cárcel ó la lonja ; sin que haya di
ferencia alguna entre el santuario en que
habita el Santo de los Santos y un templo
protestante , y una sinagoga , ó una mez
quita, si á alguno le ocurre levantarla,
Obispos , consistorios, sacerdotes , minis
tros, rabinos, todo es igual a los ojos de
la ley; y aun diríamos que á los de los
gobernadores, si el clero católico no fuera
para ellos obgeto de una desconfianza parę
ticular , y de una aversion que raras veces
se acnerdan de disimular .
18 Así
que , la religion , que puesta á
la cabeza de la sociedad debiera penetrar
la toda , se cuenta entre las cosas que me
115
nos interesan , ó no interesan sino por re
laciones materiales. Se la sufre , porque es
peligroso abolicla de un golpe ; se la envi
lece, se coarta su accion , y se estrecha
cuanto es posible el círculo de su influen
cia , sin perder ocasion de disputarle sus
divinos derechos: se hacen los esfuerzos
posibles por hacerla odiosa y despreciable
al pueblo , esperando librarse por estos
medios de ella росо á poco y sin ruido ; ó
lo que sería lo mismo, sugetar á sus mi
nistros en lo que toca á sus funciones es
pirituales á la potestad civil , árbitra en la
İglesia como lo es por derecho en el estado.
19 Cuidado con que no debemos tran
quilízarnos confiados en los obstáculos que
se encontrarían en la egecucion de seine
jante plan , porque no hay mal que en el
dia se deba mirar como imposible , porque
hay gentes dispuestas a hacer todo , y á
justificarlo todo. No hay que disimularlo;
en nuestros tiempos ha aparecido una nue
va raza de hombres , raza detestable y mal
dita para siempre en cuanto toca al géne
ro humano ; hombres de lodo , los mas vi
les de los hombres si exceptuamos á los
que los pagan : hombres que solo tienen
razon para prostituirla á los intereses de
116
aquellos de quienes dependen ; conciencia
para violentarla, y alma para venderla:
hombres inferiores á cuanto puede uno
figurarse, y que despues de haber cansado
la indignacion fatigan al mismo desprecio.
Volvemosa repetir que lo que se
20

prepara con una actividad infatigable es


la destruccion del cristianismo en Francia,
y el establecimiento de una iglesia nacio
nal sometida enteramente al gobierno: esto
és el término á donde nos conducirá infa
liblemente el sistema seguido hasta aquí,
el fin que se propone la revolucion . Lo
conseguirá? el tiempo nos lo dirá.

#
Ν Ο Τ Α.

El Abate La Mennais, ha publicado


poco ha la segunda parte , que el traduc
tor tiene ya en su poder, y procurará dar
la á luz a la mayor brevedad posible. ...

:: ‫نہ ہونه‬
LA RELIGION
CONSIDERADA EN SUS RELACIONES

CON

EL ORDEN POLITICO Y CIVIT,


POR

EL ABATE F. DE LA MENN ATS ,

SEGUNDA PARTE .

CON LICENCIA .

VALLADOLID , IMPRENTA DE APARICIO.


1826.
K.

T!
LA RELIGION
CONSIDERADA EN SUS RELACIONES,

CON

EL ORDEN POLITICO Y CIVIL.

CAPITULO QUINTO,
Consecuencias de lo dicho con respecto
al gobierno de la Iglesia y å las rem
laciones de los Obispos con el Papa,
centro y vinculo de la unidad
católica,

I la
audacia de los anarquistas que siempre va
en aumento , las máximas que sostienen,
los proyectos que propalan y las esperan
zas que abiertamente manifiestan , deben
persuadir a los que hace algunos meses
creian exagerados nuestros temores , que
jamás ha estado mas amenazado ni en ma
yor riesgo el orden social. Vendida ó akan
donada la verdad , apenas hay quien la
4
defienda: el error triunfa casi sin oposi
cion ; no se oye mas que su voz ni se sien
te mas que su accion ; asombra á los que
no rinde , y penetrando poco a poco en sus
espíritus los arrojará bien pronto á resolu
ciones violentas. Las gentes buenas, con
tentándose con algunos cortos instantes de
sueño , procuran cerrar los ojos por no ver
la crisis que se prepara ; no osan temerla
recelosas de verse precisadas á hacer un
esfuerzo para prevenirla , ó si no logran
tranquilizarse enteramente , se sepultan en
su misma cobardía como en el asilo mas
seguro : ſtan nula es para ellos la esperiencia!
2. Es tambien cierto que es pedir de
masiado y mas de lo que se debe esperar
de los hombres que dirijan sus miras mas
allá de lo presente; que descubran con su
pensamiento el gérmen de lo por venir у
adivinen lo que sucederá por lo que suce
de. Ignoran por lo comun como se forman
las revoluciones políticas, y sobre todo las
religiosas; por que son muy pocos los que
saben apreciar el poder del espíritu de
las instituciones y la naturaleza de las
doctrinas
de y preveer' sus efectos ; á pesar
que nada que sea de alguna considera
5
cion suçede ni se establece , ni se destruye
en el mundo sino por su influjo. Siempre
viene de arriba el impulso de los acon
tecimientos que conmveven la sociedad
entera , y lo que el brazo del hombre abate
ya el pensamiento lo tenia trastornado.
3. Obligado como se ha visto el Esta
do en Francia á sufrir todas las consecuen
cias del principio democrático sancionado
por las leyes , no ofrece mas que una vasta
agregacion de individuos sin lazo alguno;
al paso que para mantener bajo el nom
bre de libertad la democracia de opiniones,
še proclama sin limitacion alguna el prin
cipio del juicio privado igualmente des
tructivo de todo yínculo en el orden es
piritual.
4. Conviene considerar esto mucho
mas que las objeciones envejecidas y fasti
diosamente repetidas de la filosofía contra
el cristianismo, para comprehender el ori
gen de esta violenta oposicion y ódio des
enfrenado contra la religion católica. Fun
dada sobre la autoridad proscribe á un
mismo tiempo la soberanía política del
pueblo y la soberanía de la razon , que no
es otracosa que la independencia absolu
6
ta del Ser supremo. El deseo de esta in
dependencia, o de la extincion total de la
sociedad humana, atormenta á una' turba
de insensatos , y es por su misma confesion
el blanco constante de todos sus esfuerzos.
Espanta decirlo , Dios y el hombre se pre
sentan y se trata de saber por quién que
dará el imperio . A

5 Los gobiernos por otra parte empe


ña los en el sistema de ateísmo legal , favo
table a la vez y por las mismas razones al
despotismo y á la democracia , miran con
desconfianza la única yerdadera Religion,
que por su misma esencia trata de arreglar
y moderar el egercicio del poder que ella
misma apoya; y no creyéndose jamás bas
tante seguros de ella , ó la persiguen abier 2

tamente , ó intentan debilitarla declarando


contra ella una guerra sorda acaso no me
nos peligrosa. Pero no nos engañemos, no
es lo que les inquieta su culto y su doc
trina ,que miran con la mayor indiferen
cia , si do que asi como el caracter de ley
que la Religion imprime á sus dogmas
ofende á los sectarios , que se irritansolo
por que se ataca la soberanía de la razon,
asi también la autoridad de la fé , irrecon
7
ciliable con la libertad absoluta de creen
cia que las leyes proclaman , excita los te
morés y aversion de los gobiernos, que
quisieran hacer de la Religion , base nece
saria del órden social, un ramo de la'ad
ministracion civil,
6. De aqui nace ese estado de violen
cia en que se esfuerzan por mantenerla,
ese peso de esclavitud que sin cesar 'agra
vansobre ella , esadecidida predileccion en
favor de las sectas, tanto mas dóciles cuan
to mas destițuidas de verdad ; de aqui las
calumnias, las injurias , los aullidos de rá
bia del partido revolucionario , sus, decla
maciones eternas contra el clero católico y
su cabeza ;de aquị ese amor álas liber
tades dela iglesia galicana que se ha apo
derado de ellos de repente , y que no son
mas que el ódioo áa lala
el ódi unidad ; de aquien
fin el execrable proyecto confesado por
unos y mal disimulado por otros, de pre
cipitar á la Francia en un cisma semejante
al del siglo Xyi.
7 El protestantismo se presta a todo
lo que se exige de él porque nada tiene
queconservar,nidogmásni disciplina; es
esclavo del poder temporal, por que“ no
&
teniendo sacerdocio ni aun ofrece los pri
meros elementos de una sociedad; su ca
racter constitutivo es no tener vínculo al
guno , di autoridad ni obediencia , ' ni mas
organizacion ni existencia pública que la
que le da el estado , y por consiguiente se
somete naturalmente al gobierno. Es ver
dad que estą depend ncia civil tiene su 2

origen en las mismas máximas que produ


çen Ja independencia politira , fecunda en
revoluciones, pero es propiedad de los go
jernos débiles temer mucho mas lo que
e trecha su poder que lo que Jos mata .
8.1. I a Iglesia católica , divina por su
institucion e independiente por su'natura
loza , subsiste,por sí misma; y con su gerar
quia: sus leyesy , şu soberanía enagenable
solumas fuerte de las sociedades como
es

19 prueba, su mismaduracion. Lazos que


mi elhombre ha formado ni puede romper
upen his partes de este gran ciuerpo, y
qued , entero por mas que se separen de
ella los individuos y aun los pneblos. Tai
fue la Jylesia en sus primeros dias y tal es
jecea yellahace
hoy, ni varia ni se anvepar diez y
la eterni
ocho siglos tin empezó paraeer
dad . Su
01900 des queo no es pos la tierra ni
9
gobernarla con cetro que el tiempo pueda
romper: mas alto es el imperio que la está
reservado. Su mision es conducir á los re
yes
do
y Di
á los pueblos porma los caminos por
nde osles ma nda rchar : ella ins
truye , reprende , aconseja y manda , no en
su nombre sino en el del supremo legisla
dor. Superior á todo cuanto pasa se enseño
réa de los establecimientos humanos que
toman de ella su fuerza siempre débil , y
una vida de corta duracion . ¿ Qué fuera sin
ella la Europa y el mundo todo ? Sin em
þargo los gobiernos que la deben su esta
bilidad la combaten ,por que ciego y em
briagado el hombre con el poder nosabe su
jetarse á la ley. ¿ Qué esfuerzos no ha hecho
el poder temporal por someter la Iglesia á
sus caprichos ? ¿ Qué género de ataque ha
dejado de emplear contra ella ? En otro tiem
po se demolian sus templos y sus sacerdo
tes eran conducidos al suplicio ; ahora se le
permite el ejercicio de su culto por que el
pueblo lo quiere , pero se intenta disolver
la como sociedad , y para lograrlo se res
tringe su disciplina, seponen trabàs á su go
bierno y se trastorna su gerarquía. Entremos
en elpormenor de esta nueya persecucion .
jo
9 La disciplina , salvaguardia de la fe
y fundamento del buen órden , sirve aun
para mantener en medio de un régimen y
de una legislacion uniforme los vínculos
esteriores de la unidad tan esencial á la
Iglesia , y forma de los pastores dispersa
dos por todo el mundo un solo cuerpo
cuyos miembros unidos con íntimas rela
ciones obran constantemente bajo la auto
ridad de un gefe soberano segun las reglas
comunes . De esta uniformidad , que es
tambien un caracter de verdad , depende
todo el vigor del gobierno espiritual y el
respeto de los pueblos á leyes que en todas
partes son las mismas sin embargo de al
gunos usos particulares, que previstos y
sancionados
dos por ellas no llegan á formar
verdaderas escepciones,
10 ¿Pero cómo se conservará este ad
mirable complexo y se establecerá con so
lidez el imperio de estas leyes sobre los
fieles y los pastores sin tribunales que su
ban por grados hasta el tribunal supremo?
Apenas queda en Francia rastro de esta
jurisdiccion gradual , siendo como es nula
de hecho y un nombre vano la de los
metropolitanos, de que se siguen diferen
cias interminables, y por falta de un juez
canónico escandalosas apelaciones á los tri
bunales seculares cuando ocurre algun cho
que de derechos entre un cura y su obis
po. Ninguna contestacion termina con re
gularidad , los espíritus inquietos y turbu
lentos cansan al tribunal y éste se hace
ó arbitrario ó incierto . Ya no hay reglas de
que no se pueda eximir , y en vez de re
conocer límites reales en una autoridad su
perior , no se ven sino límites ilegítimos en
la indocilidad de los subalternos : dos cau
bas de desórden que á la larga bastarán
para enervar y destruir enteramente la
disciplina.
II
No son menos funestas á la Iglesia
las dificultades que se oponen contra las
disposiciones expresas de los cánones á la
celebracion de los concilios provinciales y
nacionales, en cuyas santas asambleas ins
truyéndose los obispos de las necesidades
comunes de su respectiva grey , concerta
ban en union reglamentos sábios , se exci
taban á reformar abusos , se avisaban y
exhortaban unos á otros , se ocupaban de
los intereses generales de sus iglesias, ve
Laban eficazmente la defensa del sagrado
12
depósito de la verdad y se animaban á ha
cer todo género de bienes. Los concilios
daban á los actos del poder eclesiástico una
cierta solemnidad que les grangeaba el
mayor respeto ; prevenian los estravíos de
la autoridad episcopal ó los remediaban
alli mismo algunas veces por deposicion en
casos afortunadamente muy raros , pero
salvando siempre la apelacion al soberano
Pontifice , revestido esclusivamente de la
suprema jurisdiccion. Si la Iglesia tenia que
dirigir al poder civil quejas ó demandas,
sus reclamaciones tenian cierta importancia
y peso por que las presentaban al pie del
trono , no hombres aislados , si no todos los
pastores reunidos despues de un examen
maduro y sérias deliveraciones. Pero lo que
se teme y no se quiere es este concierto
que restituiría á la Religion su dignidad y,
una parte de su fuerza ; y para consumar
su esclavitud se la humilla ,se la degrada,
se relajan y rompen todos los resortes de su
divina policía.El despotismo administrati
vo
dad
, indiferente á la licencia de la impie
y ,anarquía ,de donde sale tarde o tem
prano la esclavitud , tiembla solo al pensar
que puede levantarse una voz libre en fa
vor del órden , y retirado en el fondo del
ateismo se forma en él un baluarte de to
dos los errores , y seguro de reinar por
ellos , dice como Joad , aunque en distinto
sentido : temo á Dios y no conozco otro
miedo.
12 .: Sepan con todo los obispos que no
hay ley que les impida reunirse segun las
ordenanzas de los cánones , y que les basta
el quererlo para entrar en posesion de este
derecho , ó hablando con mas exactitud,
para llenar este deber que los decretos de
la Iglesia les imponen. Es demasiado mani
fiesto el designio de debilitarlos aislándolos;
pero si consideran las consecuencias que
arrastraría una deplorable condescendencia
y reflexionan sobre lo pasado y miran y
atienden á lo por venir , acaso salvaría la
sociedad el egemplo que diesen los esfuer
zos de la fe ( 1). Lo que la pierde es que
( 1 ) En estos tiempos de prudencia y si
lencio en que se teme mas decir una verdad
que negarla , no será inútil recordar lo que
Fenelon escribía á un obispo. Esioy muy edi
ficado , Monseñor , de vuestro celo sincéro
contra las novedades y de vuestra cousiana
te persuasion en favor de la buena causa.
14
la autoridad que todo lo puede por su na
turaleza ha cesado de creer en sí misma,
y en lugar de vencer los obstáculos calcu
la los inconvenientes, transige en lugar de
mandar , de que resulta que lo que era un
derecho es á los ojos de los hombres una
pretension que primero se disputa y luego
se desprecia como un abuso . Bajar en el
poder es morir , y esto es cierto universal,
mente ; pero una política tímida y débil
es sobre todo funesta en la Religion , por
que á lo que es de Dios dá la apariencia
de una cosa humana. Dejad á los hombres
que combinen y pesen los destinos incier
tos de la tierra : la Iglesia tiene otros pen
samientos y otra prudencia , ella espera
Espero de ello grandes frutos.con tal que la
alagüeña voz del encantador que adorinece
con tanto riesgo á otras personas por otra
parte muy celosas , no resfrie vuestra vigi
lancia sobre los peligros de la doctrina santa.
Nada debilita tanto á los . pastores como una
timidez cohonestada con vanos pretextos de
paz , y una incertidumbre que hace doblar el
espíritu á todo viento de doctrina especiosa,
los manejos de una política mucho mas mun
ydana
que lo que ellos creen. = Obras de Fene
lon , tomo 12, pág. 375 , edic. de Versalles.
15
pero no cede. En épocas desgraciadas,
cuando movimientos extraordinarios agitan
al mundo, sabe que en ella está la salud
aunque ignora el tiempo y el modo , é in
móvil se la vé entonces oponer sin jamás
doblarse á las tempestades del error y á
las olas de las pasiones su imperturbable
fe y su inalterable legislacion ,
13 El estado de la sociedad que hace
a los gobiernos dependientes de este poder
vago é incierto , que se llama opinion,
exige imperiosamente que la defensa de la
Religion y la esposicion de sus quejas y
necesidades tengan un caracter brillantede
publicidad. Esnecesario hablar al pueblo
en las democracias, y aunque no negare ,
mos que ellas son el principio de un pro
fundo desórden , no por eso cesa la necesi
dad de hablar. Digasenos qué fruto traen
las observaciones dirigidas por algunos
obispos á un ministro, de cuyas manos pa
san muchas veces sin ser leidas á las de un
encargado de sepultarlas en un archivo ?
Representadas por el contrario por todo el
cuerpo de los obispos alzando su voz , sus
gemidos y sus lamentaciones proféticas en
medio de la Francia , recordando á la so
16
beranía temporal con una libertad santa Y
respetuosa sus debéres para con Dios , con
la Religion y'la sociedad humana, que se
parada de su principio de vida se disuelve
como un cadaver. Pintando los estragos de
la duda , de la impiedad y del libertinage,
mantenidos y propagados hasta las últimas
clases por,un diluvio siempre creciente de
libros süverșivos, reclamando en nombre
del estado y de lasfamilias los derechos
sagrados de que se ha despojado á la Igle
sia , sacudiendo , pordecirlo asi , sus cade
nas para despertar con su lúgubre' ruido á
los cristianos dormidos y tibios, manifes
tando a loshombres las consecuencias teria
ribles, próximas é inevitables de la falsa
independencia que los seduce у abre a sus
pies el abismo á donde corren á precipitara
se : ¿ se cree que éstas amonestaciones , estos
avisos у anuncios terribles y demasiado
ciertos que resonarían entre el cielo yу la
tierra , serían eternamente estériles , que no
penetraría un' rayo de luz en los espíritus
mas obcecados, y que no se haria oir un
remordimiento o á lo menos un temor en
los corazones mas endurecidos ? Y sobre
todo aqui no se trata de su buen éxito , la
17
victoria es de Dios у el combatir nuestro
deber .
14 La Iglesia no solo ha sido atacada
en la disciplina sino tambien en el egerci
cio de su gobierno. ¿De qué no se la ba
despojado ? Fue creencia comun entre los
pueblos cristianos que era esencial atribu
cion suya la educacion de la juventud , y
este derecho divino reconocieron las leyes,
los decretos del consejo de estado y de los
tribunales у las declaraciones reales ; pero
ahora no es asi , y en lugar de una educa
cion religiosa , que es la única educacion
real, necesaria y social, se quiere una edu
cacion politica para ir formando poco á
poco una nacion digna de esta política que
destierra á Dios de su legislacion , decla
rando que se compondrá sin él , que su
soberanía le inquieta , que sabrá sin su
asistencia crearse un poder puramente hu
mano , y que este poder le es suficiente:
política sin fé , y de consiguiente sin obli
gaciones, que arriesga algunos intereses en
tre la cuna y el sepulcro , y luego dice
Hena de admiracion : ¡Vé aqui la sociedad:
yo la he formado ! Generaciones enteras se
levantarán segun estas máximas
2
y volve
18
rán al estado los principios que recibieron
del mismo estado ; por que en virtud del
derecho de exámen y de la libertad de
opiniones un niño de diez años formará por
la influencia de los egemplos que habrá im
preso en él la educacion su fe como la ha
entendido, ó por mejor decir creerá sin fe.
¡Y sin embargo se habla aun de moral como
si el creer bien no fuese el fundamento de
vivir bien ! ( 1 ) Ciertamente que no hay en
gaño en creer que se prepara en el mundo
algun suceso extraordinario , que se verá
en lo por venir , cuando el hombre toma
por su cuenta formarse su razon , su con
ciencia y siis destinos.
15 Usurpada la educacion pública para
corromperla , tampoco se respetarán los
derechos enagenables que tienen los obis
pos sobre la edncacion de los clérigos , y
será necesario el permiso de la autoridad
civil para llenar sus mas importantes debe
res ; no podrán abrir escuela alguna sin su
consentimiento , y se fijará su número con
forme á las miras, temores y desconfianza
del gobierno. En vano representará un
obispo las necesidades de su rebaño , por
(1) Bossuet.
19
que se le responderá que él no es su juez;
que el santuario se despuebla y que las
parroquias están abandonadas : tranquili
zaos , le dirán , que el gobierno que lo sabe
todo у atiende á todo , aplicará el remedio
oportuno. ¿ Y no es esto apropiarse el go
bierno espiritual y declarar que el sacer
docio vivirá ó morirá al gusto
del gobierno?
16 Solo faltaba quitar á los obispos el
poder recordar las leyes canónicas y poner
las en ejecucion; y esta opresion , renovada
en parte por los antiguos parlamentos, se ha
intentado tambien como otras muchas. Fres
ca está la memoria del frio y bárbaro en
carnizamiento con que se atormentaba po
cos años ha la conciencia de los sacerdotes,
con ocasion de negar la sepultura , por que
á un legista se le puso en la cabeza obligar
á la Iglesia á tolerar el duelo , el suicidio y
todos los crímenes siempre que la muerte
no diese lugar al arrepentimiento. ¿ Qué
ruido no se ha metido mas recientemente
con un edicto de un obispo , cuyas disposi
ciones relativas en la mayor parte á la ad
ministracion de los sacramentos y todas del
órden puramente espiritual, no ofrecian otra
cosa que el texto mismo de los estatutos y
20
rituales queordenan en todas partes la dis
pensacion de las cosas santas ? Diaristas hubo
que gritaron , escándalo , invasion ; se apu
raron en escribir homilias sobre la tolerancia
y caridad, y al fin amenazaron con el pro
testantismo á la Iglesia católica si no refor
maba al compas de las luces del siglo su
disciplina sobre el bautismo , matrimonio y
entierros ( 1 ). La faccion se proporcionó la
ventaja de algunos desórdenes , y aun se dice
que de algunas apostasías oficiales para dar
mas peso á susconsejos , y alarınado con esto
el gobierno buscó un reo , y fue el Vica
rio general del prelado , causa inocente de
semejante alboroto. No sabemos si esto dió
motivo á otra tentativa del ministerio , pues
se sabe que quiso persuadir á los obispos
que sometiesen á su censura sus cartas pas
torales y edictos antes de publicarlos ; á
cuya ignominia se opusieron como debian ,
y dejaron desairado á Mr. Corbier ,, tan
fecundo en cumplimientos cortesanos , al
proponerles que recibiesen á lo menos de
su manolos ecónomos para sus seminarios.
17 ΕΙ proyecto de censura ministerial,

( 1 ) Constitucional de 28 de Mayode1825 .
tan propia para realzar la dignidad del
obispado, trae naturalmente á la memoria
la célebre carta del Cardenal de Clermont
Tonerre, recogida por el consejo de estado.
Ello es que cuando la imprenta es libre para
todo el mundo , cuando hasta el último fran
cés puede, arreglándose á las leyes , que
ciertamente no se tacharán de severas, pu
blicar sus pensamientos y opiniones; cuando
la Francia está inundada de libros, diarios
у folletos en que se vierte á borbotones el
desprecio y ridículo sobre los objetos mas
sagrados, se ha declarado solemnementeque
un obispo no tiene derecho a esplicar sus
votos en favor de la Religion; se le hace un
crímen de los mismos deseos que la fe le
manda aunque él no los tenga en su cora
ya tiempo, al parecer, ó de cesar de
zon . Es
oprimir tan tiránicamente á la Iglesia , ó
de ponderar la proteccion que se la presta.
18 Dos ministros del interior se han
empeñado á un mismo tiempo en invadir
hasta la enseñanza ( 1 ), exigiendo de los
obispos que hagan que los profesores de teo
( 1 ) Mr. Lainé en 1818 y Mr. Corbiere
CA 1824.
logía y dirrctores de los seminarios suscri +
ban á promesas incompatibles con las ne
glas conservadoras de la fe y formularios
de doctrinas formados á nombre de la auto
ridad temporal (a ). Uno de los fenómenoš
mas curiosos de nuestro siglo es ver á dos
abogados querer remedar á Enrique visi.
Siguiendo sus ideas las oficinas del interior
se convertirían en un concilio ecuménico
permanente , presidido por un ministro
amovible en calidad de Papa civil; y hu
bieramos visto á Mr. de Corbiere adorna
da su frente con la tiara ministerial des
pues de haber invocado las luces del es
píritu que en otro tiempo inspiró á los
parlamentos , libelar y refrendar ordenan
zas dogmáticas obligatorias, salva la ape
lacion á las cámaras , para las almas couis
titucionales de los franceses.
19. Todo esto movería á risa si no nos
demostrase la experiencia que lo ridículo
y absurdo són garantías muy débiles con
(a) Tambien nuestros revolucionarios me,
tieron la hoz en esta mies que no era suya ,
y reprendieron agriamente á varios obispos
por que no se enseñaba en los seminarios por
los libros señalados por las córtes. ( Tr.)
23
tra las consecuencias de ciertos errores que
se insinúan en las mismas leyes y que la
fuerza los apoya . Con ocasion de tan te
meraria empresa, que nos sugiere estas re
flexiones, į no se ha presentado en los tri
bunales un periódico estimable , cuyo úni
co delito era haber publicado la reclama
cion de un arzobispo por insinuacion del
mismo ? No podemos mirar como máxi
mas de la magistratura los principios que
entonces estableció el Procurador del Rey,
que intentó hacer recibir contra la Iglesia
bajo el reinado de los Borbones una ley de
la república abrogada por Buonaparte. ¡Has
ta este estremo se dejan llevar algunos hom
bres de su zelo ! " Atendiendo, dice el re
quisitorio , á que el artículo de este diario
presenta en el todo y en sus partes los
caractéres de provocacion a la desobedien
cia á las leyes , especialmente cyando , no
obstante las disposiciones del edicto de
Marzo de 1682 y de la ley de 8 de Abril
de 1802 en que se encarga á los obispos
bagın que se enseñe en las escuelas ecle
siásticas y seminarios de sus diócesis la
doctrina contenida en las cuatro proposi
ciones del clero de Francia , dice en el ar
24
tículo 1.º que la autoridad civil no tiene
derecho para fijar á los obispos lo que de
ben prescribir para la enseñanza ensus se
minarios.” 2.° & c. ( 1 ). No podemos decirlo
bastante claro , que si es un crímen en
Francia sostener la proposicion que conde
na aqui el Procurador del Rey, es un cri
men en Francia ser católico. Pero gracias
á Dios aun es permitido serlo , y todos los
tribunales del reino mirarán con indigna
cion la máxima que se ha atrevido á pre
sentar como un axioma de su jurispruden
cia. No , la autoridad civil no tiene derecho
para fijar á los obispos lo que deben pres
cribir para la enseñanza ensus seminarios.
No ha dicho Dios á la autoridad civil: Dom
cete omnes gentes, ni la autoridad civil es
el fundamento y regla de la fe , ni es la
iglesia de Jesucristo , la iglesia universal
infalible. ¡Se intentará acaso bajo el pre
texto de libertades religiosas formar un
nuero cristianismo al gusto y placer del
poder temporal ! ¡ Nuestra creencia varia
rá segun sus intereses y caprichos , y habrá
dogmas de ayer , dogmas de hoy y de
( 1 ) Monitor de 14 de Julio de 1824.
25
mañana! Se notificará á los obispos la doc
trina revelada por el soberano, ó se les
mandará disponer la enseñanza en sus se
minarios , y los Procuradores del Rey se
entrometerán en esto (a )! Con razon se de
fienden tales libertades si está ya resuelto
abolir en Francia toda Religion. A lo menos
ellas conducen directamente á la destruc
cion del catolicismo y á la mayor servi
dumbre, cual es la de una iglesia nacio
nal,
todas
cuyo establecimiento ha producido en
partes la ignorancia y la corrupcion
en el pueblo , en las clases elevadas un
deismo vago y en el gobierno el ateísmo.
20 A este punto nos arrojan , destru
yendo la gerarquía y separando en cuanto
se puede el obispado de su cabeza , centro
y vínculo de la unidad , de donde como
se sabe reciben los obispos toda su fuerza.
Una desconfianza cismática se obstina en
disminuir la influencia saludable de la san
ta Sede y en arrebatarle poco a poco el
(a ). ¿Y por qué no ? diria nuestro estático
Villanueva, isi nuestros obispos no han leido
loque debian , y su educacion se ha formado
por malos libros ? Claro es que para el solo
eran buenos los libros de los jansenistas. (Tr.)
26
egercieio de su divina jurisdiccion. ¿ Se per
mitirá recurrir á su autoridad en las cau
sas mayores aun cuando por falta de tri
bunales competentes no puedan ser juzga
dos en los pueblos en primera instancia?
Para los franceses se detienen en la fron
tera el orden y poder gerárquico (a). ¿Qué
medio canónico hay en Francia para pro
ceder a la deposicion de un obispo noto
riamente berege? Sin einbargo este medio
debe existir , y , ó no hay gobierno en la
Iglesia de Jesucristo, ó está abandonado, siq
policía y sin leyes , á todos los desórdenes
que introduzcan en él libremente el error
y las pasiones humanas; y esta es otra de
las libertades religiosas que dicen debemos
conservar con el mayor esmero .

(a ) . Tambien para mí, podrá decir con


mucha razon el venerable y dignisimo Obis
po de Tarazona , que fue el ludibrio y escar
nio de nuestras cortes por haber representa
do que no reconocia otro juez que al Sumo
Pontífice que pudiese juzgarle en la causa
formada con motivo del enormísimo delito de
haber sido uno de los sesenta y nueve dipu .
tados que firmaron la famosa representacion
de 14 de abril de 1814. ( Tr.)
27
21 ' Un Prelado á quien hace tres años
no nombramos jamás sino con un dolor
profundo , nos ha revelado recientemente
otra libertad del mismo género en su ins
truccion , no pastoral, sino ministerial, so
bre la cjecucion de la ley relativa á las
congregaciones y comunidades religiosas de
mugeres. En ella se dice , articulo 10: To
do acto emanado de la Santa Sede sobre
aprobacion de un instituto religioso no ten
dru efecto hasta que no se haya examinado
en la forma prescrita para la publicacion
de las bulas de institucion canónica . Que
un establecimiento religioso , ó cualquiera
otro , no pueda tener existencia civil sin
estar reconocido por la autoridad civil es
tan claro , que nadie lo ignora ni lo niega;
pero el poder apostólico es totalmente in
dependiente de las fórmulas civiles , y no
hay poder capaz , segun los principios ca
tólicos , de anular los actos que emanan de
él , porque Dios no le ha sometido á nin
gun otro. Nosotros preguntaremos al se
ñor ministro de estado del departamento
de negocios eclesiásticos įsi pertenece ó no
á la Santa Sede el derecho de aprobar un
instituto religioso , y en virtud de qué au
28
toridad ; y si él, simple obispo, ó el mis
mo estado puede declarar que semejante
aprobacion quede sin efecto ? ¿ Le pregun
taremos tambien como se compone este
lenguage con la obediencia que prometió
al Romano Pontifice en su consagracion ?
Si contexta que esta obediencia está subor
dinada a los cánones, į le suplicaremos nos
presente los cánones que establecen que
no tendrá efecto la aprobacion de un ing
tituto religioso por la Santa Sede hasta que
no sea examinado por el magistrado civil
segun las formas prescritas para la publi
cacion de las bulas de institucion canónica !
¿ Le suplicaremos en fin nos diga qué re
gla deberán seguir los católicos en el caso
de una aprobacion no examinada, y á qué
autoridad deberán obedecer , si á la de una
bula con la firma de Leon , Papa , ó á la
de una instruccion firmada por Dionisio,
Obispo de Hermopolis ?
22 La retencion del breve dirigido al
Obispo de Poitiers con motivo del cisma
llamado la iglesia pequeña , nos dá una
nueva prueba del empeño que se tiene en
impedir la comunicacion de los Obispos
con el Papa , y que al parecer anuncia el
29
designio de sugetar enteramente á la auto
ridad secular el poder que ha recibido de
Dios. Si hemos de dar crédito á lo que se
dice públicamente, el consejo de ministros
ha encontrado graves inconvenientes en la
publicacion de un rescripto del Soberano
Pontifice en el que dispensa á las tropas
de la ley de la abstinencia: no parece po
sible que pasen de aqui los escrúpulosdel
gobierno , pero aun hay mas. Habiendo el
Nuncio escrito á los Obispos noticiándoles
la muerte de Pio VII y la exaltacion de
Leon XII , pidiéndoles con este motivo sus
oraciones, el ministro de negocios extrange
ros se alarmó con este paso tan peligroso , y
advirtió á los prelados que no comunicasen
con el Nuncio de la Silla Apostólica sino
por su conducto ; de donde se sigue que los
deseos de paz que en todo el orbe acom
pañan y bendicen la muerte del cristiano,
el Padre comun de los fieles no pucde lo
grar de sus hijos en Francia sin el permi
so de un secretario de estado : y gracias a
las libertades que tanto nos ponderan se
vé reducida la religion á negociar política
mente algunas oraciones por sus pontifices.
23 Hace mas de un siglo que Fenelon
30
se quejaba de esta especie de separacion
que veia establecerse entre el obispado
frances y la Santa Sede por las sucesivas
invasiones de la potestad civil. " Se han
roto , decia , casi todos los vínculos de la
sociedad que unian á los pastores con el
príncipe de los pastores. Ya no se vé á los
obispos consultarle como antes lo hacian
con mucha frecuencia ; ni se ven aquellas
respuestas, con las que , disipando como
en otro tiempo la Silla Apostólica las du
das , nos enseñaba todo lo tocante á la fé,
disciplina de costumbres é interpretacion
de los cánones. Parece se han cerrado to
dos los caminos de comunicacion , antes tan
frecuentados, entre la cabeza y los miem
bros. Tan lamentable estado de las cosas
espirituales nos presagia , si acaso llegan á
reinar principes menos piadosos, la deser
cion de la Francia y su rompimiento con
la Silla Apostólica. Mucho temo suceda en
tre nosotros lo que ha sucedido ya en In
glaterra” ( 1 ).
(1 ) Undè nulla ferè societas initur , quæ
pastores pastorum principi devinctos teneat.
Jam ferè nulla est episcoporum consultatio ,
31
24 Tal es en fin el estado de la Iglesia
en un reino llamado cristianísimo: se mina
con arte su disciplina, su gobierno y su
gerarquía ; se la carga de cadenas para que
no pueda reparar sus ruinas, ni haya quien
' contenga ni retarde el trabajo destructor
de una falsa política y de la impiedad.
Desde el ateo hasta el jansenista , todos los
sectarios estan en movimiento , se unen
y presentan con un aire de un próximo
triunfo. Corren á sus filas, que se estre
chan por momentos , los ambiciosos é in
trigantes, los flacos de espíritu , débiles de
conciencia , los habladores de cristianismo
quæ olim tam frecuens erat ; nulla fcrè Se
dis Apostolicæ responsio , quæ , ut olim , tum
de fide, tum de morum disciplina et cano
nun interpretatione , absque ulla ambiguita
te nos doceat. Occlusa videtur via coinmer .
cii caput inter atque membra olim continui.
Quæ quidem infelicissima rerum spiritualium
conditio , quid præsagit pro futuris tempori
bus , si minus pii principes regnent , nisi
apertam gallicanæ gentis defectionein á Sude
Apostolica ? Quod in angliâ contigit , hoc
idem apud nos aventurum valdè metuo. De
Sum. Pontif. auct. cap. 40. Fenel. tom. 2.
pag . 389 y 90. Versalles.
32
y monarquía , llevando consigo el tributo
que se les exige de calumnias у declama
ciones : se sigue con perseverancia un vas
to sistema de impostura ; se intimida con
falsas alarmas á los cobardes é imbeciles;
se desnaturalizan los hechos é inventa la
historia : las mentiras mas necias repetidas
por millares de bocas se convierten para
los ignorantes en otras tantas verdades in
contestables. Jamás el genio del mal com
binó mejor sus planes ni empleó un medio
de seduccion mas terrible. Dentro de poco
¿ quién podrá libertarse de él ? El sol va á
ponerse ; se acerca la noche en que se
oculta lo por venir , y no se ven mas que
fantasmas de mal agüero. Nada ha queda A

do
por hacer de cuanto puede servir al G

plan formado por los artífices del desór


den ; pero en lo que principalmente des
cansan sus esperanzas es en la jurentud,
que dispuesta a todo por la educacion que
se le dá, la alhagan y atraen , lisonjeando
su orgullo y sus pasiones, á las sociedades
secretas. En estas oyen las palabras confor
me salen del abismo , y embriagada de odio
y de doctrinas y deseos siniestros , y com
prometida con espantosos juramentos, en
33
tra en la sociedad para llevar a cabo la
obra terrible para que se le ha hecho alis
tar. Hablamos de los mas perversos , y por
lo mismo del número mas corto ; pero este
corto número unido, y obrando sin cesar,
forma con sus gefes un partido que lleva
á su destruccion al mundo social. Por lo
demas lo que en general forma el carácter
de la nueva generacion es una fria incres
dulidad , un sumo desprecio de los siglos
anteriores, una presuncion sin limites, y
sobre todo un espíritu de independencia
universal y absoluta. Le han dicho que es
llamada á restablecerlo todo , la religion ,
la política y la moral, y lo ha creido, mar
cha sonriéndosc sobre ruinas , sin saber á
donde va , pero ella va á donde han ido
todos los que se han perdido:
Per me si và tra la perduta gente.
¡Extraña miseria ! pero esto es lo que hay.
25 Y sin embargo, porque la Tglesia,
única invariable , contiene el movimiento
fatal que arrastra á los gobiernos y á los
pueblos, se dirigen contra ella todos sus
esfuerzos, y exponen sus dogmas, s : culto
y sus ministros á los mayores ultrages de
la impiedad , al mismo tiempo que los mas
34
hábiles del partido dirigen principalmente
el ataque contra su constitucion . Necesita
ban de un pretexto , y le han encontrado
en las libertades galicanas, que son el gri
to de guerra de todos los enemigos del
cristianismo y de cuantos no pueden sufrir
la idea de Dios. Necesitaban de un nom
bre que oponer á la autoridad católica , y
han profanadoel de Bossuet: į triste destino
de tan gran obispo! Si allá en donde sin
duda sus virtudes reciben su recompensa
sabe de que designios se le quiere hacer
cómplice , sus disecados huesos se estreme
cerán sin duda en el sepulcro. El que tan
tas veces, y con tanta elocuencia , protestó
su amor á la Iglesia Romana y su obedien
cia filial á sus Pontifices , los verá insulta
dos todos los dias por sectarios que se di
cen discípulos suyos: verá desenvolverse
una negra conjuracion para separar de sų
obediencia el reino de San Luis, pero entre
los que se complacen en sembrar contra
ellos las sospechas y la desconfianza, y des
preciar su autoridad•, у los que quisieran
habituar poco a poco á los franceses á no
ver en el padre comun de los cristianos
mas que á un extrangero ; entre las voces
35
que se levantan para extender can odiosas
ideas no podrá, como nosotros, reconocer
una que en otros tiempos rindió un brié
llante homenage á esta Roma santa á quien
la Europa debe șu civilizacion . Ang
26 Admiremos sin embargo las dispo
siciones de esta alta Providencia que got
bierna al mundo y vela sobre la Iglesia de
Jesucristo. Se ponen en imovimiento los
hombres , y se reunen para trastornar el
trono del príncipe de los Apóstoles, y
sustraer de su potestad á pueblos extravia
dos , y sobre este mismo trono.coloca a un
Pontifice cuyas virtudes'iy sabiduría pro
funda nos recuerdan la sabiduría" y virta
des de Leon el grande, igualmente por la
inalterable firmeza de carácter y por una
dulzura persuasiva é insinuante que casi
hace inutil la firmeza , y que á la piedad
sacerdotal y á la ciencia de Dios une el
conocimiento del estado del siglo y el ge
nio del gobierno : un Pontifice en fin qual
necesitamos para reanimar la fé y alentar la
esperanza , y que parece se'nos ha dado en
estos desgraciados tiempos á los cristianos
como una prueba viva de la inmatáble fi
1
delidad de sus promesako se solda
36
27. Gracias otra vez á esta Providen
cia tan admirable en sus designios, el cle
ro frances purificado por una larga perse
cucion , instruido porla experiencia y por
el zelo apasionado con que los enemigos
del cristianismo sostienen y propagan cier
tas máximas sobradamente famosas , ha re
nunciado para siempre a preocupaciones
que jamás pudieran mirarse como su ver
dadera doctrina en la opresion en que le
tenia la magistratura. El clero no ha nece
sitado de una revolucion para poner en
claro los errores que vanas palabras qui
sieran cohonestar ; conoce las libertades
que se le predican , y sabe que van á pa
rar en punto á religion al ateismo, y por
lo que mira á los sacerdotes al cadalso .
Estudios mejor dirigidos sobre muchos
puntos , digan lo que se quiera , han abier
to sus ojos, rectificado sus ideas y disipado
muchas nubes. Si un necio orgullo envuel
to en tinieblas le da en rostro con la falta
de luces, esto mismo decian de los prime
ros discípulos de Cristo los sabios y erudi
tos del mundo cuando empezaba á alum
brar el sol de las inteligencias celestiales á
los pueblos sentados en la sombra de la
37
muerte (1). La verdadera ciencia, la cien
cia que viene de Dios y nos conduce á
Dios įá quién se la debe sino al clero?
Transmitida por él de edad en edad , la
conservará fielmente , y rechazará sin du
da , y jamás dejará de rechazar con horror
la falsa ciencia , las luces engañosas que
admiran a algunos insensatos, luces seme
jantes a las lámparas que los antiguos co
locaban en los sepulcros y no alumbraban
mas que á huesos.
28. Es
Es ya tarde despues de lo que se
ha visto para lograr desprender al sacer
docio frances del Vicario de Jesucristo ; los
lazos que los unen se han empapado en la
sangre de los mártires. Pero puesto que se
hacen esfuerzos para renovar opiniones
funestas, felizmente borradas, es necesario
para poder deducir las últimas consecuen
cias manifestar cuan absurdas son en sí
mismas y como tienden al trastorno de la
Iglesia y del estado; pero antes conviene
enseñar a los que lo ignorau lo que es el
poder soberano en la sociedad espiritual.
( 1 ) Oriens ex alto : illuminare his qui in
tenebris et in umbra mortis sedeat. Luc. 1.
V , 78 y 79.
38
13
CAPITULO SEXTO .
+
Del Soberano Pontífice. 2
是 >

La filosofia deestos últimos tiem


pos, - hija de la heregia y tan ciega como
ella , jamás ha podido comprender lo que A

es la religion ni la sociedad : dei sus mez


quinas y estériles teorías no ha salido en
el orden de ideas más que una duda uni
versal, y en el orden político revolucio
nes. Incapaz de crear ningun sistema du 1
C

radero ni de establecer doctrina alguna, be


no ha llegado aun á conocer las mismas
doctrinas que ataca. Hace un siglo que es
tá trabajando en demoler el cristianismo
al modo que estáipidas maniobras destru-,
yen un palacio sin conocer absolutamente,
sus bellas proporciones y el todo de él y su
plan. Embrutecida en el materialismo , da
á entender en sus pretensiones , tan fuera
del pensamiento y de la razon , que no ha
llegado ni á entrever la profundidad y ad
mirable armonía de los dogmas cristianos;
y que las grandes verdades que ocultan el
39
misterio de la inteligencia humana y el
princípio de su vida no son á sus ojos sino
sueños incomprensibles , ó á lo mas for
mas variables y pasageras de nuestro en
tendimiento . La naturaleza de la Iglesia,
su constitucion , sus leyes , y aun la in
Auencia temporal que debe egercer para
bien de los pueblos y perfeccion de la so
ciedad , todos estos grandes objetos se ban
ocultado á súa profundas meditaciones ; y
les ha sido mas facil, y al parecer mas fi
losófico derramar á manos llenas la ca
lumnia ; el sárcasmo y el denuesto sobre
los ministros de la supersticion , que en su
lenguage es sinónimode sacerdotes. Por lo
demás les, oireis repetir eternamente de 2
clamaciones añejas del vulgo de los protes ;
tantes contra Roma y los papas,, sus usur
"T
paciones y su tiranía : esta es toda surlógi
са y su ciencia , que es mas que bastante
para la mayor parte de sus discípulosi
Pero cuando , 'exeritos de estas estú
pidas prevenciones, mantenidas por el es
píritu de secta , reflexionainos atentamente
sobre la bistoria de Europa!desde el esta
blecimiento del cristianismo , es imposible
que al ver á los papas dirigir sin interrup
40
cion alguna este gran movimiento espiri
tual y constantemente á la cabeza de la so
ciedad cristiana desde que ésta empezó á
subsistir, dege de admirarnos esta doble
preeminencia y el sentimiento universal
que atestigua su legitimidad. Alegar para
explicar este hecho tan brillante la igno
rancia de los pueblos y de sus gefes sería
lo mismo que decir que el mundo ha sido
civilizado por una religion que nadie co
noció antes de Lutero, que el orden social
y religioso babian descansado hasta enton
ces sobre bases falsas; que el cristianismo
no se habia predicado a los hombres antes
de este fraile apóstata sino por hombres
imbeciles o impostores ; y en fin , para lle
gar á las últimas consecuencias de la refor
ma, que Jesucristo jamás pensó en insti
tuir un sacerdocio, y que su doctrina bien
comprendida se reduce á eximirse de toda
autoridad y al derecho que cada uno tie
ne á negar todos los dogmas, y por con
secuencia todos los deberes.
9.3 . Este es el cristianismo reformado
por confesion ' de los protestantes (1); y si
( 1) El protestantismo consiste en creer
41
no se quiere reconocer en él el verdadero
cristianismo , es necesario , ó renunciar á
su descubrimiento , ó entenderle como le
han entendido los católicos por espacio de
diez
y ocho siglos. Si hay alguna cosa en
el mundo ridículamente absurda, dejando
á un lado el principio ateo que constituye
el protestantismo, es pretender fijar arbi
trariamente los límites de un poder divino,
atacar su influencia, coartar su egereicio
yBastantes
declararsetronos propia obediencia.
juez de sucaido
han por la aplica
ción de esta teoría al orden civil para que
los príncipes empiecen á desconfiar de sus
consecuencias. Ella destruiría igualmente
la sociedad religiosa , si la iglesia pudiese
ser destruida ; razon por la que los pro
tęstantes mas hábiles у sabios Melanchton ,
Calixto, Grocio , y sobre todo Leibnitz , se
han mostrado tan favorables a la autori
dad del Papa , como que conocian profun
damente su necesidad indispensable para
lo
que se quiere , y en profesar lo que se ,
cree. (El obispo anglicano Watson , citado
por M. Milner.) El protestantismo es en
materias religiosas el acto de independencia
de la razon humana. (Revistaprotestante .)
42
la conservacion de la fe y subsistencia de
la sociedad europea.
1

4 No fue esta , no , produccion del ge


nio del hombre , ni el resultado de su pre
vision , ni la voluntad y combinaciones de
algunos espíritus privilegiados, sino obra
del cristianismo, que venciendo la resis
tencia continua de los hombres , iba per
feccionando incesantemente las costumbres,
las leyes é instituciones ; y cuando pára
uno la consideracion en la inmensidad de
obstáculos que tuvo que vencer para obrar
tan extraordinaria regeneracion , no es la
lentitud del triunfo la que admira , sino su C

extension y rapidez. Cuando Jesucristo se


dejó ver , el mundo iba á perecer , sucum
biendo visiblemente á estas dos causas de
muerte , 'el error y las pasiones . Estas
los intereses arman á los pueblos y á los
hombres unos contra otros ; y el error los
divide, los aisla y disuelve la sociedad has
ta en sus elementos. Y el cristianismo en- >
tonces reanimó la fe casi apagada , pro
mulgó de nuevo la ley de la creencia y
de las obligaciones , y para asegurar su
imperio plantó sobre las ruinas de las so
ciedades humanas destinadas á renacer bajo
43
otra forma, otra sociedad divina que nun
ca perecería. No hay que preguntar á la
Iglesia ni á sus ministros la razon de la
influencia que tuvo , sino á Jesucristo , á
Dios que quiso salvar al mundo y reno
varle. por ella. Su accion , que considera
da particularmente bajo el punto de vista
político , que como se ha dicho no era mas
que el desarrollo del principio de su exis
tencia , se dirigia á traer todo á la unidad ,
á estrechar entre sí las - naciones , como
miembros de una sola familia , con un sis
tema de fraternidad universal por la obe
diencia al padre comun , y á establecer la
preeminencia del derecho sobre los intere
ses, substituyendo en todas partes la justi
cia á la fuerza. Es necesario confesar que
seria muy dificil imaginar objeto ' mas no
ble, mas generoso y mas útil al género
humano; y cuando se piensa en que ha
podido ser atacado , no sabe uno que juz
gar de las debilidades y agravios persona
les que acaso han mezclado algunas veces
los hombres en la ejecucion de tan mag
nifico plan,
5.Entiéndase que hablamos segun las
ideas enteramente independientes de las
44
cuestiones de derecho que se pueden hacer
sobre el poder real de la Iglesia , de cuyo
importante asunto trataremos mas adelan 6

te , limitándonos ahora á considerarle en


sus relaciones con la paz y felicidad de los
pueblos. Es sin duda digno de admirarse,
á lo menos como resultado de un pensa
miento vasto y grande, este esfuerzo cons
tante del cristianismo en querer unir entre
sí todas las naciones para preservarlas de la
anarquía y despotismo. El célebre historia
dor de la Suiza Juan de Muller , M. Anci
Hon ( 1 ) y M. Sismondi (2) han prestado so - 1 !
( 1 ) La confesion de este célebre escritor
merece citarse. " En la edad media , en que no
habia órden social, el papado solo salvo quiza
la Europa de una absoluta barbarie , formó
relaciones entre las naciones inas distantes , y
fue un centro comun y un punto de union
para los estados aislados. Fue un tribunal su
premo levantado en medio de la anarquía
universal , cuyos decretos fueron tan respeta
bles como respetados: previno y contuvo el
despotismo de los Emperadores, reparó el de
fecto de equilibrio y aimninoró los inconvenien
tes del régimen feudal.” Cuadro de las revo
luc. del sist. polit. de Europa al fin del si
glo 15. Muy estraño fuera que no se permi
45
bre este punto un homenage nadasospecho
so á la conducta de los papas. Pero ninguno
entre los protestantes ha conocido mejorque
Leibnitz las ventajas políticas de la supre
macía pontifical. Hablando del proyecto de
paz perpetua del Abate Saint- Pierre, funda
do sobre la ereccion de un tribunal euro
peo , dice : » Yo sería de parecer que se es
tableciese en Roma y nombrase presidente
al Papa , al modo que en otro tiempo hacia
de juez entre los principes cristianos; pero
convendria que al mismo tiempo recobrasen
los eclesiásticos su antigua autoridad , y que
nn entredicho y una excomunion hiciesen
temblar a los reyes y á los reinos como en
tiempo de Nicolao 1 ó de Gregorio vir. Este
proyecto se lograría tan facilmente como
el del Abate Saint-Pierre; y pues es permi
tido componer novelas, ¿ por qué llevare
mos á mal una ficcion que nos traerici el
siglo de oro ? (obras de Leibnitz; t. 5. , p. 65
y su carta á M. Vidou ). Si Leibnitz hubiese

tiese á un católico pensar y decir en Francia


en 1826 lo que pensaba é imprimia un proa
testante en Berlin en 1806.
( 2 ) Hist. de las revoluciones de Italia.
46
escrito en nuestros dias no se hubiera visto
libre de la acusacion de fanatismo y jesuia
tismo, y se le hubiera presentado al público
como enemigo de los reyes y de los pueblos:
se pintaría su doctrina con los colores mas
negros ó se le atribuirían miras secretas,
¿ Lo veis ? dirian. ¿Lo ois? " La consecuencia
es inevitable, estos son los patibulos, las
hogueras, el despotismo y la inquisicion. G
¡Hermosa perspectiva !” >

6 Este modo de discurrir se ha hecho


tan familiar á los admiradores de la nueva
civilizacion , de esta civilizacion por escrito
que cuenta cerca de doce años de existen
cia y extravagancia , que tememos “ mucho
exponer á que sea delatado é insultado un
elocuente escritor , cuyo testimonio sin em
bargo dá tan gran peso á la cuestion de que
tratamos , que no nos es posible pasarle en
silencio : ademas de que podrá ser tambien
que su autoridad nos sirva de salvaguardia.
» Roma cristiana ha sido para el mun
do moderno lo que fue Roma pagana para
el mundo antiguo, un lazo universal. Esta
capital de las naciones llenó todos los de
beres de su destino , y es como una ciudad
eterna : Vendrá quiza el dia en que se crea
47
una idea grandiosa, una institucion mag
nífica la de este padre espiritual , coloca
do en medio de los pueblos para reunir
todas las partes diversas de la cristiandad
i Brillante papel es el de un papa verdade
ramente animado del espíritu apostólico !
Pastor general de la congregacion de los
fieles podrá ó contencrlos dentro de los li
mites de sus deberes ó defenderlos de la
opresion. Sus estados demasiado dilatados
para hacerle independiente , y demasiado
pequeños para que puedan temerse sus es..
fuerzos , solo le dejan el poder de la opi
nion : poder admirable por no abrazar en
su imperio mas que obras de paz , de bes
neficencia y de caridad.”
7. " El mal pasagero que algunos papas
hicieron desapareció con ellos ; pero espe
rimentainos aun todos los dias la influencia
de los inmensos é inestimables bienes que
el mundo entero debe a la corte de Roma,
que casi siempre se ha mostrado superior å
su siglo , y ha tenido ideas de legislacion,
de derecho público , y conocido las bellas
artes , las ciencias y urbanidad cuando todo
estaba sepultado en las tinieblas de las ins
tituciones góticas. Nunca se reservó esclu
48
sivamente la luz, sino que la derramo por
todas partes ; hizo caer las barreras que las
preocupaciones levantáran entre las nacio
nes , y trató de suavizar nuestras costum
bres , sacarnos de nuestra ignorancia y
arrancarnos de nuestras costumbres grose
ras ó feroces. Los papas en tiempo de nues
tros antecesores fueron los misioneros de
las artes enviados á los bárbaros, y legis
ladores entre los salvages. Solo el reinado
de Carlo Magno , dice Voltair , es un espe
jo de urbanidad , fruto probablemente del
viage que hizo á Roma. Es cosa bastante ge
neralmente reconocida que la Europa debe
á la santa Sede su civilizacion , parte de sus
mejores leyes, y casi todas sus ciencias y
artes ( 1 ).
8 » Cuando los papas ponian en entre
dicho los reinos , cuando forzaban a los
emperadores á ir á dar cuenta de su con
ducta á la santa Sede se arrogaban un po
der que no tenian , pero ofendiendo la ma
gestad del trono acaso causaban bienes á
la humanidad , porque los reyes se bacian
(1) Genio del cristianismo , 4.2 part.
lib . 6. , cap . 6.
49
mas circunspectos y conocian que tenian
un freno, y el pueblo una egida. Los resa
criptos de los-pontífices jamás dejaban de
mezclar la voz de las naciones y el interés
general de los hombres con los resenti
mientos particulares. Ha llegado ;á nuestra
noticia que Felipe , Fernando , Henrique
oprime á su pueblo , &c. Tal era regular
mente el principio de todos, los decretos de
la corte de Roma. Si , existiera en medio de
la Europa un tribunal que juzgase á nom +
bre de Dios á las naciones y á los reyes , y
que previniese las guerras y las revolucio ,
nes , este tribunal, seria sin duda la obra
maestra de la politica y el último grado de
la perfeccion social. Los papas han estadu
muy cerca de conseguir este objeto (1)." 1 ,
9 Ayudados de los votos, y casi por el
instinto de los pueblos y el espíritu de la
sociedad , profundamente cristiana enton
ces, los papas con un valor y perseveran
cia cuyo origen era superior á lo humano,
Hegaron á fijar el derecho público y á
arrancar á la fuerza la confesion de que es

( 1:) . Ibid. cap . 11. - - dul


60
taba sometida a una ley dejusticia (1). Em
peroprínci
los tal.fopeselrecono
imperiociendo
delaspasiones , que
esta ' ley divina
y el poder encargado de velar' en su ege
cucion , no dejaron de resistirse en algunos
casos particulares. Sus aduladores se die
ron priesa á justificar esta resistencia , que
poco a poco se hizo sistemática con la au
toridad de los egemplos é introduccion del
derecho romano, en que los jurisconsultos
bebieron á un mismo tiempo ideas repu
blicanas y máximas de despotismo , que
confundieron con la idea verdadera de la
soberanía . Desde entonces la política se se
paró mas y mas de laReligion ,y se puede
definirla nuevamente la fuerza dirigida por
el interés ( 2 ). Ya no se pregunta si esto
( 1 ) Sin los papas , dice Juan de Muller,
ya no existiria Roma. Gregorio , Alejandro é
Inocencio opusieron un dique al torrente que
amenazaba toda la tierra ; sus manos pater
nales elevaron la gerarquía , y á su lado la
libertad de todos los estados, Viages de los
papas en aleman 1782.
( 2 ) La decadencia fue tan rápida , que
esta doctrina se confesaba abiertamente bajo
el reinado de los Valois ; y la historia de
51
es justo, si no si es útil. Y los principes
quedaron sin freno y los pueblos sin pro
teccion. No estando ligados por medio de
tratados , no habia mas que treguas , y de
aqui se originó aquel furor de las armas
que por tanto tiempo desoló la Europa,
transformada en un campo de batalla , en
que sucesivamente se arreglaban todas sus
ambiciones. Se redujo a teoría el latrocinio ,
la perfidia , la traicion y el asesinato , sien
do el legislador de esta sociedad de sobe
ranos, que se declaraban independientes de
Dios, Machiabelo. El libro del principe,
comentado por las pasiones, sustituyó al
Evangelio interpretado por los pontífices.
-Apesar de lo que con esto se adelantó , no
aquellos tiempos tan agitados y desgraciados
nos presenta una continua aplicacion de ella.
Las mejores pretensiones, dice Brantome , y
los mejores derechos que los reyes y princi
pes soberanos tienen , sin contrapuntearse
tanto sobre la justicia y el honor , consisten
en la punta de sus espadas: y como decia el
Duque Felipe de Borgoña: Los reinos per ,
tenecen de derecho a los que los pueden te .
ner por la fuerza de las arınas ó de otra ma
nera. Hombres ilustres de Francia , tomo 8,
pág 325.611
52
se pone la data de las luces en nuestros
dias , contentándose los mas instruidos con
asegurar que son las mas generales y re
conocidas.
1ο Un sistema de política, que susti
tuyendo la fuerza al derecho quitaba a los
débiles como á los poderosos toda seguri
dad у constituia á las naciones en un esta
do de guerra perinanente , debia conducir
ó á la division de la Europa en una mul
titud de pequeñas soberanías, ocupadas in
cesantemente en destruirse una á otra ,
á un vasto despotismo si una sola de ellas
llegase á establecer sólidamente su prepon
derancia : mas de una vez se han tenido sos
pechas de tentativas de esta especie. El su
frimiento y la inquietud universal hicieron
buscar un remedio para los males de la so
ciedad , una barrera contra la invasion y un
principio de estabilidad , cuya necesidad con
nocieron todos. ¿ Pero dónde encontraremos
este principio ? ¡ en el orden moral? ¿ en la
ley de justicia ? se salieron de ella para no
volver á entrar jamás: ademas de que , ¿qué
es una ley sin un tribunal que la aplique?
se proclamó el reinado de la fuerza , se le
pidié una garantía contra el mismo , y se
1 55
formó el sistema de la balanza entre los
estados , balanza quimérica que se creyó
fijar con el tratado deWesfalia , y que des
compuesta siempre, y siempre buscada, fue
por largo tiempo lo que la grande obra
de los Rosa -Cruces de la política , no ha
biendo habido mas guerras , ni guerras mas
sangrientas, ni usurpaciones mas inicuas y
mas osadas que despues de la invencion de
este sistema destinado á prevenirlas; ni
promete tampoco á la Europa mayor tran
quilidad para lo por venir la ley suprema
del interés, promulgada solemnemente por
algunas potencias que al parecer ven el
fondo de esta doctrina .
II Por lo demas las mismas causas que
destruyeron la gran sociedad de los pueblos
y pararon los progresos de la civilización
cristiana, obrando lo mismo en cada estado ,
produjeron los mismos efectos ; se borró
basta la idea de justicia , y el derecho se vió
muchas veces sacrificado á la avaricia y am
bicion. Era muy dificil que las máximas,
por las que arreglaban los soberanos sú
conducta con respecto al extrangero , deja
sen de penetrar mas o menos en el go+
bierno interior; sin embargo de ser unos
54
mismos los principios religiosos, por qué
distinguiendo en el monarca dos personas
distintas, se persuadian que era diferente
la regla para elhombre y para el rey , en
razon de que la soberanía que lo legitima
todo, no reconocía sobre la tierra juez ni
superior alguno. Lo mismo , y por la mis
ma razon , se ha dicho del pueblo cuando
se le ha declarado soberano.
I2 El espíritu del cristianismo y las
costumbres que formó, combatieron sin
duda y modificaron en la práctica tan fu
Destos principios, pero no por esto dejaron
de desenvolverse de siglo en siglo , ni nadie
negará cuanto y cúan poderosamente han
influido sobre los destinos de la sociedad .
Por ellos se declaró una guerra cruel entre
el poder y los vasallos; primero entre la
nobleza y el trono, y luego entre el pueblo
y el rey : la primera, casi terminada por
Richelieu, acabó bajo el reinado de Luis XIV
entre los placeres y fiestas de la corte , y
la segunda acabó como la Europa sabe en
la plaza de Luis xy. Merece pues reflexio
narse que , separando contra la misma na ,
turaleza de las cosas el orden político del
religioso , se ha visto el mundoamenazado
55
de una anarquía ó de un despotismo unis
versal, por que la seguridad de los estados
ha quedado sin otra garantia que la de la
ilusoria balanza de las fuerzas. Entregados
los estados en el interior á las mismas, cau
sas del desórden han marchado igualmente
hacia el despotismo y la anarquía ; y para
libertarse de estos dos azotes de la sociedad
no se ha inventado otra cosa que una bang
lanza de fuerzas, ó lo que es lo mismo , de
poderes, aqui está todos los tratados de
Wesfalia. Pero como las naciones no reco
nocen otra ley que sus intereses, y carecen
de un vínculo comun , y no tratan de for
mar entre sí una verdadera sociedad , viven
unas respecto de otras en un estado de in
dependencia salvage ;, y como tampoco exis
te verdadera sociedad en donde se han es
tablecido muchos poderes independientes,
el estado se halla en una perpetua lucha,
intestina de diversos intereses que todos
quieren hacer valer. Todos se defienden y
todos atacan , y siendo el único derecho
los pensamientos ydeseos de cada uno, sin
freno alguno en el órden político, las re
voluciones suceden a las revoluciones y los
alborotos álosalborotos,hasta quedeesta
36
democracia de salvágescivilizados salga con
sentimiento general un déspota:
F 13 Cotéjese ahora semejante desórden ,
inaudito aun en el mundo pagano , con una
institucion europea como la que el cris
tianismo trataba de formar, y en parte ha
bia realizado: compárese la accion de dos
soberanías contrarias, el principio de justi
cía y el derecho de la fuerza'; compárense
én fín en sus efectos los dos sistemas , de los
cuales el uno saco deị cáos á la sociedad y
el otro' la volvió a sumergir en él, y júz
guese tego á cuál de ellos deben 'los pue
blos estar mas reconocidos: "Es verdad que
kay inuchos pueblos gobernados por los
que se dicen sus defensores , pero los go
biernan en provecho suyo con un cetro de
hierro , engañándolos y envolviéndolos en
una nube de preocupaciones y mentiras; y
éste es todo el secreto de sus declamacio
nes , de ' sus calumnias y de su furor contra
Ios papas y el cristianismo , y tambien de
su rabia cuando un rayo de verdad llega á
penetrar por entre las densas tinieblas que
ellos procuran aumentar continuamente.
Proclaman la razón , pero cuando encuen
#ran oposicion á sus errores é imposturás,
57
gritan y acuden contra ella á los tribuna
Jes. Ya entonces no se trata de la libertad
de opiniones, sino de sofocar toda opinion
que tenga la desgracia de desagradarles, ó
bastante valentia para poner en duda su
infalibilidad política y filosófica. Hagámos
les sin embargo la justicia de decir que aun
no han reclamado á lo menos a las claras
Jos cadalsos , contentándose provisionalmen
te con que se abran los calabozos y se sc
pulten en ellos los cristianos fieles a todos
los principios de su fe : estamos en el siglo
de la tolerancia.
14 Acabamos de ver como los pontífi
ces romanos , colocados por la naturaleza
misma de las cosas a la cabeza de la nueva
sociedad que el cristianismo trataba de for
mar , llegaron á ser', segun el testimonio de
un ilustre escritor ( 1 ), el poder constitu
yente de la cristiandad ; y como esta socie
dad , fundada sobre la justicia, y á la que las
pasiones de los hombres no dejaron llegar
á su perfeccion , se ha ido disolviendo á
medida que se ha sustraido de la influencia

(1 ) El Conde de Maistre.
58
y autoridad de los papas. Los enemigos del
órden social, los revolucionarios de todos
colores no ignoran ninguna de estas verda
des, razon porque los espanta el solo nom ,
bre de Roma: tal cs la causa de la guer
ra que nuevamente la han declarado. Pero
para comprender bien cuáles fueran las
consecuencias de tan detestable guerra , si
Dios
que se rie del impío ( 1 ) no hubiese
fijado el término de donde no pasará , es
necesario considerar á los soberanos ponti,
fices bajo otra relacion , y demostrar que
sin ellos no hay Iglesia , que sin Iglesia ng
hay cristianismo , y sin cristianismo no hay
religion para el pueblo que fue cristiano,
y por consecuencia no hay sociedad ; de
suerte que la vida de las naciones europeas
tiene su único origen en el poder pontifi
cio. En verdad que este asunto es muy
sério , de grande interés y demasiado gene ,
ral para que dejemos de examinarle por
algunos momentos. Pedimos á los hombres
sincéros que nos presten una atencion tan
séria como las cuestiones que vamos á tra

(1 ) Qui habitat in cælis irridebit eos , et


Dominus subsanabit cos. Ps. 2,4. ] 1)
59
tar , y calma como la verdad que espera
mos hacer evidente. T

S I.
Sin Papa no hay Iglesia ( 1 ).
I La verdadera religion antes de Je
sucristo se conservaba por una tradicion
de las familias ; y solos los judíos tenian
una iglesia públicamente constituida, imá
gen y tipo de la que el Salvador del gé
nero humano debia establecer en toda la
tierra para fundar en ella el reino de Dios,
unir las naciones у elevarla segun la espec
tacion general á un estado mas perfecto
bajo el imperio de una ley divina é inmu
table (2). Para realizar tan gran designio
( 1 ) Las ideas de este párrafo se des
envolverán en el' t. del Ensayo sobre la
indiferencia .
(2) Nec erit alia lex Roina : alia Athe,
nis, alia nunc , alia posthac ; sed et omnes
gentes, et omni tempore, una lex , et sem
piterna , et immutabilis continebit ; unus
que erit communis quasi magister et im
perator omnium Deus ; ille hujus legis in
ventor , disceptator , lator , cui qui non pa
rebit ipse se fugiet , ac naturam hominis
60
de misericordia y amor , concebido desde
la eternidad en la mente de su Padre , for
mó el Hijo de Dios una sociedad espiritual
destinada a reunir á los que creyesen en
él, instituyendo para su gobierno un nue
vo sacerdocio y un cuerpo de pastores en
cargados de derramar su palabra y de ad
ministrar sus sacramentos. "Id y enseñad
á todas las naciones , bautizando en el nom
bre del Padre, del Hijo y delEspíritusanto,
y enseñándoles á guardar todo lo que yo
os he enseñado , id a todo el universo y pre
dicad a toda criatura. El que crea y se bau
tizáre se salvará ; y el que no crea será con
denado. Todo cuanto atareis sobre la tierrà
será atado en el cielo , y lo que desatareis
en la tierra será desatado en el cielo ."
Que en efecto exista esta sociedad
hace diez y ocho siglos, y que siempre ha
sido gobernada por un sacerdocio deposi
tario de la doctrina , dispensador de los sa
cramentos, y que sin la menor interrup
cion ha ejercido el poder de atur y desatar,
aspernatus , hoc ipso luet maximas penas,
etiain si cætera suplicia , quæ putantur effa
gerit. Cic. apud Lact. lib. 6. cap. 8.
61
un poder soberano de jurisdiccion sobre
sus miembros , son hechos tan notorios que
nadie pensará en disputarlos. Tampoco se
negará que esta sociedad ha reconocido
constantemente por sus gefes á los suceso-,
res del Apostol, á quien Jesucristo dijo:
"Tu eres piedra , y sobre esta piedra edifi
caré mi Iglesia , y las puertas del infierno
no prevalecerán contra ella ; y te daré , las
llaves del reino de los cielos , y cuanto ata
res en la tierra será atado en el cielo , y lo
que desatáres en la tierra será desatado en
el cielo :" y aun mas : " Apacienta mis cor
deros , apacienta mis ovejas:" usando de
las mismas expresiones con que confirió
el poder espiritual al cuerpo de los pasto
res, pero dirigiendo entonces la palabra leá
solo, Pedro , sometió a este poder de que
invistió particularmente los corderos y las
ovejas, es decir , á los fieles y á los mismos
pastores, como unos y otros lo han creido
siempre ( 1 ).

( 1 ) Sicut Christus accepit à patre scep


trun Ecclesiæ gentium ; sic Petro et ejus
succesoribus plenissime commisit et nulli
alii. S, Cyr. de Trinit.
62
3 Vemos pues á Jesucristo desde el
instante en que comenzó a desempeñar su
mision divina anunciar que fundará una
Iglesia, una sociedad verdadera, y efec
tuar luego su promesa ', comunicando á
sus apóstoles , y particularmente al pri
mero entre ellos, el poder que recibió de
su Padre: " Se me ha dado todo poder en
el cielo y sobre la tierra : como mi Padre
me ha enviado yo os envio á vosotros. " Lo
que en efecto constituye la sociedad es el
poder, y de la naturaleza del poder de
pende la naturaleza de la sociedad . De
aqui es que donde el poder supremo , la
soberanía , pertenece a todos ó á muchos,
la sociedad es democrática ó aristocrática :
en donde uno solo es el soberano'y los de
mas poderes le estan subordinados , la so
ciedad es monárquica. Siempre es necesa
ria una soberanía , un poder supremo con
derecho de mandar y de ser obedecido ра
ra que exista una sociedad cualquiera ; in
firiéndose de aqui que toda secta que no
quiere reconocer semejante poder , que nie
ga la autoridad y proclama la libertad in
dividual, no es sociedad ni es iglesia , y por
consiguiente cae sobre ella aquel terrible
63
anatema pronunciado por Jesucristo. El
que no oye á la Iglesia es como un pagano
y publicano .” Se sigue tambien que en nin
guna sociedad se puede alterar el poder sin
alterar la misma sociedad y müdar su na
turaleza. Variar pues la naturaleza de una
sociedad divina seria evidentemente des
truirla: o no la hay , ó es la que Dios ha
hecho. Si pues Jesucristo ha establecido el
gobierno monárquico en la Iglesia , y si el
papa es su spberano, atacar su autoridad
y limitar su poder, es destruir la iglesia, es
pretender sustituir un gobierno humano y
arbitrario al que ella ha recibido de Jesu
cristo.
4 Observemos ahora que a nadie aso
ció á Pedro cuando el Salvador le dijo que
fundaria sobre el su Iglesia , contra la qua
no prevalecerian laspuertas del infiernoz
y cuando le prometió entregarle las llaves,
símbolo del poder soberano , de este pleno
poder que los concilios generales han de
claradopertenecer al romano pontifice , vi
cario de Jesucristo ,cabeza de toda la Igle
sia , padrey doctor de todos los cristianos (1).
(1) Definimus sanctam apostolicam Se
64
Aqui le vemos distinguido de todos los
demas pastores por el pastor supremo, y
distinguido , como lo esplica un concilio
general, por la extension de su poder, que
no admite ni superior ni igual , pues que
somete a él toda la Iglesia. Los concilios
ecuménicos 6.° y 8.' han reconocido igual
mente , en términos expresos , la soberanía
y , autoridad' infalible del sucesor de san
Pedro ( 1 ).
.
5 Gerson , á pesar de las preocupacio
nes que hacen mas notables sus palabras, 1

confiesa que "Jesucristo ha fundado su Igle


sia sobre un solo monarca supremo , el
romano pontífice , en quien solo reside el
dem , et romanum Pontificem in universum
orbem tenere primatum , et ipsum Pontificem
romanum succesorem esse beati Petri , prin
cipis apostolorum ev verum Christi vicarium;
totiusque Ecclesiæ caput et omnium christia
noruin patrein ac doctorem existere , et ipsi
in beato Petro pascendi, regendi, ac guber ,
nandi universalein Ecclesiam à Domino nos les
tro Jesu Christo plenam potestatem traditam
esse. Acta Conc. Florent. Labb . tom. 13.
col. 515 .
( 1) Fenel. de sum. Pont. auct. t . 2. cap .
18 y 20.
65
poder eclesiástico en toda su plenitud ( 1).”
"La Iglesia , pues , es una monarquia , y el
» Papa, su único soberano, estando solo él
» investido de la plenitud del poder. Esta
» misma doctrina es la de Almain , á quien
» como ni á Gerson no se acusará de haber
» querido adular al Papa. Confiesa que Je
» sucristo ha establecido en su Iglesia una
» policía real y monárquica ; de modo , que
» en virtud de este poder monárquico el
» Papa solo posee una autoridad primitiva,
» á la que se someten todas las demas, sin
» que él se someta á nadie. A él solo se le
» ha dado el poder universal de hacer ca
» nones obligatorios en todo el universo , á
» saber , á ledro y á sus sucesores , y á nin
» guno otro mas. Uno solo es el investido
» de este supremo poder , y la Iglesia no es
» una sino por la unidad de su cabeza : ella
» forma un cuerpo místico , cuyo gefe es el
(1) Ecclesia in uno monarcha supremo
per universum fundata est à Christo . Pores
tas ecclesiastica in suâ plenitudine est fora
maliter et subjective in solo romano Pontifi
ce . Plenitudo jurisdictionis residet apud Pa
pam ; et in alios secundum ejus determina
tionem derivatur.
5
66
» Papa; el poder del Papa en las cosas eso
» pirituales es un poder soberano, y su go
ubierno no puede variar:" es decir , como
» observa Fenelon , que no puede hacerse
» de él un gobierno aristocrático 6 demo
» crático ( 1).”
- 6 " Nosotros no ponemos en duda vues
» tro principado , Santísimo Padre , pero os
» decimos : sed nuestro principe ( Is . III 6).
» Nosotros sabemos y confesamos altamente
» que Dios ha establecido en la Iglesia el
» principado monárquico , no solo segun la
» providencia comun del mundo , sino tam
„ bien por la institucion particular de Jesu
» cristo , y que vos estais en la posesion de
» ella por una verdadera y legítima sucea
» sion.” Asi hablaban al Papa Eugenio IV
los embajadores de Carlos VII; y esta doctrina
es tan constante y tan sagrada en la Iglesia
católica , que la facultad de teologia de Pa
rís , censurando el libro de Marco Antonio
de Dominis , declaró herética y cismática la
doctrina contraria . (2). Hasta los mismos
(1) Fen . de sum. Pont. auctorit.
( 2) Monarquiæ formam non fuisse imme
diatæ in Ecclesia à Christo institutam. Hæc
67
luteranos ,, estaban dispuestos á reconocer
esta importante verdad en tiempo de Me
lanchton. " La manera con que él se esplica
en una de sus cartas , dice Bossuet , es ad
mirable.” Y despues de haber citado un pa
sage muy notable de esta carta , dice : " Ved
aqui lo que pensaba Melanchton acerca de
» la autoridad del Papa y de los obispos.
» Todo sų partido estaba de acuerdo cuando
» escribió esta carta . Nuestras gentes , dice,
» están concordes. Lejos de mirar la autori
» dad de los obispos con la superioridad , y
» la monarquia del Papa como una señal del
» imperio anti -cristiano , miramos todo esto
»como cosa deseable , y que convendria es
» tablecer si no estuviese establecida ( 1 ).
propositio esthæretica , schismatica , ordinis
hierarchici subversiva , et pacis Ecclesie per
turbativa . Collect . judic. t . 1. pte. 2. pag. 105 .
Doctrina in articulis Joannis Hus conten
ta , nimirum in Ecclesiâ non dici unum caput
supremum et monarcham præter Christum , suam
Ecclesiain per multos ministros, sine uno isto
monarcha inortali regere perfectè et guberna
re , est doctrina christiana à sanctis Patribus
egregie explicata et confirmata. Hæc propositio
est hærética quoad singulas partes. lbid.
(1 ) Hist . de las variac. 1. 5. c. 24.
68
7 Tampoco se puede negar que la Igle
sia sea una monarquía sin desmentir á Al
main , Gerson , Bossuet , á la facultad de
teología de París , al mismo Melanchton , y
á todo el orbe católico ; ni que el Papa , como
único monarca supremo , posee en la Iglesia
un pleno poder , óun poder soberano, sin
contradecir una definicion de fe de un con
cilio ecuménico. Suponer , pues, en la Igle
sia un poder superior al Papa , limitar la au
toridad a quien Dios no ha puesto otros lí
mites que su misma ley , es levantarse con
descaro contra los concilios y contra Dios;
es trastornar con un atentado sacrílego el
órden que él mismo ha establecido ; es des
baratar en cuanto puede el hombre la
constitucion divina de la Iglesia , y la mis
ma Iglesia.
8 Por que , ¿ qué es la Iglesia ? La so
ciedad , depositaria de la verdadera Reli
gion , esto es , de la verdadera fe y del ver
dadero culto. La Iglesia , pues , debe tener
los mismos caractéres que la verdadera Re
ligion , y ser como ella una , universal , per
petua y santa. Si la faltase alguno de estos
caractéres , cuyo conjunto forma el mayor
grado de autoridad que puede concebirse ,
69
Je faltaría tambien á la Religion que pro
fesa ; por que ó la Religion variaría nece
sariamente variando la Iglesia en sus dog
mas y culto , ó existirían muchas iglesias dis
tintas una de otra , y por consiguiente mu
chas verdaderas religiones, por que estas
iglesias no podrian evidentemente distin
guirse sino por la oposicion de sus creen
cias , por lo menos en la parte que toca á
la legitimidad de su institucion у el poder
espiritual de gobierno , lo que llama tras sí
todo lo demas. Siempre se verifica que la
Iglesia , fundada por Jesucristo para reunir
á todos los pueblos en el mismo culto y en
la misma fe , debe ser una ; y para que
esta fe sea una , como dice el apóstol , un
Dios , una fé, un bautismo; debe ser uni
versal, para que esta fe, siempre la misma,
se anuncie a todas las naciones ; que sea per .
petua , para que la fe sea una y universal
en el tiempo como en los lugares ; sea san
ta , para que la fe jamás padezca altera
cion , y la santa doctrina , promulgada ins
falible, y ,constantemente enseñada en la
Iglesia , forme siempre en ella santos se
gun los designios de Jesucristo. Ninguno
de estos caractéres , indispensables á la Igler
70
sia , y que ella misma declara que posee,
pueden pertenecerle sino en cuanto son
propios del poder que la gobierna , y que
solo la constituye lo que es. Si este poder
no es uno , universal, perpetuo , santo , tam
poco la Iglesia es , ni puede ser , una , uni
versal, perpetua y santa. No és una si no 1

hay un centro de unidad , y la soberanía N


no reside inmutablemente en uno solo ; no
universal , si este soberano , este poder uno,
no es universal, por que la sociedad se de
tiene en donde se detiene el poder ; no es
perpelua, si este poder uno y universal no
es tambien perpetuo, por que en donde el
poder acaba allí acaba tambien la socie
dad : en fin , no es santa é infalible, si
este poder uno ,'universal y perpetuo no es
santo é įnfalible ; por que no hay ni puede
haber poder en la sociedad espiritual sin T
derecho para mandar la fe y juzgar sobe
ranamente de la doctrina.
9 ¿Y qué otro poder que el Papa se
encuentra en la Iglesia que sea uno , uni
versal y perpctuo ? No serán los concilios,
que ni forman un poder perpetuo ni un
poder uno , ni un poder universal, sino
cuando el Papa los convoca , los preside y
71
confirma sus decisiones. Luego nada mas
absurdo que negar la infalibilidad del Papa,
y sostener al mismo tiempo la infahbilidad
de la Iglesia, que no : puede ser infalible
sino por el Papa: luego disputar al Papa su
infalibilidad , la plenitud del poder o la som
beranía verdaderamente monárquica , es
disputar á la Iglesia su propia existencia;
es negar que sea una , universal , perpetua ,
santa , es destruirla enteramente , como lo
observó bien san Francisco de Sales , cuando
dijo con tanta profundidad como verdad :
El Papa y la Iglesia es todo uno (1)....
10 ¿Cuán ciegos ó criminales no son
pues los que atacan , de cualquier modo
que sea , la suprema monarquia del ponti
fice romano , como la llaman Bossuet y Ger
son ; los
que sostienen máximas injuriosas á
su poder, o que sembrando contra él pre
venciones cismáticas, y una secreta des
confianza , tratan de presentarle inenos ve
nerable y sagrado á los ojos de los cristia
nos? Hombres insensatos, y llenos cuando

( 1) San Ambrosio decia en el mismo sen


tido : En donde está Pedro allá está la Igles
sia; ubi Petrus, ibi Ecclesid...about
72
menos de una presuncion mas que temera
ria , si es que conservan aun en el fondo
de su corazon algun amor y respeto a la
Iglesia de Jesucristo ; hombres culpables y
mas perversos de todo lo que puede expre
sarse , si conocen las consecuencias inevita
bles de sus principios, por que trastornan
do la autoridad sobre la que el Salvador
ba fundado su Iglesia , minan la Iglesia por 11

sus mismos fundamentos ; y destruida la


Iglesia , no queda medio de conservar ni
aun una som! ıra del cristianismo, como
vamos á demostrar.

S. II.

Sin Iglesia no hay cristianismo.


I Hubo hace trescientos años soñado
res y fanáticos que , picados de muchos
dogmas de la fe cristiana , que quisieron
someter al juicio de su razon , emprendie
ron por este medio reformar la Religion
de Jesucristo . E to era lo mismo quesupo
ner lo que realmente aseguraban, á saber:
que ya no existía el verdadero cristianis
mo , y mudar ademas enteramente la idea
73
que hasta entonces habian formado de ella
los cristianos; por que siempre se habia
creido, por una parte , que el juicio de la
doctrina solo pertenecia á la Iglesia , cuyas
decisiones eran la única regla de fe ; y por
otra , que ni la fe podia corromperse ja
más , ni la Iglesia errar en su doctrina ,
habiendo prometido Jesucristo estar con
ella enseñando hasta la consumacion de los
siglos. Oponiendo de esta manera á la
creencia en que habian vivido universal
mente los cristianos por espacio de quince
siglos una opinion no oida en el mundo,
era preciso que los novadores sostuviesen
que hacia quince siglos que los cristianos
ignoraban el verdadero cristianismo , ó en
otros términos , que el cristianismo , cual
se habia entendido desde los apóstoles , era
un error monstruoso y destructivo de la
razon . Pero como ni Lutero , ni Calvino , ni
Zuinglio , ni ningun otro reformador , te
nian derecho para sustituir su autoridad á
la de la Iglesia que despreciaban , se seguia,
que hombres, mugeres , niños , sabios , ig
norantes , debian buscar por su propia ra
zon , sin deferir jamás á la autoridad de
otro , el verdadero cristianismo , alterado
74
esencialmente desde su nacimiento . En este
casó como nadie tenia otro medio para ase
gurarse de que habia encontrado el verda
dero cristianismo que el juicio falible de su
razon , y este se hallaba en contradicion con
la razon , igualmente falible de todos los
deinas , tantas indagaciones, tantos exáme
nes y juicios diversos no podian producir
sino una incertidumbre universal, y el cris
tianismo quedaba reducido mas que nunca ,
sirviéndonos de una espresion de Pascal, á
un enigma que no era posible descifrar.
2
Aun hay mas , y es que el principio
que los protestantes se vieron obligados á
admitir separándose de la Iglesia, los pone
en la precision de cambiar la idea misma
de Religion. Segun la que el género huma
no se formó de ella en todos tiempos , la
Religion es una ley divina que prescribe lo
que se debe creer y lo que se debe prac
ticar. Como que viene originariamente de
Dios , en ninguna época puede someterse
en sus dogmas , culto y preceptos al juicio
del hombre, por que desde entonces de
jaría de ser ley ; y por otra parte sería un
absurdo suponer en el hombre el derecho
de juzgar las verdades que Dios le revela ,
75
ó los mandamientos que le impone, para
admitirlos ó desecharlos a su voluntad. El
protestantismo, como él mismo nos enseña,
es en materia de Religion el acto de inde
pendencia de' la razon humana ( 1 ). La
Religion es una ley á la que la razon del
hombre , y todo el hombre , debe prestar
obediencia ; y el protestantismo es una so
lemne protesta , no solo contra el cristia=
nismo , sino contra toda religion. Poco im
porta que el protestante crea ó deje de
creer ; por que si cree no es por el motivo
fundamental de que Dios ha revelado la
verdad , que es objeto de su fe, sino por
que su razon juzga que es realmente una
verdad , sin lo que su razon no haria cre
yendo un acto de independencia , sino un
acto de obediencia , en cuyo caso su fe se
ría evidentemente una abjuracion del pro
testantismo. Asi que , por el mero hecho
de despreciar la autoridad de la Iglesia , se
deja de reconocer un juez infalible de la
doctrina, y se desvanece la idea misma de
Religion , como luego veremos mas claro!
(1 ) Revista protestante ; cuaderno 4 ,
pag . 151 .
76
Bastanos por ahora considerar en qué han
venido á parar en la reforma los dógmas
cristianos. Los Socinianos desde su origen
llegaron hasta el deísmo , y en él se halla
en el dia Ginebra ; y los Anglicanos se que
jan de los progresos que tambien hace en
tre ellos. Levántanse otras sectas , y pre
guntan , ¿ qué razon poderosa hay para
creer una revelacion escrita ? y sosteniendo
osadamente que no es el Evangelio capaz
de defenderse por medios razonables , pre
tenden deniostrar "que las escrituras del
nuevo testamento no son obras de las per
sonas cuyos nombres llevan ; que ellas no
han vivido en las épocas que indican ; que
las personas de que hablan jamás ban existi
do, y que nunca se han verificado los hechos
que refieren ( 1).” En Francia se niega tam
bien la inspiracion de una parte de los li
bros santos, se declama con calor contra la
institucion del sacerdocio , y se reduce la
Religion á un sentimiento indefinible , que
segun los tiempos y los paises se manifies,
ta bajo de diferentes formas; y los protes
(1 ) Bandera blanca de 7 de Noviembre
de 1825 .
77
tantes aplauden , alaban y adoptán gustosos
esta doctrina ( 1 ).
3 Baile, aunque protestante , previó
á dónde iría á parar este método racional
del juicio privado. "Es mas útil, decia , que
» lo que se piensa humillar la razon del
» hombre , manifestándola la fuerza con que
» las heregías mas desatinadas , cuales son
» las de los Manicheos , se burlan de sus
» luces para embrollar las verdades mas ca
» pitales. Esto debe enseñar á los Socinia
» nos , que quieren que la razon sea la regla
» de la fe ,que el extravío en que se hallan
» solo puede conducirlos por grados hasta
» negarlo todo , o dudar de todo ; y que se
» empeñan en ser insultados por las gentes
» mas execrables ; y que lo que conviene es
» cautivar su entendimiento bajo la obedien
» cia de la fe ; y no disputar nunca sobre
» ciertas cosas (2).” Cualquiera, pues , que
segun el juicio de Baile , quiere que la ra

(2) La Religion considerada en su ori


gen , &c. de Benjamin Constant, y la Revista
protestante , tomo 2, lib. 4.
(2) Diccionario histórico y crítico , arti.
' culo Paulicianus.
78
zon sea la regla de su " fe , es decir todo
protestante , por que el protestantismo en
materia religiosa no es mas que el acto de
independencia de la razon humana , de esta
razon , soberana legitima , que recibiendo
de Dios sus poderes no puede abdicar , y .
que soberana universal no puede salir de su E
imperio ; es conducida de grado en grado
hasta negarlo todo y dudar de todo. ¿ Se
dirá acaso que consiste el cristianismo en
negarlo todo o dudar de todo ? ¡ Espantoso
abísmo! ¿ Y cómo lo evitaremos ? Solo de un
modo : es necesario cautivar su entendi ,
miento bajo la obediencia de la fe; es'ne
cesario volver al principio católico para no
abandonarle jamás. -
4 Desde el principio del siglo XVII
está obrando en Francia el principio con
trario sobre los espíritus , y va conducién
dolos rápidamente a las extremidades del
error . Los mismos protestantes llegaron á
alarmarse ; y un ministro , cuyo celo me
receser alabado en esta parte , notando los
progresos de la indiferencia con que muchas
gentesmiraban toda religion , pintaba á es
tos nuevos enemigos de la fe cristiana como
abismados en el ateísmo y empeñados en
79
desterrar de la tierra la memoria del nom
bre de Dios ( 1 ). ¿ Ha cortado acaso la re
forma estos excesos , y se han salvado en
medio de tantas ruinas á lo menos algunos
dógmas , protegidos por la razon soberana
universal, no obstante la profecia de Baile?
Escuchemos á un protestante : "Se sabe que
actualmente en Alemania no niegan mu
chos predicadores la existencia de Dios, la
providencia , y una vida futura ." No nies
gan: ¿ pero será por que el protestantismo
se haya puesto a sí mismo límites? Júrgue
se : No niegan , es verdad , pero sin em
bargo enseñan públicamente que nada se
puede saber de estas verdades fundamen
tales de la Religion ; presentan , no solo en
das iglesias , sino, en las escuelas como nilt
las las pruebas de la existencia de Dios,
sacadas de la consideracion del universo ; y
sostienen que lo único que se puede afir
mar es que un hombre virtuoso debe de
sear que haya un Dios, y que no se puede
ser hombre de bien sin creer en Dios. Se

( 1 ) Tratado de las religiones contra los


que las creen indiferentes por Moyses Amy :
raut .
80
sabe que lo mismo dicen del cristianismo,
afirmando que Jesucristo ha enseñado la
misma doctrina , y que la Biblia no debe
leerse sino como una introduccion a la
pura razon , porque tan imposible es pro
bar la revelacion como la existencia de
Dios ( 1 ).
- 5 La imposibilidad de conservar un
dógma cualquiera, ó de obligar á niugun
hombre á cr er una verdad que no sea evi
dente para su razon , ha precisado á los
protestantes á reducir la necesidad del cris
tianismo á la sola moral ; pero aqui tene
mos las mismas dificultades, por que ¿cuál
es la verdadera moral y quién lo dirá ? la
razon que juzga de los dógmas juzga tam
bien de los preceptos; ¿ Y cómo no estando
obligado á creer lo estará á obrar como si
Creyera ? Convendrá , pues , que cada uno
se forme su moral como se ha formado su

( 1 ) Consideraciones sobre el estado pre


senté del cristianismo por Juan Trembley,
pag . 262. Vc111se tainbien las conversacio
nes de Starch. Estas dos obras , llenas de
hechos may inieresantes , contienen la prue
ba inas completa de cuanto decimos en este
párrafo .
81
fe ; y los deberes convertidos á su vez en
simples opiniones, no ofrecerán nada mas
cierto y fijo que todo lo demas. Todos saben
cuanto 'han alterado los Socinianos la regla
de las costubres , y que los Antimonienses
y otras muchas sectas han avanzado á mas.
Plegue á Dios que no se crea que intenta
mos atribuir a todos los protestantes doc
trinas monstruosas , que la mayor parte de
ellos miran con horror; pero sin embargo es
cierto , segun nos lo dice un protestante,
que se enseña en el seno de la reforma " que
nno hay acciones inmorales por sí mismas,
» aunque puedani ser ilegales segun las leyes
» y convenciones de la sociedad ; que no
» hay accion inmoral en el individuo , sino
» que todo está sometido a la necesidad de
» la naturaleza , y que tampoco puede ha
» ber oposicion entre la sensibilidad y la
» razon (1)." Principio incontestable en
partiendo de sola la razon ; porque la sen
sibilidad es tambien el hombre, y si ella es
( 1) Ibidem pag. 239. Véase en el baron
de Starc todo lo que hace en Alemania la
fazon protestante para trastornar sistemática .
mente los principios mas sagrados y univer ;
sales de la moral. '
82
parte de su naturaleza , y lo que és para
clla una verdad , pudiera ser un error o
un mal para la razon , ó vice versa , habria
al mismo tiempo en un mismo hombre dos
yerdades contradictorias. **

6. Sea , pues , que se examine el pro


testantismo en și inismo , en su doctrina
fundamental, sea que se le considere en sus
efectos generales , ' sale la consecuencia de
que si subsiste aun entre los protestantes,
Y sobre todo en el pueblo , algun débil resim
to de cristianismo, es por que la autoridad [

del egemplo y educacion , las tradiciones de


familia ,y en fin la accion misma de la Igle «
sia católica fuera de sí misma, que es mas
poderosa que lo que se cree, son las que
conservan estos restos de la fé, a pesar det
principio del protestantismo, cuya conse
cuencia directa y necesaria es una duda
universal y la destruccion absoluta de la
Religion revelada de Jesucristo . Pero asi
como no se puede alterar el poder pontifi
cio , y limitar el poder soberano que cons
tituye la monarquia del Papa , sin destruir
la Iglesia , tampoco puede separarse de la
Iglesia y dejar de reconocer su autoridad
infalible , sin trastornar de arriba abajo el
cristianismo. Y entonces ( qué sucede! que
todo se desploma, Religion, moral y socie
t
dad . La razon , á quien se entrega el cetro
del mundo , incapaz de levantar ninguna
de las ruinas que ha causado, abandona lo
por venir á la casualidad , y al hombre á sí
mismo. Se acabaron las verdades y la ley
inmutable , y por consecuencia los víncu
los queunian a los hombres y á las nacio
nes : estado prodigioso é inevitable en el
punto á que ha llegado el protestantismo,
como vamos á verlo .

S. III.

Sin cristianismo no hay Religion , å lo


menos para el pueblo que fue cristiano, y
por consiguiente no hay sociedad.
I Con tanta evidencia se sigue esta
proposicion de los principios quequedan
sentados, que parece esbastante el anun
ciarla por que si el protestantismo es el
acto de independencia de la razon huma
na en materia de Religion , es claro que la
Religion para quien -admite este principio
no es mas que una opinion libre ,quepuer
de mudar cuando quiera , y de la quenin ,
guna obligacion resulta ; y cuando en lu
gar de una opinion libre se forma un juicio
indefinido, igualmente se destruyen todos
los deberes y se borra toda idea de una fę
positiva. En ambos casos se presenta una
Religion despojada del caracter de ley, sin
dogmas fijos , sin culto determinado y, sin
preceptos ciertos , por que en virtud de su
independencia puede la razon ó negarlo
todo o dudar de todo; y ella misma, como
dice Baile , es necesariamente conducida de
grado en grado hasta este estremo desde
que se ha hecho de la razon la regla de fe.
La filosofía de nuestros dias lo confiesa ex
presamente , y conviene en que la sobera ,
nia de la razon individual, que tambien se
Ilama libertad de conciencia , noes mas que
un principio de destruccion que por sus
propios efectos debe destruir pocoa poco
todas las verdades y toda fe 1). No des
preciemos esta confesion.
"En el siglo XVI es cuando., entre la
» série de sucesos que nos interesan , se ha
erigido por primera vez en principio la
(1 ) El Productor, núm . 9, pag. 410 .
85
» libertad de conciencia ; no la libertad ili
» mitada que se ha reclamado despues, sino
» la facultad de creer de distinto modo quo
» la Iglesia católica sobre cierto númerode
» puntos determinados. Al pasó que suces
» diéndose unas á otras las seetas que so
levantan del seno de la Iglesia pretenden
malejarse mas de su doctrina , van ensan
" chándo teóricamente los límites de esta
facultad , que de hecho se atribuyen. Pa
#recia que en un principio eran las escri
• turas santas el campo en que debia con
* tenerse la libertad de conciencia ; però
» pronto se saltó esta barrera , y para mu
uchos hombres se ha reducido la Religion
* en sus dógmas á un solo concepto de la
» razon y del sentimiento , y en su culto á
" una relacion metafísica del hombre con
13 su Criador : en fin , las ideas fundamen .
"stales de toda institucion ó creencia reli
" giosa se ven atacadas, y al abrigo de la
libertad de conciencia , que cada vez se
» estiende mas , se reproducen estos diver
» sos grados de incredulidad , y á su v ez
* pretenden que se adopten (1). Nadie nea
(1 ) El Productor, núm . 9, pag. 4082!!
86
gará que estas reflexiones tan exactas no
son mas que la expresion fiel de los hechos.
La imposibilidad de comprender bien nina
gụn dógma, ni aun el primero de todos la
existencia de Dios , ha obligado á hombres
perspicaces á sacar las últimas consecuen ;
cias del principio del juicio privado , y estas 1
han arrastrado tras sí las demas. Pregung
tadles en este estado , já donde los ha cons
ducido la razon , que es lo que creen , qué.
cosa admiten y cuál es su Religion ? Nada
ocultan en este punto, y yo lo alabo, por.
que su sinceridad facilita la discusion : pada 4

disimulau, y su respuesta es clara y precią


sa : " Nuestro siglo duda , y en la duda sik :
» Religion es la libertad , por que es el úni
» co dógma que nos permite seguir lo que...
» hoy le agrada, y dejarlo mañana. El ca-.
vracter de este siglo es no tener una Reli
» gion , si no mil, y tantas en cada nacion
» como familias hay en ella ( 1)." Asi que ,
la Religion del siglo es ser libre en no tem,
ner ninguna; es el derecho que cada uno. ,
tiene de seguir la que le acomode, sin lie 1
mitaciones ni restricciones tanto en los de-,

( 1). El Globe , aúm . 137.


beres como en la fe ; es la negacion de toda
verdad , y por consecuencia de todo pre
cepto obligatorio, y la abolicion de todaley
divina y bumana y de toda sociedad .
3. En efecto , " ó se nos presenta la moral
» como obligatoria, independiente de nues
» tro interés personal, en cuyo caso se not
» manifiesta la idea del deber aislado é in
» dependiente , ó nuestros actos , los mas
» desinteresados en la apariencia , se dirigen
ná nuestro bien estar : los que admitan esta
» hipotesis no convendrán en que el inte
» rés bien entendido de los materialistas re
» suelve el problema de la moral de un
w modo mas general y satisfactorio que las
» doctrinas religiosas, aunque en nuestro
sentir sea muy incompleta la solucion de
westasdos escuelas(1 )." Québaremos, pues,
colocados entre estas dos soluciones incom
pletas de las escuelas religiosa y materia
lista ? ¿ Y qué será de la sociedad en medio
de estas tinieblas universales y de duda abad
soluta ? ¿ Podrá subsistir en laignorancia de
sus propios fundamentos, de sus mismas
leyes y de las condiciones de su vida ? ¿ No
( 1 ) El Globo , núm . 46, pag.216. ( 5 )
88
pecesita como el hombre , y mas que el
hombre , de doctrinas ciertas ? ¿ y conserva
rá á lo menos algunas, y salvará algunas
ruinas de este gran naufragio de creencias
de sesenta siglos ? No , festas doctrinas, que
wdeben guiar nuestra vida moral, religio
» są , politica y literaria , á nosotros nos
»> toca formarlas y forjarnos otras nuevas,
» por que las que nos han dejado nuestros
» padres son estériles y añejas: no hay uno
que no conozca , o por mejor decir , que
u na sienta esta necesidad de nuestra épo
» ca ( 1.)." Asi, pues , por una consecuencia
del principio , que hace á cada hombre juez
de la verdad , nos vemos condenados á re
hacer la Religion , la moral , la literatura,
la sociedad , y hasta la razon humana , y al
mismo hombre. ; Miserable situacion ! ¿ Pero
la filosofía nos dá alguna esperanza de sa
lir algun dia de ella? La libertad de pen
sar, sin otra regla que la misma libertad,
nos permitirá , cansada de tanto destruir,
levantar un edificio nuevo sobre sus gran
des ruinas ? Escuchemos aun : 'Si se la con
msidera bajo de un punto de vista abstrac
(1 ) El Globą, núm . 32. 1
89
to , se encuentra que ella es para cada in
»dividuo el derecho, y aun el deber, de
juzgar por su razon personal, sin que le
9 „ impongan obligacion alguna los trabajos,
e
wlos juicios,la autoridad de otros individuos,
„de la naturaleza de las cosas , de sus re
33 ulaciones con la humanidad , de la depen
$ „ dencia de los hombres entre sí , es decir ,
S de toda esencia y de todos sus elementos.
0 »De donde se sigue, que considerando este
ne » principio en sus relaciones con la organi
» zacion social, el estado de cosas en que
2 » existiesen en toda su extension , sería el
» de que la sociedad no tendría objeto de
" terminado, ni la educacion ni las leyes
stendrian en su accion ninguna tendencia
» particular; y que si el oficio de la liber
stad de conciencia ha sido en lo pasado
» destruir , debe ser en lo por venir el im
" pedir que nada se establezca (1)."
4 Este es el término á donde son con
ducidaspor grados las naciones que sepa
rándose de la Iglesia han abandonado el
principio fundamental de la fe cristiana y
de toda fe. Un pueblo no cristiano puede
( 1 ) El Productor , núm. 9 .
90
tener una Religion y conservar los dógmas
primitivos por la tradicion, como se con
servaban antes de Jesucristo ; puede recom
nocer la autoridad de estas creencias co
munes y someterse á ellas ; pero el primer
acto del que rompe con la Iglesia es ne
gar esta autoridad necesaria , y substituic
en su lugar la suya propia , la de su sola
razon ; y desde entonces, por mas que se
esfuerce en detenerse en el principio de la
duda , las consecuencias irresistibles del
principio que ha adoptado le arrastran
basta lo mas profundo del abismo.
5 Queda probado por la experiencia y
por la confesion formal de todos los ene
migos del catolicismo , que sin Papa no
hay Iglesia; que sin Iglesia no hay cristia
pismo, y sin cristianismo po bay Religion
ni sociedad: de suerte que la vida de las
naciones europeas trae , como lo hemos din
cho, todo su origen del poder pontificio.
Si la Religion católica, por la influencia que
tiene auų en los paises en que no es la
dominante , no se opusiera á los progresos
de la incredulidad protestante , tiempo ha
que no se encontraria en ellos un solo ves
tigio de cristianismo, y estarían habitados
91
por una raza de bárbaros , mas feroces y
horribles que se conocieron jamás; y tal
sería la suerte de la Europa entera si fue
ra posible que el cristianismo se extin
guiera enteramente. A esto tira todo ata
que contra el poder del soberano Pontí
fice: y es un crimen de lesa - Religion en
un cristiano de buena fe y capaz de unir
dos ideas, y en un hombre de estado un
crimen de lesą - civilizacion у de lesa -socie
dad. Y para que se comprenda bien el
riesgo que hay en asestar el menor ataque
contra este poder divino , y aun en solo
querer definirle sin la autoridad compe
tente , que no hay otra que la de la Iglesia,
vamos á examinar el imprudente ensayo que
se hizo en Francia en un momento de cas
lor y de pasion en 1682. Este memorable
egemplo encierra en sí mucha instruccion,
Y parece es llegado el tiempo , despues de
ciento y cuarenta años , en que hemos re
cibido tantas lecciones en todos ramos , de
que nos sea permitido juzgarle con la de
bida calma ,
92

CAPITULO SÉTIMO.
De las libertades galicanas.
I Apesardede lala uni
-pesar formidaddela
uniformidad de la
disciplina general ,puede haber en ciertos
lugares algunos usos antiguos y costum
bres particulares , ó apropiadas á necesida
des tambien particulares ó indiferentes en
sí ; costumbres muy legítimas cuando la
autoridad las tolera , y mas cuando las
aprueba , de lo que nos ofrecen muchos
egemplos los rescriptos de los papas y las
actas de los concilios. Pero para quien co
noce bien la unidad de la Iglesia católica
ó universal , y el espíritu de su
su gobierno,
es cuando menos palabra estraña la de li
bertades ; por que supone por una parte
que el que no goza de ellas sufre una es
pecie de servidumbre , y por otra que no
puede egercerse en toda la Iglesia el poder
soberano , sea cual fuere , con igual exten
sion ; ó que una porcion de la Iglesia ha
tenido el derecho que no ha tenido toda
ella de limitarle arbitrariamente. De estas
dos aserciones , sobre que sería necesario
93
decidirse si se tomase en sentido riguroso
la palabra libertades, la primera es escan
dalosa, y herética la segunda.
2 Esta simple observacion nos autoriza
para creer , y aun nos impone la obliga
cion de pensar antes de entrar en su exá
men , que ó las libertades galicanas no son
de origen eclesiástico , ó que el clero fran
cés, siempre adherido á la unidad de la
Iglesia y al romano Pontífice , que es su
centro , entendia por ellas alguna cosa muy
diferente de lo que en muchas épocas han
querido entender algunos espíritus turbu
lentos é inquietos. Se disputa , en efecto,
hace mas de doscientos años sobre saberen
qué consisten estas libertades ; cuestion tan
obscura é incierta , hoy acaso mas que lo
era en 1605 , cuando los obispos, asustados
del abuso que se hacia de esta palabra vaga
suplicaron al Rey biciese arreglar y deter
minar lo que se llama libertades de la
Iglesia galicana ( 1). Cuya demanda repitie
(1 ) Es muy notable que jainás se ha oido
hablar de libertades de la Iglesia de Alema
nia , de Ungria , de &c. Fuera de la iglesia
galicana no se conoce, hoy otra que la de
94
ron muchas veces en los años siguientes.
* Vuestros jueces , decian , han obscurecido
„de tal manera las libertades, que lo quc
debiera servir de proteccion se ha conver
stido ent ' opresion de la Iglesia ; lo que
» procede de la obscuridad de la materia
» de la perplexidad en que maliciosamente
»han mantenido los espíritus, para con
neste pretesto atentar mas facilmente con
»tra la jurisdiccion eclesiástica (1)." La mis
ma súplica dirigieron al Rey en 1614 (2).
Tan graves y notorios eran los abiisos de
que se quejaban los prelados! Por desgra
cia se olvidaron pronto tan justàs deman
das, y el desórden fue en aumento . Susci
tose entre los parlamentos y el obispado,
obligado á defender contra aquellos sus
mas sagrados derechos, una lucha que duró
hastafines del último siglo. Jamás ha habi
do guerra de este género, ni mas durade
ra ni mas viva , y su ' influencia sobre
los Paises Bajos que tenga estas libertades;
gracias a la inunificencia de un príncipe cal
vinista
(1 ) Memorias del clero, tomo 13.
(2) Correcciones y adiciones á los nuevos
opúsculos.de Fleuris pag. 68.
95
nuestros destinos ha sido tan grande, que
merece que nos detengamos un momento
en examinar su causa , íntimamente ligada
con el asunto de que tratamos .
- 3. Los parlamentos al principio eran
un simple cuerpo judicial, establecido para
hacer justicia á nombre del Rey ; y cuan
do con el tiempo lograron erigirse poco á
poco en un poder muy diferente , conti
nuaron siempre' egerciendo de una manera
irreprensible tan nobles funciones. La gra
vedad de costumbres , la integridad , la
ciencia , que tanto distinguian a la magisa
tratura francesa , le habian grangeado , con
respeto y la confianza de los pueblos, la
mayor consideracion en la Europa entera.
Estas ventajas, y las virtudes con que se
las merecieron , las debieron al espíritu ver
daderamente imonárquico y cristiano que
brillaban en su institucion ; pero es preciso
confesar que este espíritu se alteró progre
sivamente de muchos modos, por efecto de
las mudanzas que ocurrieron en la socie
dad . Se ha visto que tratando de separar
la política de la Religion , y aislando á las'
naciones que el cristianismo trataba de reu
nir , y luchando contra el orden de civili ?
96
zacion que el mismo produjo , y que el
poder pontificio se empeñaba en defender
y llevarle á su perfeccion , como que de
él dependian la paz y la felicidad de los
pueblos , y hasta la existencia del cristia
nismo , los principes hicieron una verdade
ra revolucion en la cristiandad , sustituyen
do en el gobierno , sin el conocimiento con
veniente , á las leyes invariables de la jus
ticia el sistema'variable de los intereses. De
aqui la desconfianza general, la ambicion
sin freno , y los continuados atentados de
los soberanos contra los vasallos , y de los
vasallos contra el soberano. La fuerza fue
el único árbitro de los derechos, y el des
potismo llegó á apoderarse de la monar
quía. Los parlamentos levantaron su poder
sobre las ruinas de su primitiva constitu
cion ; y necesarios al monarca para poder
dar un caracter legal á las agresiones con
tra el poder espiritual y las instituciones
del estado , vieron acrecentarse su impor
tancia y autoridad hasta el punto de abu
sar de ella contra los mismos reyes , al paso
que venian abajo las antiguas barreras , que
una justicia igual para todos habia levan
tado en derredor del trono . No puede for
97
marse una justa idea de estos grandes cuer
pos , sin distinguir en ellos dos cosas ente
ramente distintas ;, como defensores y jue
ces de los intereses particulares, nada mas
admirable , pero como instrumentos de
la política del príncipe, ellos son los que
han acelerado la ruina de la monarquía.
Entregados al poder real , fundamento de
su propio poder , procuraron estenderle
sin límites , sacrificando en su obsequio
todos los demas derechos: sujetaron ente
ramente la nobleza al trono , que fue lo
mismo que destruirla como institucion po
lítica ; y trabajaron incesantemente con
mayor ardor para oprimir á la iglesia:
proyecto, que á haberse llevado a cabo,
hubiera levantado en el seno de la Euro
pa un despotismo peor que el despotisme
oriental
4 Las turbaciones que causó el cis
ma del occidente , y la deplorable con
fusion que introdujo en la Iglesia , favore
cieron la empresa de los parlamentos con
tra su autoridad , que tomó un caracter.
aun mas hostil y dogmático á principios
del siglo XVII , época en que el espíritu
del protestantismo se apoderó7 de la ma
98
gistratura (1), á cuya causa deben atribuir
se las disposiciones revoltosas que manifesa
tó despues en tiempo de la Honda. Repri
midas por Luis XIV ,
las dispertó el janse
nismo (2),que tuvo en su origen una intima
( 1 ) " Desde el edicto de Nantes hasta los
tiempos que precedieron á su revocacion , y
en que se empezaba ya á violarle , compo
nian en parte los parlamentos los Hugono
tes ; en cuyo periodo era natural que estos
cuerpos se hubiesen mostrado tenaces y ania
mados de un espíritu republicano y opuesto
á la corte. Expelidos los Hugonotes, no se
expelió con ellos su espíritu, y los parla
mentos estaban ufanos de su influencia y del
ensayo que habian hecho de sus fuerzas. No
es esta la única causa de la conducta ulte
rior del parlamento , pero contribuyó mucho
a ella. Entre ellos se conservó el espíritu de
independencia , y entre ellos, se encontró en
1788.” Ensayo sobre el espíritu é influencia
de la reforina por Villers.
( 2) Una inemoria dirigida por Fenelón á
Clemente XI contiene pormenores curiosos
acerca de los progresos que hizo el jansenis
mo en 1705 en los parlamentos , y en espea
cial en el de París. Entre los magistrados
afectos á la secta dice Fenelon que el canci
ller, el primer presidente y el procurados
99
afinidad con el calvinismo , cuyas sediciosas
doctrinas renovó en muchos puntos : pare
cíanse sobre todo en su genio inquieto , in
capaz de prestarse á la obediencia, y siem
pre pronto á sublevarse. " Esta peligrosa
» faccion , decia el abogado general Talon,
» nada ha omitido por espacio de treinta
» años para disminuir la autoridad de las
general eran mas jansenistas que el mismo
Jansenio. Los abogados generales y muchos
presidentes y consegeros eran del mismo par
tido , por lo que no es estraño que los prin
cipales iniembros del parlamento se 'hayan
opuesto con tanto calor en presencia del mis
mo Rey á la aceptacion en forma de un bre .
ye de V. Santidad contra la respuesta de
cuarenta doctores. Creian perdidas las liber .
tades galicanas.con reconocerse en Francia
P
la autoridad de una constitucion de la San !
ta Sede que la Francia no habia solicitado:
¡cómo si el médico no debiese curar sino al
enfermo que le pida la salud ! ¡cómo si el
Vicario de Jesucristo , en fuerza del deber
que le impone la solicitud de rodas las igle
sias, no debiese hablar ni obrar porque la
enfermedad de la Francia sea tal que des
precieel Socorro del médico !, Memorialo
Sanctissimo D. N. clam legendum. Feuel
t , 12, P 609 y 10.
100
» potestades eclesiásticas Y seculares , que
» no le son favorables ( 1 ).” Despues vino la
filosofía á acabar lo que habian comenzado
Ja reforina у el jansenismo. De las antiguas
instituciones monárquicas solo subsistia la
Iglesia, y contra ella se declaró la guerra
con todo el furor protestante , modificado
por las ideas filosóficas del tiempo. Mar
chaban á grandes pasos hacia su término; la
gerarquía política no existía , y el Rey y el
pueblo se observaban : los parlamentos al
abrigo de los principios democráticos , que
se derramaban por toda la nacion, preten
dieron al principio representar alpueblo, 1
y usurpar con este título el poder legisla
tivo ; es decir , que intentaron alzarse con
la soberanía , ó sustituir en provecho suyo
un despotismo oligarquíco al despotismo de
uno solo. Pero no podia ya detenerse el
niovimiento de destruccion , y mipadas por
espacio de muchos siglos las bases de la
sociedad , se precipitó toda entera en el
abismo que los mismos reyes y parlamen
tos habian abierto.
5 Tales fueron los destinos de estos

(1) Requisitorio de 23 de Enero de 1688.


IOI
grandes cuerpos, que nivelando la nacion,
y eximiendo al monarca de toda ley divi
na , exteriormente obligatoria , caminaban
poco a poco á la conquista del poder , á
quien parecia servian , y es fácil concebir
cuáles serían en este caso sus miras respec
to de la Iglesia. Combatía la autoridad de
su gefe para separar mas el estado de la
Religion , con el pretexto de defender los
derechos del Rey , y extender su propia ju
risdiccion con mengua de la jurisdiccion es
piritual , era el doble objeto que se propo
nian. A esta empresa dieron el nombre de
libertades de la Iglesia galicana ; y dos
hombres sospechosos de protestantismo,
Pithout y Pedro Dupuy , compusieron una
inmensa compilacion de ellas ( 1), que fuer
ron suprimidas por un decreto del Conse
jo en 20 de Diciembre de 1638. , y conde
nadas al
al año siguiente por diez y nueve
prelados congregados en París, con una inç
dignacion en que tomó partetodo el clero
francés. " Jamás, decian , se han visto ata
»cadas la fe cristiana , la Iglesia católica , la
7
( 1 ) Pruebas de las libertades de la igle,
sia galicana por Dupuy, vise bit
102

e disriplina eclesiástica , la salud del Rey


»del reino , con doctrinas mas perniciosas
» que las que se vierten con títulos espe
» ciosos en estos libros.” Y despues de ha
ber calificado de falsas y heréticas servi
dumbres estas pretendidas libertades , ana
den : " aseguramos que hemos condenado
vestos dos volúmenes, por unánime con
sentimiento , como perniciosos en el todo,
»como heréticos en muchos lugares , como
vicismáticos , impios y contrarios á la pala
„ bra de Dios en muchos pasages, dirigidos
vá la destruction de la gerarquía y disci
plina 'eclesiástica , de los sacramentos y
restatutos sagrados , muy injuriosos a la
Silla apostólica, á nuestro augusto Rey,
waliórden y estarlo eclesiástico , y á toda la
» Iglesia galicana , y llenos de escándalos
" muy peligrosos ( 1 )."
16 La asamblea del clero condenó de
nitievo en 1651 la obra de Dupuy , como
injárioso á la libertad de la Iglesia, y "de
wcretó quejarse dela venta de un libro, cuyo
siveneno y máximas peligrosas conocia todo
( 1) Procesos verbales de las asainblea.
del clero ,tom . 3. núm 1. de las piezas jus
tificativas .
1
103
nel mundo. M. de Bosquet , Obispo de Lo
debe , fue invitado á refutarle ; y las asam
„ bleas de 1655 y 1665 le obligaron á pu
„ blicar la refutacion (1).” M. de Marca
no veia en esta famosa coleccion mas que
un tegido de sentimientos impios y de pro
fanas novedades de palabras(2 ) ; y jamás,
dice Bossuet , aprobaron los obispos lo que
tantas veces condenaron sus predeceso
res ( 3); no por que dejasen de reconocer
ciertas libertades de la Iglesia galicana,
sino por que entendian por esta palabra
ciertos privilegios concedidos, como se es
plicaban en 1639 los diez y nueve obispos
en su carta ya citada ; y hasta el autor de
la defensa de la declaracion de 1682 hace
notar que " los prelados franceses bận te
unido la precaucion de advertir , que solo
umiraban con fuerza de ley los estatutos y
»costumbres establecidas con consentimien
„to de la santa Sede y de los obispos (4);" ,
(1) Correcciones y adiciones á los nuevos
opúsculos de Fleuri, pag.65.
( 2) De concord. Sacerd , et imp .
( 3) Defensa , lib. 11 , cap. 20.
(4) " En mi sermon sobre la unidad de la
Iglesia , pronunciado í la abertura de la
104
segun nos repite Bossuet , los obispos y
magistrados estaban muy distantes de en
tender de un mismo inodo las libertades de
la Iglesia galicana , empleada siempre con
tra ella misma ( 1 ) , " en lo que observaba
„ Heuri cúan insoportable era la injusticia
„ de Desmoulyns. Cuando se trata de cen
usurar al Papa , no habla él sino de los an
» tiguos cánones ; cuando se trata de los de
" rechos del Rey , nada es nuevo ni abusi
" vo ; y él y cuantos jurisconsultos han se
" guido sus máximas, propenden á las de
» los bereges modernos , y someterían con
" gusto el poder espiritual al temporal del
"príncipe: si algun extrangero , celoso de
„ los derechos de la Iglesia , y poco propen
180 á -adular las potestades temporales,

asamblea de 1682 ine ví obligado a hablar


de las libertades de la iglesia galicana , y me
propuse dos cosas , la una hacerlo sin la me
nor dininucion de la verdadera grandeza de
la Santa Sede , y la segunda explicarlas de
la manera con que las enticnden nuestros
obispos , no como las entienden nuestros ma
gistrados.” Carta al Cardenal de Escreest,
obras de Bossuet , tom. 9.
( 1 ) Oracion fúnebre de Letellier.
105
" quisiera hacer un tratado de las servidum
» bres de la Iglesia galicana , no le faltarían
» materiales ni pruebas::: la gran servidum
„ bre de la Iglesia galicana consiste en los
wexcesivos ensanches de la jurisdiccion se
» cular::: las apelaciones excesivas han aca
„bado de arruinar la jurisdiccion eclesiás
„ tica (u)."
7 Se sigue de aqui , primeramente,
que lo que la magistratura llama liberta
des de la Iglesia , la Iglesia llama , no como
quiera servidumbres, sino servidumbres
heréticas , cuya expresion no parece muy
fuerte cuando recuerda uno los esfuerzos
que en el siglo pasado hicieron los tribu
nales seculares para someter á su autoridad
hasta la administracion de los sacramentos,
y en segundo lugar , que querer volver á
poner en vigor estas libertades , sería que
rer destruir la Iglesia , y de consiguiente el
cristianismo y la sociedad . Si se desea saber
ahora cuáles eran estos privilegios concedi
dos, estos estatutos y costumbres estableci
das con consentimiento de la santa Sede,

(2) Discurso sobre las libertades de la


iglesia galicana.. Nuevos opúsculos de Fleuri.
106
de que habla Bossuet , nos hallamos con
que no han podido definirse con precision.
No puede decirse , como algunos lo han
pretendido , que fuese el privilegio que
conservó la Iglesia de Francia de gober 1

narse por el derecho comun , por que pri


vilegioy derecho comun , se excluyen mú
tuamente. ¿ Será , como otros sostienten , el
derecho de gobervarse por los cánones de
los primeros concilios? Tampoco, por que
la disciplina de la Iglesia de Francia se di
ferenciaba totalmente en muchos puntos de
la disciplina determinada por estos conci
lios: solo, pues, podian ser usos particu
lares de algunas diócesis, asi como hay ,en
todas las partes del mundo católico prero
gativas concedidas por los Papas á ciertos
obispados; y en este sentido la palabra liber
tades no tiene sentido alguno despues que
se ha renovado todo el estado de la Iglesia
de Francia por un acto inmediato del pos
der soberano del Pontifice romano ( 1).
( 1) En su bula para la nueva division
de diócesis de 30 de Diciembre de 1802 de
clara et Papa que deroga por su autoridad
apostólica los estatutos, costumbres aun in
memoriales , los privilegios , indultos , COA •
107
8 Las máximas teológicasy establecidas
en la declaracion de 1682, tampoco pue
den ser libertades de doctrina, ni ningun
católico podrá mirar como meras opiniones
de escuela proposiciones formalmente re
probadas por la Silla apostólica , y por la
mayor parte de las iglesias particulares.
Ademas de que es evidente que el poder
del Papa , instituido por el mismo Dios,
reconózcase ó no , es sienipre esencialmen
te lo que Dios ha querido que sea ; que
ningựin otro poder puede estenderle ni res
tringirle ; y que una de dos cosas , ó la de
claracion establece con exactitud los lími
tes de la potestad pontificia , en cuyo caso
la Iglesia galicana no es mas libre que las
demas iglesias, ó prescribe á esta potestad
divina límites a su arbitrio ; y entonces la
Iglesia galicana si los fijase , cosa que nun
ca hizo , sus máximas en la práctica serían
cismáticas ; lo que tampoco sabemos que
sea una libertad. Considerada bajo otro
cesiones de las sillas suprimidas. Ninguna
silla pues pudiera tener , segun la doctrina
de Bossuet y otros obispos de que hemos ha
blado , mas privilegios que los concedidos des
pues de 1802 por el Soberano Pontifice .
108
punto de vista , y antes de entrar en el
exámen de la doctrina que en sí encierra,
la declaracion de 1682 no puede dejar de
excitar cuando menos una grande admira
cion. Por que, ¿ qué es lo que hace esta
declaracion ? Enseña a todo el mundo que
la Iglesia galicana , en cuanto al poder del
sumo Pontífice , ni piensa como el Papa
ni como las demas Iglesias unidas al Papa.
Suponiendo , pues , lo que estamos muy
lejos de conceder, que el dictamen parti
cular de la Iglesia galicana pudiere por
-un momento hacer dudoso lo que enseña
el Papa y las demas Iglesias, resultaría que
tan incierto sería el poder en la Iglesia de
Jesucristo como la misma Iglesia ; y sería la
cosa mas monstruosa admitir que existe una
sociedad , y una sociedad divina , sin saber
se despues de diez y ocho siglos en quién
reside la soberanía. Si esto no es destruir
hasta la nocion de la sociedad y la de la
Iglesia una , universal, perpetua, espliquen
nos ¿cómo puede una soberanía dudosa
consti tuir un gobierno cierto ó una socie
dad cierta ;
tamente una , universal y perpetua, igno
rándose cuál es la potestad suprema en la
109
Iglesia , y por consiguiente si es una , uni
versal y perpetua ? ¿ Y qué derecho tendria
una asamblea de treinta y cinco prelados
convocados por el Rey , ni qué derecho
hubiera tenido toda la iglesia galicana reu
• nida en concilio nacional, para decidir ella
sola cuestiones que interesan fundamental
mente á toda la Iglesia, y fijar su propia
doctrina , y lo que es mas, para crear una
doctrina particular sobre puntos de que
depende toda la economía del gobierno esa
piritual , y respecto de los que ninguna
doctrina puede ser cierta , segun los mis
mos galicanos, sino la profesada por el
Papa y la mayoría de los obispos ?
Tan extraños desvarios no pueden
esplicarse sino por el estado en que enton
ees se encontraba la Francia. Los parla
mentos seguian con teson su proyecto de
sujetar la Iglesia , separándola del Pontifice
romano , ó sujetándola en el egercicio de
su potestad á la autoridad temporal. " EŁ
»Rey en la práctica es mas gefede la Igle
msia en Francia que el Papa : libertad regis
» pecto del Papa y servidumbre respecto
»del Rey : autoridad del Rey sobre la Igle
» sia , entregada á jueces legos : los legos dor
110

ominan á los obispos (1).” Asi hablaba


Fénelon . "¿Quién no . vé, esclamaba lleno
„ de dolor , los males que amenazan á la
„ Iglesia católica , espuesta á los celos, 80s
» pechas y disputas? Los obispos ya no tien
"nen que esperar auxilio alguno , ni casi •
„ que temaer de la silla apostólica , por que
»su suerte depende enteramente de sola
la voluntad de los reyes. La jurisdiccion
wespiritual está como anonadada, y excep
» tuando los pecados declarados en secreto
al confesor , no hay cosa de que no juz
vguen los magistrados á nombre del Rey,
» sin el menor respeto a los juicios de la
„ Iglesia. Los frecuentes recursos a la Silla
apostólica , por cuyo medio acostumbra
whan los obispos , acercándose á Pedro,
vconsultarle sobre negocios en que se in
» teresaban la fe ó las costumbres , son ya
ytan desusados , que apenas queda el me
» por rastro de esta admirable disciplina, y
sobre los mismos asuntos los reyes gobier
vnan todo , ségun su gusto. Raras veces se
vreçurreyaá la santa Silla , yesto por cum
.
(1) Vida deFenelón por Bausset. Piczas
justificativas del libro 7.
111
splirfiiento, su nombre es siemprevenerado
sén apariencia, pero en la realidad no es
mas que la sombra de un gran nombre.
Ya no se conoce por los efectosla potestad
sdel Papa , sino cuando se solicita de él
valguna dispensa de los cánones. ¿ Y qué
1se sigue de aqui? Que hasta los legos se
mofan y ridiculizan esta sublime potes
stad , á la que no recurren sino para con
“seguir algun favor particular , y de esta
manera esta amable y maternal autoridad
„ ba llegado á convertirse en objeto de una
»maligna envidia (1)."
(1 ) Quantum vero Ecclesiæ Catholicæ
impendeat incommodum nemo non videtz
dum æmulatio, suspicio et contentio grassuns
caput atque membra , totum Ecclesiæ corpus
divexat. Nune episcopi nihil sibi præsidii
sperandum , nihil pene metuendum videat ex
Sede Apostolica. Eorum quippe sofs ex solo
regum nútu omnino pendet. Spiritualis jua
risdictio prostrata jacet ; nihil est , si sola pec
cara clam confessario dicta exceperis , de quo
laici magistratus ex nomine regis non judic
cent, et Ecclesiæ judicia non vilipendant
Frequens vero ' at jugis ille recursus ad Se
dem Apostolicam , quo singuli episcopi, sin
gulis tum fidei , tum morum quæstionibus,
I12
IO La pintura que hace Fenelon del
alto clero de esta misma época , acaba de
ilustrar lo que pasó en 1682. "La niayor
" parte de los prelados , dice , se arrojan
» ciegamente al lado á que el Rey se incli
wna , y esto no debe admirarnos, por que
Asolo conocen al Rey, a quien deben su
vdignidad , su autoridad y sus riquezas , al
u paso que en el estado presente de cosas
nada tienen que esperar ni que temer
pde la Silla apostólica. Ven en manos del
Petrum adire et consulere consueverant , ita
jam inolevit , ut vix supersit.mirabilis hujus
disciplinæ vestigium. Quantum ad rem ipsam ,
reges ad nutum omnia regunt et ordinant.
Sedes vero Apostolica , inani tantum forma
et raro compellatur. Nomen est , quod ins
gens aliquid sonat , et suspicitur ut magni
nominis umbra. Neque certe quid possit hæc
sedes , jam usu norunt , nisi dum eftlagitant
à canonum disciplina dispensari. Unde ..ipsi
laici culpant , et ludibrio vertunt hanc præ
celsam auctoritatem , quam non adeunt , nisi
ut suo commodo inserviat. Hinc contigit ut
materna et amabilis hæc autoritas invidiam
cuncitaverit . De summi Pontif. autorit. cap .
XIV. Oeuvres de Fenelón , tom . 2. p . 407
et 408 edit . de Versailles.
113
„ Rey toda la disciplina , y se les oye decir
„ muchas veces , que aun en materias de
» dógma, sea para establecerle , sea para
» condenarle , es preciso consultar el aire de
„ la corte. Hay sin embargo algunos obis
» pos piadosos que harian entrar en sus
„ deberes a la mayor parte de ellos, sino
warrastrasen a la muchedumbre fuera del
» verdaderocamino, géfes corrompidos en
7sus sentimientos (1.).
U . En este estado de cosas se suscitó
una cuestion entre Roma y el Rey , con

( 1 ) Plerique alii incerti et fluctuantes,


quolibet rex se inclinaverit , cæco impetu
ruunt. Neque id mirum est , siquidem regem
solum norunt , cujus beneficio dignitatem ,
auctoritatem , opesque nacti sunt. Neque , ut
res se nunc habent , quidquam incommodi
metuendum , aut præsidii sperandum ex apos
tolica Sede existimant. Totam disciplina
summam penes regem esse vident , neque ip
sa dogmata aut adstrui, aut reprobari posse
dictitant , nisi aspiret aulicæ potestatis aura.
Supersunt tamen pii antistites , qui cæteros
plerosque in recto tramite confirmarent, nisi
multitudo à ducibus male affectis in pejorem
partem raperetur. Meinoriale Sanct . ' D. N.
clam legendum. Fegel. t. 12, p. 604 y 605.
114
ocasion de cierto negocio , en que segun
confiesa Arnauld , defendia el Papa dere
chos manifiestos, y verdaderas libertades
de la Iglesia. Los parlamentos daban calor
á las quejas y animaban al Monarca , que
tomó la resolucion de manifestar con un
acto solemne , su resentimiento contra el
soberano Pontífice , descargando su ven
ganza sobre el clero ; y prelados cobardes
se declaran ciegamente por el Rey ( 1);
esta es la historia de la célebre declaracion
de 1682. Bossuet, que sin tomar parte en
tan viles pasiones , no estaba enteramente
excnto de cierta debilidad cortesana , trató
de templar el calor de sus cohermanos, y
viéndolos á punto de arrojarse á los mayores
excesos, se presentó como mediador entre
ellos y la Iglesia , olvidándose de que en
cualquiera otra circunstancia , y mas due
ño de sí mismo , hubiera sido él elprimero
que hubiese notado que la Iglesia no ad
mite tal mediacion ; y que no teniendo en
que ceder , jamás entra en composicion por
mas que se altere su doctrina ; y que si esa
(1 ) El Papa , decian , nos ha empujado, et
se arrepentirá. Opusé. de Fleuri.
115
pera con paciencia el arrepentimiento , llega
el momento en que la caridad llama a Ja
justicia y la hace pronunciar su sentencia
irrevocable .
12 Con el fin de dar lugar á la calma
traţó Bossuet de dar largas , y propuso exa
minar la tradicion sobre el asunto someti
do á las deliberaciones de la asamblea : no
se le escuchó : el Rey queria una decision
pronta , siis ministros se oponian con calor
á toda dilacion , y los prelados por su par
te no manifestaban menos deseos de com
placer al Monarca. Desde entonces Bossuet
no pensó en mas que en alejar el cisma que
ámenazaba á la Francia , suavizando á lo
menos, en el modo de espresarse , las má
ximas cuya proclamacion no podia ' evitar.
Engañado con el laudable deseo de evitar
un mal presente , no previó que prepara
ba otros mas peligrosos para lo por venir,
sin embargo de que su alma se sentia
átormentada é inquieta, como lo manifies
tan algunos pasages de su sermon sobre lá
unidad. En efecto , todo el arte de sus pa
labras no bastaba á variar el fondo de la
doctrina que el clero tenia órden de abra
zar solemnemente. Esta doctrina , manda
116
da por el Rey , no era otra cosa que los
principios en que se apoyaba el poder tem
poral, para autorizar la guerra que hacia
muchos años tenia declarada á la Iglesia
y al Papa. " Voltaire dice que se creyó
» que habia al fin llegado el dia de esta
» blecer en Francia una Iglesia católica y
» apostólica que no fuese Romana.” Cuan
do uno se acuerda de la sorpresa y temo
res que causó fuera de Francia en todo el
catolicismo la doctrina de la declaracion , y
el valor que la dieron sus sectarios, no se
puede dudar un momento de su verdade
ra naturaleza.
13 Aunque dividida en cuatro artículos
la declaracion se reduce á dos proposicio
nes. Se ha manifestado como los principes,
cuvas pasiones reprimia la potestad Pontifi 1

cia , babian ido minando las bases de la so


ciedad cristiana , separando del orden reli
gioso el político , substraido ya de la influen
cia de la ley divina ; y cómo autorizaron los
prelados esta absoluta separacion , decla
rando dogmáticamente que la soberanía
temporal era por institucion divina entera
mente independiente de la potestad espiri
tual. Tambien se ha hecho ver que para sua
117
jetar con mas facilidad á la Iglesia , que no
tiene otra fuerza que la de su cabeza , habia
tratado la autoridad civil de romper , ó á lo
menos relajar , los lazos que la unen con
el obispado, atacando el poder monárquico
del Papa , y que los prelados autorizaron
este atentado á la constitucion divina de la
Iglesia y su propia sujecion , declarando
dogmáticamente que el concilio es supc
rior al Papa. Decimos lo que ellos hicie
ron y no lo que creyeron hacer , por que
hay tiempos de vertigo , en que los hom
bres andan á ciegas y pronuncian palabras
sin comprender su sentido. La Providen
cia , por fines que no alcanzamos , permi
te
l
estos tristes egemplos de nuestra debi
idad , у si consideramos cúan profunda es
en nosotros la llaga del orgullo , veremos
que nos son de gran ' utilidad aun cuando
no nos sirvan mas que de desengaño de lo
poco que somos. Amaestrados con la espe
riencia de mas de un siglo , y despues de
una revolucion que ha puesto en claro los
fundamentos de la sociedad , vamos á exa
minar las dos proposiciones á que se re
duce la declaracion de : 1682., sin temor
de entrar en la discusion con una entera
118
franqueza , por que el amor de la ver
dad es tambien el ainor de la paz : el error
divide , y solo produce discusiones eter
nas ; pero la verdad une , por que es de
Dios , ó mas bien es el mismo Dios.

§. I.

Examen de esta proposicion : La soberania


temporal por institucion divina es entera
mente independiente de la potestad
espiritual
I No puede negarse que Dios es autor
de la sociedad , sin negar al mismo tiempo
que es autor del hombre , y que le ha for
mado para vivir en sociedad , por que el
autor de los seres lo es necesariamente del
orden conservador de los mismos séres ( 1 ).
Pero para que la sociedad exista son indis
pensables dos cosas ; una ley que una sus
miembros entre sí , y un poder conserva

(1) Deus mortem non fecit... Creavit


enim ut essent omnia , et sanabilés fecit na
tiones orbis terrarum . Justitia enim perpetua
est et immortalis. Sapient. I, 13. 15,
119
dor de la observancia de esta ley. Hay
pues una ley divina , fundamento de toda
sociedad , ley invariable é imprescripti
ble , contra la que es nulo todo cuanto se
hace ; ley universal , y perpetua como la
misma sociedad. La potestad , sin la cual
no existiera la sociedad, es tambien en su
origen divina , y sus funciones son las de
conservar el orden y hacer reinar la ley
divina : luego esta potestad es esencialmene
te, segun el apóstol, el ministro de Dios
para el bien ( 1 ). No puede formarse otra
idea de ella ; por que , ¿quién podrá figu
rarse una potestad establecida por Dios
para combatirle , sustituir su propia vo
luntad á la voluntad ó ley de Dios , y re
conocer un derecho divino en el trastorno
de todo derecho ? Asi es que la Escritu
ra (2) no dice que todo soberano es de
Dios , sino toda soberanía y toda potestad
es de Dios; por que la potestad es en sí
buena
y necesaria , y sin ella no hay 80
ciedad sino un desórden eterno . Asi que,

(1) Bossuet.
( 2) Dei enim minister sibi est in bonum
Roman . 13. 4.
120
la potestad ordenada para un fin (1), que es
la conservacion de la sociedad para el reino
de la justicia , ó de la ley divina , encierra
en sí siempre la idea de derecho , y de un
derecho divino , que es lo que la distingue
de la fuerza , que, material é incapaz de
constituir un derecho , no puede ser una
verdadera potestad ni verdadera soberanía.
2. En saliendo de aqui todo es abis
mo , por que pretender que el poder vie
ne originalmente , lo mismo que la ley , del
pueblo , es querer qué .nada haya justo
sino lo que quiere el pueblo ; y suponer
que la fuente de la soberanía está en el
soberano , es ponernos en la precision de
decir del hombre todo lo que hemos dicho
de Dios; á saber , que el hombre es el prin
cipio de su derecho, y que este derecho
no tiene límites ; que su voluntad es el
órden social, la justicia y la ley ; que todo
le es permitido, y que en nada debe re
sistirsele ; y que debe obedecerse á cual
quiera que mande , y que quejarse de él
sería una impiedad. En una palabra , no
(1 ) Quæ autein sunt , á Deo ordinata
sunt . Ibid .
121

hay crímen , opresion ni tiranía que no


se legitíme con tan monstruosa hipotesis.
¿Pero qué valen los sistemas de algunos
soñadores, confundidos por la creencia y la
razon de todas las edades? Instruidos por
la tradicion del poder y de su origen , jamas
vieron los pueblos en la soberanía otra
cosa que la potestad derivada de Dios ( 1),
establecida para mantener el orden , y su
jeta en su egercicio á la ley primitiva dada
al género humano; y cuando esta ley de
eterna justicia ha sido violada fundamen
talmente , ó atacado en su esencia el ór
den , han dejado de reconocer el derecho
en el uso funesto de la fuerza ; y cuando
del mismo modo se ha separado de la obe
diencia á Dios la soberanía , los pueblos se
han creido dispensados de obedecerla. No
se trata de saber si los pueblos, que tam
bien tienen sus pasiones, se han dejado
arrastrar de ellas en algunas circunstancias.
Dejando á un lado la discusion de hechos
particulares , probamos un hecho univer
versal y perpetuo , y de consiguiente una
( 1) El Rey es la imágen viva de Dios,
dice un antiguo poeta griego .
122
ley indestructible del órden moral. Es,
pues , un hecho que en todos tiempos y
lugares en que el poder injusto y opresor,
gobernando por solo su capricho, ha holla
do la ley de Dios, ha dejado de ser reco
nocido como poder; y que suponiéndole
ya sin él en virtud de la divina institu
cion , se ha creido la sociedad con derecho
para asegurar su existencia de poner en su
lugar otro poder verdadero y legitimo, ó
un poder conservador ; y cuando este sen
timiento de los deberes de los soberanos,
este sentimiento de lo justo é injusto , ha
llegado á apagarse en un pueblo, como
sucedió entre los romanos bajo de los em
peradores, fue esta siempre para el pueblo
señal de muerte y anuncio de una pró
xima y total desolacion de la sociedad .
3 La ley divina , pues , que compren
diendo todos los deberes inmutables del
hombre, y constituyendo por lo mismo to
dos los derechos, debe arreglar el egerci
cio de la soberanía , no es otra cosa que la
Religion. Luego hay una ley, religiosa y
espiritual , á la que Dios ha sujetado la
soberanía; ley que obliga al soberano como
hombre y como soberano. Esta ley. antes
123
de Jesucristro era puramente tradicional, y
no tenia otro intérprete que el sentimiento
general, ni otra garantía pública que la
resistencia inmediata del pueblo cuando era
violada fundamentalmente: esta fue la prin
cipal causa de la poca estabilidad de la so
ciedad entre los antiguos, y de las revolucio
nes que la tuvieroncasi siempre agitada. ,
4 Siendo inalterable por naturaleza
todo lo que es divino , y todo lo que es
plica las relaciones naturales de los seres,
el cristianismo no extingue el órden pri
mitivo, antes le perfecciona, y la palabra
de Jesucristo : No he venido á destruir la
ley sino á cumplirla ( 1 ) , es cierta en todo
rigor y en todo sentido. La antigua Reli,
gion fue al principio la base necesaria de
la sociedad , у el fundamento del derecho
y del poder; pero su accion se manifestó
bajo una forma nueva , y mas perfecta des
de que
el cristianismo adquirió , digámoslo
asi , una existencia política. Jesucristo fun
dó una sociedad espiritual, custodia infa
lible de la doctrina, é investida en órden

( 1) Non veni solvere sed adimplere. Ma


th . v , 17.
124
.
á la salvacion de una potestad indepen
diente del gobierno. Desde entonces todas
las grandes cuestiones de justicia social,
todas las dudas sobre la ley divina , sobre
la soberanía y sus deberes , decididas en
otro tiempo por el pueblo , debieron serlo
por la Iglesia, y solo por ella en las na
ciones cristianas , puesto que la Iglesia,
única depositaria de la ley divina , estaba
encargada por Jesucristo de su conserva
cion , defensa é interpretacion infalible. La
mayor duracion de los imperios cristianos,
y sus revoluciones menos frecuentes , son
debidas únicamente á esta admirable insti
tucion, que pone el poder de los reyes al
abrigo de los erroresy pasiones de la mu
chedumbre, como el mismo Bossuet lo con
fjesa. "Se vé mas claro que la luz, dice,
» que si se comparan estos dos juicios , el
» que somete el poder temporal de los so
» beranos á los papas y el que los somete
» al pueblo , sería sin disputa mas terrible
nel segundo, en que solo dominan el fu 8
» ror y el capricho, ó la ignorancia y la
» cólera. La experiencia ha hecho ver esta
» verdad , y sola nuestra edad demuestra y
“ presenta mas y mas trágicos egemplos de
125
» atentados cometidos contra la persona y
» potestad de los reyes , entre los que han
» entregado á sus soberanos á las crueles
» extravagancias de la muchedumbre , que
» los que han ocurrido en el transcurso de
»seiscientos á setecientos años en los pue
» blos que en este punto han reconocido
» la potestad de Roma (1).”.
5 No se crea por esto que la Iglesia
ha pretendido jamás tener otro poder que
el que queda explicado, ni que tampoco se
ha abrogado un derecho real, como tantas
veces se le ha imputado falsamente sobre
el poder temporal de los reyes. Lo que
hay en esto es que se necesitaba un pre
texto para atacar su verdadera autoridad,
y se escogió este como nos lo dice Fenelón.
& Los críticos,dice, no encuentran argumento
»mas fuerte para manifestar su ódio con
» tra la autoridad de la Silla apostólica , que
" el que sacan de la bula Unam sanctam
» de Bonifacio VIII. Dicen que Bonifacio
» determinó en esta bula que el Papa, como
» Monarca universal , puede quitar y dar á
» su arbitrio todos los reinos de la tierra,
(1) Historia de las variaciones , n. 95.
126
» pero Bonifacio , á quien se hizo esta im
»putacion con motivo de sus disputas con
» Felipe el Hermoso , se justificó bien de
» ella en un discurso que pronunció en el
» Consistorio en 1302. Hacé cuarenta años
» que estamos versados en el derecho , y que
» sabemos que hay dos potestades ordena 4

» das por Dios. ¿Quién , pues , podrá creer


que nos ha ocurrido tal neccdad y locura ?
» Y los cardenales en una carta escrita en
» Ananio á los duques, condes y nobles de
» Francia , justificaron al Papa en estos tér
» minos : Queremos que tengais por cierto
» que el soberano Pontífice , nuestro Señor,
» jamás ha dicho al Rey que debia estarle
» sumiso temporalmente en razon de su
» reino , ni que lo tenga de él (1).”

( 1 ) Nullum est argumentum quo critici


in supremam Sedis apostolicæ auctoritatem ve-..
hementiorem invidiam concitent, quam illud
petitum ex bulla Bonifacii VIII , unam sanc
tam. Ajunt Pontificem in ea bulla definivisse
8
omnia mundi regna ad arbitrium Papæ , ve
luri monarcha orbis totius , auferri et distri,
bui posse. Sed Bonifacius, cui per dissensio
Rein cum Philippo -Pulcro , francorum Reĝe; 1

id imputatum est, ita se purgari voluit in


127
6. Gerson , muy poco inclinado á exam
gerar los derechos de la potestad pontifi
cia, esplica sencillamente su naturaleza y
extension sobre la soberanía temporal. " No
1
» debe decirse ( son palabras suyas) que los
» reyes y príncipes reciben del Papa y de
» la Iglesia sus tierras y heredades , de
» modo que el Papa tenga sobre ellos una
» autoridad civil y jurídica como algunos
» acusan sin fundamento á Bonifacio de ba
» berlo asi creido ; pero sí que todos los
» hombres , principes y los demas , estan
oratione habita in consistorio , anno 1302;
Quadraginta anni sunt quod sumnus experti
» in jure , et scimus quod duæ sunt potestates
wordinatæ à Deo. Quis ergo debet credere
»vel potest , quod tanta fatuitas , tanta insiz
» pientia sit vel fuerit in capite nostro ?!?
Cardinales autem per episiolam Anagniæ
scriptam ad duces , comites et nobiles regni
Franciæ , sic Pontificem purgabant : " Volu ;
smus vos pro certo tenere quod prædictus
dominus noster summus Pontifex , nunquam
99scripsit regi prædicto , quod de regno suo
səsibi subesse temporaliter , illudque ab eo
penere deberet. De summi Pontif. auctori,
tate, cap. 27 , Oeuvres de Fenelon , tome, 2. pe
333 , edition de Versailles.
128
» sujetos al Papa siempre que quieran abu
» sar de su jurisdiccion , poder temporal y
>> soberanía contra la ley divina y natural;
» y que esta potestad del Papa puede lla
» marse directiva y reguladora , mas que
» civil y jurídica (1).”
77. Fenelon adopta esta misma doctrina,
y la aplica á las cuestiones que pueden ori
ginarse acerca de la soberanía , que tanto
interesan á la salud de los pueblos (2) ; y

( 1 ) Nec dicere oportet omnes reges vel


principes hereditatein eorum vel terrain te
here à Papa et de Ecclesia , ut Papa habeat
superioritatem civilem , similem et juri dicam
super omnes, quomadmodum aliqui impo
nant Bonifacio octavo. Omnes tamen homi
nes , principes et alii , subjectionem habent
ad Papam in quantum eorum jurisdictioni
bus , temporalitas et dominio abuti vellent
contra legem divinam et naturalem , et po
test superioritas illa nominari potestas direc .
tiva et ordinativa , potius quam civilis vel
juridica. Serm . de pace et unione Grac. Come
sid. 5. tomne 2. p. 147.
< (2) Nunquam enim Ecclesia contendit re
ges esse à se directe eligendos , sed tantum
hoc munus ad eam pertinet modo directivo,
eo quod pia mater electores doceat quinam
129
prueba que en todas las naciones católicas
fue un principio recibido y profundamen
te grabado en las almas, que la potestad
suprema no podia fiarse sino á un prínci
pe católico , y que en virtud de la ley so
bre que descansa la sociedad , no estaba el
pueblo obligado á obedecer al príncipe sino
en cuanto este obedeciera á la Religion ca
sint eligendi aut reprobandi principes. Sic
pariter institutos, reges indirecte judicat et
destituit , dum filios consulentes docet , qui
nam siat destituendi vel confirmandi in tan ,
to imperii fastigio. Revera nihil est quod ad
salutein efficacius conducat , aut magis offi
ciat saluti , quam recta vel prava principum
institutio , aut destitutio. Quamobrem ne
cesse est ut christianæ gentes , in instituen ,
dis aut distituendis principibus , evangelicis
præceptis quam maxime obtemperare stu
deant ; atque adeo pastorum hoc est officiuin
ac precipue sumıni Pontificis , ut gentes in
tam arduo negorio dirigant et ordineat. Id
præstant pastores , ut ait Gersonius, non
per potestatem civilem et juridicam , sed per
directivam et ordinativam . Sic regui Franci
ci proceres Zachariain consuluerunt in desti
tuendo Childerico , et instituendo Pepião rę ,
ge. De summi Poutif. auct . cap. 27. Obras
de Fenelon . **
130
tólica ( 1 ). " De aqui es, añade Fenelon,
» que no era la Iglesia la que destituia é
i instituia 'á los principes:legos, sino que
» únicamente respondia á los pueblos que
» la consultaban sobre cosas de conciencia
syen razon del contrato y juramento ; en
‫وار‬ que no hay una potestad civil y juri
» dica , sino directiva y reguladora como
» dice Gerson ( 2).” Alega luego los egem
( 1) Posteà vero sensim catholicarum gen.
tium hæc fuit sententia animis alte impresa,
scilicet supremain potestatem coinmitti non
posse nisi principi catholico , eamque esse le
gem sive conditionem tanto contractui appo
sitam populos inter et principem , ut populi;
principi tideles parerent , inodo princeps ipse
catholicæ religioni obsequeretur. Quâ lege
posita , passim putabant omnes solutum esse
vinculum sacramenti fidelitatis a tota gente
præstito , simul atque princeps eâ lege vio
latà catholicæ religioni contumaci animo re
sisteret. Ibid . cap. 29 , p. 383,
(2) Itaque Ecclesia neque destituebat,
neque instituebat laicos principes , sed tan
tùin consulentibus gentibus respondebat quid
ratione contractûs et sacramenti conscien
tiam attineret. Hæc non juridica , et civilis,
sed directiva tantùm et ordinativa potestas,
quam approbat Gersonius. Ibid . p. 384.
131
plos del cuarto concilio de Letran у del
primero de Leon , en que se vé que la
Iglesia egerció solemnemente esta potestad.
Sobre estas palabras, con que el Papa de
claró á Federico Il privado del imperio:
Absolvemos á sus vasallos del juramento de
fidelidad , observa Fenelon que es como si
dijera el Papa : "Le declaramos indigno de
» gobernar á pueblos católicos por sus crí
» menes é impiedad. El Papa no hace en
» esto mas que usar de la potestad que Je
» sucristo le dió : todo lo que atares en la
» tieſra , & c.: es decir , que declara a los
» pueblos libres del juramento de fidelidad
và Federico , atado por sus pecados ( 1).”
( 1 ) Innocentius ait , sententiando priva
tus , in 'hoc scilicet quod absolvimus omnes
qui ei juramento fidelitatis tenentur adstric
ti. Idem est prorsus ac si diceret : Declaramus
eum , ob facinora 'et impietatem , indignum
esse qui gentibus catholicis præsit: declara
mus contractum ab imperatore palam viola
'tum jam populos impetii non adstringere.
In hoc Innocentius exercet potestatem à
Christö datam : Quodcumque ligaveris super
terram , &c.; videlicet ut Fredericuin liga
tum peccatis , et populos juramento fidelita
tis solutos declaret...'
132
18. Y debe votarse que la Iglesia', con
tenida siempre en el círculo de las atribu
Asse verat id à se fieri cum fratribus et sa.
cro concilio , deliberatione præbabità diligen,
ti. Itaque deliberavit et annuit concilium;
hoc asseverat Pontifex , neque diffitetur con
cilium . Ipsa sententia in concilio lata est:
sacro presente concilio inscripta est ; neque
reclamavit concilium : imò sententia actis in
serta est. De summi Pontif. auctor, cap. 39,
Obras de Fenelón , tom. 2. p. 387.
El poder que egerció el Papa en estas oca
siones es de la misma naturaleza y en todo
semejante al que egercen el obispo en su diós
cesis y el cura en su parroquia. Todo gefe
de familia tiene en ella la plenitud de la
autoridad doméstica como el Rey en su reino
la plenitud de la autoridad temporal ; y sus
criados le estan sugetos del mismo modo que
los vasallos al Rey en virtud del mismo de .
recho fundamental. Y si este gefe de familia
viola en inateria grave la ley divina con res.
pecto á sus criados , o mas bien exigen que
la violen , emplean su potestad para obligar
los á violarla , ¿ qué les dirá el cura cuando
le consulten , segun deben como católicos,
acerca de la obediencia que deben en con
ciencia á su aino en razon del asiento que
tacita ó
expresamente hayan contratado con
él ? Les dirá que Dios les absuelve de tal em
133
ciones de la potestad espiritual, no pro
nunciaba sino penas espirituales: separaba
de su seno por la excomunion- á los viola
dores de la ley divina y natural, como dice
Gerson ; y Bossuet confiesa que su autori
dad se extiende en esta parte mas bien sobre
los réyes que sobre los demas hombres (t);
peño , so pena de prevaricar si dá otra res
puesta ó se niega á responder. Lo inisino su-"
cede con el Papa respecto á los soberanos y
á sus vasallos. Sus derechos, como sus de
beres, son mayores que los del obispo y los
del cura , pero del misno orden , con sola
la diferencia de que la jurisdiccion del cura
y del obispo es limitada, pero la del Papa
plena y universal. " Todo está sometido a las
allaves de Pedro , reyes y pueblo , pastores
y rebaños." Bossuet , sermon sobre la unidad..
(1 ) " No os figureis que Othon y demas
wescritores de aquel tiempo hayan seguido
mun sentimiento falso y exagerado acerca de
sla excomunion , ó dudado que la Iglesia tu..
nviese poder para excomulgar. ¿ Deja acaso
nla Iglesia impunes los crímenes de los que:
» profesan la fé cristiana ? No sin duda , y los
sreyes , como los demas , estan sometidos á
„ su autoridad . Es verdad que ella no les
npriva ni de sus bienes temporales ni de sus
sreinos ; pero los excluye á nombre de Jesų .
134
por que si sucediera que un Rey persisties
se ensu rebelion, contra la Iglesia , la cues
tion en este caso seria política ,jó mas bień
social , y se trataría de defender la existen
cia de la sociedad contra Jas. pasiones del
soberano que quisiese violar la primera
ley, fundamental. No es, pues , estraño,
dice Fenelon , que naciones íntimamente
wadheridas á la Religion católica sacudiesen
wel yugo de un príncipe excomulgado,
"por que no le están sometida's sino en
»cuanto el príncipe lo está á la Religion
católica. Ni el príncipe excomulgado por
„la Iglesia por causa de heregia es tam
" poco aquel príncipe piadoso á quien la
nacion estaba encomendada , y por consi
" guiente se creía absuelta del juramento de
„ fidelidad (1) "
9cristo , cuyas veces hace , de los bienes ce
wlestiales у del reino eterno : los reduce á la
mclase de paganos , y los ata y condena á sue
97
.” , .

( 1 ) Unde nihil est mirum si gentes catho


licæ religioni quam maxime addictæ princi
pis excoinunicati jugum excuterent. Ea enim
lege sese principi subditas fore pollicitæ
135
1
9. Que este haya sido por muchos si
glos el derecho público de los pueblos cris
tianos no puede negarse ; y á poco que se
reflexione, se conocerá que su amor á este
derecho regenerador de la sociedad huma
na estaba justificado por causas que inde
pendientemente de la fe no podrá menos
de aprobarse por la prudencia puramente
política ; puesto que trastornar la Religion
que habia constituido 'al estado , y era su
ley fundamental, era trastornar el mismo
estado , lo que no puede decirse de la so
beranía instituida para :!la conservacion
del estado ( 1 ). Asi que , sin la barrera que
los papas opusieron a la ambición desen
erant, ut princeps ipse catholicæ Religioni
subditus esset. Princeps vero qui ob hæresim ,
vel ob facinerosam et impiam regni adminis
trationen , ab Ecclesia excomunicatur , jan
non censetur pius ille princeps cui tota gens
sese committere voluerat: unde solutumn sa
cramenti vinculum arbitrabantur. De summi
Pontif. auctor. cap. 39 , Obras de Fenelon,
tomo 2 . p . 383.
(1 ) Principum ipsorum principes sunt le
ges , decia en un sentido elevado y cierto S.
Crisóstomo. In Genes -serm . 4 , oper. com. 4.
P. 662 .
i 36
frenada y á los vicios monstruosos de algu
nos príncipes , como los Henriques y Fee
dericos, se bubiera visto la Europa en
vuelta en un espantoso despotismo por con
fesion de los mismos protestantes , y en una
barbarie peor que la de que la sacó la
Religion cristiana. San Gregorio vir , tan
grande por su ingenio como por sus vir
tudes ( 1), salvó la civilizacion y el cristia
nismo, restableciendo la disciplina y con
teniendo a los Emperadores que protegian
la simonía y favorecian abiertamente el
concubinato de los clérigos , y que á nada
menos tiraban que , á hacerse señores de la
Iglesia. Si la poligamia no manchó las cosa
tumbres de las naciones europeas , fue por

( 1 ). " Firme y constante como un héroe ,


sprudente, como un senador , zeloso como un
» profeta y austéro en sus costumbres , se
9aprovechó Gregorio con valor de las cir.
Jscunstancias de los tiempos ; fundó la gerar
quía y la libertad del imperio ; unió á los
geclesiásticos esparramados y desunidos ; sa
có del polvo á millares de hombres que no
wtenian oira fuerza que la palabra , y suavi.
pozó el yugo que los franceses habian im
mpųesio á las provincias tudescas. " Juan de
Mullert .
137
Ja vigilancia y firmeza de los pontifices ro
manos. Protectores de los desvalidos
oprimidos, prevenian ó reprimian , hacien
do un uso santo de su autoridad, los exce
sos del poder temporal ; y si queremos ver
en un solo egemplo la utilidad moral y
política de las excomuniones , tan odiosas
á los aduladores de los principes, no hay
mas que abrir las actas del último concilio
general, y leer en los anatemas mandados
fulminar contra los usurpadores de los bie
nes de los pobres, sea cual fuese su digni
dad , sea imperial ó real, y contra los no
menos criminales que atentan á la libertad
del matrimonio. Quién ignora la tregua
de Dios , y deja de bendecir esta amorosa
ley (a) ? Sin embargo, no tenia otra garan

( a ) Tregua de Dios. Las palabras bárba


ras tregua , treuvą y triega se usaron en los
siglos medios en el mismo sentido que indu
tiæ ó suspension de hostilidades. La debili
dad de los gobiernos y el carácter duro y fe
roz de los pueblos dieron lugar á que por
mucho tiempo se creyesen los particulares
con el derecho de perseguir y vengar por sí
propios sus injurias sin necesidad de recur
rirá la autoridad pública , que se veia pre
138
tía que el temor que inspiraban las censu
ras eclesiásticas. Por mucho tiempo la hu +
manidad solo respiró al abrigo de la po
testad espiritual.
10 ¿Y qué es lo que enseña la Iglesia
sobre esta potestad que ha recibido de Je
sucristo ? Ella dice á los pueblos que hay
dos potestades divinas por su origen , por
‫نشاننده‬
cisada á tolerar este funesto estado de guer .
ra. Los obispos fueron los primeros que, co
mo mas ilustrados, trataron de oponer algun
dique á tan escandaloso desorden social , pro
hibiendo absolutamente las venganzas priva ?
das y que se decidiesen las contiendas civis
les y criminales por la fuerza de las armas;
pero como esta justa medida se oponia direc
tamente al genio , ideas y costumbres del si
glo , conocieron muy pronto, y bien á su pe
sar, que era imposible cortar de una vez el
mal de raiz , y que para conseguirlo algun
dia era preciso caminar poco á poco , y en
cierto modo, transigir con el abuso , estable
ciendo bajo severas penas, que todos se abs:
tuviesen de persecuciones, combates singula ,
res y actos de venganza privada en ciertos
zieinpos y dias, especialmente consagrados al
Señor , y esto es lo que se llamo tregua de
Dios. Véase la epist. 44 de S. Ibon Carno
tense. ( Tr. )
139
que toda potestad viene de Dios, pero por
razon de su misma naturaleza y fin existe
entre ellas una subordinacion necesaria , y
cyanto el alma es superior al cuerpo , otro
tanto lo es el sacerdocio al imperio ( 1 ). A
las dos debe obedecerse ; Dad al Cesar lo
que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios,
Si ocurren dudas sobre el uso que hace el
Cesar de su autoridad , y sobre su misma
autoridad , no os toca á vosotros juzgar : di
rigios á otra potestad mas alta, y obedeced
lo que manda: esto es lo que dice á los
pueblos.A los reyes dice : " Escrito está que
» debemos someternos á toda potestad , y
» que lo estamos á las potestades humanas
» en cuanto les corresponde , y mientras
» que ellas no se levantan contra Dios;

< ( 1) Quanto ergo anima corpore præstan


tior , tanto est sacerdotium regno excellen
tius. Constit. apost. , lib. 2. , cap. 34. San
Gregorio Nacianceno decia en el mismo sen
tido á los príncipes : "Vos quoque impe
gyrio ac trono meo lex Christi subjecit: impe
»tium nos quoque gerimus , addo etiam pres:
mtantius et perfectius: æquum est enim car.
nem spiritui fasces submittere , et terrena
»cælestibus cedere. " Orat. 17, p. 15.
140
» pero sitodopoder es de Dios, con mas
» especialidad debe serlo la potestad encar
» gada de las cosas divinas. Obedeced á
» Dios en nosotros, y nosotros le obedece
» remos en vosotros ; y si despreciais el obe
» decer a Dios, no podeis usar del privile
» gio de aquel cuyos mandamientos des
» preciais
Il
( i)."
Asi que , la Iglesia tiene sobre to
dos sus miembros , sean principes ó vasa
llos , una potestad coercitiva (2 ) , un poder

(1 ) Carta del Papa San Simaco al Empe .


rador Anastasio ! Fortassis dicturus est,
ascriptuin esse : omni potestati nos subditos
pesse debere. Nos quidein potestates huinanas
suo loco excipimus , donee contra Deuin suas
non erigunt voluntates. Cæterum si omois
potestas à Deo est , magis ergo quæ rebus
mest præstituta divinis , defer Deo in nobis
met nos deferemus Deo in te , cæterum si Deo
non deferas , non potes ejus uti privilegio
cujus jura contemnis. " Ap. Labbe , tom . 4.
col . 1293 ; Paris , 1671 .
(2 ) Potestas ecclesiastica jurisdictionis est
potestas coercitiva quæ valet exerceri in al
terum etiam invitum , ad dirigendos subditos
in finem beatitudinis æternæ. Gerson , de
potest . Eccl. , consid . .4.
141
de coaccion para obligarlos á una sumision
exterior , segun las palabras de la facultad
de teología de París , que declara berética
la doctrina contraria (1 ) ; y en este sentido
dice Clemente xi , que el Pontifice romano
ha sido establecido por Jesucristo , supremo
defensor del derecho y justicia sobre la
tierra (2). En el siglo vi vemos á San Gre,
(1 ) . En la censura de algunas proposicio ,
nes de Marco Antonio de Dominis. Proposi
tio 2.² Qui de republica ecclesiasticâ sicut
pure de humanis philosophantur , mihi vi
dentur non parum à recto tramite aberrare,
non modo quia in ea re requirunt veram ju.
risdictionem , hoc est vim coactivam et sub
jectionem externamn , ubi tamen omnis gloria
ejus ab intùs. Hæc propositio, qua parte ve
ram jurisdictionem , id est vim coactivam et
subjectionem externam Ecclesiæ denegat , est
hæretica et totius ordinis hierarchici pertur
bativa atque confusionem Babylonicam in
Ecclesiâ generans. Collect. judictior. & c.
tom . 1. part. 2. p. 105 .
( 2) Romanus Pontifex , quem Salvator et
Dominus noster æqui bonique supremum as
sertorem in terris constituit , ut justa pro
pheticum verbum noxia evellat et destruat,
utiliaque plantet. In collect . judiciort. & c .
insert., tom. II , parte 11 , p. 601. -
142
gorio Magno echar mano de este poder
contra los mismos reyes , con el mismo fin
que mil años despues se propuso el concie
Jio tridentino de asegurar la conservacion
del patrimonio de los pobres ( 1 ). Desde
entonces se vé en la historia esta jurisdic
cion coercitiva ejercida por los papas y
concilios, aunque con resistencia de parte
de los principes, pero sin que estos y sus
aduladores hayan tratado hasta la reforma
de disputar el derecho fundamental de la
Iglesia (2), que ciertamente no puede dis
- ( 1 ) Si quis regum , sacerdotum , judicum,
personarumque sæcularium , hanc constitus
fionis nostrae paginain 'agnoscens , contra
eam venire tentaverit , potestatis , honoris
que sui dignitate careat . Esas palabras cita
das por el mismo San Gregorio se encuen
tran en un privilegio concedido por este san
to Pontífice al hospital de Autun. Gregor.
Epist : ad Abbad : Senator: Los benedictivos
de San Mauro han probado la autenticidad
de esta carta.
- (2) Un magistrado frances ha hecho la
misma observacion . " Potèstati Romanæ Sedis
win Reges hæretica labe infectos , regumque
» seepira , subcripsisse quotquot ante Calvin
num theologica tractavere ; contrariam sen
143
putarsele á no acusarla de error y de usur
pacion ; es decir, á no renunciar a la fe
católica como lo nota el mismo Leiboitz:
" Los argumentos que Belarmino hace , su
» poniendo que los papas tienen cuando
* menos una jurisdiccion indirecta sobre lo
ý temporal , no han parecido despreciables
al mismo Hobbes, y efectivamente es cier .
» to que el que ha recibido una plena po
» testad de Dios para procurar la salud de
» las almas, tiene el poder para reprimir la
» tiranía y ambicion de los grandes , que
» hacen perecer tantas almas. Confieso que
wse puede dudar si el Papa ha recibido de
» Dios semejante potestad (Leibnitz babla
» aqui segun las ideas protestantes ó galica
» nas ) ; pero nadie duda , á lo menos entre
» los católicos romanos , de que esta potes
» tad reside en la Iglesia universal, á que
» están sujetas todas las conciencias . "
I2 Atacando el protestantismo la au
toridad de la Iglesia , no quita , como pu
diera creerse , el derecho general que bajo
stentiam novam esse , Luthero et Calvino
sautoribus natam ." Historia de Francia por
Gabriel Gramond .
144
diferentes, formas ha' sometido siempre la
soberanía temporal á la ley divina ; lejos
de esto , los primeros reformadores lo re
cuerdan incensantemente en sus escritos, y
con este derecho , que sus doctrinas pro
çuran desfigurar, intentaron justificar en
todas partes sus rebeliones. Escuchemos al
protestante Robertson , historiador de Sue
cia : "Cnos y Villox se presentaron como
» diputados del clero presbiteriano , y pro
» nunciaron sin detenerse , que tanto por
» los preceptos como por los egemplos sa
» cados de la escritura , era permitido á
» los vasallos , no solo resistir a los prin
» cipes tiranos , sino aun desposeerlos de
» una autoridad que en sus manos se habia
» convertido en instrumento de destruccion,
» cuando el Omnipotente se la habia confia
» do para proteger a los pueblos ( 1 ).”
13 En 1596 , habiendo dado Jacobo IV
alguna inquietud á los sectarios , se apre
suraron estos á tomar contra él medidas
1
tales, que la historia de la Iglesia no ofre
ce egemplo igual. "En el momento , dice
( 1 ) Historia de Escocia por Guillermo
Robertson ,. tom . 1. p . 276 de la traduccion
francesa.
145
wel mismo escritor , en que el clero fue
„ informado de este nuevo acto de clemen
» cia del Rey , se presentaron en Edinyur
» go los comisionados nombrados para la
» última' asamblea ; y con la precipitacion,
"propia del terror -ý celo ', tomaron cuan
„tas medidas juzgaron necesarias para la
» seguridad del reino. Dirigieron circulares
» á todos los presbiterianos de la Escocia,
» les manifestaron el peligro que les amena
»zaba , exhortándoles á levantar el pueblo
ny animarle á que tomase la defensa de
usus justos derechos ; les mandaron public
scar en todos los púlpitos la excomunion
fulminada contra losLores papistas, en
„ cargandoles comprendiesen en la misma
» censura , por una sentencia sumaria y sin
observar las formalidades de estilo , á
vtodos los sospechosos de favorecer el pa
» pismo. Y como les pareció muy urgen
» te el peligro para esperar el estableci
wmiento permanente de tribunales eclesiás
nticosy eligieron las personas mas distin
" guidas del clero del reino , y les manda
uron fijar su residencia en Edinvorgo . con
mencargo de juntarse todos los dias con los
» ministros de esta capital , á cuya asam
146
„blea dieron el nombre de Consejo pernia
„ nente de la Iglesia , al que dieron la su
prema autoridad , encargándole, segun la
„fórmula usada en la antigua Roma, que
"proveyese á que la Iglesia no padeciese
„ detrimento alguno ( 1 ).”
14 Guiados por estos mismos princi
pios, las provincias unidas se separaron de
la dominacion de España; las guerras civiles
desolaron la Francia ; un Rey de la gran
Bretaña pereció en el cadalso ; otro fue
destronado , cuya corona está hoy afecta á
la religion protestante. En donde se ha
dejado de reconocer la potestad espiritual
de la Iglesia , el pueblo se ha hecho juez de
todas las cuestiones pertenecientes a la sô
beranía ; y cuando por el progreso natural
de las máximas protestantes ha dejado de
ser el cristianismo la primera de las leyes
sociales , el cumplimiento de los deberes de
la soberanía para con los vasallos , ó la fide
lidad á la ley de justicia , interpretada se
gun las pasiones y opiniones del momento ,
ha dejado tambien de ser el fundamento de
su derecho . De este principio parten cons
(1 ) Ibid. tom . 3. p. 316 y 17. december
147
tantemente los enemigos del orden antiguo
para jastificar las revoluciones modernas,
por que todo error está fundado sobre al
guna verdad de que se abusa.
15. Si se examina ahora en general
esta proposicion : Los reyes y soberanos no
están sujetos á ' ninguna potestad eclesiás
tica por orden de Dios en las cosas tem
porales ( ), como és claro que no existe
entre los cristianos otra potestad espiritual
que la eclesiástica y se sigue en primer lu
gar, que los reyes y soberanos no están 80 *
metidos como tales a ninguna potestad' esc
piritual. Y como por una parte es tambien
claro , que los reyes y soberanos, como los
demas hombres ; no pueden conocer cier
tamente , y de una manera obligatoria la
ley divina sino sometiéndose á la enseñan
za de la potestad espiritual; y por otra
parte esta ley encierra todos los principios
de justicia y órden social y todas las reglas
del deber, se sigue en segundo lugar que
los reyes y soberanos están como tales disa
pensados de la ley divina por dispo icion
de Dios ; que ellos solos son jueces de lo
2 ( 1) * Art. 1.o de la deciarac . ue 1682.- )
jus148
to é injusto en las cosas, temporales , es
decir , en todo lo que es propio de la so
beranía , sin mas deberes que los que ellos
mismos se imponen.
1:16 . Vamos ahora á justificar la precia
sion de estas consecuencias con la confe
sion formal de uno de los mas acalorados
defensores de esta doctrina. “ Losprincipes,
„ dice Pedro Dupuy , hacen muchas cosas
:vergonzosas que no pueden reprenderse
„ cuando son útiles á sus estados, por que
„zla vergüenza envuelta en la utilidad se
» ]lama prudencia ( 1).". Aqui vemos el sis
tema del interés ocupando el lugar del
poder del derecho , ó el ateismo político
sancionado dogmáticamente por el primer
artículo de la declaracion de 1682 : cual
quiera que se adhiera á él admite esta pro
posicion : El soberano debe por orden de
Lios ser ateo en cuanto soberano.
17. Oigamos ahora á un obispo : ""Nes
Ne
gamos , no solo al Papa, sino a la Iglesia
s
universal у á los concilio ecumén
icos ( 2 ),

€ ( 1 ) Apologia de las libert . galic. Francia


católica por Pedro Dupuy .
( 2 ) An vero fecerunt inter se majores
149.
el poder de deponer á un soberano bajo
cualquier" pretesto que sea , aunque sea
tirano , herege, perseguidor, impío ( 1 )."
Esto es consiguiente , y este fue siempre el
grito de los judíos : Non habemus regem
nisi Cæsarein ! Pero los mismos paganos se
hubieran avergonzado de decir que por
órden de Dios se debe obedecer á un prín
cipe enemigo de Dios y perseguidor de los
que le son fieles. No sirve decir que esta
obediencia se debe solamente en el órden
civil ý político , por que un príncipe,
como principe, no puede ser tirano, im
pio , perseguidor , sino en el órden civil у
político. Semejantes máximas , por mas
autoridad que se les dé , no sorprenden la
conciencia de los pueblos, pero adorme
cen las de los reyes con un sueño funesto ,
y sabemos bien lo que de aqui se sigue.
18. Notemos sin embargo esta prodi
giosa espresion : Negamos, no solo alPapa,
vestri concilium , et damnaverunt præter se
totum orbem christianum ? Decia San Agus
tin á los Donat .
( 1 ) Los verdaderos principios de la igle
sia galicana por Frayssinous, obispo de Her .
mopolis. Paris 1826.
150
sino á la Iglesia universal, á los concilios
ecuménicos el poder , & C. ¿ Y quién eres tú
para negar ni conceder nada á la Iglesia
universal? ¿ Todo lo que tiene no lo tiene
de Dios ? ¿ Creerás que te es permitido
arrebatarle ninguno de sus dones ? ¿ O tie
nes otro medio para conocerlos que su
mismo testimonio ? Era necesario llegar
hasta este exceso , por que al fin la Iglesia
no ha dejado de atribuirse en sus actos y
en sus decisiones , reconocidas por largo
tiempo por los mismos príncipes, el dere
cho que tu le niegas, y que nadie , á lo
menos entre los católicos, ha dudado que
le tiene , dice Leibnitz. Este derecho ¿ qué
otra cosa es que la fuerza coactiva , que de
tal modo le pertenece , que no se le puede
negar , segun la facultad de teologia de Pa
rís sin ser herege ? ¿ Negarás ó que el ma
trimonio es una cosa temporal, ó que los
soberanos en este punto están sugetos á
la potestad espiritual? ¿Negarás que el ju
ramento tiene una union íntima con lo
temporal de la soberanía , ó que todos los
juramentos están sujetos a la potestad que
tiene la Iglesia de atar y desatar ? En tal
caso muéstranos estas escepciones en la
151
tradicion y en el Evangelio ; y en fin , di
nos si la Iglesia se ha engañado ó ha en
gañado a todos los cristianos por- espacio
de tantos siglos en punto á la naturaleza y
extension de su autoridad : dinos , ¿ cómo
conoceremos con certeza la autoridad real
de la Iglesia ? A estas preguntas jamás ten
drás que responder sino : Nosotros nega
mos , es decir , que sobre el punto funda
mental del poder esencial de la Iglesia,
protestais , no solo contra el Papa , sino
contra la Iglesia universal y los concilios
ecuménicos ; y que declarais vuestra auto
ridad superior a esta autoridad infalible.
Luego el que se conforme con el artícu
lo 1. de la declaracion de 1682 , abraza
esta proposicion : La Iglesia galicana es
superior , no solo al Papa , sino tambien á
la Iglesia universal y' á los concilios ecu
ménicos.
$ 19 No acusamos las intenciones de los
autores de semejantes máximas ; pero rec
tas que sean , no impiden las consecuen
cias que salen de sus principios, ni que
cuando se publicó la declaracion se cono
ciese universalmente , excepto en Francia ,
que ella trastornaba todas las bases del
152
gobierno espiritual y de la potestad divi
na de la Iglesia. Este fue uno de aquellos
momentos de vertigo , en que los hombres
no saben ni lo que dicen , ni lo que hacen,
ni lo que quieren ; por que la falsa doctri
na que querian autorizar era en el fondo
tan fatal á los reyes como á los pueblos.
Respecto á estos establecia un despotismo
sin límites, salvando a los reyes de todas
las reglas y leyes exteriormente obligato
rias , y declarando que ni la tiranía , ni la
impiedad , ni la persecucion , por mas que
Hegasen al último punto , no perjudicaban
segun el órden establecido por Dios á la
soberanía, ni alteraban lo sagrado é invio
lable de sus primitivos derechos; que los
vasallos no tenian derecho , por grandes
que fuesen las injusticias que sufriesen del 1

Rey, ni para resistirle , ni para recurrir á


ninguna otra potestad , por que el mismo
Dios les mandaba una obediencia eterna
en una eterna opresion , Jamás tuvo nadie
la osadia de predicar á los hombres seme
jantes doctrinas , pero tampoco jamás - se
protestó con tanta valentia dogmática con
tra la idea de lo juisto é injusto , tal cual
siempre se ha conservado en la conciencia
153
del género humano, y contra la ley divina
cual la Iglesia la entendió perpetuamente,
у la hizo egecutar en virtud de la autori
dad que les es propia , desde que empezó
á existir una sociedad cristiana en su gefė
y miembros.
20 Pero como por negarse á recono
cer la antoridad de la Iglesia no se sofoca
el sentimiento de lo justo é injusto en el
corazon de los pueblos , y únicamente se
destruye el medio de prevenir sus extra
víos ; de aqui es , que substraer á los reyes
del poder de la Iglesia, es someterlos al
poder del pueblo , y en este caso los tro
nos caen ó se levantan al gusto de sus pa
siones. La monarquía espiritual del Papa
és el fundamento y garantía de las monar
quías temporales de los reyes ( 1 ) , y acaso
( 1 ) Muchas gentes se imaginan en este
siglo del saber que el antiguo egercicio de
la autoridad pontificia se fuodaba en una su
mision ciega y supersticiosa , cuya idea no
tiene otro fundamento que la ignorancia mas
completa de la política europea en la época
en que el cristianismo reinaba en la socie .
dad . Lor Herbet nos ha conservado un mo
numento muy notable de esta antigua poli
154
esta es la razón por que la Europa pro
pende cada dia mas al estado popular; y
los príncipes que se han visto solos en
presencia de la muchedumbre , pueden
tica cristiana , tan despreciada hoy como po
co conocida. Es un discurso que se pronun
ció en el consejo de Henrique viri en la sa,
zon de que desesperando estè Príncipe de
poder lograr que el Papa declarase la nuli
dad de su priiner matrimonio , resolvió rom
per con el Papa y arrogarse la supremacía
eclesiástica en su reino . Si refrescamos la me .
moria al leer este discurso de los aconteci,
mientos que se siguieron á la apostasia de
Henrique viri' acaso encontraremos que habia
prevision y buen sentido en aquella edad de
tinieblas y barbarie.
"Señor: la decision que V. M. debe tomar,
wes saber si en el negocio de vuestro divor,
scio y segundo matrimonio , como en todos
wlos demas asuntos eclesiásticos , usará V. M.
„ de su propia autoridad ó de la autoridad de
wlos Papas. Esta decision exige una grande
ny firme resolucion por su iinportancia , que
900 puede ser mayor en sí y en sus conse
scuencias tratándose de vuestro reino y yues
otra posteridad. Por lo que á mí toca , como
singles y como vasallo de V. M. , debo ser
» virle en cuanto pueda ; pero cuando consi
udero la antigua práctica de este . reino na
155
comprender , que el partido mas temible
es aquel en que dominan mas el furor , el
capricho y la cólera. Estos últimos tiempos
ban sido demasiado fértiles en instruccio

9puedo menos de tener por peligrosa esta


mnovedad , porque si una potestad suprema,
de la cual derivan otras magistraturas in
feriores, es necesaria en todo estado tem
sporal, ¿ cuánto mas necesaria deberá ser en
wa religion por la naturaleza de la Iglesia,
9que requiere decesariamente un gefe , y por
wel gran número de gefes que debe gobernar?
„ Es pues obligacion nuestra , sobre todas las
demas , trabajar en mantener en todas las
partes de la Iglesia la unidad , que es el
svinculo sagrado de un gobierno y de todos
los demas gobiernos. Pero , Señor , ¿ qué
brecha no abriremos en esta admirable so
sciedad si separamos de ella este reino , que
ses su mejor porcion. ¿ Y quién podrá jamás
» mirar con respeto á un pueblo privado de
99su cabeza ? Ciertamente , Señor , ‫ܐ‬una auto
9ridad reconocida despues de tantos siglos
uno debe despreciarse temerariamente. ¿ No
nes el Papa en el mundo cristiano el padre
comun y el árbitro de las diferencias que
sen él se susciçan ?¿No es el que sostiene la
» magestad de la religion y asegura su inpe
grio ? Su poder , que ha recibido de Dios , y
99se extiende aun mas allá de la muerte 9-200
156
nes muy sérias: Et nunc intelligite Reges.
Las naciones tambien han recibido terri
bles lecciones. Si la razon y la experiencia
tienen algun imperio sobre la tierra , los re
9contiene á los hombres con el temor de los
» castigos, no solo temporales sino eternos?
» Y sería prudente renunciar á este podero
9780 medio de contener á los pueblos en el
deber , y fiarse únicamente de la espada de
la justicia y del brazo secular ? Además,
” ; quiću mitigará el rigor de las leyes en los
Picasos que admiten 'escepciones si se deja de
preconocer al Papa ? ¿ Quién conferirá órde
ones ni adıninistrará los sacramentos de la
» Iglesia ? ¿ Quién será el depositario de los
sjuramentos y tratados de los reyes? ¿O quién
wfulminará contra sus perjuros infractores?
» En el estado presente de cosas yo no veo
» como se conservará sin él la paz general
mentre los principes , ni una justa modera
cion en los negocios humanos. Su corte es
como el tribunal supremo de que dependen
" todos los demas tribunales de justicia del
mundo cristiano , y abolirle sería trastornar
la equidad y la conciencia , que deben ser
wla regla y el intérprete de todas las leyes
my constituciones . Deseo á V. M . , ' como á
» ni Rey y Soberano , toda grandeza y feli
ocidad : pero le diré en conclusion que no
" creo convenga dar lugar á que vuestros vaa
157
yes y los pueblos deben estar cansados de
disputarse un poder sin regla y sin freno :
un poder imposible de establecerse y man
tenerse cual ellos le conciben , y que infa
liblemente acaba por conducirlos tarde ó
temprano á los reyes al cadalso , y á los
pueblos á la anarquía y , a todas las ca
Jamidades. ,
21 Hemos hecho ver que el primer
artículo de la declaracion de 1682 trastor
na el principio fundamental de toda socie
dad humana; entrega al estado al despotis
mo y á las revoluciones ; destruye sus re
laciones con la Iglesia , con la religion , y
hasta con el mismo Dios; echa abajo la
autoridad de la tradicion , y por consecưen

sallos examinen en virind de que derecho


whaceis esta novedad en el gobierno eclesiás
stico , ó á que indaguen hasta que punto les
obliguen estas innovaciones; porque ade
mas de que pudieran originarse divisiones,
azy acaso la ruina de ambas autoridades ; el
mescándaloy la ofensa pudieran ser tales que
slos príncipes. condenasen y reprobasen vuesa
stra conducta , y se aprovechasen de esta
ovocasion para unirse contra Y. M.” Histor.
de Lor Herbért. p. 362. dig
58
cia la base de la fé católica, y que en fin
quita todos los medios de conocer con se
guridad la extension del poder espiritual.
Vamos ahora á ver que los tres últimos
artículos que se reducen a la superioridad
del concilio sobre el Papa , trastornan
igualmente el principio fundamental de la
Iglesia y á la misma Iglesia , y que en su
esencia son opuestos a lo que la fe enseña
acerca de su gobierno.
S. II. 1113
Examen de esta proposición . El Concilia
es superior al Papa (i).
Toda potestad cuyos' decretos no
son irreformables, tiene sobre sí otra que
1 )

-- ( 1) No permitiéndonos'nuestro plan des


envolver toda la tradicion sobre el contenido
en este párrafo, los lectores podrán ver las
obras siguientesien que se trata de ella exx
tensamente : De 2 infallibilitate et auctorit:
sum . Rom . -Poot. 3. v . en 4. por Orsi : De
sum. Pont. auct. por Fenelon . tom . 2. ° de
sus obras. Motive per cui il P. F. A. D. ha
creduto dj non potere aderire alle quattro
propositioni gallicane , por elip. Anfossi...)
159
se los puede reformar ; y pues los decretos
del. Papa segun el artículo 4. no son irre
formables, hay sobre el Papa otra potes
tad superior segun la declaracion , y es el
concilio como lo esplica claramente el ar
tículo 2. (1 ).
2. De dos potestades de un mismo ór
den , una superior y otra inferior , la pri
mera es sin contradiccion la potestad su
prema ó , la verdaderamente soberana; y
como segun la declaracion la soberanía re
side en el concilio , este es el que posee
la suprema potestad.
3. Y como el concilio se componę de
muchos y no de upo solo , aunque pueda
uno solo presidirle , distinguido de los de
mas por su rango, funciones y autoridad,,
la soberanía que reside en el concilio es
una soberanía colectiva, semejante á la del
senado de Roma 6. consejo de Venecia ( 2):
luego segun la declaracion , la Iglesia no es
monarquia sino una república. I'I
( 1 ) Con sololo este
este artículo , decia Buona.
parte , puedo pasar sin Papa.
( 2 ) Un autor galicano , Burigni, ha coma !
parado efectivamente el gobierno de la Igle
sia al de la república de Venecia .
160
4 Y como tampoco puede convocarse
á sí mismo el concilio , ni se reune sino en
intervalos á veces de algunos siglos , no
hay por su institucion una potestad per
manente y perpetua en la Iglesia , luego
segun la declaracion no hay en la Iglesia
potestad supréma ó soberanía perinanente
ỹ perpetua. Recojamos estas consecuencias.
5 1.. El concilio solo es el que tiene
la potestad suprema ó verdadera sobera
nta. Asi lo exprésa Bossuet conforme con
la declaration 'en estos términos: " La po
testad que debe reconocerse en la santa
Sede es tan alta y eminente , tan aprecia
da y venerable a todos los fieles, que no
tiene sobre sí otra que a toda la Iglesia
católica 'reunida (1):" ó segun el artículo
segundo el concilio que representa a toda
la Iglesia católica junta.
3.6 " No se trata , dice el obispo de Her
» mópolis , de juzgar la constitucion de la
„ Iglesia por medio de vanas teorías , sino
usegun la voluntadde su divino fundador,
usegún la cual no reside la autoridad su
prema en la sociedad espiritual, ni en los
(1 ) Serni. sobre la unidad . ii , la
161
» fieles, ni en los príncipes cristianos , ni
men los simples sacerdotes , sino en el
„ obispado, cuya cabeza es el Papa , como
„lo es de toda la Iglesia.
7 Otro escritor moderno en una obra
dedicada al obispo de Airé y Dax se espli
ca asi: "La Iglesia galicana es la que entre
»todas las Iglesias de la cristiandad se ha
„ distinguido siempre en esta auténtica de
„ claracion , en que el Papa tiene por su
”primacía en la Iglesia una autoridad pre
» eminente ; que puede, y debe de oficio у
" por autoridad , proveer á la propagacion
» y conservacion de la fé católica ,como
„ tambien á la egecucion de los cánones y
costumbres que tocan á la disciplina ge
» neral ; pero que la Iglesia galicana ha aña
„ dido siempre y declarado que el soberano,
„Pontifice no puede egercer esta autori
„ dad sino con dependencia del cuerpo
„ episcopal.”
8 Decir que la Iglesia católica ó el
concilio que la representa es superior al
Papa , ó que la autoridad suprema reside
en el obispado ; ó que el Papa no puede
egercer su autoridad sino con dependen
cia del cuerpo episcopal, es11afirmar que la
16
potestad suprema reside en el concilio ú
obispado y no en el Papa.
9 Es claro , como lo conoce el obispo
de Hermópolis , que aqui se trata del fun
damento mismo de la constitucion de la
Iglesia , esto es , de la cuestion dogmática
mas importante , como que de su solucion
depende la de torlas las demas ; tambien es
claro que debe decidirse , como él mismo
lo dice, no por vanas teorias, sino segun la
voluntad del divino fundador de la Iglesia,
y la institucion de Jesucristo. Pero ¿ cómo
sabremos con seguridad cuál es la institu
cion de Jeşlıcristo y su voluntad respecto de
la constitucion de la Iglesia ? Sin duda por
las difiniciones de los concilios generales,
cuya infalibilidad confiesan los galicanos ; y
es una verdad de fe todo cuanto ellos han
definido acerca de la presente cuestion ,
como que es herética la proposicion con
traria á lo que ellos han definido ( 1 ).
( 1) Postquam autem aliqua essent aucto
ritate universalis Ecclesiæ deterıninata , si
quis illi determinationi pertinaciter repugna.
ret , hæreticus censeretur : quæ quidem auc .
toritas principaliter residet in suinmo Ponti .
fice. S. Thom . 2.a 2. qu. 11. art. 2 ad 3.
363
10 No puede negarse esto sin dejar de
ser católico: no resta , pues , mas que bus
car en las actas de los concilios lo que han
definido acerca de la potestad del Papa y
la constitucion de la Iglesia. Escuchemos al
de Florencia : Decretamos que la santa Sede
у el Pontifice romano poseen la priinacía
sobre todo el universo , y que el romano
Pontifice es el sucesor del bienaventurade
Pedro , principe de los apóstoles, verdade
ro vicario de Jesucristo , cabeza de toda la
Iglesia, padre y doctor de todos los cris
tianos; y que ha recibido de Jesucristo en
la persona de San Pedro plona.potestad
para apacentar , regir y gobernar la Iglesia
de Jesucristo , como está notado en las ace
tas de los concilios ecuménicos y sagrados
cánones (1).
( 1) Definimus Sanctain Apostolicam Se
dein et Romanum Pontiticein in universuin
orbein tenere primatuin , et ipsum Pontificem
Romanum successorem esse beati Peiri, prin
cipis Apostolorum , et veruin Christi Vica ,
riuin , tojusque Ecclesiæ caput, et omniuca
christianorum patrein ac dociorem existere;
et ipsi in beaio Petro pascendi, regendi ec
gubernandi universalen Ecclesiam á Domino
164
II Cerca de dos siglos antes el segun
do eoncilio general de Leon , antes de ad
mitir á los griegos a la comunion de la
Iglesia , hizo que sus embajadores , autori
zados por los obispos, firmasen y jurasen
la siguiente profesion de fe.
12 "La santa Iglesia romana tiene una
» primacía y soberania plena y suprema
» sobre toda la Iglesia católica , que ha re
cibido de Jesucristo con la plenitud de
» potestad en la persona de san Pedro , de
» quien es sucesor el romano Pontífice: que
westando mas obligado que los demas á
„ defender la verdad de la fe , deben deci
»dirse por su autoridad todas las cuestio
ones que se susciten sobre la misma ; que
»todo el mundo puede apelar á ella y re
» currir á su juicio en las causas que depen
„ dan del fuero eclesiástico ; que le están
sometidas todas las Iglesias, y los obispos
le deben respeto y obediencia ; por que
„ de tal manera le pertenece la plenitud

nostro Jesu Christo plenam potestatem tra


ditam esse , quemadmodum etiam in gestis
æcumenicorum conciliorum , et in sacris ca
nonibus continetur . Col. de Lab. t. 13.
165
ude potestad, que admite á las demas Igle
usias á una parte de su solicitud , de las
ȍuales muchas, y principalmente las pa
» triarcales, han sido honradas con varios
»privilegios por la Iglesia romana , sin que
msus prerogativas puedan violarse en los
» concilios generales ó en otros ( 1 ).” Es
( 1 ) Ipsa quoque Sancta Romana Ecclesia
suminum et plenum primatum et principatum,
super universam Ecclesiam Catholicam obti
net : quem se ab ipso Domino in beato Petro
apostolorurn principe, sive vertice, cujus Ro
manus Pontifex est successor , cum potestatis
plenitudine recepisse veraciter et humiliter
ręcognoscit. Et sicut præ ceteris tenetur fi
dei veritatem defendere : sic et si quæ de fi .,
de subortæ fuerint quæstiones , suo debent
judicio definiri. Ad quam potest gravatus
quilibet super negotiis ad ecclesiasticum fo
rum spectantibus ad ipsius judicium recurre
re : et eidem omnes Ecclesiæ sunt subjecta ;
ipsarum Prælati obedientiam et reverentiam
sibi dant. Ad hanc autem sic potestatis ple
nitudo consistit , quod ecclesias cæteras ad
sollicitudinis partem admittit : quarum mul.
tas , et patriarchales præcipue, diversiis pri
vilegiis eadem Romana Ecclesia honoravit
şua tamen observata prærogativa , tum in ge
neralibus conciliis, tum in aliquibus aliis
166
pues una verdad de fé que por institución
de Jesucristo tiene el Pontifice Romano po
testad plena en el gobierno , una soberanía
suprema sobre toda la Iglesia datólica ( 1 ),
13 Sostener, pues, que el concilio es
siiperior al Papa , ó que la potestad su
prema reside en el obispado , o que el so
berano Pontífice no puede egercer su au
toridad sin la dependencia del cuerpo de
obispos , es sostener proposicionesheréticas:
y no debe extrañarse que Alejandro VIII
hubiese prohibido por su decreto de 7 de
Diciembre de 1696 enseñar у defender en
público ni en particular semejante doctrin
na bajo excomunion ipso facto incur
renda (2 )
seinper salvâ . Concil . Lugd . 2. tom. 11. Conc.
part. 1. col. 966.
(1) Nuestros antiguos doctores , dice
Bossuet, han reconocido unániines en la cá
tedra de San Pedro la plenitud de la potes
tad eclesiástica apostólica . Este es un punto
decidido y resuelio. Serinon sobre la unidad.
( 2) La proposición condenada por Ale
jandro vi és esia : Futilis et toties convul
sa
est assertio de Pontificis Romani supra
concilium vecumenicuin auctoritate , atque in
fidei quæstionibus decernendis infallibilitate.
167
14 2. La Iglesia no es una monar
quia, es la segunda consecuencia de la sų
perioridad del concilio sobre el Papa , es
tablecida por la declaracion. " A nuestros
ojos , dice el obispo de Hermópolis, no es
una monarquía pura di una democracia,
vsino una monarquía templada por la aris
»tocracia:" Templada ,como acaba de ver
se , de tal modo , que la potestad suprema
reside en el obispado, es decir , en esta
aristocracia. Y en efecto , es imposible que
la Iglesia deje de ser una aristocracia , si
en ella son muchos los que tienen la auto
ridad
suprema , ó si esta reside en el cuer
po de los obispos. Sin necesidad de repe
tir los testimonios ya citados de Gerson,
Almain , Fenelón y Bossuet , y las confe
siones de los mismos protestantes (1) , ob
( 1 ) Hemos visto lo que dice Melancton.
Puffendorf dice : Que el concilio sea superior
al Papa es una proposicion que debe arras,
trar sin trabajo el consentimiento de los que
se atienen á la razon y á la escritura (los
protestantes); pero no debe parecer absurdo
que no la admitan los que miran á la Silla
de Roma como el centro de todas las igle
sias , y al Papa como obispo ecumenico ; por
168
servaremos solo que la facultad de teología
de París ha condenado como herética esta
proposicion: La forma monárquica no ha
sido instituida en la Iglesia inmediata
mente por Jesucristo ( 1).
15 El error de los que , colocando la
soberanía en el concilio , hacen de la Igle
sia una república aristocrática , sobre tras
tornar su constitucion divina instituida in
mediatamente por Jesucristo , destruye,
como opuesta a una verdad de fe , el dog
ma de la unidad de la Iglesia, como que
no es una sino por su cabeza , por la po
testad suprema que ha precedido á las de
mas , y de quien estas emanan , como lo
enseña toda la tradicion . San Cipriano pone
por fundamento de esta unidad santa la
promesa hecha por Jesucristo á Pedro de
fundar sobre él su Iglesia ;el poder de las
llaves que le confirió. universalmente, y
sin restriccion alguna , y la orden que le
dió de apacentar y gobernar á los pastores
que la proposicion que hace al concilio su
perior al Papa , establece una verdadera
aristocracia , y la Iglesia Romana es una
monarquía . Puff. de habitu relig. christ.
(1) Collect. Judic. t. 1. p. 2 .
169
у á las ovejas. Asi que , toda unidad que
comienza en' uno solo , no tiene mas que
una cabeza , un origen y una Iglesia ma-,
dre (1 ). No hay, pues, unidad sin centro
á donde van á parar todos los rayos; y el
centro de autoridad no puede ser otro que
la autoridad suprema que domina a las
demas, y sobre la cual no hay nada ; y el
centro de la verdad no es otro que la au
toridad , que no puede errar , y cuyos jui
cios son irreformables.
16 Si pues el concilio es superior al
Papa, si la soberanía y potestad suprema
reside en el obispado, no es cierto que la
Iglesia romana sea el centro de la unidad;
ni que haya sido escogida para unir á sus
( 1) Loquitur Dominus ad Petrum : Ego
tibi dico wc. super unum ædificat Ecclesiam
suam. Ut unitatem 'manifestaret , unitatis
ejusdem originem , ab uno incipientem , sua
auctoritate disposuit . Exordiuui ab unitate
proficiscitur. Unuin tamen caput est., et ori
go una , una mater fecunditatis :succesibus,
copiosa: De unit. oper. p . 76 & c. Negare non
potes in urbe Roma Petro primo cathedram
episcopalem esse collatam ; in qua una cathe
drâ unitas ab omnibus servaretur. S. Opt.
Miler. De schism . Donat.
170
hijos en la misma fe, por que el obispado
debe por el contrario reforınar sus decres
tos , unirla á los hijos de Dios , y traerla
con la virtud de su suprema potestad á la
verdadera fe cuando se separe de ella.
17. Bajo de este punto de vista la de
claracion contiene , sin esplicarla formal
mente , una proposicion berética , á saber;
la Iglesia romana no es el centro de la
unidad . Vamos á ver ahora, que desapa ;
rece toda unidad con el exámen de la ter
cera consecuencia de la declaracion , esta
blecida anteriormente .
: 18 3.° No hay en la Iglesia potestad
supremaó soberaníapermanente y perpetua .
Dispersado el cuerpo de obispos , no
forma mas que un senado dispersado , un
cuerpo soberano capaz de egercer la po
testad 'suprema colectiva; por que, ¿qué
autoridadegerce el obispado dispersado, ni
qué . Jeyes, bizo jamás? No puede hablar,
por que , ¿ quién sería su organo ? Menos
deliberar y juzgar, por que , ¿quién pro
pondría la materia de las deliberaciones?
¿A quién las propondria ? ¿ Cómo podrá
cada obispo deliberar consigo mismo?
¿Quién recogería los votos ? ¿ Quién proba
171
ría lamayoría ? ¿Quién pronuriciaría el jui
cio ? Luego si la potestad suprema reside
en el cuerpo de obispos , éste como auto
ridad suprema, no existe sino cuando está
reunido en concilio ( 1 ) : de donde, para
( t ) Sabemos que los galicanos niegan es
ta consecuencia. La Iglesia , dicen , no nece
sita estar reunida para decidir ; dispersada,
pero conforme en la condenación de nuevas
doctrinas, merece la sumision de sus hijos
sin reserva alguna , porque siempre es la co
lumna de la verdad . Pensar que no -goza del
privilegio de la infalibilidad sino en los con
eilios generales es estrechar demasiado la
promesa que la extiende a todos tiempos ; es
un error en la fé. ( Colec. de max . del Lerec .
Canon. por J. B. Saint Marc, p. 102.) A proi
vechémonos de esta última confesion , y no
olvidemos que el que piensa que la Iglesia no
goza del privilegio de la infaribilidad sino en
los concilios generales yerra en la fé. Noteinos
en seguida que hay dos infalibilidades entea
ramente distintas, que los teólogos llaman
pasiva y activa , de que los galicanos se ol- ,
vida'n enteramente. Es imposible , segun las
promesas de Jesucristo , que dege de profe
sarse jamás la verdadera fé en la Iglesia sin
la menor mezcla de error por la inayoría de
los pastores y fieles : esta es la infalibilidad
pasiva. Es imposible que la suprema autori.
172
observarlo de paso , resulta que la potes
tad superior del concilio dependería de la
autoridad inferior del Papa; pues que el
dad de la Iglesia yerre jamás en sus decisio
nes sobre la fé , que es la infalibilidad acti
va ; y esta es el fundamento de la otra, por
que una fé que no yerra jamás supone de
toda necesidad una enseñanza fundada en
una autoridad que no puede errar. La infa
libilidad pasiva está igualmente admitida por
los católicos y - galicanos , cuya diferencia
consiste en saber en quien reside la infalibi
lidad activa , permanente y perpetua , pues
convienen tambien en que el concilio ecumé
nico es infalible cuando está reunido ; pero
como no lo está siempre , es necesario que
haya en la Iglesia otra autoridad actualmen ,
te infalible , sin lo que no sería permanente
y perpetua, ¿Y cuál es esta autoridad ? Los
católicos dicen que el Papa , y los galicanos
la Iglesia dispersada. Pero, 1. , decir que la
Iglesia es la inayor autoridad , ó la autori
dad infalible que hay en la Iglesia , es decir
palabras que no tienen sentido. ¿ Cómo la
Iglesia puede enseñar y gobernar la Iglesia?
2.° Es confundir la Iglesia , como sugeto de
la infalibilidad pasiva , con la potestad su
prema , que , instituida para enseñar y go
bernar la Iglesia , posee sola la infalibilidad
activa ; porque toda la Iglesia no easeña á
173
concilio , por confesion de Bossuet y de la
escuela de París, no puede ser convocado
sino por el Papa , que le disuelve retirán
toda la Iglesia , ni todos los pastores ense
han á todos los pastores. Fuera de que no
hay juicio sin tribunal ; ¿ y qué juicio sería
el dado por jueces dispersados ? Choca esto
con el buen sentido. Todo acto de jurisdic
cion , y el fallo que decide infaliblemente de
la fé , es el acto mas sublime de este género:
fuera inconcebible sin un poder actualmente
constituido que promulga sus mandamientos
y pronuncia sus sentencias como el concilio.
De este modo , cuando se llega a la realidad
se advierte al instante que la infalibilidad
dispersada de los galicanos es una quimera,
y palabra inventada para que no se les acu
se de haber errado en la fé. Escuchemos
al autor ya citado . "Muchas condiciones son
necesarias para que el silencio de los obis
pos derramados en la cristiandad envuelvan
en sí la aprobacion de una bula del Papa
(ibid. p. 25).” No es posible comprender
como el silencio puede ser un juicio, un acto
de autoridad y jurisdiccion. “ 1.a Que des
»pues de espedida la bula ó formada la cons
mitucion , haya transcurrido el tiempo sufi ,
sciente para presumir racionalmente que haya
» podido llegar á noticia de los obispos , por
nque el silencio de una cosa desconocida
174
dose de él. De que se sigue, que no pu
diendo residir de hecho la soberanía y po
testad suprema sino en el concilio , no hay
onada prueba." ¿ Y quién podrá juzgar de
que ha pasado bastante tiempo para presu.
mir racionalmeole que ha llegado la bula al
conociiniento de los obispos ? Precisa nento
cada uno de los fieles ; y tendrán necesidad
de estudiar las matemáticas y la geogratia
para presuinir racionalmente despues que los
galicanos les obliguen a hacer un acto de fe
absolutoy divino sobre una presuncion racio
nal. "2. Que el decreto apostólico sea 10
scante á la fe ó costumbres , y se dirija á
„todos los fieles para que se observe y guar
de como regla de fe por los que esten cons
stituidos en autoridad.” ¡ Pues qué , hay dos
reglas de fe , una para todos los crisi ianos y
otra para los coustituidos ea autoridad coel
9silencio , pues , de los obispos respecio á los
» decretos de Roma , que solo traten de cau .
ssas particulares ó de un juicio privado de
malgun obispo , y que no se dirijan á todos
wlos fieles; del silencio de decretos pontiti
scios de esta naturaleza , no puede deducir
398e aprobacion alguna (ibid . p. 26 ). " En este
exámen tienen que egercitarse los fieles para
saber si están ó no obligados á obedecer un
decreto del Papa. No para esto aqui , por
que los galicanos quieren aua inas. La 3. *
175
de hecho en la Iglesia soberanía ni supres
ma potestad cuando el concilio no esté reu
nido , por que como hemos visto no hay
condicion es : " que la cuestion controvertida
uhaya sido maduramente examinada y discu
itida por los mismos obispos que se hayaa
ninteresado en la controversia , y que el des
screto que se haya resuelto sobre este nego
ocio haya sido recibido y aprobado expresa
imente por ellos ( ibid .). ” Al autor se le pasó
decirnos cómo se han de asegurar los fieles
de todo esto ; y cómo pueden asegurarse de
que los obispos han examinado y discutido ma
duramente . . Y será imposible que entre los
obispos interesados en la controversia se en
cuentre uno que sostenga la doctrina conde
nada por el Papa ? Si pues uno solo de ellos
no recibe ni uprueba expresameute la bula del
Papa , esta bula nada vale ni á nadie obliga.
Luego siempre que un solo obispo sostenga
un error contra la fe , no podrá este error
šer condenado sino por la Iglesia congregada
en concilio general. La 4.a es : "que los obis
$

spos están obligados de oficio á reclamar con


»tra el error manifiesto y conocido. Digase
sfrancamente la verdad , dice san Agustin,
cuando las circunstancias exigen que se diga;
spor que si las circunstancias ó la causa no
sexigen que se diga , ó si el error es todavía
j'obscuro , dudoso y envuelto , ó si se trata
176
union sin centro de unidad ; ni otro centro
de unidad que la potestad suprema ; y por
consiguiente no hay union en la Iglesia
de opiniones de la Iglesia , ó en fin , si la
» paz y tranquilidad de la Iglesia ó del esta
do piden que se calle , este silencio no pue.
de touarse por una aprobacion ( ibid . ). " Se
necesita , pues , para estar obligado a abrazar
una bula dogınática del Papa , que cada uno
de los fieles juzgue si el error condenado es
manifiesto. y conocido , y si las circunstancias
ó la causa exigen que se publique ; si el error
no es ovscuro , dudoso ó envuelto ; si se trata
de una opinion de la Iglesia , y en fin , si la
paz ó tranquilidad de la Iglesia o del estado
exigen el silencio. Hasta que no estén bien
claros todos estos puntos , los galicanos les
dispensan de obedecer al vicario de Jesucris
to , á la cabeza de toda la Iglesia , al padre y
doctor de todos los cristianos , como le llama
el concilio ecuménico de Florencia. Pero su
pongamos , en fin , que los fieles resuelvan
todas estas cuestiones en sentido favorable al
Papa , en cuyo caso estarán obligados á ha
cer sobre la bula un artículo de fe divina,
¿ pero en virtud de qué ? En virtud del juis
cio que habrá hecho anteriormente ; luego ó
este juicio es infalible , ó puede hacerse un
acio de fe divina sobre un juicio falible : eli
jan los galicanos. Aun no se detiene aqui el
177
cuando el concilio no está congregado : pro
posicion formalmente herética.
19 Mas: por que los errores se enca
denan ; lo que esencialmente constituye la
sociedad , lo que la dá la existencia , es la
soberanía у la potestad suprema , y si no
hay en la Iglesia por institucion divina tal
soberanía , la Iglesia no es ni puede ser
permanente y perpetua ; y Jesucristo que
ha prometido que subsistirá todos los dias

autor , sino que pone otra condicion , y con


chuye asi : " En estas circunstancias ú otras se
smejantes , se debe confesar que no puede
sterminarse la controversia con el silencio.
de muchos obispos , y que un concilio ge
weral ó ecuménico es el único tribunal que
»pueda poner fin á ella (ibid, p. 27)."
Para concluir nosotros , creemos que no
hay persona de buena fe que pueda dejar de
conocer que ninguna controversia puede ter
minarse , segun los principios de los galica
nos , sino por el concilio general ó ecuinéni
co ; y que segun los misinos principios la in
falibilidad activa , perpetuamente necesaria á
la iglesia, no reside sino en los concilios ge
nerales , y por consecuencia , que limitan de-:
masiado la promesa que Jesucristo estiende .
todos los tiempos, lo que es un error en la fe.
12
178
hasta la consumacion de los siglos, es un !
impostor. La beregía llega aquiá ser blas
femia.
20 El obispo de Hermópolis , asustado
quizá de las consecuencias heréticas é im
pías que arrastraría necesariainente la su
perioridad del concilio sobre el Papa , al
paso que establece esta doctrina procura
modificarla proponiendo una opinion que
es esclusivamente suya . Hagamos , dice,
una tercera suposicion : " Regularmente se
? congrega un concilio general bajo un Papa
.:muy legitinio , y se suscita una cuestion
mentre los obispos presentes y el Papa;
» en donde estará en este caso la mayor
rautoridad ? En el Papa, dirán los ultra
montanos , y en los obispos los galicanos.
»:¿No podria decirse que en este caso úni
:co , que son dos autoridades que vacilan ,
y que la decision queda suspensa hasta
> que se pongan de acuerdo , porque tal
yes la naturaleza de los gobiernos mixtos;
" y que en los estados en que el poder le
gislativo está dividido entre el Rey y los
" cuerpos políticos no resulta la ley sino de
9 $ u conformidad ? "
21 El obispo de Hermópolis con su
179
idea de gobierno mixto , que dejaría de ser
una policia verdaderamente monárquica
y real, instituida por Jesucristo segun Ger
son , supone que puede haber en la Iglesia
dos potestades iguales sin que haya otra
superior á ellas , con lo que se destruye la
idea de la unidad de la Iglesia. Ademas de
que, hasta que estas dos potestades mo
mentaneamente divididas no se pongan de
acuerdo , no existirá en la Iglesia verdade
ra potestad soberana, lo que destruye bas
ta la idea de Iglesia. Explicada en estos
términos: Esposible que la Iglesia , tenien
do á su cabeza un Papa muy legitimo con
un concilio muy regularmente congregado,
deje de tener por algun tiempo la autori
dad suprema que dá fuerza å sus decisio
nes: esta proposicion es herética.
22 Cuando , pues, el obispo de Her
mópolis , ofreciendo á la Iglesia y á los
galicanos su mediacion ,les dirije estas pa
labras de paz : " No podrá decirse que en
" este único caso son dos autoridades que
„dudan , y que la decision queda suspensa
„ hasta que se pongan de acuerdo ?” es
como si digera: en la diversidad de senti
mientos que separa a los partidarios de la
180
declaracion del Papa, y la inmensa mayo .
ría de las Iglesias unidas al Papa sobre el
modo de conocer con seguridad las verda
des de fe ó evitar una heregia , ¿ no se po
drá decir , para conciliar sentimientos tan
diversos y satisfacer a todo el mundo , que
- hay tiempos en que la Iglesia con un Papa
muy legítimo y un concilio muy regular
mente congregado , no tiene la autoridad
necesaria para decidir lo que es de fe , ó
lo que es lo mismo, no pudiera conve
nirse en una heregía ?
· 23. No pudiendo justificar la doctrina
del obispo de Hermópolis, á lo menos te
nemos la dicha de poder justificar sus de
seos. Cuando publicamos nuestras observa
ciones sobre la promesa de enseñar los cua
tro articulos (1 ), exigida por M. Lainé,
( 1) Cuando publicamos este escrito crei
mos deber deferir a los consejos de personas
respetables , que juzgaban peligrosa la dis
cusion del primer articulo ; por lo que nos
limiiamos á establecer que los Papas no tie
Den poder alguno sobre lo temporal de los re
yes , lo que es cierto en el sentido de que los
Papas no puedea aisponer de los reinos á su
arbitrio , y que el Rey tiene en su reino la
181
quiso que se las comunicásemos , cou cuyo
motivo nos dijo estas propias palabras, que
bo olvidaremos jamás : En Roma yo seria
ultramontano. Como esto no significa que
lo que es verdad en Roma , deje de serlo
en París , sentimos que el obispo de Her
mópolis no esté en Roma.
24 Hemos probado, á nuestro pare
ćer hasta la evidencia , que sostener la su
perioridad del concilio sobre el Papa, es
atribuir la suprema potestad ó soberanía
al concilio , que es lo mismo que ponerse
en la invencible necesidad de negar las
verdades de fe ; del mismo modo que no
puede reconocerse en el Romano Pontifice
la plenitud de potestad o la soberania mo
nárquica que ha recibido de Jesucristo se
gun las decisiones de los concilios ecumé:
nicos, sin confesar que posee todas las
prerogativas que le niega la declaracion
plenitud de la autoridad temporal. Pero esta
autoridad tiene sus reglas , por que depende
de una ley superior , sin la que estaría des
nuda de derecho ; y esto es lo que ha sido
preciso explicar mas por interés de los reyes
que por el de la Iglesia, que tiene promesas
que no tienen los reyes.
182
de 1682. Soberanía , que usando de las
palabras del segundo concilio general de
Leon , comprende dos cosas ; la autoridad
que decide infaliblemente las cuestiones de
fe ( 1 ) , y conserva la unidad de doctrina y
la potestad propia del gobierno que se es-,
tien a todo
de lodem as.
25 La infalibilidad que los católicos
reconocen en el Papa, consiste en que el
Papa no puede de ninguna manera definir
nada herético en lo que manda creer á la
Iglesia ( 2). Luego es mas claro que la luz
*
(1 ) El P. Serry ha probado la infalibili.
dad pontificia en su obra : Dissertatio duplex
de Romano Pontifice in ferendode fide moribus.
que judicio falli et fallere nescio c. Muestra
en ella , dice un escritor protestante , que los
concilios generales jamás han negado al Papa
la infalibilidad y superioridad de autoridad
on los juicios sobre cuanto concierne á la fe
y costumbres, aunque con condiciones insige
nificagtes, como por egemplo , que el Papa
tiene que rogar y consultar antes á su clero:
opinion muy notable en un teólogo que
pasaba por muy sabio y libre , y que ademas
vivia bajo la proteccion de Venecia. Hist. de
la Ig. cat. por Konrad Heaqui.
( 2 ) Non posse ullo modo definire aliquid
183
del dia , dice Fenelón , que la Santa Sede
po sería el fundamento eterno , la cabeza
y centro de la comunion católica, si pudie
ra de finir ser herético algo de lo que ha
mandado creer á toda la Iglesia ( 1).
26 Si hay algun hecho cierto , es el
que jamás sufrieron los Papas que se duc
dase un solo momento de sus decisiones
dirijidas á la Iglesia universal." Juez de toda
„ la Iglesia, la Silla de Pedro no está sujeta
mal juicio de nadie. (2)” Asi habla el gran
San Gelasio ; y esta mismamáxima conserva
da inviolablemente, ha resonado de siglo en
siglo en todo el orbe católico. Siempre han
dicho los romanos Pontífices. " Es manifies.
uto que los juicios de la Silla apostólica
» son irreformables, y que á nadie es per
"mitido hacerse juez de sus sentencias,
" por que no hay autoridad sobre la suya.
„ Por esta razon han querido los cánones
"que de todas las partes del mundo se ape
hæreticum , à tota Ecclesia credendum. Hic
est communissima opinio ferè omniuin catho
licorum. Bellarm . de summo Pontif. lib. 4.
cap . 2 .
( 1 ) De summi Pontificis auctorit . cap. 3.,
( 2) Epist. 4. Gelasij tom. 4. Conc.
184
ole á esta eminente Silla de la que a nadie
mes permitido apelar (1)."
Tal es la doctrina invariable у la
27
constante tradicion de esta primera Silla,
sobre la que Bossuet en su misma defensa
habla en estos' términos : " Declaro que en
» lo que toca á la dignidad de la santa Silla
wapostólica , me atengo a la tradicion у á
la doctrina de los Pontifices romanos . "
28 Ahora bien , es punto de fe católi
ca que el que no está en la comunion
de la santa Silla , está fuera de la comu
nion de la Iglesia. "¿Quién se creerá en la
Iglesia despues de haber abandonado la
cátedra de Pedró , sobre que está fundada
la Iglesia (2)? " " El que no sigue á esta
cátedra , no pertenece a Jesucristo , sino al

( 1 ) Patet profecto Sedis apostolicæ , cujus


auctoritate major non est , judicium à nemi
ne fore retractandum , neque cuiquam de
ejus liceat judicare judicio : si quidem ad illam
de cualibet mundi parte canonès appellari
voluerunt , ab illa autem nemo sit appellans
permissus. Nicolaus I. Ibid. tom. 8.
(2) Qui cathedram Petri , super quam fun
data est Ecclesia , deserit , in Ecclesia esse
confidet ? S. Cip, de unit. Eccl.
185
ante -Cristo ( 1 ) , segun san Gerónimo.” Den
cidid , escribe a San Dámaso , yo no teme
Té decir que hay tres hipóstasis (2). ¿ Y por
qué ? por que el sucesor del Principe de
los apóstolcs es , dice San Agustin , la pie
dra que las puertas del infierno no pueden
vencer (3). Lo que él dice no lo dice él,
sino el mismo Dios , que ha puesto la doc
trina de la verdad en la cátedra de la
unidad (4 ). Los que se separan de esta
piedra , están sin duda fuera de la Iglesia,
por que Jesucristo ha dicho : sobre está
piedra edificaré mi Iglesia (5).
( 1) Beatitụdini tuæ , id est cathedræ Pe
tri communione consocior. Quiqumque tecum
non colligit , spargit , hoc est , qui Christi
non est , antichristi est. S. Ger. Ego iterum
clamito : Si quis cathedræ Petri jungitur,
meus est. Ibid . Epist. 11 .
(2) Decernite , si placet , et non timeo
tres hypostases dicere.
(3) Numerate sacerdotes vel ab ipsa sede
Petri , et qui , cui successerit videte : Ipse est
petra quam non vincunt superbæ inferorum
portæ. San. Aug. contra Donatistas.
( 4 ) Non eniin sua sunt quæ dicunt , sed
Dei , qui in cathedra unitatis doctrinam po
suit veritatis ( id . Epist. 164. )
( 5) Et qui in petra non sunt , procul du
186
29 Si se quiere oir á un mismo tiem
po á todo el oriente y occidente , dice
Bossuet: "En tiempo del santo Hormisdas
sy del Emperador Justino , las iglesias
» orientales suscribieron por órden del Papa
» á un formulario que les envió contra
» Acacio , defensor de Eutyques. Esta pro
» fesion , dictada por el Papa Hormisdas,
» fue recibida por todos los obispos de
» oriente, y en primer lugar por los Pa
» triarcas de Constantinopla ; lo que fue
» para los obispos de occidente , y prin
» cipalmente para los de las Galias , mom
» tivo de grande alegría en el Señor: de
» suerte, que se verificó que este formu
» lario fuese aprobado por toda la Igle
» sia católica... Y como todos los obispos
» hicieron esta profesion al Santo Papa Hor
» misdas, á san Agapitoy á Nicolás 1, como
»leemos qne tambien se hizo del mismo
» modo al Papa Adriano II , sucesor de Ni
» colás, en el octavo concilio ecuménicos
» ¿qué cristiano podrá despreciar esta con
bio in Ecclesia non deputantur , quia super
hanc petrain , inquit , ædificabo Ecclesiana
meam , ( id . De uuit. Eccles. cap. 19.)
187
» fesion viéndola extendida por todas para
» tes, propagada en todos los siglos, y con
»,sagrada por un concilio ecuménico ? (1 )”.
30 Aprenda , pues todo cristiano ,
aprenda todo católico al leer este hecho
tan solemne , cuál es la doctrina que debe
profesar acerca de la autoridad de la santa
Sede. " El primer fundamento de la salva
» cion es guardar la regla de la fe , y no
apartarse en nada de la tradicion de los
» Padres ; por que no puede revocarse la
» palabra de nuestro Señor Jesucristo , que
ha dicho : Tu eres Pedro , y sobre esta
” piedra fundaré mi Iglesia . Los hechos
» prueban la verdad de esta palabra , pues
» to que la Religion se ha conservado siem
» pre pura y sin mancha en la Silla apos
stólica. Por esto , siguiendo en todo á la
»Silla apostólica , y suscribiendo a todos
» sus decretos , espero merecer que con
» vosotros estaré siempre en una misma
» comunion , que es la que enseña la Silla
» apostólica , en la cual reside la entera y
» verdadera' solidez de la Religion cristia
» na , prometiendo no pronunciar en los
( 1) Defin . Cler. galic.
188
» sagrados misterios los nombres de los
» que se han separado de la comunion de
» la Iglesia católica , es decir , los que no
» han sentido en todo con la Silla apos
stólica (1 )."
31 Observemos que esta es una regla
de fe , fundada en las mismas palabras de
Jesucristo , consagrada por un concilio
ecuménico , por la aprobacion de toda la
Iglesia; y que esta regla no es otra cosa

( 1) Prima salus est , rectæ fidei regulam


custodire , et à Patrum traditione nullatenus
deviare ; quia non potest Domini nostri Jesu
Christi præterinisi sententia dicendis : Tu est
Petrus , et super hanc petram ædificabo Eccle
siam meam . Hæc quæ dicta sunt, rerum pro :
bantur effectibus; quia in Scde apostolica in
maculata est semper servata religio. Unde
sequentes in omnibus apostolicam Sedem , et
prædicantes ejus omnia constituta , spero ut
in una communione vobiscum , quam Sedes
apostolica prædicat , esse merear , in qua est
integra et vera christianæ religionis soliditas;
promitteos etiam sequæstratos à communione
Ecclesiæ catholicæ , id est , non in omnibus
consentientes Sedi apostolicæ , eorum noinina
inter sacra non recitanda esse inysteria.
Tom. 4 , concil. col. 1486 , et 1487.
189
que la doctrina perpetua de la Silla apos
tólica. Negarse á obedecer á uno solo
de sus decretos , sentir en sola una cosa
contra lo que ella siente, es dejar de ser
católico (1). Y pues ni un solo momento
puede ni debe el cristiano , segun Bossuet,
dejar de adherirse á esta confesion , no hay
tampoco un momento en que el cristiano
pueda ni deba dejar de creer que la en
tera y verdadera solidez de la Religion cris,
tiana reside en la Silla apostólica , y de
consiguiente , que es imposible que la Silla
apostólica yerre un solo momento.
( 1 ) . El mismo Lutero reconoció por mu ,
cho tiempo que no era permitido resistir de
modo alguno á la Iglesia romana , madre de
las Iglesias, esposa de Jesucristo, hija de Dios,
terror del infierno , y que jamás se ha apartado
de la verdadera fe por ningun decreto. Pero
para justificar su rebelion imaginó distinguir
la Iglesia romana de la corte de Roma ; dis
tincion muy familiar entre los galicanos. Ved
aqui el pasage de Lutero. " Quare et ego ho
grum theologorum laicorum exemplo pulcher
grimo , longuissime , lattissiine , profundissi
isme distinguo inter romanain Ecclesiam , et
promanam curiam . Illam scio purissimum esse
ýthalamum Christi , matrem Ecclesiarum ... '
190
32 ¿Quién no vé en efecto , que sien
do necesario , sopena de no pertenecer ni
á la Iglesia ni á Jesucristo , mantenerse
constantemente en la comunion de fe con
la santa Silla , no es posible que esta se
aparte jamas de la verdadera fe ? La inde
fectibilidad , pues , sostenida por Bossuet,
que distinguiendo la Silla del que está
sentado en ella , supone la posibilidad de
que el Pontífice romano enseñe momenta
neamente el error , es incoinpatible con las
decisiones de los concilios ecuménicos у la

„ Sponsarn Christi, filiam Dei,terrorem in


oferni, victoriam carnis , et quid dicam? cu
asjus sunt omnia juxta Paulum , ad Cor. 3.°
nipsa autem Christi , Christus autem Dei. Hæc
autem ex fructibus suis coguoscitur... Res
jsane eant , et vita passun . At nomen Do.
homini æterquin cur patianur ita conspurcari?
Nullo modo ergo romanæ Ecclesiæ resistere
licet. At romanæ curiæ longe majori pieta
te resisterent reges , et quiqumque possent,
isquam ipsis Turcis. Hæc verbosius forte et
Joliberius... Et ego gratias ago Christo , quod
ishaoc unam Ecclesiam in terris ita servat,
jut numquam à vera 'fide ullo suo decreto
precesserit . ” Luther. in præfat. epist . Pauli
ad Galatas ; edit. Basil. Adam Petri , 1520 .
191
doctrina de toda la Iglesia , yarrastra , como
lo prueba Fenelón , á consecuencias absur
das é impias (1). “ No permita Dios, dice,
»que se niegue jamás que todas las Igle
» sias puedan dejar de adherirse por laco
» munion de la fe hasta la consumacion de
» los siglos á la Silla apostólica , como ca
» beza , centro , raiz y fundamento de esta
comunion , y que de lo contrario se ha
srán cismáticas Y heréticas. El que asi lo
» crea , aunque no admita en el nombre la
» infalibilidad pontificia , cree sin embargo
» todo lo que nosotros decimos de la inde
» fectibilidad en la enseñanza de la fe. Si
» niega que lo cree , no se entiende á sí
" mismo ; por que querer que todos los cam
( 1 ) " Esta opinion , dice , del obispo de
»Meaux , repugna evidentemente a las pala
abras de la promesa hecha por Jesucristo y á
stoda la tradicion... Por esta razon puede
decirse justamente de esta quimera lo que
»San Agustin decia á Juliano : Lo que dices
ses estraño ; lo que dices es nuevo , y lo que
sidices es falso : Lo que tú dices de estraño,
slo oimos con sorpresa ; lo que dices de nue
uvo , lo rechazainos ; y lo que dices de falso ,
oblo refutamos. " De summi Pontif. auctorit.
cap. 8 , Fenelon tom. 2 .
» tólicos estén unidos a la santa Silla por,
» la comunion de la fe todos los dias hasta
» la consumacion de los siglos , y querer
» que se crea que esta Silla no pueda jamás
» errar en la doctrina de la fe , es una mis-,
» ma y sola cosa ; á menos que no se quier.
» ra decir que se debe adherir al centro y
» cabeza en lo tocante á la fe cuando se
» apartase de ella por una definicion bere
» tica, lo que es evidentemente absurdo é.
» impío ( 1). ” Tambien ha condenado la
santa Silla como herética esta proposicion
de Pedro de Osma: la Iglesia romana pue
de errar.

( 1 ) Absit ut nostri cisalpini .negent om .


nes catholicæ cominunionis Ecclesias omnibus
diebus, ne uno quidem excepto , usque ad
consumationem sæculi , fidei con.munione ipsi
Sedi apostolicæ tamquam capiti , centro , ra
dici , ei fundamento esse adhæsuras sin minus
schismaticas ' et hæreticas fore. Dum vero hæc
credunt etiamsi pontificiam infallibilitatem
æquivoco nomine propositam abauant , cre
dunt tamen quid -quid siguificatur hoc tem
peramento indefectibilitatis in fide docenda.
Quod si id se credere negent , certè non sa
tis sibi ipsis se ipsos explicant , neque suam
mentem sa tis norunt. Enim vero velle ut om .
193
33 Apóyase la declaración en lo que
decidió segun ella el concilio de Constanza
en sus sesiones 4.* y 5.“ ; pero ni se cree
uniformemente la universalidad del conci
lio durante estas sesiones , ni se está de
acuerdo en el sentido de sus decretos; y
Bossuet les dá una autoridad tan débil , que
defendiendo su propia interpretacion , dice
que solo desea verse libre de censuras. Sea
lo que fuese de estos decretos de Constan
za , no pueden ellos de ninguoa manera
perjudicar á lo que han decidido otros con
cilios universalmente reconocidos por ecu
ménicos ( 1 ) , ni á profesiones de fe apro
nes catholici huic Sedi per fidei communionem
adhæreant , omnibus diebus usque ad consu
mationem sæculi. , et velle ut credatur hanc
Sedemn in fide docenda nunquam defecturam
esse , prorsus est unum et idem , nisi quis
velit dicere adhærendum esse huic centro et
capiti circa fidem‫ ܕ‬, etiam si aliquid hæreticum
contra fidem absolutè definiat : quod absur,
dum et iinpium esse nemo non videt . Ibid .
cap. 46 , toin. 2. °, p. 409.
(1 ) Clemente v promulgó en 1311 , en el
concilio ecuménico de Viena , la Clementina
única de sumina Trinitate etc. , en que se
leen estas gotables palabras : igitur ad tam
13
194
badas por toda la Iglesias, por que, o el
concilio de Constanza era tambien ecumé
nico en sus 'sesiones 4.* y ,5. , 'en cuyo caso
la doctrina de que se disputa debe enten
derse en un sentido enteramente conforme
con las definicionesdelos concilios preceden
tes , sin lo que ningun concilio sería infali
ble, ó el concilio deConstanza no era ecumé
nico en sus sesiones citadas, y en este caso
los decretos dados en ellas nada prueban .
34 No se crea por esto que la Iglesia
de Francia ha tenido hasta el siglo diez y
siete una doctrina diferente de la que siem
pre profesó la Iglesia católica acerca de la
infalibilidad del Papa. La Asamblea del
clero se esplicaba en 1625 en estos térmi
nos : “Los obispos serán exhortados á hon
» rar á la Silla apostólica é Iglesia romana,
w fundada sobre la promesa infalible de
» Dios , sobre la sangre de los apóstoles y
» mártires , madre de las Iglesias; y que,
» como dice san Atanasio , es como la ca
mpreclarum testimonium ac sanctorum Patrum
wet doctorům communem sententiam aposto
ulicæ considerationis , ad quam duntaxat hæc
udeclarare pertinet , aciem convertentes , sa
ncro approbante concilio , declaramus , etc."
195
s beza sagrada con que las demas Iglesias,
» que son sus miembros, se honran , sé
» mantienen y conservan . Tambien respe
» tarán á nuestro santo Padre , el Papa,
» cabeza visible de la Iglesią universal , vi
» cario de Dios en la tierra , obispo de los
sobispos y patriarcas, en que el aposto
» lado y obispado han tenido su princi
» pio, y sobre el que Jesucristo ba funda
do su Iglesia , entregándole las llaves del
wcielo con la infalibilidad de la fe , que se
„ ha visto' milagrosamente inmutable en suis
" sucesores hasta el dia de hoy. Y habiendo
obligado a todos los fieles ortodoxos á
» que le presten toda obediencia, y á quc
"vivan sırjetos á sus santos decretos, serán
mexhortados los obispos á que bagan lo
osmismo', ý repriman en cuanto les sea
aposible á los libertinos que intenten ha
» cer dudar o comprometer esta santa y sa
grada autoridad , confirmada por tantas
;leyes divinas y positivas; y á que para
wenseñará los demas el camino , sean ellos
»los primeros que dén el egemplo ( 1)." "
3

( 1) A
, viso de la Asamblea general del
clero de Francia á los señores arzobispos y
obispos dét réino.
196
35 Esto es lo que habian hecho siem
pre é hicieron treinta años despues , cuan
do fueron condenadas por Inocencio x las
cinco proposiciones de Jansenio. " Desde
„ los primeros tiempos escribian ellos con
»;esta ocasion al Pontifice romano , la Igle
sia católica apoyada en la comunion y
"autoridad sola de Pedro , suscribió sin
» detenerse á la condenacion de la heregía
" pelagiana , pronunciada por Inocencio en
rsu decreto dirigido á los obispos de Afri
rca , á que se siguió otra carta del Papa
» Zozimo, dirigida a todos los obispos, del
»;universo. Sabia ella , no solo por la pro
mesa de nuestro Señor Jesucristro hecha
má Pedro , sino tambien por las actas de
los antiguos pontifices, y por los anate
» mas con que el Papa Damaso condenó úl
» timamente á Apolinario y Macedonio,
rantes que ningun concilio ecuménico los
, hubiese condenado ; sabia que los juicios
„ dados por los soberanos pontifices en res
? puesta á Jas consultas de los obispos
»- para establecer una regla de fe , gozaban
„ igualmente ( sea que los obispos hayan
bereido deber explicar su parecer en su
» consulta , sea que lo hayan omitido) de
197
" una divina y soberana autoridad en la
„ Iglesia universal: autoridad a la que to
» dos estan obligados á someter su espíri
» tu. Nosotros , pues , penetrados de los
" mismos sentimientos y de la misma fe,
utendremos cuidado de que la constitucion
„dada por inspiracion divina por vuestra
»santidad... sea promulgada en nuestras
» Iglesias y diócesis, y estrecharemos á su
"egecucion ( 1)."
36 En otra carta dirigida el año si
guiente á los obispos y arzobispos del
reino se leen estas palabras: “ No hay ne
» cesidad de razones ni de otras indaga
» ciones; basta leer la constitucion ponti
» ficia , que basta por sí misma para deci
„ dir la cuestion .”
37 En tiempo de Richelieu no habia
variado aun la doctrina de la Iglesia de
Francia . El misrno dictó á Richer la re
tractacion en que este doctor declara “ que
s'se somete al juicio de la Iglesia católi
rca y á la Silla apostólica , que reconoce
( 1 ) Carta de los obispos de la Iglesia ga
licana al Papa Inocencio x , año de 1653.
Vide Argantre' . colec. judit. etc. t. 3. art. 2 .
198
" por madre y; maestra de todas las Iglesias,
” y por juez infalible de la verdad (1).”
38. " La opinion de que el Pontífice
romano es infalible , dice Marca , es la
„ única que se enseña en España é Italia,
"; y en todas las demas, provincias de la crise
tiandad . De suerte , que el juicio de los
doctores de París no pasa de la línea de
»opiniones toleradas... Todas las universi
„ dades, fuera de la antigua Sorbona , re
econocen unánimes en los pontífices ro
umanos autoridad para decidir las cuestio
rnes de fe con un juicio infalible. Y aun
zen el dia vemos a la Sorbona enseñar esta
2: misma doctrina de la infalibilidad del som
berano Pontífice ; pues en 12 de Diciem
„ bre de 1660 se sostuvo públicamente esta
" proposicion , á saber , que Jesucristo es

(1 ) Sic protestor et declaro ine semper


voluisse , atque etiam nunc velle , et me ip
sum , et libellum præfatum , quascumque
ejus propositiones , carumque interpretationem ,
omnemque meam doctrinam , Ecclesiæ catho
licæ romanæ , et -sanctæ Sedis apostolicæ ju
dicio subjicere; quam matrem et magistram
omnium ecelesiarum , et inffalibilem verita
judicem
tis aga sco..
199
ostableció al Pontífice romano juez de las
» eontroversias que nazcan en la Iglesia , y
nprometió que jamás erraría en sus defi
wniciones de fe (1).'La misma doctrina se
» defendió en 7 de Diciembre en el cole
» gio de Navarra. El mismo Prelado añade
» que en Francia la mayor parte de los
" doctores en teología y en derecho 'siguen
„la opinion comun , cuyos fundamentos
" es escesivamente dificil combatir , y se
prien de la opinión de la antigua Sorbona."
39 Sin embargo , por las razones in
dicadas al principio de este capítulo, se
fueron estendiendo poco a poco las máxi
mas de los parlamentos entre cierta clase
de teólogos , á quienes Fenelon llama los
críticos. "No hay desatino , nos dice , ni
»exceso que no les parezca bien , y que
» no se atreban á defender. A mis ojos son
» mas, temibles que las sectas de los here
» ges , por que cubiertos con el nombre de
» católicos , coino con una máscara , pener

( 1 ) Romanus Pontifex controversiarum


ecclesiasticarum est constitutus judex á Chris
1o , quia ejus definitionibus indeficientem fic
dem promissit.
200

» tran impunemente en el recinto de la


Iglesia. ¿Cuántas veces no les he oido yo
► decir que la grandeza de Roma pagana,
» convertida en capital del imperio , era la
» causa de haberse abrogado los pontifices
» romanos la primacía en la república cris
» tiana , y que el vulgo crédulo se habia
» dejadopersuadir por un respeto supers
sticioso que esta invasion era institucion de
» Jesucristo ? Espere el que quiera que estos
» bombres muden de modo de pensar ; por
» lo que á mí toca , no lo espero ( 1).”
40 Tales fueron las ideas que prepa
(1) Nihil est abhorine ac devium quod
illie non arrideat. Nihil est arduum , quod
bueri non audeant. Hos, sane plusquam hæ
reticorum sectas metuo ; siquidem catholi
,
impune grassantur. Hos sæpe numero audivi
dicentes , Romam gentilis imperii caput in
causa fuisse , cur roinani Pontifices christia
ne reipublicæ priinatum affectaverint , et cre.
dulum vulgus superstitioso cultu accepissé ,
quasi Christi institutum , ambitiosain hanc
Tanti fastigii invasionem . Hos ad meliorem
frugem revocare quivis alius speret ; certe
non ego. De-suinmi-Pontif. auct. obras de Fes
nelon , tom . 2. °, p. 253. odeettil's;
201
raron la declaracion de 1632 , que tras
tornando la constitucion divina de la Igle
sià , destruyó no solo la unidad (t), y por
consecuencia inevitable su infalibilidad
permanente y perpetua, sino tambien sú
jurisdiccion soberana' y su potestad dego
bierno. Bastanos para esto citar á los de
fensores de los cuatro artículos.
41: " De aqui es que el clero no pue
» de reunirse sin permiso del Rey , que es
» tambien árbitro en mudar el tiempo de
3 estas asambleas, y fijar su doracion como
» mejor le parezca; y que los obispos, aun
» que mandados por el Papa , no puedan
is salir del reino sin su licencia, por que
'» por razon del crédito que les dá su dig
» Didad , tienen mucha representacion en
» estado. Tales son las consecuencias de la
» primera máxima de que la potestad pro
» pia de la Iglesia no se extiende á lo tem
» poral de los reyes."
( 1) Ad summi Pontificis auctoritatem per
tinet finaliter determinare ; ea quæ sunt fi
dei üt ab omnibus inconcussa fide teneantur:
quæ unitas servari 'non potest , nisi quæstio
fidei determinetur per euin qui toti Ecclesiæ
præest. S. Thom. 2.a, 2. quest. 1. art. 10.".
202
42 Estas son sin duda las consecuen
cias de la primera máxima : 1. Hacer al
Rey señor absoluto del clero , que no pue
de congregarse sin su permiso, y de los
concilios provinciales y nacionales que el
convoca , y disuelve coino mejor le parece:
2.° Poner á la Iglesia entera bajo la depen
dencia de los principes. Por que sostenien
do los galicanos que la soberanía ó potes
tad suprema reside en el concilio general,
y confesando que al Papa toca convocar el
concilio ; si los obispos , aunque mandados
por el Papa , no pueden salir del reino sin
licencia del Príncipe ( i), es evidente que no
puede congregarse el concilio general sin
permiso del Principe , y de consiguiente
que la Iglesia depende enteramente de los
principes que pueden suspender el egerci
cio de su suprema potestad.
43.Aun bay mas; en virtud de estas
mismas máximas se eximen de la autori
dad del Papa en materia de disciplina,
( 1) Esta es tambien una de las máximas
de la Iglesia anglicana : " Generalia concilia
sine jussu , et potestate Principum congrega.
ri non possunt." Art . 21 de auct. coacil.
generals
203
como se eximieron en materia de fe. "No
» creemos , pues, que las nuevas constitu
» ciones de los Papas hechas despues de
» trescientos años ( 1 ) , obliguen sino en
» euanto nuestra práctica las baya aproba
» do.” ¡Con que nuestra práctica es la que
dá y quita la autoridad a las constitucio
nes de los Papas! ¡Con qué nos obedecemos
á nosotros mismos , y no hay para nosotros
un primer pastor , y cuando Jesucristo dijo
á Pedro , Pasce oves meas, esceptuó á la
Iglesia galicana !
44 ¿ Pero á lo menos se dará á toda la
Iglesia congregada en concilio la autoridad
que se niega al Papa , y habrá una autori
dad á quien la Iglesia galicana preste obe
diencia? Oigamos la respuesta.
45 " Como la Iglesia está recibida en el
» éstado, se cree que ella ha consentido en
» que ningun nuevo decreto positivo , como
„ los decretos sobre disciplina y otros que
"no son necesarios á la conservacion del

( 1) ¿ Por qué despues de trescientos años


ú obligan siempre o nunca . Se ha variado des
pues de trescientos años la autoridad propia
y divina de los pontifices romanos ?.
204
» depósito de la fe, no tenga fuerza de ley
mno estando sancionado por la autoridad
civil , aun cuando este decreto se haya
dado por un concilio general.”
46 “ Todos los nuevos decretos sobre
vla disciplina , todas las reglas nuevas para
la reforma de abusos ó para confirmar
» los cánones antiguos, deben publicarse
" por declaraciones imperiales ó reales ; y
" es preciso en Francia que todos los con
» cilios, sea provinciales, nacionales ó ge
nerales, sean confirmados por el monar
vca en todo lo que mira a la disciplina ...
» Es cierto que en Francia podrá el Rey
mcon el parecer de su consejo publicar
Medictos mandando que ciertos cánones ' se
observen , añadir á ellos cláusulas y mo
dificaciones para hacer más fácil su ege
"cución , para aplicar su verdadero senti
vdo ó apropiarlas al bien verdadero de su
wimperio."
47 ¡ A qué escesos llega el bombre
cuando ha entrado en el camino del error
y no conoce ley alguna ! Nada le admira
ni detiene: lo que Jesucristo ha dado á su
Vicario se lo arrebata ; lo que se quita al
Pontífice se dá al Principe; y este quita
205
luego ó pone en vigor los cánones , los
modifica y fija su verdadero sentido, y
llega á ser el gefe de la Iglesia ( 1). ¡ Y esta
Iglesia, que ha precedido y formado todos
( 1 ) En virtud del primer artículo se es
tiende, su poder hasta sobre las cosas de fe,
por que no hay bula , aunque sea dogmática,
que pueda publicarse sin que antes haya sido
examinada y registrada por la autoridad ci
vil. No es la doctrina , dicen los galicanos,
la que se somete á este exámen , que no tie
ne otro objeto que el asegurarse de que la
bula no contiene cosa alguna que se oponga
á los derechos del Principe ó ' leyes del estą .
do ; pero bajo este pretexto puedea impedir la
publicacion de un decreto de fe , y si el Prin
çipe se apropiase coino derecho suyo la sua
premacía eclesiástica y las leyes del estado
fuesen cismáticas , como en Inglaterra bajo
Henrique viri, toda bula dogmática, rodo acto
emanado del Papa , sería contrario -á-las le
yes del estado y derechos del Principe, segun
se entienden. Luego el placetdesconocidode
la antigüedad , es una verdadera usurpacion
de la potestad espiritual, ó esta puede legi.
timamente sujetarse aun en puntos de fe á la
porestad civil (9 )...jis ti idol
( 0) En España pasan tambien al Consejo
de Castilla las bulas del Santo Padre para
que exainine si contienen alguna cosa con.
206
los estados cristianos, se cree que ha con
sentido para ser recibida en el estado, en
someter enteramente su disciplina á la au
toridad del estado , elevar á los principes
temporales sobre sus pontifices y sus conci
Tios, á renunciar a su independencia , ab
dicar su potestad divinay destruir lo que
el mismo Dios ha establecido! Es, pues
claro , que declarar al concilio superior
al Papa , fue para ponerse sobre el mismo
concilio , y sujetar la esposa del Rey de los
cielos á los reyes de la tierra .
48 Si aun se quiere otra prueba mas
chocante y memorable , veamos como se
esplicó el obispo de Hermópolis en un
discurso pronunciado el 10 de Mayo
de 1824 á presencia de los diputados de
Francia. " Habrá abusos mientras haya

traria a las regalías de S. M. y leyes del


reino pero gracias al catolicismo de nues.
tros reyes no tenemos que 'temer los males
que llora Lá Mennais. En tiempo del favo
rito , por amaños de nuestros jansenistas, se
detuvo la bula Auctorem . fidei ; pero en el
momento que lo supo la Magestad del Señor
Don Carlos IV mandó que inmediatamente 6
te diese el pase ( Tr.)
207
hombres ; tal es la condicion de nuestra
wdébil naturaleza. Nuestros anales nos
“ presentan sin cesar quejas de los poderes
„ civiles entre sí , de los poderes eclesiásti
cos entre sí , y de los primeros con los
asegundos ; todos estos poderes están tan
nunidos y mezclados, y algunas veces soll
utan expuestos , inquietosy ribales , que
iparece imposible que haya casi paz pér
spetua. El legislador debe cortar todas es
nas disputas, considerarlas con calma , di
isimular , reprender , corregir y reprimir
» segun los tiempos y circunstancias ( t).”
49 Estaba reservado á uno de nues
tros obispos enseñarnos que los poderes
éclesiásticos son tan expuestos é inquietos:
¿ y cuándo ? Bien se sabe. En fin , que se
levantan disputas entre estospoderes y los
civiles , entre la Iglesia y el Estado , por
que para ellos es imposible la paz perpe
tua. ¿ Y quiénterminará estas disputas? El
legislador, es decir, el estado á cuya auto
ridad debe sugetarse todo. Asi qite, cuan
do por egemplo, el Rey y las cámaras ha
yan cortado las disputas y considerádolas
(1) Monitor de 12 de Mayo de 1825.
208
con calma , la: Iglesia no tendrá mas qite
dejarse reprender , corregir y reprimir: Ta
les son las máximas galicanas y la sabidu
ría y prudencia que manda el amor del
bien á todo hombre público .
50. En el misnuo discurso establece el
obispo de Hermópolis , como lo habia ya
becho en otra parte ( 1 ) , una doctrina muy.
falsa cuando dice ; " Si se quiere saber con
-precision basta dónde se extiende la po-.
» testad ecleşiástica , no hay mas que trans-.
"portarse á - las primeras edades, en que
abandonada á sí misma, perseguida , y
„ léjos de ser protegida por los emperado
res romanos , existía la Iglesia por sus
" propias fuerzas y sin otros poderes que
los que recibió de Jesucristo.” Nada hay,
mas cierto, en el mundo que el que la
Iglesia, sociedad divina , recibió de Jesus,
cristo desde el momento que la fundó todos
los poderes que le son esenciales ; pero
tampoco nada mas falso, ni imposible que
el que la Iglesia, haya egercido todos sus
‫سببيييم‬
( 1 ) El pasaje de este discurso no es mas
que una citacion literal de los verdaderos
principios de la Iglesia galicana , pag . 5..
209
poderes en toda su extension desde su ori
gen , y en tiempo de las persecuciones de
los Emperadores, por que es evidente que
no siendo aun cristiana la sociedad pública,
de ninguna manera podria la Iglesia eger
cer el poder que le es propio en sus rela
ciones con la sociedad pública ; y es bien
extraño que en el siglo xix vaya un obis
ро á buscar los monumentos de la potes
tad legislativa de la Iglesia á las catacumbas.
51. Ningun poder se desenvuelve desa
de luego en toda su extension , ni jamás se
desenvolvió ; por que permaneciendo siem
pre el mismo, se va desenvolviendo segun
las necesidades, siempre variables , y segun
los tiempos y circunstancias . Asi que, es
absurdo pretender fijar con precision sus
límites, no digo despues de un cierto nú
mero de actos particulares, sino de todos
los hechos particulares; por que lo que
aun no ha hecho ,. puede hacerlo mas tara
de muy, legítimamente, de lo que tenemos
egemplo muy notable en el concordato
de 1801.
52 Recopilando , pues, ahora lo que
queda probado en este capítulo , es ma
nifiesto que el que abraza la declara
14
210
cion de 1682 , abraza las proposiciones si 0
guientes.
53 1. El concilio es superior al Papa:
Luego I,
2." La potestad suprema ó soberanía ré
side en el concilio y no en el Papa . Luego
3.9 La Iglesia no es una monarquía sino tra
una república aristocrática. Luego fie
4. Han errado los concilios generales ó
ecuménicos cuando han dicho que la ple
nitud de potestad y la soberanía plena y ber

suprema pertenece al Papa por institucion


de Jesucristo. Luego
1. 5." No 'existe en la Iglesia por institu
cion divina potestad suprema ó soberanía
permanente y perpetua. Luego
6. * O no existe en la Iglesia unidad per
manente y perpetua ó la potestad suprema
no es el centrode unidad. Luego
7. * La misma Iglesia no es por institu lio
cion divina permanente y perpetua , ó pue. fo
de existir como Iglesia aunque desnuda ba
bitualmente de lasoberanía de la suprema cit
potestad, que es la que constituye á la Igle lo
sia ó sociedad, y puesla infalibilidad no per B
tenece sipo á la potestad suprema. Luego
8. * El Pontifice romano no es. infalible,
6 puede definir como de fe heregías y man
dar creerlas á toda la Iglesia. Luego
9.* No es verdad que para estar en la
Iglesia sea necesario estar en la comunion
de la fe con el Pontífice romano ; y los cono
cilios generales que han definido lo con
trario han errado , a menos que no se pre
fiera decir :
10. Que hay casos en que el mismo Dios
manda que sigamos la heregía sopena de
ser separados de la Iglesia.
11. No hay en la Iglesia potestad su
prema ó autoridad infalible sino en el con
cilio , y los principes tienen derecho para
impedir que el concilio se reuna.
12.- El poder de la Iglesia sobre su disa
ciplina ó su potestad legislativa y gober
nativa está sometida á los principes de tal
manera , que ningun decreto de los conci
lios ecuménicos sobre la disciplina tiene
fuerza hasta que
el Príncipe lo confirme.
54 Al ver los principios heréticos y
cismáticos que encierran los cuatro artícu
Jos de 1682 , no es extraño que el mismo
Bossuet los llamase proposiciones odiosas (1)
(1 ) El mismo decia alarzobispo de Reims;
212
Ellas deben serlo mucho mas á los católicos
hoy que estamos viendo tan á las claras
sus funestas cansecuencias , y que Bossuet
no ha podido probar su defensa segun la
expresion de dos grandes Pontifices; sin
atacar la doctrina profesada sobre la auto
ridad de la Silla apostólica por toda la
Iglesia católica , excepto la Francia ( 1). Es,
pues , necesario escoger entre la doctrina de
hijo de Leteller : ' Tendreis la gloria de haber
terminado el asunto de la regalia ; mas esa
gloria la obscurecerán estas proposiciones
odiosas. Nuevos opúsculos de Fleuri.
(t ). Benedicto xiv en una bula dirigida
el 2 de Julio de 1748 al arzobispo de San
tiago , nos dice , hablando de la Defensa , que
fue condenada inmediatamente por Clemen .
te xii . Es dificil , dice este gran Papa , en
contrar una obra tan contraria á la dociri
na profesada sobre la autoridad de la santa
Sede por toda la Iglesia católica, excepto la
Francia : y nuestro predecesor inmediato ,
Clemente XII , no se abstuvo de condenarla
formalinente sino por la doble consideracion
y respetos debidos al autor , que tanto ha
bià merecido de la Religion , y por el temor
demasiado fundado de escitar nuevas turba
ciones. La bula está en las obras de Bossuet,
tomo 19 , prefacio p. 29.
213
toda la Iglesia católica y la doctrina de la
declaracion .
55 Desechada desde que se presentó
por todas las Iglesias unidas al Papa, difa
mada en España con censuras ( 1 ), y decla
rada igualmente, en Hungría absurda y de
testable por un concilio nacional, que pro
hibió su lectura hasta que la Silla apostó
lica , á quien solo pertenece el privilegio in
mutable ý divino de terminar las contro
versias de fe ,pronunciase sobre ella 'su jui
cio infalible (2) , fue condenada, abrogada
y declarada por Inocencio XI , Inocen
cio XII y. Alejandro VIII , de cuyos decre
tos hace mencion Pio vi en la bula Aucto
rem fidei. En la misma Francia se negó la
Sorbona á registrarla , y el parlamento fue
el que , pidiendo los registros de aquella ,
hizo escribir en ellos los cuatro artículos.
Léjos , pues, de lograr un asenso general,
no tuvo otro apoyo que la fuerza y la vio
( 1 ) El 10 de Julio de 1683.
( 2) Donec super eis prodierit inffalibile
apostolicæ Sedis oraculum , ad quam soluin
divino immutabili privilegio spectat de con
troversiis fidei judicare. Decret.de 24 de Oct.
de 1682.
214
lencia. " No hay que disimularlo, dice un
de los teólogos mas insignes de la Francia ( 1),
que en la gran masa de testimonios que
han reunido Belarmino y otros, no es facil
reconocer la autoridadcierta é infalible de
la Silla •apostólica ; pero es tambien muy
dificil conciliarlos con la declaracion del
clero de Francia , de la que no nos es per
99
mitido separarnos .
56 Mucho se alegraron los hereges de
ver á la Iglesia galicana colocada entre los
ultramontanos y protestantes , recibir los
golpes de los dos partidos (2). Vergonzosa és
para los autores de la declaracion la lectu
ra de las observaciones que con este moti
vo les dirigieron los calvinistas de Francia
" Se vé en primer lugar , decian ellos á los
" prelados, que las diferencias de la Reli
"gion no han tenido la menor parte en el
o plan de vuestra asamblea. Os habeis reu
unido extraordinariamente para oponeros
ȇ to que vosotros llamais usurpaciones de
pola corte de Roma , y particularmente para

( 1 ) Tourneli de Ecclesia , tomo 2.0


( 2 ) Gibbon , Hist. - de la Decad. t. 9,
p. 310 , nota 2.
215
- >quejaros de muchos decretos del Papa,
„ Tenemos vuestra declaracion expresa de
" que el Papa no tiene poder alguno sobre
„ „ lo temporal de los principes, ni puede
„ absolver a los yasallos del juramento de
„ fidelidad ; de que el concilio es superior
yal Papa , y que este puede engañarse, ó
.» que su juicio puede ser reformado aun
» en las cosas de fe." *

57 Hablando luego de los motivos de


su separacion de la Iglesia romana , añaden:
" La quinta razon , que es una de las mas
» notables, es la autoridad del Papa , que
» pretende ser infalible y superior a los
„ concilios, príncipes y reyes, de suerte
" que puede eximir á los vasallos del jura
umento de fidelidad : son frecuentes los >

Þegemplos de esto en diferentes siglos."


58 " Cuando nosotros nos quejamos son
„ bre este punto , nos respondeis que estas
3son cosas que alegan los ministros para
„hacer odiosa la potestad del Papa , y que
„es inútil hablar de ello. Sin embargo , ve
»mos ahora que vosotros sois los que las
» alegais sin temor de hacer' odiosos á los
„ Papas, y no solo habeis creido necesario
-hablar de ello , sino que os habeis decla
216
»rado formalmente contra ellos. Acaso di
sreis que lo habeis hecho para edificarnos ;
sy es cierto que para nosotros es una es
"pecie de edificacion el ver que á lo me
„ nos en esto justificais nuestras quejas y
" puestra reforma. Pero hace que sea in
'»perfecta esta edificacion el ver que no tó
rodos vuestros pueblos de acuende y allen
„ de de los montes , ni las comunidades re
„ ligiosas, ,ni todos vuestros doctores , ni
quizá todos los de vuestra corporacion ,
suscriben unánimés á todas vuestras de
cisiones. "
59 :" Es tambien constante , y vuestras
"propias 'expresiones lo dan á entender,
" que declarando que el Papa puede enga
» ñarse , ó que puede ser reformado su jui
» cio sino interviene el consentimiento de la
„ Iglesia , juzgais sin embargo que el Papa
" conserva siempre lo que se llama juiciò
" provisional; que puede ordenar lo que
utoca á la fe , y que debe guardarse su jui
»cio basta que el concilio o la Iglesia crea
" apropósito confirmarle ó reformarle. Asi
" que , parece por una parte dejais al Papa
» lo que le quitais; y por otra convenisen
"que no solo puedeerrar el Papa en cosas
217
„de fe, sino en que la Iglesia entera pue
vde errar con él sobre los mismos objetos,
„ á lo menos provisionalmente por algunos
» siglos ; y que no solo puede mantenerse
" en el error, sino que está obligada á ello
"por deber y por sumisión. Por estos prin
» cipios, habiendo Alejandro vi juzgado
»que las cinco proposiciones que tantorui
» do han metido entre vosotros , estaban en
jansenio , y condenádolas como heréticas,
"muchas personas doctas de vuestra comu
wnion y aun de vuestro órden en vano
"sostuvieron lo que vosotros declarais aho
» ra que el Papa podia engañarse , á lo me
nos en el acto ; y vosotros habeis querido,
» y quereis aun, que todos hagan profesion
de creer las mismas cosas de hecho у de
derecho , como si el Papa hubiese sido in
„ falible sobre uno y otro .
60 "Luego la 'fe , la conciencia у la
salvacion de los fieles, depende de unjui
ucio sujeto al error hasta que este juicio
»se reforme . Luego si los Papás fuesen
warrianos ó monotelitas , no solo podia la
„ Iglesia , sino que debia ser herética con
Fellos. Luego basta que el Papa continue
wen ser , como es público que lo es. de
218
contrario sentir al vuestro , para que vues
»tras declaraciones sean inútiles y no hagan
„ mas que excitar en las conciencias nuevos
mescrúpulos. Finalmente, mande el Papa lo
» quç mande , tendreis que someteros .y
„ obedecer, á lo menos provisionalmente,
»basta que guste reunirse la Iglesia en
» concilio general, ó este quiera reformar
el juicio del Papa. Si no es este vuestro
»modo de pensar , como al parecer no debe
user ; tened á bien que os digamos que no
mos entendeis á vosotros mismos, y que os
whallais en una especie de cisma entre vos
"otros y vuestro gefe.”
61 Penoso debió ser sin duda a los
prelados de 1682 haber proporcionado á
la heregía tantas ventajas. La inconsecuen :
cia con que les dieron en rostro los calvi
nistas, fue la única causa que impidió la
consumacion del cisma en Francia. En teo
ría se sostenia una doctrina sediciosa ,
prácticamente se obedecia al Papa; el fon
do de los corazones era católico , y ni el
Rey , ni los cuerpos del estado deseaban
romper con Roma, y bubieran encontrado
por otra parte muchos obstáculos en la na:
cion. Marchaban adelante sin preguntar :
219
se hasta dónde llegarian: 'el clero sentaba
principios y abandonaba sus consecuencias,
y los parlamentos solo querian las conse
cuencias que necesitaban en los casos par 3
ticulares que sucesivamente se ofrecian .'
62 No sucede ahora lo mismo, por que
les importa muy poco la declaracion a los
que tanto ruido meten con ella ; y no
quieren mas que consecuencias , y solo
consecuencias . Se aspira al cisma, y en sus
deseos insensatos y criminales sueñan en
una Iglesia nacional , para conseguir con
ella destruir en Francia el cristianismo. No
hay que engañarse, que este es su objeto;
y el medio que para lograrlo han tomado
sería infalible , si el clero , fiel a su fe , á la
fe católica , apostólica , romana , no les
opusiera una barrera impenetrable. Sí , el
sacerdocio tiene siempre grandes deberes
que llenar , y mas que nunca debe hoy
estrecharse con aquel de quien recibe toda
su fuerza: vuelva los ojos á su cabeza que
alli está toda la esperanza. Guardian de la
Religion , que no perecerá, la Providencia
le encarga aun en estos dias de destruccion
que vele sobre las ruinas de la sociedad
humana , hasta el momento en que tenga
á bien levantarla de nuevo. En sus ma
nos está el porvenir del mundo ; los ene
migos de Dios lo sienten ; pero el clero
que lo sabe cumpla con confianza sus altos
destinos.
63 Y pues que son conocidos los pla
nės de la impiedad , que trabaja abierta
mente por precipitar á la Francia en un
cisma socolor de defender las libertades ga
licanas, .conviene mucho manifestar qué
cosa es una Iglesia nacional , y las conse
cuencias que traería á la Francia semejante
revolucion, si fuera posible que algun dia
te verificára.

CAPITULO OCTAVO .

De las Iglesias nacionales.


I Lasmáximas galicanas , proclama
das precipitadamente por los prelados de
corte , que en la ceguedad de una pasion
po vieron en ellas mas que un insulto al
romano Pontífice , y una adulacion alMo
narca , se dirigian , como se ha probado, á
separar del todo el orden político del ór
den religioso , y aun á destruir éste, some
tiéndole contra su naturaleza al órden po
lítico. Bajo este concepto , no son otra cosa
que la expresion teológica de las doctrinas
del siglo , doctrinas ateas, cuya aplicacion
quiere hacer en todo rigor á la sociedad
la filosofía nacida del protestantismo : y
bajo el mismo concepto es imposible ima
ginar cosa mas opuesta á la creencia una
nime de los pueblos, y á las ideas que se
formaron los antiguos de la constitucion de
la sociedad , que á sus ojos,descansaba sou
bre la ley divina , fuente primitiva y base
necesaria de todas las leyes humanas.
. 2 El cristianismo , perfeccionando la
institucion religiosa y la social, no desqui
ció sus fundamentos , antes bien los afirmó,
у al rededor del altar fue donde los hom
bres se reunieron y estrecharon. Una nue
va civilizacion salió del santuario , en don
de se formó el lazo político y la civilizacion
correspondiente en su desarrollo al de los
dógmas y preceptos; por que todo el de
recho público de los pueblos está en los
preceptos de su Religion , y toda su razon
en sus dógmas. Digan lo que quieran esos
hombres,cuya ciencia hasta ahora no ha
222

sabido mas que destruir , la vida de la som


ciedad no está en el órden material , ni
jamás se fundó el estado para satisfacer las
necesidades físicas, ni el acrecentamiento
de las riquezas ni el progreso de los plas
deres formaron entre los hombres vínculos
yeales, ni un concejo ó 'mercado es una
ciudad. Pretender reducir á relaciones de
este género las relaciones constitutivas de
una nacion , es buscar las leyes de la na
turaleza humana y social en lo que el hom
bre tiene de comun con los animales , y
quererle poner al nivel de los brutos , con
dicion indispensable para el logro de se
mejante designio. Mientras que el hombre
sea un ser moral é inteligente, las leyes de
la inteligencia y del orden moral vencerán
y dominarán sobre las demas leyes, y ellas
solas formarán la sociedad .
3 ¿Cuál es en efecto el país y época en
que la sociedad no se haya fundado sobre
ereencias comunes con los deberes que re
sultan de ellas? ¿ Y cuando perecen las
ereencias no es por que las opiniones se
dividen ó se unen ? ¿ No se ha encontrado
siempre el principio de union en el órden
espiritual? Pues tampoco hay causa " maš
223
poderosa de separacion que la diversidad
de creencias ; nada que aleje mas -al hom
bre de sus semejantesni que fomente ma
yores recelos ni enemistades mas implaca
bles. Ello es cierto , sobre todo para los
pueblos, que cuando la Religion no los
une , se abre entre ellos un abismo ( a ).
: 4 La historia del mundo pagano nos
presenta repetidos egemplos de esta verdad.
Sus acalorados y permanentes ódios , su
patriotismo mezquino y bárbaro no tenia
(a) Lastima es que el autor no comproba
se las verdades que acaba de exponer con lo
que antiguamente dijo Moyses al pueblo he
breo , único que entonces conocia al verdaa'
dero Dios. Hæc est enim vestra sapientia et
intellectus coram populis , ut audientes uni
versa præcepta hæc, dicant: En populus sa.
piens , et intelligens , gens magna... Quæ est
enim alia gens sic inclyta ut habeat cæromo
dias , juxtaque judicia , et universain legem,
quam ego ' proponám hodie ante oculos ves
tros ? ( Deut. 4. v. 6 ). ” Pues siendo notorio
que Moyses le propuso ó dictó asi las leyes
religiosas como las civiles , sin exceptuar aun
las del robo é injuria mas pequeña al prógi
mo , y que le afiadió lo siguiente : "Qui au
tem superbierit nolens obedire sacerdotis ima
perio ; qui eo tempore ministrar Domino Deo
224
otro orígen que la oposicion de los cultos
idólatras. " Teniendo , dice Rouseau , cada ,
estado su culto propio y su gobierno , no
distinguian sus dioses de sus leyes." "La
» Religion escrita en un pais , le dá sus
» dioses , $us patronos y tutelares: tiene sus
» dogmas , sus ritos y su culto eterno presa
» crito por las leyes , y todo lo que no sea
» su nacion , es para el infiel , extrangero y
» bárbaro , ni estiende los deberes y deres
» chos del hombre mas allá que sus alta
»res ( 1).” Las creencias verdaderas у comu
nes a todas las naciones son las que conser
van entre sí algunas relaciones de humani
dad ; pero las creencias, mas domésticas que
públicas , obraron siempre mas sobre las
costumbres que sobre los pueblos, y tuvie
ron muy poca influencia en el gobierno
suo , et decreto judicis , morietur homo ille,
et auferes inaluin de Israel ( ib. 17, v. 12)."
El lector sacará facilmente de estos pasages,
y de otros muchos que se pudieran recordar,
las consecuencias más bellas en favor de los
sentimientos del Abate La Mennais , y espe
ramos que nos disimulará la libertad que nos
hemos tonado para esta nota. ( Tr.)
(1 ) Contrato social, lib. 4.°, .cap. 8.º.
925
entre los antiguos, razon por la cual no
tuvieron jamaš verdadero derecho de gentes.
5 A pesar de la civilizacion menos im
perfecta en muchos puntos de los orienta
les , siempre se separaron del resto del
mundo у entre sí mismos por la invenci
ble barrera de sus creencias ; y sabemos
demasiado las horrorosas tragedias que se
han presentado en la India cuando se han
juntado en ella dos religiones diversas. Por
mas que se intente establecer un vínculo
social entre los boudistas у los discípulos
de Brahma , entre los parsis y los musul
manes , entre los judíos y otro pueblo cual
quiera ; habitantes de un mismo suelo ,
constantemente formarán dos pueblos se
parados , desunidos en la fe , en la espe
ranza y en sus oraciones , jamás los unirá
el matrimonio , ni tendrán nada de comun ,
pi aun el sepulcro.
6 Dése enhorabuena el nombre de
preocupacion á este sentimiento universal,
decláresele opuesto á la razon; una cosa
mas fuerte que esta razon filosófica le
arrastrará siempre á vanas, especulaciones,
y quizá en vez de combatir este sentimien
to invencible , valdria mas reconocer en él
226
una ley de la naturaleza' moral para sacar
de ella, como de otras leyes,' consecuencias
útiles á la humanidad . No conviene empe
zar á negar al hombre cuando se le quiere
servir ; y el carácter de los espíritus de este
tiempo es hacerse superior a la esperien
cia , figurarse séres y leyes abstractas á las
que quieren con esfuerzos sujetar al mun
do real. Gentes hay que han pensado en
demoler la casa de sus padres para vol
verla á levantar sobre las ruinas, ny luego
se admiran de verse rodeados de ruinas!
- 77 En los pueblos modernos, espiritua
lizados por el cristianismo , alimentados de
dógmas mas claros , de verdades mas fecun
das, las creencias son mas que nunca la
esencia de la vida humana y social , y el
lazo de los hombres y de las vaciones. A
donde se ha eštendido su influencia , alli
se ha renovado la sociedad y depositado en
su seno el gérmen de una civilizacion in
audita basta entonces. Si cxceptuamos la
nacion judía, en ninguna parte se conser
vó la revelacion divina'y el colto divino
mas puro de toda mezcla de error y de
supersticion . Jesucristo separó de la doc
trina primitiva los errores que la afea
227
ban , y aclaró los dógmas envueltos en la
fe de las edades precedentes. Cuanto hay
de bueno , cierto , necesario y útil al gé
nero humano , todo se encierra en el cris
tianisruo , ó como principio ó como conse
cuencia . Uno desde entonces y universal,
por que la verdad no varía y es de todos
tiempos y lugares, naturalmentese inclina
á dilatarse , extenderse ,. y á abrazar en su
unidad a todos los pueblos, este es su can
racter distintivo , y por decirlo asijuinco
municable , es el caracter de todo lo que es
divino . No hay ley.,mas general que esta
ley , sublime de las inteligencias , de la qne
ninguna razon ni voluntad puede escapar
se , que conserva á los mismosque la que
brantan , por que la violacion absoluta de
la ley de verdad y órden sería la destruc
cion absoluta del sér inteligente , y no está
en su poder destruirse. Lo que desune, és
lo que cada uno corta de esta ley perfecta
en razon de sus errores ó pasiones , pero la
ley siempre queda la misma, siempre una
y universal ; por que el hombre que es
libre en vendarse los ojos , no lo es para
cubrir el sol ; el hombre que es libre para
elegir engre lo verdadero y lo falso , en
228
tre el bien y el mal , no lo es para alterar
la naturaleza inmutable de lo bueno
verdadero , ni para crearse otro principio
de vida.
· 8 Aunque Rouseau negó la revela
çion , no dejaba de conocer el caracter de
divinidad estampado en el cristianismo. " El
cristianismo, dice , es en su principio una
Religion universal, que nada tiene de ex
elusivo ni local, ni nada de mas propio á
un país que á otro... El perfecto cristia
nismo es la institucion social universal. "
¿ Pero como forma una institucion social!
La verdadera Religion , antes de Jesucristo
confiada a la familia que conservaba su
depósito por una tradicion doméstica , no
estaba constituida universalmente . Insti
tuyendo Jesucristo un ministerio público,
una gerarquía de poderes graduados hasta
el supremo, uno y universal como la Rea
ligion que debia perpetuar , unió a sus
discípulos en una sociedad , no solo espiri
tual, sino exterior y visible , cuya nocion
excluye toda idea de limites. De esta suer
te el cristianismo , universal por sus doga
mas, por su culto y préceptos, es decir,
como ley de órden y de verdad , es por la
229
constitucion divina de la Iglesia la institut
cion social universal. Y de aqui su fuerza
prodigiosa: si obra sobre todo hombre y
sobretodos los hombres por la virtud de
su doctrina , obra sobre la sociedad por el

sacerdocio , yllevándolo todo á la unidad,


que es su esencia , procura continuamente
establecer entre los miembros de la fami
lia humana la union mas perfecta , que nos
es posible imaginar- (1). La oracion que di
rigió , y no en vano , Jesucristo á su . Pa ,
dre, manifestaba el objeto del cristianismo,
xy anunciaba ,sụs efectos. Por esta Religion
santa , sublime y verdadera , los hombres
hijos de Dios , se miran como hermanos,
y la sociedad que los une no se disuelve
ni aun con la muerte (2 ). La misma fe, las

( 1 ) Pater sancte , serva eos in nomine


tuo , quos dedisti mihi, ut sint unum , sicut
et nos. Joan . XVII , 11 .
(2) Rous. cont. soc . — Desde el siglo iy
hizo Eusebio observar este caracter del cris
tianismo. " Ut quemlibet hominem communis
hiumanitatis nomine complectatur , quemque
vulgo tamquam peregrinun habent, eum
quasi naturæ lege conjunctissimum ac veluti
fratrem agnoscat," Præparat. Evang.
230
mismas esperanzas' y el mismo amor Jos
unerestrechamente y marcados al nacer
con el misino sello divino , están unidos
esteriormente por unos mismos deberes,
unas mismas oraciones , un mismo sacrifi
cio , y por la participacion de una misma
víctima inmolada desde el origen del mun
do (1 ), y por la obediencia á una misma
potestad .
2499 Tal es el verdadero cristianismo , tan
estúpidamente desconocido y calumniado.
No òbra ciertamente cosas contradictorias,
no hace que haya union ' en donde reinań
doctrinásopuestas y diversos cultos, que sea
y no sea almismotiempo la sociedad ; pero
armada de beneficios y de una dulce per
suasión , tira cohstanteniente á propagar la
unidad religiosa y social; derrama sus rayos
por entre las nubes del error ; y al mismo
tiempo el caracter de universalidad propia
de sus creencias , que ninguno puede mirar
como'suyas propias, por que las recibe y
no las crea; se somete a ellas y no las es
coge; reprueba el caracter durg y perse
( 1) Agni qui bccisus est ab origine mua ..
di. Joan. Apoc. iS .
231
guidor que el orgullo ; la vanidad y el ape
go siempre vivo á sų juicio personal da á
las opiniones de los sectarios. El proselitis
mo católico buscá hermanos para partir
.con ellos ua herencia comun , y el proses
litismo herético ó filosófico busca vasallos y
razones que reconocen el imperio de otra
razon . Toda secta , hija de la rebelion y
obligada a conservar su origen , aunque se
apoye en la intolerancia política , princi
pia por la usurpacion y acaba con la
anarquía .
IO El gran cisma que desgarró lacris
tiandad en el siglo diez y seis ofrece una
prueba de esto en toda su historia ; y cual
quiera que reflexione sobre sus consecuen
rias hasta el fin, no se detendrá en mirar
la ,como el azote mas terrible que afligió
jainás al : género humano. Desterró desde
Juego de los paises en que dominó la sec
ta la sociedad pública de los cristianos , la
Iglesia , negando, el poder que la constitu
ye ; sustituyendo al ministerio uno y uni.
versal y á su doctrina , un ministerio local
y una doctrina variable ; jen una palabra ,
rompiendo todos los vínculos exteriores del
cristianismo. Y por el mismo hecho de ne
232
gar la autoridad divina de la Iglesia , tras
tornaba el principio de la fe ydestruia la
sociedad puramente espiritual como visi
ble : rompió totalmente la unidad de doce
trina , de culto y de moral ; y con la es
critura en la mano , y su juicio privado,
cada hombre se formó 6 pudo formarse
una Religion peculiar; con lo que acabo
se entre ellos la Religion comun y univer
sal , y se rompió el lazo de las almas, no
quedando mas que una separacion abso
Juta у la independencia hostil del estado
salvage.
II Rota la unidad religiosa , el prow
testantismo rompió tambien la unidad po
lítica ; los pueblos se clasificaron segun sus
creencias : ¡ tan cierto es que ellas son las
que unen ó dividen ! Basta acordarse del
célebre tratado que precedió a la guerra
de treinta años para saber si eran enemi
gas aquellas naciones , cuyas fuerzas fue
necesario equilibrar para asegurar recípro
camente su existencia . La Francia , los Pai
ses Bajos, la Escocia , la Inglaterra y la Sui
za, conocieron tambien , y casi al mismo
tiempo , que el vínculo social está pena
diente de un órden mas elevado que el ór
den político; y que se puede habitar en
un mismo suelo , hablar la misma lengua,
obedecer á unas mismas leyes civiles, y sin
embargo formarse en lugar de un solo pue
blo dos egércitos que se observan para
atacarse . ¿Qué prueban las atrocidades exe.
crables de las guerras de Religion ? que el
hombre se siente herido en lo mas intimo
de su corazón ; que en el momento en que
cesa la union de las almas por las mismas
creencias, entran en ellas la desconfianza y
el odio ; el cisma penetra en el fondo de
los corazones, y rompe en ellos los últimos
vínculos de la humanidad . No , la sociedad
no es lo que se piensa , ó mas bien lo que
se quisiera que fuese. Mas de veinte años
ha que la política unió la Irlanda á la
Inglaterra ; ved lo que pasa en estos dos
paises, y juzgad de tal union. Tropas in
glesas vinieron en socorro de la España
oprimida; la España alabó su disciplina,
¿ pero se han reconocido por hermanos los
dos pueblos? ¿ Y vosotros mismos , que aca
80 os sonreis al leer esto , y que os creeis
exentos de estas preocupaciones, meteos la
mano en el pecho , y decidnos si dariais
vuestra hija á un judio ó á un musulman ?
234
1 12 En donde el principo la abrazado
el protestantismo, alli se estendió bajo la
forma de Iglesia nacional. La Religion fue
lo que el principe quiso , y desde entonces
ya no se estendió mas allá de las fronteras
del estado. El calvinismo , recientemente
modificado por el. Rey de Prusia, no! és el
luteranismo sajon. La Suecia, la Holanda,
y la Suiza Zuingliana , tienen su Religion
propia , limitada á su territorio ; y la Re ..
ligion anglicana no podria existir á donde
no aleance el poder del Rey, que es su
gefe; lo mismo sucede con la Religion, rue
sa , enteramente sometida al Emperador;
ella sigue los destinos de su autoridad , y
se detiene con sus ukases.
13 : Se sigue de aqui, primeramente,
que ninguna de estas religiones puede ser
el verdadero cristianismo, esencialmente
uno y universal; y el mismoRouseau con ,
fiesa què el Evangelio no fundó und Reli,
gion nacional. Establecer , pues, una Reli
gion y una Iglesia nacional, es renuncias
al Evangelio y al cristianismo. Y en efecto,
¿ qué dógma ni precepto de moral evangés
lica hay que no haya sido negado por los
protestantes ? Sobre todo , como lo hemos
235
demostrado , el protestantismo trata de
destruir por sus cimientos la Religion cris
tiana; y puesto que la Europa le debe su
antigua civilización , se hace bien de tratar
en crear, y esto sin dilacioii, otra nueva
Religion entodos los paises que sean tan
felices que logren tener religiones é igle
fias nacionales...":
14 Ellas son tambien bajo de otro rése
peto funéstas a la sociedad. Toda Religion
particular esnecesariamente falsa , por que
la verdad es universal. Pero independien
temente de esta consideración , sin embar
go de sì grande importancia por las con
secuencias que se sảquen de ella en el ór
den temporal, es cierto que de todas las
causas que se separán y aislaná los pue
blos , la diversidad de religiones es la que
produce la "mas completa é increible divi
sion. En este sentido las religiones : é igle
sias nacionales fundadas por el protestan
tismo fuera de la 'Religion é Iglesia una, y
universal, son un retroceso al estado del
paganismo. EHa's han distielto la cristiani
dad y hecho å las naciones europeas cuan
do menos estrañas unas de otras. Estas re
ligiones aisladas en un solo país, son lo
236
que Rouseau llama la Religion del ciuda
dano. " Tiene sus dógmas , sus ritos y su
» culto externo , prescrito por las leyes. Es
» una especie de teocracia en que no debe
» haber otro Pontifice que el Principe, ni
» Otros sacerdotes que los magistrados... Es
► mala , por que está fundada sobre el
error y la mentira; engaña á los hombres,
» los hace crédulos , supersticiosos y ahoga
» el verdadero culto en un vano ceremo ,
»nial. Es tambien mala , por que hacién
» dose exclusiva , hace á los hombres san
►guinarios é intolerantes, y pone al pue
-blo en un estado natural de guerra con
-> todos los demas, muy perjudicial á su
» propia seguridad (1) "
Lo mismo que dice aqui Rouseau de los
pueblos paganos, se ha visto igualmente,
nadie lo ignora, cuando y en donde se
ha establecido el protestantismo , y sus efec.
tos han sido mas tristes en proporcion de
la mayor vehemencia en creer las nuevas
doctrinas. Pero por la naturaleza misma de
· la Religion , abandonada por el protestan
tismo y por la naturaleza propia de este
' (1 ) Coat. soc. lib. 4 , c. 8 .
137
kan sucedido dos cosas que eran inevitables.
15 Todo el edificio del cristianismo ,
sus dogmas , su culto y su moral descansa
ban hacia quince siglos, y en los princi
pios católicos debe descansar siempre segun
la institucion de Jesucristo sobre la doctri
na de una autoridad divinamente infalible .
A esta autoridad divina sustituye el pro
testantismo, el juicio privado de cada hom
bre , incurriendo en la evidente contra
diccion de arreglar por leyes y autoridad
del Soberano la doctrina y culto nacional.
Asi fue , que desde el primer momento se
vieron pulular una multitud de Iglesias
particulares en el seno de las iglesias na
cionales; y como desde luego se habia se
parado de otros pueblos, cada uno de estos
dividido en sí mismo se dividió en tantas par
tes cuantas eran las diferentes ideas de los
espíritus que no conocian regla ni freno. EL
fanatismo armó á todas estas iglesias unas
contra otras. Las leyes se apasionaron como
las sectas; la doctrina legal se puso bajo la
proteccion del verdugo ; pero ni el verdus
go ni las leyes fueron bastantes á contener
la accion del principio que adoptaron , y
los disidentes opusieron la violencia á la
238
fuerza , y el Evangelio de paz fue rem
plazado por símbolos tenidos en sangre,.
16 Mas de un siglo duró este frenesí,
y el mismo principio que le produjo le
moderó despues poco á poco , desenvol
viéndose en sus últimas consecuencias. Una
especie de fe habitual que los protestantes
conservaban al separarse de la Iglesia ca
tólica , convinándose con el orgullo y ter
quedad privativa de los sectarios , hizo
que cada uno de ellos abrazase opiniones
que él mismo se habia formado , y las de
fendió con una energia inexorable. Pero
variando sin cesar estas opiniones , y muls
tiplicándose al infinito por la libertad aba
soluta de juzgar , acabaron por inspirar
sucesivamente menos confianza , se insinuó
la duda en los espíritus, la indiferencia en
los corazones , y un cristianismo vago y sin
aplicacion positiva a la sociedad ni al indi
viduo, fue la única Religion del pueblo .
Se le ha dicho que ser protestante no era
creer tal ó tal dógma, profesar taló tal fe,
sino simplemente no ser católico ( 1), lo que
(1) Un obispo inglés ha definido asi su
Religion en un catecismo. Preg. ¿ Qué cosa es
239
encierra en sí la entera negacion de toda
verdad religiosa', por que cualquiera que
admita una sola de ellas es en esto católi
có . El deismo se propagó por las clases
elevadas', y algunos avanzaron al ateísmo:
entregados todos á sus propios sentidos sig
otra guia ni ley, pudieron pensar todo lo
que quisieron y fijar á su gusto sus debe
res ysus creencias. De esta manera se aca
baron de disolver los vínculos religiosos
destinados a unir á los hombres. Las igle
sias nacionales se convirtieron en institu
ciones políticas , sin influencia alguna mo
ral sobre la nacion , y sin otro uso que el
de marcar su separacion en las relaciones
espirituales de las demas. Al fanatismo, que
supone un principio de fe , y que fue apa
gándose poco a poco , sucedió la persecu
cion , con la diferencia de que en general
ha cargado solamente sobre los católi
cos (1), siempre temidos de los gobiernos
el protestantismo? Rep. La abjuracion del
papismo y la esclusion de los papistas de
todo poder eclesiástico y civil. Catec . del
obispo de 'san David , p. 12 .
(4) Se dice en general, por que el deismo
ginebres se ha manifestado poco ha bastante
240
ligados por las leyes á una Religion partis
eular , incompatibles con la Religion uni
versal, y siempre odiosas al protestantis
mo , menos por lo que creen que por la
obligacion impuesta segun: su doctrina á
todos los hombres de que crean igualmen ,
te . Para ver , en fin , hasta qué punto pues
de esta especie de aislamiento político y
Religioso en ciertos puntos , apocar la ra
zon y embrutecer la inteligencia humana
en un pueblo por otra parte ilustrado, no
hay mas que lecr la discusion que hubo
el año pasado de 1825 en la cámara de los
Lores con motivo del bill presentado para
la emancipacion de los católicos. No pues
de darse cosa mas humillante para una
nacion que algunos de los discursos pro
nunciados en ella , en que el primer in
térprete de las leyes , el Lord Canciller ,
justamente honrado como magistrado , y el

intolerante con el calvinismo primitivo ; y


las cárceles del Canton de Berna estaban lle
nas en la misma época de protestantes casti
gados por protestantes, por causas de Relig
gion. Verdad es que entre ellos habia faná
licos muy peligrosos. 3
241
Qbispo de Chester , cuyos conocimientos li
terarios se ponderan ,parece tomaron a su
cargo , lo mismo que el Lord Colchester,
estender , en las cuestiones que entonces se
trataron en el parlamento , todos los lími
tes conocidos de la ignorancia y extra
vagancia.
17 Para apreciar en -su justo valor el
protestantismo y sus efectos, debe conside
rarsele hoy bajo dos aspectos diversos. Por
el establecimiento de iglesias nacionales que
se ban convertido en instituciones pura
mente políticas, ha roto la unidad euro
pea, separado enteramente los pueblos de
los pueblos, y trastornado las bases del
derecho público , universal é inalterable, a
quien el mundo cristiano debe su civi
lizacion.
18: Libre la soberanía del poder espi
ritual, defensor supremo de la justicia y
derechos de la humanidad , desprendida
tambien de toda doctrina y de toda obliga
cion , por que ella es la que crea los debe
res y determina las doctrinas , no ha tenia
do , ni podido tener desde entonces, den
tro ni fuera , otra regla de conducta ni
otro principio de gobierno que el interée;
16
243
es decir que el pueblo se ha encontrado,
segun la espresion de Rouseau , en un es
tado natural de guerra con todos los de
mas ; y por la misma razon el Soberano
en un estado natural de guerra con sus va
sallos ; de suerte que naturalmente no pue
de haber entre los pueblos mas que cortas
tréguas, y tréguas no menos cortas entre
losvasallos y el Soberano. La fatiga , la ne
cesidad del reposo para reanimar sus fuer
zas y curar sus heridas , separa por un mo
mento á los combatientes para volver á
emprender una lucha interminable entre el
despotismo y la anarquía.
: 19 No pudiendo por otra parte el prou.
testantismo prescribir la creencia de ningun
dógma positivo, ni aun la creencia de que
la Fscritura es la palabra de Dios, y obli
gando á los hombres á formar su fe segun
sus propias luces , destruye radicalmente la
sociedad religiosa y política ; por que nose
establece una sociedad religiosa con decir:
Convengamonos en creer lo que a cada uno
nos parezca verdad , como ni una sociedad
política , diciendo : -Convengámonos en hacer
lo que nos parezca bueno : lo uno es con
secuencia de lo otro. El que es libre en
creer lo que quiero, es libre en obrar lo
que le dé la gana, y el juicio que arregla
la fe arregla tambien las acciones. Asi que,
no hay ya deberes universales, ó en otros
términos, no hay mas sociedad que la de
las leyes escritas en el código civil y cri
minal, sin otra garantía que la fuerza ni
otra sancion que la espada.
20 Echese una ojeada sobre la Europa,
y dígase si existe en el dia fuera de la
Íglesia católica una doctrina religiosa , mo
ral y política , fija y acordada. ¿ Qué fe ha
reemplazado en los espíritus á la fe cris ,
tiána? ¿ Qué vínculo une á los protestan
tes fuera del, ódio á la Religion que han
abandonado ? ¿ Qué tienen de comun fuera
de este ódio ? Y aquellos que avanzando
mas en el mismo camino , desprecian la
Escritura , la revelacion , y al mismo Dios,
¿qué lazo tienen que los una sino su ódio
á las creencias á que renunciaron ? ¿En qué
otro punto están conformes ? ¿Hay un solo
principio , una sola idea en que convengan,
para intentar batirlos por él ? ¿ A quétiran
todos sus esfuerzos sino a destruir ? ¿ Y qué
puede resultar de una destruccion univer
Sal? Sus mismas obras lès desagradan y no
944
se las perdonan : la sociedad, dicen , se halla
en un estado de paso , y nada de cuanto
hay debe susistir. ¿ Y saben á dónde va
á parat esta sociedad que va de paso ? No;
y si se les pregunta , responden que se sa
brá mas adelante , y no obstante esto , para
abrirle el camino echan abajo cuanto el
tiempo ha levantado , y dán gritos de ale
gría sobre las ruinas de los edificios que
van desplomando.' ,
21. No hablaremos de los crímenes
inauditos que manifiestan diariamente una
deprabacion de que no hay egemplo , ni
de los monstruos que aparecen como pre
cursores de una época de crímen : basta re
flexionar sobre las costumbres generales
para descubrir lossíntomas de un profun
do desórden y aciagas pruebas de la este
nuacion del espíritu social. Aislados ya por
las opiniones , se aislan los hombres aun
mas si es posible por sus intereses, y la
ambicion es toda su alma. ¿Quién tiene hoy
ni familia ni pátria ? se piensa en sí mismo
y nada mas. Los sentimientos generosos, el
honor, la fidelidad y el desprendimiento,
y cuanto hacia latir el corazon de nuestros
abuelos , no hacen la menor sensacion sobre
245
el nuestro , por que para sacrificarse es ne
cesario creer en alguna cosa que no sea ni
de esta tierra ni de esta vida. El pobre pai
sano aprendia al pie de los altares á llevar
con paciencia la condicion humana , amar
y servir a sus hermanos, á -sacrificarse por
su pátria y morir por su Dios ;y esto nosé
de enseña ya ni en la bolsa , ni en el tea
tro , nien , las antesalas ng salas en donde
se ristribuyen los empleos. Calcular es el
deber der los hombres deestos dias , casi
se oye con admiracion y escándalo el nom
bre de conciencia. Tal es el progreso de
la corrupción , que el abatimiento Hega
cansar el poder , y que será bien pronto
un privilegio el venderse. ¿ Qué podremos
esperar de rna generacion qne prendesus
raices en el cieno ? Embriagada de sí mist
ma ; de sus- pir nsamientos ,de su fuerza y
deseos sagos, que estiende á un por venir
tambien vago;,:nada encuentra en cuanto
existe que no sear un estorbo para el cum
plimiento de sus destinos. Una inquietud
vehemente le presenta mil caminos disting
tos ; v camina agitado y atormentado como
aquellas sombras errantes que decian lov
antiguosiandában buscando un sepuloro. I
246
29 Se concibe bien el que los revo
lucionarios provoquen el cisma que se
manifiesta en todas partes, para acelerar la
disolucion de la sociedad , por que la pa
sion del mal se irrita á sí misma , crece sin
cesar , y no se sacia jamás de destruir. Pero
le que ciertamente no puede esplicarse, es
que haya hombres que no habiendo hecho
un pacto eterno con el desórden , no tiem
blen al'solo pensar en el cisma y sus con
secuencias inevitables. No es muestro de
eigniol,desenvolver aquí consideraciones
puramente políticas , pero hay una que no
podemos dejar de indicar. ¿ Quién no vé
que la Francia sería por el cismá la mas
aislada y separada de todas las naciones
europeas ? Despojada de un golpe de la
fuerza que lle dá su union con los paises
católicos veciños, sería para los pueblos un
objeto de horror , y para los gobiernos un
motivo continuo de temor ; por que cono .
cariani que una mudanza política y reli
giosa" amenazaría mas que la guerra su
propia seguridad , y .daría á los espíritus
revoltosos , tan numerosos hoy en todas
partes, un egemplo muy temible . La Frane
cia , rompiendo el vínculo de la unidad res
247
ligiosa , renunciaría al rango glorioso que
ocupa en el sistema de la Europa; perde
ría la grande influencia y ascendiente mo
ral, y una especie de dominacion pacífica
que su fe , mas que sus armas, le han gran
geado entre las potencias católicas; la per
deria tambien sin la menor compensacion
en sus intereses materiales , por que que
daria como antes separada de las potencias
no católicas que la rodean. ¿ Cuáles son las
naciores rivales de su prosperidad ? Quién
puede envidiar su territorio , poner trabas
á su comercio y alarmarse contra su in
dustria ? ¿ Tomaría ella con estos motivos
de desconfianza y enemistad alianzas mue
vas y sólidas ? ¿ Creería acaso, confundir su
política con la de Inglaterra , ó arrebatar á
esta el ascendiente que tiene sobre la Eur
ropa protestante ? La apartaría , la separa
ria de todos sus verdaderos intereses, sin
proporcionarle una sola ventaja. Objeto do
susto para sus vecinos, inquieta ella mis
ma , perdido su antiguo poder , y precisam
da á crearse por su propia seguridad- una
salvaguardia de otra naturaleza ; los misa
mos esfuerzos que su posición le obligaria
á hacer, la precipitarjan forzosamente.co
248
un sistema de conquista , que por mas fe
diz que fuese en sus principios, le acarrea
rian á la larga su ruina. Jamas hubo otras
conquistas verdaderas que las de la civili
zacion en su vigor sobre la barbarie; y las
de los pueblos nuevos sobre la civilizacion
corrompida ó moribunda : esta es la razon
por que no se formará en el dia ningun
grande imperio en la sociedad europea.
Acaso los tártaros pudieran sujetarla , pero
sus mas poderosos egércitos , reclutados en
8u ' seno ,'no harian mas que asolarla.
- 1 23 Tales serían algunas de las conse
cuencias del cisma ; pero no se crea que
pueda verificarse sin grandes sacudimien
tos interiores . Se sabe que los que lo de
sean no se detendrian en emplear la fuer
za para establecerle; pero la persecucion
provoca Ja resistencia , y si la fe debe teó
ner aun entre nosotros sus mártires , tena
drá tambien , y no se dude , sus defensores.
:24 Admitamos sin embargo el éxito de
tal- tentativaziqué' resultaría de ella ? El
protestantismo , como Religion , se apagó
para siempre ;' desnudo de toda' doctrina,
queda reducido á pegarlo todo , y en tal
estado , ni tiene ya que perder ni con que
249
reemplazar la fe de los pueblos católicos.
Queriendo reanimarla el partido revolucio
nario no ha podido darle las creencias que
le faltan . Ha revuelto sus cenizas , ha bus
cado entre ellas algunas chispas para cau
sar nuevos incendios, pero era ya tarde , *
las cenizas estaban ya frias;
y en lugar de
la reforma y de sus opiniones variables,
pero apasionadas, no ha encontrado otra
cosa que filosofía y sus dudas, y de con
siguiente el protestantismo no ha hecho
mas que manifestar una tendencia política
comun .

25 No es posible de modo alguno ha


cer á un pueblo protestante sin ' que el
cisma le precipite en una impiedad brutal.
Represéntese como quiera uno á sus ojos
una Religion administrativa , cayós dógmas,
culto y disciplina dependieran de los ca
prichos de un ministerio y sus comisiona
dos. ¿Qué pastores tendría ? Algunos após
tatas ; hombres sin fe у sin costumbres ,
despreciados altamente por los mismos que
los sostendrian . Si bay ya egemplares de
sacerdotes venerables sacrificados por sus
superiores gerárquicos a la venganza o á
los sustos de la autoridad civil, y castiga
250
dos eclesiásticamente por su celo en llenar
los deberes del sacerdocio , juzguese á qué
exceso de servilidad descendería bienpron
to el clero , cuya pintura acabamos de ba
cer . Reducido á tal humillacion у abati
miento , apenas se dignarían los más mise
rables echar sobre ellos,una mirada. ¡ Y á
estos derechos del género humano se en
cargarian las creencias y la inoral , este sa
grado depósito del género humano !
26 Observemos los pueblos en donde
la Religion ha perdido su imperio , y en
que las clases inferiores, privadas de sus
escuelas , no tienen otra regla que el inte
rés, otra guia que el instinto del vicio ; en
que las casas de disolucion son sus templos,
los cantos obscenos sus únicas oraciones , en
que un niño, algunas veces inclinado al
crímen , y siempre alimentado en la cor
rupcion , solo ,aprende que hay una cosa
que se Hama Dios cuando oye blasfemar ;
en donde cuando llega el término de su
asquerosa carrera , no encuentra el hombre
en sí mismo ni una idea de lo porvenir,
ni una esperanza del cielo , ni un recuer
do de inocencia : veamos todas estas con
secuencias inevitables de la extincion de la
251
fe en un puebļo cristiano ; y figurémonos
lo que sería una vasta poblacion asi de
gradada, y aletargada como con una pesa
da embriaguez, y agitada de movimientos
convulsivos cuandosus pasiones llegan á
fermentar . Solo un espantoso despotismo
pudiera por un momento traer alguna
apariencia de órden en medio de la anar
quía , que contenida y no sujeta , no tarda
ría en volver á romper sus díques con un
furor aun mas irritado con tan pasagera
sujecion.
27 Bajo cualquier punto que'se vea
elorden político y religioso , siempre ven
dremos á parar a la misma conclusion : sin
Papa no hay cristianismo ; sin cristianismo
no hay Religion , y sin Religion no bay 80
ciedad. Separarse.I de Roma, levantar el
cisma y crear una Iglesia nacional, sería
proclamar el ateísmo y sus consecuencias.
No nosengañemos pués ; las máximas que
se Haman galicanas contienen todos los
principios de esta funesta escision, у los
revolucionarios lo saben bien: Una Iglesia
que se atribuye el derecho de poner li
mitesa la potestad suprema , .confiada por
Dios á : la Iglesia universal; que hace pro
252
fesion de no reconocer en punto de disci
plina la autoridad del romano Pontífice
de los concilios ecuménicos , se declara por
esto mismo independiente ; y si en la prác
tica obrase conforme á su doctrina , el cis
ma sería consumado. Todos los sectarios lo
vén claramente, iy habrá católicos que aun
no lo vean ! Hemos leido las palabras ter
ribles que dirigieron los calvinistas á los
prelados de 1682 ; oigamos ahora lo que
dicen los protestantes del dia : "Si ellos han
» admitido que cada Iglesia nacional tiene
» derecho para fijar los límites de la sobe
» ranía espiritual, ¿ quién les impide trasla
» dar este derecho al individuo ? y entonces
» su reforma naciente está concluida , y su
» culto entonces se humillará , ó por mejor
> decir , se elevará á la simplicidad del
» Evangelio ( 1)
28 El mismo lenguage tiene la filoso
fía; confiesa y prueba la conformidad de
las máximas galicanas con el protestantismo,
conformidad evidente a los ojos del buen
sentido , y que solo se pone en duda por
algunos publicistas indiferentes en materia
( 1) Revista protestante , com . 2 , p. 263.1
253
de Religion. Vosotros, que sosteneis estas
máximas funestas y os creis católicos, ó á
lo menos os llamais tales , escuchad lo que
dicen de vosotros y de vuestras doctrinas
en el campo enemigo. " De dia en dia se
9va fijando mas la cuestion entre la Reli
» gion romana por una parte y el protes
„tantismo Y filosofia por otra. En vano se
sobstinan algunos políticos de transaciones
" y algunos herederos de opiniones parla
wmentarias en querer defender el gali
9canismo. Su suerte era morir cuando hu
» biese un pleno conocimiento y franque
» za en las dos únicas escuelas que real
opuente pudieran disputarse la palma. Hoy
nes preciso , ó desechar completamente el
» principio de la autoridad, ó aceptarle sin
wreserva. La unidad católica se compone
»del concilio por un lado y por otro de la
santa Sede, unidas indisolublemente ; es
stipular libertades para una Iglesia parti
„cular es disolver la unidad. Y sea que
vvenga el dañodel soberano Pontífice, que
watenta contra los derechos de las iglesias,
»ó de las iglesias que se alboroten contra
wel soberaro Pontifice , nada importa: la
separacion existe y ya no hay catolicismo.
.
254
„ Reconocer el derecho de exámeni es pre
„clamar la soberanía nacional en materia
» de Religion , y un protestantismo de dis
» ciplina que debe tarde o temprano ata
»car el dógma. Se concibe bien que cuan
„ do los espíritus no eran ni tan ilustrados
» ni bastante atrebidos para preveer y dedu
» cir sus consecuencias haya podido dete
»nerse en este temperamento diplomático
» de un concilio de obispos unidos á un Rey
„contra la santa Sede , y ahora contra el
» dógma por la fuerza, despues de haber
wroto la disciplina con sus discursos. Pero
„ ahora que el galicanismo ha dado todos
»sus frutos y unidose a todas las ideas de
„ libertad política , ¿ cómo dejarán los eató
» licos de conocer sus defectos ?.. ni el apo
»yo de los políticos del dia ni las elocuen
ntes predicciones de un gran poeta que
» reanimó hace veinte y cinco anos el ca
» tolicismo francés , pudieron sostener lo
»que estaba casi caido, ni los decretos de
„ los tribunales podrán tampoco hacer unas."
29 Un obispo sin embargo se atreve á
tachar de falsas inquietudes, los temores
que inspira esta doctrina á los católicos.
Emplea , iy en qué tiempo ! todos sus
2:55
fuerzos para reanimarla , y se lisonjea de
que por sus cuidados renacerá bajo los aus
picios del saber y del genio de BossuetDia
Iglesia de Francia, asegurada con las ora
ciones y consagrada con la sangre de tau
tos mártires, desvie Dios de ti por su cle
mencia tan funesto presagio! Tus males son
profundos sin duda , y un por venir muy
próximo te reserva pruebas aun mayores,
pero tenemos confianza de que triunfarás
por tu fe del mundo y de sus violencias y
artificios ( 1 ). Pregunta á los siglos pasadas
y ellos te contarán sus peligros y sus aflic
ciones. " ¿Hay , esclamaba uno de sus anti
guos Padres , hay en las Gaulas un obispo
rque movido de piedad en el fondo de su
malma , é inflamado del celo de la ley santa,
rse levante á quebrantar el error y reanimar
wla esperanza de los que están consumidos
„ de dolor ? ¡Se ha apagado la eficacia de los
„Dionisios y la piedad de los Martinos ! Y
stú tambien , ó Hilario , tú que defendiste
la unidad de la Iglesia con la espada del
wespíritu divino ; tu , Padre santo , tambien
(1 ) Hæc est victoria quæ vincit mundum ,
fides nostra. Joan, 5. 4.
256
unos habeis abandonado ! ¡ O Iglesia de las:
„ Gaulas, Iglesia abandonada y desolada !
* ¿Qué esperanza de salud te queda ya ? iy
»quién consolará la tristeza de las almas
» cristianas? ¡Ah ! te arruinaste por tus mis-,
» mos cimientos (1)."
- 30 Id , dijo Jesucristo á sus apóstoles,
id
у enseñad : este es el primer deber de
los obispos, que san Pablo no se cansa de
recordarlo : Publicad la sana doctrina ; ba
blad , exhortad y reprended con toda auto
ridad (2) , por que Dios no nos ha dado
(1 ) Nec est præsul in Galliis cujus vise'
cera tangat affectio pietatis , aut zelus sacræ
legis inflammet , ut consurgat ad frangendos
impetus errorum , ad relevandas spes dolore
tabescentium. Defuncta etenim est Dionisii
fortitudo : non comparet pietas Martini. Tu
quoque dereliquisti nos , sancte pater Hilari,
qui oliin unitatem Ecclesiæ , Spiritus Sancti
gladio tuebaris. ¡O derelicta , ò mæsta , ò de
solata Galliarum Ecclesia ! Quæ jam erit spes
salutis ulterior? Ubi amplius afficta chris .
tiani anima respirabit ?.. Proh dolor ! fundi .
tus cecidisti. S. Fulb. Ep. 21.
(2) Tu autem loquere quæ decent sanam
doctrinam ... Hæc loquere , et exhortare , et
argue , cum omni imperio . Ep. ad tit.2. 1. et 15e
257
el espíritu de temor , sino el espíritu de
fuerza y de amor ( 1 ). Tiempo es ya de que
los primeros pastores se acuerden de este
precepto , y de que su voz consuele , alien
te, y reuna su rebaño. Esya tiempo de que
rebatan con publicidad las máximas fata
les á la Iglesia, y que han llegado á ser
como el símbolo de todos sus enemigos.
"Quien no resiste al error , lo aprueba, y
quien no defiende la verdad , la opri
me ( 2).”. ¿Qué importan los inconvenientes
que abulta y exagera el miedo ? ¿ Y cuándo
el deber dejó de tenerlos (3) ? Triste pru
( 1 ) Non enim dedit nobis Deus spiritum
timoris , sed virtutis et dilectionis 2. ad Ti.
moth . 1. 7.
( 2) Error cui non resistitur, approbatur;
et veritas quæ ininime defensatur , oppri
mitur. Ep. Felic. 3. ad Acacium.
( 3 ) Doceant te qui à concessu Judæorum
post mille verbera redibant gaudentes , quia
digni habiti fuerant pro nomine Christi con
tumeliam pati . Quod si adhuc times et for
midas , jugum et onus audiens , non à natura
rei timor oritur , sed à tua seguitie , ita ut si
sis paratus et diligens , omnia tibi facilia et
levia futura siat. S. Joan. Chrysost. Homil.
38. in Matih. u. 3.
17
258
dencia fuera la que sacrificase á algunos
instantes de una falsa paz el por venir de
la fe y la vida de la sociedad! " Todo cuan
» to se trabaja por el reposo de la Iglesia y
„ la seguridad de la Religion , se hace por
la salud del imperio (i).
31 Levántése el celo del clero con to
da la grandeza de su mision ; dénle los
obispos el egemplo de todas las virtudes
generosas ; que rodeados de los ancianos
del santuario , refieran al nuevo sacerdocio
las aflicciones antiguas de la Iglesia , y los
que ahora la afigen ; que le instruyan de
lo que lian visto , del riesgo de las malas
doctrinas y de todos los principios des
tructores de la unidad ; qne le trasladen á
aquellos dias . felices , en que los hijos del
Padre comun , lejos de disputarle su potes
tad , no sabian mas que obedecer con amor
y docilidad ; que les enseñen la tierra en
que se acrisola su ' fidelidad , el cielo en
donde recibirán su galardon , y quizá una
( 1 ) Pro tui enim imperii salute geritur,
quod pro quiete Ecclesiæ , vel santæ religio
nis reverentia laboratur. Cælest. Epist. ad .
Theod .
259
nueva virtud emanada de la cruz salvara
segunda vez al mundo. ... **
Hemos presentado el cuadro de los
ataques dirigidos contra la Iglesia , pero.
este cuadro sería incompleto si no biciése
mos algunas reflexiones sobre actos que se
ha creido le son favorables , y que real
mente no han servido ' ni pueden servirle
sino para autorizar su opresion. Este será
51117'1 )
el asunto del capítulo siguiente.
CAPITULO NOVENO.

Reflexiones sobre algunos 'actos del Go


bierno relativos a la Religionis

.
I ada mas comun en el dia que
juzgar de las ideas de otro tiempo y de
otra sociedad , sin hacer caso de las varia
ciones que han sufrido todas las institucios
nes y la marcha general de las cosas, que
modifica los efectos y muchas veces cam
bia la naturaleza de lo que hay mejor en
ella. No hay para muchas gentes , ánima
das por otra parte de las intenciones mas
šanas; un origen mas fecundo de errored
260
que este: Inmóvil en medio de un movimi
miento universal, no acierta su espíritu á:
salir del círculo de lo pasado. Confunden
un estado políticamente ateo con un esta-,
do cristiano , la república con la monar
quía , el despotismo ministerial con la au
toridad real, un gobierno constituido con
cada una de las muchas formas que puede
tomar la revolucion ; de aqui nacen las
estrañas equivocaciones en que caen cuan ,
do se trata de valuar ciertos hechos que
solo vén por entre los celages de la ilusion
que los ciega .
2. La Francia tiene obispos , curas, se
minarios dotados por el estado , y sin dudla
todo esto es bueno , pero vamos adelante,
y consideremos a que se reduce esta dota
cion , y nos hallaremos con que , habién
dose de renovar todos los años , no es fija
y puede pegarse como concederse; que es
necesario que en todas las sesiones se vote
la existencia de la Religion , que se inquie
ra por el excrutinio si se quiere que con
tinúe; y hacer que dependan la fe, el cul
to y la moral del pueblo , de una bola
blanca ó negra . El ateismo profesado pura
mente , sería menor ultraje a la divinidad
261
que esta especie de juicio anual al que se
sujeta su ley. ¿ Y en qué nacion se vió ja
más poner periódicamente en cuestion la
sociedad entera , que no tiene otra base quo
esta ley inmutable é imprescriptible? ¿Cono
servará la Francia templos , sacerdotes y
altares ? ¿Consentireis que a lo menos por
un año se epseñen á los franceses la fe de
sus padres y las obligaciones eternas del
hombre ? Ésto es lo que se pide a los pares
del reino y á los diputados de los depar
tamentos. La primera , y sin duda la más
importante de las instituciones sociales,
depende de las pasiones “políticas de los
partidos y opiniones, que en este siglo son
otras tantas pasiones, sin 'otra garantia que
un artículo del presupuesto de hacienda.
La Religion recibe todos los años permiso
para s11 permanencia ,y por gracia especial
se la señala un sueldo provisional. Sus mi
Tristros, que deberian presentarse con una
dignidad respetuosa , 'se presentan como
unos asalariados de la última clase del cor
go
bierno. ¡Se cubre de oprobrio á los pasto
res de los pueblos, y luego se admiran de
la impiedad y corrupcion de los pueblos!
3 La situacion precaria del clero , el
262
abatimiento a que se vé reducido , no son
los únicos resultados del modo que se ba
adoptado para su dotacion : Pagando el
estado á cada uno en particular su sueldo,
y teniendo de antemano cada centima mar
cado su destino , resulta que el clero bajo
la tutela de la administracion , que no co
noce sino individuos, no dispone,realmen
te ,de fondo alguno , ni tiepe negocios co
munes ni vínculos de corporacion ; y que
los, obispos separados anosde otros no vén
mas que su propia diócesis, en donde se
les preparan demasiados tropiezos y emba
razos', para que temerosos de que se las
multipliquen , no se ocupen en los intere
ses generales de la Religion: no puede re
petirse demasiado, que esta es una de las
mayores plagas de la Iglesia en Francia.
Hay en ella hombres que gobiernan en lo
espiritual un territorio determinado , al
modo que los prefectos administran en lo
civil, sus departamentos, pero no hay obis
pado.Puramente pasiva la Iglesia no puede
en su situacion presente , y mientras que
los obispos no tomen medidas para unirse ,
ni hacer presentes, sus quejas , ni esponer
Bus necesidades , ņi reclamar sus derechos.
263
4. Sin embargo de su triste estado, se
teme su influencia , y aunque la necesidad
de aumentar las sillas está reconocida por
la comision de la Cámara de los Diputados,
á quien se debió la ley de 4 de Julio
de 1821 (1); aun se obstinan en privar á
: ( 1 ) "Esta ley , decia M , Bonald , relator
de la comision , es todavia provisional , por
» quç escrito que no saldremos de este
westado , y como que una fuerza secreta nos
„detiene en él á pesar nuestro. Esta tierra,
utan tnovida por la revolucion , ¿ será , como
9dice Bossuet , incapaz de consistencia que
uno podamos atrevernos á construir sobre ella
con solidez ? Creo sin embargo que con mas
sconfianza en sí mismo , en nosotros , y , sobre
todo , en la fuerza infinita de la verdad y
de la''razón , quizá con menos indulgencia
con esas doctrinas , que en otro tiempo me
Stieron tanto ruido en el mundo , y que para
whacerle, qun , desesperando de hacerse escu
uchar , ban querido hacerse temer arrojándo
-se en las intrigas políticas , creo yo que el
ugobierno bubiera podido proponer en favor
„ de la Religion una ley mas decisiva y com
„ pleta que la Francia esperaba como un be
neficio , y aguardaba la Europa como una
» garantía. Relac. de M. Bonald , ses. de 7
de Mayo de 1821 .
264
la Francia de este poderoso medio de re
generarse. Varias ciudades han ofrecido to
mar á su cargo parte de los gastos que
ocasionarian las nuevas erecciones, y han
sido despreciadas sus ofertas, y no se per
dona medio para impedir en todas partes
la manifestacion del deseo general. Vengan
ahora los ministros á hablarnos de sus
buenos deseos contenidos , como dicen á lá
gente sencilla , por mil obstáculos que no
se conocen ; ¿quién se dejará engañar de
semejante lenguage ? No engañan sino a los
que quieren dejarse engañar. El único obs.
tículo es la voluntad de los que gobier
nan , y las atenciones que por su interés
creen deben guardar con la revolucion.
¿No necesitan que los sostengan un poco
por todas partes ? Alguna cosa es la Reli
gion ; pero mas son sus destinos. Eneas al
ver abrasada su ciudad cargó con sus dio
ses; y en el incendio de toda la Europa,
ellos no piensan en otra cosa que en sus
carteras.

5 ¡Pero donde hay fondos ? Estais en


tendidos : los hay para un ruinoso agiotage;
los hay para los teatros, para divertir y
corromper al pueblo ; pero no los hay para
265
traerle al cumplimiento de sus deberes,
cada vez mas olvidados ; para reformar sus
costumbres , sacarle de su brutal ignoran
cia é instruirle en las verdades fundamen
tales del órden social. En donde faltan sa
cerdotes hay gendarmas que reprimen los
delitos que los sacerdotes previenen : los
gendarmas aseguran la accion de la espada
de la justicia , y los sacerdotes aseguran su
reposo ; sofocando en los corazones hasta
los pensamientos del crímen , salvan al
mismo tiempo al desgraciado que le hubie
ra cometido ya su víctima. Aun hacen mas,
por que salvan la moral y á la sociedad
de los escándalos funestos , aun cuando
sean castigados.
6 Otro de los inconvenientes que se
siguen del sistema que se observa con la
Iglesia , es contener la fuerza creadora de
la Religion. Mil son los modos con que
el verdadero cristianismo católico obra so
bre la sociedad , hace lo que él solo puede
hacer , y lo que no podria hacerse por el
simple egercicio del ministerio pastoral,
que es precisamente lo que no se quiere
que se vea , y se vé acaso demasiado. Las
mejores leyes impiden el mal , pero no pam
266
san de aqui , por que solo son represivas;
el cristianismo obra el bien ; procura sin
descansar aliviar las miserias del hombre,
acude al socorro de sus debilidades , y sua
viza los males que le manda sufrir con re
signacion. Por la misma civilizacion , obra
del cristianismo, la condicion del pobre se
ría sin él intolerable en las sociedades mo
dernas , como lo demuestra bien claro la
esperiencia. En donde no se encadena su
accion , atrae al orden a las clases inferio
res con los prodigios de la caridad, mas
que criando,por decirlo asi , en este mun
do otro mundo; oponę á la gerarquía de
las riquezas y grandezas , la gerarquía del
sufrimiento y desprendimiento ; no humi
Ha á. la desgracia , ni mendiga en sy nom
bre, sino que manda pagar å la soberanía
el tributo de la indigencia , y enseña á los
reyes á servirla de rodillas.
... 7 Qué fuerza, no prestarịan á las leyes
y solidez al orden público en las naciones
cristianas estas sublimes verdades, que sin
lisongear las pasiones del hombre, le ele
van á tan alta altura ! Léjos de creerse aban
donado, vería el pueblo, gracias a la Re
ligion, que componia parte de su familia,
267
y que Dios le tenia resérvada sobre la
tierra parte de su herencia. Tendria abier
tos asilos en donde la infancia recibiria
una educacion moral , la ancianidad repo +
50 , y los enfermos cuidado y consuelos.
Este objeto tuvieron una infinidad de obras
semejantes, pero casi se ha agotado la fuen
ite quitando al clero , reducido ahora á un
salario individual , los medios de proveer
á los gastos que aquellas exigian . Quedaba
el recurso de los fondos acordados por los
consejos de los departamentos, pero el mi
nistro del interior se ha dado priesa á des
truirle , juzgando conveniente no solo anun
ciar que no admitirá semejantes propues
tás ( 1 ), sino dar tambien un efecto re
troactivo á una decision tan religiosa , como

- ; ( 1 ) He desechado los 'subsidios ó socorros


para colegios , corporaciones religiosas y es
cuelas , por que los colegios' no pueden sos
tenerse sino es con los fondos de la instruc
cion pública; y por que las retribuciones y
bocorros votados para las respectivas corpora
ciones no podrán imponerse sino sobre los
fondos de los bienes eclesiásticos , ó , segun los
casos , sobre los fondos de los cuerpos muni
cipales. Instr . del ministro del interior de 18
de Junio de 1825 .
268
política y benéfica. Un departamento , tes
tigo de la utilidad de un establecimiento
formado en su territorio , ha aprobado para
sostenerle una suma que se impone á sí
mismo. No os dirijais , se les dice , al mi
nistro de negocios estranjeros , por que
nada sacareis por falta de fondos disponi
bles. Muy bien, sino hay fondos, vosotros
os pasareis sin ellos ; desgracia es , pero
vosotros vivireis en regla ( 1 ).
8 Para qué es una administracion tan
ocupada en impedir el bien , y contener los
esfuerzos que se intentan para hacerle ; qué
prohibe á un país, trastornado hace cua
renta años , el derecho de reparar sus de
sastres , que mete mano en todas las rui

( 1 ) Al seminario de Agen acaba de des .


pojársele por el ministerio de una suma de
seis mil francos , decretada en su favor por
el consejo del departamento . Esta supresion
ha obligado a despedir á treinta muchachoś.
El mismo consejo votó una suina de cuatro
cientos francos para emplearlas en veiate
subscripciones a la sociedad catolica de bue.
nos libros , que el ministerio no ha querido
aprobar. Quejaos luego de los progresos de
la impiedad en el pueblo !
269
nas que ha causado la revolucion , y que
dice : " Esto es sagrado y no se llega á ello ?"
Que se desconozca la necesidad de los es
tablecimientos de caridad que la Religion
trata de fundar ; que se niegue á contri
buir , es sin duda algo mas que ceguedad;
pero que se prohiba cooperar al bien , y
que un despotismo absurdo , si no fuere
criminal , declare que no permitirá seme
jantes contribuciones voluntarias de la ca
ridad , es ya lo que ningun siglo ha visto,
у lo que no puede esplicarse por falta de
nombre en toda lengua.
9. Tampoco sonmas respetadas las do
naciones particulares, aunque autorizadas
por las leyes. Pregúntase algunas veces en
Francia ¿qué hace M. de Corbiere? ¿ Qué es
lo que hace ? Testamentos , pues se vé que
anula, aprueba y modifica como le agrada
cuantas mandas se dejan en los testamen
tos en favor de los establecimientos pia
dosos. Se deja una suma para un hospital,
para una parroquia ó escuela , y M. Cor
biere en calidad de supremo testador,
quita de la una , aumenta la otra segun sus
caprichos del momento , ó gratifica con
una parte á los herederos , ó con el todo
270
de lamanda, que perjudicaba a la heren
cia ; de suerte que en realidad dispone de
todo lo que la piedad de los muertos ha
dejado para obras santas. Dudo que sea po
sible imaginar un escándalo mayor que este
desprecio de las últimas voluntades del
hombre : esto es mas que barbarie ; y esta
violacion , mas odiosa que la de los sepal
cros , supondria, si fuese habitual en un
pueblo , la extinción total del sentido mo
ral. ¡ Desgraciada nacion que recibe tales
egemplos! ¡ Qué memoria tan pesada será
esta para sus autores ! ¿ Sabe el ministro,
cuando se pone en el lugar del testador le
gítimo, lo que pasaba en la conciencia de
éste ? Cuando le supone generoso , ¿ acaso
hizo mas que cumplir con su alma ? Direis
que no lo sabeis, respetad pues á lo me
nos las disposiciones del que solo pudo sa
berlo. La presuncion de justicia está en
favor de lo que se hace en presencia de Dios
y de la muerte.
10 Al considerar los hechos de la po
lítica de este tiempo , parece que su objeto
principal es combatir la Religion, y des:
truir poco a poco su influencia sobrela 60
ciedad . Lo que al parecer le conceden las
277
leyes , el gobierno se lo quita. Teme al
cristianismo, į pero qué ofrecerá al pueblo
cuando le haya destruido en Francia? ¿ Cuál
será su doctrina y su moral? ¿ Serán los
prefectos y subprefectos los que le enseña
rán sus deberes , los que al lado de sus
penas colocarán los consuelos que se las
hagan llevaderas , los que amenazarán al
vicio con el castigo de la otra vida , y ofre
cerán el cielo en premio de la virtud?
Fundarán en las secretarías del ministerio
del interior una nueva fe , un nuevo cul
to y una nueva Iglesia ? ¿Y una circular
del ministro suplirá el Evangelio del Hijo
de Dios ?
II De un sistema opuesto á la Reli
gion nada puede salir que no sea contra
ella. El haber señalado tres plazaspara tres
prelados en el consejo de estado , todo el
mundo há conocido que es 'una irrision.
Grandemente se engañan los que ven en
esto y en haber nombrado pares a algunos
obispos una imitacion del gobierno ingles.
En Inglaterra toda la fuerza de la Iglesia
consiste en 'su union y en la constitucion
del país. El clero forma allí un órden que
participa por derecho de la legislacion 6
272
soberanía ; los obispos por su dignidad la
representan en la cámara alta ; y si brilla
poco por la independencia de su caracter
y de sus votos , es necesario quejarse de
sus instituciones mas que de los hombres.
La esclavitud es la suerte de toda Igle
sia nacional у la primera condicion de su
existencia.
I2 En Francia la dignidad de par con
cedida á algunos obispos , es una gracia
puramente personal, extraña al cuerpo de
que son miembros' , y á la silla que ocu
pan. Ninguna ventaja real resulta de aqui
á la Religion , que siempre queda fuera de
la constitucion política , y antes bien le re
sultan grandes inconvenientes, de los cua
les el mas peligroso por sus consecuencias
es colocar una parte del obispado en una
posicion falsa , y unir y confundir á los
ojos del público lo que debería cuidado
samente separarse , por que es muy distin
to el principio de la Iglesia del principio
del gobierno. Pueden ocurrir , y ocurren
en efecto discusiones muy delicadas, y , si
en tales ocasiones se acomodan los obispos
al sistema político , ya no se sabe como
conciliar sus funciones de pares con sus
273
deberes de obispos ; y sea que hablen , sea
que callen , su sola presencia, interpretada
con una especie de condescendencia , sirve
siempre, por mas que hagan , para au
torizarmas ó menos el vicio de ciertas
leyes. Hasta este momento han tomado
neralmente el partido del silencio ; ¿ pero
qué se sigue de aqui? que los otros obis
pos que los miran como mas especialmen
te encargados de la defensa de la Religion,
imitan su silencio , y permanece mudo
todo el obispado, cuando convendria mu
cho que se hiciese oir su voz. Tampoco se
vé bien como el silencio pueda ser un mo
tivo canónico que dispense de la residencia
á los primeros pastores por espacio de seis
meses. Es verdad que en todas partes pue
de callarse del mismo modo ; ¿pero no es
r de temer que el clero como los fieles se
duerman en una seguridad peligrosa , cuan
26 do no se oye una reclamacion , una adver
ZES tencia ó queja de boca de los guardianes
naturales de la fe , cuando se vé atacada
daski por todas partes ?
al 13. Para juzgar bien de los actos que
abe a interesan á la Iglesia , jamás debe perderse
W de vista que ella no es nada en el estado,
274
ni ocupa lugar alguno en el orden politi
co ; que se ba separado por sistema la le
gislacion civil de la eclesiástica, y que des
conociendo la naturaleza de la sociedad re
ligiosa , se trabaja sin cesar en su destruc
cion , haciéndola entrar en el cuadro de
una administracion material. En este su
puesto , pues , todo lo que disminuye la
independencia del clero es un mal muy
grande, y bajo este concepto las distincio
nes personales mas honrosas no están exen
tas de riesgo, por que sobre cercenar algo la
libertad , excitan la ambicion , fértil en pre
testos, para justificar las condescendencias
menos escusables cuando són útiles á sus
designios. Hasta la misma virtud puede ser
tentada creyendo descubrir en lo que lleva
nuevos medios de fruto para su celo. Has
ta este punto se mantienen en observacion ,
evitan comprometerse y contraen el hábi
to de ceder y disimular , por que nada de
bilita tanto como el deseo. No será este si
se quiere mas que un deseo vago y un re
celo posible y lejano , pero este recelo no
quiere quitarse: se espera , y se dice á la
verdad , espera tú tambien .
14 ° La verdadera dignidad , y la fuera
275
hp za de los obispos y sacerdotes, depende hoy
de su separacion de los negocios públicos,
contentándose con los de la Iglesia , que no
1917
son pocos. El por venir de la Religion es
seguro , no perecerá ni se trastornarán sus
fundamentos, separémosla de lo que ha de
perecer , já que mezclar lo que no se pue
de unir ? Una prudencia falsa , y á veces
impía, quisiera sujetar al espíritu del siglo
la Iglesia que es de todos los siglos , y que
variará con el mundo , á quien ella qui
siera guiar á lo que no está sujeto a la
menor variacion . Se quisiera que para evi
ateri
ng tar la oposicion que sufre y el odio con
que se la mira , se modificase la Iglesia,
tolerase el desórden para que éste la tole
Die re; que apacigüe á sus enemigos á fuerza
de humillaciones , transija con el ateísmo,
le se haga acreedora á sus gracias, y asegure
para siempre su proteccion por medio de
una alianza que consolide sus intereses re
cíprocos.
ă ear 15 El cristianismo no se estableció en
otro tiempo sobre la tierra , ni reanimó al
Cek ! género humano que estaba á punto de es
Ꭾ? pirar, sigriendo tal política. Jesucristo no
pegoció ,y el espíritu que prometió enviar
276
á sus discípulos no era el del siglo , sina
el espíritu de Dios y de la eternidad . Aho
ra se habla mucho de moderacion y pru
dencia ; palabras que convendria se espli
casen bien , pero en vano se buscarán en
el Evangelio , por no ser este el lenguage
de aquel tiempo , en que solo se conocian
la verdad y la caridad( a ). Volvemos á re
petir que no puede menos de ser funesto

(a) No sabemos que en Francia se hable


y predique mas de moderacion , union y fra.
ternidad que en España. ¡ Cuántas pastora
les , cuántas exhortaciones, y otros escritos
que ni son pastorales ni exhortos , tenemos
llenos de semejantes expresiones! Quizá ocur
rirá á alguno escribir fundamentalmente sobre
este punto , probándonos que es antievangé.
lico y anticatólico hablar de union y frater
nidad con los enemigos de Dios y del sosiego
público. El Evangelio nos manda que ame
mos á núestros enemigos ; que les perdone
mos las injurias y agravios personales que
nos hagan ; que les volvamos bien por mal.
¿Pero en donde nos manda que nos unamos
fraternicemos con ellos? Es acaso en el:
Nec ave dixeritis de San Juan ? ¿ó en el Pera
fecto odio oderam illos del Profeta David?
Pues mientras los predicadores de la union y
277
& 'la Iglesia asociarse á una política agena
del cristianismo. Digan los que conocen el
estado de las escuelas įsi se ba mejorado la
educacion con haber puesto á su frente á
un prelado ? A la Religion debe encargarse
la infancia , no á un hombre de la Reli
gion. El caracter de que este está revesti
do no hace mas que autorizar у encubrir
parte del mal, tranquilizar la conciencia
de los padres y cargar la suya. Aun llega
fraternidad no concuerden sus doctrinas con
estos textos ,' todos los católicos deben aboré
recer á los enemigos de Dios y del sosiego
público con todo su corazon , con toda su
alma , y hasta con todos sus huesos , mientras
no se corrijan y enmienden , en cuyo caso
dejan de ser enemigos. Dedonde se sigue que
el ódio no es contra sus personas sino contra
la perversidad de sus corazones y de sus ina
las doctrinas. Esto es lo que nos mandà el
Evangelio y la caridad cristiana ; pero de
ningun modo la union y fraternidad : voces
inventadas para alucinar á los iaçautos por
los mismos que cuando triunfan no respiran
mas que sangre y fuego , al paso que están
delatando a todo hombre de bien por que se
junta ó le vén hablando con Juan o CDA
Pedro. ( Tr.)
278
á mas : en la capital se encuentran en un
mismo recinto dos templos, católico el uno
y el otro protestante: ¿ y este colegio' está
al cuidado de un obispo ? Bien es que no
hay en él mezquita,
16 ¿Qué se ha adelantado con la insti
tucion de un ministerio de negocios ecle
siásticos? que sea mayor la opresion de la
Iglesia, convirtiéndola en instrumento de
su misma esclavitud. " ¿ Puede el ministro
cambiar el sistema político ó deja este de
ser, anticristiano con su presencia ? Cuando
los legos sin disfrazar sus máximas las apli
caban a las cosas de la Religion , gemian
los buenos, pero no eran engañados, mas
tuando las providencias vienen autoriza
das con el nombre de un obispo, lejos do
excitar la misma desconfianza y de inspirar
los mismos sentimientos, se acostumbran al
vicio , y no se le rechaza por respeto a la
mano de donde viene , y aun llega á for
marse en su favor una especie de opinion
que se abraza sin repugnancia. La pro
pension que inclina a los hombres hacia el
que manda , la esperanza de hacer fortuna
adulándole , el mismo cansancio del com
bate, todo contribuye á precipitar nues
279
tra decadencia. Se huye de la verdad por
que importuna , ofende el amor propio y
excita remordimientos . En otro tiempo esto
era bueno , se dice hablando del orden ;
pero ahora el deber fatiga y no se quiere
andar sino cuesta abajo.
17 Tengamos presente la ley sobre las
comunidades religiosas de mugeres, la res
puesta del obispo de Hermópolis á M.
Royer -Collard con motivo de la ley sobre
el sacrilegio , y el discurso de este prelado;
en que en los términos más claros estable
ue invita
ció la supremacía civil, y en el qque
teológicamente a los diputados de la Fran
cja á que suban basta Neron y Dioclecia
no , para conocer con precisión egemplos
tan tristes y, lamentables, y jtzguemos lo
gue saldrá de aqui algun dia. ¡Qué leccio
pes para el pueblo! ¡ qué instrucciones para
los fieles ,.y qué espectáculo para el mun
glo entero ! La revolucion recoge estas pa
Jabras , y las aplaude, y su alegría amena
za á la Iglesia . ¿Qué responderemos cuan
do saquen las consecuencias de tales prin
cipios ? ¿Bastará entonces predicar mode
racion y prudencia ? ; Pródigiosa é inespli
cable ceguedad ! Yo los embriagaré, dice
280 .
el Señor , para que se aletarguen y duer
man un sueño eterno ( 1 ).
18 El ministerio encargadode la ad
ministración de la Iglesia , sin poder para
hacer el bien , y arrastrado por el sistema
á que está unido a medidas anticatólicas,
no ba emprendido una sola obra ni for
mado un plan en que no se descubra el
espíritu que le dirige. Unó hay sin embar
go que si se egecuta como se ha concebido,
merece examinarse muy particularmente,
por que sus consecuencias no podrian dejar
de ser fatales á la Religion. Tal es el res
tablecimiento de la antigua Sorbona , desti
nada, dicen , a hacer revivir los estudios
eclesiásticos , cuyo objeto es sin duda loa
ble ; pero para que este continuo recuer
do delaslas reglas antiguas si no se cesa den
violar , ni este nuevo motivo de afliccio
á la Iglesia eh lo mismo que parece se hace
en su favor ? El bien está en las palabras
el mal en los hechos , y aun las mismas
palabras son unmal por ser una autoriza
( 1) Inebriabo eos , ut sopiantur, et dor
miant somnum sempiſeroum et non consur
gant, dicit Dominus. Jerem : 51, 39.
281
cion dogmática del desórden que se confies
da y justifica . Pronto veremos nuevos egem
plos de esta verdad .
19 · La antigua universidad fue una de
aquellas muchas fundaciones que contribu
yeron á los progresos de la civilizacioni
cristiana, y que la Europa debió á los pon
tífices romanos. " Jamás', dice un historia
isdag

" Los papas fueron sus soberanos legislado


"res , y bajo su autoridad formaba los re
" glamentos que creia necesarios... Los mo
wnumentos que nos quedan confirnian està
“ verdad. Conocemos dos estatutos hechos
" por la universidad á principios del siglo
9trece , uno obra del mismo cuerpo , y
sotro de Roberto de Courzon , legado del
„Papa.” Inocencio il confirmó el regla
mento hecho por la corporacion . "
20 Cuando Roberto de Sorbona fundó
el colegio de su nombre para los profesor
res de teología, el Papa Clemente iv con '
firmó por una bula de 1268 lo tocante à
este establecimiento , cuyo arreglo subsistió
hasta 1451. " Se debe haber observado,
» dice el mismo escritor , que hasta el dia
282
ven que yo escribo no ha recibido la unis
uversidad reforma nį arreglo alguno de
disciplina sino es de los santos pontifices;
' y que Carlos VII es el primero de nues
vtros reyes que ha intervenido en seme
» jante operacion , asociando al cardenal de
» Estoutevil, encargado por el Papa de la
vreforma de los colegios y universidad , co
wymisionados regios , que casi todos eran
tambien eclesiásticos . La autoridad de es,
tos comisionados solo se estendia , segun
el tenor de la órden , á la reforma de los
"reales privilegios. El cardenal se aconsejó
r de ellos , pero él solo es el que habla en
p;todo el espediente .”
t ; 21 Hácia fines del siglo diez y seis , de
resultas de las guerras de Religion , fue
cuando la universidad de Paris , sustraida
casi enteramente de la autoridad pontificia,
pasó a la de los reyes y del parlamento,
que formó nuevos estatutos, cuya publica
cion se hizo con la mayor solemnidad ; des
de cuyo tiempo los magistrados anunciaron
la nunca oida pretension de dirigir la en
señanza de la teología. "El abogado gene
ral, Luis Servin , comunicó avisos parti
» culares a cada una de las facultade , re
283
comendando a los teólogos la Icecion
estudio de la santa Escritura , sin aban
donar la escolástica , cuya utilidad recor
wnocia para la refutacion de los errores y
wheregías; y á los decretalistas que cuida
si
»sen de enseñar el derecho canónico , n
" propasarse á decir cosa que fuese contra
»ria á las leyes y libertades de la Iglesia
1
» galicana.”
22 Dos prelados fueron los que mas
se distinguieron y mas parte tomaron en
estas variaciones , que fueron Renaud de
Beaune , arzobispo de Burges, un poco li
gero en creer , segun dicen sus contempo
raneos (1) , y aun sospechoso de ateis
mo segun algunos ; y Renato Benoit , obis
ро electo de Troyes , de fe no menos sos

(1 ) Algunos le llaman ligero en creer y


casi bueno para la balanza de san Miguel
sem que se pesan los buenos cristianos en el
icente
sidia del juicio .” Brantome, vida de Catali
na de Medicis. M. de Thon dice que desea.
ba que se le mirase en el reino mientras du
rase el cisma , como el gefe de los obispos,
Of ಸ್
para las dispensas y colacion de beneficios, y
pi t i que se le acusó dehaber aspirado á ser pa
triarca. Biografia univ .
Je, no
284
pechosa ( 1 ). Sin embargo de esto se con
tinuó , ¡cosa bien notable! dando la ense
Danza á nombre de la santa Sede. El canci
ller , dice Duboulay , dá en virrud de la
autoridad apostólica facultad para ensenar.
23 Hasta ahora por el contrario sola
la autoridad civil , que es por la que todo
se hace , ha entendido en el restablecimien
to de la nueva Sorbona. Algunos obispos,
escogidos y nombrados por ella para la
redaccion de los estatutos , no son ni pue:
(1 ) Renato Benoit publicó una traduccion
francesa de la Biblia , que la facultad de
teología de París condenó en 15 de Julio
de 1567 por su conformidad con la version
de Ginebra. Gregorio XIII ratificó esta cea
sura ; y Renato Benoit fue expelido de la fa
cultad por decreto de 1. ° de Octubre de 1572.
Nombrado para el obispado de Troyes , la san
ta Sede le negó constantemente las bulas de
institucion Compuso tambien en favor de su
amigo Belloy una obra escandalosa con el
título de : Exámen pacifico de la doctrina de
los hugonotes,en que se manifiesta contra los
católicos rígidos , que no debemos condenar
á los hugonotes sin examinarla auevamente.
Pretendia para esto que el concilio de Tren
tp no podia condenarlos por nosestar recibi.
do en Francia este concilio. Biograf. univ..
285
den ser mas que simples consejeros. Cada
obispo dirige por derecho la enseñanza en
su diócesis , y nombra y destina á los que
cree mas á propósito para reemplazarleen
estas funciones; y á esto se liinita toda su
autoridad , por no poder conferir á nadie
la prerogativa que él no tiene de una en
señanza mas dilatada como la de una uni
versidad. Nemo dat quod non habet. No
puede pues de ninguna manera la juris
diccion episcopal, circunscripta en un ter
ritorio determinado , ser el origen de un
poder general de enseñar. Nada en esta
parte puede suplir la autoridad pontificia,
y si ella no interviene en la fundacion de
la nueva Sorbona, no llegará jamás á esta
blecerse mas que una escuela cismática , en
donde los profesores nombrados por Ja po
testad secular no enseñarán otra doctrina
que la que ella les mande . Olvidando en
tonces hasta el lenguage católico , podre
mos felicitarnos de tener un centro de lu
ces que conserve en nuestra Iglesia la uni
dad de doctrinas, de planes y reglas de
conducta ( 1 ). Es verdad que la Iglesia uni
( 1 ) . " Este centro de luces ( la ancigua Sora
286
versal no conoce nias que un centro , el
centro de la fe y del gobierno ; pero la
Iglesia de Francia , mas adelantada , poseerá
en el siglo de las luces un centro de luces,
у á este centro y á estas luces deberá la
unidad de doctrinas que desde Jesucristo y
su promesa se habia conservado, no por
las luces de los hombres , sino por la asis
tencia delEspírítusanto , que dicta á la Igle
sia у á su cabeza doctrina infalible ,
24 " "fxY quereis saber con precision
jscuáles son estas luces, cuyo centro será
la nueva Sorbofia á imitacion de la anti
ygủa ? Escuchad lo que se dice de ella .
„Baluarte de la fe contra los ataques de
» los novadores, hasta el punto de haber
merecido el renombre de concilio perma

bona) conservaba en nuestra Iglesia aquella


unidad de doctrina , de planes y reglas de
conducta que tanto la hizo brillar en los dias
de sus glorias, y tanta fuerza le comunicó eR
los dias de sus desgracias.” Carta del minis
tro de los negocios eclesiásticos é instruccion
pública a los obispos y demas miembros de la
comision nombrada por real orden de 20 de
Julio de 1825 para el establecimiento en Pau
Tts de una escuela de estudios eclesiásticos
287
vnente de las Gaulas, era tambien la de
ispositaria de las máximas francesas, á que
»Bossuet dió todo el peso de su saber y de
risu genio. Las profesaba con libertad , pero
neon la prudencia que previene sus abu
9: 80s , y concilia los derechos y deberes aleb
Sjándose igualmente de la servidumbre
de la licencia. "
:: 25 Pero lo que asusta y consterna 'mas
que los esfuerzos de la impiedad, es el que
se hable de las máximas francesas cuando
se trata del punto mas importante de la
doctrina católica , del fundamento mismo
de la Iglesia y de su constitucion divina;
el que se aplauda el separarse en este
punto de las demas Iglesias unidas al suce
sor de san Pedro ; el que se pinte su obei
diencia como una esclavitud , de que ha
sabido libertarse con esa sabiduría que pre
viene sus abusos y concilia todos los dere
chos y deberes ; el que se oponga friamen
te á Bossuet , al Vicario de Jesucristo у sú
saber , á la autoridad del Doctor de la
Iglesia universal ( 1 ) , su genio á las prome
En la consagracion del Pontífice ro
mano se añade á la fórmula usada para los
288
sas del Hijo de Dios y á sus palabras ( 1 )
que nunca faltarán: tristes pensamientos,so
apoderan del alma ; no está ya en estado de
discurrir , sino de postrar - e en tierra para
pedir á Dios aparte de nosotros el porve
nir que está ya muy cerca...
26 ¿ Y qué, momento, se ha escogido
para anunciar al universo católico que se
ha resuelto perpetuar estas máximas do
cişma ? El momento en que los enemigos
mas encarnizados de la Religion cristiana
las reclaman como doctrina suya , y como
la arma con que intentan triunfar de la
Iglesia . Y á pretesto de que el clero francés
en los dos últimos siglos no ha deducido
sus consecuencias , por que las ha desmen
tido siempre en la práctica, no se quiere
ver ahora el peligro de ellas. Pero sino
hubo jamás Iglesia alguna mas sumisa á la
obispos , estas palabras del sacramentario de
mulo tuo , quein apostolicæ Sedis huic fa.
san Gregorio el grande : Et idcirco
præsulem ,
er primaruin omnium , qui in orbe terrarum
sulit sacerdotum , et universalis Ecclesiæ tuæ
doctorem dedisti, et ad summi sacerdotii mi
nisterium elegisti.
( 1) Rogavi pro te ut non deficiat fides suam
289
santa Sede en materias espirituales que la
Iglesia de Francia ( 1 ) , y si es laudable esta
sumision , ' será tan conforme á la orden de
Dios у á los verdaderos principios católi
cos , como opuestas a ellos las máximas que
autoricen lo contrario . Y sin embargo,
qué decis? " Mantengámonos en los cami
nos trazados por nuestros padres : sepamos
como ellos unir lo que ellos nunca separa
ron : seamos á un mismo tiempo franceses
y católicos romanos (2)." Que es decir , de
claremos siempre que no admitimos la
obligacion de someternos , y vivamos siem
pre sometidos : mantengámonos firmes en
ser inconsecuentes y procuremos no serlo
y si los siervos del cristianismo, los que no
son mas que católicos romanos nos pres
guntan en qué nos diferenciamos de ellos,
y en una palabra , que es ser francés en
punto á Religion , responderemos con al
tivez , es la libertad de pensar de una mano
nera , teniendo cuidado de olrar de otra
muy diferente . Y si aun insistiesen en que

(1) Verdaderos principios de la Iglesia


galicana .
( 2) Ibid . ,
19
(290
rer saber con precision qué sucedería si
Jos franceses pensasen algun dia en obrar
como piensan , y en reducir á la práctica
las libertades galicanas , mal comprendidas
á la verdad , la respuesta es muy fácil.
” En su nombre se proclamó la deplorable
constitucion civil del clero , en su nombre
nuestra Iglesia fue enteramente destruida,
el: Portífice romano fue perseguido , des
tronado y puesto en cadenas.” Estos exce
sos las desacreditáron á los ojos de los que
solo las conocieron por el abuso que ha
podido hacer de ellas un poder tiránico .
Invocándolas para precipitarnos en el cis
ma , y exagerándolas para tener derecho de
insultar al clero , las háreis odiosas у las
borrareis del corazon de los verdaderos
fieles ( 11.
{!' 27. Esto se ven obligados á confesar al
mismo tiempo que procuran calmar las
folsas inquietudes (2) de los católicos. Y
para conservar con el mayor esmero la
tradicion de estas máximas , desacreditadas

3: (!) Verdaderos principios de la Iglesia


galicana.
(2) Ibid.
291
por el abuso que se ha hecho de ellas,
estas máximas que se invocan para preci
pitarnos en el cisma, y están borradas en
el espíritu de los verdaderos fieles , se fun
da una escuela , y se asegura que acomo
dada á nuestras necesidades y situacion
presente , prepara á nuestra Iglesia el por
venir mas consolador , y que al solo anun
cio de semejante establecimiento , la Fran
cia religiosa se llenará de gozo y espe
ranza ( 1).
28 ° Cuando Dios prepara , no un por
venir consolador , sino una de aquellas ca
lamidades que envia su cólera sobre los
pueblos, siempre las precede un espíritu de
vertigo , y como que se trastorna el senti
do de los hombres. Quita la inteligencia á
los pastores , ciega á los guardianes de la
doctrina, y nada saben; mudos contra el
enemigo , se alimentan de ideas vanas y se
complacen en los sueños. Un soplo los lle
va y se apartan del camino (2). Entonces

( 1) Carta de S. E. el ministro de los ne


gocios eclesiásticos.
( 2) Speculatòres cæci omnes , nescierunt
universi : canes muliuon valentes latrare,
292
el cristiano levanta los ojos al cielo , y dis
puesto á todo , medita en su corazon las
palabras del Apostol (1): Extrangeros y
viageros, no tenemos aqui morada fija, į
buscamos otra ciudad (2).
CAPITULO DÉCIMO .
Conclusion ,

I , Hemos manifestado con la clari


dad que nos ha sido posible las verdaderas
relaciones de la Religion con el orden po
lítico y civil ; hemos establecido los prin
cipios sobre que descansa su unjon , j
combatido los errores opuestos que extra
vían peligrosamente á ciertos espíritus , y
que reinan aun con mas peligro en las le
yes , y solo nos resta reunir las principa
les consideraciones que contiene este escri
videntes vana , dormientes, et amantes som •
nia... Ipsi pastores ignoraverunt intelligen
tiam : omnes in viam suam declinaverunt Is.
LVI , 10 y 11 ,
(1) 1.2 Petr. , 12. , 11 .
(2) Hebr . XIII , 14.
293
to para sacar de él las últimas conse !
cuencias.
No existe , ni puede existir, verda
dera union sino entre los espírítus; luego
la sociedad у todas sus levés esenciales son
del órden espiritual ó religioso ; y la per
feccion de lasociedad depende de la per
feccion del órden espiritual ó religioso.
- 3 Se sigue de aqui, que antes de Jea
sucristo la sociedad política , imperfecta y.
apenas naciente , no podia desenvolverse o
perfeccionarse , por que la sociedad " reli
giosa , ó la Religion verdadera y universal,
no estaba desenvuelta ni constituida públi
camente. Concentrada en la familia , las
creencias se perpetuaban en ella , asi como
el verdadero culto por la tradicion pater
nal , por que no existía sino es en los ju
díos otra enseñanza , y el sacerdocio pri
mitivo estaba reducido a las funciones de
la paternidad. No vieron formarse en las
naciones colegios de sacerdotes hasta des
pues de la introduccion de la idolatría .
Estando fijo el principio de la vida social
en la familia por la primera institucion
del género humano ,resultaba que la fami
lía era la única que sostenía el orden po
294
lítico , que apoyándose sobre ella misma,
no podia elevarse á un estado mas perfecto
que la constitucion doméstica ; resultaba
tambien que las leyes que arreglan el po
der, y son el fundamento del derecho , no
tenian otro intérprete que la familia ó el
pueblo , ni otra garantía que su fuerza ;
razon por la que los gobiernos antiguos
eran tan poco estables. Ningun juez ni me
diador habia entre el poder y los vasallos,
los cuales estaban en una guerra continua
por razon de sus diversos intereses. La au
toridad oprimia para poder conservarse, y
la opresion causaba otra opresion mucho
mas dura aun , y fluctuante la sociedad en
tre la tiranía , de uno solo y la tiranía de
todos , entre el despotismo y la anarquía ,
estos dos azotes se agravaban a medida que
iba debilitándose en la familia el principio
religioso.
4. La gran revolucion que en este sen
tido hizo en el mundo el cristianismo sal
yando al mundo , consistió en una cosa .
que al principio casi no se advirtió , como
şucede siempre cuando es Dios quien obra
y no el hombre. Jesucristo no mudó la
Religion , ni los derechos , ni los deberes,
295
pero desen'volviendo la ley primitiva , y
eumpliendo con ella , elevó la sociedad re
ligiosa al estado político ; la constituyó ex
teriormente , instituyendo una policía may
ravillosa , baciendo una sola familia de to
das , gobernada por la autoridad de un
ministerio espiritual y por sola una cabeza :
.- 5 Desdeentonces la interpretacionyde
fensa de la ley divina , que es tambien la
ley política fundamental, ya no perteneció
ál pueblo sino al ministerio espiritual y á
su gefe, á quien Dios hizo depositario de
ella . El : soberano de la sociedad religiosa
universal, defensor supremo de la justicia,
protegió el poder contra los vasallos , ry , á
estos contra el poder ; y los pueblos puu
dieron obedecer sin recelo , y los reyes rei
nar sin temor; tuvieron un juez y la jusa
ticia derrotó la fuerza.
6 De este modo se fue formando la
cristiandad ; empero llegó un tiempo'en que
los reyes no quisieron reconocer á este
juez, y por una funesta contradiccion se
empeñaron en que la ley divina fuese
enhorabuena la regla de las acciones pri
vadas y el fundamento de la obligacion de
obedecer , pero no de las acciones públicas
296
ni el fundamento del derecho de mandari
que fue lo mismo que trastornar las bases
de la sociedad cristiana y toda sociedad,
por que declarar que la soberanía no tie
de obligaciones para con Dios ni los home
bres, es establecer ' un des potismo mons
truoso y preparar una anarquía mucho
mas monstruosa. Cuảnto hemos visto y es
tamos: viendo , no es mas que una conse
cuencia de este sistema ateo ' , que si no se
corta' pronto , arruinará la sociedad y al
mismo género humano : destructor por su
naturaleza , divide al infinito y rompe to
dos los lazos que unen á los hombres,
todo lo arrebata sin que pueda decirse que
no pasará adelante ..
Combatiendo el poder espiritual en
el egercicio de una de sus mas importan
tes funciones, fue preciso atacar primera
mente el mismo derecho , que siendo in
divisible no ha podido atacársele en un
punto sin atacarle en todos y negarle en
teramente. De aqui nació el fatal cisma que
en el siglo diez y seis separó una parte de
la Europa de la Iglesia católica y del cris
tianismo, y que despues de haber arruina
do todas las creencias y trastornado todos
297
los deberes, va perdiéndose á nuestra viss
ta en una duda universal. Al principio se
protestó contra el Papa y luego contra
Dios ; у si algunos espíritus inconsiguien
tes se ven aun agitados entre estos dos
estremos , acercándose mas , al segundo,
consiste en que débiles y tímidos no siguen
el principio que tomaron por guia , y se
dejan arrastrar de él.
8 En la misma Francia hemos visto que
para sacudirse la autoridad temporal de la
dependencia del poder espiritual, tuvieron
los parlamentos que atacarle en suesencia;
y las máximas proclamadas en 1682 parą
auterizar la doctrina de aquella , estable
ciendo por una parte el ateismo político,
que es la base de las leyes , trastornan
otra la constitucion de la Iglesia y la nis
ma Iglesia , y conducen á todas las conse
cuenciasdel protestantismo. No puede me
ditarse demasiado esta verdad reconocida
por los mismos' sectarios, y por lo mismo
evidente para todo hombre de buen senti
do : esta indiferencia, llámese cómo se quie :
ra , no es mas que la indiferencia con que
se mira el cisma. Se quiore conciliar lo
que no puede conciliarse , yeste vano tra
298
bajo, en que se pierde la razón y aun mas
la conciencia , se llama prudencia: Dicen
tes se esse sapientes, stulti facti sunt.
9 En segundo lugar este sistema con
siderado en el orden político , ha encendi
do la guerra entre la potestad y el vasalla
ge ; ha hecho á los vasallos jueces de cuan
tas diferencias se suscitan entre ellos у la
soberanía ; ha destruido sucesivamente con
esta guerra la gerarquía social, preparado
la ruina del trono , y sujetado á la Fran
cia despues de haberla inundado en sangre
bajo la espada de un déspota. A este dés
pota se siguió una democracia envuelta en
palabras , á la manera que la declaracion
de 1682 encubre tambien con palabras la
aristocracia soberana que estableció de
hecho en la Iglesia , y que no es mas que
un paso á la'anarquía mas absoluta . Esta
existe ya en el estado, y en los espíritus
agitados en todos sentidos por opiniones
turbulentas; existe en las leyes que no se
sujetan á creencia alguna , en la adminis
tracion dirijida casi únicamente por opi
niones arbitrarias, y en las costumbres, que
no tienen otra regla que el interés. Eici
chemos lo que se habla , leamos lo que se
299
imprime, y busquemos en medio de esta
confusion una verdad admitida , una idea
comun y adoptada por otros que por sus
autores , y no la encontraremos. El inun
do intelectual y moral está entregado á
una raza de sofistas mas depravados que
los de Grecia , dispuestos siempre á ven
derse á cualquiera que les pague ; hoy
hacen la causa de la Religion y mañana
del ateismo ; se burlan de todos, y aun de
sí mismos , con una impudencia de que
hacen alarde; son enemigos de la verdad y
del bien , mas por instinto que por persuar
sion ; ya bajos, ya altivos , ya desdeñosos, ya
aduladores, afectando ciencia y no sabienia
do nada ; pródigos en sarcasmos y menti
ras; atrevidos, contra el buen sentido , y
dotados en fin de todo lo necesario para
poner en desórden loş.sentimientos y per
samientos de la muchedumbre. Tal es el
caracter de estos sofistas. Semejantes a aquen
llos bárbaros que andan errantes por entre
las ruinas de las antiguas ciudades,gloria en
otro tiempo del oriente , acelerando la ruix
pa de los siglos ; asi estos corren sobre los
restos de la sociedad cristiana , destruyendo
las reliquias que aun se conservan .: !!
300
10 Mas entre tanto el pueblo, sepa
rándose
vi
de lo pasado , se corrompe no
endo nias que lo que se le presenta ; ape
titos que satisfacer . Los que no se creen
pueblo se figuran en su imaginacion un
por venir feliz que nunca llega ; otros de
menos esperanzas , dicen que el tiempo los
trae inquietos, pero que si hay prudencia
se le podrá fijar; y entre tanto sigue su
curso y se vá llevándose las creencias , las
costumbres, las opiniones y las leyes.
II Entre los estados divididos por la
antigua política de los intereses, compli
cados con otros intereses nuevos , ya no se
conoce vínculo alguno , y sí un espíritu de
independencia mas o menos desenvuelto,
inas ó menos favorecido por las circuns
tancias, que rompe en revoluciones ó mina
sordamente las bases del orden. Casi en
todas partes se deshacen los pueblos de sus
gefes, y cansados de obedecer , por que
se les dice que es esclavitud la obediencia,
se creen oprimidos por que no mandan . Se
levanta una generacion imbuida en doctri
nas de anarquía , ardiente en deseos y pa
siones , y resuelta a formar un mundo al
compás de sus ideas. ¡Tal es el espectáculo
!
301
que presenta la Europa !.¢ y qué se opone
á este terrible movimiento ? Soldados. Son
necesarios los egércitos para conservar los
tronos y defenderlos contra el pueblo,
ipero quién los defenderá contra los egér
citos ! Sabemos bien que puede gravarse en
el sable la palabra de orden rebelion. :
12 ¿ Qué prevision , pues , qué espe
ranzas y qué destinos nos están reservados?
¿ no bay medio de remediar los males pré
sentes y de librarnos de las calamidades
futuras ? ¿será vana toda prudencia é im
potente todo esfuerzo ? ¿10 nos quedará
mas arbitrio que cubrirnos con un manto
la cabeza ? Alegemos de nosotros las sospe,
chas y acusaciones de los que no conciben
idea ni sentimiento alguno desinteresado,
Si el orden debe revivir , no será en nues
tros dias ; luego los que piden órden no lo
piden para ellos , ni gozarán de sus bene
ficios , por que no pudiendo moverlos mira
alguna personal , nada pueden esperar sino
injurias, calumnias y persecuciones . El es
píritu de los pueblos no se muda en mu
chos años ;, esta es obra del tiempo, y
hasta que haya cambiado este espíritu es
imposible que renazca la sociedad criştia.
302
na . Es fruto , no de la violencia , sino del
convencimiento ; su base es la fe у no la
espada : existe cuando se cree ', y deja de
existir cuando se deja de creer en ella , y
jamás las leyes volverán á establecerla sino
ayudando a a repararla en el corazon y en
la concienci . 1
13 Esta es la condicion de los gobier
nos ; su propio por venir y el de las na
ciones depende en parte de ellos mismos:
reflexiónenlo seriamente por que se trata
de la vida. ¿ Qué han hecho hasta ahora
mas que conspirar contra ellos mismos? La
salud no está en donde la han buscado , y
conviene que al fin entiendan que no exis
ten hoy dia en la sociedad mas que dos
fuerzas ; una conservadora , cuyo princi
pio es el cristianismo y la Iglesia su cen
tro : la otra destructora ; que lo penetra
todo para disolverlo todo , doctrinas, insti
tuciones y al mismo poder.
14 La mayor parte de los gobiernos
se han colocado entre estas dos fuerzas
para combatirlas. Combaten á la Iglesia
por que siguen obstinadamente un sistema
de independencia absoluta , que borrando
las nociones de justicia , trastorna la sobem
303
ranía en sus mismos fundamentos ; y se
defienden como pueden con la policia y
bayonetas de la fuerza revolucionaria que
revuelve contra ellos sus propias máximas.
1 15. Sino se dan priesa á salir de esta
posicion , su ruina es inevitable , por que
és evidente que ninguna potestad puede
subsistir sino es apoyándose sobre las fuer
" zas de la sociedad . Poco tiempo se reina
cuando solo se quiere reinar por sí , por
que jamás el hombre sufrió con gusto el
yugo del hombre. Es preciso que .la po
testad descienda de mas arriba , de aquel
que dijo : Per me reges regnant. Puen
de, pues, anunciarse con seguridad que si
los gobiernos no se unen estrechámente
con la Iglesia , no quedará en pie un solo
trono en la Europa , y que cuando llegue
el soplo de las tempestades (1), de que
habla el espíritu de Dios , serán arrojados
como la paja seca y el polvo (2). La revo
lucion anuncia abiertamente su caida , y, en

( 1) Spiritus procellarum , pars calicis


eorum .
- (2 ) Tamquam pulvis , quem projicit ven
tus à facie terræ .
304
esta parte no se engaña, y su prevision et
jasta. Pero se engaña torpemente'en créer
que establecerá otros gobiernos en lugar
de los que destruya , y que con doctrinas
subversivas podrá crear cosa alguna estable
y un nuevo órden social: lá anarquía será
única obra suya , y lágrimas y sangre el
fruto de sus obras. Si los gobiernos obce
cados persisten en perderse , y han resuel
to morirse, la Iglesia gemirá sin duda,
pero no dudará sobre elpartido que debe
tomar : se retirará del movimiento de la
sociedad humana , apretará los lazos de sú
unidad , mántendrá en su sėno por el libre
y esforzado egercicio de su autoridad di
vina el orden y la vida ; nada temera ni
esperará de los hombres , y aguardará en
paciencia y en paz á que Dios decida de
la suerte del mundo. Si entra en sus der
signios el que renazca , ved aquí lo que
sucederá. Después de espantosos desóra
denes , de trastornos prodigiosos y de ma
les que la tierra aun no ha conocido,
cansados de sufrir los pueblos alzarán
los ojos al cielo y le pediran que los sal
ve; y con los restos esparcidos de la so
ciedad antigua formará otra Iglesia nue
305
va , semejante á la primera en todo lo
que toca al órden fundamental; pero di
ferente en lo que varía con los tiempos,
tal cuál resultará de los elementos que en
trarán en su composicion. Pero si al con
trario es este el fin á que el mundo está
condenado , en vez de juntar estas ruinas
у huesos de los pueblos, y de volverles la
vida , la Iglesia pasará por encima de
ellos y volverá a la morada que la está
prometida, cantando el himno de la eter
nidad .

FIN.

20
‫‪inte‬‬ ‫) (نک اهر‬
‫‪۱‬‬ ‫‪::‬‬

‫*‬

‫‪1‬‬
TABLA DE LOS CAPITULOS:)

PRIMERA PARTE.
Pág.
Prólogo del Traductor. ..... III.
PREFACIO ........... IX.

Capítulo primero. Estado de la so


ciedad en Francia . 1.

Capítulo segundo. La Religion en


Francia está enteramente fuera
de la sociedad politica y civil, y
por consiguienté el estado es ateo. 43.
Capítulo tercero. El ateismo ha pa
sado de la sociedad politica y ci
vil á la sociedad doméstica ..... 77 :
Capítulo cuarto . La Religion en Fran .
cia á los ojos de la ley es una cosa
que se administra .... 99.
SEGUNDA PARTE.
Capítulo quinto. Consecuencias de lo
dicho con respecto al gobierno de
la Iglesia y å las relaciones de
los obispos con el Papa , centro
y vinculo de la unidad católica.... 3.
Capítulo sexto. Det soberano Pon
tifice........ 38.
S. I. Sin Papa no hay- Iglesia........ 59.
S. II. Sin Iglesia no hay cristia
1

nismo... 72 .
S. III. Sin cristianismo no hay Reli
gion , à lo menos para et pueblo
que fuecristiano, Y.por consiguien
te no hay sociedad , . ……. … ...83. )
Capítulo sétimo. De las libertades
galicanas.. . post.... 922)
$. I. Examen de esta proposicion :
La soberania temporal es por ins )
titucion diuina enteramente inder
pendientede la potestad espiritual. 1 18)
S. II. Examen de esta proposicion:
--El concilio es superior al Papa.d. , 158.
Capítulo octavo,De las Iglesias nas :
cionales. .. 220 .
Capítulo noveno. Reflexiones sobre vie
algunos actos del Gobierno , relati
vos á la Religion................... 259.
Capítulo décimo. Conclusione soc...12990

........ ‫ را کرد ولی در‬...:...


SUN
114
ASTI
in
m3-402

A
A

fo
AM

o
m
st ohl
Co
m
u. ta o
pve
t

cta
Ula
aledi
imlllaa

Oh
ali
rnicus
meno
mit
squamag
et
tasbro
cubro
abras
citi
Cr
CANE

También podría gustarte