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Nómadas (Col)

ISSN: 0121-7550
nomadas@ucentral.edu.co
Universidad Central
Colombia

Cicerchia, Ricardo
ALIANZAS, REDES Y ESTRATEGIAS. EL ENCANTO Y LA CRISIS DE LAS FORMAS FAMILIARES
Nómadas (Col), núm. 11, octubre, 1999, pp. 46-53
Universidad Central
Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=105114277004

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La familia es una organización social que contiene intrínsecamente cambio


y tradicion, novedad y hábito, estrategia y norma; sobre estas particularidades
el autor logra i d e n t i f i ~ l a salianzas y redes que se tejegen las nuevas formas

* Dr. en Historia de Columbia University, New York. Profesor Titular de Historia Larinoameri-
cana en la Carrera de Ciencia Polirica. Faculrad de Ciencias Sociales, UBA. Investigador de
Carreradel CONICET, lnrtiruto de Hirroria Argentina y Americana "Dr Emilio Ravignani".
Faculrad de Filosofía y Letras. UBA. Consultor UNICEF. Argentina.
l
U na de las consecuencias del
gradual abandono del funcionalismo
novedad y hábito, estrategia y nor-
ma. Tal tensión, siempre histórica, no
nuclear. Tempranas observaciones
que, por otro lado, ayudaron a con-
y su reflexión sobre los procesos de solo ha alterado la textura de los ro- solidar la teoría de la transición de-
ha sido la reorien- les intrafamiliares sino también la mográfica. También la historia legal
tación de las ciencias sociales hacia funcionalidad de las relaciones entre e institucional produjo un impacto
la dinámica de los cambios sociales, la organización interna familiar y las importante, sobre todo las inves-
las transformaciones pluridirec- necesidades estructurales del tigaciones sobre costumbres matri-
cionale~y la historia social. En este cambio social. moniales y leyes de herencia.
contexto, iniciado hace aproxima- Posteriormente, fue la constante pre-
damente treinta y cinco años, ocupación de los antropólogos por las
campo temático de la fami- estructuras de parentesco, tabúes,

abordado con re-


novado entusiasmo
por un arco que va cuestionamiento
desde los trabajos so- historiográfico de la reflexión
ciológicos -los más crítica sobre las relaciones de
fecundos- hasta / género, producto de la capa-
delos de interpretación cidad de acción de u n movi-
miento de mujeres que fue
origen a un sólido obje- capaz de incorporar al de-
to de estudio de natura- _ bate científico el ámbito
doméstico y la familia
interdisciplinario. como espacios sociales

lógica se vio agudizada a Para e l caso de


América Latina, es
drásticos que estaban ocurrien- solo a partir de fines de
la década d e los
transformación de los valores setenta que el tema
sexuales, aumento de las tasas de se incorpora a la
divorcio a niveles antes impensa- agenda de la inves-
bles, abandono masivo de las mu- i tigación científi-
jeres de sus espacios tradicionales, ca3.En un primer
visible cuestionamiento al poder pa- momento, esa
triarcal, etc.' investigación
estuvo orientada a adap-
Quedaba claro, entonces, que la tar a la realidad latinoamericana la
familia (sujeto histórico) era un hipótesis tradicional sobre el papel de
hecho demográfico, un hecho econó- Diversas son las la familia en la sociedad occidental:
mico, un hecho jurídico, y fundamen- influencias que ha recibido la la transferencia del control de los re-
talmente una relación humana, es historia social de la familia. Las pri- cursos económicos y. políticos
- desde
decir cultural. Es justamente esta di- meras desde la sociología y la demo- la familia y los grupos
- .
de parentesco
versidad la que determina la posición grafía, cuando Engels2 intentaba y linaje hacia las nuevas institucio-
estratégica de la historia dentro de las vincular la organización familiar a la nes que surgieron con la emergencia
ciencias sociales. La familia es una or- industrialización y Le Play fijaba la del Estado moderno. Una segunda
e ganización social que contiene intrín- primera tipología de estructura fami- etapa enfatizó la familia como actor
secamente cambio y tradición, liar, desde familia extensa a familia social central en la determinación de
las condiciones económicas, políticas la permanente tensión entre las pres- unidad reproductiva (reposición
y sociales de la región. Desde esta cripciones legales y religiosas y las generacional) y unidad económica
perspectiva se abordaron por prime- conductas sociales históricamente (actividades de producción y consu-
ra vez temas vinculados al papel em- dadas. Aquí, lejos de las rigideces es- mo cotidiano de alimentos y otros
presarial de la familia política y colásticas, ha sido el pragmatismo de bienes y servicios para la subsisten-
familia en el período de construcción los actores sociales el mecanismo cia). La familia como idea, aunque
de los estados nacionales, parentes- articulador entre el discurso patriar- tiene un sustrato biológico ligado a
co y organización del espacio urbano cal hegemónico y las prácticas socia- la procreación, debe ser entendida,
y relaciones rntrafamiliares, entre les al margen de la normatividadj. en sus diversas formas, como una ins-
otros. Una mirada a los trabajos ac- Como conclusión de estas observa- titución social que trasciende la
tuales confirma la vigencia de tales ciones, es importante señalar n o sólo normatividad de la sexualidad y la
temáticas y la importancia cmcial de la enorme variedad de situaciones filiación.
los estudios regionales4. familiares sino el grado de legitimi-
Podemos
- .- . .- decir
- -. - ....
Entre las afir- que existen engene-
maciones históricas ral dos influencias
más destacadas, sobre el imaginario
encontrarnos que familiar. Una pers-
algunos d e los pectiva científica y
fenómenos que apa- a la vez realista, a la
recen como con- que nosotros adscri-
temporáneos se bimos y una visión
vienen manifestan- ideológica (compo-
do con relativa fuer- nente importante
za desde fines del del discurso oficial
siglo XVIII y prin- dominante). Dentro
cipios del XIX. Nos de la primera co-
referimos a la ten- rriente, nos parece
dencia a la reduc- imprescindible la
c i ó n del t a m a ñ o incorporación de la
promedio d e las categoría de Formas
unidades domésti- Familiares en reem-
cas (entre cuatro y plazo de la de fami-
seis miembros); sig- lia, para así poder
nificativo número "Visa USA" de Lisnndrii Duque. entender a la orga-
de mujeres jefas de Biblioteca Cinemoteca Disrrttal de Bogotá nización familiar
hogar (entre el 15% como un sujeto his-
y el 25% del total de las unidades dad y consenso que algunas de estas tórico complejo receptor de una
familiares, dependiendo de las re- formas peculiares de familia contu- multiplicidad de sobredetermina-
giones). con porcentajes muy supe- vieron. La verificación de esta mis- ciones sociales. Esta posición ha en-
riores al 12% calculado para Europa ma diversidad nos lleva, por último, contrado eco y ratificación en la
durante el mismo período; y final- a remarcar la importancia de hacer, declaración de principios de la Pro-
mente, un altísimo porcentaje de al momento de las caracterizaciones clamacióndel Año Internacional de
uniones consensuales (alrededor de la organización familiar, una dis- la Familia; en ella las Naciones Uni-
d e l 30% d e l t o t a l d e uniones tinción analítica entre gmpo residen- das hacen expresa mención a las fa- !
conyugales). cial (hábitat); familia (organización milias que asumen "diversas formas
con sustrato biológico); unidad do- y funciones . . . que expresan diver-
Desde otra perspectiva, las inves- méstica (integración de individuos sidad de preferencias individuales y
tigaciones han puesto en evidencia emparentados y no emparentados), condiciones sociales".
sin embargo, todavía padecemos mos al recorte jurisdiccional que su- unidad doméstica disminuye y gran
de la estrechez de un debate cuyo fre la Iglesia sobre los hechos socia- parte de las necesidades cotidianas
marco sigue pautado por las posicio- les, en particular, los vinculados a la pasan a satisfacerse a través de inter-
nes tributarias de dogmas religiosos y esfera familiar, y su traspaso institu- cambios de mercado. Sin embargo, y
que en términos generales apoya una cional a órganos estatales que son, a a pesar de tales fenómenos, un con-
pretensión ahistórica e idealizada de partir de entonces, los encargados ex- junto de actividades fundamentales
la organización familiar. Desde mi clusivos de los dispositivos de orden permanece y no de manera aislada en
perspectiva,la legitimidad de un dis- y control social), los gnipos familia- el ámbito familiar: tareas de mante-
curso debería centrarse en su capaci- res de diversas clases sociales partici- nimiento y reproducción en estrecha
dad para ejercer el rigor crítico, en paron de la vida institucional, en los vinculación con el ámbito público
especial sobre su propio Corpus, no procesos económicos y en la toma de del poder y la producción social. En
siendo esto lo que ocurre en este caso. decisión política a fin de consolidar otras palabras, el espacio familiar se
De hecho las iglesias, con raras ex- y utilizar los recursos e influencia en sigue conformando de forma
cepciones, poco o nada han variado favor de sus intereses familiares. Con interdependiente con el mundo pú-
sus posiciones.Tal hermetismo difi- un proceso de individuación apenas blico de los servicios, la legislación y
culta la discusión y la congela a una comenzado, junto a una institucio- el control social. De ahí que su natu-
mirada de índole moral de efectos nalización embrionaria de los esta- raleza social sea incuestionable. En
discriminatorios. El resultado es do- dos-nación,las familias, y en especial el mismo sentido, las imágenes socia-
blemente perverso. Hacia la sociedad, las redes familiares ocuparon una les sobre la familia se construyen a
se estimulan dispositivosde exclusión posición privilegiada como organiza- partir del enfrentamiento y resolu-
a cualquier arreglo familiar contra- ción social. Las familias y las unida- ción de una gran diversidad reflexi-
rio al modelo. La idea difundida de des domésticas fueron muy flexibles, va: un discurso oficial versus voces
familias "incompletas" es sólo uno de grupos informales con identidades disonantes del "modelo" que provie-
los efectos perniciosos de tal adoc- legales e intereses comunes capaces nen de la misma realidad social.
trinamiento. Hacia el universo do- de crear el orden que caracterizó a
méstico, se le otorga un carácter toda la región hasta bien entrado el Observar las variedades en las
sacramental al matrimonio, piedra siglo. No sólo fueron las familias de formas familiares se plantea como
angular de la organización familiar, élites las que se constituyeron en una etapa imprescindible en la inau-
reforzándose su inviolabilidad y por pivotes de estas formaciones nacio- guración de un debate hoy por hoy
ende la imposibilidad de cualquier nales, sino que también las familias clausurado. Los países de nuestra re-
tipo de intervención. El fenómeno de populares fueron capaces de partici- gión comparten muchas de las ten-
la violencia doméstica, por ejemplo, par en el disefio de los estados emer- dencias mundiales de la organización
una de las formas criminales más fre- gentes. La familia actual, como familiar: reducción de su tamaño, cre-
cuentes y menos penalizadas queda, sugiere Tamara Hareven, como un ciente inestabilidad conyugal, auge
de esta forma, encubierto por una "intermediario crucial" entre la so- de los hogares uniparentales, incre-
supuesta armonía natural de la fami- ciedad, las instituciones y el cambio mento de las uniones consensuales,
lia consagrada6. social7. cambios en la moral sexual, mujeres
con jefatura doméstica, etc. Además,
Desde una perspectiva historio- El análisis de los procesos socia- en una dimensión más simbólica pre-
gráfica podemos afirmar que la fami- les contemporáneos se ha centrado senciamos la desacralización del ma-
lia ha tenido un papel activo la de modo primordial en los sistemas trimonio, la pérdida del "orden"
formación de las identidades nacio- de producción, y generalmente se ha familiar directamente proporcional a
nales. influyendo en la determina- detenido en el cuestionable estigma La erosión del poder del pater, y la
ción de estructuras económicas, las de "vida privada" otorgado al mundo disociación entre el sexo (placer) y
prácticas sociales y las mentalidades. doméstico. La creación de ámbitos la reproducción (mandato).
En el marco de un acelerado proceso productivos especializados separados
de secularización de los mecanismos de la residencia y la familia es un fe- Los fenómenos mencionados
de reproducción social que se produ- nómeno histórico relativamente nue- pueden ser vistos como la crisis de-
ce a fines del siglo XIX (nos referi- vo. El grado de autosuficiencia de la finitiva de la familia como organi-
zación social básica, ya que en prin- res. Según datos de la CEPAL las Dentro de este dramático cuadro
cipio tales cambios parecieran im- uniones consensuales y los hogares socioeconómico, el cambio del papel
plicar modificaciones profundas en encabezados por mujeres sin cónyu- social de la mujer es el verdadero cen-
el "sentido común" familiar de la ge se concentraron en los estratos con tro transformador de la vida familiar
mayoría de nuestros países. Sin em- ingresos más bajos. La proporción de contemporánea. Durante la década
bargo, esta lectura queda confronta- hogares con hijos menores de 15 años del 30, muy pocas mujeres en las ciu-
da por dos hechos: 1) son justamente trepó del 14% al 19%, y del 21% al dades tenían otra perspectiva vital
otro tipo de formas, también fami- 26% en los estratos de menores in- que la de conformar una identidad
liares, las que emergen de este esce- gresos. Como resultado de esta ten- ligada a su condición familiar; es de-
nario alterado; y 2) muchas de las dencia, a fines de la última década, cir al universo reducido del espacio
prácticas familiares que hoy apare- el 20% de los niños menores de 15 doméstico y la "vida privada". A par-
cen como novedosas, en realidad años vivía en hogares nucleares en- tirde ladécada del 60 se inicia el gran
existían antes, sólo que invisibles cabezados por mujeres sin cónyuge u cambio: el ingreso masivo de las
para las ciencias sociales. En otras organizados en uniones consensuales, mujeres al mercado de trabajo que,
palabras, el concepto de crisis surge en tanto que esa proporción alcanza- aunque con grandes diferencias regio-
únicamente si nos ajustamos al mo- ba al 25% en los estratos de menores nales, incluye no solamente el au-
delo tradicional, aquel acuñado fun- ingresos. Como ya hemos señalado, mento de la participación de las
damentalmente por la Iglesia las uniones consensuales son cada mujeres jóvenes solteras sino también
católica a mediados del siglo XVI y vez más frecuentes y más comunes el de las casadas y de las casadas con
que todavía forma la columna ver- aún en los niveles socioeconómicos hijos. Las consecuencias excedieron
tebral de la doctrina acerca del ma- más bajos. Aunque se carece de es- el impacto sobre el mercado de tra-
trimonio y la familia. En mi opinión, tudios en profundidad de tales unio- bajo afectando también la organiza-
dado que dicho modelo nunca ha re- nes, éstas suelen ser más inestables ción y las vivencias de la vida
presentado la realidad social fami- que los matrimonios formales, con cotidiana. Los nuevos patrones de
liar, no puede ser utilizado como menor poder de negociación de las inserción laboral de la mujeres y su
parámetro para definir ni medir la mujeres y con limitado poder de acceso al ámbito público y social son
existencia de una supuesta crisis. socialización9. los datos determinante de la profun-
Creemos, más bien, que nos encon- da transformación de la organización .
tramos en presencia de transfor- Es posible que tales circunstan- familiar.
maciones profundas e incluso cias alteren las funciones de los di-
potencialmente positivas8. versos integrantes de la familia, Estos procesos alteraron la distri-
experimentándose cambios que no bución del poder en el seno de la fa-
Cuando nos referimos a la fami- responden a un proyecto familiar sino milia y remarcaron las fronteras de
lia latinoamericana contemporánea a fuerzas sociales, que están más allá experiencias diferenciadas. La base de
debemos tomar en cuenta, en primer de su control. El desempleo del pa- legitimidad que se centraba en la au-
lugar, que la región se caracteriza por dre puede obligar a migraciones, in- toridad del padre-esposo (basada en
tener una población muy joven. El tenupción de la escolaridad de los el cumplimiento de las responsabili-
36% de la población total de Améri- hijos, abandono o huída del hogar de dades del varón como único sostén
ca Latina y el Caribe no supera los alguno de los cónyuges (casi unáni- de la familia, dispositivo denomina-
14 años de edad. Tal porcentaje tie- memente el varón). También la falta do breeadwinner system), comenzó a
ne una incidencia decisiva en la ma- de vivienda adecuada y el hacina- erosionarse irreversiblemente.
yor importancia numérica de las miento afectan directamente la nu-
familias que se encuentran en la eta- trición, la salud y la convivencia con Las mujeres, sin embargo, siguen
pa crítica de consolidación y expan- los menores. Por otro lado, en los ú1- siendo las responsables de la tarea
sión. Cerca del 45% de la población timos años los gobiernos de la región doméstica y el cuidado de los hijos,
total del área vive en la pobreza, la han restringido el gasto público, lo cualquiera sea la situación laboral.
mayoría en zonas urbanas. La pobre- que ha tenido graves consecuencias Teniendo en cuenta que las tasas de
za influye tanto en la formación como en la provisión de servicios de edu- participación de las mujeres se ha
en la estructura y funciones familia- cación, salud y seguridad social. incrementado, en especial en el caso
de aquellas entre los 20 y 30 años (o n o se ajustaban al modelo socioló- la familia nuclear; 1; transitoriedad
sea las que contemporáneamente tie- gico funcionalista. Esta vieja con- de algunos miembros d e la unidad
nen la mayor carga doméstica), la cepción planteaba de manera familiar; actividades destinadas al
combinación de trabajo doméstico y esquemática u n pasaje casi mecá- autoconsumo combinadas con una
extradoméstico en este grupo resulta nico y sin fisuras de la familia tra- mayor participación e n el mercado
enuna sobrecarga significativamente dicional a la familia moderna. En de trabajo; circulación de menores
pesada. También la constatación de cambio, a través de la nueva mira- a través de redes familiares, etc. To-
que las mujeres asumen un papel más da es posible dar c u e n t a d e la dos cambios que confirman el ca-
p r o t a g ó n i ~e n~ época de crisis es una recurrencia de algunos segmentos rácter cultural, histórico y flexible
de las hipótesis que podrían explicar familiares a antiguos mecanismos de la organización familiar.
en la composición de las uni- para hacer frente a la reproducción
dades domésticas, entre otros,
el aumento constante de la Comentarios
proporción de hogares enca- finales
bezados por mujeres, tanto por
separación voluntaria como
Se hace imprescindible
por abandono masculino. Para
las mujeres de las clases popu-
lares, tales situaciones llevan
casi indefectiblemente a la po-
mática familiar y el mapa so-
breza extremalo.
cial de las formas familiares.
De esta manera se enriquece
En los segmentos más po-
el concepto de familia e n tres
bres de la población, dejaron
dimensiones: como categoría
de ser trabajadoras "secunda-
analítica, como realidad so-
rias" para convertirse en las
cial y como sujeto de políti-
proveedoras principales del i-/
sustento familiar". Esta ma- '
yor participación conlleva al
La incorporación de la
mismo tiempo el traslado de
categoría de "formas familia-
su doble estigma de "mujeres
res" e n lugar de LA FAMI-
y pobres" al mundo laboral,
LIA, permite imponer una
lo que las confina a empleos
perspectiva científica y a la
de baja remuneración y pres-
vez realista del fenómeno fa-
tigio, generalmente con ca-
miliar. Esto implica instalar
racteristicas d e trabajo
al grupo familiar como suje-
precario. La observación de
t o social -determinado y
estos fenómenos determinó el
determinante del contexto
énfasis puesto e n los estudios
C I N E P global- y como sujeto histó-
sociales sobre el concepto de
rico complejo -receptor de
"estrategias de sobrevivencia
una multiplicidad de sobredetermi-
familtar". de las condiciones de vida cotidanas
naciones étnicas, de clase, de
y generacionales. Nos referimos a
ro, regionales, etc.-.
Sobre este punto vale la pena la continuidad y recuperación de
señalar una consecuencia intere- L'costumbres" familiares excluídas
Aceptar una definición de fami-
sante. A raíz del análisis de estas del análisis por dichos parámetros lia que se asiente en una pretensión
, "estrategias", se dejaron de lado vie- interpretativos tributarios de la teo-
ideológica no ofrece más perspec-
las perspectivas que excluían como ría de la modernización: ciertas es-
tivas que las de diseñar ( e n el caso
"anormales" formas familiares que tructuras de hogares "anormales" a
de que exista una voluntad política
de hacerlo), políticas sociales mas las que han soportado el mayor miliares sin un papel activo por
discriminatorias que apuntan a re- peso de la crisis en tanto protago- parte del Estado. Consolidar tal
forzar las apariencias de homoge- nistas de estrategias familiares y co- perspectiva tiene como premisa
neidad y armonía, componentes lectivas de supervivencia. Por estas inexcusable un amplio debate y un
esenciales del discurso oficial. Por razones, y desde la perspectiva de la sinceramiento sobre la realidad so-
el contrario, la diversidad familiar familia, son justamente los hogares cial en el marco de una mirada to-
debe legitimizarse enfatizando la encabezados por mujeres los que re- lerante y responsable que sitúe en
naturaleza social, histórica y multi- claman una mayor atención al mis- el centro de la escena la voz de los
cultural de la organización familiar mo tiempo que iniciativas que verdaderos protagonistas.
en oposición a aquellas imágenes estimulen sus potencialidades de
que la condenan a constituirse en modificación definitiva de la estruc-
una unidad natural, sacramentada, tura patriarcal de familia que aún
permanente, universal, rígida e impera en nuestras sociedades. Citas
ideal. Unicamente desde una pers-
pectiva pluralista es posible reco- La incomodidad producida por 1 Críticas al modelo de Parsons desafían
sus afirmaciones sobre el aislamiento de
nocer las tendencias actuales y la rigidez conceptual que separa ta- la moderna familia nuclear y documen-
realizar la reflexión necesaria que jantemente la esfera pública del tan patrones d e asistencia inter-
de cuenta de los patrones de com- universo de lo "privado", conlleva familiares. Ver Bert Adams, Kinship in
portamiento familiar. necesariamente a observar con an Urban Setting, Chicago, Marckham,
1968. Por otro lado, desde la demogra-
detenimiento la relación entre las fía histórica, los hallazgos sobre la pre-
Más del 85% de la población de formas familiares y el Estado. La existencia del modelo familiar nuclear
la América Latina es parte de una premisa parte de la necesidad de al momento de la revolución industrial
defensa de los derechos ciudadanos en Europa Occidental terminaron por
trama familiar. Las familias pobres develar el cariicter ideológico de la pers,
son las más afectadas por las políti- fundamentales por parte del Esta- pectiva estructural-funcionalista.Ver
cas de ajuste. Las mujeres conducen do. A esta responsabilidad no cabe Peter Laslett y Richard Wall (ed.),
con mucha más frecuencia el grupo ninguna excepción, ni siquiera Household and Family in Past Time,
London. Cambridge Universir; Press,
familiar, al mismo tiempo que au- cuando éstos son violados en el 1972. Tamhién en Catalina Wainer-
mentan su participación en el mer- ámbito "privado" del mundo do- man, Vivir en familia, UNlCEF/Losada,
cado de trabajo. Las uniones méstico. En este sentido, el desa- 1994, en el cual se incluye el capímlo
consensuales se han vigorizado como fío implica plantear mecanismos "Familia: Historia de una idea" de mi
autoría que discute la misma temática.
forma legítima de arreglo familiar. viables de intervención que, vía
El Estado prácticamente se ha reti- aumento del gasto social, armoni- 2 Friedrich Engels, The Origins of the
Family, Priuate P~opertynnd the State,
rado de la oferta de servicios socia- cen políticas de generación de Moscow, Foreign Languages Publishing
les. Tal es, a grandes rasgos, el mapa condiciones materiales dignas y House, First Ed. 1981; Pierre G. F. Le
familiar de la región. provisión de servicios de excelen- Play. L' Orgnnisntion de In Familk, París,
Bibliothecaires de lueuvre Sant-Michel,
cia para la consolidación de la vida 1871.
En este escenario merecen men- en familia, con aquellas que pro-
3 Un hito casi fundacional lo constituye
cionarse, como vimos, los aportes muevan una democratización de el número especial sobre América Lati-
innovadores de prácticas y estrate- las relaciones intrafamiliares. La na dedicado por una de las revistas aca-
gias de los sectores populares. El co- profundidad de algunos de los cam- démicas de más prestigio sobre el tema.
razón de tales estrategias se vincula bios producidos en las formas fa- Joumal of Family Histary, vol 3, N. 4,
1978.
a los nuevos roles de la mujer y sus miliares, y en especial aquellos que
efectos sociales. Su aporte como co- afectan a las clases populares, tam- 4 Para un estudia de caso sobre tal diver-
sidad de formas familiares y su grado de
lectivo es crucial en tanto sus rei- bién permite avizorar novedosas consenso social ver Ricardo Cicerchia
vindicaciones de género (explícitas prácticas sociales que estimulan (comp.). Fomvlsfamilia~es,pocesor hir
o no) se plantean como requisitos cierto proceso democratizador en tóricos y cambio social en América Lati-
na, Quito, Abyayala, 1998.
indispensables del respeto y vigen- el seno familiar. Es impensable el
cia de los derechos humanos y del despliegue de esta potencialidad 5 No muy lejos de Trento hoy la doctrina
establecida en el Documento del Pon-
desarrollo social. Han sido ellas mis- renovadora de las relaciones fa- rificio Consejo para la Familia, de 1992.
sigue definiendo a la familia "el santua. Moreau de Justo sobte 500 casos de preceptos: inonogainia, exogamia y re-
de la vida" como una unión natural mujeres víctimas de violencia conyugal presión del placer consagrados en un
fundada en el matrimonio que une, en entre 1989 y 1991 en Buenos Aires, re- acto ritual únrco, heterosexual y perma-
comuniSn permanente de vida y de vela que algo más del 80% de los hoin- nente: el legttimun matrimonrun.
amor, a un hombre y una mujer. Como bres que maltratan a sus cónyuges tiene
ingresos medios y medios altos. 9 Comisión Económica para América
hace más de 400 años la Iglesia conti- Latina v el Caribe (CEPAL). Hacrn .- l l n.
v.,

núa condenando la idea de planifica- Tamara Hareven, Family Time and In- perfil de'lafamiliaactual en Latinoamérica
,ión familiar por ser contraria a íos man- dustrial Time, Cambridge, Cambridge y el Caribe, Santiago de Chile, 1992.
datos divinos; el placer sexual por ser Universiry Press, 1982.
expresión desordenada del placer vené- 10 Es conocida la asociación entre pobre-
reo separado de las finalidades de pro- 8 Vale destacar la importancia del discur- za y hogares con jefes mujeres y la ten-
creación y de unión; y la homosexuali- so religioso en la constitución del ima- dencia hacia la feminización de la po-
dad por tratarse de actos contrarios a la ginario familiar. Y esto también tiene breza. Ver T. Merrick y M. Schmink,
ley natural. una larga historia. Como institución OHouseholds Headed by Wqmen and
clave de todo el edificio social medie- Urban Poverty i n BrazilO, e n M.
6 No hay muchos datos seguros sobre el val, en la organización familiar con- Buvinic, M. A. Lycette y W. McGreevey
fenómeno de la violencia doméstica. Se fluían tanto los aspectos materiales (eds.), Women and Poverty m the Third
esrima que cerca de un 25% del total como simbólicos en el mantenimiento World, Baltimore, J o h n s Hopkins
de homicidios son asesinatos domésti- de las estructuras del sistema de domi- University Press, 1983.
cos donde la víctima es miembro de la nación que organizaba la sociedad. Con __
familia. Y se calcula que entre el 70 y ello el matrimonio, regulador de la 11 AIbeftZMinujfn, Froin "secondary
80% de las mujeres en América Latina transmisión de riquezas y ordenador de workers" to breadwinners. Poor and
han sido víctimas de violencia conyu- la actividad sexual, quedó definitiva- non-poar woinen facing the crisis", Bue-
gal. Algunas de estas cifras son recogi- mente bajo la tutela de la Iglesia, con- nos Aires, mimeo, 1990.
das por Roxana Carrillo, "La violencia virtiéndose en sacramentoen el siglo
contra la mujer: obstáculo para el desa- XII, el único de los siete no instituído
rrollo" en Virginia Guzmán, Patricia por la Biblia. La "sagrada fainilia" sig-
Portocarrero y Virginia Lagos (eds.), nificaba la unión entre la Iglesia y Cris-
Una nueva lectura: género en el desarro- to, representado por el poder absoluto
llo, Lima, Ediciones Flora TristánIEntre del pater. Toda otra "forma" implicaba
mujeres, 1991. Por otro lado, la violen- una transgresión grave a los postulados
cia conyugal no es privativa de los gru- cristianos dramatizados por el catolicis-
pos marginales sino que deriva más bien mo. Desde entonces, y sin muchas va-
de actitudes culturales aprendidas como riaciones, -basta leer los documentos de
fon~ia"natural" de resolución de con- trabajo de la Comisión Episcopal de la
flictos. Una investigación realizada en Pastoral Familiar de 1994.. la moral
Argentina por la Fundación Alicia matrimonial predicada se ajusta a tres

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