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Miraba yo cierto día, una chocita pequeña, caída y muy pobre en un barrio decente.! Y pensaba!

Que choza tan horrible y fea, ni regalada viviría en ella.!

Por cosas de la vida me quedé sin nada, sin techo, sin trabajo, sin empleo.!

Y la única persona que sabia de mi situación era la dueña de esa chocita!

Y precisamente era amiga mía.! Me dijo!, tengo un lugar donde puedes comenzar de nuevo, y me
llevó a su pequeña propiedad! !Me la regalaba! Yo acepté por mi condición. No estaba para
reparos.! Entré y vi todo sucio, rebujado y ennegrecido.! Me sentí fuera de lugar! A dónde fui a
parar! Pensaba yo!

Esa noche, limpié un poco una vieja cama semidesbaratada para dormir en ella. A primera hora de
la madrugada y atisbando por la ventana, la figura escuálida y flaca de una escoba, se perfilaba a
la luz del sol.! La miré, me levanté y la abracé. Comencé a barrer, y entre barrido y barrido mi
percepción de la choza iba cambiando! Al cabo de 3 horas, estaba completamente barrida, limpia
y ordenada! Y sentí algo extraño! Era feita la choza, pero estaba limpia y era mía.!

Comencé a arreglarla y a través de los días ya con todo en su sitio y pintada con unas latas de
pintura podrida que encontré debajo de unos anaqueles, se veía más linda; olía por fuera y por
dentro horrible debido a la pintura pasada, pero el olor se le fue a los 2 días.!

Sembré y pode el jardín desordenado alrededor de la choza y cada vez me parecía más bonita.!

Al cabo de 3 meses conseguí trabajo, gracias a Dios, pues los ahorros se estaban agotando.!

Con un buen sueldo y trabajo fijo, me propusieron cambiar de barrio y de casa, pues ya no era una
chocita sino una casita decente.! Miraba yo este pedacito de tierra con muchas tablas y tejas
viejas, cuando oí detrás mío, una pareja que decía,! Que casita más pobre y horrible! Ni regalada
la recibiría.!

En ese momento mi corazón tomó su decisión.! Esa era la casa donde estaba mi corazón y la veía
hermosa porque fue mía, es mía y siempre será mía hasta que muera.!
Luché por ella cuando creía que no valía la pena, y me brindo si protección y abrigo cuando más lo
necesitaba.

Hoy en día, aunque tengo varias propiedades y ya no viva en ella, siempre la conservaré porque
representa lo más hermoso y vital de mi existencia.!

Y todo aquel amigo que algunas día necesite de un techo y un abrigo!, siempre mi chocita, estará
ahí para que le de una nueva esperanza de vida y comprenda, que la vida, es como esa chocita,
hay que arreglarla, barrerla, pintarla con las mejores o peores cosas que tengas a la mano, y
cuando lo hayas hecho, amarás tu obra.! Aunque sea la más humilde de este mundo.!

Y cuando tengas que dejar esta vida, heredarás al mundo lo mejor de ti.!

William Morales Correa

70.518.007

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