ESCOGIDO POR DIOS PARA COSAS GRANDES – Día 1,

Semana 2
Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová
habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: Mi siervo Moisés
ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo,
a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Josué 1:1-3.
Todos los que hemos sido escogidos por Dios, siempre Dios nos desafía
cuando estamos pasando por un momento crítico, cuando todo lo que está a
nuestro alrededor pareciera negativo, o con el término conocido “patas arriba”.
Sin embargo, todos los que han respondido de manera positiva a ese proceso
han sido prosperados de manera sobrenatural y no solo hablando de lo
económico.
La expresión “Moisés murió” es algo que tuvo que enfrentar Josué, y es el
gran reto que tenemos que afrentar hoy nosotros, es necesario entender que es
nuestro turno para provocar cambios radicales en nuestra familia, nuestra
sociedad, nuestra nación. Tal vez, pusimos nuestra confianza en alguna
persona, trabajo, dinero, etc., y ahora que no está, puede que nos sintamos
inseguros y con el pensamiento del “yo no podré hacerlo …” pero Dios nos
reta y nos dice que hemos sido escogidos por Él para grandes cosas. Todos los
que han respondido con eficacia al llamado de Dios han impactado en la
historia.
“Es mi turno ahora”; debo confiar y creer en el Dios que me llamó, en que Él
me respaldará, pues fue Él quien me convocó y estoy seguro que Él no
abandona. Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como
estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. Josué
1:5.
Dios me llamó y me predestinó desde antes de la fundación del mundo con un
propósito a un lugar, Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes
que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones. Jeremías 1:5. Por
lo cual, mi llamado más importante, más que ser un apóstol, profeta, pastor,
maestro o evangelista, es transformar vidas, mentes y corazones, porque a
donde yo entre, el que va a conquistar no seré yo, será Dios que está conmigo.
Cada uno de nosotros está designado a un territorio, Dios nos da dominio para
que implantemos el mensaje de vida y de esperanza a los oyentes, por eso el
mandato más importante es “id y haced discípulos”, debemos creer que Dios
ya nos entregó la victoria en ese territorio asignado, por eso debemos ir con
una mentalidad ganadora, repitiendo: “Entro, tomo y poseo, la hora de la
conquista ha llegado.”

EL CARÁCTER ANTE TU LLAMADO – Día 3, Semana 2

En el llamado divino que tenemos por parte de Dios, es necesario entender que
tenemos un enemigo, y ese enemigo más que el diablo, es nuestro carácter,
porque cuando nuestro carácter es afectado por la maldición de la
inconstancia, inseguridad o temor, no se podrá conquistar, no se podrá
avanzar, y no se podrá alcanzar el propósito de Dios con nosotros.
Dios nunca le dijo a Josué que su enemigo más grande iba a ser el diablo, pero
lo que si le dijo fue “Esfuérzate y sé valiente” (Mira que te mando que te
esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios
estará contigo en dondequiera que vayas. Josué 1:9). Josué entendió, que el
desánimo, la preocupación, la angustia, la inconstancia, podría llegar a su
mente, pero él aprendió a decir NO a todas esas opciones, él tuvo que vencerse
a sí mismo para poder conquistar Jericó, porque primero Dios tuvo que formar
su carácter antes de hacerlo un conquistador de ciudades. (Mejor es ser
paciente que poderoso; más vale tener control propio que conquistar una
ciudad. Proverbios 16:32) Para poder conquistar lo extremo necesito
conquistar primero mi vida, en un alto nivel de orden y disciplina.
La valentía es uno de los grandes desafíos que Dios quiere activar en nosotros,
valentía quiere decir ser capaz de creer lo que Dios dice, obedecer lo que Dios
hablo sin cuestionar nada. Además, tenemos un Dios grande, y él ha
establecido con nosotros metas extraordinarias, donde somos administradores
de su cosecha, donde repartiremos y ayudaremos a otros a que tengan
herencia. (Sepa que el que hace volver a un pecador del error de su camino
salvará su alma de muerte, y cubrirá multitud de pecados. Santiago 5:20)
Lo que se empieza, se termina, por eso necesitamos trabajar con firmeza y con
disciplina, sin embargo, en nuestras propias fuerzas no podremos hacerlo, por
eso debemos pedir ayudar al Espíritu Santo en oración, que nos fortalezca y
sea nuestro ayudador en todo tiempo y momento, para que se pueda
desarrollar en mi la firmeza y valentía necesaria para conquistar todo lo que se
emprenda. (No se duerman; oren para que puedan resistir la prueba que se
acerca. Ustedes están dispuestos a hacer lo bueno, pero no pueden hacerlo
con sus propias fuerzas. Mateo 26:41)