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DEVOCIONALES PARA PREADOLESCENTES NRO 10 ANABELLA GSAM

Piedras preciosas

Introducción:

Esa es la historia de don Raúl, un hombre que vivía en la plaza de mi barrio. Era una persona
tranquila, no hablaba mucho, tampoco se movía demasiado, parecía como que todo le costaba
mucho: hablar, caminar, comer…

Sus labios estaban resecos, su piel como avejentada por el sol y la ropa que usaba estaba igual
de desgastada.

Algo que siempre me llamó la atención era que nunca reía, ni cuando íbamos a llevarle algo de
comer o simplemente a charlar con él, tampoco agradecía, tengo la impresión de que Raúl había
sufrido mucho.

Un Día fui con mi papá a llevarle unas camisas que ya no usaba: -“A lo mejor le pueden servir”-
dijo mi papá, esperanzado.

Cuando se las dimos, el parecía conforme y se animó a probarse una. Y mientras se sacaba su
vieja camisa, manchada y rota, vemos que en todo su cuerpo llevaba incrustadas las piedras
preciosas más maravillosas! Cuando Raúl se dio cuenta de que habíamos visto las piedras se
cerró la camisa rápidamente.

Coral, esmeralda, topacio, zafiro, rubí…eran algunas de las piedras que llevaba en su pecho
como si alguien se las hubiese incrustado a la perfección.

Mi padre no pudo evitar preguntarle por qué no hacía uso de aquellas piedras para poder tener
una vida mejor, porqué siendo rico, vivía como un mendigo, por qué siendo alguien de tanto
valor, no usaba lo que tenía para ayudar a otros.

Un poco abrumado por las preguntas de mi padre, con voz muy bajita, le susurró:-por
temor…siempre tuve miedo de que mis piedras no fueran lo suficientemente valiosas, o que
quieran robármelas, también tuve temor de que se me gasten, aunque quien me las incrustó me
dijo que mientras las comparta, el seguiría añadiéndome más piedras preciosas.

- ¿Cómo se llama la persona que te puso esas piedras?- preguntó mi padre más que interesado.
- Raúl le contestó con una suave sonrisa: -su nombre es Cristo Jesús.

Desarrollo:

Qué triste es vivir como mendigo, sabiendo que en nuestro interior portamos las más bellas
piedras preciosas.

Que angustioso es llevar puestas las ropas viejas y sucias del temor al “qué dirán”, al “no soy
suficiente”, al temor a que me quiten lo que tengo. Ocultando con estas, la vida más preciosa.

Suena hasta egoísta el hecho de saber que tenemos algo que otros necesitan y por miedo a
quedarnos sin nada, lo escondemos. Pero algo valioso que se esconde, no sirve para nada.

2 Corintios 9:11 (NVI)


Ustedes serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser
generosos, y para que por medio de nosotros la generosidad de ustedes resulte en
acciones de gracias a Dios.
DEVOCIONALES PARA PREADOLESCENTES NRO 10 ANABELLA GSAM

Dios nos hizo ricos al depositar en nosotros dones y talentos con el fin de que podamos ser
generosos y que por nuestra generosidad, otros conozcan a Cristo Jesús.

Raúl vivía como mendigo porque no creía que lo que Cristo Jesús había puesto en él era tan
valioso en realidad.

La fe también es un don de Dios, es un regalo.

La fe es la capacidad que tenemos de creer en Dios. Esa fe fue puesta en nosotros cuando
Cristo Jesús vino a vivir a nuestro corazón. Es la que hace que no dudemos en lo valiosos que
somos y que por su vida en nosotros, somos enriquecidos y tenemos la capacidad de compartir
esas riquezas a los demás para que ellos también al ver nuestra generosidad puedan recibir su
vida.

¡Tienes en tu espíritu una vida llena de riquezas! ¡Tienes mucho para dar!

Dios llenó tu vida de dones espirituales, como las que ya hemos mencionado en otro devocional
y también puso en dentro tuyo habilidades y recursos materiales. Tanto los dones como las
habilidades y recursos son como las piedras preciosas de Raúl.

Estas habilidades son los talentos. A algunos de nosotros Dios puso talento para el dibujo, la
música, el deporte, el teatro, la danza, etc.

Los recursos materiales son las cosas que tenemos que nos ayudan a cumplir el plan de Dios.
Por ejemplo el dinero, nuestra casa, juguetes, ropa, útiles, que podemos compartir y que otros,
al ver nuestra generosidad, van a ver a Dios en nosotros.

Papá pudo ayudarle a descubrir a Raúl lo valioso que era en Cristo Jesús y creyó por medio de
la fe, que esas riquezas que llevaba en su pecho eran inagotables, por lo cual, su temor a
compartir se desapareció.

Desafío de hoy:

 Hablamos con Dios:

Amado Dios, quiero pedirte perdón por no creer en que la vida de Cristo en mí me hace valioso y
lleno de riquezas para compartir.

Ayúdame a ver la necesidad de las personas para poder ser generoso con ellas y que puedan
verte en mí.

No tengo temor a que algo me falte porque tu vida en mí nunca se acabará.

 Hago una lista de los dones, talentos y recursos naturales que puedo compartir con los
demás:
Dones:__________________________________________________________________
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Talentos:________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
Recursos materiales:______________________________________________________
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DEVOCIONALES PARA PREADOLESCENTES NRO 10 ANABELLA GSAM

Ordeno la frase:

1) está en nosotros. de riquezas Somos portadores porque Cristo

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2) los talentos Estas riquezas y los recursos materiales. son los dones,

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3) y por nuestra generosidad, para compartirlas, muchos reciban la vida de Cristo. Portamos
estas riquezas

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Valen
Alfieri

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