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Descubriendo

una vida
indestructible

ANABELLA GSAM
Agradecimientos

A Dios por habernos elegido para este tiempo como una familia que
viva, que exprese y que imparta esta vida indestructible hasta lo úl-
timo de la tierra
A mis más hermosos compañeros en este maravilloso sendero: mi
esposo Adrián y nuestros hijos Milena y Matias. Gracias a ustedes
no renuncié a mitad de camino. Cada valle y cada montaña, en días
tormentosos y en los más soleados son mi norte. Que puedan ver a
Cristo en mí, es mi mayor inspiración.
A todos los que colaboraron con el avance de la vida de Cristo en no-
sotros, enseñándonos por medio de palabras y hechos que esta vida
es genuina.
A nuestro Pastor Ezequiel Galvano y a la Familia VIDA ETERNA por
cuidarnos y colaborar para que el diseño de Dios se haga efectivo en
y a través nuestro.
Prólogo

Doy gracias a nuestro Señor por esta herramienta maravillosa que


no dudo ha  sido inspiración de Dios con la clara intención de formar
a Su Hijo más y más en nosotros.
Encontré en estas páginas no solo una lectura devocional profunda,
clara y sencilla, sino también una fuente de inspiración personal, 
impulsandome a profundizar mucho más en Él.
Ruego al Señor que esta primera edición pueda no sólo llegar a cada
pastor, líder, colaborador, congregante y Casas de Vida dentro de
nuestra institución en todo el mundo (ICVE). Sino también el Espí-
ritu me da testimonio que será de gran ayuda en la edificación de lo
que DIOS está haciendo en toda Su Iglesia.  Una iglesia que es mu-
cho más gloriosa que cualquier institución, división o congregación
humana. Una iglesia que proclama y manifiesta al UNO.
Una iglesia que da gloria a DIOS y no a los hombres. Una iglesia que
deja ver al Hijo de DIOS en todo lo que hace, en todo lo que es.
Por último quiero honrar a DIOS por la vida de Anabella y Adrián. Un
Matrimonio que nos inspira en todo lo que él Padre está haciendo a
través de sus vidas no solo en ICVE Dean Funes sino también en toda
Su iglesia.

Pastor Ezequiel Galvano


Sobre el autor:

Mi nombre es Anabella Gsam. Soy esposa de Adrián y mamá de Mi-


lena (12) y Matias (13).

Juntos, pastoreamos la congregación de Vida Eterna en la ciudad de


Deán Funes - Córdoba, Argentina.

Hace dos años escuchamos el llamado de Dios de salir de la ciudad


de Rosario, Santa Fe, para venir a colaborar con el avance del evange-
lio en esta ciudad, a lo que obedecimos inmediatamente, dejando
todo lo seguro y conocido hasta ese momento. Trabajos, escuelas,
amigos, familia, quedaron en Rosario y nos aventuramos a comen-
zar de cero.
Estos años fueron un trato de Dios tremendo y maravilloso, que le
permitió formar el carácter de su hijo en nosotros, aunque no lo he-
mos alcanzado todo aún, seguimos en este interminable y desafian-
te proceso de transformación.

Los cuatro, hemos aprendido a ser un equipo, donde todos nos sabe-
mos participantes y colaboradores de esta asignación: “Llenarlo todo
de Cristo” y eso continuaremos haciendo mientras Dios así lo quiera.
Sobre el libro:

CRISTO EN MÍ
Descubriendo una vida indestructible

Este es un libro escrito para que cada día puedas contemplar a Dios,
meditar en su palabra y descubrir la vida indestructible que está en
nuestro interior. Cristo en mí, Cristo en mí familia...Cristo en todo, du-
rante 80 días te llevará por un recorrido por el que irás descubriendo
tesoros eternos que transformarán tu vida y tu entorno, para que de-
jes una huella de amor y propósito que trascienda tu tiempo y recon-
cilie generaciones.

Te invito a que lo leas y lo compartas a quienes consideres que les va a


colaborar a su crecimiento y misión en la tierra.

Este material no tiene un precio, pero si un valor, te invito a que si sos


guiado a colaborar con la obra que estamos realizando, puedas ha-
cerlo con libertad y alegría.

Te dejo mi CBU : 0110239230023908422083

Espero que lo disfrutes!!!


Introducción:

“CRISTO EN MI” es un recorrido de varios años.


Trayecto en el que sigo experimentando la libertad de Dios en mi
alma, desterrando mentiras plantadas en mi mente e implantando
su verdad.
Tengo que admitir que muchas veces me resistí a ese trato, a ser
moldeada a su imagen, porque no es agradable cuando El Alfarero
debe presionar, romper, y volver a crear, pero atrave-sando el que-
branto Dios me ha llevado a acercarme cada vez un poco más a ser
aquella Anabella que él diseñó en la eternidad.
Descubrir a Cristo en mí, fue el comienzo de un camino por momen-
tos asombroso, por otros lleno de incertidumbre…
El camino me invitó a mí en primera instancia pero no tardó en lla-
mar a mi familia y la congregación que Dios nos dio a administrar.
Es imposible que nuestro entorno no sea afectado cuando esta vida
indestructible comienza a transformarlo todo desde el interior del
alma hacia el exterior.
Te invito a que recorramos juntos esta desafiante ruta, mantenien-
do la mirada fija en la meta y atentos a todos los eventos que el Pa-
dre permite para que a la imagen del diseño divino sea una realidad
en nuestro diario vivir.
CAPITULO 1

Cristo
en Mí
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Día 1: Un nuevo nacimiento

“Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu,[a]
espíritu es. No te maravilles de que te dije:
Os es necesario nacer de nuevo.”
JUAN 3: 6 | RVR1960

Hay una nueva vida plena y abundante, descansando en el espíritu


de todos los que por gracia hemos sido renacidos.
Nuestra existencia se encontraba vacía, sin sentido, enferma, co-
rrompida. Nuestros pensamientos abrumados por las ansie-dades
del día a día, la culpa de los errores del pasado y el temor a un futuro
incierto.

Nuestros cuerpos agotados y enfermos, manifestando la decadencia


del alma, cuerpos que son esclavos del devenir del ser corrompido,
tendiente a desaparecer.

Pero la gracia llegó a nosotros y nos volvió a conectar con la vida de


Dios. Nos dio vida cuando estábamos muertos. No fue nuestro méri-
to, fue pura gracia, solo hay que aceptarla. Esta nueva vida es Cristo,
la plenitud de Dios que se hizo hombre para lavarnos y se hizo Espí-
ritu para habitar en nosotros.
Cristo es vida eterna, la vida del Espíritu, que por la fe vino a resuci-
tar a nuestro espíritu muerto en nuestros delitos y pecados, para que
por el conocimiento, entendimiento y la obediencia a esa verdad,
también nuestra alma y nuestro cuerpo sean llenos de esa plenitud.

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CAPITULO I | Cristo en mí

Es necesario nacer de nuevo. Es necesario que nuestro espíritu sea


lleno de la vida que hay en Cristo.
Para que todo nuestro ser pueda experimentar y manifestar la belle-
za de haber sido creados con un propósito: ser y expresar la plenitud
del amor de aquel que lo llena todo en todos.

Necesitamos
Nacer
De Nuevo

Día 2: Obediencia

Dios tiene un propósito y es que la vida de su Hijo se exprese en no-


sotros.
Algunos habíamos entendido que la vida de la fe se trataba de una
lista de cosas que no debíamos hacer para así agradar a Dios.
También creímos que si hacíamos muchas cosas buenas íbamos a
producir el mismo efecto. Ambas cosas lejos de producir el resultado
esperado, lograron traer solo frustración.

“Pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como


el hacer para que se cumpla su buena voluntad.”
FILIPENSES 2:13 | NVI

Es Dios quién produce en nosotros el realizar las buenas obras en


Cristo Jesús.

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CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Fuimos creados para llevar a cabo las obras que hay preparadas para
nosotros en Cristo Jesús.

No está en nuestra naturaleza humana la capacidad de obedecer a


Dios. Por más rituales y tradiciones que sumemos a nuestras vidas,
nada eterno puede salir de una naturaleza corrompida.
Por eso Dios nos dio a su Hijo Cristo Jesús, varón perfecto, que pudo
obedecer y cumplir el propósito para el cual había sido enviado,
quien por amor al Padre y a nosotros pudo ir a la cruz venciendo así
la desobediencia y corrupción del ser humano y resucitando nos de-
volvió la vida plena y abundante.
Hoy podemos disfrutar de esa plenitud permitiendo que Cristo crez-
ca en nosotros y siendo personas que expresen Su vida.

Es Cristo quien obedece en nosotros.


Por lo tanto la obediencia no va a ser una obligación, si no que por
amor a la Vida que portamos vamos a fluir en la expresión de la obe-
diencia de Cristo a través nuestro, cumpliendo así el propósito por el
cual fuimos creados.
No hay mayor plenitud que en el hecho de expresar la Vida maravi-
llosa que se encuentra en Cristo.

Hay plenitud
en quien
obedece por
amor y
no por oblig
ación

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CAPITULO I | Cristo en mí

Día 3: Reconciliados

La Vida de Cristo en nosotros, nos reconcilia con los talentos y habi-


lidades que fueron implantados para el desarrollo de una vida plena
y llena de Propósito.

2 corintios 5: 11-20 nos instruye sobre nuestra misión en la tierra.


Fuimos llamados a anunciar la mejor noticia que alguien puede re-
cibir: Cristo en nosotros es reconciliación con Dios y con todo lo que
había enemistad (talentos, vínculos, recursos) y también produce la
restauración de nuestras emociones y motivaciones.

“Y por medio de El (Cristo) reconciliar todas las cosas consigo,


habiendo hecho la paz por medio de la
sangre de su cruz, por medio de Él, repito,
ya sean las que están en la tierra o las que están en los cielos.”
COLOSENSES 1:20 | LBLA

Fuiste reconciliado con Dios para reconstruir tu identidad funda-


mentada en las bases de quién te diseñó. Nadie como Él para mos-
trarte tu valor y propósito.

Fuiste reconciliado para reconciliar al mundo con Dios.

Él te asignó una tarea: ser un instrumento de amor que una nueva-


mente al hombre con su Creador, a un hijo con su Padre.

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CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

La vida de Cristo en vos, te reconcilia


con los talentos que Dios implantó en tu
vida antes que nacieras, para que te
desarrolles plenamente en el propósito
por el cuál fuiste creado.

¡Somos embajadores de Reconciliación!

Día 4: Llenos de él

Una heladera vacía de todo lo que me lleve a alimentarme mal, va a


provocar la necesidad de alimentarme de lo que me hace bien.

“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre,


que está viciado conforme a los deseos engañosos...”
EFESIOS 4:22 | RVR 1960

El ir a la cruz cada día nos lleva a vaciarnos completamente de todo


lo vano, lo corrupto y lo pasajero. Aunque eso implique quedarnos
sin nada, la llenura del Espíritu está asegurada por la vida del Hijo
que vive en nosotros.

Así nuestra vida tiene que ser vaciada de las estructuras mentales
y religiosas que lejos de traer madurez, nos mantuvieron educando
al viejo hombre para que se porte bien, conteniéndolo para que sea
“correcto” en vez de ser crucificado para que el nuevo hombre, la Vida
de Cristo en nosotros, nos resucite al propósito por el cual fuimos
creados.

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CAPITULO I | Cristo en mí

Tiempo de vaciarse de lo pasajero, que por más inocente que parez-


ca, incluye hábitos y necesidades que nos desenfocan de lo eterno
que estamos llamados a manifestar.
Dios te muestre en estos días de que cosas tenés que vaciarte para
poder ser lleno en el alma de la plenitud de Dios que habita en tu
espíritu plenamente regenerado.

Ir a la cruz para
ser vaciados de lo
viejo y ser llenos
de la vida de Dios.

Día 5: Dieta equilibrada

Naturaleza pecaminosa, Adámica y naturaleza del Espíritu (vida de


Cristo) ambas nos habitan.

¿ Cuál gobernará? La que mejor alimentemos.


Así como con nuestro cuerpo, la vida del espíritu o la carne crecerán
de acuerdo al alimento que consumamos.

Las golosinas son sabrosas, tentadoras, nos dan una saciedad inme-
diata y placer momentáneo, pero no son saludables, no contienen
los nutrientes necesarios y tarde o temprano el organismo nos pasa
factura por consumirlas.

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CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

El verdadero alimento nos ayuda a crecer sanos y aunque a veces nos


sea difícil permanecer en una conducta de alimentación saludable,
volverla un hábito es una decisión de todos los días, hasta que esta se
vuelva natural e instintiva.
La carne se alimenta de las golosinas, de lo pasajero y el espíritu de
lo eterno, el alimento saludable.
La primera es vanidad, y su fruto corruptible. La segunda es Vida Ple-
na y su fruto es Eterno.

 “En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es:
amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control
propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!Los que pertenecen a Cristo Jesús han
clavado en la cruz las pasiones y los deseos de la naturaleza pecaminosa y los han
crucificado allí. Ya que vivimos por el Espíritu, sigamos la guía del Espíritu en cada
aspecto de nuestra vida. No nos hagamos vanidosos ni nos provoquemos unos a
otros ni tengamos envidia unos de otros. “
GÁLATAS 5:22-26 | NTV

Para tener hambre de


lo eterno, necesito dejar
de alimentarme de lo
pasajero

Día 6: Construyendo identidad

Nuestros pensamientos acerca de nosotros mismos están limitados


por nuestra mente natural y finita y por todas las voces a las que les
hemos prestado nuestros oídos.
Una persona que creció escuchando que es un tonto, probablemente
llegue a la adultez creyendo que lo es.
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CAPITULO I | Cristo en mí

Las palabras en nuestra mente son los ladrillos que construyen nues-
tra identidad, por eso es tan importante que podamos identificar
cuáles son engaño y cuales verdad.
La manera de reconocer las palabras de engaño es conociendo la ver-
dad y toda verdad viene de Dios, por lo tanto todo engaño viene de
Satanás.
Sólo conociendo los pensamientos de nuestro Creador, podremos
saber quiénes somos en realidad y nuestro propósito en la vida.

1 Corintios 2 nos enseña que podemos conocer Sus pensamientos


porque en nosotros habita la mente de Cristo.
A medida que nos dediquemos más y más en conocer Su Vida en no-
sotros, nos conoceremos a nosotros mismos.

“Pues yo sé los planes que tengo para ustedes—dice el Señor—. Son pla-
nes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza.”
JEREMÍAS 29:11 | NTV

Conociendo lo que Dios dice de nosotros, vamos a poder decidir con


que ladrillos edificar nuestra identidad, ya no seremos esclavos del
engaño por ignorar lo que Dios dice de nosotros, sino, que podremos
poner un freno a las palabras de engaño por medio del conocimiento
de la verdad.

soy debo
Para saber quién
amientos que
conocer los pens
ne sobre mí.
quien me creo tie
,
Conociendo a Dios
tidad
descubro mi iden

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CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Día 7: Amor = Compromiso

Un padre que pasa la noche en vela cuidando a su pequeño.


Un amigo que relega su salida para contener a su amigo angustiado.
Un esposo que elige serle fiel a su mujer.
Una misionera que renuncia a la comodidad del sistema para ayudar
a quienes lo necesitan...
Para quien ama, el compromiso es algo natural. No es forzado, ni
premeditado, la misma Naturaleza de Amor en la que fluye, lo lleva
a transitar el compromiso como una forma de vida.

La totalidad y plenitud del amor de Dios está expresada en Cristo Je-


sús, por lo tanto, está comprometido a proteger, cumplir, sustentar,
alimentar y hacer crecer a quien ha decidido que la vida de Su Hijo
se exprese en él. 

“Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el
que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.”
JUAN 3:16 | NTV

El amor es sufrido, es paciente, todo lo soporta, todo lo espera…(1 Co-


rintios 13)
Este es el amor de Dios hacia nosotros. Dios nos ama no por lo que
hicimos, sino porque somos sus hijos en Cristo.

Si nuestro amor por Dios crece, se verá reflejado en nuestro compro-


miso en cuanto a sus negocios, en nuestra entrega, santidad y amor
por el prójimo.
No vamos a ver como una pérdida el tiempo, dinero, o energía inver-

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CAPITULO I | Cristo en mí

tida en sus planes, porque le amamos tanto que nuestra vida le per-
tenece y todo lo que entreguemos por su causa será una expresión
de ese amor.

Para quien ama


comprometerse
es algo natural

Día 8: Cristo es nuestro límite

Nuestra vida en la tierra está llena de limitaciones externas en cuan-


to a tiempo, espacio y también limitaciones internas, construidas en
la mente por lo que escuchamos y creímos sobre nosotros mismos o
la realidad que nos rodea.
Somos esclavos de lo que creemos, en el sentido de que lo que cree-
mos es lo que nos frena o nos impulsa.

Ya sea que creamos en una persona, en nosotros mismos, en Dios o


en la nada, estamos sujetos a tal sistema de creencias, a veces por
voluntad propia y a veces por ignorancia.
El apóstol Pablo decía que era esclavo de Cristo, no porque no tenía
opción, si no por decisión propia, porque conocía y estaba cimenta-
do en el amor de Dios.

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CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Él fue atraído por ese amor que lo llevo a elegir lo eterno a lo vano,
lo profundo a lo superficial, lo verdadero a lo falso, lo incorruptible a
lo que perece y así descubrió la inmensidad de la salvación de Cristo
en su alma. Salvación tan ancha, larga, alta profunda, que restauró
cada rincón de su alma, trayéndole la libertad Plena de ser un hom-
bre conforme al diseño por el cual había sido creado.

“Entonces Cristo habitará en el corazón de ustedes a medida que con-


fíen en él. Echarán raíces profundas en el amor de Dios, y ellas los man-
tendrán fuertes. Espero que puedan comprender, como corresponde a
todo el pueblo de Dios, cuán ancho, cuán largo, cuán alto y cuán profundo
es su amor. Es mi deseo que experimenten el amor de Cristo, aun cuando
es demasiado grande para comprenderlo todo. Entonces serán completos
con toda la plenitud de la vida y el poder que proviene de Dios.”
EFESIOS 3:17-19 | NTV

Por ese Amor vivió y murió, sabiendo que partía habiendo cumplido
el Propósito por el cual fue creado.
Hoy podemos llevar nuestros límites personales a la cruz, y morir
a todo sistema de creencias que nos esclaviza al temor, a la incerti-
dumbre, a lo vano y terrenal y así comenzar a descubrir la libertad
de cada área de nuestra alma, con la cual Cristo nos hizo libres, com-
prendiendo la inmensidad de Su Salvación.

Todos tenemos limitacione


s, per
podemos elegir si estos ser o
nuestros temores o nuest án
ros limites
serán la anchura, largura,
altura y
profundidad del amor de
Dios.

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CAPITULO I | Cristo en mí

Día 9: Calidad de vida

A veces la ignorancia o desconocimiento sobre ciertos temas es in-


evitable. No podemos conocerlo todo, saberlo todo.
Pero cuando se trata de Vida, conocer cómo cuidarla, desa-rrollarla
y reproducirla, producirá en nosotros buena admi-nistración y com-
petencia para el cumplimiento del Propósito por el cual fuimos crea-
dos.

“Y nosotros hemos recibido el Espíritu de Dios (no el espíritu del mundo),


de manera que podemos conocer
las cosas maravillosas que Dios nos ha regalado.
Les decimos estas cosas sin emplear palabras que provienen de la sabi-
duría humana. En cambio, hablamos con palabras que el Espíritu nos
da, usando las palabras del Espíritu para explicar las verdades espiritua-
les; pero los que no son espirituales no pueden recibir esas verdades de
parte del Espíritu de Dios. Todo les suena ridículo y no pueden entenderlo,
porque solo los que son espirituales pueden entender lo que el Espíritu
quiere decir. Los que son espirituales pueden evaluar todas las cosas, pero
ellos mismos no pueden ser evaluados por otros. 
Pues, «¿Quién puede conocer los pensamientos del Señor?
    ¿Quién sabe lo suficiente para enseñarle a él?». Pero nosotros entende-
mos estas cosas porque tenemos la mente de Cristo. “
1CORINTIOS 2:12-16 | NTV

Conocer la abundancia de la vida de Cristo en mí y todo lo que me


fue concedido en su cruz y resurrección, me sumerge en una realidad
espiritual que a medida en que la creo y camino en ella, me lleva a
recorrer la senda del propósito de una vida diseñada no por casuali-
dad o un error si no, concebida en la eternidad por amor y planifica-
da para el deleite del Padre.
Si tengo una herramienta o electrodoméstico del que desconozco su
utilidad y valor, difícilmente podré cuidar y disfrutar de su potencial.

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CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Así es con la vida de la fe, la vida de Cristo en mí.

Es nuestra responsabilidad y derecho en el Hijo, dedicar tiempo en


conocer esta Vida, y así cuidarla por el valor que tiene y disfrutar de
la Plenitud que se produce cuando restaura cada área de nuestra
alma y por medio de ella y el conocimiento de Su Propósito, impartir
la restauración del diseño eterno a cada vida.

Nuestra calidad
de vida es
directamente pr
oporcional al
entendimiento de
la vida de
Cristo en nosotr
os

Día 10: La oración 1

“Y así como sabemos que Dios oye nuestras oraciones, también sabe-
mos que ya tenemos lo que le hemos pedido.”
1 JUAN 5:15 | DHH

¿Cuál sería tu oración si supieras que ya lo tenés todo? ¿Orarías?¿-


Tendrías una motivación para orar?

Cuantas veces nos hemos frustrado porque vemos que nuestras ora-
ciones no son contestadas, porque nos han enseñado que “Dios va a
conceder los deseos de nuestro corazón”, porque basta con “ver las
cosas que no son como si fuesen” y demás frases bíblicas, que aun-
27
CAPITULO I | Cristo en mí

que son verdaderas, sacadas de contexto dejan de ser del todo cier-
tas.
Tenemos que entender que cuando fuimos trasladados de las tinie-
blas a la luz, fuimos muertos al pecado, a nuestra antigua naturaleza
y resucitados en la naturaleza de Cristo, viviendo desde ese momen-
to para dar a conocer esa Salvación al mundo.

Esa es nuestra realidad en el espíritu, ese fue el diseño de Dios para


nosotros, ese es su único propósito: ser expresión de su Hijo para
que muchos puedan ser trasladados de las tinieblas a la luz. Ese es
el Evangelio.

Dios no está comprometido en conceder nuestros deseos persona-


les, ni satisfacer nuestros caprichos o sostener proyectos que nada
tienen que ver con Su propósito.
Orar sin saber si aquello que pedimos se alinea al diseño por el cual
fuimos creados, nos va a traer frustración y enojo. Porque Dios solo
escucha un latido, el del corazón de Su Hijo Amado en nosotros. Es-
tábamos muertos en nuestros delitos y pecados y fuimos resucita-
dos en el Hijo.
Por lo tanto, Dios solo está comprometido en manifestar los deseos
de Su Hijo y quienes vivan en el Hijo, tendrán su mismo sentir, su
mismo deseo.
Esa es la oración efectiva. Aquella que está alineada al corazón de
Cristo Jesús.

Cuando nuestros deseos son los suyos, que estos deseos se manifies-
ten es cuestión de tiempo, obediencia y permanencia.

“Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que


proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido”
1 CORINTIOS 2:12 | RVR1960
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CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Es hora de invertir nuestra vida en conocer lo que por gracia ya nos


fue concedido.
Oramos no como necesitados, si no desde una posición de hijos en
Cristo. Oramos como quién ya lo tiene todo en Él.

Para saber quién soy debo


conocer los pensamientos que
quien me creo tiene sobre mí.
Conociendo a Dios,
descubro mi identidad

Día 11: La oración 2

La oración es el medio de comunicación que Dios tiene con su Hijo,


Cristo Jesús, quien vive en nosotros.
Es el diálogo del Padre con el Hijo y del Hijo con el Padre, diálogo en
el cual somos introducidos cuando entendemos que nosotros habi-
tamos en el Hijo.
Si somos hijos de Dios, no es por mérito propio, sino por la vida de
Cristo en nosotros y porque nuestra vida natural fue introducida en
la resurrección del Hijo.
Si vivimos es porque estamos EN Él. Por lo tanto todo lo que el Padre
le heredó al Hijo nos pertenece por gracia. Porque estamos DENTRO
del Hijo.
Oramos verdaderamente cuando nos despojamos de nosotros mis-
mos para escuchar lo que el Padre habla y cuando hablamos lo que
el Hijo habla.

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CAPITULO I | Cristo en mí

Oramos efectivamente cuando nuestro deseo es alinearnos a Su vo-


luntad y cuando deseamos poder ver, conocer, entender y caminar
en el Hijo, porque fuimos creados para ser expresión de su vida.

Oramos para que nuestros ojos sean abiertos a su realidad, a lo que


el diseñó para nosotros desde antes de la fundación del mundo, no
para manipular, cambiar, torcer la voluntad de Dios.

La oración en el Espíritu es aquella que nace en el corazón del Hijo:


“Que no se haga mi voluntad, si no la tuya”. (Lucas 22:42).

Si esta es nuestra oración, no como una frase “amuleto”, sino que


es un deseo que nace de la misma vida de Cristo en nosotros, todo
aquello que anhelemos para que esa vida se exprese, nos será ma-
nifestado.

No oramos para manipular


la voluntad de Dios, sino
para introducirnos en ella

Día 12: Completos en Cristo 1

No te dejes engañar por quién te ofrece soluciones externas y super-


ficiales. No te dejes convencer por la tentación de ir a buscar un nue-
vo milagro. No cedas a la seducción de las palabras aduladoras que
quieren hacerte creer que lo lograste solo por tus fuerzas.
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CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Por gracia eres portador del tesoro por el cual ningún recurso va a
faltarte, en tu espíritu se encuentra el pan de vida, que sacia tu vora-
cidad, y corre el río del agua te refresca, te lava y calma tu sed.

No hay nada externo que necesites para el cumplimiento del Propó-


sito eterno en tu vida, pero el desconocimiento de esta plenitud, te
puede llevar a vivir como un indigente hasta el fin de tus días, men-
digando migajas a sistemas, personas, cosas, que lejos de saciarte,
harán crecer el resentimiento, la tristeza y el vacío.

“Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas suti-


lezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos
del mundo, y no según Cristo. Porque en él habita corporalmente toda la
plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza
de todo principado y potestad.”
COLOSENSES 2:8-10 | RVR 1960

Estás completo en Cristo, nada más necesitas.


Decidíte a conocerle y verás habilitarse todos los recursos para que la
plenitud de vida que Dios diseñó para vos, comience a manifestarse.

Todos los recursos que necesitamos


para el cumplimiento del diseño eter
no,
fueron reunidos en Cristo
Si nuestro deseo es darle a conocer
,
en el tiempo perfecto se habilitarán

31
CAPITULO I | Cristo en mí

Día 13: Sumergidos en su realidad 1

Cada día podemos elegir en que realidad sumergirnos, en la reali-


dad natural o la del Espíritu.
La realidad natural va a ser percibida por los sentidos y emociones.

Esta realidad es tan atractiva como efímera y nuestro estado de áni-


mo juzgará sus desventajas y beneficios, cuestión que dará como re-
sultado la inconstancia y vulnerabilidad en la que estamos nadando,
dependiendo de nuestra limitada capacidad para resolver lo que se
escapa de nuestras manos.

La realidad del Espíritu nace de la Vida de Cristo en nosotros. Inco-


rruptible, eterna, invariable y plena. Su realidad nos invita a pensar
con Su mente, que piensa más allá de la realidad que nuestros sen-
tidos pueden comprobar y nuestra mente finita puede comprender.

“pero los que no son espirituales no pueden recibir esas verdades de parte
del Espíritu de Dios. Todo les suena ridículo y no pueden entenderlo,
porque solo los que son espirituales pueden entender
lo que el Espíritu quiere decir.
1 CORINTIOS 2:14 | NTV”

Sumergidos en su realidad, soñamos Sus sueños sin temor al fracaso


porque en Su realidad todo lo que necesitamos para el cumplimien-
to de Su Propósito Eterno nos fue concedido en la Vida de Cristo que
descansa en nuestro espíritu.
Sumergirnos en Su realidad significa ser desafiados a lo imposible
para los ojos naturales y que nuestros ojos espirituales sean abiertos
a nuevos paisajes y diseños en los que vamos a caminar.

32
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Para la mente natural será una locura, para la mente de Cristo en no-
sotros, lo imposible es un hecho consumado en la Cruz.

No se trata
Dios en nuestde incluir a
sino de sum ra realidad,
ergirnos en
la suya.

Día 14: La oración 3

Cada proceso que se nos permite vivir es un nuevo desafío en el cual


se pone a prueba todo lo que hemos edificado en nuestra vida.
Conceptos, ideas, prejuicios, conocimiento, fe...todo es probado en
un proceso.
En esos momentos de crisis, se manifiesta la naturaleza que alimen-
tamos.
Mi abuela decía “el zapallo da zapallitos, no da melones”, y sin sa-
berlo me estaba enseñando que es imposible que una semilla de
otro fruto que el que porta en su interior.
Cuando una semilla atraviesa el proceso de muerte, a su tiempo, por
la madurez que el desarrollo de esa naturaleza produce, da el fruto
que expresa aquella naturaleza que fue desarrollada.

Pero la realidad nos dice que somos expertos en aparentar la supe-


ración de un proceso cuando lo que hemos hecho es pasar por el cos-

33
CAPITULO I | Cristo en mí

tado, evadiendo el dolor y la muerte, por lo que el fruto que expresa-


mos es tan vano, vacío y superficial que es imposible que se sostenga
en el tiempo, entonces luego expondremos la semilla del orgullo, la
justicia propia y el temor que hemos verdaderamente desarrollado.
Cuando Jesús atravesó su proceso más duro y terrible pudo decir “si
es posible, pasa de mi esta copa, pero que se haga tu voluntad”...
él pudo decirlo, no porque era Dios, porque era 100% hombre, pero
había aprendido obediencia y desarrollado la Vida que portaba en
su interior.
Por esta misma razón el apóstol Pablo pudo decir:

“Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada


vez más excelente y eterno peso de gloria;  no mirando nosotros las cosas
que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son tempora-
les, pero las que no se ven son eternas.”
2 CORINTIOS 4:17-18 | RVR1960

Pablo podía ver lo que le esperaba luego de atravesar el proceso: “un


mayor peso de gloria”. Esto es, una mayor medida de Cristo expre-
sada en él.

Oramos no para pasar por el costado de la crisis sino para enfrentar-


la en el entendimiento de que en el dolor y muerte que se produce
en nuestra vieja naturaleza corrompida, el Árbol de Vida se expande
con potencia y gobierno, haciéndose inque-brantable en nosotros.

Oramos, no para evadir los procesos, sino para atravesarlos sabiendo


que una mayor medida de plenitud nos está esperando.

34
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

adir los
No oramos para ev
atravesarlos
procesos, sino para
ósito que
entendiendo el prop
io de ellos.
Dios tiene por med

Día 15: Libres del pecado

“Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia


que es en Cristo Jesús.”
2 TIMOTEO 2:1 | RVR1960

Ser cada día mejor es el deseo de casi todas las personas.


Intentamos ser más generosos, dejar de criticar o volvernos más
afectuosos con quienes amamos. Y eso está muy bien. Pero nunca
lograremos arrancar de raíz aquellos hábitos o pensamientos que
boicotean el diseño de Dios e impiden que vivamos la plenitud que
Cristo nos otorgó en la cruz.

Luchamos, nos agotamos, nos frustramos y volvemos a comenzar...


porque el problema no son “los pecados” si no nuestra naturaleza de
pecado.

La naturaleza de pecado es aquella que obtuvimos en Adán cuando


decidió que era mejor independizarse de Dios y los pecados son la
expresión de esa naturaleza creciendo en nosotros. Es decir que los
35
CAPITULO I | Cristo en mí

pecados no son un problema en sí, sino que manifiestan una natura-


leza que debe morir.

Cristo se hizo hombre en Jesús e hizo morir a esa naturaleza en la


cruz para resucitar y volver a la humanidad a su diseño eterno. Por
eso todo los que estamos en Cristo vivimos en un constante proceso
de muerte a la naturaleza de pecado y resucitando en Él somos de-
vueltos al diseño por el cual fuimos creados.

Si alimentamos la naturaleza de Cristo en nosotros, la naturaleza de


pecado morirá de inanición y los pecado dejarán de ser un problema.

Para resucitar en Su vida victoriosa y plena primero debemos morir a


la vanidad y egoísmo de la naturaleza humana.
Si la naturaleza de Cristo crece en nosotros nuestras luchas serán
no por los pecados si no que esforzándonos en Su gracia, (esto es
que voluntaria e intencionalmente busquemos conocer, meditar
y aprender sobre su gracia en nosotros) logremos expresarlo con
toda nuestra vida.

No oramos para
tad
manipular la volun
de Dios, sino para
la
introducirnos en el

36
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Día 16: Dime que consumes

Es muy fácil reconocer la inclinación política de un fiel militante.


Su discurso, sus palabras, su estilo de vida, hasta sus publicaciones
expresan el modelo que lo gobierna, más allá del partido de turno,
más allá de que todos estén en contra de su postura, el militante fiel
no se mueve de aquello por lo cual ha entregado su vida y los vien-
tos contrarios son una oportunidad para demostrar la fuerza de sus
creencias.

Como iglesia, solemos reconocernos como hijos de Dios y juzgamos


si alguien es hijo o no observando si cumple con los requisitos y las
formas que por tantos años nos han impuesto.
Todos queremos ser hijos para disfrutar de los beneficios, pero nece-
sitamos posicionarnos en Su hijo por medio de la muerte de nuestra
vanidad y resucitando en su plenitud.
Hemos convertido la honrosa posición de hijos en Cristo a una sim-
ple, hueca y vacía palabra nominal.
Ser hijo de Dios termina siendo una lista de cosas que tengo que
hacer o dejar de hacer, cuando en realidad hijo es quien es amado,
criado, guiado y corregido por un padre...

Todo creyente suele considerarse hijo de Dios, pero ser hijo va mu-
cho más profundo que un simple título nominal.

En Juan 12:45, 14:9 leemos a Jesús diciendo “el que me ve a mí, ve al


padre”.

Somos verdaderos hijos de Dios cuando permitimos que su natura-


leza se exprese en nosotros. Cuando nuestras vidas aún en lo domés-
37
CAPITULO I | Cristo en mí

tico, profesional y social muestra cual es nuestro ADN, con quien he-
mos pasado tiempo, de quien aprendemos, a quien seguimos, cual
es nuestra militancia.

Somos hijos de Dios cuando somos uno con Su Hijo Cristo Jesús,
pensando lo que él piensa, hablando lo que él habla, expresando su
vida, siendo su imagen.
¿A quién ven cuando te ven?

Somos la imagen
de lo que
consumimos.

Día 17: La obra de la cruz

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
2 CORINTIOS 5:17  | RVR1960

Esto es más que un versículo bíblico. Es la realidad de quienes diaria-


mente morimos a la vida vana, hueca y sin sentido y hemos tomado
la decisión de comenzar a caminan en la verdad de la vida de Cristo
en nosotros.

Esta nueva vida es un proceso para el alma y el cuerpo, pero es una


realidad que ya habita en plenitud en nuestro espíritu

38
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Todo es hecho nuevo y esta es una verdad que tenemos en Cristo.


Antes, nuestro espíritu estaba muerto. Hoy ha resucitado a nueva
vida porque allí habita Cristo para transformarlo todo.

El ser humano es alma cuerpo y espíritu, pero cuando vivimos sin


Dios, el espíritu está muerto y nuestra vida se rige por las sensacio-
nes del cuerpo y las fluctuaciones del alma.
Caminar en la verdad de una vida nueva, plena y libre, es un proce-
so para el alma y el cuerpo ya que ambos emprenden el camino de
regreso al diseño por el cual fueron creados, deconstruyendo todo
el engaño sobre el cual edificamos nuestra identidad para construir
sobre las bases del amor y la justicia recuperados por la Gracia, por
Cristo mismo.

Todo es hecho nuevo. Todo es recuperado y regenerado

Esta vida está al alcance de toda persona que abrace la Cruz de Cristo
soltando lo vano para tomar lo eterno.

Y así, la realidad que ya está nuestro espíritu va a restaurar cada área


de nuestras vidas, a medida que le demos lugar.
No pospongas, no evadas, no te acostumbres, no te hundas en la
nada. Que esta sea la hora en que comiences a disfrutar de una nue-
va vida.

La vida más
maravillosa
se encuentra
del otro

39
CAPITULO I | Cristo en mí

Día 18: Tiempo de tristeza 1

“Pues la clase de tristeza que Dios desea que suframos nos aleja del peca-
do y trae como resultado salvación. No hay que lamentarse
por esa clase de tristeza; pero la tristeza del mundo,
a la cual le falta arrepentimiento, resulta en muerte espiritual.
¡Tan solo miren lo que produjo en ustedes esa tristeza que proviene de
Dios! Tal fervor, tal ansiedad por limpiar su nombre, tal indignación, tal
preocupación, tal deseo de verme, tal celo y tal disposición para castigar lo
malo. Ustedes demostraron haber hecho
todo lo necesario para corregir la situación.”
2 CORINTIOS 7:10-11 | NTV

Tenemos que discernir la tristeza. Cuando la tristeza viene de parte


de Dios, tarde o temprano revela estos frutos.
Pero la tristeza que nace del alma y no de la vida del Espíritu, trae
muerte. Muerte de proyectos, de compromiso, de amor, de salud, de
compañerismo, de entusiasmo, etc.

Hay tristeza que proviene de nuestra misma inmadurez, por hacer


las cosas arrebatadamente, por pensar en nosotros mismos, por or-
gullo, por pecado etc. pero hay una tristeza que es provocada por la
madurez que trae la vida de Cristo en nosotros.

Tristeza por aquellos que no están viendo el evangelio, por ver que
hay áreas de nuestra alma que no están alineadas a la realidad de
Dios, tristeza por aquellas cosas que aún no se manifestaron en
nuestras vidas, nuestros hogares o nuestras congregaciones.

Los aliento a que en este tiempo podamos prestar atención de don-


de provienen nuestras tristezas. De donde provienen nuestros con-
flictos.
40
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Para poder medir en nosotros mismos cuales son las luchas por las
que Dios nos permite atravesar para que su Hijo se formado en no-
sotros y cuáles son las tristezas provocadas por nuestra humanidad,
inmadurez y los velos que aún no se han caído.

Las primeras tendrán que ser atravesadas con entendimiento, paz y


gozo de saber que Él no ha desistido de nosotros, sino que un mayor
peso de Gloria (una mayor expresión de Su Hijo) será manifestado
en nosotros.
Y las segundas serán absorbidas por la misma vida de Cristo crecien-
do, iluminando y regenerando cada parte de nuestro ser.

La tristeza a causa del


propósito eterno producirá
la
una mayor expresión de
vida de Cristo en quienes
ra
lo han entregado todo pa
vivir en su plenitud.

Día 19: Errores

Cuantos de nosotros hemos desistido de la fe porque no podíamos


cambiar.
Cuántas veces hemos pedido perdón, sabiendo que lo íbamos a vol-
ver a hacer.
Y así nos hemos llenado de hipocresía en un principio, queriendo

41
CAPITULO I | Cristo en mí

aparentar lo que no somos, y luego, con el tiempo, fuimos abando-


nando la idea de llevar una vida de acuerdo a lo que nos habían en-
señado que un cristiano debería ser.
Pero un día leímos Gálatas 2:20, y esta palabra trajo luz a nuestra
alma.

“He sido crucificado con cristo, y ya no vivo yo, sino que cristo vive en mí.
Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el hijo de dios, quien me
amó y dio su vida por mí.”
GALATAS 2:20 | NVI

Tuvimos que leerlo varias veces, porque no podíamos creer que la


vida plena no la íbamos a encontrar en el hacer o dejar de hacer si no
que si procuramos ir a la cruz todos los días, entregando todo lo que
consideramos bueno o malo, todo lo que deseamos y todo lo que nos
aterra, nuestra alma entera, la vida de Cristo crecerá en nosotros.

Será el en nosotros. No anulándonos, si no haciéndonos volver al


propósito por el cual fuimos creados, poniendo eternidad en nuestra
salud, nuestros vínculos, vocación, talentos, habilidades.
Será su naturaleza en nosotros obedeciendo. Ya no nos enfocaremos
en nuestros errores, sino que vamos a procurar que su vida crezca en
cada área de nuestra alma, y los errores serán absorbidos por su gra-
cia que lo regenera todo para que nos volvamos su expresión.

Ya no seremos nosotros intentando obedecer y frustrán-donos cada


vez. Sino que será su naturaleza expresándose en obediencia, im-
pulsándonos a ser obedientes, su plenitud, llevándonos al entendi-
miento que ya lo tenemos todo en él.

Nuestra posición en Cristo es una realidad en la eternidad. Por su


vida en nosotros, somos plenos y lo tenemos todo. Pero para que esa
42
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

realidad se manifieste en lo natural, en la vida cotidiana, tenemos


que cuidar y alimentar la semilla de Cristo en mostros, para que esta
de fruto.
“considera lo que digo, y el señor te
dé entendimiento en todo”.
2 TIMOTEO 2:7 | RVR1960

Procura, considera, medita, lee, escucha, aprende y aprehende, in-


volucráte en conversaciones que aporten al crecimiento de esta vida
indestructible.

tus
No te enfoques en la
e
errores, procura qu en
ca
vida de Cristo crez rán
se
vos y tus errores acia.
gr
absorbidos por su

Día 20: Aferrados a la vid 1

“Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2 Toda rama que en mí


no da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda para que dé más
fruto todavía.”
JUAN 15:15 | NVI

Es podado quien ha crecido. Es corregido quien ha trabajado. Es pro-


bado quien ha sido entrenado. Si sentís que Dios te está podando es
43
CAPITULO I | Cristo en mí

porque has dado fruto, no porque fuiste inútil.


Dios te poda para ser más eficaz, para dar más fruto, para crecer sano
y fuerte.

Ya sé que duele. A veces podrás sentirte mutilado, pero este dolor es


la mutilación de las partes muertas, que ya no sirven, que son estor-
bo para el avance de la verdad en tu vida.
Esta poda es necesaria para reverdecer y para darle al Padre el fruto
que él espera, que no es el resultado de las cosas que hagas, sino la
consecuencia de la vida de su Hijo creciendo en vos.
El fruto que Dios espera proviene de la semilla que él ha plantado en
tu espíritu: el fruto es la expresión de Cristo en tu vida.
Tiene que ver con la naturaleza de lo que está creciendo en tu inte-
rior, de cual semilla estás alimentando.
El dolor y la tristeza que esta poda produce no durará mucho tiempo,
porque es el trato de Dios para que vuelvas al diseño por el cual fuis-
te creado: ser imagen y gobernar sobre lo creado (Génesis 1:26) esto
producirá identidad, propósito y plenitud.

Dios no ha desistido de nosotros. Démosle gracias porque si estamos


en él, toda poda producirá a su tiempo fruto que alimente a muchos.

Somos la imagen
de lo que consumimos.

44
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Día 21: Paz es conocer a Dios

Nuestra paz se encuentra en la Sabiduría eterna que nos habita.


Cristo en nosotros, esperanza de gloria.

“Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que


han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo,
ni de los príncipes de este siglo, que perecen.
Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual
Dios predestinó antes
de los siglos para nuestra gloria.”
1 CORINTIOS 2:6 | RVR1960

No apelamos a la sabiduría terrenal, natural y finita para compren-


der la Vida de Cristo en nosotros, eterna, plena e indes-tructible.
Apelamos a la Sabiduría que nos fue predestinada desde los siglos,
antes de que todo fuese.

Quien desarrolla esta Sabiduría que es desde antes de que el mundo


existiese, tiene gobierno sobre todas las cosas creadas, temporales
y naturales. Quien busca incansablemente que la Sabiduría eterna
gobierne su alma, será libre del temor al futuro.

“Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por
Dios sabiduría, justificación,
santificación y redención”
1 CORINTIOS 1:30 | RVR1960

Esa Sabiduría que estaba con el Padre en la fundación del mundo


es el Hijo, Cristo mismo y podemos disfrutarla en plenitud a medi-
da que Cristo va creciendo, avanzando y tomando lugar en nuestro
cuerpo y alma.
45
CAPITULO I | Cristo en mí

Está Sabiduría hoy se revela a nuestras vidas iluminado nuestras


mentes para que cada día sean salvadas y devueltas a su diseño ori-
ginal.
Apelamos a la sabiduría predestinada.
Recurrimos a la mente de Cristo, eterna e indestructible para resol-
ver asuntos domésticos, para ser buenos administradores del tiem-
po que nos fue entregado y para ser más eficaces y exactos en cuanto
al propósito eterno.
Acudimos a la sabiduría eterna para colaborar con el avance del
evangelio en nuestra vida, en nuestras familias y en toda la tierra

La paz se encuentra
en experimentar cada
día la sabiduría eterna
que nos habita

Día 22: Completos en Cristo 2

Hemos aprendido que Dios es nuestra ayuda en la necesidad, y eso


es verdad. Pero entendimos que Dios es un “ayudante” que se limita
a darnos una mano cuando nos estamos ahogando.
Entendiendo a Dios como alguien externo a nosotros, a quien se le
ocurre ayudarnos de vez en cuando.

46
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Y aunque muchas veces nos pudimos haber encontrado en esa si-


tuación, la realidad para quienes estamos en Cristo, es mucho más
abundante y superadora.

“Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, 10 y


vosotros estáis completos en él, que es la cabeza
de todo principado y potestad.”
COLOSENSES 2:9-10 | RVR1960

Estamos completos en Cristo. Toda su plenitud habita en nuestro es-


píritu.
Esta es una posición que nos fue otorgada por gracia. No tenemos
que hacer nada para obtenerla, es nuestra herencia en Cristo.
Estar completos significa que no necesitamos nada fuera de su per-
fecto diseño de Dios para nosotros. Fuimos creados para ser colabo-
radores en la expresión de un propósito eterno. Fuimos diseñados
para ser su imagen en la tierra, diseñados para vivir en Su plenitud.
Estar completo en Él significa que aunque no esté pasando por el
mejor momento económico, o en total salud, aunque el temor me
amenace, y la incertidumbre aparezca, tales cosas no van a gober-
narme, porque yo habito en Cristo y Cristo en mí.
Si entiendo que el Creador de todas las cosas me habita, puedo
aprender a tener gobierno sobre lo creado y que las situaciones te-
rrenales no me gobiernen.

Si queremos vivir en libertad, tenemos que dejar de depender de


las cuestiones naturales, para comenzar a descubrir la naturaleza de
una vida indestructible.
Nuestra alma tiene que ser notificada de esta realidad y ser sujetada
a la verdad del Espíritu Santo que ya vive en nuestro espíritu.
Si no, vamos a vivir como mendigos, teniéndolo todo.
Invertí tu tiempo y tus energías en conocer el significado de esa ple-
47
CAPITULO I | Cristo en mí

nitud.

Personalmente, he decidido dedicar mis días en apasionarme, estu-


diar, meditar y vivir la realidad de estar completa en Cristo. No voy
a desistir hasta que todo lo que Dios pensó para mí, se exprese por
completo.

Estamos completos en
Cristo. Toda su pleni-
tud habita en nuestro
espíritu.

Día 23: Despojados

Cuando nos quedamos sin nada a que aferrarnos en el plano natu-


ral, nos damos cuenta de lo completos que estamos en Él
Cuando somos despojados de toda expectativa a nivel terrenal, te-
nemos libertad para confiar en lo Eterno.

La confianza en las cosas naturales nos desenfoca.


La mirada puesta en las cosas de abajo, no nos permiten ver más allá
de lo posible.

Hoy nos damos cuenta que vemos con más claridad lo eterno al ser
despojados de la única oportunidad que veíamos como viable, y
aunque fuimos decepcionados momentáneamente, experi-menta-
mos el consuelo automático del Espíritu mostrándonos que él es la
48
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Provisión que necesitamos, que si miramos con los ojos espirituales


la realidad de Dios para nuestras vidas, no hay nada que temer, no
hay nada más en quien esperar.

No es simplemente confiar, es superior, es haber visto en el espíritu,


que todo fue provisto y resuelto en Cristo para quienes viven por y
para Su causa: ser una expresión de su Vida.
Ver en el espíritu es superior a confiar, porque quien ha visto, no
tiene dudas.

Basta con ser despojado de todo lo demás para entender que lo úni-
co que necesitamos es contemplarlo, que lo único que deseamos es
caminar en su diseño y como niños amados por su Padre, soltarnos
en sus brazos y disfrutar de descansar en Él.

“Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y voso-


tros estáis completos en él,
que es la cabeza de todo principado y potestad.”
COLOSENSES 2:9-10 | RVR1960

Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sa-
biendo que la tribulación produce paciencia;  y la paciencia,
prueba; y la prueba, esperanza;
ROMANOS 5:3-4 | RVR1960

la con-
Cuando sos despojado de
sos libr e para
fianza en lo natural, rno-
en lo ete
poner tu esperanza a.
por su gr aci
rán absorbidos

49
CAPITULO I | Cristo en mí

Día 24: Aferrados a la vid 2

“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí,


y yo en él, este lleva mucho fruto;
porque separados de mí nada podéis hacer. “
JUAN 15: 5 | RVR1960

Hemos relacionado el hacer con la suma de actividades que realiza-


mos dentro de una congregación. Tocar un instrumento, predicar en
una plataforma, recibir a la gente y cientos de tareas que de buena o
mala gana nos han asignado a llevar a cabo.
Dios relaciona el “hacer” con el “llevar mucho fruto” ¿Pero el fruto
de qué es lo que espera el Padre?

Gálatas 3:16 es uno de los pasajes que nos enseña que la simiente, es
decir, la semilla de Dios es Cristo. Por lo tanto “llevar mucho fruto”
significa que su Hijo crezca en nosotros y se reproduzca en otros.

La forma de que esto suceda es permanecer aferrados a la natura-le-


za de la simiente. Permanecer en el ámbito donde esa semilla murió,
creció, se desarrolla y multiplica. Porque separados de la vid, su vida
no puede avanzar en nosotros, seremos ramas secas, muertas, sin
crecimiento ni fruto.
Quien permanece en la vid que es Cristo, indefectiblemente crece
y da fruto. Ese fruto es su vida expresándose por medio de nuestro
pensar y hacer, y este pensar y hacer va a provocar el incremento de
la misma naturaleza de Cristo en otros.
Permanezcamos en ambientes donde la Gracia y la Verdad son im-
partidas y la Vida se abrirá camino por naturaleza.

50
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Permanecer aferrado
s a la
vid, nos llevará a
dar el
fruto que el Padre
espera
de nosotros.

Día 25: Permanecer 1

Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pe-


did todo lo que queréis, y os será hecho.” Juan 15: 7 RVR1960

Muchos de nosotros hemos edificado un evangelio propio en el que


Dios es una especia de “genio de la lámpara” al cual necesitamos
frotar con nuestras oraciones para que despierte y conceda nuestros
deseos y vuelva a meterse en la lámpara hasta la próxima vez que lo
necesitemos.

¡Y qué bueno es cuando logramos persuadirlo, y cuan malvado es


cuando no torcemos su brazo!

Fraccionamos versículos a nuestra conveniencia, total, si se da, dis-


frutamos del beneficio, y si no, ninguna responsabilidad recae sobre
nosotros, al contrario, nos ofendemos y nos creemos justificados
para seguir con nuestra vida sin tener en cuenta a Dios, tal cual como
lo hizo Adán.
Pero si queremos verdaderamente sumergirnos en el evangelio de
51
CAPITULO I | Cristo en mí

Cristo, tenemos que deconstruir este paradigma nefasto, que lo úni-


co que logra es mantener al creyente en un estado de inmadurez ca-
prichosa, que lo inhabilita a acceder a la herencia que los hijos ma-
duros pueden administrar.

Permanecer en Cristo significa mantenernos dentro de Él.


Si Él se mueve, nosotros nos movemos, si Él se queda quieto, noso-
tros también. Permanecer en Cristo significa ser conducidos por sus
pensamientos, ser totalmente gobernados por su mente, y por el
contrario a lo que creíamos, ser quienes ejecuten su deseo.
Por esta razón serán concedidos nuestros anhelos.
Porque si permanecemos en Cristo, Su deseo, será el nuestro.
Siempre, siempre se trata de darlo a conocer.

Si permane
zco den-
tro de su
vida, su
deseo será
mi deseo

Día 26: Administradores

La cruz de Cristo no ha otorgado una Vida indestructible a la cual


tenemos acceso quienes decidimos renunciar a una vida vana y co-
rruptible y resucitar a una Vida eterna y pura.

Pero no podemos conocer y administrar esa vida si no estudiamos


las escrituras.

52
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Jesús mismo dijo que las escrituras hablan de él, que son las escritu-
ras las que nos muestran al Hijo, siempre que las estudiemos desde
la naturaleza correcta.

“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os


parece que en ellas tenéis la vida eterna;
y ellas son las que dan testimonio de mí”
JUAN 5:39 | RVR1960

Los fariseos no pudieron ver la vida inquebrantable que Jesús por-


taba porque las estudiaban desde la naturaleza incorrecta, creían
que en ellas estaba la vida eterna, y no entendían que ellas daban
testimonio de quien era la vida eterna. Entonces se llenaron de co-
nocimiento intelectual, pero no de vida.

Para saber administrar la vida plena y abundante que portamos,


necesitamos estudiar, meditar, profundizar en las escrituras, en las
cartas apostólicas, la oración y en la comunión del cuerpo, con la mo-
tivación y la sustancia correcta: aprender a administrar, disfrutar e
impartir esta vida maravillosa que nos fue devuelta en la cruz, vida
que expresa y glorifica a Dios en Cristo, cuando amamos, servimos y
ministramos a nuestro prójimo.

Ser buenos administradores es ser fieles al diseño por el cual fuimos


creados. Diseño que vamos a conocer por gracia y por esforzarnos en
conocer y comprender esa gracia.

“Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá
multitud de pecados. 9 Hospedaos los unos a los otros sin murmuracio-
nes. 10 Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros,
como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. 11 Si
alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra,

53
CAPITULO I | Cristo en mí

ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorifi-
cado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos
de los siglos. Amén.”
1 PEDRO 4:8-11 | RVR1960

las es-
Necesitamos estudiar
corporar
crituras no para in
ra saber
información, sino pa
avillosa
administrar la mar
ncedida
vida que nos fue co
en la cruz

Día 27: Aferrados a la vid 3

Reproducimos la imagen de lo que obedecemos.


¿Qué reproducen tus redes?

“En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto,


y seáis así mis discípulos.”
JUAN 15:8 | RVR1960

Anteriormente aprendimos que el fruto que el Padre espera, es el


incremento de la semilla de su Hijo que Él depositó en nosotros. Por
lo tanto, somos verdaderos discípulos del Señor cuando el fruto que
expresamos es el crecimiento de su carácter en nosotros.

Dar mucho fruto, no es traer almas al Señor, en primera instancia,


porque sabemos que Él va a atraer a todos a sí mismo (Juan 12:32),
por esta razón, como su iglesia, tenemos la respon-sabilidad de
54
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

hacerlo visible por medio de la expresión de Su vida por medio de


nuestra alma y cuerpo; hacer visible la semilla que el Padre depositó
en nuestro espíritu regenerado, la semilla se hace visible cuando cre-
ce y manifiesta su naturaleza por medio de sus frutos.

Es decir, que la Gloria del Padre es la manifestación de su Hijo en


nosotros. Le damos gloria no simplemente cuando levantamos las
manos o cantamos lindo, si no cuando le devolvemos la imagen de
su Hijo en todo lo que somos.

Seremos verdaderos discípulos cuando las personas se sientan atraí-


das a Dios por ver la vida del Hijo en nosotros.

Somos la imagen
os…
de lo que obedecem
ién
¿La imagen de qu
reflejan tus redes?

Día 28: Realidad gobernante

Su obra no para por una pandemia.


Su evangelio no se frena por una cuarentena.
Planteémonos: ¿Sobre qué realidad está fundada nuestra expectati-
va y nuestro servicio?
Si es por la realidad natural, vamos a ser motivados y desmo-tivados
según las novedades de este mundo. Pero si nuestra expectativa y
servicio están fundados en la realidad del Espíritu, nada cambió.
55
CAPITULO I | Cristo en mí

Dios espera lo mismo de nosotros que cuando no estaba la pan-


demia. Espera que muramos a nuestras expectativas, comodidad,
ofensas, angustias y limitaciones y resucitemos como nuevas criatu-
ras en Cristo.

“Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por medio del
bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria
del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.”
ROMANOS 6:4 | RVR1960

Es decir que si morimos con él, su gloria será vista en nosotros. Su


gloria es nada más ni nada menos que su vida expresada en toda su
potencia. Vida expresada en nuestras palabras, acciones, talentos y
servicio.
En la realidad del Espíritu, nada cambió. Todo sigue en marcha. Todo
sigue funcionando a la perfección.
El desafío es cuál realidad nos va a gobernar: si la del mundo natural
o la del Espíritu.
Si es la del mundo, vamos a ir para dónde los medios, el gobierno
o el temor nos lleven. Si somos gobernados por la vida del Espíritu,
seremos como el árbol plantado junto a corrientes de las aguas que
nunca se seca y es fruto en toda temporada.
Somos raíces plantadas junto a las corrientes del río inagotable, fres-
co y abundante de Dios. No hay manera de que no demos fruto que
alimente a muchos.
Hoy ese río no está a un costado, brota de nosotros desparra-mando
vida eterna.
No seamos diques que frenen ese fluir. Seamos un canal limpio, an-
cho y profundo donde muchos vengan a introducirse para ser aviva-
dos

56
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

¿Somos gobernados por


la realidad corrompida
de este mundo o por
la verdad del Espíritu
de vida?

Día 29: Sumergidos en su realidad 2

Todos los que hemos sido impulsados a sumergirnos en la realidad de


Dios, somos desafiados a seguir manteniéndonos nadando en ella.

La realidad de Dios no es más que la Verdad. Su verdad es toda la


verdad. Y todo lo que no es Su verdad es engaño.
Su realidad es lo que Él dice que somos, lo que Él dice sobre cada
situación, circunstancias, aun lo que Dios dice sobre la realidad con
minúscula (la realidad natural, de este mundo).

Nuestros sentidos, nuestro cuerpo y las áreas de nuestra alma que


aún no son gobernadas por la realidad del Espíritu, son constante-
mente tentadas por este sistema a aferrarse a lo que perciben en
este nivel superficial y terrenal. Pero las áreas de nuestra alma que
hemos permitido que el Espíritu gobierne también son puestas a
prueba, para que podamos saber en realidad cuan sujetas están a
Dios.

57
CAPITULO I | Cristo en mí

Hemos aprendido que vivir por fe, era creer ciegamente, sin embar-
go ¡no se trata de eso! “Vivir por fe” es vivir VIENDO lo que Dios ya
hizo en la Eternidad y aguardando en obediencia que esa VERDAD
se manifieste.

Vivir por fe es SABER que el ya PROVEYÓ en su PROPÓSITO ETER-


NO todo lo necesario para que lo que él te asignó a realizar este
tiempo no tenga estorbo ni distracción.

»Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni
por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida,
y el cuerpo más que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni
cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las
alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por
mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?
»¿Y por qué se preocupan por la ropa? Observen cómo crecen los lirios del
campo. No trabajan ni hilan; sin embargo, les digo que ni siquiera Salo-
món, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos. Si así viste Dios
a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¿no
hará mucho más por ustedes, gente de poca fe? Así que no se preocupen
diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vesti-
remos?” Los paganos andan tras todas estas cosas, pero el Padre celestial
sabe que ustedes las necesitan. Más bien, busquen primeramente el reino
de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Por lo tanto,
no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes.
Cada día tiene ya sus problemas.
MATEO 6: 25-34 | NVI

Ellas SABEN que Dios ya tiene presupuestado su sustento, entonces


ellas solo se dedican a vivir para lo cual fueron creadas.
Hoy somos desafiados a no temer por el futuro, a confiar en que jun-
to con el llamado de Dios también dio la provisión, somos desafia-
dos a qué nuestro único motivo de dolor sea el que su Hijo no se esté
expresando en nuestras vidas y los lugares que Dios nos asignó, que
nuestra única preocupación sea cómo hacer para que su evangelio

58
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

avance y tome el lugar que le pertenece en nuestras familias, congre-


gaciones, ciudades y el mundo.
Somos desafiados a dejar la autocompasión para empezar a vivir
como dice

“Hay dolor en nuestro corazón, pero siempre tenemos alegría. Somos


pobres, pero damos riquezas espirituales a otros. No poseemos nada,
y sin embargo, lo tenemos todo.”
2 CORINTIOS 6: 10

Estar sumer
gidos en la
Dios, implica realidad de
el proceso
que nuestra diario de
mirada sea
mente corrid con
a de lo natu stante-
ponerla en ral para
lo invisible

Día 30: Exponiéndonos a su luz

Cristo es expresión de la verdad.


El Padre decidió restituir su diseño original por medio de su Hijo.
Por lo tanto en Él se encuentra la verdad sobre quiénes somos y cuál
es el propósito por el cual fuimos creados.

“Y este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más
las tinieblas que la luz, pues sus acciones eran malas. Porque todo el que
hace lo malo odia la luz, y no viene a la luz para que sus acciones no sean
expuestas. Pero el que practica la verdad viene a la luz, para que sus accio-
nes sean manifestadas que han sido hechas en Dios.”
JUAN 3:19-21 | LBLA

59
CAPITULO I | Cristo en mí

Exponernos voluntariamente a esa luz, es decir, elegir estar en Cris-


to, nos sumerge en un proceso de desconstrucción de paradigmas,
ideas, creencias y demás, construidos desde la vani-dad de nuestra
mente finita, limitada y corrupta, para implantar los pensamientos
de Su mente eterna, inagotable e íntegra.
Exponernos a Su luz, significa que una verdad sobre los asuntos de la
vida nos es revelado.
Es decir, que su vida ilumina áreas de nuestro ser, mostrando así el
desorden, la suciedad y el engaño, no para avergonzarnos si no para
regenerar y ordenar de acuerdo a su diseño perfecto y amoroso.

Cuando una verdad nos es revelada por la vida de Cristo en nosotros,


debemos decidir si vamos a permitir que sea barrido todo lo innece-
sario, que sea limpiada toda suciedad, que se eche a la basura cada
idea de engaño y que se ordenen nuestras prioridades o bajar el
interruptor y seguir caminando a ciegas.
Decidir caminar en Luz nos llevará a recorrer los recovecos más pro-
fundos de nuestro corazón, siendo conducidos a un nuevo nivel de
madurez.

Madurez que significa una mayor medida de Cristo expresada en


nuestro ser para iluminar con Su vida toda la Tierra.

La cruz de Cristo expone


lo profundo del corazón
para llevarlo a un nuevo
nivel de madurez

60
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Día 31: Ejercitados

La Fe es el don de Dios para el hombre.

La Fe es la semilla de su Hijo depositado en nuestro espíritu como un


maravilloso regalo. Regalo que es necesario abrirlo y utilizarlo para
que cumpla el propósito por el cual se dio.

La Fe es la semilla de Cristo, y para que esta vida crezca y de fruto, es


necesario ejercitar la Fe.

“Debido a nuestra fe, Cristo nos hizo entrar en este lugar de privilegio
inmerecido en el cual ahora permanecemos, y esperamos con confianza y
alegría participar de la gloria de Dios. También nos alegramos al enfrentar
pruebas y dificultades porque sabemos que nos ayudan a desarrollar re-
sistencia.  Y la resistencia desarrolla firmeza de carácter, y el carácter for-
talece nuestra esperanza segura de salvación. Y esa esperanza no acabará
en desilusión. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios, porque
nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor.”
ROMANOS 5:2-5 | NTV

La palabra resistir significa: Recibir [una cosa] algo que ejerce fuerza
o presión sobre ella, sin moverse, ni sufrir daño o alteración.

Resistir no es “aguantar”.

Una persona que tiene resistencia es alguien que se ejercita en la fe,


que incansablemente busca, estudia, aprende, se deja corregir, ama,
y se deja amar, se expone a el esfuerzo y no se queda cómodo si no
que ejercita hasta el cansancio, hasta que duele, para que en el mo-
mento de la presión, la prueba y la dificultad, nada lo mueva de su

61
CAPITULO I | Cristo en mí

posición en Cristo. Posición que nos hace Hijos, herederos, que nos
dan propósito y nos hace libres de la esclavitud del temor.

Resistencia trae fortaleza de carácter, determinación de que su vida


se exprese en nosotros, determinación en no movernos de dónde
Dios nos puso, de seguir avanzando hacia la madurez en Cristo pese
a las dificultades y las luchas. Fortaleza de carácter es mantenernos
firmes en lo que Dios habla pese a no ver con nuestro ojos naturales
aún la manifestación de lo que ya hizo en la Eternidad.

Está resistencia y fortaleza es el resultado de nuestra constancia dia-


ria en ejercitarnos en la Fe.
Determinémonos a ejercitar nuestra alma y nuestro cuerpo para que
en el momento de la prueba seamos aprobados.

Solo resiste
quien se ha
ejercitado

Día 32: La oración 4

Si estas orando, seguramente Dios te está hablando.


La oración tiene poder en nosotros y nuestro entorno cuando obede-
cemos lo que escuchamos.
Cuando oramos en el Espíritu nuestra oración son las palabras mis-
mas del Hijo, intercediendo por nosotros.

62
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Por eso, ya sea que hablemos o escuchemos, la oración se trata de un


dialogo entre el Padre y el Hijo en el que por gracia somos incluidos.
En la oración, somos participantes de las conversaciones en las que
se resuelven los negocios del Padre.
La oración en el Espíritu nos participa de qué es lo necesario para
que el propósito eterno se cumpla en la tierra. En ella escuchamos
las directivas del arquitecto, para que nosotros, sus obreros, sobree-
difiquemos donde él nos direccione.

La oración eficaz va de la mano con la obediencia.


Podemos escuchar lo que Dios nos está hablando, pero solo los que
obedecen la palabra revelada, producirán un cambio en sus vidas y
su entorno.

La oración es eficaz cuando en justicia edificamos según los planos


que Dios entregó en oración.
Por eso
“La oración eficaz del justo puede mucho”
SANTIAGO 5:16. | RVR1960

Porque JUSTICIA es un Hijo OBEDECIENDO. JUSTICIA es una socie-


dad transformada porque los HIJOS DE DIOS decidieron obedecer
Su voz.

Cuando ores, presta atención a lo que Dios está hablando, se obe-


diente y Su justicia expresada a través tuyo transformará tu entorno
y colaborará con el avance de su Justicia en lugares que nunca ima-
ginaste.

¡Impactá generaciones y naciones con tu obediencia!

63
CAPITULO I | Cristo en mí

La oración
no reemplaza
la obediencia.

Día 33: Dios es bueno

“Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.


Servid a Jehová con alegría; Venid ante su presencia con regocijo  Reco-
noced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos;
Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.  
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre.
Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia,
Y su verdad por todas las generaciones.”
SALMO 100:1-5 | RVR1960

Hemos aprendido que Dios es bueno y esa es una verdad ab-soluta.


La bondad es parte del ADN de Dios.
Su bondad nos alcanzó y nos vuelve a alcanzar incansablemente.

¿Pero cómo vemos expresada la bondad de Dios?


Muchos pueden decir que la ven en distintas cosas, como por ejem-
plo en tener salud, o un hogar, la ven en un trabajo conce-dido, en la
prosperidad económica…
¿Pero qué pasa con aquellas personas a las cuales ninguna de esas
cosas se les fue añadida?
64
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

¿Acaso Dios tiene preferidos? ¿Dios es bueno con algunos y con


otros no?
Cuando comenzamos a conocer a Dios, vamos descubriendo que
su bondad no tiene que ver con conceder cosas en primera instan-
cia, si no que su bondad esta expresada en el hecho de que cuando
estábamos muertos en nuestros delitos y pecados, él nos dio vida, y
no cualquier vida, sino la vida de su hijo amado, Cristo Jesús.
Esa bondad expresada en su hijo, nos permite desfrutar de una vida
plena y de un futuro de esperanza.

“Dios, por su poder, nos ha concedido todo lo que necesitamos para la


vida y la devoción, al hacernos conocer a aquel que nos llamó por su
propia grandeza y sus obras maravillosas. Por medio de estas cosas nos ha
dado sus promesas, que son muy grandes y de mucho valor, para que por
ellas lleguen ustedes a tener parte en la naturaleza de Dios y escapen de
la corrupción que los malos
deseos han traído al mundo.”
2 PEDRO 1: 3 | DHH

Su bondad se expresa en las riquezas espirituales que tenemos en


Cristo:
— Fuimos sacados de las tinieblas a su luz. (1 Pedro 2:9)
— Resucitados de la muerte espiritual a una vida eterna y ple-
na. (Juan 11:25-26)
— Rescatados de una manera de vivir vacía y sin sentido.
(1 Pedro 1:18)
— Puestos en los lugares celestiales juntamente con cristo.
(Efesios 2:6)
— Nos hizo hijos por medio de la adopción. (Romanos 8:15)
— Nos quitó los harapos de la necesidad para llenarnos de su
Espíritu. (Efesios 3:19)
— Nos dio su mente para entender las cosas eternas.
(1 Corintios 2:10-16)
65
CAPITULO I | Cristo en mí

— Nos dio su conocimiento para saber cómo vivir. (Santiago


1:5)
— Nos dio su palabra como una guía para que ya no estemos
perdidos. (Salmo 119:105)
— Nos dio su Espíritu y nos hizo participantes de su naturaleza
para poder vivir en santidad (2 Pedro 1:4)

Y así podemos seguir mencionando todas las riquezas espiri-tuales,


que Dios nos dio en Cristo, por su inmensa bondad.

Cuando somos llenos de estas riquezas, cuando las conocemos y las


disfrutamos, nos damos cuenta que las cuestiones materiales están
en segundo lugar, y llegan a nosotros para facilitarnos el
cumplimiento de su propósito eterno de darlo a conocer con todo lo
que somos, decimos y hacemos.

Mateo 6:25-33

Si buscamos conocerle, todo lo demás llegará o no, pero nuestro


foco, nuestra esperanza y motivación no están puestos allí, sino en
que la plenitud de vida que hay en cristo nos invada.

La bondad de
Dios se expre
en plenitud al sa
darnos vida a
dante cuando bun-
estábamos mu
en nuestros d ertos
elitos y pecad
os.

66
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Día 34: Permanecer 2


“No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embar-
go, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me
alcanzó a mí. Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más
bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por
alcanzar lo que está delante,  sigo avanzando hacia la meta para ganar el
premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Je-
sús. Así que, ¡escuchen los perfectos! Todos debemos[a] tener este modo
de pensar. Y, si en algo piensan de forma diferente,
Dios les hará ver esto también.”
FILIPENSES 3:12-15 | NVI

Cuanta belleza hay en descubrir que fuimos alcanzados.

Nosotros huimos, pero Cristo nos alcanzó con Su gracia que lo en-
vuelve todo.
Con ese amor fuimos cubiertos y llenos. Con ese poder fuimos res-
catados de la muerte y de una vida sumergida en el despro-pósito.
Por esa luz fuimos puestos en el camino de regreso a nuestro hogar,
donde cada trozo de nuestra alma es reconstruido y vuelve a ser una
sola, unida para siempre a la fuente de vida que habita en nuestro
espíritu.
Alma que ya no es esclava de los temores y las necesidades con las
que mundo exterior la aturdía. Alma que se deja inundar por el
ímpetu del viento del Espíritu, viento que puede despeinarla, des-
acomodar sus conceptos, aún derribarlos, pero es un viento que la
erosiona, la desgasta, hasta darle la medida del Hijo por quien fue
alcanzada.

Fuimos alcanzados por Cristo, Él es la gracia.

67
CAPITULO I | Cristo en mí

Él se entregó a sí mismo para darnos Su vida. Vida que ahora nos


permite alcanzar la medida que hay diseñada para cada uno de no-
sotros.
Somos perfectos porque Cristo nos puso en esa posición por su vida
en nosotros, pero aún nos queda alcanzar esa medida de perfección,
alcanzarla es caminar en ese diseño.
Ese camino de regreso a casa nos corresponde caminarlo a nosotros.
Camino lleno de desafíos, de montañas y valles, de profundidades,
de piedras y pastos verdes. Camino en el cual nos vamos a cruzar con
otros que también fueron alcanzados y que desean como nosotros,
alcanzar esa medida de plenitud que les fue otorgada y estos víncu-
los nos llenaran de gozo, de ánimo y valentía.

Porque Perfección no se alcanza individualmente, sino siendo parte


del Cuerpo de Cristo, porque si somos perfectos que caminan hacia
la perfección es porque él nos introdujo dentro su Vida.

Te aliento a que perseveres, que prosigas en la carrera, no como una


competencia sino como un trayecto del cual los hijos somos parte,
disfrutando del paisaje, atento a las dificultades que el camino te
proponga, colaborando para que otros lleguen también.

trayecto
Permanecer en este
a reco-
que Dios nos invita
disfrutar
rrer, nos llevará a
cual
de la plenitud de la
fuimos creados.

68
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Día 35: Resucitados


“Luego dijo Jesús a sus discípulos:
—Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar
su cruz y seguirme. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el
que pierda su vida por mi causa, la encontrará.”
MATEO 16: 24-25 | RVR1960

No hay resurrección sin que primero haya crucifixión.


— Morir a la esclavitud de una existencia errante para resucitar
a una vida Libre para obedecerte.
— Morir a mis temores e incertidumbres para resucitar a una
vida de completa seguridad, no en lo terrenal sino porque sé
que si estoy en Cristo nada escapa de su voluntad buena, agra-
dable y perfecta.
— Morir a mis proyectos y deseos egoístas para resucitar en un
proyecto global y eterno que del cual no soy protagonista, pero
si una pieza útil en la construcción de un diseño maravilloso.
— Morir al miedo a perder para resucitar a una vida que dis-
fruta de compartir la misma gracia con la cual fue alcanzada.
— Morir a los pensamientos catastróficos para resucitar en sus
pensamientos de paz que me darán el final que espero.
— Morir al temor al rechazo para resucitar aceptada en Cristo.
— Morir a cumplir expectativas ajenas para resucitar en Cristo,
quien cumplió las expectativas de Dios.
— Morir a la vanidad del consumismo para resucitar a la sim-
pleza de la vida en el Espíritu.
— Morir a la ansiedad y el estrés de la rutina para resucitar al
control y soberanía de Dios.
— Morir a la escasez para resucitar cómo heredera de las rique-
zas espirituales en Cristo.
69
CAPITULO I | Cristo en mí

— Morir a ser reconocida para resucitar a una vida que se de a


otros sin esperar nada.

“Ya que han sido resucitados a una vida nueva con Cristo, pongan la mira
en las verdades del cielo, donde Cristo está sentado en el lugar de honor, a
la derecha de Dios. Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tie-
rra.  Pues ustedes han muerto a esta vida,
y su verdadera vida está escondida con Cristo en Dios.
 Cuando Cristo—quien es la vida de ustedes—sea revelado a todo el mun-
do, ustedes participarán de toda su gloria.”
COLOSENSES 3:1-4 | NTV

Cristo es nuestra
Resurrección

Día 36: Santidad

“En cuanto a mí, que nunca me jacte de otra cosa que no sea la cruz de
nuestro Señor Jesucristo. Debido a esa cruz,[a] mi interés por este mundo
fue crucificado y el interés del mundo por mí también ha muerto.”
GÁLATAS 6:14 NTV

Lo que este mundo ofrece ya dejó de saciarnos, porque hemos encon-


trado el agua de vida eterna que no solo quita nuestra sed sino que
nos lleva más y más profundo en entendimiento y en vida abundante.
Fuimos apartados por Dios, quitados de la esclavitud del pecado
para que seamos exclusivos para sus negocios.
Santidad es dejar de coquetear con los ofrecimientos del sistema de
este mundo, y dedicar nuestra vida a conocer a Cristo y el poder, el
70
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

desafío y la aventura que significa que él habite en nosotros y que


nosotros habitemos en él.

Amados, fuimos convocados para marcar la diferencia en esta ciu-


dad, para que muchos vuelvan de la oscuridad en la que están a la
luz de una vida llena de propósito.

Pero empieza por nosotros.

Santidad es permitirle a Dios que nos transforme a la imagen de su


hijo.
Si él nos llamó es porque en Cristo podremos lograr todo lo que él
nos pida.
¡Sigamos avanzando en esta vida maravillosa!

Quien decide caminar en


la san-
tidad que en Cristo se le
otorgó,
no negocia con las oferta
s de este
mundo, es exclusivo para
el propó-
sito de Dios

Día 37: Tiempo de tristeza 2

“Pues, cuanto más sufrimos por Cristo, tanto más Dios nos colmará de su
consuelo por medio de Cristo.”
2 CORINTIOS 1:5 | NTV

71
CAPITULO I | Cristo en mí

Quien abraza una causa se desgasta por ella, lucha por ella, vive por
ella.
Hay locos, cómo algunos de nosotros que hemos sido cautivados por
la causa de Cristo.

Causa que nos lleva a soltar toda causa terrenal para abrazar una
eterna. Porque hemos experimentado la plenitud en lo que no es
tangible. Pudimos despojarnos de las ambiciones naturales para
que la única ambición sea que todos puedan experimentarla.
Ambición que va en contra de los modelos de un mundo basado en
el consumismo, el hedonismo y el exitismo, que no acepta una causa
que no alimente los “ismos”.
Nuestra causa no es desinteresada. Se interesa, es intencional y se
consume para que todos sepan que Cristo nos hizo libres de la escla-
vitud de este siglo.

Causa que trae tristezas cuando los corazones se cierran a expe-


ri-mentar la paz que trae ser libres de la religión, el gozo que pro-
du-ce la independencia de las apariencias, y la salud que trae la sana
herencia de una vida coherente entre lo que se dice y lo que se vive.

Pero ese evangelio que provoca heridas a su vez produce un consuelo


que supera toda tristeza y la transforma en el gozo de vivir por una
causa que trae vida abundante en quienes la han comprobado.

Consuelo que trae fortaleza para seguir abriendo camino, hablando


verdad, viviendo por fe y contagiando a quienes bajen sus defensas
para convertirse en locos que se atrevan a ser transformados para
transformarlo todo.

72
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

No hay tris
teza
a causa del
evangelio
que el evan
gelio no con
suele

Día 38: Luz y vida

“Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz


del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.”
GÉNESIS 1:2-3 | RVR1960

Quizás veas que tu vida está desordenada y vacía. Que aquellas ex-
pectativas que tenías para tu vida, se desvanecen con el tiempo.
Desorden, caos, incertidumbre, vacío, son el ambiente propicio para
que la sustancia de Dios se mueva sobre la faz de tu historia.
Dios habló sobre vos y la Palabra entró a tu vida, no lo decidiste, por-
que estabas muerto, fue como un chasquido de gracia que te desper-
tó a una nueva temporada.

Y la Luz comenzó a alumbrar toda la confusión y el colapso. Luz que


trae vida y te invita a poner las cosas en el lugar que Dios diseñó. Luz
que abruma y enoja cuando te resitís, pero que es nuevo comienzo
para el dócil. Luz que te llama a adentrarte en un proceso de reorde-
namiento según sus criterios, que te mueve a despojarte de toda la
basura y te permite ver qué todo lo creado ya no te esclaviza.
73
CAPITULO I | Cristo en mí

Luz que es vida, y sin ella no podrías existir.


Luz que muestra el camino de regreso a casa.
Luz que es verdad, que abre tus ojos para que puedas disfrutar del
Edén que habita en vos.

rdenada
La tierra estaba deso envió
o,
y vacía, pero Dios dij o,
una palabra: el Verb
Cristo en el mundo.
gra-
Y se hizo la luz; y la
ó en la
cia de Dios se expres
tierra

Día 39: Recordándole a mi alma

“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las


repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando
por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.  Y las atarás como una
señalen tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos;  y las escribirás
en los postes de tu casa, y en tus puertas.”
DEUTERONOMIO 6:6-9 | RVR1960

En el antiguo pacto las leyes de Dios estaban escritas en piedras para


que al verlas puedan ser aprendidas.

Hoy la ley de la gracia está escrita en nuestros corazones, pero en el


trajín del diario vivir somos bombardeados por demasiados concep-
tos, creencias, ideologías, y pronósticos que nos distraen de lo eter-
no, de lo verdadero y nuestro hombre exterior (alma y cuerpo) tien-
de a prestarle más el oído y la atención a las cosas temporales, lo cual
74
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

produce que nuestras emociones fluctúen según la noticia de turno.

Nuestros sentidos son el contacto que nuestra alma tiene con el


mundo exterior, por eso todo lo que los sentidos ven, oyen, sienten,
huelen o gustan, afectan a nuestras emociones y estado de ánimo.

Exponernos a las conversaciones, a los medios de comunicación, es


necesario para estar actualizados en los tiempos que corren, pero
más necesario aún es estar expuestos a las verdades eternas que no
solo nos forman en nuestra identidad de hijos en Cristo, sino que
también nos da las herramientas para dar la solución a un mundo
que necesita experimentar redención.

Por esta razón estoy decidiendo recordarle a mí alma a dónde per-


tenece, quien la compró por un alto precio y cuan útil y valiosa es
cuando se transforma en un instrumento de la expresión de la vida
del hombre interior, es decir, la vida de Dios que habita en nuestro
espíritu.

Entonces decidí que mis oídos escuchen no solo las noticias tempo-
rales sino las noticias eternas y que mis ojos naturales comiencen a
ver la maravillosa e indestructible realidad que habita en mí interior.

Recordarle a nuestra alm


a a
dónde pertenece, construy
e iden-
tidad y nos da las herram
ientas
para ser solución para un
mundo
que necesita

75
CAPITULO I | Cristo en mí

Día 40: Quebrantados 1

“Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y


humillado no despreciarás tú, oh Dios”
SALMOS 51:17 | RVR1960

Hay temporadas en nuestras vidas en las que no comprendemos las


situaciones que atravesamos. Enfermedad, pobreza, soledad pare-
cieran palabras que no existen en el vocabulario de un “cristiano exi-
toso”.

Hemos aprendido que un hombre de fe es alguien a quien la prospe-


ridad, la salud y las buenas compañías lo persiguen. Y aunque expe-
rimentar la plenitud de vida que en Cristo hemos heredado, es una
meta a seguir, mientras corremos la carrera atravesamos distintas
formas de quebranto.

Quebranto de nuestra alma, nuestro hombre exterior.


Durante toda nuestra vida nos hemos revestido de orgullo, justicia
propia, independencia, amor propio desmedido... Y todas esas ves-
tiduras han sido impedimento para que el hombre interior, es decir,
el ser espiritual renacido en Cristo, pueda expresarse y dar a conocer
a Dios por medio de nuestra alma. El alma en vez de ser un canal de
expresión del espíritu, terminó siendo un velo cuyas vestiduras no
permiten ver la gloria de Dios.

Por esta razón Dios utiliza el quebranto. Esta es una obra del Espíritu
Santo, quien utiliza las aflicciones de este mundo para quebrantar-
nos, para que humildes y dependientes de Dios, nos encontremos
desnudos de toda vestidura corrupta, para ser revestidos de Cristo.
76
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

De esta manera por las grietas que el quebranto deja en nuestro ser
exterior, la gloria de Cristo será vista en y por medio de nuestra alma
sujeta al espíritu.

La aflicción es parte de todo ser humano. Todos, creyentes e incré-


dulos atraviesan el dolor. La esperanza del creyente está que del
otro lado del quebranto descansa la plenitud de vida, esperando ser
expresada. El quebranto tiene el propósito de formar el carácter de
Cristo en nosotros.

Por medio del quebranto la iglesia es despertada a una expresión


más amable y generosa del cuerpo. Vemos en la vida de los apósto-
les que la iglesia era movida a generosidad, a compasión y a santi-
dad por medio de las aflicciones de ellos. Por lo tanto, cuando somos
quebrantados, muchos son también disciplinados por el Espíritu
para así cumplir con el propósito eterno: ser uno para que todos co-
nozcan al Hijo y experimenten la vida plena.

La verdad de Dios
supera toda c
ircunstancia temporal.

Día 41: Cristo, mi plataforma

El nuevo nacimiento en el Espíritu es el despertar a la vida para la


cual fuimos creados.

77
CAPITULO I | Cristo en mí

Esta es la verdadera vida, es la vida superior, la vida espiritual tras-


ciende la vida natural. Antes de que nuestro espíritu reviviera por la
obra del Espíritu Santo revelándonos el perdón, la gracia, la recon-
ciliación y la vida plena que Cristo en la cruz alcanzó para nosotros,
estábamos muertos en nuestros afanes, pecados y ansiedades.
Pero desde que Dios nos mostró que junto con Cristo fuimos tam-
bién crucificados y resucitados a una nueva vida, compren-dimos
que estábamos “EN”, es decir que Dios nos incluyó, nos puso en Cris-
to para que su muerte sea nuestra muerte y su resurrección y victoria
sea también en nosotros.

“Dios los ha unido a ustedes con Cristo Jesús. Dios hizo que él fuera la
sabiduría misma para nuestro beneficio. Cristo nos hizo justos ante Dios;
nos hizo puros y santos y nos liberó del pecado.”
1 CORINTIOS 1:30 | NTV

“Pues hemos muerto y fuimos sepultados con Cristo mediante el bautis-


mo; y tal como Cristo fue levantado de los muertos por el poder glorioso
del Padre, ahora nosotros también podemos vivir una vida nueva. Dado
que fuimos unidos a él en su muerte,
también seremos resucitados como él.”
ROMANOS 6:4-5 | NTV

Dios nos incluyó en su hijo para que podamos ser participantes de


todo lo que Cristo fue participante y para que seamos herederos de
todo lo que el hijo heredó. Por eso lo que somos lo somos EN y no
solo por él, sino que aun no habiendo hecho nada para obtenerlo,
fuimos bendecidos con toda bendición espiritual EN Cristo. Porque
el padre quiso hacernos participantes

“Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo,


quien nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales en los
lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo.”
EFESIOS 1:3 | NTV

78
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Esto ya es una realidad consumada en la cruz y resurrección. Cruz


para que muera toda corrupción y resurrección en Cristo para que su
vida se exprese en nosotros.
Él en nosotros y nosotros en él.

“Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una


persona nueva. La vida antigua ha pasado;
¡una nueva vida ha comenzado!”
2 CORINTIOS 5: 17 | NTV

Aceptar y caminar en esta realidad espiritual será la indestruc-tible


plataforma para la cual fuimos puestos en Cristo.
Hubo un nacimiento natural, y es importante porque nuestro cuerpo
y nuestra alma fueron creadas para expresar lo eterno, cuerpo como
portador y transporte de la gracia y alma para expresarla por medio
de nuestra voluntad, intelecto y emociones.

Pero sin el nuevo nacimiento, sin la resurrección de nuestro espíritu


por el depósito del Espíritu de vida, no habría nada que expresar más
que nuestros propios deseos e intereses, los cuales están goberna-
dos por la vanidad y fluctuación del sistema mundo.

Estar en Cristo significa que el será nuestra plataforma, nuestro co-


mienzo, nuestro final, nuestra herencia y propósito.

Nuestro pasado, historias y carencias ya fueron crucificadas hace


2000 años juntamente con Cristo, hoy tenemos una nueva vida y una
nueva herencia, lo viejo ya no nos pertenece, solo nos resta recordár-
selo a nuestra alma todos los días y en cada momento y recordárselo
a quienes Dios nos ponga en el camino.

79
CAPITULO I | Cristo en mí

Si Cristo es
mi plataform
pasado, ni cr a, no hay
ianza, ni car
o material qu encia afectiva
e me pueda
Hay un nuev condicionar.
o comienzo y
una nueva
herencia en
él

Día 42: Tiempo de tristeza 3

“Respóndeme cuando clamo a ti,  oh Dios, tú que me declaras inocente.


Libérame de mis problemas; 
ten misericordia de mí y escucha mi oración.”
SALMO 4:1 | NTV

La ansiedad y la angustia acortan nuestra visión, la enfoca en nues-


tros problemas, errores, fracasos y temores.

Cuando estás nos gobiernan no podemos mirar a nuestro alrede-dor


solo vemos un túnel delante nuestro que nos conduce a un futuro
incierto y oscuro.

Pero Dios ensancha nuestra mirada para que podamos ver la longi-
tud, la anchura y profundidad de su gracia y amor.
Dios nos posiciona en Cristo, y desde esa altura, todo lo terrenal se
ve más pequeño.

80
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Nuestra mirada se ensancha y podemos ver a la ansiedad y la an-


gustia como un proceso en el cual Dios nos introduce para formar el
carácter de su Hijo y así ser una expresión más genuina de su vida.

Dios ensancha nuestra mirada para que podamos conocer el poder


de su gracia, su soberanía y su plan eterno.

“Así que humíllense ante el gran poder de Dios y, a su debido tiempo, él


los levantará con honor.  Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades
en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes.  ¡Estén alerta! Cuíden-
se de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un león
rugiente, buscando a quién devorar.  Manténganse firmes contra él y
sean fuertes en su fe. Recuerden que su familia de creyentes[a] en todo el
mundo tabién está pasando por el mismo sufrimiento.
En su bondad, Dios los llamó a ustedes a que participen de su gloria
eterna por medio de Cristo Jesús. Entonces, después de que hayan sufrido
un poco de tiempo, él los restaurará, los sostendrá, los fortalecerá y los
afirmará sobre un fundamento sólido. 
 ¡A él sea todo el poder para siempre! Amén.”
1 PEDRO 5:6-11 | NTV

Hermanos, esa angustia tendrá fin, la ansiedad se convertirá en cal-


ma cuando aprendamos a disfrutar de su extensa gracia!
No pretendo haberlo alcanzado ya, pero persisto, para ver si logro
alcanzar aquello para lo cual fui alcanzada ya por Cristo.

angustia foca-
La ansiedad y la
en nuestros
liza nuestra mirada
s, pero Dios
problemas y errore
irada para
ensancha nuestra m
la magnitud de
que podamos ver
plan eterno
su gracia y de su

81
CAPITULO I | Cristo en mí

Día 43: Hojas en blanco

Pareciera una reflexión básica, para aquellos que están dando sus
primeros pasos en la fe... pero no solo me inspiro en ellos para escri-
bir, sino también en en los que ya llevamos unos largos años en este
camino.

Quizás esta seas vos. Una persona que ama a Dios con todo el cora-
zón y que le sirve con integridad.

Entonces creemos que porque hacemos todo lo “correcto” no debe-


ríamos pasar por despojos y angustias... Y aunque el gozo, la paz y la
plenitud son una característica de la naturaleza de Cristo habitando
en nuestro espíritu, muchas veces atravesamos procesos y circuns-
tancias en las que nuestra alma se encuentra lejos de disfrutarlas.
Dios permite el quebranto del hombre exterior (emociones, volun-
tad, pensamientos, actitudes) para que por medio de ese quebranto
nuestra alma sea formada a la imagen de su Hijo, es decir que nues-
tra alma se sujete a la realidad eterna que habita en nuestro espíritu.

“Aunque era Hijo de Dios, Jesús aprendió


obediencia por las cosas que sufrió.”
HEBREOS 5:8 | NTV

Todos huimos del padecimiento, y muchas veces nos han ense-ñado


que padecer necesidad, desprecio, soledad, enfermedad, angustia,
ansiedad, no son situaciones que un hijo maduro debería atravesar,
o al menos, no se le debería notar.

2 Corintios 6:10-13, nos hará pensar si esto es realmente cierto:

82
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

“Hay dolor en nuestro corazón, pero siempre tenemos alegría. Somos


pobres, pero damos riquezas espirituales a otros.
No poseemos nada, y sin embargo, lo tenemos todo.
¡Oh, queridos amigos corintios!, les hemos hablado con toda sinceridad y
nuestro corazón está abierto a ustedes. 12 No hay falta de amor de nuestra
parte, pero ustedes nos han negado su amor. 13 Les pido que respondan
como si fueran mis propios hijos. ¡Ábrannos su corazón!”
2 CORINTIOS 6:10-13 | NTV

Entonces armamos una apariencia de superación y madurez que


aún no vivimos y es ahí donde somos confrontados y debemos pre-
guntarnos si vamos a evadir este proceso, simulando o vamos a atra-
vesarlo exponiéndonos al quebranto, siendo genuinos con nuestros
pares y aún ante las personas a las que servimos, reconociendo que
somos falibles, y que aún no hemos llegado a superar muchas cosas,
sino que estamos en la carrera, para alcanzar aquello por lo cual ya
fuimos alcanzados por Cristo

“Sé vivir con casi nada o con todo lo necesario. He aprendido el secreto de
vivir en cualquier situación, sea con el estómago lleno o vacío, con mucho
o con poco.  Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo,[a] quien me da
las fuerzas.  De todos modos, han hecho bien
al compartir conmigo en la dificultad
por la que ahora atravieso.”
FILIPENSES 3:12-14 | NTV

Y es entonces, quebrantados, cuando a través de las grietas de nues-


tra alma rendida y dispuesta como una hoja en blanco, la luz de la
vida de Cristo se deja ver y escribe los planes maravillosos que Dios
tiene para nosotros y que vamos a expresar con cuerpo y alma. Un
alma humilde, quebrada una y otra vez hasta que sea conformada a
la imagen del Hijo.

Si hoy no encontrás sentido a tanto dolor, te aseguro que este es el


comienzo de un nuevo capítulo en tu vida.
83
CAPITULO I | Cristo en mí

Cuando pierdas el sentido,


permi-
te ser una hoja en blanco
en la
que Dios escriba sus ma
ravillosos
planes para vos.

Día 44: Paciencia

Una obra de arte no decide cuándo ser terminada.


El artesano se toma su tiempo para tallarla tal cual la pensó.
Moldea lentamente y cala con firmeza, mientras una obra maravi-
llosa se gesta, nace y se desarrolla sin hacer nada para lograrlo, solo
dejándose ser en las manos de su creador, contemplándolo conti-
nuamente mientras él trabaja en ella.
¿Cuántas veces pretendemos “ayudar a Dios” intentando acelerar
procesos?
Creemos que conocemos los tiempos y sentimos que él no va al rit-
mo necesario para poder suplir las necesidades que vemos a nuestro
alrededor. Y así, nos ponemos el “traje de hombre/mujer superhéroe
“, e intentamos sanar al mundo, sin dejarlo a Dios que primero nos
forme a su imagen.

 Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza,


conforme a su imagen, y llamó su nombre Set.
GÉNESIS 5:3 RVR1960
Y corremos el riesgo de que en vez de colaborar con la formación de
Cristo en otros, lo que hagamos es reproducir nuestra propia ima-
gen: una obra no acabada.
84
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Nos preocupamos tanto en hacer, en demostrar, en los cambios cos-


méticos pero que con la mínima lluvia se desgasta y desdibuja, en
vez de ocuparnos en contemplar al Padre mientras el forma la ima-
gen de su Hijo en nuestro interior, y tomando su forma, cumplir el di-
seño por el cual fuimos creados: ser su imagen en la tierra, gobernar
las cosas y no ser gobernados por ellas y expresar su vida con todo lo
que somos.

“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme


a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los
cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal
que se arrastra sobre la tierra.”
GÉNESIS 1:26 | RVR1960

En este tiempo me estoy replanteando en qué estoy invirtiendo la


segunda mitad de mi vida. Que huellas quiero dejar en este mundo,
cual herencia a mis hijos naturales y espirituales, que imagen espero
reproducir cuando hablo, actúo y tomo decisiones.
Y una Palabra que me viene a la mente es “Paciencia”.

Ni Dios espera que seas perfecto de un momento a otro ni las per-


sonas necesitan que lo seas. Solo es necesario que lo contemples,
que te dejes moldear y calar, porque solo soltándote a su trato vas a
expresar y darle a otros lo que necesitan: la porción de Cristo que el
Padre está formando en tu interior.

Dios no está apresurado


en
moldearte y tallarte, porqu
e en el
proceso se perfeccionan los
detalles.
El te tiene paciencia, sé
paciente
con vos también

85
CAPITULO I | Cristo en mí

Día 45: Quebrantados 2

Nuestro ser es espíritu, alma y cuerpo y mientras permanezcamos


habitando este cuerpo, las emociones que se encuentran en el alma,
serán afectadas por las cuestiones terrenales.
Las circunstancias, el entorno, los vínculos, la economía, inciden en
las emociones en mayor o menor medida.
No deberíamos frustrarnos al sentir tristeza, ya que esta es tan tem-
poral como la alegría.

Hemos aprendido que la tristeza es negativa o que quien la atravie-


sa es una persona inmadura. Pero las emociones y los sentimientos
fueron creados por Dios, todos, para expresar la vida que hay en
nuestro espíritu.

“No lamento haberles enviado esa carta tan severa, aunque al principio sí
me lamenté porque sé que les causó dolor durante un tiempo. Ahora me
alegro de haberla enviado, no porque los haya lastimado, sino porque el
dolor hizo que se arrepintieran y cambiaran su conducta. Fue la clase de
tristeza que Dios quiere que su pueblo tenga, de modo que no les hicimos
daño de ninguna manera.  Pues la clase de tristeza que Dios desea que
suframos nos aleja del pecado y trae como resultado salvación. No hay
que lamentarse por esa clase de tristeza; pero la tristeza del mundo, a la
cual le falta arrepentimiento, resulta en muerte espiritual.”
2 CORINTIOS 7: 8-10 | NTV

Pablo relata que los creyentes habían sido entristecidos por una car-
ta de corrección que él les había enviado, pero está tristeza era el re-
sultado de haber entendido que había cosas a las que tenían que re-
nunciar, morir y arrepentirse, por lo tanto la tristeza era una emoción
producida por un trato de Dios, que produjo en ellos una expresión
más exacta de Su vida.
86
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

En cambio el joven rico al que Jesús le dijo que de todo lo que tenía a
los pobres, se fue triste, porque lo terrenal gobernaba en él.
Debemos permitirnos la tristeza cuando entendemos que todo que-
branto produce en nosotros el avance y el gobierno de la vida de Cris-
to en nuestra alma, produce obediencia y madurez.

Ni la tristeza o la alegría deberían gobernarnos, ambas pertenecen


al alma y cuando el alma gobierna vivimos en constante fluctuación.
Pero cuando permitimos que Dios quebrante nuestro hombre exte-
rior (alma) el dolor que esto produce no se puede comparar con el
gozo y el entendimiento de sabernos en su propósito.

Por lo tanto, no te frustres por esos periodos de tristeza, si no, al con-


trario, busca entender que es lo que Dios está hablando por medio
de ese quebranto.

Tanto las circunstancias, cómo los problemas y aún los momentos de


alegría son pasajeros, pueden ser un fin en sí mismos, o una oportu-
nidad para que la vida de Cristo se exprese con mayor potencia.

Todas las cir


cunstancias, co
problemas y mo los
aún los mom
alegría son entos de
pasa
fin en sí mis jeros. Pueden ser un
mos, o una
para que la opo
vida de Cristo rtunidad
con mayor p se exprese
otencia.

87
CAPITULO I | Cristo en mí

Día 46: Privilegio y responsabilidad

“Ahora tenemos esta luz que brilla en nuestro corazón, pero nosotros mis-
mos somos como frágiles vasijas de barro que contienen este gran tesoro.
Esto deja bien claro que nuestro gran
poder proviene de Dios, no de nosotros mismos.”
2 CORINTIOS 4:7 | NTV

Hay un Gran Tesoro implantado en tu interior. Este tesoro es la vida


de Cristo que te hace valioso y escondido en Él, las joyas que van a
sustentar el propósito de Dios en vos.

Sos portador de un gran tesoro. Podés vivir sin tener la noción de Su


valor o invertir tiempo y energías en descubrirlo.

Ignorar este tesoro no te elude de responsabilidad, solo te hace un


mal administrador de esa Gracia. Viviendo como mendigo cuando
dentro tuyo sos un portador de riquezas, caminando en tinieblas,
vulnerable, propenso a que cualquier ladrón te quite los dones por
los que Cristo dio la vida para que los disfrutes y administres, mien-
tras el conocimiento de ese Tesoro te llevará a caminar en luz, seguro
y a salvo, porque la Luz hace retroceder a la oscuridad.

En cambio, conocer cada día un poco más el valor de ese Tesoro que
portás, esas joyas que están incrustadas en tu espíritu, provoca en
vos una profunda honra y un gran sentido de responsabilidad, que te
llevará a la necesidad de cuidar y hacer crecer la vida de ese Tesoro.
Así como una mujer que se entera que está embarazada, cuida su
cuerpo abandonando los hábitos que pueden perjudicar la vida que
esta creciendo dentro suyo y comienza a alimentarse sanamente

88
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

porque ahora porta a un ser que ama más que a sí misma, de esa
manera debemos honrar y cuidar la vida de Cristo que portamos.

Podés ignorarlo y vivir como quién nunca recibió nada o podés


aceptarlo, disfrutarlo y vivir para compartirlo.

Ser portador de
un gran tesoro es
un privilegio y una
responsabilidad.

Día 47: Vasos de barro

Hay una Vida plena y maravillosamente desafiante que aguarda en


tu interior que le permitas crecer y dar frutos.
Esa es la vida de Dios latente, paciente, amorosa que se impartió a
tu vida cuando fuimos reconciliados en Su Hijo.

“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del
poder sea de Dios, y no de nosotros,”
2 CORINTIOS 4:7 | RVR1960

Fuiste diseñado para expresar la Vida de Dios en la tierra. Es decir,


que Dios te creó para que la tierra vea a Dios por medio tuyo.
Por esta razón, hay una urgencia en tu vida que se manifiesta en in-
comodidad, descontento, insatisfacción que por más que busques lo

89
CAPITULO I | Cristo en mí

que busques y hagas lo que hagas no será resuelta hasta que decidas
desarrollar la Vida de Dios en tu interior.

Cristo es la fuente de plenitud que el Padre nos otorgó, para que pue-
das volver a ser quien eras en la eternidad, cuando Dios te pensó.
A medida que descubrís la vida de Cristo en vos, vas a recuperar la
memoria de tu identidad en Dios y lo que Él dice que sos y valés.
Decidir desarrollar esa Vida que te habita te llevará por lugares que
jamás imaginaste.

¡La Vida en Cristo es sumamente desafiante!


¡Es tiempo de despertar!

Decidí te a desarrollar la
vida de
Dios en tu alma y vas a
descubrir
los tesoros que descansan
en vos…
Es tiempo de despertarlo
s!

Día 48: Libres

“Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.”


JUAN 8:36 | RVR1960

Desde el principio ser humano decidió vivir sin tener que depender
de Dios. Quiso vivir a su manera y bajo sus reglas y condiciones, pre-

90
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

tendiendo obtener una libertad que era ilusoria, porque la verdadera


libertad no proviene de hacer lo que queremos si no de ser quienes
fuimos creados para ser, una expresión del Amor de Dios al mundo.

La aparente libertad que el hombre consiguió lo hizo esclavo de su


propia naturaleza, esclavo de sus necesidades, deseos e imagina-
ción.
Cristo vino a hacernos libres de nuestra propia naturaleza autodes-
tructiva, para darnos la libertad que viven aquellos que descubrieron
el por qué y para qué de su existencia.
Hemos sido inundados de su gracia, que cubre multitud de faltas,
que sacia la necesidad, nos dio sus deseos para que no seamos de-
cepcionados y nos proveyó de su propósito eterno que nos conducirá
por lugares que nuestra mente finita no puede imaginar.

¡Cristo es el todo en todos y él es la libertad que nos hace verda-de-


ramente libres!

“Por lo tanto, ya no hay condenación para los que pertenecen a Cristo


Jesús; 2 y porque ustedes pertenecen a él, el poder del Espíritu que da vida
los ha libertado del poder del pecado, que lleva a la muerte. 3 La ley de
Moisés no podía salvarnos, porque nuestra naturaleza pecaminosa es dé-
bil. Así que Dios hizo lo que la ley no podía hacer. Él envió a su propio Hijo
en un cuerpo como el que nosotros los pecadores tenemos; y en ese cuer-
po, mediante la entrega de su Hijo como sacrificio por nuestros pecados,
Dios declaró el fin del dominio que el pecado tenía sobre nosotros. 4 Lo
hizo para que se cumpliera totalmente la exigencia justa de la ley a favor
de nosotros, que ya no seguimos a nuestra naturaleza
pecaminosa sino que seguimos al Espíritu.”
ROMANOS 8:1-4 | NTV

Cristo Jesús se puso en nuestro lugar para hacer lo que no podíamos,


ser un sacrificio perfecto para liberarnos de la esclavitud. Y nos llevó
juntamente con él, siendo el la puerta y el camino para que todos
91
CAPITULO I | Cristo en mí

crucifiquemos en él nuestra naturaleza autodestructiva.


Pero no quedó ahí, sino que en su resurrección fuimos también resu-
citados juntamente con él y allí fuimos libres, obteniendo la vida de
su Espíritu, fuente de toda libertad.

Porque Cristo se hizo ho


m-
bre, fuimos libres de nues
tra
naturaleza autodestructiva
.

Día 49: Avanza tu luz

La medida de oscuridad que porta una persona, o una comunidad,


solo se combate con la Luz que permite que entre en su interior.
No alcanza con escuchar sobre la Luz, ni hablar sobre la Luz, sino que
hay que permitir que esa Luz gobierne tal espacio.

Cuando el gobierno de la Vida de Cristo en nosotros aumenta, hace


retroceder todo gobierno de oscuridad en mí y en mi comunidad.

Su luz expone nuestra condicion y nos lleva a poner en orden lo que,


mientras permaneciamos en la oscuridad de la ignorancia, no podia-
mos ver.

Tambien esta bendita luz nos deja ver la realidad del mundo en el
que vivimos, no para juzgarlo, sino para hacer un diagnostico que
92
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

nos permita realizar la logistica necesaria para llevar a Cristo de ma-


nera efectiva.

Dediquémonos a conocer y desarrollar la Vida de Cristo que habita


en nuestro espíritu, para que esa Luz avance en alma, cuerpo y a tra-
vés nuestro a toda la comunidad.

“Pues Dios, quien dijo: «Que haya luz en la oscuridad», hizo que esta luz
brille en nuestro corazón para que podamos conocer la gloria de Dios que
se ve en el rostro de Jesucristo.”
2 CORINTIOS 4:6 | NTV

Cristo es la manifestacion de esa gloria, y Dios puso esa luz en nues-


tro corazon para que a expresemos la pureza y el amor del rostro de
Cristo.

Cuando el gobierno de la
s
Vida de Cristo en nosotro
aumenta, hace retroceder
ad
todo gobierno de oscurid
d.
en mí y en mi comunida

93
CAPITULO 2

Cristo
en Mi
familia
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Día 50: El centro de su voluntad

“no he dejado de dar gracias a Dios por ustedes. Los recuerdo constan-
temente en mis oraciones y le pido a Dios, el glorioso Padre de nuestro
Señor Jesucristo, que les dé sabiduría espiritual y percepción, para que
crezcan en el conocimiento de Dios.  Pido que les inunde de luz el corazón,
para que puedan entender la esperanza segura
que él ha dado a los que llamó—es decir, su pueblo santo—,
quienes son su rica y gloriosa herencia.”
EFESIOS1:16-18 | NTV

En la cruz Cristo resolvió todas nuestras incertidumbres.


En la cruz, Dios restauró el diseño por el cual fuimos creados.
Yendo a ella, crucificando nuestra historia, para resucitar en Cristo
y que Él escriba la historia de Vida Plena que tenía preparada para
nosotros en la eternidad, somos posicionados y direccionados.

Caminar en el centro de Su voluntad es vivir descubriendo ese dise-


ño. Vivir para descubrirlo y para manifestarlo. Y en ese trayecto ire-
mos encontrándonos con las personas y los recursos necesarios para
que Su Plan Eterno se dé a conocer por medio nuestro ¡Dios está
comprometido con eso! 

Todo creyente que desea caminar en la voluntad de Dios, también


sueña con encontrar a la persona (esposo/a) con quien construirá
su hogar. Él aguarda en oración, aunque hay momentos en los que
teme no hallar a esa ayuda idónea.
Dios, nuestro padre, está más interesado que nosotros en mostrar-
nos a quien el diseñó para que sea nuestro complemento, por eso él
nos lleva al centro de su propósito.

97
CAPITULO II | Cristo en mi familia

El centro de su propósito es su hijo y Dios espera que nos reunamos


en el para que todo sea restaurado. Por eso, quién se sabe en Cristo,
se encuentra con las personas y recursos para que seamos sus cola-
boradores en ese propósito de reunir todo en Cristo

“Ahora Dios nos ha dado a conocer su misteriosa voluntad respecto a


Cristo, la cual es llevar a cabo su propio buen plan. Y el plan es el siguien-
te: a su debido tiempo, Dios reunirá todas las cosas y las pondrá bajo la
autoridad de Cristo, todas las cosas que están en el cielo
y también las que están en la tierra.”
EFESIOS 1:9-10 | NTV

Es importante que nuestro enfoque esté puesto en el lugar correcto,


en las cosas eternas, para que cuando Dios abra los ojos de nuestro
entendimiento podamos ver con claridad, sin confusión, lo que él
puso en nuestra administración.

Personas y recursos no tienen que ser el motivo central de nuestras


oraciones y acciones, sino, el poder conocer, entender y caminar en
su perfecta voluntad. Lo demás es cuestión de tiempo.

e
Ser portador d
es
un gran tesoro
una
un privilegio y
responsabilidad.

98
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Día 51: Grietas


“Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros
hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará
buenas cosas a los que le pidan?”
MATEO 7:11 | RVR1960

Como padres que amamos a Dios, nos esforzamos en que ellos vean
en nosotros a Cristo, ser de ejemplo. Tenemos un deseo genuino de
asistirlos, de que nada les falte, de suplirles toda necesidad.

Es por eso que cuando encontramos grietas en nuestra vida cotidia-


na, cuando fallamos o cuando no podemos llevar adelante nuestras
ideas de cómo ser un “padre cristiano excelente”, nos frustramos y
tenemos por la salvación de nuestros hijos. Pensamos que cualquier
grieta en la crianza puede ser un tropiezo para ellos.
Amados padres:
Si aman a Dios y desee con todo su ser expresar la vida de Cristo en
ustedes, todo lo que transmitan (aún sus errores) va a colaborar con
el avance del evangelio en sus hijos.
Tenemos que comprender que no somos el Espíritu Santo, que no
podemos convencerlos de pecado. Como padres nos corresponde
amarlos y parte de ese amor es estorbarlos cuando quieren hacer
algo que va a a entorpecer el diseño de Dios para sus vidas.

“Ya le dije que por la maldad de sus hijos he condenado a su familia para
siempre; él sabía que estaban blasfemando contra Dios[a] y,
sin embargo, no los refrenó.”
1 SAMUEL 3:13 | NVI

Nos corresponde conocer, valorar y estimular sus talentos y ense-

99
CAPITULO II | Cristo en mi familia

ñarles la palabra y también nos corresponde tener una vida cohe-


rente con lo que escuchamos

“Todo el que escucha mi enseñanza y la sigue es sabio, como la persona


que construye su casa sobre una roca sólida.”
MATEO 7:24 | NTV
Somos padres que amamos a nuestros hijos y anhelamos una vida
de obediencia al Padre, por lo tanto, aun cuando fallemos, en los
vacíos que por nuestras limitaciones podamos dejar, por medio de
las grietas que dejemos ver, Dios va a glorificarse. Dios va a utilizar
nuestras falencias, no solo nuestros aciertos para llegar al corazón
de nuestros hijos.
A ellos les va a ser útil que no llenemos todos sus vacíos y expectati-
vas, porque en esos vacíos es cuando van a encontrarse con “la Pleni-
tud de quien lo llena todo en todos” Efesios 1:23.
El Espíritu Santo hará la obra en Su tiempo, porque: si nosotros sien-
do malos anhelamos que ellos le conozcan, ¿cuánto más nuestro Pa-
dre bueno?
El clamor de que nuestros hijos experimenten a Cristo es un clamor
que sin dudas proviene Su Espíritu y en esta verdad debemos des-
cansar.

“Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecha-


remos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos.”
GÁLATAS 6:9 | NTV

Para quienes estamos en


Cristo aun nuestras impe
rfec-
ciones serán utilizadas pa
ra
formar a Cristo en otros

100
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Día 52: Conversaciones eternas

“Con esta noticia, fortalezcan a los que tienen cansadas las manos, y ani-
men a los que tienen débiles las rodillas.
Digan a los de corazón temeroso: «Sean fuertes y no teman,
porque su Dios viene para destruir a sus enemigos;
    viene para salvarlos».”
ISAÍAS 35:3-4 | NTV

Las conversaciones que tenemos dentro de nuestros ámbitos de inti-


midad son las que marcan el camino por el cual vamos a conducirnos
en la vida.

Cuánto tiempo dedicamos a la crítica, a los malos augurios...


También, cuánto tiempo dedicamos al silencio, que es muchas ve-
ces la conversación más peligrosa, ya que lo que no se habla en la
intimidad de la familia, será un vacío para que voces ajenas tomen
gobierno sobre la mente de nuestros amados.

Es necesario hablar las cuestiones diarias y domésticas, pero no pue-


den ocupar nuestro mayor tiempo.
Cómo padres, cómo formadores, cómo adultos y maduros en el se-
ñor tenemos que tomar la iniciativa de utilizar nuestras mesas para
hablar las verdades eternas.

¡Es urgente que seamos intencionales, que provoquemos las conver-


saciones de los asuntos eternos!
Es crucial declarar las realidades de Dios sobre nuestros hijos, sobre
nuestro hogar. Que ellos nos escuchen hablar bien sobre ellos.

Hermanos, Dios puso a nuestro cuidado a nuestro hijos no solamen-


101
CAPITULO II | Cristo en mi familia

te para que sean buenas personas, sino para que colaboremos con
Él para formar en ellos al hombre espiritual a la imagen de su Hijo.

Por lo tanto es nuestra responsabilidad y privilegio cómo padres, el


fortalecerlos en el Señor, el hablar Su verdad y el ser los generadores
de esas conversaciones eternas que posicionarán a nuestras familias
como lumbreras que iluminarán a muchos.

Generemos en nuestros ho
gares,
conversaciones que ponder
en las
verdades eternas y serem
os fami-
lias posicionadas como lum
breras
en la sociedad.

Día 53: Los pensamientos

¿Y si empezamos con los pensamientos?


Todo ambiente se crea con conceptos, con ideas que nacen de los
pensamientos de un diseñador.
Así nosotros somos los diseñadores del ambiente de nuestro hogar.
Los pensamientos, conceptos e idea que tenga sobre quienes con-
viven en casa, determinan el ambiente que vamos a crear todos los
días.
Los pensamientos de enojo y crítica van a generar ambientes hosti-
les y violentos. En cambio lo pensamientos que estén basados en las
virtudes del otro, van a producir ambiente de paz y disfrute.

102
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

¿Qué ambiente querés en tu hogar?

Te propongo que en estos días comiences a pensar en cinco virtu-des


de cada una de la persona que conviven con vos.
Pensarlos una y otra vez, aun cuando la actitudes del otro expresen
lo contrario.
Ejercitar los buenos pensamientos, es el comienzo de una construc-
ción eterna en nuestro hogar.

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo


lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si
hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”
FILIPENSES 4:8 | RVR1960

Los pensamientos
son el laboratorio de
nuestras acciones

Día 54: Los pensamientos

Siguiendo con el ejemplo del diseñador, podríamos decir que las pa-
labras son el mobiliario de un hogar.
El mobiliario pone a la vista lo que el diseñador pensó.
Las palabras son la manifestación de los pensamientos, por eso son
tan importantes como lo que pensamos.

103
CAPITULO II | Cristo en mi familia

Casi todas las personas saben cuáles son las palabras que construyen
y cuales las que destruyen.
Por eso, aún más importante que las palabras, es la sustancia, la
esencia, las intenciones con las que las palabras se dicen.

Sería fácil modificar las palabras, solo modificaríamos lo superficial


y no la naturaleza de las palabras.
Modificar nuestra forma de hablar con nuestra familia sería un cam-
bio bueno, pero no radical, no permanente, porque en el primer mo-
mento de enojo, las malas palabras van a expresar lo que verdadera-
mente pensamos o sentimos.

Por eso el cambio está en la sustancia, en la intención con la que


decimos “te amo”, “perdón” o “esto lo podemos hacer mejor”, entre
otras palabras. Si la sustancia es el amor, vamos a estar impartien-
do a los demás la misma vida de Dios. Las palabras serán el vehículo
del amor, la vida y la verdad y por más que estas sean para corregir,
y no sean del todo agradable para quien las reciba, el resultado de
esta expresión será la misma naturaleza de Cristo creciendo en ese
vínculo.

Te propongo que en estos días puedas comenzar a expresar aquellas


palabras de bien que pensaste durante la semana anterior y que re-
flexiones si la sustancia es el amor.

“De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos,


esto no debe ser así. ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura
agua dulce y amarga? 1Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir
aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente
puede dar agua salada y dulce.”
SANTIAGO 3: 10-12 | RVR1960

104
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

La sustancia de las
palabras es la mate-
ria prima con la que
construimos nuestros
hogares

Día 55: Las actitudes:

— Dani dice que Flor la hace exasperar.


— Marce dice que el culpable de su mal humor es Fernando.
— Sofía dice que ella grita mucho porque Gabriel la provoca.

… y así, hemos escuchado o dicho muchas de estas frases.

Desde el principio del tiempo el ser humano siempre culpó al otro


de sus reacciones y actitudes.
— Adán culpó a Eva de su desobediencia.
— Samuel culpó al pueblo por su pecado.
— Pilatos culpó a los judíos de mandar a Jesús a la muerte.

Pero la realidad es quienes decidimos con que actitud vamos a trans-


currir en el día o como vamos a reaccionar, somos nosotros.

La actitud o las reacciones son los impulsos que fluyen de nuestro


corazón.

105
CAPITULO II | Cristo en mi familia

Como venimos compartiendo, lo que pensamos, lo que hablamos y


como actuamos y reaccionamos tiene que ver con la sustancia que
nos gobierna.

“Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de


afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, 13 de
modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja con-
tra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes. Por
encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto.”
COLOSENSES 3: 12-14 | NVI

Esto no es simplemente un esfuerzo superficial que yo debo intentar


cumplir.
Por nuestra cuenta no podemos hacer nada de lo que estos versícu-
los hablan, ya que nuestra naturaleza caía tiende al conflicto. Ne-
cesitamos ser revestidos de Cristo, que su naturaleza crezca en no-
sotros para que sea Él amando, siendo humilde, amable, paciente,
tolerante a través de nuestra alma rendida a su Espíritu.

Cristo en nosotros avanzando y gobernando y fluyendo en pensa-


mientos, palabras y acciones.
Cristo gobierna en nuestra vida cuando le conocemos más y permiti-
mos que esa vida que conocemos se exprese en y por medio nuestro.

Leer estos devocionales, exponernos a su Palabra, meditar en lo que


leemos es el comienzo del trayecto por el cual nuestras familias van
a llegar a disfrutar de la plenitud que heredamos por la vida de Cristo
en nosotros.
Te propongo que hoy puedas pensar antes de reaccionar y que en
esta semana decidas tener una actitud amable ante los desafíos que
se te presenten.

106
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Cantá, bailá, sonreí y vas a comprobar cuan agradable es la vida en


familia cuando la actitud nace desde la sustancia de Cristo.

Nuestras actitudes
revelan la naturaleza
que nos gobierna

Día 56: Colaboradores

¡Que intensos son algunos momentos en casa!


Sobre todo cuando alguien pide ayuda para hacer una tarea del hogar.

Cuando se trata de colaborar con la limpieza, de repente, todos tie-


nen otra actividad ineludible que realizar.
Colaborar en casa suele ser de las tareas más tediosas que los inte-
grantes de la familia buscan evadir: “estoy ocupado”, “ahora no pue-
do”, “Ahí voy” y el mismo silencio, suelen ser las respuestas a quien en
ese momento necesita ayuda.

El Señor nos dice:

“Si tienes poder para hacer el bien, no te rehúses a hacérselo a quien lo


necesite; no digas a tu prójimo: “Vete, vuelve de nuevo, mañana te daré”,
cuando tengas contigo qué darle.”
PROVERBIOS 3:27-28 | RVR1995

Este consejo no solo es útil cuando se trata de una ayuda monetaria,


107
CAPITULO II | Cristo en mi familia

si no de proveer lo que nuestro prójimo necesita, ya sea algún tipo de


provisión material o ayuda en algún quehacer.

Dios nos dice: “si podes ayudar, no te excuses, no evadas, se un cola-


borador”.

De esta manera les podemos hacer la vida más sencilla a nuestros


amados. Siendo generosos, colaborando con las tareas del hogar,
estamos, estamos cumpliendo el rol que nos corresponde. Todos so-
mos protagonistas y responsables para que en nuestra casa fluya la
armonía y la paz.
Por la vida de Cristo en nosotros, Dios nos hizo colaboradores de su
propósito en la tierra. Su propósito es que todos conozcan a Cristo
y es una tarea de la cual somos colaboradores, al expresar a cristo
con nuestros pensamientos, palabras, actitudes y reaccio-nes, como
también cuando colaboramos en nuestro hogar, el carácter manso y
humilde de Cristo se expresa en nosotros.

Te desafío a que en estos días no pongas excusas, que seas pronto a


colaborar y te propongo otro desafío mayor: que no esperes que al-
guien te lo pida, sino que puedas ofrecerte diciendo “¿en que puedo
colaborar?”
Vas a comprobar cómo cambia el ambiente cuando la vida de Cristo
fluye en colaboración.

Si podés ayudar, no te exc


uses,
no evadas, sé un colabor
ador
posicionadas como lumbr
eras
en la sociedad.

108
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Día 57: Obediencia

Les ilustro una escena que es habitual en nuestros hogares.

Mama
-Gabi, ¿ podés ir a ver la torta que esta en el horno?
Gabi
-Si, ya voy…
A los 10 minutos…

Mama
-Gabi, ¿fuiste a ver la torta en el horno?
Gabi
-¡ ya voy !
A los 15 Minutos

Mama
-¿viste la torta?
Gabi
-Sí, se Quemo

Pregunta: Gabi verdaderamente obedeció la directiva de su mamá?


¿Obedecemos realmente si solo escuchamos pero decidimos noso-
tros cuando obedecer?
La obediencia es verdadera cuando produce el fruto esperado.
La mamá de Gabi esperaba que ella controle la torta en el horno
para poder disfrutar juntas de una rica merienda.
La obediencia es oír y actuar en consecuencia, sin planteamientos ni
excusas.

109
CAPITULO II | Cristo en mi familia

Dios nos habla todo el tiempo y quienes le amamos deseamos ha-


cer su voluntad, pero cuando él nos da una directiva solemos hacer-
le muchas preguntas antes de obedecer, y así retrasamos la obra de
Dios en nosotros y los nuestros.

 “Sed hacedores de la palabra y no tan solamente oidores, engañándoos


a vosotros mismos. Si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de
ella, ése es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro na-
tural;  él se considera a sí mismo y se va, y pronto olvida cómo era. 25 Pero
el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera
en ella, no siendo oidor olvidadizo sino hacedor de la obra, éste será bien-
aventurado en lo que hace.”
SANTIAGO 1: 22-25 | RVR1995

Santiago nos enseña que somos felices cuando oímos y obede-


ce-mos, porque Dios espera que su hijo crezca más y más en nuestra
alma y que la semilla de Cristo en nosotros produzca el fruto de la
obediencia.

Cristo creciendo en nosotros, produce el fruto de la obediencia y la


consecuencia es que seamos personas y familias felices y plenas.
Te desafío a que en estos días puedas ser obediente a la voz de Dios
siendo pronto en poner por obra lo que escuchaste y leíste y puedas
proponerle a tu familia el ser obedientes los unos a los otros en el
amor del Señor.

La obediencia es ver-
dadera cuando produce
el fruto esperado
en la sociedad.

110
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Día 58: Haciendo todo con amor

En estos días aprendimos a pensar bien, el valor que tienen las pala-
bras, descubrimos que las actitudes y reacciones generan ambientes
que contagian a otros, que somos colaboradores de una plan eterno
y maravilloso y que la obediencia es verdadera cuando escuchamos
y actuamos en consecuencia sin planteos ni excusas.
¡Hemos avanzado mucho!

Por eso es momento de ser desafiados a algo más.


Actuar en consecuencia de lo que oímos es muy importante, pero
más importante aún es la sustancia con la que obedecemos.

El apóstol Pablo en la Carta a los Colosenses instruye:

“Trabajen de buena gana en todo lo que hagan, como si fuera para el


Señor y no para la gente. 24 Recuerden que el Señor los recompensará con
una herencia y que el Amo a quien sirven es Cristo;”
COLOSENSES 3:23-24 | NTV

Al obedecer tenemos dos opciones: hacerlo obligado y con enojo


porque no me gusta que me den ordenes, o con alegría y amor, sa-
biendo que la obediencia produce paz y produce el fruto esperado
que va a bendecir mi vida y la de toda la familia.

La primera opción proviene de la naturaleza humana. Nuestra natu-


raleza humana esta corrompida desde que Adán eligió desobedecer.
Desde ese momento, todos cargamos con esa naturaleza de rebel-
día y desobediencia, la cual es satisfecha solo cuando encuentra su
propio placer, sin tener en cuenta a los demás ni a Dios. Por lo tanto,

111
CAPITULO II | Cristo en mi familia

esa naturaleza humana, llamada Adámica, es la naturaleza de des-


obediencia y cuando ella gobierna nuestro ser, todo lo que hagamos
va a generar un ambiente hostil, y su fruto va a tener sabor amargo.
Vamos a obedecer, sí, pero no desde la sustancia de la vida y el amor,
sino desde la sustancia de la obligación y la rebeldía.

En cambio, cuando la naturaleza de Cristo crece en nosotros por me-


dio de la disciplina de Su Espíritu en nosotros, formando el carácter
manso y humilde del Señor Jesús en nuestro corazón, cuando la luz
de la palabra que nos muestra nuestra condición humana corrom-
pida, nos enseña quienes somos en Cristo y la revelación de esa vida
indestructible en nosotros va transformando nuestra alma y nuestro
entorno, la obediencia es el fruto de ese amor creciendo y ese amor
es la sustancia con la que oigo y obedezco.
Por lo tanto, el fruto de la obediencia siempre va a ser dulce y agrada-
ble al paladar de quienes lo disfruten.
La naturaleza con la que obedecemos es lo que va a marcar la dife-
rencia en la calidad de vida de nuestro hogar.

Te desafío a no solo obedecer, sino a hacerlo desde la naturaleza de


Cristo, para que la obediencia sea una causa de disfrute, alegría y paz
para todos.

ncia
El fruto de la obedie
lce
en amor, va a ser du
r de
y agradable al palada
quienes lo disfruten

112
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Día 59: Permanecer 3

“Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas


obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin
de que las pongamos en práctica.”
EFESIOS 2:10 | NVI

¿Por qué hacemos lo que hacemos?


Toda persona que decide junto a otra formar una familia, desea que
ese proyecto de vida tenga sentido y propósito para cada uno de los
integrantes.
Todos desean, al menos en teoría, llevar una vida armónica, donde la
buena comunicación fluya naturalmente, la colaboración mutua sea
un disfrute y el afecto y la obediencia sean el resultado de ese amor
que gobierna las vidas y el ambiente del hogar.

Por eso insistimos, recalcamos y no nos cansamos de recordar que


la fuente de ese amor es la misma sustancia de Dios Padre, que se
expresó al darnos a su Hijo Cristo Jesús para que venza por nosotros
la naturaleza de pecado y podamos caminar en la libertad que por
gracia nos regaló y que por el Espíritu Santo recibimos por fe.

Solo desarrollando esa vida maravillosa en nuestra alma podremos


disfrutar de la plenitud que tanto anhelamos.

Perseveramos porque el hogar es el lugar donde la vida de Cristo


puede crecer y avanzar, construyendo vidas y familias indestructi-
bles o donde esa vida es apagada, silenciada para vivir según los vai-
venes del alma y el mundo.

113
CAPITULO II | Cristo en mi familia

Persistimos en el valor de desarrollar la vida espiritual porque solo


podemos conocer a Dios por medio de nuestro espíritu, porque Dios
es espíritu y no podemos conocerlo por tener en nuestra mente da-
tos intelectuales sobre él. Cuerpo y alma sin gobierno del espíritu
se deja llevar por los sentimientos momentáneos, por las circuns-
tancias del mundo y las sensaciones del cuerpo, pero jamás podrá
disfrutar de la plenitud del propósito eterno si no hay una vida es-
piritual donde reine Cristo y por medio de él, conocer al Padre y sus
diseños.

Hemos comprobado como familia que no hay mayor alegría que el


colaborar juntos para que esta vida que nos alcanzó, nos salvó y nos
dio un propósito eterno, sea expresada y conocida por medio nues-
tro en nuestras comunidades de fe, nuestra ciudad, provincia, país y
hasta lo último de la tierra.

Esta vida es plena y maravillosa, llena de retos diarios, de victorias y


sobre todo llena de gracia para sobrellevar las frustraciones y verdad
para posicionarnos una y otra vez como hijos en Cristo Jesús, creados
para llevar a cabo las obras que fueron preparadas desde la eterni-
dad para que caminemos en ellas.

Te desafío como mamá, papá y como hijo a persistir, permanecer, in-


sistir en que esta maravillosa vida sea una realidad en tu hogar.

Para que esta maravillosa


vida sea una realidad en
nuestra familia, tenemos
que
permanecer.

114
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Día 60: Nuestra herencia

Hace un tiempo mientras tomábamos mates con Adrián, hablába-


mos de esto. Yo cumplí 41 y Adrián 40, y fue en ese día que vimos
que las decisiones que íbamos a tomar de ese momento en adelante
iban a afectarnos a nosotros y a los nuestros hasta el fin de nuestras
vidas.
Esta realidad abrumó en un principio pero después de meditar en
ello, pudimos experimentar el gozo de saber que el verlo, nos daba
la oportunidad de aprovechar como nunca el tiempo, los afectos, los
recursos materiales y todo lo que Dios ponía a disposición.
Y para que este tiempo sea el mejor de nuestras vidas, debíamos de-
finir cuáles iban a ser las cosas por las que nos íbamos a desgastar,
que nos iban a enojar, entristecer y alegrar.
Definir estas cuestiones iba a marcar el rumbo y la causa de nuestras
vidas.

“Cuando estoy con los que son débiles, me hago débil con ellos, porque
deseo llevar a los débiles a Cristo. Sí, con todos trato de encontrar algo que
tengamos en común, y hago todo lo posible para salvar a algunos. Hago lo
que sea para difundir la Buena Noticia y participar de sus bendiciones.
¿No se dan cuenta de que en una carrera todos corren, pero solo una
persona se lleva el premio? ¡Así que corran para ganar!  Todos los atletas
se entrenan con disciplina. Lo hacen para ganar un premio que se desva-
necerá, pero nosotros lo hacemos por un premio eterno.  Por eso yo corro
cada paso con propósito. No solo doy golpes al aire. 
Disciplino mi cuerpo como lo hace un atleta, lo entreno para que haga lo
que debe hacer. De lo contrario, temo que, después de predicarles a otros,
yo mismo quede descalificado.”
1 CORINTIOS 9:22-27 | NTV

Luego de leer esta palabra fue muy fácil definir cuál iba a ser nuestra
causa, hacia donde iba a ser enfocado nuestro entrenamiento y ca-
115
CAPITULO II | Cristo en mi familia

pacitación, y a que íbamos a sujetar nuestros pensamientos, deseos


e intenciones y aún nuestro cuerpo.
Proponer en casa una alimentación espiritual, y ejercitarnos diaria-
mente en la Fe, va a producir en nosotros la resistencia que necesi-
tamos Para permanecer en la carrera que nos hará disfrutar de la
herencia que tenemos en Cristo.
Definir si lo que va a afectar nuestra vida es lo temporal o lo eterno
va a determinar si el desgaste de la vida va a terminar en frustración
o plenitud.
¿Vamos a desgastarnos en discusiones religiosas, a entristecernos
por carencias materiales, nos va a enojar la injusticia humana, o va-
mos a desgastarnos para que la Vida, la plenitud y la justicia de Dios
se exprese en y a través de nosotros?
Establecer esto, va a marcar el camino a seguir y la herencia que he-
mos de dejar

Preguntarnos cómo quere-


mos vivir y que herencia
queremos dejar, es un
gran paso hacia una vid
a
madura y fructífera.

116
CAPITULO 3

Cristo
en todo
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Día 61: “Ser” antes de “hacer” 1

Es más fácil decirle a Dios “que puedo hacer por vos” que entregarle
nuestra vida por completo. Pero Jesús “ hizo” hasta que se tuvo que
dar por entero.

Hacer no determina mi obediencia ni mi plenitud, hacer no nos per-


fecciona. Si nos dedicamos a “hacer” solo intentamos “mejorar” una
naturaleza corrompida, imposible de arreglar. Solo podemos ser
perfeccionados al rendirnos. Rendir nuestra vida por completo para
que la naturaleza de Cristo en nosotros exprese el diseño por el cual
fuimos creados.

El hacer, tiene sentido cuando es consecuencia del fluir de la Vida de


Cristo en el alma humana.

Cristo se “impartió” en nosotros, impartir es colocar su propia esencia


en alguien más. Es decir que Dios impartió su gracia, su misma vida
en nuestro espíritu para que la podamos impartir a otros.

“Por eso, cuando Cristo vino al mundo, le dijo a Dios:


«No quisiste sacrificios de animales ni ofrendas por el pecado.
    Pero me has dado un cuerpo para ofrecer.”
HEBREOS 10:5 | NTV

El Cristo eterno fue impartido en Jesús hombre y así mostró que


toda la potencia de Dios podía habitar a un cuerpo corruptible.. Dios
siempre utilizó un cuerpo para expresarse.
Hoy Cristo fue impartido a la iglesia, su cuerpo mismo, para que ex-
presemos su vida.

119
CAPITULO III | Cristo en todo

No es hacer sacrificio...nuestra vida entera rendida, es la expre-sión


de su preciosa gracia.

La obediencia es ver-
dadera cuando produce
el fruto esperado en la
sociedad.

Día 62: “Ser” antes de “hacer” 2

Hemos edificado una religión basada en el activismo como un me-


dio para conseguir el favor de Dios, calmar su enojo o liberarnos de
la culpa.
Hemos aprendido que en el “hacer” se encuentra la plenitud, o al
menos algo de éxito.

Creímos que si cumplíamos las demandas de Dios, íbamos a mover


su mano a nuestra conveniencia y capricho.

Así de ingenuos fuimos al sostener nuestra fe con puros hechos hu-


manos, haciendo vano el acto de amor más glorioso: La cruz de Cristo.

“Y así como hemos traído la imagen del terrenal,


traeremos también la imagen del celestial.”
1 CORINTIOS 15:49 | RVR1960

Fuimos creados no para HACER cosas, si no para EXPRESAR una vida.


Una vida coherente con lo que predicamos, una vida genuina, que
120
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

lejos de ser perfecta, busca expresar cada día un poco más la gracia
que la inunda. Una vida que se trata de despojo y de cruz, de renun-
ciar a lo propio para abrazar lo corporativo. Una vida en comunidad,
donde una misma mente, la de Cristo, es la que conduce y mueve al
cuerpo. Una vida que ama sin medidas, que da sin esperar vuelto,
que comparte y recibe.

Dios no espera que seas perfecto, solo que vayas a la cruz para que
el exprese su plenitud en vos. Dios no aguarda tu autosuperación,
sino que te rindas por completo reconociendo tus limitaciones, para
poder tomar su gracia. Gracia que a medida que la conocemos y des-
cubrimos nos va devolviendo al diseño original.
Y es en esa sustancia, desde esa naturaleza que el fluir de una vida
agradecida puede expresar en el ser y el hacer la imagen del Dios
invisible.

Dios no espera que


él,
hagas cosas para
Dios desea que ex-
preses su vida

Día 63: Cristo, la palabra

La cruz de Cristo no ha otorgado una Vida indestructible a la cual


tenemos acceso quienes decidimos renunciar a una vida vana y co-
rruptible y resucitar a una Vida eterna y pura.
Pero no podemos conocer y administrar esa vida si no estudiamos
las escrituras.
121
CAPITULO III | Cristo en todo

Jesús mismo dijo que las escrituras hablan de él, que son las escritu-
ras las que nos muestran al Hijo, siempre que las estudiemos desde
la naturaleza correcta.

Los fariseos no pudieron ver la vida inquebrantable que Jesús porta-


ba porque las estudiaban desde la naturaleza incorrecta, creían que
en ellas estaba la vida eterna, y no entendían que ellas daban testi-
monio de quien era la vida eterna.

“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis


la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;”
JUAN 5:39 | RVR1960

Entonces se llenaron de conocimiento intelectual, pero no de vida


Para saber administrar la vida plena y abundante que portamos,
necesitamos estudiar, meditar, profundizar en las escrituras, en las
cartas apostólicas, la oración y en la comunión del cuerpo, con la mo-
tivación y la sustancia correcta: aprender a administrar, disfrutar e
impartir esta vida maravillosa que nos fue devuelta en la cruz, vida
que expresa y glorifica a Dios en Cristo, cuando amamos, servimos y
ministramos a nuestro prójimo.
Ser buenos administradores es ser fieles al diseño por el cual fuimos
creados. Diseño que vamos a conocer por gracia y por esforzarnos en
conocer y comprender esa gracia.

Para que esta marav


illosa
vida sea una realidad
nuestra familia, tenemos en
que
permanecer.

122
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Día 64: Permanecer 4

Muchos deseamos ser parte de un gran proyecto, ser quienes ejecu-


temos ideas innovadoras, sumar, construir, edificar el propósito eter-
no de dios en la tierra.

Pero no podemos construir la casa espiritual, si no estamos dispues-


tos a permanecer.

Esta, primero debe ser edificada en nuestro interior, para poder re-
producirla en el exterior. La casa espiritual es la vida de Cristo en no-
sotros.

Permanecer aunque en primera instancia parezca que en vez de edi-


ficar, estemos cavando en las profundidades de nuestra alma, qui-
tando maleza, piedras y todo lo que obstruye el levantamiento de
los cimientos de nuestra identidad como hijos y edificadores.

Estos cimientos son el fundamento de una construcción eterna:

— Muertos en cristo a toda ambición y deseo que no corres-


ponda a su propósito eterno y resucitados en el como un solo
cuerpo.
— Somos parte de una vida corporativa que solo desea expre-
sar la vida del hijo.
— Estamos saciados y completos en él.
— Cristo en nosotros es la fuente de toda plenitud.
— Todo comienza en él, transcurre en el y es nuestra meta.
— La revelación de su amor inquebrantable nos impulsa a
entregarlo todo para darlo a conocer.
123
CAPITULO III | Cristo en todo

Tomarnos el tiempo, para construir estos cimientos requerirá es-


forzarnos en conocer y caminar en su gracia. Esfuerzo que será el
fundamento de una edificación corporativa, firme, estable, sólida…
cimientos que sostienen todo proyecto que nace de un corazón com-
prometido con la causa.

Para construir, tenemos que permanecer, sumándonos como pie-


dras vivas de un propósito eterno (1 Pedro 5).
Permanecer en la fe que hemos abrazado y colaborar para que otros
permanezcan

“Por lo tanto, ya que tenemos un gran Sumo Sacerdote que entró en el


cielo, Jesús el Hijo de Dios, aferrémonos a lo que creemos.”
HEBREOS 4:14 | NTV

“Mantengámonos firmes sin titubear en la esperanza que afirmamos,


porque se puede confiar en que Dios cumplirá su promesa.  Pensemos en
maneras de motivarnos unos a otros a realizar actos de amor y buenas
acciones. Y no dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino ani-
mémonos unos a otros, sobre todo ahora
que el día de su regreso se acerca.”
HEBREOS 10:23-25 | NTV

Permanecer en Cristo, estudiando, conociendo, meditando, inqui-


riendo incansablemente.

Permanecer en su gracia, creyendo que la santidad es una posición


que tenemos en cristo.

Permanecer en nuestra posición de hijos, disfrutándola, cada vez


que muero para que el hijo viva.

Permanecer aunque nadie entienda, permanecer muriendo a la

124
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

ofensa, permanecer en obediencia, permanecer porque esta vida


que fluye, impulsa, nos envuelve y brota de nosotros para saciar a
otros.

Permanecer por que no construimos sobre la arena si no sobre la


roca eterna.

Solo
construye quien
permanece

Día 65: Permanecer 5

Que hermoso es el impulso inicial.


Que emocionante es la posibilidad de comenzar de cero.
Cuánto más entusiasmo se agrega cuando somos más de uno los
que estamos dispuestos a ser desafiados a un nuevo proyecto, una
nueva visión... ¡Cuánta expectativa!

No sé necesita más que un orador convincente y carismático para


que un buen grupo de personas se sumen a alguna iniciativa prome-
tedora.

Algunos osados, hasta se animan a hacer una inversión inicial de di-


nero, apostando al viento de cambio.

125
CAPITULO III | Cristo en todo

Pero no hay manera de disfrutar del fruto si la semilla no es cuidada,


expuesta a la luz, si no es regada... no hay manera de disfrutar del
hogar si la construcción se detiene...

“Por lo tanto, mis amados hermanos, permanezcan fuertes y constantes.


Trabajen siempre para el Señor con entusiasmo, porque ustedes saben
que nada de lo que hacen para el Señor es inútil.”
1 CORINTIOS 15:58 | NTV

Permanecer en el transcurso del tiempo, cuando el entusiasmo se


desvanezca, cuando algunos se cansen de esperar, cuando cum-plir
con el objetivo parezca imposible.
Permanecer cuando sientas que no valoran tu trabajo, cuando pien-
ses que tu opinión no cuenta, permanecer dando lo mejor.
Permanecer es la clave para que el esfuerzo de resultado. Para que el
entusiasmo no termine en frustración, para ver en la tierra lo que ya
se estableció en el cielo.

La constancia nos
pemitirá ver el fruto
de nuestro trabajo.

Día 66: Sujetos unos a otros

Cargamos una naturaleza adámica, la misma naturaleza que hizo


que Adán se independice de Dios.

126
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Desde allí, nuestra alma se resiste a sujetarnos a cualquier tipo de


orden, autoridad, liderazgo o sistema de trabajo.

Pero en este tiempo todo el que cree fue insertado en un Cuerpo, con
una sola cabeza pero con muchos miembros.

Un Cuerpo tiene solo una cabeza, Cristo, y también tiene sistemas y


órganos. Todos dependientes de la cabeza, pero a su vez interconec-
tados y sujetos unos a otros. Por lo tanto no hay manera de mante-
nerse con vida fuera de alguno de estos sistemas, en realidad si, al-
gunos órganos pueden mantenerse con máquinas artificiales, pero
tarde o temprano, necesitan volver a ser injertados para no morir.

Quienes tienen el llamado a edificar al cuerpo, son parte de alguno


de los sistemas.

“Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por


vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con
alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.”
HEBREOS 13:17 | RVR1960

Dios estableció a los pastores como los administradores de una con-


gregación. No como una cuestión jerárquica de poder o favoritismo,
sino todo lo contrario, el administrador tiene que rendir cuentas de
cómo funciona su sistema a cargo.

El administrador tiene responsabilidad vital sobre los recursos hu-


manos, materiales, sobre la salud de su sistema, por lo tanto este
obrero, va a convocar a personas que propicien los recursos para que
este sistema se mantenga sano.

Quienes tienen el llamado a edificar al cuerpo, son parte de alguno


de los sistemas.
127
CAPITULO III | Cristo en todo

Estos obreros colaboran, en pos del avance y el crecimiento, de la


salud y el bienestar del cuerpo. Algunos obreros tendrán a cargo ta-
reas vitales y otros se encargaran de administrar la salud en general.
Todos necesarios, pero con distintas responsabilidades. Todos con la
capacidad de producir, pero con la necesidad de ser perfeccionados.
La mano no puede moverse sin la dirección del brazo, así los dedos
sin la dirección de la mano, pero todos sujetos a la mente de Cristo.
La sujeción es indispensable para que el cuerpo camine coordinado.
Imagínese, un cuerpo donde cada miembro hace lo que quiere, es
un cuerpo con problemas, un cuerpo que tarde o temprano se des-
miembra.

Así también los que enseñan deben ser enseñables, ya que impar-
timos lo que somos. Ser dóciles a la corrección, expresa nuestra
madurez. Sujetarnos a quienes nos presiden, nos hace personas
confiables. Nos sujetamos no a los hombres, sino a la verdad que
ellos portan y manifiestan. Nos sujetamos cuando se habla Verdad
y cuando la sustancia es el Amor. Nos sujetamos porque no hay otra
manera de servir al cuerpo que en la armonía que se expresa en un
cuerpo que está en orden.

“Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre voso-
tros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha
estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros.”
1 TESALONICENSES 5:12-13 | RVR1960

Para enseñar hay


que ser enseñable.
e
Para liderar hay qu
e.
aprender a sujetars

128
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Día 67: Adoración, es una vida rendida

Muchos de nosotros llegamos a los encuentros congregacionales


con la expectativa de que quienes la presiden nos brinden una no-
che que supere el hecho de que dejamos nuestro pijama domingue-
ro para vestirnos impecables para la ocasión.
Y muchas veces hemos salido decepcionados. Porque no se cantaron
las canciones que nos gustan, o porque las canciones fueron dema-
siado rápidas o lentas, porque no tocó nuestras emociones hacién-
donos llorar para lavar las culpas de la semana y estar “con la con-
ciencia limpia” para otra semana igual a la anterior.

Pero la alabanza y la adoración no es un momento. Sino una vida


de experiencia 24/7 con el Espíritu. La alabanza es el resultado de la
vida del Espíritu transformándonos a su imagen.

“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores ado-
rarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales
adoradores busca que le adoren.”
JUAN 4:23 | RVR1960

Dice que Dios es Espíritu y quién le adore solo puede adorarle en el


Espíritu. Dios no escucha ni disfruta de otra cosa. Por lo tanto, si no
conocemos ni experimentamos la vida del Espíritu, vamos a ignorar
la verdad que nos revela cómo adorar. La vida del Espíritu se experi-
menta cuando la Palabra gobierna nuestra vida.

Esa es la vida del Espíritu: CUANDO LA VERDAD NOS GOBIERNA.


Ese es el verdadero adorador y es quien va a disfrutar y va a dejarse
transformar por la verdad contenida en cada canción en la que Cris-

129
CAPITULO III | Cristo en todo

to sea reconocido y exaltado. Porque nuestra alabanza y adoración


serán la ofrenda de gratitud por la vida de Cristo avanzando en no-
sotros día a día.

La belleza de la alabanza
en
nuestras congregaciones
es el
resul tado de la vida del
Espíritu
que experimentamos diaria
mente.

Día 68: Vínculos eternos

No soy psicóloga ni he estudiado para serlo. No sé si esta metáfora


de la mesa tiene un fundamento científico.
Esta es una reflexión a la que me llevó la conversación con una vieja
amiga.

Meditando un poco sobre la vida de Jesús y su vínculo con los 12 discí-


pulos me di cuenta de que estás cuatro “patas” fueron la base de una
comunión eterna.
Presencia: Jesús les aseguró que él nunca los abandonaría (sabiendo
que ellos sí). Pero estaba en su naturaleza de amor la cualidad de
estar, no solo con ellos, sino en ellos.
Para construir vínculos eternos es importante estar presente, no solo
físicamente, a veces no se puede por cuestiones de distancia, pero
podemos estar presentes de muchas maneras, más aún hoy, con el
avance de la tecnología e internet.
130
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Generosidad: Jesús se dio por entero, puso su cuerpo al servicio de


los suyos y su vida entera la compartió con nosotros. Todas las rique-
zas que le pertenecen, son también nuestras.
Cuando amamos con el amor de Jesús, lo hacemos de tal manera,
que lo damos todo por el otro. No nos cuesta salir de nuestra como-
didad y no nos duele dar lo que tenemos, porque su naturaleza ge-
nerosa nos mueve a hacerlo con gozo.

Confianza: los discípulos pudieron confiar en Jesús porque de su


boca salía verdad, aunque muchas veces eso provocó enojo y despre-
cio. Ser confiables no se limita a guardar secretos, sino el ser veraces,
íntegros, hablar gracia y verdad, aun cuando esto provoque dolor,
hablar verdad no cruelmente sino en amor, para que el propósito
eterno se cumpla en nuestros seres amados.

Honra: Jesús preparo un lugar celestial para quienes creen en él, esto
es una honra inmerecida. Saber que podemos disfrutar de lo que el
disfruta. Jesús honró a sus discípulos al encomendarles la misión de
expandir su reino y acompañarlos con señales y milagros.
Honrar a otros es una gracia que debemos desarrollar, porque no
solo afirma a quien recibe honra sino que nos ubica como servido-
res. Honrar se trata de bendecir en palabras y en hechos, reconocer
la porción que el otro porta y expresa nos hace parte de una misma
construcción y de un mismo cuerpo.

Seguramente ahora estés pensando en tus vínculos, tus amistades,


tus relaciones familiares, de trabajo o de la congregación. Y pienso
que como en una mesa, un vínculo puede sostenerse mientras haya
al menos tres de esas patas. Pero con dos, se puede hacer un poco de
equilibrio momentáneo pero con la mínima presión, esa mesa va a
caerse.
131
CAPITULO III | Cristo en todo

El vínculo de Jesús
y sus discípulos es el
modelo para construir
vínculos eternos

Día 69: Heridas

“Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y


cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fue-
ron, dejándole medio muerto. 31 Aconteció que descendió un sacerdote
por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. Asimismo un levita, llegando
cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo.  Pero un samaritano, que
iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia;  y
acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en
su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él.  Otro día al partir, sacó dos
denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes
de más, yo te lo pagaré cuando regrese.  ¿Quién, pues, de estos tres te
parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? 
 Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo:
Ve, y haz tú lo mismo.”
LUCAS 10:30 | RVR1960

Creemos que no somos capaces de poder hacerle bien a otros por-


que somos personas rotas. La vida misma, las malas decisiones y las
frustraciones nos han dejado cicatrices que nos recuerdan las heri-
das que las circunstancias nos provocaron.

132
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Todos estamos rotos, todos necesitamos ser reconstruidos. Y para


poder comenzar esta obra de reedificación tenemos que salir del
confort que la autocompasión nos proveyó para emprender camino
hacia el propósito por el cual Dios nos creó.

La historia del buen samaritano habla de un hombre que estaba mu-


riendo en la calle a causa de un robo y el buen samaritano, un hom-
bre que sufría el rechazo y el desprecio de otros, no dudó en sanarle
las heridas y asistirlo de todas las maneras posibles.

Sus heridas propias no le impidieron sanar al hombre, todo lo con-


trario, la empatía por el dolor de aquel hombre estaba pasando lo
llenó de compasión y no dudó en ayudarlo.
El buen samaritano puso en hechos el amor que quienes lo rechaza-
ban predicaban solo con palabras.
El encontró propósito y sentido cuando se despojó de la autocon-mi-
seración y extendió su mano a otro ser.

Hay una porción en nuestro espíritu regenerado que está llena de


belleza y salud, esa es la vida de Cristo, que quiere dejarse ver a tra-
vés de las grietas de tu alma para sanar a muchos.

Cada día aparecen posibilidades de hacerle la vida más bella a al-


guien. El precio será salir de la comodidad y del egoísmo para fluir en
la generosidad de la naturaleza de Cristo en nosotros.

A veces nuestras piezas


rotas son reconstruidas
cuando ayudamos a sanar
a otros.
133
CAPITULO III | Cristo en todo

Día 70: Una iglesia que avanza

“Por esta razón me arrodillo delante del Padre,  de quien recibe nombre
toda familia[a] en el cielo y en la tierra.  Le pido que, por medio del Espí-
ritu y con el poder que procede de sus gloriosas riquezas, los fortalezca a
ustedes en lo íntimo de su ser,  para que por fe Cristo habite en sus corazo-
nes. Y pido que, arraigados y cimentados en amor,  puedan comprender,
junto con todos los santos, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor
de Cristo; en fin, que conozcan ese amor que sobrepasa nuestro conoci-
miento, para que sean llenos de la plenitud de Dios.
Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imagi-
narnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros,  ¡a él sea
la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los
siglos de los siglos! Amén.”
EFESIOS 3:14-21 | NVI

La iglesia es la porción de Cristo en que habita en cada creyente. Es


la sustancia pura, santa, eterna que descansa en el espíritu regene-
rado.
La iglesia es espiritual, por lo tanto solo se alimenta de las cosas es-
pirituales.
La iglesia no es un lugar, la iglesia somos todos los que portamos a
Cristo.
La iglesia no se abate por las noticias que el hombre exterior (el alma)
recibe. Sino que reposa al conocer las de realidades del Espíritu, que
el Padre nos revela por medio de su Hijo.
La iglesia esta resguardada en lo profundo de nuestro ser, en el hom-
bre interior, y allí crece, avanza cuando el alma es quebrantada por
el trato de Dios.
La iglesia sigue avanzando en cada hombre quebrantado, en cada
mujer que sujeta sus pensamientos a los pensamientos de Dios,

134
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Cristo sigue creciendo cuando las familias se exponen a la luz de la


palabra.
La iglesia no se siente sola, porque se congrega en Cristo, por me-
dio de cada mensaje, cada palabra de aliento, porque se dispone con
alegría a alimentarse espiritualmente con cada devocional que se
comparte, porque ora por sus hermanos en la fe, y porque sabe pedir
ayuda cuando la necesita.
La iglesia es fortalecida en el hombre interior de cada creyente, en
medio de las circunstancias más difíciles, porque su fortaleza no pro-
viene de lo que el hombre exterior siente o ve, si no de la fuente de
eternidad que es Dios.
La iglesia no desaparece en estos tiempos, si no que aparece en cada
creyente que expresa a Cristo con generosidad, en cada familia que
desarrolla paciencia, colaboración, afecto, en cada congregación que
a través de sus miembros edifica la casa de Dios que no es material
sino espiritual, compartiendo el pan que es Cristo, por medio de una
llamada, una canasta con comida, un mensaje de whatsapp, acom-
pañando a quienes no la están pasando bien. Amando.

La iglesia es espiritual
y las circunstancias
temporales no le afec-
tan sujetarse.

135
CAPITULO III | Cristo en todo

Día 71: Amigos

Hay épocas del año en la que muchos de nosotros nos sumer-gimos


en la vorágine de los encuentros.
Calculamos, especulamos, nos vemos obligados a poner en la balan-
za quienes se merecen más nuestro tiempo y dedicación. Quienes
estuvieron más, quienes nos reconocieron más, quienes postearon
más cosas sobre nosotros…
El concepto de la amistad fue variando en el tiempo, y cada uno de
nosotros tiene un concepto de amistad distinto: amigo es el que te
banca en todas, es quien está en tus peores momentos, es quien ce-
lebra tus victorias… y así, una interminable lista de “requisitos” que
según cada uno, el verdadero amigo debe cumplir para merecerse
ese lugar especial en el día del amigo.
Yo no puedo juzgar el criterio de cada uno. Pero si esta época del año
me lleva a reflexionar sobre de que se trata la verdadera amistad.

Cuando leemos sobre la vida de Jesús, nuestro modelo y sobre quién


está puesta nuestra mirada, vemos que él eligió a doce amigos. Y ahí
se me ocurre dejar de tener a Jesús como modelo para hacerme su
consejero!
Él eligió doce amigos muy especiales.

No eran los amigos “más populares”, no eran esos jóvenes de los cua-
les todos quieren ser amigos. Eran pescadores, recaudadores de im-
puestos, zelotes que eran personas involucradas en la política, que
querían derrocar al imperio romano, ladrones…bueno, no eran la cla-
se de amigos que un evangélico promedio hubiese escogido.

136
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Pero Jesús nos enseñó que amigo no es quien encaja en tu expecta-


tiva sino quienes colaboran con vos para cumplir el propósito eterno
de Dios.
Él nos deja ver que más allá del prontuario de una persona, debemos
escoger amigos guiados por el padre, en quienes podamos depositar
el tesoro más preciado que es su vida misma, no solo para que la lle-
ven en ellos, sino para que la compartan al mundo.
Entonces esto nos hace repensar en nuestra idea de amistad porque
Jesús consideró amigo a uno que lo negó, a otro que lo traicionó, a
quienes lo dejaron en su momento más difícil, otro necesito poner el
dedo en sus heridas para creerle.

Los consideró amigos porque cada uno de ellos fue una pieza funda-
mental para que la voluntad de Dios se cumpliera en él.
Amigo es quien colabora con vos para que lo que Dios preparó para
tu vida se cumpla a la perfección.

Los amigos no escatiman tiempo, ni recursos, son generosos has-


ta que duele, con tal de que camines en la maravillosa voluntad de
Dios. Quizás no estén siempre que lo reclames, algunos estarán para
sostenerte y otros para corregirte, otros para reírse con vos y otros
para apoyarte en el dolor. Todos necesarios, todos valiosos.

Los amigos son parte del Cuerpo de Cristo, por lo tanto por más que
la distancia, el tiempo, la vocación, aun las diferencias, quieran sepa-
rarnos, hay un lazo eterno que nos une más allá de esta corta tempo-
rada en la tierra. Somos uno.

Hay amistades en el señor que pueden diluirse por distintas cuestio-


nes, pero la porción de Cristo, que es eterna en cada uno de nosotros
137
CAPITULO I | Cristo en mí

nos llevará a encontrarnos en Él una y otra vez.


Los amigos de Jesús tuvieron muchas falencias, de hecho, casi todos
desaparecieron en su momento más difícil. Pero la común unión que
ellos tenían con Jesús no era temporal ni emocional, era eterna. Por
eso cuando Jesús volvió a la tierra fue a ellos a quienes se les apareció
y les dio su Espíritu para que impartan Su vida.
JESÚS NO GUARDÓ RENCOR POR EL ABANDONO, SU VINCULO
TRASCENDIÓ TODO HECHO CARNAL, Y AVANZÓ MÁS ALLÁ DE
LAS EMOCIONES, EL TIEMPO Y EL ESPACIO.

Te invito a que puedas hacer tu propia reflexión sobre la amistad y


que te desafíes a honrar de alguna manera a aquellas personas que
muchas veces te han acercado al cumplimiento del plan de Dios para
tu vida.

Amigo no es quien cumple


tus expectativas, sino quien
te
ayuda a cumplir el prop
ósito
de tu vida

Día 72: Dar es darnos

La naturaleza de Dios posee generosidad.


Dios no solo práctica la generosidad, sino que es Generocidad.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su


Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda,
mas tenga vida eterna.”
JUAN 3:16 | RVR1960

138
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Dios amó tanto al mundo que DIÓ...


La expresión del amor es DAR.

Pero no solamente dar cosas o actos de servicio, el DAR de Dios es


ENTREGAR LA VIDA.

Dar la vida no es simplemente morir por una causa, sino VIVIR


PARA ELLA.

Estar dispuestos a entregar todo lo que somos y tenemos para la


causa por la cual fuimos creados.

Dones, talentos, recursos materiales, tiempo, buena predispo-si-


ción, compromiso, pensamientos, cuerpo, emociones y tantas cosas
más que conforman nuestra vida, al servicio del propósito eterno
que es dar a conocer a Cristo al mundo.

El creyente es poseedor de la naturaleza divina. En él habita la sus-


tancia de Dios en plenitud en el espíritu regenerado, por lo tanto, la
generosidad debe ser cultivada, desarrollada y puesta en práctica
desde su alma a la sociedad.

DAR sin esperar retribución.


DAR sin recibir aplausos.
DAR aun siendo rechazados.
DAR aunque no lo merezcan.
DAR sin ser vistos o reconocidos.
DAR aunque no genere más ganancia que la de hacer lo correcto.
DAR porque nos duele la necesidad del prójimo.
DAR por amor.

139
CAPITULO III | Cristo en todo

Dios te dio talentos y


habilidades para que por
medio de ellos lleves la
luz a la sociedad

Día 73: Somos expresión de justicia

Justificación es el resultado del amor y la justicia de Dios, dados en


la cruz de Cristo, destruyendo la naturaleza de muerte para ser resu-
citados en Él para vida eterna.
Es Dios movido por el amor a rescatarnos de nuestra vana manera
de vivir.
Su justicia nos define en nuestra identidad y posición. Ya no somos
pecadores que deciden vivir su vida independiente de Dios, vacíos,
insaciables y necesitados de todo, si no que por la justificación fui-
mos posicionados como hijos en Cristo, volviendo a la dependencia
total de su gracia, viviendo como quien ya lo tiene todo por la vida
del Hijo en nosotros, quien ya suplió toda necesidad y ganó todas
nuestras batallas y nos llenó de su plenitud de vida en nuestro espí-
ritu regenerado.

Nuestra responsabilidad es desarrollar esa vida en alma y cuerpo,


permitiendo que Su Espíritu en nosotros tome gobierno.
Todo el tiempo tenemos que decidir que naturaleza va a gobernar-
nos, somos presos de la naturaleza que nos gobierna.
140
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Justicia de Dios no es callarse en vez de protestar, no es permitir que


nos maltraten, no es no luchar por justicia en la tierra, justicia de
Dios es darle al mundo lo único que necesita: personas que expresen
la vida de Cristo. Cristo es la justicia de Dios. Donde Cristo reina, hay
justicia.
Como se manifiesta la justicia de Dios a través nuestro? Se manifies-
ta en integridad y coherencia entre lo que Dios dice y lo que nosotros
vivimos.

JUSTICIA DE DIOS ES TRAER SU DISEÑO AL MUNDO.


No hay mayor justicia que la plenitud de vida desarrollada por una
persona que ha sido regenerada y devuelta al diseño por el cual fue
creada.

“Por lo tanto, ya que fuimos hechos justos a los ojos de Dios por medio de
la fe, tenemos paz[a] con Dios gracias a lo que Jesucristo nuestro Señor
hizo por nosotros. Debido a nuestra fe, Cristo nos hizo entrar en este lugar
de privilegio inmerecido en el cual ahora permanecemos, y esperamos
con confianza y alegría participar de la gloria de Dios.”
ROMANOS 5:1-2 | NTV

Justicia es darle al mun-


do lo único que necesita:
personas que expresen la
vida de Cristo

141
CAPITULO III | Cristo en todo

Día 74: Un cuerpo 1


Dios te hizo parte de un Cuerpo cuya cabeza es Cristo.

Sos una parte única, irrepetible y necesaria para que el cuerpo ex-
prese la vida, el amor y la gracia de la cabeza que lo gobierna.

Fuiste diseñado para vivir en un Cuerpo y separado de él no podés


crecer ni subsistir.

Sos parte de un cuerpo que se perfecciona a medida que va cono-


ciendo y desarrollando la vida que porta, y que la expresa cuando el
conocimiento por la persistencia y el entrenamiento se transforma
en una naturaleza.

“Pues, así como cada uno de nosotros tiene un solo cuerpo con muchos
miembros, y no todos estos miembros desempeñan la misma fun-
ción, 5 también nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en
Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás.”
ROMANOS 12:4-5 | NVI

Quien es parte del cuerpo de Cristo suelta las ambiciones personales


para sumarse a una única intensión: la de expresar lo que la cabeza
piensa. Cada parte del cuerpo según su función, según la asignación
por la que fue creada obedece a un mismo propósito, una misma
causa que es dar a conocer las intenciones de Dios al mundo.

Tiempo de dejar de criticar lo que hace la mano o el pie, tiempo de


dejar de juzgar el funcionamiento de otro órgano, para ocupar la
energía y el tiempo en colaborar unos con otros para que la intención
del corazón de Dios se manifieste en nosotros. En el Uno.
142
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

a,
Sos una parte únic
irrepetible y nece-
saria de un cuerpo
llamado iglesia, cuya
cabeza es Cristo.

Día 75: La semilla que el mundo necesita

En estos días estoy leyendo muchos desean un mundo más justo,


más pacífico y con más empatía, reclamo válido, pero es un pedido
enfocado en el objeto equivocado (según mí pensamiento) ya que
no podemos pedirle a un gobierno, o a un sistema corrompido, que
produzca resultados saludables.

Reclamar justicia a nuestros gobernantes es justo, pero recordá que


hay una creación entera reclamando la justicia que solo los hijos de
Dios podemos manifestar.

Hay una demanda, estamos en deuda con la creación hasta que no


expresemos con nuestras acciones la vida del Hijo de Dios.
Creo que pedirle peras al olmo es esforzarnos en intentar modificar
algo que por naturaleza está destinado a producir frutos amargos.

Es mucho más productivo mirar para adentro y ver que semilla está
creciendo en nosotros. Y si esa semilla es Eterna, tiene que producir
143
CAPITULO III | Cristo en todo

en nosotros la expresión que tanto esperamos del afuera. Generosi-


dad, amabilidad, compasión, empatía, misericordia, paz, amor. Son
frutos que solo pueden ofrecer aquellos que son buena tierra para
una Semilla Incorruptible.

Sin dudas el mundo debería ser más justo y equitativo. Pero eso no
va a nacer de la semilla corrupta, si no de quiénes expresan con sus
frutos la Semilla Incorruptible.

Te animo a que si sos poseedor de esa Semilla de frutos de Vida,


puedas marcar la diferencia, puedas ser el protagonista de aquello
que tanto esperas que suceda en tu ciudad...

Sé vos quien convoque, quien trabaje, quien se comprometa prime-


ro a provocar un cambio en tu entorno. No te imaginas el alcance y
el impacto de una pequeña acción que nace de un corazón genuino.

 “Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no
puede esconderse.  Ni se enciende una lámpara para cubrirla con un
cajón. Por el contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los
que están en la casa. 1Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos
puedan ver las buenas obras de ustedes
alaben al Padre que está en el cielo.”
MATEO 5:14-16 | NVI

El mundo reclama
a los hijos de Dios
que expresen su
justicia

144
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Día 76: Un cuerpo 2


La alegoría del cuerpo para representar a la iglesia es perfecta.
Vemos como un cuerpo cuando es dirigido por una mente llena de la
vida del Espíritu, cada miembro y cada órgano, funciona a la perfec-
ción, según el propósito para el cual fue diseñado: ser manifestación
de la vida de Cristo en la tierra.

En ocasiones, alguna parte del cuerpo se ve afectada por una lesión


o enfermedad, las causas pueden ser muchas y no nos vamos a de-
tener allí, pero sí vamos a reflexionar sobre cómo afecta la enferme-
dad al resto del cuerpo.

Cuando una parte del cuerpo se enferma puede provocar dos cosas:
que el resto del cuerpo también sea afectado por la enfermedad, lle-
vándolo al colapso, o que el resto del cuerpo colabore y se active para
su restauración.
El resto del cuerpo se enferma cuando la enfermedad es más fuerte
que las defensas que el cuerpo tiene, entonces en vez de colaborar,
termina enfermándose aún más.
Cuando el cuerpo tiene las defensas necesarias, la restauración del
miembro estará asegurada.

La manera en que el cuerpo reaccione tiene que ver con algunos fac-
tores: si generó defensas y qué mente lo gobierna.

“De hecho, algunas partes del cuerpo que parecieran las más débiles y
menos importantes, en realidad, son las más necesarias.  Y las partes que
consideramos menos honorables son las que vestimos con más esmero.
Así que protegemos con mucho cuidado esas partes que no deberían
verse,  mientras que las partes más honorables no precisan esa atención

145
CAPITULO III | Cristo en todo

especial. Por eso Dios ha formado el cuerpo de tal manera que se les dé
más honor y cuidado a esas partes que tienen menos dignidad. 25 Esto
hace que haya armonía entre los miembros a fin de que los miembros
se preocupen los unos por los otros. Si una parte sufre, las demás partes
sufren con ella y, si a una parte se le da honra, todas las partes se alegran.”
1 CORINTIOS 12:22-26 | NTV

Si el cuerpo es gobernado por la mente de Cristo, toda crisis va a ha-


cer crecer al cuerpo, no solo a la parte que padece con la dolencia, si
no que el cuerpo crece al aprender a colaborar con el órgano o miem-
bro afectado, el cuerpo se hace más fuerte, se crearon mayores de-
fensas para una próxima crisis.

Las defensas se generan por medio del alimento y exponiéndose a


los ámbitos infecciosos, también por medio de las vacunas.

Dios nos expone a los ámbitos que parecen ser “infecciosos” para po-
ner a prueba nuestra alimentación.
¿De qué nos estuvimos alimentando mientras estábamos sanos?
Alimentarnos de Cristo, de su palabra, experimentándolo cuando el
alimento se va procesando hasta que se convierte en vida.
¿Fuimos precavidos, vacunándonos para que el en momento de la
exposición nuestro cuerpo este fuerte para resistir?
Las vacunas son las verdades eternas, es cuando permitimos que el
Señor implanta en nosotros su realidad y el cuerpo absorbe y hace
suya las defensas que la verdad otorga.
Y sobre todo, el cuerpo, es decir, la iglesia, tiene que ser gobernada
por la mente de Cristo, para que todo funcione perfectamente.

Seamos un cuerpo que restaura, que expresa vida y salud, acompa-


ñemos amorosamente a los hermanos en la fe que están débiles,
que están atravesando enfermedad. Seamos un cuerpo que asiste,

146
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

que está pendiente de las necesidades del cuerpo, que le hace la ta-
rea más fácil a quien atraviesa una crisis.

Un cuerpo que alienta, que levanta, que sostiene es un cuerpo pre-


parado para el momento de crisis.

La manera en que el
cuerpo reacciona tiene qu
e
ver con algunos factores:
si generó defensas y qué
mente lo gobierna

Día 77 Un cuerpo 3

“Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de
creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh
Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que
el mundo crea que tú me enviaste.  La gloria que me diste, yo les he dado,
para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí,
para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me
enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.”
JUAN 17:20–23 | RVR1960

Tenemos que ser sinceros y admitir que como cuerpo estamos muy
lejos de ser UNO.
Ser UNO no tiene que ver con tener las mismas formas, ni utilizar los
mismos métodos. Ser UNO ni siquiera está relacionado con estar de
acuerdo, en primera instancia.
147
CAPITULO III | Cristo en todo

Ser UNO primeramente tiene que ver con el amor.

Un cuerpo que no se ama a sí mismo, está siendo gobernado por la


mente no reconciliada.
Una mente no reconciliada es aquella que sigue operando de acuer-
do a los paradigmas de este mundo. Por más que en el Espíritu es un
ser redimido, su mente todavía no se ha acomodado a esa realidad.
Por lo tanto está sujeta a lo que sus sentidos y emociones perciben
del exterior.
De esta manera, el cuerpo fluctúa del descuido por la propia aver-
sión a la obsesión y el cuidado desmedido para aparentar una pleni-
tud que en realidad no disfruta.
De la misma forma, una iglesia que no se ama, se descuida o se llena
de legalidad para aparentar una piedad que no vive verdaderamen-
te.

Crecer en el amor, es un proceso de despojo que no todos los que ha-


bitan el cuerpo están dispuestos a transitar.

Es tiempo de decidir qué vida va a expresar el cuerpo, si va a dar a


conocer a Cristo o va a expresar ideas humanas.

Ser UNO
primeramente tiene
que ver con amor

148
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

Día 78 Un cuerpo 4

“Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel


que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.  El que no ama, no ha conoci-
do a Dios; porque Dios es amor.”
1 JUAN 4:7 | RVR1960

El amor no es un sentimiento, sino una naturaleza.


Dios ES amor. La sustancia de Dios es el amor. Su ADN es amor.

Todo lo que él es, lo que hizo, hace y hará, está atravesado por el
amor.

No podemos amar con amor eterno y puro sin ser gobernados por la
mente de Cristo.
Si amamos a Dios, amamos a su cuerpo, no es una opción elegir amar
a Dios y no amar a la iglesia porque la iglesia es el cuerpo de Cristo.
Él y ella son UNO.
Él es la fuente de amor puro y todo lo que pensemos y hagamos, aun
las decisiones que tomemos van a estar cargados de su fluir amoro-
so.

Vamos a darnos cuenta de que estamos caminando en su amor por-


que la sustancia de todo lo que gestionemos, va a hacer la misericor-
dia hacia nuestro prójimo.

Te invito a que reflexiones y puedas tamizar las intenciones de tu co-


razón.
¿Es el amor la fuente?

149
CAPITULO III | Cristo en todo

El amor no es un
a
sentimiento, sino un
naturaleza

Día 79 Misericordia

“Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable


misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de pacien-
cia;  soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tu-
viere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también
hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor,
que es el vínculo perfecto.”
COLOSENSES 3:12-14 | RVR1960

Misericordia es la capacidad de poder sentir el dolor del otro y brin-


dar ayudar.
La misericordia no es simplemente un sentimiento que desaparece
cuando damos vuelta el rostro hacia otro lado, sino que atraviesa el
ser y hacer de un hijo de Dios. Está en su naturaleza por ser parte de
un cuerpo.

Un creyente que ama a Dios, ama a su cuerpo y reacciona ante el do-


lor o la necesidad de uno de sus miembros.
Un miembro vivo y sano busca colaborar con los que están pasando
150
CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

un mal momento y como dice 1 Corintios 12, cubre al miembro débil,


lo asiste y lo cuida hasta que se sane.

El hijo de Dios que está sano, va a desear ser un facilitador de la esta-


bilidad y la salud del cuerpo, porque sabe que un miembro no puede
avanzar solo, necesita que todo el cuerpo avance junto con él.
El hijo misericordioso se ve en UN cuerpo, nunca se ve solo, y entien-
de que lo que tiene no es solo suyo, sino que es su responsabilidad
administrarlo para el avance y crecimiento del cuerpo.
Por eso no le cuesta colaborar dando tiempo y recursos, no le afecta
desgastarse por el bien común, porque colaborar con el cuerpo, es
colaborar él mismo.
Por lo tanto, hermanos, es tan importante cuidar nuestra salud es-
piritual, como la de nuestro hermano, es tan importante amarnos
como Dios nos ama, como amar a nuestro prójimo como a nosotros
mismos.
Si el amor es la sustancia de todo, el avance del cuerpo hacia el cum-
plimiento de su diseño eterno, está asegurado.

Una persona que ama a


Dios, ama a su cuerpo y
reacciona ante la necesida
d
de uno de sus miembros

151
CAPITULO III | Cristo en todo

Día 80 Hasta que todos lleguemos

“hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del


Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud
de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquie-
ra de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para
engañar emplean con astucia las artimañas del error, 1sino que siguiendo
la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es,
Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas
las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de
cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.”
EFESIOS 4:13-16 R | VR 1960

En este último día reflexiono en estos pasajes tan claros y tan valio-
sos para el crecimiento del cuerpo de Cristo.

Seguir la verdad en amor es el eje en el cual la congregación de los


santos tiene que girar.

No alcanza solamente con conocer la verdad, ya que cuando el ser


humano conoce la verdad sin practicar el amor, corre el riesgo de
volverse legalista en vez de impartir gracia y perdón, emitir juicio y
división.

Seguir la verdad como el alimento y el amor como la manera de me-


tabolizarla y transformarla, por medio de los distintos procesos, en
vida para el cuerpo, produce el crecimiento y la madurez.

Y, cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí».


JUAN 12:32 | NTV

La verdad como alimento, desarrollando el conocimiento de Dios y

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CRISTO EN MÍ | Descubriendo una vida indestructible

entendimiento de la vida de Cristo en nosotros. Alimento que con-


tiene el poder (Hechos 1:8) para salir a ejercitar la fe, para resistir,
para mantenernos en la posición en la que él nos puso y para alimen-
tar con la verdad a un mundo hastiado de engaño.

“pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes;


y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes:
en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y
hasta los lugares más lejanos de la tierra.”
HECHOS 1:8 | NTV

Y amor para que el cuerpo, tanto los maduros como los recién
nacidos, puedan procesar la verdad, absorbiéndola para que
el Espíritu Santo que está en ellos la transforme en vida que
como un imán atraerá a todos al UNO.

“Y yo, si fuere levantado de la tierra,


a todos atraeré a mí mismo.”
JUAN 12:32 | RVR1960

Seguir la verdad en amor


es el eje en el cual la
congregación de los santos
debe girar

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