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ANEXO

LA BIODIVERSIDAD Y LOS SERES HUMANOS


 La biodiversidad o diversidad biológica es la variedad de la vida. Abarca a la diversidad de especies de plantas y de animales que
viven en un sitio, a su variabilidad genética, a los ecosistemas de los cuales forman parte estas especies y a los paisajes o
regiones en donde se ubican los ecosistemas. También incluye los procesos ecológicos y evolutivos que se dan a nivel de genes,
especies, ecosistemas y paisajes. Se le llama biodiversidad al conjunto de todos los seres vivos y especies que existen en la tierra
y a su interacción.
 
La biodiversidad es el resultado de la evolución de la
vida a través de millones de años, cada organismo
tiene su forma particular de vida, la cual está en
perfecta relación con el medio que habita. El gran
número de especies se calcula en alrededor de 30
millones; esta cifra no es exacta debido a que no se
conocen todas las especies existentes en nuestro
planeta.

Hoy en día existe la preocupación por la conservación de la biodiversidad, que se ha convertido en un paradigma de lo que
tenemos y estamos perdiendo por nosotros mismos los humanos, que no tenemos conciencia de lo importante que es la
biodiversidad para nuestro planeta y en consecuencia para el beneficio de cada uno de nosotros.

La humanidad obtiene beneficios de la Biodiversidad en forma de:


seguridad alimentaria, mantenimiento de la salud, seguridad energética,
agua, materias primas, recreación, satisfacciones espirituales,
inspiración artística, entre otros. Por lo mismo, bien podemos decir que
la existencia de la biodiversidad garantiza una buena calidad de vida
para el ser humano y es factor decisivo para su misma supervivencia.
 
 
En sí, la biodiversidad aporta alimentos, agua dulce y suelos fértiles
para sobrevivir, medicinas y fibras textiles para cuidarnos y arroparnos,
y otras materias primas. Los ecosistemas sanos regulan nuestro clima y absorben CO2, purifican el agua que bebemos, controlan
las inundaciones y frenan la erosión, protegen y fertilizan el suelo que sustenta nuestra comida. Los paisajes y áreas naturales
constituyen una parte importante de nuestro patrimonio natural y de nuestra cultura, ofreciendo entre otros valores, un ambiente
sano de ocio y recreo, paz y tranquilidad, descubrimiento y aprendizaje. En definitiva, nuestra vida y calidad de vida dependen del
mantenimiento de hábitats y ecosistemas vivos y sanos.
 
La pérdida de biodiversidad impacta en una reducción de los beneficios que el hombre obtiene de ella e, igualmente, sube el
riesgo, a una velocidad nunca antes vista, de sorpresas como la extinción de especies, los cambios en el clima o la aparición de
nuevas enfermedades. Los cambios en las interacciones que se dan entre las especies pueden, igualmente, tener efectos
negativos sobre los procesos de los ecosistemas. Por tanto, la pérdida de una especie esencial puede alterar los servicios que
estos sistemas proporcionan al ser humano.

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