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Te deseo libertad.

Deseo que seas libre de elegir tu ropa y la extensión de tu cabello. Deseo que
seas libre de soltar las imposiciones culturales. Te deseo libre para elegir el
maquillaje. Y elegir no maquillarte. Deseo que seas libre de soñar y contar tus
sueños para conseguir aliados. Y que todo sea sin una gota de pudor.

Te deseo libertad.

Te deseo libre para elegir vivir acompañada o sola. Que si es en compañía, sean
libres de besarse y tomarse de la mano en cualquier plaza y en todas las
esquinas. Que si es en compañía y ésta no te colma, seas libre de dejarla para no
sentirte sola acompañada. Que si es sola y no te llena, seas libre de cambiar el
horizonte. O el paisaje. O la soledad.

Te deseo libertad.

Te deseo libre de elegir tus palabras y los escenarios donde compartirlas. Que
sean tuyas y seas libre de abrazarlas; de escribirlas, enormes, en pancartas de
colores. Te deseo libre para que la palabra fluya con Vos y con tu hacer. Con tu
despliegue cotidiano.

Te deseo libertad.

Te deseo libre de salir a correr o a tomar un helado. Que seas libre de elegir el
horario para hacerlo. Te deseo libre de elegir esos sabores que te encantan y no
tomes los que alguien decidió por Vos. Te deseo libre para que disfrutes en la
carrera tu rostro lleno de viento fresco. Te deseo libre para que no tengas que
mirar atrás en ninguna parte del trayecto. Que seas libre de elegir el recorrido y
los kilómetros. Y el atuendo que sientas más cómodo para disfrutar de tu cuerpo
corriendo.

Te deseo libertad.

Te deseo libre de los números. De los talles, las balanzas y las calorías. Te deseo
libre de las fechas que señalan caducidad para el estudio, la maternidad, la
pareja. Te deseo libre de los motes que señalan y condenan. Te deseo libre para
nombrarte a tu manera.

Te deseo libertad.

Te deseo libre de disfrutar tu cuerpo. Con vos misma o con la compañía que te
haga vibrar. Que ese disfrute venga de tu libertad para elegir el ambiente, el
tiempo, la intensidad de la luz. Te deseo libre para que tu cuerpo sea tu templo
y tengas alas para transportarte de placer en placer, de sueño en sueño, sin que
te atasquen las obligaciones o las imposiciones que no te pertenecen. Te deseo
libre de elegirte fecunda para ser madre o para no serlo. Pero siempre fecunda:
de hijos, de arte, de proyectos.

Te deseo libertad.

Te deseo libre de construir tu camino. Dentro o fuera de la academia. Con o sin


familia. Con una o cinco mascotas. O con ninguna. Te deseo libre de escuchar tu
corazón. Libre de sentirte disponible para atender tu deseo más profundo. Te
deseo libre de prejuicios pesados atados a los tobillos, que entorpezcan la
búsqueda y el camino.

Nos deseo libertad. Nos deseo libres.

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