Está en la página 1de 2

Ismael Serrano Pasiones Y Virtudes Lyrics

Antes de que este planeta estuviese habitado por hombres y por mujeres,
vivian en él, pasiones y virtudes.
En el planeta Tierra estuvieron viviendo durante cientos y cientos de años,
durante toda una eternidad pasiones y virtudes, que se aburrian de lo lindo
con el transcurrir de los siglos.
Así cada día trataban de inventar un juego nuevo al que jugar para que se
hiciese más llevadera la larga, larga, larga, larga existencia.
Solía ser la imaginación la que proponia los juegos y un día propuso jugar
al escondite. A todos les pareció bien, todos estaban entusiasmados con la
idea, pero claro, ¿quién se la liga?. La primera en levantar la mano fue la
locura: ¡yo, yo me la ligo! la locura... Bueno está bien pues ¡ala a contar!,
vuelve la cara contra ese árbol y comienza la cuenta mientras el resto nos
escondemos.
La locura se dió la vuelta, volvió su cara contra la corteza del árbol y
empezó a contar una cuenta imposible: 1, 7, 2, 55, 88, 3... y uno a uno, una
a una se fueron escondiendo todos y todas.
La locura seguía con su cuenta y cada uno iba buscando el lugar más
apropiado en el que pensaban que la locura no los encontraria, poco a
poco se fueron escondiendo todos excepto uno que tardaba en encontrar
el lugar apropiado, ese era el amor. Y es que ya sabes que el amor es
bastante indeciso y andaba de un lado para otro sin saber donde meterse.
La locura seguía con su cuenta 55, 6, 99, 100 ¡voy!. Y Se dió la vuelta y el
amor se metió en el primer lugar que vió. Se metió de un salto en un
matorral de zarzas que había allí cerca, allí se coló y se quedó agazapado
con la esperanza de que no le viera, y no le vió.
A quien primero se encontró la locura allí tumbada fué a la pereza, ¡por la
pereza!, a la imaginación la vió entre las nubes, a la mentira la vió allí pero
como era mentira, estaba allí, por la mentira...
Y así uno a uno fueron apareciendo todos, la locura fue encontrandolos a
todos.
Al poco rato faltaba solamente uno por encontrar, aquel era el amor. Y es
que ya sabeis que encontrar el amor es bastante dificil.
El juego ya empezaba a hacerse pesado, asi que la locura empezó a
impacientarse: amor sal ya, que se hace tarde... Pero el amor ya sabes que
es muy indeciso y no solamente uno tarda en encontrarlo sino que a veces
tarda demasiado en salir a la luz.
El amor asustado no salía. La envidia, que suele preocuparse bastante más
de los demás que de sí misma, se acercó al oido de la locura y le dijo: el
amor está... oculto... en esas zarzas.
La locura muy enfadada fué hacia las zarzas y empezó a gritar: ¡Amor sal
ya, se nos hace tarde!. Pero, creo que os he dicho ya, que el amor es
indeciso y que una vez que lo encuentras es dificil sacarlo.
La locura muy enfadada trató de meter la mano entre las zarzas para sacar
al amor de las solapas con tan mala fortuna que se pinchó con una espina
y es que a veces hacer salir al amor es doloroso y la locura muy enfadada
arrancó una vara que habia junto a la zarzas, la introdujo en el matorral y
empezó a agitarla entre las ramas.
De repente, sonó un grito. De entre las ramas de las zarzas salió el amor
con las cuencas de los ojos ensangrentadas, la locura en su locura, al agitar
la vara entre las zarzas, le habia sacado los ojos al amor dejandolo ciego
para siempre.
Todos se quedaron muy callados mirando al amor con las cuencas vacias,
sin saber qué decir, nadie.
Quizá aquella fué la unica ocasión en la que la locura habló con un poquito
de cordura, porque dijo: "No os preocupeis, desde ahora yo seré sus ojos".
Y es por eso que desde entonces, familiares y amigos, el amor es ciego y la
locura son sus ojos.

See also:

También podría gustarte