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TEXTO 1

¿Qué hice? Me gustó el agua, la luz, el sol, las mañanas de verano, los puertos, el atardecer
templado en las valles y un sinfín de detalles sin el menor interés como este olivo redondito
que aún recuerdo en la bahía de Fethiye o una escalera azul y blanca flanqueada por dos
fuentes en un pueblo de Puglia cuyo nombre olvidé. No me arrepiento ni de haber venido ni
de haber tenido que irme por algo desconocido que nadie, gracias a Dios, ha podido saber
jamás. Encontré la vida muy hermosa y lo suficientemente larga para mi gusto. Tuve suerte.
Gracias. Cometí errores y errores. Lo siento. Piensa en mí de vez en cuando. Saluda al mundo
de mi parte cuando me haya ido. Es una máquina divertida para derramar lágrimas de sangre y
volverte loco de felicidad. Vuelvo a mirar hacia atrás en aquel tiempo perdido y ganado y me
digo, a lo mejor me equivoco, que él me dio -así, a cambio de nada, con mucha gracia y buena
voluntad- lo que hubo de mejor de toda eternidad: la vida de un hombre entre otros.

TEXTO 2
¿Me preguntas por qué mato a Alejandro? ¿Quieres que me envenene o que salte al Arno?
¿Quieres que sea un fantasma, y que al golpear este esqueleto, no salga ningún sonido de él?
¿Crees que este asesinato es todo lo que me queda de mi virtud? ¿Crees que llevo dos años
resbalando en un muro cortado, y que este asesinato es la única brizna de hierba en la que he
podido clavarme las uñas? ¿Crees que ya no tengo orgullo, porque ya no tengo vergüenza? ¿Y
quieres que deje morir en silencio el enigma de mi vida? Sí, eso es cierto, si pudiera volver a
la virtud, si mi aprendizaje en el vicio pudiera desvanecerse, podría perdonar a este arriero.
Pero me gusta el vino, el juego y las chicas, ¿entiendes eso? Si honras algo en mí, tú que me
hablas, es mi asesinato el que honras, quizás precisamente no lo hicieras. Durante bastante
tiempo, ya ve, los republicanos me han cubierto de barro e infamia; ya me zumban los oídos
bastante, y el asco de los hombres ha envenenado el pan que mastico, ya me cansé de verme
burlado por cobardes sin nombre que me abruman con insultos para dispensar nocaut, como
es debido. Estoy cansada de escuchar la charla humana gritando al aire libre, el mundo
necesita saber un poco sobre quién soy y quién es él. Gracias a Dios que podría matar a
Alejandro mañana, en dos días habré terminado. Los que rondan a mi alrededor […], como en
torno a una monstruosa curiosidad importada de América, podrán saciar sus gargantas y
vaciar sus sacos parlantes. Me entiendan o no los hombres, actúen o no actúen, yo también
habré dicho lo que tengo que decir, haré que recorten sus plumas si no les hago limpiar sus
picas, la humanidad guardará en la mejilla la fuelle de mi espada marcado con líneas de
sangre. Que me llamen como quieran, Brutus o Erostratus, no me gusta que me olviden. Toda
mi vida está al final de mi puñal, y ya sea que la Providencia gire o no la cabeza cuando me

1
escucha golpear, lanzo la naturaleza humana por la cabeza o la cola sobre la tumba de
Alejandro, en dos días, los hombres comparecerán ante el tribunal de mi voluntad

TEXTO 3
En su primer principio, la literatura general se define como un enfoque que postula, para el
análisis literario, la necesidad de ir más allá del marco estrecho y siempre restrictivo de las
fronteras políticas y las literaturas nacionales. Sin embargo, excepto en el supuesto de que los
estudiantes e investigadores sean multilingües, lo que obviamente no es el caso, el problema
corre el riesgo de convertirse en una elección difícil: o bien el tema del trabajo (en
investigación) y el programa de estudio (en docencia) se reducen sistemáticamente a los
dominios de competencia lingüística del investigador o de los estudiantes y, en este caso, el
campo de la reflexión corre el riesgo de encontrarse, en ciertos casos, no sólo restringido, sino
probablemente falsificado por la eliminación de apartados enteros donde debió ejercerse; o
bien las preguntas se formulan como deben ser, es decir sin exclusiones arbitrarias y, en este
caso, es necesario aceptar trabajar sobre los textos traducidos. En lo que respecta a los
estudiantes, esta solución es obviamente la única que puede adoptarse por al menos dos
razones. La primera se debe a un hecho brutal: los estudiantes de literatura dominan, más o
menos bien, una sola lengua, rara vez dos. A veces es alemán, a veces inglés, pero también
puede ser árabe o incluso chino. Cualquier programa, sea el que sea, incluirá por tanto textos
que escaparán a su competencia.

TEXTO 4
Siento perfectamente que esta elección te molesta; que sería mejor para ti procrastinar; y sé
que nunca le ha gustado que le coloquen así entre el sí y el no: pero también debe sentir que
no puedo dejarle salir de este estrecho círculo sin correr el riesgo de ser engañado; y debió
haber previsto que no lo sufriera. Ahora depende de usted: puedo dejarle la elección pero no
permanecer en la incertidumbre. Sólo le advierto que no me engañarás con tus razonamientos,
buenos o malos; que no me seducirás más con algunos halagos con que querrías adornar tus
negativas, y que por fin ha llegado el momento de la franqueza. No pido nada mejor que daros
ejemplo; y os declaro con gusto que prefiero la paz y la unión: mas si una u otra hay que
quebrantar, creo tener el derecho y los medios para hacerlo. Añado, pues, que el menor
obstáculo de su parte será tomado por el mío como una verdadera declaración de guerra: ya ve
que la respuesta que le pido no requiere largas ni finas sentencias. Dos palabras son
suficientes.

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