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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

FACULTAD DE CIENCIAS JÚRIDICAS Y SOCIALES


ESCUELA DE ESTUDIOS DE POSTGRADO
MAESTRIA EN DERECHO PENAL
CURSO: CRIMINOLOGÍA
M.Sc. ERICK EDGARDO QUINTANILLA GARCIA

Ensayo “Psicopatías y Trastornos Mentales”

OMAR GIOVANNI GONZÁLEZ MÉNDEZ

GUATEMALA, ABRIL DE 2022

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Introducción

En el siguiente trabajo se abordará lo que son las personalidades psicopáticas,


llamadas también psicopatías y el porque su estudio es tan importante para las ramas
de la medicina legal y la criminología, ya que en muchas ocasiones la presencia de
psicopatías en algunas personas puede desembocar en la comisión de un hecho
constitutivo de delito de parte del enfermo o persona que sea objeto de estos trastornos
mentales y que puede ser determinantes al momento de establecer la culpabilidad del
sujeto.

A su vez esto servirá para que el juzgador pueda con base en las evidencias
presentadas y a la sana critica razonada, determinar la pena y si existe algún tipo de
atenuante a la hora de dictar sentencia ya que las personas que sufren de este tipo de
anormalidades gozan del beneficio de inimputabilidad o reducción de una pena, ya que
es no lo mismo el caso del delincuente habitual que incurre en la comisión de un delito
teniendo el dominio del hecho y actuando bajo su propia voluntad que el del enfermo
mental o persona que se encuentra temporalmente carente del uso de razón y que
incurre en una conducta típica y antijurídica sin tener el control de sus actos.

Dicha circunstancia puede servir también en un juicio penal, ya que se le hacen


evaluaciones medicas al delincuente para establecer si existe una anormalidad y de ser
así entonces la persona deberá ser trasladada a una clínica mental para su tratamiento
y no a una prisión como el caso de los delincuentes habituales.

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La Personalidad Ciclotímica

La personalidad ciclotímica es un tipo de trastorno mental, llamado también “Locura


maníaco-depresiva” expresión que sin embargo no es una definición acertada, en 1971,
Kurt Schneider afirmó “en razón de que sobrecarga a los enfermos innecesariamente
porque estos casi nunca son locos” (p. 102). Mientras que en 1958, Seelig lo definió
como “Temperamento Ciclotímico” (p. 206).

La persona cicloide es aquella que sufre de desequilibrios emocionales, haciendo que


pase de un estado de alegría o euforia a uno de tristeza o depresión. En 1961, Mira y
López sostuvo que “La personalidad del cicloide es mucho más comprensible que la
histérica, aparte que la sugestibilidad de éste del histérico le hace hasta cierto punto
Incapaz de persistir en una dirección determinada mientras el Cicloide es dueño de sí
mismo y no se deja influir con facilidad” (p.250). Quiere decir esto que la persona que
sufre del trastorno cicloide tiene el control de sus actos, la anormalidad de tipo cicloide
es una de las psicopatías existentes, pero no es de las más peligrosas.

Las Oligofrenias

La oligofrenia es un tipo de anomalía, las personas que lo padecen, a las cuales se les
puede llamar oligofrénicos o personas oligofrénicas, son personas que tienen limitada
su capacidad intelectual, de raciocinio, a estas personas se les llama en la cotidianidad
como personas con retraso mental. Dichas personas como hemos dicho carecen del
uso de razón y tienen reducida o ausente su percepción, su memoria y su poder de
crítica.

La palabra oligofrenia viene de la etimología oligos que quiere decir poco, phren que
significa entrañas, alma, mente y el sufijo ia que significa cualidad, es decir, oligofrenia
es cualidad de poca mente, poco entendimiento. En 1993, José García Andrade definió
a la oligofrenia como “escasez de mente o pobreza de mente” (p. 251).

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Es bastante común llamar a los oligofrénicos con los nombres de idiota, imbécil o débil
mental, clasificación que se ha modificado por los nombres de oligofrénico de primer
grado, oligofrénico de segundo grado y oligofrénico de tercer grado, la Organización
Mundial de la Salud, por sus siglas en español OMS, recomienda los términos
“Subnormalidad mental” y para su graduación “Subnormalidad ligera, mental o grave”.

En 1989, conceptualiza el autor Osvaldo Tieghi, “a la oligofrenia como “retraso mental a


su vez que enfatiza en la necesidad de realizar estudios de peritaje para conocer el
estado de falencia mental de los oligofrénicos. Los oligofrénicos según la ley son
personas inimputables” (p. 294 y siguientes).

La Epilepsia
Si hay una enfermedad que es objeto de mucho estudio por parte de la criminología y
la medicina legal es la epilepsia, ya que esta enfermedad produce muchos actos
lesivos para las personas y pone en peligro la paz social. La epilepsia es una
enfermedad que genera convulsiones a quien padece dicha enfermedad, es una
anormalidad psicopática transitoria porque no suele durar mucho tiempo, sin embargo
esos breves momentos en que la persona sufre de los ataques epilépticos son
suficientes para que pierda todo tipo de control sobre si mismo, la persona ya no
maneja su voluntad a conciencia durante el lapso que sufra de estas convulsiones.

La reacción más frecuente en las personas que sufren de epilepsia es la ira, el enojo,
situación que las convierte en personas de temer para quienes se encuentren a su
alrededor.

El peligro de los ataques epilépticos no radica tanto en la duración de estos ya que


suelen tardar muy poco tiempo, sin embargo, en ese breve momento el epiléptico
padece de fuertes descargas convulsivas que los hace caer al suelo, temblar y sufrir
fuertes sacudidas.

Siempre será necesario hacerle estudios médicos a los epilépticos para establecer si
realmente se encuentra en estado inimputable, en 1962, Bonnet afirmó “… el ser un

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enfermo afectado de epilepsia no significa por la sola enfermedad, que haya obrado sin
culpa” (p. 583).

Trastorno Mental Transitorio


El trastorno mental transitorio es una alteración psíquica momentánea de las
capacidades intelectuales de los seres humanos y que puede ser causada
voluntariamente, es decir, provocada por el agente o motivada por causas externas,
esto es muy importante en el estudio de la criminología y la medicina legal para
establecer si una persona que se encuentra con esta anormalidad e incurre en un
comportamiento ilegal, es inimputable o no, ya que la persona que se encuentra dentro
de un estado de trastorno mental transitorio motivado por causas ajenas a su voluntad
y comete un hecho que normalmente sea constitutivo de delito, al no tener dominio del
hecho ni comprensión y alcance de lo que está haciendo, goza entonces del beneficio
de inimputabilidad, en cuanto la persona no buscó desde un momento causar un mal y
por lo tanto no se le puede juzgar como si se puede juzgar a aquella persona que
buscó crearse o provocarse ese estado mental transitorio, como la persona que
consume drogas o estupefacientes para agarrar valor y matar a una persona o se
embriaga para cometer un delito que no realizaría sin ese estado. Es por ello que el
tema del trastorno mental transitorio es también muy importante para estas dos ramas
en concreto.

Dentro del trastorno mental transitorio podemos también encontrar el estado de


emoción violenta, que es aquella circunstancia donde una persona sufre un arrebato tal
que lo conduce a cometer un delito, derivado de ese estado momentáneo, aunque acá
el sujeto nunca pierde el control de su conducta, es decir, tiene pleno dominio del
hecho, lo hace motivado por una circunstancia tal de ira.

Un aspecto muy interesante del estado de emoción violenta es que la persona que
realiza una conducta ilícita en esa situación, no goza de inimputabilidad, ya que quien
realice un acto en tal circunstancia será penado por la ley, sin embargo si goza de

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atenuantes, ya que cometer un delito en estado de emoción violenta no restringe la
punibilidad del autor, pero si reduce la pena.

Dentro del trastorno mental transitorio encontramos algunas manifestaciones o


alienaciones transitorias que son la ebriedad por indigestión alcohólica, la ebriedad del
sueño, el sonambulismo, el hipnotismo y el raptus emocional y pasional.

Ebriedad por ingestión alcohólica


La ebriedad por ingestión alcohólica es una forma de trastorno mental transitorio, esta
se produce por un estado de intoxicación que afecta la normalidad física y psíquica de
la persona que la padece, esta suele variar de individuo a individuo ya que no todos
tienen la misma resistencia y algunas personas pueden consumir más alcohol que
otras personas sin ser afectadas de la misma manera, también el modo de reaccionar
de cada persona es distinto, mientras hay personas que adoptan una actitud pasiva hay
otras personas que se tornan violentas y optan por buscar peleas, es decir, toda
persona actuará de acuerdo a su comportamiento. La ebriedad no es solamente un
trastorno mental transitorio sino también un problema social.

Las personas que se encuentran en estado de ebriedad por ingestión de alcohol son
propensas en ocasiones en cometer delitos desde los delitos culposos hasta los delitos
dolosos, es muy común ver casos de personas que se encuentran en un grave estado
de ebriedad y conducen un vehículo y dada su condición transitoria no son capaces de
maniobrar con pericia un automóvil y atropellan a una persona, teniendo acá un
ejemplo de un delito culposo derivado de la ingesta de alcohol, o también la persona
que bajo efectos del alcohol pelean con otra u otras personas y en ese estado de
ebriedad no pueden controlar sus emociones y agarran un arma y agreden teniendo
acá el ejemplo de un delito doloso por ingesta alcohólica.

Ebriedad del sueño


A pesar de llamarse ebriedad del sueño, este trastorno mental no tiene ningún tipo de
relación con la ebriedad por ingestión alcohólica, la ebriedad del sueño es un estado de
confusión al despertar que puede sufrir una persona, es aquella situación en el que una

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persona se despierta desorientada, sin noción de la realidad, en 1981, Cabello dijo que
la ebriedad del sueño es una “pesadilla en movimiento” (p. 166).

De ahí que la persona que padece de la ebriedad del sueño no puede responder por
los actos cometidos en este estado emocional, ya que se encuentra vedada del uso de
la razón, además durante este estado las personas pierdan todo contacto con el mundo
sensorial, llegando a desconocer en donde se encuentran y siendo incapaces de tomar
decisiones.

El sonambulismo
El sonambulismo es un trastorno mental transitorio, que puede ser comparable a la
ebriedad del sueño partiendo del hecho en que ambos se dan al dormir, sin embargo
también existen diferencias entre ambos estados, en el sonambulismo el agente actúa
sin un fin determinado, se cree además que la persona que padece de sonambulismo
suele ser una persona histérica y que es más común en niños que en adultos.

Algunos sostienen que el sonambulismo se deriva de un principio epiléptico, sin


embargo esta afirmación es errónea en cuanto que mientras la persona que padece de
epilepsia tiene uso de razón y noción de la realidad, los sonámbulos en cambio pierden
todo contacto con la realidad sumergiéndose en un estado total de inconsciencia
mientras dure dicha situación.

Otra de las similitudes entre la ebriedad del sueño y el sonambulismo es que las
conductas antijurídicas que una persona pueda realizar en dichos estados no son
constitutivos de delito al no actuar bajo su propia voluntad.

Sin embargo, debe existir un peritaje en el que el experto en la materia determine si


realmente hubo un trastorno mental o si fue provocado por el sujeto.

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En 1967, Bonnet, opinó que el sonambulismo “es un estado crepuscular equivalente al
hipnotismo, pero con una gran diferencia, que este es provocado por el hipnotizador
mientras aquel es propio, espontáneo del mismo sonámbulo” (p. 663 y 685 y 686).

El hipnotismo
El hipnotismo es otra alteración mental que consiste en el control total de las acciones y
de la mente creada por una persona hacia otra u otras, es decir, es el apoderamiento
mental que una persona tiene sobre otros, se compone de dos sujetos que son el
hipnotizador que es la persona que mentalmente logra someter a otra y tenerla a su
merced ordenándole que realice actos en contra de su voluntad propia y el hipnotizado
que es la persona que es sometida a la voluntad del hipnotizador, cuando se da el acto
del hipnotismo, también llamada hipnosis, la persona hipnotizada queda totalmente
inconsciente.

En 1981, Cabello da su definición del hipnotismo de la manera siguiente “Es la de un


sueño provocado, bajo el cual, por un estado de disociación psíquica inducido por
sugestión, la voluntad de un sujeto queda a merced de la otra (p. 174). Bonnet en
cambio afirmó en 1967, que “Es el acto por el cual un individuo origina en otro (que lo
acepta voluntariamente) un estado crepuscular psíquico, de grado variable, durante el
cual las acciones que éste realiza se llevan a cabo de acuerdo a sus naturales
tendencias o auténticos deseos” (p. 659).

El hipnotizador, al controlar la voluntad del hipnotizado puede inducirlo a cometer


situaciones ilícitas, siendo lo más normal que dicho medio se utilice para cometer
delitos graves pues es lógico que si una persona busque hipnotizar a otra para que
comenta un delito, este debería ser un delito de una gran magnitud ya que sería
incongruente que el hipnotizador busque meterse en el arduo trabajo de hipnotizar a
otra persona para que esta cometa un delito pequeño.

Raptus emocional y pasional

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Raptus emocional y pasional conocido en la legislación como estado de emoción
violenta es un trastorno mental transitorio que ya se abordó anteriormente en este
trabajo y es aquella situación existente cuando una persona sufre un arrebato de ira
que lo empuja a realizar algún acto ilícito en este estado emocional, el sujeto actúa
debido a algún acontecimiento que lo perturba y el cual lo supera a tal extremo que no
puede controlarse y termina recurriendo a actos violentos.

En 1961, Mira y López sostuvo “la emoción no es otra cosa que un sentimiento
exagerado (y acompañado de alteraciones somáticas más extensas e intensas)” (p. 35
y 36).

Entonces como se ha acotado, puede deducirse que el estado de emoción violenta o


raptus emocional es un trastorno mental transitorio que no exime de responsabilidad
penal al autor de un hecho delictivo, la persona que bajo estado de emoción violenta
cometa algún delito será perseguida penalmente (Punible) pero con atenuantes
establecidos por la ley ya que es el grado de ofuscación la que lo llevó a actuar de esa
manera y así tener una reducción de la pena.

El raptus pasional en cambio es una trastorno mental transitorio por medio del cual una
persona comete una conducta lesiva incentivada por una inclinación afectiva hacia una
persona, un objeto o un ideal, es dentro de este apartado que podemos encontrar los
llamados crímenes pasionales, por ejemplo el marido que encuentra a su esposa
cometiendo infidelidad y en un momento tal de ofuscación incontrolable decide asesinar
a su esposa y al amante.

Para el estudio de la criminología son igual de importante el raptus emocional y el


raptus pasional.

Las Demencias

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Las demencias son circunstancias anormales que impiden que una persona pueda
tener uso de razón, de conocimiento, son enfermedades mentales que privan a la
persona que lo padezca de la capacidad de discernimiento.

Esto como explica este trabajo es muy importante para el campo del derecho penal y
de la criminología, ya que es relevante para determinar el grado de culpabilidad de un
sujeto que incurra en conductas antijurídicas encontrándose bajo un estado de
enajenación mental y de comprobarse este extremo por medio de un peritaje, el autor
obtendrá el beneficio de inimputabilidad.

La mayor diferencia que podemos encontrar entre las demencias respecto a los
trastornos mentales transitorios es que mientras en estos últimos hay una incapacidad
mental temporal, en las demencias no existe una alteración mental transitoria sino un
daño permanente, acá las personas que lo sufren, es de por vida, a esta clasificación
se les llama delincuentes locos.

Los delincuentes locos debido a su estado permanente de enajenación mental son


incapaces de comprender el alcance de sus acciones.

Este tipo de delincuentes son los que más han interesado desde el punto de vista de
seguridad social, dada su condición de enfermos mentales sin posibilidad de cura.

El carácter
Se puede definir al carácter como un conjunto de elementos y rasgos que determinan
la personalidad de una persona, 1985, Regis Jolivet lo define así “Desde el punto de
vista moral, casi es sinónimo de personalidad” (p. 204) En otras palabras el carácter es
un compendio de factores, cualidades que individualiza a una persona respecto de las
demás, que determinan el comportamiento de las personas, es lo que define la
personalidad.

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Conclusiones
1. Después de terminado el siguiente trabajo, se puede concluir que la rama de la
criminología y la medicina legal requieren del apoyo de peritos que realicen las
evaluaciones a las personas que sufren de alteraciones mentales, evaluaciones
que dada la profesión de estos expertos se les llama peritajes, estos expertos
aportarán dado su conocimiento un diagnóstico sobre la salud mental de las
personas que cometen un ilícito penal para establecer el grado de culpabilidad
del delincuente.
2. De lo expuesto se puede deducir que es diferente el trato que se da penalmente
a los llamados oligofrénicos de las personas que sufren de alteraciones
mentales transitorias; las personas oligofrénicas al poseer un daño permanente
en su psiquis, son personas inimputables entendiendo que estás personas
jamás tienen el control de sus acciones, no tienen capacidad de discernimiento
por lo que no saben que lo que están haciendo está mal mientras que las
personas que padecen de trastornos mentales transitorios, no gozan del
beneficio de inimputabilidad sino que ellos en su caso gozan de circunstancias
atenuantes, misma que les reduce la pena pero no la extingue.
3. Es deber del Estado proporcionar centros de evaluación mental para las
personas que sufran de alteraciones mentales o psicopatías.

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Referencias Bibliográficas

Bonnet, E. (1967) Medicina Legal. López Libreros Editores, S.R.L.

Cabello, V. (1981) Psiquiatría Forense en el Derecho Penal. Ediciones


Hammurabi.

García, J. (1993) Psiquiatría Criminal y Forense. Ediciones Centro de Estudios


Ramón Areces, S.A.

Jolivet, R. (1984) Diccionario de Filosofía. Edición Club de Lectores.

Mira y López, E. (1961) Manual de Psicología Jurídica. Ediciones El Ateneo.

Rodriguez, L. (1981) Criminología. Segunda Edición. Editorial Porrúa, S.A.

Schneider, K. (1971) Las Personalidades Psicópatas. Ediciones Morata, S.A.

Scimé, F. (1999) Criminología, Causas y Cosas del Delito. Ediciones Jurídicas.

Seelig, E. (1958) Tratado de Criminología.

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Tieghi, O. (1989) Tratado de Criminología. Ediciones Universidad de Buenos
Aires.

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