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Pensamiento 4° - Capitalismo en Venezuela
Pensamiento 4° - Capitalismo en Venezuela
CAPITALISMO EN VENEZUELA
Autora:
Ana Beatriz Piña Marcano
C.I. V-10.212.502
INDICE GENERAL
Pág.
CAPITALISMO EN VENEZUELA
1. CAPITALISMO Y SOCIALISMO EN VENEZUELA
El Capitalismo en Venezuela se inicia muy sutilmente a finales del siglo XIX, repuntando en los
primeros 20 años del XX, con la explotación y exportación del petróleo. Primeramente se desarrolló como un
sistema capitalista rentista, teniendo su crisis a partir de la década de 1980, posteriormente se convertiría en
lo que se conoce como capitalismo de Estado.
El sistema de economía en Venezuela viene del mercantilismo, durante casi un siglo de guerras civiles
(siglo XIX). Luego el mercantilismo impuesto durante una larga dictadura caudillista, que se pensaba sería
el último de los caudillos.
Más no fue así, la vieja figura del caudillo militar resurgía a mediados del siglo XX, con una dictadura
menos duradera. Y retornaría para perpetuarse en el poder en el siglo XXI, liderando un socialismo
revolucionario. El cual entra al poder por el colapso de los gobiernos democráticos, basados en un
capitalismo mercantilista.
El capitalismo en Venezuela fue un modelo económico, donde los medios de producción y distribución
eran de carácter privado, con el objeto de obtener ingresos.
Durante el capitalismo en Venezuela las disposiciones económicas, referentes a la oferta y la
demanda, así como el establecimiento de los precios del mercado, la distribución e inversiones, son
establecidas por las empresas privadas. Con un mínimo control del Estado sobre ellas.
Para que el capitalismo tenga un buen desempeño, deben existir recursos tecnológicos y medios de
producción suficientes para garantizar el consumo requerido por la sociedad y la acumulación de capitales
El modelo económico del capitalismo en Venezuela, fue catalogado como “Capitalista Rentista”.
Donde se da la decisión del sector privado, pero con un gran nivel de participación por parte de Estado, en
la actividad económica. Actualmente se vive en Venezuela un capitalismo de Estado, bajo un sistema de
gobierno socialista.
El nuevo gobierno socialista estatiza los sectores más estratégicos del país, actuando de forma
proteccionista y a la vez haciendo incompetente a la ya sobre regulada economía privada.
Venezuela nunca encontró el desarrollo ni antes, ni después, primeramente porque siempre la cultura política
del país, lo rechazaba cuando se encontraba a la puerta de lograrlo.
Pero significativamente porque, el desarrollo sustentable de un país, a largo plazo, es imposible
lograrlo, no solo en una economía socialista, basada en un capitalismo de estado. Sino también, es imposible
de lograrlo en una economía de capitalismo mercantilista. Debido a la insuficiente productividad,
consecuencia gobiernos con falsas políticas de incentivos populares.
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El verdadero desarrollo de un país se genera bajo un sano sistema de economía capitalista, unido a
un poder totalmente democrático.
Actual
En la actualidad Venezuela se encuentra en un escenario político institucional, donde se manifiesta la
fractura entre los poderes públicos, siendo necesario un equilibrio entre ellos.
La independencia entre los poderes públicos, hoy en día no existe en Venezuela. Lo cual no es sano
para la economía de un país, la única forma de que el Estado no pueda abusar del poder, es dándose la
premisa, de que el Poder frene al Poder.
Con la debilidad de las instituciones públicas, el que controla el Poder Ejecutivo, controla a la vez la
renta petrolera. Colocándolo en una posición desde la cual logra imponer sus condiciones a los demás
poderes de la nación.
En consecuencia el modelo de gobierno democrático va en detrimento, de igual forma la seguridad
jurídica. Generando problemas que van más allá de la implantación de un sistema económico de capitalismo
de Estado.
Esto hace que, hoy en día, no existan economías puras de libre mercado sino que se ha llegado a un
encuentro entre el sistema capitalista y el socialista creando economías mixtas que son de libre mercado
pero matizadas con la intervención del Estado.
A partir de 1996, el país comienza a vivir situaciones político social que desencadenarían en una
transición de modelo de gobierno. Pasando de gobiernos significativamente capitalistas hasta llegar en 1999
a un gobierno denominado como el socialismo del siglo XXI con la elección presidencial de Hugo Chávez.
Sistema de gobierno que aún se mantiene bajo la presidencia heredada por Nicolás Maduro.
Desde ese año hasta el día de hoy la economía venezolana ha pasado por períodos con un pequeño
incremento del PIB, pero sin una significativa recuperación económica, fuga de capitales y caídas en los
precios del petróleo. Aunque se abre espacio a la acción del sector privado, en realidad el énfasis
fundamental reside en la acentuación del papel del Estado en la economía, tanto en su rol de productor como
de regulador. Ello es así porque todo el discurso del Primer Plan Socialista se conforma sobre la base de
una filosofía antiempresarial, acorde con la mejor tradición marxista-leninista. La iniciativa privada es un
acompañante inevitable del socialismo, un socio incómodo pero del cual no es fácil prescindir, ello porque
aún con todo el peso del Estado en la economía, inclusive en 2012, casi dos tercios de la fuerza de trabajo
laboraba en el sector privado. Desde 2003 se establece un control de cambio que aún permanece.
En la actualidad Venezuela vive una de sus peores crisis económicas, que a pesar de estar gobernada
por un Estado socialista, su sistema económico es administrado por un modelo de Capitalismo de Estado.
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En los Gobiernos de Rómulo Betancourt (1959-1964), Raúl Leoni (1964-1969), Rafael Caldera (1969-
1974), se concedieron regalías de las riquezas del país a las empresas trasnacionales, mientras se
organizaba lo que denominó como la “Siembra del Petróleo”. Situación que no se consolidó, debido a las
estrategias ingeniosas de las empresas extranjeras, así como a la falta de nacionalismos de los gobernantes
de turno. Las compañías extrajeras no cumplieron con el ofrecimiento del crecimiento económico, ni con el
desarrollo social de la población. Explotando y despilfarrando masivamente el petróleo venezolano. La
primera etapa de la democracia del país, contribuyo a cambiar el capitalismo económico, hacia un Estado
Paternalista. El agravio económico, continuo en los siguientes gobiernos de los próximos 25 años.
Hasta 1980 Venezuela, no tenía comparación con la que fue sesenta años atrás. El país se había
transformado en una nación moderna. Además se tenía la convicción que se debía sembrar el petróleo, más
no sucedió. Sin embargo, algunos autores la llaman la Década Perdida para el Desarrollo, la década de los
´80 tuvo un impacto muy negativo en Venezuela, porque el contra shock petrolero redujo los ingresos por
exportaciones, por lo que se hizo muy evidente la precariedad de la industrialización llamada sustitutiva de
importaciones, ya que el tipo de cambio sobrevaluado solamente disminuyó el precio de los bienes de
consumo destinados a las clases adineradas, pero no representó que la producción interna reemplazara a la
importada, mucho menos en bienes de capital. La década de los 1980; se aceleró el agotamiento de la renta
petrolera a raíz del llamado viernes negro de 1983. Se presenta un escenario nacional totalmente diferente
al de 1970, con una tasa de ingreso por venta del petróleo al extranjero, mayor en todo el mundo. Que para
poder alcanzar ese mismo nivel se tenía que vender el petróleo por encima de los 200 dólares
aproximadamente.
registró recesión y fuga de capitales como consecuencia del ocaso de la industrialización precaria,
pero no substitutiva, iniciada en los 1950 y gestora de una clase empresarial rentista, pero no
schumpeteriana, la cual se desarrolló con la complicidad de un fisco benevolente que tomó la solución fácil
de apoyarse en la renta petrolera. El ajuste estructural permanente iniciado en 1989 por Carlos Andrés Pérez
no pudo superar los primeros pasos de apertura externa, liberación financiera e inicio de las privatizaciones,
lo que se sumó a la falta de probidad (Pérez fue destituido por corrupto en 1993) para instrumentar las
reformas de eficiencia.
La notoria sobrevaluación del bolívar de aproximadamente 30% hizo poco atractivas las exportaciones
no petroleras. Buena parte de los rentistas desplazados del poder optaron por la fuga de capitales. Lo que
ocasionó que en 1999, Venezuela entrara en el socialismo del siglo XXI. La crisis de Venezuela por el sistema
económico capitalista, se genera a raíz del agotamiento del modelo rentista petrolero, aunado a las denuncias
de graves casos de corrupción, un agudizamiento de la pobreza, disminución de la masificación educativa y
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la disminución en la atención de servicios de salud, entre los años 1973 y 1983. Toda la economía atravesó
una severa crisis durante 2002-2003, dando lugar a nuevas medidas dirigidas como el control de cambios y
la instauración del tipo fijo en 2003, o la creación en la misma fecha de la Comisión Estatal Administradora
de Divisas (Cadavi), a la cual los exportadores deben vender las mismas o, finalmente, el control de precios
en productos básicos
aumento de ingresos que no puede asimilar, para luego entrar en caídas abruptas de ese mismo ingreso
cuando los precios petroleros bajan.
Desde 1973 hasta 1983, el ingreso petrolero del país se incrementó en 350%, no obstante el
incremento del gasto público, fue mucho mayor alcanzando un 540%. Todo ello debido al desenfreno y la
deformación económica, por el mal manejo de los recursos. En este contexto, los dos problemas más
resaltantes de los primeros años de la década de los 80, son la caída de la entrada de divisas por la
exportación de petróleo y el incremento de la deuda externa, incrementando aceleradamente el gasto público,
de manera irreversible, marcando un punto de inflexión cuando en pleno período de abundancia de ingresos
petroleros, sin precedentes, ocurre un fuerte endeudamiento del Estado y el país se ve obligado a aplicar un
control de cambio.
La disparidad entre los dos valores, hizo que la deuda externa se incrementara a corto plazo en un
2000%. Logrando la cifra de 29 millones de dólares para el cierre de los dos quinquenios. El primero con la
presidencia de Carlos Andrés Pérez y el segundo, el gobierno de Luis Herrera Campins.
El 60% del monto de la deuda externa se vencería entre 1983 y 1984. Aunado a la fuga de capital
durante los últimos cinco años, por parte de la empresa privada, que colocó unos 80 millones de dólares en
el exterior. Evitando la inversión de ese capital en la producción interna del país.
Durante el quinquenio del gobierno de Jaime Lusinchi, se despliegan una serie de medidas económicas, que
no traerían cambios en el modelo capitalista rentista del país. A pesar que ya daba muestra de su
agotamiento como modelo económico. Esta medidas solo fueron de carácter coyuntural.
La economía de Venezuela en la década de 1980 y del resto de los países de latino América, se
encierra en lo que se conoció como “La Década Perdida”. En esta década la economía venezolana pierde la
vitalidad que la caracterizaba y la renta petrolera perdió la capacidad dinamizadora que hasta ese momento
tenían.
Se produce la caída acelerada del Producto Nacional Bruto (PNB), entre 1983 y 1989. Período durante
el cual ocurre un grave desequilibrio y una obstinación por parte del Estado de aceptar la crisis del capitalismo
rentista y un gobierno populista.
Afectado por la dependencia con respecto al petróleo y a la volatilidad en el precio en el precio del
producto, fue inevitable que el país comenzara a sentir todo el peso de las distorsiones derivadas del modelo
de capitalismo rentístico imperante.
La importancia del capitalismo en Venezuela, radica en una de sus características, y es que promueve
la libertad de consumo. El individuo realiza con sus bienes, lo que a bien le plazca. Ya que el individuo como
ente racional, necesita ser libre para relacionarse socialmente. Y de esta forma obtener los bienes y recursos
necesarios para su máximo bienestar.
Además el capitalismo es el único modelo de economía que permite los cambios de cases sociales.
Ya que cada persona tiene la capacidad de superarse a través de su trabajo.
Desequilibrio entre las instituciones del Estado, ruptura de la independencia de los poderes públicos del
país. Para que no se dé el abuso de poder, es necesario que “El Poder frene al Poder”.
Políticas económicas erradas por parte del gobierno de turno, como por ejemplo, la utilización del anclaje
cambiario como columna de política antiinflacionaria, restando competitiva a la producción nacional,
promoviendo de esta manera la dependencia con respecto a la importación de bienes de todo tipo y
profundizado en el tiempo la distribución regresiva del ingreso con tendencia a concentrar la riqueza en pocas
manos y muy particularmente, en las manos del Estado. A la vez los recursos migran del sector secundario
al sector de los bienes no transables.
Los ciclos de aumento (boom) y los ciclos de caída (shock) del precio del petróleo aumentan la fuga de
capitales.
Los controles de precios y de cambio como sustitutos de la política macroeconómica. Al aplicarse una
política fiscal y monetaria inconsistente, la manera que ha pensado el gobierno de contener la presión
inflacionaria es con controles de precios. Similarmente, el control de cambio se articuló al principio como una
barrera contra las salidas de capital y posteriormente evolucionó hacia un instrumento de control sobre la
economía.
desde 2007, cuando se estatizaron un conjunto de empresas. Ese año resulta clave para comprender la
reconfiguración de la economía venezolana en la medida en que el gobierno optó de forma clara por
aumentar su papel no solamente como regulador de la actividad económica, sino también como propietario
de los medios de producción.
El capitalismo de estado en Venezuela le ha dado uso institucional a la renta petrolera y orientado a
través del gasto y la inversión verdaderamente públicos (como por ejemplo, las misiones), y continuar
contribuyendo a la generación de oportunidades que permitan a los venezolanos desarrollar sus capacidades
y competencias para el desarrollo de sus proyectos personales de vida, en consonancia con el bienestar
colectivo de la Nación y al estímulo de las capacidades creativas, de emprendimiento, de innovación y de
criterio autónomo.
La histórica aspiración de la diversificación de la economía nacional y la expansión del Producto
Interno Bruto no petrolero debe finalmente concretarse bajo el Socialismo Siglo XXI, ya que Venezuela
cuenta con todos los recursos naturales, el conocimiento acumulado y las posibilidades de crear una
economía fuerte, expansiva y exportadora en casi todas las áreas de la actividad económica que permitan
una balanza comercial positiva y sostenible. Pero para ello, las políticas de Estado deben fomentar las
libertades económicas en un clima de solidaridad ciudadana, responsabilidad social empresarial,
regulaciones claras y predecibles, seguridad jurídica, respeto a la propiedad privada, competencia sana y
transparente, sin monopolios ni oligopolios, formación ética, técnica, profesional y gerencial para el fomento
de la creatividad e innovación a través del llamado capitalismo de Estado.
las fuerzas armadas, Solo por medio de la represión y el ajusticiamiento fue que el Estado pudo poner fin a
este suceso, relevante en la historia contemporánea de Venezuela.
Medidas Económicas del Presidente Pérez. Con el gran respaldo popular de las masas, Pérez intenta dar
un cambio, se propone buscar los mecanismos para la reactivación de la economía venezolana liberando la
economía por medio de un programa de ajustes que se denominó, “El Paquete Económico de Pérez”. Dicho
programa eran compromisos macroeconómicos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), creados para
provocar transformaciones sustanciales en la economía nacional y encaminar a Venezuela hacia la
economía capitalista neoliberal.
El paquete económico de Pérez, contenía disposiciones sobre:
Política Cambiaria
Deuda Externa
Comercio Exterior
Sistema Financiero
Política Fiscal
No obstante, la liberación de precios y la derogación del control cambiario, desencadenaron en un
reajuste altamente súbito para la población de bajos recursos.
Privatización de empresas nacionales. Se entregó a monopolios extranjeros, sectores de la nación que eran
de gran significancia. Se privatizan bancos, la compañía de teléfonos (CANTV), las empresas aéreas VIASA
y AEROPOSTAL, además de las compañías eléctricas ENELVEN y ENELBAR, entre otras compañías. Estas
concesiones no trajeron para el país, crecimiento económico, disminución del desempleo, ni una mejor
calidad de vida para los venezolanos.
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ANÁLISIS Y CONCLUSIONES
La economía venezolana (dada su condición de país monoproductor, dependiente del comercio
exterior, en el siglo XIX, de sus exportaciones de café y de cacao en el siglo XX, de sus exportaciones
petroleras) es muy vulnerable a las fluctuaciones de los precios de tales productos en el mercado
internacional. En ese escenario, en que se registran periódicas crisis, por la recurrencia de los ciclos
económicos, las consecuencias de tales crisis se reflejan sobre desarrollo de la economía venezolana,
agregándose a los enormes desajustes internos provocados por la constante inestabilidad política y las
desacertadas políticas económicas.
El término Capitalismo Rentístico alude a un esquema de crecimiento económico financiado
fundamentalmente por los recursos económicos naturales de un país, cuya sociedad usufructúa los
excedentes. En Venezuela, sobre todo a partir de la década de los ´30 (siglo XX) la renta del petróleo
contribuyó a crear una demanda agregada, de esta forma sobre la estructura económica inmóvil combinada
con una pobreza que parecía insuperable (poco participó la sociedad en el reparto de la renta), emerge el
empuje dinamizador proveniente del gasto público financiado por la renta petrolera. En pocas décadas,
Venezuela logra cuantiosas inversiones públicas, la erradicación de enfermedades endémicas, la
masificación de la salud y una educación para todos los estratos. El país se transforma rápidamente en un
país semi rural aun país moderno. A finales de la década de los ´70 (siglo XX) comenzó a mostrar claras
señales de agotamiento. La excesiva dependencia de los precios petroleros, combinada con la cada vez más
impredecible variación de los mismos, se comenzó a evidenciar a través de verdaderos “boom” seguidos de
inevitables “shocks”. Los momentos de auge petrolero que condujeron fatalmente a un crecimiento del
Estado, eran seguidos por inevitables crisis económicas. Esta situación se está repitiendo ahora, con algunos
agravantes importantes. La crisis global, con la caída de los precios del petróleo emerge en el contexto de
una política sostenida de profundización del modelo mono exportador, de crecientes inversiones a la
inversión privada y debilitamiento de la capacidad de producción de la estatal Petróleos de Venezuela.