Está en la página 1de 8

Cómo Crear Tu Vida y

Hacer Realidad lo que


Deseas

Hoy hablaremos de cómo crear nuestra vida y hacer realidad lo que


deseamos.

Esto es importante por dos motivos. El primero, y más evidente, es que


hacer realidad nuestros deseos es una manera de mejorar nuestra vida y
hacerla más agradable.

Pero además de esto, también tiene un sentido más profundo.

En el fondo, hablar de deseos es sinónimo de hablar de amor, porque las


cosas que deseamos sinceramente son las cosas que amamos.
Y esto significa que crear lo que deseamos es equivalente a crear y vivir
con amor.

Así pues, conectar con nuestros deseos sinceros y trabajar para hacerlos
realidad no es solo una cuestión egoísta o de tener una vida cómoda,
sino una manera de potenciar nuestro amor.

Cada vez que creamos algo que amamos, estamos aumentando la luz y
la riqueza de la vida.

Y este es el camino más grande que podemos tomar.

Y el motivo último por el que estamos aquí.

El Proceso de Creación
Para hablar de cómo crear nuestra vida, primero empezaremos hablando
del proceso de creación en sí mismo; es decir, del proceso que hace que
las cosas formen parte de nuestra existencia.

Este paso es importante porque generalmente pensamos que crear


consiste en hacer que aparezca algo que antes no existía.

Pero no es así.

En realidad, “crear” consiste en “atraer” hacia nosotros algo que ya


existe.

Esto es así porque, en el Universo en el que vivimos, todas las cosas ya


existen a nivel potencial. Eso que deseas, sea lo que sea, ya existe a
nivel potencial.

Si quieres tener una casa bonita, por ejemplo, esa casa ya existe en
algún lugar del Universo.

Si quieres un cuerpo sano, ese cuerpo ya existe.

Si quieres una relación hermosa con alguien, esa relación ya existe.


Lo que pasa es que algunas de estas cosas no están contigo ahora
mismo. Y por esto parece que no existen. Pero no es que no existan,
simplemente están “lejos” de ti.

Para verlo gráficamente, podríamos decir que hay una distancia entre
eso que quieres y tú. Algo así:

Así pues, el proceso de crear tu vida no es un proceso de hacer que


aparezcan cosas de la nada, sino un proceso para conseguir que tus
deseos recorran la distancia que os separa y que lleguen hasta ti.

Cómo Atraer lo que Deseas Hacia Ti


Una vez vemos que lo que deseamos ya existe y que se encuentra a una
determinada distancia de nosotros, la pregunta más importante a nivel
práctico es: ¿y cómo podemos hacer que eso que queremos venga hacia
nosotros?

Pues de una forma muy simple: usando nuestros pensamientos.

Este es un tema profundo, pero resumiéndolo, cuando tenemos


pensamientos que van a favor de lo que queremos, hacemos que se
mueva hacia nosotros. En cambio, cuando tenemos pensamientos que
van en contra de ello, hacemos que se aleje.

Así:
Cuando piensas constructivamente en lo que deseas, haces que se
mueva hacia ti. Y cuando piensas “negativamente” sobre ello, haces que
se aleje.

Así que, en última instancia, todo depende de lo que piensas.

El Proceso de Atracción de Tus


Deseos
La figura anterior muestra cómo lo que deseamos se acerca o aleja de
nosotros en función de lo que pensamos.

Pero aparte de esto, también contiene implícitamente un concepto muy


importante: la velocidad.

Siempre que algo se mueve, lo hace a una determinada velocidad. Así


que, si en un momento dado tu deseo se está acercando o alejando de ti,
lo hará a una determinada velocidad.

Teniendo esto en cuenta, hay dos velocidades que debemos considerar.

Por un lado tenemos la velocidad de atracción, que es la velocidad a la


que tus deseos se mueven hacia ti cuando tienes pensamientos que van
a favor de ellos.
Y por otro tenemos la velocidad de repulsión, que es la velocidad a la
que tus deseos se alejan de ti cuando tienes pensamientos que van en
contra de ellos.
Y partir de estas dos velocidades, podemos poner algunos ejemplos
interesantes para ver en qué casos se hará realidad lo que deseas y en
qué casos no.

Ejemplo 1

Imagina que lo que deseas se encuentra a 1000 m de ti y que, cuando


piensas positivamente en ello, se acerca a una velocidad de atracción de
100 metros por hora.

(Por supuesto, la distancia que hay entre tú y lo que quieres no es una


distancia física, así que no se puede medir en metros. Pero lo hacemos
así para simplificar el ejemplo.)

La pregunta es: ¿cuánto tiempo tardará en llegar hasta ti?

Pues bien, el tiempo que tarda un objeto en recorrer una determinada


distancia es la distancia dividida entre la velocidad. Así que:

Tiempo = distancia / velocidad = 1000 / 100 = 10 horas


(Si vamos a 100 metros por hora, tardaremos 10 horas en recorrer 1000
metros.)

Es decir, con los datos concretos de este ejemplo, si estuvieras 10 horas


seguidas pensando positivamente en lo que quieres, se haría realidad.

Es posible que, al ver este resultado, alguien piense que es


completamente ficticio, porque en la vida real las cosas no se consiguen
tan rápidamente. Y esto, en parte, es cierto. Pero no porque el ejemplo
sea erróneo, sino porque la mayoría de nosotros no estamos 10 horas
seguidas teniendo pensamientos a favor de lo que queremos.
Generalmente, pasamos más tiempo teniendo pensamientos que van en
contra de ello. Y aquí entra la velocidad de repulsión, que también es
importante.
Ejemplo 2

Siguiendo con un ejemplo parecido al anterior, imaginemos que la


velocidad de repulsión es de 10 metros por hora, y que en lugar de estar
10 horas seguidas pensando en lo que quieres, estás 1 hora al día
teniendo pensamientos que van a favor de ello, y 10 horas teniendo
pensamientos que van en contra de ello.

En este caso, durante la primera hora tu deseo se irá acercando y llegará


a los 900 m. Pero a partir de la segunda hora se volverá a alejar, y se irá
alejando durante 10 horas: primero 10 m, luego 10 m más, etc.

En este caso: ¿cuándo se hará realidad?

Pues, mientras se mantengan estas condiciones, no se hará realidad


nunca. El deseo se acercará durante un tiempo (mientras tengas
pensamientos positivos), pero luego se alejará hasta volver al punto
inicial.

Y esta es una situación muy habitual entre nosotros. Por esto nos parece
que hay cosas muy difíciles de conseguir.

Por un lado atraemos lo que queremos con nuestros pensamientos


constructivos, pero por otro lo alejamos con nuestros pensamientos
“negativos”.

Y de esta manera lo que deseamos va oscilando a una cierta distancia


de nosotros, pero sin llegar nunca a nuestro lado.
Cómo Crear Tu Vida y Hacer
Realidad lo que Deseas
Teniendo en cuenta lo que hemos explicado, podemos llegar a una
conclusión muy importante. Y es que el hecho de que lo que deseas se
haga realidad o no depende únicamente de cuatro factores:

 La velocidad de atracción de tus pensamientos: la velocidad a la


que tus deseos se acercan a ti cuando piensas a favor de ellos
(cuanto más constructivos y sinceros sean tus pensamientos, mayor
será esta velocidad).
 La velocidad de repulsión de tus pensamientos: la velocidad a la
que tus deseos se alejan de ti cuando piensas en contra de ellos.
 El tiempo de atracción: la cantidad de tiempo que dedicas a pensar
en lo que quieres de forma sincera y constructiva.
 El tiempo de repulsión: la cantidad de tiempo que dedicas a tener
pensamientos que van en contra de lo que quieres (esto incluye
pensamientos de miedo y dudas, y pensamientos que no sean del
todo sinceros).
Si te fijas, en estos cuatro factores no hay nada relacionado con tu
entorno: ni lo que hacen los demás, ni las circunstancias que te rodean,
ni nada parecido. Y tampoco hay nada relacionado con tus actos y
acciones.

El motivo es que estos elementos no tienen ninguna importancia. La


realización de tus deseos solo depende de la velocidad de atracción y
repulsión, y del tiempo de atracción y repulsión.

Y de nada más.

Si te gustan las matemáticas, si quieres puedes buscar la fórmula exacta


que determina cómo se moverá lo que deseas en función de estos cuatro
factores. Pero a efectos prácticos no es necesario. Porque, básicamente,
lo que necesitamos para crear lo que deseamos es que la velocidad y el
tiempo de atracción sean grandes, y que la velocidad y el tiempo de
repulsión sean pequeños.
O lo que es lo mismo: necesitamos pasar tiempo pensando
constructivamente en lo que queremos.

Esto a veces puede costar un poco, porque no estamos acostumbrados a


prestar atención a nuestros pensamientos, pero en el fondo es una
cuestión de voluntad.

En cada instante de tu vida, tú puedes elegir qué quieres pensar.

Cada minuto que dedicas a tener pensamientos que van a favor de lo


que quieres, lo estás acercando a ti.

Y si pasas más tiempo acercándolo que alejándolo, al final llegará a tu


lado.

Un abrazo,

Jan

También podría gustarte