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LA SUMA DE PLAZOS
Uno de los requisitos de la posesión es la continuidad, y esta significa mantenerla de una forma
constante y sobre todo ejercer control sobre ella. La continuidad de la situación de hecho de
detentar el bien deberá extenderse por el periodo que señala la ley para que de esa forma pueda
adquirirse la posesión por prescripción adquisitiva.
El artículo 898 del Código Civil establece que la continuidad de la posesión no necesita ser
mantenida por el mismo sujeto, ello porque la norma da la posibilidad de sumar los otros plazos
posesorios anteriores al del accionante.
Lo único que se requiere es que el plazo que se pretende sumar le haya transmitido válidamente el
bien.
La transmisión válida hace alusión a que el negocio jurídico que haya dado origen a la transmisión
de dicha posesión sea estructuralmente perfecto, es decir, sin ningún vicio que afecte su nulidad.
En efecto, si la lógica solo fuera que la persona que posea el bien, pretenda adquirir la propiedad
por usucapión con la posesión que haya ejercido en todo su periodo, esta no sería suficiente. Por
tanto, la prescripción adquisitiva sería un proceso muy excepcional ya que muy pocos podrían
satisfacer tal requerimiento de temporalidad.
CONCLUSION:
Finalmente, consideramos que esta figura legal resulta ser una forma de premiación al poseedor
para que pueda alcanzar su objetivo de adquirir la propiedad, ya que de lo contrario no habría
posibilidad de que la usucapión llegue a concretarse en el plano fáctico.
I. ADICIÓN DE PLAZOS POSESORIOS PARA GANAR LA USUCAPIÓN
acreedor;
La suma o adición de posesiones ha sido establecida por razones prácticas que conciernen a la
propiedad y a la circulación de la riqueza. En efecto, ella facilita la usucapión o prescripción
adquisitiva, con las ventajas que ello supone para la consolidación del dominio, siendo uno de los
elementos para su configuración la continuidad del tiempo
El pago de tributos efectuado por los demandados enerva la continuidad, posesión pacífica y
pública del demandante, por ser condición. No hay suma del término posesorio que expresa el
actor, y como el de cujus no ha cumplido con obligación tributaria, por ende, su posesión no es
válida, ya que la relación de padre político no genera derecho de transmisión válida.
“El poseedor puede adicionar a su plazo posesorio el de aquel que le trasmitió válidamente el
bien”, pero, de forma palmaria se tiene que la transferencia de la posesión no es válida, toda vez
que la posesionaria anterior, estaba prohibida de transferir la posesión del inmueble sublitis a
terceros, por lo que la transferencia no es válida, en consecuencia, no es factible adicionar o sumar
el plazo de posesión.
CAPÍTULO 8
ADQUISITIVA DE DOMINIO
La prescripción adquisitiva opera desde el momento que el poseedor ha cumplido con los
requisitos esenciales que establece el artículo 950 del Código Civil, esto es cuando su posesión
haya sido continua, pacífica, pública y como propietario.
En tal contexto, no deberá tomarse como obligación que el accionante deba iniciar un proceso
judicial para que se le reconozca su derecho de propiedad, porque desde el mismo momento en
que reúna los requisitos de la norma, se deberá entender que se ha adquirido tal derecho.
Esta posibilidad es recogida por el artículo 952 del Código Civil, donde textualmente señala que el
accionante “puede” entablar juicio para se le declare propietario. Esto quiere decir que nuestro
propio código reconoce que esto es una posibilidad que queda dispuesta para ser ejercida por el
detentador del bien.
CONCLUSION:
Debemos señalar que nuestra jurisprudencia es muy reiterativa al establecer que resulta
necesario una declaración judicial que respalde la adquisición de la propiedad, sobre todo para
efectos de la inscripción y la oponibilidad ante los terceros. Ello, toda vez que se presume iure et
de iure que todos los derechos registrados en los Registros Públicos son conocidos por todos.
De acuerdo a los deseos del legislador, el beneficiario puede obtener la propiedad mediante
prescripción, y puede iniciar un proceso judicial para determinar la propiedad; en este caso, el
legislador señaló que La adquisición de una propiedad no requiere la iniciación de procedimientos
judiciales. En cambio, el adquirente está obligado a hacerlo porque su propiedad ha ganado su
tiempo
II. EL CARÁCTER DECLARATIVO DE LA PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA
La regulación sobre la potestad del adquirente por esta vía de recurrir al órgano jurisdiccional,
notarial o registral, a fin de obtener sentencia o resolución que reconozca la usucapión, responde
a la necesidad de ofrecerle un mecanismo para un mayor y más amplio reconocimiento a dicho
derecho de propiedad, menos dubitable o controvertible, revistiéndolo de una formalidad que
permite la inscripción de su derecho en los Registros Públicos en donde el efecto erga omnes tiene
una plena extensión publicitaria.
Es necesaria una sentencia judicial firme para que el derecho de propiedad pueda ser plenamente
ejercido y sea oponible a terceros, dado que mientras subsista la inscripción del derecho del
propietario original –en el caso de bienes registrables– este puede ejercer los atributos que otorga
el artículo 923 del Código Civil, dentro de los que se encuentra la reivindicación como la acción
real por excelencia.
No basta con que el poseedor acredite que ha ejercido su derecho de posesión por el periodo de
tiempo previsto en la norma sustantiva para concluir que adquiere la propiedad por su simple
transcurso, pues es a partir de la sentencia firme que se genera una nueva situación jurídica
respecto de la propiedad del bien y su titular.
Es necesaria una sentencia judicial firme para que el derecho de propiedad pueda ser plenamente
ejercido y sea oponible a terceros, dado que mientras subsista la inscripción del derecho del
propietario original –en el caso de bienes registrables– este puede ejercer los atributos que otorga
el artículo 923 del Código Civil, dentro de los que se encuentra la reivindicación como la acción
real por excelencia.
En tanto no exista una sentencia judicial que disponga la cancelación de los derechos registrales
del propietario original, este no encuentra limitación en su derecho a solicitar la entrega del
inmueble, en tanto la acción reivindicatoria es imprescriptible, mientras que la usucapión es una
acción que tiene por objeto transformar una situación de hecho (la posesión) en una de derecho
(reconocimiento de la titularidad) a favor del poseedor que no ha sido interrumpido durante el
tiempo que la poseyó y que cumple los requisitos de continuidad, pacificada y publicidad que
exige la ley.
CAPÍTULO 9
LA PRESCRIPCIÓN Y LA COPOSESIÓN
El primer aspecto hace referencia a la coposesión un bien por dos o más personas que pretendan
iniciar un proceso de prescripción adquisitiva de dominio para adquirir la propiedad, y que se les
declare copropietarios. Esta figura sí resulta posible porque no existe impedimento legal alguno
que de manera expresa lo prohíba. Incluso la Corte Suprema ya ha establecido un criterio
vinculante a través del segundo Pleno Casatorio sobre el tema.
La única condición que se ha requerido para que proceda la usucapión en este caso es la posesión
homogénea de los coposeedores.
La correcta interpretación del artículo 950 del Código Civil debe hacerse en el sentido que nada
obsta para que dos o más coposeedores homogéneos puedan usucapir, puesto que de ver
amparada su pretensión devendrían en copropietarios, figura jurídica que está prevista en nuestra
legislación
Para activos sujetos a un sistema de propiedad común El objeto de división y división, que es
legalmente imposible. Impulsar directamente a los copropietarios de la propiedad para que
obtengan todos Compre productos con receta, porque su propiedad no se limita a Además del
hecho de que la propiedad es su propiedad, tratar de obtener la propiedad dentro de un cierto
rango es absolutamente contraproducente. Nombre de dominio existente
Tratándose de bienes sujetos al régimen de copropiedad que no han sido objeto de división y
partición, no es jurídicamente posible que uno de los copropietarios que conduce directamente los
inmuebles adquiera la totalidad de los bienes por prescripción, puesto que su posesión no está
materialmente circunscrita a un área determinada, además que el bien es de su propiedad,
resultando absolutamente contraproducente pretender adquirir la propiedad de un bien sobre el
que ya se tiene el dominio.
Si más de una persona ostenta derecho de propiedad sobre el inmueble reclamado, la demanda
de prescripción debe dirigirse contra todos los copropietarios, ya que, ante la pretensión
propuesta, entre estos existe un mismo derecho y una misma eventual afectación, es decir, un
litisconsorcio necesario. Por lo que, al no emplazarse a todos los copropietarios, es necesario
anular todo lo actuado hasta la etapa de saneamiento, a fin de que el juez de la causa los notifique
debidamente.
La propiedad que se pretende usucapir se encuentra registrada a nombre de la Sociedad. Ella es,
por tanto, la propietaria del bien, no pudiéndose confundir a dicha sociedad con las socias que la
integran, dado que una cosa es la persona jurídica y otra la persona natural.
En efecto, si bien en ambos casos se trata de sujetos de derecho, la regulación normativa de sus
actos es distinta pues se trata de comportamientos que aluden al actuar humano en forma
conjunta o en forma individual. Lo que adquiriría el demandante como heredero de su causante
son las participaciones sociales, pero no la propiedad del bien, al extremo que no podría ejercer a
título personal los atributos que el referido derecho otorga, esto es: poseer, disfrutar, disponer o
reivindicar el bien, pues tales facultades solo le corresponderían a la alegada sociedad.
La correcta interpretación del artículo 950 del Código Civil debe hacerse en el sentido que nada
obsta para que dos o más coposeedores homogéneos puedan usucapir, puesto que de ver
amparada su pretensión devendrían en copropietarios, figura jurídica que está prevista en nuestra
legislación, empero siempre y cuando la posesión de los demandantes sea ejercida de manera
homogénea; siendo que en el presente caso de estimarse positivamente la demanda, la
declaración de propiedad a favor de la actora, favorecería también al cónyuge de esta, al pasar a
formar parte de la sociedad de gananciales, por adquirirse dentro del matrimonio; lo cual resulta
un imposible jurídico, al no ejercerse la posesión de manera homogénea, tal como lo exige el
criterio vinculante establecido en el segundo pleno casatorio; pues de los fundamentos fácticos
expuestos en los escritos postulatorios, se ha delimitado como hecho que la demandante y el
codemandado son cónyuges, siendo que la posesión de este último se encuentra justificada con la
Escritura Pública de contrato de compraventa.
El artículo 985 del Código Civil, alegando que dicha norma, si bien establece que ninguno de los
copropietarios ni sus sucesores puede adquirir por prescripción los bienes comunes, sin embargo,
solo corresponde aplicar la misma a los copropietarios y sus sucesores, mas no a los terceros como
es el caso de la recurrente, quien no es copropietaria y menos sucesora, sino poseedora del
inmueble materia de la acción interpuesta