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HIMNO NACIONAL Y CONSTRUCCIÓN DE LA SUBJETIVIDAD PATRIOTICA

Por: Mónica Diana Tarqui Cossi

Docente Unidad Educativa

“Fred Núñez Gonzales” SIE

80660215, Distrito Educativo

Viacha.
RESUMEN

Una de las melodías que habría tenido hasta el presente y la reconoceremos a lo


largo de nuestras vidas y donde sea nos encontremos despertando
involuntariamente un sentido de pertenencia, es el Himno Nacional. La misma que
nos representa en diferentes actos protocolares políticos o deportivos en el mundo.
Este mismo que nos han enseñado dentro las aulas, desde nuestra niñez
reconociéndolo como “sagrado”. Esconde entre sus líneas una historia y un
propósito.

A lo largo de las siguientes líneas se tratará de analizar un trasfondo del denominado


emblema nacional de nuestro país, recordando pasajes y análisis históricos que la
han llevado a su configuración y la posición que hasta el día hoy no está claro,
prácticamente como es que se ha introducido al país el cantico nacional que integra
a todos los bolivianos.

PALABRAS CLAVES

Himno, Nacional, Patriotismo, Coloniaje, Marsella, Civilizaciones, Melodías, Cívica,


Patriotismo, Batalla, Música

INTRODUCCION

Patria, sangre y enemigos es el común denominador en las letras de los diferentes


himnos nacionales de los diferentes estados, principalmente de aquellas que para su
consolidación debieron sobreponerse a la opresión de los regímenes monárquicos
y/o coloniales. En términos generales un himno nacional representará los
sentimientos más profundos de una población hacia su patria, una conexión sagrada
e infinita con la historia de sus pueblos. Un himno nacional según algunos autores:
“Es una oda a los dioses, cantada o recitada en las ceremonias religiosas o en otro
tipo de celebraciones públicas”.

“Para los bolivianos, su Himno Nacional representa la máxima expresión del


sentimiento patriótico, orgullo de su identidad”.

“Es un canto o un texto lírico que expresa sentimientos positivos, de alegría y


celebración. Estos himnos suelen ser, o bien marchas, o bien poemas líricos”.

ORIGEN DEL HIMNO NACIONAL EN BOLIVIA

La primera versión, es que hasta el año 1845 la República de Bolivia no habría tenido un
himno o cántico nacional oficial que representara al país, entones el general José
Ballivián, presidente de la nación para esa época, se percató de que las pequeñas
bandas del ejército interpretaban marchas españolas y piezas populares, siendo que
con esto no se lograba alcanzar el fervor popular.

Es en este contexto el presidente tuvo conocimiento de que un “prestigioso” maestro


de música, el italiano Leopoldo Benedetto Vincenti Franti, quien se encontraba en
Valparaiso de Chile, después de haber recorrido otros países ofreciendo sus
servicios o en pocas palabras ofertando unas notas musicales al mejor postor.
Siendo esas notas la base para las partituras finales de nuestro himno, a su vez
también la del himno de Chile, eh ahí la razón por la cual ciertas líneas musicales se
asemejan tanto en ambos himnos.

Estando en Chile recibió la invitación bajo contrato para componer la música de la


canción patriótica boliviana y que posteriormente se conocería con el nombre de
“Canción Patriótica” y a la vez reorganizar las bandas de música, siendo el primer
director general de bandas de música del ejército. Complementado la composición
de letra por el poeta José Ignacio Sanjinés que había presentado sus versos. Estos
fueron aprobados por el exigente compositor quedando establecidos como la letra formal
del himno

Esa identidad nacional del que hablamos en un principio será subsumida por las
melodías y letra de lo que hoy conocemos como “La Canción Patriótica”, el mismo
que la historia tradicional nos cuenta que fue estrenada al medio día del 18 de
noviembre de 1845 en el teatro Municipal, conmemorando un nuevo aniversario de la
victoria en los campos de Ingavi en 1841, y será posteriormente en el gobierno del
general Manuel Isidoro Belzu, en 1851 mediante Decreto Supremo se oficializó el
Himno Nacional de Bolivia y se mandó a imprimir para que fuera distribuido en las
escuelas que, desde entonces, se ejecuta y entona en todos los actos oficiales
escolares.

La otra versión, señala que desde el inicio de la República solo se cantaba la


Marsellesa, o sea el Himno Nacional de Francia compuesto por el capitán Rouget de
Lisle en el año 1792, los franceses habrían cantado después de la “revolución
francesa”, como victoria y triunfo hacia sus enemigos. La Marsellesa se había
difundido casi a todo el hemisferio llegando impactar a casi a todos los países
latinoamericanos.

Evidentemente hasta el año 1845, Bolivia no habría tenido un Himno o Cántico


nacional oficial, en esa razón el presidente de entonces José Ballivián habría invitado
al extranjero italiano Leopoldo Benedetto Vincenti Franti, no con el objetivo de
componer un cántico para Bolivia, ya que su estadía en Bolivia era desde finales del
mes de septiembre del mismo año, seria absurdo pensar que en dos meses
compusiera el cántico. Sino más bien habría venido a ofrecer y vender este cántico
ya compuesto antes, ya que no era nuevo sino fue conocida e interpretado en Chile,
Perú y ofrecida a los países que no tenían himnos o canciones patrióticas, incluso se
dice que dicha melodía ya se interpretada en los circos de los países europeos.

En esa razón, habría sido comprado por el gobierno de Ballivián con el nombre de
“Canción Patriótica”. Y fue convertida en Himno Nacional de Bolivia en el gobierno de
Belzú. También este himno, tanto en la parte musical como en sus versos tienen
raíces francesas e influencias de la Marsellesa, el cual es “Himno nacional francés
compuesto durante la revolución de 1793, que simboliza los ideales de la revolución”.

Es evidente, que fue estrenado la “Canción Patriótica” transado, sin antes en plaza
de las armas y luego en teatro Municipal de La Paz, el 18 de noviembre de 1945, en
honor del triunfo con plan estratégico militar de los indígenas en la guerra de Ingavi,
durante la presidencia del general mas codiciado por las mujeres Ballivián.

QUE SIGNIFICANCIA SERA LA CANCION O HIMNOS PARA LAS CULTURAS

Será durante el siglo XIX, los himnos habían tomado fuerza en latinoamérica y
haciéndose populares principalmente entre los movimientos armados.
Pero porque habría de cobrar tanta fuerza la música como tal, su influencia se
remonta a tiempos atrás, donde las civilizaciones y diferentes culturas utilizaron para
lograr modular respuestas emocionales. Al menos es lo que describe la neurociencia
y la musicología. Es así que al producir este tipo de respuestas en el ser humano
estas melodías han sido utilizadas en los diferentes aspectos de la vida. Los políticos
y el discurso político utilizan la música para propagar doctrinas, credos y programas
partidistas y económicos.

Si nos remontamos a las épocas de las grandes guerras de los pueblos se evidencia
que las mismas fueron acompañadas de instrumentos que producían la exaltación de
la valentía, fuerza moral de sus tropas, dentro de nuestra cultura altiplánica se
evidencia de la misma manera su uso, por ejemplo el potente Pututu, que son
trompetas naturales que fue a la vez un instrumento para la guerra, como se lo
aprecia en los pasajes del cerco a La Paz por Tupak Katary ya que su gran resonar
perturbaba al enemigo y proporcionaba de alguna manera energía en sus
combatientes, se cree que las mismas tienen relación mítica con el cosmos.

Por estas razones la música habría sido insertada en las filas del ejército,
produciendo sentimientos de civismo por sus expresiones melódicas de tradición
guerrera, evocando las antiguas glorias de un pueblo, entendiendo así, que la música
militar no solo se reduce a simples marchas, muchos de ellos se caracterizan por sus
solemnes interpretaciones que luego darán origen a los himnos nacionales. Estas
bandas militares estaban destinadas a crear e inculcar la disciplina en sus
componentes, una férrea voluntad de lucha en los combates.

HECHOS HISTORICOS SOBRE LOS CANTICOS O HIMNOS

En este ámbito y producto de los hechos de 1789 (Revolución Francesa) se compuso


la Marsellesa, en un inicio denominado la marcha de guerra de su respectivo ejército.
Con el paso del tiempo, por su particularidad en la composición y la rítmica se
convirtió en el Himno Oficial de Francia y a su vez en uno de los himnos más
conocidos a nivel mundial.

América Latina correrá por el mismo influjo de la música militar europea para la
composición de sus himnos nacionales, considerándose así en herederas simbólicas
de la Revolución Francesa, y de la exaltación por los valores de “igualdad, libertad y
fraternidad”.
Chukiwanka (1996) dirá que “Casi todo el contenido rítmico, conceptual y semántico
de La Marsellesa, es copiado en los himnos nacionales, departamentales,
provinciales y hasta municipales en los países colonizados por Europa y
especialmente de aquellos que son influidos por la cultura francesa. Aunque ignoren
y no lo escriban en las historias de sus himnos nacionales uno se da cuenta
fácilmente cuando escucha la música y letra que son repeticiones sutiles del
marsellés.”

Asimismo, Mendieta Pilar (2014) señala que la guerra de la Independencia en Latino


América se convertirá en el momento por antonomasia para la construcción de un
culto a la imagen, a los héroes a partir del cual se afianzaron las distintas fiestas
cívicas. En este contexto, el héroe tuvo la función de constituirse en un modelo de
ciudadanía, orden, civismo al mismo tiempo que se convirtió en el garante de la
cohesión social. En pocas palabras construir héroes omnipotentes en reemplazo del
rey, para que este proceso sea aceptado. Es por esta razón que los símbolos como
los escudos, las letras de los himnos mencionan a estos héroes con tanto énfasis,
alusiones míticas de envergadura como es el caso de Simón Bolívar y Antonio José
de Sucre.

En pocas palabras los himnos de los países significasen sobreponerse a un pasado


opresor de servidumbre, a la formación de la ciudadanía, para fortalecer esa
ciudadanía tenían que encontrar un punto de encuentro, de inflexión que logrará la
unificación del sentimiento patriótico.

Otra de las características y elementos centrales de estos himnos es la exaltación de


la Libertad. Es así que los nuevos estados de carácter liberal, deben reescribir su
historia, sobreponerse a su pasado colonial y llegar a hegemonizar la memoria criolla
sobre la memoria ancestral y mayoritaria. Prácticamente estos Himnos representaran
al programa político criollo, una copia simbólica del sistema liberal.

A lo que Chukiwanka (1996) señala que “La mentalidad colonial europea era
precisamente de dar símbolos cívicos de estilo occidental y por ello la canción
patriótica luego conocido como himno dio a sus vasallos de la castacracía sin
cerebro para que mantengan el espíritu del himno Marsellés”. Como sucederá en el
caso boliviano, el imaginario libertario de esta elite criolla traidora del naciente estado
boliviano imitó el establecimiento simbólico tomando los matices rítmicos y melódicos
de la Marsellesa de Francia.

Por otro lado, los criollos no negaban a Europa, ya que el verdadero objetivo era
lograr ser americanos europeos, es decir, totalmente distintos de los indígenas a los
afroamericanos. Lograr salir de la condición de discriminación que vivía bajo el
régimen español y ser ellos los que administren la supremacía política y económica
sin perder sus privilegios. Por lo que se desarrolló una diferenciación racial con
respecto a los “otros”.

En esta razón la conciencia criolla se reconoció a sí misma como la encargada del


proceso de homogeneidad del imaginario nacional. Será esta elite criolla altoperuana
que, apoderándose de la victoria y la lucha de los años de independencia iniciada por
los sectores indígenas, seguida por las guerrillas y que culminará con la llegada de
los venezolanos, Bolívar y Sucre. Crearan su propia nación, o como señala Reinaga
una especie virreinato disfrazado de república, su patria.

Pero su incapacidad no le permitirá hacerlo sin la mano de obra y el trabajo indígena,


nacerá así entonces el estado que negará a lo largo de su vida republicana a las
naciones existentes dentro sus entrañas, sumiéndolos a una condición de
servidumbre una verdadera nación sin Estado o como escribe Fausto Reinaga en La
Revolución India, la formación de una patria para el cholaje blanco mestizo, “Bolivia
existe por y gracias al indio, pero no para el indio.”

AUTOCRITICA DE HIMNO NACIONAL DE BOLIVIA DESDE EL PUNTO DE VISTA


COLONIALISTA

El autor Chukiwanka (1996), señala que este himno es el espíritu criollo en prosa y a
la vez “(…) es una herramienta sicológica cívica para adormecer la mente del
explotado colonizado. Por cuanto nos inculcan su respeto a cantar fuerte, verlo como
algo sagrado: esto en las instrucciones cívicas que se dan en la escuela, colegio y
cuartel". Señalando a su vez que las raíces del himno boliviano y el de los otros
países de Latinoamérica tienen en común un origen similar, el francés, por lo que no
nos representa ni en esencia, pero ha sido tal el adoctrinamiento que lo cantamos sin
analizar la letra, la irracionalidad en la composición de su contenido para esta época,
prácticamente un acto de repetición mecánica y acrítica.
Reinaga señala una de las frases, representa al juramento que se centra en el coro
del Himno Nacional, donde se lee: En sus aras de nuevo juremos, ¡Morir antes que
esclavos vivir!; esta estrofa haciendo alusión únicamente a la casta criolla, quienes
dejan su condición servil para convertirse en grandes hacendados, terratenientes y
políticos, pero la condición servil del indio será cruel, será inhumano, los convertirán
en pongos, bestias de carga, en fin como seres inferiores, tal como se lo describe en
las novelas de Alcides Arguedas; “Pueblo enfermo”, “Raza de bronce”, entre otros.

Continua el autor Chukiwanka, señalando firmemente que “primero el himno es


extranjero y no es de nosotros, segundo, el himno es un instrumento de colonización
y de guerra que logra victorias con masacres sorpresas y pactos traidores contra las
naciones indias, tercero, el himno es una ayuda memoria para mantener por siglos a
una casta en el poder del Estado, y cuarto, el himno es apoyado por otros himnos,
cantos y cuecas bolivianas y todos estos himnos reemplazaron al “jaylli”, canto
guerrero de los indios”

El Himno nacional niega de manera categórica las luchas de los sectores indígenas,
es más, se los borró totalmente de la historia. Se ha arraigado tanto en el sentir
boliviano que refutar su carácter de sagrado de representativo o una idea de
modificación alteraría totalmente a una gran parte de la población. Como sucedió por
ejemplo con el tema del cambio de nombre a la plaza Murillo, la discusión sobre el
uso de la Wiphala como se evidencio en los conflictos de noviembre del 2019 o la
crítica clasista de la incorporación de la categoría “Plurinacional” que acompañe al
nombre de república de Bolivia.

Esta situación dudosamente se cambiará ya que las diferentes instituciones


ideológicas se encargaron de formar personas con “instrucción cívica patriótica”, es
decir, personas colonizadas desde el punto de vista del autor, que, aunque no
comprendan el origen de la canción, la seguirán defendiendo sin cuestionarla porque
se trata de las “sagradas notas del himno nacional”.

“El himno es el padre nuestro del estado, constituyéndose en una potencia espiritual
y aparato ideológico bolivianizante y cuando la castacracía tiene olor a pólvora y pus
de las contiendas y heridas que nos dejaron en los cinco siglos de genocidio brutal,
tiene color porque más responde a los blancos racistas y no a los indios. Tiene forma
triangular porque en su cúspide está la castacracía y en la parte baja los trabajadores
indios. Tiene sonido tenebroso con palabras flagelantes y ruido de cadenas para
mantenernos encarcelados. Tiene como objetivos el de unirles más y el de dividirnos
mucho más, con sus versos que defienden a rajatabla sus demandas expansionistas
y colonialistas. Sin embargo, defienden lo indefendible.”

Estas principales instituciones ideológicas son la escuela y el cuartel, la escuela


como tal enseña desde los primeros años de su formación a los niños, los cuales ya
a los 7 años lograron memorizar la letra y familiarizarse con el sonido. Mas no así
alcanzar la capacidad crítica de la misma, claro ejemplo de esto es que hasta que
terminan la secundaria, no comprenden la letra, su significado, pero si la saben cómo
un rezo.

Esta situación es reforzada en los cuarteles, donde le agregar el fervor patriótico, el


juramento a la bandera, la defensa de la soberanía del país, pero la población
mayoritaria que asisten a este servicio militar son la población y descendencia
indígena, y no así los denominados q´aras. Esto tiene una razón, imponer la idea de
nación, civismo y el juramento a la patria criolla, a esa suerte de estado que ha sido
diseñada por una casta y que hoy defendemos como si fuera nuestra, porque la
hemos hecho nuestra.

CONCLUSIÓN

En nuestras manos esta descubrir que hay más allá de lo que se relata sobre la
oficialidad de la historia. La reivindicación de nuestros pueblos no se cierra
únicamente en la vestimenta o el idioma, su fuerte está en la historia. Esta historia
que ha sido escrita por los vencedores acallando estratégicamente las voces de la
mayoría reprimida por mecanismos estratégicos de dominación y manipulación
ideológica.

El Himno Nacional en la historia son las memorias y las hazañas míticas de una
casta social, pero deja de lado a todo un pueblo indígena principalmente, deja de
lado a la memoria histórica de las primeras luchas de los actores que fueron
reconocidos con el olvido. La identidad nacional fue construida en la patria criolla con
el sustento indígena, indígena que ha sido orillado a educarse, adiestrarse,
ideologizarse y formarse para respetar esa patria, esa patria de unos pocos en
desmedro de otras mayorías, que por muchos años ha sido olvidado o solo ha sido
utilizado como carne de cañón en las diferentes contiendas bélicas de liberación y
por defensa de Bolivia.

Bibliografía

Apaza, Reynaldo (2017), Las Luchas Permanentes de los Oprimidos, La Paz, Bolivia

Apaza, Reynaldo (2013), Origen y Resistencia de la Wiphala, La Paz, Bolivia

Burucua, José Emilio y Campagne, Alejandro (1994). Los Países del cono Sur, Zaragoza.

Chukiwanka, Inka (1996) el Himno Nacional Colonialista. La Paz- Bolivia

Grüner, Eduardo (2003). “La rama dorada o la hermandad de las hormigas. Filosofía política
contemporánea. CLACSO, Buenos Aires

Mendieta, Pilar (2014). Las fiestas cívicas en la construcción de la Republica. Colección de


Historia de Bolivia

Peyeron Gabriel (2007) Diccionario enciclopédico de música. Universidad Panamericana-


Mexico

Reinaga, Fausto (1970) La Revolución India. La Paz- Bolivia

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