Está en la página 1de 2

__

1:-

,
M ú S I e A
-
.....

'!~-~
~_

IRMA VELASCO PÉREZ

NACIONALISMO
y MÚSICA:
Los HIMNOS
uando hacemos un repaso a la historia musical, denominada coral. También en el Rena-

C de la música occidental, comprobamos


que los himnos han estado siempre pre-
sentes como manifestación de alabanza divina o
cimiento, Inglaterra tendrá su propio himno
anglicano, anthem, composición para coro, cuyo
canto solía ejecutarse durante el oficio religioso.
seña de identidad de un pueblo o nación. Al margen de estas formas musicales no profa-
De lo sagrado a lo profano, el hombre ha nas que siguen desarrollándose en épocas pos-
necesitado utilizar esta breve composición solem- teriores, y a raíz del auge de los movimientos nacio-
ne para actos y ceremonias colectivas que aúnan nalistas, se configuran en Europa y posteriormente
sentimientos e ideas de índole diversa. Por tanto, en América, durante los siglos XVIII y XIX, los
existen varios tipos de himnos, religiosos, como himnos nacionales. En su mayoría no fueron com-
los utilizados por las iglesias católica, protes- puestos ex profeso, para tal fin, teniendo un ori-
tante o anglicana, y nacionales, representativos gen de lo más heterogéneo. Así, en algunos paí-
de un país. Dependiendo de su funcionalidad, ses como Austria o Alemania, la música está toma-
la letra hará referencia a la deidad, a las hazañas da de obras de compositores consagrados (Haydn,
militares o a la unión de un pueblo, pero eso sí, Mozart), y en cambio en otros, corresponderá a
siempre será un canto común. Existen algunas una canción popular, como sucede en Suecia o
commemoraciones puntuales que utilizan igual- Irlanda.
mente himnos en demanda de la unidad, como Es curioso el caso del himno nacional de nues*
es el caso de las olimpiadas, campeonatos depor- tro país, que bajo el tJtulo "Marcha de Honor
tivos o festivales musicales, recordando sin ir Española" se promulga por Real Decreto en 1770
más lejos el de Eurovisión, pero realmente lo que durante el reinado de Carlos 111. La mayoría de
aquí nos interesa es comentar, de manera some- los investigadores la consideran una composición
ra~ el origen y evolución de aquéllos generados anónima, si bien hay quien la atribuye al rey Fede-
en el ámbito de la iglesia o al amparo del poder rico el Grande de Prusia. Con independencia de
político. su autoría, continúa hoy vigente, pese a los inten-
En el siglo cuarto de nuestra era, la Iglesia Cató- tos gubernamentales por sustituirla, como ocu-
lica tuvo en San Ambrosio, obispo de Milán, al rrió en 1870, al convocarse un concurso de COI11-
primer artífice de la himnodia (arte de la com- posición que quedó desierto aunque concurrie-
posición o estudio de los himnos) perpetuándose ron más de cuatrocientos músicos con sus res-
este canto popu lar en los servicios divinos para pectivos himnos. Después de la Guerra Civil, el
dar lugar posteriormente, y con la llegada de la poeta y dramaturgo José María Pemán añadiría
polifonía, a numerosas composiciones musica- una letra instando al pueblo espaiiol para que
les que cobraron especial relevancia de la mano cantase unido a la patria, el trabajo y la paz.
de Palestrina, ya entrado el siglo XVI. Ejemplo muy distinto es e! de Rusia, que man-
Por otra parte, Lutero, al proponer que el canto tiene como himno La Internacional, desde 1917
litúrgico se realizara en la lengua vernácula para ha sta 1943, fecha en que se sustit uye por e!
mayor comprensión y expresión del pueblo ale- Himno de! Soviet, que se convierte en el nuevo
mán, convertirá el himno en una nueva forma canto de la antigua Unión Soviética. No obstante,
la proliferación de los himnos nacionales se
hace más patente en Europa a ca usa de las revo-
luciones burguesas y especialmente de la fran-
DO ~ Ut queanl taxis

cesa, enfatizándose su carácter patriótico a tra-


vés de la letra. A partir de un enca rgo inicial del
RE ~ Resonare libris

Gobierno revolucionario dirigido al ejército, la


composición realizada po r el oficial de ingenieros
MI
~ Míra gestorum

Rouget de LisIe (1792), co nocida con el título


de La Marsellesa, es asumida espontáneamente
FA
~ Famuli tuorum

por el pueblo que la consolida y eleva a rango SOL ~~


So/ve pol/uci

~
de himno nacional, proyectando su importan- Labii realUm
cia al extenderse como símbolo de rebel ión a LA ~
Sancte Joannes
otros lugares y movimientos de signo contesta-
tario. Son numerosas las composiciones esc ri-
tas con motivo de dicha revolución que fueron Himno de San Juan Bautista
intituladas como himnos, y buen ejemplo de ello,
lo constituye el estreno en Viena de la M isa en
re mayor op. 123 de Beethoven, que aparece en
los programas del concierto bajo el nombre de
instancias del poder político, que crea una comi-
Tres grandes himnos.
sión parlamentaria empeñada en recabar el jui-
Con la ex pa nsión del nacionalismo, la mayo-
ría de los países intentarán utilizar los himnos cio de expertos, entendidos, docentes, compo-
como símbolo político que despierta el senti- si tores, pseudo compositores, músicos profe-
miento y el orgullo del pueblo al que pertene- sionales, semi profesionales, advenedizos, sim-
ce: es un instrumento idóneo para cohesiona r patizantes, etc para seleccionar el himno que
a la colectivi dad bajo una misma ideología. El haga mejor región. Y la cuestión es decidir, con
va lor o calidad de la música y la letra suele ser una co nsulta obligada, si se opta por el paso-
secund ario, ya que lo que rea lmente importa es doble del maestro Tarridas, los Cantos Cana-
su capacidad para arrastrar e imponer unas señas rios del compositor Teobaldo Power, o algún
de identidad a toda un a sociedad desde la homo- villancico de reciente creación y machacona
ge neización e idealización patriótica. Como des- divulgación, O se efectúa un encargo a algún
taca Ernest Gellner en su obra dedicada al nacio- músico, compositor, intérprete virtu oso, o per-
nalismo, uno de los principios políticos que defi- sona que reúna todas esas cualidades a la vez,
ne este movimiento consiste en la afirmación
para que basándose en algun a canción popu-
de que la "semejanza cultural es el vínculo social
lar, pueda realizar un himno digno que refleje
básico". Nada mejor que un himno propio para
nuestra cálida identidad. Me temo que, al fi nal,
generar o estimular artificiosamente una conciencia
co mún y compartida, por lo que no es de extra- no sólo tengamos un refrito de las composiciones
ñar que cada gobierno pretenda tener el suyo, citadas o unas variaciones a timple y voz sobre
el más afí n a sus intereses políticos, aunque la farola del mar, sino que, cuando empiece a
siempre por su p uesto, pensado para "desper- hacer mella en algún ingenuus soli, un nuevo
tar" al pueblo. Como botón de muestra, tene- cambio gubernamental 10 sep ulte en el olvido.
mos a nu estra Comunidad Autónoma, que en Pero, desde luego, queda claro que, una vez más,
el año 1984, en los albores de la administración la música sirve como vehículo de expresión para
autonómica, graba y difunde el "Himno a Cana- su infrautilización por el poder político. La
rias" con música del prestigioso y recono cido extempora neidad que sup one implantar en los
compositor Juan José Falcón Sanabria, y letra tiempos que vivimos un himno, no sólo evi-
del esc ritor Fernando García-Ramos, un encar- dencia una precaria convicción cultu ral, empe-
go efectuado directamente por el propio Gobier- queñecimiento ideológico y espiritual, sino que
no de Canari as. si mboliza per se una postura retrógrada que da
Con el tiempo y los sucesivos cambios de gobier-
la espalda hacia un mundo qu e busca la des-
no, nos encontramos actualmente con una pin-
aparición de las fro nteras y la apertura e implan-
toresca propuesta impulsada desde las propias
tación de valores y principios universales.

También podría gustarte