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Modulo I.

Introduccion a los Derechos Humanos:

Los DERECHOS HUMANOS son derechos inherentes a todos los seres humanos, su
universalidad caracteriza el hecho de que todos somos distintos e iguales ante la
ley, es decir, nadie tiene que renunciar a su identidad, forma de ser o de pensar
para poder ejercer sus derechos. Deben ser reconocidos y garantizados por el
Estado, por ello es que muchos se encuentran consagrados en normas jurídicas
nacionales e internacionales, como la Constitución, Pactos, Tratados y Convenios
Internacionales.
Derecho del Hombre: Se utiliza la palabra "hombre", para asignar a aquellos derechos que son
inherentes a la persona, en razón de su naturaleza humana, por lo cual todos los hombres son
titulares de ellos, por igual. Esta denominación tiene sus orígenes en la Declaración Francesa de
1789, la cual apunta al hombre como titular de los derechos.

Derechos Individuales: Se refiere a la individualidad de cada persona, hace hincapié en que, al


tratarse de una persona humana u hombre, se trata de un "individuo”

Derechos de la Persona Humana: Alude a que el nombre es ontológicamente una persona


humana, y se encuentra relacionada con la concepción de los derechos del hombre, porque el
hombre por su condición de persona humana es titular de estos derechos.

TEORÍAS CRÍTICAS.
 FUNDAMENTACIÓN IUSNATURALISTA: Considera a los Derechos Humanos como
derechos naturales, Es aquella parte de la filosofía del derecho que estudia los valores que
están en la base del derecho y los criterios que servirían para distinguir lo justo del injusto,
lo correcto e incorrecto. Para ésta teoría los DDHH son anteriores y superiores al Estado y
que no necesitan ser reconocidas para determinar su existencia. La fundamentación
Iusnaturalista de los derechos humanos es sin duda la más conocida y de la mayor
tradición histórica; se deriva directamente de la creencia en el Derecho Natural y se
caracteriza básicamente por la distinción entre el Derecho Natural y el Derecho Positivo
 FUNDAMENTACIÓN HISTÓRICA: La teoría historicista fue la que por primera vez subrayó
el aspecto variable o cambiante de los derechos humanos, con lo cual se consideró que
éstos dejaban de ser absolutos, se caracterizó a los derechos humanos como derechos
progresivos; es decir, se afirmó que el ámbito de protección de los derechos humanos se
va expandiendo por la aparición de nuevos derechos en función de nuevas necesidades
humanas. Se trataría entonces de derechos que se fundan no en la naturaleza humana,
sino en las necesidades que los individuos van teniendo en las sociedades a medida que
éstas evolucionan. La teoría historicista fue la que por primera vez dentro del contexto de
las fundamentaciones de los DDHH subraya el aspecto variable o cambiante de los
derechos humanos, de acuerdo a la evolución histórica
 Fundamentación positivista: equipara los derechos humanos como derechos escritos
positivizados. Esta teoría tienen su sustento en el hecho de que no podría concebirse
derechos humanos sin que éstos previamente no sean reconocidos en la Ley o en algún
texto.

De ahí surge lo que se conoce como el proceso de positivización, que no es otra cosa que
contemplar los derechos del ser humano en un ordenamiento jurídico. Supone un primer
reconocimiento de aquellos acontecimientos históricos tales como la Declaración de Virginia de
1776 considerada también como el “Proyecto de la Declaración de los Derechos Humanos”, la
Declaración de la Independencia de los EE.UU. del 4 de junio de 1776, la Declaración Francesa del
Hombre y del Ciudadano del 26 de agosto de 1789

Principios Fundamentales.

1. Progresividad: Es un proceso de actualización y mejoramiento constante de las


condiciones de los derechos humanos, orientados a hacer más eficaz la protección de
los mismos
2. No discriminación: Todos los seres humanos nacen en igualdad de condiciones, por lo
tanto, tienen los mismos derechos no importa su color, raza, sexo, posición social
3. Irrenunciabilidad: Los Derechos Humanos, reconocidos como inalienables, no son
renunciables por las personas, pues su abandono implicaría ignorar la dignidad sobre
la cual se fundamentan
4. Interdependencia e indivisible. Todos los derechos humanos están relacionados entre
sí. Los derechos humanos forman partes integrantes de un todo. No pueden
separarse, porque el ser humano conforma una unidad integral. La dignidad humana
no es divisible y es absoluta

PRINCIPIOS DE LOS DERECHOS HUMANOS.

Los derechos humanos se rigen por cinco principios normativos: la libertad, la igualdad, la
dignidad, así como la Justicia y el bien común. Los dos primeros son concebidos a título universal y
la mayor parte de los tratadistas occidentales han considerado la libertad como un valor supremo.
Libertad e igualdad necesitan ser ponderados ya que, si predomina en exceso la libertad puede
disminuir la igualdad y si, por el contrario, la balanza se inclina por la igualdad, puede ser a costa
de la libertad (liberalismo sin limitaciones y socialismo autoritario). La dignidad es un principio
aglutinador que hace referencia a la consideración del ser humano con una naturaleza propia y
singular. La Justicia y el bien común aluden al aspecto social del hombre. Como posibles
características clásicas de los derechos humanos encontramos la universalidad, su carácter
absoluto y su carácter inalienable.

EL IMPERIALISMO.
El imperialismo es la doctrina que defiende la dominación de una nación o Estado sobre
otros territorios y pueblos a través de la adquisición de tierras o la imposición de un
control político y económico. Por lo tanto, conlleva la expansión de la autoridad del Estado
más allá de sus fronteras. El término “imperio” y sus ejemplos tienen largo recorrido en la
historia, pero el imperialismo como sistema global puede acotarse al periodo 1875-1914,
conocido como “la era de los imperios. A comienzos del siglo XIX convivían imperios en
decadencia, como el español, que perdía sus últimas posesiones americanas; otros en
apogeo, como el británico y el francés, y otros que empezaban a despuntar, como Japón
o incluso Estados Unidos. Poco a poco, el imperialismo se convertía en un sistema
universal.
Las potencias buscaban expandir su territorio por motivos económicos, como ampliar sus
redes comerciales y explotar las materias primas de sus colonias. En las décadas
anteriores habían vivido una revolución industrial y una explosión demográfica, por lo que
necesitaban movilizar a su población y asegurarse recursos para satisfacer una creciente
demanda a través de tecnologías novedosas. Cuantas más colonias y más territorio
abarcaba un imperio, más poderoso se hacía y más seguro estaba. De ahí que surgiera
una competición geopolítica por ampliar y asegurar dominios. Ejemplos de la
confrontación fueron el incidente de Fachoda de 1898 entre el Reino Unido y Francia,
cuando chocaron en el actual Sudán del Sur por conectar sus respectivas colonias, o las
guerras de los bóeres entre el Reino Unido y colonos neerlandeses en la actual Sudáfrica
a finales del siglo XIX. Aun así, el imperialismo global también se construyó a partir de
acuerdos internacionales. Prueba de ello fue “el reparto de África” en la Conferencia de
Berlín de 1884 y 1885, en la que los imperios participantes acordaron unos principios para
ocupar el continente, desde la libre navegación por los ríos Congo y Níger hasta las
condiciones necesarias para reclamar soberanía sobre un territorio.
El imperialismo tuvo un importante impacto social y cultural. En las sociedades de países
colonialistas dio alas al nacionalismo, así como al sentimiento de superioridad moral y
racial, que serían determinantes en las décadas siguientes. La competición imperial fue
uno de los factores que potenciaron la tensión que vivía Europa y que derivó en la
Primera Guerra Mundial. En paralelo, el efecto sobre los territorios dominados fue la
reconfiguración violenta de sus Gobiernos, economías y culturas, y dio lugar a sociedades
mixtas, todo ello reflejado en problemas que aún persisten.
La decadencia del imperialismo comenzó en el periodo de entreguerras y vio su fin con la
descolonización que siguió a la Segunda Guerra Mundial. No obstante, sus heridas y
efectos todavía permean la actualidad, especialmente en aquellos países que surgieron
de la dominación colonial. Por otro lado, hay quienes argumentan que el imperialismo
sigue vertebrando la política exterior de potencias como Estados Unidos, al considerar
que, si bien las técnicas de dominación han cambiado, los objetivos son equiparables.
CAPITALISMO.
Las espasmódicas y recurrentes crisis que acompañan a los procesos de acumulación de
capital desde los inicios históricos del capitalismo siempre han repercutido sus peores
consecuencias en las poblaciones más desfavorecidas e indefensas: paro y precariedad
laborales, aumento de las desigualdades económicas y sociales, empobrecimiento, etc.
La aguda crisis actual en los países ricos no es una excepción y ha puesto en evidencia
las consecuencias previsibles, pero negligentemente ignoradas, de la excesiva
especulación financiera por parte de los bancos y empresas transnacionales privados,
quienes en connivencia con muchos dirigentes estatales y gubernamentales, una vez
más, han evitado su colapso mediante la expropiación de cuantiosos fondos del sector
que consideran “obsoleto” el sector público, sin reconocer el fracaso de las medidas pro
sector privado que han impuesto y siguen imponiendo bajo la estela de una de las
nociones emblema de la globalización neoliberal: la gobernanza De este modo, aseguran
la continuidad de las formas de dominación neocoloniales por todo el planeta.

Dicha crisis tiene como epicentro el mundo financiero y repercute en todos los ámbitos
económicos y sociales. Afecta de lleno al núcleo de las fuerzas dominantes de la
metrópoli capitalista, donde se ubican los grupos hegemónicos del sistema económico
mundial. En efecto, se trata de una crisis financiera cuyas causas tienen mucho que ver
con la actividad predominantemente especulativa a la que se dedican los grandes bancos
y empresas transnacionales de los países ricos, facilitada por uno de los emblemas de la
globalización neoliberal, es decir, la libertad de circulación de capitales y la consiguiente
’financiarización’ de la economía. De este modo, el desmesurado incremento de capital en
circulación no se corresponde en absoluto con la economía real o productiva.

En lo que se refiere a los países empobrecidos del Tercer Mundo, dicha libertad de
circulación de capitales favorece todo tipo de capitales especulativos dispuestos a
abandonar los países de “alto riesgo” (es decir, los más empobrecidos) con la misma
rapidez que entraron, es decir, a la mínima señal de “alarma”, hundiendo aún más en la
miseria a los más pobres. Esto sucedió en el decenio de los noventa en los países
entonces denominados “tigres asiáticos” (Tailandia, Indonesia, Taiwán, Corea, etc.),
elogiados desde la metrópoli como modelo de crecimiento económico y “prueba” del éxito
de las políticas neoliberales. Dicha crisis se simultaneó con otras similares en América
Latina (México, Brasil, Argentina) y en países como Rusia y Turquía, ante la pasividad y
complicidad de las instituciones financieras internacionales (FMI, Banco Mundial).

En cualquier caso, las crisis periódicas y repetitivas del capitalismo se suceden


cíclicamente y le son consustanciales. Ahora le ha tocado el turno a la “metrópoli”. Por su
propia naturaleza, el capital privado “financiarizado” se inclina por la mayor rentabilidad en
el menor plazo y por la garantía de que las ganancias así obtenidas sean “repatriadas” a
sus lugares de origen en vez de reinvertirse allá donde se obtuvieron dichas ganancias.
Paradójicamente, quienes tanto abogan por reducir los gastos sociales y por la
disminución de la intervención de los poderes públicos con fines redistributivos se
encuentran ahora con los bolsillos repletos de dinero público gracias a decisiones de
dirigentes políticos que, una vez más, obedecen a quienes realmente les han colocado en
dicho puesto. Si se hubieran aplicado a sí mismos las normas “gobernancistas” que tanto
han promovido y preconizado los bancos y las empresas transnacionales para los menos
“competitivos”, pura y simplemente hubieran desaparecido por “incompetentes”.

En definitiva, la correlación de fuerzas actual permite a los más ricos y poderosos no solo
pasar la factura de la crisis a los que menos culpa tienen, sino que dicha crisis sirve de
pretexto para acelerar y profundizar las contrarreformas neoliberales [2]. Dichas
contrarreformas consisten básicamente en mermar y erosionar paulatinamente el estado
de bienestar y los avances y derechos sociales logrados tras la II Guerra Mundial
mediante políticas económicas redistributivas de corte keynesiano, aunque siempre
sometidas a relaciones de producción, comercio y consumo capitalistas.

A ello hay que añadir el imprescindible componente militar que acompaña y hace posible
la actual globalización o mundialización (imperialismo neocolonial) del capitalismo
neoliberal, es decir, una potente industria militar que nutre permanentemente a unos
ejércitos dispuestos a guerrear en todo momento en cualquier parte del mundo, tanto
porque es uno de los negocios más lucrativos [3] como porque es la manera de imponer
un régimen económico como el capitalismo, así como sus derivados imperiales y
coloniales, a todos los pueblos del mundo al margen de su voluntad soberana. De hecho,
el presupuesto de ’defensa’ de EE.UU., potencia militar dominante del mundo actual, con
una enorme ventaja sobre el resto, y principal promotor de la Organización del Tratado del
Atlántico Norte (OTAN), principales ’interventores’ militares en el planeta, aumentó desde
unos 300.000.000.000 de dólares en el año 2000 a más de 700.000.000.000 en 2009,
manteniéndose en 2012 dicha cifra a pesar de la profunda crisis económica en dicho país.
Paralelamente, el coste de las operaciones de la OTAN desde 2005 se han cuatriplicado.

ESTADO DE BIENESTAR, se define como una serie de disposiciones legales que “dan derecho a los
ciudadanos a percibir prestaciones de seguridad social obligatoria y a contar con servicios
estatales organizados (salud y educación, por ejemplo), en una amplia variedad de situaciones
definidas, como de necesidad y contingencia” (p.48). Para este autor, los medios a través de los
cuales interviene el Estado son reglas burocráticas, disposiciones legales, pagos en metálico,
puesta en servicio profesionales como educadores, médicos entre otras

CONTEXTUALIZACIÓN SOCIO HISTÓRICA DE LOS PRINCIPIOS.


Los derechos humanos son aquellas «condiciones instrumentales que le permiten a la persona su
realización». En consecuencia subsume aquellas libertades, facultades, instituciones o
reivindicaciones relativas a bienes primarios o bbásico que incluyen a toda persona, por el simple
hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna, «sin distinción alguna de raza,
color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social,
posición económica, nacimiento o cualquier otra condición».

Edad antigua. El Código de Hammurabi (Babilonia, 1790-1750 a. C.)

Hammurabi es conocido por el conjunto de leyes llamadas Código de HamHammurabo, uno de los
primeros códigos de leyes escritos de la Historia, que actualmente se conserva en el Museo del
Louvre de París. Estas leyes fueron inscritas en una estela de piedra de 2,4 m de altura, encontrada
en Persia en 1901 pero de procedencia desconocida. Hammurabi también logró separar la política
de la religión, algo que fue evidente en el campo jurídico, a pesar de tener algunos planteamientos
rereligioso. Gracias a su reputación en tiempos modernos como antiguo legislador, el retrato de
Hammurabi se encuentra en numerosos edificios de gobierno de todo el mundo, y además se ha
podido conocer el modo de vida del Imperio paleobabilónico tardío.

El Código de Solón (Grecia, 594 a. C.) Proveniente de la aristocracia, Solón de Atenas (638-558
a.C.) fue un legislador, poeta y filósofo que llegó al cargo público del arcontado en el año 594 a.C. y
realizó una serie de reformas políticas y legislativas de vital importancia para la Historia antigua de
Grecia. Esta legislación también es la mejor fuente de conocimiento de la que disponemos para
saber los problemas generados por los disturbios políticos y sociales ya comentados a lo largo del
siglo VII a.C. Antes de Solón, los atenienses eran fundamentalmente agricultores porque el suelo
del Ática era de mala calidad y no producía la cantidad de grano suficiente como para sustentar a
la creciente población.

El Decálogo o Diez Mandamientos de la religión judeo-cristiana (Monte Sinaí, 1300 a. C.) Un


conjunto básico de las leyes divinas en la Biblia, también llamada el Decálogo (del griego deka,
"diez", y logos, "palabra"), los Diez Mandamientos constituyen la ética código fundamental del
judaísmo, el cristianismo y el Islam. De acuerdo con el relato bíblico, Dios dio a Moisés los
mandamientos en el Monte Sinaí y los inscribió en dos tablas de piedra. Moisés rompió las tablas
en cólera cuando encontró a su pueblo adorando al becerro de oro, pero al final se les sustituye y
que está consagrado en el Arca del Pacto. Dos versiones ligeramente diferentes de los
mandamientos se encuentran en Éxodo. 20:01 - 17 y Deuteronomio. 05:06 - 21.

La Ley de las XII Tablas (Imperio Romano, siglo V a. C) La Ley de las XII Tablas (Lex duodecim
tabularum o Duodecim tabularum leges) o Ley de igualdad romana fue un texto legal que contenía
normas para regular la convivencia del pueblo romano. También recibió el nombre de Ley
decenviral. Por su contenido se dice que pertenece más al derecho privado que al derecho
público. Fue el primer código de la Antigüedad que contuvo reglamentación sobre censura (pena
de muerte por poemas satíricos). La ley se publicó al principio en doce tablas de madera y,
posteriormente, en doce planchas de bronce que se expusieron en el foro. Debido a que no queda
indicio alguno de su existencia, algún autor ha llegado a sugerir que no existieron.
El Corpus Juris Civilis (Imperio Romano 529-534 d. C). El Corpus iuris civilis (en español, Cuerpo de
Derecho civil) es la más importante recopilación de Derecho romano y el texto jurídico más
influyente de la historia. Este código se compiló por orden del emperador bizantino Justiniano I
(527-565). Fue impreso por primera vez por Dionisio Godofredo en Ginebra en el año 1583.

Muchos de estos códigos fueron resultado del misticismo religioso y de las exigencias morales de
la época, pero no dejan de representar un primer reconocimiento a la dignidad humana, la
igualdad y la libertad.

Edad media.

La Magna Carta de Juan Sin Tierra (Inglaterra 1215) Magna Carta Libertatum (en latín medieval,
«Gran Carta de las Libertades»), más conocida como la Carta Magna (en inglés y latín medieval,
Magna Carta, «Gran Carta»), es una carta otorgada por Juan I de Inglaterra en Runnymede, cerca
de Windsor, el 15 de junio de 1215. fue redactada en primer lugar por el arzobispo de Canterbury,
Stephen Langton, con el objetivo de hacer las paces entre el monarca inglés, con amplia
impopularidad, y un grupo de barones sublevados. El documento prometía la protección de los
derechos eclesiásticos, la protección de los barones ante la detención ilegal, el acceso a justicia
inmediata y limitaciones de tarifas feudales a favor de la Corona. El acuerdo sería implementado
por un concilio de veinticinco barones. Ninguno de los bandos cumplió con sus compromisos y la
carta fue anulada por el papaInocencio III, lo que provocó la primera guerra de los Barones.

Etapa de frontera del último régimen. Petición de Derechos (Inglaterra, 1628) La Petición de
Derechos (en inglés Petition of Right) es un importante documento constitucional inglés que
establece garantías concretas para los súbditos que no pueden ser vulneradas por nadie, ni
siquiera por el Rey. Concedida el 7 de junio de 1628, la petición contiene restricciones sobre
impuestos no establecidos por el parlamento, acantonamiento forzado de soldados en casas
particulares, encarcelamiento sin causa y restricciones en el uso de la ley marcial.

La Ley de Habeas Corpus (Inglaterra, 1679) Garantía típica de la libertad. Institución dada en
amparado de todos los derechos que constituyen el elemento dinámico de la libertad (facultad de
hacer) y todas las inviolabilidades que constituyen su elemento estático.El hábeas corpus debe ser
hoy una institución de diferente alcance que la creada originariamente por la ley inglesa del año
1679 y se cometería un anacronismo si se pretendiese juzgar su carácter y extensión actual de
acuerdo con los preceptos de la ley originaria.Desde el año 1215, en que se firmó la Carta Magna,
hasta 1679, rigió el principio de la libertadindividual para todos los súbditos ingleses, pero este
principio fue fácilmente burlado por los que disponían de la fuerza como supremo argumento. A
eso se debió la ley de hábeas corpus dictada en 1679 con el propósito de garantizar la efectividad
de aquel principio. El hábeas corpus, consagrado porla ley de 1679, es una institución que
garantiza la libertadindividual poniendo al alcance de los individuos un medio expeditivo de
obtener de inmediato el amparo de los magistrados.

La Constitución de Virginia (Estados Unidos de Norte América, 1776) La Declaración de Derechos


de Virginia fue un documento que proclamó que todas las personas tienen derechos naturales que
les son inherentes y llamó a los estadounidenses a independizarse de Gran Bretaña. Fue adoptada
de manera unánime por la Convención de Delegados de Virginia, el 12 de junio de 1776. Fue el
antecedente directo de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789
realizada por la Revolución Francesa y de la Carta de Derechos de los Estados Unidos que entró en
vigencia en 1791 en la forma de diez enmiendas a la Constitución de Estados Unidos.

Muchos autores afirman que la idea de los derechos humanos es propia del racionalismo abstracto
de la Ilustración, movimiento europeo que se desarrollo especialmente en Francia e Inglaterra
desde principios del siglo XVIII hasta el inicio de la Revolución Francesa, y es en este lapso de
tiempo que surgen tres documentos que representan el antecedente directo de los actuales
derechos humanos y que sirvieron de modelo, alrededor del mundo, para muchas constituciones
de la época.

Formulación de las modernas declaraciones. Otros autores son más enfáticos al manifestar que lo
que hoy conocemos como derechos humanos es producto de nuestro tiempo, siendo más
precisos, señalan que estos surgen después de las dos guerras mundiales y la creación de la
Organización de las Naciones Unidas.

La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (1948) Todos los hombres
nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están por naturaleza de razón y
conciencia, deben conducirse fraternalmente los unos con los otros.

El cumplimiento del deber de cada uno es exigencia del derecho de todos. Derechos y deberes se
integran correlativamente en toda actividad social y política del hombre. Si los derechos exaltan la
libertad individual, los deberes expresan la dignidad de esa libertad.

Los deberes de orden jurídico presuponen otros, de orden moral, que los apoyan
conceptualmente y los fundamentan.

Es deber del hombre servir al espíritu con todas sus potencias y recursos porque el espíritu es la
finalidad suprema de la existencia humana y su máxima categoría.

Es deber del hombre ejercer, mantener y estimular por todos los medios a su alcance la cultura,
porque la cultura es la máxima expresión social e histórica del espíritu. Y puesto que la moral y
buenas maneras constituyen la floración más noble de la cultura, es deber de todo hombre
acatarlas siempre.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) La Declaración Universal de los


Derechos Humanos (DUDH) es un documento declarativo adoptado por la Asamblea General de
las Naciones Unidas en su Resolución 217 A (III), el 10 de diciembre de 1948 en París; en esta se
recogen en sus 30 artículos los derechos humanos considerados básicos, a partir de la carta de San
Francisco (26 de junio de 1945).

La Carta Europea de Derechos Humanos (1950) El Convenio Europeo para la Protección de los
Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, más conocido como la Convención
Europea de Derechos Humanos, fue adoptado por el Consejo de Europa el 4 de noviembre de
1950 y entró en vigor en 1953. Tiene por objeto proteger los derechos humanos y las libertades
fundamentales de las personas sometidas a la jurisdicción de los Estados miembros, y permite un
control judicial del respeto de dichos derechos individuales. Se inspira expresamente en la
Declaración Universal de Derechos Humanos, proclamada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948.
La Convención Americana sobre Derechos Humanos (1969). La Convención Americana sobre
Derechos Humanos (también llamada Pacto de San José de Costa Rica) fue suscrita, tras la
Conferencia Especializada Interamericana de Derechos Humanos, el 22 de noviembre de 1969 en
la ciudad de San José en Costa Rica y entró en vigencia el 18 de julio de 1978. Es una de las bases
del sistema interamericano de promoción y protección de los derechos humanos.

Como se ha señalado, son varios los momentos históricos que han permitido el avance en la
protección a la dignidad humana. Partiendo de esta consideración, en el mundo contemporáneo
los derechos humanos se presentan como resultado de un proceso de evolución rastreable en
etapas anteriores, pudiendo constatar que en cada momento histórico ha habido una explicación y
una justificación de tales derechos.

CATEGORÍAS DE DERECHOS HUMANOS Y SU HISTOGRAFIA.

Los derechos humanos son los derechos que tienen todos los seres humanos por el solo hecho de
estar vivos en relación con sus libertades y garantías básicas que pertenecen de forma innata a
todas y cada una de las personas.

En este mismo orden de ideas debemos destacar que los derechos humanos están basados en los
principios de dignidad, igualdad y respeto mutuo, independientemente de la edad, la
nacionalidad, el sexo, la raza, las creencias y las orientaciones sexuales y personales.

Todo individuo tiene el derecho de recibir un trato justo y dispensar a las demás personas un trato
justo, así como tener la capacidad de tomar decisiones sobre su propia vida. En este contexto es
de vital importancia resaltar que los derechos humanos tienen unas características esenciales las
cuales son; pertenecen a todas las personas del mundo, por eso decimos que son universales, no
pueden quitárselos a nadie (de ahí que son inalienables) y por ultimo son indivisibles e
interdependientes es decir que todos tienen la misma importancia y están interrelacionados entre
sí.

A lo largo de la historia desde el cilindro de Ciro, pasando con el derecho natural de Roma, hasta
llegar a los derechos naturales surgido en la revolución francesa ha sido un largo camino en el
desarrollo de los derechos humanos, Fue hasta el siglo pasado con los acontecimientos en la
Segunda Guerra Mundial, donde surgen los instrumentos internacionales de derechos humanos,
comenzando por la Declaración Universal de Derechos Humanos, que inicio proporcionando un
marco para el establecimiento de legislación nacional, regional e internacional dirigida a mejorar la
vida de todos los seres humanos en todo el mundo.

Los derechos humanos pueden considerarse leyes para los gobiernos, pues crean para éstos y
para las autoridades del Estado la obligación de respetar, proteger y hacer efectivos los derechos
de las personas que están bajo su jurisdicción y también para quienes están fuera de ella. Los
derechos humanos no son artículos de lujo de los que se puede disfrutar sólo cuando las
circunstancias prácticas lo permiten. En el caso de nuestro país Venezuela La constitución de la
República Bolivariana, reconoce y promueve la defensa y promoción de los derechos humanos,
otorgándole a su vez un carácter supra constitucional de los acuerdos y tratados suscritos y
ratificados por Venezuela en lo que corresponde a la materia,
La división tradicional de los derechos humanos en tres generaciones refleja la evolución
cronológica de estos derechos otorgándonos una forma más clara y sencilla de cómo ha sido la
respuesta a los principales desafíos y cambios sociales de cada época.

Los primeros surgieron durante los siglos XVII y XVIII a partir, sobre todo, de cuestiones políticas.
Cada vez más, se alzaban voces que pedían limitar al Estado, y que la población tuviera más
influencia en las políticas estatales que le afectaban. Así, los llamados “derechos de primera
generación” nacen, fundamentalmente, como derechos contra el Estado: De este modo se
protegían a las personas contra injerencias indebidas del Estado y sus órganos. Entre estos
destacamos: los derechos civiles y políticos surgidos en la declaración Universal de lso derechos
humanos de 1948 y que quedaron consagrados en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos de 1966.

Al hablar de los derechos civiles asemos referencia, entre otros, a los derechos a la igualdad y a la
libertad, la libertad religiosa y de expresión, el derecho a la vida, el derecho a la libertad, el
derecho a un juicio justo y la prohibición de la tortura.

En cuando a los derechos políticos, éstos son necesarios para participar en la vida de la comunidad
y de la sociedad destacando entre otros el derecho al voto o la libertad de reunión y asociación.

La segunda generación de derechos estaba relacionada, sobre todo, a las condiciones de trabajo y
de vida, y al acceso a las necesidades de la vida. Con la era Industrial y los acontecimientos
ocurridos en Chicago producto de las protestas de los trabajadores en las mejoras de las
condiciones de trabajo que desencadeno las protestas pasaron a formar parte del debate
internacional.

Abordan las nuevas necesidades de la época y el llamado mundo moderno para llevar una vida
digna. Los ciudadanos se dieron cuenta de que para garantizar la dignidad humana no bastaba con
que el Estado se abstuviera de interferir en ciertas esferas de la vida y, en consecuencia, empezó a
pedir al Estado que tomara medidas para promover estos derechos. Su marco legal nade con la
Declaración Universal de los derechos humanos y se encuentran recogidos en el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales del año 1966 emitida pon la ONU.

Estos derechos son los llamados derechos económicos, los cuales reflejan el hecho de que, para
garantizar la dignidad humana, es necesario cerrar un cierto nivel de seguridad material, que
incluyen, entre otras cosas, el derecho al trabajo, el derecho a un nivel de vida adecuado, el
derecho a la vivienda y el derecho a la seguridad social.

En este mismo orden de ideas también se encuentran los derechos sociales los cuales son
necesarios para participar de manera plena en la vida de la sociedad, estos son el derecho a la
educación, el derecho a fundar y mantener una familia, así como el derecho al ocio y a la salud.

Finalmente encontramos los derechos de tercera generación, los cuales se basan en la idea de
solidaridad, y consagran los derechos colectivos de sociedades, pueblos o grupos. Incluyendo,
entre otros, el derecho al desarrollo sostenible, a la libre determinación y a un medio ambiente
saludable.
En muchas partes del mundo, las condiciones de pobreza extrema, los desastres ecológicos y
naturales, la opresión y la colonización impedían avanzar significativamente en relación con los
derechos humanos, Por ello se consideró necesario reconocer una nueva categoría de derechos
humanos, a fin de garantizar a las sociedades las condiciones necesarias para realizar los derechos
de primera y segunda generación,

La declaración de la Organización de las Naciones Unidas sobre el Derecho al Desarrollo en su


artículo 1 nos indica “El derecho al desarrollo es un derecho humano inalienable en virtud del cual
todo ser humano y todos los pueblos están facultados para participar en un desarrollo económico,
social, cultural y político en el que puedan realizarse plenamente todos los derechos humanos y
libertades fundamentales, a contribuir a ese desarrollo y a disfrutar de él”.

En este contexto es necesario destacar como progreso tecnológico ha sido de vital importancia en
la defensa difusión, documentación y denuncia de las violaciones de los derechos humanos, ya que
a través de la internet por medio de las redes sociales los acontecimientos y transgresiones al
estado de Derecho, pueden ser divulgados y mostrado a todas las personas en el mundo, los
ciudadanos tienen los medios para hacer que la información llegue de primera mano, siendo de
una u otra manera menos vulnerables las victimas ya que su situación puede ser de conocimiento
nacional e internacional, de allí es que el derecho a la internet también es considerado un derecho
humano ya que es la puerta de la información al planeta.

RESPONSABILIDADES Y OBLIGACIONES:

EL ESTADO DE DERECHO. Las obligaciones son una serie de responsabilidades que deben ser
respetadas por los ciudadanos, y cuyo incumplimiento puede acarrear sanciones legales.

las obligaciones de los Estados con los derechos humanos se clasifican en cuatro:

 Obligación de Reconocer: Adoptar las normas internacionales de los derechos humanos en


el ordenamiento jurídico interno, con carácter universal, interdependiente, indivisible y
justiciable, para que operen directamente y sean promovidas.
 Obligación de Respetar: No incurrir en conductas prohibidas como ejecutar, promover o
tolerar prácticas, políticas o medidas que violen los derechos humanos, ni tampoco limitar
o ejercer injerencias arbitrarias en su disfrute y libre ejercicio.
 Obligación de Proteger: Impedir y prevenir eficazmente y, llegado el caso, castigar
violaciones al goce, ejercicio o realización de los derechos humanos cometidas por
terceros.
 Obligación de Realizar: Tomar todas las medidas concretas de carácter legislativo, judicial,
administrativo, financiero, económico, social y educativo, encaminadas a facilitar y hacer
efectivos los derechos humanos por todos los medios apropiados hasta el máximo de los
recursos de que disponga, o mediante la asistencia y la cooperación internacional, si es
necesario, especialmente económica y técnica.

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