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Daimar I. Durán M C.I: 24.557.629 Evaluación N° 1 Informe analítico.

A partir de las tres lecturas asignadas para la elaboración de este informe


analítico podemos identificar tres grandes aspectos alrededor del “orden
internacional” que nos permitirá desarrollar relevancias, dudas y vinculaciones
entre dichos aspectos. A saber:

1. La importancia del enfoque teórico-metodológico en la


conceptualización del orden internacional por su influencia como
objeto de estudio de las relaciones internacionales. Esto es, entre el
pensamiento dialéctico y la postura aristotélica de la realidad, y por
ende de la realidad internacional, que construye el concepto de orden
internacional así como a su vez modifica los paradigmas de las
relaciones internacionales.
2. El orden internacional como objeto de estudio de las relaciones
internacionales que permite el uso de otras y nuevas categorías a
partir del orden internacional, para analizar nuevos fenómenos en las
relaciones internacionales. Específicamente de la globalización que
genera múltiples consecuencias, conexiones y sujetos como por
ejemplo desde la interdependencia compleja hasta la política
internacional subnacional.
3. La vigencia del orden internacional del tipo liberal en la actualidad,
como una aplicación de la teorización del orden internacional.

En ese sentido, sobre el aspecto 1, es relevante que los autores Sarquís,


Piana y Tisera, en los dos primeros artículos, buscan exponer la importancia del uso
de los diferentes modelos y teorías en la conceptualización del orden internacional
por su influencia como objeto de estudio de las relaciones internacionales.
Dependiendo del enfoque teórico del orden internacional, influye sobre el paradigma
de las relaciones internacionales.

Sarquís nos invita a cuestionarnos si este orden internacional, que se busca


encontrar, está organizado de acuerdo a algún principio rector que determina
regularidades reconocibles de comportamiento o por el contrario es producto del
azar y es la mente humana quien establece límites, configura un ordenamiento y da
significado al conjunto. Así, dependiendo del enfoque que se entienda la realidad
internacional es que el uso de la noción de orden internacional, como herramienta
conceptual, es de gran utilidad para ser estudiado y explicar las relaciones
internacionales que allí surgen.

La realidad que se observa es compleja, y la mentalidad pragmática exige


definiciones inflexibles, pero la realidad no puede ser del todo objetiva, puesto que
el observador en el acto de percepción de dicha realidad, la transforma. Como línea
central, el autor manifiesta que solo el pensamiento dialéctico como enfoque
metodológico de la realidad, por ende la realidad internacional, permite la posibilidad
de una condición ontológica múltiple de la realidad, esto es, que ante la
imposibilidad física de conocer la realidad objetiva, la perspectiva es doble, lo que
es y lo que la mente humana percibe que es. Esta forma simultánea de la dialéctica
va contra la tradición aristotélica de que “las cosas son o no son”.

El enfoque teórico sobre la existencia de un orden internacional, explica


Sarquís, supone que sobre estas fases, periodos, bloques, que delimitan la
experiencia humana colectiva, pueden configurarse los acontecimientos observables
y articularlos en un todo causal que permite el desempeño de actores
internacionales sobre la base de principios normativos, es decir, existe un unidad
integradora subyacente que da sentido al conjunto, a pesar de las diversidades que
sugieren las apariencias.

En este mismo proceso de igual forma son identificables las relaciones


internacionales como fenómeno observable de la realidad, y la postura o enfoque
teórico sobre este fenómeno construye a su vez los paradigmas del mismo. Para
quienes sostienen una “visión restringida”, las relaciones internacionales constituyen
un fenómeno histórico reciente el cual surge con la constitución del estado-nación
(paradigma realista), mientras que aquellos que están de acuerdo con una postura
más flexible, reconocen que el surgimiento del estado-nación en 1648 fue un actor
histórico más o menos reciente, y que existían “desde antes vínculos e interacciones
entre colectividades humanas organizadas de manera políticamente independiente
unas de las otras, similar a la interacción entre los estados nacionales y que sirve de
antecedente para comprender el fenómeno internacional contemporáneo”.

Para Sarquís ambas posturas tienen parte de razón pero dentro de la lógica
aristotélica no es posible complementar ambas posturas, solo si se aborda desde la
perspectiva dialéctica. Es esta la cuestión más relevante de la lectura, cuando se
olvida el pasado, por concentrarse sólo en las “condiciones nuevas” en el escenario,
se pierde de vista “la unidad ontológica subyacente en toda la experiencia histórica
de la humana”. El autor nos invita a tener una visión flexible para no desconocer la
historia y permitir, más allá de las diferencias que caracterizan la realidad
internacional lo largo del tiempo, identificar y reconocer las semejanzas que la unen,
fuera de esas fronteras históricas que imponen las fechas o acontecimientos que
modifican las condiciones de los escenarios internacionales.

Como conclusión de esta primera lectura, recibimos el mensaje del autor a


que solo en este contexto, en el que tengamos una visión flexible de la realidad
internacional, y por ende de lo que definimos como orden internacional, como forma
de organización bajo la cual un conjunto de actores, pero que debido al carácter
cambiante y a la naturaleza móvil de la realidad es necesario el pensamiento
dialéctico, es que entonces el uso del concepto de orden internacional es de utilidad
en el campo de estudio de las relaciones internacionales.

El orden internacional, independientemente de cómo se da en la práctica, es


una necesidad epistemológica, observar la realidad internacional requerirá de una
guía conceptual que permitirá identificar las regularidades características del objeto
de estudio.

Un segundo aspecto relevante, el punto n° 2, que se desarrolla en la segunda


lectura, la de Piana y Tisera, es el uso de las categorías a partir del concepto de
orden internacional que permite a los autores desarrollar un hilo analítico y
descriptivo para presentar un nuevo fenómeno internacional, definido como la
“política internacional subnacional”. Para ello, los autores parten del supuesto de
que los problemas y oportunidades de la globalización se dan más allá del nivel
macro, y por tanto exploran la escala local.

La globalización es una teorización de fenómenos individuales, y a través del


modelo teórico-metodológico que proponen los autores, buscan consolidar la tesis
que lo local, rompe con el paradigma realista (la teoría clásica estatocéntrica) de las
relaciones internacionales, generando múltiples conexiones y sujetos.
La globalización supone la ampliación e intensificación de las relaciones
sociales, económicas y políticas a través de regiones y continentes, en este “nuevo
escenario internacional”, se produce un desplazamiento de las relaciones de poder y
autoridad hacia modelos transcontinentales o intrarregionales.

La interdependencia es una consecuencia lógica de la globalización como


paradigma de las relaciones internacionales y se refiere a las situaciones
caracterizadas por efectos recíprocos entre países o entre actores en diferentes
países. Los hechos históricos desde el proceso de colonización, por ejemplo,
produjeron redes mundiales de intercambios comerciales, políticos y tecnológicos,
traduciéndose en el futuro en una integración en una misma sociedad internacional,
así como también una creciente interdependencia entre estados, y la aparición de
nuevos actores. Como resultado, la sociedad internacional es ahora mundial,
universal, por lo tanto, global.

Con el surgimiento de nuevos actores no estatales, tales como organismos


internacionales, ONG, empresas multinacionales, individuos y, más recientemente
de ciudades globales, el Estado ha perdido el rol que mantenía dentro del
paradigma realista, como único actor internacional, compartiendo sus competencias
con otros actores.

A partir de la interdependencia como parte integral de la globalización, 1) las


relaciones entre Estados no es la única forma en cómo conectan las sociedades,
hay también relaciones transgubernamentales y transnacionales. 2) Ya no es la
búsqueda de la seguridad nacional y militar por parte de los actores estatales por la
aparición de otros tipos de actores, por tanto la agenda es variada y se amplía e
incorpora nuevos temas 3) Los Estados no hacen uso de la fuerza contra otros
Estados, y por tanto pierde protagonismo dando paso a otras estrategias de
vinculación, y aquí lo local es una estrategia de vinculación entre Estados que han
renunciado al uso de la fuerza.

La interdependencia compleja surge de la afectación que tiene la


interdependencia sobre la política mundial y el comportamiento de los Estados pero
a su vez la influencia de las acciones gubernamentales sobre los modelos de
interdependencia, ya que se aceptan normas e instituciones que son reguladas por
los gobiernos, es decir, controlan las relaciones transnacionales e interestatales.
La categoría interdependencia compleja, que explica las relaciones
internacionales en su expresión de un escenario internacional globalizado, destacan
los autores que permite establecer patrones de conductas diferentes a los que se
podían establecer con el paradigma realista, basado principalmente sobre el uso de
la fuerza, perseguir la soberanía nacional y militar, así como la diplomacia, por parte
de los países.

Llegado a este punto, en donde se evidencia la relación integral entre


globalización e interdependencia compleja, principalmente como teoría para explicar
las relaciones internacionales en un escenario internacional contemporáneo, en una
nueva realidad, los autores nos transmiten que el paradigma realista, son valores y
situaciones que no describen la compleja realidad del sistema internacional actual.

La globalización genera nuevos espacios y nuevos conceptos adaptados a la


nueva realidad, nuevos actores, nuevos papeles, nuevos conceptos para la
sociedad internacional en cambio. La sociedad internacional está ahora compuesta
por actores subnacionales, siendo lo local dicha entidad subnacional.

Lo global y local convergen y no se excluyen dentro de la realidad de nuestro


tiempo, sentencian los autores, y es en esta convergencia e influencia que surge a
partir de las categorías del orden internacional, la forma de organización vigente, los
actores que participan y sus tipos, y las condiciones que conducen las relaciones
entre sí, el concepto “glocal”.

La construcción de lo “glocal” proviene de la caducidad del paradigma


realista, porque como describimos anteriormente, supone la superación de las
principales características de las relaciones internacionales de un orden
internacional estatocéntrico, que concibe que el interés de los países es solo la
seguridad nacional y militar, que están obligados a perseguir su propio interés y que
los vínculos de interacción entre los actores es en términos de fuerza, el más fuerte.

El hilo conductivo de los autores de forma analítica y relacional, lo cual he


expuesto por considerarlo de gran relevancia por el uso de las categorías a partir del
orden internacional, finaliza con la definición de la política internacional subnacional
como una política pública que le permite a los gobiernos locales actuar como
actores globales, porque forman parte del “nuevo orden internacional”.
Las relevancias en estos dos primeros grandes aspectos alrededor del “orden
institucional” como concepto, se vinculan al mismo tiempo desde la perspectiva
metodológica y teórica que sirve de base para ambos artículos.

Los autores Sarquís y Piana y Tisera comparten en que las teorías, modelos,
enfoques son importantes establecerlos a partir de la simplificación de la realidad,
porque permiten explicar los fenómenos internacionales y su evolución, pero en esa
misma complejidad de la realidad, que cambia, que evoluciona, las teorías deben
hacer lo mismo, deben ser integrales, deben ser flexibles.

Los tres autores también establecen como base para el desarrollo de sus
artículos que las teorías de las relaciones internacionales no son únicas deben
superarse, no deben ser restringidas, deben por el contrario permitir diferentes
perspectivas, análisis de forma simultánea, y en ellos la dialéctica, la discusión,
juega un papel importante. Comparten la idea del pensamiento dialéctico, ya que en
ambos artículos se reconoce que la aunque la finalidad es la verdad objetiva, la
realidad objetiva, lo que se produce y publica es puramente descriptivo.

En las lecturas escritas por Sarquís y Piana y Tisera se evidencia un fuerte


cuestionamiento del paradigma realista de las relaciones internacionales,
denominado también realismo político, por un lado en Sarquís encontramos que al
describir al orden internacional a partir del surgimiento del estado-nación, el rasgo
distintivo del orden internacional es para muchos “la falta de orden”, y en el contexto
que surgen las relaciones internacionales de un estado de naturaleza, hay ausencia
de un monopolio legítimo del poder que invoca a la anarquía, y en esas
circunstancias los actores internacionales se ven obligados a hacer uso de la fuerza
para garantizar su seguridad. Pero para Sarquís esta es una visión extrema de la
realidad extrema, porque esa no es la única forma de establecerse vínculos de
interacción entre los actores, superaran la idea de un estado de guerra permanente
y se tenderá a buscar la cooperación para obtener beneficios, más en el escenario
internacional contemporáneo. Esta misma crítica, la de la obsolescencia de la teoría,
la del extremismo de los principios, la evidenciamos en Piana y Tisera, y es en
realidad la base del artículo para poder identificar las características del proceso
globalizador, a creciente interdependencia, la mundialización y la dialéctica entre lo
global-local. Específicamente concluyen que el “Estado nacional es incapaz de
moldear modificaciones/adaptaciones a los paradigmas internacionales vigentes”, es
decir, el realismo político como enfoque teórico ya no es suficiente.

Sobre el punto mencionado en el párrafo anterior, Sarquís nos advierte


detalladamente en su lectura para transmitirnos el mensaje de que la teoría no será
suficiente siempre que la perspectiva teórica sobre la cual se construye el “orden
internacional” no permitiera analizar la realidad internacional con semejanzas y
diferencias cada vez que es observada.

Para Piana y Tisera el debate y cuestionamiento de las relaciones


internacionales bajo el enfoque realista dominante, ha permitido destacar el papel
activo y el interés que los actores van desarrollando en estos nuevos espacios de
cooperación e intercambio.

Por último observamos en el artículo de Mark un análisis a partir de la


Conferencia de Seguridad de Múnich del año 2017 sobre lo que también destaca
Sarquís acerca de la importancia de definir que es un orden internacional, y aquí
específicamente que los líderes mundiales se pongan de acuerdo en definir qué es
el orden liberal. Sin embargo, este artículo busca ser un ejercicio en la política
internacional de la teorización del orden internacional del tipo liberal, y su vigencia
en la actualidad, para ese entonces. El aspecto que considero relevante y su vez
vinculado con lo expuesto por Sarquís es como el orden liberal, es producto de la
voluntad consciente de los seres humanos y hay un papel tanto en la construcción
como implementación y ampliación del orden internacional, y cuando estuvo en
crisis fue modificándose para poder expandirse y establecer las condiciones bajo las
cuales los actores internacionales debían relacionarse.

Cuando no todos los actores internacionales, dentro de la forma de


organización establecida, están de acuerdo con las condiciones, el orden entra en
crisis y el uso de la fuerza para garantizar la soberanía de los países entra en vigor
en nuevas formas, premodernas, modernas, posmoderna, en forma de
intervenciones militares, en apoyo a la represión gubernamental, en el uso de otros
elementos como armas de conflicto, ya se el internet, la migración, el comercio o el
derecho internacional. Tal cual es expuesto por la teoría del realismo político, y el
uso de la fuerza, la garantía de la soberanía.
Es aquí cuando me surge la duda a nivel general de todos los aspectos
desarrollados en este ensayo, y es que aunque reconozco el surgimiento de nuevos
actores en el escenario internacional, los Estados nacionales no parecen perder
poder político, influencia en establecer las condiciones para relacionarse y por el
contrario los enfrentamientos en el escenario internacional se mantienen. En ese
sentido, ¿el paradigma realista de las relaciones internacionales está
completamente obsoleto?

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