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Acuerdos Bilaterales

Los acuerdos bilaterales se pueden formar como económicos entre países soberanos en la
forma de acuerdos comerciales o los acuerdos en otras áreas. En cualquier caso, un
acuerdo bilateral es un contrato vinculante entre las dos partes que han acordado los
términos mutuamente aceptables.

Los acuerdos comerciales bilaterales son acuerdos vinculantes y detallan los términos de
una transacción comercial entre ambos países. A menudo, los acuerdos comerciales
bilaterales tienen lugar entre un par de países que tienen acuerdos comerciales exclusivos
entre sí por un elemento en particular, como los minerales en bruto para la fabricación.

A. Otros Acuerdos Bilaterales: Los países también llegan a acuerdos bilaterales en


otras áreas. Por ejemplo, dos países pueden aceptar libremente los trabajadores del
otro país sin visado. Otros acuerdos bilaterales pueden permitir a los ciudadanos de
cada país a viajar libremente a otro país con sólo una tarjeta de identificación en lugar
de un pasaporte o visa, que era el caso hasta hace poco entre los Estados Unidos y
Canadá. En este tipo de acuerdo bilateral se detallan las condiciones para un cambio
favorable entre los dos países y puede o no puede implicar una transacción monetaria.

B. Efectos de los Acuerdos Bilaterales: En el caso de los contratos bilaterales, los


términos del acuerdo bilateral son jurídicamente vinculantes. Esto significa que si
cualquiera de las partes no cumple con los términos del acuerdo, podría significar una
acción legal por parte de la parte agraviada (ofendida). Los acuerdos internacionales
bilaterales pueden causar fricción, si fijan condiciones favorables para algunos países
y dejan fuera otros países vecinos o países más lejanos. Además, los términos de un
acuerdo bilateral pueden estar en conflicto con los términos de un acuerdo
multilateral que involucra uno o ambos de los países que han formado un acuerdo
bilateral.

El sistema multilateral de comercio está regido por una serie de acuerdos negociados
y firmados por los países miembros de la Organización Mundial del Comercio
(OMC), que son la mayoría de los que participan en el comercio mundial. Estos
acuerdos obligan a los respectivos gobiernos a mantener sus políticas comerciales
dentro de los límites convenidos.

Además del Acuerdo de creación de la OMC, del Mecanismo de Solución de


Diferencias y del Mecanismo de Revisión de Políticas Comerciales, las tres esferas
principales del comercio de las que se ocupa la OMC, estableciendo reglas
comerciales son:

 Mercancías.
 Servicios.
 Propiedad intelectual.

Los Acuerdos de la OMC en estos ámbitos están inspirados en una serie de Principios
simples y fundamentales que constituyen la base del sistema multilateral de comercio.
Estos son:

 El principio de trato de la Nación más favorecida (NMF), que supone que no se


pueden establecer discriminaciones en el trato comercial entre los Miembros de la
OMC.
 El principio de trato nacional, que supone otorgar a los Miembros de la OMC el
mismo trato que a los nacionales.

Estos dos principios se recogen en los tres principales Acuerdos de la OMC (GATT,
AGCS y ADPIC), si bien reciben un tratamiento ligeramente diferente en cada uno de
ellos. En definitiva, con estos dos principios se pretende garantizar que el sistema
multilateral de comercio tenga un carácter no discriminatorio.

 La reducción progresiva de los obstáculos comerciales, lo que se ha llevado a


cabo desde 1946 a través de las distintas rondas de negociaciones.
 El principio de transparencia y previsibilidad de las reglas comerciales, lo que se
consigue entre otros mecanismos a través de la consolidación de los compromisos
de apertura de los mercados, la publicación y notificación de las reglas
comerciales y el mecanismo de revisión periódica de la política comercial de los
Miembros de la OMC.
 Trato especial y diferenciado para los países en desarrollo, con mayor flexibilidad
y tiempo para adaptarse y un tratamiento privilegiado en muchos de las
obligaciones multilaterales.

Conclusiones

1. Otra razón por la que los países prefieren el mecanismo de negociaciones bilaterales
deriva del hecho de que no todas las economías son iguales, por tanto, siendo 144
países miembros en la OMC, la diversidad de mercados es impresionante creando
un marco muy difícil para llegar a acuerdos que no afecten a productos sensibles
para las economías, ya que resulta casi imposible satisfacerlas a todas. En los
acuerdos bilaterales sin embargo, puede hacerse un análisis sobre los productos
sensibles de cada país y hacer concesiones mutuas para liberar dichos sectores,
dándole mayor eficacia jurídica a los acuerdos alcanzados mediante estos
mecanismos.

2. Los tratados bilaterales permiten establecer normas para proteger a los


inversionistas de los países signatarios, aspecto que ha quedado fuera de la
normatividad de la OMC, así, los países pueden incentivar a la inversión dándole
garantías y certeza jurídica a los inversionistas extranjeros. Una medida relevante en
este aspecto es que muchos de estos tratados incluyen mecanismos de solución de
controversias en los cuales es el mismo inversionista quien puede demandar al
Estado contratante.

3. A pesar del auge que han tomado los acuerdos bilaterales, la OMC seguirá siendo
importante como base del sistema comercial internacional actual, emitiendo
normativas que deben ser respetadas por los acuerdos bilaterales de libre comercio y
constituyendo todavía un foro que utilizan los países para debatir temas
comerciales. Sin embargo, esta organización debe tomar medidas más eficaces en lo
que se refiere a el análisis de estos acuerdos bilaterales para que siempre estén
adecuados a sus normas.

4. El impacto del acuerdo firmado entre México y Japón en la economía mexicana será
limitado, un ejemplo es el hecho de que se espera un crecimiento del 10% anual en
las exportaciones japonesas a México, porcentaje que resulta muy pequeño a
comparación del 181.3 % que registró el crecimiento de las mismas al poco tiempo
de firmarse el Tratado de Libre Comercio de América del Norte2. Este porcentaje es
tan conservador, probablemente por el hecho de que el sistema de distribución
japonés sigue presentándose como un obstáculo para aquellos que quieren entrar en
dicho mercado

5. Los tratados bilaterales no constituyen una “panacea” que por arte de magia hará
que un país alcance un óptimo desarrollo económico, ya que ni el libre comercio ni
la apertura económica constituirán por sí mismas una solución adecuada al
problema del subdesarrollo o a los problemas de economías de transición, esto
debido a que el desarrollo de un país depende de que éste sepa implementar
políticas públicas que le ayuden a aprovechar de la mejor forma posible estos
cuerpos normativos.

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