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Módulo 2b

UNLP ·FACULTAD DE PERIODISMO Y COMUNICACIÓN SOCIAL

INFORMACIÓN VS. COMUNICACIÓN


Comunicación y Teorías - Cátedra II

GILDA WALDMAN MITNIK

Melancolía y utopía
La reflexión de la Escuela de Frankfurt sobre la crisis de la cultura

UAM - Xochimilco, Agosto 1989.


PRÓLOGO
Publicada en Cuadernos del GEPAH No. 6-
DNZ (Die Zeitung, UNAM, 2002)
Una vida colectiva estropeada. La para- Waldman muestra cómo la visión del
doja entre la ideología de la transformación mundo del grupo está nutrida con la esencia
del mundo y la melancolía nutrida por la des- del Talmud, e incorpora la teoría
esperación y el pesimismo porque la vida no psicoanalítica de Freud a la interpretación
cambia. Gilda Waldman comprende al gru- de Marx de la historia política y económica
po de la Escuela de Frankfurt de manera cá- para comprender lo oculto, lo latente y la
lida con una profunda reflexión sobre las esencia escondidos bajo la superficie de lo
fisuras y la desesperanza que comparten los manifiesto y aparente.
pensadores del Instituto de Investigación La brillante tesis de la autora es que la cri-
Social; sufrieron el desarraigo provocado por sis de la sociedad produjo desencanto y des-
la migración y de pronto se encontraron en ilusión a la Escuela de Frankfurt. De la tristeza
un nuevo mundo reificado, el sujeto escindi- surgió la fuente para entender el drama de una
do por la automatización de la cultura admi- existencia paralizada, sin libertad.
nistrada. Un grupo que vivenció el desen- Gilda Waldman supone que la génesis de
canto de la tendencia histórica hacia la revo- la Teoría Crítica surgió del desgarramiento
lución social cuando de repente irrumpió la de la vida humillada por las fuerzas coerciti-
barbarie. Los filósofos, judíos, huyeron del vas del poder autoritario.
nazismo y asimilaron una lengua que habla Con un análisis nostálgico nos revela, en
para verificar o refutar juicios con base en la un hermoso estilo ensayístico, las vicisitu-
experiencia empírica. Gilda Waldman com- des sociales y políticas, los ensayos críticos
prende con empatía la condición de duelo y la dimensión de identidad de la ilustre Es-
por el exilio, la soledad en un medio colecti- cuela de Frankfurt que buscó la mirada del
vo, y la marginación teórica y científica de arte para la liberación humana.
los pensadores de la Escuela de Frankfurt. GUILLERMO DELAHANTY

INTRODUCCIÓN
T. W. Adorno y Max Horkheimer escribían todo este siglo -desde Nietzsche hasta Orte-
en La dialéctica del Iluminismo: "Lo que nos ga y Gasset, desde Husserl a Freud, desde
habíamos propuesto era nada menos que com- Ibsen a Sartre y Camus, desde Thomas Mann
prender por qué la humanidad, en lugar de en- a Beckett- este problema ha inquietado a las
trar en un estado verdaderamente humano, des- más vigorosas conciencias de nuestro siglo,
embocó en un nuevo género de barbarie". y continúa siendo hoy, en los albores del siglo
El mismo Adorno escribía posteriormente XXI, una fuente de preocupación y reflexión
en Crítica cultural y sociedad: "Frente a la de- en el convulso mundo en el cual vivimos.
cadencia de Occidente no está, como instancia Retomar la reflexión sobre la crisis de la
salvadora, la resurrección de la cultura, sino la cultura implica, en primera instancia, ubicar-
utopía, que yace, silenciosa e interrogante, en se en la realidad actual: la realidad de una
la imagen misma de lo que se hunde". crisis cuyo significado esencial consiste en
Ambos pensamientos reflejan, expresan ser una transformación cualitativa radical con
y sintetizan -en un arco que se mueve en una respecto a la sociedad burguesa liberal del
tensión constante entre el desgarramiento y pasado. Esta crisis global abarca todas las
la esperanza- el núcleo fundamental de uno dimensiones de la vida en sociedad, y, pro-
de los más lúcidos pensamientos del siglo bablemente por primera vez en la historia,
XX en torno a uno de los acuciantes proble- adquiere un carácter mundial que se mani-
mas de nuestro presente histórico: la crisis fiesta en cada espacio geográfico y político,
de la cultura burguesa. Temática que recorre aunque indudablemente de manera distinta
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en cada uno de los mismos. La crisis hace ja de nuestro mundo presente. El absurdo siendo indefiniblemente más sutil, sea mucho
efectivas las más descabelladas fantasías de letrero que recibía a los judíos en los cam- más peligrosa. Ya no se trata solamente de una
la ciencia-ficción; somete el destino del hom- pos de concentración: "El trabajo os hará li- expansión militarista en búsqueda del "espa-
bre a oráculos electrónicos y lo priva del bres", se repetía, a su manera, en el centro cio vital", sino de la posibilidad real de vivir
control sobre su presente y su futuro. Hoy de torturas "Libertad" en Uruguay. Hace poco en cualquier momento "el día después" de la
como nunca se evidencia que la existencia se leía en el periódico, en relación con el re- última guerra de la humanidad.
del hombre contemporáneo carece de senti- ciente descubrimiento de los desaparecidos Vivimos hoy una profunda transforma-
do lógico, y que, como bien lo señala la lite- en Argentina: "Una radioemisora... transmi- ción histórico-social, cuyo eje corresponde
ratura del siglo XX los grandes personajes tió las exhumaciones realizadas en Magda- a un nuevo modelo de acumulación y repro-
de nuestra era son el solitario, el vagabundo, lena, tal como si se tratara de un partido de ducción acelerada del capital. Dicho mode-
el exiliado y el marginal. Muestra la irracio- futbol" (2) . La pérdida de la memoria del lo se sustenta sobre dos pivotes fundamen-
nalidad apocalíptica que puede alcanzar la pasado y la reconstrucción falaz e irreal de tales. En primer término, un proceso de
capacidad de creación-destrucción del hom- la historia es ya un hecho cotidiano e incues- transnacionalización que fortalece las ten-
bre, mientras se ponen al servicio de la gue- tionable. El ahora ex presidente norteameri- dencias hacia la formación de una economía
rra los avances más notables de la ciencia; cano Reagan hablaba de la necesidad de ini- y un mercado globales, concentrando y cen-
se destruyen excedentes alimenticios, y el ciar "guerras santas" contra el enemigo, y tralizando el capital en un reducido número
75% de la humanidad padece hambre. La ciertos experimentos llevan todavía el nom- de empresas altamente diversificadas. Este
tortura es ya un fenómeno casi cotidiano en bre de caricaturas infantiles. La industria de proceso de transnacionalización -que corres-
tanto que la vida y los derechos humanos la conciencia vuelve inocente la ferocidad ponde a la propia lógica y dinámica del ca-
parecen ahora un espejismo. El hombre al- de la guerra y el asesinato de periodistas es pitalismo, y que abarca también las relacio-
canza la Luna, pero aumenta la inseguridad transmitido por televisión. La posibilidad de nes políticas, sociales, ideológicas y cultu-
con respecto a su propio porvenir. La crisis la guerra atómica comienza a ser un tema rales- configura un orden económico mun-
borra los límites entre la realidad y el absur- constante en los discursos y declaraciones dial que agudiza los desequilibrios y contra-
do. La inestabilidad e incertidumbre se trans- de los actuales líderes mundiales, para acos- dicciones entre las economías centrales y las
forman en los rasgos característicos de la tumbrarnos a no otorgarle el carácter terro- periféricas, en el marco de una división in-
tormentosa escena contemporánea, y los fun- rífico que ello tiene. Cuando se comienza a ternacional del trabajo que incrementa la in-
damentos mismos de la existencia del hom- experimentar con la fabricación de alimen- tegración de las primeras a una economía
bre sobre el planeta están en juego (1) . tos para el "día siguiente" al desastre nuclear, cada vez más transnacionalizada.
El mundo orwelliano ha cesado de ser ¿cómo no pensar que se está pisoteando la En segundo término, hay que destacar la
una ficción literaria. La paradoja del absur- lógica y la razón del hombre? apertura hacia una nueva fase de la investi-
do de aquella sociedad regida por consignas Auschwitz e Hiroshima sacudieron la gación científica y su aplicación tecnológi-
tales como "La guerra es la paz", y "La ig- conciencia de la Humanidad. Nunca hasta ca: ambas están ligadas estructuralmente al
norancia es la fuerza", es también la parado- entonces el asesinato masivo había excluido aparato productivo, tanto en la medida en que
la pasión o carecido de una causa legitima- constituyen un factor fundamental para la
NOTAS dora. Hoy Auschwitz e Hiroshima continúan, maximización de las ganancias, como asi-
y han sido hasta superados. La muerte ha mismo en cuanto que la aceleración tecno-
(1) "La revista londinense The New Statesman
reveló que el gobierno de M. Thatcher había perdido su significado como experiencia tras- lógica incrementa la productividad del tra-
considerado, seguramente en contacto con cendente, lo cual se traduce en una parálisis bajo. A través de las innovaciones en cam-
Washington, la "opción" de un ataque nuclear emocional y en un distanciamiento con res- pos tales como la cibernética, la biotecno-
contra la ciudad argentina de Córdoba, durante
la guerra de las Malvinas", Uno más Uno, 27 de
pecto a la realidad que aniquilan la capaci- logía, la ingeniería genética, la investigación
agosto de 1984. dad del hombre para asombrarse o espacial, la energía nuclear, y en especial, la
"En 1954, el Pentágono planeó un ataque conmoverse. No solamente el asesinato ma- informática y la electrónica, se modifican
nuclear contra las fuerzas vietnamitas que sivo como "política de paz" o el cómputo de aceleradamente las formas de existencia, las
luchaban contra los franceses en Den Bien Pu y
en 1966, proyectó la creación de una cortina millares de cadáveres contabilizados como relaciones sociales, y aún el destino del hom-
de polvo radioactivo a lo largo de Vietnam del meras estadísticas en el marco de la intole- bre. Recuérdese, por ejemplo, que en 1982
Sur para eliminar a los insurgentes del rancia absoluta a la diversidad, sino también, la revista Time, ya fuese como ironía o apunte
Vietcong. En Virginia funciona un laboratorio la bomba de neutrones, el "rayo de la muer- certero de un futuro a la vuelta de la esqui-
del Pentágono para planificar la guerra nuclear.
En mayo del presente año, la fuerza aérea te" capaz de destruir a distancia ejércitos y na, nombró a un robot como el "hombre del
norteamericana ensayó una tercera guerra poblaciones, los procedimientos electrónicos año". Hoy contamos ya con robots capaces
mundial en Dakota del Sur, de manera tal que y químicos que accionan el poder de la men- de construir máquinas, de inteligencia simi-
"quedaron armas atómicas para otra guerra te con el fin de aniquilar por medio de la te- lar a la del hombre, y que poseen movilidad,
nuclear", Uno más Uno, 27 de agosto de 1984.
"El ex presidente Richard Nixon dijo que en lepatía y la manipulación del cerebro los visión, reconocimiento de la voz, tacto y ol-
cuatro oportunidades durante su presidencia blancos enemigos (3) , la nuclearización del fato. Noticias más recientes nos advierten de
había considerado seriamente utilizar la bomba espacio, etc. (todo ello justificado en térmi- la existencia de un robot capaz de realizar
atómica: en Vietnam, en Oriente Cercano, en
nos de su valor como la "mejor esperanza operaciones de microcirugía, de construir un
China y en Pakistán, de acuerdo con una
entrevista que publicó la revista Time", Uno para el futuro de la humanidad", como lo avión, y aun de auto-reproducirse; el próxi-
más Uno, 23 de julio de 1985. afirmara recientemente el Ministro de De- mo paso serán los robots capaces de cual-
(2) Uno más Uno, 8 de enero de 1984. fensa norteamericano) concretizan la expe- quier programación humana (4), o las
riencia de lo impensable, diluyen las fronte- microcomputadoras capaces de hacer ver a
(3) Uno más Uno, 10 de agosto de 1981. Otra
noticia confirma esto último: "Revelan tres ras entre lo real y lo irreal, y proyectan como los ciegos, de hacer oír a los sordos y de ha-
libros que el ejército de los Estados Unidos factible la posibilidad de una autodestrucción cer pensar a los débiles mentales (5) .
intenta aplicar la parapsicología para fines colectiva. La crisis actual hace revivir, im- El costo social de esta transformación es-
bélicos". Uno más Uno, 12 de enero de 1984. perceptiblemente, la atmósfera de terror e in- tructural cualitativa del capitalismo es alto;
(4) Uno más Uno, 22 de mayo de 1984. certidumbre de los años treinta, aunque hoy, una nueva división del trabajo, la rebaja real
3 / Gilda Waldman: «Melancolía y utopía»

de los salarios en favor de un aumento en la el empleo, el descontento social, el debilita- cias que asume el "espíritu de los tiempos"
tasa de explotación y de expansión desen- miento de la combatividad obrera, el hoy en día, constituyendo una fuente de res-
frenada del capital, la quiebra acelerada de abstencionismo y la indiferencia política re- puestas para nuestros propios enigmas. En
pequeñas y medianas empresas en favor de fuerzan la derechización en la psicología y tercer término, la Escuela de Frankfurt, fue,
la concentración monopólica, la descalifica- el comportamiento de las clases medias, y con voz de desencanto y melancolía, la más
ción de millones de trabajadores, el crecien- también justifican el autoritarismo, la exal- poderosa y violenta crítica de la brutal
te desempleo por efecto de las innovaciones tación de los sentimientos nacionales, la xe- deshumanización en que culminaron el pen-
tecnológicas, la creación de un nuevo nofobia y el racismo. samiento y la sociedad burguesa. Y por últi-
consumismo electrónico, el descontento so- De igual manera, estamos en presencia mo, porque del tono desolado de la crítica
cial, la violencia, etcétera. de la bancarrota de la Weltanschauung bur- emanaba la utopía de un mundo
Pero también su costo político es alto: guesa, es decir, de todo el proyecto de cultu- cualitativamente distinto, lo que abría la es-
llevar al extremo la crisis de legitimidad de ra occidental surgido de acuerdo a la organi- peranza de superación de la dramática reali-
la democracia burguesa como organización zación del capitalismo. Vivimos hoy el mo- dad presente.
de la vida política en Occidente, tornando mento en que "los antiguos dioses murieron El pensamiento de la Escuela de
evidentes la inoperancia y la carencia de sen- y los nuevos se mezclan entre sí" (6) sin Frankfurt es extraordinariamente rico y com-
tido de las formas y contenidos políticos de encontrar aún un sendero definido, sin des- plejo. Filosofía, psicoanálisis, literatura, so-
sus instituciones. El proyecto político del cifrar con claridad hacia dónde nos dirigi- ciología, música, economía, etc., fueron en-
capitalismo en su fase transnacional, al exi- mos y por qué. foques que se complementaron, articulados
gir como condición fundamental de la acu- Ha sido justamente la inquietud por com- por un vocabulario común y por una actitud
mulación la estabilidad y el orden a expen- prender este problema -frecuentemente pues- intelectual compartida en torno a una mis-
sas de las libertades y garantías democráti- to sobre el tapete de la discusión al tratar de ma intención: analizar críticamente la socie-
cas, supone la desmovilización y analizar la crisis contemporánea y pocas ve- dad contemporánea. Nos hemos limitado,
despolitización de la sociedad civil, en aras ces aprehensible en su total diversidad- lo fundamentalmente a profundizar en la obra
de un reforzamiento autoritario del Estado a que nos ha llevado a profundizar en el estu- de sus figuras más importantes: Max
través de todo un aparto burocrático- dio de la Escuela de Frankfurt. Horkheimer y T. W. Adorno. De manera com-
tecnocrático, fundamentado en la capacidad Varios fueron los motivos que nos lleva- plementaria, hemos incluido cierta parte de
de la racionalidad científica para resolver la ron a emprender esta tarea. En primer térmi- la obra de Herbert Marcuse, especialmente
complejidad de los problemas actuales. Al no, el análisis de la Escuela de Frankfurt, la la que fue escrita cuando sus lazos con los
legitimarse el consenso autoritario, pierden paradoja de por qué la cultura, pudiendo al- autores antes mencionados eran aún cerca-
significado dentro de la sociedad civil los canzar las más altas cimas de libertad se hun- nos.
procesos políticos tradicionales, se excluyen de en una barbarie cada vez mayor, conser- Somos absolutamente concientes de las
las posibilidades de diálogo con las bases va la plena actualidad de sus interrogantes. limitaciones que este trabajo presenta. Tam-
sociales, y se anula la autenticidad de la re- En segundo lugar, su interpretación permite bién somos absolutamente responsables de
presentación democrática. La inseguridad en desentrañar los principales rasgos y tenden- las mismas.

CAPÍTULO I
El pensamiento de la Escuela de Frankfurt:
la reflexión de "quienes tuvieron la vida dañada"
"Para quien ya no tiene patria, el escribir Melancolía, desilusión y escepticismo destino de los grandes protagonistas anóni-
se transforma en un lugar donde vivir". son ciertamente, rasgos que definen el pen- mos de la historia de nuestro siglo: “...el re-
T. W. Adorno samiento de la Escuela de Frankfurt. No po- fugiado, el exiliado, el prisionero de guerra,
dría ser de otro modo. Ligada íntimamente a el desalojado...” (8).
Si la historia del siglo XX ha oscilado la historia europea del siglo XX, su trayec-
entre el desencanto y la esperanza, también toria intelectual está marcada por el desmem- NOTAS
todo pensamiento social lúcido ha fluctuado bramiento acelerado y patético de una épo- (5) Excélsior, 10 de mayo de 1984.
entre el desaliento, al observar, vivir e inten- ca, por el debilitamiento de las fuerzas so- No podemos dejar de citar irónicamente en este
tar comprender un mundo que inobjetable- ciales que encarnaban la esperanza en un punto un comentario de Karl Krauss recogido
mente arrastra consigo una cauda de violen- cambio revolucionario, y por el advenimiento por Ernest Fisher: "Nosotros vivimos en una
época en la que las máquinas se hacen cada
cia y destrucción, y la esperanza –manteni- de un mundo en el cual coincidían la irrup- vez más complicadas y los cerebros cada vez
da a riesgo de caer en un total pesimismo ción del fascismo y los procesos de Moscú. más primitivos". Cfr.: Fisher, Ernest. Literatura y
nihilista- en un futuro histórico que supere Inmersa en la desintegración de una estruc- crisis de la civilización europea: Karl Krauss,
la desventura presente en la tormentosa es- tura económica y política sobre la cual se Robert Musil, Franz Kafka, Barcelona, Ed. Icaria,
1977, p. 27.
cena contemporánea. sustentaba toda la Weltanschauung burgue-
Dentro de esta perspectiva se sitúa el pen- sa, la “biografía colectiva” de sus miembros (6) Slochower, Harry, Ideología y literatura entre
las dos guerras mundiales, (1945) México, Ed.
samiento de lo que hoy se conoce como la Es- atravesó por los acontecimientos centrales de ERA, 1971, p. 73.
cuela de Frankfurt: en la tensión constante en- una época que, en rápido proceso de trans-
(7) Prólogo de Max Horkheimer al libro de Jay,
tre la condena a las cadenas del hoy y la res- formación, asumía como única predicción, Martín. La imaginación dialéctica, (1973),
puesta iluminadora de la utopía, entre la inter- la incertidumbre del futuro. Testigos y acto- Madrid, Ed. Taurus, 1974, p. 10.
pretación crítica del presente y el anhelo de un res de una matriz histórica y cultural en co-
(8) Thomson, David. Historia Mundial de 1914 a
mundo distinto en el cual “el horror terrenal lapso, las vidas y experiencias de sus inte- 1968, (1954) México, Breviarios del FCE, 1970,
no posea la última palabra” (7). grantes reflejaron, real y simbólicamente, el p. 203.
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La reflexión de la Escuela de Frankfurt, por tierra la autoridad de todos los hombres ...el fracaso de los mecanismos de
surgida en medio de un mundo quebrado e y de todos los libros respetados por la gene- autorregulación de la teoría económica clá-
incomprensible ya que para la razón huma- ración anterior... Su esperanza había sido sica indujo a confiar en los gobiernos nacio-
na, en el cual el caos revelaba el secreto de emponzoñada. (10) nales como instrumento de la seguridad eco-
la mentira de la estabilidad aparente del or- Después de la Primera Guerra Mundial, nómica de sus ciudadanos. Aumentó la acep-
den social anterior, fue la expresión de la el mundo ya no volvió a ser el mismo. En tación de la intervención estatal, y las dudas
creciente decadencia de una época en la cual una total redefinición de las relaciones entre acerca de las ventajas de los sistemas de eco-
se extinguían esperanzas y promesas. Pero lo económico y político, el capitalismo atra- nomía liberal a escala nacional se vieron
también fue la respuesta interpretativa a una vesó por una fase de reestructuración inicia- alentadas por el colapso de la economía li-
realidad que tornaba irreconocibles todos los da desde el último cuarto del siglo XIX, a beral en el mundo. (11)
parámetros espirituales y políticos que ha- partir del momento en que se gestaba en
bía configurado la historia cultural de Occi- Europa un nuevo modelo de acumulación Pero también la realidad del siglo XX en
dente en los últimos tres siglos. Marcada por económica que exigía un nuevo estilo de ar- el mundo capitalista cambiaba desde otro án-
una profunda preocupación cultural huma- ticulación política. En su avance inexorable gulo; bajo el impulso del desarrollo científico
nista y por un claro tono ético, dicha reflexión hacia nuevas formas de acumulación, la ló- y de las innovaciones tecnológicas, se reorga-
fue también la más severa condena de toda gica del desarrollo capitalista requería la nizaban los procesos de producción, se plani-
la concepción antropológico-filosófico bur- concentración creciente del capital, la expan- ficaban los métodos de trabajo, se abrían nue-
guesa que demostraba, a mediados del siglo sión de las grandes empresas mediante la vos mercados y se modificaban los hábitos so-
XX, su vulnerabilidad. La Escuela de incorporación de las que no habían podido ciales. La aplicación de la electricidad a la vida
Frankfurt fue, en un mundo desmoronado y mantenerse en la competencia, y la supera- cotidiana, la fabricación masiva de automóvi-
condenado al silencio, la voz casi inaudible ción de todos los mecanismos económicos les (lo que ampliaba el espacio para el uso del
de una conciencia crítica dispuesta a com- de tipo liberal que, desde los inicios del ca- petróleo, el caucho, el plástico, etc., los cuales
prender, examinar, calibrar y confrontar la pitalismo industrial, habían regido el mer- encontrarían posteriormente una multiplicidad
dramática paradoja con que la historia había cado. De igual manera, desde el punto de de usos), la radiotelefonía, el cine, etc., ensan-
marcado nuestro siglo * : la contradicción vista político, dicha lógica demandaba tanto chaban la perspectiva del mundo y sentaban
entre el alcance inconmensurable del poder una intervención creciente de Estado en la las bases para alcanzar una nueva visión de éste.
del hombre y la clausura de casi todas las economía, como una mayor complejidad de En el siglo XX comenzaban a vislumbrarse
alternativas de libertad y progreso a que ese las funciones estatales y un fortalecimiento el amanecer de una nueva forma de existen-
poder podría conducir. de sus atribuciones políticas, económicas y cia social, que alteraba radicalmente las di-
La Primera Guerra Mundial marcó el ini- sociales. Por otra parte, ante la aparición de mensiones del tiempo y espacio, la
cio del siglo XX. Esta guerra que, en pala- una sociedad de masas, las instituciones y cosmovisión burguesa clásica, y la propia
bras de Freud, “derriba, con ciega cólera, mecanismos liberales revelaban su insufi- imagen del hombre frente a sí mismo.
cuanto le sale al paso, como si después de ciencia, y con el notable desarrollo organi- El panorama intelectual a principios del
ella no hubiera ya de existir futuro alguno ni zativo de la clase obrera (cuya presencia ha- siglo XX se debatía entre el positivismo, ten-
paz entre los hombres” (9) fue la de mayor bía sido tan importante en las oleadas revo- diente a examinar la conducta humana en
alcance, más concentrada intensidad y más lucionarias de la posguerra, especialmente términos analógicos al examen que de los
incalculable destrucción de todas las guerras en Alemania, Italia y Hungría) se incorpora- fenómenos naturales hacían las ciencias de
hasta entonces conocidas. La guerra hizo ban nuevas inquietudes democráticas a la este tipo, y el inicio de un nuevo sistema de
añicos la estabilidad social europea; quebró estructura política y al pensamiento liberal. reflexión –influido en lo esencial por la per-
la estructura económica sustentada sobre el Esto se tradujo en la disminución del papel cepción de la crisis inminente de la socie-
libre cambio y la estructura política regida de las instituciones parlamentarias como es- dad- caracterizado por el interés en el pro-
por el liberalismo, y destruyó las ilusiones y pacio de dirección política, en la obsoles- blema del inconsciente y por el intento de ir
la fe en toda seguridad, certidumbre o ver- cencia de las instituciones democrático-libe- más allá de los símbolos aparentes y con-
dad propias del mundo anterior. En un tono rales para conjugar los intereses sociales en vencionales de la conducta humana, para
que daba la pauta de lo que sería la historia pugna, y en la necesidad de una reorganiza- desentrañar el “revés de la trama” de las for-
futura, escribía Romain Rolland en 1918: ción estatal en términos de un reforzamiento mas de relación social y de sus formas de
En ese año, todo amenazaba ruina, nada es- autoritario - burocrático. La burocratización explicación. La reivindicación de la expe-
taba seguro, la vida no tenía mañana. Al día como forma de dominio, y la centralización riencia, de las motivaciones no explicables
siguiente, el abismo podía abrirse de nuevo: ligada a ella, se convirtieron a partir del fin experimentalmente, y de la realidad tal como
guerra, guerras intestinas y exteriores. Nada de la Primera Guerra Mundial en exigencias podía ser percibida más allá de sus manifes-
a qué aferrarse, sino vivir al día. La expe- imprescindibles de la estabilización y rees- taciones objetivas, se convirtieron en los ejes
riencia de todos aquellos años había echado tructuración capitalista. La nueva faz del de un estilo de pensamiento entre cuyas fi-
Estado burgués posliberal se caracterizó, así, guras relevantes destacaban Freud, Pareto,
por el intervencionismo y el asistencialismo Bergson, Dilthey, Weber, etcétera. (12)
NOTAS
económico y social; estos procesos, si bien Pero también la revuelta contra la esteri-
(*) Se refiere al siglo XX. fueron impulsados desde finales del siglo lidad académica del positivismo y su deriva-
(9) Freud, Sigmund. El malestar en la cultura, pasado, se aceleraron en este siglo fomenta- ción pragmática traducida en “ingeniería
(1930) Madrid, Alianza Ed., 1970, p. 100. dos en un primer momento por necesidades social”, que legitimaba la racionalidad bu-
(10) Citado por Slochower, Harry, op. cit., p. 13. de la guerra, pero fundamentalmente por la rocrática en la sociedad moderna, abría las
necesidad de rescatar al capitalismo de la puertas a una afirmación y a una defensa de
(11) Parker, R. A. C. El Siglo XX. Europa 1918-
1945, (1967) México, Siglo XXI Eds., 1978, p. depresión y por el papel estratégico que asu- la irracionalidad, cuyas formas de expresión
112. mía la política fiscal como factor determi- asumían formas variadas:
(12) Cfr. al respecto Hughes, Stuart. Conciencia y nante de los patrones de inversión. En espe- El renacimiento teológico era una de sus
sociedad, Madrid, Ed. Aguilar, 1977. cial después de la crisis del 29: manifestaciones, pero había muchas otras:
5 / Gilda Waldman: «Melancolía y utopía»

el voluntarismo soreliano en política, un re- bierno que “nació en la derrota, vivió en el caos, nuevas formas de entretenimiento cultural
novado interés en Kierkegaard, la psiquia- y murió en el desastre” (15) no pudo, por su llevadas al gran público. La cultura de masas
tría de Jung, las novelas de Herman Hesse... propia debilidad, resistir el caos social ni la in- irrumpía arrolladoramente, y con ella, la con-
e incluso una cierta moda intelectual por los flación permanente. Aunado a ello, la incapa- formación de toda una nueva Weltanschauung
horóscopos y la magia. (13) cidad de la social-democracia para instaurar un cuya influencia, en el periodo de entreguerras,
régimen democrático, la permanente división aún era difícil de predecir.
Por otra parte, el periodo de 20 años que de la clase obrera, y la incorrecta percepción Si bien la transformación histórica que
transcurrió entre las dos guerras mundiales del partido comunista alemán sobre la crisis siguió a la primera posguerra había pronos-
fue catastrófico –en lo teórico y en lo políti- del capitalismo, abrieron las puertas para que ticado esperanzas (las viejas dinastías euro-
co- para el movimiento obrero europeo. La “la ascensión de Arturo Ui” –como tituló peas eran derrocadas, los estados democrá-
incomprensión teórica, tanto de la Segunda Brecht a su parodia sobre el ascenso de Hitler ticos occidentales emergían victoriosos, la
como de la Tercera Internacional con respec- al poder- fuese una realidad. (16) sociedad de las naciones encarnaba la posi-
to a las transformaciones que experimenta- El clima artístico en Europa denotaba el bilidad de un orden internacional racional y
ba el capitalismo, se tradujo en la incapaci- malestar propio del desmembramiento de pacífico, la revolución bolchevique abría
dad de abrir nuevas brechas revolucionarias una estructura económica, política y cultu- nuevos horizontes, etc.) tales esperanzas pron-
en Europa, después del periodo de auge que ral, rebasada ya históricamente. Las formas to se vieron frustradas. La experiencia soviéti-
había experimentado el movimiento revolu- tradicionales de la literatura, la música, la ca adoptaba un rumbo no imaginado, la socie-
cionario entre 1917 y 1921. El estalinismo pintura y la escultura eran ya inadecuadas dad de las naciones se debilitaba, y la crisis
liquidaba en la Unión Soviética a la élite que para una nueva situación en la cual: “...na- económica de 1929 demostraba que la prospe-
había dirigido la Revolución de Octubre, y die sabía lo que se avecinaba, nadie se atre- ridad inicial de la década de los veinte no era
el marxismo dejaba de ser un cuerpo teóri- vía a decir qué era un nuevo arte, un hombre tal. El resultado de tal frustración y la perspec-
co-crítico, abierto y polémico. Concepcio- nuevo, una nueva moral o quizá una nueva tiva de una próxima guerra se traducían en una
nes reduccionistas y mecanicistas reempla- organización de la sociedad...” (17) atmósfera de sufrimiento, escepticismo, ironía,
zaban paulatinamente toda su tradición filo- Los movimientos de vanguardia surgidos pragmatismo, malestar y angustia. La cultura
sófica y dialéctica, y las ideas evolucionistas en Europa desde inicios del siglo XX (el de entreguerras mostraba,
en torno a la posibilidad del socialismo a futurismo en Italia, el dadaísmo en Suiza, el una generación huérfana, privada de su he-
partir de la ampliación del Estado y por me- surrealismo en Francia, el ultraísmo en Es- rencia social y cultural, donde las personali-
dio de la acción legalista lo apartaban de su paña y el expresionismo en Alemania) cons- dades han menguado hasta convertirse en
dimensión revolucionaria. Si bien es cierto tituyeron una revuelta contra el estilo cultu- hombres vacíos y en personajes esquizo-
que con Lenin el marxismo había experimen- ral predominante. Adoptando la forma de una frénicos. El tema principal es la discontinui-
tado una frescura y una renovación teórica, crítica estética, el modernismo –que atravesó dad y la soledad; el interés principal, el pro-
y que la revolución rusa había influido nota- todas las expresiones artísticas- mostró la otra blema de los vagabundos sin hogar... Todo
blemente en las movilizaciones populares y cara de la cultura del siglo XIX; rechazó como escritor con sensibilidad se encuentra en el
en la creación de los partidos comunistas que obsoletas sus normas y valores; desacralizó sus exilio... no sólo por estar expatriado... sino
se adhirieron a la Tercera Internacional fun- mitos; rompió sus moldes y exaltó a sus figu- porque todos se sienten extraños en el mun-
dada en 1919, por otro lado la experiencia ras prohibidas. El proceso de decadencia eu- do en que viven. La pérdida de la seguridad
soviética se deformaba, y ello agotaba las ropea en el periodo de entreguerras anuncia- material y espiritual ha hecho que el proble-
esperanzas revolucionarias en Europa. De ba en la literatura sus grandes inquietudes: ma de la identidad y el dilema psicológico
igual manera, el viraje de la Tercera Interna- el descontento del hombre frente al terroris- sean una preocupación constante. (20)
cional con respecto a las previsiones de Lenin mo tecnoburocrático, la pérdida de la sensi- A esta generación pertenecieron los in-
sobre la necesidad de encontrar una nueva bilidad y la imaginación, la irracionalidad del tegrantes de la Escuela de Frankfurt. Era una
vía revolucionaria para los países europeos, poder, la soledad, la extrañeza del hombre con generación que llevaba en la piel las decep-
y sus concepciones sobre la “crisis final” del respecto a un mundo ajeno, la pérdida de uni-
capitalismo, demostraban la incomprensión dad entre el individuo y la colectividad, la falta
NOTAS
del nuevo momento histórico que vivía Eu- de sentido de la vida, la deshuma-nización de
ropa a partir de la década de los veinte. Teó- las relaciones sociales, la liquidación de la es- (13) Morss-Buck, Susan. Origen de la dialéctica
negativa, (1977) México, Siglo XXI Eds., 1981,
ricamente, cesaba toda labor importante en peranza, etc. (18) La nueva literatura del siglo p. 32.
la Unión Soviética, y en Europa se silencia- XX, en su búsqueda de otros modos de expre-
(14) Gay Peter. “Weimar culture: The outsider as
ban todos los intentos de actualización y re- sión, exploraba los niveles más profundos de insider” Fleming Donald and Bernard Bailyn The
novación del marxismo. Esta parálisis teóri- la realidad humana, intentando penetrar en los intelectual migration. Europe and America,
ca redundó en una parálisis política de trági- misterios de un mundo inestable e irreconoci- 1930-1960. Cambridge, Massachusetts, Harvard
cas consecuencias. Así por ejemplo, en Ita- ble. De igual manera, University Press, 1969, p. 12.
lia, frente a la debilidad del gobierno liberal ...mientras que (Freud) se encargaba de poner (15) Gay Peter, op. cit., p. 13.
fuertemente sacudido por las consecuencias al descubierto los sótanos de la sexualidad y (16) Brecht, Bertold. “La evitable ascensión de
de la guerra, por el descontento popular, el de demoler la fachada de la hipocresía, la hi- Arturo Ui” Teatro de Bertold Brecht, La Habana,
paro masivo y la inflación, la falta de habili- pocresía de la fachada y la mentira del orna- Ed. Arte y Literatura, 1974.
dad del Partido Socialista para llevar adelante mento eran demolidas, a su vez, por Adolfo (17) Musil Robert. El hombre sin atributos,
las movilizaciones populares entre 1918 y Loos... y Arnold Schönberg expresaba su re- Barcelona, Ed. Seix Barral, tomo I, 1969, p. 68.
1920 dejó el camino abierto para que los pugnancia por medio de su música, sin paliar- (18) Cfr. al respecto Fischer, Ernest, op.cit.,
fascios de combate de Mussolini se adueña- la con armonía... y Oskar Koskoschka hacía Slochower, Harry, op. cit., Zaraffa, Michel:
ran del poder, en defensa de los grandes ca- retratos de la soledad y la desesperación. (19) Novela y sociedad, B. Aires, Ed. Amorrortu,
1971.
pitalistas y terratenientes. En Alemania, la Pero también paralelamente a este mo-
República de Weimar –aquella “idea buscan- vimiento de crítica cultural manifestado en (19) Fischer, Ernest, op.cit., p. 14.
do transformarse en realidad” (14) , aquel go- la búsqueda vanguardista, se desarrollaban (20) Slochower, Harry, op. cit., pp. 18-19.
Módulo 2b - Comunicación y Teorías / 6

ciones que siguieron a las esperanzas de la nes Sociales de Frankfurt se dirigió más bien de su pensamiento, tales lineamientos per-
década de los veinte, que comprobaba el fra- hacia un marxismo ortodoxo. (23) Pero en mitieron integrar la diversidad temática pre-
caso de las abortadas revoluciones en algu- 1930, cuando Max Horkheimer asumió la di- sente en el instituto en un trabajo amplia-
nos de los países europeos, que visualizaba rección del Instituto, éste llegó a adquirir mente interdisciplinario, pero profundamente
el rumbo que adoptaba la experiencia sovié- carácter propio; el Instituto estuvo integra- coherente, en torno a una perspectiva común:
tica, que se dolía de la creciente subordina- do por investigadores de origen acomodado la aproximación crítica a la sociedad con-
ción de la independencia intelectual a leal- de sólida preparación académica, provenien- temporánea. (26) Desde un óptica múltiple
tades partidarias en el seno del marxismo, y tes de diferentes disciplinas, con inquietu- (filosofía, economía, política, literatura, arte,
que anticipaba lo que sería la brutalidad del des intelectuales diversas y unidos por un etc.) la Escuela de Frankfurt se abrió temáti-
nazismo. Era ésta una generación que veía fuerte sentimiento de identidad grupal. En- camente al proceso de transformación estruc-
socavados sus valores, pérdidas sus ilusio- tre sus más destacados miembros figuraron tural del capitalismo en el siglo XX y a una
nes y destruidas sus esperanzas. Leo Löwenthal, Frantz Neuman, Friedrich nueva realidad en la cual la dominación po-
Fundada en 1923, en la ciudad del mismo Pollock, Otto Kirchheimer, Karl Wittfogel, lítica asumía formas sumamente refinadas,
nombre como Instituto de Investigaciones So- etc. Pero las figuras más relevantes y quie- a través de la inmediata interiorización e
ciales, lo que hoy se conoce como Escuela de nes imprimieron al pensamiento de la Escue- identificación represiva con necesidades y
Frankfurt fue uno de los numerosos centros de la de Frankfurt su matiz original fueron Max valores propios de la estructura de poder.
excelencia académica creados durante la Re- Horkheimer, Theodor W. Adorno, y de ma- Ampliando su horizonte analítico hacia te-
pública de Weimar, en aquel agitado periodo nera complementaria, Herbert Marcuse. mas tales como el autoritarismo, el carácter
de la historia alemana en el que la confusión (Tampoco puede dejar de citarse la intere- represivo de las instituciones sociales, la fun-
coexistía con una efervescencia artística e in- sante figura de Walter Banjamin quien, si ción de la familia, los prejuicios racistas, la
telectual de profunda densidad. (21) bien nunca perteneció formalmente al Insti- producción masificada, la cultura, etc., su
Todos estos centros, “...pese a sus diferen- tuto, estuvo muy ligado por lazos persona- preocupación se orientó hacia el ámbito de
cias, eran miembros de una comunidad real de les e intelectuales a T. W. Adorno. (24) La los fenómenos culturales como expresión de
la razón dedicados a al investigación radical, rigurosidad intelectual de Horkheimer, la las tendencias y contradicciones del capita-
abiertos a ideas imposibles o escandalosas para sensibilidad artística de Adorno, y la ampli- lismo, más allá de su lógica económica. (27)
los círculos tradicionales, y comprometidos tud interpretativa de Marcuse definieron, en Rescatando los fundamentos filosóficos del
todos ellos, no tanto con las instituciones de gran medida, los lineamientos programáticos marxismo para enlazarlo con el análisis social,
Weimar, sino que con su espíritu”. (22) y cognoscitivos que caracterizaron a la re- convirtiendo a la filosofía en fundamento de
Creado con el fin de abrir y promover flexión de la Escuela de Frankfurt. Más allá una teoría crítica de la sociedad, focalizando
nuevas líneas analíticas en torno a la reali- de la heterogeneidad de sus componentes, su atención en la experiencia estética como vía
dad histórica del siglo XX dentro de las co- de las divergencias internas que entre éstos de conocimiento, incorporando al psicoanáli-
ordenadas teóricas del marxismo, la orien- podían existir, (25) y de las contingencias sis de manera complementaria al marxismo
tación inicial del Instituto de Investigacio- históricas que fueron redefiniendo el rumbo para comprender el por qué de la permanencia
de estructuras sociales objetivamente supera-
NOTAS descubrir la verdad, y su esfuerzo se encaminó das, (28) etc., la Escuela de Frankfurt recogió
(21) Para reconstruir lo que fue el clima artístico a hacer visible la verdad de la sociedad la discusión, presente tanto en los círculos mar-
de la República de Weimar, véase: Palmier, burguesa desde sus expresiones mismas, xistas como no-marxistas, sobre la problemá-
concretamente desde la música, descifrando al
Michel “Del expresionismo al nazismo. Las artes tica de la crítica cultual, ubicando a este tema
y la contrarrevolución en Alemania (1914- contenido de la sociedad a partir de la
estructuración estética del material musical. como eje rector de su pensamiento.
1933)”, Macciocchi, M. A. Elementos para un
análisis del fascismo, (1976) El Viejo Topo, Desde una aproximación que tenía como
(27) Explicitaba T. W. Adorno al respecto: “La
Tomo I, pp. 155-202. Lacqueur, Walter. Weimar: tarea de la crítica consiste menos en inquirir centro la crisis misma de la cultura, esta lí-
a cultural history, 1918-1933, C. P. Putnam’s las determinadas situaciones y relaciones de nea de pensamiento puso en el tapete de la
Sons, NY, 1974. intereses a los que corresponden fenómenos discusión no sólo el presente puntual de la
(22) Gay, Peter, op. cit., p. 36. culturales dados, que en descifrar en los realidad del mundo capitalista en la primera
fenómenos culturales los elementos de la
(23) Cfr. al respecto: Jay, Martin, op. cit., Cap. I. tendencia social a través de los cuales se mitad del siglo XX, sino también toda la his-
realizan los intereses más poderosos”. toria cultural del Iluminismo en Occidente,
(24) Cfr. Buck-Morss, Susan, op. cit., en especial
los capítulos 9, 10 y 11. Cfr. “La crítica de la cultura y la sociedad”, Crítica y el futuro de esa historia que no auguraba
cultural y sociedad, (1955) Barcelona, Ed. Ariel, el mejor de los mundos posibles.
(25) Cfr. al respecto: Jay, Martin, op. cit., Buck-
Morss, Susan, op. cit., Ruscon, Enrico. Teoría
1969, p. 223. El horizonte de esperanzas intelectuales,
crítica de la sociedad, Caracas, Ed. Martínez (28) Cfr. Horkheimer, Max. “Historia y Psicolo- culturales, morales y políticas que después
Roca, 1975. gía” Teoría Crítica, (1968) Buenos Aires, Ed. de la Primera Guerra Mundial pudo haber
Amorrortu, 1977, pp. 22-42. existido en Europa –y del cual participaron
(26) Tal aproximación varió en los autores más
importantes de la Escuela de Frankfurt, Max (29) Señalaba Marcuse, por ejemplo, en el algunos integrantes de la Escuela de
Horkheimer y T. W. Adorno, a pesar de la prólogo a Cultura y Sociedad, libro que Frankfurt, especialmente Horkheimer y
profunda afinidad intelectual que los unió. En recopilaba ensayos escritos entre 1934 y
Horkheimer, el impulso hacia la crítica emanaba 1938: “En aquella época... estaba aún abierta
Marcuse- (29) fue sofocado en enero de
de un humanismo ético, y la validez de sus la cuestión de si la dominación fascista no 1933, cuando Hitler fue designado Canciller
juicios descansaba sobre principios morales. En sería superada por fuerzas históricas más de Alemania. El nazismo no representaba
ese autor estaba presente, más que una dinámicas y generales... con esta incertidumbre simplemente un cambio en el sistema políti-
preocupación estrictamente filosófica, la termina el primero de estos ensayos (“La lucha
necesidad de ligar la filosofía y el análisis contra el liberalismo en la concepción co, sino que era la transformación radical de
social, y su reflexión se orientó a confrontar los totalitaria del Estado”)... y también con la Alemania. El miedo y la impotencia anticipa-
conceptos de la cultura burguesa (justicia, esperanza de que el fascismo fuera quizá da frente a la irracionalidad del futuro disper-
razón, etc.) con la realidad del capitalismo vencido por fuerzas que hicieran posible una saron a los hombres de Weimar, quienes,
(injusticia, irracionalidad, etc.) señalando las sociedad más humana y más racional”. Cfr.
discrepancias entre ambos. En Adorno, en Marcuse, Herbert. Cultura y Sociedad, (1965) ...se esparcieron llevando consigo el espíritu
cambio, la crítica era un instrumento para Buenos Aires, Ed. Sur, 1978, p. 7. de Weimar... hacia la muerte en los campos de
7 / Gilda Waldman: «Melancolía y utopía»

exterminio, hacia el suicidio –suicidio en un verso temático para la interpretación crítica del estructura política y económica sobre la que se
departamento de Berlín después de un toque capitalismo avanzado. (35) Dos fueron los sustentaba, el fascismo, el destierro, etc., -ex-
en la puerta, en la frontera española, en una pivotes fundamentales del trabajo del Instituto periencias vividas todas ellas en carne propia-
aldea sueca, en una ciudad brasileña, en un con respecto a las tendencias que configura- estimularon en los integrantes de la Escuela de
cuarto de hotel en Nueva York. Pero otros le ban a la sociedad norteamericana: el análisis Frankfurt la reflexión sobre el paradójico y
dieron vida al espíritu de Weimar a través de de la “industria cultural”. (36) –valiosa fuente absurdo destino de los hombres y la sociedad
carreras exitosas, en teatros, en universidades, de sugerencias para uno de los temas más de- de nuestro siglo. La desilusión con respecto al
dándole a ese espíritu su verdadero hogar en batidos en la actualidad- y el potencial autori- socialismo en la Unión Soviética, el impacto
el exilio. (30) tario que dicha sociedad contenía, y que podía del descubrimiento de los campos de concen-
Para los integrantes de la Escuela de conducir a nuevas formas de dominación total, tración, el saldo de más de 45 millones de
Frankfurt, orientados teóricamente por el mar- más sutiles y sofisticadas que el terror nazi. (37). muertos en la Segunda Guerra Mundial, la des-
xismo y en su mayoría judíos, la emigración confianza en el poder revolucionario del pro-
se convirtió en una realidad ineludible. (31) La reflexión más importante del periodo letariado occidental, el asombro ante el poder
Profundamente europeos, el exilio representa- de madurez en la historia intelectual de la Es- integrador de la cultura de masas, etc., intensi-
ba un trasplante consciente de la propia exis- cuela de Frankfurt, plasmada por ejemplo, en ficaron el tono sombrío de su análisis crítico,
tencia. Al desarraigarse, dejaban atrás residen- La dialéctica del Iluminismo (38), Mínima agudizaron el desencanto con respecto a la
cia, forma de vida y lenguaje. Pero fundamen- Moralia (39) y Crítica de la razón instrumen- posibilidad de un cambio significativo, y re-
talmente se desprendían de una tradición his- tal (40) vio la luz en la década de los cuarenta, forzaron el pesimismo en torno a toda filosofía
tórica de la que extraía fuerza su conocimien- aún durante la permanencia del Instituto en Es- de la historia que tuviese un contenido
to. Quienes emigraban, “...no eran sólo sus pro- tados Unidos. (41) La Segunda Guerra Mun- esperanzador. (42)
pias desgracias lo que llevaban consigo de país dial apenas terminaba, pero aquella crisis cul-
en país, de continente en continente... sino la tural que había recorrido toda las historia del Melancolía, desencanto y desilusión fue-
gran desgracia del mundo entero”. (32) siglo XX era nítidamente visible en toda su pro- ron rasgos esenciales del pensamiento de la
fundidad. Así lo expresaba, por ejemplo, la li- Escuela de Frankfurt al enfrentarse a un tiem-
Después de un corto peregrinar por Euro- teratura de la posguerra en voces de autores po histórico en el que, como escribiera Ador-
pa, el Instituto encontró acogida en la Univer- como Camus, Ioneso, Sartre, Beckett, Robbe- no: “ya no existe nada inofensivo”. (43) Pero
sidad de Columbia, en Nueva York. Si bien Grillet, etc., entre otros escritores. Esta litera- de esa misma melancolía, desencanto y des-
Estados Unidos representó una protección real tura reproducía, estéticamente, la angustia que ilusión brotaba la fuerza para ahondar en la
frente a la destrucción y muerte que asolaba a vibraba en la realidad: el impacto de la sole- comprensión crítica de la realidad, para descu-
Europa, la vivencia personal, académica y cul- dad y la violencia en las relaciones humanas, brir la naturaleza verdadera del drama de la
tural de ese país fue en extremo difícil para los la indiferencia frente al pasado y al futuro, el existencia humana contemporánea, y para re-
integrantes de la Escuela de Frankfurt. Here- sinsentido de una vida eternamente repetitiva, cuperar la capacidad crítica del pensamiento
deros de la tradición filosófica alemana, for- y la tragedia de un mundo condenado, quizá, a en su trascendencia hacia el futuro, en clara
mados en la veneración de la teoría y la histo- la permanente autoclausura. Las guerras, la des- oposición a una historia atravesada por la vio-
ria y dueños de una mente poderosamente es- trucción de la cultura burguesa europea y de la lencia, el dolor y la falta de libertad.
peculativa, les resultaba difícil enfrentarse a una
práctica de trabajo que valorizaba la proposi- NOTAS del Iluminismo, op. cit.
ción de hipótesis, la recolección de datos y la
(30) Gay, Peter, op. cit., p. 93. (39) Adorno, T. W. Mínima Moralia, (1950)
clasificación de hechos por sobre las interpre-
(31) El instituto fue cerrado en marzo de 1933. Caracas, Monte Ávila Ed., 1969.
taciones sugerentes encaminadas a traspasar lo
Su biblioteca, confiscada, y quienes ocupaban (40) Horkheimer, M. Crítica de la razón instrumen-
que se presentaba como evidente. Al mismo cátedras universitarias (entre ellos, tal, (1967) Buenos Aires, Ed. Sur, 1969.
tiempo, autoasumida como expresión de una Horkheimer), destituidos.
cultura declinante y como último bastión de (41) A partir de 1950, Adorno y Horkheimer por
(32) Arendt, Hannah. Walter Benjamin, Bertold invitación expresa de la comunidad académica
un pasado moral, espiritual y humanista, que Brecht; Herman Broch; Rosa Luxemburgo; (1968) alemana y con el beneplácito oficial, regresaron
el nacional socialismo traicionaba, el aceptar Barcelona, Ed. Anagrama, (1971), p. 45. a Alemania; con ellos regresó también parte del
los rasgos de conformismo y adaptación pro- (33) Adorno, T. W. “Scientific experiences of an Instituto. Si bien su producción teórica siguió
pios de una sociedad de inmigrantes –orienta- european scholar in America”, Donald Fleming y siendo extraordinariamente fértil, poco
Bernard Bailyn: op. cit., p. 338. pudieron aportar a lo que ya habían formulado
da claramente, además, hacia la conformación anteriormente. Marcuse permaneció en Estados
de un “paraíso tecnoburocrático”- era absolu- (34) El propio Adorno escribió después: “Es Unidos, y aunque sus lazos con el Instituto se
tamente inaceptable para una corriente apenas una exageración decir que cualquier habían debilitado desde hacía largo tiempo,
conciencia contemporánea que no se haya sus obras más importantes, referidas
interpretativa que ubicaba como su raison apropiado de la experiencia norteamericana, específicamente a las sociedades industriales
d’etre una aproximación crítica a la sociedad aún en oposición a ella, tiene algo de avanzadas, conservaron el espíritu de la Teoría
existente, y cuyos representantes, “por natura- reaccionario”. Cfr. Adorno, T. W., op. cit., p. 370. Crítica. Cfr. por ej.: El hombre unidimensional)
leza e historia personal (estaban) incapacita- (35) Este análisis culminaría con la obra de (42) “...cristianismo, idealismo, materialismo –
dos para el ‘ajuste’ en temas intelectuales”. (33) Marcuse, Herbert: (1964) El hombre escribían Adorno y Horkheimer en La dialéctica
Sin embargo, la experiencia norteamerica- unidimensional, México, Ed. Joaquín Mortiz, del Iluminismo- tienen su parte de responsabili-
1968. dad respecto a las tropelías que se han
na fue extraordinariamente rica para la Escue-
cometido en su nombre. Como abanderados y
la de Frankfurt. (34) A la luz del contacto con (36) Cfr.: por ejemplo Adorno, T. W. y M.
portavoces de la potencia –aunque fuese la del
un capitalismo moderno y acelerado sustenta- Horkheimer. La dialéctica del Iluminismo,
bien- se han convertido a su vez en potencias
(1947) Buenos Aires, Ed. Sur, 1967, pp. 146-200.
do sobre los grandes monopolios en expansión, históricas organizadas y como tales han
las formas más modernas de racionalización (37) Cfr. al respecto el estudio clásico realizado desempeñado un papel sanguinario en la
por Adorno, T. W. y otros investigadores The historia real de la Humanidad: la de instrumen-
productiva, la estandarización en todos los authoritarian personality, New York, Harper and tos de dominación”, Cfr. La dialéctica del
ámbitos de la vida social, los altos salarios y Brothers, 1950. Iluminismo, p. 266.
los beneficios sociales, se abría un nuevo uni- (38) Adorno, T. W. y M. Horkheimer. La dialéctica (43) Adorno, T. W. Mínima Moralia, p. 22.
Módulo 2b - Comunicación y Teorías / 8

CAPÍTULO II
La teoría crítica: la ruptura del pensamiento
con una realidad «en la que no existe ya nada inofensivo»
"Quien pretenda experimentar subordinación de la independencia intelec- tado hacia sus alegrías es un paso hacia el en-
la verdad acerca de la vida inmediata tual a lealtades partidarias, habían agudizado durecimiento contra el dolor (50).
debe aprestarse a investigar la forma
enajenada de la vida misma".
su escepticismo con respecto a la capacidad
T. W. Adorno transformadora de las fuerzas políticas exis- Tras la negativa a pactar con la realidad
tentes. Intelectualmente, para desplegar todo en tanto ésta fuere lo que es, estaba presente
La fuerza del pensamiento de la Escuela su potencial crítico, el pensamiento de la el núcleo orientador de la Teoría Crítica: el
de Frankfurt –plasmado como Teoría Críti- Escuela de Frankfurt sólo podía ubicarse en rechazo del principio de identidad entre ra-
ca de la sociedad (44) - derivó no sólo de la el ángulo de la negatividad absoluta con res- zón y realidad prevaleciente en la filosofía
amplitud y profundidad académica de sus in- pecto a una realidad en la que, como señala- occidental, y la formulación, por tanto, de la
tegrantes o de su sensibilidad para percibir ba Adorno, “la cuestión ha llegado al punto necesaria heterogeneidad entre ambos. En
las grandes paradojas de la sociedad el siglo de que la mentira suena ya como verdad y la esta heterogeneidad –única posibilidad de
XX, sino fundamentalmente de una actitud verdad como mentira”(46) . Plasmado como existencia de la dimensión libre y autóno-
intelectual que, desde la soledad, el exilio y antítesis con respecto a un mundo el cual “el ma, por tanto crítica del pensar- vibraba la
la marginación, negaba toda complacencia encarcelamiento empalidece frente a la rea- facultad de la razón para no sucumbir frente
con un tiempo histórico “cuya verdadera cara lidad social”(47) , el pensamiento crítico sólo a una realidad que había permitido, en su
se muestra en las novelas de Samuel Beckett” podía existir como negación de todo lo que máxima aberración, que: “en los campos de
(45) , como única condición posible para la aparece, en su inmediatez, como verdad. Afir- concentración no sólo muriese el individuo,
interpretación crítica de la sociedad. mando en su autonomía con respecto a la trá- sino el ejemplar de una especie” (51).
Institucionalmente, el Instituto de Inves- gica inadecuación de lo real, en esta autono- En el centro de esta heterogeneidad ex-
tigaciones Sociales de Frankfurt se mantu- mía radicaba su poder impugnador. Como res- presada como dialéctica negativa, es decir,
vo, en sus inicios, al margen de toda comu- tablecimiento de la proyección ilimitada del como tensión contradictoria e irreconocible
nidad académica; en Alemania, porque ha- pensar, expresaba la negación a comprome- entre pensar y realidad, latía la necesidad de
bía poco espacio para desarrollar los temas terse con criterios programáticos, rendimien- traspasar la opacidad de las apariencias sub-
de su interés, y en Estados Unidos, porque tos materiales, consideraciones partidarias o yacentes en toda duplicación de lo real en el
la afinidad intelectual con ella era más bien praxis inmediatistas que, al no superar los pensar, o en todo subsumir de éste en aquella.
escasa. De igual manera, el Instituto, como horizontes de una realidad alineada, renun- Al rehusarse a aceptar que el orden de las co-
tal; se mantuvo alejado de todas las faccio- ciaban a cuestionarla y trascenderla (48) . sas fuese también el orden de las ideas, se ne-
nes políticas de la izquierda. El cisma del Como ejercicio crítico comprometido gaba todo conformismo que ritualizase a la
movimiento obrero alemán y la creciente sólo consigo mismo y no dispuesto a some- brutalidad. Al rechazar la teoría de la identi-
terse a camisas de fuerza o certezas inmuta- dad en el plano del pensamiento, se rechazaba
bles de ninguna índole, la actitud intelectual al mismo tiempo la identidad forzada en el pla-
NOTAS de la Escuela de Frankfurt representaba un no político, que se traducía en la locura irra-
(44) Cfr. Horkheimer, Max. “Teoría tradicional y grito vigoroso para hacer resurgir lo ocul- cional de la represión, el fanatismo y la intole-
Teoría Crítica”. Teoría Crítica, op. cit., pp. 223- to, para no olvidar lo que yace bajo el peso rancia, es decir, en una lógica de la domina-
271.
aplastante de la lógica de la dominación, y ción en la que la “totalidad significa equiparar
(45) Marcuse, Herbert. El hombre para demostrar los vejámenes de una reali- a lo diferente con el enemigo”(52) .
unidimensional, p. 264.
dad disfrazada de razón, que comprueba que La heterogeneidad entre el pensamiento
(46) Adorno, T. W. Mínima Moralia, p. 120. “terror y civilización son inseparables” y la realidad era, para la Escuela de Frankfurt,
(47) Adorno, T. W. y Max Horkheimer. La (49) . Esta actitud intelectual, el principio orientador de la aproximación
dialéctica del Iluminismo, p. 270. desmistificadora de toda exaltación de lo critica de la realidad, pero también el punto
(48) Señalaba Adorno: “La praxis que motiva la real, extraía su fuerza de la capacidad para a partir del cual se abría el abanico crítico
construcción de una humanidad racional y analizar el mundo de los hechos desde el de toda perspectiva teórica que, en su identi-
adulta, permanece en la senda de lo malsano si punto de vista de su inadecuación a la rea- ficación entre lo real y lo racional, cristali-
no cuenta con una teoría que piense a la
realidad en su no-verdad”. Adorno, T. W. “¿Para lidad de lo posible, única realidad auténti- zaba en cuerpos conceptuales metafísicos o
qué aún filosofía?”. Intervenciones: nueve ca. La reflexión de la Escuela de Frankfurt instrumentales autoasumidos como verdades
Modelos de crítica, (1963) Caracas, Monte Ávila, –impulso hacia un estado de cosas dife- dadas o heredadas, que presuponían la
Ed., 1969, p. 21. rente anticipado utópicamente- sólo podía inmutabilidad de lo real y que concluían
(49) Adorno, T. W. y Max Horkheimer. La asumirse a sí misma desde la soledad, esclerotizando al pensar.
dialéctica del Iluminismo, p. 258. como negación de todo lo malsano que hoy En este sentido, el primer ámbito de ata-
(50) Adorno, T. W. Mínima Moralia, pp. 23-24. caracteriza a la sociedad. T. W. Adorno que teórico al cual se enfiló la Teoría Crítica
(51) Adorno, T. W. Dialéctica negativa, (1966) escribía en este sentido: fueron aquellas corrientes de pensamiento
Madrid, Ed. Taurus, 1975, p. 362. Para el intelectual, la soledad absoluta es la que, de distinta manera, ya fuese en la va-
(52) Adorno, T. W. Mínima Moralia, p. 180. única forma en la que puede conservar algo de riante positivita o en la fenoménica (53) , al
solidaridad. Todo hacer como los demás, toda reproducir la realidad en la construcción teó-
(53) Véase al respecto Horkheimer, Max: “Teoría
tradicional y Teoría Crítica”, Teoría Crítica, pp.
la humanidad del trato y de la participación es rica o al disolver a ésta en la primera, no sólo
223-271. mera máscara de la silenciosa aceptación de reconocían una lógica de identidad entre el
los no humano. Se ha de estar con el sufrimien- pensar y lo real, sino que, desde la óptica
Adorno, T. W. “¿Para qué aún filosofía?”. Inter-
venciones: nueve Modelos de crítica, pp. 9-24. to de los hombres; el más pequeño paso orien- del pensamiento crítico, legitimaban y ga-
9 / Gilda Waldman: «Melancolía y utopía»

rantizaban la continuidad de un orden social El pensar dialéctico se opone a toda de las cosas; en una palabra; por conocerlos
que había llegado a extremos imperdonables. cosificación, incluso en el sentido de que se de una manera efectivamente real(62) .
Así, para la Teoría Crítica, el positivismo, niega categóricamente a considerar lo indi-
cuya función progresista como instrumento vidual en un aislamiento y separación. Lo Al postular lo que hay de irreconciliable
de lucha en contra de la concepción feudal que hace precisamente es determinar el ais- entre razón y realidad, la Teoría Crítica se
del mundo fue innegable, se había converti- lamiento como producto de lo general (57). ubica en una abierta ruptura con toda filoso-
do en un dogma hueco. Al orientarse hacía fía de la historia que, en virtud del principio
los “hechos”, es decir, al privilegiar como Aceptando como premisa la naturaleza de identidad entre ambas, hubiese concebi-
ídolo lo ya existente, afirmaba a éstos en su contradictoria de la realidad, la Teoría Crítica, do a ésta como un camino dinamizado por la
victoria sobre el pensamiento (considerado que “no obra al servicio de una realidad ya razón y orientado hacia el progreso, la liber-
éste como un juego conceptual vacío), blo- existente, sólo expresa su secreto” (58), repre- tad y el bienestar. En la voz de la Escuela de
queando su aspiración a lo diferente y enca- sentaba el esfuerzo del pensamiento para Frankfurt –conciencia crítica del siglo XX-
denándolo a un presente que se reproducía a develar a la conciencia de subordinación a lo se expresaba el desaliento de una época que,
sí mismo. Por otra parte, las direcciones dado, para despojar a los derechos de su poder a diferencia del optimismo del siglo XIX,
ontológicas, para las cuales la verdad se daba sobre el pensar, y para abrir el mundo a una corroboraba que la historia misma se encar-
directamente a la conciencia, y que tendían comprensión desmistificada de sí mismo. ga de destruir toda esperanza venturosa. Los
a disolver toda objetividad en al pureza del El pensamiento dialéctico partía de la millones de muertos en la Primera Guerra
momento subjetivo, terminaban igualmente constatación de que el mundo no es libre, es Mundial, las purgas estalinistas, la Guerra
negando la autonomía del pensar, y negando decir, de que el hombre y al naturaleza se Civil Española y la Segunda Guerra, desmen-
también “la concepción de la libertad y, vir- presentan enajenadas, diferentes de su ver- tían toda filosofía de la historia obnubilada
tualmente, la autodeterminación de la socie- dad. Comprender efectivamente la realidad por el mito de un futuro feliz. Desmistifica-
dad humana” (54). significaba comprender lo que las cosas son, dores de toda falsa conciencia, para los inte-
Para la Teoría Crítica, en ambos casos, lo que exigía la no aceptación de su aparien- lectuales de Frankfurt el presente confería sig-
el conocimiento se adaptaba y sometía al cia. Ello sólo podía realizarse en términos nificado al pasado, y el “cepillar la historia a
orden existente. Pero más que ello, la conci- de un pensamiento articulado en torno a con- contrapelo” (63) –como postularía Walter
liación entre razón y realidad –al negar la tradicciones, (“que caracterizan todos los Benjamin en Tesis sobre filosofía de la histo-
heterogeneidad entre ambos, y por tanto, al conceptos del pensamiento crítico”) (59) a ria antes de morir trágicamente huyendo del
negar su mutua”otredad”- convertía a la iden- través de un juego conceptual de elementos nazismo- era el único ángulo visual para libe-
tidad absoluta en una ideología de trágicas en yuxtaposición constantes, cuya tensión rarse de las ilusiones de la historia, para dejar
consecuencias. Así, escribía Adorno: mutuamente negadora era irresoluble, y que atrás la alegoría del progreso, para quebrar el
“Auschwitz confirma la teoría filosófica que a la vez eran confrontados con una realidad hechizo del futuro como despliegue de la ra-
equipara la pura identidad con la muerte” (55). cualitativamente distinta e irreconciliable. En zón y la libertad, para reencontrar un camino
Al rechazar la existencia de “hechos so- esta tensión, conceptos y realidad eran afir- donde lo diverso se había perdido en aras de
ciales” como sustrato de la teoría social o la mados no en sí mismos, sino en su mutua una homogeneidad absoluta:
existencia de principios ontológicos absolu- referencia crítica, es decir, en su “no-identi- ...La historia –afirmaba Horkheimer- consi-
tos, la Teoría Crítica se negaba a verificar en dad” uno con respecto al otro. Esta articula- derada en sí, no es ningún tipo de “esencia”,
su inmovibilidad a cualquiera de ambos po- ción oposicional del pensamiento –en la cual, ni un “espíritu” ante el cual tengamos que
los, y, en clara alusión a Hegel, recuperaba como señalara Adorno, “todas las categorías inclinarnos, ni un “poder”, sino una recapi-
la dialéctica de la contradicción –con la ne- son y no son ellas mismas”- (60) se traducía tulación conceptual de los procesos que se
gación como principio lógico- como motor en la negación permanente a concebir al pen- derivan del proceso de la vida social de los
de su reflexión crítica sobre la sociedad. samiento como totalidad cerrada, rechazan- hombres (64).
Escribía Marcuse en Razón y revolución: do de su dimensión conformista.
La dialéctica representa la tendencia contra- Escribía Horkheimer: “Cuando una doc- NOTAS
ria a cualquier forma de positivismo... La trina llega a hipostasiar un principio aislado que (54) Adorno, T. W., op. cit., p. 13.
filosofía de Hegel es, en verdad, una filoso- excluye la negación, se hace propensa de ante-
(55) Adorno, T. W. Dialéctica negativa, p. 362.
fía negativa. Está motivada originalmente por mano, paradójicamente, al conformismo” (61).
la convicción de que los hechos dados que En este sentido, cualquier modo del pen- (56) Marcuse, Herbert. Razón y revolución,
(1941) Madrid, Alianza Ed., 1971, p. 32.
aparecen al sentido común como índices samiento que excluyera de la lógica a la
positivos de verdad son, en realidad, la ra- contradicción, encerraba una lógica errada. (57) Adorno, T. W. Mínima Moralia, p. 79.
zón de la verdad, de modo que ésta sólo pue- Asimismo, la ruptura con el principio de la (58) Horkheimer, Max. Teoría Crítica, p. 242.
de establecerse a través de su destrucción. identidad entre razón y realidad, permitía,
(59) Horkheimer, Max. Teoría Crítica, p. 240.
La fuerza que impulsa el método dialéctico por una parte, trascender las apariencias de
radica en esta convicción crítica... (56) esta última y la supuesta adecuación de los (60) Citado por Buck-Morss, Susan, op. cit., p.
358.
conceptos para definirla, y por otra, planteaba
Pero a diferencia de Hegel, para quien el la propuesta alternativa de mantener siempre (61) Horkheimer, Max. “Panaceas universales
antagónicas”. Crítica de la razón instrumental,
movimiento del concepto hacia su “otro” se viva la crítica, entendida ésta como aquel, p. 98.
resolvía en una síntesis final que abolía la esfuerzo intelectual, y en definitiva práctico,
(62) Horkheimer, Max. “La función social de la
negatividad, para la Teoría Crítica la dialéc- por no aceptar sin reflexión y por simple hábi-
filosofía”, Teoría Crítica, p. 288.
tica era asumida como un estado de tensión to las ideas, los modos de actuar y las relacio-
constante entre momentos que se producen y nes sociales dominantes; ...el esfuerzo por (63) Benjamin, Walter. “Tesis de la filosofía de
la historia”, Discursos interrumpidos, (1971)
se distinguen mutuamente, como un perpetuo armonizar, entre sí y con las ideas y mitos Madrid, Ed. Taurus, 1973, p. 182.
juicio de suspenso en el que no puede existir de la época, los sectores aislados de la vida
(64) Horkheimer, Max. Historia, metafísica y
una síntesis final, porque razón y realidad no social; por superar uno de otro el fenómeno escepticismo, (1968) Madrid, Alianza Ed., 1982,
coinciden. Señalaba Adorno al respecto: y la esencia; por investigar los fundamentos p. 98.
Módulo 2b - Comunicación y Teorías / 10

Y Adorno recalcaba: “Ninguna razón torbellino como plumas sin peso. ceso histórico, fundamentado en que el de-
justificadora puede redescubrirse a sí mis- Nuestros pasos son engaño y les falta un sarrollo de la sociedad estaba condicionado
ma en una realidad cuyo orden y forma re- espacio. por leyes inexorables que producirían las
chaza cualquier pretensión de razón” (65) . El padre contesta: ¿acaso el avanzar del condiciones objetivas y subjetivas para una
Walter Benjamin en su enigmático lenguaje hombre no le lleva siempre a espacios emancipación social, había demostrado su
teológico escribía: infinitos? falacia. Las sociedades capitalistas poseían
Hay un cuadro de Lee que se llama Angelus El progreso conduce a un mundo sin mecanismos de cohesión e integración ideo-
Novus. En él se representa a un ángel que fronteras, tú en cambio lo confundes con lógicos y culturales más eficaces de lo que
parece como si estuviera a punto de alejarse fantasmas. el marxismo había imaginado, y el proleta-
de algo que le tiene pasmado. Sus ojos están Maldito progreso, dice el hijo, maldito riado ya no encarnaba la negación absoluta
mesuradamente abiertos, la boca abierta y regalo, él mismo nos cierra el espacio de aquel orden social ni la posibilidad de
extendidas las alas, y éste deberá ser el as- sin dejar que nadie avance. realización de la libertad y la razón:
pecto del ángel de la historia. Ha vuelto el Y el hombre sin espacio es un ser El desarrollo de la productividad capitalista
rostro hacia el pasado. Donde a nosotros se ingrávido. detuvo el desarrollo de la conciencia revo-
nos manifiesta una cadena de datos, él ve Este es el nuevo rostro del mundo: lucionaria. El progreso técnico multiplicó las
una catástrofe única que amontona incansa- El alma no necesita progreso, necesidades y las satisfacciones, en tanto su
blemente ruina sobre ruina, arrojándolas a pero sí en cambio precisa gravidez. utilización convirtió tanto a las necesidades
sus pies. Bien quisiera él detenerse, desper- El padre sigue avanzando e inclina la cabeza: como a las satisfacciones en represivas: ellas
tar a los muertos y recomponer lo destroza- “Un polvo reaccionario cubre a mi hijo” (*) mantienen por sí mismas el sometimiento y
do. Pero desde el paraíso sopla un huracán la dominación (72).
que se ha enredado en sus alas y que es tan En el escepticismo con respecto a la idea
fuerte que el ángel ya no puede cerrarlas. de la historia como senda de progreso, la Desde el espíritu de preservación de la
Este huracán lo empuja irreteniblemente Teoría Crítica ponía el tapete de la discusión razón como contradicción y oposición (en
hacia el futuro, al cual da la espalda, mien- la racionalidad de una historia que dejaba a tanto la libertad no se haya hecho real), la
tras que los montones de ruinas crecen ante su paso un recorrido de crueldad, miseria y Teoría Crítica cuestionaba a toda filosofía de
él hasta el cielo. Este huracán es lo que no- destrucción. En el desencanto con respecto la Ilustración que visualizase a la razón como
sotros llamamos progreso (66) . a una filosofía de la historia enceguecida por fuerza histórica objetiva que haría de la Tie-
la ilusión de transformar a la tierra en un lu- rra un lugar de progreso y felicidad. Desde
Y desde otro ángulo, la misma idea era gar de armonía y felicidad, esta teoría de- la plataforma de la libertad como negación
expresada por Herman Broch en su poema mostraba que dicha filosofía no ofrecía nin- de lo que tendiese a negar la libertad, la re-
Voces: guna explicación para el sin sentido de una flexión de la Escuela de Frankfurt –emana-
Un padre y un hijo siguen juntos su muerte programada y masificada. El recha- da de la desolación y la impotencia, surgida
camino desde hace muchos años: zo a cualquier impulso de glorificación de un intenso desgarramiento vivencial e in-
Estoy cansado, dice el hijo de pronto ¿A subyacía la racionalización del sufrimiento telectual y desconfiada frente a partidos, sec-
dónde nos lleva todo esto? y, por tanto, la justificación de la violencia tas y movimientos- no se proponía erigirse
Desde el comienzo todo es cada vez más presente en la subordinación del hombre a en guía iluminadora de la realidad. Su meta
sombrío, nos amenazan tempestades y a las demandas de la totalidad. En la negación era, más bien, convertirse en un impulso de
nuestro alrededor anuncian su peligro de la profecía de la ventura del futuro, se re- desquiciamiento de toda certeza, en una rup-
fantasmas, multitudes y demonios. cuperaba la memoria de la crueldad y los tura de mitos y supuestos dados, en una ten-
El padre contesta: El progreso avanza sufrimientos del ayer y también las lágrimas dencia a despertar a la razón de su letargo,
hacia el más hermoso de los caminos, y de los olvidados (67). en un compromiso con la posibilidad de lo
¡quién se atreve a turbarlo! Escribía Horkheimer en 1933: “...la in- diferente, en un rechazo a la opacidad de un
Tú lo entorpeces con tus dudas y con una justicia del pasado nunca será rehecha, el mundo reducido a mera facticidad, en un
mirada cobarde, ¡cierra ya los ojos y sufrimiento de las generaciones pasadas no pensar lo impensable.
avanza con fe ciega! encuentra compensación” (68). Contrapuesta a toda falsa utopía que en
El hijo responde: El frío me invade, Y en 1937 agregaba: “Y aún después de su falsedad encadenara nuevamente al hom-
¿acaso no has sentido una pena profunda? que la nueva sociedad exista, la felicidad de bre, escéptica frente a las revoluciones que
¡Oh, dáte cuenta, cabalgamos en sombras! sus miembros no podrá rehacer la degrada- no han alterado la represión ni transformado
Nuestro progreso no es más que una ción de aquellos que están siendo destruidos cualitativamente la vida, en la crítica de las
huella, el suelo se hunde bajo nuestros en nuestra sociedad contemporánea” (69). formas de esclavitud del hombre se encon-
pies y nos arrastra, damos vuelta sobre un Desde esta perspectiva de la Escuela de traba su toma de posición humanista.
Frankfurt, Hegel se había equivocado (70): Afirmaba Horkheimer:
NOTAS la razón no se desplegaba en la historia, y la El humanismo del pasado consistió en una
(65) Citado por Buck-Morss, Susan, op. cit., p. historia no garantizaba la identidad entre ra- crítica del orden feudal de un mundo que,
109. zón y realidad, pues si el curso de la historia se con su jerarquización, se había convertido
(66) Benjamin, Walter. “Tesis de filosofía de la identificara con la razón, se convalidarían como en una traba para el desenvolvimiento del
historia”, Discursos interrumpidos, p. 183. racionales los peores crímenes de la historia: hombre. El humanismo del presente con-
(*) Herman Broch, Voces, Ed. Material de
“He visto al espíritu universal –afirmaba Ador- siste en criticar unas formas de vida bajo
Lectura, Serie Poesía Moderna, Dir. Gral. De no- pero no a caballo, sino sobre alas, volando, las cuales sucumbe hoy día la humanidad,
Difusión Cultural, UNAM. y sin cabeza; y esto, al punto contradice la filo- y en esforzarse por transformarlas en sen-
(67) El tema de la recuperación del olvido, - sofía de la historia de Hegel” (71). tido racional (73).
tema central de la obra de la Escuela de Pero también Marx, inserto en la tradi- La Teoría Crítica, ejercicio del pensar
Frankfurt- se tratará más extensamente en el ción filosófica del Iluminismo, se había equi- accidentado e inconcluso (74), manifesta-
capítulo IV.
vocado. El principio de racionalidad del pro- ba su fuerza en una tensión estilística, en
11 / Gilda Waldman: «Melancolía y utopía»

un lenguaje fragmentado y quizá algo cio fue la carencia de toda seguridad. El to crítico no se complacía, sin embargo,
críptico cuya violencia expresaba la resis- pensar se volvía acto en la desmisti- en el desgarramiento. En su negatividad
tencia a subordinarse a una lógica de la ficación y en el impulso hacia la toma de latía la capacidad anticipada de trascender
dominación que todo lo integra y lo hace conciencia del hombre, de sí mismo y de hacia el futuro. En la despiadada crítica del
trivial. El aforismo y el ensayo (cuya “más su condición humana y social. hoy subyacía la proyección utópica de lo
íntima ley es la herejía”) (75) representa- Empujado más allá de sí mismo, en la anhelado. En al luz arrojada sobre la tra-
ron una forma de expresión, una apertura soledad del exilio y la marginalidad como gedia del presente vibraba el rescate de los
mental y una lucidez despiadada cuyo pre- único refugio de la libertad, el pensamien- sueños en la imaginación.

CAPÍTULO III
La crisis del Iluminismo y el colapso de las alternativas

"¿Por qué jamás se da un documento asalto a la razón”(79) no se encerraba en los Lo que la Escuela de Frankfurt condena-
de la cultura sin que lo sea márgenes de una condenada liberal-humanis- ba era la naturaleza de un pensamiento que
a la vez de la barbarie?" ta a la irracionalidad misma, sino que fue una se postulaba a sí mismo como verdad, y cuya
Walter Benjamin respuesta mucho más compleja y violenta, car- verdad real era el ocultamiento a los ojos de
gada de la lucidez tensional y de la ruptura hombre de la irracionalidad y su propia re-
¿A qué se debe la incompatibilidad en- inmanente que siempre caracterizó a esta lí- conciliación con esa realidad destructiva. Se
tre el poder alcanzado por el hombre y su nea de pensamiento. Su respuesta fue, en el condenaba la crisis de horizontes que había
impotencia para comprender y vivir el mun- sentido más amplio, la condena de toda la con- llegado el mundo occidental, perdido entre
do que su propio poder ha realizado? ¿Qué cepción antropológico-filosófica del mundo límites de inhumanidad jamás imaginables,
relación existe entre la razón y la brutalidad? burgués que, sintetizada en el Iluminismo – y aquel señalamiento filosófico que pos-
¿Por qué la paz se mantiene por el espectro en sus formas históricas concretas y en sus ins- tulaba la convergencia entre razón y reali-
de la guerra y la represión se esconde bajo el tituciones sociales- había acompañado desde dad evidenciando, en al extraña combina-
mito de la libertad? ¿Por qué, cuando el co- sus inicios al desarrollo del capitalismo. ción de razón y locura de Auschwitz, su
nocimiento alcanzado por el hombre podría Lo que la Escuela de Frankfurt condena- absurdo vacío.
desplegarse hasta límites no soñados; estan- ba era la historia de la cultura burguesa que, Auschwitz demostró irrefutablemente el
do dadas todas las condiciones para crear una en su largo proceso de decadencia y colap- fracaso de la cultura. El hecho de que
sociedad que satisfaciera las necesidades hu- so, había encontrado en el nazismo su más Auschwitz haya podido ocurrir en medio
manas nos encontramos en presencia de la fatídica sepultura. Lo que se condenaba era de toda una tradición filosófica artística y
creciente desventura del hombre y somos todo el proyecto de modernidad para el cual científica ilustradora, encierra más conte-
víctimas de la inminente amenaza de des- “la muerte se ha hecho tan indiferente como nido que el que el espíritu no llegara a
trucción de la humanidad? ¿Por qué, en la sus miembros” (80), y que concluía en la más prender en los hombres y cambiarlos. En
cumbre de su desarrollo, la cultura occiden- perfecta planificación científica del asesina- esos santuarios del espíritu, en la preten-
tal se ha vuelto terror? ¿Por qué, como se to masivo. Lo que se condenaba era una his- sión enfática de su autarquía, es precisa-
preguntaba Horkheimer, “el progreso ame- toria que negaba la realización de lo que una mente donde radica la mentira (82).
naza aniquilar el fin que debe cumplir: la idea vez habían sido los anhelos más optimistas
del hombre”? (76) ¿Por qué, como señalaba con respecto al futuro del hombre. Lo que se
Walter Benjamin, “jamás se da un documen- condenaba también era la tradición espiri- NOTAS
to de la cultura sin que lo sea a la vez de la tual, filosófica y artística del pensamiento (73) Horkheimer, Max. Historia, metafísica y
barbarie”? (77) ¿Acaso, como reflexionaba burgués que, habiendo olvidado su conte- escepticismo, p. 197.
Marcuse en el prólogo de Cultura y Socie- nido liberador y crítico, se subordinaba a (74) “El estar siempre inconcluso pertenece a la
dad “no ha preparado la cultura intelectual circunstancias externas que reproducía – esencia del conocimiento auténtico. Este es
su propia liquidación”? (78) en y a través de ellas- las categorías socia- quizá el significado más auténtico de toda
Estas fueron las preguntas que, en tono les de la dominación. Se condenaba el mito filosofía dialéctica...” Cfr. Horkheimer, Historia,
metafísica y escepticismo, p. 81.
angustiado y doloroso, constituyeron la esen- del progreso de la historia, que había des-
cia de la reflexión de la Escuela de Frankfurt embocado en el terror de las conciencias, (75) Adorno, T. W. “El ensayo como forma”,
Notas sobre literatura, (1958) Barcelona, Ed.
a lo largo de toda su trayectoria intelectual, y la naturaleza contradictoria de una reali- Ariel, 1969, p. 36.
y cuya vigencia actual es indudable. Tales dad en la cual la capacidad del dominio
(76) Horkheimer, Max: prefacio a Crítica de la
preguntas asumían, en general, un carácter del hombre sobre la naturaleza se había razón instrumental, p. 12.
particularmente inquietante en al década de transformado en un enorme instrumento de
(77) Benjamin, Walter: “Tesis de filosofía de la
los treinta y los cuarenta para la gran mayo- poder, y en la que el progreso social y sus
historia”, Discursos interrumpidos, p. 182.
ría de los intelectuales europeos, profunda- posibilidades de superación de las mise-
mente afectados por el fascismo y la guerra rias humanas eran sólo ficción. (78) Marcuse, Herbert: Cultura y sociedad, p. 9.
y obsesionados por comprende las causas de No tenemos ninguna duda... –escribían Ador- (79) Cfr. Luckacs, Gyorgy. El asalto a la razón,
la debilidad de una razón que, en su impo- no y Horkheimer en La dialéctica del Ilumi- (1962) Barcelona, Ed. Grijalbo, 1968.
tencia para oponerse al empuje incontenible nismo- respecto a que la libertad de la socie- (80) Adorno, T. W. Mínima Moralia, p. 248.
de la irracionalidad, llegaba a extremos de dad es inseparable del pensamiento (81) Adorno, T. W. y M. Horkheimer. La dialéctica
destrucción hasta entonces insospechados. iluminista. Pero el concepto mismo de tal del Iluminismo, p. 9.
La respuesta que dio la Escuela de Frankfurt pensamiento implica ya el germen de la re- (82) Adorno, T. W. Dialéctica negativa, pp. 366-
al por qué de lo que Lukacs denominó “el gresión que hoy se verifica por doquier (81). 367.
Módulo 2b - Comunicación y Teorías / 12

Lo que la Escuela de Frankfurt juzgaba ficación del hombre con la irracionalidad pre- De allí emergía la responsabilidad de no
era la paradoja de que las esperanzas más valeciente en el mundo. En la sensibilidad fren- olvidar a los muertos en aras de la
promisorias gestadas por la humanidad hu- te al destino del hombre, se recuperaba a la absolutización del presente. De allí también
biesen desembocado en catástrofe. Pregun- individualidad como último refugio posible surgía la responsabilidad de despertar al Ilu-
tarse por el carácter irracional de la realidad frente al embate arrollador de una sociedad minismo de su letargo para que la tragedia
implicaba para la Teoría Crítica, preguntar- en la cual ya no cabía la negación. no se volviera a repetir.
se por el carácter mismo de un pensamiento Desde esta perspectiva, escribía Nosotros... los que hemos escapado de la
que había posibilitado dicha irracionalidad. Horkheimer: muerte de los mártires bajo Hitler, tenemos
Criticar la naturaleza regresiva de una cultu- Si por Ilustración y progreso espiritual en- una sola misión: la de colaborar para que este
ra que había permitido la resurrección de la tendemos la liberación de creencias y supers- horror no vuelva y no se olvide, la unidad
barbarie significaba criticar a una razón que ticiones en poderes malignos, en demonios con aquéllos que murieron presos de indeci-
había sucumbido a la tentación de la com- y hadas, en fatalidad ciega –en pocas pala- bles tormentos. Nuestro pensamiento, nues-
placencia con la realidad, renunciando a su bras, la emancipación de la angustia- enton- tro trabajo, les pertenece a ellos; el azar de
esencia de denuncia de la injusticia, el po- ces la denuncia de aquello que actualmente que hayamos escapado no debe tornar cues-
der y la explotación. Revelar cuál era “el se llama razón constituye el servicio máxi- tionable la unidad, sino hacerla más cierta.
espíritu objetivo de una época” (83) que ha- mo que puede prestar la razón (86). Todo cuanto experimentemos de hallarse
bía desembocado en una situación tal en que abajo el aspecto del horror, vigente tanto para
“la más acabada inhumanidad (era) la gue- El juicio a la autotraición de los ideales nosotros como para ellos. Su muerte es la
rra sin odio” (84), era constatar la hipócrita iluministas se desenvolvías, en el pensamien- verdad de nuestra vida: estamos para expre-
negación del capitalismo con respecto a sus to crítico, desde el espíritu mismo de los va- sar su desesperación y sus anhelos (89).
propios horrores. Denunciar la mentira de lores del Iluminismo, es decir desde el reza- Pero de allí emergía también la respon-
una cultura que llevó al hombre a un destino go del imperio de la razón, la libertad, la jus- sabilidad de luchar en contra de la transfor-
trágico era afirmar un fracaso. Defenderla era ticia y la moral olvidados en un mundo ig- mación de lo existente al servicio de los in-
negar la necesidad de una ruptura con ella. nominioso. Profundamente inmersa en aque- tereses del poder, de gritar en contra de todo
Crítica y autocrítica de la conciencia del lla cultura arrollada por los cataclismos silencio que posibilitara la acción de cual-
mundo burgués, el pensamiento de la Escuela históricos que habían desembocado en los quier verdugo en cualquier lugar, de vivir con
de Frankfurt surgía de las entrañas mismas campos de concentración, la crítica de la el espíritu abierto hacia el dolor de todo hom-
del Iluminismo al que criticaba. En ardiente Escuela de Frankfurt vibraba con un grito bre que sufriese tras los muros de cualquier
defensa del Iluminismo –y aún reconocien- de alerta para que esa cultura tomase con- dominación. Asumida a sí misma como últi-
do “que la infame totalidad de la cual había ciencia de los límites a que podía llevarle su mo bastión del Iluminismo declinante, la Es-
brotado puede ser diferenciada del estado propia traición. cuela de Frankfurt representaba la voz que
deseable”(85) -se valoraba en éste el haber En este sentido, la reflexión de los inte- clamaba sensibilidad con respecto a la in-
abierto el espacio a la libertad como funda- grantes de la Escuela de Frankfurt se desa- justicia, persecución o muerte cometida con-
mento de la crítica, incluso aquella crítica rrollaba desde una doble vertiente. Por una tra todo ser humano. Ella expresaba la su-
que era posible ejercer contra el propio Ilu- parte, desde el ángulo de la supervivencia blevación de la conciencia contra la agrega-
minismo. No eran las ideas iluministas las ante la destrucción. Por la otra, desde el án- ción ejercida hacia la razón o la libertad del
cuestionadas, sino la sociedad burguesa que gulo de la responsabilidad para que dicha hombre. En la condena ética y moral a una
afirmaba ser su más cabal expresión. En la destrucción no sucediera otra vez. Como in- lógica de la dominación que agudizaba la
defensa del Iluminismo se condenaba a una telectuales, eran supervivientes de una tra- miseria –física o espiritual- del ser humano, la
realidad que no era sino el espacio del dición filosófica, cuya confianza en que la Teoría Crítica se orientaba, frente a las fuerzas
oscurantismo. En la lucha por preservarlo, se razón triunfaría por sobre las depredaciones destructivas del siglo, a restablecer la digni-
contribuía a la derrota de aquellas fuerzas que de la historia había demostrado su vulnera- dad pisoteada en los campos de exterminio
obstaculizaban su realización. En la oposición bilidad. Como judíos, eran supervivientes del –símbolo, eje y nudo de los extremos de de-
a todo ataque a la razón, se criticaba la identi- infierno del Holocausto. Pero aunque gradación posibles. Desde su propio desga-
...sin duda –como escribía Hannah Arendt rramiento crítico, se ponía del lado de aquél
NOTAS refiriéndose a la generación de intelectuales que, en las tinieblas o la luz, fuese víctima
(83) Adorno, T. W. y M. Horkheimer. Sociológica,
alemanes expulsados por el nazismo- la cues- de la dominación total, es decir, de aquélla
(1962) Madrid, Ed. Taurus, 1969, p. 53. tión judía era de gran importancia para esta dominación que en palabras de Hannah
generación de escritores judíos.. y explica Arendt: “no permite la libre iniciativa en nin-
(84) Adorno, T. W. Mínima Moralia, p. 61.
gran parte de la desesperación personal que gún campo de la vida, en ninguna actividad
(85) Horkheimer, Max. Sobre el concepto de tanto destacaba en casi todo lo que escribie- que no sea enteramente previsible”(90).
hombre y otros ensayos, B. Aires, Ed. Sur, 1970,
p. 184. ran... los más clarividentes de ellos fueron Desde su propia marginalidad, la Teoría
empujados por sus conflictos personales a Crítica se solidariza con todo hombre deses-
(86) Horkheimer, Max. “A propósito del concepto
de filosofía”, Crítica de la Razón instrumental, plantearse un problema mucho más general perado en su impotencia, con todo hombre
p. 195. y radical, a saber, la pertinencia de la tradi- que resistiera a la adaptación, con todos los
ción occidental como un todo(87). hombres “que han quedado al margen, los
(87) Arendt, Hannah, op. cit., p. 52.
enfermos, los perseguidos, los condenados,
(88) Adorno, T. W. Dialéctica negativa, p. 362. En este sentido, como europeos, eran los proscritos... cada cual es un individuo
(89) Horkheimer, Max. Apuntes, 1950-1969, sobrevivientes de una cultura que perecía por aislado, en el sentido dolorosamente deses-
(1974) Venezuela, Monte Ávila Ed., 1976, p. falta de porvenir. Pero fundamentalmente, y perado”...(91)
252.
desde una perspectiva universal eran super- Partiendo de un presente atravesado por
(90) Arendt, Hannah. Los orígenes del totalitaris- vivientes de la humanidad toda que, como – experiencias profundamente traumáticas, la
mo, (1951) Madrid, Ed. Taurus, 1974, p. 422.
“ejemplar de una especie” (88) -había muer- Escuela de Frankfurt buscaba las respuestas
(91) Horkheimer, Max. Apuntes, p. 236. to un poco en Auschwitz. al por qué del caos del hoy a través de un
13 / Gilda Waldman: «Melancolía y utopía»

recorrido sociológico-filosófico hacia el pa- tas de orientación válida para guiar su vida. prescindencia de criterios de verdad o de éti-
sado, no para conservar el ayer sino para rea- Tal concepto de razón afirmaba su propia ca, se transforma en ceguera, y su anhelo de
lizar sus esperanzas. Para esta corriente de existencia contenida en el mundo objetivo a emancipación se trastoca en sometimiento.
pensamiento, a diferencia de la crítica cul- la vez que en la conciencia individual, fren- Al despojar de su fundamento racional a to-
tural conservadora(92) , la mirada hacia atrás te a lo cual todo lo existente podía confron- dos los conceptos filosóficos orientados a
era una mirada de fidelidad hacia aquellas tarse de acuerdo a su armonía con dicha to- guiar la vida humana y social, la razón “for-
utopías y esperanzas que alguna vez encar- talidad. En este sentido, la razón representa- malizada” reduce a éstos a un absurdo, en el
naron los mejores anhelos de la humanidad. ba la posibilidad de reconciliación del orden cual razón y locura se confunden. La insanía
Pero era también una mirada que apuntaba objetivo racional con la existencia humano- de la “no-razón” se instala como contenido
hacia el futuro, pues en el pasado traiciona- social (94), al mismo tiempo que se conver- normal del mundo. Vida y muerte adquieren
do residían las señas del mañana posible. La tía en criterio de confrontación en relación al la misma tonalidad. Goce y sufrimiento se
actitud de nostalgia de la Escuela de cual todo individuo y toda organización social vuelven caras de la misma moneda. En la
Frankfurt, más que un éxtasis ante el resplan- debían sujetarse en tanto sus contradicciones sujeción de la aspiración a la verdad al valor
dor del ayer, representaba la plataforma a no se hubiesen resuelto. Ello le otorgaba a la operativo de la razón, se relativizan los fines
partir de la cual se criticaban los padecimien- razón su dimensión crítica. Pero, fundamen- últimos de la acción humana. En la renuncia
tos del presente de un mundo que ya no po- talmente, el concepto de razón representaba a la emancipación espiritual, se paga el pre-
see conciencia de sí mismo, y que en su os- la fuente de la cual han emanado los más cio de la humanidad en el pensar. En la afir-
curidad es incapaz de ofrecer respuesta a las altos ideales éticos, que, como criterios vá- mación de que ningún fin es mejor que otro,
grandes inquietudes de la existencia. lidos universalmente, han dado un sentido a se absuelve de todo juicio crítico incluso a
Para la Escuela de Frankfurt, la gran tra- la existencia del hombre y a los esfuerzos los más irracionales fenómenos de la vida
gedia ha consistido en la crisis de horizon- orientados a conservar la vida social. política y social: “Puesto que los fines ya no
tes a que ha llegado la historia de Occidente Escribía Horkheimer al respecto: “Las se determinan a la luz de la razón, resulta
–fracasada en su trascendencia- y cuyo re- ideas de justicia, igualdad, felicidad, demo- también imposible afirmar que un sistema
sultado ha sido el colapso de las alternativas cracia, prosperidad, todas ellas debían estar económico o político, por cruel o despótico
y la configuración de universos cerrados que en concordancia con la razón...” (95) que sea, es menos racional que otros” (98).
asimilan, reprimen y niegan toda fuerza de En la caducidad moral de una razón per- En la crisis de la razón ubicaba la Escue-
oposición, convirtiéndose en círculos dida a sí misma, traicionada en su promesa, la de Frankfurt la atmósfera que configura la
cohesionados y afirmativos. En estos univer- incapacitada para mantenerse “vinculada al experiencia actual del hombre y que se in-
sos son definidos todos los valores e ideales, destino del hombre”(96), y despojada de su troduce hasta los subterráneos de su alma.
y son olvidados todos los anhelos posibles. base ética, la Escuela de Frankfurt encontra- Esta es una experiencia de soledad en medio
En ellos, no existe negación de lo dado ni ba el fundamento para comprender el pre- de la multitud y de silencio en medio del rui-
tensión hacia lo diverso. Como despliegue sente de un mundo amenazante y amenaza- do, porque las palabras ya no significan nada,
de absorción absoluta, en ellos se neutraliza do. En la razón convertida en horizonte de sí y el lenguaje ha perdido su capacidad de ex-
toda denuncia sobre la verdad de la condi- misma, transformaba al horizonte humano en presión para transformarse en un instrumen-
ción del hombre, y se pone a resguardo toda irreductible a la razón, donde el pensamiento to de transmisión de señales exclusivamente
voz de espíritu crítico que proteste en contra crítico hallaba la raíz de la inexistencia de idea- breves y precisas. Esta experiencia disfraza
de la hipnosis de la conciencia en nombre les eternos proyectados más allá de la finitud la guerra por obra de la propaganda, sutura
de la historia o de la liberación. De estos del hombre. En la razón, vaciada de contenido de información para neutralizar la muerte, y
universos, que han sucumbido a la clausura y convertida en mero envoltorio formal, se en- oculta el conocimiento del dolor que causa
de sí mismos y en los cuales toda contradic- contraba la “no-razón” como eje impulsor del la dominación. Es una experiencia de hom-
ción es recuperada en total identidad con una mundo actual. Caduca como criterio para se- bres similares a cosas, de estudiantes simi-
lógica de dominación orientada hacia la lo- leccionar los más adecuados medios para lo- lares a fórmulas, y de mujeres similares a
cura, no parecería haber, en las condiciones grar los mejores fines que guiasen la acción hombres unidos ambos en su esclavitud. Es
actuales, escapatoria. del hombre, la razón “formalizada”(97) trai- una experiencia en la que la técnica configu-
Fueron tres los principales universos ha- cionaba la realidad cuyos dolores debiera
cia los cuales la Teoría Crítica enfiló sus expresar. Inválida como fin, se dejaba mani-
NOTAS
dardos: el de la razón, clausurado con la pular desde el exterior. Degradada en instru-
irrupción de la “no-razón” como lógica or- mento; ya no se reconocía en la realidad. (92) Véase de Stern, Fritz. The politics of cultural
despair, University of California Press, Berkeley
denadora de la sociedad; el del hombre, clau- Afirmada como poder absoluto, la razón and Los Angeles, California, 1961.
surado cuando se apodera de él la necesidad “formalizada” hace resurgir a la regresión
(93) Marcuse, Herbert. “Filosofía y teoría
social de administrar su alma; y el del arte y que se creía superada. Como representación crítica”, Cultura y Sociedad, p. 80.
la estética, clausurado por la irrupción de la de la racionalidad del dominio, encierra en
(94) “Bajo el nombre de razón la filosofía
industria cultural. su lógica del terror a la potencialidad de la concibió la idea de un Ser auténtico en el cual,
La razón, principio fundamental del Ilu- conciencia. Degradada en su instrumento, es todas las antítesis importantes (de sujeto y
minismo, fue por varios motivos, un eje rec- impotente para responder a las interrogantes objeto, esencia y apariencia, pensamiento y
tor importante en el pensamiento de la Es- más importantes del ser humano, las cuales, ser) se reconciliarían”. Cfr. Marcuse, Herbert.
Cultura y Sociedad, p. 80.
cuela de Frankfurt para explicarse la crisis reprimidas, son sujetas a un tabú. Converti-
de la cultura burguesa. El concepto de razón da en abstracción, la racionalidad iluminís- (95) Horkheimer, Max. “Medios y fines”, Crítica
de la razón instrumental, p. 31.
(“categoría fundamental del pensamiento fi- tica se expresa en irresponsabilidad general.
losófico”)(93) , asumido a sí mismo como Instrumentalizada, representa el triunfo del (96) Marcuse, Herbert. Cultura y Sociedad, p. 80.
principio inherente a la realidad, era la ex- dogma. Traicionaba, anatematiza a lo diver- (97) Cfr. Horkheimer, Max. Crítica de la razón
presión de una vasta racionalidad que abar- so como maldito. Reducida a simulacro al instrumental, p. 34.
caba todo lo existente, lo cual dotaba a los destruir lo que se le opone, renuncia a la uto- (98) Horkheimer, Max. Crítica de la razón
pensamientos y acciones del hombre de pau- pía. Colmada de contenidos elegidos con instrumental, p. 42.
Módulo 2b - Comunicación y Teorías / 14

ra la vida cotidiana, y las máquinas gobier- Joseph Roth en su novela La marcha de se disolviera en un sistema de posibles sig-
nan a los hombres porque éstos existen en Radetzky, escribía: nificados (102).
las exigencias antihistóricas de los aparatos En aquellos días anteriores a la Gran Guerra,
de su creación: cuando tuvieron lugar los acontecimientos na- Pero la crisis de la razón se manifestaba
Hoy soy aún el administrador independiente rrados en este libro, todavía no se había vuelto también, para la Escuela de Frankfurt, en la
del poder que ha acumulado en mi casa, pero un asunto indiferente el de si un hombre vivía crisis del hombre, y en este sentido, abordar
mañana seré su prisionero... –dice al respecto o moría. Cuando alguien del mundo de vivos dicha temática (ampliamente tratados en la
uno de los personajes de la novela de Joseph se extinguía, nadie tomaba su lugar inmedia- gran novelística del siglo XX) amplicaba
Roth A diestra y siniestra-. Oye usted hablar tamente con el fin de desplazarlo: existía un retomar, desde otro ángulo, la crítica a la
maravillas de un gran industrial, gerente de vacío donde él había estado, y los testigos cultura burguesa. La sensibilidad de la Teo-
una poderosa empresa; va usted a su despa- cercanos y lejanos de su desaparición calla- ría Crítica con respecto al destino del hom-
cho, y en el acto lamenta todos sus prepara- ban cuando percibían este vacío. Cuando el bre contemporáneo fue uno de los rasgos
tivos y se encuentra usted ridículo. Se da fuego había destruido una casa en la hilera definitorios de su pensamiento. Esto se de-
usted cuenta de que todo el poder de aquel de casas de la calle, el espacio quemado per- bió a varios factores. En primer término, al
hombre está sostenido tan sólo por los cua- manecía largo tiempo vacío. Los albañiles recuperar la temática de la conciencia en una
tro clavos que sujetan la placa de cristal de trabajaban lenta y cautelosamente. Los ve- lectura renovadora del marxismo clásico –
su puesta y la puerta, la placa y los clavos le cinos cercanos y los transeúntes casuales para el cual el problema de la subjetividad
parecen a usted imponentes comparados con sólo veían el espacio vacío, recordaban el quedaba ausente o, en todo caso, oculto, tras
la personalidad a la que pertenecen. Créa- aspecto y los muros de la casa desaparecida. la preponderancia de los factores económi-
me, el gerente pertenece a su placa, a su tarjeta Así es como eran las cosas. Todo lo que cre- cos- la Teoría Crítica enfatizaba que en la
de visita, a su papel, a su posición, al miedo cía tomaba su tiempo en crecer y todo lo que psiquis los hombres vivían las experiencias
que infunde, a los sueldos que paga y a los era de destruido tomaba largo tiempo en ser internas más intensas, y la historia también
despidos que acuerda, y no al contrario... (99) olvidado. Y todo lo que alguna vez había se desarrollaba a través de la mediación de
existido dejaba sus huellas, de tal manera que estas experiencias (103).
Dicha experiencia es, desde la perspec- en aquellos días la gente vivía de recuerdos, En segundo término, al ser una reflexión
tiva de la Teoría Crítica, la de las utopías tal como ahora viven de la capacidad de ol- esencialmente filosófico-social, la Teoría
deformadas, la del anclaje del hombre en el vidar rápida y completamente (100). Crítica no podía dejar de lado uno de los te-
presente tras una reproducción simplificada Para la Escuela de Frankfurt, la experien- mas fundamentales de la filosofía: el tema
de la realidad que diluye la pasión, la aven- cia humana del presenta era la del juego con- del hombre.
tura y la tragedia. Esta, la experiencia de la fuso entre las promesas ofrecidas y los an-
perennidad, que no permite la permanencia helos insatisfechos; entre la violencia del Explicaba al respecto Horkheimer: “Don-
de nada, es la experiencia del olvido del pa- dominio y la tolerancia de la aceptación; dequiera que en la actualidad los filósofos
sado y de la incertidumbre del futuro, de la entre la apariencia de libertad y el engaño hablan del hombre, rara vez deja de señalar-
comprensión del tiempo y de la perversión del conformismo. En ese juego, el hombre, se que la cuestión fundamental de la filoso-
de toda seguridad. como lo describía Kafka, “...trata de com- fía, esto es, de la que se ocupa del ser como
prender con todas sus fuerzas las órdenes de tal, no puede separarse de la que se ocupa
NOTAS la Dirección (dónde está y quiénes estaban, del hombre” (104).
(99) Roth, Joseph. A diestra y siniestra, (1929)
eso lo han ignorado y lo ignoran cuantos he
Barcelona, Ed. Anagrama, 1982, p. 163. interrogado) pero sólo hasta cierto punto; Pero por otra parte, si bien en la década
luego, deja de meditar” (101). de los treinta Horkheimer y Marcuse habían
(100) Roth, Joseph. The Radetzky march, (1932)
New York, The Overlook Press, 1974, p. 107. confiado en la capacidad revolucionaria del
La experiencia del presente era la expe- proletariado para detener la amenaza del na-
(101) Kafka, Franz. “La edificación de la muralla
china”, en La metamorfosis, B. Aires, Ed. riencia de la nivelación ficticia que no deja zismo (preocupación que virtualmente no
Losada, 1943, p. 86. nada intacto, que disuelve la diversidad de entró en el ámbito reflexivo de Adorno)
(102) Musil, Robert. El hombre sin atributos, contenidos bajo intolerancia genocida, que (105), después de la guerra, cuando las es-
Barcelona, Edit. Seix Barral, 1969, Tomo I, p. transforma a todo en sustituto, que despoja a peranzas revolucionarias y la ilusión en la
183. lo peculiar de su contenido propio y que ubica experiencia soviética se vieron frustradas
(103) Cfr. Horkheimer, Max. “Historia y en el exterior su propia responsabilidad. (106), y se hacía claro que el poder integrador
psicología”, Teoría Crítica, pp. 22-42. Robert Musil escribía al respecto en El de la industria cultural y la sociedad de ma-
(104) Horkheimer, Max. Sobre el concepto de hombre sin atributos: sas creaba hombres en identidad total en la
hombre y otros ensayos, p. 7. Actualmente, la responsabilidad tiene su lógica de la dominación, la Escuela de
(105) Cfr. Buck-Morss, Susan, op. cit. punto de gravedad, no ya en el hombre, sino Frankfurt rescataba a la conciencia de la pro-
en la concatenación de las cosas. ¿No será pia individualidad como último refugio y
(106) Marcuse resumía esta frustración en el
prólogo de Cultura y Sociedad, de la siguiente
que las experiencias se han independizado última fuerza liberadora al empuje inconte-
manera: “...en los años treinta... las fuerzas de los hombres? Han pasado al teatro, a los nible de la igualdad represiva.
sociales, en las que se unían libertad y libros, a los informes de excavaciones y a De allí que, desde esta perspectiva, es-
revolución, fueron precisamente entonces viajes de investigación, a las comunidades cribiese Horkheimer:
entregadas, vencidas o traicionadas a las
fuerzas dominantes. En los campos de muerte y religiosas que cultivan ciertas experiencias, Los únicos individuos reales de nuestro tiem-
de batalla de la Guerra Civil Española se peleó pero no se encuentran precisamente en el tra- po son los mártires que han atravesado infier-
por última vez con sentido revolucionario por la bajo, están suspendidas en el aire. Ha surgi- nos de padecimiento y degradación a causa
libertad, la solidaridad y la humanidad...” Cfr. do un mundo sin hombres, de experiencias de su resistencia contra el sometimiento y la
Marcuse, Herbert. Cultura y Sociedad, p. 10.
sin uno que las viva, como si el hombre opresión... Los mártires anónimos de los cam-
(107) Horkheimer, Max. “A propósito del ideal no pudiera vivir privadamente, como pos de concentración son los símbolos de una
concepto de filosofía”, Crítica de la Razón
instrumental, p. 170. si el peso de la responsabilidad personal humanidad que aspira a nacer (107).
15 / Gilda Waldman: «Melancolía y utopía»

Finalmente, cabría señalar que, aunque mandas. Su expresión más extrema era, como tica se objetivaban como parte de la “cultura
nunca existió en los integrantes de la Escue- escribía Adorno, el genocidio, es decir, “la afirmativa” (113), se transformaban, de prác-
la de Frankfurt un reconocimiento explícito integración absoluta, que crece en todas par- tica histórica efectiva íntimamente ligada a
de la influencia que en ellos jugaba su ori- tes donde los hombres son homogeneizados, la vida misma, en “valores” subsumidos en
gen judío, la influencia del contenido ético- pulidos... hasta ser borrados literalmente del la lógica de la dominación irracional. Ne-
filosófico de la tradición humanista judía, mapa como anomalías del concepto de su gándose a sí mismo como nostalgia por un
que ubicaba el tema del hombre como eje nulidad total y absoluta” (109). orden vital distinto, el arte pecaba contra su
rector de su visión de mundo fue fundamen- A la luz de la atmósfera de la formali- razón de ser, ocultaba el carácter real del
tal en su pensamiento. A partir del principio zación de la razón, también el hombre –es- mundo, convertía a la infelicidad del hom-
de que el hombre fue creado a imagen y se- píritu dotado de autonomía y libertad para bre en apariencia de realidad, y exaltaba
mejanza de Dios y en ello radicaba el conte- convertirse en dueño de su propio destino- apologéticamente al poder absoluto.
nido y significado de la vida humana, pre- se pierde en el camino de la ciega irraciona- Escribía Horkheimer:
guntas tales como ¿qué lugar ocupa el hom- lidad. Carente de referencias que orienten su Antaño la aspiración del arte, la literatura y
bre en el mundo? ¿Cuáles son sus necesida- existir, convierte a la adaptación en tónica la filosofía consistía en expresar el sentido
des? ¿Qué representa el hombre a sí mismo? social y a la complacencia en requisito de de las cosas y la vida, en ser la voz de todo lo
¿Cuál es la importancia de su vida y su con- supervivencia. Administrada su alma por que es el mundo, en prestar a la naturaleza un
ciencia?, etc., constituyeron la esencia del exigencias de la dominación total, transfor- órgano para comunicar sus padecimientos o,
judaísmo, y reaparecerían ubicadas en una ma su interioridad en una partícula aislada, como podríamos decir, en dar a la realidad su
reflexión secular del destino del mundo con- semejante a miles de partículas igualmente verdadero nombre. Hoy, la naturaleza se ve
temporáneo en la Teoría Crítica. sustituibles y superfluas, articuladas en tor- privada de su lenguaje (114).
Desde esta perspectiva, la crisis del hom- no a una identidad común. Atomizado, es una
bre acompañaba a la autotraición del Ilumi- marioneta más en un conjunto de marione- Si otrora la obra de arte anhelaba con-
nismo. El principio de intercambio presente tas similares que bailan al son de la confor- frontar al mundo consigo mismo, hoy se veía
en la Ilustración se reflejaba en la atomiza- midad. Anulada su decisión y su libre fanta- enteramente neutralizada. Si aspiraba a pro-
ción social y personal del hombre moderno. sía, su vida se encauza por los canales ya nunciar juicios definitivos, hoy se volvía una
La objetivización del mundo se reproducía prefigurados de la coincidencia con la tota- recreación. Si representaba un potencial de
en las relaciones humanas. La lógica de la lidad. Desarraigado, no posee un lugar reco- esperanza y verdad profunda, hoy había per-
racionalidad “formalizada” sólo podía darse nocido. Aislado, reemplaza la mirada hacia dido su fuerza de resistencia social. Si algu-
en condiciones de total aislamiento de los la eternidad por la percepción fugaz del ins- na vez había sido aquella “otra” dimensión
hombres, de destrucción de sus vidas priva- tante próximo. Sin identidad, se refugia en de la realidad, hoy había perdido su capaci-
das y de ruptura de todos sus nexos de co- fuerza poderosas que lo reducen a una som- dad de su oposición, contradicción y tras-
nexión. Para la dominación totalitaria, la in- bra. En su debilidad, magnífica todo aquello cendencia. Si había encarnado la denuncia
dividualidad era intolerable; de allí que pro- que se aparece como omnipotente. En su de la condición humana, hoy se degradaba
piciaba todas las condiciones para el aisla- soledad, renuncia a sí mismo para salvarse en vehículo al servicio de la unificación de
miento y el anonimato. Señalaba Hannah de cualquier amenaza. En su terror frente a las conciencias. Convertida en objeto, excluía
Arendt al respecto: fuerzas que le son incomprensibles, busca del mundo a la belleza. Insensibilizada a la
...la soledad, el terreno propio del terror... protección en entes superiores que le den sensibilidad estética, anulaba a la auténtica
está estrechamente ligado con el desarrai- sentido a su existir. crítica cultural; cerrándose a sí misma, se
ga-miento y la superfluidad... Estar desarrai- Al respecto, escribía Adorno: “Cuanto más
gado significa no tener en el mundo un lu- desaparece la esperanza racional de que el des- NOTAS
gar reconocido y garantizado por los demás; tino de la sociedad tome real y efectivamente
(108) Arendt, Hannah. Los orígenes del
ser superfluo significa no pertenecer en ab- otro giro, con tanto mayor fervor son invoca- totalitarismo, p. 576.
soluto al mundo. El desarraigamiento puede dos los antiguos lemas: la masa, la solidari-
(109) Adorno, T. W. Dialéctica negativa, p. 352.
ser la condición preliminar de la superflui- dad, el partido, la lucha de clases” (110).
dad, de la misma manera que el aislamiento Pero para la Escuela de Frankfurt, la cri- (110) Adorno, T. W. Mínima Moralia, p. 128.
puede ser ... la condición preliminar de la sis del Iluminismo era también la crisis del (111) La importancia atribuida a este tema fue
soledad (108). arte y la estética (111). En éste ámbito se de extraordinaria importancia en el pensamien-
to crítico. La inclinación musical de T. W.
manifestaban las “verdades olvidadas” en
Adorno tamizó toda su reflexión sobre la
Atomizándose, las relaciones sociales protesta frente a una realidad en la cual ya cultura contemporánea; Leo Löwenthal se
han transformado a los hombres en partícu- no tenía validez ni vigencia. El arte y la es- dedicó fundamentalmente a la Sociología de la
las aisladas, cuya consecuencia ha sido, no tética representaban el espacio de los anhe- literatura. (Cfr. su obra más relevante:
Literature and the image of man, Boston,
la igualdad democrática, sino la articulación los utópicos de aquella “otra” sociedad en la Beacon Hill, The Beacon Press, 1975). En
de la pluralidad y diferencia de los seres hu- que la felicidad del hombre sería posible. Marcuse, la inquietud por los temas sobre arte y
manos en torno a una identidad común. A Escribía Adorno: “En la fantasía está el necesidad de recuperar la sensibilidad estética
semejanza de la producción en serie cuyo deseo de la obra, que es también la de pro- fue permanente. Cfr. Cultura y Sociedad. Un
ensayo sobre la liberación, (1969) México, Ed.
objetivo es sacar al mercado millones de ar- ducir un mundo mejor” (112). Joaquín Mortiz, 1969.
tículos que en nada se diferencian entre sí, Desde esta perspectiva, la obra de arte
(112) Adorno, T. W. Teoría estética, (1970)
el objetivo de la igualdad represiva era ho- entendida no solamente como objeto crea- Madrid, Ed. Taurus, 1971, p. 20.
mogeneizar a los hombres, haciéndolos do, sino como crítica del mundo existente
igualmente idénticos, sustituibles y super- para configurar una esperanza de belleza y (113) Cfr. Marcuse, Herbert. “Acerca del carácter
afirmativo de la cultura”, Cultura y Sociedad,
fluos. La intolerancia por la diversidad era co- felicidad que pudiera anular la fealdad de lo pp. 45-78.
herente con la carencia de significados propios real. Su verdad residía en su capacidad de
(114) Horkheimer, Max. “La rebelión de la
y autónomos, y al mismo tiempo, implacable negación, y en tanto tal, no se agotaba en sí naturaleza”, Crítica de la Razón instrumental, p.
con todo aquello que no se plegara a sus de- misma. De allí que, cuando el arte y la esté- 111.
Módulo 2b - Comunicación y Teorías / 16

convertía en objeto producido por la indus- de arte, su existencia irrepetible en el lugar conformismo, lo cual abría el camino para
tria cultural. ¿Cómo –se preguntaba la Es- en que se encuentra”(117), es decir, el halo la intolerancia y el fanatismo, y para la invo-
cuela de Frankfurt- la cultura, “aquel mo- especial que la rodea y le otorga su carácter cación a lemas o figuras carismáticas que
mento de crítica frente a todo lo existente... de especifidad. La industria cultural repro- representasen la salvación frente al poderío
(esa) protesta contra la integración que so- ducía -reforzando en su conformidad- a una amenazante de lo desconocido.
breviene por todas partes con brutalidad a lo sociedad en la que nada es diferente a ella,
cualitativamente de frente” (115), puede ser en la que nada cambia a pesar del incesante La reflexión de la Escuela de Frankfurt
creada por una organización productiva cuya movimiento, en la que la repetición es el re- fue el más vigoroso cuestionamiento sobre
razón de ser esté ligada a los fines de la do- verso de la última resistencia del pensamien- el precio que Occidente ha pagado por su
minación? Pero este es justamente el rasgo to. Como armadura conceptual del sistema progreso. Desde esta perspectiva teórica, no
definitorio de la industria cultural: negar la en tanto encarnación cultural de la razón for- asumir que el pensamiento iluminista era un
discrepancia entre el cuestionamiento malizada, la industria de la cultura convertía camino de libertad para el hombre, implica-
oposicional y la realidad fundada en la ex- a su creación en un objeto que intensificaba ba negar su relación con la verdad. Pero no
plotación y la injusticia. la pasividad. Al reproducir la violencia so- reconocer su regresión, significaba recono-
La industria cultural reintegraba al hom- cial, creaba en el hombre una frustración cer su miedo a ella. Ese fue el sentido de la
bre al orden existente. Presentaba utopías permanente y lo sujetaba al presente, impo- Teoría Crítica: esclarecer que la culpa del
deformadas, que inducían a la apatía. Reem- sibilitando su resistencia. Al extender amplia- horror del presente no era la racionalización
plazaba las emociones profundas (cuya des- mente su ámbito y apoderarse de las concien- del mundo sino la irracionalidad de esta
carga es una liberación), y los destinos trá- cias, el mundo entero pasaba por su óptica. racionalización. Al promover la toma de con-
gicos, (que han expresado la oposición del ciencia del espíritu iluminista con respecto
hombre a una sociedad no aceptada) por imi- Afirmaba Horkheimer: a su propia tendencia a la autodestrucción,
taciones ligeras que trivializan la fuerza y el ...en el hecho de que los hombres sean capa- la Escuela de Frankfurt desmistificaba la
impacto de los sentimientos. ces de utilizar su dominio sobre la naturale- tragedia de la realidad del hoy para abrir
Escribían Adorno y Horkheimer al res- za para fines sensatos, y de que, al contra- el camino hacia la construcción de una
pecto: “Hoy lo trágico se ha disuelto en la rio, se vean forzados a abandonarse al ciego sociedad más digna, racional y humana.
nada de la falsa totalidad de sociedad e indi- egoísmo individual y nacional, se descubre Desde el ángulo de un presente amenaza-
viduo, cuyo horror brilla aún fugazmente en la causa secreta de la desintegración cultural do por el agotamiento de toda posibilidad
la vana apariencia de aquél” (116). y de entretenimiento, incluidas las ciencias del de pensar sobre sí mismo, la Escuela de
espíritu, genere convirtiéndose en una em- Frankfurt representaba el vínculo con los
La industria cultural realizaba de mane- presa nueva, y de que todos se dediquen a la anhelos no realizados del pasado, pero
ra perfecta, la “igualdad represiva”, funda- búsqueda de un sentido. Ese aparato cultu- también el arco apuntado hacia un futuro
mento del totalitarismo. Aparentemente de- ral ha perdido su rumbo y en una agitación en el que quizá el mundo podría convertir-
mocrática, unificaba bajo un denominador sin descanso sólo se sirve a sí mismo, en lu- se en un paraíso.
común –la identidad del consumo- toda la gar de servir a los hombres (118).
diversidad de contenidos posibles. Más que Escribía Horkheimer: “Los revoluciona-
humanizar la vida del hombre, agotaba las La crisis de la razón, la libertad, el hom- rios tienen su raison d’être en que lo exis-
posibilidades de su deshumanización. La ten- bre y el arte confluían, así, en la configura- tente está superado y ya es tiempo de otra
dencia a la homogeneización olvidaba y di- ción de un santuario autoclausurado en el cosa. Los señores del ayer la hallaban en
fería, mediante la reproducción tecnológica, cual todas las alternativas se colapsaban y haber creado y conservado lo que ahora debe
lo que Walter Benjamin denominó el “aura” todo lo diferente se excluía. Con ello queda- desaparecer. No conocemos aún a los que han
de la obra de arte, “el aquí y ahora de la obra ba sembrado el germen de la sumisión y el de conservar el futuro”(119) .

CAPÍTULO IV
Utopía y esperanza: la respuesta encadenada
"Es la esperanza, al sustraerse En contrapunto a la crítica despiadada y “aún no es”, como única alternativa posible
de una realidad a la que niega, la única desolada a un mundo que había traicionado para no sucumbir a la integración apologética
forma en que se manifiesta la verdad". su propia conciencia de humanidad, en la con la enajenación de lo real. Desde la nega-
T. W. Adorno Escuela de Frankfurt vibraba la anticipación ción de lo mezquino que llena la tierra, alza-
utópica de una realidad diversa que contu- ba la voz para afirmar la necesidad de un ideal
viera en sí la negación de los horizontes trá- de renovación del mundo. Desde la afirma-
NOTAS
gicos a que había conducido dicha traición. ción de que “dentro de la vida falsa no pue-
(115) Adorno, T. W. y M. Horkheimer. Sociológi- Fiel a la lógica de la dialéctica negativa, el de albergarse la vida justa” (120), negaba
ca, pp. 60-61.
pensamiento crítico se desplegaba desde la toda complicidad con la opresión. Desde las
(116) Adorno, T. W. y M. Horkheimer. La
dialéctica del Iluminismo, p. 185. ruptura con toda limitación impuesta a la li- infinitas posibilidades de lo cualitativamente
(117) Benjamin, Walter. “La obra de arte en la bertad para dirigirse hacia la configuración diferente, esclarecía críticamente un presen-
época de su reproducibilidad técnica”, Discursos de lo posible, cuya realización nadie podía te que asimilaba la vida a la muerte y con-
interrumpidos, p. 20. asegurar, pero sin cuya imaginación la his- vertía a la primera en apariencia y a la se-
(118) Horkheimer, Max. Sobre el concepto de toria reproduciría las cadenas de la represión. gunda en contenido normal de la realidad.
hombre y otros ensayos, p. 31. Afirmada en su autonomía con respecto a lo Para la Escuela de Frankfurt, la mirada diri-
(119) Horkheimer, Max. Apuntes, p. 42. existente, la Teoría Crítica, como tal, repre- gida al futuro cuestionaba perpetuamente a
(120) Adorno, T. W. Mínima Moralia, p. 40. sentaba el esfuerzo incesante hacia lo que lo existente en nombre de lo posible que ésta
17 / Gilda Waldman: «Melancolía y utopía»

rehusaba olvidar. Antítesis de lo dado, la uto- mismo estado y de la misma desilusionada se han vuelto inseparables” (131) y con el
pía rompía los velos de la trama que ocultaba esperanza” (123). cual, por esa misma razón, la Escuela de
la verdad de lo real; rebeldía abierta en contra Frankfurt no podía sino identificarse.
de todo lo indispensable del tiempo presente, En el arco en el cual la restitución del
en la utopía latía el impulso transformador ha- pasado se orientaba hacia la expectativa de La esperanza mesiánica, respuesta vital
cia un mañana en el cual pudieran brillar los un futuro utópico, se conjugaba, a la vez, con “cuya influencia ha sido ejercida casi exclu-
colores de lo deseado. La utopía –como ima- un arco en el cual la angustia y el desencan- sivamente bajo las condiciones del exilio
ginación de lo ausente- desafiaba en su to abrían paso a la esperanza y la ilusión. En como la realidad fundamental en la vida y
negatividad toda certeza (irracional) sobre la la tensión entre el pasado y el futuro, entre la historia judía” (132) (subrayado nuestro)
verdad de lo existente, sacudía la lógica (mor- lo real y lo posible, la reflexión de la Escue- representaba la culminación de todas las ten-
tífera) de la racionalidad del poder y se enfren- la de Frankfurt expresaba, no el regocijo ante siones y paradojas que atravesaron siempre
taba al narcismo (vacío) de la realidad. la decadencia o el ensimismamiento en el a la piedad judía (133): el contraste entre la
pesimismo, sino la confianza en la amplia- ansiedad por la lejanía de Dios y el anhelo
En la reflexión de la Escuela de Frankfurt, ción de los horizontes y en la configuración de su proximidad, entre el ideal de vida eter-
la mirada dirigida hacia el mañana extraía su de una sociedad racional. Si “en aquellos que na y lo concreto de la existencia terrenal,
fuerza de la mirada dirigida al ayer. Era la no encuentran salida a la decadencia, se entre las exigencias hechas al hombre y la
nostalgia del pasado irrealizado lo que se manifiesta entonces el miedo a la esperanza inaccesibilidad de la perfección, etc. En la
convertía en utopía, y ambas convergían en y contra la esperanza (124), el pensamiento convicción mesiánica se reconciliaban el su-
la iluminación crítica de un presente que, crítico, al llevar al máximo la desesperación, frimiento y el consuelo, las lágrimas por los
desvaneciendo la memoria histórica y anu- ubicaba en el otro extremo la seguridad en que sufren y la esperanza de la redención.
lando la perspectiva del futuro, universali- la victoria final. Desde el fondo de la deses- La confianza en un Mesías que algún día lle-
zaba las consignas totalitarias que entroni- peranza, la esperanza se rescataba a sí mis- gará a restablecer el Paraíso en la tierra afir-
zaban el espíritu de la razón instrumental. ma. Desde la desmitificación de todo falso maba la oposición a la existente, y perturba-
Lloro la desaparición de la superstición del optimismo, la Escuela de Frankfurt reafir- ba en la complacencia con un mundo preña-
más allá –escribía Horkheimer- porque la maba la fe en la capacidad del hombre para do por la maldad. La esperanza mesiánica,
sociedad que se las compone sin ella, a cada afrontar, desde los límites de la desolación, culminada en la redención, otorgaba un alien-
paso con el que se aproxima al paraíso te- la posibilidad de la auténtica libertad (125). to de optimismo al lamento por una historia
rrenal, se va alejando del sueño que hace Imbuido de melancolía y desencanto, el pen- que reiteraba la persistencia de la injusticia,
tolerable la tierra. En el goce... aún se halla- samiento crítico encontraba en la utopía, no y vibraba con la fuerza de una voluntad que
ba presente el recuerdo del paraíso (121). la resignación frente al sufrimiento, sino el se rehusaba a sucumbir a la indiferencia o la
impulso orientador hacia la transformación resignación.
En contraposición a toda filosofía de la radical del mundo. De la firmeza del pesimis-
historia –y en particular, al marxismo- que mo, nacía la fuerza del optimismo para supe-
veía a la historia hacia adelante ubicando rar a un presente recorrido por la aflicción. NOTAS
exclusivamente la esperanza en el futuro, la (121) Horkheimer, Max. Apuntes, p. 226.
Teoría Crítica hablaba también por el pasa- Escribía Horkheimer al respecto: (122) Horkheimer, Max. Sobre el concepto de
do “Lo que debe ser no puede prescindir del Pesimista es, en realidad, mi idea sobre la cul- hombre y otros ensayos, p. 148.
recuerdo” (122), señalaba Horkheimer, y en pa del género humano, pesimista en relación (123) Adorno, T. W. y M. Horkheimer. La
ese sentido, era precisamente la preocupa- con la idea de hacia dónde corre la historia... dialéctica del Iluminismo, p. 256.
ción por el futuro lo que transformaba al pa- Pero, ¿en qué consiste el pesimismo? Consis- (124) Bloch, Ernst. El principio esperanza,
sado en fundamental. Para la Escuela de te, a pesar de todo ello, en intentar realizar (1959) Madrid, Ed. Aguilar, 1977, p. XII.
Frankfurt sólo en la recapitulación de la aquello que se considera como verdadero y (125) “El método de la negación, la denuncia de
memoria se abría el horizonte de la libertad bueno. Y así, nuestro lema fue: ser pesimistas todo aquello que mutila a la humanidad y es
futura; sólo con la restitución del pasado teóricos y optimistas prácticos” (126). obstáculo para su libre desarrollo, se funda en
resurgirían aquellos contenidos que el ilu- la confianza en el hombre”. Cfr. Horkheimer,
Max. A propósito del concepto de filosofía,
minismo, en su autotraición, había olvida- La conjugación entre olvido y futuro, tra- Crítica de la razón instrumental, p. 194.
do. Desde esta perspectiva, en el olvido de ducido en la transmutación del dolor en es-
(126) Horkheimer, Max. Sociedad en transición.
los sufrimientos pasados subyacía la renuen- peranza, encontraba en la Escuela de Estudios de filosofía social. (1972) Barcelona,
cia a vencer las causas que los había ocasio- Frankfurt un sustrato teológico, cuya huella Ed. Península, 1976, p. 70.
nado. En su anulación, radicaba la renuen- se manifestaba también en autores como (127) Bloch, Ernst. op. cit.
cia a rescatar las verdades con las que el sa- Ernst Bloch (127) y Walter Benjamin (128)
ber del pasado había iluminado a la humani- quienes influyeron notablemente sobre la (128) Benjamin, Walter. “Tesis sobre filosofía de
la historia”, Discursos interrumpidos I, pp. 177-
dad. En el acto de borrarlos de la memoria, Teoría Crítica (129). La fuente de la cual bro- 191.
se sucumbía a la sumisión y se glorificaba a taba la eterna tensión entre lo cercano y lo
(129) Véase al respecto: Buck-Morss, Susan, op.
la angustia y a la amenaza como único futu- lejano, entre el presente que debería ser fu- cit., especialmente los caps. I, IX, X, XI.
ro posible para la humanidad. turo y el futuro que desea ser presente, fue
(130) Cfr. al respecto: Scholem, Gershom, The
una de las fuentes más ricas e importantes, messianic idea in judaism, New York, Schocken
Al respecto, en uno de los más dramáti- aunque subterránea y no explicitada, que nu- Books, 1971.
cos aforismos de La dialéctica del Iluminis- trió, en este sentido, a la Escuela de
(131) Horkheimer, Max. Sobre el concepto de
mo, escribían T. W. Adorno y Max Horkheimer: Frankfurt. Nos referimos a la esperanza hombre y otros ensayos, p. 168.
“Sólo el horror de la aniquilación, vuelto por mesiánica (130), aquella fuerza vital siem-
(132) Scholem, Gershom, op. cit., p. 2.
completo consciente, es la relación justa con pre presente en el pensamiento y la historia
los muertos; la unidad con ellos, dado que de un pueblo en cuyo seno, como escribía (133) Cfr. al respecto: Leo Baeck. La esencia del
judaísmo, (1948) Buenos Aires, Ed. Paidós,
nosotros somos, como ellos, víctimas del Horkheimer, “el sufrimiento y la esperanza 1964.
Módulo 2b - Comunicación y Teorías / 18

Para el mesianismo judío, sin la reden- visualizar el ayer a través del prisma de la crítica, como memoria y conciencia moral
ción, es decir, sin la transformación sagrada redención. Pero así como el nombre de Dios de una humanidad en la que había prevaleci-
del mundo en un modelo de humanidad re- es impronunciable, la naturaleza del ámbito do la violencia y la falta de libertad.
novada, la historia seguiría en un limbo pro- redimido de lo transmesiánico tampoco se
fano, tocado por un elemento de horror. En podía revelar (134). La filosofía, tal como cabe responsabi-lizarla
el mundo redimido, la eternidad descende- a la vista de la desesperación –escribía T. W.
ría sobre la tierra a fin de revelarse y conver- Escribía Horkheimer: “La utopía, en Adorno, en el párrafo final de Mínima
tirse en futuro. Lo finito y lo infinito, lo que es efecto, tiene dos caras. Es la crítica de lo que Moralia- vendría a ser la tentativa de consi-
y lo que debe ser se reconciliarán en la realiza- es y la descripción de lo que debe ser. Su derar las todas cosas según se presenten des-
ción de los más altos ideales (justicia, igual- importancia radica, esencialmente, en el pri- de el punto de vista de la liberación. El co-
dad, etc.) como ética de la historia para el con- mer momento” (135). nocimiento no sabe de otra luz como no sea
junto de la humanidad. La redención simbo- Y agregaba posteriormente: “La socie- la que resplandece desde la liberación mis-
lizaría, así, la poesía de la paz en la que todo dad correcta no puede determinarse de ante- ma... Habría que establecer perspectivas en
se transfigura y se unifica en un cuadro de mano” (136). las cuales el mundo cambiase de lugar, se
armonía, que culmina en la imagen bíblica: enajenase, revelase sus grietas y precipicios,
“Habitará el lobo justamente con el cordero; Así como la tarea del Mesías consistía tal como alguna vez habrá de aparecer, mons-
y el tigre estará echado junto al cabrito; el en mover el mundo desde lo profano hacia truoso y desfigurado, bajo la luz mesiánica.
becerro, el león y la oveja andarán juntos, y lo sagrado, la tarea del pensamiento crítico Alcanzar esas perspectivas, sin arbitrariedad
un niño será su pastor”. Isaías, XI, 6. consistía en abrir, desde el umbral de la filo- ni violencia, libre del contacto con los obje-
sofía, el portal mesiánico que conducía al tos, sólo le es dado al pensamiento (141).
En la voz de la Escuela de Frankfurt, la espacio sagrado del tiempo redimido. En este
esperanza mesiánica reaparecería, tiempo redimido, la razón se reconstruiría en Pero ¿era ello posible? No, pues la espe-
secularizada, en toda su grandeza y limita- conciliación con una realidad liberada en lo ranza mesiánica contenía en sí su propia de-
ción. La Teoría Crítica podía pensar al mun- cual la propia razón se podría reconocer bilidad. La amplitud del anhelo de una hu-
do desde la perspectiva de lo sagrado, y (137). En la reconciliación de los opuestos, manidad renovada en la que la existencia
el postrer Día del Señor, se restablecerían humana y social fuese cualitativamente di-
NOTAS “la razón, el espíritu, la moralidad, el cono- ferente, se pagaba al precio de la imposibili-
cimiento y la felicidad, no sólo (como) cate- dad de su realización (142). La grandiosi-
(134) De las figuras más importantes de la
Escuela de Frankfurt, sólo Marcuse, en sus gorías de la filosofía burguesa, sino también dad de la esperanza era, al mismo tiempo, el
obras finales –cuando ya había cortado (como) asuntos de la humanidad” (138). El signo de su irrealidad. Porque ¿cómo podrán
prácticamente todo lazo con el Instituto- se tiempo sagrado no era el del rechazo a la ra- los no-redimidos redimir a la humanidad?
aproximó con más detalle a una visión del
zón, sino el del renacer de una nueva racio-
futuro posible y a sus posibilidades de
realización. Cfr. al respecto: Eros y civilización, nalidad; no era el de la detención del pro- Para el mesianismo judío, la historia,
(1955) México, Ed. Joaquín Mortiz, (1967). Un greso, sino el de la liberación del someti- como ámbito de la necesidad era por natura-
ensayo sobre la liberación, (1969) México, Ed. miento al progreso. El mañana de la reden- leza, profana. Para entrar al ámbito de la li-
Joaquín Mortiz, (1969). Contrarrevolución y
revuelta, (1972) México, Ed. Joaquín Mortiz,
ción representaba la reconciliación entre los bertad –espacio de los sagrado en cuanto re-
(1973). intereses individuales y sociales, la disolu- presenta lo verdaderamente humano- el hom-
ción de las relaciones cosificadas, la coinci- bre debía romper con la historia. La reden-
(135) Horkheimer, Max. Historia, metafísica y
escepticismo, p. 91. dencia entre placer y trabajo, belleza y li- ción no podría ser jamás resultado de la his-
bertad, razón y satisfacción, técnica y arte, toria previa ni de la transición continua del
(136) Horkheimer, Max. Sociedad en transición:
estudios de filosofía social. (1972), Ed. trabajo y juego. Ese mañana era el espacio del presenta hacia el futuro mesiánico. La reden-
Península, 1976, p. 58. despliegue total de la razón y la imaginación ción, hecho apocalíptico que transtorna
(137) “La problemática coincidencia entre como fuerzas de transformación –incluso es- cataclísmicamente el mundo, representaba,
pensar y ser, entendimiento y sentidos, téticas- del universo natural y social. para la idea mesiánica:
necesidades humanas y su satisfacción dentro ...la trascendencia irrumpiendo en la histo-
de la caótica economía de hoy... debe dejar Señalaba Horkheimer: “...la idea de una ria, una intrusión en la cual la misma histo-
paso a la relación entre propósito racional y
realización”. Cfr. Horkheimer, Max. Teoría Crítica, sociedad futura como comunidad de hom- ria perece, transformada en una ruina por-
p. 249. bres libres, tal como ella será posible... tiene que es tocada por un rayo de luz brillante
(138) Marcuse, Herbert. “Filosofía y teoría
un contenido al que es preciso mantenerse que llega a ella de una fuente externa... Si
crítica”, Cultura y Sociedad, p. 88. fiel... en cuanto es la comprensión del mun- algo merece la historia, es morir (143).
do en que el desmembramiento y la irracio-
(139) Horkheimer, Max. Teoría Crítica, p. 249.
nalidad puedan ser eliminadas” (139). En la voz secularizada de la Teoría Críti-
(140) Broch, Hermann. La muerte de Virgilio, ca, la ruptura del puente entre el pasado y el
(1958) Madrid, Alianza Ed., 1979, p. 360.
Desde el umbral que se abría al orden de presente definía su negatividad (144). La rup-
(141) Adorno, T. W. Mínima Moralia, p. 265. la razón en el cual hombres y cosas estarían tura histórica sólo podría ser la ruptura con
(142) “En la idea mesiánica nada puede ser en su justo lugar, el pensamiento dejaba atrás el hoy de la barbarie, con la ficción hecha
realizado definitivamente, nada puede ser la soledad del exilio. En la configuración de vida y la apariencia devenida en verdad, con
logrado irrevocablemente...”, Cfr. Scholem, G.,
op. cit., p. 35.
una “edad de oro, en el cual la piedra volve- la unificación indistinguible entre placer y
ría a convertirse en oro, edad que es al mis- penuria, horror y civilización, ciencia y mito,
(143) Scholem, G., op. cit., p. 10. mo tiempo la de la tierra y el cielo... la futu- etc. La ruptura sólo podría consistir en la
(144) “La transformación que trata de obrar la ra reunión de lo divino con lo humano” (140), ruptura con la realidad, no definida en tér-
Teoría Crítica no es algo que se imponga la negación se negaba finalmente a sí mis- minos de la enajenación del trabajo o de la
paulatinamente, de modo que su éxito, aunque
lento, fuese constante”. Cfr. Horkheimer, Max. ma. En la reconciliación entre razón y reali- lucha de clases entre burguesía y proletaria-
Teoría Crítica, p. 250. dad culminaba la tarea de la filosofía como do, sino en términos de la “dialéctica de la
19 / Gilda Waldman: «Melancolía y utopía»

represión” entre individuo y sociedad, según en sí, un acto de rebelión. Peor al mismo Así, mientras se afirmaba, por una parte,
la cual la amalgama de tecnología-economía- tiempo, quienes tenían, como afirmaba Ador- la necesidad de conservar la esperanza para
política-cultura controlaba la conciencia del no, “la vida dañada”, se preguntaban: ¿cómo evitar la caída final en la barbarie, se soste-
hombre, y ésta a su vez, reproducía el uni- escapar a la bestialidad de una sociedad que nía al mismo la dificultad de que dicha espe-
verso cerrado de la dominación. La ruptura paradójicamente, negaba la existencia al do- ranza se pudiese realizar por quienes aún no
histórica era la ruptura con la realidad sus- lor?, ¿cómo romper con un mundo en el cual estaban redimidos. La esperanza mesiánica
tentada en la contracción entre la sumisión “es cosa barbárica escribir un poema”? (145) de la Escuela de Frankfurt –como la espe-
de un individuo liberado del peso de su au- ¿Cómo pensar en el amanecer de una nueva ranza mesiánica del judaísmo- se movía en-
tonomía –pero inerme- y la reificación de un historia si cada día de la historia hasta ahora tre el futuro deseado y la irrealidad de su
orden social autoritario e irracional. La rup- conocida acentuaba la violencia, la miseria, realización, entre el anhelo inalcanzable
tura histórica era la ruptura con una realidad la represión y la explotación? pero a la vez irrenunciable, cuyo precio era
de máxima capacidad de producción y a la la certeza de su incumplimiento en este
vez ilimitada capacidad de destrucción. Era Escribía Adorno en 1945 en Mínima mundo terrenal.
la ruptura con una realidad que había inva- Moralia citando a Walter Benjamin: “Mien-
dido hasta las raíces más profundas de la tras haya un mendigo... seguirá existiendo Alcanzar las perspectivas (de lo mesiánico)
existencia del hombre, asimilando su incons- el mito; sólo con la desaparición del último sólo le es dado al pensamiento –escribía
ciente a la lógica de la racionalidad del do- mendigo será conciliado el mito” (146). Adorno-. Ello es lo más simple del mundo
minio. Era la ruptura con la unidad indisolu- porque la situación inevitablemente clama
ble, y a la vez paradójica y contradictoria, Y Marcuse, en 1969, agregaba de forma por ese tipo de conocimiento, y porque la
entre la apariencia de libertad dentro de la esclarecedora: negatividad perfecta, una vez contempla-
represión, de felicidad dentro del dolor, de “Aquí está el círculo vicioso: la ruptura con da, discurre hacia la escritura reflejo de
paz dentro de la violencia. La ruptura histó- el conservador continuum autopropulsor de su antítesis. Pero ello es a la vez lo
rica lo era con las experiencias conocidas del las necesidades debe preceder a la revolu- acabadamente imposible porque presupo-
mundo. Expresaba la separación de la con- ción que ha de desembocar en una sociedad ne una posición arrancada del hechizo de
ciencia con respecto a una historia que ha- libre, pero tal ruptura sólo puede concebirse la existencia... El pensamiento está obli-
bía podido dar a luz los campos de concen- en una revolución” (147). gado a asumir su propia imposibilidad en
tración, e implicaba la superación de una nombre de la posibilidad. Pero frente a la
realidad que antagonizaba la libertad con el Este doble ámbito de mutua oposición exigencia que por ello mismo influye so-
progreso y la fantasía con la manipulación definió la reflexión tensional en la que siem- bre él, la pregunta por la realidad o no rea-
de la imaginación. Para la Escuela de pre se ubicó el pensamiento de la Escuela de lidad de la liberación misma resulta me-
Frankfurt, pensar en la luz de un futuro Frankfurt: mientras persistiese la realidad de nos que indiferente (148).
promisorio significaba oponerse a la terrible la opresión, el potencial de la liberación será
opacidad de la realidad. Imaginar un futuro un mito; sólo cuando aquélla fuese un fan- De allí que la tensión de lo irresoluble
utópico suponía someter a severo análisis la tasma muerto del pasado, la posibilidad de fuese el contenido fundamental de un pen-
trágica inadecuación de lo real. Anhelar lo los ideales del hombre no será un sueño. Pero samiento jamás dispuesto a pactar con lo real,
ausente, implicaba desplegar la libertad de ¿cómo podrán, quienes están imbuidos del pero tampoco dispuesto a dejar de soñar con
la fantasía en oposición a la univocidad de terror y la muerte del presente, romper las un futuro libre para la humanidad. El pensa-
la racionalidad de la dominación. Para la cadenas de la opresión? y si éstas no se rom- miento crítico sólo podía ejercerse desde la
Teoría Crítica, imaginar la esperanza a tra- pen, ¿cómo podrá desaparecer el “último negatividad, la soledad y la marginación. El
vés de la trascendencia del pensamiento era, mendigo” del que hablaba Benjamin? exilio era interminable.

CONCLUSIONES
Recuperar a mediados de la década de da como guía teórica de los movimientos la sociedad civil en el contexto de una crisis
los ochenta, la obra de la Escuela de estudiantiles y contra-culturales que, en los económica mundial, han provocado una vi-
Frankfurt en torno a la crisis de la cultura en sesenta cuestionaban y se oponían a los mo- gorosa reacción conservadora y un fortale-
especial en las voces de T. W. Adorno y Max dos de vida y a la esencia de las sociedades cimiento del autoritarismo. En el plano cul-
Horkheimer, resulta una tarea inquietante y industriales avanzadas supeditadas a las exi- tural, la marejada neo-conservadora – y en
compleja. Más allá de las fisuras que en ella gencias de la producción, el pensamiento de Estados Unidos, el renacimiento macartista-
pueda existir (la virtual imposibilidad de la Escuela de Frankfurt va más allá de sus rememoran la violencia y el fanatismo de las
mantener una tensión crítica permanente, el condicionamientos y límites históricos. El tropas de asalto nazis.
peligro de que el pensamiento, convertido en grito de jóvenes, mujeres, negros y hippies Durante los últimos cuatro años y medio, en
absoluto, se aísle prisionero de una negación –que intentaban desenmascara la hipocresía más de treinta Estados de la Unión Ameri-
rígida que cristalice también a la realidad que tras las fachadas y que exigía lo imposible-
pretende negar, y el vacío de una síntesis sacudió a la conciencia de una época, pero
que, al rechazar a la síntesis misma, con- fue desprestigiado, acabado o “integrado”. NOTAS
dene a las contradicciones de la realidad a Fue, en fin, vencido por esa realidad cuya (145) Adorno, T. W. “La crítica de la cultura y la
ser insuperables), esta línea de pensamien- negación y rechazo era el rasgo esencial de sociedad”, Crítica cultural y sociedad, p. 230.
to abre un abanico interpretativo rico y la Teoría Crítica. Las ilusiones y anhelos de (146) Adorno, T. W. Mínima Moralia, p. 218.
sugerente sobre el cariz que está adoptan- los sesenta quedaron atrás. El reflujo de sus (147) Marcuse, Herbert. Un ensayo sobre la
do el mundo hoy en día. utopías, aunado a la tendencia al descalabro liberación, (1969) México, Ed. Joaquín Mortiz,
Escrita, en su parte medular en las déca- de los sistemas democráticos y a la centrali- 1969, p. 266.
das de los treinta y los cuarenta, y enarbola- zación tecnoburocrática del Estado frente a (148) Adorno, T. W. Mínima Moralia, p. 266.
Módulo 2b - Comunicación y Teorías / 20

cana han sido sometidos a censura en la bi- La gran paradoja que planteaba la Escue- confunden con sus demonios, el mártir con
bliotecas escolares unos 150 libros conside- la de Frankfurt sigue presente. José Luis el que ha hecho la pira. La cárcel es, de he-
rados “comunistas” o “disociadores”, como Borges escribía recientemente: cho, infinita. De las muchas cosas que oí esta
Romeo y Julieta, Las aventuras de Huckleberry He asistido, por primera y última vez, a un tarde y que espero olvidar, referiré la que
Finn, El diario de Ana Frank, y Robinson juicio oral. Un juicio oral a un hombre que más me marcó, para librarme de ella. Ocu-
Crusoe, las obras de Platón, Scott Fitzgerald, había sufrido unos cuatro años de prisión, rrió un 24 de diciembre. Llevaron a todos
Joyce, Styron y Hemingway. (149) de azotes, de vejámenes y de cotidiana tor- los presos a una sala donde no habían esta-
tura. Yo esperaba oír quejas, denuestos y la do nunca. No sin algún asombro vieron una
En los países desarrollados, la violen- indignación de la carne humana intermina- larga mesa tendida. Vieron manteles, platos
cia, el aislamiento y el virtual clima de “fin blemente sometida a ese milagro atroz que de porcelana, cubiertos y botellas de vino.
de mundo” conducen a que los jóvenes no es el dolor físico. Ocurrió algo distinto. Ocu- Después llegaron los manjares. Era la cena
vean perspectivas, se reconozcan sólo en rrió algo peor. El réprobo había entrado en- de Nochebuena. Habían sido torturados y no
la irracionalidad que los anula como seres teramente en la rutina de su infierno. Habla- ignoraban que los torturarían al día siguien-
pensantes. En América Latina, de Cananea ba con simplicidad, casi con indiferencia, de te. Apareció el Señor de ese Infierno y les
al Fondo Monetario Internacional no pa- la picana eléctrica, de la represión, de la lo- deseó Feliz Navidad. No era burla, no era
rece haber mucha diferencia. La disgrega- gística, de los turnos, del calabozo, de las una manifestación de sí mismo, no era re-
ción, la desmovilización y el repliegue esposas y de los grillos. También de la capu- mordimiento. Era, como ya dije, una suerte
definen ahora a las fuerzas progresistas, en cha. No había odio en su voz. Bajo el supli- de inocencia del mal. (150).
tanto que los trabajadores sufren desem- cio, había delatado a sus camaradas; éstos
pleo, disminuciones salariales o recorte de lo acompañarían después y le dirían que no Quien quiera encontrar en la Escuela de
beneficios sociales. El panorama en los se hiciera mala sangre, porque al cabo de Frankfurt guías iluminadoras de acción con-
países socialistas tampoco es alentador. La unas “sesiones” cualquier hombre declara cretas y prácticas, habrá buscado el camino
comunidad internacional está pasando por cualquier cosa. Ante el fiscal y ante noso- equivocado. Su reflexión es un grito de aler-
un momento extraordinariamente difícil, y tros, enumeraba con valentía y con precisión ta acerca de lo que es hoy la realidad; es
el panorama económico mundial es incier- los castigos corporales que fueron su pan una implacable denuncia de las falsedades,
to. Un horizonte sin alternativas parecería nuestro de cada día. Doscientas personas lo mitos y represiones del orden existente; es
colorear a la realidad del presente. oíamos, pero sentí que estaba en la cárcel. un llamado para la toma de conciencia de
Lo más terrible de una cárcel es que quienes la aniquilación que hoy amenaza al mun-
NOTAS entraron en ella no pueden salir nunca. De do y para estimular el surgimiento de una
éste o del otro lado de los barrotes siguen auténtica fuerza liberadora. En este senti-
(149) Uno más uno, 2 de septiembre de estando presos. El encarcelado y el carcele- do, creemos que la Escuela de Frankfurt
1985.
ro acaban por ser uno. Stevenson creía que podría hacer suya la reflexión de Julius
(150) Excélsior, 16 de agosto de 1985. la crueldad es el pecado capital; ejercerlo o Fucik al pie de la horca: “La historia no
(151) Fucik, Julius. Reportaje al pie de la horca, sufrirlo es alcanzar una suerte de horrible ha terminado todavía. Y eso aporta un tono
México, Fondo de Cultura Popular, 1971, p. 46. insensibilidad o inocencia. Los réprobos se de esperanza” (151).

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dossier ENTREVISTA A GILDA WALDMAN, AUTORA DE "MELANCOLÍA Y UTOPÍA"

«La recepción de Frankfurt desde América Latina


ha sido muy pobre: es una tarea pendiente»
La producción académica-intelectual en América Latina Como suele suceder con el fragmentario soporte de la
no es ínfima ni poco original, como la catalogan ciertas fotocopia, el texto que había viajado desde México hasta
posturas que alientan explicaciones basadas en un presunto Argentina estaba incompleto: comenzaba directamente por
«atraso» cultural de la región. Lo que sí es cierto es que la su Introducción, sin incluir el prólogo, escrito por Guillermo
construcción de conocimientos en América Latina está Delahanty, del que sólo se podía leer su párrafo final. El
marcada por una serie de limitaciones y «pobrezas» que nombre de la autora de Melancolía y Utopía estaba indicado
bien describe Jorge González en «La voluntad de tejer...» con letra manuscrita: «Gilda Waldam». Mal-escrito: porque
(*) . A menudo comprobamos la escasa comunicación entre el nombre real de su autora es Gilda Waldman.
los investigadores de los distintos países de la región que Sin embargo, Waldam sería, durante poco más de cuatro
trabajan paralelamente las mismas temáticas y no llegan a años, un apellido escrito, fotocopiado y pronunciado hasta el
enterarse que alcanzan conclusiones notoriamente similares. cansancio: Waldam era la autora de «Melancolía y utopía»,
Pero es el destino, a veces, el que se empeña en acentuar el texto que utiliza una de las cátedras de Comunicación y
esas falencias en la circulación de los conocimientos Teorías de la Facultad para introducir al pensamiento de la
producidos en América Latina. Fue el destino, precisamente, Escuela de Frankfurt.
quien generó durante varios años un equívoco argentino a “Gilda Waldam es una investigadora mexicana de la que
propósito de «Melancolía y utopía», un brillante ensayo de no supimos más nada”, se repitió en ese período. Gilda W.
la socióloga chilena Gilda Waldman. no es, sin embargo, una desconocida. Tampoco es mexicana.
Gilda W. es chilena, aunque se radicó en México desde que
LA ANÉCDOTA viajó para hacer allí una maestría en Ciencias Sociales, cuya
Hace varios años, dos docentes de la Facultad de tesis fue precisamente «Melancolía y utopía». La doctora
Periodismo y Comunicación Social de la UNLP regresaron Gilda Waldam Mitnik es hoy una importante socióloga de
de México –a donde habían viajado por una beca– con una México.
copia del texto «Melancolía y utopía». Descubierto el error arrastrado por años, nos pusimos en
contacto con Waldman, autora de ese excelente ensayo que
NOTAS recupera, desde América Latina y a fines del siglo XX, el
pensamiento frankfurtiano. “Me emocionó enterarme qué
(*) GONZÁLEZ, Jorge. «La voluntad de tejer: análisis cultural, frentes
culturales y redes de futuro». Ponencia presentada en Stirling, había sucedido con aquel librito –respondió Gilda-, escrito
Escocia, Octubre de 1996. Publicada en Razón y Palabra, Primera hace ya tantos años en el lugar en el que vivo, tan lejano a
Revista Electrónica Especializada en tópicos de Comunicación, nº 10, Argentina. Y finalmente, porque para alguien como yo que
año 3, Abril-Junio de 1998. ha dedicado muchos años de su vida a la docencia, saber
23 / Gilda Waldman: «Melancolía y utopía»

que en algo uno puede influir en los demás, es la mejor Escuela de Frankfurt?
recompensa que se pueda recibir”. - Reflexionar sobre la obra de Benjamín ameritaría
Catedrática e investigadora en sociología y política muchos y muchos textos particulares. No lo incluí en el
contemporáneas, Gilda Waldman Mitnik se recibió de trabajo porque me centré en Adorno, Horkheimer y Marcuse
licenciada en Sociología en la Universidad de Chile y llegó a (toda elección es arbitraria), pero considero que su pensa-
la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para miento, en especial las Tesis sobre Filosofía de la Historia
realizar la maestría que se dicta en la Facultad de Ciencias (escritas en 1940 antes de abandonar París, y que llegaron a
Políticas y Sociales. En esa misma institución se doctoró en Adorno vía Bataille) son esenciales para «La dialéctica del
Sociología. Además, completó una especialización en Iluminismo», en especial en lo referente a la crisis de la
Estudios Judaicos en la Universidad Iberoamericana. En la modernidad y el progreso, la violencia de la historia, y la
actualidad es Profesora Titular de la cátedra de Teoría Social, necesidad de recuperar la memoria de los vencidos. Por otra
coordina el área de Sociología de la Cultura y dicta clases de parte, creo que Benjamin sería muy recuperable en términos
posgrado en la UNAM. Ha realizado ensayos, traducciones y de pensar fragmentariamente, rompiendo la sistematicidad a
críticas para la revista de esa Universidad, Casa del Tiempo y la que tienden las Ciencias Sociales y que estimo explican
otras publicaciones. bastante poco.
En los últimos años, su trabajo académico se inclinó - En la producción actual de las ciencias sociales, ¿en
hacia el área de Sociología de la Cultura, en especial hacia el qué pensador encontrás mejor representado el espíritu
campo de Literatura y Sociedad. “Estoy obsesionada con el de Frankfurt?
tema de Historia y Memoria, Memoria y literatura, y a veces - Estoy bastante desconectada de la Teoría Sociológica
me dedico a estudiar a los mapuches, reminiscencia de un tío contemporánea... pero pienso que quien mejor ha rescatado
argentino que vivió en Temuco cerca de ellos y quien me el espíritu frankfurtiano es George Steiner, aunque no quepa
enseñó, desde muy pequeña, a tomar mate”. dentro del «canon sociológico»... Desde hace ya largo
Además, colabora en Radio UNAM con el programa tiempo, mi trabajo en la Facultad se ha vertido hacia el área
«Por el sendero de los libros, los autores y los lectores» y de Sociología de la Cultura, en especial hacia el campo de
confiesa que la literatura es su “gran pasión”. Pero no es su Literatura y Sociedad. Me he alejado de la Teoría; regreso,
única pasión: otra es la que tiene por la Teoría Crítica de los sin embargo, frecuentemente a Benjamin y a Steiner.
pensadores de la Escuela de Frankfurt, a la que dedicó el - ¿Cómo ves la recepción de la obra de Adorno,
final de su primer estudio de Horkheimer, Marcuse y
posgrado.
Toda elección es arbitraria. Yo me centré Benjamin en América Latina?
- «Melancolía y utopía» –nos - Estimo que ha sido muy pobre.
en Adorno, Horkheimer y Marcuse...
cuenta Waldman– fue mi tesis de No ha habido ni el interés en
Benjamin sería muy recuperable en
maestría en Sociología en la recuperarlos ni menos en pensar la
términos de pensar fragmentariamente,
Facultad de Ciencias Políticas y problemática del continente a la luz
rompiendo la sistematicidad a la
Sociales de la UNAM. Fue escrita de sus reflexiones. Es una tarea
que tienden las Ciencias Sociales
a lo largo de varios años, dejando pendiente.
y que estimo explican bastante poco.
mi alma en ese texto. Escribirla - En tu ensayo catalogas a los
fue un acto de amor, tanto a autores de Frankfurt como unos
Horkheimer, Adorno y Marcuse que modelaron mi manera de los pensadores más lúcidos del siglo XX. Ahora bien,
de ver el mundo, como a un hombre cuya influencia intelec- más allá de esa valoración positiva, ¿qué críticas les
tual en mí fue crucial... harías? ¿qué dejaron afuera o en qué dirías que se
- ¿Cómo llegaste a la Escuela de Frankfurt? equivocaron?
- La preocupación inicial en torno a la Escuela de - Me encuentro desarmada para realizar una crítica a los
Frankfurt comenzó para mí cuando era estudiante de Socio- pensadores de Frankfurt. Creo que todavía no he logrado
logía, en Santiago de Chile, y un profesor argentino, José establecer una distancia con respecto a ellos, pero recuerdo
Luis Najenson, me hizo leer a Marcuse. Desde ese momen- lo que alguien que estudió con Adorno solía decir (creo que
to, quedé marcada. La vida me trajo a México y después de citando a Lukacs): «Son el hotel de lujo junto al abismo».
varios años de deambular por diversos senderos de la Teoría Para mí, creo que hay que volver a leerlos a la luz de la
Sociológica, regresé a mis orígenes. problemática contemporánea, por ejemplo, las nuevas formas
- ¿Cómo explicarías el título de tu tesis? ¿Por qué del capitalismo, el resurgimiento de las corrientes de derecha
quisiste remarcar esa dialéctica entre la Melancolía y la (sobre si son fascistas o no, es toda una polémica), las
Utopía? transformaciones en las dimensiones de tiempo y espacio
- ¿Por qué «Melancolía y utopía»? Difícil pregunta: quise propias de la modernidad, etc. En especial, creo que habría
jugar con la tensión presente en el pensamiento de la Teoría que regresar seriamente a «La personalidad autoritaria», de
Crítica entre una perspectiva desesperanzada y la utopía Adorno, de quien por cierto se cumplen cien años de su
(nunca cumplida). No sé si «melancolía» fue el mejor nacimiento (el 11 de septiembre de 2003). También que
término: quizá debí haber profundizado en la idea de «duelo» habría que recuperar a uno de los grandes pensadores de la
o «desesperanza», pero en ese momento elegí el de «melan- Escuela de Frankfurt poco conocido entre nosotros y que es
colía», que en lo personal me sigue resultando pertinente. extraordinario: Leo Lowenthal, en especial sus trabajos sobre
- Benjamin quedó fuera de tu ensayo. ¿Qué rescata- Literatura y Sociedad. Esa es otra tarea pendiente.
rías como principal de su pensamiento? ¿Cómo D.B.
describirías el lugar teórico que ocupó dentro de la América Latina, septiembre de 2003

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