Está en la página 1de 6

Orfeo

Orfeo, por Franc Kavčič

Orfeo (en griego Ὀρφεύς) es un personaje de la mitología griega. Según una creencia bastante
difundida, sería hijo de Apolo (o Eagro) y de una de las musas, Calíope. Según los relatos, cuando
tocaba su lira, las fieras se calmaban, y los hombres se reunían para oírlo y hacer descansar sus
almas. Así enamoró a la bella Eurídice y logró dormir al terrible Cerbero cuando bajó al inframundo
a intentar resucitar a Eurídice. Orfeo era de origen tracio; en su honor se desarrollaron los
misterios órficos, basados en rituales iniciáticos en la Antigua Grecia, de los cuales no hay mucha
información, o sus fuentes no son conocidas.

Introducción

Si bien no se hallan los textos en los que hagan mención de él Homero y Hesíodo, ya era conocido
en la época de Íbico (ca. 530 a. C.), y Píndaro (522 — 442 a. C.) se refiere a él como «el padre de
los cantos».

Desde el siglo vi a. C. en adelante fue considerado como uno de los principales poetas y músicos
de la Antigüedad, el inventor de la cítara y quien añadió dos cuerdas a la lira: antes, la lira tenía
siete cuerdas; la lira de Orfeo, nueve, en honor a las nueve musas.1 Con su música, Orfeo era
capaz no solo de calmar a las bestias salvajes, sino incluso de mover árboles y rocas y detener el
curso de los ríos. Como músico célebre, fue con los Argonautas en busca del vellocino de oro. Se le
supone como uno de los pioneros de la civilización, habiendo enseñado a la humanidad las artes
de la medicina, la escritura y la agricultura. En su aspecto más conectado con la vida religiosa, fue
augur y profeta. Practicó las artes de la magia, en especial la astrología. Fundó o hizo accesibles
muchos cultos importantes, como los de Apolo y Dioniso; instituyó ritos místicos, tanto públicos
como privados; prescribió rituales iniciatorios y de purificación. Se dice que visitó Egipto y que allí
se familiarizó con los escritos de Moisés, y con la doctrina de una vida futura.

Genealogía y juventud

Vida de Orfeo.

De acuerdo con Apolodoro2 y un fragmento de Píndaro,3 el padre de Orfeo fue Eagro, un rey de
Tracia, o bien el propio dios Apolo. Esto último es coherente con la devoción de Orfeo por este
dios, que es el dios de la música. Su madre fue la más importante de las musas, Calíope,4 o bien
Polimnia, otra de las musas.5 Otros dicen que su madre también pudo haber sido una de las hijas
de Píero, hijo de Macedón,6 y al menos una fuente dice que Menipe, hija de Támiris.7 De acuerdo
con Tzetzes era nativo de Bisaltia.8 Su lugar de nacimiento se ubica en Pimplea, cerca del monte
Olimpo;9 Pimplea también había sido el lugar donde se casaron Eagro y Calíope.10 Mientras vivía
con su madre y sus ocho hermosas hermanas en el monte Parnaso, conoció a Apolo, que cortejaba
a la musa risueña Talía. Apolo, como dios de la música, le dio a Orfeo una lira de oro (fabricada por
Hermes con el caparazón de una tortuga), y le enseñó a tocarla, como un presente de amor.11 La
madre de Orfeo le enseñó a recitar versos para ser cantados. También se dice que estudió en
Egipto12 y que estableció el culto de Hécate en Egina.13 Llevó a Laconia la adoración de Deméter
Ctonia.14 y la de las Κόρες Σωτείρας («doncellas salvadoras»).15 Parece ser que en el monte
Taígeto los pelasgos guardaban una imagen de madera de Orfeo en el santuario de Deméter
eleusina.16 De acuerdo con Diodoro Sículo, Museo de Atenas también era hijo de Orfeo.17

Expedición de los Argonautas

A pesar de su origen tracio, Orfeo se unió a la expedición de los Argonautas, en la que marcaba el
ritmo de los remeros y protegió a sus compañeros de las sirenas con su música. Estas vivían en la
isla Antemóesa y cantaban hermosas canciones que atraían a los marineros hacia ellas. Entonces
los devoraban. Cuando Orfeo oyó sus voces, sacó su lira e interpretó su música, que era más bella
que la de ellas, tapándola y ahogándola. Butes fue el único que no pudo resistir los cantos de las
sirenas y se lanzó al mar para nadar hacia ellas, siendo salvado por la diosa Afrodita.181920

Rescate de Eurídice en el inframundo

Orfeo, intentando rescatar a Eurídice que caiga al inframundo.

La historia más conocida sobre Orfeo es la que se refiere a su esposa Eurídice, que murió al ser
mordida por una serpiente mientras huía de Aristeo; otras, que el hecho fatal ocurrió mientras
paseaba con Orfeo.

En las orillas del río Estrimón, Orfeo se lamentaba amargamente por la pérdida de Eurídice.
Consternado, Orfeo tocó canciones tan tristes y cantó tan lastimeramente que todas las ninfas y
todos los dioses lloraron y le aconsejaron que descendiera al inframundo (catábasis) en busca de
su amada. Durante el camino en las profundidades del inframundo, Orfeo tuvo que sortear
muchos peligros; empleando su música, hizo detenerse los tormentos del inframundo (por
primera y única vez), y, llegado el momento, ablandó los corazones de Hades y Perséfone, que
permitieron a Eurídice que volviera con Orfeo al mundo de los vivos, pero con la condición de que
él caminase delante de ella y no mirase atrás hasta que hubieran alcanzado el mundo superior y
los rayos de sol bañasen a la mujer.

A pesar de sus ansias, Orfeo no volvió la cabeza en todo el trayecto: ni siquiera se volvía para
asegurarse de que Eurídice estuviera bien cuando pasaban junto a un demonio o corrían algún
otro peligro. Orfeo y Eurídice llegaron finalmente a la superficie. Entonces, ya por la
desesperación, Orfeo volvió la cabeza para ver a su amada; pero ella todavía no había sido
completamente bañada por el sol, y aún tenía un pie en el camino del inframundo, así que se
desvaneció en el aire, y esa vez para siempre.21
Según relata Platón, los dioses del infierno solo presentaron a Orfeo una aparición de Eurídice. No
le entregaron a su amante porque les parecía que se mostraba cobarde, y no había tenido el arrojo
de morir por amor, sino que había buscado el medio de penetrar con vida en el Hades.22

Pausanias indica que el lugar donde ocurrió este mito era Aorno, en Tesprótide, donde había un
oráculo de los muertos.23

Muerte de Orfeo

Orfeo encantando a los animales. Detalle de mosaico, Museo Arqueológico Regional de Palermo.

Según cuenta Ovidio, Orfeo intentó regresar al inframundo, pero Caronte le negó el paso por el río
Leteo, así que Orfeo se retiró a los montes Ródope y Hemo, donde permaneció tres años evitando
la unión amorosa con cualquier mujer, a pesar de que se le ofrecieron muchas ninfas. Orfeo seguía
cantando y tocando la lira, lo que provocó que los árboles se conmovieran.24 En esos montes, fue
visto por las bacantes tracias que se sintieron despreciadas por él. Apresaron a los animales que lo
acompañaban y a él lo apedrearon, lo despedazaron y esparcieron sus miembros. Su cabeza y su
lira fueron arrojadas al río Hebro; esos restos fueron a parar al mar, y, cerca de la isla de Lesbos,
una serpiente quiso comerse la cabeza de Orfeo, pero Apolo la transformó en roca. Por su parte,
Dioniso castigó a las bacantes convirtiéndolas en árboles. Mientras, el alma de Orfeo encontró a la
de Eurídice en el inframundo, y desde ese momento son inseparables.25

En otra versión, que fue recogida por Eratóstenes y que se remonta a la obra perdida de Esquilo
Las basárides, Orfeo, al final de su vida, desdeñó el culto a Dioniso, del que antes presidía los
misterios. En cambio, consideró a Helios, a quien llamó Apolo, como el principal dios. Por ello,
mientras Orfeo se encontraba en el monte Pangeo esperando la salida del sol, Dioniso envió a las
ménades para que lo despedazaran. Pero unas ninfas reunieron sus pedazos y los enterraron en
un lugar llamado Libetros, cerca del monte Olimpo. Mientras, la lira fue colocada por Zeus entre
las constelaciones.261

Otras versiones, recogidas por Pausanias, señalaban que Orfeo obligaba a los maridos de las
mujeres de Tracia a que lo siguieran en sus viajes. Por eso lo mataron mientras estaban
embriagadas de vino, y por ello se estableció la costumbre de que los hombres salieran a combatir
tras haber bebido. También se contaba que a Orfeo lo había matado un rayo enviado por Zeus en
castigo por haber enseñado a los hombres misterios inauditos. Otros contaban que, subiendo del
averno, Orfeo se había vuelto para ver si lo seguía Eurídice, y al no verla, se suicidó. Los tracios
decían que los ruiseñores que más alto y mejor cantaban eran los que anidaban en la tumba de
Orfeo.27
Por su parte, Higino recoge otras dos tradiciones. Calíope, madre de Orfeo, había participado
como juez en la disputa entre Afrodita y Perséfone por la posesión de Adonis. Afrodita, al no
satisfacerle el veredicto, hizo que todas las mujeres tracias se enamoraran de Orfeo hasta tal
punto que llegaran a despedazarlo. Otros contaban que la causa había sido que Orfeo había sido el
primero en mantener relaciones amorosas con hombres, lo que había supuesto una ofensa para
las mujeres.28

Según Platón, los dioses impusieron a Orfeo el castigo de morir a manos de mujeres por no haber
tenido el arrojo de morir por amor como Alcestis, hija de Pelias, que había muerto en lugar de su
marido Admeto.22

Sepulcro de Orfeo

Muerte de Orfeo de artista italiano Michele Tripisciano (yeso 1898).

La tradición que sostenía que los restos de Orfeo habían estado en un principio en Libetros recogía
la leyenda de que un oráculo de Dioniso había dicho que cuando el sol viera los restos de Orfeo la
ciudad de Libetros sería destruida por ataque de jabalí. Pues bien: un pastor se acostó junto al
sepulcro de Orfeo, empezó a cantar versos de este entre sueños y unos agricultores y otros
pastores se reunieron para oír el canto, se empezaron a pelear por estar más cerca del cantor y
acabaron rompiendo la columna y la urna que contenía los restos, que quedaron expuestos al sol.
La noche siguiente llovió mucho, y el río Sys («Jabalí»), que bajaba del monte Olimpo, arrasó la
ciudad y murieron todos sus habitantes y sus animales. Después, los restos de Orfeo fueron
trasladados a Díon.29

Decía la tradición que los restos mortales de Orfeo estaban encima de una columna situada en el
camino que iba desde la ciudad de Díon hasta el monte Helicón, en Pieria. También hay un río
llamado Helicón que desaparecía bajo tierra y luego volvía a aparecer. Decía del río la tradición
que antaño discurría por la superficie, y que después se había escondido bajo tierra para evitar
que las que habían matado a Orfeo pudieran purificarse en sus aguas.30

Poemas y ritos órficos

Artículo principal: Orfismo

Como a otras figuras humanas legendarias como Bacis, Museo, Abaris, Aristeo, Epiménides y la
Sibila, se ha atribuido a Orfeo un gran número de poemas religiosos griegos en hexámetro. De la
vasta literatura solo sobreviven dos ejemplos completos: un conjunto de himnos compuestos en
algún momento del siglo iii o del siglo ii a. C. y una Argonáutica órfica compuesta entre los siglos vi
y iv a. C.. La literatura órfica temprana que puede datar del siglo vi a. C. sobrevive solo en
fragmentos de papiro y en citas de autores posteriores.

Además de servir de almacén de datos mitológicos, la poesía órfica ha sido recitada en ritos
mistéricos y rituales de purificación. Platón, en particular, habla sobre una clase de sacerdotes
mendicantes que ofrecían a los ricos, mediante sacrificios y encantamientos, purificaciones de
crímenes que hubieran podido cometer ellos o sus antepasados. Añade que estas prácticas,
llamadas «iniciaciones a los misterios» se apoyaban en libros de Orfeo y Museo.31 Aquellos que
eran especialmente devotos de estos rituales y poemas frecuentemente practicaban el
vegetarianismo y la abstinencia sexual, y evitaban comer huevos. Esta costumbre llegó a ser
conocida como «vida órfica» (Orphikos bios).

Orfeo en el arte

Las representaciones plásticas de Orfeo son muy abundantes. En pintura, Durero, Émile Lévy y
Émile Bin realizaron obras con el nombre de La muerte de Orfeo.

En música, es especialmente importante la obra de Claudio Monteverdi La fábula de Orfeo (1607),


considerada una de las primeras óperas de la historia. Otros importantes compositores recrearon
el mito: entre ellos, Christoph Willibald Gluck (Orfeo y Eurídice) y Jacques Offenbach (en su
paródica ópera bufa Orfeo en los infiernos).32

En la poesía latina, Orfeo aparece en el libro cuarto de las Geórgicas de Virgilio y en el libro décimo
de las Metamorfosis de Ovidio.

En lengua española, aparece en la lírica de Góngora. Francisco de Quevedo le dedicó el poema Un


Orfeo burlesco, y Juan de Jáuregui desarrolló por extenso el mito en un poema en cinco cantos, en
1624.

Rainer Maria Rilke publicó en 1923 Los sonetos a Orfeo (Sonette an Orpheus).

En pintura, el simbolista Jean Delville plasmó su Orfeo muerto.

Jean Cocteau realizó una trilogía cinematográfica basada en el mito.


Marcel Camus dirigió la película Orfeo negro, en la que la historia de Orfeo y Eurídice se traslada al
Carnaval de Río de Janeiro.

También hay un musical Off-Broadway titulado Hadestown, escrito y compuesto por la


estadounidense Anaïs Mitchell, que narra el mito de Orfeo y Eurídice ambientado en los años de la
Gran Depresión.

El actor Anthony Hopkins compuso una canción basada en el mito de Orfeo y la búsqueda de
Eurídice para su CD Composer titulada Orpheus.

Reflektor (2013), cuarto álbum de estudio del grupo canadiense de indie rock Arcade Fire,
contiene dos pistas alusivas al mito de Orfeo y Eurídice: «Awful Sound (Oh Eurydice)» y «It's Never
Over (Oh Orpheus)».

Ballet

Heinrich Schütz: Ópera-ballet Orpheus und Eurydice (Dresde 1638, Libretto August Buchner, la
música no se conserva)

Igor Strawinsky: Orpheus, ballet (1948)

Obras de diferentes géneros

Jean-Philippe Rameau: Kantate Orphée von (c.1721)

William Hayes: Ode When the fair Consor o Orpheus and Euridice (1735)

Franz Liszt: Orpheus, poema sinfónico

Ópera

También podría gustarte