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12 Bendición de someterse a la autoridad

1.- Versículo para Memorizar:

"Toda potestad me es dada en el cielo y la tierra" (Mateo 28:18).


"Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de
parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas." (Romanos 13:1)
2.- Enseñanza Bíblica:
Por muchos años Jorge Alfredo fue una piedra en el zapato para el pastor de la congregación.
Cada vez que él proponía algo, el joven se oponía abiertamente y cierto domingo, durante una
asamblea de la congregación, le dijo al ministerio que su metodología estaba mandada a
recoger porque habían nuevas alternativas de desenvolvimiento eclesial, con resultados
sorprendentes y asegurados.
El siervo de aquella comunidad de creyentes supo sobrellevar la incomoda situación y fue el
primero en apoyar el envío de Jorge Alfredo a una pequeña iglesia que estaban plantando en un
barrio marginal, al oriente de la ciudad.
El problema fue para el muchacho porque desde un comienzo, nadie se sujetó a su ministerio
y si enseñaba algo, inmediatamente daba lugar a polémicas. Su fallido desenvolvimiento como
predicador prosiguió hasta que los feligreses no lo soportaron y se quejaron a la iglesia
principal.
Hoy está sentado en la banca. Se queja porque los hermanos en la fe no lo comprendieron ni
apoyaron. Ignora—o al menos quiere ignorar—que está viviendo las consecuencias de su falta de
sujeción a la autoridad.
Aun cuando no nos guste, debemos acatar las instrucciones ya que la Palabra de Dios enseña:
"Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de
parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas." (Romanos 13:1)
2.1.- Desconocimiento de las figuras de autoridad
En la sociedad actual hay un marcado desconocimiento de las figuras de autoridad, las cuales
están instituidas en la iglesia, el gobierno secular y por supuesto, el hogar.
A pesar de que haya quienes sistemáticamente quieran ignorarla, la autoridad existe. Imagine
por un instante que un conductor se encuentra transitando una importante autopista de la
ciudad. De pronto y sin sujetarse a las normas de tránsito, se detiene en medio de la vía
mientras se toma un respiro. ¿Acaso porque él deliberadamente ignoró la normatividad de
tránsito, deja de ser válida? En absoluto. Seguirá teniendo la misma vigencia y las causas por la
infracción serán las mismas.
Recuerde un principio esencial y es que la principal autoridad recae en Dios, Él la delega en
Su Hijo Jesús y desde allí (Cf. 1 Corintios 11:3; 15:24), al gobierno humano, eclesial y familiar.
El propio Maestro dijo: "Toda potestad me es dada en el cielo y la tierra" (Mateo 28:18).
No someternos es un acto de rebeldía que, tratándose de autoridades establecidas por el
Señor, no está bien delante de Su presencia: "De modo que quien se opone a la autoridad, a
lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos."
(Romanos 13:2)
2.2.- Respondiendo por el mal ejercicio de la autoridad
Cada esfera de la sociedad tiene alguien que la conduce. Son las personas que ejercen
autoridad. Si no lo hacen bien, deben responder ante Dios.
La autoridad humana tiene sus limitaciones; no podemos desconocer que bien sea
representantes del gobierno y aún ministros de la iglesia o líderes, se exceden. A su vez ellos se
hacen merecedores de las consecuencias que se derivan del proceder que asumen.
Recuerde siempre que a nivel eclesial, ejercen autoridad el pastor y los líderes; en la escuela,
los maestros; en el hogar, recae en el esposo y por delegación suya, a la esposa; entre los hijos
la autoridad la ejercen los padres.
Es importante reconocer que tal autoridad está acompañada por el poder que tienen las
palabras. Con ellas edificamos (desatamos Bendición) o destruimos (desencadenamos
Maldición).
Al ejercer la supremacía, bien sea sobre las comunidades, sobre la iglesia o sobre el hogar, es
necesario medir el alcance de todo cuanto pronunciamos. Un maestro indignado puede marcar
un estudiante cuando le dice: "Jamás aprenderás nada". Igual un padre cuando señala a su hijo
con expresiones como: "Nunca servirás para nada". Son Maldiciones pronunciadas sobre aquellos
en quienes tenemos autoridad y que terminan afectando negativamente sus vidas.
3.- Lecturas Devocionales:
Lunes: Rut 2:1-23; Martes: 1 Reyes 17:8-24; Miércoles: 2 Reyes 4:1-7; Jueves: 2 Reyes 4:38-
44
Viernes: 2 Reyes 8:1-6; Sábado: Job 42:1-17; Domingo: Salmos 23:1-6.

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