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“Mira, Hijita: Esta Cruz del Apostolado ahuyentará al demonio, esparcirá virtud, como que toda ella está empapada y con
esto curará las almas, y también los cuerpos, hará muchos milagros” (CC. 3/89)
“La Cruz es la consecuencia del amor y a esta Cruz bajé YO a buscar al mundo porque amaba. La Cruz es el punto de unión
entre el cielo y la tierra y desde que la santifiqué con mi muerte, no hay otro camino para alcanzar el cielo, para aplacar la
justicia divina, ni para la paz y la felicidad de las almas. ¿Entiendes ahora las riquezas, las riquezas de la Cruz y la felicidad
de Dios?” (CC. 7/40)
Creerle a Conchita es encontrar en LA CRUZ DEL APOSTOLADO nuestro itinerario de santidad, de realización, es abrirnos al
amor de Dios en nuestras vidas.
La pedagogía que Cristo emplea con Conchita, tiene etapas y secuencias. Conchita no vio la Cruz toda y de golpe, llevo
varios días en verla completa. ¿Por qué? ¿No sería esto, porque Jesús sabía de modelos formativos y de las necesidades
que hoy tenemos en nuestros grupos y en la sociedad? ¿No se adelantaría Jesús a nuestra problemática al darnos la Cruz
del Apostolado?
El Arzobispo Luis María Martínez, dice a Conchita, que en la cruz está su proyecto espiritual, el itinerario de su crecimiento.
El Padre Luis Ruiz MSpS, considera la Cruz del Apostolado como el mapa de nuestra conversión a la santidad y de hecho ¡¡
lo es!! Es muy profunda la revelación de esta cruz de vida.
En este año tres proponemos la Cruz del Apostolado como nuestro modelo formativo y tendremos como objetivo:
Objetivos Específicos:
3) Generar retos que auto-capaciten al joven en la maduración e integración del mensaje Evangélico en su vida y la
proyección adecuada de este a la comunidad.
4) Apoyar la vida espiritual, sacramental y de oración contemplativa, a ejemplo de Nuestra Madre Conchita,
herramientas fundamentales en la vida del auténtico cristiano.
2) “Los cruces” en Cruz Grande “Re-significar, dar sentido a todos los acontecimientos
la vida del Apóstol de la Cruz. que se cruzan en la vida diaria, concientizando al joven
de la verdad que le habita, para que descubra las
consecuencias y causas de sus elecciones y opciones”
3) La misericordia: Corazón “Redescubrir el amor de Dios y experimentar la
el corazón del apóstol de la misericordia en nosotros, su amor que nos vuelve
Cruz. misericordiosos y solidarios con el hermano y ante el
dolor, encontrando su valor salvífico”.
4) Interior del Cruz Interna, “Acompañar a Cristo en el interior de su corazón,
Corazón de Cristo+consuelo Espinas y Lanza descubriendo la soledad y el silencio como fecundidad
en nuestra vida y relaciones personales”
5) Líder Cristiano = Fuego y Luz “Proveer de técnicas y herramientas del buen líder de la
Cruz Viva+Misionero Espiritualidad de la Cruz, así como estrategias y retos
que ayuden a afianzar las cualidades de un animador de
grupo”
Al terminar el año tres nos encontraremos más identificados con la Espiritualidad de la Cruz,
experimentando el poder de la Cruz del Apostolado en nuestra vida, sintiéndola cercana y
reflejo de ella. Cruz viva.
En esta Etapa debes de estar consciente y experimentar que el Espíritu que mueve al Apóstol de la Cruz es el mismo
Espíritu Santo, Espíritu que:
1) Favorece siempre El AMOR, como la base y motor en el caminar, el fundamento en toda actividad
apostólica.
2) Es discernimiento tomando en cuenta el bien común, la gratitud, contemplación y la palabra de Dios
3) Verifica y constata los frutos de paz, oración, dolor por el sufrimiento del otro, sentido común e impulso
misionero que brotan en tu interior.
Facilitador: Verificar que se tenga claridad en la captación del auténtico Espíritu del apóstol de la cruz. Motivar a la vivencia
desde y con el Espíritu de la Cruz.
Participante: Constatar que el Espíritu del Apóstol de la Cruz, lo mueve, se identifica con Él y distingue sus impulsos.
OBJETIVO: Que el joven re-descubra el amor de Cristo y cómo lo manifestó en su proyecto
Evangélico. Un proyecto de AMOR que nos compromete a realizar con caridad todas las actividades
de nuestra vida y de nuestro servicio apostólico. Confirmando así, que es verdaderamente sólido
todo aquello que se construye cimentado en el amor.
BIENVENIDA Y ORACIÓN INICIAL: Después de dar la bienvenida al grupo, iniciar con una
oración en la que ofrezcan juntos como grupo el año que inician. Quien la dirija, invite tanto a
los animadores como a los integrantes, a ponerse en manos del Espíritu Santo para que sea
quien les guíe y les de los dones necesarios: a unos para transmitir el mensaje Dios y a los otros
para recibirlo. Dar un par de minutos para que en lo individual cada uno lo haga en su interior.
Concluir el momento de oración repitiendo todos juntos la consagración al Espíritu Santo (llevar
estampitas con la oración o copias o pedirles que la vayan repitiendo después de la persona que la dirige):
Oh Espíritu Santo: Acepta la consagración absoluta y perfecta de todo mi ser. Dígnate ser en cada instante de mi vida y en
todas mis acciones, mi director mi luz, mi guía, mi fuerza y todo el amor de mi corazón. Me abandono sin reserva a la acción
amorosa de tu gracia y quiero ser siempre dócil a tus inspiraciones. ¡Oh Espíritu Santo! Transfórmame por Maria en Cristo
Sacerdote y Victima a fin de dar consuelo a su corazón sagrado extendiendo el reinado de santidad para gloria del padre en
la salvación de los hombres. Jesús, salvador de los hombres, ¡sálvalos!
DESARROLLO
En el siguiente material se desarrollan todas estas ideas para cumplir con el objetivo del tema. Al preparar la plática, el
animador debe considerar que la duración de la exposición no debe ser demasiado extensa para dejar tiempo suficiente a la
dinámica que es parte fundamental también de este tema la cual se incluye al final.
“La prueba de que Dios nos ama es que Cristo murió por nosotros cuando éramos pecadores. Cuando éramos enemigos
de Dios. Él nos reconcilió consigo mediante la muerte de su Hijo.” (Rm 5,8)
Jesús nos dice en el Evangelio que no hay amor más grande que el de aquél que da la vida por sus amigos. También nos
dice que el mandamiento más importante es el del amor: Amar a Dios y amar a los hermanos. Y Nuestro Señor es el
primero que nos pone el ejemplo de sus enseñanzas. Siendo Dios, se anonadó a si mismo (se hizo nada), se hizo hombre y
nació en un pesebre, como parte de una familia humilde, aprendió un oficio y trabajó. Desde el momento en que se hizo
hombre comenzó a dar la vida por amor. Y su muerte en la cruz, que lo llevó después a compartir con nosotros la gloria de
la Resurrección, es el signo supremo de su amor por la humanidad. “Con amor eterno te he amado y prolongaré por
siempre mi favor hacia ti” (Jr 31, 3).
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“¡Buenas Noticias!”, Ricardo Zimbrón Levy, M.Sp.S.
personas de toda clase social. Y no solo eso, sino que anduvo acompañado de sus discípulos, sin tener un techo seguro bajo
el cual dormir, pasando cansancio, hambre, sed y el peligro de ser apresado, con tal de proclamar la Buena Nueva del Reino
de Dios.
Mons. Luis María Martínez, quien fue el último director espiritual de Conchita, nos dice: Todos los que aman en la tierra,
alguna vez se cansan, alguna vez dejan de amar y hasta llegan a pensar que tienen derecho a dejar de amar… Pero Jesús no
es así: es constante, es fiel y cada alma es un monumento de la fidelidad y de la constancia de Jesús… Nadie en el mundo,
nadie puede haber tan fiel, tan constante en su amor como Nuestro Señor… Nuestro amor, como todo lo nuestro, son
líneas onduladas, tiene altas y bajas… es preciso que nuestro corazón sea constante; constante en el amor a Dios,
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constante en el amor al prójimo… Así imitaremos el corazón divino de Jesús.
El Padre declara que Jesús es “su hijo amado en quien tiene todas sus
complacencias” (Mt 3,17). Y le da un pesebre para nacer, una familia pobre para
vivir del sudor de su frente y permite que su misión termine en el fracaso y en la
afrenta de la cruz. Y gracias a todo eso Jesús es grandioso, heroico y el sublime
Redentor de la humanidad. Por haber aceptado la voluntad del Padre hasta la
muerte de cruz, Dios le dio el nombre que esta sobre todo nombre… Lo mismo
acontece con cada cristiano. Todos tenemos mucho de grande y de heroico
cuando a lo largo de toda una vida cumplimos la voluntad de Dios y aceptamos
sus designios en medio de la penosa oscuridad de la fe. Todos tenemos una
vocación mesiánica cuando nos toca “completar en nuestro cuerpo lo que faltó a
la pasión de Cristo”. Y por nuestra obediencia al Padre y por “cargar cada día
nuestra cruz” merecemos compartir la misma gloria de Cristo Jesús. Si Dios
quiere que seas héroe, que seas glorioso, que seas algo grande, no será
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ciertamente por falta de amor.
2
“El Amor”, Mons. Luis María Martínez
3
“¡Buenas Noticias!”, Ricardo Zimbrón Levy, M.Sp.S.)
Llamados a ser misericordiosos como Jesús
Jesús pone de manifiesto su amor desmedido hacia nosotros a través de su misericordia. Contrario a lo que pudiéramos
pensar, en lugar de rechazarnos cuando más miserables nos sentimos, es cuando con mayor intensidad se hace presente
en nuestras vidas. Y nos abre los brazos para recibirnos si tenemos la disposición de buscarlo y encontrarnos con El. Su
Misericordia es fuertemente atraída por nuestras miserias. El Papa Juan Pablo II escribió acerca de la práctica de la
misericordia en la Iglesia:
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“Dives in misericordia”, Juan Pablo II
Para amar a la manera de Jesús
No se puede amar como Jesús, sin Jesús. Para que sea posible que llevemos a cabo todas nuestras acciones con caridad, es
necesario alimentarnos constantemente de la fuente de Amor infinito, que es Dios: Si intento amar a mis hermanos
únicamente con mis propios recursos, con mis propias fuerzas, un día terminaré agotado, porque tarde o temprano se me
acabará ese amor que tenía reservado para ellos. Mis obras ya no las haré gratuitamente, buscaré algo a cambio. Quizá
querré ser reconocido por mi entrega, por mi esfuerzo, o desearé sentirme amado por aquellos a quienes trato de hacer el
bien. Tal vez buscaré el ser apoyado y acompañado en la misma medida por quienes están a mi lado realizando las mismas
obras que yo… Y debido a que mi reserva de amor se está agotando, estaré midiendo si las gotas de amor que yo derramo,
son la misma cantidad de gotas que el otro está aportando. Y todo esto termina por cansar y por frustrar. Si se nos acaba la
gasolina, ya no podemos movernos, el motor se apaga.
El santo Evangelio nos dice cómo obró Jesús en tres palabras profundísimas: “Todo lo hizo bien” (Mc 7,37). Si fijamos
nuestra atención, comprenderemos que para hacer todas las cosas bien, se necesita ser Jesús o María Santísima… Todos
los milagros que hizo Nuestro Señor, al mismo tiempo que tuvieron por fin mostrar su misión divina, eran para aliviar las
miserias de los hombres y sembrar el bien por donde quiera que pasara… Nuestro Señor todo lo hizo bien… Nosotros, a lo
lejos, tenemos que imitar a Nuestro Señor en hacer bien todo. Nada hay tan importante en la vida espiritual como hacer las
cosas bien. No importa mucho la cosa que hagamos, con tal de que la hagamos bien hecha… Por eso alguien decía que
Nuestro Señor se fija más en los adverbios que en los verbos, es decir, no se fija mucho en lo que estemos haciendo, sea
predicar, o barrer o comer, u orar… De los verbos no hace mucho caso; lo interesante son los adverbios: se fija si barremos
bien, si trabajamos bien, si descansamos bien, si hacemos las cosas con perfección… San Isidro labrador se santificó
haciendo surcos en la tierra; San Pascual Bailón, preparando la comida; Santo Tomás de Aquino, escribiendo cosas
5
altísimas; otros santos cuidando enfermos.
Jesús hizo y sigue realizando obras extraordinarias que llevan siempre el tinte del amor. Y nosotros estamos llamados a
obrar con ese mismo amor. Ese es el llamado que nos hace a ser
santos.
Para que nuestras obras sean perfectas, como decía Jesús, son
necesarios la pureza (rectitud) de intención, un intenso amor (el
amor es lo único que da valor a nuestras obras), que se hagan
conforme al orden debido (conforme a las reglas y costumbres) y
siempre unido al sacrificio redentor de Cristo nuestro Salvador.…
Esto no es obra de un día, ni de un mes, ni de un año; es cosa
grande ¡es tan perfecto el modelo! Pero debemos procurar ir poco
a poco imitándolo, copiándolo… Un día, a la mirada del Padre
celestial, nosotros seremos otro Jesús, otros Cristos, y por estos
medios llegaremos a conseguir nuestro fin, la plenitud del amor. Y
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ya sabemos que esa divina plenitud constituye la santidad, y ha de traer a nuestros corazones la felicidad y la paz…
Podemos decir: Si, pero Jesús es Hijo de Dios, es Dios hecho hombre. Pero no olvidemos que al hacerse hombre, al morir en
la cruz y al resucitar, nos ha hecho hermanos Suyos, hijos amados de Dios Padre y que nos ha dejado un Abogado, un
Paráclito: Su Espíritu Santo. Para que nosotros también seamos capaces de realizar grandes obras, no gracias a nuestras
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”El Amor”, Mons. Luis María Martínez
6
Ibid
propias fuerzas, sino por los dones que Él derrama sobre nosotros si aprendemos a ser dóciles. Así, todo lo que hagamos en
unión con El, dará fruto y en abundancia.
El alma poseída de un amor de humanidad para conmigo dará una prueba evidente de que ese amor es verdadero, si no es
egoísta y tiende a dar de lo que ha recibido, por medio del sacrificio, en favor de otros… porque, a medida que crece el
incendio del fuego producido por mi amor del alma, crece también el amor al prójimo y la sed ardiente de comunicarle la
gracia comprada con el dolor. Así se ama a Dios y al prójimo, alma mía: con humildad; así se alcanza la perfección, así se
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escala el cielo. Así amó María, nuestro modelo; así amaremos todos los hijos e hijas de la Cruz.
Por su parte nunca tuvo enemigos ni toleró que se hablara mal de nadie en su presencia; usó
siempre de la benignidad y de suma caridad con los que hablaban mal de las Obras de la Cruz.
Amó extraordinariamente a los pobres ayudándoles en todo lo que le permitía su situación económica y se esforzaba para
que todos fueran caritativos con los pobres. Asistía con gran caridad con los enfermos que tenían enfermedades
repugnantes, vergonzosas o contagiosas; les daba consuelos para sus cuerpos y para sus almas desoladas. Quizá tenía sus
preferencias personales, porque era humana, pero en su gran caridad, jamás las manifestó. Con sus criados y servidores
procedía con la mayor caridad, procurando sobre todo su instrucción religiosa y la frecuencia de los sacramentos; les
pagaba justo y puntual salario. Conchita practicó la caridad con el prójimo de manera admirable. Preguntaba por los
necesitados; les daba limosnas, consolaba a los afligidos. No podía ver una necesidad sin remediarla en cuanto le era
posible. (“Flor de México”, Carlos Francisco Vera Soto)
TÉCNICA - DINÁMICA GRUPAL Al concluir la exposición del tema, formar equipos pequeños (máximo 3 personas). A cada
persona entregarle una copia de las siguientes preguntas:
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“Ante el Altar”, Concepción Cabrera de Armida
Pedirles que se reúnan por equipos y decirles que tienen 5 minutos para responderlas individualmente y 10 minutos más para
que compartan las respuestas por equipo. Al terminar, pedirles a algunas personas que platiquen al grupo lo que consideran
más importante de lo estuvieron comentando en su equipo. (Tiempo total de la dinámica: 20 minutos)
Cuando los integrantes del grupo terminen de compartir lo que reflexionaron, cerrarla considerando lo siguiente: Las dos
primeras preguntas van orientadas a que cada uno reflexione cómo Dios les ama personal e incondicionalmente. La tercera
pregunta va orientada a que reflexionen sobre la respuesta que damos a ese amor que Dios nos tiene. Una consecuencia lógica
de darnos cuenta del amor de Dios es buscar corresponderle de algún modo amándolo en nuestros hermanos. Ligar esto último
para cerrar con la siguiente reflexión:
Como Apóstoles de la Cruz, no basta con encontrarnos con Jesús y enamorarnos de El. Como
consecuencia de ese encuentro, debe manifestarse en nosotros un ardiente deseo de ser
partícipes de su misión salvífica. Seamos instrumentos suyos en cada encuentro con nuestros
hermanos, especialmente los más necesitados. Realicemos con gran caridad la tarea que nos
toque hacer en el día a día, por más pequeña e insignificante que parezca. Y tengamos siempre
presente que toda obra que hagamos debe llevar el mismo sello de la obra salvadora de Cristo: el
Amor.
PRÁCTICA SEMANAL
Pedirles que durante la semana, al final de cada día reflexionen si todo lo que realizaron durante la
jornada lo llevaron a cabo verdaderamente con caridad. En sus oraciones de la semana, incluyan la
jaculatoria: Jesús, salvador de los hombres, ¡sálvalos! Decirles que repitiendo esta sencilla oración con
toda conciencia y sinceridad, estarán colaborando en el proyecto de Jesús, pues estarán pidiendo por la
salvación de todos los hombres.
ORACIÓN FINAL
Dios mío, me abandono en tus manos plenamente. Por todo lo que hagas de mi, te doy
gracias. Puesto que Tú me amas sin medida, lo que Tú dispongas para mi será siempre mejor
que lo que yo pueda desear o pedir. Realiza en mi vida el plan amorosísimo que has trazado
para mí. No deseo nada más. Me entrego a Ti con todo el amor de mi corazón, con infinita
confianza, porque Tú eres mi Padre. Amén
Como apoyo, se puede utilizar alguno de los dos cantos sugeridos, ya sea antes o después de la oración.
CANTOS Y aunque se agote el caudal de mis ingratitudes y mi
terquedad…
Canto: Creo, Jesús
(Jesucristo es Pura Vida,
Misioneros del Espíritu
Santo)
Canto: Mi alma te alaba
Creo que me elegiste solo (Levanta tu corazón, Sursum Corda)
por amor Letra: Leonel Pico, Efraím Cantero; Música: Leonel Pico
Que me has soñado con grande ilusión
Que me llamaste conociendo hasta el fondo de mi Como olvidar que ayer Te conocí
corazón Tu majestad, Tu poder descubrí
Creo que tu amor es eterno Fue Tu Palabra fresca brisa a mi corazón
Que no te arrepientes jamás Fue tu presencia en la oración
Creo que aunque todo me falte, tú no faltarás Lo que me enamoró
Creo que te complaces en mi pequeñez
Que no se puede tu amor merecer Fuiste sanando poco a poco
Que Tú me has dado más de lo que nunca jamás esperé Con tus manos mi interior
Y aunque yo insista en cerrarme, yo se que Tú puedes E iluminaste Tú mis ojos
mas Con la luz de Tu amor
Ni mis pecados harán que me dejes de amar
Gracias a Ti desperté
Y aunque se agote el caudal de mis ingratitudes y mi De las tinieblas me alejé
terquedad
Sé que el caudal de tu amor no se agotará Mi alma te alaba, mi alma te alaba Señor
Creo que tu misericordia hará lo imposible y me Arde en mi corazón el fuego de Tu amor
alcanzará Que me lleva a sentir tu calor
Creo que tu amor incansable, amor tierno y grande, al fin
triunfará Mi alma te alaba, mi alma te alaba Señor
Creo que me sostienes en la oscuridad, en las tormentas Eres mi inspiración, mi fuente de pasión
Tú me das la paz Mi alegría, mi fuerza y mi paz, Jesús
Creo que en mi historia Tú eres Camino, Vida y Verdad
Puedo confiarte mi vida en abandono total Hoy que me encuentro entre Tus brazos puedo
Creo que Tú me has cargado de inicio a final comprender
Creo que mi vida se entiende tan solo si Tú estás ahí Que estaba muerto, pero en Ti resucité
Contigo todo se explica, nada se entiende sin Ti Me has rescatado cual oveja, Tú, mi buen pastor
Y sé que lo que has iniciado llevarás a su fin Y me llenaste de Tu gracia y de Tu bendición
9
Extracto del artículo “El método de discernimiento en Aparecida”
DESARROLLO
Dirigiéndose con los participantes comentarles: Ante estas palabras de Nuestro Padre en las que se refleja su experiencia como hombre
discerniente, qué sentimientos despierta en cada uno de nosotros? Preguntar a 2 o tres personas: Qué despierta en ti estas palabras del
Padre Félix? ¿Qué sientes?¿Cuál frase te llama más la atención y porqué?
Escuchemos lo que nos dice San Pablo al respecto:
8
Es fruto de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, quienes estuvieron reunidos el mes de mayo de 2007 en Aparecida Brasil.
El Papa Benedicto ha autorizado su publicación (29 junio 2007).
9
P. José Luis Fernández de Valderrama, MSpS., en La Revista Católica, n° 1.159, 2008, pp. 218-231.
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Padre Felix 10 Jul 1937. Taller: Felix de Jesús, maestro de discernimiento
“…el que escudriña los corazones, sabe cuál es el pensamiento del Espíritu, y conoce que su intercesión responde a los deseos de Dios”
(Rm. 8,27)
“…Los que son según la carne, desean lo carnal; más los que viven según el Espíritu, tienen criterios propios del Espíritu. Ahora bien,
guiarse por los criterios de los propios apetitos lleva a la muerte; guiarse por los del Espíritu conduce a la vida y a la paz. Rm 8,5-6
Para podernos guiar por el Espíritu que conduce a la Paz y a la vida, vamos a ver el método de discernimiento que se propone en
Aparecida
”Este método implica contemplar a Dios con los ojos de la fe a través de su Palabra revelada y el contacto vivificante de los
sacramentos, a fin de que, en la vida cotidiana, veamos la realidad que nos circunda a la luz de
su providencia, la juzguemos según Jesucristo, Camino, Verdad y Vida, y actuemos desde la
Iglesia, cuerpo místico de Cristo y sacramento universal de salvación ,en la propagación del Reino
de Dios, que se siembra en esta tierra y fructifica plenamente en el Cielo” (DA 19).
1.-
1.- La memoria agradecida
agradecida
El primer y fundamental paso que nos propone Aparecida es el reconocimiento agradecido del don
de la fe y de nuestra identidad cristiana. El inmenso regalo del encuentro con Jesucristo, que nos
ha llamado a vivir con Él, nos ha revelado el Amor y el proyecto del Padre para nosotros, nos ha
entregado su vida y el don del Espíritu, para salvarnos y divinizarnos, haciéndonos su familia y
llenando así nuestra vida de plenitud y de sentido.
Iniciamos el discernimiento haciendo “memoria”, renovando la conciencia de la presencia y actuación del Espíritu de Dios en nosotros
que nos ha amado desde toda la eternidad, nos ha dado la vida y su Vida en su Hijo por el Espíritu. Y desde esta conciencia, proclamamos
con asombro y gratitud la grandeza de nuestro Dios y nos colocamos delante de Él y del mundo adorándolo en espíritu y en verdad,
contemplando su revelación en Jesucristo y agradeciendo su acción en nosotros y en la vida de los hombres.
Expresamos, así, con agradecimiento nuestra identidad más profunda, nuestro ser de cristianos, y alabamos a nuestro Dios, sintiéndonos
sus hijos, al estilo de Jesús: “Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes
y se las has dado a conocer a los sencillos” (Lc 10,21). Por lo tanto cuando quieras saber qué hacer, o que alternativa tomar, primero
debe contactarse con la humildad, vaciarse de respuestas.
12
Ya el Papa Benedicto XVI , en coherencia con la afirmación
de que Dios es la realidad fundante, había señalado que
“antes que cualquier actividad y que cualquier cambio del
mundo, debe estarla adoración. Sólo ella nos hace
verdaderamente libres, sólo ella nos da los criterios para
nuestra acción. Precisamente –concluye constatando– que en un
mundo, en el que progresivamente se van perdiendo los criterios de orientación y existe el peligro de que cada
11
Cf. San Ignacio de Loyola Ejercicios nos. 43 y 234
12
Benedicto XVI, Discurso a miembros de la Curia Romana, 22 de diciembre de 2005
uno se convierta en su propio criterio, es fundamental subrayar la adoración”.
El método de ver-juzgar-actuar, que ya se había complementado con el iluminar, evaluar y celebrar, ahora se enriquece con el adorar,
contemplar y agradecer en el Espíritu, en actitud de verdaderos adoradores del Padre en espíritu y en verdad ( Jn 4,23).
Pero atención, la memoria agradecida, en adoración y contemplación, no es solamente el primer momento del proceso, como si fuera
una especie de preámbulo después del cual se pasa a otra cosa, sino que es una actitud permanente que acompaña todo el proceso de
discernimiento. El cristiano mira la realidad, la interpreta y actúa desde la adoración, la contemplación y la alabanza agradecida
2.-
2.- La mi
mirada del discípulo sobre la realidad
Ahora, desde y con la memoria agradecida, el discípulo mira la realidad, ayudado por todas las ciencias humanas, pero la mira con el
Maestro, que ve la realidad con los ojos y el corazón del Padre, desde su identidad de
Hijo, cuyo alimento es hacer siempre su voluntad y llevar a cabo su
obra. Nosotros, los discípulos de Jesús, queremos ver e
interpretar la realidad contemplando al Maestro y
analizándola con la mirada del Padre y a la luz
de su proyecto amoroso que nos ha
revelado en la creación, en la
historia y en la persona de
Jesucristo: la salvación y
divinización de todo hombre y
mujer, la vida plena para todos,
la transformación del
mundo en el Reino, la familia de
Dios.
Y aquí tenemos que considerar y asumir otro elemento esencial del discernimiento cristiano: su dimensión comunitaria y eclesial. “La
vocación al discipulado misionero es con-vocación a la comunión en su Iglesia.
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No hay discipulado sin comunión” , Somos un Cuerpo animados por un mismo y único Espíritu. Nuestra mirada y todo el proceso de
discernimiento debe ser acompañado, iluminado, confrontado y retroalimentado por los hermanos, por la comunidad, por la Iglesia,
hasta que podamos llegar a decir, al final del proceso “El Espíritu Santo y nosotros hemos decidido…” (Hch 15,28). (Leer la cita es muy
clarificador, pedir que la busquen y lea públicamente)
En la mirada creyente de la realidad, desde nuestra identidad de discípulos, con el Maestro y con los ojos y desde el proyecto del Padre,
trataremos de contemplar, escuchar y conocer en profundidad lo que acontece en nuestra propia vida, en la de nuestros hermanos y en
el mundo. Y al mirar la realidad así, la vamos interpretando intentando descubrir lo que está y no está de acuerdo con el proyecto de
Dios.
Así vamos mirando, analizando, interpretando la realidad con nuestro Maestro y con los hermanos y nos introducimos casi naturalmente
en el siguiente paso del proceso.
13
DA156
3.-
3.- Interpretamos y juzgamos desde el
Evangelio de Jesucristo
Las realidades que hemos ido observando con nuestra mirada creyente de la
realidad, las queremos ahora interpretar y valorar desde la iluminación de la
Palabra de Dios. Analizamos en profundidad los fenómenos,
acontecimientos o actitudes que hemos constatado, tratando de descubrir
sus causas, mecanismos e implicaciones, para tratar de llegar a emitir un
juicio de valoración.
Los discípulos, contemplando al Maestro, teniendo como referencia su Palabra y su Vida, e implorando la acción de su Espíritu,
intentamos descubrir los signos de la presencia y la actuación bondadosa de Dios en nuestra vida y en la historia, expresando nuestra
alabanza y reconocimiento agradecido, disponiéndonos a secundar humildemente su actuación salvífica. Pero también, vamos
descubriendo y señalando los signos y las realidades que son contrarias a su proyecto de Vida.
Nos encontramos, pues, en el momento central del proceso, donde tratamos de discernir, desde nuestra mirada creyente y con la
medida de Cristo, lo que el Espíritu de Dios va haciendo y quiere de nosotros, y lo que es contrario a su proyecto de salvación y de vida.
Y las dos cosas son importantes para decidir y orientar nuestro actuar.
14
Síntesis de los aportes recibidos para la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano CELAM, Bogotá 2007, n. 317.
Sin duda, esta escucha contemplativa y valorativa nos iluminará para descubrir los caminos a seguir para secundar la acción del Espíritu y
realizar nuestra vocación cristiana hoy, con lo que puede implicar de conversión, de adecuación de nuestra vida al proyecto de Dios
revelado en Cristo; de anuncio y colaboración con dicho proyecto; y de denuncia y transformación de todo lo que es contrario al
proyecto del Reino de Vida.
Pero antes de pasar a las decisiones y a la acción nos tenemos que hacer una última pregunta que de nuevo nos remite a Jesucristo y al
proyecto del Padre: ¿los caminos que vamos intuyendo están fundamentados en el amor y son generadores de vida? O sea, los tenemos
que confrontar con el criterio que el mismo Jesús nos ha dado: el amor y la vida (Jn 13,35 y Mt 25,40).
Como podemos fácilmente constatar, nos siguen acompañando las actitudes de adoración, contemplación, alabanza y agradecimiento,
envueltas en un clima de oración, de comunicación y comunión con Dios, que también empieza a adquirir una expresión de ofrenda y de
súplica de perdón (quizás) y de ayuda de la gracia (siempre).
Y así también vamos entrando naturalmente en el siguiente momento de nuestro permanente caminar como discípulos misioneros de
Jesucristo en el anhelo de responder a su llamado a la santidad.
4.-
4.- Actuamos como discípulos de Jesucristo en su Espíritu
Desde lo que hemos vivido en este proceso de contemplación y de discernimiento, hacemos nuestros los impulsos del Espíritu, que
consideramos nos muestran la voluntad de Dios, y tomamos las decisiones adecuadas para secundar su acción en y con nuestra vida.
Pero aquí también nuestra referencia como discípulos sigue
siendo el Maestro y por ello nuestro actuar no puede ser
prepotente, agresivo ni excluyente; queremos actuar al
estilo y con las actitudes de Jesús, que no vino “a ser
servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por
muchos” (Mt 20,28), “para que todos tengan vida y vida en
abundancia” (Jn 10,10).
Pero sin duda en el caminar también habremos escuchado y descubierto nuevos signos de la acción del Espíritu y nuevas realidades
contrarias al Reino, en nosotros mismos y en la vida de los hermanos y de la sociedad, que se convierten en nuevas llamadas de Dios que
interpelan nuestra vida.
El cristiano, agraciado por el don de la fe, fundamenta su existencia en Dios y en el plan que nos ha revelado en su Hijo Jesucristo. Así,
desde una actitud de reconocimiento y adoración, agradecido por el don
recibido, abre su vida a la acción del Espíritu, para secundar su proyecto de
transformarnos en Cristo y construir el Reino de Dios. Y por ello toda
nuestra vida es una hermosa aventura de discernimiento, de búsqueda y
realización de la voluntad de Dios. Este es, como dice San Pablo, el
verdadero culto espiritual del cristiano, que incluye la ofrenda y la entrega
de la vida a Dios ( Rm 12,1-2).
““Este método nos permite articular, de modo sistemático, la perspectiva creyente de ver la
realidad; la asunción de criterios que provienen de la fe y de la razón para su discernimiento y
valoración con simpatía crítica; y, en consecuencia, la proyección del actuar como discípulos
misioneros de Jesucristo.
La adhesión creyente, gozosa y confiada en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo y la inserción
eclesial, son presupuestos indispensables que garantizan la pertinencia de este método.
Podemos decir que el “ver” de nuestro método está más inmediatamente vinculado a Dios
Padre.
Queremos ver siempre la realidad a la luz de su proyecto amoroso, manifestado en la creación y en la recreación en su Hijo,
Jesús. La “mirada” y la voluntad salvíficas del Padre buscan siempre sembrar y hacer crecer la vida, como asimismo
defender la vida amenazada y resucitarla en la fuerza del Espíritu de su Hijo.
15
Mons. Andrés Stanovnik, El método ver-juzgar-actuar en Aparecida, en: Testigos de Aparecida, vol. II, CELAM, Bogotá 2008, p. 135
16
Síntesis de los aportes recibidos para la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano CELAM, Bogotá 2007, nos. 35-39
17
Mons. Andrés Stanovnik, El método ver-juzgar-actuar en Aparecida, en: Testigos de Aparecida, vol. II, CELAM, Bogotá 2008, p. 135.
El paso siguiente del método corresponde al momento del “juzgar”. El Verbo, Cabeza de la Creación y del mundo redimido,
y el misterio de la Iglesia son la medida para valorar la realidad. Esto quiere decir que Jesucristo es irreductible a una mera
teoría, a una mera ética o a un mero proyecto de desarrollo humano o social. Gracias a que nada ni nadie lo puede sustituir
es que podemos proclamar con seguridad que él es el Señor de la vida y de la historia, vencedor del misterio de iniquidad y
acontecimiento salvífico que nos hace capaces de emitir un juicio verdadero sobre la realidad, que salvaguarde la dignidad
de las personas y de los pueblos.
El último paso es el momento del “actuar”. Para el creyente, el Espíritu Santo nos impulsa a actuar y nos señala los rumbos
del querer de Dios, expresados en líneas dinamizadoras coherentes con los clamores de nuestros pueblos y con la caridad de
Cristo que nos apremia.
La experiencia viva de la fe alimentada por la tradición y la comunión en la Iglesia católica, fundamento imprescindible de
este método, ayuda a ampliar y profundizar la inteligencia de la realidad y el discernimiento de las situaciones, mientras nos
exige saber dar razones de la esperanza que nos anima y nos confiere la audacia y sabiduría para actuar en bien de las
personas y los pueblos. Las certezas de la fe saben acoger todos los signos de verdad, bien y belleza que se manifiestan en
nuestra convivencia, más allá de todos los confines y pertenencias asociativas. Desde esta perspectiva, queremos contribuir,
junto con muchos hombres y mujeres, a la búsqueda de las respuestas que demanda el actual momento histórico”.
TERCER PASO: Cada uno de los integrantes del equipo comparte lo que más le llamó la atención
del Anexo, y por qué. Una vez que todos terminen de participar, lo cual debió de ser de manera ágil. (10 minutos) Trabajan
en equipo apoyándose en identificar
TERCER PASO: Identificar que parte del método visto llevó el P. Félix en este caso
CUARTO PASO: Eligen a una manera de presentar sus conclusiones (paso tres) de forma
CREATIVA Y DIDÁCTICA. No se vale leer, no es permitido usar rota folio con palabras. Usa objetos o personas, puedes
romper la hoja-rotafolio como apoyo, puedes cantar, actuar o señalar con mímica. No se puede tardar más de 2 minuto.
AN EXO I
¡Ver por los ojos de Jesús, y que Jesús vea por los nuestros! ¡Hablar como hablaba Jesús, y que Jesús hable por nuestros
labios! Amar como amaba Jesús, y que Jesús ame con nuestro corazón… Vivir como Jesús, en la intimidad de María y de
San José, y ellos íntimos con N.S. Amar a la Iglesia, N.M. como Jesús y María la amaron, y que ella cuente con nosotros
como sus hijos.
Esta vida de unión supone una grande intimidad con Jesús, un estrechamiento de corazones especial, una confianza entera,
una fe viva que todo está perdonado, olvidado, destruido, y que vivimos con Jesús en una franca atmósfera de amor.
Supone también el olvido completo de nosotros mismos… no buscamos ya, despreciar al miserable YO, y tener toda la
atención fija en nuestro ¡Único amor! ¡Ver por los ojos de Jesús!
¡Profundicen este pensamiento!...¡Es manantial de santidad!.... El solo puede destruir todas nuestras imperfecciones y
preservarnos de todos los pecados veniales y plenamente voluntarios. Ver al Padre Celestial con los ojos de Jesús…
Ver al Divino Hijo con la inteligencia del Verbo Encarnado.
Ver al Espíritu Santo y serle dócil como el Hombre-Dios, para cumplir en todo, orillados por el Espíritu Santo, con la
Voluntad del Padre… Eso, Eso mismo hizo nuestro Jesús, ¡Impulsante Spiritu Sancto, y el Evangelista nos revela el gran
Secreto de su Alma Santísima: Quae placita sunt Ei,m Facio Semper! “¡Lo que le gusta a mi Padre es lo que yo hago
SIEMPRE!....
México, Sab 13 de Abril 1929 FELIX DE Jesús. (Rubrica) Tomado del Taller : Felix de Jesús Maestro de Discernimiento.
Nuestro Padre Félix debe decidir si pide o no el permiso a su Superior General para ir a Francia y exponerle que se siente
llamado a ser fundador de los Religiosos de la Cruz. Por una parte, está convencido de que Jesús lo quiere y que él abrirá
caminos, que el Superior General le dará el permiso. Por otro lado, también presiente que, a partir del momento en que
pida ese permiso, empezará para él un camino de cruces y espinas. Pasos seguidos:
1) Empieza pidiendo luces sobre la fundación (los 7 domingos a San José, visita a la Villa de Guadalupe)
2) Se prepara para la fundación: se graba el monograma (17 enero 1904), voto de siempre padecer (3 mayo 1904);
penitencias para purificarse y preparar su alma para la fundación; lee casi todos los escritos de Conchita y tiene
frecuentes pláticas con ella para impregnarse del espíritu de la nueva obra.
3) Consulta con el Delegado Apostólico y los Obispos de Guadalajara, Puebla y León. Todos apoyan la fundación.
4) Escribe a P. General pidiéndole permiso de ir a Francia
5) Comunica a Mons. Maximino Ruiz y a Mons. Ibarra que ha escrito a su Superior General. El primero lo apoya, el
segundo tiene reservas, le recomienda mucha prudencia. Tiene duda de que todas las revelaciones de Conchita
sean auténticas
6) El P. Félix responde con una carta a Mons. Ibarra. También hace saber a Conchita acerca de las dudas de Mons.
Ibarra.
7) Se entrevista personalmente con Mons. Ibarra para aclarar las dudas que éste tiene.
8) Habla también con Mons. Ruiz acerca de las revelaciones de la Sra. Armida, del Oasis y del Apostolado de la Cruz.
9) Durante una semana trabaja intensamente hablando con varios Obispos de toda la República, reunidos en la
Ciudad de México. “Todos dicen a una que yendo por el camino de la obediencia VOY BIEN” (Diario y
Reminiscencias, 26 de mayo 1904)
10) Recibe carta de su Superior General, autorizándole viajar a Francia (11 mayo 1904)
Solución a la que llega: Decide hacer el viaje. Pide permiso a su Superior General de viajar a Francia para exponerle el
asunto de la fundación y parte el 15 de julio de 1904
PRÁCTICA SEMANAL
ADORAR-CONTEMPLAR Y AGRADECER, practicar estos tres verbos, utilizando la parte inicial del
método de discernimiento explicado en este tema.
CANTOS
Do Sol Fa
Oh manantial de gracia y santidad,
Sol Lam
Oh dulce olvido del pecado:
Sol Fa
OBJETIVO: Conocer las vivencias (experiencia de vida) de algunos santos, especialmente en Conchita,
que en la adversidad y la prueba, han permanecido en paz, armonía interior, confianza absoluta en Dios
y en su providente intervención, bajo las mociones del Espíritu Santo. Motivar con su ejemplo al
participante a vivir el abandono en Dios, en esa «armonía interior» de los que se sienten amados por
Dios, sabiendo manejar ¿el conflicto? como algo propio del crecimiento humano y espiritual.
BIENVENIDA Y ORACIÓN INICIAL: Realizar una breve oración en la que ofrezcan juntos
Palabras de Conchita a Jesús el 1° de enero de 1907: “Desde que comenzó este siglo, cada año has arrancado de mi alma
uno o dos seres queridos. ¿Qué me espera en éste? Nada que tu amor no hay dispuesto para mi bien. A nada me resisto,
Señor, y desde hoy me abandono en tus paternales brazos, repitiéndote una y mil veces:
“No lo que yo, sino lo que Tú… No como yo, sino como Tú… No cuando yo, sino cuando Tú…”
Tú, Señor, ves mis deseos y mis necesidades… hágase en todo tu Voluntad, así en la tierra como en el Cielo.”
1) Enseguida, el que dirige, puede solicitar a los miembros de la Comunidad que comparta lo que del texto le haya
“llegado” al corazón.
2) Para dar fin a la oración inicial, puede invocarse y agradecerse a la Virgen María su presencia a lo largo de la
reunión.
DESARROLLO
¿Qué significa adversidad? (Esperar 1 o 2 respuestas, se puede llevar la palabra en papeleta y pegarla)
Según el diccionario: 1. Cualidad de adverso. 2. Suerte adversa, infortunio. 3. Situación de desgracia en que se encuentra alguien.18
¿Qué significa prueba? (Esperar 1 o 2 respuestas, se puede llevar la palabra en papeleta y pegarla)
19
Examen que se hace para demostrar o comprobar los conocimientos o aptitudes de alguien.
Dice un texto católico en internet: “Dios nos las pone para nuestro bien”. Si un maestro pone una « prueba » a sus alumnos,
no tiene la intención de hacerles pasar un mal rato, tiene como fin último que sus alumnos aprendan. Del mismo modo, Dios,
cuando quiere hacernos algún “regalo”, nos prepara para ser capaces de recibirlo.
18
DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA - Vigésima segunda edición-on-line:http://buscon.rae.es.
19
Ibíd.
20
Ibíd.
21
Ibíd.
¿Qué significa abandono?
Dice el P. Ignacio Larrañaga: “Escondida en el dorado cofre de la fe, llevamos la “varita mágica” del abandono…
22
Todo lo que se toca, se transforma en paz.”
Después de este ejercicio, habrán de regresar a sus lugares para proceder a la interpretación.
INTERPRETACIÓN: preguntar a la persona que estuvo al centro, lo siguiente o algo similar:
- ¿cómo te sentiste?
22
Ignacio Larrañaga, MUÉSTRAME TU ROSTRO. Editorial Lumen, 1990.
- ¿creíste que caerías al suelo, o te sentiste seguro/a todo el tiempo?
- ¿pensaste en salirte de ahí en medio? ¿te sentiste enojado/a, molesto/a en algún momento?
- ¿pensaste que podrían hacerte daño?
- ¿pudiste permanecer en el mismo sitio?
Comentar: La persona del centro nos representa a cada uno/a de nosotros, y la fuerza de quienes lo/la rodeaban
representa: los acontecimientos de nuestra vida, las realidades del mundo, la Voluntad de Dios, la Voz del Espíritu
Santo, etc. Todas estas cosas nos van aconteciendo en el día a día, y nosotros reaccionamos de diferentes formas.
En esta dinámica es probable que descubramos que estamos demasiado apegados a nuestras opiniones, juzgamos
según nuestros criterios exclusivamente, y no confiamos suficiente en la sabiduría de Dios.
En la medida que nuestra fe es grande y fuerte, en la medida que la alimentamos con la Palabra de Dios, en la medida
que aprendemos a ser dóciles a las mociones del Espíritu, en esa medida permanecemos fieles a Cristo, firmes como
un roble o flexibles como una palmera, según lo que nos toque vivir cada día.
Tenemos ejemplos incontables de personas que nos dan su testimonio de fidelidad a Cristo y de docilidad al Espíritu
de Dios.
El Santo Cura de Ars una vez vio todos los obstáculos y dificultades que había en su camino de
la vida. Se asustó, comprendió que sin la ayuda de Dios era imposible triunfar.
Para resistir a los incesantes asaltos del mal, nuestra oración ha de ser incesante. Para
resolver los problemas y dificultades en la vida, el punto de partida es pedir A Jesús que nos
dé el auxilio de su Espíritu. Aunque en ocasiones vamos a hacer la oración con cierto
desánimo y, sin que pase nada particular, siempre salimos con el corazón apaciguado,
porque el Padre siempre da cosas buenas (su Espíritu) a los que se las pidan (Mateo 7,11).
Lo mismo sucede cuando vamos a la Villa de Guadalupe o a otro santuario a ver a la Virgen
María. El Espíritu Santo hace su trabajo en secreto.
23
Cf. P. Miguel Ortega Riquelme; EL DON DEL ESPÍRITU SANTO, Colección Tercer Milenio 2; CELAM, 1997
Quien posee el Espíritu Santo, es capaz de abandonarse
Abandonarse en las manos de Dios, como San Esteban.
Él es el llamado “protomártir”, o “primer mártir”. Nos cuenta la Escritura en los Hechos
de los Apóstoles, en los albores de la Iglesia, que los Doce convocaron a todos los
discípulos y dijeron: “No está bien que nosotros dejemos de anunciar la Palabra de Dios
para dedicarnos al servicio de las mesas. Por tanto, hermanos, elijan de entre ustedes,
siete hombres de buena fama llenos del Espíritu Santo y de sabiduría… La proposición
agradó a todos, y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo…” (Hechos 6,
2-3.5). San Esteban fue lapidado por predicar, denunciar y vivir su fe en Cristo, como lo
atestigua la mis Escritura Sagrada: “…Pero él, lleno del Espíritu Santo, miró fijamente al
cielo y vio la gloria de Dios y a Jesús que estaba de pie a la diestra de Dios… le echaron fuera
de la ciudad y empezaron a apedrearle…mientras le apedreaban, Esteban hacía esta
invocación: ‘Señor Jesús, recibe mi espíritu…’ (Hechos 7, 55.58-59.) El testimonio de San Esteban
es sumamente elocuente.
Armonía interior…
r…
Cuenta –hablando de una experiencia personal- el Padre Ignacio Larrañaga: “…Él lo
permitió todo. Quedé en silencio. Se apagaron las llamas. Tomé aquél hecho con mis
manos. Lo deposité con cariño en sus Manos benditas, diciendo: ya que Tú lo has
permitido, estoy de acuerdo con todo, Padre mío. Hágase tu Voluntad. Una paz inefable,
como la paz de la aurora del mundo, impregnó todo mi ser. Nadie lo podía creer. Me sentí
24
el hombre más feliz del mundo.”
Confianza
24
Ignacio Larrañaga; MUÉSTRAME TU ROSTRO, hacia la intimidad con Dios; Editorial Lumen, p.112.
Cuando las cosas se ven imposibles de resolver, el Espíritu Santo nos infunde la confianza que
necesitamos para realizar la Voluntad de Dios en nuestra vida y en lo
demás.
NUESTROS FUNDADORES
La prueba:
Para ejemplificar cómo es que se resisten pruebas dolorosas para el espíritu con la fuerza de
Dios, que da el Espíritu Santo, tenemos ejemplo en el Padre Félix de
Jesús Rougier.
Diez años de prueba resistió el P. Félix desterrado en España por los
Superiores de su Congregación, separado de su Madre espiritual tan
amada, Conchita Armida, y sufriendo la sospecha de una
“equivocada” relación con ella; en la incertidumbre sobre la
fundación de los «Oasis de hombres», (Misioneros del Espíritu
Santo), y sabiéndose elegido por Jesús mismo para ello, según
escribe: “La idea de esta Obra no es mía, yo fui llamado a ella
sobrenaturalmente, a pesar de mi profunda indignidad. Primero
creía; pero después he visto, y sin vacilación daría mi sangre y
25
mi vida por ella.”
Mientras los Obispos mexicanos trabajaban para que se aceptara la
fundación de los Religiosos de la Cruz (Misioneros del Espíritu Santo) y en Roma se estudiaban el “espíritu” y los
escritos de Conchita, el P. Félix pasaba cada día en la obediencia y el martirio interior. Un texto nos habla de la
magnitud de su sufrimiento durante eso años, es un fragmento de su diario espiritual, que dice: “Me siento feliz en mi
situación actual, aunque tan fuera de mis gustos naturales, pues es tan claro que Jesús me quiere aquí. ¿Y qué más se
puede desear fuera de su Voluntad?... Lo que quiero, no es que se funde o no se funde, sino que se haga la Voluntad
25
Jesús María Padilla, EL PADRE FÉLIX ROUGIER, Primera Parte; p. 72
de Dios. Tengo mucha ilusión en el porvenir; pero si Vuestra Eminencia (Cardenal Vives) me dijera: ‘Ya no..’, vería en
ello la Voluntad de Dios y no pensaría en ello. Y me siento preparado a tal prueba… Sé que es un Calvario el que
tendré que subir. Por la misericordia de Dios me siento listo para abrazar todas las cruces… […] sigo
26
es…pe…ran…do…”
CONCLUSIÓN:
Excelente manera de concluir es la siguiente: citar al poeta y escritor Javier Sicilia, a quien le
entusiasmó la aventura de hacer una biografía de NM Conchita Cabrera de Armida. Se
sugiere repartir una copia a cada persona e invitar a leer el texto a una sola voz.
“Cuando se habla de imitar a los santos se comete un grave error al creer que imitar es
copiar. Quien cree eso se equivoca y al imitar a un santo hará de su vida moral un
cementerio de mentiras, habrá engañado su conciencia y hecho de cada acto de su
existencia una hipocresía. Por el contrario,
imitar a los santos –dice Jacques Maritain- […] es, a través de su ejemplo y dejándose conducir, al igual que lo hicieron
ellos, por otro a donde no quieres ir, dejar que el amor te configure desde el interior con una Forma que trasciende
cualquier forma, convertirse en un original, no en una copia; imitar a los santos es volverse inimitable como ellos […]
Visto desde esta perspectiva, imitar a un santo es dejarnos interpelar por su espiritualidad para descubrir la nuestra en
27
ella.”
PRÁCTICA SEMANAL
26
Abril de 1911, tres años antes de su regreso a México para la fundación de los MMSpS
27
Javier Sicilia, CONCEPCIÓN CABRERA DE ARMIDA, La amante de Cristo; Fondo de Cultura Económica, México, primera Edición 2001; p. 511
Si hacemos oración, Jesús nos podría decir lo que a Santa Faustina: “Evita las
preocupaciones que te afligen y los pensamientos negativos sobre lo que puede suceder
más adelante. No estropees mis planes queriendo imponerme tus ideas. Déjame ser
Dios y actuar como sé hacerlo. Abandónate en mí y deja en mis manos tu futuro. Dime
frecuentemente Jesús confío en ti. Lo que más daño te hace es tu razonamiento, tus
propias ideas y el querer resolver las cosas a tu manera. Cuando me dices “Jesús yo
confío en ti”, no seas como el paciente que le pide al médico que lo cure pero le sugiere
el modo de hacerlo. Déjate llevar en mis brazos. No tengas, miedo, Yo te amo. Si crees
que las cosas empeoran o se complican a pesar de tu oración, sigue confiando.
Cierra los ojos del alma y confía. Continúa diciéndome a toda hora: Jesús, yo confío en
ti. Necesito las manos libres para obrar. No me las ates con tus preocupaciones inútiles.
Satanás quiere eso: agitarte, angustiarte, quitarte la paz. Confía en mí, abandónate en mí. Yo obro en proporción del
abandono y la confianza que tienen en mí. Deposita en mí tus angustias, tus problemas y dificultades y duerme tranquilo.
Dime siempre: Jesús confío en ti, y verás cómo se va llenando tu alma de paz, de tranquilidad, de amor y de sosiego. Te lo
prometo y te lo cumplo porque te amo. Tu amigo que nunca falla. Jesús.
OPCIÓN 1. Se distribuirá entre los presentes una copia de la oración: “Señor, quiero ser como un niño”, para
que la mediten en su oración personal, de preferencia, y si les es posible, en presencia de Jesús
Sacramentado.
Señor, quiero ser como un niño.
JESÚS: Lo que me pides ahora es que sea dócil al Espíritu Santo.
Así cada vez me pareceré más a Ti y, por tanto, seré mejor hijo de Dios.
Ayúdame, Jesús, a tener la docilidad de un niño pequeño,
que sólo busca hacer la voluntad de su padre, darle alegrías,
y pedirle lo que necesita con la confianza de que su padre
también le ama y desea lo mejor para él.
Jesús, dame tu Santo Espíritu para que me haga «nacer de nuevo», una y otra vez. Amén.
ORACIÓN FINAL
Am Em
NO DUERME NI REPOSA EL GUARDIÁN DE ISRAEL.
Am B7
NO DUERME NI REPOSA MI GUARDIÁN
Em [arreglo] C B7
EL SEÑOR ESTA ACÁ A MI DERECHA, EL SEÑOR ME LIBRA DE
TODO MAL,
Am Em
DE DÍA EL SOL NO ME HARÁ DAÑO, NI LA LUNA DE NOCHE.
Am B7
DE DÍA EL SOL NO ME HARÁ DAÑO, PORQUE ÉL...
G D
NO PERMITIRÁ QUE RESBALE MI PIE,
Em B7
MI GUARDIÁN NO DUERME, MI GUARDIÁN NO DUERME.
G D
NO PERMITIRÁ QUE RESBALE MI PIE,
Em B7
MI GUARDIÁN NO DUERME, MI GUARDIÁN NO DUERME.
Am Em
NO DUERME NI REPOSA EL GUARDIÁN DE ISRAEL.
Am B7
NO DUERME NI REPOSA MI GUARDIÁN.
Am Em
NO DUERME NI REPOSA EL GUARDIÁN DE ISRAEL.
OBJETIVO: Compartir momentos personales donde se han dejado guiar por la voz de Dios en su interior,
verificando las características de esta voz y de la persona que escucha, para que esta comunicación sea efectiva.
Comprometerse a una vida de oración. Experimentar un tiempo de oración
Tener preparado, una imagen de Cristo grande o bien proyectada en el Infocus desde antes que
lleguen todos los participantes. De tal manera que cuando lleguen la imagen ya este presente.
Tener lista la grabadora y haberla probado previamente, de tal manera que el sonido de voz de la
grabación “Quejas de Jesús.mp3” sea fuerte y claro.
¿Se dieron cuenta de algo? ¿Vieron a Jesús en un lugar especial el día de hoy? ¡Que bien! Porque el
día de Hoy Jesús la oración será una reflexión.. imaginemos que Jesús se quejara como nosotros,
que se lamentara como nosotros… ¿Qué diría? Escuchemos….
Poner la reflexión: Las Quejas de Jesus.mp3
Al terminar…1 minuto de silencio y se invita a uno o dos personas a que le contesten a Jesús..
Pedir que se realicen grupos de un máximo de 5 personas, leer a todos el siguiente caso:
Eran aproximadamente las diez de la noche cuando un joven, miembro del Apostolado de la Cruz, se
puso de rodillas para presentarle al Señor una de sus necesidades más urgentes. Para realizar su trabajo
con mayor eficiencia necesitaba un carro nuevo. Como no tenía un solo centavo en el bolsillo, su única
posibilidad de obtener el dinero era pedir al Señor que hiciera un milagro. Pensó en comprar un billete de
la lotería que se realizaría al día siguiente.
Era la víspera del sorteo los vendedores de billetes de lotería recorrieran las calles, anunciando en voz
alta los últimos billetes. En su oración, el joven al que nos referimos, dijo: «Señor, tú sabes que necesito con urgencia un carro. Si en este
instante pasa un vendedor de lotería, anunciando sus billetes, reconoceré que tú estás hablando y lo compraré, y tú harás el milagro de
que yo gane el sorteo para conseguir el dinero que necesito para comprar el carro». En el instante en que terminó de orar escuchó la voz
de un vendedor. Se levantó de sus rodillas y compró el billete de lotería.
Contestar:
¿Fue Dios quien habló a aquel joven?
Hay varios principios que todos podemos aplicar para saber con certeza si lo que escuchamos es la voz de Dios o una bien distinta
Ahora cada uno de los del equipo compartirán una experiencia donde Dios se comunicó con él y como distinguió que era la Voz de Dios.
Una vez terminado el tiempo de compartir, tienen que hacer el guión de un anuncio de radio, parecido a los anuncios para verificar la
validez de los billetes, pero en este caso es un anuncio para verificar la Voz de Dios: Transcribimos el guión del anuncio de los billetes para
ejemplificar:
Por seguridad siempre revisa tus billetes:1)Toca relieves sensibles al tacto, 2)Mira tras luz marca de Agua 3)Registro Perfecto y asegúrate
que el hilo tres D este completo y no parezca un pedazo agregado, gira y mira el elemento que cambia de color y el movimiento de los
caracoles en el hilo tres D, verifica al menos tres elementos de seguridad de todos los billetes, cuidarlos se vale Banco México.
DESARROLLO28
Imagina que tu esposo llega a la cocina un día y te dice: “Mi amor, voy a comprar madera. Dios me
dijo que construyera un arca”.
Imagina el día en que Séfora estaba cocinando y Moisés, su esposo, llega y le dice: “Oye, estaba con las ovejas hoy cuando vi esta zarza
ardiendo, así que prepara a los niños. Nos vamos a Egipto, voy a liberar a los hebreos de la esclavitud.”
“¡Seguro que sí, Moisés! Lávate las manos para que cenes”.
Ahora que miles de años han pasado, es fácil creer que Dios habló realmente a los personajes famosos de la Biblia, dándoles instrucciones
paso a paso. No cuestionamos que ellos hayan oído la voz de Dios.
Mas, si alguien dijera eso hoy en día sería objeto de burla o lo encerrarían. En muchas historias contemporáneas hay personas que han
jurado que Dios les ha dicho que hicieran algo ridículo o hasta que cometieran un crimen horrible.
De modo que podemos sentirnos un poco incómodos diciendo a nuestros amigos que somos guiados por la voz de Dios, aún en estos días,
cuando las historias de ángeles y relatos acerca de las visiones al borde de la muerte llegan a las masas. Es posible que dudemos de
nuestra experiencia de Dios.
Mahatma Gandhi dijo: “Dios nos habla todos los días, simplemente no sabemos cómo
escucharlo”.
¡La Biblia lo hace parecer tan fácil! Moisés tuvo su zarza ardiendo. Adán y Eva conocieron a
Dios paseando por el jardín del Edén en el fresco de la noche. Isaías tuvo visiones y Samuel
oyó a Dios decir su nombre en medio de la noche. Pablo fue cegado y oyó una voz desde los
cielos.
Jesús enseñó que Dios está en nosotros, siempre presente. Claramente, las descripciones
vívidas de la Biblia acerca de escuchar la voz de Dios representan la intuición. Moisés, Pablo
y los otros también podrían haber tenido experiencias místicas dramáticas, pero tenían
ciertamente un conocimiento interno, una voz interior. Sin embargo, ¡tantas voces internas
reclaman nuestra atención! ¿Cómo sabemos cuál es la voz de Dios y cuáles son los casetes antiguos? ¿Miedo? ¿Ego? ¿Enojo? ¿El niño
solitario?
P podemos aprender a reconocer la voz de Dios de la manera como lo haríamos con un amigo cuando por teléfono nos dice “hola”.
Personalmente, ¡yo preferiría tener identificación de quien llama! Pero se reconoce fácilmente la voz de los amigos, y a veces hasta con
monosílabos…. Y porque con Dios no nos pasa igual?
Dios se comunica de varias maneras: por medio del instinto, la intuición, la inspiración, la imaginación, por medio de sueños y visiones,
revelaciones (la experiencia “ajá”) y por medio del silbo apacible y delicado.
A continuación alguna maneras para probar si nuestros impulsos son realmente divinos:
28
http://www.senderoespiritual.com/cmo-reconocer-la-voz-de-dios/
_ Dios nunca nos pide que hagamos daño a nadie. Los resultados son exitosos para todos, obrando para el mayor bien de todos, aún si
esto no es inmediatamente evidente. Las relaciones personales, los empleos y estilos de vida pueden cambiar radicalmente a medida que
seguimos la guía divina, mas confiamos en que Dios quiere sólo el bien para nosotros y para nuestros seres queridos.
_ ¡Ésta puede que no sea nuestra idea en lo absoluto! A veces la guía parece
como una tarea, no una opción, y mucha gente discute con Dios. ¿Recuerdas las
excusas de Moisés? ¿Quién diré que me envió? ¿Y si no me creen? ¡Yo nunca he
tenido facilidad de palabra!
_ Por el contrario, podemos encontrar que deseamos hacer algo de repente, algo
que nunca imaginamos. Estamos más sorprendidos que nadie acerca de donde
terminamos y cómo lo disfrutamos. Pablo, quien había perseguido a los cristianos,
después propagó el mensaje de Jesús con el entusiasmo de un converso.
_ Hasta podemos ser guiados a llevar a cabo un deseo que hemos tenido toda la
vida, algo que nunca creímos posible.
_ Sentimos amor, gozo y Verdad. El camino puede ser difícil —podemos preguntarnos a veces si Dios todavía está con nosotros— pero
sentimos satisfacción interna y certeza.
_ Finalmente dejamos de preguntarnos si hemos escuchado verdaderamente la voz de Dios. La pregunta ya no tiene significado para
nosotros, simplemente sabemos, aunque todos a nuestro alrededor piensen que estamos locos.
Algunas personas pueden comenzar en este punto. Su conocimiento interno profundo, su comunión con Dios, los guía a través de la vida y
confían completamente en este conocimiento.
Otras personas sienten más duda y luchan más, cuestionan si están en el camino correcto, si han oído correctamente
a Dios. Todavía no pueden diferenciar el tono de la voz de Dios del de los demás.
Pero he aquí las buenas nuevas: Dios no se rinde. Si estamos destinados a llevar a cabo alguna idea divina, no
podremos evitar cumplirla.
Para mí, Dios no susurra simplemente en mi interior. Si se supone que reciba un mensaje, comienzo a verlo
y escucharlo en todas partes —libros, sermones, televisión, espectáculos, conversaciones con mis
amistades.
Nunca he visto una zarza ardiendo, pero creo que Dios también se comunica por medio de la
naturaleza. He recibido gran consuelo de los amaneceres y regocijo de las tormentas. ¿Quién no
siente esperanza al ver un arco iris?
No hay manera de escaparse de las instrucciones divinas. Podemos ignorarlas, reírnos de ellas
o discutir con ellas —quizás por años. Pero creo que Dios nos seguirá dando con el codo hasta que construyamos esa arca o saquemos a
los esclavos de Egipto.
Al final, lo único que tenemos que hacer es confiar. La voz de Dios puede hablarnos en un jardín, así como en un trueno en la cima de una
montaña, llamarnos en medio de la noche o susurrar desde nuestro interior. Y oír la voz a menudo es inútil a menos que le hagamos caso,
confiemos en ella y avancemos con fe.
NUESTROS FUNDADORES CONCHITA CONTESTA:
29
PALABRAS: -¿y como se comunica?
Como se le comunica el Señor: “Yo soy libre, Sabio, Poderoso y no tengo reglas fijas en mi acercamiento y
relaciones con la creatura” Hist. MSpS III, 451.
Dicta. Entonces y muchas veces, llevo mi lápiz, prevenido al templo, o por donde ando, pues de repente me
habla aún en tranvia, y luego sólo me manda que me ponga lista, sin saber ni que voy a decir, ni por dónde
debo empezar… a veces, no quiero oir y oigo; no quiero entender y entiendo; no quiero ni voltear, diré, para
donde está el Señor, por no verme comprometida, y El sale a mi encduntro, y me reprende, me impulsa… A veces me va dictando así
más o menos frases o palabras, otras, no; sino que de golpes, como que imprime dentro de mí un montón de cosas y de imágenes vivas y
de pensamientos como una imprenta ilustrada, imagenes con interpretaciones de lo que quieren decir. De esta menera me hace ver los
Misterios, como con lentes de mucha potencia, que sin saber quien me los pone, de repente se me aclara la inteligencia de ellos. …Llevo
o voy en el tomo 45 de las “Cuentas de conciencia” y ahí hay un mundo de enseñanzas, de luces, de consejos, de secretos de Dios ¡Qué
dignación!. Lo he oido (pocas veces en su voz natural) otras como dictando y corrigiéndome, otras con voz interior que suspende todo mi
ser, indudable. En fín, El puede comunicarse de mil modos….como que en una mirada de Jesús, en una sonrisa, en una palabra, en algo,
en algo de El que no sé explicar, entiendo un montón de ideas, de cariño y ternuras.
CONCLUSIÓN:
Dios tiene muchas y muy variadas formas de comunicarse con nosotros, debemos estar abiertos
a Escucharlo, encontrar la forma personal de comunicarme más plenamente con Dios,pero
también necesitamos hacernos del tiempo de escoger “la mejor Parte” y hacerme amigo de
Dios para distinguir y reconocer su Voz en el mundo y en mí.
PRÁCTICA SEMANAL
29
Cruz de Jesús, Tomo X,pag 612 y ss Juan Gutierrez MSpS
ORACIÓN FINAL
Y Cerrar con el canto o una oración donde reconozcamos que es necesario darle el tiempo
a Dios en la oración.
CANTOS
Que la persona encargada de dirigirla, inicie con un breve ofrecimiento de la reunión, dando gracias a Dios por permitirles seguir
atendiendo el llamado que Jesús les ha hecho. En seguida pedirles que escuchen con atención el canto:
Cuando los integrantes del grupo terminen de compartir lo que reflexionaron, cerrar la dinámica e iniciar con el tema (ligando la
dinámica con el desarrollo del tema durante la exposición o al final, como parte de la conclusión).
DESARROLLO
Dice Jesús: Nadie enciende una lámpara y la pone en un lugar oculto o cubierto con una vasija de barro, sino sobre el candelero, para
que los que entren vean la claridad. (Lc 11, 33)
Hemos recibido la bendición de tener un encuentro cercano con Dios, con Nuestro Señor Jesucristo y hemos recibido además al Espíritu
Santo. Cuando tenemos un encuentro Verdadero con Cristo y quedamos llenos del Espíritu, no es posible ser los mismos de antes y
quedarnos egoístamente con aquello que hemos recibido. Recibimos a Cristo que es Luz del mundo y no podemos ni debemos
esconderlo. Es nuestra labor como cristianos, hacer que esa Luz llegue hasta los últimos rincones de la Tierra.
El Decreto “Apostolicam Actuositatem” del Concilio Vaticano II, dice acerca del apostolado de los laicos: Las circunstancias actuales les
piden un apostolado mucho más intenso y más amplio. Porque el número de los hombres, que aumenta de día en día, el progreso de las
ciencias y de la técnica, las relaciones más estrechas entre los hombres no solo han extendido hasta lo infinito, los campos inmensos del
apostolado de los laicos, en parte abiertos solamente a ellos, sino que también han suscitado nuevos problemas que exigen su cuidado y
preocupación diligente. Y este apostolado se hace más urgente porque ha crecido muchísimo, como es justo, la autonomía de muchos
sectores de la vida humana, y a veces con cierta separación del orden ético y religioso y con gran peligro de la vida cristiana. Además, en
muchas regiones, en que los sacerdotes son muy escasos, o, como sucede con frecuencia, se ven privados de libertad en su ministerio, sin
la ayuda de los laicos la Iglesia a duras penas podrá estar presente y trabajar.
Viendo a la humanidad caída y sucia, Dios ya no manda un diluvio para purificar la tierra, sino a su Hijo único para que salve a todos,
porque “donde abundó el pecado, sobreabundó la misericordia” (Rm 5, 20)... el amor que Dios nos tiene es un amor misericordioso. Y la
manifestación máxima de esa misericordia es el designio de otorgarnos un perdón sobreabundante mediante la fe en la sangre redentora
del Salvador… para hacer el prodigio de tu conversión, solo te pedirá que pongas en El tu fe. Pero la fe en Jesús no brota
espontáneamente del corazón del hombre, es siempre un regalo de Dios... la conversión es una gracia de Dios… “Si te vuelves a mi, es
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porque yo te hago volver” (Jr 15, 19).
Y Jesús murió en la cruz y resucitó por todos los hombres. El instruyó a sus apóstoles, para que supieran que la Buena Nueva tendrían
que anunciarla a todos los pueblos, que no era una noticia exclusiva para el pueblo de Israel.
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(¡Buenas noticias!, Ricardo Zimbrón Levy, MSpS)
La Iglesia ha nacido con el fin de que, por la propagación del Reino de Cristo en toda la tierra, para gloria de Dios Padre, todos los
hombres sean partícipes de la redención salvadora y por su medio se ordene realmente todo el mundo, hacia Cristo. (Decreto
“Apostolicam Actuositatem”, Vocación de los laicos al apostolado)
La misión de la Iglesia tiende a la santificación de los hombres, que hay que conseguir con la
fe en Cristo y con su gracia. El apostolado, pues, de la Iglesia y de todos sus miembros, se
ordena, ante todo, al mensaje de Cristo que hay que revelar al mundo con las palabras y las
obras… El mismo testimonio de la vida cristiana y las obras buenas, realizadas con espíritu
sobrenatural, tienen eficacia para atraer a los hombres hacia la fe y hacia Dios, pues dice el
Señor: “Así ha de lucir vuestra luz ante los hombres, para que viendo vuestras buenas obras, glorifiquen a vuestro Padre que está en los
cielos (Mt 5,16). Pero este apostolado no consiste sólo en el testimonio de la vida; el verdadero apóstol busca las ocasiones de anunciar a
Cristo con la palabra, ya a los no creyentes para llevarlos a la fe; ya a los files para instruirlos, confirmarlos y estimularlos a una vida más
fervorosa: “la caridad de Cristo nos urge” (2 Cor 5,14), y en el corazón de todos deben resonar aquellas palabras del Apóstol: “¡Ay de mi si
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no evangelizare!” (1 Cor 9,16)
Y son muchos los campos, las áreas y las formas en las que podemos participar dentro de esta misión de la Iglesia que nos corresponde
como laicos. A cada uno de nosotros Dios nos envía a cumplir una tarea distinta de acuerdo a los dones que nos concede: en las
comunidades de la Iglesia, la familia, el trabajo, la juventud, los niños, los adultos, los marginados, en el ámbito social, en el orden
nacional, internacional; y hacer la labor como individuos o en comunidades, grupos, asociaciones, etc.
Esta fórmula contenida dentro de los estatus, nos habla entre otras cosas, acerca de la solidaridad con el hermano: Es también elemento
central del sacerdocio de Cristo la solidaridad fraterna, el amor misericordioso y compasivo a todos los hombres, especialmente a los más
necesitados. La expresión de Concepción Cabrera de Armida: “¡Jesús, salvador de los hombres, sálvalos!”, formula este aspecto del
sacerdocio de Cristo.
Esa solidaridad con el hermano, debe expresarse no sólo en la práctica de obras altruistas o de caridad con los más pobres en el sentido
material, sino también en la búsqueda de compartir con el prójimo la Buena Nueva, invitándolos a la conversión, siendo medios para
acercarlos a Dios a través de la persona de Cristo, para que de alguna manera, podamos colaborar en esa misión salvadora de Jesús que
nos salva de nuestro pecado, de nuestra miseria.
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(Decreto “Apostolicam Actuositatem”, Capitulo II, Fines que hay que lograr)
Dios mismo va poniendo frente a nosotros los caminos que quiere que sigamos cuando somos enviados como apóstoles de la cruz. Y es
también El mismo quien provee los medios necesarios para que llevemos a cabo la misión que nos encomienda.
Nos dice el documento de Aparecida (V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe): Esta V Conferencia se
propone “la gran tarea de custodiar y alimentar la fe del Pueblo de Dios y recordar también a los fieles de este continente que, en virtud
de su bautismo, están llamados a ser discípulos y misioneros de Jesucristo”. Se abre paso un nuevo periodo de la historia con desafíos y
exigencias, caracterizado por el desconcierto generalizado que se propaga por nuevas turbulencias sociales y políticas, por la difusión de
una cultura lejana y hostil a la tradición cristiana, por la emergencia de variadas ofertas religiosas que tratan de responder, a su manera,
a la sed de Dios que manifiestan nuestros pueblos.
Y concluye su texto de Introducción: Conocer a Jesucristo por la fe es nuestro gozo; seguirlo es una gracia, y transmitir este tesoro a los
demás es un encargo que el Señor, al llamarnos y elegirnos, nos ha confiado.
Para terminar la exposición, es necesario hacer énfasis en que los verdaderos apóstoles comprenden que tienen una misión que
cumplir, la descubren y trabajan para llevarla a cabo:
NUESTROS FUNDADORES
Conchita escribió: Un día en el que me preparaba con toda mi alma a lo que el Señor quisiera de mí, escuché
claro en el fondo de mi alma, sin poder dudarlo, estas palabras, que me asombraron: “Tu misión es la de
salvar almas”. Yo no entendí cómo podía ser esto; ¡me pareció tan raro y tan imposible! Pensé que esto sería
que me sacrificara a favor de mi marido, hijos y criados. Hice mis propósitos muy prácticos y llenos de fervor,
redoblando mis deseos de amar sin medida al que es Amor. (V.I 159-160). Con este crecido incendio en el
corazón, el celo me devoraba y ansiaba compartir mi dicha con las enseñanzas sublimes que había
aprendido. (V.I 160-162). Señor: que esas almas te amen siempre, siempre y que comprendan que Tú eres su única felicidad. Ayúdalas,
sostenlas y nunca las abandones.
Ella comprendió que la misión que Dios le estaba encomendando iba más allá de su familia y sus criados. Y tenía un gran celo por cumplir
la voluntad de Dios y compartir con los demás toda aquella riqueza que había encontrado. Se encontró con la Luz, que es Cristo y no
quiso ocultarla, sino que ardía en deseos de darla a conocer, de compartirla con los demás para que todos los hombres se salvaran.
El Padre Félix de Jesús Rougier, cuando era aún muy joven también supo responder generosamente al llamado que Dios le hacía a
participar en la Misión de Cristo, mediante la vida consagrada: En el seminario éramos 400 alumnos: [Monseñor Eloy] nos reunió en el
patio principal, ante una hermosa imagen de la Santísima Virgen; y ahí reunió todas sus fuerzas, para hablarnos con fuego de las
misiones de la Oceanía, en donde había todavía tantas Islas, algunas muy pobladas, que nunca habían sido visitas por un misionero; y al
final de su alocución, ya como extenuado, dijo: ¿Quiénes de vosotros me quieren prometer ahora venir a ayudarme a salvar esas pobres
almas? Levanten la mano. Yo miré en torno mío, sin que ninguna mano se levantara; sentí interiormente un movimiento irresistible, y me
determiné en un segundo a irme con el obispo misionero y levanté la mano. (Autobiografía, Félix de Jesús Rougier)
Como Apóstoles de la Cruz, no podemos ser simples observadores de la miseria que hay en el mundo,
sobre todo de la miseria espiritual. Somos enviados a encontrarnos con nuestros hermanos en los
distintos ámbitos de nuestra vida y a colaborar en la misión salvadora de Jesús, que es salvador de los
hombres. Movidos por la caridad que el Espíritu Santo derrama en nuestros corazones, busquemos
colaborar como comunidad, en grupos o en lo individual a que otros conozcan la Buena Nueva del
Evangelio, ayudando de este modo, a que se extienda el Reino de Dios en el mundo y en el corazón de los hombres.
PRÁCTICA SEMANAL
Antes de terminar la sesión con la oración, pedirles que durante la semana mediten si hicieron algo para
compartir del algún modo el Evangelio con las personas que convivieron o si verdaderamente les dieron
testimonio (con su forma de ser y actuar), de su fe en Dios. En sus oraciones de la semana, sugerirles que le
pregunten a Jesús qué es lo que pueden hacer por El (o qué misión les pide que realicen).
Para la oración final, se sugiere llevar el siguiente canto. Que quien dirija la oración, les pida que
escuchen con atención el mensaje de la letra