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ENSAYO

Planes de ordenamiento y manejo de cuencas hidrográficas: Una visión crítica.

María Victoria Ortega Ramos

El agua es un recurso natural de gran importancia para el ser humano; sin ella no sería
posible la vida. El territorio colombiano tiene una gran riqueza hídrica, por lo cual para la
gestión integral del recurso hídrico se han definido en el país unidades fundamentales de
análisis para el desarrollo de los procesos de planificación y administración, conocidas
como cuencas hidrográficas. Según el decreto 1640 de 2012, una cuenca hidrográfica se
define como: “El área de aguas superficiales o subterráneas que vierten a una red
hidrográfica natural con uno o varios cauces naturales, de caudal continuo o intermitente,
que confluyen en un curso mayor que, a su vez, puede desembocar en un río principal, en
un depósito natural de aguas, en un pantano o directamente en el mar”. De esta manera,
en Colombia se han definido 396 cuencas subzonas hidrográficas y de nivel subsiguiente
(394 continentales y San Andrés y Providencia) que son objeto de ordenación y manejo,
aun así desde el año 2012 para este objeto se han venido desarrollando solo 92 procesos
del total de estas cuencas hidrográficas1.

Así mismo, el decreto 1640 de 2012 define los planes de ordenamiento y manejo de
cuencas hidrográficas (POMCAS), como “un instrumento a través del cual se realiza la
planeación del uso coordinado del suelo, de las aguas, de la flora y la fauna y el manejo de
la cuenca entendido como la ejecución de obras y tratamientos, en la perspectiva de
mantener el equilibrio entre el aprovechamiento social y económico de tales recursos y la
conservación de la estructura fisicobiótica de la cuenca y particularmente del recurso
hídrico”, los cuales son elaborados, coordinados y evaluados por las corporaciones
autónomas regionales (CAR) que tienen jurisdicción sobre determinada cuenca
hidrográfica.

De esta forma, los POMCAS facilitan la planeación del uso coordinado de todos los
componentes de la cuenca hidrográfica tanto bióticos y como abióticos, incluyendo los
aspectos sociales, políticos, culturales y económicos de la zona de influencia, por tanto es
necesaria la participación de la población en la planeación y ejecución, así como en la
veeduría de los proyectos que hacen parte del Pomca. Así mismo, debido a la conexión

1 SIAC. (2020). Pomcas, planes ordenación y manejo de cuencas. [En línea]


http://www.siac.gov.co/pomcas
existente entre todos los componentes que integran la cuenca es necesario que el
diagnostico de los diferentes elementos se realice de manera coordinada, integrando los
diferentes aspectos en una visión global de la cuenca, que permita obtener un diagnóstico
certero que involucre todos los aspectos evaluados. De esta manera, es necesario que los
profesionales que participen en la fase diagnostica realicen su evaluación teniendo en
cuenta la conexión existente entre los componentes de la cuenca. Esta premisa es
congruente con lo expuesto en la guía técnica para la formulación de planes de ordenación
y manejo de cuencas hidrográficas, la cual menciona que la cuenca hidrográfica se mira
como un sistema abierto en el cual existe influencia y dependencia entre y hacia los
elementos de los subsistemas, mostrando una complejidad en la dinámica del
comportamiento de la cuenca. Así mismo, teniendo en cuenta la gobernanza del agua es
necesario que el Pomca integre procesos coordinados y cooperativos de los diversos
actores sociales, sectoriales e institucionales2. Por esta razón, la fase diagnostica debe
realizarse de manera muy rigurosa, puesto que de ella depende que se realice una
identificación veraz y pertinente de las amenazas, vulnerabilidades y riesgos de la cuenca,
lo cual permitirá la formulación adecuada de planes y proyectos que realmente den
respuesta a las problemáticas de la cuenca y los cuales no deben verse influenciados por
los intereses particulares, la corrupción y la politiquería que afecta a nuestro país. Así
mismo, es necesario que se incentive la partición y el sentido de pertenencia de la población
puesto que es muy importante contar la información directa que pueden suministrar los
pobladores de la zona de influencia, ya que ellos son los principales actores involucrados
en la gestión integral de la cuenca y quienes por el hecho de habitar en el territorio son
conocedores de su dinámica.

Por otro lado, otro aspecto que llama la atención de la formulación del Pomca es la parte
del diseño de los escenarios prospectivos, los cuales en algunos casos pueden parecer un
poco irreales teniendo en cuenta la situación real de la cuenca objeto de estudio. Estos son
unos indicadores que deberían ser alcanzables, pues de ello depende que al evaluar las
estrategias formuladas y ejecutadas éstas resulten pertinentes para dar respuesta a las
problemáticas identificadas en la fase diagnostica. De esta forma, es importante que la
zonificación ambiental se realice de manera adecuada integrando la gestión del riesgo, para

2
MINAMBIENTE. (2014). Guía Técnica para la Formulación de Planes de Ordenación y Manejo de
Cuencas Hidrográficas.
lo cual debe existir la articulación entre el consejo de cuenca y el comité técnico que
garantice un escenario concreto y veraz.

Del mismo modo, el seguimiento y evaluación del Pomca el cual está a cargo de las CAR
debe responder a la dinámica propia de la cuenca, e involucrar la veeduría de la población.
Es de mucho cuidado este ítem puesto que se debe que garantizar que el Pomca se
desarrolle y se ejecute de la forma en la que ha sido formulado, velando además porque no
se vean involucrados aspectos relacionados con incumplimiento, corrupción y mal manejo
de recursos.

En consecuencia, los Pomcas son instrumentos que pueden ser muy útiles para el manejo
integral de una cuenca hidrográfica si se elaboran, se ejecutan y se evalúan de manera
adecuada, atendiendo a todos los requerimientos de la zona de influencia y siguiendo los
lineamientos propuestos en la normatividad colombiana, la cual brinda herramientas muy
pertinentes y relevantes para su elaboración.

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