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FILOSOFÍA 2020-2
CRÍTICOS DE LA MODERNIDAD
Ensayo #1
Desarrolla un ensayo donde abordes una de las tres preguntas que se plantea más abajo. Al
final del ensayo, elabora la lista de fuentes consultadas para elaborar el mismo.
Usa las normas vigentes de la APA o las normas estandarizadas de la UARM para exponer
las citas y elaborar la lista de fuentes bibliográficas.
El ensayo puede ocupar una extensión de 3-5 páginas, aunque no está estrictamente prohibido
superar el límite tentativo de 5 páginas.
Utiliza letra TNR tamaño 12, Arial tamaño 11 o Georgia tamaño 11.
Pregunta #2
¿Por qué para Marx y para Nietzsche debe usarse la filosofía como herramienta de
crítica a las condiciones sociales y morales que sustentan y perpetúan la enajenación del
hombre? Concluye tu explicación con una evaluación personal de cuál de ellos te parece
que planteó una reflexión más urgente y realista sobre este asunto.
Marx y Nietzsche toman a la filosofía como una herramienta de combate que les
sumergen en los tejidos aparentemente sólidos de lo establecido para mostrar las costuras de
las que están hechas las convenciones sociales de su época. Hacer dinamitar los ideales
morales según Nietzsche y rasgar el velo que oculta las condiciones sociales existentes según
Marx.
Ambos tomarán distintos caminos para buscar posibles salidas o respuestas a las
sostendrán una crítica feroz hacia cualquier tipo de ontología sustancialista. A continuación,
se analizarán, desde distintos ángulos, los modos en el que tanto Nietzsche cuanto Marx
realizan su crítica filosófica a las condiciones morales y sociales que sustentan y perpetúan la
A este respecto, Toni Llacer describe el uso de la filosofía de Nietzsche en tanto que:
Los ideales morales ya no se conciben como entidades puras que flotan en el reino de lo
inteligible, sino como productos culturales que se han ido fabricando a lo largo de los
siglos. La tarea filosófica central es, a partir de ahora, la de investigar los procesos de
análisis del origen y el desarrollo de las ideas que nos permiten realizar valoraciones
122)
conceptos y los baja al barro de la historia, al fango en el que los seres humanos luchan y se
condiciones sociales de su época. En relación a este punto, José Manuel Bermudo comprende
la filosofía marxiana en tanto que “pasa a ser el alma de la emancipación: la filosofía que se
pone a la altura de su tiempo, que se reconoce de su tiempo; la filosofía que deja de residir en
el cerebro y mira el mundo desde fuera para salir de sí e instalarse en el mundo: la filosofía
filosofía que hace que las ideas dejen de ser divinas para ser meramente ciudadanas”.
mistificación que lleva a todos aquellos elementos de la realidad a un “más allá” que los
naturaliza y cosifica en tanto que entidades en sí mismas que “son lo que son” y nos revelan
Por una parte, tanto Marx como Nietzsche se refieren explícitamente a un “fetichismo”
determinante que los dos pensadores otorgan -en ese proceso de cosificación- a la
abstracción y la dominación que ejerce lo abstracto sobre lo concreto. Por último, el
cuarto elemento, relacionado con los anteriores, es la crítica de ambos autores a las
En efecto, el ser humano ha olvidado que él mismo es el hacedor de todo aquello que es
tomado como suprasensible y ajeno a su práxis. Más aún, el creador y el productor terminan
siendo devorados por su propia creación. El lenguaje esclaviza al creador porque concibe a la
gramática como una institución, la sombra de dios aún duerme en ese lenguaje que no es sino
sino un hábito que todos llevamos incorporado en tanto que sujetos lingüísticos.
Nietzsche no nos pone las cosas fáciles. Si antes decía que la sombra del Dios muerto
se va a dejar ver «durante milenios», ahora declara: «Me temo que no nos libraremos de
mercancía acabará determinando las relaciones sociales y se fundará como entidad natural
capaz de ordenar el régimen de vida de las personas. El productor se enfrenta así a una
que “así desvela Marx la inevitabilidad del fetichismo naturalista: algo social como la
mercancía acaba funcionando como natural, como trascendente al productor que la creó;
Para ambos filósofos, las cosas nunca “son lo que son”, porque la realidad no está
habitada por esencias que estén fundamentadas en un ser ontológico sustancial. No hay
realidades profundas que devienen en verdades que hay que custodiar a fin de resguardar el
orden moral y social de los sujetos. En ese sentido, contra lo obvio y lo establecido como
sentido común normalizado, Nietzsche y Marx denuncian que dichos sujetos están sujetados
por ciertos dispositivos los cuales se cristalizan y se ocultan tras el disfraz de lo ya dado.
Siguiendo este orden de ideas, Marx critica la realidad social a partir de una ontología
del ser social, opuesta a la ontología de las sustancias. Así, la ontología de la práxis marxiana
hombres:
Sabemos que para Marx la realidad social es un producto de la práctica humana, que
todo lo social es algo producido por los hombres de la historia, que incluso ellos
p. 119)
En cuanto a Nietzsche, su crítica feroz es contra esa vieja ontología que, caduca y
desgastada, sigue rigiendo la vida de las personas. Los representantes de la metafísica jamás
describen la realidad de forma objetiva, sino que, antes bien, introducen una valoración
Nietzsche nos alerta de que, con esta distinción, los pensadores metafísicos no se
una valoración. A su juicio, cualquier ontología que nos explique cómo son las cosas
también nos dice indirectamente cómo deben ser, es decir, esconde un cierto
En su lugar, Nietzsche nos propone una ontología del devenir, opuesta a la ontología
del ser. El devenir implica tomar al mundo como pulsiones vitales caóticas que se
transforman permanentemente, como el río de Heráclito. Y en ese mar abierto del devenir, el
superhombre crea y recrea su propio relato. Y para Marx, como se dijo anteriormente, su
que le son inmanentes, una ontología agónica o de lucha que dialécticamente mueve al
mundo.
Otra de las vías posibles para entender la filosofía propuesta por Nietzsche y Marx
como una apuesta que va en contra de los discursos enajenantes es la de “una epistemología
de los afectos”. En efecto, de acuerdo con Mariela Genovesi, “tanto nuestros hábitos como
por las prácticas y las imágenes que instituyen los vínculos y las condiciones de existencia
social” (Genovesi, 2015, párr. 1). En consecuencia, el vínculo entre práctica y afectividad
será uno de los principales indicadores que den cuenta de las condiciones morales y sociales
con lo que busca desde su propia capacidad de dominio y con condiciones de existencia
exteriores que lo obligan a sentir de cierta manera y no de otra, a ser de un modo y no de otro,
a albergar ciertos afectos que terminan siendo afines a la moralidad de su época. Se trata, en
Pero, la forma mediante la cual esa voluntad de poder incorpora «a si» eso exterior,
tendrá que ver con la voluntad de dominio «propia», pero también con la voluntad de
dominio «externa» que «condiciona» a la propia. Por eso, «nos estará permitido» ver,
oír, pensar, desear, querer «ciertas» formas en lugar de otras, así como también «se
incentivará» la «utilidad» de ciertos afectos por sobre otros, o una forma de ser o sentir
desde una sensibilidad práctica cuya genealogía acontece en el modo en que la materialidad
humana estará atrapada o “enajenada” por ciertos procesos sociales que nos forman de cierto
modo y no de otro:
Porque así como la potencialidad de «sentir, desear, pensar, hacer, ver, escuchar» ha
escuche» de «determinada forma» orientando así el curso común de los futuros actos,
Por esta razón, la teoría de los afectos en Nietzsche termina siendo complementaria con
la sensibilidad práctica en Marx, en la medida en que los afectos que nos determinan (sentir,
desear, pensar, etc.) serán el producto, efecto o consecuencia de una moral que, a su vez,
pero sí dirá que las «estimaciones de valor» que hacen posible el surgimiento de ciertas
romper con el yugo moral y social que atan a los sujetos a una “normalidad esencial” y los
Frente al sujeto que domina, que se cree dueño de la realidad, la «voluntad de poder»
2015, párr. 1)
edificios de la moralidad a fin de que la voluntad del ultrahombre ría y baile en los
las condiciones sociales de producción que enajenan a los hombres con el propósito de
emanciparlos sin anular las contradicciones propias de una dialéctica material en constante
devenir.
Evaluación personal de cuál de ellos planteó una reflexión más urgente y realista sobre
En términos generales, como se propuso en líneas anteriores, considero que las posturas
embargo, si hablamos de la posición realista de ambos filósofos, creo que ambos autores
tuvieron una limitación que, según Juan Manuel Medrano, comentado las ideas de Hannah
definitivo en la ruptura de nuestra tradición filosófica, no es menos cierto que los dos
Por otro lado, esta imposibilidad de salirse de la tradición tendrá un costo significativo
para Marx y Nietzsche, según Arendt. Así, en su intento de ruptura, ambos pensadores
La política no parece tener una especial relevancia en cualquiera que sea ese lugar al
que aspira Nietzsche tras la llegada del superhombre, ni tiene sentido en el esquema de
Marx del mundo sin clases y sin coerción gubernativa. Ese es un error importante de
“dependencia respecto de los que comienzan para poder comenzar de nuevo él mismo”.
El mundo de los hombres es un artificio el cual jamás podrá llegar a ninguna forma de
“polis” que mutan en la medida en que el acto creador vuelve al ruedo. Y añade Medrano,
haciendo referencia a Nietzsche y Marx, que “ambos están todavía demasiado atrapados por
la tradición y el poder que hace posible la verdadera ruptura, es decir, la completa abolición
de los presupuestos de la teoría política occidental, se sitúan detrás de ellos y en otros
De esta manera, siguiendo las ideas de Arendt, existe un peligro de totalitarismo ante
surja un mundo desértico cuyas tierras secas se tornan fértiles para cualquier forma de
totalitarismo, porque “para Arendt los totalitarismos son los más adaptados para vivir en ese
En cualquier caso, de las reflexiones hechas por Marx y Nietzsche, rescato su filosofía
de urgencia crítica de romper la tradición moral y social de su época. Una moral que oculta su
ésta rescata cierta lectura de lo político que no se extirpa y que, en alguna medida, garantiza
Minusvaloración de la política que no disminuyó con los tiempos modernos, y que aún
está presente en la menor importancia que le da Marx frente a las revoluciones y actos
Bermudo Ávila, J. (2015). Marx. Del ágora al mercado. Madrid: Bonalletra Alcompas.
Aires.
Bonalletra Alcompas.
Medrano, J. (junio, 2016). Ruptura y venganza de la tradición en Marx y Nietzsche,
Universidad de La Rioja.