Empieza con lo que tengas

Hace algunos años ingresé al Instituto Canzion en México. Me encontré rodeado de gente de toda América Latina que
soñaba grandes sueños y grandes ideas para cambiar al mundo. Uno quería ir a Africa a ayudar construir casas para
niños huérfanos. Alguno quería abrir una escuela bíblica en su ciudad y otro soñaba con ir a Haití para ayudar a
reconstruir el pais. Yo, por mi lado, simplemente quería diseñar y ser feliz.
A la luz de todo esto tengo que decir que me sentía culpable. Toda esta gente con sueños grandes y radicales, todos
ellos seguramente inspirados por Dios, y yo solamente quería una ‘vida simple’ dedicandome al diseño gráfico y web y
sirviendo en un ministerio saludable. Mi idea de tener una esposa, hijos y cuatro perros se sacudía al pensar que yo no
amaba a Dios lo suficiente.
Empieza con lo que tengas
He visto como esto sucede en muchas personas. Hemos escuchado el mensaje de ‘radicales por Cristo’ en nuestras
iglesias, congresos, conciertos y libros demasiadas veces. Si bien es cierto que la Biblia habla de un llamado a servir de
manera radical, esto no devalúa el significado de lo que hacemos en el Reino de Dios.
1 Tesalonicenses 4:11 dice: “Pónganse como objetivo vivir una vida tranquila, ocúpense de sus propios asuntos y
trabajen con sus manos, tal como los instruimos anteriormente.” Esta fue mi respuesta. No tenía que sentirme
culpable. Dios mismo en su palabra nos autoriza a asumir lo que nos apasiona, por ‘mundano’ que parezca y tomar lo
que ya tenemos en nuestras manos y asumirlo como santo pues lo que tenemos es un regalo de Dios.
Como algunos de ustedes saben, yo soy diseñador asi que mucho de lo que hago implica usar mis manos. Encontré una
historia en Exodo de un hombre llamado Bezalel. Yo nunca había oído hablar de el. Bezalel era un diseñador. Distinto a
mi, pero era diseñador.
Bezalel es la primera persona que la Biblia registra que fue llenada del Espíritu Santo. Con esto no quiere decir que fue el
primero que tenía al Espiritu de Dios en el, simplemente que es la primera persona que se menciona específicamente.
Bezalel no fue enviado a un lugar remoto para hacer milagros o predicar o siquiera compartir el evangelio. En realidad
no hizo algo que hoy dia llamaramos ‘trabajo ministerial’. Dios le dio el poder de su espíritu para usar sus manos y crear
cosas. Dios llamó a Bezalel para ser artista.
Luego el SEÑOR le dijo a Moisés: 2 «Mira, he escogido específicamente a Bezalel, el hijo de Uri y nieto de Hur, de la
tribu de Judá. 3 Lo he llenado del Espíritu de Dios y le he dado gran sabiduría, capacidad y destreza en toda clase de
artes manuales y oficios. 4 Es un maestro artesano, experto en trabajar el oro, la plata y el bronce. 5 Es hábil en
grabar, en incrustar piedras preciosas y en tallar madera. ¡Es un maestro en todo trabajo artístico! Exodo 31:1-5 
El llamado de Dios empieza en donde estés, con lo que tengas. Por eso es un llamado radical. No hay condiciones
especiales o complicadas para conseguir lo extraordinario. Lo único necesario es fe en Dios, el único que nos da el poder
lograrlo.
Yo sé que muchas veces yo solo me convenzo de la idea de que a lo que me dedico es una función monotona, pensando
que yo debería estar ‘haciendo grande algo para Dios’. Hoy me doy cuenta que ya estoy haciendo algo para Dios. Veo
que Dios me dice que ‘todo lo que haga lo haga de todo corazón, como para Dios’ (Colosenses 3:23).
Yo sé que si soy fiel en lo que tengo Dios lo va a honrar. Y yo creo que si tu eres fiel con lo que tienes, Dios te va a honrar
(Mateo 25:14-30).