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UAEM Facultad de Ciencias de la Conducta
TESIS
Presenta
Karla María Pichardo Romero
Número de Cuenta: 0811456
Asesor
Dra. en Inv. Psic. Alejandra Moysén Chimal
A mis padres…
Graciela y Sebastián por confiar en mí, por ser mi mayor motivación y fortaleza para
cumplir mis sueños, por enseñarme a ser perseverante, pero sobre todo porque gracias
a su esfuerzo he llegado hasta aquí y he crecido personal y profesionalmente.
A mi hermano…
Luis Fernando por enseñarme que a pesar de las diferencias siempre estaremos juntos,
apoyándonos el uno al otro.
A mi novio…
Néstor Daniel por alentarme a iniciar, mantener y concluir este proyecto; por enseñarme
a confiar en mí, por darme la fortaleza necesaria y recorrer este camino junto a mí, por
ser la persona que amo y compartir momentos maravillosos a su lado, pero sobre todo
por su lealtad, apoyo y amor incondicional.
A mis abuelitos…
Blanca y Francisco por creer en mí, por su apoyo y cariño, por enseñarme que a pesar
de los obstáculos, la voluntad puede lograr grandes cosas, admiro su fortaleza y
simplemente agradezco tenerlos conmigo y poder compartir este logro con ustedes.
Que en algún momento, me alentaron con alguna palabra o gesto a continuar y concluir
este proyecto, que me incitaron a perseguir mis objetivos y no permitieron que me
rindiera.
A la Doctora Alejandra…
Por guiarme durante todo este proceso, compartirme sus conocimientos, dedicarme
tiempo y sobre todo por tenerme paciencia; gracias por la enseñanza y exhortarme a
iniciar y concluir este proyecto.
DEDICATORIA
¡Si se pudo!
INDICE
RESUMEN............................................................................................................. 10
PRESENTACIÓN .................................................................................................. 12
INTRODUCCIÓN ................................................................................................... 13
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dimensiones. En la comparación entre hombres y mujeres adolescentes con respecto a
Competencias Emocionales, se encontraron diferencias estadísticamente significativas
en el factor de Inteligencia interpersonal, siendo las mujeres quienes presentan una
media más alta que los hombres.
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PRESENTACIÓN
El primer apartado está compuesto por un Marco Teórico, el cual está constituido
por tres capítulos, el primero lleva por título Adolescencia, en él se abordan algunas
definiciones, las etapas de adolescencia, el desarrollo físico, cognitivo, psicosocial y las
amenazas al bienestar del adolescente.
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INTRODUCCIÓN
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positivas, lo que, se ha demostrado, mejora la salud física, emocional y social. Así, la
adolescencia a pesar de ser comúnmente considerada como una etapa de crisis, donde
predominan las emociones negativas, con conductas atípicas, una etapa desagradable,
donde aparecen trastornos psicológicos que perturban el bienestar y desarrollo del
adolescente, puede ser una etapa fructífera, ya que, en la medida que los jóvenes van
adquiriendo competencias emocionales, adquieren consecuencias positivas que
beneficien su comportamiento y bienestar.
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MARCO TEÓRICO
CAPITULO I. ADOLESCENCIA
La palabra “adolescencia” proviene del verbo latino adolescere, que significa “crecer” o
“crecer hacia la madurez”. La adolescencia es un periodo de transición en la cual el
individuo pasa física y psicológicamente desde la condición de niño a la de adulto. Como
promedio, la adolescencia se extiende desde los 13 los 18 años en las mujeres y desde
los 14 a los 18 años en los varones (Hurlock, 1994).
La adolescencia es un periodo de transición, una etapa del ciclo de vida que marca
el final de la niñez y predice la adultez, para muchos jóvenes la adolescencia es un
periodo de indecisión inclusive de desesperanza, para otros es una etapa de amistades,
de flaqueza, de lazos con los padres y de sueños acerca del futuro (Gómez, 2003).
Para Feldman (2007) la adolescencia es una etapa del desarrollo que se encuentra
entre la infancia y la madurez, considera que empieza poco después de cumplir 10 años
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y termina poco antes de los 20, la considera una época de crecimiento y cambios tanto
físicos como cognitivos.
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Por otro lado refiere que la adolescencia tardía comprende entre los 15 y 19 años,
y que durante esta etapa ya han tenido lugar los principales cambios físicos, no obstante
el cuerpo sigue desarrollándose, el cerebro continúa cambiando y organizándose, y la
capacidad para el pensamiento analítico y reflexivo aumenta. La adolescencia tardía es
una etapa de oportunidades, los adolescentes ingresan al mundo del trabajo o la
educación superior, establecen su identidad y participan activamente en la constitución
del mundo que les rodea.
Uno de estos cambios por los que el adolescente atraviesa son precisamente los de
índole física, mismos que ocupan un papel elemental, ya que, si bien es cierto no son
los únicos, si son los primeros que comienzan a manifestarse de manera visible y por
tanto, son los que indican que algo en su interior a nivel tanto biológico como psicológico
está sucediendo.
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1.2.1. Pubertad
Según Hurlock (1994) esta etapa de pubertad, dura aproximadamente cuatro años,
en los primeros dos años conocidos como preadolescencia, se da la etapa final a la niñez
y el cuerpo se prepara para la reproducción y en la segunda parte ocurre la
complementación de este proceso. La autora menciona que aunque no le guste, un niño
no puede permanecer siendo niño, por ello en algún momento debe dejar la etapa infantil
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y la pubertad es el comienzo de este cambio donde se encuentran las rápidas
transformaciones en el tamaño y en la estructura del cuerpo.
Kimmel y Weiner (1998) señalan que los cambios hormonales durante la pubertad
son cruciales, por lo que es probable que ejerzan efectos significativos en las emociones
y la conducta de los adolescentes. La adolescencia es la etapa que está más influenciada
a nivel psíquico debido a las alteraciones hormonales o conflictos emocionales (Martínez,
2008).
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del aumento de las emociones negativas y la variabilidad que caracteriza el
comportamiento de los adolescentes (Archibald, Graber y Books-Gunn, in press; Dorn,
Williamson y Ryan, 2002; citados en Santrock. 2004).
Tomando como referencia la literatura, se puede percibir que una de las principales
características en los adolescentes son precisamente la serie de cambios emocionales
que manifiestan, mismos que cotidianamente son vistos como un problema para las
personas que los rodean e incluso suelen catalogarlos como malhumorados, enojados,
aislados y con un carácter difícil de controlar o manejar.
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glándulas endocrinas, durante esta etapa su producción aumenta bastante a los 10.5
años en las mujeres y entre los 12 y 13 en varones (Craig, 2009).
La gandula pituitaria produce dos hormonas que tienen relación directa con la
pubertad, se trata de la hormona del crecimiento, la cual tiene influencia en el tamaño del
individuo y por otro lado está la hormona gonadotrópica, la cual tiene efectos sobre las
gónadas estimulándolas a mayor actividad. Las gónadas femeninas se denominan
ovarios (producen óvulos) y las gónadas masculinas testículos (producen
espermatozoides) (Hurlock, 1994).
Por otro lado se encuentran las modificaciones corporales, las cuales incluyen
cuatro categorías primordiales: aumento del tamaño corporal (medidos en función de la
estatura y peso), cambios en las proporciones del cuerpo y desarrollo de las
características sexuales primarias y secundarias (Hurlock, 1994).
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cambios más visibles relacionados con la pubertad aparecen aproximadamente un año
después del estirón (Craig, 2009).
Se puede ver que los cambios hormonales, por un lado tienen influencia
significativa en la serie de cambios físicos que experimenta el adolescente y dentro de
estos cambios se encuentran los referentes a la sexualidad que pronto lo llevarán a
obtener una madurez sexual. Dentro de esta maduración sexual se suscita el desarrollo
de las características sexuales primarias y las características sexuales secundarias.
Feldman (2007) señala que las características sexuales primarias están asociadas
con el desarrollo de los órganos y las estructuras del cuerpo que pertenecen
específicamente a la reproducción; y las características sexuales secundarias son los
signos visibles de la madurez sexual que no se refieren de manera directa a los órganos
sexuales.
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Para Santrock (2004) la maduración sexual en los chicos, comienza con el
incremento del tamaño del pene y los testículos, la aparición del vello púbico, cambios
mínimos en la voz, primera eyaculación (espermarquia, la cual ocurre con la
masturbación o durante el sueño), aparición de vello púbico rizado, inicio del máximo
crecimiento, aparición de pelo en las axilas, cambios de voz más detectables y
crecimiento de la barba. En las chicas aumenta el tamaño de los senos, crece el vello
púbico, el pelo en las axilas, aumentan de estatura, se les ensanchan las caderas y ocurre
la primera menstruación.
Así también junto con esta serie de cambios en la maduración sexual, los jóvenes
viven un “periodo de obesidad” lo cual tiene estrecha relación con el desequilibrio
hormonal por un lado y por otro con el aumento de apetito que acompaña el acelerado
crecimiento físico, sin embargo la apariencia de obesidad desaparece cuando el joven
incrementa su estatura y cuando existe un equilibrio hormonal (Hurlock, 1994).
Por otro lado, Craig (2009) menciona que con la llegada de los cambios biológicos
en la pubertad, los adolescentes tienen un interés por los miembros del sexo opuesto y
la necesidad de integrar la sexualidad con otros aspectos de la personalidad. Según este
autor, las chicas dedican más tiempo a las fantasías románticas y los muchachos son
más propensos a recurrir a la masturbación como salida de sus impulsos sexuales.
Así los jóvenes manifiestan su interés en el sexo hacia el exterior, revelando este
interés en la inclinación que brinda hacia los miembros del sexo opuesto, la percepción
que pretende tengan los demás con su nueva imagen, con su preferencia al sexo
pertinente y finalmente en su deseo de mostrar que ya no es un niño, sino más bien casi
un adulto (Hurlock, 1994). Al tomar conciencia el joven de esta nueva constitución
corporal, se convierte en un aspecto de especial atención para sí mismo y crucial para la
relación con los otros.
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1.2.3. La imagen corporal
De acuerdo con Hurlock (1994) uno de los acontecimientos más difíciles para el joven
adolescente es la aceptación de su cuerpo cambiado, ya que, debe ajustarse a las
modificaciones que se dan durante la pubertad y también admitir su nueva configuración,
la cual habrá quedado consolidada. La autora señala que en su mayoría los niños son
tolerantes con la serie de cambios que les suceden en esta transición hacia la
adolescencia, pero que dichos cambios les causa más angustia que placer.
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de sí mismo. La autoestima es la evaluación emocional que uno hace de sí mismo y
abarca desde la autoestima alta a la autoestima baja.
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En esta etapa se presenta el pensamiento formal propuesto por Piaget, el cual se
caracteriza por un procesamiento abstracto, teórico e independiente del entorno social,
este tipo de pensamiento exige la capacidad de formular, probar y evaluar hipótesis y es
considerado como un pensamiento de segundo orden, ya que, consiste en reflexionar
sobre los propios pensamientos, las relaciones y la realidad. El adolescente aprende a
explorar y cambiar de manera consciente los procesos de pensamiento porque ha
afinado la capacidad de reflexionar sobre el pensamiento, formular estrategias y planear
(Craig, 2009).
Feldman (2007) indica que un área del cerebro que pasa por un desarrollo
considerable durante la adolescencia es la corteza prefrontal, la cual se desarrolla por
completo alrededor del inicio de los 20 años. La corteza prefrontal es la parte del cerebro
que permite pensar, evaluar y hacer juicios de una manera distintivamente humana.
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no está del todo desarrollada, lo que da lugar a algunas de las conductas arriesgadas e
impulsivas características de la adolescencia (Weinberger, 2001; citado en Feldman,
2007).
De acuerdo con Ecles et al. (2003; citado en Papalia, Wendkos y Duskin, 2009) existen
dos categorías de cambio en la cognición del adolescente:
Cambio funcional: son los procesos para obtener, manejar y retener la información; se
encuentran el aprendizaje, recuerdo y razonamiento. En los cambios funcionales más
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significativos se encuentra el aumento de la rapidez de procesamiento y un mayor
desarrollo de la función ejecutiva, la cual involucra habilidades como atención selectiva,
toma de decisiones, control inhibitorio de respuestas impulsivas y dominio de la memoria
de trabajo.
Al respecto Lillo (2004) menciona que durante la adolescencia surge una Crisis de
Adolescencia, caracterizada por la presencia de comportamientos tanto infantiles como
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adultos de manera simultánea. Siendo así, la adolescencia un periodo donde el
adolescente se encuentra sujeto a presiones tanto internas como externas.
Hurlock (1994) marca que es una etapa en la que se debe resolver problemas
nuevos en menos tiempo que de costumbre, el joven se da cuenta de que en
concordancia con su apariencia de adulto se debe comportar como tal y se enfrenta ante
la dificultad de no saber cómo hacerlo, pero debe aprender a valerse por sí mismo y a
enfrentarse al mundo sin que un adulto se encuentre fungiendo el papel de protector y
completo sostén como cuando era niño.
Por ello la adolescencia se caracteriza por constituirse como una etapa de pérdida
y renovación, en la que se tiene que ir renunciado al funcionamiento infantil y a las
experiencias psíquicas infantiles. Se considera una etapa de rotura, de pérdidas y
abandonos necesarios para continuar avanzando en el desarrollo, siendo un periodo en
el que el adolescente debe ir elaborando un duelo, con las ansiedades y dolor implicados
(Lillo, 2004).
Hurlock (1994) señala que pocos jóvenes logran la transición desde la infancia a
la adultez sin “cicatrices emocionales” y que a veces tales marcas carecen de
importancia, pero en otras ocasiones son tan perjudiciales que los adolescentes
renuncian a la lucha y permanecen inmaduros durante el resto de sus vidas. Para la
autora ciertos efectos de la transición son más comunes y más dañinos que otros entre
los más destacados menciona la inestabilidad, preocupación por los problemas que
deben enfrentar, conducta perturbadora e infelicidad. La autora enumera ciertas
características de estos efectos que acompañan la transición de la infancia a la adultez:
Inestabilidad
Proviene de sentimientos de inseguridad, los cuales son acompañados de tensión
emocional, el adolescente se muestra preocupado, ansioso, enojado o frustrado.
Raramente es feliz en medio de su inseguridad; la inseguridad puede expresase exterior
o interiormente, por lo que el adolescente puede ser agresivo, tímido o retraído.
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En contraste, el aumento de su estabilidad posibilita al adolescente una mejor
adaptación personal y social. Se siente más feliz y más libre de tensiones emocionales.
Una inestabilidad prolongada y pronunciada indica que el individuo tiene dificultades para
deshacerse de los hábitos infantiles y formar otros más maduros, y como resultado se
adaptará deficientemente en relación con lo que se podría esperar de él.
Infelicidad
El más perjudicial de los efectos de la transición a la adultez es la infelicidad tan frecuente
entre los adolescentes. Tres son las razones principales por las que la infelicidad debería
estar sujeta a control:
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3. La infelicidad conduce a ajustes personales y sociales deficientes que pueden
derivar en perturbaciones de la personalidad.
Finalmente Hurlock (1994) apunta a que la transición será más fácil si el adolescente
sabe que es amado por personas que importan mucho en su vida, si tiene seguridad, si
dispone de guías para acceder a las exigencias sociales y, si se le da la oportunidad de
crecer y de ser independiente en lugar de ser sobreprotegido y tratado como un niño.
Según Craig (2009) cada etapa de la vida presenta retos y dificultades para el desarrollo
que requieren de nuevas habilidades y respuestas, señala que los adolescentes deben
enfrentar dos tareas principales:
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Para Kimmel y Weiner (1998) formar una identidad implica que el individuo
alcance una visión integrada de sus aptitudes y capacidades, de sus valores y
preferencias, de sus formas de reaccionar ante las demás personas y de ser percibido
por ellas. Para los autores, el logro de la identidad es normalmente el último paso de
desarrollo de varios años que abarca de la infancia a la edad adulta.
Marcia (1980, 1994; citado en Santrock, 2004) define la crisis como un periodo del
desarrollo de la identidad durante el cual el adolescente se encuentra en conflicto por
diferentes alternativas y un compromiso como el componente en el cual el adolescente
realiza una labor personal en lo que va a hacer.
Kimmel y Weiner (1998) refieren los estados de identidad señalados por Erikson,
los cuales explican a manera de pasos la formación de la identidad:
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Identidad prestada: la persona prende una serie de creencias y objetivos útiles, que
aparecen sugeridos o presentados por otra persona, sin considerar otras
alternativas de manera independiente.
Logro de identidad: los adolescentes obtienen compromisos relativamente firmes y
experimentan un sentido de pertenencia con respecto a las decisiones tomadas.
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está definida en parte por la cultura (Papalia, Wendkos y Duskin, 2009). La orientación
sexual se convierte en un evento crucial durante la adolescencia, donde la persona siente
una atracción sexual consistente por personas del sexo opuesto (heterosexual), del
mismo sexo (homosexual) o bien por ambos sexos (bisexual).
Durante la adolescencia las peleas con los familiares suelen aumentar, pero son
necesarias debido a que permiten al adolescente experimentar su independencia. Es
importante que durante estos sucesos surja la negociación entre padres e hijos, ya que,
el adolescente necesita ser más independiente y los padres deben aprender a darle un
trato más igualitario y el derecho a tener opiniones propias (Craig, 2009).
Los adolescentes perciben cierto grado de ambivalencia hacia sus padres debido
a la dependencia que tienen de ellos y al mismo tiempo la necesidad de desligarse de los
mismos, por otro lado, los padres tienen intención de dar a su hijo la independencia que
necesitan, pero al mismo tiempo experimentan la necesidad de protegerlos de juicios
inmaduros que puedan perjudicarle (Papalia, Wendkos y Duskin, 2009).
Por otro lado, suele darse poco valor a las relaciones entre iguales, pudiendo
pensar que las necesidades socio-afectivas de los jóvenes quedan satisfechas con sus
padres, olvidando que las relaciones con sus pares son un antecedente generador de
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bienestar y aprendizaje, así como competencias sociales que no se pueden alcanzar en
el contexto con los adultos (Hernangómez, Vázquez y Hervás, 2009).
Por tanto, en esta etapa aumenta la necesidad de los grupos de amigos, los
adolescentes buscan apoyo de otros para hacer frente a las transformaciones físicas,
emocionales y sociales de su edad (Craig, 2009). La interacción con los pares durante la
adolescencia es una fuente primordial de apoyo emocional, ya que, proporcionan al
adolescente afecto, solidaridad, comprensión y orientación moral, convirtiéndose en un
lugar para experimentar y un escenario para la autonomía e independencia de los padres
(Papalia, Wendkos y Duskin, 2009).
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significativos y a nivel afectivo e interpersonal, inicia una etapa de búsqueda de identidad
y autonomía que, por la incompatibilidad entre sus necesidades y las demandas del
mundo externo puede ocasionar un aumento de las confrontaciones y el surgimiento de
sentimientos de inconformidad con su situación en contextos como la familia y la escuela
(Hernangómez, Vázquez y Hervás, 2009).
La toma de riesgos parece resultar de la integración de dos redes cerebrales, por un lado
la red socioemocional que es sensible a estímulos sociales y emocionales, como la
influencia de los pares, y por otro una red de control cognoscitivo que regula las
respuestas a los estímulos. La red emocional incrementa su actividad en la pubertad y la
cognitiva madura hacia la adultez temprana. Estos datos ayudan a explicar la propensión
que tienen los adolescentes a mostrar arrebatos emocionales y conductas de riesgo
como abuso de sustancias y riesgos sexuales (Steinberg, 2007; citado en Papalia,
Wendkos y Duskin, 2009).
Al respecto Feldman (2007) señala que las drogas y el consumo y abuso de otro
tipo de sustancias, es una de las amenazas a la salud durante la adolescencia, razón
por la que se deben evitar problemas como el consumo de drogas, alcohol y tabaco, así
como las enfermedades de trasmisión sexual, que representan una seria amenaza a la
salud y bienestar de los adolescentes.
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Una explicación del aumento en el consumo de alcohol es que el desarrollo del
cerebro adolescente provoca cambios en regiones relacionadas con la sensibilidad y la
producción de dopamina, lo cual provoca que los adolescentes se vuelvan menos
susceptibles a los efectos del alcohol y necesiten más tragos para sentir las cualidades
reforzantes, lo que da lugar a un mayor consumo de alcohol, además, las alteraciones
en la sensibilidad a la dopamina hacen a los adolescentes más sensibles al estrés, dando
lugar a aun mayor consumo de alcohol (Spear, 2002; citado en Feldman, 2007).
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Craig (2009) señala que los factores que ponen a los adolescentes en riesgo de
depresión y de respuestas al estrés son los siguientes:
Al respecto, Betancourt y Andrade (2011) encontraron que las mujeres tienen mayor
tendencia a manifestar depresión, problemas somáticos y lesiones auto infligidas en
comparación con los hombres.
Por otra parte, de acuerdo con Papalia, Wendkos y Duskin (2009) dos
preocupaciones elementales acerca de la actividad sexual adolescente son los riesgos
de contraer enfermedades de trasmisión sexual o bien un embazo. Del mismo modo Craig
(2009) señala que muchos adolescentes tienen prácticas sexuales sin protección, lo cual
tiene consecuencias que implican desde un embarazo no deseado hasta enfermedades
que les causan la muerte.
Las principales razones por las que predominan las enfermedades de transmisión
sexual entre los adolescentes, incluyen la actividad sexual temprana, lo que incrementa
la probabilidad de tener múltiples parejas de alto riesgo, el usar condones y no utilizarlos
de manera frecuente o correcta y en el caso de las mujeres, tener relaciones sexuales
con personas mayores (CDC, 2000b y Forhan et al., 2008; citados en Papalia Wendkos
y Duskin, 2009).
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su vivir cotidiano y es por ello que tienen la necesidad de contar con las habilidades
necesarias que les permitan tener un manejo más adecuado de las situaciones a las que
se enfrentan, siendo esta la razón por la que dan preferencia en aprender estas
habilidades que les permitan favorecer su bienestar en lugar de solo evitar o adquirir
información de los riesgos a los que se encuentran expuestos desde el criterio de los
adultos.
Hendry y Reid (2000; citados en Coleman, Hendry y Kloep, 2008) encontraron que
tener las habilidades para “estar a solas con otras personas” es considerado por los
adolescentes como un factor esencial para promover la salud y el bienestar, por lo que
consideran vital recibir lo que ellos llaman “educación emocional”. Coleman, Hendry y
Kloep (2008) hacen énfasis en lo trascendental que tiene el que los adolescentes posean
el máximo de recursos y las herramientas necesarias para evaluar y lidiar los riesgos a
los que se enfrentan cotidianamente y obtener así un estado de salud y un desarrollo
positivo, ya que el contacto y experiencias de riesgo es lo que les permite adquirir dichas
habilidades de manejo y no solo el mero hecho de evitarlos.
Al respecto, Ugarriza y Pajares (2005) señalan que los esfuerzos educativos deben
estar encaminados a satisfacer de modo efectivo las necesidades sociales y emocionales
de los estudiantes, disminuyendo así la posibilidad de que se impliquen en
comportamientos de riesgo y desadaptativos, como la violencia, actos delictivos, el uso
de sustancias psicoactivas y actividades sexuales tempranas no protegidas.
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comprendida entre la niñez y la edad adulta que abarca de los 11 a los 20 años
aproximadamente, los cambios que ocurren en dicha etapa son diversos y cruciales para
la constitución e integración de un yo mucho más estable y maduro.
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CAPITULO II. BIENESTAR PSICOLÓGICO
Respecto a este interés por la felicidad que se remota en la Grecia clásica con los
inicios de la teoría sobre el buen vivir, Vázquez (2009) indica que la preocupación por la
felicidad no es un suceso pasajero, sino más bien es un tema del cual el ser humano
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continuamente se ha venido cuestionando en referencia a las condiciones de la buena
vida; colocando a la felicidad como un tema del cual se piensa de forma habitual.
Debido a la necesidad por retomar el estudio de la parte positiva del ser humano,
la Psicología Positiva es un movimiento fundado por Seligman en 1998 con la
colaboración de otros académicos norteamericanos, los cuales pretenden focalizar la
investigación en el estudio del bienestar humano y las fortalezas humanas, el surgimiento
de esta nueva corriente fue hace poco más de diez años y ha logrado el interés de la
comunidad científica psicológica (Hervás, 2009b). Así la psicología positiva se centra en
el estudio del funcionamiento psíquico óptimo de personas, grupos o instituciones
(Castro, 2012).
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Según Csikszentmihalyi (1997, 1998; citado en Romero, Salas, Reinoza, García y
Moreno, 2013) existen ciertas condiciones que deben suceder para que una persona
experimente fluidez, el autor las describe de la siguiente manera:
Csikszentmihalyi (1997; citado en Romero et al., 2013) plantea que existen razones para
pensar que el fluir es beneficioso:
1. Creatividad: las personas creativas disfrutan lo que hacen y esto crea en ellas la
necesidad de aprender más.
2. Máximo rendimiento: el fluir tiene consecuencias en el desempeño, ya que, las
personas experimentan motivación para dar su mayor esfuerzo y cumplir las metas
que se han propuesto.
3. Autoestima: las personas que tienen mayor flujo presentan mayor autoestima, por
lo tanto se sienten más satisfechas consigo mismas a la par con sus expectativas
y las de los demás.
4. Disminución del estrés: las personas que experimentan fluidez presentan en menor
medida problemas de salud, ansiedad o estrés.
Por otro lado, cabe mencionar que la psicología positiva en América Latina tuvo su
aparición con Casullo, quien publico el primer artículo en el año 2000, titulado Psicología
salugénica o positiva. Algunas reflexiones. La autora exponía que la psicología debía
integrar el aspecto saludable y patológico del comportamiento humano, además
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expresaba su interés sobre la influencia del contexto en los comportamientos humanos,
los factores protectores y los constructos salugénicos. Por otra parte la Asociación
Internacional de Psicología Positiva (IPPA) se crea en Estados Unidos en el año 2007 en
esta solo tres países estaban representados en el directorio México, Argentina y España,
posteriormente en el año 2009 se crea la Red Iberoamericana de Psicología Positiva con
Argentina, México, Venezuela, Brasil, Uruguay y España, su principal objetivo es
promover el cruce entre los profesionales de los países latinos (Castro, 2012).
A través del tiempo la psicología se ha venido ocupando en su mayoría del estudio de los
trastornos que presentan las personas y por tanto se ha centrado en eliminar estos males
que le causan sufrimiento y dolor, olvidando que el ser humano no solo se conforma de
la parte negativa, sino que también existe una parte positiva la cual habría que
potencializar o bien construir, por tal razón la Psicología Positiva tiene como principal
objetivo el estudio de los aspectos positivos y la potencialización de estos, permitiendo al
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ser humano tener mejores herramientas para hacer frente a las dificultades de la vida y
poseer un bienestar.
Seligman (2014) señala que la psicología desde sus inicios comprende y explica
el mundo a través de la patología mirando solamente los efectos negativos de sucesos
malos, mostrando una adherencia con la posición reparadora, razón por la que considera
que falta ahondar sobre los efectos fortalecedores de los que también valdría mucho la
pena tratar, ya que, con dicha postura solo se está ocupando de la mitad del trabajo
corrigiendo faltas o carencias y olvidándose de construir fortalezas en las personas. En
tal sentido, el énfasis de la psicología clásica en la enfermedad o lo patológico ha hecho
desatender los aspectos positivos que tienen las personas, como el bienestar, la
satisfacción, la esperanza, el optimismo, el flujo y la felicidad, dejando de lado los
beneficios que esto muestra para las personas (Seligman y Csikszentmihalyi, 2000;
citados en González, 2004).
Al respecto Hervás (2009a) indica que los psicólogos y los psiquiatras percibían al
ser humano como una condensación de frustraciones, complejos, síndromes, etc.,
resaltando únicamente lo negativo y dejando de lado la parte buena o sana. Así Ryff y
Keyes (1995; citados en Casullo y Castro, 2000) indican que la psicología desde el ámbito
de la salud mental ha formulado concepciones para explicar el malestar dejando de lado
los aspectos salugénicos de la persona. La psicología se ha dedicado en mayor medida
al estudio de la infelicidad que de la felicidad, dejando de lado que las personas felices
tienen una mejor apreciación de sí mismos, mejor dominio de su entorno y mejores
habilidades sociales (Castro, 2010a).
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Así es como se va fundando la Psicología Positiva y a pesar de que este constructo
es nuevo, varios psicólogos sin tener conocimiento han estado concibiendo Psicología
Positiva al estudiar temas como el apego, la inteligencia emocional, optimismo, conductas
prosociales, entre otras, los cuales son parte de la misma. Investigaciones recientes en
este nuevo enfoque de la Psicología Positiva han dado cuenta de temas como el
bienestar psicológico, el optimismo, la gratitud, el sentido del humor, la sabiduría, la
capacidad de perdonar, la creatividad, las fortalezas y los valores humanos (Castro
2010a).
Esto no quiere decir que la psicología positiva deba olvidarse de la parte negativa
de la persona y solo se enfoque en el bienestar y la felicidad, sería poco factible hacer
dicha reducción, ya que, la psicología positiva tiene un campo muy amplio para la
investigación. Se considera oportuno pensar que la psicología positiva considera tanto lo
positivo como lo negativo. Para la Piscología Positiva el sufrimiento no deja de ser un
aspecto a considerar, sino más bien lo negativo puede constituirse como la motivación
para la construcción y desarrollo de lo positivo en las personas, formando un
complemento que coexiste y no que está peleado.
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Así la psicología positiva pretende contrarrestar el desequilibrio entre lo negativo
y lo positivo del ser humano, para formar una complementariedad necesaria por
naturaleza en el vivir cotidiano y encontrar las implicaciones positivas que las
experiencias pueden tener en las personas, de manera que adquieran mejores
habilidades y recursos para adaptarse y resolver las adversidades de la vida, adquiriendo
aprendizajes y herramientas que les permitan un mayor bienestar.
Se observa el esmero e interés que han tenido los investigadores por el estudio de
los aspectos buenos que tienen las personas y no centrase solamente en la parte
negativa, ya que, la ausencia de malestar no garantiza del todo la existencia del bienestar,
por ello el interés de la psicología positiva se dirige a potencializar e incrementar la parte
positiva, apuntando a un mayor crecimiento y desarrollo, teniendo en cuenta los
beneficios que esto puede tener sobre el estado de bienestar de las personas.
Hervás (2009b) menciona que el estudio de las emociones positivas ha sido poco
ahondado comparado con el estudio de las emociones negativas e incluso que se ha
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observado cierta dificultad para nombrar y dar cuenta sobre el funcionamiento de las
emociones positivas, situación que es totalmente contraria con las emociones negativas.
Por tal motivo el autor considera necesario como primera instancia pensar en definir las
emociones positivas para después indagar sobre su funcionamiento y consecuencias en
las personas.
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Debido a los beneficios que tienen las emociones positivas Fredrickson (1998;
citado en Hervás, 2009b) plantea su teoría de la ampliación y la construcción, donde
indica que la función principal de las emociones positivas es desarrollar habilidades y
nuevos comportamientos. Para la autora las emociones positivas favorecen la flexibilidad,
la intensificación de pensamientos y acciones y la construcción de nuevos recursos para
el futuro. Asimismo Vera (2008; citado en Romero et al., 2013) plantea que las emociones
positivas amplia los recursos intelectuales, físicos y sociales de las personas ante una
amenaza u oportunidad, amplían el repertorio de elecciones posibles y protegen de las
dificultades que provocan las emociones negativas.
Las personas con emociones negativas poseen un razonamiento más crítico, son más
hábiles para tomar decisiones difíciles y tienen mejor percepción de la realidad incluso
cuando es discordante con sus intereses. Desde la teoría del apraissal una valoración
negativa del entorno provoca el surgimiento de alguna emoción que reconoce la amenaza
49
y por ende la persona pone en acción estrategias de afrontamiento o bien dirigidas hacia
el manejo de la emoción negativa o a la solución del problema (Castro, 2010c).
Seligman (2014) señala que las emociones negativas advierten sobre una
amenaza en particular provocando que las personas sienten miedo por la presencia de
un pensamiento de peligro; por otro lado, indica que cuando las personas se sienten
tristes viene acompañado de un sentimiento de pérdida y cuando hay enojo se acompaña
de un sentimiento de trasgresión; esto tendría que dar lugar a que la persona se detuviera
e identificara lo que sucede, comprendiendo que si dichas reacciones negativas no son
concordantes con respecto a la realidad del peligro, pérdida o intrusión, se podría modular
la reacción emocional en proporción a la realidad.
50
Antes de abordar el bienestar psicológico, se considera pertinente mencionar las
dos perspectivas filosóficas desde las cuales se aborda el bienestar, para poder entonces
ubicar cuál de ellas es la base del estudio del bienestar psicológico.
Para el bienestar hedónico, una persona feliz es la que experimenta en mayor medida
afecto positivo que negativo o bien que tiende a ser más feliz (Castro, 2010b). El enfoque
hedónico define la felicidad y la buena vida en relación a la búsqueda de placer y evitación
del dolor (Carr, 2007). Para este enfoque la felicidad consiste en el aumento de momentos
agradables, por lo que se planteó que la búsqueda de la felicidad consistía en la
satisfacción inmediata de deseos (Vázquez, 2009).
Afecto positivo
Carr (2007) indica que la afectividad positiva es parte del comportamiento que facilita y
dirige al organismo hacia experiencias gratificantes que les producen placer, la meta
principal de esto es que la persona obtenga los recursos necesarios para la
supervivencia.
Esta afectividad positiva está asociada con la actividad física, con dormir
adecuadamente, a una vida social valiosa, con amistades intimas y a logar objetivos que
se tienen planteados. Por tanto, el experimentar placer ofrece la búsqueda creativa de
51
nuevas ideas y configuraciones en situaciones positivas, además amplia el rango de
opciones que se consideran al tomar una decisión, hacen que las personas sean más
generosas y responsables en la mayoría de los acontecimientos, por ello se le considera
al placer un instrumento fundamental de autorregulación para dirigir las estrategias de
supervivencia (Fernández y Carrera, 2009).
Afecto negativo
La afectividad negativa, es un aspecto de conducta inhibitoria encaminado a la evitación,
su función es precisamente producir una conducta de inhibición o evitación que
mantengan a la persona lejos de una situación que pueda causarle peligro o dolor (Carr,
2007).
52
negativo). Sin embargo, el bienestar psicológico se encuentra situado en el modelo
eudaemónico y ha mostrado interés por el desarrollo de las capacidades y crecimiento
personal, considerando estos dos aspectos como los principales indicadores del
funcionamiento positivo (Díaz et al., 2006).
53
es el bienestar y que este es un constructo y no una cosa por sí misma, por ende no es
medible por sí solo, sino más bien es la suma de varios elementos y todos ellos tangibles.
Casullo y Castro (2000) mencionan que las personas tienen bienestar cuando
experimentan satisfacción con su vida, con frecuencia su estado de ánimo es bueno, y
que solo de manera ocasional presenten emociones poco placenteras; los autores
señalan que el bienestar tienen tres componentes, el afecto positivo, negativo y el
cognitivo. En referencia a las emociones mencionan que son un factor poco duradero o
efímero, mientras que el aspecto cognitivo es más duradero y estable siendo
consecuencia de la integración cognitiva que la persona hace respecto a cómo le va en
el transcurrir de su vida y es aquí donde se sitúa el bienestar.
Hervás (2009b) refiere que entre los modelos del bienestar se encuentra el trabajo de
Jahoda en 1958 sobre el concepto de salud mental. Romero, Brustad y Gracia (2007)
refieren que la autora fue quien propuso uno de los primeros modelos de salud positiva y
defendía la existencia de seis dimensiones: auto-actitudes positivas, crecimiento y auto-
actualización, integración de la personalidad, autonomía, percepción de la realidad y
54
dominio del entorno; sin embargo, la autora solo realiza el modelo a nivel teórico, pero no
realiza ninguna investigación para comprobar su validez.
El bienestar psicológico se caracteriza por ser meramente una evaluación del resultado
que tiene la persona respecto a lo logrado con la forma de haber vivido, Ryff propone una
perspectiva uniendo la teoría del desarrollo humano óptimo, el funcionamiento mental
positivo y las teorías del ciclo vital (Ryff y Keyes, 1995; citados en Díaz et al., 2006).
Ryff (1998; citado en Díaz et al., 2006) plantea el bienestar como consecuencia de
un funcionamiento psicológico óptimo y concibe seis dimensiones básicas que
delimitarían el bienestar: Autoaceptación, Relaciones positivas con otras personas,
Autonomía, Dominio del entorno, Propósito en la vida y Crecimiento personal; para medir
dichas dimensiones la autora desarrollo un instrumento nombrado “Escalas de bienestar
psicológico”.
55
propósito que motiva sus luchas y desafíos (Propósito en la vida) y conservan un continuo
aprendizaje y desarrollo de sus capacidades (Crecimiento personal).
56
Perfeccionismo
Autoaceptación Actitud positiva hacia
uno mismo. Más uso de criterios
externos.
Acepta aspectos
positivos y negativos.
Valora positivamente su
pasado.
Déficit en afecto,
Relaciones positivas con Relaciones estrechas y
otros intimidad, empatía.
cálidas con otros.
Le preocupa el
bienestar de los demás.
Capaz de fuerte
empatía, afecto e
intimidad.
Fuente: Hervás (2009b, pp. 33 y 34)
57
primera es su teoría sobre la felicidad autentica, enfocada más él estudio de la felicidad
y debido a las dificultades que encontró en la precisión del término felicidad, se vio en la
necesidad de reformularla concibiendo su teoría acerca del bienestar.
Seligman (2014) menciona que la teoría del bienestar tiene cinco elementos que
deben cumplir tres criterios; primero que contribuya al bienestar, segundo que las
personas lo busquen por sí mismo y no para obtener otro elemento y tercero que se
pueda definir independientemente de los demás. Los cinco elementos son: emoción
positiva, compromiso, sentido, relaciones positivas y logro (PERMA, por los nombres en
inglés) mismos que describe de la siguiente manera:
58
que hay, debido a que el ser social es el modo más exitoso de ajuste superior que
se conoce y por tanto las personas se encaminan a la vida social y las relaciones,
siendo estas últimas pieza fundamental para el éxito.
En relación a las metas, Romero et al. (2013) señala que cuando un estudiante se
fija metas en la vida, su autoestima es buena y su autoconcepto académico se ve
alcanzado, por ello para el autor es necesario que las personas se fijen metas alcanzables
y lógicas, ya que, al lograr dichas metas provoca en las personas felicidad y se refleja en
su bienestar. Pychyl y Little (1998; citados en Casullo y Castro, 2000) estudian lo
relacionado con las metas personales y mencionan que tienen dos funciones: una
relacionada con la estabilidad y la otra con la adquisición de la felicidad.
59
Por otro lado, el optimismo es productivo para la vida, se considera que una
persona optimista es la que espera acontecimientos benéficos para el futuro, los
optimistas son personas que no niegan sus problemas y a pesar de ello conservan la
esperanza y fundan estrategias para hacer frente a la vida (Avía y Vázquez, 1999; citados
en González, 2004). Por el contario una persona pesimista es aquella que una situación
buena lo adjudica a algo temporal mientras que lo malo se vive como permanente, estas
personas atribuyen a sí mismos todo lo malo que les pasa incluso llegan a culpar a los
otros, los pesimistas convierten todo en una catástrofe aun cuando no haya ocurrido la
situación (Romero et al., 2013).
Hervás (2009a) también encontró que dos rasgos de personalidad están asociados
al bienestar: la extraversión y la estabilidad emocional. La primera tiene asociación con
el bienestar, considera que es un rasgo caracterizado por la preferencia de las personas
a la sociabilidad y la tendencia a inclinarse en todo tipo de experiencias gratificantes,
siendo su sensibilidad a las prácticas de gozo lo que les lleva a poner tanto interés al
mundo social. A estas personas les gusta interactuar con otros y son capaces de
establecer entornos positivos y alentadores en los cuales las relaciones son motivo de
gratificación, el autor señala que las relaciones interpersonales protegen de diversos
problemas psicológicos y además son una fuente primordial de emociones positivas y
bienestar. En cuanto a la estabilidad emocional menciona que estas personas reaccionan
y manejan mejor las dificultades cotidianas, problemas familiares, imprevistos y fracasos,
porque poseen mejor autoestima y capacidad para controlar sus emociones.
60
En cuanto a la extraversión y la satisfacción vital Hervás y Vázquez (2006; citados
en Hervás, 2009b) propusieron un estudio para analizar la asociación de estas dos
variables, su interés radicaba en descubrir que hacían las personas extravertidas para
ser más felices y así poder sugerir a otras personas que hicieran lo mismo. Sus resultados
mostraron que la capacidad para disfrutar de las pequeñas experiencias cotidianas es la
razón por la que las personas extravertidas son más felices que las introvertidas.
Finalmente el estado civil parece tener relación con el bienestar, los casados o con
pareja parecen tener niveles mayores de felicidad que los solteros, y estos, más que los
separados, divorciados y viudos (Diener et al., 2006; citado en Hervás, 2009a).
61
El surgimiento del estudio del bienestar psicológico en América Latina, se
encuentra con la creación de la escala para evaluar el bienestar psicológico (BIEPS) en
adolescentes según el modelo de Ryff (Casullo y Casto, 2000; citados en Castro 2012).
Además en 2002 se publica el primer estudio de bienestar psicológico con el título: El
bienestar psicológico en Iberoamérica (Casullo 2002; citado en Castro 2012).
62
general es semejante tanto en hombres como en mujeres, pero que los hombres
destacan en la aceptación de sí mismos y las mujeres en el establecimiento de vínculos
y el control de la situación.; que los adolescentes con alto bienestar utilizan los estilos y
estrategias dirigidos a la resolución de problemas, mientras que los adolescentes con
bajo bienestar, muestran un estilo improductivo, en ambos géneros.
El interés por estudio del bienestar psicológico ha sido por la Psicología Positiva,
la cual considera necesario poner atención en los aspectos positivos del ser humano y
potenciar dichos aspectos. Además del bienestar psicológico, uno de los temas que
actualmente ha interesado a los profesionales, es el estudio de las competencias
emocionales, concebidas como herramientas que facilitan un adecuado reconocimiento,
manejo y control emocional ante las diversas situaciones de la vida cotidiana; las
competencias emocionales actualmente son consideradas fundamentales para la vida y
para lograr un estado de bienestar personal y social.
63
CAPITULO III. COMPETENCIAS EMOCIONALES
3.1. Emoción
Para Bisquerra (2000; citado en Bisquerra, 2009) una emoción es un aspecto complejo
del organismo que se caracteriza por una exaltación o turbulencia que predispone a una
respuesta organizada; la emoción se activa a partir de un estímulo, el cual puede ser
interno o externo, pasado o futuro, real o imaginario y dentro de estos estímulos se
encuentran los hechos, las cosas, los animales, las personas e incluso un recuerdo o
ilusión. El autor señala que ante un estímulo las personas hacen una valoración positiva
o negativa y que es por ello que se producen emociones distintas (positivas o negativas),
ya que, en la valoración que se realiza se encuentran inmersos conocimientos previos,
creencias, objetivos personales, percepción del ambiente, entre otros, por tanto la
emoción depende de lo que es importante para cada una de las personas.
64
duración resultado de la presencia de un estímulo o de alguna circunstancia interna o
externa, que ha sido evaluada y percibida como capaz de provocar algún desequilibrio
en la persona, por ello originan respuestas de índole subjetivo, cognitivo, fisiológico y
expresivo afines al mantenimiento de la adaptación de las personas a las condiciones
ambientales que se encuentran en cambio constante.
Martínez (2008) señala que para que un proceso emocional suceda debe existir
un estímulo, la percepción y evaluación del miso, la experiencia emocional y finalmente
una respuesta emocional. El autor indica que es necesaria la presencia de un estímulo
capaz de dar lugar a una emoción; enseguida surge la percepción de dicho estimulo
donde la persona pone atención en algún cambio interno o externo y que además esta
percepción puede ser consciente (el estímulo posee la intensidad necesaria para captar
la atención) o inconsciente (el estímulo no tiene suficiente intensidad para atraer la
atención); posteriormente se da la evaluación donde la persona responde de manera
distinta ante un mismo suceso debido a la interpretación o valoración que realizan en
relación a ciertas dimensiones o categorías; después surge la experiencia emocional
(sentimiento) que consiste en hacer consciente la emoción, definir si la circunstancia es
placentera o displacentera y permite adjudicar una cualidad a la emoción que se
experimenta, finalmente se da la respuesta emocional la cual es de índole fisiológico,
cognitivo y motor, cuando la respuesta emocional llega a un punto máximo de intensidad
se llega a una estabilidad en relación a la activación.
65
Comportamental: aquí se encuentra la expresión emocional, donde se observa el
lenguaje no verbal (expresión facial), tono de voz, volumen, ritmo, movimientos
corporales; cabe señalar que este componente se puede disimular y entrenar, por
tanto aprender a regular la expresión emocional se considera un indicador de
madurez y equilibrio con efectos positivos en la relaciones con los otros.
Cognitivo: se manifiesta la experiencia emocional subjetiva de lo que sucede, es
decir, el sentimiento, la persona toma conciencia de la emoción y la nombra
haciendo uso del lenguaje, en ocasiones las limitaciones del propio lenguaje
provocan en la persona la sensación de no saber qué pasa.
Martínez (2008) señala que existen distintos términos que suelen confundirse y utilizarse
como sinónimos de emoción, pero que su uso es erróneo debido a que tienen
características particulares que los diferencian de la emoción, los describe de la siguiente
forma:
Afecto: se refiere a la valoración que hace una persona ante las situaciones
cotidianas.
66
Humor o estado de ánimo: es una forma detallada de estado afectivo, abarca la
presencia de una serie de creencias encaminadas a la probabilidad que tiene la
persona de experimentar afecto positivo o negativo en un futuro.
Sentimiento: implica la experiencia subjetiva de las emociones, es decir, las
representaciones mentales de los cambios fisiológicos característicos de la
experiencia emocional; los sentimientos son la tendencia a responder
afectivamente ante un evento o estimulo.
Por su parte Bisquerra (2009) señala que las emociones agudas pueden permanecer
segundos, minutos, horas, días, pero es poco probable que dure semanas o meses; el
episodio emocional tiene más duración que una emoción y se refiere a distintos estados
emotivos que se ligan a un mismo acontecimiento, si este episodio emocional permanece
puede convertirse en un sentimiento; el sentimiento surge cuando una emoción se hace
consiente y puede durar toda la vida; finalmente el estado de ánimo carece de precisión
y de provocación clara, pueden durar de horas a meses y no exigen una respuesta
inmediata y se relacionan con experiencias de vida pasada que muy seguramente hace
que las personas se sientan perturbadas, tristes o con una actitud positiva; cabe señalar
que en la medida que se experimenten estados de ánimo negativos e intensos se puede
caer en un desorden emocional.
Es primordial tener claro el significado de cada uno de estos términos que muy
frecuentemente en el lenguaje coloquial suelen utilizarse como sinónimos de emoción,
por ello los autores muestran que existen claras diferencias que incluso seria vital
considerar en la implementación de competencias emocionales, ya que, pueden
favorecer la conciencia emocional y la manifestación o expresión de la misma.
Bisquerra (2009) plantea que las emociones tienen un peso importante en distintas áreas
del desarrollo personal, por ende tienen una función primordial en el bienestar emocional
67
debido a que posee como característica principal la experiencia de emociones positivas
mismas que son la esencia del bienestar.
Para Martínez (2008) las emociones tienen dos funciones, una función
intrapersonal y una interpersonal:
1. Función intrapersonal: en este aspecto las emociones permiten que las personas
organicen sus respuestas subjetivas, fisiológicas y conductuales; cambiar el orden
de conducta; movilizar sus recursos ante algún evento (motivación); beneficios en
el procesamiento inmediato de información que facilita diversas posibilidades de
acción para adaptarse a las demandas del medio y señalan la información
importante.
2. Función interpersonal: aquí las emociones permiten comunicar y controlar
intenciones, esta función es doble porque permite a las personas dar a conocer
como se sienten y también controlar el comportamiento de los demás; y fundan una
posición o espacio en relación con los otros de acercamiento o distancia, es decir,
promueven o dificultan la interacción.
68
5. Función en otros procesos mentales: las emociones pueden alterar de manera
considerable la percepción, memoria, razonamiento y creatividad.
Las emociones tienen funciones que son necesarias para el bienestar personal y de los
demás, ya que, habilita vivir en armonía consigo mismo y en sociedad; permitiendo a su
vez que la persona identifique sus propios procesos internos, tomar conciencia de ello,
tener un comportamiento activo y anticiparse a dar respuestas acordes con sus intereses
y los de otros, sin dejar de lado lo vital de favorecer el bienestar personal y social.
69
de la emoción; de la fisiología la psicología adopta el método experimental y de la
neurología la importancia del estudio del cerebro como principal rector de la mente.
70
4. Modelo social: estudia las emociones desde el aspecto social y cultural, poniendo
atención en las características de un grupo, desde este modelo las emociones son
construcciones sociales que son vividas de manera interpersonal; como principales
representantes se encuentran Kemper y Averill.
Bisquerra (2009) menciona que hay tres aspectos que se deben de tener en cuenta para
la clasificación de las emociones:
71
Emociones positivas: son consecuencia de una evaluación benéfica que coincide
con los objetivos que se tiene. Son experimentadas cuando las personas logran
una meta, cuando tienen algún progreso o mejora y por ende son placenteras
porque proporcionan disfrute y bienestar a las personas.
Emociones negativas: son consecuencia de una evaluación poco benéfica respecto
a los objetivos que se tienen. Se experimentan como respuesta ante
acontecimientos que se consideran una amenaza, una pérdida o dificultades de la
vida cotidiana, por tal razón exigen una respuesta urgente para hacer frente a la
situación.
Emociones ambiguas: son denominadas así porque dependiendo de las
circunstancias se viven como positivas o negativas, incluyen la sorpresa,
esperanza, compasión y emociones estéticas.
Por otra parte Fernández-Abascal, Palmero y Breva (2002) clasifican las emociones
en básicas I (emociones primarias), estas emociones se caracterizan por una
expresión facial específica y una disposición de afrontamiento:
72
Sorpresa: la sorpresa se caracteriza por ser una emoción autentica, neutra, carente
de una clasificación positiva o negativa y por ser la emoción más breve que existe.
La sorpresa emerge y desaparece de manera repentina ante algún evento
novedoso y tiene como principales funciones la adaptativa, social y motivacional.
73
Etxebarria (2002) expone la clasificación de las emociones sociales I (emociones
secundarias o complejas), señala que estas son derivadas de emociones básicas y se
encuentran ubicadas dentro de las emociones denominadas como autoconscientes
debido a que se tiende a realizar una evaluación del propio yo, cabe señalar que dichas
emociones han sido poco estudiadas y se caracterizan por no manifestar rasgos faciales
específicos ni una tendencia particular a la acción. Lewis (2000; citado en Etxebarria,
2002) describe los principales rasgos de las emociones autoconscientes:
74
Celos: se refiere al temor que se experimenta ante la sospecha o creencia de que
una relación significativa se encuentra en riesgo de deteriorarse o perderse como
resultado de la intromisión de una tercera persona, cabe señalar que la amenaza
puede ser real o imaginaria y la reacción depende de las características personales
socialmente aprendidas.
Envidia: implica el deseo de poseer alguna cosa que no se tiene y por tanto el
deseo de que la persona que posee lo que se anhela lo pierda o bien se encuentre
perjudicada, esta emoción es meramente social debido a que surge de la
comparación que se realiza con los otros, experimentando inferioridad y por ello la
reacción se encuentra encaminada en contra de la persona que posee lo que se
anhela.
Empatía: sucede cuando ante algún suceso que vive una persona se experimentan
en uno mismo sensaciones acordes o bien similares; la empatía es la capacidad
de entender y comprender como se encuentra la otra persona y actuar de forma
apropiada para solucionar el problema, esta emoción favorece las conductas de
ayuda reduciendo el malestar de la otra persona y causando satisfacción en la
persona que ha proporcionado la ayuda.
El cerebro se caracteriza por ser un órgano con una estructura anotómica compleja, por
ello para una mejor comprensión del mismo se divide en: encéfalo (cerebro, tronco
cerebral y cerebelo). En el cerebro se encuentran los hemisferios cerebrales (telencéfalo)
75
y el diencéfalo; en el tronco del cerebro se sitúa el mesencéfalo, la protuberancia y el
bulbo raquídeo; y el bulbo raquídeo es el órgano que constituye la comunicación entre el
cerebro y la medula. Desde el factor emocional lo que se considera es el cerebro el cual
está constituido por la corteza cerebral (neocórtex), el sistema límbico (diencéfalo) y el
cerebro reptiliano (tronco cerebral) (Bisquerra, 2009).
Las conexiones de los estímulos emocionales con la corteza prefrontal, el lóbulo temporal
anterior y el hipocampo son sustanciales para el surgimiento de comportamientos
emocionales complejos que implican un juicio de valor de la situación, medida de las
76
posibles consecuencias de las acciones y constituye la base de los sentimientos, es decir,
el componente consciente de la emoción (Belmonte, 2007).
El sistema límbico junto con la corteza frontal realizan un proceso de los estímulos
emocionales para posteriormente formar funciones cerebrales más complejas como
decisiones racionales, expresión e interpretación de conductas sociales y generación de
juicios morales (Kandel, 2000; citado en Mejía, Valdovinos, Méndez y Mendoza, 2009).
Papez (1937; citado en Belmonte, 2007) indico que existen áreas del cerebro
específicamente dedicadas a la emoción a las que denomino lóbulo límbico, dichas
estructuras ya habían sido identificadas por Paul Broca, sin embargo, Belmonte (2007)
indica que fue hasta veinte años más tarde cuando Paul McLean quien acuño el termino
de sistema límbico y desarrollo la teoría global sobre el cerebro emocional tratando de
77
relacionar lo esencial del hipotálamo para la expresión emocional y lo de la corteza en la
experiencia emocional.
3.7.3. La amígdala
78
componente afectivo y finalmente con la conexión cortico-amigdalina se tribuye a la
información compleja del componente emocional (LeDoux, 1989; citado en Sánchez y
Román, 2004).
Desde los años 90 diversos autores han hablado sobre la existencia de una inteligencia
emocional en las personas, entre ellos se encuentran Salovey y Mayer, Gardner,
Goleman y Bar-On, concebida como una forma en que las personas administran las
emociones y se encuentra relacionada con el bienestar. La inteligencia emocional es
parte de los procesos cognitivos, encargándose del reconocimiento de las propias
emociones y de los otros, por ello se divide en dos facetas: la inteligencia interpersonal y
la intrapersonal; la primera se refiere al conocimiento de la propia persona y la segunda
a la relación y conocimiento que se tiene de los demás (Romero et al., 2013).
79
3.8.1. Antecedentes de la Inteligencia Emocional
Bisquerra (2009) señala que la inteligencia emocional tiene sus antecedentes en las
investigaciones sobre el concepto de inteligencia a principios del siglo XX hasta llegar a
las inteligencias múltiples ochenta años después. La inteligencia emocional es un
constructo que tiene su nacimiento con Salovey y Mayer en 1990 y se difunde con
Goleman en 1995. El autor menciona los principales acontecimientos históricos que
llevaron al surgimiento de la inteligencia emocional:
Los estudios sobre la inteligencia se iniciaron con Broca (1824-1880) quien tenía
interés en el estudio del cráneo humano y sus características, descubrió el área del
lenguaje en el cerebro (área de Boca); posteriormente Galton y Darwin iniciaron sus
investigaciones sobre los genios y Wundt estudiaba los procesos mentales con la
introspección.
Catell (1860-1944) propago la idea de que los test de inteligencia eran buenos
predictores del rendimiento académico, Thorndike (1920) incorporo por primera vez el
termino de inteligencia social, Guilford (1950) realizó trabajos sobre la estructura de la
inteligencia que dieron pauta para el estudio de la creatividad y el pensamiento divergente
y finalmente todo esto llevó al surgimiento de la teoría de las Inteligencias Múltiples
encabezada por Howard Gardner (1983).
80
aplicaciones de las emociones en la psicoterapia, más adelante se encuentra la
psicoterapia racional-emotiva de Albert Ellis (1977) y la terapia cognitiva de Aarón Beck
(1976) quienes consideraron el tratamiento de los desórdenes emocionales y en 1985,
Bar-On utilizo la expresión EQ (Emotional Quotient) en su tesis doctoral, el término EQ
fue acuñado en 1980, pero se difundido hasta 1997 cuando se publicó la primera versión
del The Emocional Quotient Inventory. Cabe señalar que el interés por la inteligencia
emocional surge con dos artículos publicados en revistas especializadas: Mayer, DiPaolo
y Slovey, 1990; Salovey y Mayer, 1990; siendo este último titulado Emotional Intelligence
con el que la inteligencia emocional tuvo mayor auge (Bisquerra, 2003).
Gardner (1995) menciona que su teoría de las inteligencias múltiples posee una visión
multifacética de la inteligencia, reconoce distintos aspectos de la cognición,
considerando que las personas tienen distintos potenciales y estilos cognitivos. Por tal
razón propuso siete inteligencias: Inteligencia lingüística, Inteligencia lógico-matemática,
Inteligencia espacial, Inteligencia musical, Inteligencia corporal y cinética, Inteligencia
interpersonal e Inteligencia intrapersonal. El autor consideraba que la escuela debería
promover el desarrollo de las inteligencias colaborando así para llegar a cumplir con los
fines vocacionales y gustos de la persona, que además concuerden con el tipo de
inteligencias que posea.
81
alude a la capacidad de concebir un modelo claro de sí mismo y de hacer uso apropiado
de ello al interactuar con otras personas.
82
(Mayer y Salovey, 1997 y Mayer, Caruso y Salovey, 2000a y 2000b; citados en Mestre,
Guil, Brackett y Salovey, 2008).
83
3.8.4. La Inteligencia Emocional de Goleman
84
1. Conocimiento de uno mismo: capacidad de poner atención en las necesidades
internas, reconocer los propios sentimientos y las consecuencias que pueden tener
en el aspecto laboral, expresar las emociones como un medio a emplear para la
acción.
2. Autorregulación: manejo de las propias emociones para beneficio de sí mismo y de
los otros, involucra el autocontrol emocional, la orientación a los resultados,
adaptabilidad y optimismo.
3. Consciencia social: habilidad fundamental para la obtención de buenas relaciones
interpersonales implica la empatía y conciencia emocional.
4. Regulación de relaciones interpersonales: alude a la influencia que se tiene sobre
los demás, abarca la promoción del liderazgo, manejo de conflicto y trabajo en
equipo.
Se considera oportuno señalar que del constructo de Inteligencia emocional surgen las
Competencias emocionales, de ahí la importancia de abordar lo relacionado con la
inteligencia emocional, que si bien son propuestas distintas las que proporcionan los
autores, existen puntos concordantes en la importancia del reconocimiento y
regulación de las emociones para beneficiar las relaciones interpersonales y el
funcionamiento óptimo de sí mismo.
85
3.9.1. Modelo de Bar- On
De igual manera, Bisquerra (2009) menciona que para Bar- On 1997 la inteligencia
emocional y social es una serie de habilidades personales, emocionales y sociales que
intervienen en las respuestas de afrontamiento ante las peticiones y tensiones del medio;
esta inteligencia tiene repercusiones significativas en el éxito, la salud y el bienestar
psicológico.
86
1. Intrapersonal: consiste en tener consciencia de las propias emociones y de su
expresión, implica las habilidades y competencias de: autoconciencia emocional,
asertividad, autoestima e independencia.
2. Interpersonal: se encuentra la consciencia social y las relaciones interpersonales,
las habilidades y competencias son: empatía, relaciones interpersonales y
responsabilidad social.
3. Adaptabilidad: se refiere al manejo que se tiene del cambio, las habilidades
involucradas son: solución de problemas, prueba de realidad y flexibilidad.
4. Manejo del estrés: los aspectos importantes son el manejo y la regulación
emocional, lo conforman las siguientes habilidades: tolerancia al estrés y control de
la impulsividad.
5. Estado del ánimo general: tiene relación con la motivación de la persona para el
manejo propio en el transcurrir de la vida, implica las habilidades de: felicidad y
optimismo.
1. Intrapersonal
a) Conciencia emocional de sí mismo: habilidad para reconocer los propios
sentimientos.
b) Asertividad: habilidad para expresar sentimientos, creencias, pensamientos y
defender los propios derechos de una manera no destructiva.
c) Consideración: habilidad para respetarse y aceptarse a sí mismo como bueno.
d) Actualización de sí mismo: habilidad para desarrollar las capacidades para la
búsqueda de un sentido de riqueza y vida plena.
e) Independencia: habilidad para autodirigirse y autocontrolarse en lo que uno piensa
y dice, sin depender emocionalmente de otros.
2. Interpersonal
a) Empatía: habilidad para entender los sentimientos de los demás.
87
b) Relaciones interpersonales: habilidad para fundar y conservar relaciones
satisfactorias caracterizadas por intimidad y afecto.
c) Responsabilidad social: mostrar un comportamiento cooperativo, contribuyente y
constructivo en un grupo social.
3. Adaptabilidad
a) Resolver problemas: habilidad para conocer y definir problemas, generar e
implementar soluciones efectivas.
b) Prueba de realidad: habilidad para valorar la relación que existe entre lo que se
experimenta y que objetivamente existe y para probar dicha relación.
c) Flexibilidad: habilidad para ajustarse a los pensamientos, emociones y
comportamiento para cambiar situaciones.
4. Manejo del estrés
a) Tolerancia al estrés: habilidad para resistir situaciones adversas y estresantes sin
rendirse y actuando de una forma activa y positiva con el estrés.
b) Control del impulso: habilidad para resistir o aminorar un impulso, manejo o tensión
de actuar.
5. Estado del ánimo general:
a) Felicidad: habilidad para sentirse satisfecho con la vida, disfrutarse tanto a uno
mismo como a los otros.
b) Optimismo: habilidad para ver el lado bueno de la vida y mantener una actitud
positiva aun en momentos de adversidad.
Para determinar los componentes factoriales (habilidades mentales) en los que se basa
este modelo, Bar-On revisó la literatura relacionada con la personalidad que parecía tener
relación con el éxito en la vida e identificó cinco extensas áreas de funcionamiento, que
a su vez subdividió en otras quince, incluyendo otros aspectos que consideraba
necesarios para que las personas lograran el éxito en la vida ante las demandas del
ambiente (Bernal y Ferrándiz, s/f).
88
se han considerado como cognitivas, mientras que el manejo de estrés (interacciones
motivacionales y emociones) y el estado de ánimo, comúnmente son vistos como rasgos
de personalidad (Mayer et al., 2000; citados en Bernal y Ferrándiz, s/f).
89
1. Consciencia emocional de uno mismo: reconocimiento de la experiencia emocional
y conciencia de los procesos emocionales en apariencia inconscientes.
2. Habilidad para discernir y entender las emociones de otros: basado en el contexto
social y el acuerdo del significado de las expresiones emocionales.
3. Habilidad para utilizar el lenguaje y expresiones propios de la emoción: involucra el
contexto cultural y la relación de las emociones con los roles sociales.
4. Capacidad de empatía: identificación y comprensión de las experiencias
emocionales de los demás.
5. Habilidad para diferenciar la experiencia emocional subjetiva interna de la
expresión emocional externa: sucede tanto en los demás como en uno mismo.
6. Habilidad para resolución adaptativa de situaciones adversas y estresantes:
reducción de impacto que pueda tener un conflicto.
7. Consciencia de comunicación emocional en las relaciones: expresar de manera
natural la emoción.
8. Capacidad de autoeficacia emocional: presencia de un equilibrio entre la esfera
personal, social y cultural.
Para Bisquerra (2003) las competencias emocionales son “el conjunto de conocimientos,
capacidades, habilidades y actitudes necesarias para tomar conciencia, comprender,
expresar y regular de forma apropiada los fenómenos emocionales” (p. 22). El autor
menciona que en este modelo se encuentran dos bloques, primero el intrapersonal donde
se ubica la capacidad de autorreflexión que se encuentra encaminada a identificar las
propias emociones y regularlas; el segundo bloque es el interpersonal donde hay una
90
habilidad para reconocer lo que los demás están experimentando y sintiendo abarcando
habilidades sociales, empatía, identificación de comunicación no verbal, entre otros.
Competencias
emocionales
Autonomía emocional
91
1. Conciencia emocional: se refiere a la capacidad que tienen las personas para hacer
consientes sus emociones y las de los otros.
a) Toma de conciencia de las propias emociones: es la capacidad que se tiene para
reconocer con claridad los propios sentimientos y emociones para poder
nombrarlas.
b) Dar nombre a las emociones: es el uso correcto del lenguaje y de las expresiones
de acuerdo al contexto para denominar una emoción.
c) Comprensión de las emociones de los demás: es la posibilidad de reconocer con
claridad las propias emociones y sentimientos y las de los demás.
d) Tomar conciencia de la interacción entre emoción, cognición y comportamiento: los
estados emocionales influyen en el comportamiento y la emoción, por ello la
cognición debe funcionar como regulador de ambos aspectos.
92
d) Competencia para autogenerar emociones positivas: es la habilidad de
experimentar emociones positivas de manera consiente y a voluntad, es decir, de
disfrutar la vida.
4. Competencia social: Capacidad para crear relaciones cordiales con otras personas,
considerando habilidades sociales como la comunicación eficaz, respeto, conductas
prosociales, asertividad, entre otros.
93
a) Dominar las habilidades sociales básicas: capacidad de escuchar, considerándola
como fundamental y necesaria para la presencia de las demás habilidades
sociales.
b) Respeto por los demás: respetar diferencias individuales con un comportamiento
de aceptación y aprecio, valorando los derechos de los demás.
c) Practicar la comunicación receptiva: implica el estar atento en la comunicación
verbal y no verbal de los demás con el fin de recibir los mensajes con exactitud.
d) Practicar la comunicación expresiva: implica iniciar y sostener una conversación,
expresar pensamientos y sentimientos con precisión verbal y no verbal, haciendo
sentir a la otra persona que es comprendida.
e) Compartir emociones: las relaciones interpersonales se conservan con la expresión
sincera de emociones como por la presencia de correspondencia en la relación.
f) Comportamiento prosocial y cooperación: realizar buenas acciones por otras
personas sin que lo hayan solicitado.
g) Asertividad: comportamiento equilibrado entre el ser pasivo y la agresión, es decir,
proteger y expresar los derechos, pensamientos y sentimientos considerando y
respetando las de los demás.
h) Prevención y solución de conflictos: ser capaz de identificar, prever y solucionar
conflictos sociales o personales.
i) Capacidad para gestionar situaciones emocionales: ser capaz de regular las
emociones de los demás en contextos sociales.
94
d) Ciudadanía activa, participativa, critica, responsable y comprometida: reconocer los
propios derechos y deberes implica un sentimiento de pertenencia, comportamiento
democrático y práctica de los valores.
e) Bienestar emocional: capacidad de disfrutar el bienestar (emocional, subjetivo,
personal y psicológico) y tratar de trasmitirlo a los demás.
f) Fluir: ser capaz de crear vivencias óptimas en el área profesional, personal y social.
95
3.10. Educación Emocional y Bienestar Psicológico
96
Dominio de emociones
Adquirir habilidad para regular las propias emociones
Incrementar la tolerancia a la frustración
Prevención de efectos dañinos de las emociones negativas
Habilidad para crear emociones positivas
Aumentar habilidad de automotivación
Mantener una actitud positiva frente a la vida
Aprender a fluir
97
demostrado que este método mejora los resultados académicos y el bienestar de los
niños y jóvenes. El apoyo emocional del profesor ha pasado a ser esencial en el proceso
de aprendizaje, por ello se considera que durante el siglo XXI existe la posibilidad de
pasar del rol de profesor centrado en transmitir conocimientos al de profesor encaminado
a orientar el aprendizaje del alumno proporcionando apoyo emocional (Bisquerra, 2003).
Bisquerra (2009) menciona que ante las demandas sociales, surge la necesidad
de proponer el surgimiento de unas ciencias del bienestar, donde el objetivo principal sea
establecer programas psicopedagógicos enfocados a potenciar del desarrollo del
bienestar personal y social; el autor considera el bienestar material (economía política y
personal), físico (salud física, psíquica y social), social (calidad de las relaciones con el
entorno social) y emocional (valoración global sobre la satisfacción don la vida) como
posibles componentes de las ciencias del bienestar.
Por otro lado, López (2012) señala que al hablar de educación para el bienestar
emocional y la felicidad también se debería incluir la educación para la infelicidad, para
prevenirla o bien para hacerla tolerable; razón por la que la autora considera que es
necesario el manejo de competencias emocionales, consideradas como básicas para la
vida y que aportan recursos de prevención a la ansiedad, estrés, depresión, conductas
de riesgo, consumo de drogas, violencia, suicidios, entre otros.
98
Para la propuesta educativa de la felicidad, seria idóneo pensar en que es
necesario potenciar y promover las competencias emocionales, cognitivas y
conductuales de todas las personas involucradas en ámbito educativo. Seria
indispensable que los educadores tuvieran la iniciativa personal de conocerse a sí
mismos, tener valores y metas, de esta forma el educador comienza por un cambio de
fondo en cuanto a su función y así asegurar un espacio de armonía y fomento de la
felicidad (Romero, et al. 2013).
Seligman (2014) indica que en relación al bienestar, existen tres razones por las
que sería idóneo enseñarlo en las escuelas, la primera se refiere a la situación presente
de depresión en los jóvenes, la segunda de ellas al aumento nominal de la felicidad en
las últimas dos generaciones y finalmente que un mayor bienestar mejora el aprendizaje,
considerando que esta es la meta tradicional de las escuelas. El autor considera que el
bienestar debería enseñarse en las escuelas, debido a que sería un antídoto contra la
emergencia acelerada de depresión en los jóvenes y por tanto una manera de aumentar
la satisfacción con la vida y mejorar el aprendizaje con mayor uso del pensamiento
creativo.
Romero et al. (2013) piensa que el flujo puede tener implicaciones benéficas en la
educación y por tanto puede ser de gran utilidad, menciona que se ha demostrado que
los estudiantes que más disfrutan de una actividad obtienen mejores resultados al final.
Existe certeza de que los conocimientos académicos se aprenden mucho mejor si el
alumno se encuentra motivado, tiene control de sus impulsos, iniciativa, es responsable,
etc., es decir, tiene competencias emocionales, por ello se considera fundamental incluir
el desarrollo de competencias emocionales en el proceso educativo incluyéndolas en la
curricula, apostándole a una integración de los conocimientos académicos y de las
competencias emocionales (Bisquerra y Pérez, 2007).
99
la capacidad de los estudiantes para hacer frente a los problemas cotidianos de la
adolescencia, promoviendo el entusiasmo y la asertividad. Si bien el PRP no está fundado
directamente para la enseñanza del bienestar se ha comprobado con los resultados
obtenidos de su aplicación que favorece el bienestar de los jóvenes, entre dichos
resultados se ha hallado que reduce y previene los síntomas de la depresión y ansiedad,
reduce la desesperación, aumentando el optimismo y bienestar; reduce los problemas de
conducta y obtienen menos síntomas de enfermedades físicas.
Tiempo después el autor menciona que la aplicación del PRP implica únicamente
la resiliencia y que esta es solo un aspecto de la psicología positiva: el aspecto emocional.
Por ello se vieron en la necesidad de diseñar un nuevo programa más amplio que
aumentara las fortalezas de carácter, sentido de vida, emociones positivas y disminuyera
las emociones negativas, con este nuevo programa se llegó a la conclusión de que el
bienestar puede enseñarse en las escuelas.
Por su parte Bisquerra (2000, 2008; citado en Bisquerra, 2009) plantea una serie
de propuestas que pueden ayudar al bienestar emocional y que pueden ser aprendidas:
Gestión del tiempo: distribuir el tiempo para cada cosa (familia, trabajo y para sí
mismo).
Fijarse objetivos realistas: plantearse metas alcanzables en relación al tiempo,
límites y posibilidades.
Disfrutar los avances que se adquieren: apreciar los logros que se tienen.
Autoestima: ser flexibles con uno mismo y los demás permitiendo cierto grado de
permisividad, en caso de cometer algún error brindar una segunda oportunidad.
Ser positivo: mantener una actitud positiva y optimista ante los problemas, esto
beneficia la salud.
Sentido del humor: disminuir el impacto negativo de situaciones conflictivas;
previene enfermedades, relaja, disminuye la tensión y favorece la alegría y
expresión de sentimientos.
100
Reír: la risa estimula el sistema inmunitario y trae consecuencias positivas para el
cuerpo mitigando problemas emocionales.
Altruismo: ayudar a los demás es saludable y aumenta la autoestima.
Mantener relaciones sociales: los vínculos sociales incentivan el aspecto positivo y
la satisfacción aminorando los negativos.
No dejarse influir negativamente por los demás: Evitar el contacto con personas
descontentas, frustradas, insatisfecha, envidiosa, egoísta; es mejor relacionarse
con personas alegres y trabajadoras que transmiten su actitud positiva.
Música: escuchar música, cantarla o bailarla trae emociones positivas y ayudan a
contrarrestar la depresión.
Ejercicio físico: el ejercicio físico beneficia el estado de salud físico y mental.
Imaginación emotiva: vislumbrar sobre cosas que se anhelan hacer y lugares o
personas con las que se quisiera estar es saludable.
Relajación: implica ejercicios de relajación, meditación, respiración y control
emocional.
Ser escuchado: ante alguna problemática es importante contar con una persona
capaz de escuchar y dar apoyo sin juzgar, que además ayude a esclarecer la
situación y encontrar vías de solución.
Expresar afecto: la expresión de los sentimientos a las personas que se quiere,
además de conservar la intimidad de las relaciones, procura lo positivo en el estado
de ánimo.
101
positiva componen el fundamento teórico de la educación emocional, razón por la que la
educación emocional y el bienestar son una unidad inherente (Bisquerra 2000; citado en
Bisquerra, 2009). Desde la educación emocional es necesario contribuir al desarrollo de
competencias emocionales debido a que se ha constatado que estas facilitan e inducen
a disfrutar de una vida más feliz (Bisquerra y Pérez, 2007).
Por otro lado, Soriano y González (2013) reportan haber encontrado que los
adolescentes independientemente de su pertenencia cultural son capaces de percibir sus
propias emociones y las de los demás en situaciones adversas que pueden ocurrir en las
relaciones afectivas; y que es en función de estas habilidades que toman decisiones y
buscan el equilibrio entre sus sentimientos, pensamientos y respuesta.
102
manejo del estrés e impresión positiva y las mujeres tenían un puntaje más elevado en
la escala interpersonal.
103
MÉTODO DE INVESTIGACIÓN
1. Objetivo de Estudio
Objetivo General
Relacionar el bienestar psicológico y las competencias emocionales con que
cuentan los adolescentes alumnos de preparatoria.
Objetivos Específicos
Describir el bienestar psicológico que presentan los adolescentes alumnos de
preparatoria.
Describir las competencias emocionales que presentan los adolescentes alumnos
de preparatoria.
Comparar el bienestar psicológico que presentan los hombres y las mujeres
adolescentes alumnos de preparatoria.
Comparar las competencias emocionales que presentan los hombres y las mujeres
adolescentes alumnos de preparatoria.
104
Vázquez y Hervás (2009) entienden que el adolescente no se altera
constantemente sin motivos: más bien encuentra constantes motivos para alterarse. Se
debe considerar que a nivel cognitivo aumenta su capacidad para evaluar de forma crítica
su satisfacción y a nivel afectivo e interpersonal, inicia una etapa de búsqueda de
identidad y autonomía que, por la discrepancia entre sus necesidades de autoafirmación
y las constricciones externas, puede llevar a un aumento de las confrontaciones y la
aparición de sentimientos de insatisfacción con su situación en ámbitos como la familia o
la escuela.
El control emocional significa aprender a encarar una situación con una actitud
racional, responder a ella con la mente tanto como con las emociones, es decir, enfrentar
el desborde o la expresión verbal de las emociones. Llegar a controlarlas es un índice de
madurez emocional (Hurlock, 1994).
105
Se ha observado que experimentar emociones positivas tiene un efecto positivo
en la convivencia, en la resolución de conflictos, en la salud y en el bienestar personal y
social (Bisquerra y Pérez, 2007). Un estado emocional positivo lleva a un pensamiento
abierto, optimista, creativo y flexible, que facilita el afrontamiento eficaz de la adversidad,
la solución positiva de conflictos y a su vez incrementa el bienestar (Fedrickson, 2001;
Fedrickson y Joineir, 2002; citados en Bisquerra y Pérez, 2007).
Las personas felices tienen mayor probabilidad de ver los eventos y circunstancias
de la vida de manera que refuerzan y promueven su bienestar, esperan resultados
positivos en el futuro, tienen un sentido de control sobre el resultado de sus acciones y
confían más en sus habilidades o destrezas (Lyubomirshy, 2001; citado en Contreras,
2006).
Actualmente hay datos para afirmar que las emociones positivas potencian la salud
y el bienestar, favorecen el crecimiento personal, permitiendo sentimientos de
satisfacción con la propia vida, tener esperanza, ser optimista y percibirse más feliz
(Fernández-Abascal y Palmero, 1999; Fredrickson, 2000, 2001; citados en Contreras,
2006).
106
3. Pregunta (s) de Investigación
Preguntas específicas
¿Cómo es el bienestar psicológico que presentan los adolescentes alumnos de
preparatoria?
¿Cuáles competencias emocionales presentan los adolescentes alumnos de
preparatoria?
¿Existirá diferencia en el bienestar psicológico que presentan los hombres y las
mujeres adolescentes alumnos de preparatoria?
¿Existirá diferencia en las competencias emocionales que presentan los hombres
y las mujeres adolescentes alumnos de preparatoria?
4. Planteamiento de Hipótesis
Nulas
Ho. No existe relación estadísticamente significativa entre el bienestar psicológico
y las competencias emocionales que presentan los adolescentes alumnos de
preparatoria.
Ho. No existe diferencia estadísticamente significativa en el bienestar psicológico
de los hombres y las mujeres adolescentes alumnos de preparatoria.
Ho. No existe diferencia estadísticamente significativa en las competencias
emocionales de los hombres y las mujeres adolescentes alumnos de preparatoria.
Alternas
Ha. Existe relación estadísticamente significativa entre el bienestar psicológico y
las competencias emocionales que presentan los adolescentes alumnos de
preparatoria.
Ha. Existe diferencia estadísticamente significativa en el bienestar psicológico de
los hombres y las mujeres adolescentes alumnos de preparatoria.
107
Ha. Existe diferencia estadísticamente significativa en las competencias
emocionales de los hombres y las mujeres adolescentes alumnos de preparatoria.
5. Tipo de Investigación
6. Definición de Variables
Bienestar psicológico
Definición conceptual
Ryff propone el término de bienestar psicológico para distinguir su concepción del
bienestar subjetivo, ha definido el bienestar como el desarrollo del verdadero potencial
de uno mismo. De esta forma la felicidad o bienestar psicológico no sería el principal
motivo de una persona sino más bien el resultado de una vida bien vivida (Ryff y Keyes,
1995; Ryff y Singer, 1998; citados en Vázquez et al., 2009).
Definición operacional
Para medir el bienestar psicológico, se emplearon las Escalas de Bienestar Psicológico,
propuesta por Carol Ryff, la cual ha sido adaptada al castellano. Se utilizó la versión
extendida que contiene 39 ítems, esta escala a su vez está compuesta por seis
108
dimensiones: Autoaceptación, Relaciones positivas, Autonomía, Dominio del entorno,
Crecimiento personal y Propósito en la vida.
Competencias emocionales
Definición conceptual
La inteligencia socioemocional es un conjunto de competencias y habilidades que
establecen la efectividad con la que las personas reconocen, entienden y utilizan las
emociones, de relacionarse con los otros, de adaptarse a los cambios, de resolver
problemas de índole personal e intrapersonal y de afrontar las demandas de la vida
cotidiana (Bar-On, 2006, 2010; citado en Fragoso, 2015).
Definición operacional
Para medir las competencias emocionales, se empleó el Inventario emocional BarOn ICE:
NA (adaptación peruana). El instrumento es confiable, válido y ofrece al usuario un
número importante de características. Se utilizó la versión extensa que contiene 60 ítems
y se encuentra organizado en cuatro escalas básicas: Inteligencia intrapersonal,
Inteligencia interpersonal, Adaptabilidad y Manejo de estrés.
109
encuentra la consciencia social y las relaciones interpersonales, las habilidades y
competencias son: empatía, relaciones interpersonales y responsabilidad social; la
Adaptabilidad se refiere al manejo que se tiene del cambio, las habilidades involucradas
son: solución de problemas, prueba de realidad y flexibilidad y finalmente en el Manejo
del estrés los aspectos importantes son el manejo y la regulación emocional, lo conforman
las siguientes habilidades: tolerancia al estrés y control de la impulsividad (Bar-On, 2010,
2006; citado en Fragoso, 2015).
7. Universo de Estudio
110
donde:
n= Tamaño de la muestra
N= Población
1= Nivel de confianza
e= Margen de error de 5%
Se obtuvo que el tamaño requerido para que la muestra sea representativa es de 303
alumnos.
8. Muestra
La muestra está compuesta por 345 alumnos de una escuela preparatoria pública del
Estado de México, 188 mujeres y 157 hombres cuyas edades fluctúan entre los 15 y 18
años de edad, el promedio de calificaciones oscila entre el 6.2 y 9.9, la mayoría de los
alumnos son solteros y en el momento de la aplicación estaban inscritos en el 2º semestre
y 4º semestre del turno vespertino.
9. Instrumentos
111
Formato de los ítems: Escala Likert con cuatro puntos: “totalmente de acuerdo”, “de
acuerdo”, “en desacuerdo” y totalmente en desacuerdo”.
Escalas: Dominio del entorno, Crecimiento personal, Propósito en la vida, Autonomía,
Autoaceptación, Relaciones positivas.
Aplicación: Puntuación: Computarizada
Materiales: Cuestionario, lápiz, goma
El instrumento reduce la longitud de las escalas originales y cuenta con las mejores
propiedades psicométricas. Cada dimensión de bienestar psicológico supone un reto
diferente que encuentran las personas en su esfuerzo por funcionar positivamente. El
instrumento tiene una varianza total del 75% y en cada uno de los factores el alfa de
Cronbach va de .68 a .83.
112
Usos: Educacional, clínico, jurídico, médico y en la investigación. Son usuarios
potenciales los profesionales que se desempeñan como psicólogos, psiquiatras,
médicos, trabajadores sociales, consejeros, tutores y orientadores vocacionales.
Materiales: Cuestionario de las formas completa y abreviada, calificación computarizada
y perfiles, lápiz y goma.
Procedimiento:
Elegir tema de investigación
Elaborar el planteamiento del problema (objetivo, objetivos específicos, preguntas
de investigación, justificación de la investigación)
Revisión de la literatura y construcción del marco teórico
Definir el tipo de investigación
Formular hipótesis
Definir el diseño de investigación
Seleccionar la muestra
Recolectar los datos (aplicación de los instrumentos)
Análisis estadístico de los datos a través del programa estadístico SPSS versión
22
113
Resultados
Discusión
Conclusiones
Sugerencias
Resumen y presentación
Se pidió autorización en una preparatoria pública del Estado de México, para poder asistir
y realizar la aplicación a los participantes, de los instrumentos de medición: Escalas de
bienestar psicológico e Inventario emocional BarOn ICE: NA.
114
13. Prueba de Hipótesis
115
RESULTADOS
En este apartado se muestran las tablas obtenidas de los datos proporcionados por los
alumnos de preparatoria de una escuela pública del Estado de México, las cuales dan
respuesta a los objetivos de la investigación.
La tabla 1 muestra los resultados obtenidos de las escalas del instrumento de Bienestar
Psicológico, la media más alta se observa en la escala de Propósito en la vida, después
se encuentra Autoaceptación, Autonomía, Dominio del entorno, Crecimiento personal y
finalmente con la media más baja se sitúa Relaciones Positivas.
Tabla 1
Bienestar psicológico, estudiantes de una preparatoria pública del Estado de México
Factores M DE
La tabla 2 muestra los resultados obtenidos de las escalas del Inventario emocional Bar-
On ICE: NA, la media más alta se observa en la escala de Inteligencia interpersonal,
después se encuentra la Adaptabilidad, la Inteligencia intrapersonal y finalmente con la
media más baja el Manejo del estrés.
116
Tabla 2
Competencias emocionales, estudiantes de una preparatoria pública del Estado de
México
Factores M DE
Adaptabilidad 2.979 .473
Manejo del estrés 2.271 .500
Inteligencia interpersonal 3.118 .435
Inteligencia intrapersonal 2.577 .619
Tabla 3
Comparación entre hombres y mujeres de Bienestar Psicológico, estudiantes de una
preparatoria pública del Estado de México
Factores Hombres Mujeres t p
M DE M DE
117
La tabla 4 muestra los resultados obtenidos de la comparación entre hombres y mujeres
con respecto al Inventario emocional de Bar-On ICE: NA, se observa que hay diferencia
significativa en la escala de Inteligencia interpersonal, las mujeres presentan una media
más alta que los hombres.
Tabla 4
M DE M DE
118
finalmente la Inteligencia intrapersonal tiene correlación positiva con la Autoaceptación,
Relaciones positivas, Autonomía, Dominio del entorno, Crecimiento personal y Propósito
en la vida.
Tabla 5
Correlación entre Bienestar Psicológico y Competencias Emocionales, estudiantes de
una preparatoria pública del Estado de México
Competencias Adaptabilidad Manejo del Inteligencia Inteligencia
Emocionales
estrés interpersonal intrapersonal
Bienestar
Psicológico
N= 345 alumnos
119
DISCUSIÓN
Los resultados muestran que los y las adolescentes tienen mayor Propósito en la
vida, lo cual da cuenta de que existe en ellos la necesidad de un planteamiento de metas
y definición de objetivos para dar sentido a su vida (Díaz et. al., 2006). Al respecto Hervás
(2009a) explica que las metas, entendidas como estados o situaciones que las personas
desean conseguir o alcanzar, se relacionan con el bienestar, siendo que las personas
más felices son las que se proponen metas accesibles y disfrutan por el proceso que
atraviesan al cumplirlas. Asimismo Romero et al. (2013) señala que cuando un estudiante
se fija metas en la vida, su autoestima es buena y su autoconcepto académico se ve
alcanzado, por ello es necesario que las personas se fijen metas alcanzables y lógicas,
ya que, al lograr dichas metas provoca en las personas felicidad y se refleja en su
bienestar.
120
De acuerdo con Hurlock (1994) uno de los acontecimientos más difíciles para el
joven adolescente es la aceptación de su cuerpo cambiado, debido a que debe ajustarse
a las modificaciones que se dan durante la pubertad y admitir su nueva configuración.
Sin embargo, los resultados muestran que la Autoaceptación que presentan los y las
adolescentes es la segunda dimensión con mayor puntuación, se puede afirmar que se
sienten satisfechos consigo mismos aun a pesar de saber sus propias limitaciones
(Vázquez et al., 2009).
En Dominio del entorno los adolescentes poseen la habilidad para elegir o crear
entornos favorables que favorezcan la satisfacción de sus deseos o necesidades (Díaz
et. al., 2006). Estos resultados se relacionan a los encontrados por Soledad, Maganto,
Montoya y González (2002) quienes hallaron en resultados españoles que la media más
121
alta, según la edad, se encuentra en la dimensión de Control del entorno, siendo las
mujeres entre 16 y 17 años las que puntúan más alto que los hombres, presentado mayor
nivel de control y competencia personal.
De los resultados obtenidos a partir del análisis de las medias del Inventario
emocional de Bar-On ICE: NA, se encontró que la Inteligencia interpersonal y la
Adaptabilidad tienden a menudo; y la Inteligencia intrapersonal y el Manejo del estrés son
tendientes a rara vez. Dichos resultados son similares a los encontrados por Bernal y
Ferrándiz (s/f) quienes estudiaron las competencias socioemocionales en estudiantes
con edades comprendidas entre los 11 y 13 años, utilizaron el Inventario de Inteligencia
Emocional: Versión para Adolescentes (EQ-i: YV) y hallaron que la media más elevada
corresponde a estado de ánimo seguida de la dimensión interpersonal, competencia
122
socioemocional total, adaptabilidad, manejo del estrés y finalmente la dimensión
intrapersonal con la media más baja.
Con la media más alta, los adolescentes muestran tener en mayor medida
Inteligencia interpersonal, se puede afirmar que los adolescentes poseen consciencia
social, habilidades y competencias de empatía, relaciones interpersonales y
responsabilidad social (Bar-On, 2010, 2006; citado en Fragoso, 2015). Estos resultados
están relacionados a los encontrados por Arrellano (2012) quien hallo que los
adolescentes manifiestan un nivel óptimo de empatía caracterizándose por tener la
capacidad de ponerse en el lugar del otro y de sentir lo que el otro siente. Salguero,
Fernández-Berrocal, Ruiz-Aranda, Castillo, y Palomera (2011) encontraron que los
adolescentes que mostraron mayor habilidad para percibir emociones en los demás,
presentan confianza en sí mismos, menor frecuencia de sentimientos de incapacidad y
estrés social, y mejores relaciones tanto con sus iguales como con sus padres.
Hurlock (1994) señala que la adolescencia es una etapa en la que se debe resolver
problemas nuevos en menos tiempo que de costumbre y que estos parecen más graves
de lo que son en realidad o de lo que parecerían si se presentaran en otras edades. Sin
embargo, la Adaptabilidad es el segundo factor con mayor puntuación, se puede afirmar
que los adolescentes poseen manejo del cambio, habilidad para la solución de
problemas, prueba de realidad y flexibilidad (Bar-On, 2010, 2006; citado en Fragoso,
2015). Dichos resultados son similares a los hallados por Pena, Extremera y Rey (2011)
quienes encontraron que existe una relación significativa entre la inteligencia emocional
y las dimensiones de resolución de problemas sociales; particularmente la dimensión de
reparación emocional presenta mayor poder predictor, indicando que los adolescentes
123
con niveles elevados de manejo de las emociones muestran mejores estrategias de
solución de problemas.
124
Como segunda competencia emocional, Bisquerra (2009) describe la Regulación
emocional a la capacidad de manejar las emociones apropiadamente, siendo necesario
que la persona tome conciencia de la relación que hay entre emoción, cognición y
comportamiento, pues se requiere la presencia de un equilibrio de dichos aspectos. Sin
embargo, los resultados obtenidos en este estudio muestran que el manejo del estrés es
el factor con la media más baja, los adolescentes rara vez manifiestan manejo y
regulación emocional, tolerancia al estrés y control de los impulsos, un comportamiento
calmado, buen trabajo bajo presión y respuestas a eventos estresantes sin desmoronarse
emocionalmente (Bar-On, 2010, 2006; citado en Fragoso, 2015). Al respecto Craig (2009)
señala que por naturaleza la adolescencia se considera como un periodo de confusión
de emociones y conductas, un periodo de tormenta y estrés.
Los resultados son concordantes a los encontrados por Ugarriza y Pajares (2005)
quienes utilizaron el Inventario emocional de Bar-On ICE: NA y encontraron que en el
manejo del estrés los adolescentes mayores muestran una menor tolerancia y control de
los impulsos. Asimismo Serrano y Flores (2005) hallaron que los adolescentes ante
estresores familiares, con los amigos y la pareja suelen utilizar respuestas agresivas,
evasivas y no agresivas, estas últimas no tan funcionales debido a que los jóvenes
indican comprender y platicar, pero también llorar y no hacer nada.
Por su parte, Serrano y García (2010) hallaron que a pesar de que los hombres
presentan mayor nivel de la competencia de autocontrol, tanto hombres como mujeres
adolescentes requieren ayuda para desarrollar dicha competencia, ya que, presentan
poca capacidad para relajarse bajo situaciones de presión, actuar productivamente bajo
situaciones que generan ansiedad, calmarse y actuar cuando se está disgustado,
responder a sentimientos negativos de otros sin ser perturbado y permanecer calmado
se experimenta rabia.
125
personas con una alta percepción en que podrán discriminar sus sentimientos y
repararlos presenta menos sentimientos de ansiedad y malestar al observar las
experiencias negativas de los demás. Por otra parte, evaluaron el manejo emocional en
estudiantes universitarios y encontraron que estudiantes con niveles elevados de manejo
emocional presentaban mayores niveles de intimidad y afecto hacia sus amigos, mayor
implicación empática, toma de perspectiva y menores niveles de malestar personal. Estos
resultados dan cuenta de lo esencial del manejo emocional y de la claridad emocional
(relacionada con la inteligencia intrapersonal o bien con la conciencia emocional) para
acceder al bienestar personal y buenas relaciones interpersonales.
126
Extremera y Fernández (2004) evaluaron las dimensiones de empatía y encontraron que
las mujeres presentan mayor implicación empática en comparación con los hombres.
Estos resultados concuerdan con los obtenidos por Paz, Teva y Sánchez (2003),
quienes reportaron una correlación positiva entre inteligencia emocional y bienestar
psicológico. Asimismo se encontró que la inteligencia emocional no solo es un protector
de estados emocionales negativos, sino que también está directamente relacionada con
las emociones positivas y el bienestar psicológico (Brackett y Mayer 2003; Brackett et al.,
2006; citados en Fernández-Berrocal y Extremera, 2009). Al respecto Bisquerra y Pérez
(2007) indican que desde la educación emocional es necesario contribuir al desarrollo de
competencias emocionales debido a que se ha constatado que estas facilitan e inducen
a disfrutar de una vida más feliz y favorecen el bienestar de las personas.
127
Figueroa, Contini, Lacunza, Levín y Estévez (2005) hallaron que los adolescentes
con bajo bienestar psicológico carecen de estrategias de afrontamiento efectivas, debido
a la presencia de un bajo concepto de sí mismo, dificultades para hacer frente a las
demandas del entorno y las propias necesidades, falta de metas y confianza en sí mismo.
Sin embargo, el presente estudio los resultados dan cuenta de que existen niveles altos
de bienestar psicológico en los adolescentes y bajo nivel de manejo de estrés, razón por
la que se considera oportuno pensar en una posible relación del manejo de estrés con
las estrategias de afrontamiento relacionados de manera más estrecha con el plano
emocional que con el bienestar psicológico, sin dejar de lado que evidentemente pueden
tener repercusiones negativas o positivas para este último.
Al respecto Berra, Muñoz, Vega, Silva y Gómez (2014) encontraron que los
adolescentes reportan las situaciones escolares y familiares como estresantes y que la
estrategia de afrontamiento más frecuente es la centrada en la emoción, lo cual indica
que los adolescentes no resuelven el problema y además experimenta emociones como
ansiedad, temor y tristeza. Tomando como referencia estos resultados y los encontrados
en la presente investigación, se considera oportuno para futuras investigaciones el
estudio del manejo de estrés desde el plano de lo emocional para incidir en la formación
de estrategias de afrontamiento adecuadas que favorezcan el manejo emocional de los
adolescentes ante los eventos estresantes de la vida cotidiana y tener consecuencias
positivas para su bienestar.
128
emocional para posteriormente lograr la regulación emocional. De acuerdo a los
resultados obtenidos se considera necesario implementar la Educación Emocional para
el desarrollo de las Competencias Emocionales en los adolescentes. Al respecto
Bisquerra (2009) señala que tanto la psicología positiva como la educación emocional
son movimientos que han surgido recientemente y ambos están interesados en el
bienestar emocional y la felicidad, por ello se han convertido en un tema de interés social
prioritario.
129
CONCLUSIONES
130
Es posible afirmar que los resultados obtenidos en la presente investigación
contribuyen en la explicación de las relaciones entre bienestar psicológico y
competencias emocionales de los adolescentes alumnos de preparatoria.
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