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ENSAYO CRTICICO VULNERACION DE LOS DERECHOS HUMANOS

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Narrativa de mi yo interior.

Grupo PRESENCIAL 30341

Universidad de la Costa.

García Mendoza Kadry Liceth.

3 de septiembre de 2021
¿Es Colombia un estado libre de expresión ciudadana o solo un pueblo silenciado
hasta su extinción?

Lucas Leys afirmó: “La rebeldía puede ser un don maravilloso. Es la rebeldía la que
dispara la creatividad, la exploración, el progreso y las revoluciones.”
La frase anterior, expresa muchas cosas importantes, entre ellas en la que nos vamos a
centrar, la cual es la parte de progreso y revolución, ya que muchas veces el pueblo tiene
que llenarse de rebeldía para ser escuchado y lograr un progreso, pero nunca exponiendo a
los habitantes de este mismo. Se hizo alusión al tema de rebeldía, para hablar del estallido
de un pueblo, las garras que se afilan luego de muchos acontecimientos, como decimos en
algunas partes de Colombia “Echaron la gota que rebasó el vaso”. Y esto fue lo que
provocó el gobierno colombiano comandado por el presidente Iván Duque, al anunciar el
proyecto de reforma tributaria, esa fue la estocada final para un pueblo que ya no aguantaba
más, que ya tenía muchas marcas de guerra, y que esto lo único que hizo fue adelantar lo
inevitable, lo que en algún momento iba a suceder, que los colombianos despertaran.
Nuestro propósito no es prevalecer la forma en la que pensamos que debe actuar un país,
simplemente es mostrar todo lo que se puede lograr cuando un pueblo con sed de justicia se
une en contra de sus pésimos dirigentes, esos llamados “Políticos”, que de políticos no
tienen nada, esas ovejas negras del gobierno colombiano, que por cierto son muchas, que
solo se encargan de aumentar la desigualdad en un país. Este ensayo está dividido en cuatro
partes; primero se dará paso a los antecedentes de protestas que se han realizado en
Colombia con el gobierno actual, luego se hablará de sus causas, en qué tiempo se llevó a
cabo y quienes fueron sus organizadores, en tercer lugar, se analizará como reaccionó el
gobierno ante estas manifestaciones y por último como reaccionaron a nivel internacional,
con todo este revuelo.

El gobierno de Iván Duque, el cual empezó el 7 de agosto de 2018, ha tenido muchas


polémicas, las cuales han llevado al cansancio del pueblo. Polémicas ya sea por las pocas
oportunidades, por la desigualdad social, pero sobre todo por el abuso de poder de fuerzas
públicas, liderada por dirigentes sanguinarios y sin escrúpulos. Dando paso a diferentes
protestas, entre ellas se encuentra el paro universitario de 2018, llevada a cabo entre los
meses de octubre y diciembre de ese año, debido a la crisis de financiación para la
educación pública. Más adelante, a finales de 2019 se hicieron una serie de manifestaciones
en diferentes ciudades del país producidas por el descontento de gran parte de la población
colombiana frente a las políticas económicas, sociales y ambientales del gobierno de Iván
Duque, así como el manejo que se le había dado a los acuerdos de paz con las FARC, el
homicidio de líderes sociales, entre otras cosas, lo cual es otra muestra más de lo que
siempre ha querido el sanguinario gobierno de Duque, “Guerra”, sin importar cuántos
inocentes terminen pagando por algo, en lo que no tienen ningún tipo de culpa. Otro
escenario, fue la propuesta por la muerte de Javier Ordóñez a manos de la policía y una
serie de disturbios rechazando los casos de brutalidad policial ocurridos en septiembre de
2020, todo esto llena de odio y rencor a cualquier persona que ama a su país, que quiere que
Colombia salga adelante, en todo el sentido de la palabra, además de solo pensar de que hay
miles de colombianos pasando hambre y unos cuantos se dan el privilegio de derrochar a su
antojo los recursos de nuestra querida nación, nos hierve la sangre.

Las protestas en Colombia del año 2021, duraron un período de 5 meses y 5 días, su fecha
de inicio fue el día 28 de Abril de 2021, ese tan anhelado día en el que los colombianos
decidimos dar un paso a delante, sin temor a las consecuencias que esto podría traer, sin
miedo a los dirigentes, sin saber a dónde íbamos a llegar con todo eso, pero con la
esperanza intacta de arrinconar al gobierno, de poder ser escuchados, simplemente porque
es nuestro derecho y también nuestro deber velar por nuestro país y todo lo que eso
conlleve. A pesar de que se dice que hubo una causa específica para estas protestas, la cual
fue la reforma tributaria, se puede decir que técnicamente es así, porque fue este hecho por
el cual los colombianos empezaron a marchar, sin embargo hubo una serie de
acontecimientos a lo largo del actual gobierno, de los cuales se hablaron anteriormente, que
llevaron a que el pueblo colombiano sin capa ni espada, se armara de valor, se llenara de
soberbia por culpa de algunas manzanas podridas que le dan más importancia al bien
particular que al común. Algunas de las causas que provocaron mayor descontento en el
pueblo fueron: La reforma tributaria, la reforma a la saludad y a la pensión, manejo de la
pandemia, situación económica, brutalidad policial (Bonilla, 2020).

Es ilógico que un país que está en un período de reactivación económica, tratando de


normalizar los diferentes sectores, luego de que muchas empresas quebraran o se vieran
obligadas a reinventarse por el duro golpe de la pandemia, promuevan cambios tan
drásticos que implican aumentar el grado de pobreza y desigualdad de Colombia, es
inadmisible imponer estas propuestas, sabiendo que hay demasiados colombianos, que a
duras penas les alcanza para vivir, que tienen que trabajar de sol a sol para llevar la comida
a la casa, en este momento nos preguntamos, ¿dónde están los senadores, los concejales, el
mismo presidente, que se gasta cifras impresionantes en seguridad y defensa, carros
blindados, recordatorios a los invitados de la presidencia? ahí ninguno de los de las altas
esferas, es capaz de dar un paso atrás, de hacer sacrificios por su país, disminuyendo sus
salarios, salarios extremadamente exuberantes, o ayudando a los más necesitados pero
como todo en este país, la famosísima corrupción, por eso estamos tan jodidos, por esa
minoría de personas que quiere darse vidas lujuriosas, mientras aumenta el grado de
pobreza, la gente se muere de hambre, ellos están en su burbuja social, la cual difícilmente
vamos a poder estallar. Las protestas fueron convocadas por el comité nacional de paro,
conformado por: Central unitaria de trabajadores, presidente Francisco Maltés,
confederación nacional del trabajo, Confederación de trabajadores de Colombia,
confederación de pensionados de Colombia, entre otros. Además, se presentaron diferentes
comunidades, que se declararon auto representadas, sin líderes políticos, afectados por la
violencia, salieron en busca de justicia, con sus ideales, ganas de luchar y con la fe intacta
de que en algún momento podremos enderezar este país a un futuro mejor.

Sin embargo, las anteriores afirmaciones nos abren paso al siguiente interrogante, ¿Estuvo
el gobierno colombiano dispuesto a dar su brazo a torcer y reunirse con el comité nacional
del paro para establecer garantías y acuerdos justos para los sectores que convocaron las
protestas? Tristemente la respuesta a este interrogante es un rotundo y evidente no. Entre el
inicio oficial de la jornada del paro nacional el 28 de abril se ordenó el despliegue de la
fuerza pública en las ciudades donde hubiese mayor número de manifestantes, dado a que
las protestas se salieron de control muchas ciudades se decretaron en toques de queda. Dos
días después de que se agravaba más la situación del país con las protestas, Duque en señal
de cesar el gran escándalo que todo el pueblo colombiano hacia por la reforma tributaria
decide anunciar la construcción de un “nuevo modelo de reforma tributaria” el cual era el
mismo esquema anterior pero distribuido de manera diferente para hacerle creer al pueblo
colombiano que verdaderamente escucharon sus quejas y están de su lado, pero lo único
que hicieron fue burlarse silenciosamente de cada persona que daba su vida por cambiar el
país. Sin embargo, seis días después las protestas no cesaban, era todo un país quitándose la
venda que ahora si les permitía ver un estado corrupto, indolente, poco empático que solo
piensan en su propio bienestar, pero para terminar con la esperanza de muchos Iván Duque
como jefe de estado mando a militarizar las ciudades de Colombia. El escuadrón móvil de
policía antidisturbios (SMAD) organización que evidentemente tuvo un abuso de poder y
violación a los derechos humanos de todos los manifestantes colombianos orquestado y
peormente permitido por Iván Duque, protagonizó lo que fue los siguientes 4 meses del
paro nacional. Pese a los esfuerzos por el gobierno nacional de colocarnos situaciones tan
arduas, logramos un paso en esta lucha y el 2 de mayo se anuncia la caída de la reforma
tributaria en el congreso de la republica seguido de la renuncia del ministro de hacienda
Alberto Carrasquilla. Mientras tanto seguíamos avanzando hacia un triunfo abstracto y
lejano pues una de las más alentadoras noticias era que el alto comisionado de la paz
finalmente había decidido realizar la reunión con el Comité Nacional del paro el 10 de
mayo para iniciar las negociaciones con estos, no obstante, como todo no podía ser color de
rosas todo lo anterior solo eran cortinas de humo para silenciar de a poco toda la violencia y
represión que vivía el país.
Así como somos un país de regiones, somos un país de contrastes. Una sociedad en la que
la muerte violenta es una constante, en el que las diferencias se resuelven eliminando al
otro, en la que se busca gobernar a partir del miedo (Turkewitz, 2021). Esa es la falacia
de nuestra democracia, la que nos vuelve a todos y todas indiferentes y cómplices ante
nuestra incapacidad de reaccionar ante los hechos de la realidad”. Estas eran las palabras
que compartió uno de los participantes de las marchas en las ciudades donde más se
evidencio la fuerza letal y el abuso de poder por parte de la fuerza pública y personas que se
hacen llamar “sociedades de bien” que sin escrúpulos arremetieron contra la vida de un
pueblo que solo se defendían con escudos, piedras y las redes sociales.

En este sentido, tambien somos una sociedad copartícipe que fue capaz de resistir muertes,
frustraciones, incertidumbre, desapariciones para luchar por el bien común, eran fuertes
ataques con armas de fuego, tanques de guerra, contra jóvenes estudiantes, padres de
familia, periodistas incluso influenciadores y/o cualquier persona que estaba dispuesta a
expresar su inconformidad con la situación del país se le eran arrebatadas sus esperanzas
pero nada de esto impidió que un grito de auxilio y un movimiento social contundente a
través de las redes sociales nos colocara como centro de atención a nivel mundial
mostrando abiertamente el abuso de los derechos humanos que descaradamente violaban en
nuestro país. Para el 23 de mayo ya Colombia era tendencia en redes sociales. la ONG
denunció más de 70 muertes verificables desde el inicio de las protestas, varios
manifestantes muertos como el líder estudiantil Lucas Villa, y Alison Salazar, se
convirtieron en símbolos de las protestas. Por si fuera poco, a todos estos datos terroríficos
le sumamos las más de 548 desapariciones, Colombia se encontraba en la crisis más
tenebrosa de la historia del país. Como muchos otros periódicos a nivel internacional y
artistas tanto extranjeros como nacionales se pronunciaron ante estos aberrantes casos y
alzaron su voz por Colombia, un país que cada día lo iban silenciando, sin embargo artistas
representativos como Calle 13, Adriana lucia y Alejandro Riaño representaron un papel
importante en las protestas haciendo publica nuestra crisis, a raíz de esto la Fundación
nacional de derechos humanos se dirigió al mandatario exigiéndole que diera la orden de
parar la represión policial contra su propia población, llamado al que hizo caso omiso y
como si fuera poco no permitió la entrada de visita de trabajo inmediata de la CIDH a
Colombia

Ahora bien, Si analizamos este contexto críticamente podemos visualizar que a través de
tantos años de historia hemos continuado reproduciendo estos ciclos de violencia,
manteniendo el régimen del terror donde el principal objetivo lógico de este gobierno era
acabar las protestas inundando de miedo a la sociedad, lo que nos ubica en un país que se
imponen los valores conservadores y se asesina la empatía con el pueblo. Por lo tanto, el
paro nacional es una especie de progreso, cada muerte es como si miles de personas se
levantaran y siguieran buscando la liberación de la sociedad colombiana, hoy representa la
lucha de todos los pueblos. Puede convertirse en otro momento crítico de nuestra historia,
pero en este momento, no habrá más gritos autoritarios, no más patriarcado, no más
racismo, no más discriminación, no más asesinatos de líderes, no habrá más masacres, no
más hambre, no más neoliberalismo, y muchas otras frases que al final solo pueden ser
desgarradoras para la justicia y la dignidad. La historia demostrará que esta es otra
posibilidad de fracaso, o si ciertamente superaremos a otro país con la unión de
movimientos sociales, donde la muerte violenta, la injusticia, el robo y la desigualdad ya no
se naturalizan. Así que, esta generación ha trascendido y demostró todo lo que un gobierno
quiso ocultar durante muchos años.

Finalmente, por mucho que se avance ahora, la protesta social es considerada como una
victoria que genera esperanza y construye el futuro, camino que no cambiará hasta que sea
posible cambiar la base social que solo beneficia e interesa a una minoría. Es muy
importante que el privilegio no nos nuble la visión, porque tampoco es justo que a causa del
estado mueran miles de personas que solo están alzando su voz de protesta para cambiar
todo lo que ha estado mal durante más de 60 años, queremos resaltar que no estamos de
acuerdo con que se destruya todos los bienes materiales y ciudadanos que hay en el país
para hacerse escuchar, sin embargo las personas que salen a protestar lo hacen de manera
pacífica, pero hay que tener en cuenta que el abuso de poder por parte de la fuerza armado
existe.
La invitación que hacemos es que en las próximas elecciones votemos de manera
consciente y responsable, no regalemos nuestro voto, no nos dejemos influenciar. Leer,
investigar, reflexionar las propuestas de cada candidato para ver de qué manera nos puede
afectar y/o beneficiar cada una de sus propuestas para dar un voto que cambie a nuestro
país, no volvamos a colocarnos la venda y cortemos esta cadena de régimen del terror para
que estos actos de violación a los derechos humanos no se repitan.

Referencias
Bonilla, D. (28 de Octubre de 2020). Universidad Catolica LUISAMIGO. Obtenido de
https://aulavirtual.cuc.edu.co/moodle/pluginfile.php/536015/mod_resource/content/0/
Protesta%20social%20y%20movilizaciones.pdf

Colombia, C. p. (julio de 1991). FUNCION PUBLICA. Obtenido de


https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=8620

Turkewitz, J. (27 de mayo de 2021). THE NEW YORK TIMES. Obtenido de


https://www.nytimes.com/es/2021/05/27/espanol/protestas-colombia.html

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