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Las fases lunares

Cada mes, la Luna atraviesa unas fases, menguando y creciendo en su


transformación constante de luna nueva a luna llena y volviendo a empezar.

En parte, el ciclo lunar ocurre porque la Luna no produce su propia luz. El brillo
plateado que observamos se debe al reflejo de la luz solar sobre la superficie
monocromática de la Luna. Asimismo, la vista que tenemos de la Luna se rige por un
capricho de la gravedad llamado acoplamiento de marea. En esencia, la Luna tarda
casi el mismo tiempo en girar sobre su propio eje que en completar una órbita
alrededor de la Tierra. Esto quiere decir que desde la Tierra siempre vemos la misma
cara de la Luna, aunque ambos lados reciben luz a medida que la Luna orbita, así que
nuestro satélite no tiene una cara perpetuamente oscura.

A medida que la Tierra, la Luna y el Sol realizan su danza orbital, la parte iluminada
de la Luna se ve o se oculta, creando una serie de fases lunares predecibles. En un
mes cualquiera vemos ocho fases diferentes de la Luna, definidas por la proporción
del disco lunar que está iluminada desde nuestra perspectiva y de si la Luna está
menguando o creciendo.

Luna nueva

Durante esta fase, la Luna se encuentra entre la Tierra y el Sol, lo que significa que la
mitad lunar que vemos no está iluminada y la Luna se vuelve prácticamente invisible
en el firmamento. En esta fase solo podemos ver la Luna durante un eclipse solar.

Cuarto creciente

A medida que aumenta la superficie iluminada de la Luna, se adentra en una fase


conocida como creciente y menos de la mitad parece llena.

Primer cuarto
En esta fase la mitad de la Luna está iluminada y el porcentaje de la superficie
iluminada sigue aumentando.

Luna gibosa creciente

Cuando la Luna está más que medio llena y sigue aumentando la superficie
iluminada, se llama luna gibosa creciente. La palabra «gibosa» procede del latín y
significa «joroba», y se ha utilizado durante siglos para describir formas redondas o
convexas.

Luna llena

En esta fase, la Luna se encuentra detrás de la Tierra respecto al Sol y su cara está
totalmente iluminada. Es entonces cuando a veces podemos ver eclipses lunares.

Luna gibosa menguante

Esta es la etapa en la que más de la mita de la Luna está iluminada, pero la superficie
iluminada que podemos ver está decreciendo.

Último cuarto

Durante esta fase, solo vuelve a estar iluminada la mitad de la Luna, pero la
superficie visible está disminuyendo.

Cuarto menguante
A medida que se acerca la próxima luna nueva, la Luna vuelve a quedar reducida a un
cuarto y menos de la mitad está iluminada.

Los otros nombres de la luna llena

Las lunas llenas, unas de las imágenes más espectaculares del firmamento y una
inspiración para poetas, artistas y amantes durante milenios, nos ha cautivado de
una forma única. Las lunas llenas ocurren cada 29,5 días aproximadamente, a
medida que la Luna se desplaza hacia el lado de la Tierra que está justo frente al Sol.

Durante milenios, los humanos han utilizado el movimiento de la Luna para seguir el
transcurso de un año y establecer calendarios para cazar, plantar y cosechar.
Culturas antiguas de todo el mundo han puesto nombres a las lunas llenas según el
comportamiento de las plantas, los animales o el tiempo atmosférico durante ese
mes.

Enero: la luna del lobo

Los nativos americanos y los europeos medievales supuestamente llamaban así a la


luna llena de enero por los aullidos de los lobos hambrientos que lamentaban su falta
de alimento. La luna llena de este mes también se llama luna vieja y luna de hielo.

Febrero: luna de nieve

La luna llena lleva este nombre por el tiempo frío y la nieve propios de febrero en
Norteamérica. También se la llama luna de tormenta y luna del hambre.

Marzo: luna del gusano


La última luna llena del invierno se llama la luna del gusano por los rastros de los
gusanos que aparecen en el suelo recién descongelado. También se llama luna casta,
luna de muerte, luna de la corteza (por la nieve, que se convierte en una especie de
corteza al fundirse de día y congelarse de noche) y luna de savia, por el sangrado de
los arces.

Abril: luna rosa

Los nativos americanos de Norteamérica llaman luna rosa a la luna llena de abril por
una especie de flor silvestre que florece pronto. En otras culturas se llama luna de la
hierba que brota, luna del huevo y luna del pescado.

Mayo: luna de flores

La abundancia de flores de mayo da a su luna llena el nombre de luna de flor o de


flores en muchas culturas. También la llaman luna de la liebre, luna de la siembra del
maíz y luna de la leche.

Junio: luna de fresa

En Norteamérica, la cosecha de fresas en junio otorga este nombre a la luna llena del
mes. Los europeos también la llaman luna rosa, mientras que otras culturas la
denominan luna caliente por el comienzo del calor estival.

Julio: luna del ciervo

Las astas de los ciervos macho, que mudan cada año, empiezan a crecer de nuevo en
julio, de ahí el nombre nativo americano de la luna llena de julio. Entre otros
nombres figuran la luna del trueno, por las muchas tormentas de verano del mes, y la
luna del heno, por la cosecha de heno de julio.
Agosto: luna del esturión

Las tribus pesqueras de Norteamérica llamaban a la luna llena de agosto la luna del
esturión, ya que la especie era muy abundante durante este mes. También la han
llamado luna del maíz verde, luna del grano y luna roja por el tono rojizo que adopta
bajo la bruma del verano.

Septiembre: luna de la cosecha

La luna llena de nombre más familiar, la luna de la cosecha de septiembre, se refiere


a la época del año en la que se recogen las cosechas, tras el equinoccio de otoño en el
hemisferio norte. También la llaman luna del maíz y luna del centeno.

Octubre: luna del cazador

La primera luna después de la luna de la cosecha es la luna del cazador, llamada así
por ser el mes preferido para cazar ciervos y zorros, que ya no pueden esconderse en
los campos segados. La luna del cazador también es especialmente brillante y
longeva en el cielo, por lo que los cazadores tienen la oportunidad de acechar a sus
presas de noche. También la llaman la luna del viaje y la luna de la hierba que muere.

Noviembre: luna del castor

No hay un consenso sobre el origen del nombre de la luna del castor de noviembre.
Hay quien dice que viene de los nativos americanos, que colocaban trampas para
castores durante este mes, mientras que otros sostienen que el nombre se debe al
aumento de la actividad de los castores, que construyen sus presas para el invierno.
Su otro nombre es luna gélida.

Diciembre: luna fría


El nombre de la luna llena de diciembre, la luna fría, se debe a llegada del invierno.
También se llama luna de la noche larga y luna del roble.

Lunas azules

Las lunas azules no son realmente azules. Aunque la definición exacta ha cambiado
con los años, el término «luna azul» suele utilizarse para describir una segunda luna
llena que aparece en un mismo mes del calendario, algo que ocurre cada dos años y
medio, de media.

Superlunas

La órbita de la Luna alrededor de la Tierra no es un círculo perfecto y su distancia


respecto a nuestro planeta cambia a lo largo de un ciclo orbital. Cuando una luna
llena coincide con un acercamiento, o perigeo, el orbe lunar parece ligeramente más
grande y brillante de lo habitual, lo que nos da lo que se conoce como superluna.

FUENTES

U.S. Naval Observatory: Phases of the Moon

University of Hawaii at Manoa: Tidal Locking

Old Farmer's Almanac: Full Moon Names

NASA: Blue Moon

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