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BODEGON O NATURALEZA MUERTA

El arte de la pintura desarrolla a lo largo de la historia múltiples técnicas, estilos y géneros, fruto de
las necesidades de expresión y creación humana, siendo objeto de interpretación en función de sus
valores estéticos, simbólicos y creativos.
Desde los más tempranos ejemplos de esta disciplina se establecen géneros o categorías según los
contenidos que en ella se representan como las pinturas religiosas, retratos, paisajes o
bodegones. Estas categorías han sido jerarquizadas siendo históricamente mejor consideradas y por
lo tanto, más valoradas aquellas que representan escenas más elevadas. Las pinturas de bodegones
tuvieron que esperar para abrirse hueco entre la gran pintura integrándose primero en éstas para
acabar adquiriendo un protagonismo e identidad propia constituyéndose finalmente como un género
en sí mismo.
El bodegón como tema pictórico surge hacia el 1.600, en los inicios del Barroco.
Denominaciones originadas a lo largo del SXVII – XVIII:
Bodegón: termino de origen Español, denomina en origen el lugar donde se guardan o se venden los
alimentos.
Naturaleza muerta: termino de origen Francés, hace alusión a “vidas inmóviles o quietas”.
Still Life: Termino de origen Anglosajón.
Actualmente se entiende por naturaleza muerta o bodegón a una representación pictórica basada
en un arreglo de objetos inanimados, es decir, que no tienen vida. Suelen incluir elementos de la
naturaleza o alimentos (frutas, flores, hojas, animales muertos), objetos cotidianos o domésticos
(cristalería, textiles, libros, bandejas), acompañados a veces por algún humano. Por lo general, estos
artículos son colocados sobre una mesa o tela.
Se sirve normalmente del diseño, el cromatismo y la iluminación para producir un efecto de
serenidad, bienestar y armonía.

EL BODEGON A LO LARGO DE LA HISTORIA


A lo largo de la historia, la pintura de este tipo de elementos ha tenido múltiples formas,
significados y objetivos.
El bodegón ya existía como una forma de representación antes de ser clasificado como tal.

ARTE ANTIGUO
Egipto:
Las pinturas de bodegones más antiguas que se conocen pertenecen al antiguo Egipto en el siglo
XV a.C. Adornaban el interior de las tumbas, ya que en ésta época se creía que los objetos
relacionados con la comida y la vida doméstica serian reales en el más allá y eran puestos para que
los muertos las usaran. Estas pinturas funerarias incluían diferentes alimentos de sus los cultivos, el
pescado y la carne, así como vasijas y cuencos.
El bodegón egipcio más famoso fue descubierto en la Tumba de Menna, un sitio cuyas paredes
estaban adornadas con escenas excepcionalmente detalladas de la vida cotidiana.
Pintura al fresco - Tumba de Menna (Egipto). Ofrendas funerarias – Tumba de Amenemhat y
Hemet.

Grecia:
El bodegón tradicional imita la realidad. La imitación de la realidad (mímesis), como concepto o
idea, tuvo su origen en Grecia. Ya Aristóteles, se refiere a la mímesis, vocablo latino, que significa
"imitación", para denominar a la imitación de la naturaleza como fin esencial del arte. Se convierte
en un equivalente al original.
Según el historiador Plinio, los pintores griegos se esmeraban por realizar mímesis en la pintura
tratando de representar lo más fielmente posible elementos de la naturaleza; entre los más famosos,
Zeuxis y Parrasio, aunque también había pintores como Apeles y Apolodoro, todos ellos muy fieles
a la realidad.
Parece ser que la historia de la naturaleza muerta o bodegones se remonta a la leyenda del pintor
griego Zeuxis, que en el siglo V a. de J. C. pintò un racimo de uvas de tal realismo que los pàjaros
trataban de picotearlas.
La mimesis en la Historia del Arte se desarrolló ampliamente a través del género de la naturaleza
muerta, donde el pintor partía de la inmovilidad del modelo e intentaba duplicar la realidad. Debido
a su función imitativa (copia de la realidad), la pintura mimética pudo ser entendida como una
falsedad, ya que aquello que el espectador percibía no era la realidad sino una ficción.

Encontramos como antecedentes de la naturaleza muerta en las pinturas realizadas sobre cerámica
(jarras y otros objetos) donde se han encontrado variedad de representaciones de animales, que los
griegos consumían habitualmente en su dieta. El pescado fresco, marisco y moluscos eran algunos
de sus alimentos preferidos. Los griegos demuestran gran habilidad al representar objetos cotidianos
y animales.

Cerámica Griega con peces (350-325 a. C). Detalle de cerámica Griega “Pisa de uva”.
Museo del Louvre
Roma:
Se han encontrado diversos mosaicos decorativos (emblemas), que principalmente revestían los
pavimentos, y pinturas murales realizadas en la entrada de las casas o salas de recepción, de
figuras importantes de esa época. Éstas representaciones decorativas eran simples, pero con
perspectivas realistas. Funcionaban como signo de hospitalidad y como celebración de las
estaciones y de la vida. Simbolizaban el conjunto de víveres que el propietario de una casa ofrecía a
sus invitados al recibirlos.
Acá aparece la clásica representación de cestos de alimentos o frutas y jarros que caracterizan hoy
en día al bodegón.

Emblema: los romanos utilizaron este término para designar a un cuadro o escena de pequeña
dimensión colocada en el centro de un mosaico, rodeada de motivos decorativos, vegetales o
geométricos y se distinguían de otras escenas periféricas de mayor tamaño. El emblema era una
imagen muy representativa que servía de distintivo para identificar el tema del mosaico.
Este panel central con representaciones de figuras (personas, animales y otros objetos) u
ocasionalmente otro motivo de diseño destacado en un Helenístico o Mosaico romano .
Generalmente se ejecutaba en opus vermiculatum, obra muy fina con teselas diminutas (piedra,
vidrio cerámico u otros cubos duros) y rodeada de diseños florales o geométricos en mosaicos más
toscos. Aunque algunos emblemata eran escenas grandes con varias figuras, la mayoría eran
cuadros pequeños, como viñetas, y muchos eran portátiles, fabricados en bandejas para colocarlos
en un mosaico de piso más grande .

“Bodegón con tazón de vidrio de frutas y jarrones” Mosaico romano – (Lod, Israel)
Mural de Pompeya - Italia – (siglo I 63-79 d.C).

EDAD MEDIA
Durante la Edad Media, los artistas adaptaron la naturaleza muerta con fines religiosos. Además de
incorporar arreglos simbólicos en las representaciones de escenas bíblicas, también los utilizaron
para decorar manuscritos ilustrados. Objetos como monedas, conchas marinas y fanegas de fruta
aparecen en los bordes de estos libros, como el elaborado Libro de horas de Catalina de Cleves del
siglo XV.
Hacia el 1.300, comenzando con Giotto y sus alumnos, la pintura de la naturaleza muerta revivió
temas religiosos y objetos de la vida cotidiana que acompañaban a las figuras protagonistas.
“Las bodas de Cana” los alimentos de disponen sobre el mantel y las vasijas de vino se adelantan a
las figuras.
“La anunciación a santa Ana” el mobiliario domestico se describe al detalle y se suma a la narrativa
de la escena.
La principal novedad en estas obras es la independencia y protagonismo que cobran los objetos
dentro de la composición, a los que el pintor les otorga un espacio del que son dueños por sí mismos
sin dependencia del asunto principal de la escena llegando incluso a incorporarse al primer plano.

RENACIMIENTO
Los artistas del Renacimiento nórdico popularizaron la iconografía de bodegones con sus
pinturas de flores. Típicamente, estas piezas presentan plantas coloridas de “diferentes países e
incluso continentes diferentes en un solo jarrón y en un solo momento de su florecimiento” (Museo
Metropolitano de Arte) y por lo general no incluyen otros sujetos. Estas pinturas alcanzaron su
máxima popularidad a principios del siglo XVII, cuando los artistas del renacimiento nórdico se
interesaron cada vez más en crear estudios realistas de objetos cotidianos.

Jan Brueghel the Elder, ‘Flores en un recipiente de madera' (1606-1607).

Los artistas holandeses de la Edad de Oro llevaron este interés por el detallado arte floral al
siguiente nivel con sus pinturas vanitas. Las vanitas están inspiradas en el memento mori, un
género de pintura cuyo nombre latino se traduce como “recuerda que morirás”. Al igual que las
representaciones de memento mori, estas piezas a menudo combinan flores con objetos como
cráneos humanos, velas y relojes de arena volcados para hacer un comentario sobre la
naturaleza fugaz de la vida.
Sin embargo, a diferencia del arte memento mori, las pinturas vanitas “también incluye otros
símbolos como instrumentos musicales, vino y libros para recordarnos explícitamente la vanidad de
los placeres y bienes mundanos” (Tate).
Pieter Claesz, ‘Vanitas – Naturaleza muerta' (1625) 

ARTE MODERNO
La naturaleza muerta fue popular entre muchas vertientes del arte moderno. Mientras artistas
impresionistas como Pierre-Auguste Renoir incursionaron en el género, el estilo hizo su gran debut
modernista durante el periodo postimpresionista, cuando Vincent van Gogh convirtió a los jarrones
de flores en uno de sus sujetos y Cézanne pintó una famosa serie de bodegones con manzanas,
botellas de vino y jarras de agua que aparecen desordenados sobre una mesa.

Vincent van Gogh, ‘Girasoles' (1889)  Paul Cézanne, ‘Cesto de manzanas' (ca. 1895) 

Además de los impresionistas, los maestros cubistas Pablo Picasso y Georges Braque, así como el
pionero del Pop Art, Roy Lichtenstein también prefirieron trabajar con objetos cotidianos, desde
platos con frutas hasta innovaciones tecnológicas.

ARTE CONTEMPORÁNEO
Hoy en día, muchos artistas dan un giro contemporáneo a la tradición atemporal al pintar bodegones
de alimentos y objetos actuales en un estilo hiperrealista. Al igual que las piezas que los inspiran,
estas pinturas de alta definición demuestran que incluso los objetos más mundanos pueden
convertirse en obras maestras.

Tjalf Sparnaay, ‘Healthy Sandwich' (2013)

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La naturaleza muerta es uno de los temas más representados a los largo de la historia del arte desde
la Edad Media hasta nuestros días.

Edouard Manet alguna vez dijo que la naturaleza muerta es “el referente de la pintura”.
Caracterizado por un interés en lo inanimado, este género de arte ha sido popular durante diferentes
movimientos, culturas, y periodos, con grandes figuras como Paul Cézanne y Pablo Picasso
compartieron la visión del artista impresionista.

El bodegón, también llamado naturaleza muerta, aparece como género pictórico independiente
en el siglo XVII. Antes, los objetos inanimados como flores o frutas formaban parte de
composiciones de otras temáticas. La Reforma protestante es clave en el desarrollo del bodegón. El
mecenazgo de obras de temática religiosa desaparece, y los artistas de los Países Bajos empiezan a
pintar escenas de la vida cotidiana, retratos, paisajes, vistas de ciudades y, por supuesto, naturalezas
muertas. En estas últimas los artistas tenían una libertad total para escoger los objetos que quisieran;
así, estas obras se convirtieron en un magnífico medio de experimentación técnica en el que hacer
estudios de color o practicar las calidades. Dado el éxito experimentado, el bodegón pronto llegó a
Italia y de allí pasó a España. Es seguramente uno de los fenómenos artísticos más relevantes del
paso del Renacimiento al Barroco.
Video : En el siglo XVII surge y se consolida el género conocido como naturaleza muerta . Durante
el llamado "Siglo de Oro" de la pintura holandesa y española, el nuevo género florece y produce
modelos y variaciones como el bodegón y el vanitas . En el mismo siglo, la naturaleza muerta
también se institucionaliza como un género académico a partir de su consideración dentro de la
Academia de Bellas Artes de Francia. No obstante, nunca gozó de mucha popularidad y era visto
como inferior a la pintura histórica, al retrato o el paisaje. Fue hasta la segunda década del siglo XX
que este género de la pintura se encuentra en el centro del desarrollo de una estética de vanguardia.
Con el cubismo, la naturaleza muerta estuvo presente en la creación del collage así como en la
introducción de fragmentos de objetos cotidianos, principalmente impresos en la obra de arte.

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