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Autor: Nicolás Reviriego (Profesor adjunto regular, Derecho Civil, parte general, cátedra del Dr.
Julio César Rivera, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Buenos
Aires).
negligencia, habría que responder del perjuicio, a lo menos en la parte imputable". Por su parte,
Machado también participó de ese criterio en los siguientes términos: "Se responde si hay culpa en
el ejercicio del derecho"1 .
Por su parte, Guillermo Borda aseveró que la teoría del abuso del derecho se fue abriendo
paso en la jurisprudencia con suma lentitud y timidez. Téngase en cuenta que no obstante que el
art. 1071 rechazaba esta nueva figura jurídica, algunos jueces se aventuraron a hacer aplicación del
abuso en forma encubierta, tras el manto protector que les proveía el art. 953 del Código. De este
modo, aplicaron la pauta moral contenida en dicha norma -que regula el objeto de los actos
jurídicos- a fin de morigerar los efectos que producían los excesos en el ejercicio de ciertos
derechos por parte de sus titulares.
El criterio de nuestros Tribunales, fue al principio sumamente restrictivo -según Borda- , se
exigía el propósito de causar daño, de obrar con malicia, o ante la inexistencia de motivos
legítimos.
En un segundo estadio, nuestra doctrina judicial amplió su criterio originario, señalando las
sentencias el ejercicio de un derecho en forma anormal, excesiva o abusiva. Finalmente, la Cámara
Federal de Rosario, en un fallo de gran trascendencia jurídica, se despojó de la cobertura que le
brindaba el art. 953, y enfrentó abiertamente lo dispuesto por el art. 1071, sosteniendo que
todos los derechos tienen una misión social que cumplir, un destino del que no pueden ser
desvirtuados y, por ese motivo, no pueden ser ejercidos arbitraria o discrecionalmente (27-5-1941, La
Ley, T. 23, pág. 237).
Éste fue el primer proyecto de reforma integral del Código Civil, que tuvo lugar en 1926. Este
proyecto se originó mediante el decreto 12.542/1926, ampliado por el 13.156/1926, que conformó
una comisión formada por un miembro designado por la Corte Suprema de Justicia, otro por cada
una de las Cámaras Civiles de la Capital Federal, otro por la Academia Nacional de Ciencias
Jurídicas, otro por el Colegio de Abogados y otro por cada una de las facultades de Derecho de las
universidades nacionales de Buenos Aires, Córdoba, La Plata y del Litoral.
La comisión quedó formada por Roberto Repetto, Julián Pera, Raymundo Salvat, Juan
Bibiloni, Héctor Lafaille, Enrique Martínez Paz, Juan Carlos Rébora, José Gervasoni y Rodolfo
Rivarola. Esta comisión sufrió algunos cambios, ya que Salvat renunció y fue reemplazado por César
de Tezanos Pinto, mientras que Pera, ascendido a ministro de la Corte Suprema, fue reemplazado
en un principio por Mariano de Vedia y Mitre y luego por Gastón Tobal. Al doctor Bibiloni se le
encargó la redacción del anteproyecto, que serviría de orientación para los debates. Bibiloni
concluyó la tarea en 6 años, pero al igual que con el proyecto de Dalmacio Vélez Sársfield, se fueron
publicando diversos libros a medida que el trabajo avanzaba. De esta forma, la Comisión comenzó a
debatir desde 1926 y no desde 1932.
1
Comentaristas citados por JORGE A. CARRANZA, El Abuso del Derecho en la Reforma del Código Civil, pág. 19, Editorial Perrot,
20-10-70.
3
El gran jurista Juan Antonio Bibiloni, profesaba las mismas ideas filosóficas que nuestro
codificador, motivo por el cual rechazó categóricamente el instituto del abuso del derecho. En
efecto, el Art. 411 del Anteproyecto, determinaba lo siguiente: "Los derechos pueden ser ejercidos
en la extensión de sus límites legales, aunque de ello resulte perjuicio a terceros".
En la nota al artículo transcripto 2, Bibiloni expone sus argumentos contrarios al abuso del
derecho con gran elocuencia y solidez intelectual, allí afirmó: "Es la función de la ley definir los
derechos, establecer su naturaleza, sus límites. Consulta el derecho individual y las exigencias
sociales. Asegura su ejercicio en cuanto se ajusta a sus preceptos y dentro de los límites que
establece, el poder del individuo se mueve libremente. El que los usa, usa de lo suyo. A nadie
perjudica. Todos deben respetar el derecho ajeno, aunque lastime su interés o sus conveniencias.
Algunos escritores expresan la regla, pero la someten a una condición: la de no herir el
derecho ajeno (Laurent, 6, número 136 y sgtes: 20 número 408). Hay en ello una confusión que
proviene de reunir dos órdenes de ideas, que para una análisis exacto, conviene deslindar. Nuestro
artículo proyectado entiende solo determinar lo que el ejercicio del derecho envuelve. Cuando otro
derecho se le opone, se trata de lo que se llama colisión de derechos, es decir, del ejercicio de dos
derechos antagónicos.
Las leyes civiles, tienen por misión precisar las condiciones en que los derechos nacen, se
transmiten y se extinguen, y los Códigos contienen las disposiciones que encierran con una
casuística precisa y muchas veces excesiva, todo cuanto se refiere a su extensión y efectos. Si se
trata de su nacimiento, los actos jurídicos son analizados, sometidos a toda clase de exigencias, de
forma, de capacidad, de validez. Su objeto, debe ser lícito, no contrario a las leyes, al orden público,
a las buenas costumbres. Y todo esto, en consideración a los fines sociales, económicos, morales,
de los actos y que interesan a los individuos y a la comunidad.
Cuando por consiguiente, un derecho ha pasado por todo este tamiz, cuando se dice que
existe regido por tales condiciones, ¿qué se ha dicho?, se ha dicho que, pensadas las circunstancias,
considerados la naturaleza de un derecho, las necesidades que por su medio se satisfacen, el
interés económico, el bien público del Estado, los factores sociales, todo cuanto importa
considerar, se reconoce a una persona el poder de obrar, dentro de los límites asignados. Es esto lo
que significa vivir en un Estado regido por leyes. El derecho no es, entonces, arbitrario. Se conoce
de antemano, pueden ajustarse a él las acciones.
¿Y esto va a desaparecer, so pretexto de que el uso, en presencia de las circunstancias, no
debe ser protegido porque es contrario a los fines sociales del derecho? Pero, y entonces, ¿por qué
la ley dijo que el que siguiese sus prescripciones, será amparado en él?
Las leyes dependen en su existencia misma de un criterio de aplicación, se dice, ¿cuál es?,
nadie lo explica. Es imposible prever las condiciones en que un hecho se desarrolla, se pretende.
Y porque es imposible, se entrega todo, ley, derechos, fortuna, honor, a la vaga incertidumbre de
las palabras vacías. ¿Derecho? No hay derecho. ¿Ley? No es obligatoria. Lo único que hay es el
arbitrio judicial. De su opinión resultará cual es el verdadero significado social y económico de la
ley. Y eso que la ley no ha acertado a definir, eso lo encontrará el Juez, con ley, sin ley y contra ley.
2
Ver Anteproyecto de reformas al Código Civil, T° 1, pág. 203/214, Editorial Valerio Abeledo.
4
Cada Juez lo verá según su criterio moral, político, económico. Y que magnífica oportunidad se da
al deudor deshonesto.
La ley estable, conocida de antemano, que permite ajustar los actos a sus disposiciones, no
puede ser derogada por el arbitrio personal del Juez. Es su intérprete y no su dueño. Y los
hombres de bien no pueden ser sacrificados entregándolos a la deshonestidad de los deudores sin
escrúpulos y a los litigantes temerarios, porque en algún caso, se abuse de una situación. Ninguna
institución humana, ninguna organización constitucional, ninguna fórmula jurídica, escapan a la
posibilidad de no responder a sus fines sociales. El voto es criticable en sus resultados. ¿Habrá que
retirarlo a los ciudadanos ? El poder atribuido a las altas magistraturas del Estado, puede ser
estéril o mal ejercido, ¿habrá por eso que destruir la Constitución?. La cosa juzgada, importa a
veces, un error, ¿habrá que suprimir el Poder Judicial?. En el fondo de todas estas teorías, no hay
sino un concepto viciado de lo que es la función de la ley, y una caracterizada sublevación contra su
imperio".
fundaban incorrectamente sus sentencias en la doctrina del abuso. Razones de novedad y prestigio
de la nueva doctrina, por una parte, y de comodidad por otra, quizás expliquen esos casos de
errónea aplicación de aquélla5.
La gran contienda doctrinaria librada en torno al abuso del derecho, finalmente arrojó como
resultado el triunfo de los partidarios de dicha doctrina, el que se vio plasmado normativamente
en los arts. 1071, 2513 y 2514 de nuestro Código Civil. La discusión entre los juristas sobre la teoría
del abuso del derecho pertenece ya a la historia del derecho. La jurisprudencia ha impuesto en
todo el mundo la teoría del abuso del derecho, a veces al abrigo de los textos legales que la han
consagrado, a veces ante el silencio de ellos, a veces contra ellos, como ocurría en nuestro país
antes de la sanción de la ley 17.7116.
El nuevo art. 1071, quedó redactado en los siguientes términos: "El ejercicio regular de un
derecho propio, o el cumplimiento de una obligación legal no puede constituir como ilícito ningún
acto. La ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos. Se considerará tal al que contraríe los
fines que aquélla tuvo en mira al reconocerlos o al que exceda los límites impuestos por la buena
fe, la moral y las buenas costumbres".
La fórmula empleada en la nueva norma reconoce como antecedentes la ponencia aprobada
por el Segundo Congreso Nacional de Derecho Civil, reunido en Córdoba en 1937, según la cual
habría abuso del derecho cuando se ha obrado con dolo o culpa o que se han excedido los límites
fijados por la buena fe o el fin en vista al cual ese derecho fue concedido; el Anteproyecto de 1954,
según el cual "la ley no tolera el abuso del derecho; se entenderá abusivo el ejercicio del derecho
cuando contraríe las exigencias de la buena fe o los fines de su reconocimiento" (art. 235); el
Proyecto Franco-Italiano de las Obligaciones (art. 24); el Código Polaco (art. 135); el Código Libanés,
art. 124. En todos estos antecedentes, el abuso del derecho queda configurado en fórmulas que
reúnen al mismo tiempo el criterio finalista y el moral, tal como lo hace nuestro art. 1071 7.
En el primer párrafo del nuevo art. 1071, la reforma introdujo la palabra "regular" lo que
implica que existen dos formas posibles de ejercer un derecho: la vía normal o regular, y la vía
irregular, anormal o abusiva, castigándose el ejercicio excesivo o antifuncional del derecho.
Recordemos, que para el viejo Código de Vélez, la única manera posible de ejercer un derecho era
dentro de la ley, y su opuesto era el acto ilícito.
Ahora bien, la reforma introduce un segundo párrafo al dispositivo comentado, que es una
especie de condena al abuso del derecho, que por supuesto, no tiene ningún sentido; para
finalmente fijar cuatro criterios para que los jueces puedan -en los casos concretos- castigar los
abusos. Ellos son: la moral, la buena fe, las buenas costumbres y los fines que tuvo en cuenta el
legislador al reconocer el derecho.
5
Orgaz, Alfredo, "Abuso del Derecho", La Ley, T. 143, pág. 1216.
6
Borda, Guillermo, ob. cit. en nota 9, pág. 723.
7
Borda, Guillermo, ob. cit., pág. 724.
6
Es bueno anotar, que con fecha 28/11/13, el proyecto de Código Civil de 2012 obtuvo media
sanción en la Cámara de Senadores con las modificaciones introducidas por el Poder Ejecutivo y la
Comisión Bicameral, para ser luego sancionado el 1/10/2014 mediante la ley 26.994. El proyectado
art. 10 regula el instituto en estudio en los siguientes términos:
"El ejercicio regular de un derecho propio o el cumplimiento de una obligación legal no
puede constituir como ilícito ningún acto. La ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos.
Se considera tal el que contraría los fines del ordenamiento jurídico o el que excede los límites
impuestos por la buena fe, la moral, y las buenas costumbres. El juez debe ordenar lo necesario
para evitar los efectos del ejercicio abusivo o de la situación jurídica abusiva y, si correspondiere,
procurar la reposición al estado de hecho anterior y fijar una indemnización".
Las fuentes de este artículo son: el art. 1071 actual del Código derogado el 1/8/2015; el
proyecto de unificación de la legislación civil y comercial de 1987 (art. 1071); el proyecto de
reformas al Código Civil de 1992 elaborado por la comisión designada por el Poder Ejecutivo (art.
583); y el proyecto de 1998 (art. 396).
La característica común en todos estos intentos de reformar el Código Civil, tiene que ver
con las consecuencias del abuso una vez decretado por el juez, esto es, la cesación de los efectos
del acto abusivo, y la fijación de una indemnización de daños y perjuicios en favor del sujeto
perjudicado. Como se puede observar, estos efectos también han sido contemplados por el
proyecto de 2012, pero es dable destacar, que fue la jurisprudencia la que primero determinó las
sanciones que correspondían al acto abusivo, las que luego fueron incorporadas en los proyectos
indicados.
Volviendo al art. 10° del nuevo Código, los redactores aclaran que se incluye al abuso del
derecho dentro del título preliminar, considerándoselo como un principio general del derecho.
Además, con relación al criterio que tiene en cuenta los fines que tuvo en mira el legislador al
reconocer el derecho, se explica en los fundamentos que se evita la referencia a los fines pretéritos
con la expresión indicada, pues el texto de una norma no puede quedar indefinidamente vinculado
a su sentido histórico. En su reemplazo, se emplea la noción de fines del ordenamiento, que evita la
contextualización histórica, posibilitando la interpretación evolutiva para juzgar si se ha hecho un
uso irregular o abusivo.
1.- Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala I • 08/11/2005 • Consorcio Avenida del Libertador
General San Martín 4850 c. Taccone, Eduardo Pedro y otro • DJ 03/05/2006, 73 •
Corresponde rechazar la demanda promovida por un consorcio de copropietarios contra uno de los
condóminos, a fin de obtener la restitución del uso de la azotea jardín de propiedad común contigua a
dicho departamento, ya que si bien no era necesaria la unanimidad de los votos en la asamblea para tomar
la decisión de revocar el permiso que le había sido conferido muchos años antes, por lo que la decisión
7
tomada en ese sentido por mayoría resultaba válida desde el punto de vista de los votos necesarios, la
revocación de tal permiso implicó en el caso un ejercicio abusivo del derecho en los términos del artículo
1071 del Cód. Civil, esto teniendo en cuenta el larguísimo lapso —treinta y nueve años— durante el cual se
prolongó el permiso en cuestión y atento que su prolongación evitaría a los emplazados claros perjuicios sin
causarlos en sí misma al resto de los copropietarios, que inclusive se beneficiarían con ella.
2.- Cámara de Apelaciones del Noreste del Chubut, sala A • 02/02/2006 • Tribuzio, Karina L. c. Autos del
Sur S.A. • , La Ley Online; • AR/JUR/1960/2006.
Corresponde admitir el pago por consignación aun cuando exista un nimio saldo deudor, pues si bien la
consignación sólo tiene la fuerza de pago cuando concurre el requisito de la integridad de éste, el principio
cede cuando lo que falta para completar la totalidad de la prestación resulta insignificante, dado que el
rigor de aquel principio debe atenuarse, ya que en esas condiciones el rechazo del pago por parte del
acreedor es contrario a la buena fe y constitutivo de un abuso de derecho (del voto del doctor Velázquez).
Por cierto que la consignación sólo tiene la fuerza de pago cuando concurre el requisito de la integridad de
éste (arts. 742, 758 y concs. Cód. Civ.). Sin embargo, cuando lo que falta para completar la totalidad de la
prestación resulta insignificante, el rigor de aquel principio debe atenuarse, ya que en esas condiciones el
rechazo del pago por parte de la acreedora so capa de que el mismo no es íntegro es contrario a la buena fe
y constitutivo de un abuso de derecho (arts. 1071, 1198 cód. cit.; confr.: Busso, ob. ind., V-485, n° 64;
Cazeaux-Trigo Represas, opus cit., III-127, n° 1; Llambías, ob. ind., II-803, n. 214; Borda, opus cit., I-546, n°
698; S. C. Mendoza, JA, 1990-III-361; CNCiv., sala "C", LA LEY, 1986-B, 413). Tal es el caso ocurrente, pues
rechazar el pago del último ítem adeudado y, en consecuencia, también la cancelación de la prenda que
garantizara una obligación contraída por $ 6.062, convertibles a dólares estadounidenses en esa época, en
razón de que existe un nimio saldo deudor de $2,92 bien puede catalogarse como un ejercicio abusivo del
derecho, pues excede los límites impuestos por la buena fe, trayendo a debate judicial una nimiedad con
olvido de que, según el clásico aforismo latino, de insignificancias no se ocupa el pretor — "de minimis non
curat praetor"— (este cuerpo, c. 20.440 S.D.C. 34/05, c. 20.469 S.D.C. 50/05).
3.- Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Jujuy • 08/05/2006 • Del Frari, Pedro Américo M. c.
Lama de Viltes, Teresa y otro • LLNOA 2006 (setiembre), 936 • AR/JUR/1723/2006
Corresponde rechazar la acción de resolución de un convenio de pago de una indemnización derivada de un
accidente de tránsito por su incumplimiento parcial, ya que la conducta del acreedor que por el
incumplimiento de una obligación menor en relación al total de las pactadas en el negocio jurídico —en el
caso, demora en el pago de honorarios— pretendió su resolución, es reveladora de un actuar disconforme
con los principios previstos en los arts. 1198, 1071 y conos. del Cód. Civil y que el derecho condena
confiriendo a los jueces prerrogativas para neutralizarlas.
De la marcada desproporción entre aquellas que el a quo dio por resueltas y la que, por demorada, provocó
esa decisión, (cuantía de las prestaciones cumplidas, con la suma pendiente de pago a la fecha de
promoción del incidente) surge evidente la falta de razonabilidad de lo resuelto. En efecto: al 10 de agosto
de 2001 el crédito por capital, intereses y honorarios del Dr. G. ascendía a $93.020.85 (fs. 19 Expte. B-
79.292/2001), en tanto la obligación incumplida (parte de los honorarios del Dr. R.) según la sentencia del 5
de marzo de 2004 era de $10.456 pues los del Dr. E. habían sido cancelados antes de la promoción del
incidente (recibo agregado en copia certificada a fs. 56).
8
6.- Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala H • 26/10/2007 • Furlone, Aquiles Antonio c. Cazap,
Horacio Isaac • RCyS 2008, 735 - LA LEY 09/04/2008, 8, con nota de Gabriel Hernán Quadri; LA LEY 2008-B,
615, con nota de Gabriel Hernán Quadri.
Corresponde hacer lugar a la acción de daños y perjuicios entablada en virtud de un embargo preventivo
trabado indebidamente cuando ya se había cancelado la deuda reclamada, pues ello permite concluir que la
conducta del embargante fue abusiva.
7.- Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, sala E • 16/10/2007 • Szwarcberg Hermanos S.A.
s/conc. prev. • LA LEY 2008-A, 263
El acuerdo preventivo propuesto por el fallido, consistente en una quita del sesenta por ciento del importe
nominal de los créditos y un plazo de diez años para su cancelación importa un irrazonable y abusivo
ejercicio del derecho en los términos de los artículos 1071 del Código Civil y 52, inciso 4, de la ley 24.522
(Adla, LV-D, 4381).
8.- Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala M • 17/12/2009 • Carpintero, María de los Ángeles c.
Sistemas de Encuadernación S.A. • LA LEY 12/03/2010, 6, con nota de Ezequiel Cabuli; LA LEY 12/03/2010,
, con nota de Ezequiel Cabuli .
Si la escrituración del inmueble se frustró porque el vendedor se negó a que el notario interviniente le
retenga el adelanto del impuesto a las ganancias, pero al día siguiente presentó el formulario de la AFIP que
permitía la exención de la retención, resulta abusivo el ejercicio del pacto comisorio por parte del
comprador pues, si bien medió un incumplimiento de la parte vendedora, ésta ratificó su voluntad de
otorgamiento de la escritura antes de que el actor notificara la resolución contractual.
9.- Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala G • 16/04/2004 • Consorcio Av. de Mayo 1302/40 c.
Vidal, Narciso • LA LEY 2004-C, 942 - IMP 2004-B, 3002 • AR/JUR/192/2004
9
11.- Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, del Trabajo y Minas de 2a Nominación de Catamarca •
03/12/2004 • Narváez, José c. Cordero, Peregrino A. • LLNOA 2005(mayo), 655 • AR/JUR/5538/2004
Cabe hacer lugar a la excepción de inhabilidad de título planteada por el ejecutado, si surge de los pagarés
que se intenta ejecutar, que el interés pactado en un período de estabilidad para el lapso de tiempo
transcurrido entre ellos en el caso, un interés superior al 150% por 4 meses, es usurario e importa un claro
abuso del derecho.
12.- Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala K • 19/05/2005 • Consorcio Prop. Av. Libertador
5038/44 c. La Cubana S.A. • LA LEY 2005-C, 719
Corresponde rechazar el pedido de demolición de una obra nueva realizada por un copropietario sin
autorización del consorcio -en el caso, utilizó la terraza de propiedad común pero de uso exclusivo con la
finalidad de extender la superficie de la unidad funcional-, si la obra en infracción no importa un riesgo para
la seguridad del edificio ni altera su estética, pues de otro modo se incurriría en un ejercicio abusivo del
derecho, teniendo en cuenta el grave perjuicio económico que esta solución causaría al infractor.
13.- Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Jujuy, sala I • 27/03/2006 • S.G.M. c. Ford Credit
Compañía Financiera S.A. • LLNOA 2006 (junio), 553 - IMP 2006-15, 1926
El secuestro de un vehículo prendado fundado en una ínfima deuda por gastos administrativos —en el caso,
$37,70— constituye un abuso del derecho, en los términos del art. 1071 del Código Civil, contrario a la
moral y a las buenas costumbres, si ha quedado demostrado que la deudora canceló su crédito por capital e
intereses y no se probó la existencia de aquella obligación.
14.- Tribunal Colegiado de Familia de Quilmes • 09/09/1999 • F, L. A. • LA LEY 2000-F, 761, con nota de
Emilio A. Ibarlucía - LA LEY 2000-B, 60 - LLBA 2000, 77 - DJ 2000-1, 957
Quien reconoce su paternidad extramatrimonial, no obstante dudar sobre su veracidad, y luego la impugna,
procede con torpeza sin medir el daño que podía causar a una víctima cierta, tornando abusivo el derecho
10
de hacer lo que la ley no manda -art. 19 de la Constitución Nacional, como deber genérico de no dañar al
otro-. (Del voto de la doctora Cernuschi).
16.- CNCiv., Sala C, Mayo 21-1991, El Derecho, Tomo 143, pág. 123
Configura un abuso del derecho la actitud del damnificado que persigue la reparación del vehículo cuando
el costo de los arreglos supera en demasía el valor del automóvil.
17.- CJ Salta, Sala III, Septiembre 11-1968, La Ley, T. 135, pág. 206
El acreedor no puede, sin abuso de su derecho, pretender que para la seguridad de su crédito, el deudor
inmovilice bienes cuyo valor excede el de la deuda, y menos aún puede paralizarlo en sus actividades
comerciales mediante el embargo de todos sus elementos de trabajo.
19.- CNTrab., Sala IV, Agosto 3-1970, La Ley, T.142, pág. 238
Importa abuso del derecho sin amparo legal, la pretensión de otro pago de los aportes sindicales,
desconociendo validez al efectuado, por no haberse hecho en la sede filial del sindicato según lo establece
el convenio colectivo aplicable.
20.- CNCiv., Sala G, Octubre 10-1980, Jurisprudencia Argentina, 1981, T.III, pág. 292.
Si el actor pretende que se le escriture por un precio que en la actualidad significa poco o nada, el art. 1071
del Código Civil debe aplicarse para limitar el ejercicio de un derecho que ha devenido abusivo al cargar
sobre el vendedor, las consecuencias de la enorme inflación habida desde que se formalizó el contrato, con
el consiguiente beneficio inequitativo para el comprador .
Constituye un abuso del derecho, la actitud de la esposa inocente del divorcio, que tras una convivencia
conyugal de 20 o 30 días, se presenta a la sucesión de su esposo después de más de 30 años de separación,
intentando recoger a título de socia, la mitad de un patrimonio, sin aporte de ninguna clase.
24.- Cámara Nacional de Casación Penal, sala IV • 26/02/2007 • P., L. A. s/rec. de casación • LA LEY
04/05/2007, 4 - LA LEY 11/06/2007, 8, con nota de Néstor E. Solari - Sup. Penal 2007 (junio), 23, con nota
de Mariano Orgeira
Comete el delito de sustracción de menor el progenitor que, aprovechando la custodia del niño durante el
régimen de visitas, lo sacó del país y de la tenencia legal que detentaba la madre —en el caso, por más de
cuatro años—, pues si bien la patria potestad, correctamente entendida, no como un "poder" sino como
una "función", es un derecho natural reconocido por el derecho positivo, su legítimo ejercicio no puede
implicar un abuso de ese derecho y nunca puede autorizar la partida del país de un menor sin la anuencia
del otro padre (Del voto del doctor Hornos).
25.- Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Salta, sala III • 16/04/2019 • S., M. G. c. M., M. S. A.
s/ cese de cuota alimentaria • RDF 2020-I , 53 con nota de Débora Ruth Albohri Telias
•AR/JUR/51228/2019
Dado que durante quince meses el alimentante tuvo su hija a cargo y cubrió todas sus necesidades
alimentarias, las sumas en concepto de cuota alimentaria que la madre percibió en ese periodo deben ser
devueltas, ya que abusivamente esta cobraba una cuota alimentaria que no destinaba para los alimentos de
la menor.
27.- Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala H • 25/02/2019 • Ruggeri de Beletti, Alida Casilda c.
Palomera, Andrea Liliana y otros s/ ordinario. Cumplimiento de reglamento • LA LEY 10/05/2019 , 4.
La demanda interpuesta por la propietaria de una unidad funcional a fin de obtener el restablecimiento al
estado original de las construcciones hechas en otra unidad debe rechazarse, pues sería un abuso del
derecho pretender hacer cumplir el reglamento al demandado cuando la accionante incurrió en mayores
violaciones, mientras que una tercera unidad hizo lo mismo sin ser siquiera partícipe del conflicto judicial, y
12
máxime cuando proceder acorde a lo requerido implicaría destruir gran parte de un edificio de mucha
antigüedad.