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CONTRATOS DE EDICIÓN

PRO. RUDDY CORREA DOMINGUEZ

I.- DESARROYO

De acuerdo a lo establecido en la ley 65-00, del 14 de marzo del 2001


y publicada en la G. O. Núm. 10070, este consiste en que el autor de
una determinada obra, cede al editor el derecho de reproducir su obra
y de distribuirla a cambio de una compensación económica. Por su
lado, el editor se compromete a realizar estas operaciones por su
cuenta y riesgo.

Este CONTRATO DE EDICION: debe formalizarse por escrito y tiene


que expresar: a) Si la cesión del autor al editor tiene carácter
exclusivo; b) Su ámbito territorial; c) El número máximo y mínimo de
ejemplares que alcanzará la edición o cada una de las ediciones que
se convengan; d) La forma de distribución de los ejemplares y los que
se reserven al autor, a la crítica y a la promoción de la obra; e) La
remuneración del autor de la obra; f) El plazo de la puesta en
circulación de los ejemplares de la única o primera edición, que no
podrá exceder de dos años a partir de la entrega del manuscrito al
editor; g) El plazo en que el autor deberá entregar el original de su
obra al editor.

En caso de que el contrato o acuerdo sea para que la edición se haga


en forma de libro, en este supuesto, aparte de las condiciones
especificadas anteriormente, se habrán de añadir otros tres requisitos
formales como son: 1) La lengua o lenguas en que ha de publicarse la
obra, es decir, el idioma; 2) El anticipo que la editorial entregará al
escritor a cuenta de sus derechos de autor, es decir, un adelanto del
pago acordado; y 3) La modalidad o modalidades de edición y, en su
caso, la colección a la que formará parte.
2.- DE LAS OBLIGACIONES DE LAS PARTES

a) DE LAS OBLIGACIONES DEL EDITOR: después de formalizar


las firmas del contrato de edición entre las partes que lo integran,
es decir, el Autor y el Editor, este ultimo asume las
responsabilidades siguiente: a) Reproducir la obra entregada en
la forma convenida y acordada, sin más modificación que el
autor haya permitido y consentido por escrito; b) Someter previo
a la reproducción en masa, las pruebas para su verificación final
al autor, salvo que se haya pactado lo contrario; c) Distribuir la
obra en el tiempo y/o plazo y las condiciones acordadas; d)
Asegurara la explotación continua de la obra y su difusión
comercial, de conformidad a los usos habituales en el sector
profesional de la edición de obras literarias; e) Pagar al autor la
remuneración estipulada religiosamente. Sin embargo cuando
ésta sea proporcional, por lo menos una vez al año tiene que
entregarle la remuneración y/o liquidación que le corresponda,
además de darle cuenta de las ventas previo inventario.
Asimismo, tiene que dar al autor anualmente un certificado en el
que se determinen los datos relativos a la fabricación,
distribución y existencias de ejemplares. Y, si el autor lo solicita,
el editor está obligado a presentarle los respectivos justificantes;
f) Restituir al autor el original de la obra objeto de la edición, una
vez acabada la impresión y tirada de la edición.

b) DE LAS OBLIGACIONES DEL AUTOR: de igual forma que con


la firma del contrato de edición suscrito, el autor de que se trate
tiene con carácter también imperativo, las siguientes
responsabilidades, a) Entregar al editor la obra preparada para la
reproducción dentro del tiempo y/o plazo establecido; b)
Responder ante el editor de la autoría y la originalidad de la obra
y del ejercicio pacífico de los derechos que le ceda; c) Corregir
las pruebas de la tirada, salvo que se haya pactado no hacerlo.
Otras estipulaciones accesorias, son las estipuladas en el Art. 87
de la Ley 65-00, del 14 de marzo del 2001.

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3.- MODIFICACIONES EN EL CONTENIDO DE LA OBRA

En todo proceso de edición y tirada, el autor dispone de un breve


tiempo mediante el cual podrá realizar las correcciones y
modificaciones necesarias que estime oportunas, siempre que no
alteren su carácter y finalidad, y que no eleven demasiado el costo de
producción sobre lo estimado y presupuestado para tales fines en
dicha edición. De todo modo y en cualquier caso, el contrato de
edición podrá prever un porcentaje máximo de correcciones sobre el
contenido, con el objetivo de que la obra pueda salir con la mayor
calidad posible.

4.- DERECHOS DE AUTOR EN CASO DE VENTA EN SALDO

En este caso, la Editora no podrá sin contar con el consentimiento del


autor, disponer para la venta, del saldo de la edición hasta que no
pasen dos años desde su puesta en circulación. Transcurrido ese
plazo, si el editor decide vender como saldo los libros que le queden,
tendrá que notificarlo al escritor, quien puede optar por adquirir los
libros ejerciendo un tanteo sobre el precio de saldo o en caso de
remuneración proporcional, percibir el 10 por ciento de lo que facture
por su obra el editor. Para ejercer su derecho tiene un plazo de 30
días desde la notificación.

5.- EN CASO DE DESTRUCCIÓN DE LA EDICIÓN

En este supuesto, si el editor ha tomado la decisión de destruir los


libros que le quedaron después de los dos años transcurrido desde su
puesta en circulación, está obligado a notificárselo de inmediato al
autor de dicha obra, quien tiene derecho en un plazo de 30 días, para
exigir al editor que le entregue gratuitamente todos o parte de los
ejemplares, pero nunca podrá destinarlos a usos comerciales, puesto
que esa es una faculta exclusiva de la Editora.

6.- MOTIVOS PARA LA RESOLUCIÓN DEL CONTRATO

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Es prerrogativa del autor de la obra, y podrá demandar la resolución
del contrato de edición, sin perjuicio de las indemnizaciones, en los
casos en que el o la Editora han incurrido en los siguientes: a) Si el
editor no realiza la publicación de la obra en el plazo y condiciones
convenidos, o incumple algunas de las condiciones básicas del
contrato acordado en el contrato de edición; b) En el caso en que el
editor ha vendido la obra a saldo sin el consentimiento del autor y sin
respetar los plazos cordados; c) En el caso en que el editor cede
indebidamente sus derechos a un tercero; d) Cuando estén previstas
varias ediciones, y se haya agotado la última realizada, y el editor no
muestre interés en efectúe la siguiente edición en el plazo de un año
desde que fuese requerido por el autor. Hay que señalar que una
edición se considera agotada cuando el número de ejemplares sin
vender sea inferior al 5 por ciento del total de la edición y, en todo
caso, inferior a 100 ejemplares; e) Cuando se produzca la liquidación o
cambio de titularidad o venta de la empresa editorial, siempre que no
se haya iniciado la reproducción de la obra, con devolución de las
cantidades percibidas como anticipo.
Otras de las razones por la cual se puede demandar la resolución de
dicho contrato, son las resultantes de las violaciones de los previsto en
los artículos 86 y 91 de la ley 65-00

7.- DE LA NULIDAD

Como ya he indicado más arriba, este tipo de contrato tiene que


hacerse por escrito de manera imperativa, por lo tanto será nulo el
contrato no formalizado por escrito, de modo que no existe esta
obligación contractual de forma verbal, así como que se omita el
número de ejemplares acordado y la remuneración de la que es
acreedor el autor. En caso de incumplimiento de una de estas
obligaciones, los afectados tendrán que llegar a un acuerdo para
subsanar la falta y, como último recurso, decidirá finalmente una
decisión emanado del Juez que hay sido apoderado del conflicto
surgido de la violación de lo acordado.

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8.- OBRAS DE ENCARGO

En el caso de la especie, si se trata de una obra por encargo, esta no


es objeto del contrato de edición con relación al sujeto que la ha
encargado, siempre y cuando sea exclusiva mente para su uso
personal, sin embargo la remuneración que se convenga será
considerada como anticipo de los derechos de autor que le
corresponderían a éste por la edición, si ésta se realizase.

9.-TRANSMISIÓN DE LOS DERECHOS DEL AUTOR ASALARIADO

Como se podrán apreciar, también existen los autores asalariados, en


cuyo caso la transmisión al empresario de los derechos de explotación
de la obra creada por este, en virtud de una relación laboral, se rige
por lo pactado en el contrato escrito para tales fines. Si no se
especifica, se entiende que los derechos de explotación han sido
cedidos en exclusiva. Sin embargo es bueno señalar que el
empresario nunca podrá utilizar la obra para fines diferentes a aquellos
para los que fue creada, de modo que no podrá reproducirla con el fin
de colocarla en el mercado para su venta en masa, so pena de ser
demandado en daños y perjuicios.

10.-TRANSMISIÓN DE DERECHOS PARA PUBLICACIONES


PERIÓDICAS

Cuando se trata de obras reproducidas en publicaciones periódicas,


los autores conservan su derecho a explotarlas en cualquier forma que
no perjudique la norma de la publicación en la que se hayan insertado,
al no ser que se hayan especificado expresamente lo contrario. De
modo que el autor podrá volver a disponer libremente sobre su obra,
siempre y cuando que se hayan incumplido los plazos para su
publicación, estos son de un mes para los diarios, y de seis meses
para el resto de las publicaciones. En estos casos la remuneración del
autor normalmente será de un tanto alzado.

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11.- HIPOTECA Y EMBARGO DE LOS DERECHOS DE AUTOR

Hay ciertos derechos que son y pueden ser susceptibles de


enajenación judicial, tal es el caso de una obra literaria, que en cierta
circunstancia pueden ser hipotecables, sin embargo no pueden ser
embargables; aunque los beneficios de esos derechos, si pueden ser
embargado, que se consideran salarios. En este caso se trata de uno
de los contratos regulados expresa y pormenorizadamente en la Ley
424-06 sobre Propiedad Intelectual, por medio del cual, el autor de
una obra cede al editor algunas de las facultades que integran su
derecho de propiedad intelectual.

En principio, la reproducción y distribución de la obra, es una facultad


absoluta y exclusiva del autor, esta facultad la podrá ejercitar por sí
mismo el autor, excluyendo a todos los demás sujetos, o bien puede
ceder a terceras personas, de modo exclusivo.

La Ley 424-06 sobre Propiedad Intelectual, permite ceder este tipo


de facultades, aunque de un modo limitado. No parece posible en
nuestro ordenamiento jurídico su transmisión definitiva, sino que las
cesiones autorizadas por la Ley, habrán de ser siempre limitadas,
tanto en el contenido como en el tiempo y en el espacio.

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